Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
FRAMPTON - Historia Critica de La Arquitectura Moderna - 3ºP Cap. 4
FRAMPTON - Historia Critica de La Arquitectura Moderna - 3ºP Cap. 4
la
•:;¡,
.-.,.;
Historia crítica de la
arquitectura moderna
traducción de Jorge Saínz
GG®
HIII - MATERIAL DE USO EXCLUSIVO CON FINES DIDÁCTICOS
A mis padres Índice
Título original
Modern Architecture: A Critica/ History
Publicado por Thames and Hudson, Londres
Pretacio a la tercera edición - - - - 7 18. Mies van der Rohe y la significación de
Versión castellana de Jorge Samz . .. Introducción - - - - - - - - - ~ 8 los hechos, 1921-1933 ..................... 163
Revisión bibliográfica por Joaquim Romaguera I Ramio 19. La nueva colectividad: arte y arquitec-
Diseño de la cubierta de Estudi Coma Primera parte: Movimientos culturales y tura en la Unión Soviética, 1918-
técnícas proplclatorías, 1750-1939 1932 169
1. Transformaciones culturales: la arqw• 20. Le Corbusrer y la Vil!e Radieuse,
tectura neoclásica, 1750· 1900 ............ 12 1928-1946 - - - - - - - 180
2. Transtormaciones territoriales: los de• 21. Frank Lloyd Wright y la ciudad en de•
sarrol!os urbanos, 1800-1909 .............. 20 saparición, 1929·1963 ........................ 188
3. Transtormac1ones técnicas: la mgeme- 22. A!var Aalto y la tradición nordica: el
1ll edición, 1981 na estructura!, 1775-1939 ____ 29 romanticismo nacionalista y !a sensi•
bilidad doricista, 1895-1957 ............... 194
~.e.diGiÓn, 1983
Segunda parte: Una historia crítica, 23. Giuseppe Terragm y !a arquitectura
·;,'.;f'-3g, edición ampliada, 1987 1836-1967 del racionalismo italiano, 1926·1943 205
"' =4bedición, 1989 1. Notícms de nmguna parte: Inglaterra, 24. La arquitectura y e! estado: ldeolog!a y
54-edidón, 1991 1836-1924 - - - - - 42 representación, 1914-1943 ................ 212
,..;·~-- -6!! edición ampliada, 1993 2. Adler y Su!livan: el Auditórium y la 25. Le Corbusier y la monumenta!ización
J!l edición, 1994- construcción en altura, 1886·1895 ... 51 de lo vernáculo, 1930·1960 ............... 226
3. Frank Lloyd Wright y e! milo de ta pra• 26. Mies van der Rohe y la monumentali•
8!1 edición, 1996 -, -- , C} •·.-( ... dera, 1890-1916 _ _ _ _ _ _ 57 zación de la técnica, 1933-1967 ....... 234
9!1 edición, 1998 4. El racionalismo estructural y la m· 27. El eclipse del New Oeal: Buckmms•
1()! edición, 2000 fluencia de Viollet-!e•Duc: Gaudí, Hor- ter Fuller, Philip Johnson y Lou1s
111!. edición, 2002 ta, Gu1mard y Berlage, 1880-1910 ... 64 Kahn, 1934·1964,_____ 241
5. Charles Renme Macklntosh y la es-
Ninguna parte de esta publicación, incluído el diseñ~ _de la cuela de G!asgow, 1896-1916 .......... 74
6. La pnmavera sagrada: Wagner, QI.
cubierta, puede reproducirse, almacenarse o transm1_t1r.se de Tercera parte: Valoración critica yextenM
brich y Hoffmann, 1886-1912 ............ 79
ninguna forma, ni por mngün medio, _s_ea éste electro~1co, slón hacia el presente, 1925M1991
7. Antonio Sant'E!ia y la arquitectura tu- 1. E! estilo mtemaciona!: tema y variac10•
químico, mecanice, optico, de grabac1on o de toto~op1_a, turista, 1909·1914 _ _ _ _ _ _ 86
nes, 1925·1965 .................................... 252
sin la previa autorización escrita por parte_ ~e la_ ~d1tonal. 8. Adolf Loas y la crisis de !a cultura, 2. El nuevo brutalismo y la arquitectura
La Editorial no se pronuncia, ní expresa m 1mpll?1tamente, 1896-1931 ............................................ 92 del estado de! bienestar: Inglaterra,
respecto a ta exactitud de la información contenida en este 9. Henry van de Velde y la abstracción
de ta etnpaUa, 1895-1914 _ _ _ 98 1949·1959 - - - - - - - - 266
libro razón por la cual no puede asumir nmgún tipo de 3. Las v1c1sltudes de la ideologfa: los
10. Tony Gamter y la ciudad industrial, C!AM y el Team X, crítica y contracríti•
resp~nsabilidad en caso de error u omisión. 1899-1918 · · · · · · · · - - - - - - 102 ca, 1928-1968 273
11. Auguste Perret: !a evolución del rac10• 4. Lugar, producción y escenografía:
nalismo clásico, 1899·1925 ............... 107 teona y práctica 1ntemac1onales des•
© 1980, 1985, 1992, Thames and Hudson Ltd., Londres 12. El Oeutsche Werkbund, 1898·1927 111 de 1962 __________ 284
13. La cadena de cristal: el expresionismo
y para la edición castellana 5. El regionalismo critico: arquitectura
arquitectónico europeo, 1910-1925 118
Editorial Gustavo Gili, SA, Barcelona, 1993 moderna e identidad cultural ............. 318
14. La Bauhaus: la evolución de una idea, 6. La arquitectura mundíaf y la practica
©dela versión castellana, Jorge Samz, 1998 1919-1932 125
15. La nueva objetividad: Alemania, Ho• reflexiva ---······························· 333
landa v Suiza, 1923-1933 _ _ _ 132
Et Printed in 5paín
16. De Stijl: evolución y disolución de!
os ISBN: 84-252-1665-6
neoplastícismo, 1917·1931 ................ 144 Agradeclmlentos ________ 349
M Depósito legal B. 35.242-2002 17. Le Corbus1er y el Esprit Nouveau, Bibliografía ................ _______ 351
Fotocompos1ción: Ormograf, SA, Barcelona
Pe 1907-1931 - - - - - - - 151 indice alfabético · · · - - - - - - - 389
Impresión: Hurope, si, Barcelona
5
Toda historia esta me!udiblemente condiciona- megalópo!is ha de.1ado e! diseño urbano v1r•
da por e! modo de observarla; y no se puede tualmente reducido a una mcongruencia, la ar•
escribir una historra absoluta, igual que no se quitectura como acto critico sigue teniendo sm
puede alcanzar una arquitectura absoluta. El di- duda muchas posibilidades, en particular a
bu_io calidoscóprco altera su alineación mcluso una escala intermedia.
durante un penado de tiempo bastante corto. Hay que hacer también una sene de obser-
As], mientras que la segunda edición de este vaciones adicionales. La pnmera se refiere a
estudio se cerraba con la tesis prov1smnal del otra parado_1a: el hecho de que pese a la cns1s
regionalismo crítico considerado como una mo- en curso de la enseñanza de la arquitectura, la
dalidad descentralizada de resistencia cultural, capacidad conceptual y técnica en los niveles
esta tercera edición evoca el tema de la practica mas altos de !a profesión es probablemente
reflexiva tal como lo expuso el sociólogo Do- mayor hoy que en ningún otro momento des-
nald SchOn, aunque todavía se adhiere 1mplíc1- de el final de !a 11 Guerra Mundial. Tengo en
tamente a una especre de modelo autárqmco en mente no sólo la pericia excepcional de !os
el que fundamentar una practica critica de la me¡ores estudios hígh tech o de tecno!ogia
arqwtectura. A este respecto, es preciso recor- punta, smo también el grado igualmente 1m-
dar que los clientes bien informados y com- pres1onante de sofisticación tectónica que pue-
prometidos son absolutamente esenciales para de encontrarse entre los sectores profes1ona•
la cultura arquitectónica, y que el cast1go divi- les mas humanistas, algo que es patente, por
no de la arquitectura sigue siendo la 1mpos1- e¡emplo, en la obra del maestro portugués Al-
ción arbitraria de !a forma por parte de !a varo Siza. Estrechamente comprometidos con
burocracia. esta linea hay gran número de estudios artesa•
Presentar la última década de la arquitectu- nales, medianos y pequeños, dispersos por
ra contemporanea conlleva muchas dificulta- todo el mundo; y a ellos va mi pnnctpal discul-
des, y tal vez !a mayor de ellas sea el problema pa, pues s1 hubiese dispuesto de mas espacio,
de elegir entre un espectro tan amplio de co- habría incluido un abanico mucho mas amplio.
mentes. En este sentido nunca se esta del Me refiero, por supuesto, a algunas obras de
todo al día, pues cada década aporta una nue- la India, Australia, Canadá, América Latina y
va cosecha de arquitectos de talento mientras Oriente Próximo, y confío en que una edición
la generación anterior esta todavía camino de posterror permita correg1r este desequi!ibno.
su madurez. Al fina! he decidido responder al desafío
La década de los años ochenta ha sido tes- planteado por la riqueza de este espectro pnn•
tigo también de un sorprendente aumento de c1pa!mente de dos maneras. En primer lugar,
la calidad general de la producción arquitectó- he ampliado !a bibliografía de forma que no
nica. Esto último seguramente se debe en cier- sólo refle¡e el vasto alcance de !as últimas m•
ta medida a una expansión manifiesta en el vestigac·1ones en este campo, smo que tam-
campo de las publicaciones, de modo que, pe- bién indique, implícitamente, e! abanico de
se a sus aspectos reduccionistas, puede consi- obras arquitectónicas que habna incluido s1
derarse que la explosión informativa ha sido hubiese tenido mas espacio disponible. En se-
beneficiosa en cuanto que ha elevado el nivel gundo lugar, he reestructurado y ampliado el
general de la cultura arquitectonica no sólo en texto. El capitulo 4 de la tercera parte se ha re•
los centros, smo también en las zonas supues- visado con objeto de registrar !as últimas acti-
tamente menos desarrolladas del mundo. vidades de la neovanguardia y de documentar
Cualquiera que sea tan imprudente como los logros específicos de los arquitectos de la
para pers1stlr en el intento de defender un rela- tecnologia punta y de ese sector que hemos
to conciso y progresivo de !a arquitectura con- !legado a reconocer como estructura!ista. He de-
temporanea se entrenta mev1tablemente con la cidido dedicar el nuevo capitulo final a las obras
paradoJa de que si bien la urbanización global de cuatro países bastante desarrollados, en !os
de !os últimos veinte años !levó invariable- que puede afirmarse que existe un nivel profe-
mente a la depredación ambiental -casi como sional notablemente alto en general. Es a ese ni-
resultado directo del max1mo aprovechamien- vel general de producción, mas que al culto a
to tecnológico-, la practica de !a arquitectura las estrellas, al que esta edición está dedicada.
como discurso marginal ha mejorado casi por
doquier. Asi pues, aunque v1v1mos en un mo- Kenneth Frampton
mento en que la dispersión especulativa de la Nueva York, 1991
7
HIII - MATERIAL DE USO EXCLUSIVO CON FINES DIDÁCTICOS
bastante breves que abordan tanto la obra de mente planeadas e industna!izadas; y por otro,
:e
Introducción arquitectos particularmente significativos como la negación de la propia realidad histonca de la lS
las pnnclpales comentes colectivas. producción maquinista.
En la medida de lo posible he intentado Si bien todas las artes están en cierta medi-
ofrecer la posibilidad de leer el texto de vanas da limitadas por sus medios de producción y
LS
maneras. As1, puede recorrerse como un relato
continuo u hojearse al azar. Aunque la secuen•
reproducción, no sucede fo mismo con !a arqw-
tectura, que esta condicionada no sólo por sus
19
era se ha organizado teniendo en mente al lec- propios medios técnicos, sino también por tuer-
tor profano o al estudiante umversitano, espero zas productivas externas a ella misma. El eJem-
que su lectura casual pueda servrr para tomen• plo más evidente de todo esto es la crudad,
tar el traba.10 de los titulados y se demuestre donde la separación entre arquitectura y desa-
útil para los especialistas que deseen desarro• rrollo urbano ha !levado a una situación en la
llar un punto en particular. que !a posibilidad de que se aporten algo mu•
Aparte de esto, la estructura del texto está tuamente durante un largo perrada de tiempo
en relación con el tono general del libro, en la ha quedado de pronto sumamente limitada. So-
medida en que he intentado, siempre que ha metida cada vez mas a los imperativos de una
sido posible, de¡ar que hablasen !os propros econom1a consumista en continua expansión, la
protagomstas. Cada capitulo comienza con una ciudad ha perdido prmc1palmente su capacidad
cita, elegida por su agudeza con respecto a para mantener su significación como con1unto.
a lo largo de todo el siglo, indica que las candi• una situación cultural concreta o blen por su El hecho de que ha sido disipada por tuerzas st•
Hay un cuadro de Klee que se titula Angelus capacidad para revelar el contenido de la obra. tuadas tuera de su control queda demostrado
Novus. En él se ve un ángel que parece estar cmnes necesarias para !a aparición de la arqm•
tectura moderna se dieron en algún momento He procurado usar estas •voces' para ilustrar fa por la rápida erosión de las ciudades provincia-
aleiándose de algo sobre lo cual clava la "!,ra- manera en que la arqultectura moderna ha les norteamerrcanas tras el fin de la ll Guerra
da.' Tiene /os 010s desencajados, Ja boca a~1erta comprendido entre el desafío lanzado a finales
evoluc1onado como un estuerzo cultural conti- Mundial, coma consecuencia del efecto combi-
y Jas alas extendidas. El ángel de la ~1stona del siglo xvn por el médico-arquitecto Claude
nuo, y para poner de manifiesto como ciertos nado de tas autopistas, las urbanizaciones y los
debe de tener ese aspecto. Su cara esta vuelta Perrault en contra de la validez universa! de !as
temas pudieron perder relevancia en algún supermercados.
hacia el pasado. En Jo que a nosotras nos pare- proporciones vitruv1anas, y la separación defini-
momento de la histona sólo para retornar pos- El ex1to y el fracaso de la arquitectura mo-
ce una cadena de acontec1m1entos, él ve una tiva entre ta mgenier1a y la arquitectura, que a
teriormente con un renovado vigor. En este re- derna y su posible papel en el futuro deben
catastrofe umca, que acumula sm cesar ruma veces se hace cmncidir con !a fundación en Pa- valorarse finalmente en relación con este tras-
lato aparecen muchas obras no construidas,
sobre ruma y las arra/a a sus pies. El ángel que- rís de !a Ecole des Ponts et Chaussées, !a pn•
pues para mi Ja historia de la arquitectura mo- fondo bastante comp!e¡o. En su forma más abs-
rría detenerse, despertar a los muertos y re· mera escuela de ingenierra, en 1747. derna tiene tanto que ver con !o consciente y tracta, la arquttectura ha tenido, por supuesto,
componer Jo despedazado. Pero una tormenta En este libro tan sólo se ha podido ofrecer alguna participación en el empobrectmiento del
con la intención polémica como con los pro-
desciende del Para1s0 y se arremolina en sus un sencillo esquema de esta prehistoria del Mo- pios edificios. entorno: en particular cuando ha sido un mero
alas, y es tan fuerte que el angeJ no puede ple- vimiento Moderno. Los tres pnmeros capítulos Como muchas otras personas de m1 genera- instrumento para la racronalización tanto de tos
garlas. Esta tempestad fo arrastra 1rres1st1ble- han de leerse, por tanto, ba_io una luz diferente ción, estoy influido por !a interpretación mane1s• tipos como de !os metodos edificatorios, y
mente hacia el futuro, aJ cual vuelve la espalda, a la del resto del libro; tratan sobre !as t~ansfor- ta de la histona, aunque incluso !a lectura mas cuando tanto e! acabado final como la forma
mientras el cúmulo de rumas sube ante él hacia maciones culturales, territoriales y técnicas de superficial de este texto revelara que no se han plammétrica se han reducido a su mínimo co-
el cielo. Tal tempestad es Jo que llamamos pro· !as que surgió la arquitectura moderna, Y ofre- aplicado ninguno de los métodos establecidos mún denommador con el fin de hacer mas
greso. cen un breve relato de cómo evolucionaron !a de anil!is1s marxista. Por otro lado, m1 afinidad barata la erecución y de optimizar e! uso. En su
arquitectura, el desarrollo urbano y la mgeme· con la teorra crítica de la escuela de Frankfurt preocupación, blenmtenc1onada, pero a veces
Walter Beníamm ria entre 1750 y 1939. ha teñido sm duda mi visión de todo este descaminada, por asimilar !a realidad de las téc-
'Tesis sobre la fi!osofia de la historia·; 1940 Los temas críticos que se han de introdu_crr penado y me ha hecho perfectamente cons- nrcas y los procedimientos del siglo xx, !a ar•
al escribir una historia completa pero co_ncr_sa ciente del lado oscuro de la Ilustración, la cual, qu1tectura ha adoptado un lenguaJe en el que !a
san: primero, decidir que matenal deberia in- en nombre de una razon poco razonable, ha lle- expresión reside casi por completo en compo-
cluirse; y segundo, mantener alguna clase de vado al hombre a una situación en la que em- nentes secundanos tales como rampas, paseos,
coherencia en la interpretación de los hechos. pieza a estar tan ale.iado de su propia produc- ascensores, escaleras, chimeneas, conductos y
Una de las pnmeras tareas que se han de atron- He de admitir que en ambos aspectos no he ción como del mundo natura!. colectores de basuras. Nada podía estar tan ale-
tar al intentar escribir una historia de la arqui• sido todo !o coherente que habría deseado: en Et desarrollo de fa arquitectura moderna Jada del !enguaie de la arqurtectura clásica, en
tectura moderna consiste en establecer el co- parte, porque la información con frecue~~1a de· después de la Ilustración parece haberse dividi- la que tales elementos estaban mvanab!emente
mienzo de! penado. Sin embargo, cuanto mas bla tener pnondad sobre la interpretacion; ~n do entre el utoprsmo de la vanguardia, formula• ocultos tras la tachada, y en ta que el cuerpo
rigurosamente se busca el origen de la moder• parte porque no todo el material se ha estudia· do por vez pnmera a comienzos de! siglo xix en principal de! edificio podía expresarse libremen-
nidad, más atrás parece encontrarse. Se tiende do c~n el mismo grado de detemmiento; Y en la fis1ocrát1ca ciudad ideal de Ledoux, y esa ac- te: una supresión de los datos emplrícos que
a proyectarlo hacia el pasado: si no hasta el Re- parte, porque m1 postura interpretativa ha va· titud antlc!ils,ca, antirrac1onal y antiutilitana de permitía a la arquitectura simbolizar el poder de
nacimiento, a! menos hasta ese momento de nado segun el tema considerado. En algunos la reforma cristiana promulgada por pr'lmera la razon mediante la racionalidad de su propio
mediados del siglo xv111 en el que una nueva casos he intentado mostrar como un. plantea- vez en el libro Contrasts, de Pugm, en 1836. discurso. El tunc1onalismo se ha basado msta•
visión de la histona llevo a los arquitectos a Desde entonces, en su esfuerzo por trascender mente en el pnnc1p10 opuesto, en concreto la
miento concreto denva de circunstanc1as-soc10·
cuestionar los canones clásicos de Vitruv_io Y la división del.traba¡o y la dura realidad de la reducción de toda expresión a la utilidad o a los
economicas o 1deológ1cas, mient~~s_- que en
a documentar los restos del mundo an~1gyo producción industrral y del proceso de urbanr- procesos de tabncación.
otros me he lim·1tado a hacer un an~l1s1s formal.
con el fin de establecer una base mas ob.1et1va zación, la cultura burguesa ha oscilado entre Visto el saqueo de esta tradición reduccio•
Esta vanacíón se refleJa en la p_ropia·e st ru.ctura
sobre la que traba1ar. Esto, junto con los extra- dos extremos: por un lado, las utopías total- nista moderna, en la década de los ochenta nos
del libro, dividido en un mosaico de capitulas
ordinarios cambios técnicos que se desarrollaron
9
8
HIII - MATERIAL DE USO EXCLUSIVO CON FINES DIDÁCTICOS
l
,1
I'
¡I
vimos forzados a volver una vez mas a !as for-
mas tradicronales y a modelar los nuevos edifi-
cios -casi con independencia de su rango- con
la tconografía de un estilo kitsch vernacu!o. Se
decia que la voluntad popular exigía !a tranqui-
lizadora imagen de la comodidad domestica y
bia emprendido el camino-, tan sólo dos pare-
cían ofrecer la posibilidad de un resultado s1gnr-
ficat1vo. Mientras que la primera de ellas era
totalmente coherente con las formas de produc-
ción y consumo predominantes, !a segunda se
planteaba como una mesurada oposición a am-
Primera parte
Movimientos culturales
y técnicas propiciatorias
artesana!, y que !as reterencias 'clilsicas' aun- bas cosas. La prrmera, s1gUJendo ese ideal tor-
que abstractas, eran tan incomprensibles como mu!ado por Mies van der Rohe como bemahe 1750-1939
dominantes. Esta opinión critica raras veces ex- mchts ('casi nada'), buscaba reducrr !a labor
tendió el alcance de sus conseJos mas allá del edificatona a la categoría de diseno industnal a
tema superficial del estilo para ex191r que la una escala enorme. Dado que su preocupación
practica de la arqwtectura se orrentase hacia el consistía en optimizar la producción, mostraba
tema de !a creación de un lugar, hacia una re- muy poco o ningun interés por la ciudad. Oe-
definición critica pero creativa de las cualidades tendia un tuncronalismo no retónco con buenas
concretas del mundo construido. mstalac1ones y un buen envoltorio, cuya 'invisi-
La vu!ganzación de la arquitectura y su pro- bilidad' acnstalada reduc1a la torma al silencio.
gresivo a1s!am1ento de la sociedad llevo por en- La segunda, por otro lado, era claramente ·visi-
tonces a que la disciplina se volcase sobre si ble' y a menudo adoptaba la torma de un
misma, de modo que nos entrentamos con la recmto de muros que establecía dentro de su
paradóiica situación de que muchos de !os limitado mundo ·monastico' un con¡unto de
miembros mas jóvenes e inteligentes de la pro- relaciones, razonablemente abíertas y sin em-
fesión abandonaron toda idea de construir. En bargo concretas, que unían a !os seres huma-
su versión más intelectual, esta tendencia redu- nos entre si y a estos con la naturaleza. El he-
cra tos elementos arquitectónrcos a puros sig- cho de que este 'enclave' tuese con frecuencia
nos sintacticos que no significaban nada tuera introvertido y relativamente mdiferente al ambi-
de su propia operación 'estructura!'; en su ver- to contmuo, físico y temporal, en el que estaba
sión mas nostálgica, exaltaba la pérdida de !a situado caracterizaba el impulso general de este
ciudad mediante propuestas metafóncas e ira- planteamiento como un intento de huir, aunque
meas que se proyectaban hacia 'desiertos astra- tuese en parte, de las condicionantes perspecti-
les' o se situaban en el espacio metafísico del vas de !a Ilustración.
esplendor urbano del siglo x1x. La única esperanza de un discurso significa-
De las vias de acción que aun quedaban tivo en el tuturo radicaba, en m1 opinión, en un
abiertas para la arquitectura contemporánea contacto creativo entre estos dos puntos de vis-
-v1as por. las que de uno u otro modo ya se ha- ta extremos.
245 Foster Assac1ates, edificio Willis Faber & Dumas, lpsw1ch, 1974 {veanse paginas 304•305).
251
284 285
288 289
294 295
1l i
1
,. i!"qi
1,1'
'
,¡¡, ·11,
entre si estas plataformas cuadradas de 7,5 me-
tros de lado y permiten que la luz natural se fil-
tre hasta los niveles públicos más baJos. Las
platatormas suspendidas proporcionan una red
de espacios de actividad que pueden ocuparse
como lugares de trabaJo individuales o de gru-
po, mediante la redistribución de elementos
Los arquitectos de la Tendenza seguramente
estanan de acuerdo con el argumento de Hertz-
berger de que la organización tunc1ona!ista de
las unidades residenciales en zonas estncta-
mente subdivididas para estar, comer, cocinar,
lavar y dormir es en si misma una tiranía, y que
debenamos intentar volver a la norma prein-
dustrial de las habitaciones interconectadas,
¡¡ 'I
modulares como mesas, sillas, lamparas, arma-
rios, sofás, maquinas de café, etcétera. Según ofreciendo un a_1uste mucho menos rig1do entre
¡ ', i ¡
Hertzberger, este laberinto a modo de búnker
-que recuerda en su introversión el edificio Lar-
el volumen y su actividad (comparese con !as
casas expenmentales 'Diagoon', construidas en
kin de Wright, de 1904- se de,ió deliberadamen- 1971 por Hertzberger en Delft). Por otro lado, no
te inacabado para tomentar la apropiación y la hay duda de que rechazanan categóncamente
decoración 'espontaneas' del espacio por parte su concepto de kasbah, en particular tal como ;
de sus usuarios inmediatos. La aversión de se plasma en el edificio Centraal Beheer, adu-
Hertzberger hacia !a dotación mecanicista de
flexibilidad -tal como se plasma en las sofistica-
ciendo que una forma tipo tan introvertida es
incapaz de proporcionar un espacio público re- l,
das propuestas de infraestructuras de Habraken presentativo a escala urbana. El Centraal Behe-
y Friedman- pareció justificarse en este caso er mantiene, en efecto, una relación de indife-
por la espontaneidad y taci\idad aparentes con rencia con respecto a su contexto urbano. E!
!as que los espacios de traba¡o fueron ocupa- hecho de que estos tipos edificatorios islámicos
dos y modificados. Y aunque sólo podemos del 'bazar' y e! 'patio' no ofrezcan nmgún ele-
mostrarnos cautos ante !a comparación retorica mento arqu1tectóntco con e! que expresar el
que Hertzberger establece entre !a apropiación rango Jerárquico de la entrada queda también
del espacio en el Centraal Beheer y la distinción confirmado en el Centraal Beheer, donde la
lingüística de Saussure entre langue {'lengua') y compañía ha tenido que colocar carteles para
parole {'palabra'), no cabe duda de que su plan- dirigir a los vIs1tantes hacra el punto de acceso.
300 L Krier, proyecto para Echtemach, Luxemburgo, 1970, Los edificios con cublena inclinada continua {desde teamiento sirvió para superar la inaccesibilidad A partir de mediados de los años setenta,
e! centro hasta la esquma mlenor derecha) contienen tiendas, v1v1endas y una escuela. cromca del discurso arquitectónico en una epo- Hertzberger modificó su paradigma estructura-
ca dominada por el taylorismo. lista no sólo en cuanto a su modelo labenntico
e mtrospectIvo -que mas tarde ha aparecido en
ha aumentado nt disminuido durante este tiem- Lo que hemos de buscar, en Jugar de prototipos una versión igualmente compleja pero espacial-
po. Es obvio que el alcance completo de esta que sean interpretac1Dnes colectivas de modos mente mas generosa en el Ministeno de Bie-
enorme experiencia ambiental no puede combi- de vida mdiv1duales, son prototipos que permi- nestar Social, construido en La Haya en 1990-,
narse a menos que comprimamos el pasado. tan hacer interpretaciones individuales de los sino también en cuanto a !as formas masivas
(... ) Hoy en día, los arqwtectos son patofóg1ca- modelas calectwos; en otras palabras, tenemos adoptadas por algunas obras proyectadas para
mente adictos al cambio, piensan que Jo entor- que hacer casas que en cierto modo se parez- Berlín, como el centro cinematográfico de la Es-
pecen, que van por detras de 81 o, como mu- can, de manera que cada cual pueda llevar a planade (1984, no construido) y las viviendas de
cho, que marchan a su paso. Esto, sugiero, es cabo su propia interpretación del modelo colec- la Lindenstrasse !realizadas en 1986}, que están
por lo que solemos separar el pasado del futu- tivo. (,•. ) Dado que es imposible (y siempre Jo unificadas por perlmetros de terma circular o
ro, con el resultado de que el presente queda fue) hacer el escenario mdiv1dual que enca.1e semicircular. De manera similar, la mtrospect1va
emoctonalmente inaccesible, sm dimensión perfectamente con todo el mundo, hemos de escuela tipo formada por cuatro cuadrados,
temporal. Me desagrada tanto la actitud senti- crear la posibilidad de la interpretación perso- desarrollada en 1980 para el prototipo de la es-
mental y de anticuario con respecto al pasado nal haciendo las cosas de tal manera que sean cuela Apello en Amsterdam, se convirtió, me-
coma la actitud sentimental y tecnocrátlca con verdaderamente interpretables. diante perlmetros circulares superpuestos, en !a
respecto al futuro. Ambas se basan en una no- escuela de Ambonp!ein {1986), también en
ción del tiempo estatica y de reJo1eria (lo que Este precepto fue el punto de partida de la evo- Amsterdam, y luego, mediante una adaptación
tienen en común ios ant1cuanos y los tecnocra- lución del resto de la obra de Hertzberger, que más libre, en las alas curvas y separadas que
tas), as, que comencemos con el pasado para cu!minana en 1974 con el edificio de oficinas de contienen las aulas de la ampliación de una es-
vanar y descubramos la condición mvanab/e la compañía aseguradora Centraal Beheer, en cuela en Aerdenhout, terminada en 1989. De
del ser humano, Apeldoorn, construido según su proyecto a este último edificio, lelanamente relacionado
modo de 'una ciudad dentro de otra cmdad'. con la obra de Duiker, Joseph Buch ha escrito:
El concepto unificador con e! que el estructu- Esta construcción de estructura de horrmgón
ra!ismo holandés esperaba superar el aspecto armado y paredes de bloque de horm1gon se La visibilidad desde las aulas hacia el espacio
reducc1onista del tuncionalismo tue calificado ordena en torno a una agrupación irregular de común central se ha incrementado con mas
por Van Eyck de 'claridad labermtica', una idea plataformas de trabaI0 colocadas dentro de una acnstalam,ento; en Jugar de una escalera de al•
que luego tue completamente elaborada por reticu!a regular de cuadros ortogonales que in- bañi/eria maciza, hay una mezcla de escalones
sus discípulos. As1 escribía Hertzberger en cluyen for¡ados, columnas, rendijas de luz y de hormigón para sentarse y una escalera me-
1963 sobre la noción comun de ·espacio poli- conductos de instalaciones. Galenas de distin- 301 Hertzberger, edificio Central Beheer,
tálica, ligera y abierta, que sube al piso supe-
valente': tas alturas, iluminadas cenitalmente, separan Apeldoorn, Holanda, 1974. rior. Al igual que las escalinatas externas de las
302 303
304 305
308
309
312 313
314 315
318 Eisenman,
centro Wexner de
artes visuales,
Columbus, Ohio,
1983-1989. Vista
aérea que muestra
la inserción del
nuevo edificio en el
teiido del campus
existente.
316 317
1
9 78842.5
1
HIII - MATERIAL
216657 DE USO EXCLUSIVO CON FINES DIDÁCTICOS