"La falta de alimento a nuestros niños no solo les roba el presente, sino también les

niega el futuro que merecen y que deberíamos garantizarles como sociedad.”

Hola mi nombre es Jorge Puelles, soy Profesor de formación académica en diferentes
colegios en nuestra ciudad, Estoy certificador por la OMS para la prevención de
Autolesión y el suicidio desde niños hasta el adulto mayor y tengo formación en
psicología infantil y educativa.
Introducción:

Hoy Nos enfrentamos a una realidad que desgarra el alma: la falta de alimento en nuestros
niños en nuestra sociedad. En un mundo donde la riqueza y los recursos abundan, es
inaceptable que haya pequeños que se acuesten con el estómago vacío, que se levanten con la
incertidumbre de si tendrán algo que llevarse a la boca. La falta de nutrición adecuada no solo
debilita sus cuerpos, sino que también mengua sus esperanzas y sueños. Cuando cada niño
pasa hambre es una tragedia, un futuro truncado y una vergüenza para nuestra sociedad.

*Desarrollo:*

Debemos reconocer que el hambre infantil no es un problema inevitable o insuperable. Es una

consecuencia de nuestras decisiones y prioridades como sociedad. No podemos permitirnos
ser indiferentes ante el sufrimiento de nuestros niños. No podemos mirar hacia otro lado
mientras la injusticia y el hambre acechan en nuestras calles y hogares. Debemos actuar con
determinación y empatía, reconociendo que el bienestar de cada niño es responsabilidad de
todos nosotros. Es hora de poner fin a la política de la indiferencia y la negligencia. Es hora de
comprometernos con soluciones concretas y efectivas. Debemos fortalecer los programas de
alimentación escolar, garantizar el acceso equitativo a alimentos nutritivos y promover la
educación sobre nutrición y hábitos alimenticios saludables.

Cierre Impactante y Persuasivo:

En este momento crucial de nuestra historia, no podemos permitir que la falta de alimento
siga siendo una realidad para nuestros niños. No podemos fallarles en su momento de mayor
necesidad. Debemos actuar con la misma urgencia y determinación con la que defenderíamos
a nuestros propios hijos, Juntos, podemos construir un futuro mejor, porque cada niño
hambriento es un reflejo de nuestra humanidad compartida. ¡No dejemos que el hambre robe
el futuro de nuestros niños!