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Estados y naciones, casos actuales

Hoy vamos a continuar trabajando con el tema de los estados, las naciones y sus territorios.
Como ya vimos, un primer paso importante para estudiar estos temas es definir bien los
términos que utilizamos.

Habitualmente usamos las palabras “nación”, “país”, e incluso “estado” de un modo


impreciso, casi como sinónimos. Lo que estamos haciendo ahora en esta es definir con
precisión los conceptos “estado” y “nación”, y dejar la palabra “país” para cuando
necesitemos usar un término con un significado más amplio, más impreciso y más libre.

Una definición simple pero precisa de ESTADO es: "conjunto de instituciones que, coordinadas
por un mando y unas normas más o menos centralizadas (un gobierno, una constitución),
ejercen la soberanía sobre un territorio”.

Para entender esta definición hay que aclarar también el término “soberanía”, cuyo significado
es el poder de gobernar y legislar sobre una población o sobre un territorio, sin que exista una
autoridad mayor o igual a la de quien es soberano. O sea, la soberanía no es cualquier poder,
sino uno muy especial, que es el de establecer las leyes que rijan sobre todas las personas que
se encuentren dentro del territorio sobre el que el estado tiene soberanía. Y, a la vez, es un
poder que implica tener independencia de cualquier otro estado o de cualquier otra
autoridad.

El término NACIÓN, en cambio, lo podemos definir como “colectividad o conjunto de personas


cuyos integrantes se sienten vinculados por una identidad común". Esta identidad común
puede existir porque los miembros de esa colectividad consideran que tienen un origen
común, porque consideran que comparten un proyecto común que los vincula, o porque
consideran que algunas características que comparten los unen como una misma nación.

Esta idea es fundamental no confundirla: para que exista una nación no es tan importante
qué es lo que comparten, sino que eso que comparten los haga creer que tienen un vínculo
que define su identidad.
Los elementos con los que construyen esta identidad pueden variar; los más habituales son el
idioma, la historia, la religión, pero no son definitivos. Por ejemplo, los argentinos
compartimos el idioma español con muchas otras naciones y eso no nos impide distinguirnos
de otras naciones que hablan el mismo idioma. Se podría decir que no es el idioma, sino
nuestro dialecto, nuestra jerga o nuestro acento lo que nos define como argentinos, sin
embargo, esto varía dentro del país de provincia a provincia, y varía más dentro del país que
con países limítrofes, como Uruguay. Además, existen países como Suiza en los que se hablan
diferentes idiomas –alemán, francés e italiano- y eso no impide que los suizos se sientan parte
de una misma nación y a la vez se sepan diferentes que los alemanes, los franceses y los
italianos.

Algo similar ocurre con las religiones. La mayoría de las religiones actuales no coinciden con las
fronteras de las naciones, y, en la actualidad, dentro de la mayoría de las naciones se acepta la
diversidad religiosa.
La historia en común suele ser más invocada como motivo por el cual las personas se
consideran parte de una misma nación. Sin embargo, esto no siempre funciona. A veces existe
una historia común entre grupos que terminan siendo fuertes enemigos, y a veces grupos con
diferentes historias se unen en un proyecto común.

La mayor parte de las personas define la identidad de su nación utilizando elementos como la
lengua, la historia, o las tradiciones. Eso no quita que para estudiar este tema, tenemos que
tener presente lo importante para definir una nación no son esos elementos en sí, sino la idea
de que esos elementos les dan a los miembros de esa nación un vínculo en común que define
su identidad. O sea, lo que define una nación es la creencia en ese vínculo, más que los
elementos con los que construyen ese vínculo.

Una nación puede definirse por su idioma en común mientras en otras naciones el idioma
puede no importarles, pero sí la religión. En otras naciones la religión no define su identidad,
pero sí su orden político y jurídico. Muchas naciones nunca logran tener un orden político y
jurídico propio, pero no por eso dejan de sentirse una nación. Lo importante entonces es que
si existen elementos que hagan creer a una población que eso los vincula de un modo
profundo, lo suficiente como para definir su identidad, entonces eso es una nación

Para trabajar un poco sobre estas ideas vamos a analizar un video, que nos presenta algunos
ejemplos actuales en donde hay poblaciones que se consideran una nación, pero que no
tienen independencia, no tienen un estado que los organice, o ese estado no tiene los
elementos necesarios para concretarse como tal.

Estados y naciones - análisis de casos actuales

Instrucciones:

Observen el siguiente video https://www.youtube.com/watch?v=i0SlZX3jZSU y respondan:

1- ¿Qué elemento le falta a Somalilandia para ser un estado?

2- ¿Cuáles son los elementos por los que el relator del video explica que kurdistán es una
nación? ¿y cuáles son los que señala sobre Corea?

3- Elijan uno de los casos presentados en el video y expliquen:

a- ¿Cuál es la nación que eligieron y bajo la soberanía de qué estado o qué estados se
encuentra?

b- ¿Dónde está ubicada?

c- ¿Por qué los miembros de ese grupo se consideran una nación diferente a la que representa
ese estado? Para responder esto pueden buscar información adicional en internet.

d- ¿Cuál es la situación actual de ese conflicto? Preséntela brevemente.

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