Está en la página 1de 113
OSCAR TERAN | | | VIDA INTELECTUAL EN EL BUENOS AIRES IN-DE-SIGLO (1880-1910) Derivps de la “cultura cientifica” rao DOS DE AMERICA PEA. VENEZUELA 2 1. EL LAMENTO DE CANE, 'Numerosas intervenciones de los inelectuales argentinas en et giro del siglo pasado organizaron una problemaitica frente al proceso de modernicacisn experimentado en esos alls y frente ala tarea de consumar la construceién de la nacién. En un pe- rfodo cultural caracterizado por una superposicin de tori y estéticas, el horizonte intelectual de la Generacién del 90 se ‘organiz6 sobre un espacio donde convivéan el romanticism acriollado de Is Generacisn del 37 y el Iiberalisno, junto con cconcepciones catsicas y con las novedades traidas por el s0- cialisio y el anarquismo. A aquella tradiciSn, los hombres del 80 le habia asignado una entonacién realist, laicizada y esea- samente proclive la sistematicidad, dentro de un context de ‘optimismo bisico en los destinos nacionales, aun cuando opa- ceado por ciertas prevenciones, acentuadas por la crisis y los seesos de 1390. Para entonces, el periodo post Caseros se ha cerrado con el Uiunfo del Estado nacional, aungue las luchas inraeites haa ddejado marcas de cuya persistencia dan cuenta los textos inau- turales del relato del 80: es sabido que ni Juvenilia ni La gran laldea se privan de referir a las pasiones politicas que habfan azitado a la Repablica desde 1852, eflejadas en las divisiones y ogios entre provincianos y porteios o entre nacionalistas y au Tonomistas, como cuando Miguel Cane evora aquel dia de abit de 1863 en que crudes y cocidos “estuvieron a punto de ensa rental ciudad”! B Dichas prevcupaciones fueron respondidas deste matrices ieoldgicas diversas y algunas de ellas tenovadas. En el imbi- to de Tos intelectuaes, la “cultura cientiies” se consticuys en ‘uno de los grandes cinones interpretativos de la nueva proble- imtca, El juego de las culuras ciemtifiea y estético-humanista vanzaba sobre el terreno de una cultura religiosa en retraces al menas en el ambito letrado, pero que seguia elevando su vor apocaliptica ante los prestigins erecientes de los fdotos de fa rmoderidad, Ast, Pedro Goyena, desde su plataforma catlica, audvertia en un discusso sobre fa ley de educaci6n convin que kt 2 a que jamds I Tplesia fe host, ha tomado wn di ‘eceiSn extavida, por Ia nflcneia de un orgulla insensata” Era un discurso en retirada, y que no encontraba condiciones propicias de aviibidad en el marco de I pas roquista y de los isibles éxitos en ef cumplimiento del programa modeenizador, ‘que habfan promovido la confianza aun de alguien eauteloso ante Is expansiss del progreso como Miguel Cané. Este miem bro relevante de la clase dirigente,cuyo Tinaje lo conecta con el palrciado, habia iniciado su earera de eseritor en La Tribu y EV Nacional, y de all en mis protagonizaria un ewes honoram: caandnico ente os miemaos de st grupo: militate antonomista rector general de Correos y Tekégrafos diputado; minsto ple- nipotenciario en Colombia, Aust, Alemania, Pspafa y Francia intendente de Buenos Aires, minisro del Interior y de Relacio ‘es Eateriores, Seri 6 quien relataré en 1882, can indisimlado ‘orgullo, que ningin exiranjero podtia creer “al encontrarse en el seno de Ia culta Buenos Aires, en medio de la actividad febril del comercio y de todos Tos halagos del arte, que en 1820 los ‘atxillos semihrbaros ataban sus potrosen ls rejas de fa plaza de Mayo". ¥ agregaba: “Recibimos un mundo nuevo, tbat, despoblado, sin el menor sintoma de organizacién racional imiiese fo América de hoy, cugntense los centenares de millares fe extranjeros que vivea felices en sw suelo, nuestra industri Ia explotacidn de nuesteas riquezas, el refinamiento de nuestros PLLAMENTO DECANE ustos, fas forms d vas de nuestro onanism poiticg, y ligasenos qué pedazo del mundo ha hecho uns evelucin seme: jnve en medio siglo!™? Estas opiniones coincidfan con fa revelaa en una cata de Julio A. Roca al mismo Cané fechada en diciembre de 1881 Por agit ~eseribia el presidente de la Repiiblica~todo mach bien. EI pais en fodo sentido se abre alas corientes cle progre 0, con una gran confianza en fa paz y Ia tranquitidad publica. ‘una fe profunda : el porvenis, AT paso que vamos, si sabentos conservar el juicho nla prosperidad,{...) pronto hemos de ser tum gran pueblo ¥ hemos de Hamar fa atencidn def nando”? Et sineicanismo tambign se autocelebraba al aio siguiente en Fa escrtura de Embsto Quesada, cuando en la Neva Revista de Buenos Aires dedia que “Ia atencién de los hombres pensadores del mundo enterd est fija agus, porque agar se elaboran actual ‘mente los destifos futuros de la humanidad”.* Com el mismo sentido, otto migmbro de fa Generacion del 80, Eduardo Wild, vaticinaba en ura carta diigida al presidente de la Replica la ténica euférfea que presiitia fos febiles aos venideros ‘Adelante, adel f Havemos de Buenas Aires Ia Atenas de Su ddamérica’™? Y thstael viejo Sarmiento, an poco complaciene hacia ta politica Pr cuts no podia dejar de fester en Bue Aires a ka Nuevl York del si, necano que en Ia capital a Sc ‘eae ttm ia coe dcofve de 1882 ata 6 mst saan te iO STELUCHUAL EVEL LUENDS AMKES HE SIGLO eatin “hy mas confor, ms gusto, que El Havre 0 en Bar elon, toma en mas a poblacin ef inelecal, no code a cietas comarca: do al tte toa desarrollo Espa Ian ci, por no noma el sto", Por fin, un antigo asto- noms, cx un bro fuertemeste extec del quis, mostaba su conviccign de que "ly Republica Argedtina cx sin disputa ti dels pases mis ricas del mundo, singe el mds eco"? sos etusiasmostalvez sbredimensiondos se apoyaban, no cst, en datos que evelaban Ia consolidjeion del proveso de tniicacgn de la naién, en ef marco den sorprendente exec ‘mien econdmico, acompaiado pot la expesativa muchas veces cmplida de movildad social ascendene y ga extosa secul 2acién cultural impulsada desde el Estado, Hn tan, hacia 1880, tas do faciones polftcas que hasta entondes se ispusban el ode fel nacionatmo musa y el autononismo de Alsna) hi an sido sustituidas por una nueva traceypn que, motrizada clsde el tterir,termins por incorporar Lanbign ‘algunos sec tors de la dirigencia porte? Suslament, la convicetgn de que se habia ingresao en una edad que soma con el pasado fue rte del discus que el misinoroquismo cnsteyé como pate Gest imagen antolegimante, Como se ha mostado, el mensaje ‘mds inmediato que el dao oficilista La ribuna Nacional se pees a fui afmaba que “la Argento fnaente habia ado nuns nucva er, identificads con e atibo del pro aiziado en “buenas cosechas, induistrias nuevas, em 1 aa tis. 187m Gund 2 80 pp se . (esa on fs alert asap eI mags prests que requieren grandes eapitales e iimitada fortuna, vias frre que ava can hacia Sus eabeceras naturales, umes que Se sttojan sobre To: 116s, ros que se eneauzan para que no se des borden, colons que adquieren vida propa, expediciones en fia ‘que crvzan el desieto en todas las direeciones para hacer ef pro- Iijo inventario de sus riguezas” " De tl modo, el diario repea Ta smoraleja de que las pasiones destructivas de la politica habian s+ Alo dominadas por el desarrollo de los intereses conservadores socials con el desarrollo econémico, dado que “es el progresd ‘nterial ef que Neva al progreso moral, y no viceversa”, En la Li fea del Alber gue su vez abrovaba en el liberalismo de la eco ‘nomia politica inglesa, para el roquisme le paz ere el logro mayor ‘el progreso econémico, y con ello la politica pasaba aforunada- mente a segundo plano: "El tiempo dela politica teatral ha a do, No hay multitudes ociosas que flagien revoluciones",seguia proclamando La Trane en 1887 Naturalmente, eta la misma coaviceién que animaba los mensajes de Julio A. Roca, como aquel de 1883 en que express votas por que’ sea sts nuctra aspiravion publica, la paz ye one: nos este programa, y fa Ive que capieza a itadar sobre Ta Repiblica se convert chu foco que, cs tra esella de COninte anunciacd al mn que existe on este extreme Sut {el continents american, abareando cuatro veees mayor es prvio que Ia Prana y no menos Fer que ella, una nacion iets fas conientes dt esp, si cats, sn preo fupaeiones rebigiosas ni sociales, sin tranias ni comuns, reve tempt sobre Ia faz dela tera, donde se consagran = as las libeadesy todos Tos derechos del he" Et optimism que muchas de estas intervenciones sucten reve Jae también en tos simbitos intelectuales es la marea de un ereencia tenaz: la que dice que en esta parte del mundo se esti claborando una experiencia cultural original y decisiva, digna de inscrbirse en ef marco de las naciones mis prestgiosas del ‘mundo. Visiones todas ellas que reforzaban la fandacional creencia en fa excepcionalidad y en la geandeza argentinas, re velada a una escala tipica por Florentino Ameghino, para quien evidentemente Darwin era argentino porque fe aqu donde ve- ified su genial descubrimicnto. Las memories de Martin Gar- fa Mérou, quien fuera secretario de Cané, permiten atshar ese elima de enérgiea confianza en el futuro manifesto de la Ae gentina, En ella, yrefiriéndose a la formacisn de un cevcle de ppensée a fines de 1889, el encuentro inaugural en casa de un 'njemibro de la elite se describe con una hipérbole anmentaiv La reunion se presenta animada y esplndida. [.} }QU6 J vetsdad de ideas, de opiniones, de creencias! Solo ca una ‘cosa euneiden: todos son ultaliberalesy emuinentemene ‘olucionarios, quieren un cambio completo politico y social Era necesiriorefrmar fas creencias, las costimtues institut 1 socialismn; pero el socialsmo hieral,inteigenty sta do, justo;reorganizar a replica; ms, fa América hacer de ‘oda ela una gran nacidn, que ensefira a pensar. 9 obrat 8 se mundo antiguo, a ese vio deerita a quien Wevaria la vviicame sav de ls nuevas deci Y asi como el Estado prusiano Iuego deta victoria sobre Fran- ia decidis erigiry nutcic el museo de Pérgano pata hacer de "Tos vost ssn do qe Darin pe cosa eam de "oo at nea” (F Arena, Corson, ens Ale WM Jan ne Ee, Ip) S Berlin wna capital Ia altra de fs oes grandes de go de este espn se encuentra cn a else dtigente argentina y cn los ineleenales que de wno w otro most autierem a esa wi pia, Las cartas de Cané constityen un repistio de esa expecta ‘a: propor alll quc la clase acommodaca conibuya con sus donaciones a allmentar un museo de hellas ares digno de un fais de avanzads;recomienda también enfticamente al pres dente Pellegrini que no ponga palmeras on Buenos Ales sino foto tipo de drbbles mas dignos de esa gran civdad, y Wana tena al iismo fiempo Ta creencia de que, desile ese lugar Gorpoiticoy etaral aeupado por ha elass gente se Hene tec adquirdo de opera sbye la cin convo sore wn ‘in personal. opa, a Y sin embargo,|no son pocos fos miembros de fa elite Let que desde tempfano abseevan inguictos e6m. junto con feutos waloradas, el tderente modernizador ha acarreado fendmenos indeseacos 0 infomsprensible, tanto nxispregcupantes luego de Ja crisis Finaneipra y los acontecieientas politicas del 90. En este imo aspefto, a partic de ella, tla yn eer lrgos aes J fos desnemtramienos partes {ve saufjanm at auloennsne converges ths coafionapositora donde pation oer poles A ord sg: pri Hera de atichn tt tee Gel tomo atonnsta con mio de niqgonisinos que permaneetan Intentes desl cleecionps dot 86; ly Unin Catéica de Estas, Gayena y be Caste ones Ais pode see | 7 VIDA INTELECTUSL EN EL BUENS AIRES FN E-SIGLO ‘igimidas por las Reyes lcs, y, por ff, un grupo de ant o> nines, fees la tracion pophlista de auton me bonaerense, donde sobresalian Leandro N. Alem ¢ Hipotito Veigoyer otros que se habia organizado en ap de fas querellas | Ep cuanto ul orden de fa recepeign de Tas trapsformaciones ma- {craks la crtente de innovaciones desperti en la Argent Feflejos reactivosandlogos alos de tras pares del mundo sum {que la visiGn desconfiada ante algunos efeftos de la reforma maderizidora choeaba con la paradoja de que quienes impul- sulban activamente dichas reformas efaa lop mismos que des ‘confiaban, De-allf que en el seno de este sector que apuesta ala -modemizacin y al progreso se despligguen una serie de discur sos complejo y comectivos que desearian cumplir el papel de fa lanza mica eapaz de curar las heridas que ella misma produ ce. Tal esprit es el que le hace afiorar a Vjcente Quesada las Viejas quinias y Ios alos cipreses desalojadop por el ferrocatil, yal mismo ticmpo prever que los bienes y usos europeos tarde © tempran se impondrin para bien de la sociabilidad crilta Estas crticas a la modernidad hallarian disponible un archi ‘0 argumenttivo configurado por las versiqnes conservadoras no ignoraas en Flispanoamérica y constituas ante el ciclo de las tevoluchomes industrial y francesa, En tgrminos generals, Se apel6 al accrvo roméintico que resentia del desgarraniento que la miodesnidad intcoducta en el seno de|una realidad cuya anterior organicidad se afioraba, Mgs precisamente, se eific: Fon atgumentaciones que lamentaban a ierupeién eaitica de las tmasas en fa escena politica, o el peso privilegiads que ls pr licas ecoudmicas habfan alcanzado en la sociedad, sein ef dliagndstico de Bona proocupacién de los gobiemos, la unica religion de su pueblo, «el inico tema de sus disputas nie la clase lta atgentin, esas impugnaciones hacia algu- ras earas de Ia moderizacion pueden encontrarse tempranamente yy ubicarse dentro de diversas esferas de representaciones, La pr ‘era de ella replica el tema del bi sw, tpico de los estates {que lamentan fa disolueion de las viejas costumbres en una s0- ‘edad y una ciudad en rida transformacion. Como seal Je- Sé Luis Romero, en esa situacin qlienes pereiben precozmente Jos cambios como una amenaza y katz el lamento del ";donde estén, ddnde se han ido?” son los que tienen una train, inte reses'evonémicos importantes, un modo congenito de vida, vi _gorosos prejucios y, "Sobre todo, la convieci6n profunds de ser herederos histricos y mandatarios de quienes establecieton aquellos fundamentos”." En este registt, unt conservador habia ‘eserito en Alemania, ya en 1828: “Todo se ha vuelto mévil 0 se hace movible y, con ht intencién o bajo pretexto de perfeccio- narlo ta, se enestiona, se duda de todo y se vaal encuentro de ‘una transformacign general. El amor al movimento en sf, inclu 5a sin finalidad ni propdsito determinado, ha sido el resultado y ‘desarollado a parte de los movimientos del tempo" En la Aggentina, una pereepeida aniloga comienza por ser ¢ leve y riswera, como la que presenta Lucio V. Mansilla en 1870 en Una excursion a los indios rangueles, por ta cual la ei silizacin consiste “en gue haya muchos médicos y muchos en fermos, muchos abogados y muchos pleitos, muchos solados y ‘muchas guerras, muchos ricos y muchos pobres. En que se im priman muchos periédicos y circulen muchas mentiras”. Afos después, todavia Eduardo Wilde expondrd con su espontinea isonfa, en una nota presisamentetitulada "Vida modema”, wn 2 \WDAINTELDCTUAL BS HL MUENOS AIRES FI-DE-SILO nuevo costado de ese malestar ef de kr acumlacién de ebjetos {que convierten al hogar en um “bazar” y al rfinaaniento en um jobsticule para la vida, ";Sabes por qué me he venida? Por huir dde mi casa, donde no poeta dar un paso sin romperme fa crisma contra alain objeto de arte [...] El aire no citenlaba por culpa Xe los biombos, de las estatuas, de ls jrtones y de la grandis: sma made que nos dio a iz”. Se tata, oma se ve, de una des: cripcién nopativa de lo que macho después Walter Benjamin en El libro de tos pasajes lararta Ia “casa estuche", tipica de ese ‘monento del hdbitat burgués.” Un nuevo aspecto, ef del igualitarismo -para el cual el siglo XIN ele sie fe palabra ‘configurs para fos sectores tradicionales otto de los mates atibuibles a Tos ter: pos modemos, y ohservaron su expresién en la erosidn de ta deforencia: "Los ntchachos decian: jllf viene ef doctor! y 4uitaban el sombrero, como fo haefan delante de todo sacerdote 10 de os ancianos, a quienes cedian Ia derecha de la vereda.[..] ‘Todo estaba sujeto a cierta regimen uniform”! rnd. Mal. hoe Disb, sna Fy pmo * te Ques, Moma dm aoc 9 1 Asis, oa fsa el omer ar dela aoe den igen yu ren shat lnc espe, Nad spor lla dt ced sa tee nyt a” Uo A Wade en ie dee 70a Buns Aer Cov aod Ari Lain 16, + EL Lannesto oe dat 7 Bs que la despocraca ast comprendida ef nea toque leana proseguign por Renan Taine configura un Fantasma «qe amenaza a as sociedades con un proceso honvngeneizador {hues puede nvear hacia ajo, y pr el etal se eseva el término “medieridad”,prontamente difundido en el Tin de sic slo por enica de Nictrsce a atime hombre" ve comtione €1 Zara por a expansin de fx peras dramatic dT Sen, Se tata de sino Balance que teatia Paal Grouse deb Civlacién nodeamericana cuando vita exe pais. Por 8 como asevera Spencer, el progeeso se corresponde con una di ferenciacién Ges de fas partes constitnyentes de cualquier relia, a Gost le parece eviente que, “en To fundamental Tas ideas, los sos as apitedesy x fnciones sociales, tovtsima cvolubiin de los Estados Unidos se enaceriza or tna mara eoifinin hacia ta homogetead Sn progres tnt terial entoncesj equiva aun regresa mora ello sera Ta cenfrmactin dd qu Ta abouts demoeracia nos Heva fatale tea la wniversal|mediocridad” El quiebre dp aque nocmatividad tradicional es to que ctrosnemoraftas de Tas décaas del $0 y 90 indian com causa del inerehnento de fos atentados contra la propia vida Miontras Santiago Calzadilla sostiene que "vivimos en la Spoca {e los sucidios, José Antonio Wilde oftece un indicio donde ‘ede verse gud las critieas ala modernizacisn han comenzado 4 vincularse cont el (pico del lujo come enemies de la vida hue ni” Y él mismp contrasiaré It mencionada périda de defer cia com otto topjeo en vias de eanonizacsn: fa sana persitenein Ue los viejs valores en ef interior del pais tema que tabajaba costae on on Buenos Ae tere, prac in apa ag der vals patos char tev Wil jas and pw Benign sss Pale llevan ya costae oo tio acon eoeoy suc ts ase de een see blos de aa Frovinias Agen Tambign es clacament visible para os ctemporine, incluso las costumbres is bs Is ty ce eas broceso de cambio. ",Como se some ahora? se megenne Ur core Qiu Y en “amet a sop 10 hay un tipo nacional, la bles tene alge commen: Bor fn, custo un par de dads mas tae Jud Nias eae Mejia each caf del mando tate con ng sete «ion que pr dese tia un ein del logue gooey soca con una prcticaccondmieasosteni por eure uel usslgea Se hab expandioy lice je rac consersuida cn el ineriorde ae: poe ances os ‘slgunos de os inolvidbles easerne, lenge de revneaen Nevers y elaseamente perdido ene el hse dee Estas referencias, que en ficil ‘multiplicar, pueden seguirse ¥ ipa de Pal Gra At ued wis ee ‘es planes embod dngens Peo aa ‘Ataio Mains. WEE Lp. 10 Elko ELLAMENTO DECANE s del 80, esas inquietudes ante la modemizacién estuvieron tem: pranatnente asociadas con el programa de construccién de una, ravionalidad que debia apelar alos valores de la cultura estética para tesultar exitosa. Y esto, porque ambos condensaron de ‘modo insuperable dentro de su grupo socio-cultural el registro de la pérdida de la deferencia, asi como el sentimiento fobico frente a los avances del igualitarismo y la sensacion de cere ‘miento de la elite; todo ello enmarcado en una mirada entre ex- tetiada y severa respecto de las modifieaciones estructurales, {que introduefa la moderidad. En principio, ozo de los motives de alarma entre los inte wales europeos frente a la modemizacién estuvo centrado en los efectos de las modificaciones tecnol6gicas y urbanas® Se abrié entonces un capitulo de lamentaciones ante las exhibicio res industrales de [855 y 1866, asi como por las reformas ur- banas de Haussmann en Paris. Tipico del primer momento results el comentario de Renan acerca de la primera de aguellas ‘exposiciones: "por primera vez nuestro siglo ~eseribid~ ha con ‘oad grandes multitudes sin el propdsito de un fin ideal” En Del Plata al Nidgara, publicado en 1897, Groussac teo- rre ambos temas. El viaje comienza con un acereamiento a la {gue caracteriza como “noble” ciudad de Lima, “verdadera pa tricia eriollt" a la cual “la era modesma, igualadora y consti ional, ta ha deformado més que embetlecido”, Y a su paso por ‘Chicago, que venfa de colebrar su propia exposieién industri no distmida el profundo desagrado ante los “elevadisimos buil- dings, sin la menor sospecha de In armonia necesaria entre su ales y su base". De modo que, para los que saben juzgat, el sigantesco bazar de la exposiciOn ba demostrado que el mo: x KW, Sa, Th tof ooo enry Fae ba Hag, Ma om Nii Bt, 8 uce comptes de Ee Roa mento de fos Estados Unidos ain no ha Hlegalo. Se tata al fin de cuentas de una “elegancia adocenada y de confoctable al por mayor”, de-una ciudad que ha legado a ser vieja sin haber pa- sado por ef ennoblecimivnto de lo antigua, tan excesivamente desprovista de tradicidn que all “Tas paredes han erosido mis ‘de prisa que las arboledas”. Alora entonces “aquellas nuestias pobres aldeas secutares, hechas lentamente ala medida del gru- po y dela familia sedentara,(..] transinitiéndose de padres a hijos, eada vez mais resstentes, mis venerables, ms impregna das de humanidad™ "Media" y “armonia", esto ¢s, fo cualiative, construyen de esa manera el pola postive de lx antinori respecto det mime +0. agrupando tépicas que podrin cubrie desde la oposicisn cat culo versus aventura hasts desemboeae en fa del dinero como tenemiga de la moral. Alli, en las Estados Unidos, tos valores negativos “constinyen el canon y Ia base del criteria de todas las civiizaciones primitivas: no se Hlega sino después den lar {20 refinamiento Ia sobria elegancia, ala gracia discret, a ta calidad. Todo aqui es excesiva, ecargado, desproporcionado: el ‘mam Io simboliza exactamente™. Ese gigantsia slo merece quel caliicativa tomado de La tompestad de Shakespeare que a partir de Renan, Dario y Rodé-se dfundiia para deseribit la civitizacign yanqui:“ealibaneseo”. ¥ también como en Rod, el criterio para la valoraci6n encomistica de una sociedad residirs ‘para Groussac en el cultva de los valores estéticos, manifestado en la frecuentacin de las bellas artes, en las que fos norteameri- eanos huclgan tanto come abundan en aplicaciones téenicas y en Aescubrimientos de inmediato resultado industria Uns cultura estética que identiique asf belleza con armonta «sea permite al mismo tiempo imaginar un buen orden social, sepin un conjunto de supuestos que se verin desplegar en Cané ‘Después de todo, tanto éste como Groussac coincidanofta vee com Renan en que hay dos tipos de sociedad, de los cuales ef polo negative ests ocupado por la norteamericana, Aqui imperan la livertad y ta proiedad, sin prvitegios de clases, sin viejas ins tituciones, sia historia, sin aristocraci, sip corte y sin univers dads serias. Esd tipo de sociedades “carecen de distincién, de rable no hace) obras originales en materia le arte y de cien cia", pero puedes esultar productivasen otros terren0s y sobre todo, Hegara ser| my poderosas...” or su parte, Miguel Cané, en su reacei6n ante una tempora- Tidad veloz y uH espacio cambiante -en tanto rasgos notorios el concepto de Jo modemo-, muestra la maiz de aquetin mix rad tecelosa en las representaciones del imbito urban y de kt relicidn campo'ciudnd, Esas imsigenes se hallahan entonces instaladas en ung corriente eaudalosa de impresiones sobre ln ciudad de Buengs Aites, que convocaba fa escrituratipica de emoriatistas que experimentan Ta premura por fijor en fe letra velo caya prdata extincién prevén, y para les evnlos puede ‘atenderse fa afifacin referida a Mansifl on cuanto a “lane ‘osidad de famifarizar una cindad que se le ha escapade fs ‘manos: tna Buehos Aires cuyos camibios a ham sido rexista dos con acrtud, Furiosidad, con humor, por Lépez, Cambaceres Martel"2* Y¥ en efecto, eh pasajes de diversos componentes de ha elite se «neuentra la suscfipeién de sentimientos anslozos.a los de Cané ue eqs de muss aor de asec tepentngen cfs sales tect sa de ans ‘Tide Doeres ies cere Tone hatin Wile ontara n ds ao ds anita tes aue fellas hatvanaperad en cl toms por Slee teen Lesa des prin m evan La firme intr ot mores, Calman Lis 6 vrs mea mt et nen thet mei de tapas ae hoor oe Palacios y la magnificencia y austera belleza del inmenso ni: Tampoco falta a arquetipiea invocacign al laneur, que le per mite a Vicente Quesada eoloear, asf fuere médicam pital argentina entre las grandes ciudades del mundo: A Jaca del da, es decir ts 4 pan hora actividad de los negocios, en que cosa entregta al ageadabiisi paver dela laneri,costumbye invctrida de os que han fi ‘ventade Broadvay en Nuova Vouk el Strand en Lond, Boulevard des Capucines 0 des ten en Pais, Ringtrsse ve Vien, bs Unie don Linden de Berlin, a Newsky Prospeve de San Petersburgo, la Via del Corsa de Roma o la Putts det Sol de Madid: En Buenos Aires so elt vepesenta bi mente portale de le lord A su vor, cl activism y la fugacidad son puestos de velieve por D'Amico: Bustos Ais ace como una eid ininensa que se ha Fancado tucha por a vida con pasos atid Simin a sas espalas, el puerto y ls balas 4 avanza los enorme almacenes cargando y deseargande tod las elses de er aenis que produce el mundo; les vehicules que na caben ‘en hs calles esrechas:y los caruajes della called Pociasy lus ends euajadas de damas;y los espKéais escaparatesy 70 la sujres, anrables del hotin al sombre y 10s depen Siete de comerio comin su nego yaa et om fund risa, pasando como una fantasmagoria, Esa misma sensacdn de Faso eva aun obserador pat ese emios dew ene ampusto for wu oli ot go in mea i Tanibén Miguel Canépeibe cn ea ovine ae Talo como un igo roca dela moderida, per ev Mow nen caee soos de una ty por ende sts de hij La vida se acrt ef uno seestuethay eel den mo- tal fs vos indetinidos orients dsl pad desaptecen laitson de marcha acu ebjeivo"™ set owan wie representacién que hace Cané del fenémeno ust, se ala extn ds el me ra Asie cepa tusrago “que lo colesaba com Sit n4o- Soe i eilacion~ cia a nck conrad" cia Ya que sien los prineros an de fa dead det 80 as ciudades se transforma ante weia con complacencia que los ojos de sus propioshijos que miran absortos el fenémeno”, Li, Gan eis Sue 1 ‘rum pense 1 {nr ia he en! Lacey Svc, omba de CnC ia i EM Ba 616 en ct ent espn Cie no tardars en se hosts afenfan contsa ia estabiidad det refugio hiogaredo: junto om Ia sorpresa a veces deslumbyaua que orienta esas afiemacto nes de intenciones hisicamente descriptivas, los juicis sobre ha ciudad y Ta vida que alberpa se iin poblando de valoraciones ‘moralmente negativas. Para abservar ese giro puede reeucrrse como contrastacién a uno de fos siltimos textos de Sarmicnto, tino de os grandes organizadores dela representacién hasta en tonces hegeménica de la relacién ciudad-eampo. Cuando xe ‘cups en 1887 de la oposicisn entre el erecimiemto lent de las cinlades europeas y el acelerado de las argentinas,remayeé, en ete sitio caso, apreciaciones positvas generadas en st inva ble adhesién al modernism, para celebrar et hecho de que “La Plata nace de un golpe con cles, avenidas, bosques, squares, luz elctrica y palacios, hasta Ohservatorio, para todas fas funcio. nes sociales” al par que “el movimiento de tramways, fertoc niles, vapores, excede a Ta de todas las eiudades y poestas de esta parte” " Poco después, esta vision exaltada de un tempo veloz,eruza- do con actitudes y sfimbolos canénicos de la modernidad, va, ser altemada con ottas miradas, como fa de Calzadilla, que con templan al tzanvia como un desconfiable dispositive eambal. cheto de mezcla socal, ya que en él ar que esas misanas modiieacio © ve muchas veces en fn mas intima apostaa y codedndase tuna gan dama cor su igus tet al lado de una regs a.com su canasay sus chimes, tn pei de fae al Lado 4d un teiente genera, an sicerdote austero frotdadose con ta favandera, la modisa, a verdlera, fa mama. la pla chadora, cata una con su asi, hanejno canallo, sn bolo det ofc, frotindose eon wn gerente del Banco, conn sportman, con un director 0 presidente dela Sociedad Raval 18 F Same, Cine 1879 Conf ctej ex Amin © una hermana de carta a lado dl pr till... jh wate dei democrat” Poralelamente, e abre como contrapartida en el discuso de Cané la bisque de un algo sestancial que permanezca pr de ‘jo de fos eambjos. Es Io que ha hallado en uno de Tos rostros de Parts, al eon se lo transite otra ver as hija Por fin, Phi. la Gave d'Orléans, gue pacer phd see Prinepios del mundo, ef mismo dma oe misty face de siempyt, como ol cachera que, amoldsndese ast ofc, Se perpetiidic, (Ty la when deo inmate esta ctindo a Fa ade, enna mes del mis vig re taucam,e} misma aro, con e eel blanco ya sda parvo omic crgrenie stan ea econ ‘aun med que resi siempre el miso, Pct onto fm argetino qe ene imo eu de iho Hegao a fa plaza de a Victoria se encanta con que ts los aspetps de sw ifanci, este visimes que sineulan pre Farsamene pars una vida ener, seh wansfora, En un primeetegeso, la torre dst Cab desayceids, mas tale Ia gia Rdcova, luego el tea Colin, ts csi esquina de ‘Otaguer xf po i, la Avenida de May, qe se ae ante ss ‘ojos tan ihesperada, tan insta, que parece snveroson {Gime es)posible que en ese kaleidosconin constant se Ne sue aa sefeaciin del hogar? Por ello le parecbrin lamentable fs ransformaciones de fa Asenida de May} y abominable -invirtnda Ta etal var {\ ion sarmienine fa cid de La Plt, "qe cd deje os btites e ‘VIDA INTELECTUAL ENL BUBNOS AIRES INDE SIGLO ser campo ser el triunfo de la banalidad’™) Y si Sarmiento se centusiasimaba con la perspectiva de que ef inmigrante Rosetti al egresar a Buenos Aires después de una Yisita su pais natal, sno aa teeonocer st calles {iguo algjamiento, porque hi sido sustituido por un palacio”, Miguel Cané en el mismo re reso confiesa que, a riesgo de sor watado de birbaro, le seria muy grato “Ver algtin aspecto de mi infangia, [-] con macho | ppantano y mucha pita”-” | ‘Como para Prous, la patria de Cang, enjonces, est en ain Fanci, y 6st se rememota en espacios que! la ciudad ha invadi- do. Puode asi inseribir esta pérdidaen su memorial de agravios, y sumurle a la modernidad el lamento por! fa disolacién de unt | frden jevirquico dodo de un mecanismo de relacién con los otros que civeula como donacidn de recoroeimiento de arriba hacia abajo, y que, en sw alora, perce violéntado por la cai de la deferencia. En un paerafo mulictado e {mprescindible de su aticulo “Bu la tierra tueumana’ se quejs de que “la ola do cos ‘mopolitismo democtitico” disolviera una serie de tradiciones que Hama rurales pero que en rigor remjten @ un archive de oun pt on as a Chad Lg nce ur ent sa sce ‘open pnts she So dec bie et ae fo ee as ee ate P| ty alc stacy ert i Soe ee ir Mlge ec Aare ame de Part en Saan fw, Mi for Z salres seforales, porque gue secreto halago que se ha perdido ra "la expresion de respeto const la veneracisin de los su bultemos como a seres superiores, colocados como por una ley dtivina innutable en una escala més elevad, algo como un ves- listo vago del viejo y manso feudalismo americano”, De alli se Azsencadensa otra vez el ubi sunt, que esta ver raduce un modelO ‘de sociedad concebido sobre la base de un inclusivismo jerar {uizante de ls sectors subalternes. {Dande, dude estn los riadosviejs y fees que enue fen Tos primeros anos en la casa de mis pares? ; Donde ague Ios esstavos emancipados que nos traaban como a peau fos principes, dénde sus hijs, nacidos hombres libres, ceriados 3 nuestro lado, Hevando nest nombre de familia, ‘compares de juego en la infanca, vind Ia vid recta pot ‘elant, sin mis proceupaciin que servi bien y felmente? El movimiento dela ideas, ln nluencia de las eindades, a Myctuacion de las formas y 1a desaparision de Tos vies y silos hogires, th Recho cambiar todo e50. Hoy nos sive ln stvientecuropen que nos rob se viste mej que nose twos y que fecuorda su calidad de hombre Hine ae ‘niga con vigor”, Como contrapatidaentege la tevalrza tn de las provinias del atertory sobre ood as camp fia, donde "quedan an rastos vigoross de Ia vieja vida pric de ana, 1 an mala com se piensa.” {Las apreciaciones de Cané se montaban sobre una estructura de ‘reenciss anterior, inscriptas sobre el fondo del romanticism y tuna reticula idooldgiea de corte aristocrtico que sera una de las ciostantes de su peasamiente, en el cual, en términos weberia: ‘os, predomina una autopercepci6n menos de clase que de estar rnento, et tanto ealegoria que se aparta de conceptos puramemte fecendmicos y eh cambio remmite al “honor” y se refleja en un restlo de vida" s Jo que se abserva en fps Busayos, que re ccopilan nota escritas entre 1872 y 1876, Allies donde se pue- de pereibie una tempruna impugnacién a fafapaa constants de ls vk modemta, asf como la recurrente Sins pongo rin qe ol post San So che anni il si lo encom Vac Ronen abi sci ce a prog noses aed en etm R80) Tae) Al fone sales ovo fantom cee Cané de una jefaura intelectual, su refer sr pai de Ho Sia toe rane com en, pa dps de Renan, 2 paste ea: cares aa Nistache eel sig Pky taaura de Dscantseel NVI y de Wotan et xvi ct ini en manejar rable" Por su parte, Taine oftecta, pura una estructura ideolégica como la de Cané, un espeja en el cual reconocesse, por traarse de alguien que también habia vivido de manera extremadamen \econiliciva los valores de [a modernidad. Habia deplorade ast lu imemediable pérdida de la totaidad del hombre antiguo y la sonfonnaciéa de una sociedad demoeriica donde imperaba kt lienacign de las masas. Pero a diferencia de Cané~ habia rs estado de ella sobre todo Ia ciencia, no tanto como instrumento {don tuna nueva fo, En principio, la contianaa de Renan en esto habia sido anslo- 1 tal como la expres6 en BI porvenir de la ciencia (escrito en 1848-49 pero publicado en 1890), libro exitoso al que Charles ézuy vonsiderard el breviatio de esa generacién de republica- sy fundador de “la supersticién de Ia eiencia modems”. Al sonfiene su apuesta en favor de un proceso civiliztorio centr desarrollo cientifico: "La cienci, y so ella, puede dar 4 ta humanidad aguello sin lo cual ella no puede vivir, un sim- holo y una Jey”, Mas si todo este libro es ~en clave positivista tuna consumuada sacraliaacion de la ciencia, esa admiracion se snudaeé on preoeupacisn frente a la entensién de ta a la ten ‘a, cuando asista en Paris ala exposicién universal de 1855 y Juzgue a su Spoca “como decadente en su materalismo y si sully demoeritico de la tecnologia ofvecida a las masas como aio sobee el mundo sino como “un alimento spiritual y oe st agi ald pei dea a enc Fae. ie ‘Foot dell Uaiverh dy ama “La Sapienza 6 {IDA NTELECTUALEN EL AENOS AIRES FB. DESGLO panem et cincences”. En este aspecto, exist en fa trayectoria Met autor de fa Vida de Jess dos derivas intelectvales que ¥- presentan bien las relaciones ambiguas con la modernizacién {que Cané compartiré: una valoracién admicada ante Ta ciencia ‘que se v2 trocando en desconfianza, por una parte, y por kx otra tuna celebracion de fa revolucién que se javierte en alarma ante fa nrupei6n de fas masas en Ia escena piiliea Entre nosotros, el publicista Federico Tobal haba mostra, ‘em na "disertacin econdmico-filoséfica” de 1869 y en sus no tas para fos diarios ET Constitucional, El Plata y Lat Nacién de 1884, otra vee el misma pasaje desde el optimism hacia la preecupacign con referencia a la enestin de fa téenica, En so {esis, apadrinada por el entonces rector de fa universal tuan Maria Gutigrrez y mediante un movimiento intelectual tics mente comteano de romantizacién de Ja ciencia, Tobal habia adherido sin mis ala firme creencia en un progreso continuo dentro del cual la tecnologia resuliaba esencial. "Es ast como las distancias se estrechan 0 desaparecen por la electricidad y et vapor, suprimiendo el tiempo y el espacio y dndote al hombre en cierto modo la omnipresencia de Ia Divinidad” En cambio, fen sus Cartas devde Ewropa, y en una stent de balance de st siglo ("el mis vulgar, el mis bollicioso, el mas sobetbio y el ‘ms ativo"), si bien persiste en el reconocimiento de um pro- {reso cientiico que wuelve a colocara fa humanidad en un rol pprometeico, simnlténeamente considera que el ensimismamien {o-en su propia riqueza impide al ser hurnano ver los ideale. y entonces “sila aspita a Tos goces sensnales de Ta posesién, de sarrllando en sus almas fa pasisn de su epicarefsmo [sic lite rario, que aletarga el pensamiento y enerva Tas fuerzas”. “De “ciceae Pg em. Pe Rese Diis ers 198.p#88. | ALLAMERTO DECANE » | aga que hayamas caida en el error, como seenera Treaneville [LJ de solicitor ¢fbienestarseparindoo de la vital” ® Esta misma tehsién entte ciencia¢ ideal segwirs Fineionando ‘como tna preoctipacisn profunda en Cané. quien desde ss pri eros textos expresaba parecida ingwietnd, ereyendo que ef ‘mundo modemoesté cansado porque “pesa sobre él Ia cieneia ‘de vente sighos y ls tremenda responsabilidad den porvenin incierlo”. Fatigada por el edculo, aniguitada por la dda, esta civilizacién tantd mss conacedora exianto mons feliz. se eon ttapone ata Greet clsiea, dande “ain reinaban Ios dies [1 todavia no se aba aplicado fa féiaila abstract as mar villas celestes".\ En 1897 telata desde Paris su visi de ato mdvil como el Mespecticulo desgraciado de nn coche sin ‘aballos, moviéndose sin gracia, come un ewterpo hime am putado, que se arzastra abil y desairadumente".® Esta conta laciém entre ta bracia aristocratica y cl burda meeanismo conforma una antinomia tipica que se inscribe dentro de In op ‘icin cuafidadicantidad —reactivada para enjuici los efectos Ge fa modernidad-, y dentro de Ia Figuraciin que contrapone ef desorollo uniateal téico y uilitario can un desplieg Izador, arménica y espritualizado, En este molde fuertemente polarizado se seguiré vactando la contrafignta étied y estética del "yankismno”. AL proseevir tem Pramas apreciaciones de Allberdi que comtestaban ln miracicn {el Sarmiento dy los: Ves por el modelo novteamericano, si algo le desagrada a Cané en su paso por Nueva York es el hecho que, “fuera dl as mnjeres, se puede recorrer In gran cia todo senido sin encontrar nada que despierte las ideas alas que el aspecto det arte suscita™*' Porque en definitiva a ese vy swore Saarpectat s IDs IVTELECTUALEN EL BUENOS AIRES FIN DE-SIGLO pueblo fe falta ef aura de Ta distincin, fa delieadeza, el tacto ‘exquisito, fa “proparacién intelectual para aprender los tikes vvagos en las relaciones de la vida, fuerza moral para elevarse sobre el tilitarismo”, virtues todas ellas “que sélo se ag fen por un largo comercio con ideas ajenas a la preccupacion de It vida positiva”. ¥ asf como el reaccionario Yeuillt se que juba de las calles rectangulares de ta Paris modernizada, igval> ‘mente Cané lamenta en 1as calles espaciosas y comodas de Estados Unidos la ausencin de “aquellas encrucijadas de Pars de Viena y de las ciudades italianas”. Al, por fo dems, el Tajo inaudito, “pero wn hombre de gusto, con hs yada habitus ala perwepeion de Tas delicadezas eusopeas, nota al instante cierto tinte especial: el sella del advenedizo, que no ha tendo tiempo de completar esa difcilisima educavisn det hombre de snuanda de nuesto tempo, capaz de distingut, af golpe de vista, tun bronce japonés de uno chino, un Sévres de wn Saxe, una vie jin tapicerfa de una moderna”. Que estas impeesiones eran mucho mas que argentinas queda de manifiesto con recorter como propuso Angel Rama~ las Excenas norteamevicanas de Mart y all reeuperar esos atroces Panoramas de la vulgaridad urbana, o weordar las immpresiones ‘de Max Weber extras de sv primer viaje a tos Estados Uni- tos, onde observs “la ausencia de cualquier justificacin de t jo feligioso o moral en su camino a ta rigqueza material que tos Hevarfa a una ‘mecani2acisn petiicada™™ EP. Belden, que es cribig la mejor guia de Nueva York a meditos det siglo Xs decfa en igual direccisn que las dems ciuulades americanas habian sido formadas por el impulso de Ta religi6n ode fa into Jerancia politica exterior, pero que Nueva York “estaba funda- dda en la expectativa de Ia ganancia comercial”, y por ello 5 PLLAMENTORECANE 2 sombras morales. Andlogamente, on wna conferencia pronunciada por Osear Wilde en esos ais les communica los mismos norteamericanas estas reeonvenciones: "Cs falta en ‘ests eiudades domo en vuesta feratura esa Mexibilal eracia que da ta sefibilidad de la elleza.(..} Blfa have de I ‘i de cada hombte un sacrament, no nme ef Hhvos de comereio”: Enietanto, as thors ariscriticas segwian desplesindose ‘en Ta segunda ital del sigho XIX, alimeniadas entre las cites pret "desorden” revolucionario y por el avance de wn ipusien rium medioetizamte. Anticipinse a Nict”sche ode ver a la Tidira convertida en “un planeta de idiolas calemiinose al salle Ia sérdida ociosidad de quienes no asp ran mis que a tenér lo necesatio de la vida material”, Renan apelaba para dirigit esas sociedades a “los progresos del arte nltar, que consti’ una fuerza organizada en manos de wna aristoctacia intelectual y moral que serd la encanacién misma Ue la razén".* Con motivas ideoldgicns similaces pero en um contexte abviamente diferente, Cané parece absesionade por {dos pregunas bisieds: emo defini Ha nockin de aristosracia en un pas republieano| y cémo marcar de ese mod Init: entre 4quones tienen derecho a pertenecer a ella y aquellos otters ate Tos que debe erigiesé un muro de diferencias. Estas preguntas se hallan enmarcadas por Ios temores y ext cs ante el carieter mevcamtilista fx meva sie mo por In ereeienfe presencia de Tas masts, tanta ens crvatersticas deviadas de ha mowilidad social nt en fo problemas genetados por su partcipacion politica Yi este | 1A Raa, Lara emer de shmop 1 Sar Acs ee ta ‘ho wt Cente ey oh py timo punto defi "a cuestion de la demdcracia”, nuevamente iuentro con la tradici6n liberal europea y su dificutad pata articular positivamente la relacién enige libertad igualda i 4 resultar inevitable. Aqui de nuevo el recorrido ideoligico de Emest Renan muestra muy precisamentelel iter que conduce desde las ya vistas expectativas confiadas én la ciencia y el pro- | {reso hasta las duds aormentadas frente la presencia de Las. | muasas y el consiguiente descenso de los yalores considerados | nobles" De modo que, asf como los intelepmuales reaccionatios | franceses hablan filiado la decadencia aacional a partt de 1789, ls liberaes eomenzaron a verla después de 1848, y esa | erisis se express en la consigna "Plata lex Ruxses que fev Row ses" En una carta de esos afios, Tocqueville expresa bien esa | tia: “La ola sigue marchando. El mag sube. [...] Se sieate | que el viejo mundo concluye; pero ceual spe el nuevo?” Por | | fo, tos avontecimientos de la Comdna terfninatin por cristal 2ar en ellos el hotrora las masas, Ea el mansaje de La reforma intelectual y moral, “escrvoen tas dolorosas semanas” del dr iuico aio francés de 1871, Renan tornabj aa es cals, ora ef mater sonst denn ela dmocraca “ln nego da “ene da ita ue und haya cen na Si Gsts eran fas sensaciones que los habit panorama police socal, ex necesariopretisr ue par ests | ‘oo de legitiidad pit anda en sober ppl of de 1x cedny rane ci p87 sino fo opuesto a un buen orden jertquice aristocrtico, La de~ ‘moctacia, en suma, es bisicamente un hecho social y no un he- cho legal, y la argumentaci6n que ordenaba sus reflexiones rennti en lo inmediato a REnan, a Taine y mas ljos ota ve2 a Toxqueville “La aristooracia habla hecho de todos os ciudada- no» una larga eaderis que Hegaba desde el aldeano hasta el rey. [La democracia la rompe y pone cada estabsn apart Asf, la de rmocracia no solamente hace olvidar a eaa hombre asus abue los; ademas, le oculta sus descendientes y Jo separa de sus ontemporineds, Lo condice sin cesae hacia sf mismo y ame= haza con enceratlo en la soledad de su propio corazén".” De Alli que, contra esa Fuerza disolveste, el restablecimiento de la realeza y en cieta medida de la nobleza le parezea a Renan un remedio adecuado para la decadencia que la desrota ante Prusia acaba de mostrar en toda su profundidad, ya que “el solo nom be de repablica es una excitacién a un cierto desarallo demo -ratico malsano! Replicande esas inquietides en un contexto por completo di- tecente, Cané rgistrabasin embargo que “hace ya mis de medio sigla que Tocqueville revel6 a la Europa el earioso fendmeno ste lu democracia natural, que habia encontrado en los Estados Unidos”, y de tal modo predijo “el ascendicnte inesistible de "Yes que, en las condiciones argentina, el eruce imbos con tas masas" del fenémeno de tas masas con la inmigracign, y ds el tema de la demacracia, son os componentes de ese preocu pate Fendmeno en ascenso que Cané Hamar “la marea”. Era |i misma imagen marina que segofa apareciendo en el discutso de Lucio V. Lépea de 1891 en la ceremonia de graduacién de La Facultad de Derecho, en el cual estos fantasmas se siguen agi- tando bajo la ya comin figura del asedio y la invasiGn: "Lo sé Msi, 157 4669867 “E Renn ta nfo te =decta-, nosotros fos contemporincas vemos ta of invasora {que nos anni fa inundacign por todas pastes”. Igvalmente, Emilio Daireaux en Vida y costubres en ef Plata, de 1888, prevefa que, sila proporcien de extanjeros aumentaba, “la po- blaci6n indigena, anegada por esta formidable cleada, bajo esta invasisn de hirharos armas de palas, verfa completamente en peligro su influencia poitiea y diets" En verdad, no es imposible encontrar en Cané afirmaciones centre celetatorias y resignadas del fensémeno democritica" Pe ro él mismo revel la profundidad y la mayor extension de com vieciones contrarias Finalmente daminantes. Ya en [882 ft umssfera de Pars lo molesta porque To pane en contacto con un mundo otro gue ne consider digno de eohabitar, 9, en “et le szuaje brutal de las eartas" le confiesa a si made "To abomins ble que es esto para un hombre de mi edad y mis gustos. Lo que ine revienta es ef populacho canalla vociferando en fas calles" En esa ciudad se juntan “desde las aluras intelectuates que los hombres veneran hasta Tos ftimos fondes de corrupcisn euyas ‘miasmas se esparcen por a superficie entera de la fire" En su taduccisn a a poltica, sien un momento dice no he ber concebid otra forma de gobierno que la demoeritica, gue el gobierno republicano y cepresenvativa, en mayo de 1896 fe lexpresaa Pellegrini que “eada da que pasa ~y feniend ae los ‘ojos el ejemplo de esta Francia asombrosa [J adguieso ma yor repugmancia por todas esas imbeilidides juveniles que se Maman democtaca, sa io universal, eégimen parlamentaro, fase ene gegen gum tem oils lc on res nm seat” (M. Cae Dir Coferet, Boss A Css Vaca 1 Pero al miso tempo voy adquiiendo Ia eonviccion de {ue i esos principio ni los contatos tine inyprtancia nin una” Eni efgmento de a primera econ de Er viaje, que Iuegosuprimis, stoma argurnentos ya freeventados por Alber den Det gabiin de Sudamsrica, sepin los eusles “ene a replica de Estados Unidos y la momar espaol, «8s 1 extpida el sef monarguisa y entre Ta tepiblica de Bolivia $l monatquia ines eta estpido set republican” "Ano fa insttciones de mi pals sere a s Yer Cané-.. No sy si cinhargo un fanitico, ¥ pienso que Ia monarga Lal com se pactica hoy en glace, e0 lait ent Belgica y Esp, ede “ern elemento de progres. En definitiva los regtmenes pl cos no determing fe suerte de fas naciones La pie est en ue “la monargu hizo fa Feancia, ks aristocracia hizo Ia Ina ter, fa ligargufa faeclo a Chile, ta democracia ha creado tos Estados Unidbs” pero tambien fa monargua mad Esp fa I aristoeracia a Polonia, fa oligargaia« Veneciay la dem racial vieja Italia.” Eran opiniones sin dda expands sent dea eit beat claramente eansciente em agnos «x sox de qu las ibs del liberlisma y de Ta democracies hom tam independents que seria mejor que nunca se jutaran [Exam fos mismos alos en que Vicente F. Loper escribia que. Porque somos shnceramente liberates, no somos ni polemos , el mecca y el excesva atin de ero dfinen um rasgo maeado de los exraners,armand contrasts est teen ente Flos taal con su despendnento ys incln «isn al injo ya desptfan y lox extranjers om ss habits de exonomia y de alforto”.”” Se alclantaba asf desde diversos éngulos wna representa que la crisis de 1890 convintis en una certent: fas pasiones del ‘rereado habian avanzado inmoderadamente sob fn vires isieas, yerosionahan fos sentinientos de pertenencin ana eo- rmunidad. Indicafan igualmente una modificacion magcada es ecto de fa inguebrantable confianza anterior en los destinos {eI pals, como Ib que ha sido sefiaada en el pensamienta de Mist, para quien la evolucién demoeritica no admite ningsi wsticul: "No hay decadencia en su ultima obra historiogrt «x; s6l0 se impohe, al eabo, el progreso exitoso". En cambio, tanto la Histovi de la Replica Argentina dle Vicente Fidel Lopez come ta Historia de la Confeleracivn Argentina de dotfo Saldas, de 1892, compartian la idea de wna ris dele ettimidaa.! | Tgualmente, Peaneisco Barroctavela en el Te Quogue Juven tnd! de 1889, depunciaba la abvicacién de las virtues efviens en "el banguete le los incondicionales”, y D’Amico avibuiria fsa deeadencia a af de fa burguevn de In carp $e eteato de un fro tanta mas liste canto ns spartan “Triquecios Seguird siendo réconocible décadas mis tae con el aumento del valor de as tients, pera ta evonsmticos sit 2 ‘IDs INTELECTUAL EN EL BUBOS AIRES F.0e-SICLO avaricia como religiosos sin fanatismo, s opontan a la civiiz in invasora pero coneluian por aceplat el progteso. Su opt Fencia consistia en tener una mesa sengilla de la que estads eexcluido todo plato exético”. Desgraciadamente, us hijos hietos se han dejudo estropear por la eivilizacion. Europeismo, cespeculacin y consumo conspicuo son para D’Amico los ma les que conducen a la degeneracion geneyaly del propio sextor social, que de no ser contenida Hevara a que un da “deban a los juulios de Londres y Franefort todo el valor de sus tierts”* También para Cané, al igual que en Francia, Malia 0 Inglatena, el consumo estentoso era Ia marca de up rumba perdido, "La ‘marcha vertiginosa del pais, la alegria de|la vida, tt abunvtancis cs, lt improvisacin ripida de fprtunas, habian inca dlecido ty aimdsfera social, Las mujeres pedian irapos lujsos, ue place coches y plo, 10s hijos jugaban a fa efreras y en Tos elu yy el pobre padre, de escasos recursos, cia a la tentaciGn de hhacer govar los suyas y cata en manos del eoruptor que hus ‘meas sus pasos, Reemergia de tal modo un ideologema constittivo del mac ‘miento mismo de la eulura occidental, que ahora ingresari en las consideractones de Ia modemidad de fnodo complejo y am biguo, Se tata de fo que ha sido denonyinado “el lamento de Prin’ i en que el Gomercia eorromps his ‘costumes puras, por fo cual desde entories el impuso ada sitivo de bienes econdmicos ha sido diakolizado como “tipico dle la parte mas baja del alma y de los estratos ms despreci bles de la comunidad”. Precisamente, eta tensin entre mt ado y viru abita una amplia zona diseursiva del espacio in Jestual argentino entre Fines del siglo XIX y principios del XX, + toa parte de las impugnaciones frente a dos de los efectos Je la modernidad: el factor eeonémico que avanza sobre el sina e itimo habitat tradicional, la movilidad social ascen dente, que ealoca en manos de los de ahajo bienes y estatus rants hace poco exclusives de la elite. De tal manera y poco a ‘x0, las impresiones ya seaaladas que deploran los cambios y U yelocidad de los mismos se han anudado con las que vincu lun ese aspecto de li modetnidad con el avanee del materials ‘x mescantlista, segun la entonaeién estereotipada de un tipo de elites con connotaciones seRoriales que incluye un tat ‘siento peyorativo de “el mundo de los negocios” Si ya Eduardo Wilde habia ananciado, de acuerdo con Sar- ricnto, que “se avecinaba a “era cartaginesa""S® Miguel Cané usinird esta categoria recortendo dos estrategias de zon rete luego convertidas en vn Tagar comin: recuperacion de la sieja oposicién entre valores econdmicos y espirituales,y di- Soci enlze esos mismos valores econdimicos y las vitudes pa- ‘aducas, De tal mado se abria una linea argumentativa que tba 4+ plomover Ia construccién de una “patria” vaciada sobre di- sth vides, sts referencias dibujan ef desplazamiento desde eb opti- ‘niso centeado en un peogreso donde el avance econsmico se onjugaba con virtues itelectuales y morales, hacia un males- tur que consteuye la figura del afin predominante de la riqueza como enemigo de la sociedad. Bl registro lterario no deja ugar “shadas al respecto, como se ha mosirado al observar el ciclo de la novela realisia y naturalist del periodo, en tanto construc- «in de un escenario social siempre amenazado por la literal in- Tiliacin de personajes portadores del virus mercantilista. Bsas snlieas, por lo demi, constitufan una suerte de respuesta €o- @

También podría gustarte