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Modulo I: Generalidades, Microscopia y tinciones

La célula
La célula es la unidad fundamental de los seres vivos que contiene todo el material necesario
para mantener los procesos vitales como crecimiento, nutrición y reproducción. Se encuentra
en variedad de formas, tamaños y funciones.
Dentro de las células se encuentran los componentes necesarios para que ella lleve a cabo sus
funciones: agua, minerales, lípidos, proteínas, azúcares y ácidos nucleicos.
Existen organismos unicelulares como las bacterias y los protozoarios, constituidos por una
célula. Por otro lado, los animales y las plantas están formados por muchas y muy variadas
células, por lo que se conocen como organismos multicelulares o pluricelulares. En este caso,
las células se juntan para formar tejidos que tienen funciones específicas.
Los seres humanos poseemos casi 40 billones de células. Las células del cuerpo humano van
cambiando con el tiempo, solo las células nerviosas se mantienen desde que nacemos.
Tipos de células
La principal clasificación de las células las divide en células procariotas y eucariotas:
Las células procariotas: son las células más simples porque nada más poseen membrana
plasmática que envuelve el citoplasma y el material genético, por ejemplo, las bacterias y las
arqueas.
Origen de la célula procariota
Los procariontes fueron las primeras formas de vida sobre la tierra, por lo que es lógico
asumir que la célula procariota fue el primer tipo de célula organizada que existió.
La complejidad de la vida es difícil de rastrear hasta sus inicios. Se ignora exactamente cómo
se pudo pasar de la materia inanimada a las primeras formas de vida propiamente dicha,
capaces de nutrirse, crecer y reproducirse.
Estructura de la célula procariota
Las células procariotas comparten una estructura básica compuesta por:
Membrana plasmática. Barrera de lípidos permeable y selectiva, que distingue el interior de
la célula del afuera.
Pared celular. Una barrera rígida y externa que le brinda soporte y tenacidad a la célula,
aunque le dificulta su crecimiento.
Citoplasma. El interior húmedo de la célula, que es una suerte de gel interno.
Nucleoide. Una región del citoplasma en la que suele acumularse el material genético de la
célula, y que hace las veces de núcleo, aunque posea una forma muy irregular.
Ribosomas. Fábricas celulares de proteínas y otras sustancias que la célula sintetiza, expresan
y vuelven realidad el contenido de los genes.
Compartimientos procariotas. Segmentos del citoplasma que parecen encargados de labores
únicas en la vida procariótica, como los citosomas, carboxisomas, magnetosomas, etc.
Adicionalmente, determinados procariotas pueden tener:
Flagelos. Órganos celulares que permiten el movimiento de la célula.
Periplasma. O espacio periplasmático, un compartimiento que rodea el citoplasma de las
células procariotas y que tiene una función clave en el metabolismo energético (ya que los
procariotas carecen de mitocondrias en su mayoría).
Cápsula o Glicocálix. Dependiendo del tipo de procariota, son estructuras externas de la
membrana celular que le sirven como depósito de alimentos y defensa contra la fagocitosis.
Las cápsulas son rígidas y definidas, mientras que el glicocálix es difuso como una capa
mucosa.
Mesosoma. Invaginaciones de la membrana plasmática hacia el citoplasma muy frecuentes
en los procariotas y que han sido reconocidas como malformaciones, a pesar de que
inicialmente se creía que tenían algún tipo de funciones.
Plásmidos. O moléculas de ADN circular y extracromosómico (no codificante) que se
replican de manera independiente al ciclo de la célula, y que contienen diversa información
genética a conservar, como resistencias a los antibióticos en el caso de ciertas bacterias.
Las células eucariotas: La célula eucariota es aquella que tiene un núcleo definido, cubierto
por el citoplasma y protegido por una envoltura que constituye la membrana celular. Los
organismos compuestos por células eucariotas se denominan eucariontes y forman parte del
reino Eucariota. Estos son los animales, las plantas, los protozoarios y los hongos.
Se caracteriza por tener en el interior del núcleo el material genético (ADN) del organismo y
por tener una estructura compleja, compuesta por organelos que cumplen diferentes
funciones esenciales en la célula. Las células eucariotas llevan a cabo funciones vitales, como
la nutrición, la división celular y la obtención de energía para realizar otras tareas. La palabra
eucariota deriva del griego eukayron, compuesta por eu- (verdadero), y karyon (núcleo), y
significa ‘núcleo verdadero’.

Características de la célula eucariota


Es de gran tamaño: mide entre 10 o 30 µm. Son más grandes y de estructura más compleja
que las células procariotas.
Tiene un núcleo definido: son células cuyo núcleo está definido y protegido por una
membrana.
Está compuesta por organelos: posee diversos organelos que dan forma y participan en el
funcionamiento de la célula.
Necesita energía: su funcionamiento depende de la energía que obtiene de los nutrientes que
absorbe o de la luz solar, como las células vegetales.
Se reproducen y se dividen: por medio de la mitosis y de la meiosis las células eucariotas se
pueden dividir y formar células hijas.
Partes de la célula eucariota
En la célula eucariota se distinguen las siguientes partes:
Membrana celular: o membrana plasmática, es la envoltura que rodea la célula y contiene
todo su material. Es semipermeable y permite la entrada de proteínas y otros nutrientes
necesarios para el citoplasma, así como la salida de desechos.
Núcleo celular: contiene el material genético del ser vivo (ADN), y es donde se controlan y
regulan las diversas funciones de la célula. Está cubierto por una envoltura nuclear.
Citoplasma: se encuentran entre la membrana plasmática y el núcleo de la célula y es de
consistencia acuosa. Contiene una red de membranas y organelos celulares con funciones
particulares:
Lisosomas: organelos que se encargan de la digestión celular, lo que ayuda en el
funcionamiento de las células.
Mitocondrias: organelos que aportan energía a la célula.
Ribosomas: realizan la síntesis de proteínas, que permite traducir el ARN mensajero, es
decir, información genética.
Citoesqueleto: filamentos de proteínas que le dan soporte a la célula. Interviene en la
movilidad y división celular.
Retículos endoplasmáticos: se encargan de sintetizar proteínas y lípidos, y del transporte
celular. Se diferencian en el retículo endoplasmático liso y en el retículo endoplasmático
rugoso.
Aparato de Golgi: se encarga de transformar y exportar las proteínas sintetizadas.
Pared celular: es propio de las plantas, las algas y los hongos, se encarga de darle rigidez,
forma y soporte estructural a la célula eucariota vegetal.
Tipos de célula eucariota
Célula vegetal
Es un tipo de célula eucariota propia de las plantas y tejidos vegetales. Se caracteriza por
tener una pared celular que la hace más resistente, cloroplastos y vacuola central. Además,
es capaz de realizar la fotosíntesis, proceso químico que le permite a las plantas sintetizar
sustancias haciendo uso de la luz y liberar oxígeno.
Célula animal
A diferencia de la célula vegetal, la célula animal carece de pared celular y de cloroplastos.
Son células que pueden adoptar diferentes formas y tamaños. Se caracterizan por poseer
centriolos y abundantes organelos.
Células de los hongos
Son células muy semejantes a las células animales, pero que presentan algunas diferencias.
Por ejemplo, la pared celular está compuesta del carbohidrato quitina, tienen una forma poca
definida y los hongos más primitivos son los que poseen flagelos.
Célula procariota y célula eucariota
Las células procariotas tienen una estructura interna simple. No tienen un núcleo definido,
por lo que el material genético se encuentra extendido por todo el citoplasma. Tampoco
presenta organelos y su reproducción es asexual. Son las células más primitivas en la
evolución.
Por su parte las células eucariotas son más recientes que las células procariotas, y se
caracterizan por contar con núcleo celular donde se encuentra el material genético, protegido
por una membrana.
La estructura interna de las células eucariotas es más compleja y realiza funciones más
específicas. Su reproducción puede ser asexual o sexual y puede formar organismos
pluricelulares.
Histología

La histología es una disciplina que forma parte de la biología y examina los tejidos de los
organismos a través de un microscopio para conocer su estructura y sus funciones. También
se la denomina “anatomía microscópica” o “micro anatomía”. La palabra histología proviene
del griego, histo que significa “tejido” y logos, que significa “conocimiento”.
Marcello Malpighi, anatomista y biólogo italiano, es considerado el fundador de la histología
por haber sido el primero en examinar células vivas a través de un microscopio a comienzos
del siglo XVII. Malpighi fue quien descubrió la existencia de unidades pequeñas dentro de
los tejidos, denominadas células.

¿Qué estudia la histología?


La histología estudia la estructura microscópica de los tejidos, es decir, agrupaciones
complejas de células organizadas para cumplir una función determinada. El ser humano, por
ejemplo, se origina a partir de la fusión de dos células: un óvulo y un espermatozoide. Ambas
células, a su vez, luego se dividen de manera repetida para formar nuevas células que
conforman los diferentes tejidos, órganos y sistemas del cuerpo humano. Los exámenes
histológicos permiten conocer cómo se organizan, interrelacionan y funcionan los diversos
componentes del organismo.
Los exámenes histológicos brindan aportes importantes para:
La histopatología. Es la parte de la histología que examina muestras de tejido tomadas de un
organismo enfermo para conocer más sobre las posibles causas de la enfermedad y brindar
un diagnóstico más preciso.
Las investigaciones forenses y las autopsias. El análisis de los tejidos biológicos, mediante
técnicas especiales, pueden esclarecer las causas de muertes inesperadas y proporcionar
pruebas científicas a disposición de la justicia.
La arqueología. Mediante el examen de las células y los tejidos biológicos encontrados en
restos recuperados de las antiguas sociedades, se puede obtener información sobre su historia.
La educación. Las técnicas básicas de la histología se enseñan en los talleres de laboratorio
para introducir a los alumnos en el concepto de microestructuras de los distintos organismos.
Desde la biología general se reconoce la existencia de dos grupos de organismos: las plantas
vasculares (del reino plantae) y los animales (del reino animal). A partir de esa distinción, la
histología se subdivide en histología vegetal y en histología animal para categorizar los
diferentes tejidos.
Histología vegetal
La histología vegetal es el estudio específico de los tejidos vegetales que se clasifican en dos
tipos:
Tejidos meristemáticos o embrionarios. Están constituidos por pequeñas células que poseen
gran capacidad de multiplicarse.
Tejidos adultos. Son aquellos permanentes o de duración en la planta y están compuestos por
células más grandes que las embrionarias. Éstos, a su vez, pueden ser:
Tejidos parenquimáticos. Están formados por células que se encargan de la nutrición y de la
acumulación de reservas.
Tejidos de protección o superficiales. Están constituidos por células que recubren a la planta
y la aíslan del medio externo.
Tejidos de sostén o colénquimas. Están compuestos por células de paredes gruesas y de forma
alargada que otorgan rigidez a la planta.
Tejidos conductores o vasculares. Están formados por células cilíndricas que se unen y
forman tubos o conductos, por donde circulan los nutrientes.
Tejidos secretores y excretores. Están formados por células que segregan sustancias de la
planta, como por ejemplo, la resina de los pinos.
Histología animal
La histología animal estudia los tejidos orgánicos de los animales que, a diferencia del reino
vegetal, poseen células que forman organismos muy diversos en cuanto a su forma y su
función. Los tejidos animales se clasifican en cuatro tipos:
Tejidos epiteliales. Los constituyen varias capas de células unidas entre sí que forman una
membrana celular que recubre todas las superficies del organismo (como la epidermis, tractos
digestivo y respiratorio) y las cavidades internas (como las arterias, venas y capilares).
Tejidos conectivos o conjuntivos. Contienen células de forma variada junto con un material
viscoso que las separa entre sí, denominado “sustancia intercelular”, que permite unir a los
demás tejidos para brindar sostén e integración, por ejemplo, al tejido adiposo, al
cartilaginoso, al óseo y al sanguíneo.
Tejidos musculares. Están formados por células alargadas denominadas “fibras musculares”,
que contienen miofibrillas capaces de contraer y dar elasticidad a los músculos. Según la
forma y el tipo de contracción, los músculos se clasifican en esqueléticos, cardíacos y lisos.
Tejidos nerviosos. Están compuestos por células denominadas “neuronas” que establecen un
complejo sistema de conexión y tienen la capacidad de regenerarse de manera
extremadamente lenta. Funcionan como receptores de estímulos (neuronas sensitivas) a los
que responden con impulsos nerviosos (neuronas motoras) que se propagan sucesivamente a
otras neuronas (neuronas de asociación).


Microscopía
La microscopía es el conjunto de técnicas y métodos destinados a hacer visible los objetos
de estudio que por su pequeñez están fuera del rango de resolución del ojo normal.
Si bien el microscopio es el elemento central de la microscopía, el uso del mismo se requiere
para producir las imágenes adecuadas, de todo un conjunto de métodos y técnicas afines pero
extrínsecas al aparato. Algunas de ellas son, técnicas de preparación y manejo de los objetos
de estudio, técnicas de salida, procesamiento, interpretación y registro de imágenes, etc.
Exceptuando técnicas especiales como las utilizadas en microscopio de fuerza atómica,
microscopio de iones en campo y microscopio de efecto túnel, la microscopía generalmente
implica la difracción, reflexión o refracción de algún tipo de radiación incidente en el sujeto
de estudio.
Historia
Antonie van Leeuwenhoek (Holanda, 1632-1723), un vendedor de telas, aficionado a pulir
lentes, logró fabricar lentes lo suficientemente poderosas como para observar bacterias,
hongos y protozoos, a los que llamó "animálculos".
El primer microscopio compuesto fue desarrollado por Zacharias Janssen. A partir de este,
los avances tecnológicos permitieron llegar a los modernos microscopios de nuestro tiempo,
los que existen de varios tipos y son usados con diferentes fines. Cincuenta años después de
la creación del microscopio, el inglés Robert Hooke perfecciona el microscopio; Hooke
utiliza un microscopio compuesto para estudiar cortes de corcho y describe los pequeños
poros en forma de caja, a los que él llamó "células". Publica su libro Micrographia.
Microscopía óptica
Microscopía óptica (microscopía de luz clásica), consiste en hacer pasar luz visible de una
fuente (difractada, reflejada o refractada en el sujeto de estudio) a través de lentes ópticos
simples o múltiples, para lograr una vista ampliada de la muestra. La imagen resultante puede
ser detectada directamente por el ojo humano, impresa en una placa fotográfica o registrada
y mostrada digitalmente (y eventualmente almacenada en algún soporte digital).
Microscopio óptico
Un microscopio óptico es un microscopio basado en lentes ópticas. También se le conoce
como microscopio de luz (que utiliza luz o «fotones») o microscopio de campo claro. El
desarrollo de este aparato suele asociarse con los trabajos de Anton van Leeuwenhoek.
Los microscopios de Leeuwenhoek constaban de una única lente pequeña y convexa,
montada sobre una plancha, con un mecanismo para sujetar el material que se iba a examinar
(la muestra o espécimen). Este uso de una única lente convexa se conoce como microscopio
simple, en el que se incluye la lupa, entre otros aparatos ópticos.

Partes del microscopio óptico y sus funciones


Ocular: lente situada cerca del ojo del observador. Capta y amplía la imagen formada en los
objetivos.
Objetivo: lente situada en el revólver. Amplía la imagen, es un elemento vital que permite
ver a través de los oculares.
Cabezal: es la cabeza del microscopio que te permite obtener mejores tomas del objetivo.
Condensador: lente que concentra los rayos luminosos sobre la preparación.
Diafragma: regula la cantidad de luz que llega al condensador.
Foco: dirige los rayos luminosos hacia el condensador.
Tubo: es la cámara oscura que porta el ocular y los objetivos. Puede estar unida al brazo
mediante una cremallera para permitir el enfoque.
Revólver: Es el sistema que porta los objetivos de diferentes aumentos, y que rota para poder
utilizar uno u otro, alineándolos con el ocular.
Tornillos macro y micrométrico: Son tornillos de enfoque, mueven la platina o el tubo hacia
arriba y hacia abajo. El macrométrico, permite desplazamientos amplios para un enfoque
inicial y el micrométrico, desplazamientos muy cortos, para el enfoque más preciso. Pueden
llevar incorporado un mando de bloqueo que fija la platina o el tubo a una determinada altura.
Platina: Es una plataforma horizontal con un orificio central, sobre el que se coloca la
preparación, que permite el paso de los rayos procedentes de la fuente de iluminación situada
por debajo.
Pinzas sujetadoras: Dos pinzas, sirven para retener el portaobjetos sobre la platina y un
sistema de cremallera que permite mover la preparación. Puede estar fija o unida al brazo por
una cremallera para permitir el enfoque.
Brazo: Es la estructura que sujeta el tubo, la platina y los tornillos de enfoque asociados al
tubo o a la platina. La unión con la base puede ser articulada o fija.
Base o pie: Es la parte inferior del microscopio que permite que este se mantenga de pie.

Tinción
Una tinción o coloración es una técnica auxiliar utilizada en microscopía para mejorar el
contraste en la imagen vista al microscopio. Los colorantes y tinturas son sustancias que
usualmente se utilizan en biología y medicina para resaltar estructuras en tejidos biológicos
que van a ser observados con la ayuda de diferentes tipos de microscopios. Los diferentes
colorantes pueden ser utilizados para aumentar la definición y examinar grandes cortes de
tejido (resaltando por ejemplo fibras musculares o tejido conectivo), poblaciones celulares
(por ejemplo clasificando diferentes células sanguíneas) o incluso para resaltar orgánulos
dentro de células individuales.
En bioquímica, esto implica agregar un colorante específico (esto significa que se una de
manera selectiva ya sea a ADN, proteínas, lípidos, carbohidratos, etc.) a un sustrato para
cualificar o cuantificar la presencia de un determinado compuesto. Tanto la tinción como el
marcado fluorescente pueden servir para los mismos propósitos.
Diferentes tipos de tinciones biológicas son utilizadas también para marcar células en
citometría de flujo y para marcar proteínas o ácidos nucleicos en electroforesis en gel.
Las tinciones no están limitadas a su uso en materiales biológicos, también pueden ser
utilizadas para estudiar la morfología de otros materiales (por ejemplo, las estructuras
lamelares de polímeros semicristalinos de las estructuras de dominio de bloques de
copolímeros).

Tinción in vivo e in vitro


Una tinción in vivo (tinción vital) es el proceso de teñir tejidos vivos. Al provocar que
determinadas células o estructuras adquieran los colores de contraste, se puede estudiar su
ubicación y morfología mientras están desempeñando su función.
El propósito más común es revelar detalles de la citoestructura que de otra manera no
resultarían evidentes, sin embargo, la tinción vital puede revelar además donde aparece un
determinado producto químico o donde se lleva a cabo una determinada reacción química
dentro de las células o tejidos.
A menudo estas tinciones son llamadas tinciones vitales. Se introducen en el organismo
mientras las células aún se encuentran vivas. Para conseguir el efecto deseado, el colorante
usualmente se utiliza en soluciones muy diluidas que van entre 1:5.000 a 1:50.000. A pesar
de esto las tinciones son eventualmente tóxicas para los organismos, algunas más que otras.
Una tinción in vitro o "supravital" involucra el coloreo de células o estructuras que han sido
removidas de su contexto biológico. Se utiliza a menudo una combinación de varios
colorantes para revelar más detalles y características de las que se obtendrían con la
utilización de uno solo. Combinados con protocolos específicos de fijación y de preparación
de muestras, los científicos y profesionales de la salud pueden utilizar estas técnicas
estandarizadas como una herramienta diagnóstica repetible y consistente. Una contratinción
es una tinción que consigue que las células o estructuras sean más visibles, cuando no se
consigue que sean totalmente visibles con la tinción principal.
Por ejemplo, el cristal violeta tiñe únicamente a las bacterias Gram positivas en la tinción de
Gram. Se utiliza una contratinción de safranina (que colorea todas las células), para permitir
también la identificación de bacterias Gram negativas.
Es de notar que muchas tinciones pueden ser utilizadas tanto en células vivas como en células
fijadas.
Métodos de tinción in vitro
Preparación
Las etapas preparatorias involucradas en una tinción van a depender del tipo de análisis
planeado; bajo estas premisas se puede considerar que algunos o todos de los siguientes pasos
podrían requerirse.
Fijación: esta etapa puede consistir en varios pasos. La fijación es una modificación de las
propiedades fisicoquímicas de las proteínas que forman una célula o tejido y que tiene por
finalidad preservar las formas de las células o tejidos tanto como sea posible. A veces se
puede utilizar una fijación por calor para matar, adherir y alterar un espécimen de modo que
acepte la tinción.
La mayor parte de las veces se utiliza un fijador químico. Los fijadores químicos en general
causan la formación de enlaces cruzados entre proteínas, o entre proteínas y otras sustancias
presentes en la muestra, incrementando su resistencia mecánica. Entre los fijadores químicos
más comunes se encuentran el formaldehído, etanol, metanol, y/o el ácido pícrico. Pequeños
bloques de tejido pueden ser embebidos en parafina o algún polímero, proceso conocido
como inclusión, para incrementar su resistencia y estabilidad, y para hacer más fácil cortarlos
en rodajas extremadamente delgadas, ya que cuanto más delgado es un corte histológico, más
definición se obtiene en las imágenes microscópicas.
Permeabilización: este paso implica el tratamiento de las células con un surfactante suave.
Este tipo de tratamiento tiene como finalidad disolver la membrana celular para permitir que
las grandes moléculas de colorante puedan acceder a las estructuras del interior de las células.
Montaje: frecuentemente implica adherir los cortes histológicos a un portaobjetos de vidrio
para su observación al microscopio o análisis. En algunos casos, se puede cultivar a las
células directamente sobre le portaobjetos. En muestras de células sueltas, como las que se
presentan en un extendido de sangre o de fluidos biológicos, la muestra puede ser aplicada
directamente sobre el portaobjetos.
Para piezas de tejido de mayor tamaño, se utiliza un micrótomo que corta la muestra en
rodajas sumamente delgadas. Estas rodajas son luego adheridas al portaobjetos por medio de
una substancia que funciona como pegamento, ya sea una resina transparente, gelatina o clara
de huevo. El montaje tiene por finalidad aumentar la resistencia mecánica de una muestra
que de otra manera sería extremadamente frágil, para que soporte el proceso de teñido
conservando lo más posible su estructura original.
Tinción adecuada
En su forma más simple, el verdadero proceso de tinción puede implicar la inmersión de la
muestra (antes o después de la fijación y el montaje) en la solución colorante, seguido del
aclarado que es un lavado para eliminar el exceso de colorante y la observación. Muchos
tintes, sin embargo, requieren del uso de un mordiente, esto es, un compuesto químico que
reacciona con el colorante para formar un precipitado coloreado insoluble. Cuando la
solución de colorante en exceso se elimina durante el aclarado, la tinción mordentada
permanece.
La mayoría de los colorantes utilizados en microscopía se encuentran disponibles como
colorantes certificados. Esto significa que los colorantes ofrecidos por el fabricante han sido
evaluados por un organismo independiente, la Biological Stain Commission, y que este
organismo ha determinado que el producto ofrecido cumple o excede ciertos estándares de
pureza, concentración de sustancia colorante y desempeño en las técnicas de tinción
empleadas. Muchos colorantes presentan una composición diferente entre diferentes
fabricantes. La utilización de colorantes certificados elimina una fuente de resultados
inesperados.
Tinción directa
Hablamos de tinción directa cuando el colorante interacciona directamente con el sustrato,
sin otro tratamiento previo.
Tinción indirecta
Se denomina de este modo a las tinciones que hacen uso de un mordiente. Un mordiente
habitual es el ácido tánico.
Colorantes
La molécula de un colorante tiene normalmente dos componentes importantes: uno que
aporta el color, denominado cromógeno, y otro que posibilita la unión a elementos del tejido
denominado auxocromo. El cromóforo es la organización molecular dentro del cromógeno
responsable de la absorción de un espectro determinado de longitudes de onda.
El auxocromo que se une al cromógeno puede influir en su coloración y muchos colorantes
tienen más de un grupo auxocrómico. El auxocromo puede ser un grupo ionizable, un grupo
que reacciona químicamente con iones metálicos (mordientes) o puede reaccionar
químicamente con el sustrato, en este caso el tejido. Los colorantes son normalmente
hidrosolubles, aunque hay colorantes que carecen de grupos ionizables y sirven para teñir
sustancias grasas, como gotas de lípidos.
Según la naturaleza química del cromóforo hay varios tipos de colorantes: nitrosos, ozoicos,
derivados de la antroquinona, derivados de la acridina, derivados de iminas quinónicas,
derivados de diferrilmetano y triferrilmetano, derivados del xanteno y derivados de las
talocianinas.
Según la naturaleza química del radical auxocromo los colorantes se clasifican en:
Básicos: son sales en las que la base, normalmente una amina, aporta el color, mientras que
la parte ácida es incolora. Es decir, son colorantes catiónicos. Tienen apetencia por sustancias
ácidas del tejido como el ADN o ciertos componentes de la matriz extracelular como los
glicosaminoglicanos. La unión es por atracción eléctrica. Así, ponen de manifiesto el núcleo
y el ARN, sobre todo el ARN ribosómico presente en los ribosomas por ser muy abundante,
así como ciertas matrices extracelulares ricas en componentes ácidos. Ejemplos de colorantes
básicos son la tionina, safranina, azul de toluidina, el azul de metileno o la hematoxilina.
Ácidos: son sales con el anión coloreado y la base incolora. Son derivados de grupos
sulfónicos, carboxilos o hidroxilos fenólicos. Tienen apetencia por sustancias básicas, sobre
todo estructuras proteicas localizadas en el citoplasma celular y también por el colágeno de
la matriz extracelular. La unión es por atracción eléctrica. Ejemplos de colorantes ácidos son
la fucsina ácida, verde rápido, naranja G o la eosina.
Colorantes mordientes: son aquellos que se usan en combinación con sales metálicas, que
actúan como mordiente. Estas sales se pueden emplear junto con el colorante, antes o
después. En algunos casos el colorante mordiente puede ser también aniónico o, menos
frecuentemente, catiónico. Normalmente se emplean para teñir los núcleos. Por ejemplo, la
hematoxilina férrica de Heidenhain.
Neutros: poseen una porción ácida y otra básica, ambas con capacidad para aportar color.
Por tanto un mismo colorante puede teñir tanto las partes básicas como las ácidas de los
tejidos. Por ejemplo, el eosinato de azul de metileno.
Indiferentes o hidrofóbicos: realmente no se unen a elementos de los tejidos por afinidad
química sino porque se disuelven en ellos. Por ejemplo, el colorante Sudán se disuelve en los
lípidos y por tanto teñirá a las gotas de lípidos, especialmente en los adipocitos.
Los colorantes usados en histología se emplean a muy altas concentraciones y la cantidad
que se une al tejido es realmente pequeña. Por eso, una solución de colorantes se puede usar
muchas veces sin que se agote.
La manera en cómo se consigue una tinción adecuada se puede dividir en dos tipos:
progresiva y regresiva. La tinción progresiva consiste en obtener una coloración adecuada
controlando el tiempo de la sección en el colorante, de modo que a más tiempo más
coloración. La tinción regresiva consiste en la eliminación lenta de colorante de una tinción
que ha sido teñida en exceso. Esta eliminación se consigue normalmente con soluciones
alcohólicas y al proceso se le denomina desteñido. La concentración de la solución y tiempo
de diferenciación nos aporta la coloración adecuada.
Tinciones más comunes
1. Hematoxilina-Eosina
Es una tinción topográfica y se utiliza para poner en evidencia las características estructurales
del tejido. Mientras que la hematoxilina tiñe de color azul, la eosina produce un color rosado.

2. Azul de toludina
Este tipo de tinción es útil para la identificación de núcleos y, claro, lo tiñe todo de azul.

3. Ticrómico de Gomori
Esta técnica se usa para teñir fibrina, tejido muscular y citoplasma y colorea en verde o rojo
dependiendo del tejido.
4. Tricrómico de Masson
Esta modalidad de tinción se utiliza sobre todo para tejido conjuntivo. Las fibras de colágeno
se tiñen de azul/verde, el citoplasma se vuelve rojo/rosa, los eritrocitos rojos y los núcleos se
colorean en negro.

5. Tricrómica de Mallory
Al igual que el tricrómico de Masson, se usa también para teñir tejido conjuntivo, pero en
este caso el núcleo se tiñe de rojo y las fibras de colágeno de color azul intenso.

6. Weigert para elastina


Su uso específico es la coloración de fibras elásticas, que se tiñen de azul/negro.
7. Azan de Heidenhain
Este compuesto resulta de la mezcla entre el azocarmín y el azul de anilina y sirve para
distinguir entre las células y los componentes extracelulares. Más específicamente, tiñe de
rojo las fibras musculares y de azul intenso el cartílago y la matriz ósea.

8. Impregnación argéntica
Tiñe las fibras reticulares y las nerviosas de color negro.

9. Wright
Esta técnica de tinción se usa para el teñido de células sanguíneas. Los gránulos de neutrófilos
adquieren un color púrpura o rosa, los gránulos de eosinófilos se tiñen de rojo brillante o
anaranjado, los gránulos de basófilos se quedan en un púrpura intenso y los gránulos de
plaquetas se colorean de rojo.
10. Orceína
Se utiliza para teñir fibras elásticas, dejando el núcleo de un color azul intenso, los eritrocitos
de rojo brillante y las fibras colágenas en rosa.

11. Azul de metileno


El azul de metileno se utiliza para teñir células de animales y vegetales, para hacer más
visibles sus núcleos. Es también utilizado para teñir los extendidos de sangre para ser
utilizados en citología y como colorante vital en el recuento de reticulocitos.

12. Azul de Nilo


El Nile Blue o Nile blue A, es decir, azul Nilo, tiñe los núcleos de color azul. También puede
ser utilizado para teñir células vivas.
13. Bismarck brown
Bismarck brown (Marrón Bismarck, también conocido como Bismarck brown Y o
Manchester brown) imparte un color amarillo a las mucinas ácidas. Se puede utilizar con
células vivas.

14. Carmín de Best


El carmín es un colorante natural de origen animal, de un intenso color rojo que puede ser
utilizado como sal de litio para teñir glicógeno, mientras que las sales de alumbre-carmín son
colorantes que se adhieren al núcleo. Las tinciones con carmín requieren del uso de un
mordiente, que usualmente es aluminio o alumbre.

15. Cristal violeta


El cristal violeta, al ser combinado con un mordiente adecuado, tiñe las paredes celulares de
color púrpura. El cristal violeta es un componente importante en la coloración de Gram.
16. Eosina
La eosina se utiliza más frecuentemente como contracoloración de la hematoxilina,
impartiendo un color que va del rosado al rojo al material citoplasmático, membrana celular,
y algunas estructuras extracelulares. Además imparte un fuerte color rojo a los eritrocitos. La
eosina puede ser utilizada también en algunas variantes de la coloración de Gram, y en
muchos otros protocolos de tinción. De hecho existen dos compuestos muy estrechamente
relacionados (aunque no iguales) conocidos como eosina. El más frecuentemente utilizado
es la eosina Y (también conocida como eosina amarillenta) ya que posee una tonalidad
amarillenta muy suave. El otro compuesto conocido como eosina es la eosina B, también
conocida como eosina azulada o rojo imperial, la cual posee una suave tonalidad azul. Los
dos colorantes son intercambiables, y el la utilización de uno u otro es más una cuestión de
preferencia y tradición.

17. Fucsina ácida


La fucsina ácida puede ser utilizada para colorear colágeno, músculo liso o mitocondrias.
Forma parte de la coloración tricrómica de Mallory donde se utiliza para colorear núcleo y
citoplasma. En la tinción de Van Gieson (picrofucsina), la fucsina es la responsable de dar el
color rojo a las fibras de colágeno. También es una coloración tradicional para colorear
mitocondrias (método de Altmann).
18. Lugol
El yodo se utiliza en química analítica como indicador para el almidón y otros polisacáridos.
Cuando se mezcla almidón con una solución de yodo, se desarrolla un color intensamente
azul, representando la formación del complejo de inclusión yodo/almidón. El almidón es una
sustancia muy común en la mayor parte de las células vegetales, de modo que una solución
diluida de yodo puede colorear el almidón presente en las células. El yodo también es
componente de la coloración de Gram utilizada en microbiología. La solución de Lugol o
Lugol yoduro (IKI) es una solución de color marrón que se torna negra en presencia de
almidones y puede ser utilizada para colorear células, haciendo más visible el núcleo. En la
coloración de gram el yoduro se utiliza como mordiente, aumentando la capacidad del
colorante para entrar en las células a través de los poros presentes en la membrana o pared
celular.

19. Naranja de acridina


El naranja de acridina es un colorante fluorescente, catiónico y selectivo para ácidos
nucleicos útil para demostraciones sobre el ciclo celular. Es capaz de atravesar la membrana
celular e interactúa con el ADN y el ARN por intercalación o interacciones electrostáticas.
Cuando se une al ADN presenta un espectro muy similar al de la fluoresceína. Al igual que
la fluoresceína, se puede utilizar también como una tinción inespecífica para dar un trasfondo
fluorescente (contraste) a tinciones convencionales en la superficie de muestras sólidas de
tejidos (coloración de contraste fluorescente)
20. Plata
Una tinción argéntica es el uso de plata para colorear preparados histológicos. Este tipo de
coloración es especialmente importante para demostrar proteínas (por ejemplo el colágeno
tipo III) y ADN. Se utiliza para facilitar la visualización de ambas sustancias tanto dentro
como fuera de las células. También se utiliza la tinción argéntica en la electroforesis en gel
en gradiente de temperatura.
Algunas células argentafines reducen las soluciones de plata a plata metálica, luego de la
fijación con formalina. Este método fue descubierto por el fisiólogo italiano Camillo Golgi,
utilizando una reacción entre el nitrato de plata y el dicromato de potasio, para precipitar
cromato de plata en algunas células (método de Golgi).
Otras células son argirofílicas: sólo reducen la plata a su forma metálica, luego de ser
expuestas a una tinción que contiene un agente reductor como la hidroxiquinona o formalina.

21. Rodamina
La rodamina es una tinción fluorescente específica para proteínas utilizada comúnmente en
microscopía fluorescente.
22. Rojo neutro
El rojo neutro (toluylene red) colorea de rojo a los cuerpos de Nissl. Con frecuencia se utiliza
como contracoloración en otras técnicas de tinción.

23. Safranina
La safranina (o safranina O) es un colorante nuclear. Colorea los núcleos celulares de rojo, y
se utiliza principalmente como contracoloración. También puede ser utilizada para darle una
coloración amarilla al colágeno.

24. Tetróxido de osmio


El tetróxido de osmio se utiliza en microscopía óptica para colorear lípidos. Se disuelve con
facilidad en las grasas y se reduce a osmio metálico al interactuar con material orgánico,
dejando un color marrón o negro característico.
25. Verde de metilo
El verde de metilo se utiliza frecuentemente en microscopia de campo claro, para teñir la
cromatina de las células y facilitar así su visualización.

26. Verde malaquita


El verde malaquita (conocido también como diamond green B o victoria green B) puede ser
utilizado como contracoloración azul-verdosa en combinación con la safranina un ejemplo
es la Tinción de Schaeffer-Fulton para bacterias. También se puede utilizar directamente para
colorear endosporas.

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