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Tarea Ayudame A Pagar El Precio
Tarea Ayudame A Pagar El Precio
DEPARTAMENTO DE MISIONERITAS
IGLESIA BELEN
Este libro hace referencia a la obra del espíritu Santo la cual nos insta a pagar un precio
por el Sacrificio que hizo nuestro Señor Jesucristo.
Nos muestra el precio que han pagado varios personajes del Antiguo testamento, pero
uno de los mas grande ejemplos la cual no puso excusa ni barreras a lo que Dios mando
fue el ejemplo de Jesús la cual no escatimo ni su propio cuerpo y vida y fue ejemplo de
hombre que no tuvo mancha, ni pecado tras ser tentado y ultrajado.
El precio de la obediencia
La historia de Jonás muestra que la gracia de Dios es infinita y que está dispuesto a
perdonar y restaurar a los que se arrepienten de sus pecados. La historia de Jonás
también revela la soberanía de Dios sobre la naturaleza y su habilidad para usar incluso
los eventos más inesperados para lograr sus propósitos.
José también tuvo que esperar para que los sueños, QUE EL SEÑOR LE HABÍA DADO,
se hicieran realidad. Sus sueños parecerían ser una parte innecesaria de la historia. Dios
podría haber logrado TODO LO QUE TENÍA PLANEADO, sin tener que darle ningún
anticipo.
¿Pero cómo ascendió José a la prominencia? No regañando a los egipcios por su idolatría,
o por lo mal que lo habían tratado. ¡NO! FUE A TRAVÉS DE SU PACIENTE
RESISTENCIA AL SUFRIMIENTO QUE SE ENFRENTÓ. Y por estar abierto a la
sabiduría y revelación de Dios
Dios estaba con José, en parte, para que un día, Él pudiera estar con todas las personas
a través de Su Hijo. Una de las lecciones que aprendemos de la historia de José es
que Dios ama a la humanidad y que cumplirá Su promesa de bendecir al mundo a través
de Abraham, pase lo que pase.
Dios estaba con José, en parte, para que un día, Él pudiera estar con todas las personas
a través de Su Hijo. Una de las lecciones que aprendemos de la historia de José es
que Dios ama a la humanidad y que cumplirá Su promesa de bendecir al mundo a través
de Abraham, pase lo que pase.
Ese muchacho era David, un pastor de ovejas que se convirtió en rey y escribió muchos
de los salmos. ¿Qué podemos aprender del ejemplo de este joven pastor?
David era temerario. Mató un oso, un león y a Goliat, el gigante filisteo. David, hombre
fiel, restauró la honra a Dios ante un Israel temeroso y un arrogante pueblo pagano.
Venerando a Dios, sirvió al celoso rey Saúl, quien sufría de paranoia y trató de matarlo.
Para honra de Dios, David condujo a Israel a la victoria en muchas batallas. Su fidelidad
hizo que Jonatán, príncipe heredero, lo ayudara a ascender al trono en su lugar.
No obstante, David no era inmune a las tentaciones de la carne. Cometió adulterio con
Betsabé, y además mandó matar a su esposo Urías. Dios castigó públicamente a David
por sus pecados, de los cuales se arrepintió profundamente (Salmos 51).
Dios perdonó a David, pero le advirtió que su falta de dominio propio daría como resultado
continuos disturbios dentro de su propia familia. Más tarde David tuvo que huir de su
hijo Absalón cuando éste intentó usurpar el reino. El rey se acongojó como un verdadero
padre cuando esta rebelión le costó la vida a Absalón. Después, cuando David levantó un
censo de sus ejércitos antes de ir a la guerra, Dios castigó a Israel por este acto de
incredulidad. Éste era el rey David, hombre de acciones justas y también de
imperfecciones.
Una clave del éxito de David y de su estrecha relación con Dios se halla en el Salmo 51.
Allí encontramos un corazón conforme a Dios muy dentro del pecho de un contrito
pecador (Hechos 13:22). Su humilde actitud le ayudó a entender el propósito de Dios
para la humanidad.
Jacob dejó su casa para escapar de su hermano Esaú, que estaba enojado. El padre de
Jacob lo bendijo para que encontrara una mujer que amara a Jehová y guardara Sus
mandamientos, y se casara con ella.
Jehová le prometió a Jacob que tendría muchos hijos. Por medio de los hijos de Jacob,
las familias de la tierra serían bendecidas al conocer al Salvador. La familia de Jacob
en los últimos días se llama la casa de Israel.
Jacob aceptó trabajar siete años para Labán, el padre de ella, si le permitía casarse con
Raquel. Labán estuvo de acuerdo. Jacob trabajó durante siete años. Pero Labán quería
que Lea, su hija mayor, se casara primero. Durante la boda, Labán engañó a Jacob e hizo
que se casara con Lea, pero Jacob amaba a Raquel. Prometió trabajar otros siete años
si también podía casarse con ella. Labán estuvo de acuerdo y la familia de Jacob comenzó
a crecer. Este fue el precio que pago Jacob.
Moisés llegó a lo alto del monte y vivió un emocionante encuentro con Dios, donde le fue
encomendada una difícil misión: Liberar al pueblo hebreo de la tiranía de Egipto, junto
a su hermano Aarón.
Jehová levantó a Moisés para que llevara a cabo una misión divina que incluía no
sólo liberar físicamente a Israel sino también enseñarles cómo ser liberados
espiritualmente. Su ministerio se extendió más allá de los límites de su propia vida
terrenal. Si pago el precio aun que al inicio puso muchas excusas su obediencia permia
que Dios le usara para los más grandes propósitos divinos y pudo ver las maravillas del
Dios todo poderoso. Así mismo Dios espera nuestra obediencia a Él para que use
nuestras vidas de manera extraordinaria mejor de lo que nos podríamos imaginar.