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Bernal, Hernando - Sobre La Teoria Del Vinculo en Enrique Pichón Riviere
Bernal, Hernando - Sobre La Teoria Del Vinculo en Enrique Pichón Riviere
La teoría del vínculo de Enrique Pichón Rivière tiene como fuente principal a la
teoría de las relaciones de objeto que imperaba en el discurso kleiniano a finales
de los años cincuenta. Pichón estaba muy interesado en poner a prueba el
psicoanálisis con experiencias de trabajo social, y aseguraba que dicho trabajo le
proporcionaría al psicoanálisis la verificación y confrontación necesarias para
contribuir en el desarrollo de la psicología social. “Es imposible realizar una labor
en profundidad si se prescinde del método psicoanalítico, así como es imposible
que este método tenga una operatividad científica definida si no se lo confronta y
verifica permanentemente con un trabajo social paralelo”.2
Para ver claramente como Pichón responde a la teoría de las relaciones de objeto
con su teoría del vínculo, veamos las características que éste último tiene, las
cuales ayudan a definir claramente este concepto central de la psicología social
pichoniana.
1
Pichón−Rivière. Teoría del vínculo. Nueva Visión. 21ª edición, octubre de 2000. Buenos Aires.
2
Pichón−Rivière. Teoría del vínculo. Nueva Visión. 21ª edición, octubre de 2000. Buenos Aires. Pág.
21−22.
3
Adamson, Gladis. Vínculo. Clase dictada en la Escuela de Psicología Social del sur de Quilmes, el
día 3 de julio de 1998. Documento de circulación en la Escuela. Pág. 1.
más allá de la psicología de las relaciones de objeto. En ésta, lo que
interesa es la relación de un sujeto con un objeto, en una relación
unidireccional, en donde lo que se estudia es cómo el sujeto afecta al
objeto. En cambio Pichón Rivière hace de este vínculo entre un sujeto y
otro, una relación bidireccional, de tal manera que lo que se estudia en
la psicología social es cómo un sujeto se relaciona con un objeto −que
en este caso es otro sujeto− y viceversa: cómo este objeto−sujeto afecta
al sujeto que establece un vínculo con él.
Sujeto Objeto
Bidireccionalidad y mutua
afectación
4
Mejía, María Paulina. El ECRO y su concepción de sujeto en Enrique Pichón−Rivière. EN: Poiésis
#5. Revista electrónica del Programa de Psicología con énfasis en Psicología Social de la Funlam.
http://di.amigomed.edu.co/poiesis.
2
sirve para diferenciar claramente el campo de intervención de la
psicología social y el del psicoanálisis.
5
Adamson, Gladys. Ibíd.
3
organismo más inmaduro que nace en la naturaleza, y necesita de la
madre para seguir vivo; tal es su desamparo.
6
“Cuando se habla de ECRO se refiere a un esquema conceptual y referencial operativo.
¿Qué significa lo anterior? Iniciemos por el último término: lo operativo. Ello quiere decir que el
autor en cuestión construyó un aparato conceptual cuyo objetivo fundamental era su aplicación.
Ello quiere decir que no es del interés de Pichón la elucubración teórica, sino su puesta en escena
en la realidad social. Esto es lo que le da su pertinencia y validez social. Para él un concepto es
importante en tanto sea operativo. Esto a su vez se constituye en la tarea explicita de la técnica de
los grupos operativos: operativizar los conceptos que se trabajen, más que repetir la teoría. Ahora
bien, es claro que para poder aplicar, el sujeto en cuestión tiene que tener algún nivel de claridad
sobre los conceptos de los que se ocupa.
Sobre el término "esquema conceptual y referencial", se me antoja una analogía. Cada sujeto
construye un esquema referencial desde el cual interpreta la realidad, esquema que no es
conceptual sino ideativo, pues el concepto supone un constructo que da cuenta de un rasgo que se
repite en un conjunto de fenómenos sociales, siendo estos compartidos por una comunidad
científica, y por tanto monosémicos. Al contrario, una idea es singular y polisémica. Lo anterior
supone que Pichón construyó un conjunto de conceptos que le dan origen a un cuerpo teórico, el
cual se constituye en el referente para interpretar distintos fenómenos sociales, cuerpo del cual se
puede servir un psicólogo social”. [María Paulina Mejía. Ibíd.]
7
Adamson, Gladis. Ibíd. Pág. 3.
4
objeto. El vínculo es complejo por varias razones, y la primera es que
hay más de dos elementos en juego. De hecho se trata de una
estructura triangular, es decir que hay un tercero en juego en la relación
sujeto a sujeto; “…el gran tercero de todo vínculo es la cultura”.8 Esto
nos conduce a la siguiente característica del vínculo.
8
Ibíd. Pág. 4.
5
elementos en juego en la estructura, por eso es posible intervenir sobre
uno o varios de los elementos de la estructura que están vinculados
entre sí, pudiéndose lograr un cambio en los otros elementos de la
estructura, un cambio que de hecho, puede llegar a hacer historia.
9
Véase para esto el texto de Lacan “El estadio del espejo como formador de la función del yo (je)
tal como se nos revela en la experiencia psicoanalítica”. En: Escritos 1. Siglo XXI editores. México,
1984.
6
vínculo patológico en Pichón−Rivière. Él va a partir de la observación de los
vínculos entre los sujetos y, apoyándose en la más clásica terminología
psicoanalítica y psiquiátrica, le da nombre a cada uno de los vínculos patológicos
que observa. Son los siguientes:
10
Pichón−Rivière. Ibíd. Pág. 22−23.
11
Ibíd. Pág. 23.
12
Ibíd. Pág. 25.
13
Ibíd.
7
trabajó. Se caracteriza por una determinada viscosidad,14 una determinada
tenacidad y una determinada destructividad. Es un vínculo referido
específicamente al sujeto que padece de ataques de epilepsia.
2.9. El vínculo regresivo: sucede cuando hay despersonalización o
negación de la mismidad; está enmarcado por tanto dentro de los cuadros
psicóticos, aunque, al igual que los demás vínculos, estamos autorizados a
generalizar este tipo de vínculo a cualquiera donde se presente dicha
característica.
2.10. El vínculo de la confusión: “...es en realidad el vínculo con el
sueño”15, dice Pichón.
Pichón−Rivière advertirá que en el centro de todo vínculo hay una relación con un
objeto, ya se trate de un objeto interno o externo. Es decir que la relación de
14
Para los «casos resistentes», Freud emplea la expresión «viscosidad de la libido». Adviértase la
coincidencia: la palabra «viscosidad» se aplica por lo general al supuesto carácter epiléptico de un
sujeto.
15
Pichón−Rivière. Ibíd. Pág. 32.
8
objeto “es la estructura interna del vínculo”.16 Si la teoría del vínculo de Pichón es
más compleja, es porque esta incluye la conducta del sujeto. Dice Pichón:
“Podemos definir el vínculo como una relación particular con un objeto; de esta
relación particular resulta una conducta más o menos fija con ese objeto, la cual
forma un pattern, una pauta de conducta que tiende a repetirse automáticamente,
tanto en la relación interna como en la relación externa con el objeto.”17
Se tiene pues así, dos campos psicológicos del vínculo: un campo externo y uno
interno. En el campo externo el sujeto se relaciona con objetos externos, es decir,
fundamentalmente con otros sujetos y eventualmente con cosas. En el campo
interno el sujeto sostiene relaciones con objetos internos: objetos de sus ideas,
pensamientos, fantasías o sueños. A la psicología social lo que le va a interesar es
el campo externo, es decir, los vínculos externos del sujeto con objetos externos.
Al psicoanálisis y a la psiquiatría lo que les interesa es el campo interno: el vínculo
interno del sujeto con objetos internos. Pero si bien Pichón delimita estos dos
campos de intervención, el uno para la psicología social y el otro para el
psicoanálisis y la psiquiatría, no por esto él va a abandonar al psicoanálisis, por el
contrario. Pichón va a instaurar un lazo muy estrecho entre éstos dos campos,
estableciendo un principio para su ECRO. Dicho principio dice así: «El vínculo
interno condiciona los vínculos externos del sujeto»; él lo dice en estos términos:
“el vínculo interno está entonces condicionando aspectos externos y visibles del
sujeto”.18 Así pues, el carácter19 o la manera habitual de comportarse un sujeto, se
comprende por la relación de objeto interna de éste.
16
Ibíd. Pág. 35.
17
Ibíd.
18
Ibíd. Pág. 36.
19
Pichón define el carácter de una persona como “la manera que tiene de relacionarse con el
objeto interno” [Ibíd.]
9
introductorio a la Psicología de las masas y análisis del yo de 1921 de Sigmund
Freud ya mencionado. Lo cito completo:
“La oposición entre psicología individual y psicología social o de las masas, que a primera
vista quizá nos parezca muy sustancial, pierde buena parte de su nitidez si se la considera
más a fondo. Es verdad que la psicología individual se ciñe al ser humano singular y estudia
los caminos por los cuales busca alcanzar la satisfacción de sus mociones pulsionales. Pero
sólo rara vez, bajo determinadas condiciones de excepción, puede prescindir de los vínculos
de este individuo con otros. En la vida anímica del individuo, el otro cuenta, con total
regularidad, como modelo, como objeto, como auxiliar y como enemigo, y por eso desde el
comienzo mismo la psicología individual es simultáneamente psicología social en este
sentido más lato, pero enteramente legítimo.”20
20
Freud, S. Psicología de las masas y análisis del yo (1921). Vol. XVIII. Obras completas. Amorrortu
editores. Buenos Aires, 1979. Pág. 67.
21
Ibíd.
22
Ibíd.
10
Volviendo a la teoría del vínculo en Pichón, en un comienzo los objetos que son
internos en el sujeto, y que condicionan sus vínculos, fueron en un comienzo
externos. Para que un objeto externo llegue a ser interno debe ser introyectado
por el sujeto, y a su vez, el vínculo con un objeto interno puede ser proyectado a
un objeto externo. Se trata de una lógica basada en la teoría de las relaciones de
objeto inglesa −Melanie Klein−, en la que hay un interjuego de proyección e
introyección de objetos.
Introyección Proyección
Sujeto objeto
Determina
Vínculo
Interno Vínculo Interno:
Psiquiatría y
psicoanálisis
11
conocimiento y la comprensión de la relación o vínculo (del sujeto) con el objeto
malo (interno)”.24
Si bien Pichón parte de esta teoría de las relaciones de objeto, la cual tiene una
fundamentación esencialmente kleiniana, él va a aclarar que la relación de objeto
como tal, es interna al vínculo, de tal manera que la noción de vínculo en Pichón,
es más abarcativa y concreta, en la medida en que incluye a la conducta. De la
relación particular con un objeto resulta una conducta más o menos fija con ese
objeto, de tal manera que el vínculo con el objeto interno es el que va a
determinar la conducta estereotipada del sujeto.
24
Ibíd. Pág. 42.
25
Ibíd. Pág. 47.
12
5.2. Cada vínculo “tiene una significación particular para cada
individuo”.26 Cada vínculo tiene una significación particular para cada
sujeto, incluyendo los vínculos que el sujeto establece con los objetos que lo
rodean y que él ha libidinizado, es decir, que es objeto de su interés –un
libro, un encendedor, una silla, una mesa, la casa, el automóvil, etc.−. Si
bien la psicología social psichoniana hace énfasis en los vínculos del sujeto
con otros, de todos modos no se olvida de los vínculos que los sujetos
establecen con objetos inanimados, a los cuales también se apega.
26
Ibíd.
27
Ibíd.
28
Ibíd. Pág. 48.
29
Ibíd.
13
sujeto está, como vimos claramente, implicado, como sucede, por ejemplo,
con una conducta perversa, la cual estaría más cerca del Ello que del Yo o el
Superyó. Así pues, la personalidad de un sujeto resulta de la relación
particular que él establece con un objeto animado o inanimado.
30
Ibíd. Pág. 49.
14
El vínculo también es investigable, y la investigación permanente de los
vínculos es labor de todo psicólogo social. Según Pichón, existen tres
dimensiones de la investigación en Psicología Social:
5.5.1. Investigación psicosocial: es la investigación del sujeto en la medida
en que establece vínculos con otros sujetos, es decir, que parte del
sujeto hacia fuera; recuérdese que el vínculo es la mínima unidad de
análisis de la psicología social, por eso no se estudia al individuo solo,
sino en la medida en que se vincula con otros.31
5.5.2. Investigación sociodinámica: tiene como objeto de estudio al grupo
como estructura. Es la investigación de los pequeños grupos, como la
familia, en los que la estructura que los determina es tal que, si uno de
los elementos de la estructura se modifica, esto tendrá efectos en los
otros elementos de la estructura.
5.5.3. La investigación institucional: es la investigación de los grandes
grupos; toma como objetos de investigación a las grandes instituciones
o a todo un país inclusive. Estos tres tipos de investigación se
interrelacionan entre sí.
31
Se podría decir entonces que la mínima unidad de análisis del psicoanálisis es el sujeto, en la
medida en que está determinado por lo simbólico, y su modo particular de alcanzar la satisfacción
de sus mociones pulsionales. Lacan escribió una fórmula para esto: $ ◊ a. Es la fórmula del
fantasma fundamental, la cual nos muestra al sujeto dividido por el significante en relación con un
objeto pulsional con el que se satisface.
32
Pichón−Rivière. Ibíd. Pág. 49.
15
proyección un determinado objeto interno”,33 de tal manera que, en el
dispositivo analítico, el analista “llega a tener las características de una
figura anterior”.34 Gracias al vínculo transferencial, el sujeto puede revivir un
vínculo primitivo que el sujeto tiene con objetos internos primarios,
constituidos en su infancia.
33
Ibíd.
34
Ibíd.
35
Pichón−Rivière. Ibíd. Pág. 51.
36
En el seminario 24, inédito, dice Lacan: “Se trata ahí de un parasitismo −en el útero de la mujer,
el niño es parásito, todo lo indica, hasta el hecho de que algo puede andar muy mal entre ese
parásito y ese vientre”.
37
Pichón−Rivière. Ibíd.
16
Indudablemente, si el niño llega a experimentar tal angustia, es porque su
madre se la ha transmitido, de tal manera que, muy probablemente, nos
encontramos con una de esas madres sobreprotectoras e hipervigilantes,
esas que están permanentemente revisando si el niño respira, porque
piensan que en cualquier momento se puede morir.
17
que el sujeto existe. Al respecto dice Pichón: “Nuestros pensamientos, nuestras
ideas, nuestro contexto general es en realidad una representación particular e
individual de cómo ha sido el mundo captado por nosotros de acuerdo con una
fórmula personal, de acuerdo con nuestra historia personal y con la manera en que
actúa ese medio sobre nosotros y en que actuamos nosotros sobre él”.39
39
Ibíd.. Pág. 57.
18
éste los controla menos”.40 En efecto, uno de los fines de la intervención en la
psicología social, es que el sujeto pueda llegar a tener el control de sus conductas,
y uno de sus propósitos es hacer manifiesto lo latente.
40
Pichón−Rivière. Ibíd. Pág. 58.
41
Ibíd. Pág. 81.
19
rectificación de sus conductas estereotipadas, aprender a corregirlas y cambiarlas
por nuevos esquemas de conducta.
42
Ibíd. Pág. 110.
43
Ibíd. Pág. 57.
44
Ibíd. Pág. 58.
20
Pichón aclara que las palabras “racional” e “irracional” “…deben ser consideradas
en términos de vínculo, como grados de esclarecimiento o grados de conocimiento
de la naturaleza del vínculo”.45 Si bien pareciera que Pichón asociara lo
inconsciente con lo irracional, lo cual no es exacto si se piensa que el inconsciente
tiene su propia lógica y su propia manera de “pensar”; por eso, esta última
aclaración le da sentido a esos dos términos e indica claramente uno de los
propósitos de la intervención en Psicología Social: volver racional un vínculo
irracional, es decir, hacer explícito lo implícito, o si se quiere, hacer consciente lo
inconsciente. Inclusive, Pichón llega a definir clara y sencillamente a la «neurosis»
“…por la preponderancia de un vínculo irracional que es operante en la práctica
[…] en (la) relación (del sujeto) con el mundo”.46
45
Ibíd.
46
Ibíd.
47
Ibíd.
21
comprenderse como un sistema de cierre y apertura que funciona dialécticamente.
Se cierra en determinado momento y luego se abre para volver a cerrarse
posteriormente. Si el pensamiento queda demasiado tiempo cerrado en una
48
determinada estructura, se estereotipa y se hace formal”. De lo que se trata,
entonces, es de que el sujeto pase de un pensamiento formal, “…representado por
un círculo vicioso…”49, a uno pensamiento dialéctico, el cual se caracteriza por una
transformación permanente en la que se pasa de lo cerrado a lo abierto
permanentemente.
48
Ibíd. Pág. 97.
49
Ibíd. Pág. 86.
50
Ibíd. Pág. 58.
51
Pichón−Rivière. Ibíd. Pág. 59.
22
regresión no consiste, entonces, en el retorno del sujeto a un estado del pasado,
sino en el «regreso» de algo del pasado, al presente. Es más una actualización de
formas de relación o vínculos con objetos primitivos en el presente.
7. El campo psicológico.
52
Ibíd.
53
Ibíd.
23
Lo que Pichón va a denominar el «campo psicológico», es el objeto central de las
investigaciones en psicología social. “El campo psicológico es el campo de las
interacciones entre el individuo y el medio”,54 por eso el objeto de la psicología
social es el campo de esta interacción.
Según Lagache, este campo psicológico ofrece al investigador seis clases de datos,
los cuales Pichón va a tener siempre muy en cuenta en el momento de abordar un
grupo o de trabajar con el dispositivo del grupo operativo. Estos datos son:
54
Ibíd. Pág. 61.
55
Ibíd. Pág. 62.
56
Ibíd.
24
7.4. Las modificaciones somáticas objetivas: Son todos los signos que se
observan en el cuerpo del sujeto y que hablan de su estado de ánimo o sus
sentimientos. El sudor de las manos y las axilas, las manos frías, la dilatación de
las pupilas, el timbre de la voz, etc., son modificaciones somáticas observables que
dan indicios de lo que puede estar pasando con el sujeto en un determinado
momento: si está nerviosos, angustiado, estresado o enamorado, por ejemplo.
7.5. Los productos de la actividad del sujeto: tiene que ver con todo lo que el
sujeto produce o crea: manuscritos, obras de arte, los resultados de un test
psicológico, un relato, un dibujo, sus palabras, etc.
Pichón pretende hacer una teoría que sea, no solamente operativa, práctica y
efectiva, sino, en cierto sentido, abarcativa, compleja en el sentido del «paradigma
de la complejidad», introducido por Edgar Morín. En los desarrollos teóricos de
Morín se encuentran dos tipos de paradigmas: el paradigma de la fragmentación y
el paradigma de la complejidad. El paradigma de la fragmentación se caracteriza
por dividir al todo en sus partes, dándole prioridad a las partes más que a la
totalidad. Esto, según Morín, ha llevado a las teorías a los fenómenos de la
disyunción y la súper especialización, la reducción y la racionalidad. La disyunción
hace referencia a la parcelación del conocimiento, a la súper especialización, lo
cual impide que todo se afronte globalmente. Los problemas son abordados sin
ninguna referencia al contexto general.
25
El paradigma de la complejidad no tiene el sentido de lo complicado, sino que es
un paradigma que permite ver los hechos reales dentro de un contexto, dentro de
una globalidad, lo cual coincide enormemente con los argumentos de Enrique
Pichón−Rivière sobre el vínculo. Según Morín, los hechos en un contexto deben ser
analizados tomando en cuenta los referentes culturales, los entornos sociales, los
ambientes ecofísicos −este es el tercero en juego en el vínculo, el Otro
socio−histórico−cultural−. Así pues, en un mundo caracterizado por la diversidad
cultural, las normas y vínculos sociales cambian de una cultura a otra y lo que para
una cultura se considera como lo correcto, para otra, será lo contrario. La visión de
contexto no impide que se pueda tener una visión global, de conjunto, de lo que
está pasado en determinada situación real. Lo global es lo totalizante que da
sentido al contexto, y el contexto se comprende dentro de una globalidad. Con el
paradigma de la complejidad, de lo que se trata es de ver las partes −el contexto−
y la totalidad −la globalidad− al mismo tiempo, de tal manera que el análisis de
una situación dada sea mucho más abarcativo, de tal manera que los elementos
que constituyen un todo −como lo económico, lo político, lo sociológico, lo
afectivo, lo mitológico, etc.− conforman un tejido interdependiente, interactivo, e
interrelacionado entre el objeto de conocimiento y su contexto, las partes y el todo
y las partes entre ellas.
57
Ibíd. Pág. 64.
26
en los pares antitéticos que aborda, para hacer con ellos una síntesis, los pone en
una interacción permanente; todos cumplen con el proceso de la espiral dialéctica.
8.5. Psiquis−soma: esta ha sido desde siempre una división clásica. Ya desde los
tiempos de Aristóteles se introdujo esta dicotomía entre el cuerpo y el alma.
58
Ibíd. Pág. 65.
59
Véase para esto el texto de Freud de 1915, Lo inconsciente.
27
8.6. Individuo−sociedad: es en la crítica a esta dicotomía que surge la
psicología social. Mientras que el individuo es objeto de estudio de la psicología y
la sociedad de la sociología, la psicología social se ocupa de la interacción entre
estos dos elementos. “La sociedad está adentro” es, de hecho, ese principio de la
psicología social que logra hacer una unidad de estos dos aspectos.
Insistimos, pues, en que Pichón hace de todas estas dicotomías, una articulación
de realidades, tal y como lo denominó Lagache. Ya no se trata más de oponer los
conceptos, sino de hacer con ellos unos sistemas de síntesis que abarquen lo
global, el conjunto de situaciones que se ponen en juego cuando se aborda una
realidad.
Dice Pichón que tanto las psicoterapias breves, como el uso del dispositivo propio
de la psicología social, el grupo operativo, tienen posibilidades de aplicación si
utilizan los conceptos pertenecientes al campo psicosocial, como, por ejemplo, el
de vínculo. Aquellas y éste tienen como objetivos desde esta perspectiva los
siguientes:
28
9.1. “Resolver en el paciente (y en el grupo) sus dificultades de relación
interpersonal, es decir sus dificultades en la comunicación”.60 La
comunicación para Pichón es uno de los vectores fundamentales de todo vínculo.
“Lo más primitivo y lo más característico del hombre es su imperiosa necesidad de
estar en permanente comunicación con las demás personas”,61 comunicación que
debe ser permanente y dinámica. El sujeto neurótico es un sujeto que vive
desconectado de su grupo social por una serie de dificultades que experimenta; se
podría decir que Pichón simplifica la psicopatología a un problema de
comunicación, por lo que ésta es lo que permitiría al sujeto salir de una situación
rígida y estereotipada en su vínculo con los otros.
9.2. “Debemos procurar que el paciente (y los miembros del grupo) sea
lo más explícito posible en el vínculo…”.62 Este es un principio del trabajo en
psicología social: «Hacer explícito lo implícito». De aquí que sea tan importante la
comunicación entre los sujetos que se vinculan entre ellos. Pichón asegura que la
desadaptación social se debe en gran medida a la falta de hacer explícito lo
implícito en los vínculos.
60
Pichón−Rivière. Ibíd. Pág. 71.
61
Ibíd. Pág. 88.
62
Ibíd. Pág. 72.
63
Ibíd.
29
operativo) y el paciente (los miembros del grupo) se adjudican y
asumen…”.64 El rol es algo que siempre está incluido en toda situación vincular.
El rol hace referencia a la función social que asume un sujeto o la que les es
adjudicada por otros. El rol es algo que se inscribe en el sujeto en su proceso de
socialización. Pichón−Rivière desarrolló su idea de rol tomando como punto de
partida las conceptualizaciones de Mead al respecto. El desempeño de un rol por
parte del sujeto, ya sea asumido o adjudicado, es lo que permite determinar si su
comportamiento es funcional y operativo, o rígido y estereotipado.
Pichón va a proponer una visión más amplia del rol, al sostener que él se
constituye no sólo en relación a los otros, sino también en relación al entorno
ambiental. El concepto de rol es fundamental con relación a la dinámica grupal (en
el grupo operativo), en la medida en que el rol se estructura en un interjuego de
asunción y adjudicación de roles entre los miembros del grupo. Cada rol tiene una
historia personal y es una manera que tiene el sujeto de enfrentar los problemas.
Para Pichón, el grado de coherencia entre los roles es lo que indica el grado de
madurez del sujeto. El esclarecimiento de los roles es, pues, una operación
esencial en la intervención psicosocial.
64
Ibíd. Pág. 73.
65
Ibíd. Pág. 78.
30
9.6. “Nuestra consigna es lograr el mayor esclarecimiento posible en
cada momento en términos de comunicación”.66 La comunicación en Pichón
tiene una importancia vital. Es, junto con el aprendizaje, un vector que se pone en
juego en todo vínculo. Ella debe ser permanente si se quiere lograr un aprendizaje
y un cambio en el sujeto. De hecho, Pichón hace de las dificultades en la
comunicación la definición de misma de neurosis, es decir que el neurótico es un
sujeto con serias dificultades en su comunicación.
31
los que los espectadores se identifican. Cuando un espectador hace una
identificación introyectiva, “…él mismo es en ese momento el héroe… […] Hace
entonces una identificación adentro, transformándose parcial o totalmente al
identificarse con el otro”.67 Como resultado de esta identificación introyectiva, el
sujeto asume un determinado rol: el ES el héroe de la película. Esto sucede mucho
con los niños, los cuales, luego de ver una película de superhéroes, juegan a serlo:
intentan volar como superman o trepar paredes como el hombre araña.
Pichón desarrolló su teoría del vínculo a partir de otros cuerpos teóricos que
alimentaron su elaboración. Entre ellos se encuentran los siguientes:
67
Ibíd. Pág. 74.
68
Ibíd. Pág. 76.
69
Ibíd. Pág. 91.
32
Es la introspección del observador la que le va a permitir hacer hipótesis e
interpretaciones en el momento de hacer una intervención. El campo de la
psicología introspectiva es el campo de los vínculos internos.
70
Ibíd. Pág. 91−92.
71
Ibíd. Pág. 92.
72
Ibíd.
73
Ibíd.
33
existencial se refiere al suceder inmediato, es decir al contenido manifiesto de lo
que el sujeto está queriendo decir”.74
74
Ibíd.
75
Ibíd. Pág. 93.
76
Ibíd.
34
emergente después de una intervención pertinente del psicólogo en la lectura que
hace de lo latente. Dicha intervención tiene como objetivo hacer explícito lo
implícito. El emergente es, entonces, el producto que resulta de una situación
previa, denominada existente. Pichón dirá que tanto el existente como el
emergente deben ser considerados como figuras que emergen del fondo
organizado en cada aquí-ahora. Fondo y figura son las dos divisiones que se
encuentran en cada estructura. Todo lo que aparece en primer plano tiene, por
tanto, una determinación interna. “Continuamente se organizan estructuras, los
emergentes, que son los existentes de cada momento, a los cuales enfrentamos
con una nueva interpretación”.77
77
Ibíd. Pág. 94.
78
Ibíd.
79
Ibíd. Pág. 96−97.
35
12.5. El análisis de la situación triangular. Ya sabemos que el vínculo se
constituye como una estructura compleja de interacción, en la que, a parte de las
dos personas involucradas en ésta, hay implícito un tercero, el Otro cultural o los
determinantes histórico−sociales del vínculo y del sujeto. Ese tercero también
puede ser un tercero fantaseado, un objeto interno, que el sujeto proyecta sobre
su partenaire. Según Pichón, toda situación debe ser revisada en términos de
tres; ese tercero implícito en todo vínculo debe ser tenido en cuenta y, como
objetivo de toda intervención, descubierto. La situación transferencial y el
Complejo de Edipo son ejemplos de situaciones triangulares.
36
ESQUEMA O ESTRUCTURA DE LA TEORÍA DEL VÍNCULO DE PICHÓN RIVIÈRE
El vínculo [social] es un concepto instrumental en Psicología Social que toma una determinada estructura y que es manejable operacionalmente. Se define como una estructura
compleja de interacción constituida por dos personas físicas (dimensión intersubjetiva) y un tercero fantaseado y proyectado sobre el otro (dimensión intrasubjetiva). El vínculo se va
construyendo dialécticamente a partir del nacimiento, y sus posteriores vicisitudes pueden desembocar en un vínculo sano, que permite la adaptación activa a la realidad y una
realimentación dialéctica entre sujeto y medio, o en un vínculo enfermo caracterizado como un circuito cerrado, viciado por la estereotipia.
La interpretación ideal: es aquella que partiendo del análisis de la situación presente en el aquí y el ahora conmigo, se extiende al análisis de las relaciones que se
establecieron antes con otros personajes, para finalmente terminar en cómo será el futuro de la relación del sujeto con otros objetos. Para que una interpretación sea
la mejor posible en el sentido operacional, debe proporcionar al sujeto una visión en totalidad de sí mismo [Gestalt] en sus tres campos, e incluir elementos
interrelacionales entre los objetos colocados en las áreas 1, 2 y 3.