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1.

El derecho de habitación y su diferencia con el derecho de


uso

De acuerdo con el artículo 1027 de nuestro Código Civil (en adelante CC):

Cuando el derecho de uso recae sobre una casa o parte de ella para
servir de morada, se estima constituido el derecho de habitación.

El derecho de uso versa sobre bienes muebles e inmuebles, pero cuando


tiene como objeto una vivienda, se le llama derecho de habitación. El
titular del derecho de uso es llamado usuario, mientras que el del derecho
de habitación residente-usuario. Aunque su contenido aún es
relativamente indeterminado, este derecho real de goce se constituye con
el fin de satisfacer las necesidades del titular y de su familia; el alcance
de los miembros de la familia se determina a los efectos de este
derecho. Dado que las necesidades personales del titular y de su familia
están en juego, los derechos de uso y habitación no pueden constituirse
a favor de las personas jurídicas. (Soares, Crispim, Fernandes y Alves,
2017, p. 128)

En el mismo sentido, doctrina nacional expresa que el derecho de


habitación no es otro que el derecho de uso cuando este recae sobre una
vivienda o parte de ella para servir de morada. A decir de Salvat, recibe
ese nombre “cuando el derecho de uso consiste en morar en una casa”.
Baudry Lacantinerie, en el mismo orden de ideas expone que “en cuanto a
la habitación, ella no es, de acuerdo con el Código Civil, otra cosa que un
caso particular de uso: es el uso de una casa habitación. A diferencia del
derecho de uso, en el que la doctrina admite la posibilidad del disfrute, en
el derecho de habitación esta facultad queda excluida. Señala
acertadamente Albaladejo que “la habitación es un derecho de uso sin
percepción de frutos y aplicado a la vivienda” (Arias Schreiber Pezet,
2011, pp. 425-426)

Para Maisch, es el derecho real que faculta a su titular a usar una casa
ajena o parte de ella como morada; es un derecho real mediante el que se
habita una casa ajena. Ramírez Cruz señala que es el poder de ocupar en
una casa ajena el total o parte de ella, básicamente, para morada o
vivienda, a fin de que satisfaga las necesidades del habitacionista y de su
familia. Es un derecho real que permite a un sujeto (habituario o
habitador) morar en un lugar (casa, departamento, etcétera) en orden a
sus necesidades como titular y familiares. (Varsi Rospigliosi, 2020, p.
145)

Por tanto, cuando hablamos de derecho de habitación, nos referimos al


derecho de uso que recae sobre un bien inmueble o parte de este. Que
además impide la percepción de los frutos por parte del titular de este
derecho y su familia pudiendo estos solo hacer uso del bien inmueble o la
habitación en la que moren. Cabe agregar que las personas jurídicas no
pueden ser beneficiarias de este derecho.

2. Carácter personalísimo

De acuerdo a una doctrina española el derecho real de habitación


atribuye a su titular la facultad de ocupar en una finca ajena las estancias
necesarias para sí y para las personas de su familia. Además, su carácter
personalísimo impide que su titular puede transmitirlos a un tercero y
para su regulación, se aplica supletoriamente el régimen del usufructo.
(Díez Soto, 2017, p. 99)

Opina doctrina portuguesa que más acentuado, incluso que en el


usufructo, es el carácter personal de los derechos reales de uso y
habitación, que se constituyen para garantizar a la persona favorecida la
utilización inmediata de la propia cosa (uso) o su destino específico para
servirle de vivienda (habitación). Por esta razón, se acentúa la
incesibilidad del derecho como el de su ejercicio.

Es bajo tal inspiración que se desarrollan los principios respectivos, con


referencia a la dogmática del usufructo, en lo que no contradiga su
naturaleza especial. La misma distinción hecha por Hedemann
entre sustancia y provecho, permite conceptualizar los derechos de uso y
habitación: el propietario preserva la sustancia, transfiriendo a otro el
provecho o utilización de la cosa. (Da Silva Pereira, 2014, p. 265)

En el caso del derecho a la habitación, el propietario del bien solo


transfiere el uso de una casa o departamento (o solo una parte) a un
tercero y su familia, quedándose con el disfrute y la disposición.

Asimismo, en el Derecho Nacional, el carácter personalísimo de este


derecho está previsto en el artículo 1029 que reza:

Los derechos de uso y habitación no pueden ser materia de ningún acto


jurídico, salvo la consolidación.

3. Nuestra definición

Por tanto, entendemos por derecho de habitación a aquel derecho de uso


gratuito, intransmisible y temporal concedido a una persona para que
esta y su familia vivan o moren en un bien inmueble o parte de este,
perteneciente a otra persona. Quedándoles prohibida la percepción de los
frutos (disfrute).

4. Características

Las características de este derecho son:

• Uso del bien viviendo en este.


• No existe disfrute sobre el bien.
• Recae sobre un bien inmueble o una habitación de este.
• Gratuito
• Temporal
• Intransmisible

5. Conclusiones

Entendemos por derecho de habitación a aquel derecho de uso gratuito,


intransmisible y temporal concedido a una persona para que esta y su
familia vivan o moren en un bien inmueble o parte de este, perteneciente
a otra persona. Quedándoles prohibida la percepción de los frutos
(disfrute).

Las características de este derecho son:

• Uso del bien viviendo en este.


• No existe disfrute sobre el bien.
• Recae sobre un bien inmueble o una habitación de este.
• Gratuito
• Temporal
• Intransmisible

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