La convivencia en la sociedad actual se ve

afectada por la diversidad de

comportamientos que coexisten en ella. La
tolerancia, el respeto y la empatía son
elementos fundamentales para lograr una
convivencia pacífica y enriquecedora. Sin
embargo, los conflictos surgen cuando los
comportamientos individuales chocan con los
valores colectivos, generando tensiones y
desequilibrios en la sociedad.
La importancia del comportamiento social
radica en su capacidad para fortalecer los
lazos comunitarios y promover el bienestar
colectivo. Un comportamiento positivo y
colaborativo contribuye a la construcción
de una sociedad más justa y equitativa,
donde la solidaridad y el apoyo mutuo son
pilares fundamentales para el desarrollo y
la convivencia armoniosa.