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(br trans prendre 20 Q23.803,_ Pris arpa tt acl sn pio ce Income cen Chie. eexoes eo t0atpatinei coo, ‘mee Maral comping uetpatn nel Regs de pide Inet 21294 Fetes de porta: Dnt Mask nen Ad reo Sowction, obit 20/2 - BOC, OF83 WMV, cA Hecho en Chile Reflexiones en torno al patrimonio cultural [ONWVERSIDAD DE CHiLE ACUCTAD OSD Y aes | sourecs usta paRe=y 845 Daniela Marsal (compiladora) INDICE 3 Agradecimientos 11 Introduccion Proena nate 15 Construceisn social del patrimonio Caratina Mallard 33 Identidad, patrimonio y cultura Bernardo Subercazeaun 55. {Por qué recordar? Algunas reflexiones acerea de larelaclén entre memoria y patrimonio. Otaya Santuentes 73 Brores reflexiones sobre patrimonio histérico:a propésito de Estado nacién y el pueblo mapuche 98 Aproximaciones criticas al poder y el patrimonio Daniela Mare 145 De lo intimo ala ofcalidad:la construccién del patrimonio desde fa personae Daniela Marsal 1U5 Patrimonio, muzeos y museologia luis lage 173 Gestisn del Patrimonio Cultural caminos por recorrer. Carolina Mallard y Daniela Marsal 197 Desafis del Estado en la proteccin dl patrimonio inmaterlal Edmundo Bustos 217 Simbotos, culturas, cocinas Sonia Mentecino 231 Unidos por una Legua:patrimonio y personas Leonardo Mellade 255 Gestién patrimonial y enfoque de género. Rastreando los cruces 279 Reflexiones en torno al ro del monumento en el espacio pablo (Olaya Sanfuentes 293 Patrimonio y atrocidad luis Alegria 321 Patrimonio Industral en Chile sie Migone 343 Colaboradores AGRADECIMIENTOS. Eneste proceso debo, primero que todo, agradecer a los autores y autoras por aventurarse en este libro. algunos, obligados por nues- tra amistad, no pudieron siquiera dudar. En cambio otros, sin cono- cerme, y por esto se las agradezco alin més, accedeeron ciegamen- te a trabajar en este proyecto. A todos y todas, mis més sinceros agradecimientos. ‘Del mismo modo, agradezco el apoyo del Fondart Nacional que, através de su fondo de Investigacién y Estudios paro el Fomento de las Artesy la Culturo 2011, ha permitido la elaboracién y publicacién deeste libro. Finalmente, este libro no seria el mismo sin la ayuda y apoyo ‘de muchas personas. Entre ellas quisera destacar a mis padres y @ Brian por su incandicionaldad de siempre, a todos mis estudiantes {que me iluminan e inspiran dia a dla, y last but not least, mis gracias 8 quien, en mis incios profesionaes, despert6 mi curiosided por el patrimonio, me abvié los ojos hacia a antropologiay con quien, ain hy, divagamos sobre estos temas. Gracias, Mallard INTRODUCCION En comparacién con otras disciplinas existentes, la del patrimonio ‘es una reciente Ys esta precocidad la que se manifiestalastime- ramente en nuestro pais. Pese a existr personas que trabajan en esta érea, lainvestigan ola ensefan, en mayor o menor grado, esto no se ha visto taducido en una produccién bibiogréfica. Con este ‘escenario, era apremiante entonces poder recoger algo de ese co- ‘nocimiento, experiencias y buenas précticas desarrolladas in sity, Made in Chite Es asi que este libro os el resultado tanto de una necesidad como de una aventura, que nace gracias a dos situaciones. Primero, por la eseaser, La falta de textos sobre patrimonio cultural desde nuestra realidad chilena, nos obligaba @ leer experiencies espafiolas, met ‘onas, inglesas 0 extranjeres en general para casi nunca vernos a ‘nosotros mismos. Con esto en mente, 8 partir de una conversacion hhace més de un afo con Olayita Sanfuentes,nacié la idea de crear un Vibro-menual. Una idea que se fue cimentando, sabre todo por nues- tra experiencia cotidiana y la falta de bibliografia para la docencia, Y euando la necesidad tuvo su cara de here, temeraria e ingenua. ‘mente (deberia subrayar lo de ingenuamente), deci intentar hacer realidad estos textos. a obra que nos ocupa se divide pricipalmente en dos partes, Pretendiendo con ello encontrar un equilirio entre los aspectos ted fico det patrimonio y ls préctcos. La primera parte consta de ocho ‘apituos, los cuales vinculan lo patimonial con sus grands temas tales como la memoria a identidad, la nacién el poder, las persone, los museos y la gestion, La segunda parte de este libro consta de siete capituls, los cua- les dan a conocer algunas tipologias de patrimonio, us relaciones y ‘casos desde una mirada mas empirica y sobre todo local, aterrizando cada una de las temticas a nuestra realidad chilena Este texto es un inicio a un tema vastsimo e intenta ser un punto de partda para la discusién, pero también una invitacén a la cea ci6n de més y mejor bibliografia, Por lo antercr, espero que sea ef primer tomo de muchos mas. No solo porque la amplitud del tpico lo permite, sino porque queda en deuda con tantos temas y personas valiosas, que por diversas razones practcas no pudieron ser incuidas fen este primer acercamiento. Con lo afirmado, concluyo recordando a Neil Armstrong: aunque pparezca un pequefio libro y un pequero paso, espero se conwierta en un gran aporte y un gran paso en el desarralio del patrimonio en uestro pats Daniela Marsal Santiago, 2011 Primera parte REVISTAS. [IBLIOTECA CENTRAL FACHILOSOFIA Y HDES. FECHA EvoLUctON,__ RENOVACION, srre.o,______— __ ra vou __afo;__ N'COPIA _—__—__——— NOMBRE: oe run 243 _ ci6n social ‘atrimonio Sarolina Mailiard La cultura, un sistema simbélico “2 patriveni se produce en una stun de tension ence ta rzény el seiner, ene ls reledén y No se puede hablar de patrimonio cultural sin antes hacer algunas consideraciones sobre el concepto de culture, ya que ambos estén rectamente relacionados. Desde la antropologia la cultura se concibe como una trama de significaciones socialmente establecidas, reconocigndola como un patrén histéricamente transmitido de ideas representadas en simbo- los através de las cuales ls “sujetos se comunican, perpetian y des- pliegan su conocimiento y aprehensién de la realidad y las acciones (que realizan hacia ella’ Desde esa perspectiva, ademas de transmitr ideas 0 significados, los simbolos permiten organizar y dare sentido ala experiencia del sujto sobre la realidad. Es decir y aun cuando se trata de una distinc s6lo analitica, pues en la prdctca estas funcio- nes se presentan como un proceso simultineo, comprendemos los simbolos desde su doble furcionalidad: como modelos de realidad y ‘como modelos para la realidad, os simbolos no sélo portan informacion y conocimiento, sina que también valores y apreciaciones que se ubican en un plan * pratt, Aneoptoiay parimenia, el Barons, 197.14 oor, a interpretcin de scutes, Ged, arden 1992 Cannes eel pein deolégico. Esta caracteristica permite comprender la poisemia de los simbolos, cuyos significados van vaiando o modifcindose de ‘acuerdo con el contexto en el cual se ubican. De esta manera, los sistemas simbolcos deben entenderse como un proceso, pues su funcién cognitive y simbélica se reactive, actualizay revitaliza on la ‘medida en que son puestas en précticay forman parte de a expe Viencia individual o social, En relacién con la cultura come sistema simbdlico, sta se es- ttuctura en construcciones de forma y significado, de materiaidad € historcidad, de colectividad e individualidad variables. En un nivel eqnitive, estas construciones desarollan funciones. descriptives cxplicativas y prescriptiva, aticuléndose como categories onder doras de princpios de clasfcacién y, de esta manera, se constituyen ‘en modelos de y para la accién, Bajo estas nociones se puede seialar queluna caracteristca bési- «ay fundamental de la cultura como sistema simbslico es permitra {os sujetos cstinguir a través de un proceso de clsificcion, su pro Pia experiencia, y de este modo aprehenderla por medio del sentido, significado que le otorge. #! sociélogo francés Piere Bourdieu destaca que las “estructuras Autores que perciben a la modemizacién como parte central de a traicién y dele identidad latinoamericana (en lo que tienen razr, pero que omiteno cierran los ojos frente a las tensiones y confictos del proceso modemiza~ dor Son autores para quienes pareciera no haber arguinentos vali dos para sostener que Violeta Parra 0 Atahualpa Yupanqui son més ‘expresivos de la latinoamericanidad que el dio Pimpinela o que la, cantante Shakira, gunner JJ, Glbdincin evtural y peimodemiaad, Fondo de Cara Economica Saag, 1998 2 aber, IM. De ls medal meslacnes. Camunicac, ctu y hee ‘moni, Gusto Gi, Eaelon, 1967, Telessin y maton, Tear Mine ogo, 192 Aunque Barbers ex conscente de qo lo masa ces ferencis sciles eoifcas,sostione que a opal tote ene To ma oy lo popular es una faci tearica que slo puede ser concep e purse aruetiieoy congelado de 10 pope pr un mansme oredo> 1 dogmsto que perce a os fendmenos de mara 0 como wn elec deo lominacin eligi delas Gases propa sobre la trabspdore, ecb ‘ambinenel echo ale masnotar Molar de un naconaee poplin arta, Murloc y cute, Conver Ads alo, Bog, 954 aautore etn 6 neopoputsme ctu emo una sli de errgercia en {aes "rue stucones vies pore ae rent ahegerona dl mere ds sinus eats ye "Semcratiacié’, por endedesacraoaion del are Posta que veel al ava ‘espace de lo valores eto la acetna series dl ataco de cose eens Ee del po ‘rodemaretectuces ate y vectra on Argentine unos res otros pensadores, como Néstor Garcia Canclinisostienen que hablar hoy en dia de cultura campesina o de cultura ctiolla con res- ppecto de une determinada comuna rural es un forzamiento, puesto {que [as cultures en un mundo interconectado y globalizado ya no son monolitces ni puras, sino hibridas y complejas, con zones de tradicién y de cambio. Por ejemplo, la ciudad hoy en da através de los medios de comunicacion se ha trasladado al campo, la cultura urbana por medio de la TV y la radio se encuentra instalada en el mundo rural. Las fronteras entre campo y cludad se dikyen, Si bien podemos analtcamente compartir lo que sefala Garcia Candin, partcularmente en la perspectiva de que las culturas no pueden ser entendidas como totaidades cerradas intocades por la modernidad, en términos de polticas cultuales que propenden a fortalecer los ancljes identitaros hay que tomar decisiones y de alguna manera establecer prioridades (sobre todo cuando hay presupuests linita- dos y preocupacién por preservar el patrimonio materiale intangil de ancaje en elcontexto dela globalizacién). Elabanico del patrimonio is definiciones al use de patrimonio son tan ampliasy abarcedoras, e incluyen ~como ya sefialamos- tal dversidad de aspectos que el punto central en la relexién sobre patrimonio debiera ser el de los ‘iteros para establecerprioridades y decisiones en términas de f0- mento y puesta en valor del mismo. Se tata de una discusién que ‘resulta neceseria pensando tanto en las entidades piblicas como en las privadas que se ocupan del tema, Percibimos cuatra variables 0 criterios que debieran considerarse en las poltcas y en el rescate de patrimonio y su puesta en valor (sin considera el pasajeo patrimo: io natural la variable histérica, la varable democrética, la variable ‘estética y a variable educativa a variable histérica implica decidir qué es lo que es histéico, Hace poco la ciudad de Valparaiso declaré al Rotary Club Local coma Patrimonio intangible de la ciudad, teniendo en consideracion ~5e Garcia ance, N, Consumes idodones, Mb DF, 1995 Le laa. ‘in imagined, acl, 1965. dijo “ta gran labor social que ha cumplido en su larga exstencia’, *considerando que ademas es el primer Club Rotario de Chile ye ter= cero. Sudamérica” Pero cabe preguntarse jes realmente el Rotary de Valparaiso un lugar de signiicacién histérca? {Quién decide qué tiene © qué no tiene relevancia histérica? Hay en este sentido zonas confusasy debatiblesrespecto de lo qué puede ser consideredo par ‘moniohistérica, y, por otra pate, considerando el criterio de tiempo ‘transcurrdo, hay 2onae y materialidades que decididamente si tienen signiicacén hist6rice. Por ejemplo, como sefialaLautaro Noe, los rnumerasos sitios y testimonios arqueclégicos y antropolégicos loca lizados en las dlverses regiones del pais, que son ~qué duda cabe~ vestigios de un universo prehispnico. También la herencia material, «2 intangible del mundo colonial indigena e hspénico y la materia lidad decimonénica de las cludades y puertos emergentes y “sobre todo dice Lautaro Nitie2-ls innovadores procesos industrales que 1no sélo generaron formas y tecnologias patrimoniales, sino que am- pararon el surgimlento de nuevos estamentos sociales, cultural y ‘econémicos"* De hecho la propia nocién de patrimonio se origind fn [a necesidad de los Estados Nacionales de reafirmar su legitimi= dad, en un contexto de nuevas naciones que requerian de un pasado tangible y visible para legitimarse frente asus contemporéneos™ ‘Con respecto al pasado ya la necesidad de construir una memo- fia y un relato histérco hay que recur, como sefiala Noviez, tres «jes patrimoniales lo prehispnico, lo colonial y lo decimonénico-, ‘es indiscutiolemente vinculados ala variable histérica. Ahora bien, €lciterio de historiidad como variable implica la necesidad de una puesta en valor que necesariamente muestre, otorgue relieve y difun- ‘da pedagégicamenteesa signficacién histica en el espacio pabiico, lo que implica una decdida interaccién con a variable educative Hay ‘que tener en cuenta que lo que no se recuerda no existe, y que la “Rota Parmer intangible de Valpsas%en El Mercure de Vtpare, 12 Nes, “atimenio ctrl matron Obaveter Catal, Conse Nacionales Calta ys Artes may, 2011. p. 8. ferla Leal, “Unaalaza ene pated historia ral Comunicacin en Congreso ntraconal de stra Ors dea Reps Aria 209, 2 conformacion de una memoria historica y un relat de la nacion es parte de ls formacin civca que require una ciudadania activa. “Ahora bien, lo histérco como rele del transcurs0 del tiempo ‘carrea un valor aad: el paso del tiempo que se inscribe en los ‘bjetosy que de alguna maneralos embellece. Un automevil de 1930 fo es sole un vehiculo méril de 1930, es un automévil en que a per- ‘epcién productviza una dimensién estética vinculada al paso de! tiempo, una ausencia de mundo que se hace patente en la presen- Ga de lo que ya noes, Desde este punto de vista la variable histrica fe complementa con la variable esttica, conformando, ademés con 6 dscurso pedagigico y a variable educatva un tiéngulo. Cuando fe esti en presencia de est triangulo se establece claramente une Gireccién y un criteria de prioridad con respecto al patrimonio, sez fete tangible o intgngible. Por otra part flay que considerar lo que podemos llamar la his- toricidad de lo histdrico, vale decir el hecho de que en cada époce las sociedodes -o mas bien los sectores hegeménicos de esas socie- dades-rescatan el pasado de manera diferente y selecionan de ese pasado ciertos bienes y testimonios que en esa époce y para esos fectores se identfican con el concepto de patrimonioy de relevancia histériea, y que por lo tanta se seleccionan como muestra del pasado fen desmedro de otros sectores a los que se deja de lado. Juan Luis Maja intelectual colombiana que ocupo altos cargos en el Instituto Colombiano de Cultura, recuerda can estupefeccién que cuando des Ge su cargo hizo un tepaso “de los bienesculturales declarados pa- trimonio, ex deci, aquelos que el Estado habia legitimado como me. rmoria oficial’, descubrié “que més del noventay cinco por ciento de listedo lo conformaban ecficaciones religiosas de a época colorial y «edificios de a oficialidad repubicana’. "Lo indigena, lo negro, lo cam pesino y lo mestizo no formaban ~dice- parte de la memoria oficial Es como s aquelas expresiones no hubieran exstido 0 pertenecieran 2 otto pais® Son carsideraciones, las de Mee, que revelan por und parte una quejay, por ota, una constatadén. La constatacién dele usencia de la variable democritica an el rescate del patrimonio. ej 1. “Esado-ctua: vis raion ues tos on Baber. 1Ms per yan 1, Clay ebatacion Bogts, Colombia 199, PP dt pty cats ‘Se pueden distinguir dos paradigmas con respecto ala variable de la democracia, dos paradigmas que implican conceptualizaciones es una conguista ala vez que un intrumento para el power" Es enla Interacion de asignacion de valory significado don Beas sociedades avanzen en la busqueda de cohesion e identidad Social, Al recordar juntos logramos sentir que pertenecernos como SSmunidad a un universo simbélico compartido que exist antes ave lagrupo y que seguir existiendo si se mantienen la précticas inte ractivas de memoria.) = ir la lucha por itnponer memoria aparece la inminencia de lade- isin respecto.a qué recordar, Porque finalmente, el hacer memoria. Ge uns practien que realizamos desde el presente para dare sentido este mismo presente y satisacer sus necesidades. Es por eso que {i pasado puede sere dil al presente, Ha habido en la historia inten- Sos realmente volentos de etablecer amnesias colecivas para barat UGertos recuerdos y elementos consttuyentes eimponer otros nuevos ton concordancia com las ideas ttaltaras excluyentes. La quema de Tires la prohibicion de certas manifestaciones artistcas, ta destruc~ ibn de reliquiasy estatuas no son otra cosa que una proibicion para (Gue una cietta memoria compartida por grupos que podtianatentar Contra el pode establecido, no se materiale 0 e exprese. Cuesta Bustle op p-208 © Monteper Pop. p5. Leo eden dla mera. tempo com inapnari Pi 299%, ba Sanne Patrimonio y generacién de identidades Eldelpatrimonio es un universe amplio que ests ahi pare dotar de in- fumos a los grupos que buscan asentarse a través del despliegue de Snimezead simbalico significative y ampliamente compartido, con la fnalidad ce generar identidad:® Cuando se dictamina por decre- to una historia que aprender, monumentos que veneray,simbolos 2 respetat, estamos hablando de laimposici6n de una memoria oficial {que colabore en la formacién de una idea Unica de sociedad y tiende Finvsibilizar a aquellos grupos subaternos. No hay que hacer un {so violento del poder para que esta stuaclon acura. El solo hecho {de que para el ciudadano sea mas fill recut a los archivos ofcia- tes. eer los textos confeccionados desde el Ministerio de Educacién, pavear por un espacio pablo sacralizado failta su adscripcion a un f1upo hegeménico y dfcuta el conacimiento de memorias y pats ‘monies no oficiales. No abstante, la sociedad debiera generar meca- isms para que estos ltimos encuentren vias disponibles pare ma- nifestarsey no automarginerse al tiempo que sus tradiciones puedan Ter conocidas por toda el grupo del cual también forman parte. A ‘raves dela memoria yun respeto hacia ell, grupos subalternes pue- den liberarse respecto 2 la historia escrita por los que detentan el odes. Como recuerda Umberto Eco, la memoria colectiva reise las Fepresentaciones reconocidas y transmitidas por la historia Respecto de estos grupos no hegeménicos, Montesperel reco~ rmienda abrirespacios para que su memoria afloe y se permita que se fememoren sus puntos de Vsta en tanto complemento y correcién ‘dela memoria oficial. Un buen ejemplo de estas politics inclusivas y posiles lo constituye la nueva vision de gestén del patrimonio que omienza a entraren escena, Muchos museashan entendido que hey ‘vias memorias que pueden convivr juntas y que éstas son dinami- ‘as Por esta raz5n, han incluido a las comunidades en la escrtra y reescritura de sus guiones, incorporendo varies voces y manteniendo "Los objets on generators de autorecenodmiento “Touring, A. "Memoria striatus, en Por qu read, di por FngoseBorretbucoc, cadena Universal eas utes For teradenl Merors« Mtr, UNESCE, 25 marzo 1998, Le Sorbonne, 26 marzo 1858 Grane, p20 ort car? pine iene cnc den ee pani aie | una actitud abierta a nuevos desafios. No han encapsulado sus dis- cursos, sino que los han dejado abiertos 2 las interpretaciones cam~ biantes que pueden haber respecto alos objetos resquardedos y a los relatos suigidos. Se pone el énfasis en la comunidad y su me~ ‘mora, y ya na en los abjetos solamente Esto no significa descuidar los objetos, sino que, ncorparando a los sujetos intentar encontrar tuna formula de equilxio entre conservacién y uso.” Esto permite ‘que si se van incorporando nuevas personas a las comunidades, sus experienciasy recuerdos tengan también cabida en los relatos comu- ritarlos y que ellos se nutran de lo que otros han vivido, Los recuer- ‘dos materializados en abjetosu otros Soportes pueden ser al mismo ‘tiempo reconecides yreconstruidos porla comunidad, en un proceso inémico e inclusive, Un proceso abierto que permite introduc, in- ‘uso, elementos de a cultura contemporinea a los cuales sus agen ‘tes les estan asignando un valor identtria y una importancia para la cohesién del grupo.* 1 'Un ejampio significativo de los enunciados anteriores es el es- fuerzo conjunto que se reaizs, entre antropélogos, conservadores, histovadores y restauradores, para enfrentarse alas consecuencias {el atentado con fuego ala imagen dela virgen del Carmen el ao, 2008, Durante mas de un afo se trabajo en la recuperacién de esta ‘alla tan relevante paral istoria de Chile y parala devoci6n activa de ries de cat6lcoschilenos que la siguen en procesion cada 16 de ju- lia. A diferencia de muchos objetos que se restauran cada dia enins- titucianes como el Centro Nacional de Conservaciny Restauracién, elt Herder, Jy Tesoras op yp 7. tie alate, os autres ‘urna que ie cncepoonesraciorale de lagein de pation se fan ido supra ya nase one ea ene coco el deo abe {or no queen os mores wos de nestopatieriecomu sn menoscabo ‘de 2 posevacén nu vloracon socal ere 15 3 cerce quel ptrimono aa seas inl aatv istic dean ser a= ‘i de incl spt de cada generacon ena concrmacon de un exjnto (be bener aloe que sles sgn olor ysequere conserva onsite Hp temonio debe se vital renovabey aural yo estar ans embaarata Enfants, el termi povimoirese singe de hritage en que el prinero ‘pres un anceps ample a incu slant ls bens ered Sino amon los aprtadoe por cada gennacon, Herssndes La memen ‘exiperada dons he, ifn, 202,918 1 de la Virgen del Carmen contenia un simboismo y significado sin precedente. El objeto estaba en tan mal estado, que se barajéinclu- foe alternatva de no restauraro y hacer una réplca. Pro primaron las expectativas y demandas de una feligresia que amaba a su ima~ 1, Una aproximacién histéica,antropologica y patrimonial Giagnosticé que la devocion ala virgen del Carmen, Patrona de Chile, feanclaba en esta imagen identitaria que funcionaba como lugar de memoria Habia que orienta laintervencién, entonces, a recuperar el ‘bjeto en tanto imagen sacra. La metodolagia de trabajo, por tanto, recogié en parte los nuevos derroteros y desafios que tanto la so- ‘edad como ls especiaistas en temas patvimoniales le exigen a la Giscplina dela restauracion en su relacin con los bienes simbdicos, (que Se han construd historicamente.” Otro caso de gestién patrimonial con foco en el sujeto sobre objeto es el del Museo Regional de La Araucana. Con|os mismos ob- {jetos que ha tenido siempre, esta insttucién decid otorgarles una nueva narrativa més inclusva@integradora,pariende dea profunda interculturalidad y la multiplcidad de voces que exsten en la region Induso el cambio de nombre de Museo Araucano a Museo Regional de Le Araucania, como dice su director Miguel Chapanoft, es mucho més que un cambio semantico. Este no es un museo que pretenda encapsular una realided cultural en unas cuantasvitinas, ino mis bien una instituci6n que quiere poner en valor y destacar para el no ‘mapuche y para la propia comunidad mapuche la continuidad his- ‘rica de un pueblo y una sociedad plenamente vigentes hoy dia. EL ‘uién que habia anteriormente tenia varios sesgos: algunas etapas importantes de la historia estaban indocumentadas y sin colecién, por lo que hubo que adqurir nuevos objetos para reatar procesos histricas débilmente representados Un tercer ejemplo es el que presenta el Museo Mapuche de Cafete en la VI Regién. A trenta afos de su fundacién, el museoy la DIBAM se propusieron hacer un trabajo de replanteamiento integral ‘del museo y de su tarea con la comunidad. Esto signic6 un cambio lena mision de a institucién. que quedé enunciada como “promover ° Paramajorinformacis ace espace de rea Corsa pun del Centro Raina de Conserv y Resaufain ded al proces de es tauracién deinen del Camen en Coser 15, Santiago dhl 2010 Per at rar? Ngan ovine one ecient pias «incentivar la valoracién postiva del conocimiento y pensamients de {a cutura mapuche en ta sociedad nacionat’ La meta mas concreta del proyecto de ampliacién y renovacion museagraica sera, desde entonces, ‘preservary comunicar el patrimanio mapuche en resquardo 2 través de una nueva exibicién, gestada y condueida por los propiae comunidades y sus representantes.» En términos précticos, los expe

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