ANMPD Nin. Diciembre 206
iL. CREYENTE COMO CREADOR.
UNA HERMENEUTICA EIN
LA PSICOLOGIA DE LAS RELIGIONES
ALEJANDRO TAPIA-VARGAS"
UNIVERSIDAT DE MONTERREY
“Lal obra es el hecho-constiluide del
testo en la concicneia del lector”
W. Iser!
L& es un acto basico cn los procesos de aprendizaje, es una.
condicién necesaria de la vida académica, una herramienta nedal
en cl trabajo de investigacion y cs un recurse clomental para la
supervivencia en nuestra vida cotidiana. Si algtin (ercers preguntara a
quien me lee en estos momentos: “Qué estas hacienda?) tal yer la
respuesta seria: “Leyendo™, ¥ el otre se haria una idea de lo que hace
mi lector. Pere, ,Qué cs le que hacemos cuando feemos?
Generalmente un texto Iega a nosotros precedido por una pregunta’,
una pregunta que hace necesaria la adquisicién del texto mismo, Si
alguien nos recomicnda un libro sera en fimeién de lo que ese ale
Dectorade en psicologia pur la Facultad de-Psicologia de la Universidad
Autonoma de Meésico (UNAM), Maestria en Historia y Etnehistoria por la
Uscuela Nacional de Autropologia e Historia ¥ Diplomado en Teoria ¢
Llistoria de las Religiones po. la Facullad de Filosofia vy Lewas de la UNAM.
b-mail: alapiatuden.edu.nis
‘ Woltgang Isct, “El acto de la luclura, Consideractones previas sobre una
leoria del efecto estético” En Dietrich Rall (comp), in fused del texte,
ieurta de ia vecepcldn literarta, México, Universidad Auténoma de México &
Tnestitut to de Investigaciones Sociales. 1993. Pay 122.
epuimos aqui Ja opinidn de Maran, #f conecimiente steric, Barcelona,
Labor, 1968, Pugs, 03 y siguientes.
81ree nos pedra intervsar. Side manera contingente apareciera una obra
ante nosotros, el interés que nos muevaa ella seré lo que dicte que ese
enciicniro sea importante o no —o bien interesante—. Esto es, la leedura
de un texto ya precedida por un horizonte de expectativas, qué no solo
determina cémo recibiremes un texto, sino. tambicn. nuestra
recanstrreein de él”,
Asi, cuando cataros ante un texto, nuestra Icatura ostara centtada en
lo que esperamos de él y sera en este sentide que cobre relewancia
Para nosotros lectores, Digamos can Iser! que el texto tiene dos polos
uno “artistica” y otro “estético”. El primero de ellos corresponderia a
{a obra ervacla por un autor. y el sepundo a la coneretizacion’ que hace
el lector de dicha obra.
Esto es, el texto se recenstruve en la mente del lector en el acto de
lectura, Lectura que se objeliva, a su vez, cuando este feetor escribe -
conlormando asi su lugar de autar
Por ello. al hablar del acto de leer estamos hablando propiamente de
un acto de interpretar a revonstruir, Cuando decimas “el autor X habla
de A”, lo que en realidad queremos decir es: “Mi loctura de X me dice
que A”, No es raro para cl académica recanocer que tras una scounda
loclura de wi mismo texto “encontrard” datos que cn la primera se
omiticron
Atm mas, usar a un aulor como fuente Neva ya una intencionalidad
que se refleja al extraer una cita del total de
ho nos incomodemes, este procose ¢s la condicidn bisica de todo acto
de lectum. Asi lo hacemos tados, asi lo hemos hecho y asi lo
3 emos haciende: Lo importante us reconecer los act
"De acuerdo con la nocidn de “historia efectual” de Hans-Georg
Ferdat? y meétada, Salamanca, Ediciones Si fueme, 1995. Pas.
siguientes.
“Op. cit. Pag. 122
* La conerclivacién es la representac que hace el lector de la tectura a
partir de le Ieido y lo ne explicitado por el texto (a esta fillima fo conocemes
come “pumtos de indeterminacién”), de acuerdo con Roman Ingarden,
“Conerclizacién y reconstruccién™ En Dietrich Rall (comp.). a7 busee del
fexte, tearla de fo recepenin Hleraria, México, Universidad Autonoma de
México ¢ Instituto de Investizaciones Soctales, 1993. Piz, 31 ¥ siguientes,invalucrados: a) Las practicas de produccién literaria que crean en una
cullura la necesidad. produccion. distribucion y uso de las palabras
impresas, b) los autores, que escriben a partir de una necesidad, lugar
y cstilo y ¢) los leclores, que los eeiben a. partir de otta necesidad ¥
lugar.
Fs también desde aqui que los investigadores eseriben y hacen sus
aliemaciones’ Observan un fenémeno y lo reporlan, cn otras palabras
diriamos que: Leen de un fenémeno y lo interpretan. Esta mismo es lo
que podemos decir de un ereyvente: “Lec” una religion ¥ la adapta,
tomando la dectrina como lexlo, al croyente como lector y a su
practica como lectura
Por ello es que cuando hablamos de las religiones: catolicismo,
protestantismo, judaismo ec Islam. asi en general, en realidad nada
estamos diciendo. Sélo dirigimos la atencion hacia un lugar, pero ella
Hoes siquicrs una mirada aun
Deeir que los budistas son ateos es indiscutible on cierto sentido, pero
si creen en dioses, pero sus dieses no son como los del mundo
judeocristiano y ni siquicra como el romano, Son dioses en olre
sentido”, Decir que los musulmanes tienen como fundamenty al Corin
“El Buda de todos conocida fue un principe de la India que se llamd
Siddharta Gautuma y alcanze la ilinsinaciéu, de ahi provienc el nombre de
Buda que significa cn sdnserita “el iluminado”. Y aunque en las escuelas de
Fierra Pura del Budismo Mahayana le sinden culto, de cierto no és un Dins
Los budistas reconocen Ja cxisicncia de dioses, pero éstos no son seres a la
manera del Indeocristiauismi a los greco-romanos, son mas bien una
maniestacion que ne cumple una funcién de creadores del muck ni
dictadores de leyes. Samuel Wolpin en £! sutra de Henares: Primer sermon
de Fda (1988, Arpentina, Fd, Thlis} nos dice que la palabra Deve que se
traduce como Dios, aunque ey justificada picrde su real significado, Pues Los
devas budisias mi son venerados ni som clermos. sam mortales y sujelos a las
Jeves de causa vy efecto (tarma), exision bajo clrcunstancias mas afortunadas
yesidn doiados de una corwiencia mus elevada y carecen de poder sobre cl
hombre e incluso su karma puede conducirlos al plano humano, De ellos nos
divs, siguicndo una Lradicion budista. que “los dioses son Jos opltimistas mas
idigks poryus en su paraiso de bienestar son incapaces de convel
inuiginar que en determinada momento pueden volver a cheamarsc came
meros mortales, cn cambio, los movtales tienen una nocién del dolor mucho
mas viva que Ja que licnen los dioses” (Wolpin. op. cil, pag, 91), Lieva
proviene. de la raiz dn de “brillar® y “resplandecer”. de ahi, Dever s¢ uraduce
$3
dey ul legado de Mahon, también es cterto, pero qué hay de Ins
Sunnitas y los Chiitas que se han colocada, deniro del Islam, hajc
distintos puntos de referencia respecto al protita v su descendencia’’
Decir que los judios Hevan sus actos religinsas cn unos recintos
llamadas simagogas, poce nes habla de las distintas precisiones que se
llevan a cabo por los judios ortodaxos, progresistas. liberales v
conservadores respecte al lugar de la mujer en la sinaaoga
Mas atm, reférirnos a Ins catolicos isera de manera uniferme si
fomamas on cuenta al catélico italiano v al mexicano’? De reducir esta
generalizacion y pensar sdle en. por ejemplo, el catolicisma en
Mexico, tenomos que asumir que para hablar de ello tendriamos que
hacer referencia « una diversidad: las drdenes reliciosas (masculinas y
femeninas), las universidades y centros de ensefianza (jesuitas,
lasayistas, maristas. del verbo encarnada, Opus Dei, entre otras.) las
trudiciones populares (procesiones ¥ peticion de Huvias), Jos casos de
intolerancia religiosa, la costumbre (puede uno ser y decirse Caldlica
sin asistir a misa ni conocer ni practicar los mandamientoy de la
Iglesia}, los programas de catequivacion, los cursillos y retin
espirituales, la Tuologia de la Liberacién y vl conflicto en Chiapas. los
Legionarios de Cristo, los Seminartos Conciliares Diocesanos, la
Conferencia del Episcopado Mexicano, la Nueva Evangelizacion, y
sus relaciones con el Estado. Esto v mas es cl catdlico en México.
aunande a clo las precisiones en su practica. vivencia y ereencias.
como celestial o diyino, Otras ires interpretaciones de este (érmino son Jas
que da Panikkar (citade por Wolpin, op. cil) y Nos permufen entender un poco
mits a los dieses concebidos como lales por el budisma: 1) concuerda con el
Antes citado (“brillar”, “refulgir”) y septin esto “Los dinses son aquellos seres
drillantes que refulgen por su esplendor y bellezn”. 2) Fn este caso Ia raiz
podria ser li misma (div) pero signifiea “divertirse”. con le que los dioses
seria “aquellos seres que jucgin y se clivierten porque ne estin sujetos a las
miscrias de la vida humana”, 3) Por tiltimo. la raiz de deve podria ser dv de
“dar” gon lo que los disses aparecen camu “los que otorgan doncs a fos
hombres” (Wolpin. op cil pag. 93),
Esto, por solo mencionar un aspecto de Las dliferenems, ya que 8 asunia cs
mucho mis complicada, Anne-Marie Delcambre, Wham. fa vox ce Add.
Madrid. Apuilar ediciones, 1989.
84Con estes clementos como antecedentes, decidimos ochar mano de la
tworia de la recepeién estética® y conjugarla con el cstudig de las
religiones, Fs asi que lomande a la religién como texte y al creyente
come lector, hemos querido uplicar las losis de Jauss” a la nocién de
religion, ya que hemos consilcrade que sus planlteamientos son
oportunos para su estudio. De esta manera nuvstra farmulacion es la
Siguiente:
L La historicidad de la religiosidad osti basada on la
expericneia precedente del erevente’’,
IL. Ed creyente espera “algo” (perddn, bendicién, salvacidn.,.)
al llevar a cabo su religiosidad,
TI. Su practica le afecta directamente tania su comp
del mundo y como cn su vida privada.
IV. Hube una relercneia procisa sobre el mensaje v recepeién
del creyente antiguo que dio origen a esa on
V. La religion misma se inserta en un orden eolopico-
escatologico al igual que olras religion
VI Es preciso entender la religiosidad como parte de un
proceso ¥ 6n, o hasta, un momento determinado y
VIL La histaria del creyente ocurre dentro de una historia
general y ne aislada
Ke
in
GLA
Sdlo asi nos es clare entender por qué algim misionero Mormon
mexicano pueda llevar en su libreta de bolsillo una imagen de la
* Aplicada predominantemente al campo de literatura ¢ historia litesaria, asi
come de la filglopia ¥ herimenéutica,
* Finitidas originalmente hacia la ciencia literatia, Haus Rober! Jauss. fa
fheratura come pravececién, Barcelona. Editorial Ponisila, 1976. Se
encuentra un lragmento de este libro donde se expunicn | iy cn Mendtola
(Comp), divroduceiia oat anedlisis de fees México Universidad
[beroamericana, 1994 y una sintesis de las misnas cu Jauss, “Historia de la
literatura como una provecacidn it la ciencia lileraria’” Fin Dietrich Rall
(oop), Ga bused del texts, ieona de ha recepotin fiteraria, México,
Universidad Auténoma de México ¢ Lastitutu de Investigaciones Sociales,
1993, Pays, 55-538,
' De igual forma, la opinion def investigador cs una Lectura de lo que
observa, precedida por sus antecedentes. De 1, las precisiones que
se realizan en log siguientes puntos, on fincién del erevente, son aplicables,
también, al invesugador en su fren de [abajo
85gen de Guadalupe!'. yun protestante chiapaneco conservar su
culty a los santos’, o por qué es lan cnearnizadas las diferencias entre
algunos miembros del Opus Dei ¥ Is Compaiila de Jesiis (los Jesuitas)
Yambién se nos explica lo necesaria y eclovante de la abstencion de la
sangre entre los Testigos de Jehowa v su ncgativa a participar en la
ceremonia la handera'’, asi como la consideracion de abuso sexual, o
no, entre algunas migmbros de la Luz del Mundo", También se
objeliva el creyente catdlico practicante, que se asume pay ¥ ademas
asisle a la Iglesia de la Comunidad Metropolitana y participa de sus
tiles activamente!, Y conocer cl proceso en el cual un obispo
guerrerense demanda a uno de sus clérigos ante Ja Procuraduria del
Kstacde per amenaza, a consecuencias dil cambio de sede de la
didcesis’”... entre miley de cuestiones mas
Ponetrar en los planos de senrido del creyente, replanteandonos su
“leetuia” v su recepeién de la relizion que se diga profess, esa ox
nuestra farea. Fs de sla manera que el orden institucional de una
religion se hace evidente al crevente en cuatro nivelos de legitimacion.
tal como fo expresan Berger y Luhmann’’, y de esta manera habra se
strla para el investigador, involuerindose: |) la lengua, con sus
prapios sistemas de objetivacion de la experiencia humana 2) sus
Propios sistemas de sentido que lo coneretizan y orientan, 3) los mitos
¥ argumentos que justifican un aspecto religiaso compartido por sus
'" Observacién realivada en teabajo de campo en un elder de li Tplesia de
Jesucrists de log Santos de log (Illimos Dias en Cindad Guadalupe, NLL. en
1999
"" Caterine Good, 1997. Commicacién personal. Aulora de Macienelo te
fucka, Mexico, Fonda de Cultura Feondomea. 1988
Garma. (1994) El problema de los testiges de Ichova on
mexicanas, Nueva Anirgpulmte, 13, 3, 21-30
~ Revista dcedémicn pare stridia de las religiones, No, |, Organizado a
manera de dossier de La Lus del Mineo,
* Observacton realizada on Imibajo de campo en Ja cindad de Monterrey en el
vera del 2000,
' Jess Guerrera (1997, 6 de octubre), Chilapa. la disputa por la didcesis.
forma, seec. A. Pay, 20
‘itados por Gumibrech, Savintegia y estéiea ee le vecepeién, En Dietrich
Rall {comp.), Ey bused del teste, tearia de fa recepcidn titeraria, México.
ersidad Autonoma de México ¢ Instituto de Investigaciones Sociales.
jas escuelasmicmbros, y 4) los mundos simbolicus de sentido, que integran y
élevan el orden institucional-religioso al nivel de una totalidad
simmbatica,
De cierta que estas aseveraciones no estan alejadas de pare. los
planteamiontos connculos en la antropologia de Malinowski!’ Lew-
Strauss", Durkheim”! y z*, respecto a lo que propiamente
constituye una religién y corm habra de procederse en su estudia
Rompicndese con esto el limite -tan difuse por cierio— entre las
distintas disciplinas cientificas, que han aislado con fines didacticos el
estudio de las religiones. pera que en la vida diaria del creyente no
ocurre asi
Considero este sugicre una forma mas adecuada de trabajar em nuestro
objeto de estudio, sea o no de las religiones, evitanto de las
clasificaciones tedricay lan recurrida en algunos reportes’ —como
oourre con los estudios de las “sectas”’’— donde su ven sus autores
compelidos a fundamentar sus opiniones y terminan per nombran
crilerios que designan particuluridades de la creencia que esta en
observacién pero que nada tiene del cardcter valorative, y si de
ontolégice y¥ epistémice. y enun dole interjueso: La de la doetrina
por una parte ¥, la del invesuigador por la otra,
Es asi que los estudies que lonian en cuenta los distintos planes de
sentido en los que esta involucrada la experiencia del creyente como
"Malinowski, Bronislaw, fuy cngundutay det Pacifica Oecidentel
Barselona, Ediciones IG7S yy Malinowski, Avegia, cleneia
reftgion, Espaiia, Plincli-Agostini, 1294
1 Claude Lev Alans: inuitogic esirucipal, Arpentina Ludeba. 1958
‘Emile Durkheim. fav jivmas elementates ae la vida religiosu. México,
Edicioes Coyuacin 1995
* Cliford Geerts, Lar ueterpretacion de las culteras. Espaiia, Gedisa. 1995
* Bosch, ware conocer lux svesters Fsparia, verbo divina. 1993: Dobbelaere ¥
Wilson (1980) Jehoyab’s Witnesses in a caiholic country, Archives ates
Sicfences ’ Wilson, La reliaiin en ta saciee
Barcelona Editorial Labor. 1969: Wilson, “Lina tipologia de las sectas”, En
Robertson, Secinlogia de lan 1, México, Fondo de Cultura Economica
1969. Estos sdlo par mencionar aljumos de los mais conocidas,
Tapia-V.. Avy Reves-T., T QU01) “Semantica de secta. Su sguificacién
religiosa nenunca e Investigacion en Psicologio, Wol. 6. No. 1
a7lector de su religién, nos dan una loctura mas cereana a la del prapia
creyenly ¥ Mos periiten conseer parte del fenémeno religinsn, interés
deliberado de oste investigador (mas alla de las concepciones tedricas
¥ ajenas a la vivuncia del hombre de fey”
De momento, concluyamos reformulanda la cita de Iscr que abre este
cusayo, y afirmemos “con Gl” que: Le refigidy es ef heche-comstilnicde
de la docirina ea la comcencia del ereyente
“'Yapia-V. A. (1998) Log hijos del Dios forsstern Cultura y religion en el
México de hov. La psicatagta social ex Meéxiea, 7, i810 y Tapia-¥.. ¥
Reyes-L, (1999) Lay redes semanuicas de la conversié@n religiosa, Husefionze
¢ favestigeciou en pricalogia, Vol, 4, No. L Page, 85-101
38