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“SER MUJER:
EQUIDAD DE GENERO Y DERECHOS CIVILES EN LA SIERRA
NEGRA DE PUEBLA”
MÓDULO IV:
EQUIDAD DE GÉNERO
Y FAMILIA
A continuación encontrarás una serie de preguntas que nos permitirán reflexionar e identificar lo
que sabemos acerca del tema, Por favor contesta de la manera más concisa posible. Si te es difícil
dar una respuesta, deja el espacio en blanco.
1. ¿Considera usted que los bebés necesitan más la cercanía de la madre que la del padre? ¿Por
qué?
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2. ¿Cree usted que los hombres son más racionales que las mujeres, y las mujeres más afectivas
que los hombres? ¿Por qué?
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3. ¿Usted es de los que piensan que la mayor responsabilidad económica del hogar debe recaer en
el hombre? ¿Por qué?
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4. ¿Cree usted que una pareja puede funcionar adecuadamente, aun si el hombre permanece en la
casa y la mujer trabaja fuera del hogar? ¿Por qué?
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5. ¿Considera usted que existen unos trabajos más apropiados para mujeres y otros más
apropiados para hombres? ¿Por qué?
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6. ¿Cree usted que los hombres son mejores que las mujeres a la hora de tomar decisiones? ¿Por
qué?
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LISTA DE ASISTENCIA
LISTA DE ASISTENCIA
• Nos proponemos un desarrollo más equitativo y democrático en el trato y convivencia con las mujeres,
con el objeto de eliminar cualquier trato discriminatorio y de diferencias.
• Pretendemos la construcción de la igualdad a partir de la diferencia, como ideal ético que nos permitirá
un trato justo y equitativo entre los seres humanos sin importar el sexo.
• Identificar los tipos de familia y comprender que la familia es un espacio privado e íntimo en donde los
seres humanos aprendemos a relacionarnos con el medio exterior.
• Comprender y reflexionar que los estereotipos masculino y femenino que se asignan desde la familia,
determinan el papel de hombres y mujeres en la sociedad.
PRESENTACIÓN:
Asimismo pretendemos identificar el concepto de igualdad como un valor ético que nos permitirá
desarrollar un trato justo entre los seres humanos, sin importar su sexo.
Finalmente, mencionamos el rol que tienen hombres y mujeres desde la familia y como
repercute esto en el ámbito público. Hablaremos sobre los tipos de familia y sus funciones y, sobre
la identidad femenina y masculina.
¿QUÉ ES GÉNERO?
La palabra “género” tiene varios significados. Uno se refiere a la clase, especie o tipo a la que
pertenecen las personas o las cosas. Un segundo significado tiene que ver con la gramática, por
ejemplo cuando decimos “el peine” o “la casa” no es que estos elementos tengan sexo, pero sí es
necesario que conozcamos a que género o clase gramatical pertenecen para darle sentido a nuestras
expresiones y no cometer errores como “el casa”.
En este tema pretendemos utilizar el término “género” para relacionar socialmente tanto a
hombres como a mujeres. Hablar de mujeres es igual de importante que hablar de hombres, no
podemos pensar que existen actividades exclusivas para mujeres o para hombres.
En el caso de las mujeres, la identidad tradicional del género está centrada en el matrimonio, la
maternidad y el cuidado de los hijos. Para los hombres, el trabajo, el éxito y la competencia.
Un prejuicio es cuando hacemos un juicio de valor sobre algo o alguien. Juzgamos las acciones o las
cosas antes de conocerlas o sin tener los elementos necesarios para ello.
El papel de género que asumimos todos los individuos se forma a través de ciertas normas y
conductas culturales y sociales sobre lo que “debería ser” el comportamiento femenino o masculino.
Un ejemplo muy claro de esto es cuando en algunos grupos sociales como la familia o la escuela se
asigna un color dependiendo del sexo, rosa si es niña y azul si es niño. Esto es una conducta que
condiciona los roles y determina las posibilidades de las personas al estimular o reprimir sus
comportamientos en función de su adecuación al género. Otro ejemplo muy común es cuando los
adultos decimos a los niños que los hombres no lloran, asumiendo que las mujeres son débiles y que
por lo mismo a ellas sí se les permite llorar; estos prejuicios reprimen la conducta de niños y niñas.
En este taller, al abordar el concepto de género, nos proponemos comprender que muchas
actitudes o acciones que consideramos propias de los hombres o de las mujeres, son en realidad
prejuicios y características construidas socialmente, sea por tradición, creencia, costumbre o mito y
que en ningún momento están determinadas por la biología. Es la sociedad y no la biología, la que
ha determinado a lo largo de la historia que las mujeres nacieron para casarse, tener hijos y atender
la casa y que los hombres deben trabajar para mantener a su familia. Esto no quiere decir que sea
bueno o malo, siempre y cuando en una familia, tanto el hombre como la mujer hayan decidido en
común acuerdo tomar alguno de estos roles; incluso sería igual de válido que en una familia el
hombre se hiciera cargo de los hijos y de la casa, y la mujer se dedicara a trabajar.
El ámbito privado es todo aquello que tiene que ver con el hogar y la vida en familia; por el contrario, el
ámbito público se refiere a la escuela, al trabajo, a las actividades compartidas con otras personas de la
comunidad y, en general, a las actividades que llamamos sociales.
En este sentido entendemos que el género es la manera como cada sociedad simboliza la
diferencia sexual y fabrica las ideas de lo que deben ser y hacer los hombres y las mujeres.
Pretendemos en este taller un ejercicio democrático que invite a la equidad entre los géneros
para hacer posible una ciudadanía igualitaria y democrática de la que tanto hemos hablado a lo largo
de este manual de Formación Ciudadana.
Una vez que hemos definido el concepto de género, pasaremos a analizar entonces que sería
la equidad de género.
Las actividades que aparecen en la siguiente tabla deberían ser indistintas para
hombres o para mujeres, sin embargo, la sociedad ha determinado que algunas actividades sean
desempeñadas por hombres y otras por mujeres. Lo justo es que hubiera equidad, es decir que así
como las mujeres desempeñan actividades tanto en el ámbito público como en el privado, los
hombres deberían de involucrarse también en actividades del ámbito privado.
Más del 70% de los 1300 millones de habitantes del mundo que viven en situación de pobreza son
mujeres y niñas.
¿QUÉ ES EQUIDAD?
En el ámbito democrático la equidad es un concepto que se relaciona con la justicia y que busca lo
justo y la igualdad de condiciones para todos los miembros de una sociedad. Esto quiere decir que
ninguna de las partes será favorecida de manera injusta en perjuicio de otra. Igualdad significa
ignorar las diferencias entre los individuos para un propósito particular en un momento específico.
La equidad nos permite reconocer las diferencias. En perspectiva de género, esto quiere
decir que hombres y mujeres somos iguales como seres humanos, pero diferentes en cuanto a sexo,
esto nos permitirá entender la igualdad a partir de la diferencia. Ni las mujeres pretenden ser
exactamente iguales a los hombres, ni ellos pretenderán ser iguales a ellas. Esta idea plantea
personas diferentes pero equivalentes, implica reconocer la existencia de la diferencia entre las
personas, pero también entender que tenemos los mismos derechos como seres humanos. Se
pretende con esto evitar toda clase de discriminación.
En 1996, sólo el 7% de los cargos de rango ministerial del mundo estaban ocupados por mujeres.
Una política pública es un acuerdo sobre la manera en la cual nuestro gobierno cumple con sus
responsabilidades, como la protección de los derechos de cada individuo y la promoción del bienestar de
todo el pueblo. Algunas políticas públicas se convierten en leyes por medio de legislaturas. Otras
políticas se quedan como normas o reglamentos creados por las ramas ejecutivas del gobierno.
UN POCO DE HISTORIA:
Las mujeres no han gozado siempre los mismos derechos ciudadanos que los hombres. El derecho
al voto le fue otorgado a la mujer en Latinoamérica hasta este siglo, por ejemplo, en nuestro país se
les dio este derecho hasta el 17 de octubre de 1953. En general, las políticas públicas consideran en
menor medida a las mujeres, aún cuando éstas representan el 52% del padrón electoral. No hay
intereses compartidos ni demandas comunes más allá del anhelo de equidad genérica. En la realidad
vemos que los cargos públicos están ocupados por hombres casi en su totalidad; a las mujeres se les
ha marginado de este ámbito público, aún cuando se supone que se vota por programas de trabajo e
ideales y no por géneros. Veamos algunos datos:
• En la historia de México nunca ha habido una mujer presidenta; sin embargo, en 1988 (35 años
después de la obtención de la ciudadanía plena de las mujeres) se presentó por primera vez una
candidata mujer, y en 1994 se presentaron dos.
• En los últimos 22 años, sólo cuatro mujeres han sido gobernadoras de su estado: la primera
asumió el cargo en 1979 por el estado de Colima, la segunda gobernadora asumió el cargo en
1987 por el estado de Tlaxcala, la tercera fue gobernadora de carácter interino en el estado de
Yucatán en 1991 y la cuarta asumió la jefatura de gobierno del D.F. en 1999.
• Fue hasta 1981 que fue designada por primera vez una mujer en una secretaría de estado. De
1953, año que se obtuvo la ciudadanía femenina, hasta 1997, más de 180 hombres habían sido
secretarios de estado frente a sólo seis mujeres.
• Fue hasta 1952 que una mujer ocupó una diputación a nivel local, mientras que las dos primeras
mujeres senadoras fueron electas en 1964. Para 1997, sólo el 14.6% de las diputaciones y el
12.5% de las senadurías correspondieron a mujeres.
• En 1997, la participación de las mujeres en los Comités Directivos de los tres partidos con
mayor votación en el país (PAN, PRD y PRI) fluctuaba entre 15.6% y 23.8%.
Es evidente que las mujeres tienen una participación mucho menor a la de los hombres en el
ámbito público. Como una alternativa, las mujeres se han abierto camino hacia la participación y la
expresión a través de los organismos no gubernamentales.
¿QUÉ ES LA FAMILIA?
Se conoce como familia al grupo de personas que comparten y conviven en la misma comunidad.
Cuando hablamos de familia pensamos en las relaciones de parentesco como son mamá, papá, hijos,
hijas, abuela, abuelo, tíos, etcétera. A estos se les conoce como parientes consanguíneos. También
las familias están compuestas por parientes no consanguíneos, es decir, que no tienen la misma
sangre como son: suegros, suegras, cuñados, cuñadas, hijastros, padrastros, etcétera.
Existen varios tipos de familia, todas son igual de importantes y son valiosas si responden a
las distintas necesidades y posibilidades de los diversos grupos de personas.
Anteriormente, se creía que la familia “tradicional”, conocida como nuclear (compuesta por
la mamá, el papá, los hijos y las hijas), era la única que contaba. Incluso se llegaba a juzgar a
aquellas familias donde sólo vivía la madre con los hijos, o donde las parejas no se casaban. Había
casos en donde las madres solteras no sólo eran juzgadas, sino que eran casi obligadas a hacer pasar
a su hijo(a) como hermano(a), para evitar los rumores. Todo esto representaba importantes desafíos
para la crianza de hijos (a) saludables y felices.
Muchos matrimonios permanecían juntos, muy a su pesar. Ahora los tiempos son otros, los
prejuicios han ido cambiando y cada vez es más común ver divorcios, segundos matrimonios,
madres solteras, etcétera. El reto actual de las nuevas familias es lograr que cada uno de sus
miembros sea feliz y saludable, que se establezcan relaciones armoniosas y positivas entre los
miembros de la familia.
En cada familia, las personas se deben relacionar con cariño, confianza y con intimidad.
También hay acuerdos que deben ser respetados por todos los miembros y todos deben tener la
misma libertad para expresar y hacer lo que quieran, siempre y cuando no altere la libertad de los
demás. Los miembros de la familia deben ofrecerse cariño, protección y cuidados mutuos; también
comparten una casa y un espacio, diversiones, emociones y sentimientos, comparten proyectos,
tareas, triunfos y problemas. Estas relaciones familiares deben hacerse compartidas y con
responsabilidad. Es decir, no importa qué papel juegue cada miembro en la familia, todos tienen los
mismos compromisos y las mismas responsabilidades para con los demás, dependiendo de sus
posibilidades..
Las relaciones familiares, la mayoría de las veces son gratificantes y enriquecedoras, pero
también son difíciles y ahí es donde habrá que poner más atención para que después no se vuelvan
relaciones conflictivas que afecten a todos los miembros.
Existen varios tipos de familias, algunos especialistas analizan los diversos tipos de familia
de acuerdo a como éstas se organizan en hogares.
→ Familia nuclear es aquella en donde viven, en un mismo hogar, una mamá, un papá,
ya sea solos o con sus hijos.
→ Familia extensa es aquella en donde viven, en un mismo hogar, el papá, la mamá, los
T hijos y otros parientes, como pueden ser los abuelos, los tíos, primos, yernos o
I nueras.
P
O → Familia monoparental es aquella en donde viven, en un mismo hogar, una madre o
S un padre sin pareja, con sus hijas e hijos. Los padres y las madres pueden vivir sin
pareja por diferentes razones, por viudez, por divorcio, por abandono, por ser
D madres solteras o por ser padres que decidieron quedarse solos al cuidado de sus
E hijos, también se les llama padres solteros. También puede ocurrir que un pariente
de los niños viva solo o sola con ellos porque ha asumido su crianza.
F → Familia compuesta es aquella familia en donde uno o dos de sus miembros tienen
A hijos de matrimonios anteriores y deciden casarse o vivir en pareja. Regularmente
M esta nueva pareja se hace cargo de hijos que no son enteramente propios (hijastros)
I y en algunos casos tienen hijos en esa nueva relación y conviven por igual con los
L demás hijos, ya sea los de ella o los de él.
I
A
→ Familia uniparental es aquellas donde vive solo o sola una persona, ya sea porque así
lo prefiere o porque con el paso del tiempo así le ha tocado vivir.
→ Familia corresidente es aquella en donde viven, bajo el mismo techo, algunos amigos
o conocidos -sin tener lazos consanguíneos ni políticos- viven juntos y se organizan
para compartir gastos y tareas domésticas, también comparten compañía, afecto,
problemas y soluciones
La familia es una institución que tiene sus propias funciones sociales, como por ejemplo,
transmitir valores, costumbres y tradiciones culturales; se adquieren y desarrollan actitudes, hábitos
de trabajo y juicio moral. En la familia es donde se enseña la lengua, el modo de vestir, la manera
de celebrar los nacimientos o de enterrar a los muertos, la manera de pensar y de analizar la historia,
los modos de relacionarse con la comunidad y con otras personas o grupos sociales.
La familia es nuestra primera escuela y tiene una función muy importante como es la
socialización. Esto quiere decir que es en la familia donde aprendemos a desarrollarnos como
miembros de una colectividad y de un grupo social, con un sentido de pertenencia, ya sea a una
nación, a una región, a un pueblo, municipio o colonia. En la familia aprendemos a identificarnos y
a entender y respetar la cultura de ese grupo.
El hogar es el espacio donde las personas desarrollamos relaciones personales íntimas que
nos enriquecen y nos dan satisfacción. Ahí resolvemos nuestras necesidades de protección,
compañía, afecto, alimento y cuidado de la salud. La familia es la responsable de proteger y cumplir
nuestros derechos como seres humanos, sin embargo, como es un espacio íntimo y privado, alejado
de la vista de los demás, en ocasiones, al interior de las familias, pueden darse casos de abusos,
injusticias o de violencia, sin que nadie lo note desde el exterior.
La identidad es la imagen que todas y todos tenemos de nosotros mismos como personas distintas, con
habilidades, aptitudes, conocimiento, preferencias y cualidades propias.
Las niñas y los niños construyen su identidad mirando a su papá actuar como esposo, como
amigo, como padre, como trabajador, como vecino o como hermano. Así mismo sucede con la
mamá, la observan y ven como se desarrolla con ellos, con los vecinos, con el esposo, con sus
compañeros de trabajo, con amigos y con otros familiares.
Es importante que niñas y niños tengan cerca figuras de adultos hombres y mujeres. No
necesariamente tienen que ser el padre o la madre biológicas, pueden ser los abuelos, los tíos, los
parientes cercanos o incluso el padrastro o la madrastra, siempre y cuando tengan conciencia de su
importante compromiso con los niños.
Lo que determina la identidad y el comportamiento masculino o femenino no es el sexo
biológico, sino el hecho de haber vivido desde el nacimiento las experiencias, los ritos y las
costumbres atribuidas a los hombres o a las mujeres.
La identidad de género se adquiere entre los dos y los tres años, cuando los niños y las niñas
aprenden el lenguaje y antes de que conozcan la diferencia anatómica entre los sexos. Desde esa
edad las niñas saben que son niñas y los niños, niños; pueden elegir juguetes de acuerdo a su
identidad y ropa azul o rosa, aunque no entiendan lo que significa ser hombre y ser mujer, es decir,
aunque desconozcan la existencia de sus órganos genitales.
Niños y niñas estructuran su experiencia de vida desde su identidad, de tal modo que según
el género al que pertenecen los hace actuar de un modo o de otro. Por ejemplo, tienen actitudes,
comportamientos y sentimientos de niños o niñas.
Es muy difícil cambiar esos prejuicios. Muchas veces los hombres se niegan a hacer tareas
domésticas, en parte porque las consideran propias del sexo femenino o porque tienen miedo a las
burlas, como si fueran a dejar de ser hombres sólo por lavar trastes o planchar la ropa. Lo mismo
sucede con las mujeres, no por hacer labores que por creencia se asumen como propias del otro
sexo, van a dejar de ser mujeres.
Las relaciones familiares van cambiando con el tiempo debido a factores externos e
individuales de cada uno de los miembros. Los adultos salen a trabajar y se relacionan con otras
personas, al tiempo que adquieren nuevos compromisos; los niños crecen, van a la escuela y tienen
otro tipo de necesidades, igual pasa con los jóvenes y todos los miembros de la familia.
∫ ¿Qué pasa cuando en una familia todos los miembros tienen actividades fuera
del hogar, quién debe encargarse de las tareas domésticas?
familia que tienen menos actividades pudieran ofrecerse a realizar algunas tareas domésticas que
antes no realizaban y, por supuesto, habría que volver a negociar el uso compartido que se le daría a
los recursos familiares.
Un estereotipo es una opinión hecha que se fija en la mente como un modelo. Es un juicio de valor que
se impone, ya sea por una presión social o por convicción propia, a un grupo de personas y que termina
por tomarse como cierto.
Se trata de que todos los miembros de la familia tengan las mismas oportunidades, no
importa ni la edad ni el sexo, también se supone que los padres son los responsables de adquirir más
responsabilidades y para que éstas no se carguen más hacia una persona, se pueden compartir
responsabilidades.
El concepto género, nos permitirá comprender que muchas de las cuestiones que pensamos que son
atributos “naturales” de los hombres o de las mujeres, en realidad son características construidas
socialmente y no biológicamente, es decir, son estereotipos asignados desde el exterior, los cuales
asumimos como normales.
Los estereotipos son ideas, prejuicios, creencias y opiniones impuestas por el medio social
como son la familia, la escuela, la cultura y se aplican en forma general a todas las personas
pertenecientes a la categoría a la que hacen referencia, que puede ser nacionalidad, etnia, edad, raza
o sexo.
Los estereotipos generalizan a todas las personas por igual, son subjetivos ya que no se
basan en hechos reales o demostrables sino en lo que alguien piensa o siente sobre otra persona. Es
un reto para las nuevas generaciones de hombres y mujeres acabar con los estereotipos y modificar
los roles que por años se han asumido.
Anteriormente, ni hombres ni mujeres se cuestionaban por qué a unos les tocaba ir a trabajar y
llevar dinero a la casa y a otras quedarse en el hogar para realizar labores domésticas, de allí se
desprende la subordinación, dependencia y desigualdad social de la mujer. Las mujeres no han
Es muy común que a los hombres se les asignen características y estereotipos como los
siguientes: eficaces, valientes, fuertes, activos, razonables, proveedores, inteligentes, agresivos,
etcétera. En cambio, a las mujeres se les asignan estereotipos como el ser tiernas, cariñosas, débiles,
intuitivas, sumisas, obedientes, temerosas y coquetas.
Cuando un hombre o una mujer intentan romper con estos estereotipos son juzgados y
criticados, incluso rechazados por los demás miembros de su grupo. Sin embargo, estas costumbres
y creencias sobre los roles asignados a hombres y mujeres, pueden cambiar, sólo se requiere de un
interés particular y del respeto y la aceptación de los demás.
Los medios de comunicación han contribuido en gran medida a reforzar los estereotipos masculinos
y femeninos de los que hemos venido hablando. Han construido alrededor de personajes reales o
ficticios diversas creencias, actitudes, sentimientos y actividades diferenciadas entre mujeres y
hombres.
Los estereotipos han conducido a la formación de jerarquías, en las cuales se otorga mayor
estatus y valor a las actividades realizadas por hombres; debido a ello la posición de las mujeres
aparece inferior en la mayoría de las sociedades.
Es conveniente aclarar que no son los medios de comunicación los que han inventado o
creado esos estereotipos, ni tampoco son ellos quienes directamente han impuesto a la mujer los
roles que tradicionalmente se le asignan como es la situación de sumisión, o la asignación de tareas
y funciones que la marginan de una diversidad de actividades y de toma de decisiones. Más bien,
han contribuido a sostener el patrón de comportamiento que la mujer supuestamente “debe aceptar”.
Lo cierto es que los medios masivos de difusión han utilizado la imagen de la mujer de
manera distorsionada y degradante para inducirlas al consumo de una gran diversidad de productos
superfluos. Puede decirse que los estereotipos femeninos son “el gancho” para atraer la atención de
las mujeres consumidoras, pues es a través de la publicidad como se promueve la venta de
innumerables artículos, que al parecer son considerados para mujeres.
La publicidad nos ha vendido esta idea, por ello el éxito de anunciar productos de limpieza,
cosméticos, electrodomésticos, etcétera; con prototipos de mujeres amas de casa. La mayoría de los
comerciales en radio y televisión están dirigidos a mujeres. Incluso aquellos donde anuncian
juguetes, dulces o ropa infantil. Al igual que las actividades, los artículos de limpieza no son
exclusivos de las mujeres, muchos hombres también los consumen, sin embargo, la publicidad sólo
utiliza imágenes femeninas para comercializarlos.
En general, a las mujeres se les encasilla dentro del ámbito de lo afectivo o lo emocional,
cuyos rasgos principales son la ternura, la pasividad, la obediencia y el servicio a los demás; en
contraposición, a los hombres se les ubica en el campo de lo racional y sus principales
características son el control, la inteligencia, el dominio y la agresión, entre otras. En este sentido,
casi siempre a la mujer se le ubica en la casa y al cuidado de los hijos, mientras que al hombre lo
ubican en el trabajo o realizando algún deporte con los amigos.
Otra imagen de la mujer que se presenta en los medios es la de la mujer seductora, objeto de
decoración, donde sobresalen características como belleza, “buen cuerpo”, juventud; aquí el
mensaje es que su función es agradar a los demás, o bien, que puede obtener y lograr cosas a través
de estos atributos. El problema es que con este tipo de imágenes, utilizan a las mujeres como objeto
de pertenencia, hay comerciales dirigidos a hombres donde la mujer aparece como artículo de
decoración, incluso hay programas de televisión donde aparecen mujeres en bikini. Estas imágenes
denigran a las mujeres.
No es malo ser bella, pero no debería dársele tanta importancia si se compara con otros
atributos que también tiene una mujer como es la inteligencia, la intuición, la organización, etcétera.
Destacar la belleza como la única característica o la más importante, repercute en la autoestima de
las mujeres.
Las veces en que las mujeres aparecen en los medios representando un papel diferente al
tradicional, por ejemplo tener un trabajo remunerado, es que esto resulta incompatible y no deseable
y, por lo tanto, conduce a que reciba la consecuente reprobación social. O bien, cuando aparece
representando a una mujer emprendedora, con un trabajo remunerado importante, portadora de
atributos como inteligencia, independencia, autonomía, capacidad para tomar decisiones, etcétera,
resulta que el personaje utiliza estas cualidades para destruir y hacer el mal a otras personas (este es
generalmente el papel de las villanas en las telenovelas). El mensaje es que todos “estos atributos no
van con las mujeres” y por lo tanto es mejor retomar los estereotipos femeninos tradicionales.
Sin dejar de reconocer que han ocurrido algunos cambios en los medios de comunicación,
todavía se observa una ausencia de pluralidad, pues siguen proyectando imágenes de mujeres con
actividades y funciones muy tradicionales, rígidas y limitadas.
A pesar de los cambios que empiezan a darse, todavía los estereotipos de la mujer difundidos por
los medios masivos son:
El formar audiencias críticas activas acerca de la televisión y de otros medios, con respecto
a los papeles estereotípicos de género, permitiría que fueran las propias mujeres y hombres
como actores sociales quienes demandaran activamente una reorientación, de acuerdo con sus
inquietudes, necesidades, concepciones y motivaciones.
Estas preguntas se podrán contestar individualmente o por equipos, lo importante es que haya
intercambio de opiniones y se genere la reflexión.
2. ¿Qué diferencia hay entre el género y el sexo de los individuos? Utiliza un ejemplo para
facilitar tu descripción.
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3. ¿Qué actitudes estás dispuesto (a) a cambiar para con tus hijos (as) con el objetivo de crear en
ellos (as) una cultura de equidad de género?
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4. ¿Qué sugerencias concretas le harías a los gobernantes para que incluyan políticas de equidad
de género en tu comunidad?
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6. ¿Cuál sería tu conclusión general del tema? ¿Qué sabes ahora que antes no conocías?
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EJERCICIO : 1 FAMILIA
Instrucciones de aplicación:
3. ¿Quién de los miembros de tu familia tiene más tiempo libre para hacer las cosas que
más le gustan?
4. ¿Qué harías tú para que todos los miembros de tu familia puedan colaborar en las tareas
domésticas y tener tiempo libre para realizar alguna actividad?
5. ¿Qué reglas tendrías que establecer o modificar en tu casa para que todos tengan las
mismas oportunidades?
Este ejercicio te permitirá reflexionar sobre los roles que se asignan inconscientemente desde la
familia a hombres y mujeres.
Julián es un niño de 12 años. Ha oído decir que las mujeres deben tener los mismos derechos que
los hombres. Esto no le parece mal, sino que ve normal que sea así. De hecho, cree que los hombres
tienen la obligación de ser solidarios con las mujeres y ayudarlas a tener las mismas oportunidades
que ellos.
En casa también suele escuchar a su madre quejarse de que las mujeres son unas
incomprendidas porque no se valora su trabajo doméstico. Además de sus labores en casa, su madre
también trabaja en un almacén. El padre de Julián trata de comprender a su mujer. Cuando llega a
casa y todavía no está preparada la comida, no reclama ni se queja, pues entiende que ella llegó del
trabajo y no es pulpo para hacer varias cosas a la vez. Con todo, termina sentenciando aquello de
que los hombres no sirven para hacer las cosas de casa. Está completamente convencido que esas
son cosas de mujeres.
Sofía le reclama a Julián lo poco solidario, ya que el tiempo que ocupa en ir por Braulio, lo
podría ocupar para hacer su tarea; sin embargo, Julián cree que esa es la obligación de su hermana y
no de él.
• Analiza los distintos papeles o funciones que aparecen en esta familia en relación con las
tareas de la casa.
• ¿Notas algún tipo de diferencia en la educación de los tres hermanos? Explica
razonadamente tus argumentos.
• ¿Por qué crees que la madre de Julián, Sofía y Braulio sea la encargada de trabajar y de
dirigir las tareas de casa?
• ¿Qué opinas de la forma de pensar de la madre respecto a que a las mujeres no se les
reconoce su trabajo en casa?
• ¿Crees que Julián es consecuente con su forma de pensar?
• ¿Qué opinas sobre la expresión del padre de que los hombres no sirven para realizar las
labores domésticas?
• Si pudieras cambiar esta historia, cómo harías para que fuera más equitativa. Comenta tu
historia.