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: UNOPORUNO REVISTA ie DIAL ome PstcOANALISTS Lady Macbeth y otras semblanzas de mujeres ye El Desencadenamiento de la salida de andlisis ¥ Junio / Julio 93 6 —_Unopor Uno SOBRE EL DESENCADENAMIENTO DE LA SALIDA DE ANALISIS (CoyunTuRAS FREUDIANAS) por Jacques-Alain Miller (Parts) DE LA EsCuBLA EUROPEA ESTUDIAR LAS SALI- DAS DE ANALISIS EN LOS CASOS DE FREUD, ¥ VOLVI A MILAN EN SEPTIEMBRE DE 1992 PARA ESCU- CHAR Y DISCUTIR LOS TRABAJOS PRESENTADOS. Mis INTERVENCIONES FUERON AGRUPADAS Y REDACTADAS por Rosa ELENA MANZETTI PARA SER PUBLICADAS CON LOS TEXTOS ITALIANOS EN LA REVISTA AGALMA; ANNE DDUNAND LAS HA TRADUCIDO AL FRANCES; ES LO QUE SE HA PUBLICADO EN La LeTrRe MENSUELLE. P ROPUSE EL ANO PASADO EN EL TALLER MILANES Jacques-Alain Miller I- Introducci6én Las coyunturas del. desencadenamiento de la sali- da de anilisis, Dos conceptos estan en juego en esta expresién original, nunca utilizados hasta ahora. En primer lugar, el concepto desalida de andlisis. Se ha reflexionado muy frecuentemente s0- bre el fin del andlisis, entendiéndolo como la terminaci6n del recorrido analitico, de tal forma queera preciso plantear otro terreno para explo- rar conjuntamente al del final, al de la interrup- cién de anilisis. Ahora bien, todo andlisis no acabado no esta necesariamente interrumpido. Hay andlisis que se terminan con un cierto “se ‘cabo’, sin queni analistani analizante piensen quesea el neo plus ultra, pero sin que eso tomela Junio / Julio 1993 forma deruptura. Es necesario, pues, formar un concepto mas amplio, indiferenciado, que sea simétrico al de Ia entrada en andlisis: simple- mente, la salida de andlisis. Es sorprendente que la perspectiva no se haya introducido antes, reflexionar sobre la sa- lida en tanto tal, como si la diversidad y la variedad de salidas de andlisis obligaran al con- cepto de salida como tal. Es un auténtico trabajo de investigacion, del que nadie conoce aun los resultados. El segundo concepto, el de “coyunturas de desencadenamiento”, es utilizado por Lacan respectoa la psicosis, especialmente en su escri- to “De una cuestin preliminar a todo trata- miento posible de la psicosis”. Este texto da del desencadenamiento de la psicosis el esquema siguiente: el sujeto psicstico no desencadenado se encuentra implicado en una situacién dual, de simetria, de la que surge un tercero que pone en evidencia la ausencia del Nombre-del-Padre, o mejor, que activa los efec- tos de su forclusion. Lacan ve en esta coyuntura el factor desencadenante de la psicosis. Se trata de una llamada hecha en vano a lo simbélico a partir de una relacién imaginaria simétrica enla cual hace intrusién un tercer elemento no simetrizable, objetivamente simbélico pues, y sin embargo subjetivamente insimbolizable. Lo que llama nuestra atencién es la simplicidad en extremo de este esquema y el esfuerzo del que da testimonio para determinar una formula unica, Enloqueconcierne ala salida del andlisis, mi idea, que pongo a prueba, es determinar una 0 varias coyunturas de salida. (Cada uno de los casos de Freud es totalmente particular. Intentamos encontrar una formula interesante en cada uno y comparamos las for- mulas para versi encontramos, ono, una formu- la tinica. Sipensamos-comoloproponeM.T. Maiocchi- que la salida de andlisis de Hans se lleva a cabo © a través de la construccién de un fantasma, podriamos comparar las salidas por el fantasma y las salidas por la construccién del sintoma. Respecto alla psicosis, se dice de buena gana que Ja salida de la relacién frecuentemente esté faci- litada por la construccién de un sintoma elabo- rado gracias al andlisis. Se han escrito dos traba- jos en la Escuela sobre este punto. Se han de ~_plos clinicos de esta coyuntura, en la cual la Junio / Julio 1993 estudiar. Tomemos el caso del hombre de los lobos. Su anilisis esta marcado por la voluntad de Freud. de hacerlo salir. El hombre de los lobos no muestra ninguna voluntad de salir. Se da con suencia que sea el analista quien se preocupe por la salida del andlisis y no su paciente. Freud esti animado frecuentemente porundeseomuy conereto de hacer salir. El hombre de los lobos, por contra, esté animado, antes bien, por un deseo de quedarse, hasta el punto de que se queda en andlisis hasta el final de sus dias. Los analistas iban a encontrarlocomo un verdadero monumento. Encada uno de loscasos de Freud se encuen- tra lo que se ha llamado “contratransferencia”, es decir, la particularidad del deseo del analista ¢Cuél es la particularidad del deseo del analista en Freud? Esté marcado por un deseo de saber que se caracteriza, en Freud, por situarse en el discurso dela ciencia,lo que influyeen uncierto ntimero de cosas. A través de sus casos se asiste ala emergencia progresiva del deseo del analis- ta en Freud. En el caso Dora, por ejemplo, el deseo del analista no esté puesto a punto com- pletamente. Quiero recordar ahora un punto. Elesquemalacaniano del desencadenamien- to de la psicosis es legible en el esquema L inicial. Za EI sujeto se encuentra cogido en una tensién entre dos términosy en un cierto puntointervie- ne la llamada al significante faltante del padre simb6lico. Lacan da un cierto ntimero de ejem- relacion simbélica, establecida a partir de la imaginaria, no llega a concluirse. Uno por Uno 7 Dora es, en definitiva, una salida feliz. No esta resuelto todo desde el punto de vista del saber, pero finalmente llega a desligarse de su padre y "ganada de nuevo para la vida”. Es la ultima frase del texto. Freud considera que el andlisis se habia acabado y no podia continuar. Dora tiene abien volver a él 15 meses después, él considera que no hay nada alli que pueda hacer continuar el andlisis, Podemos hacer el control de Freud porque sabemos aproximadamente en qué se convirti6 Dora, Sabemos quién es Dora. Doraes la herma- na de Otto Bauer, el Iider socialista vienés, que es el bambino al que tiraba de las orejas. Muri6 enNueva York en muy mal estado, y el analista americano que la conocia la definié como “una de las mas repugnantes histéricas que haya encontrado jamas”. Podemos dudar, pues, dela salida feliz que imaginaba Freud y, también, de que el andlisis haya sido terminado. No nos dejemos fascinar por la problematica famosa de por qué Dora se fue, pero preguntémonos, por ejemplo, qué habria podido hacer Freud para que se quedase. Freud da deello una indicacién parcial cuan- doescribe: “;Habria logrado reteneralajovensi hubiera representadoun papel? ;Si hubiera exa- gerado el valor que yo daba a su continuacién? {Si hubiera mostrado por ella un caluroso inte- 16s (...? No lo sé”. Freud se da cuenta en ese momento de que si nose hubiera quedadocomo un investigador objetivo, cientifico, si no se hubiera quedadosélocomoel intermediario del padre, si hubiera puesto un poco mas de su persona, si hubiera dicho: “Quédese, tenemos queencontrarjuntosalgunascosas, yo, Freud, le pido que se quede”, quizas habria impedido la salida de Dora. Al contrario, Dora, sonriente, va aver a Freud, le dice: “He decidido irme”, y él responde: “Como quiera, hagamos la tiltima sesién”. De hecho, le dice: “Me da igual”. En ciertos momentos de la cura Freud es interpelado por Dora, le pide que se manifieste, yélnotienenada para responder a esa llamada, Freud desaparece. “Puede perderme?”, es la pregunta que Dora plantea al Otro. ;Cudndo plantea esta pregun- ta? Justo después de la sesion de analisis del segundo sueno, de la que Freud esta muy con- tento, y ella le dice “Noes gran cosa”. Yéndose, ‘© mejor, diciendo “Me voy”, Dora demuestra a 8 Uno por Uno Freud que lo que él crefa importante no era, en efecto, ”grancosa” Freud fuesorprendidocom- pletamente por la transferencia, Fue despistado por el deseo de Dora El anilisis, por Lacan, de las inversiones dialécticas de la cura, gira alrededor del hecho de que Freud no reconocia el objeto del deseo de Dora. Freud cree que ese deseo apunta al St. K., mientras que la pregunta de Dora lleva ala Sra K. en tanto que encarna la feminidad. Lacan escribe que Freud desaparece con la misma bofetada que el Sr. K., yes, ciertamente, la frase mas importante de todo el texto. ;Qué dice exactamente? La pregunta de Dora lleva sobre la mujer como Otro del misterio y, para planteaR esta cuestidn, le es necesaria la mediacion del Sr. K. Solo se interesa por el Sr. K. como medio para plantear su pregunta sobre la feminidad. Su yo se apoya en el Sr. K. para sostener su pregunta fundamental. Por eso, como lo dice Lacan en “La direccién dela cura...", es preciso distinguir entre el objeto de la identificacién, que es el Sr. K. ylacausa del deseo de Dora. Enefecto,loque sostiene el lugar del Otro en el andlisis de Dora es, por debajo del Otro, el objeto a. A a Desde el momento en que Freud se identifica alSr.K. essuficiente queel Sr. K. pierdasulugar para Dora para que Freud pierda el suyo al mismo tiempo. Por eso dice Lacan que Freud desaparece con la misma bofetada que el Sr. K. Encontramos aqui, de la forma mas precisa, la proyeccién de la posicién simbélica sobre la imaginaria. Esto es lo que se plantea con el andlisis del segundo suefio. La sesién de andlisis del segun- do suefio dura dos horas. No es una sesién breve, es una sesién muy larga; dura porque Freud elabora un sabery deja de ladolacuestin de la transferencia. Esta, pues, la sesién de dos horas y después, Dora, en la sesién siguiente dice,: “He decidido cortar”. Freud le pregunta: “Desde cuando ha tomado usted esta deci- sién?”. Ella responde: “Desdehace quince dias”. Freud se fija en esta duracién, dice que son los e dias que se dana una gobernanta, a una Junio / Julio 1993 ctiada, cuando se la despide. Noes esoloimpor- tante Durante la sesién precedente Dora cuenta que el Sr. K, le dijo: “Mi mujer no es nada para m{”. Ella le dio una bofetada y después desapa- rece su interés por el Sr. K. Es entonces cuando Freud le dice que su amor por el Sr. K. dura todavia. He ahf el error que comete. Tomemos de nuevo el texto de la sesién del suefio. ;Cual es el punto crucial del segundo suefio? Es el momento en el que el padre cae enfermo y la madre escribe a Dora: “Ahora que ha muerto puedes venir si quieres”. ¢Quéasocia Dora al “si quieres” del suefio, al “si quieres, puedes venir”? Son los mismos términos de la carta de la Sra. K. cuando ésta la invita a ir a la orilla del lago. En esa carta, después de las palabras “si quieres venir’ ,en el medio justo de la frase, hay un punto de interrogacién, cosa muy curiosa. Hay, pues, en el suefio, un desciframiento de la frase enigmatica: el obsta- culo que constituia el padre desaparecido, dan- doasfaccesoalamadreoalaSra. K. La interpre- tacién de Freud va a contrasentido: “Ella quiere que su amor por el Sr. K. no acabe con la escena del lago y que ese amor dure atin incluso de forma inconsciente”. En ese preciso momento, Freud dice cuan contento est de esta sesin y Dora responde con menosprecio: “No es gran cosa”, A partir de allf sitia mejor la causa de la salida de andlisis de Dora. Su suefio muestra c6mo la eliminacién del padre permite alcanzar el objeto del deseo, mientras que Freud toma una direccién exactamente opuesta y querria dirigirla al objeto de la identificaci6n, y la res- puesta de Dora es inmediata: “Me voy”, “Si es asi, me voy”. Lo que esta en juego, entonces, es, de alguna forma, una segunda entrada en and- lisis de Dora, y Freud la falla. La posicién del Otro no se sostiene del signi: ficante amo sino de un punto de interrogacion Mevado a la causa del deseo, mientras que la actitud de Freud es: “He comprendido todo’, Vale mas hacer sesiones cortasy dejar entender: “No he comprendido nada”. Esto es, mantener un punto de interrogacién sobre la causa del deseo, He ahi lo que no hay que apagar con las cadenas asociativas infinitas. Junio / Julio 1993 A ? Se ven lo limites de la técnica de Freud. En realidad, la cosa més preciosa, el agalma que retiene al paciente con el analista, es el punto de interrogacién, la falta en el Otro. Freud no supo decir a Dora que ella podia faltarle, que, yéndo- se, cavaba una falta en el Otro. Sin embargo, esta claro que ella cavé esa falta; es suficiente ver mo Freud se puso a pensar en Dora, a escribir respecto a ella, hasta volverla inmortal, hasta hacer de ella una nueva Gioconda. Dora, dice Lacan, se va con la sonrisa de la Gioconda, es decir, se va con su punto de interrogacién. Quizs podamos relacionar aqui la coyuntu- ra de salida con el eclipse de la falta en el Otro. ‘Cuando la Hamada se hace a la falta en el Otro (que noes una llamada al Nombre-del-Padre) y cuando esa falta acaba faltando se produce una coyuntura de salida de analisis. III - La salida de Juanito EnlugardepreguntarnossielcasodeJuanito es un anilisis 0 no, es més interesante tomarlo como tal Freud considera entonces que una salida de anilisis es correcta si hay curaci6n. Hay aqui desaparicién del sintoma, un sintoma fobico bien caracterizado e invalidante, acompaftado dela elaboraci6n de una respuesta ala pregunta del sujeto. Es lo que Lacan retine en la formula “Ja resolucién terapéutica del caso”. Solamente, la resolucién terapéutica, esto no es todo. La fobia tiene la ventaja de presentar un sintoma objetivo, comportamental, que no exis- te sélo parael sujetosino que esta constituidoen el mundo. La resolucién se obtiene a través de os tiltimos fantasmas del sujeto: el fontanero, el ‘matrimonio con la madre, el fantasma de tener hijos. Entonces, hay aqui una especie de cura- ‘del sintoma por el fantasma. Uno por Uno 9 que Hans mantenia con su madrees la intrusin de un elemento “real” en el juego, el goce del 6rgano. El falo, que hasta entonces era un ele- mento imaginario que circulaba entre la madre y el hijo como en el juego del escondite, se vuelve real, y no hay lugar para eso. Eslapreguntade Lenin: Quéhacer?”, “Qué hacer con el goce félico?”. La respuesta de Lenin es el partido comunista. La de Juanito es una llamadaal padre para dar su lugar al goce falico. Esta llamada atraviesa toda la observacién. Al no encontrar en su padre un soporte adecuado para simbolizar el falo, Hans se esfuerza en poner en escena una extraccién de goce en la dimension imaginaria. Nodeja de provocara su padre para que haga el papel que le toca: “;Por qué te enfadas?”, le pregunta. “Pero no es ver- dad”, le responde el padre desentendiéndose. “Sf, es verdad, estés muy enfadado, es asi”, insiste Hans. Qué quiere obtener de su padre? Que alivie el exceso de goce, que legalice el falo dandole su lugar simbélico. Es interesante darse cuenta de lo siguiente: la pregunta sobre el padre se origina en la pregun- tasobre el goce. Es lo que se llama la castraci6n: conjuncién producida entre el goce y el padre. Siempre hay en el goce un elemento excesivo que reclama una sustraccién. Ahi es donde se produce el enlace entre el lugar del Otro y el ‘objeto en tanto plus-de-gozar. Elimpassede Hansesel circuitoqueenlaza su papel imaginario, la figura de la madre que le responde, el falo que circula entre los dos. La introduccién del elemento real de goce,es decir, el meneo del pene que produce un cierto ntime- rode sensaciones nuevas, suscita una llamada a la funci6n paterna. Ahi se concentra la pregunta de Hans. La respuesta llega bajo las formas de! sintoma f6bico, que juega el papel del padre. El sintoma f6bico es una elaboraci6n subjetiva del Padre. Esto es, por otra parte, lo que permitira decir a Lacan finalmente: el padre no es nada més que un sintoma. Hans pone en escena una castraci6n dramatica. El sintoma llega al lugar del Otro, alli donde se espera la manifestacién en el mundo de una potencia terrible. La fobia ordena el mundo, pone sus limites, dice que hasta aqui, no se iré més lejos. ‘Comparemos ahora a Dora con Hans. Dora plantea su pregunta por mediacién del Sr. K. Se pregunta: “;Quées una mujer?”, “;Quéencuen- 10 Uno por Uno 3 tra un hombre en una mujer?”. Para plantear esta pregunta se dirige al Sr. K. y se identifica con él. Esto es el principio de la identificacién viril de la histérica, que levaré a Lacan a decir: “La histérica hace el hombre”, es decir: hace semblante, hace como el hombre. Creo que es interesante preguntarse si Hans nole plantearia también su pregunta por el sesgo de una cierta z De hecho, Lacan no cree en la curacién de Hans. Si se entiende por curacién la desapari- cién del sintoma, de acuerdo; pero nosotros distinguimos el sintoma y la cuestién que se manifiesta a través de aquél y tenemos razones para dudar de que esta cuestiGn encuentre aqui una resolucién éptima. Scognamiglio recogié en su exposicion una cita importante, que aclara la cuestién que ex- pongo: “ZA través de quién plantea Hans su pregunta sobre el padre?”. Esel pasajeenel que el padre pregunta a Hans: ”;Pensabas, pues, Ser la mamé?”, y Hans responde: “Yo era la mama de verdad”. Hansnos informa asisobre quién es el objeto de su identificacién: es la madre. Formemos esta hipétesis: Hans plantea su pregunta sobre el padre por mediacisn de la madre. {Qué dice Freud? Cuenta que al final hay un fantasma formidable, y todo acaba para bien. El 30 de Abril declara Hans: “Antes, yo era Ja madre, ahora soy el papa”. Para verificar bien que Hans esta en el camino recto, el padre le pregunta: “;Quién es la madre de los dos ni- ios?”, y Hans responde: “Es mama, y tu eres mi abuelo”. El padre y Freud consideran entonces que bien esta lo que bien acaba. Cito: “Todo ha terminado bien, el pequefio Edipo ha encontra- do una solucién més feliz que la que habia prescrito el destino, en lugar de matar al padre Jo convierte en abuelo”, y asf de rapido. Eso firma para Freud la curaci6n de Juanito. ‘Ahora bien, ¢qué precede a esta frase de Juanito? Sostiene que quiere ser la mamé de sus hijos. Su padre interviene decretando: “Perono, esonoes posible”. Todoel didlogo del 22al30de Abrilesté acaparado por Hans quedice:“Yosoy la mama”, el papa que le explica que eso noes posible. Hans intenta convencerlo por todos los medios: “Pero si, los nifios pueden ser mamés”, "56 que los nifios no pueden ser mamés, pero lo creoa pesar de todo”. En lugar de descifrar estos Junio / Julio 1993. re le inventa fantasmas, Por wuriese yo seria papa”, y 1.26 de Abril, dice Hans: ‘su madre, los pongo @ a las niftas”, el ue un nifto no {sin cenunciados, el pad ejemplo: “Si papa ™ otros del mismo tipo: “Soy verdaderamente dormir conmigo, a los nifios ¥ padre le dice: “Sabes muy bien 4 ci '”, y Hans responde: “Si, s puede tener Mies G6lo el 30 de Abril acaba embargo lo creo”. $61 ‘ diciendo: “Antes era la mam, ahora soy el papa”. Con esta frase todo el mundo esté con- tento, bien esta lo que bien acaba, happy ev Pero no acaba tan bien como 50. ; sQuésignificael hecho de que Hanscontins planteando durante es0s dias la cuestion de padre por la via de la identificacion & la madre’ Eipnifica que su respuesta a la cuestiOn de) padre es la reproducci6n. El padre es aque! que tiene hijos. E50 no es deshonroso. Sabemos en qué se convert, en un director de teatro que Bone en escena a los hijos de su imaginacion perd un artista, “sublimara”, poblando el mun- do con sus hijos imaginarios. Cuando dice a su adre: “Antes era la mam, ahora soy el papa”, responde al deseo del Otro. En efecto, lo que Hans encuentra en el no es otra cosa que el falo imaginario. Hans no se sostiene sélo de la identificacién ‘ala madre sino también de la funcion de la hermana. Esto os, de la identificaci6n a un per- sonaje femenino que le permite superar la an- gustia de castracién. De alguna manera, resuel- ve la castracion comolo haria una nifa. Por otra parte, la historia del fontanero lleva sobre el trasero, no sobre el Grgano del varén. Hans encuentra susoluciéna través dela procreaci6n, como una especie de solucién femenina imagi- nariaa una forma de envidia del pene. Y la idea de Lacan es que toda la vida de Hans quedara influida por su identificacién femenina. Para Hans, el objeto a deja el falo imaginario. Susalidade andlisisloponeenel caminodeuna produccién que, de alguna manera, evita lo simbélico del falo. 1 Otro ‘ Iv Re salida de andlisis en los casos de la joven homosexual, del hombre de I del hombre de los lobos ae! En el caso de la joven homosexual se trata verdaderamente de una interrupcién, de la que Junio / Julio 1993 habria que extraer el punto exacto donde se produce. Por determinados aspectos, encontra- mos aqufla misma cuesti6n que enel caso Dora, sdlo el curso ginecéfilo es manifiesto y se en- cuentra la dificultad de Freud ante la segunda entrada en anédlisis (expresion de Gérard Miller). Es como si fuera un poco pesimista cuando le llega un paciente impulsado desde fuera, como si pensara que una demanda “auténoma” no pudiera surgir de la relaci6n misma. Enel Infor- me Europeode 1994 podriamos preguntarnos si nohay siempre,en un ciertosentido, una segun- daentrada enanidlisis. Elsujetosiempreentraen anilisis antes de saber qué es efectivamente el psicoanalisis 0, al menos, qué seré su relaci6n Practica con el anélisis, y es necesario siempre que intervenga una confirmacién de esta op- ci6n. Un factor es evidente si se compara el hom- bre de las ratas y el hombre de los lobos: una cierta impaciencia de Freud. Tiene prisa por acabar. S6lo puede recibir un mimero limitado de pacientes, y cuando ha sacado lo esencial de Jo que le interesa, desde el punto de vista cien- tifico, disminuye su interés, tiene tendencia a despedir al paciente para hacer sitio a un nuevo caso. Enel caso del hombre de los lobos, estoesté explicito; en el del hombre de las ratas, se puede pensar que hay también un componente de ese género. En los dos casos, lo que le importa a Freud es darrazénde los fenémenos psiquicos. Enel caso del hombre de las ratas se trata de una obsesi6n, algo bizarro, extrafio,nosesabededénde viene, y Freud se pone a trabajar para demostrar de donde viene, cémo se construye, de qué forma seinstala, y piensa que es suficiente una explica- cin para queel fendmeno desaparezca. Creeen la curacion por el saber, la curaci6n epistémica. £l elemento transferencial propiamente dicho, es decir, distinto de la repeticién, le es poco evidente y le aparecera més tarde bajo la forma de la reaccién terapéutica negativa, que es el rechazo de Ia curacién en tanto epistémica. El.caso de la joven homosexual esté ya muy estructurado por Lacan. Sobre la base de esa estructuracién se pueden tratar otros casos de Freud. Por otra parte, tantoen el caso del hombrede no en el del hombre de los lobos es . Para el hombre de los lobos, 1 Uno por Uno es un pasajedel primer capitulo, enel que Freud expone su método para concluir el tratamiento, el método de la anticipaci6n del final. La raz6n quemotiva estemétodoextraordinarioesta des- crito de la forma siguiente: “El pacientese atrin- chera durante bastante tiempo detrés de una actitud de décil indiferencia: escuchaba, com- prendfa, pero se quedaba inalcanzable”. He ahi tuna descripcin muy precisa de la relacién del sujeto con la palabra, con su propia palabra y con la de Freud. El método de Freud es, aqui, jugar con el tiempo y realizar por ese sesgo una activaci6n. Esto es lo que domina el caso. Pode- mos preguntarnos, por otra parte, si Freud no precipitaba siempre la salida de andlisis. Pode- mos preguntarnos si estamos confrontados a una excepcién, 0 si no se revela en Freud un cierto automaton, que consistiria en forzar el momento de concluir, Elpasaje esencial en el caso del hombre de las ratas, en lo que aqui nos interesa, se encuentra enla parte E. Es la exposici6n, por Freud, de su método. Estas obsesiones parecen absurdas, se trata, pues, de darles un sentido, buscar tradu- cirlas incluso si parecen insolubles. Explica de- talladamente cémo procede: “Para llegar a la solucién,es preciso relacionarlas temporalmen- te con las experiencias del paciente, es decir, buscar el momento en el cual una idea obsesiva aparecié por primera vez y las circunstancias externas en las cuales volveria a aparecer habi- tualmente,(..) Podemosconvencernos fécilmen- tede que una vez descubierta la relaciGn entre la idea obsesiva y la experiencia del enfermo, to- dos los aspectos enigmaticos y notables de la estructura patolégica se vuelven facilmente comprensibles: su significacion, su mecanismo genético, en qué deriva de fuerzas psiquicas pulsionales que la han determinado”. Esta es la idea de una curacién por el saber. Entonces, cuando Freud piensa haber traducido metédi- camente todas las obsesiones del paciente, le dice adiés. Es como coger un libro, traducirlo y, al final, se acaba. El efecto terapéutico es indu- dable: el hombre de las ratas llega en un estado de panico, el panico cede, un cierto ntimero de aspectos de su vida encuentran solucién. Barbui tuvo raz6nal introducir el término de “momento de concluir” y al hablar de la “preci- pitaci6n del tiempo para comprender”. En efec- to, el métodode Freud en el hombre de los lobos 12 Uno por Uno pone en evidencia el tiempo légico. Es una apuesta sobre el tiempo logico. Toda la observa- cién del hombre de los lobos da valor al factor temporal, y,alli, Freud desarrolla la funci6n del aprés-coup, de donde Lacan la extraer4. Al cons- tatar las transformaciones de la significacion por escansiones sucesivas, Freud aplica este meétodo ala cura como tal, espera que fijando el final por anticipacién hard surgit una nueva significaci6n. {Qué intent6 suplir Freud fijando poradelantado el punto de conclusién? La falta deun puntodecapitén. En efecto, hay en la cura tuna especie de movimiento al infinito (Freud utiliza respecto al presidente Schreber el térmi- node asintético, que inspiraré a Lacan suesque- ma hiperbilico). Ante el automaton infinito del caso, que sin duda va més alla de la neurosis, Freud busca producir artificialmente un punto decapitén, con el resultado de queelhombrede los lobos sera invadido a continuacién por el delirio de hacerse operar la nariz, es decir, rea- lizar una castracién en lo real. Cada caso de Freud muestra la importancia, el peso, la densi- dad, del factor temporal en psicoandlisis. Lacan mostrara que la sesi6n psicoanaliticajuegaesen- cialmente por su manejo. Al lado del factor epistémico esté el factor temporal. El sintoma del hombre de las ratas, al menos en la forma intensa del principio, recibe una cierta solucién; pero debemos distinguir, tam- bién alli, el sintoma y la cuestién que expresa. Lacan pensaba que en el caso del hombre de las, ratas la cuestion no habia sido resuelta de forma eficaz y, en consecuencia, se tom6 en serio la nota final sobre la muerte del paciente durante la guerra. En el fondo, en el curso de su andlisis, se realizan las bodas del sujeto con la muerte. Lacan ve en su encuentro en la escalera con ‘Anna Freud, que tiene estiércol en lugar de ojos, como el emblema del caso. Dora y el hombre de las ratas: por un lado, la sonrisa de la Gioconda, por el otro, la hija de los ojos negros. @Por qué Lacan da valor a este encuentro en laescalera? Porquela cuestion fundamental del obsesivoes: "Estoy muertoovivo?”’. Asi, Lacan hace entender que el hombre de las ratas no ha salido de la influencia de la muerte sino, al contrario, que, en el andlisis, ha hecho un pacto conella. Hemos llegado a formular que las interrup- ciones se producen de improviso cuando el Junio /Julio 1993 asa de la posicién simbélica a la pos yntramos esto en el caso 2 No. No hubo, propia- mente hablando, interrupcion. Freud considera que se trata de un final. Por otra parte, Eesay que también loes para el hombre de los }obos. caso del presidente Schreber es un caso jimit puesto que no hay cura. En el caso Dora hemos sostiene el andlisis mientras que trabaj frando, y cuando tiene que pagar con unpocode su persona, sostener Ia causa del deseo, no es nada. Podriamos preguntarnossi Freud noesta ba, también él, casado un poco con la muerte Ciertamente, también era un hombre de deseo, recuerda Lacan, de un deseo que nos guia a todos atin, y eso vuelve mas sorprendente toda- via la desaparicion de ese deseo en ciertos mo- mentos. Su deseo es un deseo de saber marcado por la ciencia que se eclipsa cuando el plus-de- saber desaparece. analista p: cién imaginaria. :Encor del hombre de las ratas’ 5 visto que Freud soiv a desci- V - “Siempre hay manifestaciones residuales” Habfamosacordado que Focchi comentara la frase de Freud: “Siempre hay manifestaciones residuales”, que figura en el capitulo III de Anélisisfinito e infinito, descifrandola preferen- temente en la particularidad del texto. No ha cedido al envite de generalizar esta frase. Yo me permito traducirla a nuestra jerga: “Siempre existe el objeto a”, Nunca hay sistema significante sin el objeto a. Es una especie de axioma freudiano. Eso quiere decir queenel psicoanilisis, oenelorden del sujeto, nada no es todo. Nada no es todo. Es una forma de acercarse al significante del Otro barrado, S(A). Desde otro punto de vista, eso se inscribe en el antiprogresismo caracteristico de finales del si- Bony Y que contrasta con el progresismo del psy a iu Satine = eee dela huma- antiguorégimen. Hay,enel siglo XIX, un hundimiento Bn aie pro- sia del que Nietzsche, por otra parte, es grade susexpresiones. La frase de Freud expre- también. Dice que el hombre nuevo es imposible. : contarig, -* Tevolucién de Octubre dira lo Junio [Julio 1993 Estamos a finales del siglo XX y no estamos en posicién de confirmar la justeza dela frasede Freud sobre las manifestaciones residuales. Es sorprendente constatar un cierto “retorno a 1914”, la bomba atémica incluida. Habria que completar la frase de Freud dela forma siguien- te: siempre hay manifestaciones residuales, y todavia contentos cuando sélo son residuales Generalizando la frase de Freud se llega a decir: “el sujeto est siempre dividido” El capitulo III est dedicado por entero al enigmatico factor cuantitativo y alo que Freud Tama su potencia irresistible. Cuando Freud dice haber desatendido el factor econémico, se refiere a lo que hemos constatado en los escritos sobre casos: una elucidacion signi suficiente para actuar, queda una cierta resis tencia, no del paciente, de la cosa misma, sino una resistencia del ello, de la libido, de su viscosidad, de la fijacién. El encantamiento que provoca la lectura de los casos de Freud esta ligado al mito de una libido fluida que estaria toda en el desciframiento, como si pudiéramos escribir en la pizarra la operacion y su resultado y mostrarselo al paciente, que en ese momento se levantaria como Lazaro y se irfa libre del sintoma. Cuando Freud dice: “He olvidado el factor econémico”, saca la conclusién de sus dificultades con sus pacientes. Lo descubre por ‘el modo pesimista del que da testimonio Andli- sis terminable e interminable. {Qué hace Lacan? Dice: “Puesto que siempre hay manifestaciones residuales, que siempre hay un resto, estudiemos entonces qué pode- mos hacer conese resto. Llamoaese resto objeto a”, Freudianamente, es un resto de libido pre- sente de forma paradéjica en un conjunto signi- ficante al cual es disarménico. Lagran idea de Lacan es que es mejor parael analista identificarse con el objeto a como causa de deseo que con el pequefio a de la relacién imaginaria. Lamanifestacién residual del anéli- sis es el analista. Salir del andlisis es intentar d trds de si esta manifestacion residual. El es, sin embargo, una manifestacién ‘muy resistente. No nos llevamos, qui sueladelos zapatos (Danton), Uno por Unt pensar que los mejores son aqueéllos que salen fotalmente del psicoandlisis. Lacan decia eso. Todo lo que Freud analizé del lapsus y del acto fallido comola revelaci6n de una verdad se traduce, desde el punto de vista econdmico, comola presencia de un plus-de-gozar. La frase de Freud: “Aquél que normalmente es muy amable se deja llevar por un acto de hostilt- dad...” me recuerda un episodio, yarelatadoen mi curso, y que es para mi inolvidable. Es refe- rente a mi hijo cuando tenia tres afios y Se apasionaba por las gallinas del gallinero de Guitrancourt. Se levantaba muy temprano para levarles de comer. Vestido de pies a cabeza como es debido, con sus botas, un cubo muy pesado para ser llevado por un nifo tan peque- fo, moviendoy removiendo los granos,entraba aventuradamente en el gallinero y distribufa la comida entre todos los pollos que acudian a él Era un modelo de generosidad, de oblatividad, de caridad. Lo observo. Yhe ahi queen uncierto momento, de improviso, le da una patada a los pollos, ;que se dispersan! Fue como un rayo en. un cielo sereno. La frase de Freud sobre las manifestaciones residuales implica una libido inerte e inmévil Muchos de los pasajes de Freud inspiraron a Lacan su objeto a, pero el capitulo III de Andlisis terminable e interminable, ciertamente, es una de Jas fuentes fundamentales. Mientras que el sig- nificante es metéfora y metonimia, movilidad, la manifestaci6n residual es fijacién. Hay suje- tos que, todo y teniendo acceso al otro sexo por el coito, no se persuadirén nunca de sacar tanto goce como dela masturbacién. Esun ejemplo de manifestaci6n residual. Traducci6n: Juan-Enrique Cardona

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