I. FRENTE A LA ESCENA
1a progresiva difusion de la tecnologia de Ja reali-
dad virtual, irradiada desde los centros de investiga
cién informatica de las sociedades posindustriales, ha
coincidida con una creciente colonizacién del imagi
nario mundial por parte de fas culturas transnaciona:
es hegemdnicas, que presioan para imponer una
uniformizacion estética ¢ ideologica planetaria, La ra-
pida difusién de Ia realidad virtual en manos de labo-
ratorios universitatios, gabinetes militares, indust
del entretenimiento y del espectaculo y talleres de
ciberastistas, esta iluminandy con aueva luz,linespera:
damente, el sentido y Ia evolucién de las imagenes a
Jo largo de la historia occidental, movida por su aspi
racién hacia el ilusionismo referencial mis perfecto
posible, La difusion gencralizada de la realidad virtual
podra hacer que percibamos en el frturo nuestras
representaciones icdnicas tradicionales ~desde la pin-
tura al fresco hasta la teievision~ como imperfectos ¥
poco satistactorios artifici
Jen pereibirse generalmente las pinturas de ka era pre
perspectivista
1s planes, tal como hoy sue-
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tosimbolismo. Y Ja hemos llamado imagen-laberinto
porgue, a diferencia de la explicitud sensorial y simbo
lica de la escena, el laberinto (del griego y del latin
labirinihus) es definido por el diccionagio,como «cons-
teuceidn lena de rodeos y encrucijadas, donde ora
muy dificil orientarses
Para entender esta evolucidn resulta atil recordar [a
nda, recogida por Plinio el Viejo cn su Historia
natural, acerca dei invento del arte de Ia pintura, Se-
gin esta leyenda fundacional, una doncella de Corinto
trazé sobre una pared la silueta del rastro de su amado,
proyectada como sombra, para gozar de la ilusion de
su presencia durante su ausencia (este episodio, de
fuerte impregnacion magica, seria inmortalizado por ¢!
pintor David Allan en su lina The Origin of Painting
en 1775). No habra de extrafiar, por tanto, que algunas
lenguas antiguas, como el latin, utilicen la misma pala:
bra (anago) para designar la imagen, la sornbra y el
alma, Ni gue en griego eidos signifique a la vez idea
(como proyecto 6 modelo) y apariencis (como imagen
objeto), convertida en el origen ctimoldgico de idoio,
idolatria, idoiomanta y de las imagenes eidéticas. Y del
esto fundacional de la doncella de Corinto derivaria la
prictica de pintar lo ausente mediante su imagen vir-
tual, ya sca su reflejo {la imagen de los reyes en el
espejo de Las Meninas de Velazquez), 0 st sombra (en
cl primer término del lienza Coming Events, de Wi-
Mam Collins, de 1833),
En cl mismo libro relatd Plinio tambien la famosa
anecdota averca de los pajaros gue iban a picotear las
uvas pintadas por Zeuxis, engaftados por su perfeccion
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Ala luz de esta evelucién, se detecia sin mucho
esfuerzo que Ia produccién de imagenes en Occidente
ha estado dominada por una doble y divergente preo-
‘cupacién intelectual. Por una parte, por la voluntad de
perfecciunamienty cada ver mayer de su funcion mi-
meética, por la exaltacién de la,capacidad ostcnsiva de
a imagen como copia Edelisima de las apariencias
Opticas del mundo visible, en una ambicidn que culmi-
naen el hiperrealismo de la vealidad virtual. Esta ambi
cidn ha sido la del engano a tos sentidos y'a la inteli-
gencla, como ya avanzé Platén, pues quiere hacer
creer al observador colocado ante la imagen que esta
en realidad ante su referente y no ante su copia.
Pero en contraste con esta funcion de Ja imagen
como dobie ostensivo, como simulacro y como imita
cidn reatista, nus encontramos tambien con otea tradi
cién no extinguida de la imagen. criptica, como simbo-
Io intelectual y como laberinto, una tradicidn hermeti-
ca cultivada por el simbolismo del arte paleocristiano,
por los alquimistas, por las sociedades secretas y por
los codigos pictugraticos de muchos protesionales ac-
tuales (arquitectos, ingenieros, gedlogos, meteordlo:
gos, etc.), que constituyen verdaderos sociolectos ic6:
nicos cerrados de estas nuevas hermandades profesio
nales que han reemplazado, en parte, a las sociedades
secretas de antafo, De manera que frente a la transpa-
rencia ostensiva ¢ isomérfica de a imagen-escena en la
cuhura de masas, se abriria un inmenso territorio ocu-
pado por Ix imagcnrlaberinto, por aquella que no dice
Jo que muestra o lo que aparenta, pues ha nacido de
tuna voluntad de ocultacién, de conceptualidad o de crip-
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mimetica, y la def posterior desquite de Parrasios con-
a Zeunis, al ofrecerle um cuadro oculto por una corti;
na, que cuando Zeuxis fite a retirarla descubrié que
estaba pintada. Bstas leyendas fundamentarian fa criti-
ca de Platén hacia Ja pintara, a la que reprochaba su
engano @ los sentidos y a fa inteligeneia, y aunque esta
constatacion ilusionista no seria negada, en machas
ocasiones seria luego valorada como una virtud, come
hizo Lessing en su Fancoonte, al eseribir en su intro-
duceion que la pintura nos agrada engandndonoss.
Pero aquellas levendas griegas exan menos simplistas
de lo que aparentabas, pues fa historia de las uvay de
‘Zouxis prosigue con el reproche de que los pajaros no
fueron abuyentados en cambio por Ia imagen pintada
def nino que Jas transportaba, delatando asi su fracaso
mimético, 0 tal ver sentenciando que toda imagen est
condenada a yna ambigiiedad esencial
El psicoanatisis se ha extendido acerca de la pasion
escépica, acerca de ese irresistible apetito de ver que
es tan caracteristico de la imeligencia humana y que,
como toda fuerza biolégica, seria contemplade con
sospecha por rodes los rigorismos refigiosos, como
cjemplariza cl castigo biblico infligido a la mujer de
Lot. Leonardo Da Vinei, que tanto nos ha avudado a
entender la visidin humana, expresé antes que Freud la
naturaleza de esta pulsion, al relatar su suedo entrando
en una cueva oscura: «Ai cabo de un momento ~eseri
be Leonardo, dos seatimientos me invadicron: miedo
y deseo, miedo de ja gruta oscura y amenazadora,
deseo de ver si no contiene alguna maravilla extraordi=
aria.» Este natural apetito de ver, que cuando se ha
10 wow esnips.com’web'Sociologiacorvertide en excluyente ha dado origen a la patologia
del voveurismo, mironismo, escopofilia, escopolangia
6 mixoscopia, ha sido a veces hiperbolizado poetic
mente por algunos artistas, ean claras connotaciones
mnagicas, come hace Godard con sus protagonistas de
Les carabiniers, quienes acumulan fotos, grabados ¥
postales de todos los lugares del mundo para poseerlos
yicarialmente, en wn acto que contunde su glotoneria
iptica y su deseo de posesividad de todas las bellezas
del mundo. Mientras en Ia novela BI crimen del senor
E. Karma, de Abe Kobe, un hombre absorbe con sa
inirada un paisaje representado en una fotografia, En
estos ejemplos nos hallamos, en realidad, ante casos
extremos de tconomania, iconofilia ¢ idolomania, pues
se trata de imagenes representadas sobre un soporte,
Pero el apetite visual human posee todavia un
grado mas elevado de formalizacién cognitiva, mani-
festada en Ja que podriamos denominac pulsion icdnt
ca, que face que veamos formas figurativas en los.
perfiles aleatorios de Jas nubes, en ios puntos lumino-
sos de las constelaciones 0 en [as manchas de las
paredes. Confirmando esta conducta, la autoridad de
Plinio el Viejo nos explica, de nuevo, que el rey Pirro
posela una piedra agata en cuyos meandros aparecia
vepresentado sin que hubiers intervenido ningun artith
cio humano, Apolo con una citara y las nueve musas
con sus atributos. La pulsién ieéniea revels la tenden:
vig natural del hombre a imponer orden y sentidera sus
pervepciones mediante proyeeciones imaginarias,
hien tales orden y sentido aparecen ampliamente di-
sersificados segtin el grupo cultural al que pertenezca
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operacién que sélo puede efectuarse con un ejercicio
progcetivo muy refinade,
Todas estas consideraciones psicolégicas valen para
Ia especie humana ¥ no sabemos a ciencia cierta hasta
qué punto pueden ser validas también para algunos
primates, come ei chimpancé, el gorila y el orangutan.
Los palcontélogos, tos antropélogus ¥ los ctdtogos con-
cuerdan hoy en que fas fronteras psicologicas entre el
ser humano y algunos pongidos son extremadamente
ragiles. De hecho, el transite del hominide primitive
al homo sapiens aparece todavia envuelto en brumas v
atribuido a numerosas hipotesis, que van desde ia mar-
cha erecta y el consiguiente ensanchamiento de la base
cerebral, o los cambios de alimentacién, hasta la activi
dad motriz y prensil def dedo pulgar, Pero algunas
hipotesis aparentemente contradictorias resultan a la
postre coincidenies, Asi, si Ashley Montagu sostiene
que la cooperacién solidaria del grupo permitio, con la
coordinacién del trabajo de sus individues, su desarro-
lo cerebral, Richard Leakey sostiene en cambio que
fue Ia rivalidad y las estrategias de la lucha por el poder
en la manada las que aceleraron el desarrollo cerebral
de sus miembros, base de la hominizacién. Estas dos
hipétesis parecen a primera vista contradictorias -la
de la cooperacién y Ia de la rivalidad-, pero si se
examinan desprejuiciadamente, ambas revelan algo
fundamental en comin, « saber, la actividad de inte
raceidin social como base del proceso de hominizacién.
Sea como fuere, los experimentos efectnados por et
doctor Gordon Gallup con cjemplares a los que se les
ba pintado una mancha roja en la frente, han revelado
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el sujeto perceptor y sexin Ja historia personal que se
halla teas cada mirada. Rasta con inventariar todas Las
interpretaciones iconicas que ha recibido el conjunto
sideral que nosotros identificamos coma Osa Mayor
(pero que en otras épocas 0 culturas ha sido el Carro
del Rey Artaro, la Pata Delantera para los egipcios, o el
Jabali para tos sitios). O analizar el aprovechamiento
por el artista rupestre primitivo de las formas naturales
en las paredes de las cuevas del paleolitico superior
para construir la imagen de un bisonte 0 un jabalt
Mientras que ia litolatria, focalizada a veces hacia la
adoracién de piedras de origen meteoritica como en-
viadas por la divinidad, invitaba a generar a partir de
sus formas arbitrarias percepciones icénicas sactas en
sus fieles adoradores. Y el propio Leonardo observaria
que cuando se arroja un trapo embebido de pintura
contra una pared, se forma en ella una mancha en la
‘que puede descubrirse un hermoso paisaje. La pulsion
iconica surge de Ia necesidad de otorgar sentido a lo
informe, de dotar de orden al desorden y de semantizar
los campos perceptivos aleatorios, imponiéndoles un
sentido figurative, La aplicacion clinica mas conocida
de este principio psicologico en la sictualidad lo consti-
tuye el famosa test proyectivo de Rorschach, utilizado
para el diagndstico psicopatoligico. Pero varios sighos
antes de que Hermann Rorschach desarrollara en Zu
rich su famoso test, esta imperiosa tacultad provectiva
era ya bien conocida por quienes, en el Iejano Kyoto,
crigieron ef Templo de los Mil Budas (Sanjisazendd),
en el que el visitante es invitado a reconocer entre las
mail estatuas su doble budice y a identificarse con él,
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que solo el chimpancé y el orangutén reconocen su
propia imagen reflejada en el espejo, delatando con
ello que poseen una conciencia de su identidad como
individuos, como la poseen fos seres hurmanos. Lo que
contribuye a arrojar nuevos imterrogantes acerca de las
fronteras perveptivas y cognitivas entre ellos y el
hombre.
En el ser humano, el hemisferio derecho del cere-
bro, especializado en el procesamiento de la informa.
cién sensorial y espacial, pareceria ser el interesado en
el significante, en la res extensa de las formas visuales,
mientras que ef hemisferio izquierdo, especializado en
lo verbal, lo conceptual y lo analitico, seria prineipal-
mente responsable de los significados de dichas for
mas, Aunque la exposicion que acabamos de hacer
resulte extremadamente simplificadora, permite avan-
zar que Ja percepcion visual es €l ouiput psiquico de
unas descargas de cnergia bioeléctrica en unos circut
tos de neuronas cerebrales, lo que ha impulsado a los
neurocientificos a trabajar en la localizacién del corre.
lato neuronal en la corteza cerebral de la pereepcién y
de la conciencia visual.
Comencemos por establecer que la percepcién vi
sual es un fenémeno cognitive y emocional a la vez,
activado por un potentisimo procesador fisiologico de
informacion lusninosa, Percibir es una operacion new
rofisiolégica, psicolégica y seméntica de desciframien-
to cognitivo, de investidura de sentido del objeto perci-
bido, que transportado volatilmente por sti huz refleja-
da hacia el aparato ocular, para su perceptor pasa de
ser una mera forma a constituirse en conocimiento, de
4 www.esnips.comweb/Soeiologiamodo que la informacion sensorial s¢ estructura como:
adquisicién cognitiva con la identificacion del objeto y
dle sus partes. il sindnimo de identificar es reconoter,
re-conucer (volver a conocer) presupone un capital
unosico acumulndo por el pasado det sujeto, eon el gue
se contronta cada nuevo perceptu. En este sentido la
vision, de los tres tipos de memoria catalogados —la
episodica (para recordar episodios especificos), la im-
plicita