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8/20/2019 Aventuras Floreadas - Ana Maria Guiraldes

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acemucho tiempo tanto tanto

que a mi memoria le da calambre


vivían en un ancho territorio del campo
doscientas flores grandes de tallos
fuertes cabezas erguidas. Todas eran
hermanas les fascinaba jugar con la

Luna. Por eso dormían de día

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dedicaban la noche a contemplar el que mirar porque la Luna era apenas


cielo. u n a raya blanca en medio de un enorme
Apenas llegaban las sombras ellas y oscuro pizarrón. A pesar de esto las
despertaban. A veces la Luna estaba en demás Giralunas seguían el viaje del
un rincón a veces en otro. Pero las resplandor con los ojos muy atentos
flores siempre la encontraban. sin darse cuenta de que u n a de ellas
Entonces comenzaba su juego dormía feliz de la vida con la cabeza
preferido: a medida de que la Luna inclinada sobre un hombro. Y como las
avanzaba las doscientas flores iban flores no roncan no molestaba a nadie.

moviendo sus cabezas lentamente Cuando la Luna desapareció en una


para no perder en ningún momento ese
camino de plata que iba quedando en el
cielo. La que perdía daba prenda. Y
como nunca nadie perdía todas
ganaban. Por eso las caras de las flores
eran plateadas como espejos y el cielo
se reflejaba en ellas como en un cha rco.
Las ll amaban Giralunas.
Una noche de Luna Nueva una de las
flores la más pequeña se distrajo y s e
qu e dó dormida. Claro no había lTI U Cn O

l diez
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esquina del cielo, las Giralunas - T e n g o calor .. , -s e quejó la probre


agacharon sus cabezas para donnir. En Giraluna.
ese instante, la dormida despertó S h h h ... -respondieron sus

sobresaltada, levantó la cara y ... ¡qué hermanas, adonniladas.


horror , casi se queda ciega. La pequeña sintió que sus cabellos
¡Ahí, en medio del cielo, el Sol le plateados se derretían y le cayó por el
hacía señas con sus cientos de manos cuello u n hilo transparente.
calientes S o y tu alnigo el Sol -dijo él,
U f f f ... -se sofocó la Giraluna. saludando desde arriba con una sonrisa

S h h h ... -respondieron sus enorme y dorada.


hermanas, cansadas. ¡ N o eres mi alnigo ¡Me estás

t 2 do c e
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quemando -respondió desesperada la


Giraluna.
¡ T e apuesto a que no m e ves la

cara -dijo el Sol, que siempre se


aburría en el cielo.
- ¡ C l a r o que no ¡Si te miro m e
quedo ciega - s e asustó la Giraluna.
¡ H a z la prueba de a poco -dijo el
Sol, que era bastante insistente-o ¡Si

m e miras, tú ganas
La Giraluna sentía que le corría mirarlo de nuevo. Levantó la cabeza,
corría por el cuello u n hilillo caliente cerró los ojos, cuando su cara
sus cabellos plateados se le pegaban a enfrentaba a su nuevo amigo, los abrió.
la cara. Pero, como quien no quiere la - ¡ G a n é , gané -g ritó la Giraluna.
cosa, miró al Sol de medio lado. ¡Uf El Con el grito despertaron de un salto
calor era terrible. las otras ciento noventa nueve flores.
- ¡ C a s i casi -dijo el Sol, aplaudiendo y vieron, horrorizadas, que a su
con todas sus manos al mismo tiempo h e rma n a se le derretía lentamente su
dejando caer cientos de luces a la hermoso color plateado estaba
Tierra. amarilla, amarilla. Y no solo eso, sino
La Giraluna se rió u n poco e in te n tó que le corrían por la cara unos hilos de

4 c torce
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luz dorada como miel. - ¡ Y o también te miro -gritó otra


- ¡ L o c a , loca, loca -gritaron las Giraluna, codeando a la h e rma n a que
Giralunas. tenía alIado.

- ¡ H o l a , amigas -g ritó el Sol, feliz. ¡Pero no pudo ¡Le dolían los ojos ¡Le
- ¡ L o c o , loco, loco -respondieron las daba dolor de cabeza ¡Qué juego tan
Giralunas, agachando sus cabezas. difícil
¡ Q u e no me miran, que no me ¡ N o me la vas a ganar - s e picó la
miran -comenzó a gritar el Sol, dando Giraluna perdedora.
saltos en el cielo. El Sol se reía y se daba vueltas de
¡ T e miro y te miro -respondió la
Giraluna amarilla, con la cabeza bien
levantada.
- ¡ G a n a st e de nuevo -gritó el Sol,
aplaudiendo.
Las ciento noventa y nueve Giralunas
abrieron un ojo. ¿Un juego nuevo?
¿Cómo era?
Vieron a su hermana pequeña que
miraba al Sol con la cabeza erguida y
una gran sonrisa. ¿Eso era todo?

<9 diec,iséis
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carnero e n el cielo. ¡Qué día tan


entretenido Y allá abajo, poco a poco,
todas las Giralunas comenzaron a jugar.

Hasta que las doscientas hermanas


estaban cara al Sol enteras doradas,
mientras por la cara se les derretía la
luz de la Luna como u n aceite color de
miel.
Así estuvieron todo el día. Siguieron

con sus cabezas el camino del Sol desde


u n lado del cerro hasta que se perdió
tras el mar. Y cuando aparecieron las
sombras arrastrando sus vestidos
negros se instalaron en el cielo ellas
estaban ta n soñolientas, que dejaron
caer sus cabezas se quedaron
dormidas.
Por su parte, la Luna suspiró,
aliviada. ¡Era bastante molesto que
doscientas flores la siguieran toda la
noche sin dejarla jamás de mirar ¡No

8 dieciocho
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¡ D e nuevo me ganaron -gritaba


siempre el Sol antes de zambullirse.
Girasol Helianthus annuus .
a no fueron más Giralunas.
Su nombre científico,
Las llamaron Girasoles o Maravillas. Helianthl s, deriva del griego:
Porque es un maravilla que
"helios" ; sol, y anthas = flor,
doscientas hermanas jueguen todo el
Ilamadoosí por la forma de su
día y jamás, jamás peleen.
cabeza amarilla muy semejante
a la del Sol Sabemos, además,
que la flor del girasol tiende a
volverse en dirección del astro.
Sus frutos son ricos en grasas y
de ella se extrae el aceite. l
girasol, originario de México, es
ahora ampliamente cultivado
también c o m o planta

ornamental.

:2:2 veinti ós
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veintitrés 10/28
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dominios, se detuvo a observar a la


recién nacida que miraba asombrada el
ancho y verde mundo.

- ¡Hola ¿Quién eres? -p re g u n tó el


Sol.
La flor agitó sus pétalos y tocó su
rostro dorado.
- ¡ P a r e c e que soy u n a florecilla
-respondió.

¿ Y cómo te }lamas?
J
N o sé, acabo de nacer como u n
soplillo -repuso la flor.
- ¡ T o d o en la Naturaleza, aparte de
te n e r u n trabajo, tiene u n nombre!
Hace mucho tiempo, tanto que casi se -advirtió el Sol, que era muy severo en
me olvida, nació una florcita en medio , ese sentido.
de las hierbas del campo. Era muy . - ¡ E n t o n c e s bautíceme, padrinillo!
pequeña y su cara redonda y amarilla El Sol no tenía mucha imaginación;
estaba rodeada de minúsculos pétalos por eso, cuando bautizaba a alguien, le
blancos. El padre Sol, que en esos ponía el nombre de lo primero que veía.
momentos echaba un vistazo a sus T e llamarás ... te llamarás - y justo

~ veinti uotro
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veinti in o
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vio un manzano-, ¡te llamarás pintora para hacerle unos dibujos al cielo.
Manzana ... , eh, porque te ves muy - ¡ P a r a eso estamos nosotros
sana -dijo, para disimular lo copión -gritaron desde arriba las nubes y el

que era. arco iris, molestos.


- C o m o soy pequeña, debo llamarme Quizás podría dedicarse a joyera y
Manzanilla -corrigió la flor. hacerle unos adornos al campo.
-. Lógico, quise decir Manzanilla -se - ¡ P a r a eso estoy yo -s e apresuró el
apresuró a decir el Sol. Y como ya rocío, relumbrando enojado.
pasaba el mediodía, antes de seguir Podría dedicarse a peluquera y
viaje por el cielo, gritó-: ¡Busca un hacerles peinados modernos a los
trabajo, sana Manzanilla árboles.
La Manzanilla respiró contenta ese - ¡ E p a , epa , ¡para eso estoy yo
ancho y verde mundo en que estaba. -rezongó el viento y le mandó una
¿ Qué tal si se dedicaba a la costura y le ráfaga que le despeinó los pétalos.
hacía unos vestidos nuevos a la ¿ Y qué hago yo entonces,
Naturaleza? vientecillo? -preguntó la Manzanilla,
- ¡ P a r a eso estoy yo -exclamó ' desalentada.
escandalizada la Primavera, que estaba Nadie le contestó. Cada uno estaba
instalada en el campo desde hacía unos sumido en sus propios asuntos: una en
días . . su costura, otros en pintar, uno con
Entonces, podría convertirse en sus joyas y otro en despeinar.

v intiséis
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En ese instante, una hormiga gritara ¡epa, epa, eso lo hago yo ... "
trasnochada regresaba de una fiesta Pero un profundo silencio invadía el
con las manos en la barriga para bosque. Entonces, la Manzanilla

contener el dolor después de la ordenó con voz profesional:


comilona. Como iba muy concentrada -T i é nda se en la camilla.
en decir ayayay , chocó en el tallo de la La hormiga se tendió en una hoja y
Manzanilla, levantó la cabeza y al verle se dejó revisar. Cuando la Manzanilla
los pétalos como un blanco delantal, se terminó su trabajo, dictaminó:
confundió: - Solo debe comer papilla y una
-Ayúdeme, doctorcita ... - suplicó la agüita de la sana manzanilla.
hormiga. y de dónde saco manzanilla?
La Manzanilla esperó que alguien -preguntó la hormiga . '
P a r a eso estamos, hormiguilÍa

-respondió la Manzanilla,
desprendiéndose un pétalo blanco.
La hormiga obedeció. Apenas llegó a
su casa comió un puré de hojas y . .
después puso el pétalo de manzanilla
en agua hirviendo y se la bebió . Y ¡oh,
milagro, el dolor desapareció por
completo

: 8 veintioc ho veintinueve : 9
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La hormiga corrió donde la doctora: ¡ P a r a dolores de barriga de

-¡Gracias) usted es muy sabia hormigas o polillas ha llegado la sana


doctora Manzanilla

F u e un asunto sencillo -respondió y respiró) contenta) en su ancho y


ella modesta. verde mundo.
Ahora sí tenía un trabajo. Y para que Desde ese día la fama de la pequeña
no quedara ninguna duda de su Manzanilla cundió por la región. Todo
profesión) gritó lo más fuerte que pudo el que tenía dolor de estómago partía a
para que la escucharan la Primavera) su consultorio. Llegaban hormigas)
gusanos) gigantes y enanos. Zancudos)
las nubes y el arco iris el rocío y el
viento: princesas) ratones y viejas. Se tendían

~ . ) treint treint u o 3
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en la ho j a y la Manzanilla les daba u n Manzanillo Matricaria


pétalo de su cabeza para que se hicieran chamomilla). o manzanillo es
una infusión. Y después los pacientes uno d e los más populares d e
comentaban lo maravilloso de ese todos los hierbas medicinales. El
remedio con sabor a flor. nombre Matricaria indico el uso
Y hasta ahora la doctórcita del q u e le d a b a n en lo Antigüedad
campo aunque está algo pelada sigue poro aliviar molestares
sanando a los enfermos del estómago. relacionados con el embarazo
Sana al que como dulces y al que come Matriz matris) . Crece en
cabritas al que come tortas y al que
campos y jardines, barbechos y
,• come caperucitas. bordes de cominos. Su infusión
co mb a t e los digestiones difíciles,
1
lV falto d e apetito dolores de
cabezo insolación, neuralgia y
gripe. El uso externo colmo los
irritaciones d e piel y ojos. Se
aplico poro mantener el color
rubio del cabello. Si se abuso d e
susinfusiones, p u e d e producir
nervIosismo o mareos.

treinta y dos treinta y tres ; 3


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levantaba temprano tras los cerros y se


La vigía del campo acostaba tarde tras el mar. Y donde
vivían muchas flores silvestres de
colores.
diferentes formas y
¡Qué lindo
¡No, qué feo! ¿Cómo puede una flor
disfrutar del dibujo de la luz entre las
hojas si sabe que ahí viene al trote un
ternero pisoteador? ¿Qué flor podría
alegrarse del aleteo áspero de las abejas
q
si a cada rato tiene que esconderse
entre la hierba para evitar ellengüeteo
de u n cordero? ¿Y quién podría sentirse
hermosa si a la menor brisa el estero
Esta histo ria su ce d ió han ' t u l l·o
levanta sus aguas y las moja de tallo a
tiempo, que de solo re cordal-In D1 corola?
pongo VIeJa. Nadie vive tranquilo con ta n to te mo r
Todo comenzó una rn añ a n;) I w r o ,
junto.
en u n campo donde saltab a u l l Lpnw ro La más asustadiza de todas las flores
balaba u n cordero y salpica bn, ( 1 l l , 1 de era una cuya cabeza tenía forma de
u n estero. Era un ca m.po dond(\ 1\1 1 I 1 n\ campana. Sie n1pre se la veja sobre d

treintd y c.udtro t reint a y cinc.o ~


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pasto con los ojos cerrados y toda comentaron el último susto del Dedal
temblorosa. Ni siquiera levantaba la de Oro cuando vio una pezuña junto a
cara cuando las sombras azules su cara ni le pidieron la opinión sobre

llegaban a hacerles compañía. lo más adecuado para lavar a la


-Tranquilízate pasó el peligro Correvuela cuand o el cordero
-susurraban los pétalos de sus amigas. estornudó con la boca abierta y la
Pero ella seguía confundiendo el salpicó. Porque para ser bien francos
crujido de las chicharras con las cualquiera se ofende con alguien que
pezuñas de los corderos el roce del no habla ni da las buenas noches.
viento con la lengua del cordero y el o
j
brillo de la Luna con el agua del estero. que sucedía es que la flor
campanuda de tanto estar inclinada se
-No no no no ... -repetía su lo pasaba durmiendo. Y quizás qué
cabeza de lado a lado. pesadillas soñaba porque su cabeza se
- L e v á n t a t e y disfruta -in s is tía n los movía y se movía y se movía de lado a
susurros de las flores. lado en unos no no no no
-No no no no ... in terminables.
Hasta que un buen día sus amigas Hasta que u n a tarde de enero llegó al
silvestres -que como todas las flores campo alguien terrible. Nadie lo
son muy sensibles- se ofendieron y no conocía. Ninguna flor lo había visto
se dirigieron más a ella . Ni siquiera le antes.
Tenía cuatro patas como los cordero s

30 treint y seis t reint siete


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y terneros, pero mucho más largas; fueron doblando como cera al Sol hasta
ojos, orejas y boca como ellos, pero apoyar las cabezas en el pasto.
mucho más grandes. No d,ecía Beee ni Así se desmayan las flores.

Muuu, ni Gluug, pero lanzaba unos Pero la o tra flor no se había dado
Hhiii largos y relinchadores. cuenta de lo que sucedía a su alrededor.
y se paró frente a ellas, mostrando En esos momentos parece que ella
los dientes y lanzando coces. soñaba algo terrible, porque movía la
Las flores se agitaron muertas de cabeza con unos no, no, no, no, muy
miedo. ¿Qué pasaría si ese monstruo enérgicos. Tan enérgicos, que el animal
comía pasto cerca de ellas? ¿Qué la vio: inclinada sobre la hierba, con su
ji
pasaría si saltaba junto a sus tallos? cabeza de campana moviéndose para
¡Qué horror ¡Era mil veces más allá, para acá, para allá, para ac á ...
peligroso que los corderos y los Y muy curioso, se acercó a olerla. Las
terneros ¡Y además, mucho más mal demás flores, antes de desmayarse por
educado ... Porque, cuando las flores segunda vez, lanzaron un violento
pensaban que a lo menos no las mojaba polvillo dorado que revoloteó en el aire
como el estero ... ¿me creerán que les y se desvaneció en el pasto.
lanzó un chorro amarillo de alto a bajo? Así gritan las flores.
¡Ohhh La campanita despertó, sobresaltada.
Las flores quedaronprimero tiesas ¿Y qué vio frente a ella?
de ünpresión y luego, lentamente, se Unos dientes, unas pezuñas y ...

treint ocho treint nueve 3 \


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¡plafff . .. otro chorro amarillo. Aún asustado y sin entender qué


La pobre flor comenzó a mover de pasaba, el animal miró hacia abajo y vio
nuevo la cabeza. a la flor que movía y movía la cabeza ...

N o, no, no, se agitaba con más fuerza ¡Hhhhhiii , gritó, asustado.


que nunca. ¡Las flores no pueden sonar como
N o, no, no, se movía con u n a rapidez campanas, so lo sabe todo el mundo
increíble. partió al galope a esconderse por
No, no, no, de lado a lado ... ahí y a mojar de amarillo el pasto de
El animal miraba para allá, para acá, puro susto.
para allá, para acá, seguía el El sonido de espumas de cientos de
movimiento de derecha a izquierda,
comenzó a marearse, los ojos se le
cansaron, levantó las dos patas
delanteras las agitó en el aire.
Tilín, tilín, tilín, se escuchó en todo
el campo.
¿Era una campana?
Tilín, tilín, tilín ...
¿Se estaba volviendo loco o era la flor
que sonaba?
Tilín, tilín, tilín ...

4 ~ cuorenta c ua r t uno 4
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pétalos al juntarse y separarse invadió tin tin e a n te les advertía. Lo mismo


el lugar. pasaba si el cordero masticaba muy
Así aplauden las flores. fuerte o si el estero levantaba mucho
Tilín
sonó la campanita con mucha sus aguas: la flor campanita sonaba y
modestia. sus amigas se escondían entre la
Las flores aplaudieron más. hierba.
Tilín tilín siguió ella agradeciendo. Por eso cuando vayas al campo
Desde ese día se transformó en la busca entre las flores silvestres a u n a
vigía de las flores. de cabeza inclinada. Si haces u n poco
Cada vez que llegaba u n ternero a de ruido verás que pronto ella se
saltar cerca de ellas u n sonido mueve asustada p o r tus pasos. Y si
afinas el oído podrás escuchar unos
tilín tilín y las demás flores se
ovillarán.
Pero si buscas u n poco más es
posible que encuentres por ahí a u n
animal de dientes grandes que
mientras dice Hhhiii todavía piensa
piensa que es imposible que una flor
suene como campana.
Pero tú sabes que es cierto.

cu rent os cu rent o tres


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Bonifacio ufrasio y
Campanilla Galanthus nivalis . Nicasio
Florece en las zonas de baja
montaña aun c uando los
prados estén todavía con
nieve pero se la puede hallar
también a más de 2.000 metros
de altitud Su cabeza inclinada
tiene forma de c ampana os

campesinos cuentan que en las


tardes silenciosas c uando ni los
pájaros hacen ruido con sus
alas se puede escuchar un
leve tintinear en el c ampo: son En el tiempo en que los gatos
las campanillas al viento andaban en monopatín y las mariposas

usaban zapatos vivían en u n pequeño


campo tres duendes jardineros de
barbas azules. Se llamaban Bonifacio
Eufrasia y Nicasio. Cierto día cuando
desmalezaban sus flores y plantas

cu rent
44 ~ r e n t yc ~ t r o y cinco 4 5
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observaron que había un pedacito de Si aquí hubiéramos puesto abono


tierra hinchada como si alguien la ya habría flores -respondió Nicasio
hubiera inflado por dentro y que unas mirando asustado el pequeño
pequeñas volutas de humo se filtraban promontorio.
a través del pasto. Yo creo que va a nacer u n volcán: el
Yo creo que esto se debe a un olor a humo es espantoso -dijo
exceso de abono -dijo Bonifacio el Eufrasio tapándose la nariz con su
duende más viejo mirando con larga y rizada barba azul.
atención. - A r r a n q u e m o s hermanos -musitó
Nicasio con el bonete tiritón.
-Coba.rdotes ... tanta alharaca por
un poco de humo que ... -alegó
Bonifacio disimulando su inquietud.
Iba a seguir hablando pero se
escuchó un pequeño ruido como si
alguien desde el fondo de la tierra

hubiera lanzado una carcajada. Los


jardineros retrocedieron un par de
pasos. Y e n esos instantes frente a los
espantados ojos de los duendes el
pasto se onduló como si una mano

e uarent a s is c uarenta siete


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hubiera levantado por debajo la tierra y


cuando la figura humosa reapareció,
luego se abrió un orificio del que brotó ¡POF transformada en un tallo verde.
un potente chorro de h u mo gris. El tallo , dejando escap ar vahos de
¡ E l vol. .. volcán - c h i l l ó Eufrasio,
humo, se dobló hacia ellos y les lanzó
agarrado al cuello de Bonifacio, que se con violencia un par de fumarolas a la
sujetó a Nicasio, y ¡cataplum , los tres cara.
cayeron al suelo tapándose la cabeza
- C o f , co f ... ajj ... gu a ... -los duendes
con las manos. comenzaron a toser con cara de asco.
El chorro de agua seguía brotando El tallo, con una voz algo ronca, les
hacia lo alto con un zumbido de fogata, dijo:
hasta que comenzó a girar, a girar,
retorciéndose de alto a bajo a una
velocidad increíble, como un tirabuzón
de humo. Giró durante unos minutos,
mientras los ojos de los duendes, que
no perdían detalle desde el suelo,

daban vueltas como remolinos en sus


órbitas. Cuando el chorro se hizo tan
fino que terminó por desaparecer, los
duendes, mareados, quedaron tirados
en la hierba. Pero dieron un brinco

48 c uarenta ocho cuarenta nueve ~


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-Hola soy Palomilla, la nueva entera y dijo con t ono risueño:


florecilla de su campo ... permiso, que - ¿ L e s gusta mi per f ume?
tengo que terminar de nacer ... ¡ Eres fétida -respondió Eufrasio,
Y plif, plaf, pluf, en medio de enojado-o ¿Por qué no elegiste ot ro
pequeñas explosiones de humo, lugar para nacer?
surgieron unos pétalos largos y o seas ta n mal educado con la
angostos de color rosado. Naturaleza -s u s u rró el tímido Nicasio,
Los tres duendes se miraron. evitando respirar.
Bonifacio, el más viejo con las Los tres jar di neros, ya repue st o s de
mejillas algo pálidas, se levantó la impresión, se instalaron bajo u n
sacudiendo sus pantalones r o jos.
- Y a lo había dicho: era u n a flor. ..
- r ezongó, mi r ando a sus hermanos con
el ceño fruncido y tratando de no
respirar s olor es pant os o que venía
de la nueva flor.

- ¡ Y o nunca había visto nacer u n a


flor de esa manera -se eno jó Eufrasio,
moviendo su barba para despejar su
cara de humo.
La fl o r la Palomilla, se reme ció

CJ cincuent cñ cuenta Lino 5


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olmo a observar a la nueva habitante sus ojos claros tenían u n brillo de fiebre.
del campo que se dedicaba a lanzar Se acercó a la Palomilla, casi sin mirarla,
humo y despedir mal olor en medio de y con aspecto cansado, se dejó caer en la
risas burlonas. hierba.
Cuando pasó un conejo y olisqueó La Palomilla había girado su tallo
interesado a esa planta de flores para mirar mejor a la visitante, y
delicadas y rosas, salió arrancando, cuando la niña dejaba caer su cabeza
ahogado. Después pasó una abeja y sobre las rodillas, la planta se inclinó,
¡zummm se fue directa a investigar las como para tocarla. La niña, entonces,
nuevas corolas, pero casi cae muerta. dijo ay y cayó de espaldas.
Bonifacio dijo entonces con voz - P a l o m i l l a mala ... Palomilla mala
firme: -gritó Eufrasia, casi dormido,
S i solo es hedionda, basta con no corriendo hacia ella y dándole unos
acercarse mucho; pero por si acaso, no barbazas en las flores.
la perdamos de vista. Bonifacio, moviendo la cabeza para
Mientras sentían que les estaba espantar el sueño, tomó de los brazos a

dando much o sueño, vieron que se la niña y N icasio la agarró de los pies, y
aproximaba una joven de largo vestido entre los dos la arrastraron hacia el
blanco. Caminaba con dificultad, corno olmo. Una vez allí le lanzaron rocio en
si estuviera enferma. Tenía su rostro los ojos, la abanicaron con u n a hoja de
muy pálido, las manos le temblaban y helecho, le dieron pahnaditas en las

~ c incue nta dos c incuent a tres ~


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8/20/2019 Aventuras Floreadas - Ana Maria Guiraldes

manos , pero la niña continuaba sin


moverse.
¡ L a mató, esa planta asesina la
mató -g rita b a Nicasio dando saltos
histéricos y l anzando piedrecillas a la
Palomilla, que se reía como si le
hicieran cosquillas.
Pero Bonifacio que por ser viejo
conocía más de la vida, miró con
atención a la enferma: le levantó los
párpados, le tocó la nariz y luego le miró
el color de la s uñas. Y dijo con voz sabia: El Sol viajó por l cielo y se escondió,

- T r a n q u i l o s : ella solo duerme. apareció la Luna y ellos seguían

S i tú lo dices, así será -asintieron sentados. Durante horas y horas la

Nicasio y Eufrasio, bostezando. miraron y la siguieron mi r ando par a

Y más allá la Palomilla movía sus vigilar su respiración. Cuando uno de

pétalos al viento como u n a cándida ellos se iba a que da r dormido, ot r o le


pal oma rosada. daba u n codazo en las costillas y vo l vía

H a y que cuidarla, no sea cosa que a enderezarse. Hasta que al amanec er

despierte y necesite algo -dijo los duendes vieron que esas mejillas

Bo n ifacio preocupado. bl an cas se volvían sonrosa d a s y los

cmco
cincuent y cu tro c inc llenta y 5;;
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labios tristes se curvaron en u n a milagrosa? -dijo la niña mirando para


sonrisa. Y cuando el Sol alumbraba todos lados.
nuevamente el campo la niña abrió los - ¿ M i l a g r o s a ? -p re g u n tó Eufrasio
ojos: ya no existía ese brillo afiebrado con la cara adormilada-o ¿Milagrosa esa
sino que ahora un brillo feliz los Palomilla?
iluminaba. -Sí milágrosa: apenas la respiré
- ¿ D ó n d e está? ¿Dónde está? -dijo la sentí que mi cabeza daba vueltas y no
niña incorporándose. recuerdo más ... Pero en mis sueños la
- A q u í estoy -dijo Bonifacio dando vi convertida en u n a dulce paloma rosa
u n pasito hacia ella mareado de sueño. que me abanicaba con sus alas y me
-No ¿dónde está esa flor devolvía las fuerzas -dijo la niña con
voz cantarina mientras buscaba a la
Palomilla con sus ojos.
Y levantándose de un salto corrió

hacia ella.
Los duendes la vieron llegar a su lado.

Y también la vieron taparse la nariz y


acariciar con un dedo las flores rosadas.
Luego la joven se alejó saltando por
el campo.
- M u y milagrosa será esa flor pero

<9 cinClAenta y se is cincuen ta y siete = -

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Palomilla Fumaria oficinalis).


Proviene de los países orientales

y su follaje es de un tono gris y


humoso. Tiene un desagradable
olor a humo que hace llorar y la
tradición popular la hace surgir
d e las emanaciones de la tierra
en vez d e surgir de una semilla.
e encuentra en lugares secos o
yo no m e acercaré ell aunque me
montañosos Es considerada
duela la última muela que me queda
planta milagrosa que otorga
dijo Bonifacio.
una larga vida No se debe
y se quedó dormi do parado.
abusar de ella ya que existe el
riesgo de que cause
somnolencia y retarde la
circulación

cincuenta ocho cmcuenta nueve

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