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ATT Saal roca) ecard Oa (genas 1568-1606, oe OCU CuL mune n Tree Ucurefia. Pero, crs ORO CMC) Poco rd eer ec XAVIER | OBRAS ALBO|SELECTA TOMO |: 1966 - 1974 Edicién preparada por Hugo Fernandez A. FRA La Paz | 2016 Ab Conons, Xavier avir Ab: Obras Selects. 1.11966 ~ 1974 /Xavier Ab dt Sin: Hgo emndes Not. Laeerndoconxaer A ttodelmvestigacinyPromocin de Campesinede, 8 de acultracin; Ucureha en et contexto Revolucion Nacional de Bolivia, 1935-1952:1967; Dinémica ruclura intercomunitaria de esis de Machaca; Nuesta, Esposos, suegros y padrinos entre los aymaras idiomas, futuro des idlomas oprimidos; La re del Aymara, io como expresin DLs 4166846 ISON: 789-99954-88-69-7 ielosas /Jesuitas / Evangelizacién / Acuturacén / fas indigenas/ Revolucn de 1952 Historia socal /UcureNa ests 3 Socllngisa | Ral / Lengua aya | Lenuas Indgenasboanas/ Rad educava/Ungisea (©2016 Fundactén Xaver Abs Fundacion Xavier Abe atx. org.bo ‘aPca om cipca.org. bo Compara de Jessen Bolivia Eden: Hugo Fernindes Araoe Diseo: Sainasinchez com, Impresion: Edtoral 3600, Impreso en Bova Printed in 00 ejempares PRESENTACION { talunya, Espaita). En 1951 se hizo miembro de la Compania de Jesus y a principios del aflo siguiente fue destinado a Bolivia, junto con otros nueve novicios, para fundar aqui un nueyo novi- Giado, Llegaron finalmente a Cochabamba el 1x de agosto de 1952, cuatro meses después del célebre g de abril, que inicié la Revolucion Nacional y el después llamado Estado del 52. Fue como volver a na- cer. Desde 1980 es ademas ciudadano boliviano. Xm Albé nacié el 4 de noviembre de 1934 en La Garriga (Ca- Es doctor en lo que ahora quizs podriamos llamat Antropologia Socio- lingiifstica por la Cornell University de Ithaca, Nueva York (1966- 70}; estudié Teologia en la Facultad Borja de Barcelona (1961-64) y en la Bellarmine School of Theology de la Loyola University de Chicago (1964-65). Doctor en Filosofia por la Universidad Cat6lica del Ecuador, Quito (1955-58). Estudié Humanidades en Cochabam- ba (1952-53) y en la Universidad Catélica del Ecuador (1953-54). De 1966 a la fecha ha publicado -y contintta publicando- el resultado de sus investigaciones sobre la realidad boliviana desde su perspec: tiva profesional de sociolingiista y antropélogo, motivado por su de- dicacion de sacerdote y jesuita a la causa de los pueblos indigenas a. Para ello ha utilizado toda clase de canales y medios a su alcance y ha contribuido a crear una multiplicidad de plataformas destinadas a comunicar, difundir y reflexionar sobre sus hallazgos, percepciones y propuestas. Una de dichas plataformas es el Centro de Investigacion y Promocién del Campesinado, CIPCA, que contribuy6 a fundar en 1971, Ademis de constituir su principal base de operaciones durante los iltimos 45 disposicién del pablico las principales obras de Xavier Alb6, incorporando modernas técnicas de impresi6n y poniendo en nn una edici6n digital, proviene de Oscar Bazoberry Chaly. Fue también él quien impulsé la transformacin de la biblioteca de CIPCA en la Fundacién Xavier Alb6 (FXA) durante su gestién como Director General de CIPCA (2000-2008) y su gestién actual como Director Ejecutivo ad honorem de dicha fundacién. Ta j6n matriz en Ja persona de su actual Director General, Lorenzo Soliz Tito. circuk eleccién de las obras que serian parte de esta coleccién ha parti- cipado activamente Xavier y ha bautizado el conjunto de volimenes con el nombre de Obras Selectas. La ejecucién de la tarea de reco- pilar trabajos, algunos inéditos 0 elaborados 0 publicados hace mas de cuarenta aftos, fue confiada a Hugo Fernindez Ardoz, también Director General de CIPCA en el periodo 1991-1999 y colaborador de Xavier desde 1974 El que aqui se presenta es el primer volumen de una coleccién que se ha estimado tendra en conjunto quiz4s unas 10.000 pigin: Luego de varias deliberaciones, se ha optado por una presentaci6n cronol6gica que permite observar la evolucién de las ideas, conclu- siones y propuestas, en consonancia con los cambios sucedidos en el pais a lo largo del ‘timo medio siglo. Por ello mismo, no se han modificado algunas percepciones que actualmente pudieran parecer erradas pero que en su momento se consideraron correc- tas. Y, por supuesto, esta presentacién cronolégica muestra con toda nitidez, hallazgos, enfoques y concepciones que anticiparon, 4 veces con muchos aftos de distancia, realidades que vivimos ac- tualmente. xtos se ha contado con la valiosa co tecdloga y responsable de la bil iente desde su organizacién como servicio de mediados de la década de 1980. Sus percep: importancia de determinados textos para los lect es y su extenso conocimiento hasta en los m de obras que luego fue objeto de revision y to con Xavier. 1a de la correccién de algunos errores evidentes que lamentable inte formaron parte de las versiones originales, éstas se han man- ueron escritos —que fueron cambiando segéin los aftos y contextos~ Jbre todo en la transcripcién de los términos pertenecientes a len- versiones mas castellanizadas y veces menos. Después de darle muchas vueltas, se ha tenido que ial de unificar las ortografias o de afiadirles lo y texto ha tenido varias ediciones boraciones. Se ha escogido entonces la que parece mejor ela borada. Pero se la coloca, con las debidas aclaraciones técnicas, en el ao de su primera edicién, salvo si en ediciones posteriores son ya muy notables los cambios. En algunos casos se ha seleccionado la primera y la altima versién. novedad en los voliimenes de esta edicion es la incorporacién, en sus miembros-, organizaciones 0 movimientos sociales, partidos as que, sin ser nombres, wr la consulta a estu -0s) mas algunas categorias an: propios, aparecen en el texto y pueden fa diosos ¢ investigadores de temas especificos. we Para la elaboracién de esta edicién se han escaneado los textos ori nalmente impresos y se los ha convertido a formato digital. De ese modo se han podido recuperar las versiones previas y principalmen- te las ilustraciones y cuadros que los acompanan, Aunque el nuevo formato ha sido objeto de una revisién minuciosa, con seguridad los lectores mas advertidos irin detectando errores de diverso calibre. De antemano les pedimos su comprensién y mis bien les agradece- remos que nos los senalen. Xavier Albé Corrons Oscar Bazoberry Chali Hugo Fernandez Arioz Lorenzo Soliz Tito INDICE GENERAL DE ESTE VOLUMEN (1966) 1966 JESUITAS Y CULTURAS INDIGENAS: PERU 1568-1606 SU ACTITUD, METODOS Y CRITERIOS DE ACULTURACION, CONTEXTO inp) INTRODUCCION EL CUADRO DE FONDO OBJETIVO FUNDAMENTAL Y MEDIOS PARA LOGRARLO |, LOS CRITERIOS DE ACULTURACION APENDICE SIGLAS Y ABREVIACIONES IBLIOGRAFIA 1968 UCURENA EN EL CONTEXTO DE LA REVOLUCION NACIONAL DE BOLIVIA, 1935 - 1952 - 1967 CONTEXTO INDICE INTRODUCCION 1, ELCONTEXTO GEOGRAFICO - HUMANO 7 107 109 R7 129 7 4 2, SE FORJA LA REVOLUCION NACIONAL: 1935-1952 3. SE FORJA EL MOVIMIENTO DE UCURERA: 1936-1952 4. ELAPOGEO: UCURENA Y REVOLUCION NACIONAL SE ENCUENTRAN. 1952-1955 5. LA DECADENCIA: 1950-1967 6. AMANERA DE CONCLUSION APENDICE r APENDICE 2 APENDICE 3 SIGLAS BIBLIOGRAFIA PERIODICOS Y BOLETINES INFORMATIVOS 19720 DINAMICA EN LA ESTRUCTURA INTER-COMUNITARIA DE JESUS DE MACHACA ‘CONTEXTO INDICE INTRODUCCION DOS PARCIALIDADES Y DOCE COMUNIDADES LOS GRUPOS MARGINALES COMUNIDADES TRADICIONALES Y NEO-COMUNIDADES BIBLIOGRAFIA 1972b NUESTRA HISTORIA CONTEXTO INDICE 1. INTRODUCCION LOS TIEMPOS OSCUROS: CH'AMAK PACHA LOS TIEMPOS DE ESPLENDOR: QHANA PACHA LOS TIEMPOS DE SUFRIMIENTO: THAQESIN PACHA. INTENTOS FRUSTRADOS DE LIBERACION ania 185 a3 245 275 333 328 34 338 39 353 355 337 359 360 367 385, 393 an 43 45 47 419 4 425 43 44h 6, PRIMEROS PASOS HACIA LA LIBERTAD DEL CAMPESINO 447 7. CONCLUSION 45t 1995 NUESTRA HISTORIA 7a EDICION 453, 1973a/1976 ESPOSOS, SUEGROS Y PADRINOS ENTRE LOS AYMARAS 515 CONTEXTO 37 INDICE 519 INTRODUCCION sar EL CONTEXTO GENERAL DE LAS RELACIONES INTER-FAMILIARES 533 RELACIONES ENTRE PARIENTES CONSANGUINEOS Y AFINES 533 RELACIONES ENTRE PADRINOS, COMPADRES ¥ AHTJADOS 551 INTERCAMBIOS GENERALES POR PARENTESCOS REALES Y RITUALES 367 ‘A MODO DE CONCLUSION 37 APENDICE: DATOS COMPLEMENTARIOS 1976 S77 BIBLIOGRAFIA 383 1973b/1981 IDIOMAS, ESCUELAS Y RADIOS EN BOLIVIA 587 CONTEXTO. 589 indice sor 1, DINAMICA SOCIOLINGUISTICA DE BOLIVIA 593 2, ESCUBLAS E IDIOMAS 599 3. RADIOS E IDIOMAS on 4, RESUMEN Y CONCLUSION 629 BIBLIOGRAFIA 6 1974/1976 EL FUTURO DE LOS IDIOMAS OPRIMIDOS 637 ala CONTEXTO| INDICE INTRODUCCION 1, ELCONCEPTO DE IDIOMAS OPRIMIDOS . DIMENSIONES DE LA OPRESION ALIDIOMA EN LOS ANDES MOVIMIENTOS CONTRACORRIENTE Y CAMBIOS ESTRUCTURALES RECIENTES |. PL DILEMA Y LA PLANIFICACION DEL FUTURO 5. APENDICE A LA TERCERA EDICION. 1979 BIBLIOGRAFIA 1974/1976 (A RADIO COMO EXPRESION LIBRE DEL AYMARA. CONTEXTO INDICE INTRODUCCION 1. PRINCIPIOS TEORICOS 2, METODOLOGIA DE LA NUEVA EDUCACION RADIAL 3, LA DIMENSION LINGUISTICA BIBLIOGRAFIA INDICE ANALITICO UNIFICADO CONTEXTO a base de este articulo se preparé en 1963-1964 como tesina en L Jlogia para la Facultad Borja de Barcelona y se complement6 en 1964-65 con informacién obtenida de la Biblioteca Newberry de Chicago, concretamente de la Coleccién Edward Ayer, actualmente una de las mejores del mundo sobre los indios americanos y, por tan- to, una de las principales sobre cronistas de la Colonia. Xavier recuerda: “me pasaba todos los jueves del curso 1964-1965 en esa biblioteca. Gracias a eso, afios después, [John V.] Murra me tomé en serio.” El articulo apareci6 en 1966 en dos entregas, en los ntimeros 3 y 4 del vyolumen 26 de la revista América Indigena, publicada en México por el Instituto Indigenista Interamericano. Se reproduce aqui tal como aparecié en aquella publicaci6n. Presenta un anilisis de las relaciones que establecieron los jesuitas con. los indigenas durante los primeros 40 aftos de su presencia en el in- ue comprendfa una gran parte de lo que hoy son ivia, Argentina, Paraguay y Chile. INDICE INTRODUCCION |. EL CUADRO DE FONDO MARCO TEMPORAL DIVISIONES SOCIALES LA IGLESIA PERUANA, LA LLEGADA DE LOS JESUITAS OBJETIVO FUNDAMENTAL Y MEDIOS PARA LOGRARLO EL OBJETIVO FUNDAMENTAL: CRISTIANIZACION DEL INDIO LOS MEDIOS A) TRATO CON INDIOS EN LOS COLEGIOS DE ESPANOLES 'B) MISIONES ENTRE INDIOS YA CRISTIANOS ) ENTRADAS A INDIOS NO CRISTIANOS D) COLEGIOS PARA HIJOS DE CACIQUES F) DOCTRINAS ESTIPENDIOS Y BENEFICENCIA. ESQUEMA DE LA VIDA EN LAS DOCTRINAS, BALANCE DE LOS MEDIOS ANALIZADOS Il, LOS CRITERIOS DE ACULTURACION A. ACTITUD HACIA EL INDIGENA COMO PERSONA. HECHOS EN PRO Y EN CONTRA. CUATRO SINTOMAS ELCASTIGO CORPORAL A LOS INDIOS LAS PENAS B, ACTITUD HACIA LO INDIGENA COMO CULTURA, INVESTIGACION " 1 4 "7 a a 3 24 30 3 4B 50 54 57 9 o 7 NORMAS GENERALES PARA LA ACULTURACION EVANGELIZAR Y ESPANOLIZAR C. APLICACION DE LOS PRINCIPIOS GENERALE: A DISTINTOS TOPICOS DE LAS CULTURAS INDIGENAS A) ESFERA LINGUISTICA, B) ESFERAS TECNOLOGICA, SOCIAL Y FAMILIAR ESFERAS INTELECTUAL Y ARTISTICA D) ESFERA RELIGIOSA BALANCE DEL CAPITULO IIL APENDICE {ONOLOGIA DE LA PROVINCIA [JESUITICA} DEL PERU DESDE SU FUNDACION HASTA 1606 SIGLAS Y ABREVIACIONES BIBLIOGRAFIA 103 107 107 109 m INTRODUCCION El titulo indica el tema y, al mismo tiempo, las limitaciones de nuestro estudio, Nos interesan las relaciones entre la cultura cristiana y las in- digenas, sobre todo en el area andina. Pero en las siguientes paginas nos limitamos a considerar una sola de las miiltiples facetas de este proceso de aculturacion: la actitud de los primeros jesuitas del Perit ante el mismo. Mas en concreto, pretendemos contestar ‘inicamente 4a las siguientes preguntas: gCual era la sintesis cristiano-hispano-in- digena a la que los jesuitas aspiraban conducir a los indios? gDe qué medios concretos se valieron? ¢Con qué criterios se guiaron? Que- dan al margen de nuestro estudio otras facetas probablemente mas importantes del fenomeno, como la constatacién de los resultados y, sobre todo, el anzlisis de las reacciones favorables o desfavorables de los indios ante esta actitud. Los medios de que disponiamos nos han obligado a prescindir por el momento de estos interesantisimos as- pectos. Por la misma raz6n hemos delimitado el Ambito de nuestro estudio a los jesuitas y a sus primeros cuarenta afios de estancia en el Perti, Disponemos de mejor material dentro de este marco. Con toda seguridad muchas de las afirmaciones que aqui aplicamos a los je tas del Perti son vilidas para otros misioneros y en otras regiones. Al afirmarlo de los primeros no pretendemos afirmarlo ni negarlo para los demas. Simplemente no tomamos posiciones para otros misione- 10s 0 regiones. Fn el siglo XVI el Virreinato del Pert se extendia pricticamente por toda América del Sut, excepto Brasil, Cuando en 1568 se fundé la provincia -a del Pera, sus ites coincidian con los del Virreinato. Sélo en 1605 y 1607, fechas en que cerramos nuestro estudio, se desmembra- ron dos nuevas circunscripciones jesuiticas, Nueva Granada (que inclu- ¥6 Quito hasta 1609) y dos aiios después, Paraguay (incluyendo Chile y Argentina). Por esto en nuestro trabajo salen referencias a Quito, Chile, 'yos limites coinciden aproximadamen- s de Perit y Bolivia. El alto nivel de complejidad cultural alcanzado por los indigenas de estas regiones hace Inds significativo el andlisis de la actitud para con ellos. En algunos casos ‘mos insertado también datos posteriores a 1606 pata ilustrar mejor la evolucién total de alguna tendencia y redondear asi la perspectiva de con- junto. Dado que nuestro estudio se enfoca directamente hacia la actitud de los jesuitas, no nos ha parecido necesario separar sistemiticamente los datos relativos a grupos indigenas culturalmente diversos. Bastard in- dicar estas diferencias cuando la actitud de los jesuitas las tuvo en cuenta, Hemos tenido la suerte de que las fuentes més importantes para el tema propuesto ya se hallan impresas en excelentes ediciones. Entre ellas debemos sefalar ante todo los tomos pul Monumen- ta Peruana (1565-1585), la recopilacién de cartas, crénicas 0 historias locales que forman la Historia General de la Compania de Jesits en la Provincia del Pera de 1600, publicada por el P. Mateos, y finalmente las, s del P. José de Acosta. Hemos tenido también la oportunidad de algunas publicaciones de mas dificil acceso, gracias a las facili- dades de la Ayer Collection en Newberry Library, Chicago. Fn las siguientes paginas, después de una breve ambientacién general, ‘enfocamos el tema desde un doble Angulo. El primero, més periferi fijaen lo que podriamos llamar técnicas de evangelizacién (Capitulo 11), Fl segundo, mas interior, se detiene en analizar los crterios y principios para aculturacion que subyacen en dichas técnicas (Capitulo III). En am- bas partes no hacemos més que trazar una ruta, conscientes del carécter elemental de nuestro estudio. permitia internarnos en ls fuentes en forma exhaus- iografia hemos procurado recopilar el material fem para p far en la linea esbozada, En la eae een ee iigenas adoptamos de ordinario la forma hispaniza Meat 1s subrayar la pronunciacién auténtica 0 reproducimos lca lo contrario, en las obras citadas en las notas nos jografia. sdicién recensionada en la UNO EL CUADRO DE FONDO ‘¢pocn que estudiamos corresponde casi exclusivamente al reinado Hiolipe II (1556-1598). Sélo hacia el final entra en escena Felipe III (a1), Es época de consolidacién y organizacién mas que de con- ircunscribiéndonos al Virreinato del Pert, cuando en 1568 los io Incaico y guerras civiles pir is y almagristas. Que- jente tierras por descubrir 0 conquistar, sobre todo en las 1s limitrofes del Tahuantinsuyo: el mundo abierto de los grandes jos del Amazonas y del Paraguay, los araucanos, etc., y los espafioles . Queda también el reducto Ko de Vitcos, que acabara con la deplorable ejecucién de Tupac Ama- 14, ordenada por el Virrey Toledo en 1571. No faltan tampoco algunos disturbios entre espaftoles, como el famoso motin de las alcabalas en Quito, en 1593. Pero en conjunto podemos decir que estamos en la eta- pa consolidadora. debemos subrayar el virreinato de Francisco de Toledo sus absolutismos y en medio de su discutida persé importante.’ Es él quien da el impulso decisivo al que da fin al dltimo esfuerzo serio de res DIVISIONES SOCIALES la sociedad del Peri se halla dividida en una minoria espaftola domi- que reside principalmente en las ciudades 0 “poblados de es- " y una gran mayorfa indigena sometida, Es dificil dar cifras icretas. Un autor reciente sugiere para 1570 una poblacién total de poco mis de 2.300,000 habitantes en los actuales territorios de Pe- Bolivia y de 1,600,000 para los territorios circunvecinos que ho} man Chile-Argentina-Paraguay-Ecuador. Lima, Potosi y Cuzco a udades con mayor porcentaje de espafioles, aunque sélo las dos onde estaban repat a la ey porque lugar dela ea xen doctrinar uno o dos sacerdtes... dando a cada sace fen Ybot, 45 0s escogerse de acuerdo con los caiquesy principales det vistas desde el punto de vista misionero en 14 En 1551 se fundé la Universidad de San jada por el ambiente wimeras superan el ‘iineipalmente de las érdenes religiosas. Pero ni debemos eliminar un ‘jentido religioso en medio de las opresiones de muchos encomende- ‘{0s, ni tampoco excusar de codicia a muchos misioneros + ‘i el polo opuesto esti la mayorta indigena. Limitindonos a los que- ‘ius y aymaras, se pueden distinguir en ellos a) una clase dirigente: ‘uyucas en zonas quechuas e hilacatas en zonas aymaras; b) y ¢) dos “slaves proletarias: b) los hatwn runas y ¢) los yanaconas. | Los antiguos curacas-hilacatas siguen recibiendo de los espafioles exponsabilidades como cobrar la tasa, supervisar el trabajo en el Campo o en la mina, etc. Su autoridad se ejerce principalmente so- Je los hatun runas. Pero la antigua pirdmide jerarquica incaica ha {quedado truncada, En la cdspide estén ahora los espaol. ‘4 Los hatun runas, lamados también indios de los repartimientos 0 Indios de tasa, son los que siguen viviendo en sus antiguas comu- hiidades y ayllus, mas o menos auténomos. Estin sujetos al pago de Ja tasa y a proveer las mitas o grupos anuales llamados a trabajar en Jas minas, Ambas cargas trastornaban no poco su antiguo equilibrio 41 P Plaza habla de 3,000 espaolesen Lima, poco mas de 500 en Cuzco y alo mis 12 dic 1576, AIP Il, 182). Otros datos de Pots! nos hablan yy 6,000 expatles hacia 1603 (RG firma que hay “msde ciew mil amas de indios y espafioles sin las muge- ela que en la Audiencia de Lima, hacia los aos 30-denegrosy 62.5 deindios, en Cuzco, un total (00 expafoesentte 77,000 indios,inclidos los contornos. res" (al 170, habla wn porcentajede 7.5 espanol 16). Lopetegu (p. 81) 5 *Verdaderamente es de temer no piensen ls birbaros que el evangelio se vende y que no os euldamos de las alas sino del dinero... Se ha de comer para evanglizar no evangelizar pra comer” Proc, 103, w tinea emia 5 ‘econémico vital.” E] influjo, tanto pol paitoles se intensifica a medida que se leva a cabo el programa de reducciones. Los jesuitas trataron con ellos principalmente en Juli y jones volantes con que iban recorriendo el virreinato. 3. Los yanaconas son los indios que progresivamente han pasado a de- pender directamente de los espaioles, con subsiguiente exencién de tasa y mita, Esta doble ventaja y la necesidad de mano de obra hicieron crecer su nitmero hasta tal punto que pronto igualé al del {grupo precedente. Al principio su vida era més némada y libre. Des- de Toledo se estabiliza de fijo en un lugar y bajo la dependencia de un patr6n concreto. Prolifera sobre todo junto a las minas, en las encomiendas y en los cinturones de las ciudades. Alli, y sobre todo cen la doctrina de Santiago de Cercado, los trataron los jesuitas. En todos estos indios, sobre todo en los hatun runas, lo indigena gua, costumbres, organizaci6n interna, creencias locales, etc.) sigue pe- sando mucho. La creciente aculturacién se realiza principalmente a tra- vés de la encomienda, la mina y la tasa.’ Aunque las Leyes de Indias dan al indigena una situaci6n de franco privilegio, Peri queda muy lejos de la Corte y la realidad no se asemeja al ideal de la legislaci6n vigente. LA IGLESIA PERUANA El panorama eclesiéstico del Pera en 1568 participa también de este jue- {go de luces y sombras. La Iglesia peruana se hallaba estructurada con un los 400 indiostributaios de ilabaya hacia ts de caca a6 pesos cesto, 300 vestdos de algodén a 45 pesos uno, r cama de Algodin de cinco patos a 30 pesos, 2 colehones, 50 costales de lana, joo fanegas de maiz, ‘ovens con 50 corderos, 50 carneros, 15 put Pescado: 15 huevos, 50 arobas de pescado seco, 10 cueros de lobo tm: ‘un peso cada uno, 45 maderos de 25 pies cada uno, 50 paes de alpargt ‘abuya, mas otras menudencis 7 Resumen basado principamente en Kubler, SAL 341-47 36473, jspado en Lima, del que dependian diez sufragineas, desde Nicara- 1a hasta La Imperial, al Sur de Chile. Las sedes episcopales mis cerca ran Cuzco y Charcas. En 1569 el ntimero aproximado de eclesis cos ;nato era 350, repartidos por 477 repartimientos de indios; pero se calculaba que eran necesarios 1,500 curatos.* Mis de treinta afios de trabajo de los doctrineros y de las tres ordenes josas habfan dado como resultado el bautismo de la gran masa de poblacion, si exceptuamos las regiones limitrofes y un nétmero variable de casos ocultos en las diversas comunidades.* El fuerte apoyo financie- p planificador de la Corona habia contribuido enormemente resultado. Sin embargo, el éxito era més superficial que en México." eden enumerarse entre otras, las siguientes causas: las guerras les entre espafioles; el brillo de la plata:" y As los jesus, Inez aS. Fanceco de Bora, Al testimonios sombrios; pero o Segin Borges, tanto en México como en Peri hay testimont Tbundan mis y son mas decisivos, e incluso ders valor® que los optimists caethien kubles, HSAI, 347,403. He aqui dos tstimonis citados por Borges (p. 486) “de + que estaban bautizados, ‘oro plata, s se observ las condi jodela predicaion del evangelio" (Proc, 2908) 16 XAVIER ALBO | OBRAS SELECTAS | TOMO l: 1966. 1974 sido algo posterior el descubrimiento y conquista del Peré, por lo que las 6rdenes que ya habian enviado personal a México, enviaron gente de ferior calidad al Peri." Un indice significativo de estas mayores de- ‘encias es que la produccién de obras en lenguas indigenas durante cincuenta primeros afios del Pert espariol equivale sélo al 5% de la produccién andloga durante los 50 primeros afios del México espafiol.9 Habia buenos predicadores del Evangelio, y ya en 1540 se habla de una primera obra en quechua y poco después de otras més, debidas todas ellas a los padres dominicos.' El arzobispo Loayza, por su parte, habia convocado en Lima dos s{nodos para vitalizar mas los cuadros eclesis- ticos, y su sucesor convocard el tercero y més trascendente. Valera, en medio de un negro cuadro de la conquista y evangelizacién, nos habla de un puriado de sacerdotes, religiosos y seglares excelentes: “no fal- taban destos, sino que eran los que menos podian’." Pero el campo cera inmenso y los sacerdotes pocos, en su mayorfa inutilizados por el desconocimiento de la lengua. Para asegurar al menos el bautismo, se alquilaban a veces doctrineros o simples aventureros mis interesados enel cobro que en la salvacién de los indios.’* El nombre de ‘encomen- dero” se referia a que cada uno de ellos tenia oficialmente encomenda- da la cristianizacién de un determinado mimero de indios y por tanto debian mantener a un cura, y tebricamente también una escuela; pero pala, como primogénita, se lew alo prncipios anata, lo cual no se aces tanto para este Reino." Toledo a SM, Cuzco, x marao 1572, en Borges. 372 98 os dominic y mercedaries se interesaron masque los agustinosy Fancisce. render lenguas indigenas (Costumes, 76). 15 Costumins, 66. 6470, 16 Arviaga habla de is alqulados por los encomenderosy que able se precupaban de comer y vivir bien, por lo que ls indos los lamaban “vicearayeu” (ijn: por ra ‘zones de estomago).Extrpcin,p. 36. Lo mismo Calancha en st Coénia,p. 122. La 32 Lima se ocupé largamente de Ia reforma de vids de clvigos y Aloctrneros, Véase en Levies, Le Orgonizaién I, 204 883 ef. también 4a. Accién 18, ‘id 227 Niet eee 7 puede suponer en qué quedaba la realidad.” Y nada debe extra- {que la vida aislada del doctrinero en un ambiente de dinero y [bres precristianas le hiciera desmerecer con més frecuencia de la ida. A todo esto sumemos el entibiamiento r Ju empresa misional de Indias en la segunda mitad del siglo XVI, des- \és de los primeros entusiasmos."* LA LLEGADA DE LOS JESUITAS mundo de aventura, grandezas y miserias Hegan los jesuitas en (68, Ya en tiempos de San Ignacio se habia pensado en el Pert: en 1555 reron dos padtes a Sankiicar para embarcarse en la armada de aquel ano; peto a diltima hora fallo el permiso gubernamental.” En 1566 llegaron \ primeros jesuitas a América (Florida-Cuba-México) y dos atos més se partian dos expediciones, de ocho sujetos cada una, hacia México y fri, Se multiplican répidamente gracias tanto a las expediciones desde spafta como a los recibidos en el Pera. Siete meses después de haber leyado los ocho primeros, ya hay treinta jesuitas,* y en 1579 son ciento dos de los que cuarenta son sacerdotes. El catilogo de 1583 nos da la cifra de ciento treinta y seis sujetos repartidos en la siguiente forma: setenta {dos en Lima (diecinueve sacerdotes y diecisiete coadjutores; los dems A seqin La Gasca en que posara ocupado en a doetina Arequipa (sels sacerdotes (ocho sacerdotes), seis a Paz (tres sacerdotes), trece en las doctrinas de Juli (neve sacerdo- dos en la de Cercado (un sacerdote)." Datos posteriores indican 279 sujetos en 1601, y 376 en 1607. En 1613, sin contar ya las regiones \dependizadas de Nueva Granada y de Paraguay (con Chile y Tucuman), » Por esta época la Compania iba evolucionando de modo que en llamamos Peri se insistia mas en la labor de las ciudades, 1n cambio en la periferia entraban en su apogeo las misiones del Para- !ay, Mojos, Araucanos, etc.” En el mapa dela pagina siguiente aparecen datos geograficos mas significativos y en el apéndice (p. 69) los datos 1s mas relevantes para nuestro estudio, jo ejercido por la Compania fue sin duda notable. Lo reconocen los autores de las diversas tendencias. Tschopik llega a identificar la edad de oro colonial en la regién aymara con la llegada de los jesuitas.%* Pero no hay que caer en la miopia de pensar que ellos son los tinicos o que no tuvieron errores. Piénsese por ejemplo en el gran papel desem- peftado por Santo Toribio de Mogrovejo y su IIT Concilio de Lima o en Jas empresas misionales de San Francisco Solano; y por otro lado los a que aludfamos mds arriba se repiten a fin de siglo LA PROVINCIA JESUITICA] DEL PERO ‘APRINCIPIOS DEL SIGLO XVII (@asado en un mapa elaborado por chanesca raring AP. Mateos en su ntoducclénala storia Andnima de 1600) DOS OBJETIVO FUNDAMENTAL Y MEDIOS PARA LOGRARLO EL OBJETIVO FUNDAMENTAL: CRISTIANIZACION DEL INDIO Sabido es que el aspecto focal bisico al que convergian todos los demas. ‘esfuerzos del jesuita para con el indio era la plena conversién de éste al cristianismo, Podra dudarse si este objetivo es o no el decisivo en toda la accién de Espana en América; pero no cabe ponerlo en duda cuando se trata de la accién del misionero, y més tratndose de los miembros, de una orden de reciente fundacién. Incluso, hablando més en general, el principal intento con que la ‘Compania pasa al Perit es precisamente para emplearse en la evange- lizacién de los naturales, mas que en la de los espafioles establecidos ‘en Indias, Este lema se repite con ligeras variantes en las cartas de y 41 Roma, sobre todo a partir de la primera Congregacién Provincial de Jos jesuitas del Pert, en 1576, que es también la primera y en alguna forma decisiva autorreflexion y programacién que se trazan los jesui tas peruanos.* El mismo lema reaparece como motivo principal en la aceptacién de nuevas fundaciones, sobre todo los colegios de La Paz, rl os documents 85 yt00 de Aquaviva 400-2, ee ‘otosi y desde Iuego las doctrinas y casas de Tucumén, Paraguay y Oriente Boliviano..* Sin embargo, esta misma insistencia nos plantea el problema de si, en realidad, era ésta ciertamente la principal actividad de los jesuitas o si umbian a la tendencia a ejercer apostolado entre los espaftoles. En las cartas de la época se notan oleadas. El provincialato del P. Acosta es tuna época de impulso para el trabajo entre indios. Con el P. Pifias se observa un enfriamiento” contrarrestado por el siguiente provincial, P. Atienza, en cuya época se llevan a cabo, entre otras, las fundaciones del legios y de misiones a nuevas zonas. De hecho, en 160r el P. Alvarez de Paz ha de precaver precisamente del celo indiscreto en favor de los Indios, descuidando la formacién de gente bien preparada para gober- nar y planear. Propone un porcentaje del 70% dedicado a indios para ‘gar al justo medio. De donde parece deducirse que en realidad se superaba este promedio.** Las cifras contenidas en diversas cartas nos dan los siguientes resultad« 1568: de un total de cinco sacerdotes, dos se dedican a los indios; 1569: de un total de nueve sacerdotes, siete se dedican alos indios; 1570: se aceptan las doctrinas de Cercado y Huaruchiri con cinco sacer- dotes fijos en ellas.»° 26 MP1, 48, 8 por cemplo as guia de ft prvincal del Paraguay en MP, ovina del Pr. Alen, 5) 46 ela Los documentos de Aquaviva, cit. en eam me In. 4545 Relacign al Rey en 1601, en Mateos, Ineoducién a A16oo, I, 4s Lopetegui (p17 ere al mismo documento pero aumenaa tres los sacerdotesdedicados indi 30 en MP, dos murieron, uno en ‘1a province Per tenis entonees ctor aes, 1aruchiri y otro en Lira. mee 1578: misma época nos dice que de los ciento dos sujetos (cuarenta sacerdotes) que entonces contaba el Peri, veinticuatro saben la lengua; y poco mas adelante afiade que de los seis sacerdotes y ocho hermanos que estén en el colegio del Cuzco, se dedican a indios tres padres y un hermano. de un total de ciento cinco sacerdotes, ochenta saben la lengua; en el Cuzco, nueve sacerdotes sobre un total de doce se d los indios.» LOS MEDIOS. 1 principal problema teérico-prictico con que tropezaban los jesuitas para cumplir su cometido era la incompatibilidad entre las doctrinas, método fundamental utilizado hasta entonces en el Perit para evan- igelizar indios y las regulaciones y modo de ser interno de la Compania. Las doctrinas comprometian a cura permanente de almas y basaban en buena parte su economia en los estipendios recibidos de los indios. La Compania era la mis reciente de las 6rdenes religiosas y consideraba ‘como uno de sus mas queridos aportes a la Iglesia su nuevo enfoque de la vida religiosa, que le daba movilidad y més desprendimiento para conservar su vigor y atender con facilidad a las urgencias del momento, El Instituto de la Compafiia era la serie de principios en que se recapi- tulaba este nuevo espiritu: y el Instituto prohibia taxativamente atarse @ tun lugar determinado con cura de almas o recibir estipendios. Noes de extraflar, pues, que los jesuitas miraran con cierto recelo la aceptacion de doctrinas e intentaran otros medios de influir en los indios. Con el smpo la dialéctica doctrinas-Instituto lleg6 a una sfntesis, que se vis- 1 Andeés Laper, desde abril 1579, €n MP. 1, 608 5. 616, 6 agosto 1578. En MP, 1,382. cen nota. lumbra en Juli y logra su plenitud en las reducciones del Paraguay. Para entender mejor todo el conjunto estudiaremos primero los intentos de trabajar con los indios sin inmiscuirse con doctrinas, y al final nos de- tendremos en este ‘iltimo tema, mas intrincado: 4, ‘Trato con indios en los colegios de espaftoles. b. Misiones entre indios ya cristianos. ©, Entradas a indios no cristianos. a. © Colegios para hijos de caciques, Doctrinas. a) Trato con indios en los colegios de espafioles Para los jesuitas del siglo XVI colegio queria decir una comunidad rela- tivamente numerosa cuyos sacerdotes ejercian su labor entre la pobla- cién y en la cual habfa ademés algunos religiosos que daban lecciones de gramitica, artes, etc., a estudiantes jesuitas 0 externos. Es natural que estas instituciones ~inspiradas en las de Europa fueran las que ‘menos problemas presentaran al modo de ser de la Compaiiia. Ense- ‘guida, pues, hubo colegios en el Pera. En Lima, Cuzco y demés ciudades no faltaban millares de indios a quie- nes atender, y efectivamente en todas las relaciones de colegios abundan las referencias a ministerios entre indios.» Del reciente colegio de La Paz, se dice en 1584 que “sale uno de los mejores y mas acomodados de aquel Reino” (para tratar con indios):5 Cuando los PP. Barzana y Valera se des- pidieron del Cuzco para ir a fundar Juli y Potosi, fue tal la congoja entre los indios, que hubo que renunciar por el momento a la marcha del P. 34 Cf supra, nota 27. Cuando docimoscolegios, nduimos 1:8 Anboo,basado en An 574 nuevo colegio fue fndado iginadas, sobre todo por la recia ope ‘demoraron varios aos el funcionamient efectv del colegio. Valera." EL. Tiruel en 1585 y la Historia Anénima en 1600 nos presentan jos de que algo se hacia por ellos en los colegios. Ja primera relacién que nos ha llegado del Perti se van repitiendo s descripciones del sistema misiones populares entonces famosas en la Peninsula, y ~claro \~ en la practica de Indias, He aqui una muestra: “los hermanos estudiantes... salian los dias de fiesta por las calles y placas unos a recoger yndios y otros negros, lebando cruces altas con ‘banderas para hazer prosecién en aviendo juntado aquella gente, la se yva multiplicando con la diligencia de unos que yvan recogiendo personas de nuebo, otros yan cantando la doet(in)a y desta manera antaban casi todo el pueblo en diferentes procesiones, vinién- dose a juntar en una placa todas las de los yndios, y en otro lugar la de los negros, donde se les explicaba el cathecismo y se les decian algunos antares conforme a su capacidad por més aficionarlos, rematindose todo con su sermén”.* Notemos esquemiticamente algunas caracteristicas: 1. Se da mucha importancia al aparato externo, Es un método muy comtin en todas las rdenes religiosas, tanto en el Perti, como en México o en Filipinas. en MP, 1,269. Ch Tiruel a Aquavva, 27 enero 585, en MP, I 52. EL memorial de )canereta que desde el clegio se atenia Compan, Sore Tuco, 539 Jo, 274 halando de Lima Cuzco “iene cal din me ' i pueden entrar y nos fuwercan a que les hagamos Iglesia apar 220) oe seo nr tn nin rx prcaoe (at) a per ln qn eee ids een Anta 66, tur asts 2, Se hace particular hincapié en dos puntos: confesién y predicacién. Aqui es mas probable que se trate de un énfasis mas peculiar de la ‘Compania, En Lima, por ejemplo, en 1576 habia diariamente diez 0 doce confesores para indios” y en el Cuzco de 1600, “de continuo ay tres confessores en la lengua que mafiana y tarde acu- den a su consuelo, de suerte que es una ordinaria quaresma, sin otros dos padres que andan ordinariamente confessando por las perrochias, subjendo por amor de Jesucristo grandes cuestas”* En cuanto a la predicacién, notemos que la misma procesién con sus cantos y didlogos queda transformada en un recurso para pre- dicar y aprender la doctrina. Por lo tocante al sermén propiamente dicho, he aqui cémo se expresa el fogoso Valera: “El modo de predicar (de la Compania) era nuevo para los indios,y hasta alli nunca usado, como es adornar el pulpito con sedas, hacer los aca- tamientos y exordios como para auditorio cristiano y que cada tno de Jos que alli estaban tenian por ayo un angel soberano del cielo; traer las autoridades de la Santa Escritura en la lengua latina e interpretarlas luego cen la lengua con fidelidad, porque asi reverenciasen la palabra divina; predicarles lo ordinatio historicamente, porque desto gustan ellos gran- demente y sacar de la narracién historica apéstrofes y exclamaciones..."* jsten mas que nosotzs ene o- ‘den objetivo sin tomar en cuenta ls isposiciones ola ignarancainculpable del sujeto. En 1u8. En un marco mis gen de Fay Valverde a Atahualp, {Garilaso (ened. Urteaga, Lima, 19 1758: ct 179-53. eo coftadias para asegurar la perseverancia. Los cofrades as de devocién y son también el gran a abi nna “Los yndios cofrades de la casa se exercitan en buscar por las perro- ‘ves sancto ochocientos yndios, los quales tienen licencia de I pasados y presente, por ser de buena vida y perseverar en ella, y para reciuir tan alto Sefior, como ellos dizen, se preparan ocho dias y mis ‘con disciplinas y cilicios y ayunando la vispera... Este dia dan de comer cn la plagaa todos los pobres det pueblo."* ‘Cuando en 1597 el Cuzco se vio afligido por una peste de viruelas, “Los cofrades ¢ yndios devotos ayudaron mucho en disponer los en: fermos para confesarse bien y en llamar a los padres: repartiéndose en sus parroquias para velar los més necessitados, senalando personas que acudiesen con cosas de comida y regalos, haziendo poner imajenes, cruzes y agua bendita, y asi era mucho de considerar la policfa que en fradia aparte, de 24 miembros y todos varones, Hemos hallado un do en que una cofradia admite simulténeamente a indios y bia en Lima 25 cofadias de expales, 19 de moreno 1s, 5 estabun en Cereadoy una en a ota Iglesia de Ia Compania, En cam so tenian na de as 19 cofradlas para morenos. Cobo, Fundacn de Lima 9s por encaar perfectamente en la ions, ge a much nde cre 445. No-enun colegio, sino en jul Diego de Torres a Roma, 13 febrero 1584, MP, b) Misiones entre indios ya cristianos ‘Sin embargo la mayorfa de indios no vivia al lado de las ciudades, sino ‘en sus repartimientos. El contacto con ellos se tenia principalmente a tra- vés de las llamadas “misiones”. Son periodos ms 0 menos largos, pero asajeros, en que algunos jesuitas acuden a un determinado lugar en el que no tienen residenci: dedican intensamente a la predicacién y ‘otros medios de instruc: iosa. La mayoria de las casas de la Com- ania en el Peré deben su origen a una mision pasajera que entusiasm6 ala poblacién. El sistema era muy conocido en toda la Compania y en el Perit se aplicé tanto a espafoles como a indios. En conjunto es la forma mas utilizada y més querida por los jesuitas para su contacto con los in- dios.¥* Los colegios e incluso las doctrinas se consideran con frecuencia como un trampolin para salir a misiones en una region més vasta. Ordinariamente se acude a indios que ya tienen su doctrinero mas 0 menos celoso, més 0 menos lejano, Durante la misién se siguen las ‘grandes lineas descritas en el apartado precedente.” Los frutos suelen ser espectaculares, debido en parte a la natur indio ante algo nuevo y sobre todo a que el misionero forastero tenia tuna situacién de ventaja sobre el doctrinero fijo: no tenia motivos para castigarles, no les exigia ovejas 0 chutto, sino que se limitaba a predi- carles e incluso les hacia obras de beneficencia.* Por este medio se lograban sinceras conversiones en indios que hasta entonces habjan procedido s6lo por temor e hipoc: las semi-misiones por ls pueblecitos de Hua Pees algunas cargas de pan que nolo vi, ent vas, passa, mie yacicar para los pobes yenfermos.." A hermano enfermero aorpanaba al misionero (Anua 376. MP. I, 230) 22 pueblos de 1928). “Teeando a los parrocosreprenderycastigar Io ‘mal hecho, y quedando alos misioneros, mas bien interceder, consolar y hacer bien a todos, iho lo los dos rasgos que mas nos han llamado la atencion. mero es la importancia dada a los caciques (curacas, etc.) Es un ho conocido que trasciende el marco de las misiones volantes y todas las ordenanzas y pricticas de la época, pues todos ian el enorme influjo que tenfan estos jefes locales en la conduc- 1us subordinados.® La llegada de los jesuitas a Huaruchiri tuvo hho parecido con una misiOn general en la regién. Parte de la ia general de los principios se debié al siguiente hecho: vando los padres entraron en el distrito, estaba recién desposeydo de iad y offtcijo el cacique principal de todo el partido, por un fal- 1ue se le au levantado, y fue el Senor servido de dar los sefiores tienen para que los yndios anden al son que ellos les hazer Unos afios més tarde el P. Barzana dio una mision general reco- indo varios pueblos de la misma zona. Su relacién nos pinta {rificamente no sélo el importante papel reservado al cacique, sino también los medios de que se valia el padre para asegurarse de la idad de sus disposiciones: s, de mucho entendimiento, y hallele ,ycomo quien pr ar lo que yo en la general (quechua) les .cique tratando todo autent “Estava alli un cacique con luna noche que los tenfa a tod repitiendo en su lengua pat ua dicho, Partimos de ally fuese conmigo aquel el camino muchas cosas de Dios. Fl cacique mayor, que tenia mas de treinta mill yndios subiectos a sf, ‘me pidié diversas vezes le confesase, yo, porque le conocia, le probé, y le hhize que fuese general la confision, y que la fuese a hazer cinco leguas de se conguistan sobremanera la afeion de los indios” (Pre, V. cay ea por misiones “Tantum de pane lcrando" jon abundante en Borges, ¢.9, Méados Verticals ‘entre hautizades y entre no bantizados. En Fy luye que este medio de contacto “se puede considerar como el mis 31 A600, 1, 2335 Se confessé generalmente, dos dias matiana y tarde; iene un enten- dimiento terrible, hizele hazer una plética el postrro dia a todo el pueblo... ~~ Me part, bajandome hazia Lima, levindome conmigo al cacique m: yor de aquel pueblo (¢Chorsillo?) para confessarle generalmente” 2, El segundo rasgo es que, a diferencia de las misiones populares en Ja Peninsula, en el Pert hay una fuerte y creciente tendencia a per- manecer varios meses ¢ incluso afios en el mismo sitio. La relacion de Barzana que acabamos de citar y otras incluidas en la misma Anua nos reflejan una practica més comiin en los primeros aftos, en que, aunque se resida bastante tiempo en la misma regién, la estancia en cada pueblo es corta. Pero en muchos otros documen- {os se encarece insistente y explicitamente que las misiones sean largas."® En el fondo de esta insistencia late la preocupacion para hallar el camino intermedio entre las ventajas de la estabilidad de las doctrinas y de la movilidad e independencia de las misiones Algunos domicilios de la Compaftia, las residencias fijas, no son ni colegios ni doctrinas y se conciben precisamente como misiones alargadas. Asi, por ejemplo: “La residencia en Potosi ordinaria, se juzga de mucha importanzia, y que su Paternidad aprueve este modo de misioneslargas, o residenzias... porque ‘son de poca carga para la Compania, pues las puede dexar libremente.”™* ©) Entradas a indios no cristianos Hay otra clase de misiones, muy distinta, a tierras de indios atin no convertidos, En los iltimos afios del siglo XVI y principios del siguiente los jesuitas del Pera sienten un fervor especial para tal clase de trabajo. 52 Anwa 4596, MP, I, 3033 a Congregacion Provincial pide que “ut ad fructus, quos opus et Scere ck te fut, ques opus et, cligendas, ex vis 106; subrayado nuesto. Gf, Acosta a Mer Samaniego sobre Santa Cruzen carta Ava 1730)-¥ sobre Asuncién, Lorenzana, en cara insertada, en AiG Paraguay empeaé sobre tod en esta forma, como puede verse a an haturaleza de Tos domiciliosindicados en el mapa del Apéndice | ia Jas residencias de Santa Cruz y de toda la futura provincia paraguaya ¢ como uno de sus objetivos mas importantes. En el mapa certamos en la pagina 19 pueden apreciarse las dimensiones del 170. lema obvio que se oftecia era si convenia 0 no ir en compafia de les. Estaban en la memoria las tristes experiencias de los dias de ta en que crucifijo y arcabuz, bautismo y signo de vasallaje se demasiado, Por otra parte las conciencias se habian ya enri- {do con las controversias de Las Casas y Sepiilveda o las mas serenas precisiones de los te6logos de Salamanca, centro entonces de la intelec: \dad cristiana."® EL P, Plaza, en la relacién final de su visita canonica la provincia del Pera, establece el principio de que, aunque las entradas ievos indios en compafiia de conquistadores pueden ser tedricamente \, si se cumple lo prescrito en las instrucciones oficiales, con todo “parece imposible moralmente que se guarden” y por consiguiente es: izan mas que evangelizan. Aconseja, por tanto, que entre el misio- lo, “como entré el Padre Francisco Xavier al Xapén", y encarece ;mente que no se pretenda espanolizar a los indios.** lercera congregacién provincial, reunida en 1582, se observa un {gran entusiasmo para emprender “misiones largas a partes remotas, principalmente a infieles”. Pocos aftos después el P. Pifias -colorean- do un poco la realidad habla sin precisar de una mision llevada a cabo ad partes nunquam antea ab hispanis visas” En la realidad historica, sin embargo, tropezamos en mas de una ocasién con entradas a indios nuevos en compaiia de soldados y espafioles. favoritos de Acosta en 13, en Proc H.C P55 a este asunto en pp. 153292, mis bibliograia Lo proceden de Cayetano, Victoria y Soto. Cf, Mateo 1 Conciio de Lima (€7) prob también Onganizacin, I 179: MP, I, 67679, La 2 ses de gos feran a conquistas (en Lev 66 $9 Bareana acompataal gobernador del Tucumén ya suejército de 500 en su marcha hacia fos Jo.000 Indios de gueraealchaguiesen 1588, yrealiza algunas conversiones (Astrn, v4 plan trazado solo empieza a ponerse en prictca y en forma ain pre- ‘aria a fines de siglo. En 1593-94 se nos dice que el P. Diego de Sama- niego va solo alos indios chiriguanos a peticion del cacique Curapay’ y desde 1595 el P. Font emprende sus quiméricas entradas a un vaporoso reino de los pilcocones.* La primera expedicién de importancia, sin 'a compania de espafioles, es quizis la de 1597 a los chunchos, que no el martirio del P. Urrea.® Es en el Paraguay y en pleno siglo XVII, cuando ya se ha desmembrado del Peri, donde los deseos de antes logran realizarse. Una relacion, incluida en la Historia Andnima de 1600, contiene ya un Preludio de lo que serén esa clase de contactos en los siguientes afos En ella se reproduce el contenido de la primera charla de los PP. Saloni y Lorenzana al legar a una comunidad india cerca de Villarrica, Para- Buay, menos numerosa de lo que los misioneros habian esperado: HHijos mios, hemos venido de muy lexanas tierras, y aun de la otra Parte de la mat, con gran peligro de nuestras vidas y muchos y muy continuo trabajos, para enseftaros el camino del cielo, y los bienes que 0s tiene ald guardados el S(en)or a quien seruimos, etc y ya auéys visto los pantanos que hemos passado desde el rio para llegar a esta uestra tierra, por ueros, por ensefiaros lo que no sabéys, porque no os lleue el

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