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LA DECISIÓN DE LAS DIOSAS

La belleza

En este dialogo hay en efecto todo el vigor impetuoso de un


pensamiento que necesita salir afuera, y un aire de juventud que nos
revela la primera expansión del genio.

Hay a quienes la belleza les cohíbe o a quienes les atrae, sin embargo,
no podemos negar que el aspecto físico es lo primero que entra por
nuestros ojos. Antes de saber el cociente intelectual, las carreras o el
dinero que tiene una persona, el primer golpe es ese envoltorio exterior,
de ahí que para muchos no sea un rasgo tan importante a considerar.

Aunque como otras muchas características puede resultar tanto un don


como una maldición, según los ojos que lo miren, en ocasiones pueden
despertar envidia o inseguridad y esto puede jugar en su contra.

La belleza es una buena carta de presentación, pero hay otros factores


que también son muy importantes. La belleza física, en un primer
momento, nos puede parecer un sinónimo de poder, es decir, como si
esa persona tuviese más poder sobre nosotros. Pero luego si no hay
otros factores añadidos, esto se pierde según vas conociendo a la
persona.
Muchas veces se ha atribuido a la belleza, especialmente en el caso de
las mujeres, que si son atractivas no tienen capacidades. Hay muchos
chistes como “las rubias son tontas” que se refieren a este hecho y está
dentro de nuestra cultura. Hay mujeres que deben masculinizarse un
poco para acceder a ciertos cargos, en ocasiones algunas personas
guapas parecen cretinas o estúpidas de acuerdo con el propio sesgo
cultural y social que tenemos sobre la belleza.
La conclusión es que la gente guapa no es que sea más cretina, sino
que llama más la atención y en ese sentido está más expuesta. Lo que
sí que es cierto es que, maldición o don, la belleza es una característica
difícil de ocultar.

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