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Elegguá, señor y dueño de todos los caminos y puertas y de las oportunidades y destino de nuestras vidas, haz mi

camino cierto protegiéndome de noche y de día, haz que la salud, la prosperidad y la dicha iluminen mi alma y mi
hogar, haz que los caminos del bienestar y la felicidad estén siempre abiertos para mi, abre mis caminos al éxito,
cierra mis puertas al fracaso. Haz que en mi trabajo o negocio haya algarabía, alegrías, mejoras, progresos y
abundancia. Que en mi rumbo no haya inseguridades y que nadie interponga su traición o su ofensa. Que no haya
más garantía que mi capacidad y destreza, transformándose en gran valía. Elegguá, fuerza vital de la vida, defiende
mi casa como una fortaleza que no se sienten a mi mesa falsos testigos y embaucadores. Procúrame la digna labor y
el gran honor de ser mi guía y luz en mis caminos de bien, dame tus bendiciones para que nada me hiera, y con
humildad y fervor te pido: concédeme tus favores: (pedir ahora lo que se desea). Elegguá, dueño de las cuatro
esquinas, propietario y guardián de los caminos, gracias por escucharme y abrir mis caminos, gracias por llevarte todo
lo malo y ser comprensivo con mis necesidades, gracias por darme tu caridad y concederme el favor que con total
confianza te he solicitado. Así sea. + Hacer este ritual un día lunes
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