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Novena Centenario Definitiva
Novena Centenario Definitiva
Legio Mariae, que nombre más acertado, decía el Papa Pio XI, cuando nuestro movimiento apenas
empezaba a ser conocido. Fue fundada la Legión el 7 de septiembre de 1921, en Myra House, Dublín,
Irlanda, por un grupo de personas, al parecer todas mujeres, acompañadas por nuestro hermano, el siervo
de Dios, Frank Duff.
Hace ya cien años desde aquellas primeras vísperas de la Natividad de Nuestra Señora, ni la mente más
creativa, ni el soñador más prolífico, hubieran pensado jamás, lo que de esa primera reunión habría de
resultar. Llegar a este momento no es más que una gracia muy especial que el Buen Señor Jesús nos ha
concedido de manos de su Madre.
La Iglesia tiene que ser evangelizada y evangelizadora, decía San Pablo VI en Evangellii Nuntiandi. El
Primer campo de Batalla es el corazón del Legionario, refiere nuestro manual. Durante el Concilio
Vaticano II, el hermano Frank fue invitado como laico observador, en el cual se presentó el Decreto
Apostolicam Actuositatem, sobre el apostolado seglar. Unos años después el cardenal León José
Suenens, asesor internacional de la Renovación Carismática Católica, escribió Teología del apostolado
de los seglares y la Legión de María, donde comparaba magistralmente el Manual y el Decreto. Nos
adelantamos casi 37 años al Vaticano II. No sin razones San Juan XXIII dijo: La Legión de María
representa el verdadero rostro de la Iglesia.
Informe de los socios: De un corazón a otro corazón, cuando el Siervo de Dios Alfonso Lambe, como
enviado del Concilium llegó a Suramérica, lo hizo por una única escala en el Aeropuerto Internacional
de Maiquetía. Fue recibido por el senatus y un grupo de legionarios, encabezados por la hermana Angela
Jiménez, presidente para ese momento, Alfie le preguntó: ¿Hna. Angela eres pretoriana? No, respondió
ella. Alfie insistió, no hay misa diaria en tu parroquia? Trabajo al lado de la Parroquia Candelaria, en
Caracas, y allí hay misa diaria. Y el hno. Alfonso concluyó: ¿y por qué, no eres Pretoriana? A partir de
allí, ella se hizo pretoriana y no dejó de asistir a misa diaria, mientras pudo caminar. ¿Y tú por qué no
eres pretoriano?
Un último cuento de Santos, le dijeron que no, que lo cambiara, que era mucho con demasiado, me refiero
al lema del pontificado de San Juan Pablo II “Totus tuus”, si eres inocente, no sabes de donde salió.
Queriendo imitar en todo a la Bienaventurada Virgen María, sobre todo en su fe, haciendo “lo que él nos
manda”, recibiéndola en nuestra casa, como el discípulo amado, colocándola como la perla valiosa del
evangelio, nos disponemos a celebrar, llenos de gozo en el Espíritu Santo, esta novena del Centenario de
Nuestro Movimiento. María en Acción o Legión de María.
¡Manteneos firmes!
Novena Centenario de la Legión de María en el mundo
Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos la
llama de tu amor.
V. Envía, Señor, tu Espíritu y todo será creado.
R. Y renovarás la faz de la tierra.
Oremos
Oh Dios, Padre nuestro, derrama los dones de tu Espíritu sobre el mundo:
enviaste al Espíritu a tu Iglesia para iniciar la enseñanza del Evangelio; que
sea ahora tu Espíritu el que continúe trabajando en el mundo a través de los
corazones de todos los que creen en Ti. Por Cristo nuestro Señor. Amén.
V. Señor, ábreme los labios.
R. Y mi boca proclamará tu alabanza.
V. Dios mío, ven a mi auxilio.
R. Señor, date prisa en socorrerme.
V. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.
R. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos, Amén.
Él hace proezas con su brazo; dispersa a los soberbios de corazón, derriba del
trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma
de bienes y a los ricos los despide vacios.
Ant. ¿Quién es esta que va subiendo cual aurora naciente, bella como la luna,
brillante como el sol, terrible como un ejército formado en batalla?
V. Oh María, sin pecado concebida.
R. Ruega por nosotros que recurrimos a ti.
ORACIÓN
Oh Señor Jesucristo, medianero nuestro delante del Padre, que constituiste a
la santísima Virgen, tu Madre, madre nuestra y medianera ante Ti, haz que
cuantos a ti acudieren para pedirte beneficios se gocen de haberlo conseguido
todo por ella. Amén.
6. Oración de los Fieles
7. Oración Final de la Tessera.
Señor, concédenos a cuantos servimos bajo el estandarte de María, la plenitud
de fe en Ti y confianza en Ella, a la que se ha concedido la conquista del
mundo.
Concédenos una fe viva, que, animada por la caridad, nos habilite para realizar
todas nuestras acciones por puro amor a Ti, y a verte y servirte en nuestro
prójimo; una fe firme e inconmovible como una roca, por la cual estemos
tranquilos y seguros en las cruces, afanes y desengaños de la vida; una fe
valerosa, que nos inspire comenzar y llevar a cabo sin vacilación gran des
empresas por tu gloria y por la salvación de las almas; una fe que sea la
Columna de Fuego de nuestra legión, que hasta el fin nos lleve unidos, que
encienda en todas partes el fuego de tu amor, que ilumine a aquellos que están
en oscuridad y sombra de muerte, que inflame a los tibios, que resucite a los
muertos por el pecado; y que guie nuestros pasos por el Camino de la Paz,
para que, terminada la lucha de la vida, nuestra Legión se reúna sin perdida
alguna en el reino de tu amor y gloria. Amén.
Las almas de nuestros legionarios, y las almas de todos los fieles difuntos
descansen en paz por la misericordia de Dios. Amén.
Día primero: Reflexionamos hoy sobre El Altar Legionario.
Manual oficial, Cap. XVIII Orden de la junta del Praesidium. Punto 1
La disposición de la junta ha de ser siempre uniforme.
Los socios estarán sentados, alrededor de una mesa, en un extremo de la cual se
habrá colocado sobre un paño blanco, lo suficientemente grande , un pequeño altar.
Reflexión:
En nada se distinguió aquella primera junta de las que hoy celebra la Legión
de María en el mundo entero. La mesa, alrededor de la cual se reunieron, tenía puesto
un altarcito cuyo centro era una estatua de la Inmaculada (de la Medalla Milagrosa),
sobre un lienzo blanco, entre dos floreros y dos candeleros, con velas encendidas.
El primer acto colectivo de aquellos legionarios fue arrodillarse. Aquellas
frentes jóvenes y sinceras se inclinaron. Rezaron la invocación y la oración del
Espíritu Santo; y luego, entre los dedos ya cansados por el trabajo del día,
desgranaron las cuentas de la más sencilla de las prácticas piadosas. Al extinguirse
el eco de las jaculatorias finales, se sentaron, y bajo los auspicios de María,
representada allí por su imagen, se pusieron a pensar cuál sería el mejor modo de
agradar a Dios y de hacerle amar en el mundo. De aquellas consideraciones brotó la
Legión de María con todas sus características, tal como es hoy.
(Breve silencio)
Catena Legionis
Oración de los fieles
Presentemos al Señor nuestras intenciones:
Por la Iglesia Santa de Dios, por el Papa Francisco, para que su ministerio de
misericordia se vea lleno de abundantes bendiciones. Roguemos al Señor.
Por la Arquidiócesis de Cumaná y sus diócesis subsidiarias, por sus Obispos,
Monseñores: Jorge Quintero, Fernando Castro, Jaime Villaroel, José Romero
y Jesús González de Zarate. Roguemos al Señor.
Por los Consejos de esta provincia eclesiástica, para que su servicio imite el
amor y la solicitud de la Virgen Santísima. Roguemos al Señor.
Por los Legionarios y sus familias, para que la celebración de estos 100 años
de vida, los renueve y colme de alegría. Roguemos al Señor.
Por el eterno descanso de nuestros Legionarios difuntos, especialmente
aquellos Hermanos que sirvieron en esta zona pastoral. Roguemos al Señor.
Recibe oh Dios estas súplicas que te presentamos, nosotros que nos encomendamos
a los auxilios de nuestra Madre, Madre de tu Hijo, que vive y reina contigo por los
siglos de los siglos. Amén.
Oración legionaria.
Reflexión:
El alma de la Legión se revela en sus oraciones, es muy justo que estas, al ser
articuladas en las distintas lenguas que con el tiempo las adopten, sean ejemplo por
la uniformidad de las mismas, de esa perfecta unidad de miras y de corazones, de
reglamento y de práctica, a la cual exhorta la Legión a cuantos militan bajo su
bandera en cualquier Nación.
(Breve silencio)
Catena Legionis
Oración Legionaria.
Reflexión:
El servicio legionario tiene que ser un perpetuo ¡Adelante!, cerrándose total y
obstinadamente a todo desaliento; inconmovible como una roca en momentos de
crisis, y constante en todo tiempo, deseoso del éxito, pero humilde en su logro y
desasido de él, luchando contra el fracaso, pero, si viene, sin arredrarse por él, al
contrario, prosiguiendo la lucha hasta resarcirse de las pérdidas, aprovechándose
hasta de las dificultades de la monotonía como de un campo donde desplegar su
confianza y su resistencia ante un prolongado asedio. La Legión no cesa declamar
exigiendo un espíritu recio; y, al terminar sus juntas, envía a los Legionarios a sus
diversas empresas, despidiéndolos con esta consigna invariable. ¡Manteneos firmes!
(Breve silencio)
Catena Legionis
Oración de los fieles:
Humildemente nos acercamos a Ti, Padre, y te suplicamos:
Por la Iglesia, pueblo de Dios, por el Papa Francisco, para que siga siendo
ejemplo de solidaridad y compañía para sus fieles. Roguemos al Señor.
Por la Arquidiócesis de Coro y la Diócesis de Punto Fijo, por sus Obispos,
Monseñor Carlos Cabezas y Monseñor Mariano Parra. Roguemos al Señor.
Por los Consejos falconianos, Comitia Nuestra Señora de Guadalupe y Virgen
Milagrosa, para que su servicio tenga siempre el ardor de los Médanos de Coro
y el amor de Nuestra Señora de Guadalupe. Roguemos al Señor.
Por las parroquias donde no hay Legión de María, para que, fruto de este
Centenario, puedan recibir la bendición de tener algún Praesidium. Roguemos
al Señor.
Por el eterno descanso de nuestros Legionarios difuntos, especialmente
aquellos Hermanos que sirvieron en esta zona pastoral. Roguemos al Señor.
Recibe oh Dios, estas súplicas que te presentamos. Por Jesucristo Nuestro Señor.
Amén.
Oración Legionaria.
Reflexión:
El reglamento de la Legión es el descrito en el Manual Oficial. Toda variante,
por ligera que sea, traerá en rápida sucesión otras en pos de sí; y no tardará en crearse
un organismo que de Legión no tendrá más que el nombre, y que la Legión no
vacilará en repudiar en cuanto lo descubra, por valioso que sea en sí el trabajo.
Nuestro fundador recomendaba el estudio diario por 5 minutos de nuestro
manual, procuremos hacerlo.
(Breve silencio)
Catena legionis
Todo esto te lo pedimos por tú Hijo Jesucristo, que vive y reina c ontigo, en la unidad
del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.
Oración Legionaria.
Reflexión:
Esta Junta semanal es el corazón de la Legión, de donde fluye su sangre para
animar todas sus venas y arterias. Es la central donde se engendra su luz y energía,
el depósito que abastece todas sus necesidades. Es, en fin, el gran acto de comunidad
donde alguien, fiel a su promesa, se coloca invisiblemente en medio de ellos; donde
se derrama sobre cada uno la gracia particular necesaria para su trabajo.
(Breve silencio)
Catena Legionis
Oración Legionaria.
(Breve silencio)
Catena legionis.
Oración Legionaria.
Día séptimo: Reflexionamos hoy El espíritu de la Legión.
Manual oficial, Cap. III, El espíritu de la Legión.
El espíritu de la Legión de María es el de María misma. Y de manera particular
anhela la Legión imitar su profunda humildad, su perfecta sumisión, su dulzura
angelical, su continua oración, su absoluta mortificación, su inmaculada pureza, su
heroica paciencia, su celestial sabiduría, su amor a Dios, pero sobre todo su fe.
Reflexión:
El modelo perfecto de esta espiritualidad apostólica es María Reina de los
Apóstoles. Ella, mientras vivió en este mundo una vida igual a la de los demás estaba
constantemente unida a su Hijo, y cooperó de modo singular a la obra del Salvador.
(Breve silencio)
Catena legionis.
Reflexión:
La santificación personal no está centrada en la lucha contra el pecado sino en el
amor a Cristo, que se nos muestra profundamente humano, conocedor de todo lo nuestro.
El amor de Dios a los hombres y de los hombres a Dios es un amor de mutua amistad.
(Breve silencio)
Catena legionis.
(Breve silencio)
Catena legionis.
Confiados en ti, todo esto te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Oración Legionaria.