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Según Pichon-Riviere la Ps.

Social no es solo una reflexión de los grupos, es una reflexión sobre el


sujeto y su comportamiento. Los procesos psíquicos tienen el interjuego de dos fenómenos: a) una
organización biológica; b) un orden histórico social en que se da la experiencia con otros.

Es por ello, que hoy elegimos como objeto de análisis, de estudio, al Farmacéutico, evaluando sus
manifestaciones conductuales que tiene carácter situacional, que surgen del proceso de
interaccion en la interacción con sus pacientes y sus pares, en la cual, influyen sus procesos
psicológicos frente a una determinada acción social

El Farmacéutico, químico farmacéutico o boticario es el profesional con habilidades integrales


en salud, fabricación de medicamentos, control de calidad, desarrollo e investigación de los
mismos. Además tiene conocimientos de toxicología, legislación (que rige los productos
medicamentosos y sanitarios), tecnología farmacéutica y salud pública.

Como profesional, además de sus conocimientos técnicos, es un sujeto, centro de complejas


tramas de vínculos y relaciones, que está influenciado por su subjetividad, que incluye sus
experiencias personales, emociones, pensamientos y percepciones. A su vez, esta subjetividad
influye en la interpretación que el Farmacéutico tiene del entorno, la toma de decisiones, el
comportamiento y las acciones que realiza en su vida cotidiana.

La subjetividad del Farmacéutico también se ve moldeada por sus creencias y valores, lo que
puede influir en cómo se relaciona con los pacientes/usuarios y colegas de trabajo.

A medida que el Farmacéutico interactúa con su entorno social y profesional, su subjetividad y


comportamiento contribuyen a la construcción de su identidad profesional teniendo un impacto
en la sociedad.

La terapia con medicamentos es la forma más frecuentemente utilizada de tratamiento en


cualquier entorno de atención de la salud. Su uso ha crecido espectacularmente en las últimas
décadas debido al envejecimiento de la población, al aumento de la prevalencia de las
enfermedades crónicas, a las nuevas enfermedades infecciosas que han surgido y a la ampliación
de la gama de medicamentos efectivos. En un tiempo, la toma de decisiones sobre la terapia
farmacológica y su implementación eran relativamente sencillas, seguras y baratas. El Médico
prescribía y el Farmacéutico dispensaba.

Esto dio como resultado a que el Farmacéutico perdiera su lugar en la salud, debido a que
socialmente se lo encasillo como un “comerciante” mas, desempeñando su rol en una farmacia,
dispensando medicamentos, convirtiéndose así en el rol cotidiano de dichos profesionales.

Sin embargo, existen evidencias sustanciales que demuestran que este método tradicional ya no
es apropiado para garantizar la seguridad, efectividad y adherencia al tratamiento con
medicamentos. De acuerdo a datos publicados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en
marzo de 2017, los errores de medicación causan al menos una muerte por día y dañan
aproximadamente a 1,3 millones de personas por año, sólo en los Estados Unidos. Son además la
principal causa de daño evitable en los sistemas de salud de todo el mundo.

Hoy, el aumento exponencial del número y de la complejidad de los medicamentos han


determinado una gran expansión de las tareas y responsabilidades de los farmacéuticos, los cuales
han pasado de ser meros elaboradores y dispensadores de fármacos (tareas que han sido
reemplazadas por la industria, por administrativos y por técnicos de farmacia), para transformarse
en miembros irremplazables del equipo de salud, brindando al resto de sus miembros y a los
pacientes una enorme gama de servicios, de información y de cuidados. Esto genera un giro
sustancial en la Vida Cotidiana de los Farmacéuticos, reivindicando la profesión, otorgándole
responsabilidades diferentes, en cuanto a la interrelación que tiene con el paciente y sus pares.

Este nuevo enfoque en la cotidianeidad del trabajo del Farmacéutico se debe a que los equipos de
salud, han tenido y siguen teniendo una ruptura reflexiva respecto a la tarea del Farmacéutico en
el tratamiento, prevención y el bienestar del paciente, transformándose en un integrante
irremplazable que brinda una enorme gama de servicios, información y cuidados. .

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