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RECURSOS DEL PSICÓLOGO EN SU PRÁCTICA PROFESIONAL:

LA ENTREVISTA

Autora:

Lic. Cecilia López

Observar-Escuchar-Intervenir

Actualmente el psicólogo cuenta con varios recursos en su práctica profesional:


la observación, las entrevistas, los tests, cuestionarios, autoinformes, entre otros.
Antes de adentrarnos en las características de la entrevista en Psicología vamos a
puntualizar 3 momentos lógicos que nos facilita la intervención que hagamos:
Observar, escuchar, intervenir.

Observar, como vimos en el artículo de “Práctica y Epistemología” vamos a


considerar a la observación en Psicología como una observación que no es ingenua
en tanto no podemos eludir nuestro marco teórico de referencia. Observamos con el
concepto de sujeto que la teoría que hemos elegido para nuestra práctica, sostiene.

Si un profesional considera que la verdad del sujeto está en su inconsciente,


observará no sólo el deslizamiento del contenido manifiesto de su discurso sino
también su contenido latente, lo inconsciente. Si otro profesional sostiene que el
individuo se define por sus conductas, observará sus conductas e intervendrá en ellas.
Puede creer o no en la existencia del inconsciente pero su observación no está allí
centrada, el inconsciente como los sentimientos, las emociones, los deseo y
motivaciones forman parte de una “caja negra” de la que no se ocupan.

Entonces recordando a Popper vamos a decir que toda observación está


guiada por una hipótesis y ésta proviene del marco teórico elegido articulado a nuestra
práctica. Por último, es importante considerar no sólo el hecho de que la observación
la hacemos a partir de una hipótesis, sino que también tenemos en cuenta en la
observación los gestos, los cambios en el tono de la voz, los cambios en la vestimenta,
la actitud corporal, los movimientos, las acciones, es decir aquello que se manifiesta a
través del cuerpo.

Para concluir recordaremos los conceptos vertidos en el texto “Práctica y


Epistemología” de M. T. Reyes, el psicólogo debe estar advertido que las
observaciones que realiza están influidas por el concepto de sujeto que sostiene
según su marco teórico, el objetivo de la entrevista o de las intervenciones y las ideas
y sensaciones que causa el consultante. No hay observaciones totalmente puras, el
psicólogo debe saber que es “participante” en aquello que observa como así también
que existen condicionamientos que provienen de su personalidad y del consultante.

Escuchar, el psicólogo se maneja con la escucha de las palabras. La escucha


también está atravesada por el marco teórico de referencia, los psicólogos
psicoanalistas cuando el sujeto habla, escuchan en el discurso del hablante tanto el
contenido manifiesto como el latente (aquello inconsciente) en cambio los psicólogos
conductistas estarán atentos a la conducta manifiesta del individuo. Escuchar va de la
mano de la palabra. No podemos descontar el poder de las palabras, en nuestra vida
cotidiana una palabra de un ser querido puede llevarnos al Infierno o al Cielo, hay
palabras que nos avergüenzan y enseguida enrojecemos o palabras que nos enojan o
que nos seducen. Las palabras influyen en nuestras ideas, en nuestro cuerpo y
acciones principalmente cuando éstas provienen de alguien a quien le otorgamos
autoridad, saber y amor.

Intervenir, el psicólogo cuenta con distintas tácticas para poder intervenir. Si


bien al psicólogo psicoanalista, se le adjudica como intervención principal la
interpretación, actualmente, dados los cambios socioculturales, también interviene de
otras maneras sobre todo cuando su práctica se desarrolla en momentos de urgencia
en una guardia hospitalaria o bien en el campo interdisciplinario o bien con pacientes
psicóticos a los cuales no se los interpreta o pacientes con síntomas psicosomáticos a
los que tampoco se los interpreta.

Por ello decimos que más allá de la interpretación, el consejo, la sugerencia o


la orientación, el psicoanalista apunta a la implicación subjetiva, es decir, a través de
distintas tácticas su objetivo es que el sujeto se implique en lo que dice y se descubra
a sí mismo para poder hacerse responsable de sus actos, de sus decisiones,
elecciones, de su vida.

Así es como a veces el psicoanalista podrá sugerir, aconsejar, orientar,


interpretar, pero su posición está centrada en una escucha que apunta a pesquisar la
posición subjetiva del sujeto con respecto a lo que dice, develarle aquello que no sabe
que lo sabe porque está en su inconsciente y será el sujeto el que tome la decisión de
rectificar o no su posición con respecto a su sufrimiento estando advertido de al menos
algunas causas de sus padecimientos.
La intervención es un momento lógico de nuestra práctica que se produce a
partir de la observación y la escucha. Éstas tendrán las cualidades del marco teórico
que el psicólogo elige y sostiene responsablemente.

LA ENTREVISTA COMO RECURSO EN


LA PRÁCTICA PROFESIONAL DEL PSICÓLOGO.

Introducción

Hemos mencionado que en la actualidad el psicólogo cuenta con varios


recursos en su práctica profesional, pero uno de los recursos principales es la
entrevista.

La entrevista psicológica no es una charla, tiene un propósito específico. Esto


la diferencia no sólo de los contactos sociales casuales sino también de otros
contactos profesionales. El médico en una entrevista interroga a quien lo consulta
sobre sus síntomas y busca signos. Los síntomas mencionan el padecimiento
subjetivo ¿Hará la misma lectura un médico que un psicólogo de dichos aspectos
subjetivos?

Vayamos a otro ámbito, la Justicia. El juez tiene entrevistas en donde interroga


a menores, ciudadanos sospechosos, a los testigos, como así también a personas que
tienen que dirimir sus cuestiones personales ante la ley, como es el caso de los
divorcios, de adopciones, etc. Imaginemos que un psicólogo y un juez ante un mismo
hecho, la tenencia de los hijos, por ejemplo, puedan pensar en las mismas preguntas
¿Serán formuladas de la misma manera? ¿Tendrán los mismos objetivos?

Periodistas, asistentes sociales, investigadores, muchos profesionales emplean


el recurso de la entrevista en la que intervienen distintos dinamismos psicológicos.
Ahora bien, qué las diferencia. En primera instancia: el ámbito en dónde será
desarrollada, Medicina, Justicia, Periodismo, una Empresa, etc. Éste da el marco a los
objetivos de la entrevista. En segunda instancia el objetivo que se persigue: no es lo
mismo curar una enfermedad, juzgar una situación que hallar las coordenadas de un
conflicto emocional. Y en tercera instancia se diferencian por el uso y análisis de la
información obtenida: por ejemplo, en un reportaje periodístico el uso y análisis de la
información obtenida es diferente al que se realiza en una entrevista psicológica. La
entrevista psicológica es una técnica de estudio y observación del comportamiento
humano que tiene una especificidad que la diferencia de otras entrevistas.

Algunas definiciones de entrevista.

La entrevista es una herramienta privilegiada en la práctica profesional del


psicólogo. Comúnmente solemos emplear el término “entrevista” aludiendo a
encuentro, reunión o cita entre dos o más personas en un lugar determinado para
tratar algún asunto en donde una persona tiene el rol de entrevistado y la otra de
entrevistador.

Dentro del ámbito psicológico entendemos a la entrevista como un instrumento


que servirá para revelar datos acerca del consultante. Este instrumento implica una
técnica con fundamentos teóricos y reglas que permiten diferenciarla de una charla y
de otros tipos de entrevistas que se dan en otros ámbitos.

Una de las definiciones más clásicas de entrevista que sigue aún vigente es la
que realizó José Bleger. Él considera tres puntos esenciales para definir la entrevista
en el ámbito de la Psicología: el campo científico, el vínculo particular que se establece
entre el entrevistado y el entrevistador y los roles técnicos. Con respecto al campo
científico refiere que la entrevista es una técnica de investigación científica con sus
propios procedimientos y reglas a través de la cual se amplia, se verifica y se aplica el
conocimiento científico. En relación al vínculo señala que entre entrevistado y
entrevistador se da una relación particular generada por los motivos que hace que una
persona consulte a un psicólogo, motivos vinculados, generalmente, con conflictos que
atañen al psiquismo y por último con respecto a los roles, especifica que el psicólogo
debe estar advertido que deberá desempeñar un rol técnico (no es de cualquier
manera que se hace una entrevista psicológica) y que el consultante viene a buscar
una intervención específica que concierne a lo psicológico.

Es decir, para el psicólogo la entrevista es un instrumento a través del cual se


obtiene un saber específico y de un modo particular. Este instrumento tiene distintos
elementos que se desarrollan en una dinámica particular.

Elementos de una entrevista psicológica

Vamos a considerar como elementos de una entrevista psicológica a aquellos


componentes que le permitirán al psicólogo obtener el diagnóstico de la situación que
plantea el consultante. El diagnóstico es fundamental para poder intervenir
adecuadamente, éste se obtiene luego de un análisis detallado de la entrevista o de
una serie de entrevistas.

Los elementos son: el vínculo con el entrevistado, la ansiedad, la disociación


instrumental y el proceso de comunicación.

1) El vínculo con el entrevistado: entre el psicólogo y aquel que lo consulta


se estructura una relación. La configuración de esta relación dependerá del objetivo
que se persiga y de cómo piensa el psicólogo que este objetivo pueda alcanzarse. Por
ejemplo, con respecto al objetivo es diferente el que tendrá un psicólogo en una
entrevista de selección de personal del que tendrá un psicólogo clínico que lo
consultan por problemas laborales; en relación a cómo alcanzar dicho objetivo, en el
primer caso la utilización de tests es fundamental mientras que en el segundo no lo es.

Hay distintas formas de denominar el vínculo que surge entre el psicólogo y el


consultante: empatía, feed-back, transferencia, alianza terapéutica. Cada uno de estos
términos pertenece a un marco teórico que los diferencia por lo tanto la práctica del
psicólogo será distinta en cada caso. No es lo mismo pensar que el entrevistado
transfiere en el terapeuta la “imagen” que tiene de sus seres más queridos y que por lo
tanto se vinculará con él como lo hace con ellos, que pensar que el vínculo es
empático basado en las identificaciones que se pueden establecer entre el psicólogo y
el consultante. Pensar al vínculo de una u otra forma influirá sobre la modalidad de
intervención del psicólogo. Dentro del vínculo, es importante mencionar algunas
particularidades.

Por un lado dijimos al inicio que debemos estar advertidos que no hay
observaciones puras sino que éstas están teñidas de nuestras propias ideas y
sensaciones, esto por el lado del psicólogo; pero por el lado del consultante, él
también trae su propia idea sobre el psicólogo, por ejemplo “el psicólogo me va a dar
la fórmula para salir de este problema”, “el psicólogo se va a quedar callado, eso me
contó mi amiga”, “ prefiero un psicólogo entrado en años porque tiene más experiencia
de vida y me va a poder ayudar mejor”, “prefiero al psicólogo joven porque siempre
esta actualizado” etc., etc., etc. estas creencias también influirán en el establecimiento
del vínculo con el psicólogo.

También influye en el vínculo, el campo en donde se realiza la entrevista


psicológica. En el campo clínico puede suceder que una persona llegue a la entrevista
para cumplir con la demanda de otro. Por ejemplo, un adolescente que acude a la
entrevista porque sus padres lo mandan. En el campo laboral, frente a una selección
de personal, el postulante, va a tratar de agradar al psicólogo con sus cualidades. En
el campo forense, veamos dos situaciones. En una, un psicólogo es convocado para
evaluar los daños psíquicos que sufrió una persona por un accidente de trabajo y en
otra un sujeto que se encuentra detenido tiene que someterse a pruebas
psicodiagnósticas para ver si es inimputable o imputable de un delito. Evidentemente
el vínculo que se establezca entre el profesional y el entrevistado en una y otra
situación es diferente. Si bien en ambos los sujetos se ven sometidos a un
Psicodiagnóstico, el clima de la entrevista en la primera situación será mucho más
distendida que en la segunda. Éstas y otras tantas particularidades deberá el
psicólogo considerar a la hora de evaluar la entrevista.

2) La ansiedad: ante lo desconocido sentimos ansiedad. El psicólogo conoce


los objetivos de su entrevista y cuenta con los recursos técnicos para desarrollarla,
pero desconoce las características del entrevistado.

El entrevistado sabrá con mayor o menor claridad porque será entrevistado:


para cubrir un puesto de trabajo, porque la psicóloga del colegio quiere conversar
acerca de las dificultades de su hijo, porque está acusado de violencia, porque le dicen
a través de una consigna sobre qué se está investigando y desean conocer su opinión,
porque solicitó una entrevista por un conflicto que tiene, etc. pero desconoce cómo
será el psicólogo. El entrevistado siente incertidumbre cuando expone aspectos de su
personalidad a un desconocido.

Por el lado del psicólogo se incrementa la ansiedad allí donde el sujeto es poco
colaborador, desvalorizante, o intenta romper el encuadre. El profesional deberá poder
pensar en el momento si esa actitud obedece a la modalidad del sujeto o a fallas en su
rol profesional. Pero existe una diferencia entre la ansiedad del psicólogo y la ansiedad
del entrevistado: el psicólogo frente a la ansiedad deberá tener capacidad para
tolerarla e instrumentarla, mientras que el entrevistado no se ocupará de ello.

3) Disociación Instrumental: el psicólogo debe operar en la entrevista con un


buen grado de disociación instrumental ¿Qué implica esto? Deberá “dejar de lado”
aquellos sentimientos propios producto de identificaciones, ideales, creencias,
prejuicios sino corre el riesgo de no focalizar los rasgos del consultante sino los
propios. Esto no significa que estará desafectado de la relación, sino que hará de
dicha disociación (“poner al margen”) un instrumento. El objetivo de la disociación
instrumental es evaluar la información que recibe del entrevistado sin que interfieran
sus cuestiones personales y sin dejarse llevar por el entrevistado. El psicólogo es
quien dirige la entrevista, no el entrevistado.
4) El Proceso de comunicación: según Watzlawick toda conducta en
interacción tiene valor de mensaje. Todo lo que ocurre en el marco de la entrevista es
considerado como un mensaje dentro de un contexto determinado. Así gestos,
posturas, silencios, mímicas, pantomimas, entonaciones, inclusive las contradicciones
y las disociaciones entre los dichos y los gestos, son considerados mensajes que el
psicólogo deberá tener en cuenta.

Dinámica de la entrevista psicológica

La relación entre el entrevistado y el psicólogo delimita y determina el campo


de la entrevista. El psicólogo deberá favorecer que en ese campo se ponga en juego la
personalidad del entrevistado. Para que esto se produzca cuenta con el
establecimiento de un encuadre que favorece el funcionamiento de la entrevista. En
términos generales, el encuadre consiste en mantener constante un conjunto de
variables que son el lugar, el tiempo y el rol del entrevistador. Este encuadre tiene
variaciones según el campo y el objetivo de la entrevista psicológica. Es usual definir
el encuadre a partir de 3 variables: el tiempo, el lugar y los roles,

- Tiempo: se refiere a un horario y un límite en la extensión de la entrevista.

- Espacio: abarca el ambiente en el cual se realiza la entrevista.

- Rol técnico: si bien el psicólogo debe ser amable y cordial no por ello debe
presentarse como “amigo” ya que la entrevista podría tomar los visos de una “charla
de café” pudiendo perder la dirección de la misma.

Con respecto a las variables del tiempo y lugar, éstas varían según el campo y
el objetivo de la entrevista. Daré algunos ejemplos. Muchas veces en el campo clínico
cuando el lugar donde se va a desarrollar la entrevista es un hospital puede suceder
que el espacio de atención varíe con frecuencia, un día un entrevistado puede tener su
entrevista con el psicólogo en el box 3, otro día en el 5 o en el patio del hospital.

El tiempo de las entrevistas también es variable sobre todo en el campo


interdisciplinario, si un psicólogo está trabajando con enfermos crónicos asistidos por
médicos y visita al paciente internado por solicitud del médico, el tiempo de la
entrevista estará condicionado por la disposición que tenga el paciente para la misma.
Cuando un psicólogo entrevista a un paciente en una guardia que entró con una
urgencia, por ejemplo, con un ataque de pánico, luego de ser asistido por el médico, el
psicólogo es posible que en un breve tiempo tenga que lograr que esa persona pueda
subjetivarse, es decir, entender algo de lo que le pasa, los motivos que le
desencadenaron el ataque de pánico y sus consecuencias. Cuando un psicólogo
interviene como auxiliar de un abogado en un consultorio jurídico y el consultante se
angustia es posible que el abogado le pida al psicólogo que tenga una entrevista a
solas con el consultante, en estas situaciones el lugar de la entrevista varía, los
tiempos también y el objetivo será que ese sujeto angustiado pueda consentir o no la
intervención legal con el mayor grado de implicancia sabiendo sobre las
consecuencias de su aceptación o no de la intervención legal. Esto se ve mucho en
casos de violencia familiar Por ejemplo una mujer consulta al abogado por situaciones
de violencia, éste la asesora sobre los pasos legales que debería hacer, pero cuando
la mujer escucha la palabra “denuncia” se angustia, se aterra. Allí interviene el
psicólogo para que esa persona pueda implicarse en el riesgo que corre y así poder
tomar una decisión.

Si bien la entrevista psicológica siempre tiene un encuadre, las variables del


tiempo y espacio varían según la práctica que el psicólogo ejerza.

CLASIFICACIÓN DE LAS ENTREVISTAS PSICOLÓGICAS.

A continuación, presentaremos algunos criterios de clasificación:

-Según el grado de libertad en la formulación de las preguntas:

Pueden ser abiertas o cerradas.

Abierta: La formulación de las preguntas es libre. La característica principal de


esta forma de entrevista es la flexibilidad. Esta característica permite que la dinámica
se ajuste a cada situación particular. Es el entrevistado quien asume la iniciativa para
comenzar su relato. Este tipo de entrevista posibilita una investigación más amplia y
profunda de la personalidad del entrevistado. El objetivo de este tipo de entrevistas no
es recolectar datos sino escuchar cómo el sujeto relata y tiene organizada su historia a
la vez que se observa su comportamiento en el transcurso de la entrevista.

Cerrada: es la encuesta. Las preguntas, su orden y la forma de plantearlas ya


están previstas de antemano y el entrevistador, en un rol directivo, no puede alterar
ninguna de esas disposiciones. Este tipo de entrevista permite la comparación
sistemática de datos.

-Según el grado de participación del entrevistador:


Pueden ser libres, dirigidas o semidirigidas.

Libre: El entrevistado es quien asume la iniciativa por dónde comenzar el


relato y por dónde seguirlo. El psicólogo dirige la entrevista, pero no condiciona ni
limita su desarrollo. No es directivo en sus intervenciones, es decir, no es él quien le
dice al sujeto por dónde seguir, a lo sumo podrá hacer preguntas disparadoras que
relancen el relato allí donde éste se vea interrumpido, pero “con qué va a seguir”
pertenece al entrevistado.

Dirigida: El psicólogo es quien asume la iniciativa por dónde comenzar la


entrevista y por dónde seguirla. Asume un rol directivo sin poder alterar la secuencia
del eje de preguntas programado de antemano. Es el caso de los cuestionarios y
encuestas.

Semidirigida: este tipo de entrevista es el más utilizado cuando el objetivo de


la entrevista es conocer los rasgos de personalidad del entrevistado. Consta de dos
estilos de preguntas o intervenciones posibles: las no directivas y las directivas.

Las intervenciones no directivas son similares a la entrevista libre: el sujeto


habla de lo que quiere, establece el orden como prefiere y el psicólogo no interviene
en la elección de lo que el sujeto quiere decir.

En las intervenciones directivas, el entrevistador realiza preguntas en función


del material adquirido, obteniendo de este modo más información sobre aquellos
puntos que desea investigar, ya sea para aclarar situaciones que han quedado
confusas, o bien para abrir nuevas preguntas en función del objetivo planteado
inicialmente.

Esta demarcación entre intervenciones directivas y no directivas es sólo a


efectos de poder señalarlas, pero esto no implica que aparezcan en secuencia
(primero unas y después otras) sino que se dan alternativamente.

La entrevista semidirigida tiene como base una serie de preguntas de manera


que no se pasen por alto elementos importantes, pero también da lugar a los
emergentes propios de la situación. Por ejemplo una madre consulta por primera vez a
un psicólogo clínico porque siente que no puede hacerse cargo de sus hijos y prefiere
que estén más tiempo con el padre, al inicio de la entrevista argumenta que no tiene el
dinero suficiente para mantenerlos, luego dice que está cansada, el psicólogo por un
lado deja que la señora cuente sus motivos y por otro le hace algunas preguntas, de
repente la mujer dice que no los puede cuidar porque es alcohólica, que antes tenía
controlado el alcohol pero que en este momento, no. Este dato imprevisto que emergió
en la entrevista no estaba dentro de la serie de preguntas que un psicólogo puede
hacer en una primera entrevista, pero cuando surge estos datos imprevistos, el
psicólogo le dará lugar para su profundización y así poder diferenciar el motivo de
consulta manifiesto del latente.

Pautas para la confección de una entrevista semidirigida

La confección de la entrevista semidirigida depende de los objetivos de la


entrevista y de las circunstancias. Aquello que se busca, el objetivo propuesto, a su
vez deriva de la orientación teórica del entrevistador. Si un psicólogo opera con el
supuesto que el entrevistado conoce su vida y está capacitado para relatarla tal cual
es y ha sido, posiblemente su objetivo sea obtener datos completos acerca de ella
para hallar las coordenadas de su conflicto actual. Si otro psicólogo opera con el
supuesto que el entrevistado en realidad no es que conoce su vida tal cual es, sino
que tiene organizada una historia acerca de ella, su objetivo no será, entonces,
obtener datos precisos de su biografía sino consistirá en leer más allá del relato. Irá al
trasfondo del mismo para hallar la posición del sujeto en el conflicto que plantea.

La entrevista semidirigida se caracteriza por ser una guía de preguntas lo más


exhaustiva posible que contempla aquellos aspectos imprevistos que surgen a partir
del relato mismo del entrevistado.

Las preguntas, pensadas previamente, no necesariamente serán trasladadas


textualmente sino por el contrario irán tomando forma según la manera particular de
expresión del entrevistado. Esto facilita el entendimiento y el establecimiento de un
código en común entre el entrevistado y el psicólogo.

Las preguntas estarán agrupadas según un eje que sostiene una secuencia
determinada. Esta secuencia se caracteriza por ir desde los temas más amplios a los
más particulares. Como estamos frente a una entrevista semidirigida sabemos que
dicha secuencia no es inalterable, sino que por el contrario tendrá la suficiente
flexibilidad para poder ser reordenada según los dichos del entrevistado. Esto no
implica que el psicólogo pierda la dirección de la entrevista ni el objetivo planteado,
sino que durante el transcurso irá ubicando o reubicando sus preguntas.

Pautas para la construcción de la guía de preguntas:


Evaluar:

 Si se trata de una pregunta necesaria.

 Si una sola pregunta es suficiente o es necesario más de una pregunta.

 Si la pregunta está formulada en forma tendenciosa.

 Si es demasiado personal o impersonal para el propósito que se


persigue.

 Si está ubicada en el lugar adecuado, según la secuencia de lo más


general a lo más particular.

 A qué apunta la pregunta para ver si fue respondida o no en el trayecto


de la entrevista.

Pautas a considerar para el desarrollo de la Entrevista Semidirigida:

 Dirigir lo menos posible el desarrollo de la entrevista, dejar que el sujeto


aborde el tema como quiera.

 Conceder el tiempo necesario, para el desarrollo del relato. No encarar


un tema si no se tiene tiempo de tratarlo.

 No discutir una opinión, ni argumentar, ni juzgar las respuestas del


entrevistado.

 Las preguntas deben ser neutras, sin sugestión. Por ejemplo ¿Cómo
advirtió Ud. eso? ¿Por qué pensó que ocurre así?

 No “bombardear” con preguntas al entrevistado.

 Ampliar temas, retomarlos.

 Que el sujeto defina los conceptos principales de la situación de la que


habla. Por ejemplo si dice que lo que le sucede “lo puede llevar por cualquier
camino”, pedirle que especifique a qué se refiere con que“lo puede llevar por
cualquier camino”.

 El entrevistador tiene que tener claro a qué partes del relato el sujeto le
da mayor importancia. Esto es observable a través del lenguaje gestual, corporal y
a partir del tono de voz, reiteraciones, énfasis, murmullos. Cuando esto no es
posible porque el sujeto parece desafectivizado puede preguntársele puntualmente
qué siente.

 Si se va a escribir durante la entrevista, anotar el material de forma


adecuada para que no interrumpa el desarrollo de la misma, si el sujeto se pone
incómodo ante las anotaciones se le puede aclarar quién tendrá acceso al material
y el motivo de las mismas si esta aclaración no lo deja tranquilo, entonces el
psicólogo tendrá que dejar de hacer anotaciones. Me parece importante aclarar
que las entrevistas no deben grabarse, si el psicólogo quiere utilizar este
instrumento debe comunicárselo al entrevistado.

 Cuando se anota distinguir claramente las notas del entrevistador de los


dichos del entrevistado.

 Si se tiene datos del entrevistado proporcionados por otra persona, se le


debe informar tanto como se le informó al informante que esos datos no serán
mantenidos en reserva. La reserva de los datos brindados por el entrevistado se
halla amparada por el secreto profesional. Si se debiera elevar algún informe a
alguna institución, el entrevistado deberá conocer su contenido.

El clima de la entrevista

Lograr que el entrevistado se sienta cómodo. Será recibido cortésmente pero


no efusivamente. La apertura de la entrevista es un momento de incertidumbre que
incomoda. Comenzar con una conversación fácil ayudará a crear un clima distendido
que posibilite el inicio de la entrevista. Este preludio no ha de ser muy extenso ya que
puede transformarse rápidamente en una charla, y a su vez la extensión impropia
puede acentuar el nivel de ansiedad.

Es importante considerar no sólo el lenguaje verbal del entrevistado sino


también su postura y sus gestos. Éstos darán indicios si el sujeto se halla tranquilo
para dar curso a la entrevista. El sujeto debe sentirse seguro y confiado. Para ello es
indispensable entablar una comunicación fluida, a través de una actitud sensible y
receptiva, demostrarle al entrevistado interés y que se lo comprende afectuosamente.
A su vez el entrevistado debe percibir que el psicólogo no sólo comprende su
situación, sino que además es competente. El entrevistado espera que los datos
obtenidos de la entrevista tengan un fundamento por el cual han sido expresados, sino
sería una mera charla.

Las Condiciones Ambientales: -Garantizar carácter privado. -Es aconsejable


una iluminación neutra, un mobiliario cómodo. -Sonido del ambiente neutro: sin
sobrecarga de ruidos ni aislamiento absoluto. Estas condiciones ambientales, así
como las variables del tiempo y el espacio ya mencionadas, varían según el objetivo
de la entrevista y el campo de la práctica del psicólogo.
Conclusiones

La entrevista es un instrumento de muy antigua data. Su evolución registra la


evolución operada en el campo de las disciplinas que se ocupan del hombre. En sus
inicios ha tenido una carga muy fuerte de intuición. Sin embargo, el estudio científico
de la entrevista psicológica ha hecho posible que ésta se aplique teniendo en cuenta la
especificidad de cada campo profesional, los diferentes objetivos de intervención y las
distintas modalidades de implementación. Esto le ha otorgado mucha más
operatividad. Se trata de una técnica cuya aplicación requiere un tipo de conocimiento
especializado, por lo tanto, el psicólogo debe tener una formación adecuada. Para
Charles Nahoum la actitud profesional del entrevistador parte de la conciencia que
debe tener de su rol y de la finalidad de la entrevista. Si logra adquirir esa conciencia
es posible que pueda crear un criterio propio de lo que se debe y de lo que no se debe
hacer y esto será sólo posible si siente que ante sí no tiene un objeto de estudio sino
un ser humano.

Bibliografía.

Aisenson Kogan, A. (1996). Métodos y Técnicas de la Psicología en Introducción a la

Psicología. Nueva Visión: Buenos Aires.

Albajari, V. (1996) La Entrevista en el Proceso Psicodiagnóstico. . Psicoteca: Buenos

Aires.

Bleger, J (1995). La Entrevista Psicológica, su empleo en El diagnóstico y la

investigación en Temas de Psicología: Entrevista y Grupos. Nueva Visión:

Buenos Aires.

Nahoum, C (1988) La Entrevista Psicológica. Kapeluz Buenos Aires.

Salvarezza, L. y Palazzolo, A. (1997) Puntuaciones acerca de la Entrevista.

Documento de trabajo n° 15 Cátedra Práctica Profesional I. UB.

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