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Luigi Einaudi como economista

de Estado
HERNÁN PABLO LLOSAS

Introducción 1. Luis Einaudi, el hombre

Luigi Einaudi ha sido uno de los más Nació en 1874 en Carrú (Cúneo), un
prestigiosos economistas italianos de su pequeño pueblo del Piamonte, en el noro-
época, especialmente en el campo de la este de Italia. Se graduó en leyes en la
Economía Pública. Sus contribuciones en Universidad de Turín en 1895. Su tesis
esta disciplina fueron diferentes, y pueden sobre la crisis agropecuaria inglesa fue
considerarse complementarias, de las de publicada en el Giornale degli economisti.
Docente y periodista, enseñó en
sus colegas anglosajones, como por ejem- escuelas secundarias, y en 1898 fue nom-
plo Richard Musgrave. brado profesor de Política Económica en su
Este trabajo pretende analizar las Universidad, la de Turín. En 1902 fue
contribuciones de Einaudi al pensamiento designado profesor de Ciencia y Leyes
económico y su acción como hombre públi- Financieras en la Universidad de Pisa. Ese
co en el período posterior a la Segunda mismo año obtuvo un cargo similar en la
Guerra Mundial. Universidad de Turín y en 1904 en la
Luego de presentar una breve bio- Universidad Bocconi de Milán.
grafía de Einaudi (cap.1) que lo ubica en Desde 1897 colaboró en La Stampa,
relación a su época y a los movimientos puesto que dejó en 1903 para colaborar
políticos que tuvieron lugar en la misma, se con el Corriere della Sera. En 1925 suspendió
analiza su obra en el terreno de la teoría de sus artículos a raíz del alejamiento, por
razones políticas, del director Luigi
la Economía Pública (cap. 2).
Albertini. A partir de 1896 colaboró en el
En el capítulo 3 se estudian sus ideas periódico socialista Riforma sociale. Fue edi-
en el ámbito más amplio del economista de tor del mismo y luego director (1907). A
Estado, para luego analizar su pensamiento partir de 1922 colabora con The Economist,
durante el período en que ejerció la de Londres, como corresponsal italiano.
Presidencia de Italia. Veremos que en todas En cuanto a la afiliación religiosa del
las circunstancias, siempre aflora el “gran- autor, podemos deducir su condición de
de de las finanzas públicas”. cristiano a partir de datos como que (a) la
El capítulo 5 trata de individualizar primera edición de Lezioni di política sociale
los cambios y las constancias en su pensa- la publicó la Asociación Cristiana de
miento. Se estimó interesante comparar ese Jóvenes en Locarno, Suiza, (b) el autor ha
pensamiento con el de otros dos grandes sido Ministro de Presupuesto y Vice Primer
economistas del período, Francesco Vito y Ministro en el gobierno de De Gásperi
(democristiano), (c) como veremos a lo
Wilhelm Röpke. Se termina extrayendo largo de este trabajo, su pensamiento eco-
algunas conclusiones. nómico revela un profundo respeto por la
persona humana. Si bien no se han encon-

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trado declaraciones explícitas1, se conside- del estudio de casos, más que el desarrollo
ra que esta información es suficiente para de teorías generales, que es la tradición
ubicar a Einaudi como pensador económi- anglosajona.
co cristiano. Al mismo tiempo le pedimos Comienza analizando las necesida-
disculpas al lector, ya que conocemos el fas- des públicas, cuya satisfacción considera ser
tidio que produce la colocación de “etique- la misión de la economía pública. Utiliza a
tas” a las personas2. ese fin una metodología propia que consis-
En 1919 es designado senador. A te en distinguir si el gasto público necesario
partir del asesinato de Matteotti se distan- para financiar esa satisfacción es divisible o
cia del fascismo. En 1935 vota contra el indivisible. En esto coincide a grandes ras-
apoyo a la guerra en Etiopía. En 1943 es gos con tratadistas anglosajones como
designado Rector de la Universidad de Richard Musgrave (1958).
Turín. Poco después debe asilarse en Suiza En el primer libro se ocupa de aque-
hasta el armisticio. llas necesidades públicas cuya satisfacción
En enero de 1945 es designado es divisible. En ese caso se deberán emple-
Gobernador del Banco de Italia y en sep- ar precios privados. Cuando a esa satisfac-
tiembre miembro de la “Consulta ción se acopla la de otras necesidades indi-
Nazionale”. En junio de 1946 fue elegido visibles, estima que, según los casos, se
como constituyente por el partido Unión deben emplear precios cuasi-privados, pre-
Democrática Nacional. cios políticos o contribuciones. Para el caso de
En mayo de 1947 es designado bienes y servicios cuya producción está en
Ministro del Presupuesto3 y Vice Primer manos de monopolios naturales, reserva los
Ministro en el cuarto Gobierno de De precios públicos.
Gásperi. En mayo de 1948 fue electo En todos sus escritos muestra su
Presidente de la República, cargo en el que antidogmatismo: como es su costumbre,
se desempeña hasta 1955. En mayo de explica los pro y los contra de cada criterio,
1955 entra a formar parte del Senado tanto para la provisión de bienes y servicios
Nacional y retoma las cátedras universita- públicos, como para el cálculo de sus pre-
rias. Falleció en 1961 en Roma. cios, sea que la producción y/o provisión
esté a cargo de la economía privada o de la
economía pública.
2. Einaudi, especialista en economía Desarrolla luego, en el segundo
pública libro, el tema de los impuestos como forma
de financiar el gasto público indivisible. Es
Luigi Einaudi estudió jurisprudencia característica de los impuestos que sea
en Turín y pocos años después enseñaba la imposible asociar el pago de los mismos a
ciencia de las finanzas en la Bocconi de la satisfacción concreta de una necesidad
Milán y en otras universidades. Este conti- del contribuyente. Describe la evolución en
nuó siendo su principal campo de actua- el tiempo de los impuestos, en particular el
ción durante su larga vida activa. pasaje de impuestos reales a impuestos per-
Escribió numerosos libros e infini- sonales, y las características de estos últi-
dad de artículos sobre la economía pública. mos.
He elegido comentar dos de ellos como En todo el texto que se comenta se
representativos de su pensamiento. Sus observan algunas características muy pro-
Principios de hacienda pública (Einaudi, 1946- pias de Einaudi. Por un lado, su amplitud
1968) se destacan como una de sus obras de miras, su apertura mental, que lo hace
más valiosas. analizar con similar distancia tanto las pro-
puestas liberales a ultranza como las inter-
(a) Comentarios a sus Principios de hacienda vencionistas. Lo que importa para él es que
pública los métodos y procedimientos sean limpios
En sus escritos sobre economía y los resultados sean los buscados.
pública, Einaudi sigue la tradición italiana Por el otro lado, debe destacarse su

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atención a los detalles, su análisis pormeno- 1. Analiza las propuestas utilitaristas de
rizado de cada caso en estudio, pues reve- Bentham y desnuda sus debilidades:
lan conocimiento profundo de las teorías • La utilidad marginal del ingreso y
de las finanzas públicas y de la realidad a la la riqueza es decreciente (Bentham). Por lo
que deben aplicarse éstas. Einaudi se detie- tanto es posible aumentar el bienestar recu-
ne a probar la validez de las mismas en rriendo al arbitrio de redistribuir el ingreso
cada caso concreto, tomando en cuenta las y la riqueza de modo que todos tengan lo
circunstancias particulares del mismo. mismo. Esto es cierto en el cortísimo plazo,
Pero por sobre todo, Einaudi busca pero si se toma un horizonte de planea-
el bienestar de sus conciudadanos y mues- miento mayor, observa Einaudi, se podrá
tra un espíritu interesado en la justicia y en observar que esa redistribución destruiría
la eficiencia por partes iguales. Reconoce en forma inmediata todos los incentivos a
que la contribución de cada persona al
trabajar y a ahorrar, y con ellos la riqueza.
financiamiento del gasto público a través
Esto impone un límite a la redistribución
del pago de impuestos tiene que estar rela-
cionada con su capacidad contributiva. vía impuestos progresivos.
Acto seguido se pone a trabajar en la bús- • No es posible comparar la utilidad
queda del camino más adecuado para de Mengano con la de Zultano. Esto com-
lograr que esto sea así. plica la construcción de un sistema tributa-
Se lo advierte molesto ante propues- rio “justo”.
tas que no tienen en cuenta la equidad o la 2. Observa que las personas se muestran
eficiencia, pero nunca se turba, mostrándo- “distraídas” cuando se trata de pagar
se siempre ecuánime. Sus trabajos en el impuestos. Todos desean ser “polizontes”4.
campo de la economía pública lo muestran 3. Cita a Wicksell, sosteniendo que la deci-
como un hombre prolijo y amante de la vir- sión de gastar debe venir acompañada de la
tud, lo cual es consistente con su pensa- de recaudar los fondos necesarios para
miento económico en general, y con su financiar ese gasto. Esta idea ha sido intro-
actuación en la vida pública de su país. ducida en los textos constitucionales y leyes
Esta posición, esta actitud frente a en muchos países, incluidos tanto Italia
las personas y las cosas, lo enfrentó a menu- como Argentina.
do con otros economistas de su época, más 4. Se pregunta cómo determinar cuál es el
incendiados que él por las ideas, más urgi- mejor impuesto, y encuentra que es aquel
dos por lograr avances rápidos hacia metas que grava la renta presunta porque premia
que seguramente Einaudi compartía. Lo al laborioso y castiga al holgazán.
que no compartía eran los métodos y las
urgencias.
Sus conocimientos de economía 3. Einaudi, economista de Estado
pública, y su prudencia, aplicados en sus
funciones como Ministro del Presupuesto y
a. Los principios metodológicos
Vice Primer Ministro, permitieron que
Italia, en el período difícil de la reconstruc-
ción material e institucional en la post-gue- Einaudi anuncia5 que se propone no
rra, sanease su economía, sentando las emitir juicios extraeconómicos, es decir,
bases para su posterior desarrollo económi- políticos o éticos. Considera que el econo-
co. mista debe ocuparse de lo que es científico,
adoptando un método hipotético: qué ocu-
(b) Comentarios a sus Mitos y paradojas de la rriría si se hace tal cosa. Al mismo tiempo
justicia tributaria debe evitar enunciar que esa cosa es buena,
Es una serie de ensayos donde trata deseable. El economista, en su opinión,
sobre los fundamentos de la Hacienda debe analizar objetivamente los beneficios y
Pública (Economía Pública). Veamos algu- costos de cada una de las posibles alternati-
nos de ellos: vas dentro de cada propuesta, para luego

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informar a quien debe tomar la decisión. Si b. La intervención del Estado en la econo-
la autoridad económica decide aplicar la mía
política A, las consecuencias serán a1, a2,
..., aN. Si aplica la política B las consecuen- Teoría: las lecciones de Walras y
cias serán b1, b2, ..., bN. En base a esa Pareto nos enseñan que como economistas
información se podrán tomar decisiones debemos atenernos a lo nuestro, sin diva-
más justas y eficientes. gar -no convertirnos en políticos o moralis-
Hasta aquí Einaudi parece imitar a tas-. En un régimen de competencia no es
los economistas de la corriente principal necesaria la intervención del Estado. Pero
quienes, a partir de los neoclásicos de fines la realidad actual, reconoce Einaudi, no se
asemeja a un régimen de competencia. Por
del siglo XIX, pretenden construir una
lo tanto se justifica la intervención del
ciencia libre de preceptos éticos. Estado.
Sin embargo, Einaudi nos tiene Primera razón para la intervención del
deparada otra cosa. Analiza la libre compe- Estado. La distribución del ingreso no
tencia y el sistema de mercado y nos habla depende de leyes económicas sino de la
de sus virtudes. Expone las características voluntad humana6. Sin embargo, en ausen-
de los sistemas colectivistas y nos muestra cia de intervención estatal, la distribución
sus defectos. Pero cuando entra en el terre- del ingreso tenderá a ser reflejo de la distri-
no de la economía dirigida, donde esperá- bución original de la riqueza, medida no
bamos que se ocupase de señalar carencias, sólo en bienes materiales sino también en
se dedica a analizar las consecuencias de capital humano (ver abajo punto c.). Esa
diversas formas de intervención estatal en distribución original de la riqueza puede
la economía (no las de tipo keynesiano), ser muy dispar en el momento originario,
tratando de evaluar los beneficios y costos cuando cada persona se incorpora al mer-
de cada una de ellas. cado. Einaudi propondrá igualar el “punto
Mientras que, por un lado, parece de partida” (ver abajo punto g).
Segunda razón para la intervención del
coincidir con los neoclásicos en la separa-
Estado. Suprimir o limitar a los monopolios,
ción de la economía respecto de la ética,
y reconstruir la competencia (ver abajo
por el otro utiliza la metodología que ofre- punto d. y sección 5)
ce la primera para evaluar cuál es el sacrifi-
cio necesario para alcanzar los fines que
propone la segunda. De tal modo que, c. La distribución del ingreso
habiéndose calculado los beneficios y costos
de cada uno de ellos, “alguien” fije un El mercado deja sin resolver el pro-
orden de prioridades. Ese alguien es la ciu- blema moral y políticamente sustancial de
dadanía, a través de sus representantes. la distribución del ingreso. En un extremo
En resumen Einaudi, como econo- tenemos la igualdad absoluta, que es posi-
mista, respeta la independencia de su cien- ble sólo en regímenes totalitarios (hormi-
cia respecto de las otras ciencias, como por guero)7. En el otro, la polarización de los
ejemplo de la ética. No nos trata de con- ingresos -muchos miserables y unos pocos
vencer de que hacer esto o aquello es multimillonarios (esclavitud). En ambos
“bueno” o “malo”. Sin embargo, como eco- casos se impone la intervención del Estado,
la que puede adoptar distintas formas,
nomista cristiano siente la necesidad de
como por ejemplo:
buscar entre las diversas propuestas de
A. El régimen tributario. Bajando los ingresos
política económica, de intervención del más altos, que no se forman en los sectores
Estado en la economía, cuáles prometen competitivos de la economía, sino que son
una relación beneficio / costo más alta, una consecuencia del progreso técnico. En el
forma más económica de alcanzar los fines, caso de monopolios el fin no es gravar sus
que han sido fijados a la comunidad. ganancias extraordinarias, sino eliminarlos,

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como se verá más adelante. corresponde trabajo más seguro y mejor
B. La política (y legislación) social. Elevando a remunerado. Se referirá también a la igual-
los que están más bajos, facilitando el acce- dad de las oportunidades (forma C arriba).
so a la educación, la salud, la nutrición, la Opina que establecer un salario mínimo no
sanidad y la vivienda. Ejemplos son las ini- es contrario a ninguna ley económica. Más
ciativas de Bismark en la Alemania de fines aún, que quienes no pueden ganarse un
del siglo XIX, aplaudidas e imitadas en ingreso: los niños, los ancianos y los inváli-
varios países del Continente, el Plan dos, tienen derecho a un mínimo por el
Beveridge en Inglaterra, etc. sólo hecho de haber nacido (1949, p.56).
C. La igualación en el punto inicial. Como sín- Einaudi concibe la seguridad social como
tesis de los dos puntos anteriores, gravando una serie de seguros que protegen a la per-
las herencias y ofreciendo oportunidades sona “desde la cuna hasta la tumba”. Un
de acceso a la educación a todos (ver punto ingreso mínimo, o “mínimo de vida”10, al
g.). que tendría derecho toda persona por el
En otros escritos [Einaudi (1959)] se sólo hecho de haber nacido. Seguros de des-
pregunta por la conveniencia o no de redis- empleo, enfermedad, invalidez, vejez o niñez.
tribuir la riqueza o ingreso8. Su respuesta es Argumenta a favor del seguro inte-
que, de hacerse, poco se lograría en benefi- gral sosteniendo que (a) otorga a los jóve-
cio de la mayoría y que el costo en términos nes la posibilidad de retrasar su ingreso al
de desarreglos puede superar los benefi- mercado laboral hasta haber completado su
cios. Cita al mismo Bentham [Einaudi formación profesional (capital humano),
(1959)]: como ya escribimos más arriba, (b) favorece la calidad de invención y crea-
redistribuir el ingreso y la riqueza en forma ción, (c) estimula a asumir los riesgos de
igualitaria maximiza el bienestar instantá- una vida independiente (autónomos), y (d)
neo, pero destruye el ingreso futuro, fre- obliga al empleador a mejorar las condicio-
nando así el proceso de la acumulación de nes de trabajo (para atraer personal).
riqueza como consecuencia de la destruc- Reconoce, sin embargo, que existe el
ción de los incentivos. Como ya se dijo, la peligro de que estas políticas estimulen el
distribución no depende de leyes económi- ocio. Recomienda por lo tanto, que esos
cas sino de la voluntad humana. subsidios se calculen de modo tal que no
El autor comenta varios grupos de constituyan un incentivo al ocio. Los mis-
políticas económicas llevadas a cabo en Italia mos deben ser un punto de partida (posibi-
y otros países, y que incidieron sobre la dis- litar el aprendizaje y la instrucción) y no de
tribución del ingreso: la seguridad social, la llegada (conformarse con eso). Para que
difusión de la instrucción, las leyes sobre ello ocurra deben ser de escaso monto.
trabajo femenino e infantil, la libertad de Einaudi no parece considerar la posibilidad
asociación (sindicatos obreros). de que el beneficiario de un seguro de des-
No descarta las propuestas heterodo- empleo haga “changas” en el mercado
xas, como por ejemplo la participación de informal, completando así un ingreso sufi-
los trabajadores en las ganancias de las ciente como para que sea considerado un
empresas, el salario mínimo y las negocia- punto de llegada.
ciones colectivas. Considera incluso legíti- En la Tercera Parte de su libro, dedi-
mo que los trabajadores participen en los cada al concepto y los límites de la iguala-
resultados que ellos mismos contribuyeron ción del punto de partida, nos asombra
a producir. hablándonos de lo que hoy conocemos
Porque existe desigualdad entre las como la igualación de las oportunidades
partes contratantes9, apoya que los trabaja- (ver más detalles en el punto e., abajo).
dores se agrupen (sindicatos). Defiende En todos estos pensamientos,
también el acceso para todos al aprendiza- Einaudi muestra su concepción de la perso-
je y la instrucción (forma B arriba), recono- na humana como fin de la actividad econó-
ciendo así la importancia del capital huma- mica, lo que es una señal de sus conviccio-
no. A mayor aprendizaje e instrucción nes cristianas.

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d. El mercado, cómo y cuando corregirlo todas las restricciones a las importaciones;
la autarquía económica crea monopolios
Einaudi manifiesta que el mercado internos.
es un instrumento maravilloso para maxi- 2. monopolios naturales; el Estado fije la
mizar la satisfacción de las necesidades de tarifa a nivel del costo de producción14.
los consumidores. Al mismo tiempo nos a. Acción directa (empresa u orga-
dice que (a) el mercado es neutro en mate- nismo público - controlado).
ria de valores (es indiferente), y (b) recono- b. Concesión a empresa privada,
ce que el mercado presenta fallas, que reteniendo el control.
puede operar perversamente, requiriéndo- 3. monopolios públicos: ( como en los casos
se la intervención de alguien que pueda fre- del tabaco, el alcohol) el Estado fije precios
nar esa actividad devastadora; ese alguien elevados para con ellos desalentar el consu-
es el Estado (1949). mo de productos peligrosos para la salud y
El economista es neutro, la única el orden15.
regla de oro de la economía es la de que
debe elegirse siempre la acción que resulte La intervención del Estado debe estar con-
más fecunda, a igualdad de costos, sea ella trolada por una opinión pública informada.
realizada por los agentes privados o los del El control último de la cosa pública debe ser
Estado11. ejercido por los ciudadanos16.
También los economistas clásicos
subrayaron la necesidad de la presencia En muchos casos parece estar cerca
estatal: Adam Smith propugnó la protec- de la posición de la Economía Social de
ción de la marina mercante, David Ricardo, Mercado (ESM)17, escuela de pensamiento
el banco de emisión del estado, John Stuart económico con vigencia en Alemania en la
Mill, varias formas de intervención, por lo misma época, al sostener que hay que mejo-
que podría ser acusado de socialista12. rar la competencia en los mercados, por
En sus Lezioni (1949) comienza ejemplo abriendo la economía al comercio
explicando qué es un mercado, para mos- internacional, con lo que se reduciría o eli-
trar cómo se forman en él los precios. De minaría el poder monopólico de los pro-
allí deduce que es erróneo hablar de precio ductores locales.
justo. El precio que forma el mercado no es Propicia asimismo la eliminación de
justo ni injusto. En esto choca con la trabas a la migración interna (dentro de
Doctrina Social de la Iglesia, inaugurada Italia) y de trámites burocráticos que sólo
por la encíclica Rerum Novarum13, cuyas obstruyen el progreso.
fuentes pueden rastrearse en Aristóteles y El mercado no puede ser abandonado a sí
en los Escolásticos (Tomás de Aquino, mismo18. El mercado es un mecanismo estu-
Molina). Dirigiéndose a un público lego en pendo que puede ser aún mejor si:
la materia, considera necesario explicar 1. Dictamos buenas leyes que traben los
incluso porqué se paga una renta por el uso monopolios19.
de la tierra, a pesar de que la misma es “un 2. Proveemos buena instrucción y acceso
don de Dios”. general a la misma, para el desarrollo per-
En un mercado competitivo el precio sonal.
tiende a igualarse al costo. La competencia 3. Reformamos las instituciones.
es la salvaguardia del consumidor. Cuando 4. Creamos buenas costumbres.
no existe competencia porque los oferentes
se unen (monopolios: consorcios, sindicatos
industriales, trusts, carteles), éstos aumen- e. Salarios y sindicalismo
tan sus ganancias a expensas del consumi-
dor. La libertad de asociación, de huelga y los
Para evitarlo es necesario que allí salarios. Einaudi reconoce que el trabajador
donde existen: aislado está en condiciones de inferioridad
1. monopolios artificiales: se eliminen frente al patrón. Por eso se fueron abolien-

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do las leyes que negaban el derecho de aso- f. Liberalismo (liberismo) versus socialis-
ciación y de huelga. mo 21
Los salarios aumentaron, como con-
secuencia de la más igualitaria negociación Esta discusión elemental sobre las
salarial y del progreso tecnológico. semejanzas y desemejanzas entre el libera-
Nuevamente encontramos al Einaudi que lismo y el socialismo es demostrativa, más
combina cristianismo con raciocinio. que ninguno de sus otros escritos, de la
En la historia del sindicalismo se posición filosófica de Einaudi.
produjeron deformaciones, como en Italia En todos los partidos se contrapo-
con el corporativismo. La Carta del Lavoro, nen dos principios políticos, la libertad del
de 1926, viola las libertades: afiliación obli- hombre y la cooperación de los hombres:
gatoria, y contribución de la cuota sindical, del juego entre ellos nacen los principios
inscripción “voluntaria”, pero con pago de liberal y socialista. Se trata de una cuestión
de grado: libertad, igualdad de punto de
la cuota; los no inscriptos no podían ser
partida, seguros sociales, impuestos progre-
empleados por las empresas. El sindicato se
sivos, distribución de la riqueza, dirigismo,
transforma en una rama de la administra- nacionalización, monopolios privados y
ción pública. públicos, monopolios capitalistas y sindica-
a. Efectos de un sindicato en un mercado les, oligarquías privadas y públicas, coope-
de competencia perfecta20. El sindicato no rativismo, instrucción pública y privada. El
puede modificar la productividad marginal hombre liberal y el socialista se oponen
del trabajo, por tanto tampoco los salarios. pero no son enemigos, porque saben que
Su rol es eliminar las fricciones que dificul- hay un límite a la actuación del principio
tan el equilibrio, por ejemplo, actuando que sustentan. La estabilidad política y
como central de información sobre oportu- social peligra cuando falta ese límite.
nidades de trabajo. Ninguno de ambos ideales puede ser holla-
b. Ídem en monopolio unilateral del sin- do sin daño común.
dicato obrero. Demuestra que, dados ciertos
supuestos sobre la elasticidad de la deman-
da de trabajo, y sobre las transferencias g. La igualación del punto de partida22
entre ocupados y desocupados, el salario
máximo para el trabajador ocupado corres- i.Igualación del punto de partida.
ponde a un nivel de ocupación del 70% de Partiendo de la premisa de que todos los
la mano de obra disponible. Con esto quie- hombres somos iguales, algunos pretenden
re decir que el sindicato crea desempleo. que la distribución de bienes y servicios sea
c. Ídem en monopolio bilateral obrero- también igual para todos. Marx postula,
patronal. El salario se fijará en función de la para la etapa comunista, que cada uno reci-
fuerza relativa de cada sector, de las reser- ba según sus necesidades. Para otros, esta
vas que cada uno haya acumulado, del pretensión (moral) viola una exigencia
tamaño de las pérdidas que sufrirá cada moral, la de que a cada uno se le dé según
su mérito.
uno en caso de conflicto, y de las expectati-
Existe un dilema distributivo, que con-
vas de ganancias, en la medida en que cada
siste en que es ético tanto dar a todos por
parte pueda prever los movimientos de la igual como dar a cada uno según sus nece-
otra y en que cada parte consiga el favor de sidades, o dar a cada uno según su mérito,
terceros, como la opinión pública. según su aporte al bien común.
Describe alternativas en materia sin- Nadie tiene la culpa o el mérito de
dical, mostrando que la situación de oligo- haber nacido en una familia muy pobre o
polio bilateral en los mercados de trabajo se muy rica, Einaudi propone como solución a
resuelve a favor de la parte que tenga más este dilema distributivo igualar el punto de
fuerza. partida, o sea la situación de la persona en
el momento de ingresar al mercado laboral.

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Para que esto sea posible todas las personas propiedades. La igualdad plena no es posi-
deben recibir en las etapas de la niñez y la ble.
juventud similar educación, cuidado de la ii.El impuesto a la herencia, cómo, cuán-
salud, nutrición, vivienda y sanidad. Esto es do y qué. Sirve para impedir la perpetuación
necesario para que todos lleguen a estar en de los patrimonios voluminosos, favore-
condiciones de aportar lo mismo al bien ciendo su fragmentación. Es conveniente
común. Si el punto de partida es igual, dis- obligar a las nuevas generaciones a trabajar.
tribuir según el aporte de cada uno sería lo El de Einaudi es un concepto “antiparasita-
mismo que distribuir por igual. rio”, que no hace referencia a la relación
Una carrera no se consideraría leal entre patrimonio económico y poder políti-
si los que corren no comenzasen a hacerlo co y económico.
al mismo tiempo, o alguno de ellos tuviese Einaudi nos dice que si no deseamos
un impedimento. Del mismo modo, la una sociedad colectivista, se necesita que se
carrera de la vida no parece leal si a todos cumplan dos condiciones para la igualación
no les es concedida la misma oportunidad del punto de partida:
en el momento de partir, de iniciar su vida (a) Al fallecer el propietario se gra-
adulta, su vida laboral. Igualdad de oportu- vará todo el excedente que resulte luego de
nidades significa tener igual acceso a la separar de su patrimonio lo necesario para
educación, a la instrucción y a la elección (a) la subsistencia del cónyuge supérstite,
de trabajo23. Luego, algunos tendrán éxito (b) la educación de los hijos hasta la mayo-
y otros no, unos ahorrarán e invertirán, ría de edad, (c) la subsistencia de los hijos
mientras otros consumirán todo lo que incapaces, (d) la casa de la familia, los mue-
ganan. bles, libros y objetos varios necesarios para
Para concretar esa idea, recomienda, la familia que continua. Todo esto dentro
por un lado, garantizar a todo niño y joven de los límites necesarios para asegurar la
una instrucción y capacitación mínimas que igualdad en el punto de partida.
le aseguren el ingreso al mercado laboral (b)Durante la vida productiva de la
en buenas condiciones. Por el otro, aplicar persona, los impuestos deben crear los estí-
un impuesto a la herencia que limite los mulos para que ésta trabaje lo necesario
privilegios de los hijos de hogares acomo- para mantener en buen estado los medios
dados. de producción que posea, para incrementar
La igualación no es absoluta, no sig- esos bienes de producción mediante el aho-
nifica hacer un corte neto entre las genera- rro y el cambio tecnológico.
ciones sucesivas. No significa que todos Según Eunaudi, el impuesto a la
debamos partir igualmente provistos el día herencia ideal sería aquel que eximiera a la
en que se inicia nuestra vida productiva primera generación y grave luego con una
independiente. Proveer un mínimo de faci- tasa del 33% a todos los siguientes traspa-
lidades en el punto de partida no impide ni sos. De esta forma en cuatro generaciones
reemplaza el esfuerzo que deben realizar el patrimonio inicial habrá pasado al
los padres para elevar a sus hijos por sobre Estado.
ese mínimo. Considera que esta institución tribu-
La familia proporciona (a) dinero taria impulsaría a los herederos a ahorrar
para acceder a mejores escuelas, (b) dinero para que sus hijos pudieran transferir a sus
para instalarse como autónomo, (c) relacio- nietos el patrimonio familiar intacto, el
nes con parientes y amigos, (d) posición patrimonio que ellos han recibido de sus
social, (e) educación, que no es igual a ins- padres, y así sucesivamente. El autor se pro-
trucción, y (f) hábitos de salud. Algunas pone con este sistema luchar contra el
familias no pueden o no saben hacerlo, y parasitarismo social.
sólo pueden recurrir al sector público para iii. El gasto público en instrucción,
la instrucción de sus hijos. Otras familias aprendizaje. Su propuesta consiste en acceso
ahorrarán para poder financiar una mejor para todos al aprendizaje y la instrucción;
instrucción para sus hijos, o para dejarles el capital humano es tan importante como

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el financiero o material. Einaudi nueva- esto no justifica cualquier arancel. Todo
mente muestra su concepción de la persona arancel o restricción a la importación crea
humana como fin de la actividad económica. A monopolios en el mercado interno que
mayor aprendizaje e instrucción correspon- aumentan el costo de vida. A su vez, perju-
de trabajo más seguro y mejor remunerado. dican a los consumidores, que son también
Hoy el concepto de capital humano los artesanos, productores de servicios y de
se ha ampliado para incorporar el gasto en no transables, agricultores, profesionales y
salud, en nutrición, en sanidad y en vivien- la mayoría de los empleados. Opina que las
da, todos ellos necesarios para que una per- tarifas-represalia son perjudiciales para el
sona alcance su mayoría de edad en condi- país porque impiden comprar más barato
ciones de acceder a un buen empleo. De en el extranjero.
esta forma se tendería a una cierta iguala- Los aranceles no tienen una finali-
ción del ingreso. Las diferencias entre las dad fiscal, recaudatoria26, sino un propósi-
necesidades de las diversas familias se to de protección. Esa protección se justifica
resolverían con políticas sociales. (Hamilton, List, Stuart Mill) sólo en el caso
de la industria incipiente, por un lapso
limitado.
4. Einaudi, Presidente de la República No se debe abrir bruscamente la
economía. La gradualidad debe ser anunciada
Einaudi comienza definiendo la para que los productores tomen las decisio-
audiencia a la que van dirigidas estas refle- nes correspondientes, iniciando una trans-
xiones, que formula desde “el escritorio del formación cultural. Escribiendo en la déca-
Presidente”. Comienza por aclarar que no da de los años 1940, Einaudi no contempla
es función del Presidente24 influir sobre la el concepto de “protección efectiva” apor-
política del gobierno. “Mis opiniones se tado por Max Corden dos décadas más
reflejan en esta compilación de documen- tarde, ni tampoco la idea de que un arancel
tos donde registro mis reflexiones, que no uniforme equivalga a una devaluación.
son ni consejos ni advertencias. Con ellas La estructura arancelaria italiana era
pretendo sólo registrar las reflexiones que a fruto de un cuarto de siglo de corporativis-
una cierta fecha he comunicado a los hom- mo, o sea de compromisos entre intereses
bres, quienes las han escuchado con espíri- contrarios. Pero estos compromisos eran a
tu de colaboración y amistad, Alcide De costa de un tercero ausente, el consumidor.
Gásperi, Carlo Sforza, Ezio Vanoni, en un “Nuestros productos de alta calidad se
intercambio de ideas” (Einaudi, 1956, pp. exportan, es decir, compiten con éxito en
xiii a xvi). los mercados extranjeros. Esto significa que
nuestra mano de obra es competitiva, por lo
tanto el arancel debe ser función inversa
Aranceles aduaneros25 del valor agregado”27. Debido a que en
Italia la mano de obra es más barata que en
Vemos en este texto, como en todos otros países, el tamaño del arancel debe ser
sus escritos, al hombre de la economía función inversa del porcentaje de valor
pública. Einaudi escribió en varias oportu- agregado nacional28 (todo lo contrario que
nidades entre 1947 (antes de asumir la Colbert).
Presidencia) y 1949. En ese período se dis- Opina primero que no es condición
cutía en Italia la reforma de la legislación necesaria (para la apertura comercial) la armo-
arancelaria de 1921, en el marco de la nización de la legislación laboral, agrícola,
unión aduanera con Francia. Además de los industrial, fiscal, monetaria. No están armoni-
aranceles, existía en Italia una compleja red zadas, escribe, en Suiza o los EEUU (entre
de restricciones cuantitativas a la importa- los diversos cantones o estados) y sin
ción, incluidos los permisos de importa- embargo esas economías funcionan. Pero
ción. más adelante escribe que una unión adua-
Las restricciones cuantitativas (cuo- nera significa eliminar los aranceles, y tam-
tas, prohibición de importar), escribe bién las restricciones cuantitativas e incluso
Einaudi, son peores que los aranceles, pero unificar la moneda y reemplazar ambos bancos

36 Año XXIII • N° 63 • Agosto 2005


centrales por uno único. Einaudi prevé la evo- Empleo, ahorro e inversión, política anti-
lución que habría de llevar a la Unión cíclica
Europea.
Respecto de esta temática, sostiene
que más que aumentar el empleo, hay que
Temas presupuestarios y tributarios29 evitar las medidas que lo reducen, como
restricciones a la migración interna, prohi-
Exige el cumplimiento del precepto bición de despidos, obstáculos a la movili-
constitucional que requiere que toda autori- dad de mano de obra entre sectores y regio-
zación de nuevo gasto sea acompañada por nes, congelamiento de alquileres, desem-
la creación de un recurso que lo financie. pleo disfrazado en la administración públi-
Este precepto se basa en una recomenda- ca, condiciones de privilegio en industrias
ción de Knut Wicksell (ver 2(b)3 arriba). protegidas, leyes y reglamentos que preten-
Acepta la idea del presupuesto plu- den reducir la desocupación.
rianual, condicionado a que se asegure el Cuando todos los factores están
equilibrio anual entre recursos y gastos. Es ociosos, un aumento en el gasto público
puede aumentar el empleo, pero esa no
llamativo que ignore a Milton Friedman,
parecía ser la situación en Italia donde exis-
quien recomendaba en esa época el equili-
tían muchos cuellos de botella. Lo que sería
brio a lo largo del ciclo, concepto que dio necesario era una política de redirecciona-
origen a la idea del “déficit estructural”. miento del crédito (basado en el ahorro
Cuestiona que se pretenda imputar interno y la ayuda norteamericana33) hacia
un gasto nuevo a un presupuesto ya cerra- aquellos sectores y regiones que habían
do y con déficit. Si la ley presupuestaria no resultado perjudicados por la protección
admite que nuevos recursos reduzcan el aduanera, y otras ventajas concedidas a
déficit del ejercicio ya cerrado; menos toda- otros sectores y regiones34.
vía que nuevos gastos lo aumenten. Muchos economistas italianos, como
Discrepa con la idea de “inflar” los Francesco Vito, fueron fuertemente influi-
recursos previstos, de modo que absorban dos por la crisis de 1929. Einaudi acepta
todos los ingresos que luego se produzcan. que en aquella oportunidad pareciera
No sería sano romper con la vieja regla de haber habido un exceso de ahorro por
prudencia en la proyección de los recur- sobre la inversión, en cuyo caso se justifica-
sos30. ba una política fiscal expansiva (tipo New
Se opone a la creación de gastos o Deal). Lo habitual, sin embargo, es que el
impuestos por medio de decretos-ley, pues ahorro sea insuficiente para financiar todas
la Constitución reserva esta facultad al las oportunidades de inversión. Para bajar
Parlamento. Incluso cuando se los disfraza el costo del crédito se necesita más ahorro.
bajo el nombre de “precios sostén”31. En resumen, no se puede invertir más que
Cada gasto debe ser analizado en lo ahorrado, y en la mayoría de los países
función del resultado obtenido32. Aquí está todo el ahorro es invertido.
En consecuencia, Einaudi opina que
introduciendo un concepto que demoraría
la doctrina de Keynes parecía haber pasado
décadas en ser adoptado por los especialis-
el punto de máxima aceptación y comenza-
tas en economía pública con el nombre de ba a ser discutida como una teoría de apli-
“cultura de la evaluación del gasto públi- cabilidad teórica limitada a un caso especial
co”. Lo hace al exigir que las pensiones de la historia económica reciente.
militares se clasifiquen como gasto en En su opinión, dado que los únicos
defensa. fondos disponibles para invertir son los que
Discrepa con la clasificación de los surgen de la diferencia entre el producto
impuestos en directos e indirectos, debido a nacional y el consumo, aquellos que sostie-
que la misma no toma en cuenta la posible nen que hay que invertir más deben mos-
traslación e incidencia. trar dónde está el ahorro necesario para

Revista Valores en la Sociedad Industrial 37


financiar esa inversión. los integrantes de la comisión de control de
Los hombres no deseamos producir monopolios.
bienes de producción, sino de consumo35.
Para que tomemos la decisión de producir
los primeros debe existir una buena razón Sindicatos, legislación y mercado laboral
para que reduzcamos, mediante el ahorro,
la producción de los segundos. Esa razón Hasta la Primera Guerra Mundial
puede ser económica, social, religiosa, los sindicatos contribuyeron a la elevación
humanitaria o política. Para que exista moral y material de todas las clases socia-
inversión alguien debe previamente haber les37. Dieron dignidad al trabajador, defi-
ahorrado. Una vez producido el ahorro, la nieron derechos y deberes de cada uno y
decisión de inversión puede ser tomada obligaron a los empresarios a tecnificarse
libremente por las familias y las empresas36. reemplazando el trabajo fatigoso. A partir
El ahorro también puede ser impuesto (tri- de entonces se convirtieron en una fuerza
butos cuya recaudación se destina a inver- reaccionaria limitante de la producción y
sión). No es correcto, en cambio, recurrir a por tanto del bienestar. Por ejemplo, en
la emisión monetaria para financiar las Italia han puesto barreras a la migración
inversiones. rural urbana.
Si la cantidad de ahorro total no es Einaudi acepta y apoya al sindicalis-
suficiente, es momento de eliminar los obs- mo, siguiendo a Adam Smith, en la medida
táculos al crecimiento del ahorro privado, en que éste equilibre las fuerzas en el mer-
tales como, la tributación sobre las ganan- cado laboral. Advierte contra la tendencia a
cias reinvertidas, las dificultades para repa- lograr beneficios monopólicos a costa del
triar las inversiones hacia el exterior, y la consumidor y de la competitividad interna-
inflación (pérdida de poder adquisitivo del cional. Más aún, sostiene que el sindicato
dinero invertido). obrero y la asociación empresaria son
ambos monopolios y que sus conflictos se
resuelven a costa del público.
Monopolios En la primera etapa a partir de la
Revolución Industrial un obrero debía
Se anticipa a su tiempo recomen- negociar con un empresario mucho más
dando que se exija a las empresas vincula- fuerte. En la segunda etapa el obrero se sin-
das que confeccionen balances consolida- dicaliza y mil obreros negocian con un solo
dos. Advierte la necesidad de que el Estado empresario. En la tercera etapa también los
reclute personal idóneo para interpretar empresarios se sindicalizan. Resulta difícil
aquellos balances. decir cuál de ambas partes es más fuerte
Además, para reducir el poder que la otra, depende del tipo de produc-
monopólico y sus consecuencias sobre los ción y de la competencia internacional. Por
precios recomienda: ejemplo, cuando una empresa es monopó-
• abrir la economía, eliminando lica, el sindicato procura que ese poder
aranceles, cupos y todo obstáculo al comer- monopólico se mantenga (porque compar-
cio internacional, tirá las ganancias).
• facilitar el ingreso de nuevos ofe- El problema actual es vencer, limitar
rentes, la tendencia del hombre a rodearse de barreras,
• eliminar los privilegios en la com- crear escasez, aumentar los costos, los pre-
pra pública, cios y las ganancias en perjuicio de la comu-
• eliminar los obstáculos a la migra- nidad.
ción interna y al empleo de trabajadores de Negociación salarial en empresas públi-
otras regiones, cas . Los aumentos en los salarios de los
38

• otorgar mandatos prolongados a empleados públicos no los paga la

38 Año XXIII • N° 63 • Agosto 2005


Tesorería, sino los contribuyentes. Einaudi que más que crear empleo debe evitarse la
denuncia que los gerentes de las empresas creación de desempleo. Se crea desempleo
públicas no actúan como representantes del cuando se limita la migración interna,
interés colectivo. cuando se imponen limitaciones a los des-
pidos, cuando se ponen trabas al comercio
internacional.
Debate sobre política social con Giorgio
La Pira
Seguridad social
Giorgio La Pira (político, sociólogo y
teólogo demócrata cristiano)39 sostiene en Nuevamente se anticipa a los proble-
uno de sus escritos, en función de princi- mas que se producirán varias décadas des-
pios evangélicos, que todo aquel que tiene pués. Propone que debe existir un equili-
una palanca de poder debe crear empleo y brio entre activos y pasivos. Los primeros se
asegurar el alimento a quienes no lo tienen. reducen porque la edad de ingreso aumen-
Si bien Einaudi seguramente com- ta. Los segundos crecen porque la esperan-
za de vida aumenta. Por tanto recomienda
prendió correctamente la esencia del men-
aumentar la edad jubilatoria a 70 años, en
saje de La Pira, en forma un tanto irónica
lugar de bajarla40 como otros proponen.
se pregunta qué pasaría si los banqueros,
considerando que tienen acceso a palancas
del poder, destinasen los fondos recibidos El artesanado
de los depositantes a crear empleo y ali-
mentar al hambriento. Y se responde a sí Sostiene que no sólo debe ser apoya-
mismo que si esos banqueros lo hicieran, do, sino que no debe ser desalentado por
habrían de ser juzgados por malversación legislaciones que lo obstaculizan. “El porve-
de fondos, siendo que aquellas necesidades nir no es de la gran industria donde traba-
habrían sido satisfechas, en ese caso, a costa jarán cada vez menos obreros produciendo
de los depositantes. Así, deja implícita la cada vez más mercaderías”41. En esto intu-
afirmación de que esos banqueros podían ye también lo que más tarde será la proble-
destinar a fines sociales sus propios patri- mática del desempleo estructural o de larga
monios, pero no los de terceros. Tampoco duración que invadirá al mundo desarrolla-
podrían los funcionarios públicos responsa- do, en especial Europa, en las últimas déca-
bles de la política fiscal y monetaria emitir das del siglo XX.
dinero para solventar esos fines, ya que Formula también propuestas que
serían los poseedores de dinero y los acree- luego retomarán economistas italianos
dores quienes pagarían. actuales, como Stefano Zamagni, que consi-
Para Einaudi no existe un conflicto deran que Italia debe explotar su ventaja
entre la ética y la economía. La Pira segura- comparativa en la producción de artesa-
mente tenía en mente que quienes tienen nías. Estas propuestas coinciden también
mayor poder adquisitivo deben aportar con la promoción de los microemprendi-
para la satisfacción de las necesidades bási- mientos por parte de diversos gobiernos y
cas de quienes no tienen: empleo y alimen- de entidades privadas42.
tos. Einaudi, por su parte, advierte que esa
es una aspiración aceptable en la medida
en que los aportes sean voluntarios, pero 5. La evolución de su pensamiento, com-
que no se debe trasladar el peso de ese paración con Röpke y Vito
aporte en forma forzosa a otros grupos eco- El pensamiento de Einaudi en el período
nómicos, pues ello originaría reacciones 1943-61
contrarias al crecimiento de la economía.
Orientar en lugar de forzar es la receta de (a) Un Einaudi heterodoxo
Einaudi, crear estímulos “virtuosos” que
induzcan a decisiones correctas. Rondando los 70 años, en 1943,
Hemos visto ya que Einaudi sostiene Einaudi debe exilarse en Suiza. Allí vivirá

Revista Valores en la Sociedad Industrial 39


hasta el fin de la guerra. Volverá a Italia ticular de la historia política italiana.
para hacerse cargo de la dirección del Einaudi atribuye el agregado de la
Banco de Italia en enero de 1945. Es en ese palabra “social” a las necesidades políticas
período de su vida que realiza numerosas de Erhard frente a su electorado alemán.
disertaciones ante públicos por demás Erhard no era un liberal a ultranza, y el
variados. Más tarde reunirá las notas prepa- mismo Einaudi lo reconoce al citarlo (pág.
radas para esas conferencias en sus Lezioni 115 de Erhard): “ ‘apretar el cinturón’ y
di política sociale. En este trabajo vemos un otras similares […] Estos remedios no con-
Einaudi que analiza con benevolencia pro- cuerdan con mi concepción fundamental
puestas heterodoxas (desde el punto de de política económica”. Erhard tenía en
vista de un liberista), y que incluso formula cuenta al hombre y su bienestar, lo que
él mismo propuestas poco ortodoxas. corresponde más a una concepción social
Agregaremos más sobre esta faceta de cristiana, dentro de lo liberal, que al libera-
Einaudi en el punto (c) abajo. lismo a ultranza de von Mises y otros.
“La defensa del principio de la com-
petencia impone la lucha contra los mono-
(b) ¿Retorno a la ortodoxia? polios”. Erhard prefiere los métodos de
lucha indirectos: “la estabilidad monetaria
A mediados de la década de los años es la condición indispensable para [...] un
1950, en su comentario al libro de Ludwig genuino progreso social”46.
Erhard Economía Social de Mercado43 La desocupación se combate obli-
[Einaudi (1955)], su pensamiento económi- gando a los productores -con la libertad de
co parece haber evolucionado hacia una la competencia- a racionalizarse, que quie-
posición más liberal, más cercana a la del re decir, producir más y mejor”47 “elimi-
ministro alemán. Einaudi combate la ver- nando todo lo que no desempeñe una fun-
sión más Müller-Armack de la Economía ción auténticamente social y económica”
Social de Mercado44. ¿Se trata de una evo- (Erhard, p. 95).
lución similar a la que experimentara Los principios cristianos de Einaudi y
Röpke hacia el final de su vida? ¿Insatisfac- Erhard aparecen cuando el primero cita al
ción con los resultados de las medidas tipo segundo escribiendo que, finalmente, para
estado de bienestar tomadas por los gobier- que los hombres sean libres y maduros para
nos de Italia y Alemania? una vida superior -concepto eminentemen-
En el comentario citado, Einaudi se te cristiano de la persona- es necesario
esfuerza por mostrar a los lectores italianos resolver la base material (Erhard, pp. 118-
que el término “social” es un simple relle- 119)48. “Los hombres son siempre menos
no, y que la política económica aplicada libres a causa de dificultades materiales y
por Erhard en Alemania, con resultados por tal motivo quedan presionados por
excelentes, es una política liberal de merca- pensamientos y aspiraciones materiales”.
do45. Cuando se sientan liberados, de las exigen-
Este comentario de sólo 31 páginas, cias materiales, “darán gracias al progreso
parece revelar un Einaudi distinto del que por poder dedicarse a sus familias -nueva-
escribió en 1943-44 las Lezioni di política mente lo cristiano- y todo esto tendrá que
social. Pero, curiosamente, parece poco con- ser más útil al desarrollo individual”.
sistente también con Lo scritorio del En resumen, Einaudi trata de mos-
Presidente, escrito en la misma época que el trar a Erhard como arquetipo liberal, pero
comentario (1956). Otras posibles explica- al hacerlo revela a un Erhard (a) compro-
ciones son (a) que Einaudi se sintió muy metido en una lucha política que restringe
influido por las ideas que estaba comentan- su libertad de acción, (b) imbuido de los
do, (b) que este trabajo haya sido dirigido a principios y ética cristianas, (c) buscando
un sector del público italiano, para acen- compromisos que le permitan llegar lo más
tuar la distancia entre los liberales y los cerca posible a lo que sus ideales marcan.
demócrata cristianos, en un momento par- Podría afirmarse que Einaudi

40 Año XXIII • N° 63 • Agosto 2005


comenta a Einaudi. Refleja en Erhard sus la competencia es el monopolio. Tanto en
propias preocupaciones por los dilemas Italia como en Alemania existía, a fines de
que enfrenta todo economista cristiano la Segunda Guerra Mundial, una fuerte y
serio -todo hombre serio- entre los fines a antigua tradición de apoyo gubernamental
que aspira y las limitaciones que la realidad a los carteles, consocios y grupos empresa-
impone. rios, todos ellos generadores de poder eco-
nómico y enemigos de la competencia. En
Alemania la tradición de apoyo estatal a los
(c ) Einaudi, Vito y Röpke carteles, consorcios y grupos se remonta al
siglo XIX, mientras que en Italia fue muy
Los escritos económicos de estos tres importante durante el período fascista de
grandes del pensamiento económico de Benito Mussolini, en el período entre gue-
post guerra muestran la enorme dificultad rras.
que presenta la tarea de conciliar la ética Francesco Vito, a diferencia de
con la economía. Einaudi, consideraba que en las condicio-
Los fines. Vito considera que el eco- nes en que se desenvolvían las empresas en
nomista, como punto de partida de toda su el momento en que él escribía (aproxima-
actividad, debe establecer los fines que, en damente desde 1930 a 1970), la competen-
su opinión, la economía debe alcanzar. La cia llevaba a la ruina económica. Esto se
tarea de fijar esos fines corresponde al eco- debía a que el progreso tecnológico había
nomista mismo49. Por su parte, Einaudi, a llevado al crecimiento de los costos fijos
diferencia de Vito, considera que el econo- (tamaño óptimo de la planta), mientras que
mista debe evitar emitir juicios extra econó- las fluctuaciones de la demanda se acentua-
micos, que debe evitar enunciar que algo es ban cada vez más. En consecuencia, los cos-
bueno o deseable50. Los fines deben ser tos medios promedio aumentaban y, en
establecidos por la ciudadanía, a través de libre competencia, no podían ser cubiertos
sus representantes. La tarea del economista por los precios de venta.
consiste en mostrar las consecuencias del Vito es pesimista respecto de la posi-
uso de instrumentos alternativos de política bilidad de estabilizar efectivamente las eco-
económica, sobre la obtención de esos nomías. Su pensamiento resultó fuertemen-
fines. te influido por haber vivido la experiencia
Los medios o instrumentos.Nuevamente de la Gran Depresión mientras vivía en los
encontramos algunas divergencias metodo- Estados Unidos de Norteamérica, tomando
lógicas. Einaudi no rechaza las propuestas cursos de economía en las universidades de
que pueden considerarse heterodoxas. Sin Columbia y Chicago. Ese pesimismo, que lo
embargo, se inclina a considerar que el acompañó durante toda su vida, lo hizo
mercado, cuando funciona adecuadamente, mirar con buenos ojos los acuerdos entre
produce indicadores -los precios- que guían empresas, tendientes a limitar la competen-
a quienes deben tomar decisiones económi- cia y a asegurar a cada una de ellas, en opi-
cas hacia las alternativas que producirán el nión de Vito, una rentabilidad razonable.
máximo producto, el máximo bienestar. De No debemos olvidar que Vito, en la década
todos modos, reconoce que a menudo el de los años 30, escribió varios trabajos en
mercado no funciona adecuadamente. Pero los que intentaba construir un soporte teó-
esto casi siempre ocurre como consecuencia rico-económico a la doctrina corporativa
de erróneas intervenciones del Estado. Es sustentada por el gobierno fascista de esa
por eso que propicia la adopción de medi- época52. Buscaba una alternativa al sistema
das que aseguren la competencia en todos capitalista, evitando caer en el colectivismo
los mercados. En esto coincide con las reco- soviético que rechazaba por sus principios
mendaciones de Wilhelm Röpke y los cristianos.
demás integrantes de la así llamada El pensamiento de Vito parece haber
Economía Social de Mercado (ESM)51. influido sobre el de toda una generación de
Uno de los principales enemigos de economistas italianos de su época, como

Revista Valores en la Sociedad Industrial 41


por ejemplo Marsili-Libelli (1935) y Barassi modelo.
(1935), más otra posterior a la guerra, Las propuestas intervencionistas de
como Vanoni, Menegazzi y Saraceno Einaudi y Röpke, por el contrario, tienden
(1963). a ser limitadas e indirectas56. Intentan por
Tanto Einaudi como los economistas un lado producir indicadores que, como
de la ESM, por el contrario, habían estado suplemento de los precios de mercado,
siempre a favor de la competencia y el mer- orienten a los tomadores de decisión des-
cado. No les fue difícil entonces, una vez centralizados hacia las alternativas que las
derrotados los regímenes totalitarios de autoridades económicas consideran más
Hitler y Mussolini, realizar propuestas eficientes. Tampoco se fían de que esas
encaminadas al desmantelamiento de los autoridades económicas sean capaces y
carteles y grupos empresarios, tanto en honestas, por lo que apelan al control por
Italia como en Alemania. En ambos países parte de la ciudadanía. Para esto reclaman
tuvieron que soportar la oposición de los publicidad y transparencia en los actos
grupos de interés que temían a la compe- públicos.
tencia. También en ambos países lograron Aspectos macroeconómicos. Einaudi y
sus propósitos principalmente mediante la Röpke coinciden en rechazar las políticas
apertura al comercio internacional53 54. de estabilización macroeconómica propi-
Decimos que lograron sus propósitos no ciadas por Keynes. Vito, en cambio, las ve
porque hayan conseguido que desaparecie- con buenos ojos, como remedios adecuados
sen los acuerdos entre empresas, sino por- al principal mal económico de Italia: el des-
que hoy esos acuerdos se encaminan a empleo. Einaudi estima que el Estado ita-
lograr costos de producción más bajos que liano, antes de emprender políticas de
les permitan enfrentar la competencia de empleo, debe comenzar por eliminar las
los productos importados en el mercado políticas antiempleo, vigentes hacia el fin
nacional, e incluso exportar sus productos a de la Segunda Guerra. Las limitaciones a la
otros mercados55. migración interna, las trabas sindicales a la
Los acuerdos entre PYMEs tanto en contratación de trabajadores provenientes
Italia como en España han aumentado la de otras regiones, las normas sobre despi-
productividad al permitir una división del do, son algunas de las instituciones que
trabajo no dentro de cada empresa sino obstaculizan el crecimiento del empleo en
entre las diversas empresas de un mismo Italia57.
sector.
La intervención del Estado. Aspectos
microeconómicos. Tanto Einaudi, como Vito y Conclusiones
Röpke aceptan algún grado de intervencio-
nismo estatal en la economía. Vito cree en Una de las facetas interesantes de la
la superioridad moral de los funcionarios y obra de Einaudi es su particular forma de
gerentes públicos, respecto de sus iguales combinar la economía con la ética.
privados. Sobre este supuesto edifica un Partiendo de fines fijados por la autoridad
intervencionismo amplio que llega a, por económica en representación de la ciuda-
ejemplo, la fijación de los precios. Por danía, utiliza el análisis científico riguroso
momentos reconoce que el mercado es un para analizar, por un lado, la realidad y, por
mecanismo efectivo y trata de aprovechar- el otro, los beneficios y los costos de las
lo. Pero su desconfianza lo lleva a terminar diversas propuestas de política económica.
argumentando que es necesario construir Esto le permite identificar aquellas pro-
un modelo que combine un Estado inter- puestas que permitan maximizar el bienes-
vencionista que produzca indicadores ade- tar económico, sujeto al cumplimiento de
cuados, con un mercado que, usando esos normas éticas de equidad y justicia distribu-
indicadores maximice el producto. Sin tiva.
embargo, nunca dio el paso siguiente, que En sus escritos sobre temas como
hubiera consistido en la construcción de ese educación, salario mínimo y seguro social

42 Año XXIII • N° 63 • Agosto 2005


muestra su concepción de la persona economista cristiano busca entre las diver-
humana como fin de la actividad económi- sas propuestas de política económica y de
ca, lo que es un reflejo de sus convicciones intervención del Estado en la economía,
cristianas. cuáles prometen una relación beneficio /
En la Tercera Parte de sus Lezioni di costo más alta, una forma más económica
política sociale, dedicada al concepto y los de alcanzar aquellos fines. En esto es un
límites de la igualación del punto de parti- ejemplo a imitar para todos los economis-
da, nos asombra propiciando lo que hoy tas cristianos.
conocemos como la igualación de las opor- Dentro de esa misma línea ética, y
tunidades. sin decirlo explícitamente, Einaudi se pro-
Cuando analiza las fallas de mercado nuncia contra la acumulación de poder eco-
parece estar cerca de la posición de la nómico (monopolios de todo tipo) y a favor
Economía Social de Mercado (ESM): la de la igualdad entre las personas en lo que
intervención del Estado en la economía se refiere a la economía. Sugiere para
debe consistir básicamente en mejorar la lograrlo el uso de medios y métodos demo-
competencia en los mercados, en lograr cráticos. Trata de explicar y enseñar cuál es
que el mecanismo de mercado funcione la relación entre igualdad y crecimiento
efectivamente. Tanto Einaudi como Erhard económico, para permitir así que la ciuda-
impulsaron legislación para evitar los carte- danía elija de entre las combinaciones posi-
les y otras asociaciones entre empresas limi- bles, aquella que más se adecue a sus prefe-
tantes de la competencia, pero ambos coin- rencias.
cidieron en que una de las medidas más En mi opinión Einaudi es, junto con
adecuadas para lograr mayor competencia Wilhelm Röpke, uno de los pocos econo-
es demoler las barreras al libre comercio mistas que consiguió la consistencia entre la
internacional. economía y la ética, en el marco de las nor-
Otro punto de coincidencia, en este mas que surgen de los Evangelios.
caso con Röpke, es respecto de la necesidad
de que el Estado apoye a los artesanos. Se
apoya para ello en que “el porvenir no es Referencia Bibliográfica
de la gran industria donde trabajarán cada
vez menos obreros produciendo cada vez Barassi L. (1935), “La reppresentanza
más mercaderías” 58. deglo interessi economici”, en Gemelli y
Como experto en economía pública otros, Problemi fondamentali dello stato corpo-
conocía la importancia del presupuesto rativo, Milano, Vita e Pensiero, pp.1-30.
como instrumento de política fiscal. Esto lo Einaudi L. (1912), Lezioni di scienza delle
llevó a propiciar y en algunos casos exigir el finanze, Torino, Bono, 170 p.
cumplimiento de preceptos constituciona- ————— (1919), Il problema della finanza
les para asegurar que la intervención del postbellica, Milán, Treves. 192 p.
Estado fuese correcta. ————— (1946), Principii di scienza della
Tomando como dato la economía finanza, Giulio Einaudi, 2da. Edición,
capitalista, la receta de Einaudi consiste en Turín. Versión en español, (1968) Principios
orientar en lugar de forzar, crear estímulos de Hacienda Pública, 6ta. edición, Aguilar,
“virtuosos” que induzcan a las decisiones Madrid.
correctas. ————— (1949), Lezioni di política sociale,
Como economista respeta la inde- Giulio Einaudi, editore, Torino.
pendencia de su ciencia respecto de las ————— (1955), “Es un simple relleno”,
otras ciencias, como por ejemplo de la comentario al libro de Ludwig Erhard
ética. No nos trata de convencer de que Bienestar para todos, o Economía social de mer-
hacer esto o aquello es “bueno” o “malo”. cado, El Ateneo, Buenos Aires. Incluida en
Los fines los debe fijar la ciudadanía a tra- Einaudi L. (1962), Prediche inutili, Julio
vés de sus representantes. Einaudi editore.
Pero una vez fijados esos fines, como ————— (1956), Lo scrittoio del Presidente

Revista Valores en la Sociedad Industrial 43


(1948-1955), Giulio Einaudi Editore. 6 Este es el pensamiento expresado por Stuart Mill
————— (1958), : Il sistema tributario ita- J.[1848] (1996), Principios de Economía Política,
liano, Torino, Edizioni Scientifiche Einaudi, México, Fondo de Cultura Económica,
523 p. 7 Einaudi (1949) 1ra. Parte.
————— (1959), Miti e paradossi della 8 Ver también 2 (b) 1. arriba.
giustizia tributaria, Giulio Einaudi, Milano; 9 Es este un punto que ya había hecho Alfred
versión en español, (1963) Mitos y paradojas Marshall en el capítulo 2 del libro V de sus
de la justicia tributaria, Ariel, Barcelona. Principios.
————— (1970), Florilegio del buen gobier- 10 Einaudi (1944), pág. 54.
no, Techint, Buenos Aires. 11 Cf. “Fra stato e mercato”, Rivista “Nuova
Erhard L. (1955), Bienestar para todos. No Antología, Fasc. n. 2197 Gennaio-Marzo 1996
hay datos de editorial ni lugar de publica- 12 Ídem.
ción. Título en el original alemán: Economía 13 Leon XIII (1891), Rerum Novarum, Vaticano.
social de mercado. 14 Nada dice sobre la necesidad de crear incentivos
Llosas H.P. (2004), “El corporativismo en el para que ese costo sea el más bajo posible.
pensamiento económico de Francesco 15 Lezioni, 1ra. Parte.
Vito”, Valores para la Sociedad Industrial, 16 Lezioni, 2da. Parte.
Buenos Aires. 17 Tal como surge de sus principales exponentes,
Marshall A. (1980), Principles of economics, Wilhelm Röpke, Alfred Müller-Armack, Ludwig
MacMillan, Londres. Ernard. De hecho ha escrito el prólogo a la traduc-
Marsili-Libelli M. (1935), “Interesse econo- ción al italiano de uno de los libros de Erhard
mico collettivo ed interese economico indi- (Einaudi, 1955). Ver capítulo 5 abajo.
viduale”, en Gemelli y otros, Problemi fonda- 18 Ídem, 1ra. parte.
mentali dello stato corporativo, Milano, Vita e 19 Tanto en Italia como en Alemania los gobiernos
Pensiero, pp.67-90. democristianos dictaron este tipo de leyes siendo
Musgrave R. (1958), The theory of public Einaudi y Erhard funcionarios.
finance, McGraw-Hill, New York. 20 Einaudi, Lezioni, pág. 110,
Saraceno P. (1963), Lo stato e l’economia, 21 Einaudi 1970, (1955-59) pág. 191
Edizione 5 lune, Roma. 22 Lo que Einaudi denomina “punto de partida” es
Vito F.(1935a), “La stabilizzazione del muy semejante a lo que hoy denominamos “oportu-
potree di acquisto nella economia corpora- nidades”.
tiva”, en Universitá del Sacro Cuore, 23 Cabría agregar el acceso a la salud, a la nutrición
Economía Corporativa, Vita e Pensiero, (condicionante del aprendizaje), a la sanidad y a la
Milano, pp. 191-212. vivienda.
—— (1935b), “L’essenza dell’economia 24 En un régimen parlamentario de gobierno, que
corporativa”, en Vito y otros, Economia cor- es el que regía en ese momento en Italia.
porativa, Milano, Vita e Pensiero, pp.1-110. 25 Einaudi (1956), Lo scrittorio del Presidente (1948-
Yunus M. (1998), Il banchiere dei povery, 1955), Giulio Einaudi Editore, pág. 101
Milán, Feltrinelli. 26 No participan de las características de los impues-
tos (Nota del autor).
27 Ídem pág. 128; el resaltado fue agregado por el
autor.
1 Ver en Capítulo 5 (b) argumentos adicionales a 28 Ídem pág. 129.
favor de nuestra tesis sobre las ideas religiosas de 29 Ídem pp. 197 y siguientes.
Einaudi. 30 Ídem pág. 233.
2 Cf. “Fra stato e mercato”, Rivista “Nuova Antología, 31 Ídem pág. 237.
Fasc. n. 2197 Gennaio-Marzo 1996 32 Ídem pág. 239.
3 En Argentina, Ministro (o Secretario) de Hacienda. 33 No obstante, más adelante escribe que “El propó-
4 Free riders en la versión anglosajona. Significa sito principal del Plan Marshall es sanear la moneda
buscar formas para obtener satisfacciones sin pagar y recomponer el crédito público. Esos fondos esta-
los costos respectivos. ban destinados a comprar la moneda local en exce-
5 Einaudi (1949). Todas las citas de textos original- so del equilibrio reduciendo la deuda del Tesoro con
mente escritos en otro idioma que el español son el Banco de emisión. Esto fue aceptado por ambos
traducciones libres del autor de este trabajo. partidos”. El destino dado a los fondos permitió fre-

44 Año XXIII • N° 63 • Agosto 2005


nar el aumento de la circulación monetaria, estabili- 45 La discusión sobre el significado correcto del tér-
zando el tipo de cambio. La política seguida permi- mino social ha sido muy intensa, primero en
tió aumentar las exportaciones italianas al área de la Alemania mismo y luego en los demás países, en
libra esterlina. En ese sentido fue una política de particular los europeos.
inversión. Al mismo tiempo frenaba la importación 46 Erhard, citado por Einaudi (1955), pág. 14.
de mercaderías desde el área de la libra. 47 Erhard, citado por Einaudi (1955), pág. 18.
34 Ídem pág. 287. 48 Ídem, pág. 27.
35 Ídem, parte C, pág. 301y siguientes. 49 Cf. Vito (1958), Libro 2do., Capítulo I.
36 Éstas puede tomar ahorro externo (endeudarse o 50 Cf. Einaudi (1949) Parte 1ra.
emitir acciones) o recurrir al ahorro interno, 51 Otros conspicuos integrantes de la citada escuela
mediante la reinversión de utilidades. son Alfred Müller-Armack, Walter Eucken y Ludwig
37 Einaudi (1956). pág. 374. Erhard. Ver mi trabajo Llosas, 2004
38 Einaudi (1956), pág. 367 52 Vito (1935), a y b.
39 Einaudi (1956), pág. 386 53 Ver en particular la sección 4. Einaudi Presidente,
40 Einaudi (1956), pág. 395 aranceles aduaneros.
41 Debemos tener en cuenta que en Italia la mayor 54 En ambos países se dictaron leyes antimonopolio,
parte de la producción industrial está en manos de a instancias de los respectivos gobiernos democris-
PYME, asociadas entre sí para lograr las ventajas de tianos, pero no fueron esas leyes el factor fundamen-
gran tamaño, sin sus desventajas (N. del autor).. tal para la reducción el poder monopólico.
42 Como por ejemplo los bancos fundados por el 55 Dos ejemplos los encontramos en los fabricantes
indio Mohamed Yunus (1998). de armas en la región de Brescia, y en los fabrican-
43 Erhard (1955). En el título del comentario se lo tes de maquinaria para el procesamiento de la uva.
cita como Economía social de mercado. Luego en el 56 Einaudi propicia seguros sociales amplios que
texto Einaudi escribe que fue traducido al italiano Röpke acepta con muchas reservas. Considerando el
con el título de Bienestar para todos. pensamiento de Einaudi en su conjunto puede
44 Einaudi (1955). Su otro libro de la misma época, suponerse que él también compartía esas reservas.
Lo scritorio del Presidente (1956) lo muestra más ecléc- 57 El tema del desempleo ha sido tratado con más
tico. Posiblemente en este comentario se vio muy detalle en otras varias secciones de este trabajo.
influido por las ideas de Erhard. 58 Einaudi, 1956, pág. 395

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