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Inteligencia Logico Matematico
Inteligencia Logico Matematico
Es la capacidad que sirve para utilizar los números de manera efectiva, reconocer patrones y
de razonar adecuadamente empleando el pensamiento lógico-matemático. Es un tipo
de inteligencia formal según la clasificación de Howard Gardner, y se manifiesta comúnmente
cuando se trabaja con conceptos abstractos o argumentaciones de carácter complejo.
Esta inteligencia permite resolver problemas de lógica y de matemática, y es fundamental en las
personas de formación científica; en la antigua concepción "unitaria" de la inteligencia era la
capacidad predominante.
Las personas que tienen un nivel alto en este tipo de inteligencia poseen sensibilidad para
realizar esquemas y relaciones lógicas, afirmaciones, proposiciones, funciones y otras
abstracciones relacionadas. Un ejemplo de ejercicio intelectual de carácter afín a esta
inteligencia es resolver pruebas que miden el cociente intelectual.
También se refiere a un alto razonamiento numérico, la capacidad de resolución, comprensión y
planteamiento de elementos aritméticos, en general en resolución de problemas.
Las matemáticas estudian la abstracción, las relaciones y operaciones numéricas, mientras que
la lógica hace referencia a los procesos de análisis y razonamiento. Ambas habilidades están
íntimamente relacionadas, sin embargo, no son indisociables. Por lo que una persona puede
presentar una habilidad lógica bastante superior a la matemática y viceversa. La inteligencia
lógico-matemática constituye una habilidad compleja y se compone de los cálculos matemáticos,
el pensamiento lógico, el razonamiento inductivo y deductivo, la resolución de problemas, la
identificación de patrones y relaciones, el planteamiento y la verificación de hipótesis.
Si hay algo que sabemos, es que cada inteligencia propuesta por Gardner
es un mundo. Es por eso que vamos a ofrecerte varios posts en este blog,
poniendo el foco en un tipo de inteligencia en cada uno. Hoy es el turno de
la inteligencia lógico-matemática.
En niños más mayores el uso de los dedos será muy importante para sumar y
restar. Las cortezas motoras y sensorial serán importantes, así como las
áreas de audición y lenguaje (Cantlon, 2012). En un principio el cerebro utiliza
el sentido viso-espacial de cantidad, y poco a poco lo va combinando con
símbolos matemáticos que aprende y que están relacionados con el lenguaje.
Los cálculos exactos dependen del lóbulo frontal izquierdo. Las
aproximaciones o estimaciones matemáticas emplean el hemisferio derecho,
aunque también tiene participación el izquierdo.
Estas áreas van madurando poco a poco. El niño activa alguna de estás
areas y otras se van desarrollando dependiendo del estímulo recibido a través
de la educación. Las áreas que maduran primero son las motoras, la
somatosensorial, visual y auditiva. Las áreas que siguen en maduración
son las secundarias motoras y las sensoriales. Posteriormente las áreas
de asociación. Algunas de las últimas zonas en madurar son la corteza
prefrontal y la corteza temporal superior encargada de integrar información
proveniente de diferentes modalidades sensoriales. Terminan su maduración
al final de la segunda década de la vida (Serra, Adan, Pérez-Pámies, Lachica
y Membrives, 2010).
-Shakuntala Devi-
La habilidad para leer y producir los signos de las matemáticas es más a
menudo una función del hemisferio izquierdo. Mientras que comprender
las relaciones y los conceptos numéricos parece comprender la
participación del hemisferio derecho. Todo el cerebro funciona como un
junto ya que si existen dificultades en el lenguaje, puede causar problemas en
el entendimiento numérico.
Una gran dificultad para los alumnos es bajar los conceptos abstractos a su día a día. Al
ser conceptos inmateriales, resulta más difícil comprenderlos. Pero compararlo con
aspectos de la vida diaria te puede ayudar a comunicarlos, para que todos los
alumnos puedas seguir el hilo.
Otra manera genial de entrenar este tipo de inteligencia es a través del aprendizaje por
proyectos. En muchas ocasiones los alumnos deberán hacer hipótesis para resolver el
problema planteado. De este modo, podrán comprobar si sus razonamientos
iniciales son válidos y entrenar su pensamiento científico.
¡Las mates están por todas partes! Otra forma muy divertida de explicar los
conceptos, es proponiendo a los alumnos a salir de clase para poner en práctica lo
aprendido.
Por ejemplo, tal como explica Antonio Moreno, jefe de estudios de secundaria, muchas
veces sale al patio con los alumnos para explicar conceptos algebraicos a través del
básquet o para entender los distintos tipos de ángulos mientras ellos mismos los
forman con su cuerpo. En cualquier tipo de aprendizaje significativo, ¡la implicación
del alumno es fundamental!
A fondo
En este primer grupo, incluiremos todos los juegos que permiten realizar ejercicios
de conteo, clasificación de piezas y diferenciación por colores, formas o patrones.
También sirven también para estimular la creatividad y favorecer la coordinación
ojo-mano y la psicomotricidad fina.
Ábacos
Son una escisión de los tipos anteriores de juego, pero a su vez, son juegos clásicos muy
manipulables y atractivos para trabajar la clasificación y seriación: como pueden ser la
numeración, comprender operaciones matemáticas básicas y valor posicional de los
números o la resolución de problema en equipo.
Formas y geometrías
Dentro del grupo de juegos para contar y clasificar, también pueden encontrarse las formas
geométricas. Manipular formas geomátricas permite a los niños y niñas experimentar y
descubrir formas, tamaños, colores y patrones, que les ayudarán a familiarizarse con el
mundo de la geometría y sus conceptos matemáticos desde que son muy pequeños.
Juegos de construcción
A todos nos encantan estos juegos, no sólo por la carga matemática que va intrínseca a
jugar con ellos, sino por lo divertido que es hacer construcciones que desafíen la gravedad,
despertando la creatividad e imaginación de todas las edades.
Por otra parte, es fundamental que los niños asocien las matemáticas
con el juego y las diferentes formas de poder generar razonamientos
lógicos. De esta forma, el juego no solo tiene una función cognitiva sino
que también representa un papel de articulador social (generador de
vínculos o lazos entre pares).
1.
1. Reconocer lo conocido y lo desconocido.
2. Fijar un plan para resolver el problema.
3. Llevar a cabo el plan de acción.
4. Evaluar y modificar (si fuese necesario) el resultado
del plan.
Se divide a los niños en dos equipos y se les pide que se siente, cada
equipo, formando un círculo en el suelo. Luego se les indica a los equipos
que escojan las latas o las cajas.
Por ejemplo: si el número que se extrajo fue el “12” el docente puede decir:
“es un número mayor de 10 pero menor que 20”. También podría decir: “es
un número múltiplo de 6”, etc. Las pistas deberán seguir hasta que uno de
los equipos adivine cuál es el número en el papel extraído. El equipo que
acierte gana la partida.
Rompecabezas ordinal
Para este juego se necesitará tarjetas de cartulina de 15 cm de altura x 20
cm de largo. La cartulina se dividirá en 3 partes. Cada parte será una pieza
del rompecabezas. En la primera se colocará el número, en la segunda el
mismo número pero expresado con letras, mientras que en la última pieza
se colocará el número ordinal correspondiente a ese número.
El juego de la pizza
Para este juego de inteligencia lógico-matemática se necesitarán 6 círculos
de aproximadamente 20 cm de diámetro.
Cada círculo deberá dibujarse en una hoja de color diferente. Así habrá 6
pizzas de diferente color. Luego se procederá a dividir la pizza en sus
correspondientes 8 porciones, quedando así la pizza correctamente
fraccionada.
Se divide a los niños en 6 equipos. Cada equipo deberá poseer una pizza
completa. Esta pizza quedará sobre la mesas de cada grupo.