That Time I Got Drunk and Yeeted A Love Potion at

Machine Translated by Google
KIMBERLY LEMMING
Esa Vez Que Me Borracho Y Yeeted A
Poción de amor en un hombre lobo

Copyright © 2022 por Kimberly Lemming
Reservados todos los derechos. Ninguna parte de esta publicación puede reproducirse,
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electrónico, mecánico, fotocopiado, grabado, escaneado o cualquier otro sin el permiso por
escrito del editor. Es ilegal copiar este libro, publicarlo en un sitio web o distribuirlo por
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Esta novela es enteramente una obra de ficción. Los nombres, personajes e incidentes retratados
en él son obra de la imaginación del autor. Cualquier parecido con personas reales, vivas o
muertas, eventos o localidades es pura coincidencia.
Kimberly Lemming hace valer el derecho moral a ser identificada como autora de
este trabajo.
Mapa por @Saumyasvision/Incarnate
Primera edición
Este libro se compuso profesionalmente en Reedsy Obtenga
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Contenido
Reconocimiento
Advertencias de contenido
Mapa
Capítulo 1
Capitulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
capitulo 14
Capítulo 15
capitulo 16
Epílogo
Sobre el Autor
También por Kimberly Lemming

Reconocimiento
Quien inventó el café crème brûlée. Todos mis lectores que se arriesgaron con mi
primera novela y me siguieron en este viaje. Esto no hubiera sucedido sin ti.
También mi familia y amigos. Obviamente.

Advertencias de contenido
TENGA EN CUENTA: este libro contiene violencia gráfica, secuestro, dubcon

(poción de amor), BDSM ligero y contenido sexualmente explícito que podría
provocar a ciertas audiencias.
Mapa
Capítulo 1
queso Brie
PAG los otatos son, con mucho, el cultivo más versátil. Podrías freírlos, hornear
o tíralos a hombres indeseables que se niegan a dejarte en paz.
Al menos, eso es lo que me gustaba hacer con ellos. Le arrebaté otra patata
asada a mi amigo Cinnamon, que se resistió en señal de protesta. Antes de que
el comerciante de especias pudiera reclamar su golosina favorita, me aparté de
su alcance y me preparé para disparar otra ronda ante mi última molestia. Jack
se tambaleó hacia atrás y levantó las manos. La salpicadura de queso caliente y
patata en su mejilla desapareció. En su lugar había una marca roja que se hinchó
con las consecuencias de no seguir mis simples instrucciones. Déjame en paz, Jack. Te dije
No me interesa."
El granjero levantó las manos y abrió los pies en una postura como si se
estuviera preparando para aplastar la raíz ofensiva. “Brie, vamos, ¿cuánto tiempo
más vas a seguir haciéndote la difícil?” Su boca torcida se convirtió en una
sonrisa. Una risa forzada escapó de su cuello flaco antes de dar un paso tentativo
hacia adelante.
Dioses, estaba tan harta de su mierda. Miré a mi alrededor, fingiendo estar
confundido por un momento. “Jack, ¿has perdido la cabeza? Viniste aqui
para poder ayudarte a encontrarlo? No se me ocurre ninguna otra razón por la

que arrojarte tubérculos podría confundirse con coqueteo.
Cin pisoteó su pie. “¡Mi patata no! ¡Tírale algo más!”
Mis hombros se hundieron antes de apartar la mirada del granjero para
tranquilizar a mi amiga y su lasciva lujuria por la comida. “Te compraré otro y te
daré una rueda de queso. Solo déjame lidiar con este imbécil.
La molestia en sus rasgos se desvaneció en un instante. Reemplazado con
ojos estrellados y una amplia sonrisa. "¡No importa, es tuyo!" Ella gorjeó y se dio
la vuelta, se puso los puños en las caderas y miró al hombre como si fuera un
niño pequeño que necesita una reprimenda. “Ya escuchaste a la dama, Jack. Ella
no te quiere, así que vete. La mirada de Cinnamon en sí misma no era la cosa
más aterradora del mundo. Ella misma era bastante bajita. Varias pulgadas de su
altura podrían atribuirse a la orgullosa corona de rizos en su cabeza. Pero lo que
era aterrador era el dragón cambiaformas detrás de ella.
El esposo de Cin, Fallon, estaba sentado en un taburete de la barra, sosteniendo una
taza de hidromiel. Los cuernos de obsidiana que decoraban su cabeza casi rozaron uno
de los muchos coloridos estandartes otoñales que decoraban el rancio. Tomó otro sorbo,
antes de volverse para ver qué pobre savia enfureció a su esposa. La espalda de Jack se
enderezó cuando el demonio lo miró a los ojos. Las manos levantadas del granjero se crisparon.
Abrió la boca, luego lo pensó mejor y tragó. No podía culparlo. Fallon fue aterrador.
Había pasado poco tiempo desde que Canela y nuestra diosa heroína elegida,
Priscilla, regresaron de sus respectivos viajes. Normalmente, un héroe que
regresa era recibido con alegría y una celebración de otoño en todo el pueblo
para conmemorar otra purga demoníaca exitosa. Pero Cin regresa con una alegre
banda de demonios piratas (muy NO purgados) y noticias de nuestro
La muerte de la diosa puso un poco de freno a las cosas. Aunque no fue suficiente para
detener el festival por completo.
Los residentes de Boohail podrían estar en medio de un furioso tsunami y aun así
encontrar una excusa para festejar. En la distancia, podía escuchar a Carter y Katie tocando
su última canción para que todos la escucharan. Lo único que la pareja amaba más que su
panadería era tocar música. Un regalo que compartían en cualquier oportunidad que podían.
Para no quedarse atrás, la mayoría de los dueños de las tiendas del pueblo habían instalado
puestos alineados en el centro de Boohail. Estandartes brillantes y faroles resplandecientes
iluminaron nuestro pequeño rincón del mundo como un mar de estrellas. Deliciosos olores de
comida festiva e incienso te saludaban dondequiera que miraras. Incluso con todo lo que ha
cambiado en tan poco tiempo, una fiesta hizo que todo se sintiera como en casa.
Priscilla hizo todo lo posible para ayudar a Cin a explicarle al resto de Boohail que sus
nuevos amigos no pretendían hacer daño y que, de hecho, era nuestra propia diosa, lo que
hacía que todos los demonios se convirtieran en animales enloquecidos. Pero algunos
aldeanos lo tomaron mejor que otros. Los humanos habían estado adorando a la diosa Myva
durante cientos de años. Descubrir que todo había sido una mentira inventada por una bruja no muerta fue
difícil de tragar.
Una pequeña fracción de hombres, en particular, intentó formar una turba y matar a
tantos recién llegados como fuera posible. Esa idea quedó firmemente asentada cuando
Fallon se convirtió en un dragón gigante. El humo ardiente alrededor de su boca fue suficiente
para que incluso los hombres más celosos dejaran caer sus armas. Si no recuerdo mal, Jack
era uno de ellos. Dioses, el dinero que habría pagado para ver a ese gilipollas engreído
orinarse al verlo.
Jack sonrió, pasando una mano por sus rizos oscuros. “Está bien, no hay necesidad de
morderme la cabeza. Iré a prepararte un trago, Brie. Tal vez te afloje.

Pareces tenso.
Este maldito tipo.
Mi respuesta salió disparada entre dientes. “No estoy tenso. Me molesta que me
sigas molestando. Este." Mi dedo se movió entre nosotros. "No pasará."
"Claro, claro", respondió antes de darse la vuelta y alejarse.
Mis hombros se hundieron. Era como hablar con un cerdo dormido. Me dirigí a un
puesto de comida y pedí dos papas al horno más.
Una vez que el vendedor envolvió rápidamente las golosinas humeantes, me reuní con
Cin y Fallon en la fila de taburetes junto al puesto de aguamiel. Mi cuerpo se desplomó
sobre el mostrador y dejé escapar un suspiro. Cin se estiró para arrebatarle la comida
antes de darle un gran bocado.
Sin una palabra, Sunbeam colocó una taza frente a mí y volvió a lavar más tazas.
La camarera era una de las pocas personas aparentemente indiferentes a los nuevos
residentes de Boohail. Aunque no parecía que nada la desfasara. Alguna vez. Su brillante
nombre contrastaba hilarantemente con su conducta severa y seria. Supongo que
tendrías que estar en el lado más severo para dirigir una taberna por tu cuenta. La mujer
grande y responsable era famosa por su actitud sensata hacia los borrachos descuidados.
Cualquiera que representara una amenaza para destruir cualquier parte de su preciada
taberna fue expulsado sin

remordimiento.
Mi mano se deslizó alrededor del asa de mi bebida antes de beber la mitad.
El dulce sabor de la miel y el melocotón se apoderó de mí, quitándome la mayor parte de
mi irritación.
“Mi amigo tiene una hiena a la que podemos alimentar”, dijo Cin, palmeándome la
espalda. Se rió de mi mirada preocupada y le dio otro mordisco a su patata.
"¡Solo digo que tenemos opciones!"
"Eres mucho más sanguinario de lo que recuerdo".

Levantó un dedo para darse tiempo de masticar. "Matar a una diosa te hará eso".
“Yo… no puedo discutir con eso.” El resto de mi bebida encontró su camino por mi
garganta y Sunbeam se acercó para volver a llenar la taza. Sus labios formaron una delgada
línea mientras miraba a mi lado. Una gran mano roja golpeó el mostrador, haciéndome
saltar.
“¡Rayo de sol, mi precioso portador del día! ¿Me has extrañado?" un orco del tamaño
de un oso se sentó en el taburete a mi lado. El recién llegado encorvó su gran cuerpo sobre
el mostrador y apoyó la barbilla en las manos.
Sus ojos recorrieron descaradamente a Sunbeam antes de estallar en una sonrisa
tonta. Las mujeres en cuestión solo le dieron una mirada impasible. Su tono era la definición
de hielo. “¿Qué será, Balabash?”
El orco rojo sonrió más ampliamente. Gruesos colmillos asomaban a los lados de su
mandíbula inferior, dándole al gran hombre una apariencia aún más amenazante. "¿Qué tal
un beso de mi galleta de mantequilla de miel?"
Fallon escupió su bebida y se atragantó con una carcajada. Su esposa se rió y le
palmeó la espalda. De todas las líneas de recogida poco convincentes que he escuchado,
esa puede haber tomado la palma. Para mi sorpresa, el rostro estoico de Sunbeam dio
paso a un balbuceo mortificado. Rápidamente, le dio la espalda y agarró una botella del
estante inferior de su puesto. "¡Solo por eso, obtienes el brebaje débil!"
La botella se estrelló frente a Balabash, cuyo rostro permaneció como
alegre como siempre. Tomó la botella con un guiño, que Sunbeam devolvió alejándose de
él y entreteniéndose en fregar ferozmente el vaso que acababa de limpiar.
Balabash tomó un sorbo de la botella y se inclinó para susurrarme al oído. "Ella me
quiere." Me tapé la boca para sofocar una risa. Esa pudo haber sido la primera vez que vi
alguna emoción en el rostro de la mujer.

"Bash, ella te matará a este ritmo", advirtió Cinnamon.
Él le hizo un gesto con la mano y tomó otro trago. "¡Disparates! Mi Sunbeam es un poco tímido,
eso es todo”. Vio a su 'precioso portador del día' deslumbrante
a él desde el otro lado de la barra. Ella agachó la cabeza hacia el inocente
vidrio que estaba machacando y fregando con más fuerza. “No te preocupes, mi amor, soy un
hombre paciente!”
"¡Oh, solo toma tu botella y vete!" Ella chasqueó. Mis ojos se abrieron en
el tono alto de su voz.
Oh, esto es simplemente delicioso. La camarera estoica y el orco coqueto. Leería esa novela
romántica cualquier día. Con un poco de suerte, podré encontrar más libros románticos de monstruos
en los próximos años. Ahora que más humanos podían interactuar con ellos, era solo cuestión de
tiempo que mis autores favoritos me obsequiaran con historias picantes de su nuevo material de
origen.
“Digas lo que digas, hombre”, dijo Cin, “De todos modos, esta es mi mejor amiga, Brie.
Brie, este es Balabash. Trabajó en las cocinas conmigo en el barco.
Balabash giró en su asiento para elevarse sobre... quiero decir, enfréntate a mí. Mi educado
asentimiento fue recibido con otra amplia sonrisa antes de que una mano con forma de garra de oso
se estrellara contra mi hombro, casi tirándome de la silla. “¡Encantado de conocerla, señorita Brie!
¡Cualquier amigo de Cin es amigo mío!”
Antes de que pudiera responder, mi autoproclamado amigo me hizo girar en mi taburete para
mirar a Cin. La mano libre del orco se estrelló contra mi otro hombro mientras mi vida pasaba ante
mis ojos. Nunca esperé encontrar mi final con un saludo orco demasiado entusiasta, pero la vida era
una perra impredecible.
"¿A qué te refieres con mejor amigo, sin embargo?" Balabash preguntó, sacudiendo mis
hombros un poco. “Pensé que Félix era tu mejor amigo. No estás engañando a mi hermano pequeño,
¿verdad?
Canela puso los ojos en blanco. “No seas tan dramático. Brie es mi mejor amiga y
Felix es mi mejor amigo demonio. No te preocupes, tú también estás en la lista —dijo,
despidiéndolo—. “La amistad es un nivel, no una línea recta”.
Balabash tiró de mí hacia atrás y se inclinó para susurrarme al oído. La comida y el
alcohol en mi estómago se agitaban en protesta con cada nuevo movimiento. "¿Puedes
creer esto? Nos está engañando entre nosotros”.
Voy a vomitar si no dejas de azotarme, amigo.
"Sí, creo que ya es hora de que le quites las manos de encima". La voz de Jack y el
contenido agitado de mi estómago eran demasiado molestos para tratar con ellos.
al mismo tiempo.
Ignorando a Jack, Balabash soltó mis hombros. "Lo siento Brie, olvidé que los
humanos son menos resistentes que los de mi especie". Sus grandes manos dieron una
pequeña palmadita para alisar mi blusa con volantes antes de volver a la barra. “Rayo de
sol, ¿podrías traerme otro de lo que sea que esté tomando mi nuevo amigo?”
Podía sentir el ceño fruncido en el rostro de Jack sin siquiera tener que darme la
vuelta. "Eso no será necesario", espetó. “Le he traído a Brie otro

beber."
Ese plan de hiena sonaba mejor cada vez que abría la boca. Yo no llamaría a Jack
particularmente feo. Incluso podría haber pasado por guapo si no fuera tan ciegamente
molesto y fácil de ver. Todo el pueblo sabía de la naturaleza ambiciosa de Jack y su
incapacidad para presupuestar. No me extrañaría lo más mínimo que los acreedores
llamaran a su puerta.
una vez más.
Lo último que supe fue que su último plan para hacerse rico rápidamente consistía
en comprar gallinas lujosas y costosas que ponían huevos negros y tratar de venderlos
en el mercado por el doble del precio de un huevo normal. El único problema era que a
nadie en Boohail le importaba el color de un maldito huevo. pude ver la idea

trabajando si viviéramos cerca de alguna ciudad elegante con gente rica fácilmente divertida.
Pero lo más cercano que teníamos a la gente rica era la familia de Cin, los Hotpeppers.
Prácticamente crecí en la casa de Cin y ella y su familia nunca se volvieron hacia mí y me
dijeron: '¿sabes que mejoraría esta tortilla? Si fuera simplemente negro.
Probablemente me miró y vio una fuente de ingresos más que una esposa. Si mi tierra
no estuviera directamente al lado de la suya, dudo que alguna vez me diera la hora del día.
Mi vecino era una molestia insistente con el ojo puesto en la expansión, y tendría que ser un
idiota para no verlo. Hemos vivido toda nuestra vida en Boohail y, sin embargo, nunca me
consideró digno de hablar hasta que compré mi pequeña parcela de tierra de la familia de
Cinnamon. Entonces, de repente, yo era la niña de sus ojos. Y me estaba cansando mucho.
Mi rostro se endureció y me giré para mirarlo directamente a los ojos. “Jack, te lo he
dicho una vez, te lo he dicho mil veces. No estoy interesado. No quiero tu bebida. Déjame
en paz."
La sonrisa nunca abandonó su rostro mientras empujaba una bebida burbujeante de
color rosa en mis manos. “¡No seas así, cariño! Solo inténtalo. ¡Es un cóctel especial que
hice solo para ti!
Luchando contra mi ira, aprieto los dientes y empujo la bebida de nuevo en

sus manos. "No lo quiero".
Una pequeña grieta apareció en la sonrisa del hombre. "Solo inténtalo", dijo, empujándolo
hacia atrás.
"No."
"¿Para mí?"
“Extra no.”
Su sonrisa finalmente se convirtió en una mueca. "¡No seas tan terco!" Empujó la bebida
de vuelta a mis manos.

Incapaz de ver a través de la neblina de mi ira, arrebaté la copa y finalmente rompí. “Por
última maldita vez, NO QUIERO TU BEBIDA”. Con la fuerza de toda mujer cansada de la
audacia de los hombres arruinados, lancé la bebida directamente a la cabeza de Jack.
Desafortunadamente para mí, ese hombre arruinado pudo esquivarlo.
Observé con horror cómo Jack se agachaba, dejando que la efervescente bebida rosa
volara directamente sobre su cabeza para estrellarse contra un desastre de cabello rubio. Mi
víctima desprevenida se estremeció, frotándose la nuca antes de darse la vuelta con una mirada
furiosa.
El tiempo pareció ralentizarse en ese momento. Contuve el aliento, los ojos azules helados
me clavaron en mi silla. El hombre se enderezó, revelando un cuerpo alto y musculoso. Su
cabello rubio ondulado enmarcaba unos pómulos altos y un rostro que podría llevar a una mujer
al pecado. Observé, en trance, mientras sus ojos se agrandaban. El mar azul retrocedía contra
el negro abismo de sus pupilas. Su boca se abrió como si estuviera viendo algo inimaginable,
como una boa constrictor levantándose y alejándose.
“Mira, lo siento por eso,” murmuré. “No fue mi intención golpearte.
¿Te duele la cabeza?" mi mano rozó la barra, tratando de encontrar un paño para ayudar a
limpiarlo. Pero cuando me di la vuelta, el extraño estaba sobre mí.
Un brazo firme se deslizó alrededor de mi espalda, su mano libre tomó mi barbilla, inclinando mi
cara hacia la suya antes de capturar mis labios en un beso. Su boca ansiosa amortiguó mi
pequeño chillido. Mis rodillas se debilitaron cuando el extraño mordió mi labio inferior,
aprovechando la oportunidad para profundizar aún más el beso cuando mis labios se abrieron
en estado de shock. Traté de hacer señales con mis manos para empujarlo. Pero los paganos traicioneros sólo
descansaba sobre un amplio pecho.
Una oleada de frío me golpeó y abrí los ojos para ver que Jack había tirado hacia atrás al
audaz extraño. Empuñó el cuello del hombre rubio antes de gritar.

obscenidades en su oído. Pero el extraño apenas se fijó en él. Sacudió la cabeza, como si
tratara de aclarar sus pensamientos, antes de empujar a Jack a un lado.
En un instante, sus manos estaban sobre mí otra vez. Esta vez ahuecando mi rostro para
mirarme, la incredulidad y el asombro brillando a través de su rostro sonriente.
¿Félix? La voz de Cin era cuidadosa y mesurada. “¿Estás bien amigo? Te estás
volviendo un poco fuerte con mi amigo allí.

Su voz lo sacó de cualquier trance en el que se encontraba. Él se rió entre dientes.
antes de sonreír, su rostro se ilumina como el homónimo de Sunbeam. "Estoy mejor que
bien", dijo, trazando el contorno de mi mandíbula con el dorso de sus nudillos. “Acabo de
imprimirme en mi compañero.”
Me tambaleé y me golpeé la parte baja de la espalda contra la barra.
"¿¡Qué!?" Cin y yo gritamos al unísono.
A mi lado, Balabash vitoreó y Fallon golpeó la barra con el puño.
“Sunbeam, vamos a necesitar disparos aquí. ¡Haz que sigan viniendo, por favor!” El
cambiaformas dragón y el orco se levantaron de sus asientos para palmear a Félix en la
espalda y felicitarnos por una vida feliz.
Félix volvió a alcanzarme, pero le puse una mano en la cara y lo empujé. O lo intentó.
Siguió un ligero forcejeo en el que continué empujando su rostro y él insistentemente trató
de tomarme en sus brazos nuevamente. Miré a Cin, pero ella simplemente se sentó allí,
con la boca abierta y los ojos muy abiertos. No hay ayuda en absoluto.
"¿Quieres reducir la velocidad y tal vez decirme qué diablos está pasando aquí?"
Se inclinó hacia atrás, colocando sus manos sobre mis rodillas, dándome un respiro
temporal de nuestra lucha. "Lo siento cariño, olvidé que eres humano". Su voz mantuvo una
nota más alegre, como si esta fuera la ocasión más deliciosa que jamás hubiera ocurrido.
“Verás, cuando mi especie ve a su pareja por primera vez, lo sabemos al instante. Lo que
se conoce como huella. Para mí, ese eres tú”. Él tomó

mi mano y besó mis nudillos. El gesto envió una pequeña emoción a mi
columna vertebral.
Parpadeé. "¿Y cuál es exactamente tu especie?"
"Espera", intervino Cin. “Jack, ¿qué es esa botella que acabas de dejar caer?”
El hombre en el suelo palideció. Se apresuró a recoger la botella, pero Fallon se le
adelantó. En un último esfuerzo, Jack le dio un golpe al brazo del demonio, pero Fallon
simplemente lo aplastó. La botella contenía una pequeña pizca de líquido rosa brillante
mientras se la acercaba a la cara. Fallon se volvió para ver la parte de atrás, donde
pude distinguir una etiqueta azul brillante. Su boca formó una línea delgada y dejó
escapar un gruñido irritado. "Es una poción de amor".
Sin pensar, agarré un trago del mostrador y lo devolví.
Su sabor dulce era un consuelo muy necesario, y sabía sin lugar a dudas que
necesitaría muchos más antes de que terminara la noche.
"¿Cómo sabes que es una poción de amor?"
Lo dice justo en la botella. Fallon me entregó la poción y le hizo señas a Balabash.
El orco asintió y pisó a Jack, que intentaba alejarse a rastras. El pecho del granjero
chocó contra la calle de adoquines con un golpe sin gracia.
Miré a Felix, pero mantuvo la misma sonrisa tonta. O no estaba prestando atención
o simplemente no le importaba. En cambio, aprovechó la oportunidad para acariciar mi
cuello una vez que la mano que lo empujaba estaba ocupada. Su aliento salió como un
cálido suspiro contra mi clavícula. El aire frío de una fresca tarde de otoño fue
ahuyentado por su gran cuerpo presionándose más cerca del mío.
Aún más audaz, Félix apoyó la barbilla en mi hombro y envolvió sus brazos alrededor
de la parte baja de mi espalda.
Por extraño que parezca, no sentí la necesidad de golpearlo en la cara. El contacto
físico no era algo que disfrutara particularmente. Mirando hacia atrás, podría pensar
de al menos uno o dos casos en los que mi aversión al afecto físico provocó una ruptura entre un
amante o un amigo. Dudaba que alguno de los Hotpeppers me hubiera abrazado más de una vez.
Para consternación de mi madre sustituta. Sin embargo, en lugar de la sensación de hormigueo que
esperaba, la intrusión de Félix en mi espacio personal no me molestó en absoluto. En todo caso,
solo quería
otra oportunidad.
Como si leyera mis pensamientos, Cin me pasó otro de los vasos perfectamente pulidos y
asintió hacia la poción. Bendice su alma. Ignorando al demonio necesitado en mi regazo, concentré
mi atención en el vaso medio vacío. Las palabras 'POCIÓN DE AMOR' estaban escritas en letras
doradas brillantes en el frente. En el reverso, en una fuente mucho más pequeña, había instrucciones.
Tomé mi segundo trago antes de leerlos en voz alta.
“Aplica seis onzas de Love Potion directamente sobre o dentro de la bebida de la persona
deseada. Asegúrate de pararte directamente frente al usuario, ya que se enamorará locamente de la
primera persona que vea una vez que la poción se apodere. Vuelva a aplicar cada dos semanas para
mantener el efecto. Advertencia: no lo use si está embarazada o cree que puede quedar embarazada.
Los efectos secundarios pueden incluir picazón, comportamiento obsesivo, impulsividad y agresión,
ataques de pánico y, en casos graves, pérdida del conocimiento e insuficiencia cardíaca”.
Mi cuerpo se sintió frío una vez que la gravedad de la situación cayó sobre mí. Ese pedazo de
mierda trató de drogarme. Desde el suelo, Jack dejó escapar un grito ahogado bajo el peso del pie
de Balabash. Que todavía estaba firmemente plantado en su espalda. La mirada de esa rata babosa
en el suelo me llenó de más odio del que sabía que era capaz. Sus ojos se encontraron con los míos,
y pude verlo tratando de formar un nuevo esquema en su cabeza. De alguna manera para desviar la
situación en la que todavía podía llegar a la cima y obtener lo que quería. Sostuve su mirada y dejé
caer la botella. "Aplastarlo".

Jack chilló y trató de salir de debajo del orco. Pero Balabash no necesitó más invitación y puso
aún más presión sobre la espalda del hombre. "¡Brie, espera, no es lo que parece!"
El orco rojo gruñó y levantó del suelo a la rata que se retorcía. "Ya he oído suficiente, hombrecito".
Balabash se volvió para darme una brillante sonrisa. “No te preocupes Brie, nos encargaremos de este
problema por ti. el no te molestara
de nuevo."
A mi lado, Fallon hizo crujir los nudillos y miró a su esposa. Cin inspeccionó sus uñas antes de
hacer girar la taza de hidromiel en su mano. “Simplemente no lo mates, amor. No necesitamos que los
aldeanos te tengan más miedo de lo que ya lo están”. Su sonrisa devuelta tenía un brillo sádico que me
habría puesto la piel de gallina en circunstancias normales. Pero tal como estaba, el gesto calentó mi
corazón enfurecido. Jack no se escabulliría de esa patada en el culo.
Balabash tapó la boca de Jack con la mano y Fallon rodeó al hombre condenado con un brazo
como si fueran viejos amigos. Con un gesto, los dos demonios escoltaron al hombre que se retorcía
lejos del puesto y hacia la multitud de otros asistentes al festival. Una pareja joven se volvió para mirar
al extraño trío cuando se iban, pero Katie inmediatamente les robó la atención y se acercó a ella.
rodillas en un solo de flauta.
Cin dejó escapar un profundo suspiro y tomó un generoso sorbo de su bebida. “Bueno, eso está
arreglado. ¿Qué hacemos con él? Dijo, señalando al hombre que todavía estaba envuelto alrededor de
mi cintura.
"Gran pregunta". Gracias a mi truco anterior, Félix se llevó todo el peso de la poción de amor. Si
su comportamiento pegajoso era una indicación, la poción funcionó como se anunciaba. “Eh, ¿Félix?”
El rubio levantó la cabeza y apartó un rizo de mi cara. "Sí,
¿amar?"
"Oh chico." Su mirada de reverencia esperanzada me dio la sensación de hundimiento de
que estaba a punto de patear a un cachorro. No es una gran noche para mí. "Así que, no estoy
seguro de que hayas oído", comencé lentamente. “Pero parece que te ha golpeado una poción de amor.
Lo siento, pero no soy tu pareja.
"No estoy de acuerdo", dijo simplemente.
"Lo siento, ¿te perdiste la parte de la poción de amor?"
“Sí, amada, puedo escuchar muy bien. Simplemente no estoy de acuerdo”.
Detrás de mí, Sunbeam chasqueó la lengua y dejó otro trago en la mesa. Mi mano se deslizó
para agarrarlo como por instinto. “¿Por qué no estás de acuerdo? La prueba está en la botella”.
Félix atrapó mi mano sosteniendo el vaso de chupito. Mi cuerpo se tensó con una
conciencia repentina cuando se inclinó. El cálido aroma de sándalo se deslizó
más allá de mi nariz cuando sentí el más mínimo susurro contra mi oído. “Poción de amor o no, no
puedes fingir un hambre como esta. Si no fuera por esta multitud, te mostraría cuánto ardo por ti.
Eres mía, Brie. Se me formó un nudo en la garganta y traté de reprimir el escalofrío que amenazaba
con delatar cuánto me había fijado en él. Me guiñó un ojo antes de llevar mi mano a sus labios y
beber mi trago.
El frío de la noche se abrió paso cuando finalmente se alejó. “Necesito tratar con el hombre
que pensó en alejarte de mí. Así que te dejo por esta noche, cariño. Con eso, Félix dio media
vuelta y se alejó.
Miré mi mano. La suave sensación de sus labios contra mis dedos dejó una sensación
sombría a la que no estaba seguro de cómo responder. A mi lado, Cin estaba sentada con los ojos
muy abiertos, sorbiendo su bebida. Después de una breve pausa, bajó la taza y sacudió la cabeza
con lástima. "Estás tan jodido".

"Sí, eso no está ayudando". Mi mano encontró otro tiro, y lo lancé

atrás.
Ella se rió y agitó la mano con desdén. "Estarás bien. Félix es

un amor."
“Un amor drogado”. Sunbeam murmuró mientras se sentaba otra vez.

ronda de tragos.
"Exactamente, Sunbeam lo entiende". Grité, señalando al cantinero.
Canela puso los ojos en blanco. “¿Quieres esperar aquí hasta que los muchachos
regresen? Podría mediar en un chat para ustedes dos para que puedan discutir qué hacer
con esta situación de poción de amor”.
Seguro que no era un mal plan. Sin embargo, la idea de una mayor interacción social
me hizo querer meterme en un agujero durante al menos una semana. “Creo que he tenido
suficiente por hoy. Déjame dormir esto y estaré feliz de reunirme y arreglar las cosas mañana”.
Pagué mi cuenta, encendí mi linterna y les deseé buenas noches a los dos. No tenía
intención de encontrarme accidentalmente con más de mis nuevos amigos, así que me desvié
de la carretera principal de Boohail y me dirigí a un camino más pequeño detrás del mercado.
puestos que solía utilizar para las entregas.
El rugido de la multitud del festival se apagó en un silencio pacífico. El aire fresco de la
noche rozó agradablemente mis mejillas calientes. "Qué noche." Me dije a mi mismo. Cuando
el mundo estuvo lo suficientemente tranquilo para poder escuchar mis propios pensamientos,
dejé que mi mente vagara hacia las palabras anteriores de Félix.
'Cuando mi especie ve a su pareja por primera vez, lo sabemos al instante.' Me
pregunté cuál era su especie. No tenía cuernos como Fallon, así que
probablemente no era un dragón. Gracias a las estrellas. Para su crédito, el hombre no había
sido más que cortés desde que Cin lo trajo a casa, pero aún no he olvidado la forma en que
casi le arranca el brazo a un hombre frente a mí.

En la distancia, un grito agudo brotó de los árboles. Sobresaltado, tropecé conmigo
mismo y miré a mi alrededor. "¿Qué diablos fue eso?" dije con voz áspera. Los bosques
silenciosos a mi alrededor no dieron respuestas. Tomando respiraciones profundas,
continué caminando.
“Tal vez era solo un puma que había bajado de las montañas”.
Los pumas hacían los ruidos más aterradores. Cada vez que uno de esos gatos
demasiado grandes se acercaba al pueblo, nos encontrábamos atrapados en un mar
de maullidos chillones hasta que la maldita cosa siguiera adelante. "Sí, es sólo otro maldito
puma."
Una voz suave llamó desde los árboles. "Hola."
Haciendo una pausa, me detuve y miré hacia el ruido. "¿Sí?" Respondí.
"Hola." la voz volvió a llamar.
"Sí, hola, ¿qué pasa?" No podía ver quién estaba llamando. Pero no sonaban muy lejos.
Me pregunté brevemente si algún idiota borracho se cayó del camino y quedó atrapado en un
arbusto espinoso. No es que yo fuera uno para juzgar. Todos hemos tropezado borrachos y
nos hemos quedado atrapados en uno o dos barriles en algún momento de nuestras vidas.
"Hola."
Molesta, hablé un poco más fuerte. “Sí, hola, hemos establecido
saludos. ¿Qué necesitas? ¿Estás atascado?"

"Hola."
"Bueno, vete a la mierda entonces". Dije, golpeando la voz. “Estoy demasiado
cansado para este nivel de paciencia”. Pisando fuerte, ignoré el idiota repetitivo y
seguí moviéndome. Quienquiera que haya sido se quedó callado. Suspiré aliviado por
no tener que lidiar con ninguna otra interacción social. No más gente por esta noche, gracias.
tú.
Algo se movió increíblemente rápido en los árboles y se detuvo un poco

detrás de mí. "Hola."
Chasqueé mi lengua, asintiendo mientras una oleada de miedo recorría mi columna vertebral.
"Sí. Eso es un maldito demonio. Sin molestarme en mirar atrás, arrastré el culo por el camino hacia
mi granja.
Los tic agudos de las garras contra la piedra llegaron a mis oídos, seguidos de un silbido bajo.
Miré por encima del hombro. La criatura que corría detrás de mí era una inmensa masa de hierba
resbaladiza como cabello. Tenía los brazos y las piernas de un ser humano, pero se arrastraba a
cuatro patas con el andar vacilante de un caimán. Su larga mandíbula se abrió de par en par,
mostrando filas de dientes afilados y serrados. Grité y empujé mis piernas más rápido, maldiciendo
a mi madre, a mi padre ya todos mis antepasados por mis piernas rechonchas.
La bestia cerró la distancia entre nosotros, mordiendo el dobladillo de mi falda. Grité y agité
mi linterna hacia él. Siseó enojado y disminuyó la velocidad, solo para recuperar la compostura y
correr tras de mí de nuevo. Su mano con garras salió disparada y agarró mi tobillo, enviándome al
suelo.
Quítate de encima de mí. Grité, pateando la mano ofensora. Agarré un puñado de tierra, pero
cuando me giré para tirarlo a los ojos de la criatura, algo me lo había arrancado. El caimán
monstruo dejó escapar un grito de dolor.
La luz de la luna parpadeó a través de los árboles, revelando a mi salvador.
Desafortunadamente para mi desafortunado culo, ese salvador era un monstruo aún más grande.
El recién llegado gruñó, desgarrando la carne de la bestia caimán como si fuera papel pergamino.
Estaba demasiado oscuro para distinguir las características exactas de la bestia.
Todo lo que pude ver fue que, a diferencia del caimán, este se paró sobre dos patas. Su cuerpo
estaba cubierto por un pelaje de color claro y claramente estaba el doble de cabreado que el
monstruo más pequeño al que estaba atacando.
El caimán chilló y el sonido de huesos rompiéndose cortó el aire.
Grité cuando algo aterrizó frente a mí. Levanté la linterna y luego vomité cuando la luz parpadeó
contra un brazo amputado.

Me puse de pie y salí corriendo. Esperando que el monstruo caimán
fue suficiente para llenar el apetito de lo que demonios fuera esa cosa.
Brie, detente. Un fuerte golpe golpeó el suelo.
Me giré para ver que la bestia de color claro había arrojado a un lado al monstruo
caimán para perseguirme. Las lágrimas empapadas de miedo nublaron mi visión. "Alejarse de mí.
No tengo buen sabor. Grité.
La bestia dejó escapar un rugido bajo y corrió más rápido. “No te voy a comer.
Solo para." En un instante, el demonio se lanzó frente a mí y agarró mi

hombros cuando me estrellé contra su pecho.
El pánico hizo que mi respiración saliera en jadeos confusos. Una ola de mareo pasó
por mi mente hasta que mis rodillas se doblaron. Las manos monstruosas mantuvieron un
firme agarre en mis hombros mientras me conducían suavemente al suelo. Estás
hiperventilando. Solo concéntrate en respirar por mí”.
Unas garras me agarraron la barbilla y me obligaron a mirar hacia arriba, a unos ojos rojos como la
sangre que brillaban intensamente. Mi visión se nubló y todo se oscureció.

Capitulo 2
queso Brie
A viruela en cualquier tonto sintiera la necesidad de hurgar en mi cocina. I
Me volteé en mi cama, tratando de bloquear el golpe y el ruido ocasional de las
sartenes que venían de la habitación de abajo. La oscuridad más allá de mi ventana daba
testimonio del hecho de que quienquiera que estuviera allí abajo, un ladrón, un amigo que
venía por queso fresco o cualquier tipo de borracho, había llegado demasiado temprano.
Mi cabeza me estaba matando. Todavía tenía puesta la blusa y la falda que usé el
día anterior, y estaban cubiertas de sudor y suciedad. Mi yo idiota debe haber tropezado
en casa después de demasiados disparos. Destellos de monstruos persiguiéndome por
el bosque me hicieron frotarme las sienes con frustración. Pesadillas

fueron los peores.
Otro fuerte sonido hizo que me estremeciera y me escondiera más debajo de mis
muchas mantas mullidas. No solo fue ese pinchazo demasiado pronto, sino que no tenían
en cuenta el concepto de resaca. Si hubieran venido aquí solo para robar el preciado
Gouda que tenía almacenado en mi despensa, entonces deberían haberlo tomado y
haberse ido. Brevemente, me pregunté si era el mismo adolescente que irrumpió en la
tienda de quesos de mi familia la semana anterior. Otro reto estúpido hecho

por idiotas adolescentes que siempre parecen costar más a quienes los rodean que
los propios alborotadores.
El intruso hizo un ruido sordo bajo, seguido por el sonido de más arrastre. Las cosas se
calmaron por un momento y volví a mi tarea de
ignorándolo
Otro golpe.
"Mierda." Una voz profunda maldijo.
Suspiré y me quité las sábanas. La tenue luz de la mañana iluminaba mi dormitorio con
un suave resplandor. Los suaves pasteles azules de su interior no hicieron nada para calmar
mi dolor de cabeza. Si hubiera algo de justicia en este mundo, me habrían permitido dormir
todo el día y fingir que el mundo no existe hasta mañana. Pero la paz no se encontraría hasta
que el imbécil que estaba abajo encontrara mi ira.
Distraídamente, volví a meter mis tetas en la banda de mi pecho después de su atrevida
huida en la noche, luego cambié mi ropa embarrada por un camisón medio presentable y me
puse un gorro para ocultar mi cabello salvaje. Me puse un par de pantuflas y cogí una larga
aguja de tejer de la mesita de noche. El peso frío del metal en mi mano se sintió reconfortante
en su familiaridad. Estaba más acostumbrado a atravesar un patrón de pelaje difícil que a un
intruso molesto, pero asumí que la amenaza de la aguja larga haría el trabajo. Tan pronto
como se hubieran asustado, mi Reino de la Manta me recibiría una vez más con los brazos
abiertos.
Sin molestarme en andar de puntillas por mi propia casa, me dirigí a la cocina. Blandiendo
la aguja como una daga, abrí la puerta de mi cocina de una patada. "¿Qué tiene que hacer
una mujer para conseguir un maldito sle" Mis palabras se cortaron y mi cuerpo se congeló.
Mi mente tardó un momento en procesar lo que estaba viendo. Me aferré al marco de la
puerta para mantenerme en pie después

mis rodillas amenazaron con ceder. ¿Quizás las inyecciones que tuve la noche anterior habían sido
enriquecidas? Sí, eso tenía sentido. También explicaría la extraña pesadilla. El monstruo que estaba
junto a mi chimenea era solo una broma alimentada por drogas que salió mal.
Sin embargo, cuando sacudí la cabeza para aclarar mi mente, la bestia todavía estaba allí. Se
paró sobre dos patas, la parte superior de su cabeza casi llegaba al techo. Su enorme cuerpo estaba
cubierto de un pelaje peludo del color del maíz fresco. La bestia se puso rígida, finalmente notando mi
presencia. Mi corazón martilleaba en mi pecho mientras veía a la criatura darse la vuelta lentamente.
Los ojos rojos de una enorme criatura parecida a un lobo se clavaron en mi cuerpo tembloroso,
enviando un miedo helado por mi columna vertebral. Más extraño aún, la bestia tenía en mi delantal.
La prenda verde con volantes estaba estirada sobre el torso del lobo monstruoso, haciendo que la
carita sonriente que había sembrado se estirara en una fina mueca de preocupación.
"¿Qué ... qué carajo?"
Volviéndose completamente para mirarme, la bestia dejó un cuenco de madera sobre el mostrador.
"Queso Brie." Mi nombre salió como un retumbar más allá de unos colmillos de aspecto despiadado.
Cada instinto en mi cuerpo gritaba por autoconservación, y acepté de todo corazón. Sin embargo, el
resto de mi cuerpo era un poco más lento que mis pies. La aguja se me cayó de la mano y se deslizó
debajo de la mesa de la cocina mientras caía al suelo como un saco de patatas. Sin molestarme en
mirar atrás, me levanté y salí corriendo por la puerta principal. Podía escuchar el raspar de las garras
contra los pisos de madera detrás de mí y solo me espoleó más rápido mientras corría gritando hacia
mi granero.
"¡Brie, espera!"
Dulce fontina derretida, ¡no fue un sueño! Las ovejas se apartaron del camino.
Tiré un fardo de heno en un intento de frenar a mi atacante y corrí hacia la gran puerta roja del granero.
El monstruo saltó sobre los caídos.

heno como si nada y cerro la distancia entre nosotros. Grité y golpeé la puerta con un ruido
sordo, luego la forcé y me metí adentro. Antes de que pudiera cerrarla de golpe, la bestia
golpeó la puerta con una mano con garras. dejo salir
otro chillido y se tambaleó hacia atrás.
La criatura apoyó su otra mano en el marco de la puerta, su respiración saliendo en
profundos y lentos jadeos. Con un gruñido, la puerta de madera se abrió de golpe, sus bisagras
crujieron con la excesiva demostración de fuerza. Su pecho dio otra exhalación estremecedora
antes de que su mirada se levantara para sujetarme en el lugar. Dientes como dagas brillaron
en una sonrisa hambrienta que parecía extrañamente familiar. "Por favor, no huyas de mí,
Brie". jadeó. “Me está emocionando demasiado”.
La piel de gallina corrió por mis brazos. El depredador en la entrada hizo sonar todas las
campanas de alarma en mi alma, pero la forma en que dijo mi nombre me carcomió. Tragué
saliva y traté de encontrar mi voz. ¿Félix?
La bestia sonrió más ampliamente. "Buen día."
Me lamí los labios y traté de convencer a mi corazón de que dejara de intentar latir.
fuera de mi pecho. "¿Qué estás haciendo aquí?"
Sus enormes orejas de lobo se levantaron y señaló con el pulgar hacia la casa. "Te estoy
haciendo el desayuno". Cómo se las arregló para sonar gutural, feroz y alegre al mismo tiempo
estaba más allá de mí.
Asentí una vez. “OK… ¿cómo entraste a mi casa?”
La pregunta hizo que su sonrisa finalmente se desvaneciera. El hombre lobo se rascó la
nuca y desvió la mirada. “Um… ¿no recuerdas haberte desmayado anoche? No quería que
tuvieras que dormir afuera, así que te llevé a tu cama”.
El recuerdo de las dos criaturas aterradoras se hizo más claro en mi mente.
“Correcto… así que eso fue real. ¿Averiguaste dónde escondí mi llave de repuesto entonces? I
no recuerdo haber llevado uno conmigo. Siempre perdía la maldita cosa cada vez que salía. Así
que guardé una de repuesto escondida en el carillón de mi porche.
Félix se negó a levantar la vista de un clavo en el suelo. "Bueno no. No vi ninguna llave por
ninguna parte.
Mis ojos se entrecerraron. “¿Dejé la ventana de mi cocina abierta?”
Me miró con nerviosismo, luego volvió a mirar al suelo. "No,
Usé la puerta principal. Solo… necesitaba un pequeño empujón.
"¿Rompiste mi puerta?"
"Puedo arreglarlo." Dijo rápidamente, cambiando su peso de un lado a otro.
Supongo que debería estar feliz de que me haya llevado a casa en lugar de comerme.
Pero ¿por qué seguía aquí?
“Quería disculparme por asustarte anoche, así que hice algunas tareas en tu casa ya que
ya estaba aquí. Después de que arreglé la cerca, ordeñé las cabras y dejé que los animales
pastaran, no estaba seguro de qué más te ocupaste por la mañana. Bañé a algunas de las
ovejas, pero esa negra es una bestia irascible y tuve que moverme solo para que se pusiera a
su lado.
El hombre lobo se paseaba por la puerta mientras continuaba divagando en sus tareas
domésticas y domésticas. Mi cabeza daba vueltas y miré alrededor del granero para ver que, de
hecho, llenaba las jarras de leche e incluso barría cada compartimiento. Levanté una mano y él
se silenció. "Félix", comencé lentamente. "¿Dónde dormiste?"
Una larga cola se retorció detrás de él. "No lo hice".
Me froté las sienes en un intento de calmar el dolor de cabeza que aún me dolía.
"¿Cómo supiste dónde vivo?"
Soy un hombre lobo, Lamb. Seguí tu olor.
Mi cabeza cayó sobre mis rodillas. “Caimán mordedor”.

"Por favor, no te enojes", susurró Félix. “No tenía la intención de quedarme una vez que
te acosté, pero cuanto más intentaba irme, más frenético me volvía. Sé que los humanos no
imprimimos como nosotros, así que quería darte espacio. Pero cada segundo que no estaba
cerca, me desgarrabas. Encontrar tareas para hacer en tu casa fue lo único que me impidió
irrumpir en tu habitación”.
Se tambaleó hacia atrás ante mi mirada atónita, levantando los brazos de una manera
apaciguadora. "¡No es que yo fuera a forzar nada!" Él gritó. “Dioses no. Yo solo…” El hombre
lobo suspiró y se sentó en la entrada. Su gran cabeza colgaba baja mientras se pellizcaba el
puente de la nariz. Hocico. Lo que sea. Después de un momento, dejó escapar un gruñido
irritado. Su mirada buscó la mía como si tuviera las respuestas a su comportamiento salvaje.
“Normalmente soy mucho más suave que esto. I

jurar."
Tal vez fue lo absurdo de la situación o mi falta de sueño, pero comencé a reírme y me
resultó difícil parar. Félix me miró con una expresión de esperanza, su cola perdió algo de ese
tic nervioso. Cuando traté de recomponerme el tiempo suficiente para mirarlo a los ojos, el
hombre lobo bajó las orejas como un perro triste esperando ser castigado, y solo me reí.
aún más difícil.
“¿Ayudaría el desayuno en mi caso?” Preguntó.
Me sequé una lágrima de mi ojo y me senté más erguido. “¿Es eso lo que
¿incendio?"
Félix se levantó en pánico. "¡Oh, mierda, mis huevos!" El hombre lobo corrió de regreso
a la casa, asustando a la pobre oveja una vez más. Un coro de sartenes golpeando
seguido no muy lejos.
Fue entonces cuando noté a Kevin, mi carnero negro. Su pelaje normalmente tosco
brillaba como diamantes negros a la luz del sol. Dio un pisotón y lanzó sus impresionantes
cuernos en dirección a Félix, como para decirle al mundo cómo

cabreado estaba por el arreglo improvisado. En la base de su cuerno izquierdo había un
andrajoso trozo de tela marrón. Sin duda, un remanente de la lucha que debe haber dado.
Incluso a mí me costó mucho hacer que ese bravucón hiciera algo sin ponerle un casco en
el pecho. Si él no emitiera una lana tan fina, lo habría convertido en chuletas de cordero
hace años. Pequeña mierda.
Regresé a la cocina para ver a un hombre lobo cada vez más angustiado tratando de
expulsar humo por la pequeña ventana sobre el mostrador.
Su estructura masiva todavía era profundamente intimidante, pero por lo que pude ver, no
pretendía hacer daño. Respira hondo, Brie.
"Félix, ¿por qué no vas a tomar asiento en la otra habitación?" El demonio comenzó a
hacer un ruido de protesta, pero se calló cuando lo agarré del brazo y lo saqué de la cocina
con suavidad pero con firmeza. En su forma de hombre lobo, podría haberme quitado de
encima fácilmente, pero en cambio cerró su mano libre sobre la que yo tenía en su brazo y
se dejó llevar fuera de la sala de fumadores. Le hice señas para que se sentara en un
lujoso sofá de dos plazas y pateé un taburete cerca de sus pies. “Solo espera aquí un poco
y te traeré un poco de café y una

bocadillo."
Félix se movió para ponerse de pie. Brie, espera, déjame ayudarte.
"Siéntate", le ordené sin darme la vuelta.
Unos minutos y una cocina libre de humo más tarde, regresé con
café y un plato de sándwiches de queso a la parrilla. No es el desayuno más lujoso, pero
hizo el trabajo en un abrir y cerrar de ojos. Cocinar normalmente no era algo que disfrutara,
de todos modos. Así que el plato sencillo tenía sus méritos, en mi opinión. “OK, entonces
espero que te guste ¿DÓNDE ESTÁ TU ROPA?”
En mi breve ausencia, Félix había vuelto a su forma humana. Su forma humana muy
desnuda. Todavía se puso mi delantal verde con volantes, pero nada más.
Una vista hermosa que felizmente tomó prestada su camino en mi mente, nunca para
salir de nuevo Distraídamente, registré que probablemente debería haberme dado la vuelta, pero
considerando todo lo que sucedió esa mañana, un pecho bien musculoso parecía un pago justo.
Él interrumpió mi sueño, después de todo. La vista de toda esa piel suave y clara sobre las cuerdas
tensas de sus músculos definitivamente valía la pena despertarse.
El rostro de Félix se sonrojó escarlata y rápidamente tiró de los pantalones alrededor de sus
tobillos. "Lo siento", murmuró. “Mi ropa no se transforma conmigo. Así que me los quité mientras
trabajaba afuera”. Debió notar mi mirada apreciativa y detuvo sus movimientos.
¿Estaba babeando? No. No, maldita sea, soy una dama.
Félix levantó una ceja. “O podría mantenerlos alejados si esto funciona para
¿tú?"
"¡No!" espeté, colocando la comida y las bebidas en mi mesa de café. Vuelve a ponerte la
ropa.
Él tarareó e hizo lo que le indicaron. Pero no sin una sonrisa satisfecha durante todo el
camino. Una vez vestido, Félix volvió a ocupar su lugar en el sofá de dos plazas. Me desplomé en
el sillón frente a él y suspiré ante el relajante aroma del café de la mañana. La bondad cursi del
primer bocado de mi sándwich hizo que la mañana fuera mejor. Lógicamente, sentí que debería
estar más preocupado por el hecho de que estaba sentado frente al hombre que irrumpió en mi
casa, pero me sentí parcialmente responsable por su comportamiento. Con yeeting una poción de
amor en su cabeza y todo. Si la advertencia en el costado de la botella era cierta, entonces tendría
que lidiar con un comportamiento errático loco durante las próximas dos semanas. Honestamente,
que un hombre apareciera y hiciera mis tareas no era lo peor que le podía pasar a una mujer.
"Obviamente, tenemos que hablar sobre lo que pasó anoche". comencé
después de un sorbo de café.

Pasando una mano por su cabello rubio, el hombre se recostó en el sofá de dos plazas
como si fuera su dueño. “Siento que te escucharía mucho mejor si estuvieras aquí a mi lado.
Mis sentidos están embotados en esta forma, ¿sabes? Palmeó su regazo a modo de invitación.
“No tientes tu suerte”.
"Maldición." Si el rechazo inmediato lo afectó no se mostró en
su cara. La misma sonrisa tranquila se mantuvo a través de su taza de café.
Terminé mi queso asado y estaba buscando otro, pero la sociedad educada exigió que
esperara hasta que mi invitado tomara el primero. "Por favor, sírvete unos sándwiches".
Félix miró el plato que teníamos delante. Pasaron cuatro tictacs del reloj.
“¿No te gusta el queso a la parrilla? Puedo intentar inventar otra cosa”.
"No. No, esto está bien.
A juzgar por el tic en el borde de su sonrisa, la lógica determinaría que

era una mentira
Sentándose más derecho en su asiento, Félix tomó el sándwich de arriba. Una tira de
queso cheddar fuerte estiró su bondad humeante contra el de abajo antes de romperse. El
hombre miró largo y tendido la golosina antes de darle un gran mordisco a la esquina.
“Entonces, ¿de qué querías hablar?”
Bueno, para empezar, ¿por qué eres tan raro con un sándwich?
“A juzgar por lo que leí en la parte de atrás de esa poción de amor, parece que vas a estar
atrapado así por al menos dos semanas. Deberíamos establecer algunas reglas básicas sobre
cómo manejar la situación hasta que vuelvas a

normal."
“Esta es mi normalidad ahora, Amado. Me he impreso en ti. Terminó
Se quitó el sándwich con sombría determinación y se echó hacia atrás en su asiento.

Aunque no lo sabes con certeza. Podría ser simplemente la poción de amor que te está
afectando.
"¿Cuántos niños quieres?"
Me atraganté con mi café. Derramar el líquido caliente sobre la parte delantera de mi camisón.
El hombre lobo caminó tranquilamente hacia el armario junto a mi estantería, sacó una toalla de
mano cuidadosamente doblada y me la entregó. Ni en la media hora que había estado consciente
de su presencia le mostré dónde guardaba las toallas. ¿Cuánto tiempo ha estado aquí? "¿Llegar
de nuevo?" pregunté, tosiendo.
Relajándose en el sillón de dos plazas, Félix agitó una mano alrededor de la habitación.
“Niños, su casa es acogedora, pero pequeña. Si vamos a tener más de dos, necesitaré construir
una extensión. Si derribamos la pared trasera de tu cuarto de costura, ese sería un buen lugar para
eso.
"¡Esperar!"
Los ojos azules adquirieron una nota melancólica mientras continuaba. “Una gran familia tiene
ha sido un sueño mío, así que soy partidario de diez, pero estoy dispuesto a negociar”.
La asfixia se convirtió en sibilancias ásperas. El riesgo de asfixia crecía cada segundo que no
podía averiguar cómo conseguir ese maldito café en mi garganta.
Félix se movió para sentarse en el reposabrazos de mi silla y frotó círculos a lo largo de mi espalda.
“Calma cariño, toma pequeñas respiraciones.”
Diez niños. Mi mente estaba dando vueltas. Apenas veía a mi madre y a mi hermano Gouda
más de una vez a la semana si podía evitarlo. Habíamos conseguido que la tienda de quesos de
nuestra familia siguiera un patrón estricto en el que yo hacía el queso y lo dejaba, Gouda vendía el
queso y nuestra madre se había ido a algún lugar del abismo, dejándonos solos. A ninguno de
nosotros nos interesaba mucho el afecto y nos gustaba mantenerlo así. Pasar tiempo en la casa
de Cin mientras crecía me dio una pequeña idea de cómo sería una familia normal. Pero incluso
antes de que su hermana, Cherry, desapareciera, solo quedaban seis de ellas.

¡a ellos! Más importante aún, podría irme cuando se pusiera demasiado ruidoso para mi gusto.
Tener diez niños corriendo por mi tranquila casa sonaba como un castigo por los agravios de
vidas pasadas.
"Reduce la velocidad", espeté, levantándome. “No hay razón para hablar de eso ahora.
Te olvidarás de todo esto una vez que la poción de amor

desvestir."
"O no lo hará". Su tono bajó a algo bajo y peligroso. Me encontré de espaldas a mi
estantería a medida que se acercaba. Félix apoyó un brazo sobre mi cabeza y suavemente
trazó mi mandíbula con el dorso de sus nudillos. Una vez más, mi corazón sintió que era
pertinente formar un plan de escape y renovó sus esfuerzos para salir de mi pecho. “¿Es
realmente tan difícil creer que eres mía? He estado bajo el efecto de una buena cantidad de
hechizos.
Nada me ha afectado con tanta... intensidad. Unos labios suaves rozaron la piel justo encima
de mi oreja. Me estremecí cuando su mano bajó por mi cuerpo para posarse en mi cintura.
Palabras… ¿cómo hablar? "Umm", fue mi elocuente respuesta.
"¿Es la idea de un compañero predestinado lo que te asusta?" Su profunda voz me
acarició la oreja de una manera que me recordó lo profundamente soltera que había estado el
año pasado. "A juzgar por los libros bastante interesantes que tienes en este estante, supuse
que la idea podría entusiasmarte".
Oh dioses, encontró mis libros de romance.
Su boca se curvó en una sonrisa contra mi sien. “A ver, 'Malvados
Lobos y mujeres errantes', 'Los deseos de un cambiaformas'”.

Mátame ahora.
Mi torturador hizo una pausa por un momento, luego retiró la mano para arrebatar un libro
del estante. “'Rechazado por su compañero alfa: princesa rechazada

¿Libro 01?'”
Mi estómago tocó fondo. ¡Cualquier cosa menos esa serie! Princesa rechazada fue una de las
series más locas en las que me he metido. Las líneas de la trama estaban llenas de angustia ridícula,
líneas cursis sobre el amor verdadero y el sexo, y se esforzaron por empujar a todas las compañías
posibles. Pero maldita sea si no me comí esa serie de quince libros como si fuera mi trabajo.
"Ahora, ¿por qué en el mundo alguien rechazaría a su pareja?"
Lancé una mano para recuperarlo, pero el bastardo alto lo levantó fácilmente fuera de mi
alcance. “Mira, esa serie salió hace años. ¡Era un momento diferente en el juego del romance!”.
Haciendo caso omiso de mis intentos de recuperación, Félix leyó las primeras páginas y chasqueó la lengua.
“Incluso si Darren está enamorado de Jolene, no puedes luchar contra una impronta. Deberían
simplemente despedirse y terminar con eso”.
Fácilmente esquivó otro golpe en el libro. "¡No es tan simple!" Resoplé. “Jolene amenaza con
desterrar a Dolly al Reino de las Mujeres Olvidadas si Darren no accede a casarse con ella. Es una
trama en capas, ¿de acuerdo?
Félix se rió y sostuvo el libro más alto. "Veo. No hay nada malo con un poco de drama en una
historia de amor. A juzgar por el mar de títulos Alpha y los hombres corpulentos en las portadas, ¿es
justo decir que un enfoque agresivo funcionaría mejor contigo?
Un escalofrío me recorrió la espalda ante el brillo depredador en sus ojos. Félix golpeó con su
mano libre el estante detrás de mí, justo a un lado de mi cabeza, empujándome. Se inclinó más cerca
hasta que su aliento susurró contra mi cara.
“¿Debería gruñirte al oído que eres mía y tirarte sobre mi hombro? Admito que no es mi estilo, pero
¿para ti, Lamb? Cualquier cosa."
Este hombre era una amenaza para mi corazón.
No era como si me avergonzara de mis elecciones de lectura, pero tener un estante
lleno de historias de amor de hombres lobo fue un poco incómodo cuando tuve un verdadero
hombre lobo apoyándome contra ellos. A pesar de la indignación, no pude evitar apretar mis muslos
mientras el calor se acumulaba entre ellos. Las fantasías traviesas que normalmente reservaba
para mis noches a solas me vinieron a la mente.
El azul profundo de sus ojos se oscureció en algo que recordaba a los mares tormentosos. Se
inclinó aún más y se lamió los labios. Una acción que no tenía derecho a ser tan tentadora. Cuando
me di la vuelta, colocó el libro de nuevo en el estante y me levantó la barbilla, obligándome a
mirarlo. “Solo di la palabra, Cordero. Dime que tú también me quieres. Estaría más que feliz de
cumplir cualquier deseo que esos libros te dieran”.
Mi aliento salió en un áspero estremecimiento y cerré los ojos a voluntad.
alejar las malas decisiones. "No puedo."
Su pulgar acarició mi mandíbula con un ritmo lento y suave. "¿Por qué?"
Parpadeé y traté de reenfocar mis pensamientos. No estaría bien. Estás
drogado, y no quiero que hagas algo de lo que te arrepientas.
Félix se rió entre dientes, un pequeño hoyuelo apareció en el lado izquierdo de su boca.
“Un dulce corderito protegiendo la virtud del lobo que intenta devorarla.
Realmente eres algo, Brie. ¿Qué pasa cuando terminen mis dos semanas? Si todavía ardo por ti
entonces, ¿qué harás?
Apoyando mi cabeza contra el estante, suspiré y dejé que la honestidad se filtrara.
"Me imagino que te rogaré que me inclines sobre la superficie más cercana".
De repente, el calor de su cuerpo se fue. Félix retrocedió varios pasos y se dio la vuelta,
pasándose una mano frenética por el pelo. "También
¿honesto?" Yo pregunté.
“He luchado contra un ejército de mantícoras y la magia oscura de un lich. Ambas tareas
palidecen en comparación con resistir el impulso de rasgarte ese vestido y empujar mi lengua por
tu coño.
Tragué saliva y me deslicé por la estantería para sentarme en el suelo. Crucé
mis brazos para proteger mis pezones mientras sobresalían a través de la fina tela de
dicho camisón. En circunstancias normales, dudo que alguien consideraría sexy la larga
prenda blanca. Especialmente no con la oveja danzante bordada a lo largo del dobladillo.
Y mucho menos el capó a juego. Pero la forma en que Félix me miró haría que cualquier
mujer temblara de rodillas. "Estas... van a ser dos largas semanas".
"¿Cómo duró Fallon un mes así?" él murmuró.
Fallon, ¿Cinnamon también lo golpeó con una poción de amor? Abrí la boca para
preguntarle, pero fui interrumpido por un fuerte gorgoteo. El hombre lobo se estremeció y
se llevó una mano al estómago. "¿Estás bien?" Yo pregunté.
Se volvió hacia mí y sonrió, agitándolo. "No es nada, estoy bien".

Otro estruendo sonó.
"¿Está usted seguro de eso?"
"Sí." soltó. “Bueno, he tomado demasiado de tu tiempo. Te dejaré por ahora y volveré
mañana para arreglar tu puerta. O antes. Para ser sincero, no estoy seguro de cuánto
tiempo puedo estar lejos de ti. Su sonrisa vaciló cuando otro estruendo enojado llenó la
habitación. "Gracias por el café y no... ya sabes, no echarme de inmediato". Asintiendo
con la cabeza, Félix

casi salió corriendo de la casa.
Me di cuenta cuando recordé su reacción adversa a los sándwiches.
No pasaste tu vida en mi profesión sin reconocer los signos de un Armagedón estomacal.
Félix era alérgico al queso.

Capítulo 3
Félix
T Eso fue desastroso. Soy un maldito idiota gigante. No fue lo suficientemente malo que
La asusté hasta que se desmayó, luego merodeé por su casa como un acosador;
También me las arreglé para deshonrarme frente a ella. El único factor de salvación fue que
pude correr por las colinas antes de destruirla.

anexo. Maldito estómago sensible. Maldito queso y leche en toda su maldad
formularios Me desplomé de nuevo en mi catre, suspirando. El habitual choque bajo de las
olas en el casco del barco no hizo nada para calmar mis temores. Mi comportamiento no era
como el de un acosador. yo era uno Incluso con su olor todavía fresco en mi nariz, me dolía
físicamente no tener que volver corriendo directamente a su casa. Especialmente cuando
pensaba en ese demonio persiguiéndola. Con Myva muerta y las puertas de Volsog
destruidas, no fue demasiado sorprendente ver algún tipo de demonios apareciendo cerca
de los asentamientos humanos. Demonios, yo y mis compañeros de equipo lo hicimos.
No es que me hiciera menos enojado. Debí haber regresado y asegurarme de hacer
pedazos al maldito necrófago. Esas plagas sin sentido no eran una gran amenaza para otros
demonios, pero fácilmente podrían matar a un humano. La idea de regresar a escondidas a
su granja 'solo para ver cómo estaba' hizo que dormir toda la noche fuera imposible.
Frustrado, me volteé de lado y traté de obligarme a dormir.

Pero en el momento en que cerré los ojos, la imagen de Brie se quemó en mi mente y estaba de vuelta
en su sala de estar. Atrás, donde el aire olía a café, lavanda y ella. Debí pasar horas dando vueltas por su
casa antes de ceder a la tentación y entrar. Al principio, me las arreglé para mentirme a mí mismo y decir que
era solo un pequeño vistazo a cómo vivía. Luego, cuando mis pies me llevaron más allá del alcance de la
mirada, se convirtió en una cuestión de seguridad. ¿Qué clase de compañero sería si no revisara la casa de
mi Cordero en busca de intrusos (aparte de mí)? Uno terrible. eso es
No es que importara, me habría dicho cualquier tontería para justificar aliviar mi obsesión. Incluso solo
un poco. Así que me mentí a mí mismo cuando admiré su colección de adornos hábilmente tejidos en lugar
de esperar afuera como debería haberlo hecho. Me mentí a mí mismo cuando estudié detenidamente sus
colecciones de libros en lugar de buscar intrusos. Y me mentí a mí mismo cuando comencé a hacer sonar las
ollas para que se despertara y me hablara en lugar de solo prepararle el desayuno. Aunque quemarlo no era
el plan inicial. Ninguno de los dos estaba prácticamente echando espuma por la boca cada vez que hablaba.
“La próxima vez estaré tranquilo”. Probablemente otra mentira. Pero un hombre podría tener esperanza.
La próxima vez… quiero ver la forma en que su nariz se arruga cuando está molesta. Hacerla enfadar por
una tontería, para que se olvide de sí misma y me toque. Dudaba que siquiera se diera cuenta de que lo
había hecho. Demasiado ocupada tratando de arrebatarme el libro de las manos para notar cómo se agarró
a mi brazo para hacer palanca mientras saltaba. El calor de su mano en mi brazo era casi tan embriagador
como la forma en que se mordía el labio con concentración. Cada pequeño salto inútil empujó más de su piel
oscura contra la mía, más de su olor en mi nariz, hasta que me enojé lo suficiente como para sujetarla contra
la estantería. Dioses, la mirada de deseo en sus grandes ojos marrones era tan hermosa. casi me caigo
mis rodillas y le recé. Si no fuera por esa maldita poción de amor, ¿habría
me has dejado?
El mero pensamiento me hizo saltar de la cuna para reanudar mi paso agravado.
Tenía que haber una forma de convencerla de que yo era su pareja. Cómo los humanos,
o cualquier otra criatura, pasaron toda su vida sin las reglas de un compañero
predestinado, estaba más allá de mí. ¿Cómo podrían elegir a alguien con quien
establecerse si no había garantía de que funcionara?

Locura. Las tasas de divorcio deben ser una locura. hubiera sido tanto
más fácil si fuera un hombre lobo. Una mirada a mí y Brie sabría exactamente a quién
pertenecía. Podría serlo, si la muerdo.
"No." Negué con la cabeza, desterrando el mal pensamiento. Convertir a alguien sin
su permiso era un tabú, incluso yo no estaba lo suficientemente desesperado como para
cruzar. Ella podría terminar odiándome por eso.
O no lo haría. Tal vez la llamada sería igual de fuerte para ella. Tal vez me recibiría
con los brazos abiertos y abriría las piernas para mí. Déjame adorar su coño y bloquear
sus muslos alrededor de mi cabeza mientras gritaba. Qué no daría por levantar ese
ridículo camisón y doblarla sobre la superficie más cercana. Tal como ella dijo. Mi
corderito sería ruidoso. Podía sentirlo. Ella gemía por mi polla y gemía contra mí mientras
la tomaba profundamente. La sangre se apresuró a mi polla cuando la imaginé inclinada
sobre la mesa de café.
Gemí y arrastré mi mano a lo largo, cediendo a la fantasía.
Reprimiendo un gruñido, bombeé más rápido, imaginando el cuerpo de mi pareja atrapado
debajo de mí. Sus labios se abrieron en un jadeo, dejando una abertura para saborearla,
y nunca me negaría ese placer. Necesitaba su sabor en mi lengua más de lo que
necesitaba aire en mis pulmones.
El barco se meció en una ola y mi mente lo convirtió en mi cordero, volteándonos.
Montándome y tomando lo que ella quería. Lamería mi camino hacia arriba

sus senos antes de mordisquear su clavícula. Rogándole que me usara como a ella le gustaba.
Exigiéndome que me dijera qué hacer para que se corriera alrededor de mi polla. Jadeé y
trabajé más rápido. Soñando con derramar dentro de su coño caliente, luego recostado en el
resplandor crepuscular con ella en mis brazos. Pasaríamos el resto del día en un bote de
remos, deslizándonos sin rumbo por el pantano. Charlando de nada y de todo hasta que
paramos en un montículo de hierba rodeado de flores silvestres, nos quitamos la ropa y
volvimos a follar. Mi corazón se apretó dolorosamente en mi pecho mientras perseguía la
imagen con mi propio orgasmo. Pronto. Cogí un paño de la cómoda y lo puse alrededor de mi
polla. Derramando mi liberación en la promesa de hacer realidad ese sueño. No importaba si
era humana o hombre lobo. Le haría ver lo bien que estaba para ella.
“¡BARAKU!” El grito del capitán me devolvió a la realidad. Suspiré y me limpié antes de
dirigirme al pasillo principal del castillo de proa. La capitana de nuestro barco, Usha, parecía
estar en otro de sus ataques. Varios de los miembros de mi tripulación se rieron cuando la
mujer enfurecida golpeó la puerta de otra de las habitaciones privadas.
Como nuestra cocapitana Cinnamon se fue a vivir a su granja, Usha era la única humana
que quedaba en el barco. Sin embargo, poseía un comportamiento de lucha que la dejaba más
que capaz de arrear a una tripulación completa de demonios. Eso, y un gancho de derecha
vicioso. El último tonto que probó suerte con su paciencia cuidó un ojo morado durante una
semana.
Las plumas estaban enredadas a lo largo de su melena de color rojo oscuro, cortesía de la
pollo aterrorizado que sostenía en un brazo. “¡BARAKU ABRE ESTA PUERTA!
CUANTAS VECES TENGO QUE DECIRTE QUE DEJES DE ROBAR
¿ANIMALES?
Detrás de la puerta se escuchó un fuerte movimiento de pies, seguido de un baa.

“¡Aquí no hay animales!”
“¡NO ME MIENTE, BARAKU!” Ella gritó de nuevo.
“Estas acusaciones son falsas. ¡Yo no robé cabras!”.
Usha rugió de ira y arrojó el pollo en mis brazos. "Sostén esto." Ella chasqueó. Usha
retrocedió desde la puerta antes de subirse las faldas largas. Luego, con un gruñido, abrió
la puerta de una patada. Allí, de pie, encorvado sobre tres cabras pigmeas, estaba el orco
en cuestión. Su piel de color púrpura rojizo oscuro estaba llena de rasguños menores y
su cabello largo y oscuro tenía incluso más plumas que el de Usha. Un pequeño gatito
blanco golpeó los rubíes colgantes de sus pendientes. Montones de heno cubrían el suelo,
junto con al menos diez animales diferentes. Cómo Baraku se las arregló para pasar de
contrabando a todos aquí sin previo aviso estaba más allá de mí. Aunque cuando se
trataba de su obsesión por las criaturas pequeñas, todo era posible.
Un ganso graznó, pasó corriendo junto al furioso capitán y subió corriendo las
escaleras hacia la libertad. Baraku se encorvó más cerca de las cabras pigmeas. "Este…
¡Esto no es lo que parece!”
Gruñendo por lo bajo, Usha hundió la cara entre las manos. “Acepté dejarte
tener una mascota en el barco. ¿Por qué veo doce?
“¡Necesitaban un hogar!”
Las manos del capitán se apretaron frente a ella en un movimiento estrangulador.
"¿Necesitaban un hogar o los secuestraste de una granja?"
La boca de Baraku se abrió, pero no salió ninguna palabra. Me miró, ojos
suplicando, pero negué con la cabeza. Incluso para él, esto era excesivo.
"Elegir uno." exigió Usha.
El orco se inquietó y miró a su alrededor en su colección. “No puedo elegir

uno."
Entrecerró los ojos y cruzó los brazos sobre el pecho. "Puede
elige uno, o llamo a Kiki y la dejo elegir uno también”.
Baraku jadeó. "¡No lo harías!"
Usha se llevó una mano a un lado de la boca y dejó escapar un largo grito de alegría.
Baraku entró en pánico y frenéticamente recogió criaturas en sus brazos. El revelador sonido
de las patas retumbó sobre la cubierta, abriéndose camino

a la escalera
"¡Espera, podemos resolver esto!" Él suplicó. El equipo y yo retrocedimos contra las
paredes del pasillo mientras Kiki, la hiena mascota de Usha, bajaba los escalones. Al ver la
colección de presas, la bestia se lamió las chuletas y corrió hacia adelante. Baraku chilló y
levantó al pequeño gatito. “¡Rebeca! ¡Elijo a Rebekah, la cancelo!”
Usha levantó una mano y Kiki se detuvo a su lado. “Devuelvan el resto de los animales,
o nos los comemos. Pide disculpas a los granjeros mientras estás en eso. Ya les está
costando bastante adaptarse a nuestra presencia sin añadirle robos encima.
Con el pecho agitado, Baraku se desplomó en el suelo, acunando a su nuevo gatito.
La diminuta criatura no prestó atención al estrés de su amo y siguió golpeando sus pendientes.
"Necesito una bebida." Usha dijo, dejando a Baraku para arreglar su desorden.
Solté al pollo asustado y la seguí escaleras arriba. “Sabes que es
apenas por la mañana, ¿verdad?
Ella me despidió y se dirigió directamente a los barriles de hidromiel escondidos en
las habitaciones del capitán y llenó una jarra. "Recordaré estar debidamente escandalizado
cuando no sea el amanecer". Usha nos sirvió un vaso a ambos y se hundió en la lujosa silla
de cuero detrás de su escritorio. Con un encogimiento de hombros, me senté en el sofá y
bebí. Dios sabía que lo necesitaba. “Entonces”, comenzó ella,

haciendo girar su copa. “Escuché que las felicitaciones están en orden. Estás impreso,
¿verdad?
Me bebí el vaso sin decir una palabra.
“Maldita sea, ¿tan malo? ¿Qué hizo ella, patearte en los huevos?
"Peor." murmuré. “Ella derramó una poción de amor sobre mí y ahora no
Creo que en realidad me imprimí.
Usha me sirvió otro trago. “¿Cómo sabes si lo hiciste? Parece una gran coincidencia
improntar al mismo tiempo que te golpean con un hechizo de amor.
"No, tu también." Gruñí.
Ella levantó las manos en señal de rendición. “Solo digo, si yo estuviera en ella
zapatos yo también dudaría.”
Esta es la razón por la que todas las especies deberían simplemente imprimirse y
terminar con eso. “No es la poción de amor. He sido maldecido antes por la magia de Myva y esto es
diferente."
"¿Cómo?"
Maldita sea todo. ¿Cómo explicas algo tan profundo como una huella a una criatura que
no tiene comparación? “Es como… una maldición te hace sentir que estás demasiado
borracho. Tropiezas, no estás seguro de tus acciones y tu mente se siente confusa. Sabes
que algo no está bien, pero no hay mucho que puedas hacer al respecto. Aunque, sí, siento
la pequeña neblina de la poción de amor. es secundario Minúsculo en comparación con la
sensación de hambre que tengo ahora que estoy lejos de ella.
Aunque no quería admitir que la poción de amor probablemente estaba haciendo que la
llamada para reclamar a mi pareja fuera mucho peor. Solo había visto a otro hombre lobo
pasar por el proceso, pero no estaba tan frenético. Cada segundo que pasaba era un
royendo la tortura en el borde de mi conciencia. Si no tenía cuidado, la próxima vez que viera a mi
cordero, probablemente la asustaría para siempre.
Usha apoyó los codos en su escritorio, acariciando su bebida. "Ambas cosas suenan horribles,
sinceramente".
“No se quedará así. Solo necesito reclamarla antes de que se ponga demasiado mal.
Ella entrecerró los ojos hacia mí. Preocupación arrastrándose en su rostro severo.
“¿Qué sucede cuando se pone demasiado malo?”
Miré hacia otro lado, inseguro de mí mismo.
"Félix", su voz bajó, el tono inequívocamente amenazante. "Si yo
descubrir que haces algo para lastimar a esta mujer”
Levanté una mano. “Preferiría dar de comer a una jauría de perros salvajes”. La idea de que
alguien lastimara a mi pareja me hizo hervir la sangre. Hacerlo yo mismo era impensable. No es
que importara. Ella vendría. Solo tenía que ser paciente. Calma. Evita los lácteos.
Tranquilizada, Usha se recostó en su silla. "Bien."
De repente, la puerta se abrió de golpe, casi saliendo de sus goznes. Mi hermano Balabash
entró corriendo a la habitación con un libro en la mano. Cerró la puerta de golpe y se arrojó contra
el escritorio. “¡Usha! ¿Es cierto que las mujeres humanas tienen un punto sensible justo debajo del
cuello uterino que les da un placer intenso? Antes de que pudiera reaccionar, Dante e Isaak llegaron
poco después.
Dante inclinó la cabeza para evitar raspar su cuerno en el marco de la puerta antes de empujar
a Isaak. “No te olvides de lo de la presión”. El cambiaformas dragón golpeó con las manos el
escritorio, lo que hizo que Usha se echara hacia atrás en su silla. "¿Agregar presión a la parte
inferior del abdomen aumenta la sensación de orgasmos?"
¿Qué?
La pobre mujer parecía tan cansada. Dejó su bebida y se pasó una mano por la cara. "Todos
ustedes, hijos de puta, se están sintiendo demasiado cómodos con

a mí."
Dante asintió. “Sea como fuere, por favor confirme si este manual dice la verdad.”
Ella suspiró y le tendió la mano. “Dame el maldito libro.” Bash se lo entregó y el trío esperó
pacientemente mientras el capitán hojeaba su contenido. "¿De dónde sacaste esto?"
Isaak se enderezó, sonriendo con orgullo. “Se lo compré a un comerciante ambulante que
pasó por la ciudad hace dos días. Prometió que contenía los secretos para complacer a cualquier
mujer humana.
Eso me llamó la atención. Antes de que los demonios fuéramos liberados, solo un puñado de
nosotros casi nunca habíamos visto a una mujer, y mucho menos habíamos tenido el honor de
complacerla. Había tenido coqueteos ocasionales con otros hombres, pero la competencia por las
pocas mujeres demonio que había alrededor era demasiado molesto. Nunca vi un punto en unirme
a las legiones de pretendientes tras ellos si no imprimía. Pero si había un manual sobre cómo
complacer a mi pareja, quería escuchar cada palabra.
"¿Bien?" Balabash se removió junto a su silla, casi chocando contra el suelo.

barriles de hidromiel.
Usha levantó una ceja y siguió leyendo. “Este libro sabe más
sobre mi cuerpo que yo.”

"¿Entonces es verdad?" Yo pregunté.
Tomando un sorbo de su bebida, Usha hojeó otra página. “Puedo confirmar el punto G y A
dictado en las primeras páginas, pero no he probado ni la mitad

de estas cosas.” Cerró el libro y se lo devolvió al orco. "Parece
como si obtuvieras el valor de tu dinero, por lo que puedo decir. ¿Todos ustedes
impronta también?
Isaak habló primero. “Nosotros los orcos no imprimimos. Pero Bal tiene el ojo puesto
en una bonita camarera. Todavía no he encontrado la mía, pero con tantas mujeres en
este ámbito, ¡quiero estar lista!”.
"¿Y tú?" Le preguntó a Dante.
El dragón frunció el ceño. "No. Pero como él dijo, la posibilidad ya no es una tontería.
Ahora que las cosas están en su mayoría resueltas, me pondré en camino para encontrar
a mi pareja pronto. De todos modos, se siente extraño permanecer en el territorio de otro
dragón. El Storm Dragon debe haber estado ardiendo de celos por Fallon. El Dragón de
las Sombras era cientos de años más joven que él, pero ya había encontrado a su pareja
y había reclamado a Boohail y el pantano circundante como su nuevo territorio. Solo
tenía sentido. Toda la familia de Cinnamon estaba aquí. Lo más probable es que Dante
reclamara cualquier pueblo en el que encontrara a su propia mujer.
Los dragones eran así de simples.
Aunque era extraño ver a dos en el mismo lugar durante tanto tiempo. O ver uno en
absoluto. Antes de escapar de Volsog, Bash y el resto de nuestro clan vivían bajo el
territorio del Dragón de Piedra en la región de la costa este. Pero en los veintisiete años
que habíamos estado allí, no podía recordar haberlo visto una vez. En lo que respecta a
los señores supremos, estaba completamente alejado. La única regla es nunca poner un
pie en el gran sistema de cuevas que él llamaba hogar.
Tal vez ahora que ya no estábamos cautivos por los recursos limitados de ese
páramo helado, Fallon no sintió la necesidad de reforzar
fronteras estrictas. El pensamiento era extraño pero agradable. Los límites de los
dragones eran tan absolutos que había que volver a dibujar los mapas cada vez que uno
moría o era derrotado por otro. El hecho de que ahora estaba en una base de nombre de pila sin
una sino dos de las criaturas titánicas era prueba del amanecer de una nueva era. Uno
donde las mujeres no murieran por la maldición de Myva.
Déjame ver ese libro. Sin molestarme en ocultar mi entusiasmo,
Se lo arrebató a Bash y empezó a leer.
“¡Cuidado, no lo rasques!” La gran forma de Isaak se cernía sobre mí, como si yo

estaban a punto de hacer trizas el libro.
“No lo voy a rascar. Cálmate."
Dante se acercó a mi lado y miró por encima de mi hombro. “Dale la vuelta a la
página sobre zonas erógenas. Tengo preguntas."
"Necesito más amigas". Usha gimió, bebiendo su vaso.
Cambié de un pie a otro y miré al dragón. “Dante, escuché que Fallon se colocó una
runa que evita que Cin se quede embarazada.
¿Sabes cómo hacer eso también?
El hombre de cabello plateado frunció el ceño. “¿Una runa estéril? Sí, son fáciles de
conjurar. La mayoría de los dragones los mantienen hasta que queremos tener
niños."
“¿Es posible que me des uno? Mi Brie pareció desconcertada cuando le pregunté
cuántos hijos quería”. Usha se atragantó con su aguamiel y

sacudió la cabeza.
"Sí." Dante dijo, subiéndose las mangas. "Podemos hacerlo ahora si estás listo". Las
chispas se encendieron en sus muñecas y bailaron en la cabeza del dragón cambiaformas.

brazos.
Eso parecía preocupante. "¿Cuánto tiempo se tarda?"
Apartó la mirada e inclinó la cabeza. “Solo levántate la camisa y terminará rápidamente”.
El tono inusualmente ligero de su voz plantó una semilla de preocupación.
en mi tripa "¿Cuan rápido?"

"Solo un zap rápido y listo". Dio un paso adelante. Yo tomé

uno atrás
"¿Duele?" El pelo en la parte de atrás de mi cuello se erizó cuando me di cuenta
la comisura de su boca se contrajo como si estuviera luchando contra una sonrisa.
"Un poco. No más que una picadura. Simplemente no lo mires.
"¿Me estas mintiendo?"
Dante hizo una pausa. El aire se volvió denso por la tensión. Balabash, Isaac, Usha
miraba en silencio. "No."
"Está bien." Yo dije. Los ojos grises de Dante adquirieron un brillo sádico y la sonrisa
que ha estado escondiendo salió con toda su fuerza. Fue entonces cuando supe que la cagué.
Sin darme tiempo a reaccionar, el cambiaformas dragón me levantó la camisa y me golpeó
en la parte inferior del estómago, justo por encima de la cadera derecha. Grité por el impacto
inicial, pero el dolor agudo pronto se desvaneció. Parpadeé y sostuve una mano sobre la runa.
"Bueno, eso no estuvo tan mal". Yo dije. Un dolor ardiente se disparó desde mi torso hasta los
dedos de mis pies. Caí de rodillas, gritando.
“Podría ser más que una picadura”. Dante murmuró.

“OH, MENTISTE. ¡TÚ, MENTIROSO SACO DE ESCAMAS DE NUBES!
Dante echó la cabeza hacia atrás y se rió mientras yo rodaba por el suelo. “Anímate, lobo,
es un rito de iniciación entre los dragones jóvenes. Usted debería ser

honrado."
“ESTE HONOR ESTÁ DESGARRANDO A TRAVÉS DE MI PIEL COMO EL
VENENO DE UN BASILISCO. ¡BRUJO ENFERMO DEL DOLOR!”
"Lo sé." Él se rió. “Es atroz. Nunca he llegado a hacerlo para
nadie más antes.” Se volvió hacia Isaak y Balabash. "¿Quién es el siguiente?"
Los dos orcos se acercaron a la puerta con miedo. Dante se agachó hacia adelante, como
si fuera a saltar. "Oh, no sean cobardes". Su tono era burlón, la misma sonrisa amenazante
presente. “Es mucho menos doloroso que lo que tu mujer

pasaría si la sometiera a un parto. No puedes esperar que pase por un dolor peor si tú mismo
ni siquiera puedes ofrecerle esto”.
"Ese es un buen punto". Oí decir a Usha. "¡Atrapa a Em Dante!"
Con un gruñido, envolví mis brazos alrededor de sus piernas y lo sostuve fuerte. “No lo
escuches. ¡Correr!" Intentó abalanzarse sobre los hombres que huían, pero estuvo a punto
de agarrar a Isaak por las trenzas.
Dante suspiró mientras los dos salían corriendo frenéticamente por la puerta. "No eres divertido."
Dijo, girándose hacia mí.
"Eres malo." gruñí.
Extendió una mano para ayudarme a levantarme y la tomé. El dolor finalmente disminuye
lejos. "Tal vez. Pero estoy seguro de que tu pareja me lo agradecerá.
Sus palabras calmaron un poco mi ira. Si Brie no estaba lista para formar una familia,
entonces el estrés del embarazo probablemente era un gran peso sobre su cabeza. Si bien
ese fue sin duda uno de los peores dolores que jamás había sentido, se acabó bastante
rápido. Sin embargo, todavía voy a recuperarlo algún día.
"Capitán", llamó una voz desde afuera. “Hay un grupo de hombres enojados
tratando de abordar el barco. Quieren hablar contigo.
“Es solo una cosa tras otra”. Murmuró y se dirigió a la cubierta. La seguí de cerca,
buscando cualquier distracción que me impidiera volver corriendo a la casa de Brie y rogarle
que me dejara probar las sugerencias del libro y mi nueva runa. Si alguna vez iba a ganarme
su confianza, al menos necesitaba darle espacio. Como terrible de un concepto que era.
Balabash avanzó primero y esperó cerca de la entrada del barco. Su tamaño intimidante
fue suficiente para mantener a la manada de hombres enojados plantados firmemente en el
muelle. Fruncieron el ceño y apretaron sus horcas y hachas, pero ninguno se atrevió a pisar
el puente para desafiarlo.
“Parecen un grupo amigable”. Yo dije.

Usha suspiró a mi lado y puso una mano en mi hombro. No tuve que darme la vuelta
para sentir la mirada ardiente que Ambrose me envió. La lamia nunca estuvo lejos del capitán.
Vigilando para asegurarse de que algún hombre desafortunado no cometiera el error de
mirarla demasiado tiempo. “Felix, tú y Holly son las únicas otras dos personas cuerdas en
este barco. Y ella está jodiendo a esa chica héroe en alguna parte. Por favor, no me dejes
perder los estribos

estos hombres."
Sintiéndome travieso, lancé un brazo alrededor de sus hombros y sonreí en dirección a
Ambrose. "Mientras evites que tu guardaespaldas me arranque las extremidades".
Ambrose era un hombre estoico y casi nunca mostraba ninguna emoción en su rostro.
Alguien que no lo conociera bien probablemente pensaría que solo había estado mirando al
vacío. Pero si estuvieras prestando atención, notarías la forma en que sus dedos se clavaban
en sus palmas o la forma en que su serpiente se enroscaba un poco más en sí misma, como
una víbora lista para atacar. Los breves indicios de ira apenas estaban allí, pero eso lo hizo
aún más divertido.

fastidiar. Y lo hice a menudo.
Ella le devolvió la mirada y puso los ojos en blanco. "Estará bien".
Tomando una respiración profunda, Usha me sacudió y puso una sonrisa amistosa.
“Señores, ¿a qué debemos el placer?”
Un hombre calvo con un hacha dando un paso adelante. ¡Dos de nuestras mujeres
desaparecieron anoche! ¡Sabemos que fueron vuestros malditos demonios quienes se los
llevaron! No nos quedaremos de brazos cruzados mientras vosotros los paganos lleváis a
nuestras mujeres por la noche para hervirlas en vuestras sopas. ¡Entrégalos ahora! Un coro
de gritos resonó detrás de él. Cada uno de los hombres agitó sus lamentables armas en el aire. lo dudaba
Sería un gran esfuerzo para incluso uno de nosotros eliminarlos a todos. Pero nosotros
estaban tratando de construir una comunidad aquí. Y no sería bueno ir a matar a los aldeanos
cada vez que uno nos lanza una horca.
"¡Eso es ridículo!" gritó Lothur. El minotauro pisoteó hasta el costado del barco y resopló. “Las
hembras son raras y preciosas. Ninguno de nosotros
¡Alguna vez lastimaría a uno!”
"¡Pero tú los tomarías!" gritó el hombre. Por eso estás aquí, ¿no? Solo hay un demonio
femenino en tu tripulación, por lo que los monstruos tienen
¡Prepárate para tomar el nuestro!
"¿Quién desapareció?" Balabash preguntó. Su rostro se volvió ceniciento mientras examinaba
los muelles. “¿Quién se ha ido? ¿Es mi rayo de sol? Un miedo frío me recorrió la espalda ante sus
palabras. ¿Podría haberse llevado a Brie después de que me fui? Pasé tanto tiempo tratando de
mantenerme alejado de ella que la dejé completamente indefensa. Las voces de los alrededores
continuaron gritándose unas a otras, pero se alejaron más y más mientras la oscuridad nublaba
mis pensamientos.
La dejé. La dejé y podría estar en peligro. Ella podría estar muerta.
Usha tomó mi mano entre las suyas y la apretó. Poniéndome a tierra de vuelta a la realidad.
Mantuvo la cabeza en alto y se dirigió al líder del grupo. Mis hombres nunca robarían a nadie.
Pero eres libre de registrar el barco conmigo.
¿Cuáles son sus nombres?"
El hombre calvo sonrió, como si hubiera ganado algún tipo de premio. “Serena
y Kitty.
Ni Brie ni Sunbeam. Gracias a las estrellas. Me volví hacia Bash, quien asintió.
Tan pronto como los hombres humanos abandonaran la nave, los revisaríamos a ambos. Fue
afortunado de que Bash hubiera encontrado a su compañero al mismo tiempo que yo. los orcos no
imprimían como hombres lobo, pero tenían cierto conocimiento sobre ellos y eran ferozmente
protectores. Algunos machos incluso eligen perseguir a una mujer como grupo para una mejor
protección.
Incluso si fuéramos especies separadas, Bash y yo nos criamos juntos después
su padre me acogió. No había nadie en el mundo con quien pudiera contar más.
Ayudaríamos a buscar a las mujeres desaparecidas y destruiríamos a cualquiera que pensara en
hacerles daño en primer lugar.
Brie y Sunbeam estaban bien.
Estaba bien.
Estoy bien.
Pero cuando los hombres registraron el barco y regresaron con las manos vacías, los
ayudamos a buscar en los muelles y no encontraron nada. Registramos las casas de Serena y Kitty
y no encontramos ningún rastro. Ni siquiera mi olfato superior podía rastrearlos en ningún lugar del
pueblo. Con cada callejón sin salida, mis nervios se frieron más.
Peor aún, una madre desesperada se había acercado al grupo de búsqueda para informarnos que
su hija también había desaparecido. Todas las mujeres estaban en sus
años veinte Todos solteros. Ido sin dejar rastro.
No estoy bien.
Un Balabash frenético se estrelló contra la puerta de la casa de Sunbeam por encima de su
barra. Estaba furiosa, pero segura. El orco la aplastó contra él, exhalando un suspiro de alivio
cuando ella le dio un manotazo en la cara. "¿Qué te pasa?" Ella chasqueó.
“Rayo de sol, mi hermoso girasol. ¡Pensé que te habían pillado en la noche! El orco rojo
parecía a punto de llorar mientras revisaba a la camarera en busca de signos de lesión. Después
de explicar los acontecimientos de la mañana. La mujer se calmó y permitió que Bash registrara su
casa en busca de signos de problemas. Lo que debería haber sido alivio solo se convirtió en más
miedo en mis entrañas. Sunbeam estaba a salvo. Pero
era brie?
Capítulo 4
queso Brie
METRO arriage era una bestia extraña. O tal vez solo era Cinnamon's
casamiento. "Amado", dijo mi amiga, con los hombros hundidos en
exasperación. “No te crece vello facial. ¿Qué se supone que debo afeitarme?
Fallon miró a su esposa desde su lugar en la entrada. Su hogar había sido actualizado
con marcos más grandes para acomodar su extrañamente alta estatura.
Pero todavía se veía como un gigante en la pintoresca casita. El humo que salía de sus brazos
me preocupó por los libros de aspecto antiguo que tenía en las manos. Lo enviaron a recuperar
cualquier libro que Cin's Ma tuviera sobre magia. Pero si no se calmaba, esa tarea se reduciría
a cenizas. “Todavía podríamos seguir los movimientos de la misma. Tu padre dijo que era un
importante ritual de unión entre él y tu madre.
Apoyó un codo en la mesa de la cocina y apoyó la barbilla en la mano.
“Papá puede dejarse barba”.
Más humo se elevó del cambiaformas dragón. “Tal vez podrías recortar su
¿cabello?" Ofrecí, desesperada por encontrar puntos en común antes de que fuera demasiado tarde.
Cin negó con la cabeza. “A un dragón no se le corta el pelo. es una señal de

fracaso."
Maldita mujer, trabaja conmigo.

“Fallon, deja los libros si estás a punto de estallar en llamas de nuevo”.
Gruñó bajo en su garganta, pero hizo lo que le indicaron. Golpeando los tres tomos grandes
sobre la mesa. Dejé escapar un suspiro de alivio cuando vi que las cubiertas encuadernadas en
cuero parecían intactas. La parte superior de la pila tenía letras azules brillantes que deletreaban
'Magia, maleficios y tú'. Fallon tomó asiento junto a su esposa, tomó el libro de arriba y comenzó
a hojearlo, sin mirarla.
Con calma, Cin tomó un sorbo de café y miró a su esposo. "No hagas pucheros".
Su tono era monótono mientras pasaba otra página. "No estoy haciendo pucheros".
"Por supuesto." Ella dijo: “Sabes, no se trata solo de afeitarse. Consideramos
cualquier forma de cuidado del cabello un ritual de unión por aquí. ¿Verdad Brie?
"Sí." Dije, agarrando el siguiente libro. Lo que fuera que pusiera fin a su extraño estado de
ánimo. 'La guía de los tontos para adivinar la fortuna' parecía bien utilizada. Sus encuadernaciones
de cuero claro estaban sueltas en las costuras, y algunos marcadores de papel asomaban por la
parte superior. La Sra. Hotpepper debe haber pasado semanas revisando cada página. La mujer
recopiló historias y cuentos de todos los rincones del mundo que pudo, y cuando no pudo
encontrar más a través de los comerciantes que viajaban por Boohail, recurrió a la adivinación.
Desesperado por arrebatar aún más historias del futuro. Sus mitos y leyendas favoritos se
pueden encontrar tatuados en su persona. En caso de que alguna vez los olvidara.
Cuando se quedó sin espacio, el padre de Cin felizmente ofreció su espalda para guardar
más historias.
"¿Quieres que te trence el cabello más tarde?" Cin preguntó.
Los hombros de Fallon se relajaron. El pliegue en su frente se desvaneció con su

respuesta. "Sí."
Cin sonrió y le dio unas palmaditas en el brazo antes de agarrar el libro restante, 'Hechicería
por diversión y ganancias'. "¿Tuvo mamá algo que decir sobre quitar las pociones de amor?"
Fallon dio la vuelta a su libro para mostrarnos la página en la que se había detenido.
“Ella mencionó que la historia de la creación de Kinnamo podría tener una referencia a una situación
similar. La leyenda dice que un hombre oso había sido víctima de una poderosa poción de amor y
persiguió a la esposa de un dragón de agua.
La esperanza floreció en mi pecho. Si este no fue el primer caso de un hechizo de amor que
salió mal, entonces tal vez había una forma más rápida de ponerle fin.
"¿Encontraron una manera de revertir el hechizo?" Yo pregunté.
"No." Se encogió de hombros. “El hombre oso termina volviéndose loco y matándola.
Luego, el dragón de agua inunda el continente en un ataque de ira. Creando el pantano que existe
hoy”.
Canela fulminó con la mirada. "Amar. Eso no está ayudando”.
Volvió el libro hacia él y escaneó las páginas. “Nunca dije que fuera una bonita historia de
creación. Hay una razón por la cual las pociones de amor y cualquier magia que se especialice en
efectos que alteren la mente están estrictamente prohibidas para nuestra especie. Los humanos
tienen una resistencia natural a la magia, por lo que los riesgos no son tan grandes para ti. Pero Brie
debería saber en qué se ha metido. Los efectos de la poción de amor solo empeorarán a medida
que pasen los días. Si él realmente está impreso además de eso, entonces no tendríamos forma de
saber qué tan mal se pondrá. El hombre podría caer muerto de un ataque al corazón debido a la
tensión”.
Mi estómago se retorció en nudos. “Pensé que ya era bastante malo cuando irrumpió en mi
casa”.
Cin y Fallon hicieron una pausa en su lectura. "¿Él qué?" Cin preguntó.
El tono de Fallon adquirió un tono helado. Uno que me hizo sentar un poco
más recto en el miedo. "¿Estás bien, te lastimó de alguna manera?"
"No", solté. “Bueno, comenzó cuando él irrumpió para llevarme a casa después de que me
desmayé en el camino a casa. Luego, en lugar de irse, hizo un montón de tareas y simplemente se
quedó a dormir. Desayunamos, pero creo que él tenía un

reacción alérgica al queso asado y salió corriendo. Pero aparte de eso, nada malo”. Omití la
parte en la que el hombre más sexy que había visto en mi vida me apoyó contra mi estantería,
mientras se lamentaba de no poder meter la lengua en mi coño. Después de todo, una chica
tenía que tener su privacidad. Jugueteé con los extremos de mis largos giros, tratando de
arrebatarme el
imágenes.
"¿Te desmayaste? ¿Estás bien ahora? Cin preguntó.
Asenti. “Algún caimán extraño me atacó, pero Félix se encargó de

él."
Cin dejó escapar un suspiro de alivio y luego compartió una mirada con su esposo. El
pareja se echó a reír. Fallon se apartó el largo cabello negro que caía frente a su rostro antes
de apretarlo a su costado. “Nunca voy a dejar

él vive eso abajo.”
"¡No puedo creer que haya comido queso voluntariamente!" Cin se rió alrededor de su taza.
"Mordiendo caimanes, el hombre debe haber estado privado el resto del día".
La irritación reemplazó los nudos de preocupación en mi estómago. ¿Era realmente tan
intimidante que no podía pedir otra cosa? “Si sabía que era alérgico al queso, ¿por qué lo
comió?”.
Fallon recuperó la compostura lo suficiente como para responder. “Podrías haber puesto un
plato de vidrio roto frente a él y él se lo habría comido para complacerte. No podrá ayudarse a
sí mismo. Hasta que se rompa la maldición, tendrás que tener cuidado con lo que le dices.
“Ustedes dos parecen terriblemente tranquilos acerca de esto. ¿No deberías preocuparte
si tu amigo podría caer muerto de un ataque al corazón, o ya sabes, MATARME? I

preguntó.
Canela se encogió de hombros. “Tengo la sensación de que va a funcionar. Félix es muy
tranquilo y parece la pareja perfecta para ti. Además, has

Siempre gravité hacia esas novelas románticas de hombres lobo. Si esto no es el destino
golpeándote en la cara, entonces no sé qué es”.
“Dejando de lado las opciones de lectura”, interrumpió Fallon, “nos hemos dado cuenta de
esto en las primeras etapas. Si estos libros no tienen la respuesta para un hechizo de eliminación,
siempre puedes ceder a las demandas de las pociones de amor hasta que el efecto desaparezca.
apagado."
"¿Qué quieres decir?" Yo pregunté.
Duermes con él. Dijo el dragón, como si fuera la cosa más obvia en la tierra. “Incluso puede
desaparecer después de eso. He visto algunos hechizos basados en condiciones. Ese cachorro
llorón que lo compró no fue de mucha ayuda en cuanto a información, así que no estoy seguro de
cuáles son los efectos completos. Todo lo que pudo decirnos es que se lo compró a un comerciante
en Doncaster.
“No puedo simplemente joderlo con la remota posibilidad de que funcione. Está bajo un
hechizo, por lo que es un consentimiento dudoso, en el mejor de los casos. La idea de eso solo me
hizo enojar aún más con Jack. Ese pedazo de mierda sabía exactamente lo que estaba haciendo,
y ahora Félix estaba pagando el precio por ello.
Mi amigo me palmeó el hombro, tratando de calmar mi aprensión.
“Tienes razón Brie, pero si fuera yo, y mis opciones fueran un ataque al corazón o sexo, elegiría el
sexo”.
"Trata de no insistir en eso por ahora". Fallon dijo, relajándose en su silla.
“Este libro tiene un capítulo completo dedicado a la eliminación de hechizos. Cuando lo tengas
solo, puedes probar cada uno de ellos. Si no funcionan, vuelve aquí y podemos planificar el
siguiente paso. Sé poco sobre magia hormonal, pero nuestro amigo Dante sí. Es mucho mayor
que yo y puede tener más perspicacia”.
"¿Solo?" la piel de gallina corrió por mis brazos. “¿No vienes conmigo? No sé nada de magia.
Fallon asintió con simpatía. "Lo sé. Pero este tipo de magia provoca una profunda
tensión emocional en la víctima. Cuando comience la extracción, Félix se desesperará y lo
más probable es que vea a cualquier otra persona en la habitación como una amenaza para
su pareja. Si arremete contra cualquiera de nosotros, pondrá más tensión en su corazón.

y podría conducir a su muerte.”
Enterré mi cabeza en mis manos. "Maldita sea." Esto fue solo una mierda
excelente.
La caminata de regreso a mi granja me dio la oportunidad de ordenar mis pensamientos.
Félix y yo éramos extraños, pero no estaba dispuesto a dejar que el hombre se derrumbara
porque le tiré un trago a la cabeza. Tampoco sería mi primera aventura de una noche. Boohail
era un gran lugar para vivir y crecer, pero era poco para los hombres. El viaje ocasional a los
pueblos vecinos por una polla diferente fue una de las pocas formas en que no te
desesperaste lo suficiente como para ensillarte hasta el hombre aburrido más cercano sin
esposa. O peor. Uno de esos chicos idiotas de Huckabee. Cada día sería una pesadilla
interminable de pescado, misoginia y malos modales. Varias mujeres en Boohail, incluida yo
misma, habíamos decidido que preferiríamos morir solas hace mucho tiempo.
Me estremecí, desterrando el pensamiento de mi cabeza centrándome en cambio en el
olor de la lluvia fresca. Con el otoño en pleno apogeo, a menudo estallaban pequeños
chubascos a lo largo del día. No es que me importara. Había algo tranquilizador en el crujido
de las hojas mojadas bajo tu bota. Calmarme era algo que iba a necesitar mucho.
Apretando el libro mágico más cerca de mi pecho, incliné la cabeza hacia atrás y dejé
que el olor me inundara. Las calabazas se alineaban en los campos al borde de la propiedad
de Cin, casi sangrando en la mía. Redondo y gordo con semillas esperando ser cocinado y
comido. Viejos robles se curvaban a lo largo de los lados del camino, formando un túnel de
maravillas incendiado por hojas rojas y anaranjadas. Él

se extendía por millas, bloqueando el sol lo suficiente con su follaje para formar estrellas danzantes
en los adoquines de abajo. Cuando éramos niños, Cin, Cherry y yo los atravesábamos tan rápido
como podíamos. Pensar que se abriría un portal para llevarnos a algún lugar mágico. Si pudiera
regresar y decirles que actualmente estaba sosteniendo un libro de magia, en mi camino para
salvar a un hombre lobo, es posible que se hayan desmayado de la emoción.
Lo que daría por volver a ser tan despreocupado. Donde todo era nuevo y emocionante, y los
tres juntos y seguros. Tal vez no era demasiado tarde. Cherry se había ido, pero el resto de
nosotros seguíamos aquí. Y el marido de Cin era un jodido dragón. No solo eso, sino que un barco
lleno de criaturas mágicas estaba actualmente atracado en nuestro puerto. La mayoría de ellos
buscaban hacer una

hogar para ellos en nuestras costas.
Tomando una respiración profunda, me recordé que la magia no solo era real, sino que
estaba justo frente a mí. Yo podría hacer esto. Podría salvar a Félix de una forma u otra. Si la
maldición se levanta y todavía piensa que soy su compañera predestinada, entonces genial.
marido libre. Con el tiempo, creo que sería alguien fácil de amar. Si no… bueno, eso podría doler
un poco. Pero tal vez me presentaría a sus amigos.

Solo ten calma.
Relájate.
No mires demasiado profundamente en el océano de sus ojos.
Con la confianza renovada, me dirigí a casa para esperarlo. Si lo que dijo era cierto, entonces
la necesidad de Félix de estar cerca de mí lo arrastraría de regreso a mi puerta muy pronto. Las
rosas amarillas se extendían contra los robles de los alrededores cerca de la entrada de mi granja.
Su loca carrera hacia el sol no dejó lugar para competidores a su paso. Casi cubriendo la placa
con el nombre de Shields que colgué con orgullo una vez que le compré la tierra en su totalidad al
Sr. Hotpepper.
Esperar.
No había rosas cubriendo mi placa de identificación. Mi nombre se había ido. En su lugar
había un letrero recién tallado ubicado entre rosas adornadas de manera ordenada. "¿Quién
diablos es Monet?"
"Lo somos, cariño".
Me di la vuelta para ver a Félix luciendo un poco peor por el desgaste. Su ropa estaba
desmenuzada y cubierta de suciedad. Las ojeras hacían que sus ojos se vieran hundidos y,
sin embargo, la misma sonrisa alegre aún iluminaba su rostro. Extendió una mano antes de
volver a guardarla en su bolsillo. "Félix... hola". Dije, siempre el

maestro de las palabras
Su sonrisa se elevó a una sonrisa completa. Cambió su peso de un lado a otro antes de
que viera su puño contraerse en su bolsillo. Me vino a la mente la imagen de un perro excitado
haciendo todo lo posible por no saltar sobre su amo. Supongo que debería estar agradecido
de que no esté en forma de hombre lobo esta vez. "Así que escucha, no te enojes". El empezó.
Pero las palabras se cortaron. Apretó los dientes y se pasó una mano por el pelo. Los
mechones rubios ondulados casi se enganchan en sus dedos. Con las fosas nasales dilatadas,
gruñó. "Perdóname."
Antes de que pudiera estremecerme, Félix me aplastó contra su pecho. Fuertes brazos
me sujetaron a él como un tornillo, como si me fuera a derretir si no me sujetaba lo
suficientemente fuerte. Me estremecí cuando enterró su nariz en mi cabello, inhalando
profundamente. Traté de inclinarme hacia atrás y apartarme, pero me detuve cuando lo sentí
temblar. "¿Estás bien?" Yo pregunté.
"En lo mas minimo." Susurró contra mi sien. “Solo déjame quedarme aquí por un rato. Me
recuperaré en un momento.
Relajándome en su agarre, cambié el libro a mi lado para que dejara de pincharme en el
estómago. "¿Paso algo?" ¿La magia estaba empeorando? El hombre parecía que no había
dormido en una semana.

No respondió por un momento, y esperé pacientemente a que su cuerpo dejara de
temblar. “Tres mujeres desaparecieron. Los hemos estado buscando todo el día, pero no
hay rastro. Cuando no te encontré en casa, pensé que podrías haberte ido también”.
"¿Qué?" Un miedo frío me atravesó. Este era un pueblo tan pequeño, ¿cómo podría
nadie darse cuenta de que tres mujeres desaparecieron?
Apretó más fuerte hasta que sentí el rápido latido de su corazón contra mi
mejilla. "No debería haberte dejado".
“Félix, estoy bien. Bueno, no puedo respirar, pero estoy bien”. Su agarre mortal
finalmente se aflojó ante mis palabras, pero mantuvo una mano en la parte baja de mi espalda.
A pesar de mi miedo a las noticias angustiosas, una pequeña parte egoísta de mí se
sintió feliz. Nunca nadie se había preocupado por mí de esta manera. Obtener placer de
su apariencia desaliñada sin duda era enfermizo y probablemente decía cosas terribles
sobre mi personaje. Sin embargo, una pequeña flor de mariposas hizo cosquillas
en mi barriga.
Pisotéalos, Brie. Pequeño pervertido.
"¿Tienes alguna idea de por qué podrían haber sido tomados?" Yo pregunté.
Sacudió la cabeza. “Todo lo que pudimos averiguar fue que no estaban casados y
tenían veinte años. Los hombres del pueblo piensan que podría haber sido una banda de
demonios itinerantes, pero yo los habría olfateado alrededor del

área."
Mujeres solteras de veinte años. Las mariposas se convirtieron en piedras cuando yo
volvió a mirar el cartel. El cartel que ya no era mi nombre.
Félix se rascó la nuca y miró hacia abajo tímidamente. “Aquí es donde necesito que
trates de no enojarte”.
"¿Qué hiciste?"
“Puede que haya… ido al juzgado y registrado como pareja casada”.
Parpadeé. "¿Cómo? No deberías poder hacer eso sin mí. ¿No es así?
ambos necesitan firmar y decir votos a un sacerdote o algo?
"Bueno, sí. Eso es lo que dijo el empleado al principio.
"¿En primer lugar?" Pregunté, sin gustarme adónde iba esto.
"En primer lugar." El asintió. “Pero con la iglesia siendo incendiada, y
ya sabes... la economía.
"Félix". Dije, la impaciencia sangrando en mi voz.
"Bueno, resulta que si apareces con garras, colmillos y tres orcos, te dejarán hacer casi
cualquier cosa". Su tono se aligeró, como alguien que encuentra una gran ganga en lana en el
mercado.
El mareo me hizo tambalear sobre mis pies. "¿Estamos casados?"
"Sí." Dijo, casi vacilante.
"Como... ¿casado, casado?"
Félix inclinó la cabeza. “¿Los humanos tienen múltiples tipos de matrimonios?”
Estoy casado. A un hombre que conocí hace nada menos que tres días. Un hombre que
asalta el juzgado con una manada de jodidos orcos alegres. "Necesito un

beber."
"Creo que sería sabio, sí". Me guió por el camino de mi (¿nuestra?) casa. Mi mente estaba
dando vueltas, solo enfocándome en poner un pie en

frente al otro. "¿Cordero?"
"¿Sí?" Yo pregunté.
"Sé que he superado con creces todo sentido de los límites, pero tengo uno
pedido."
"Disparar."
Su mirada se desvió hacia la mía, un rubor rosa claro en su rostro. “¿Puedo llevar
¿Has pasado el umbral?
Suspirando, me detuve frente a la puerta. "A la mierda, ¿por qué no?"

Capítulo 5
Félix
T Los dioses deben haber estado probándome. Si es así, estaba perdiendo terriblemente. Por qué
de lo contrario, ¿mi pareja dejaría entrar en su casa a un hombre loco?

Solo.
Después de ceder a mi deseo egoísta de cruzar el umbral en brazos para celebrar
el matrimonio que se le impuso. Luego, como si fuera una broma cruel, me proporcionó
una bata para que me pusiera después de bañarme. Una bata que ella hizo a mano.
Olía a jodido jazmín.

Y estamos solos
Me moví en mi asiento en su sala de estar, comprobando que no había regresado
antes de oler otra vez la prenda. ella no entiende esto

atrás. Ahora es mio.
"Perdón por la espera." Llamó desde la cocina. Me enderecé y dejé caer la manga.
No es que importara. Cualquier intento de no parecer un lunático trastornado se fue
por la ventana cuando ella entró en la habitación. Brie se había puesto una túnica
propia. Uno en el que lo único que lo mantenía unido era la cuerda de aspecto más
endeble que jamás había visto. El sol de la tarde se filtraba a través de los picos de las
cortinas color lavanda para bailar sobre la grácil pendiente de su cuello. Mi garganta
se secó mientras mi mirada seguía su escote,

sumergido bajo exponiendo la parte superior de sus pechos regordetes. Cogí una
almohada de un lado del sofá de dos plazas y cubrí mi verga en ascenso. No estaba
segura de cuánto cubriría mi bata, pero a juzgar por el estilo de sus anchas caderas,
no era suficiente.
Brie dejó un par de copas de vino sobre la mesa y se sentó frente a mí. Su
cálido aroma floral llenó la habitación hasta que casi pude saborearla en el aire.
Cerré los ojos por un momento, apartando a golpes la idea de estirarme sobre la
mesa y quitarle la bata. Sería más seguro si me quedara afuera. Aún estaría a salvo
de intrusos si yo durmiera en el granero y patrullara la propiedad. Estar tan cerca
hizo que mi sangre ardiera, y mi corderito claramente no tenía idea del daño que le
estaba haciendo a mi psique.
Estoy calmado. Estoy bien.
“No sé cómo va a ir esto. Así que creo que debería ser honesto”. Cogió un libro
grande de la mesa y palmeó la tapa.
"Según Fallon, necesitamos quitarte este hechizo de amor lo antes posible, o
podrías morir". Se mordió el labio y miró hacia otro lado. Una arruga de preocupación
se abrió paso en su frente. "Y si ninguno de estos hechizos de eliminación funciona...
entonces vamos a tener que tener sexo".
Phaaos Dios del amor, la lujuria y la caza, colocaré una muerte en tu altar cada
semana hasta mi último aliento. Me aclaré la garganta. La mesa tenía sólo dos pies
y medio en el mejor de los casos. No sería nada alcanzarla a través de él.
“Eso… parece un plan brillante. No tengo ninguna queja." Podemos saltar hasta el
final. ¿Por qué esperar honestamente? Esperar es estúpido. Esa cadena es.
Entonces. rompible
Brie resopló y se llevó una mano a la boca antes de reírse. “Ese es el tipo de
problema”. ella dijo: “Quiero evitar eso si es posible. Todavía no sabemos si eres tú
quien quiere eso o la poción de amor”.
Me recliné en mi silla, tratando de suavizar el entusiasmo desesperado en mi voz. “Ah,
sí, mi preciosa virtud. Te aseguro Cordero que estoy completamente

bien."
Ella levantó una ceja. "Quita la almohada".
Maldición. "Bien jugado."
“Mira, al menos tenemos que intentarlo. Si no funciona, entonces podemos hacerlo tu
forma." Brie pasó a una página marcada y pasó un dedo por el texto.
La ira me atravesó y aparté la mirada. Esto es ridículo. No soy celoso del papel. Pero
quería sus manos sobre mí. Quería saltarme su tonto libro de hechizos, tirarla sobre su
cama y finalmente aliviar este dolor que me consumía y que amenazaba con comerme
vivo. Está bien. Tal vez fue parcialmente la poción de amor tomando el control. Pero aún. A
la mierda esa página.
Brie tomó un sorbo de su bebida mientras continuaba ojeando el libro. “¿Quieres
empezar ahora o esperar hasta mañana? Parece que te vendría bien una buena noche de
descanso.
Descruzó las piernas, luego las volvió a cruzar, cambiando su derecha para estar arriba.
Fue sólo un momento, un segundo. Pero el pico más desnudo de la parte interna de su
muslo se abrió camino hacia mi creciente locura. Qué no daría por recorrer con mi lengua la
rica longitud de su piel oscura. Trail mi camino por su cuerpo

y “¿Félix?”
Negué con la cabeza. "Lo siento, amor. ¿Qué dijiste?"
Sostuvo mi mirada, sin duda preguntándose si me desplomaría en ese mismo segundo.
“¿Quieres dormir primero? Si la poción de amor no es tan mala, podemos hacer esto.
mañana."
"¿Puedo dormir contigo?" No soy más que un oportunista. La diversión brilló en sus
ojos, pero mantuvo su rostro impasible. Si no estuviera tan cautivado con cada movimiento
que hacía, Brie habría sido una excelente jugadora. Pero yo

era. Así que el cambio sutil en sus ojos no escapó a mi atención. Tampoco la punta de su
copa de vino cuando aflojó su agarre. Ella estaba pensando en eso.
Decir que sí. Por favor. Podría ser bueno para una noche. ¿Qué es una polla adolorida en
comparación con acercarme a mi pareja? Nada. Sabía que ella quería mantenerme a una
distancia emocional. Fue inteligente, considerando la droga. Pero maldición, no iba a dejarla.
Brie era mía. Su precaución era mía para aliviarla. Su cama era mía para llenar, y follar todo
lo que solo quería follar

tocarla.
"No creo que eso sea sabio". ella suspiró.
Le sonreí y levanté las manos en señal de rendición. Prometo no violarte por la noche.
Podemos poner una pared de almohadas, si eso ayuda.
Ella abrió mucho los ojos y asintió. “Oh, por supuesto, una pared de almohadas.
¡La única manera verdadera de detener a un hombre lobo! ¿Por qué no pensé en eso?”
Inclinándome hacia adelante, junté mis manos como si revelara un plan cobarde. “Somos
un equipo ahora amado. Llegamos a soluciones juntos”.
"Eres imposible." Ella dijo, riendo.
"No, solo estoy enamorado de ti". Yo dije.
Su risa se detuvo y dejó su vaso. “Correcto, remoción de hechizos
es entonces."
"¿Es realmente tan increíble?"
“Un poco”, comenzó. “Y aunque sí, una situación tipo pareja predestinada sería
hacen maravillas con mis problemas de abandono, simplemente no tengo tanta suerte”.
La rabia se enconó profundamente en mis huesos. Si el comportamiento reservado de mi
Cordero era el resultado de un amante anterior, entonces sería necesario tratar con el tonto
que fuera. “¿Quién te abandonó, cariño? Te traeré su cabeza.

“Vaya, asesino. Agradezco la oferta, pero dudo que tener la cabeza de mi padre en una
pica sea un gran cierre”. Se colocó un rizo negro suelto detrás de la oreja. Su mirada se desvió
hacia las tablas del suelo como si mirara un recuerdo lejano.
“No lo sabremos a menos que lo intentemos”. Dije, en broma.
La recompensa fue instantánea. Su nariz se arrugó antes de intentar cubrir otro resoplido
con la mano. Cerré los ojos, saboreando el sonido de su risa. Todos los días podrían ser así.
Simplemente charlando y riendo y descubriendo más el uno del otro. "¿Quieres hablarme de
él?" I
preguntó.
Me hizo señas para que me fuera, tratando de recuperar las risitas restantes. “No hay
mucho que contar. Mi familia nunca ha sido cercana. Un día, mi papá se fue a entregar
mercancías a un pueblo vecino y no regresó. En retrospectiva, probablemente deberíamos
haber sido informados por la ropa y los suministros adicionales”.
Ella se encogió de hombros. “Pero, ¿qué puedes hacer? Solo tenía cinco o seis años, así que
Ni siquiera lo recuerdo mucho.
Desesperado por mantenerla sonriendo, las palabras salieron de mi boca como vómito.
“Tal vez él no te abandonó. Es posible que se lo haya comido un caimán o algo así. Estúpido.
Por qué dirías eso? Eso es terrible.
Ella hizo una pausa. "Sabes, eso me hace sentir mejor".

Oh. OK, no importa que funcionó.
"¿Tu familia es cercana?" preguntó Brie. Mencionaste que querías diez hijos, lo siento,
pero no. dijo, abanicándose. “Diez es demasiado,

incluso si somos compañeros predestinados.
Tomé un sorbo de vino, ansiosa por averiguar el número aceptable. “Sí, el clan orco con
el que crecí era muy cercano. La mayoría de nosotros nos dispersamos durante la última
ejecución de la maldición de Myva. Pero has conocido a mi hermano, Balabash. Estoy seguro de que
nuestro hermano Yala aparecerá pronto. Siempre ha tenido la habilidad de cazarnos
si alguna vez nos separamos.

"Mmm. Sí, recuerdo Balabash. Está bastante enamorado de Sunbeam. Hacer
¿Los hombres lobo y los orcos normalmente viven juntos?
“No, soy adoptado. No sé qué pasó con mis padres biológicos.
Pero no importa El clan Monet es mi familia. cuantos hijos tienes

¿desear?" Yo pregunté.
Brie apretó su bebida contra su pecho. "No vas a dejar pasar esa pregunta,
¿verdad?" Cuando negué con la cabeza, ella continuó. "Tal vez

¿tres?"
El hecho de que había pasado de la posibilidad de cero a tres fue
prometedor. "Puedo trabajar con eso."
"Más te vale." Dijo ella, entrecerrando los ojos. "No serás tú quien los empuje".
Una mirada de sorpresa cruzó su rostro, y golpeó su vaso sobre la mesa. “Espera,
¿cómo entramos en esta conversación? ¡Se supone que debemos eliminar tu
maldición!” dijo, moviendo su dedo hacia mí.
"Deja de distraerme".
No prometo nada. Nuestros futuros hijos dependían de ello.
"Palo de golf." murmuró, volviendo su atención al enorme libro.
El libro de hechizos parecía antiguo y un poco siniestro. La mayoría de mi especie
sabía de primera mano lo peligrosa que podía ser la magia. Volsog fue un infierno
congelado la mayor parte del año. Lo último que nadie quería era empeorar las cosas
con la magia saliendo mal. A menos que nacieras con un instinto natural para ello,
como los cambiaformas zorro o los duendes, no era algo con lo que te atrevieras a meterte.
“Amado, no es que no te confíe mi vida, pero ¿sabes lo que estás haciendo?”

"En absoluto", dijo ella. “Pero Fallon dijo que era una situación de vida o muerte, así que
Hagamos un intento."
"¿No era nuestra jodida salida de esto también una opción?" El pánico se deslizó por mi
columna vertebral. No se sabía el daño que uno podía hacer con magia no probada.
Destellos de despertar, confundido y golpeado, entraron en mi mente. Ni siquiera sabía
cuánto tiempo perdí bajo la maldición de Myva. El tiempo que pasé capturado en Wandermere
estaba en blanco hasta que Cinnamon me despertó. Podrían haber sido días o semanas.
Brie se levantó y me hizo señas para que me fuera. “Follar nuestra salida es el Plan B.
Bien, lo primero es la mezcla de hierbas. Quédate quieto. Metió la mano en su bolsillo y sacó
una pequeña bolsa de cuero. Cambiando el libro para descansar sobre su cadera, Brie abrió
el cordón de la bolsa con los dientes y me lo arrojó. Aterrizó de lleno en mi pecho, arrojando
una mezcla de especias molidas por todo mi regazo. Miré el desorden, luego a ella.
Se mordió el labio y esperó. “Bueno, ¿cómo te sientes?” "…
¿sucio?"
"¡No, no, sobre mí!" Dijo ella, palmeando su pecho.
“Oh, creo que deberíamos pasar el día en un bote de remos rodeados de lirios y
caricias”. Miré afuera. Todavía quedan algunas horas de luz del día.
Podríamos empacar algunos sándwiches y hacer un picnic. Aunque si no te importa, haré el
mío sin queso.
Mi cordero enterró su cabeza en su mano. “Está bien, así que nada. Excelente."
Me sacudí la especia y le sonreí. "Quiero decir, si significa tanto para ti, comeré otro
queso asado".
Gruñendo, Brie pasó a otra página. "¡No más estómago Armagedón!" ella siseó. “La
próxima vez, solo dime cuando no te guste algo. Me sentí terrible por alimentarte con algo
que te enfermó”.
¿Estaba preocupada por mí?
“La siguiente página dice que tengo que cantar un cántico. No te rías. Ella advirtió.
Levanté mi copa. “Dame una serenata, mi dulce.” Su nariz se arrugó, haciendo que mi
corazón se hinche. Se inclinó sobre el libro, claramente tratando de ocultar la mirada avergonzada
en su rostro. Dejando a un lado la locura mágica y las consecuencias, no había nada que pudiera
haberme impedido dejarla realizar cualquier tipo de percances mágicos. Mientras ella siguiera
siendo adorable.
Mordí el interior de mi mejilla. Rechazando la risa ante los maullidos que vinieron a
continuación. Si hubiera pájaros en la zona, seguramente habrían huido por miedo al sonido. Un
hermoso cantor no era mi cordero. Bebiendo mi bebida, me relajé en el sofá de dos plazas y
aplaudí cuando finalmente terminó. “Hermoso mi amor.”
Ella pisoteó su pie y gruñó. “¡Oh, no me trates con condescendencia! Son
¿Ya no estás enamorado?
“Deberíamos agregar sillas mecedoras en el porche delantero para que podamos ver la
puesta de sol juntos todas las noches. ¿Cómo te sientes acerca del nombre Rowan?
Ese es nuestro primer hijo. Con suerte, heredará tu fuerte estómago. La mayoría de los hombres
lobo que conozco tienen problemas con los lácteos. Me imagino que los niños híbridos tendrán
una disposición más fuerte. Cachorros de queso, por así decirlo. Esto fue demasiado divertido.
Paseaba de un lado a otro, murmurando enojada para sí misma. Estúpidos libros de magia
y sus hechizos de mierda.
“Para que sepas, he recibido una runa estéril del Dragón Tormenta, Dante. Así que no
tenemos que preocuparnos por el Plan B todavía. Ya sabes, para cuando lleguemos al Plan B”.
Si mi amor fuera un dragón, estaría fumando. “No cuentes tu
pollos todavía! No he terminado.

“Por supuesto que no, querida. Lo estás haciendo genial." dije, dándole un pulgar
arriba.
Miró por encima de sus páginas para mirarme. “Te odio tanto verdad
ahora."
Me incliné hacia delante, apoyé los codos en las rodillas y le guiñé un ojo.
"Eres tan lindo cuando estás enojado".
Farfullando, Brie levantó el libro en alto. "¡Oh, podría tirarte este libro a la cabeza!"
Se me escapó una pequeña risa. “¿Ese es tu lenguaje de amor? Parece que te encanta
tirarme cosas.
Ella golpeó su mano en mi dirección. "Te estoy ignorando. Solo quédate en eso
silla y no se mueva. El siguiente parece un desastre”.
“¡Pero cariño, mi corazón!” Bromeé, agarrándome el pecho. "Moriré
sin tu amor y cariño.”
Te va a encantar mi pie en tu trasero. Ella susurró debajo de ella

aliento.
“¿Qué fue eso, Cordero?”
"¡Ignorandote!" Ella pisoteó hasta el centro de su sala de estar y plantó sus pies
firmemente. Observé mientras doblaba las rodillas y comenzaba a cantar de nuevo. Esta vez
acompañando el canto con un pequeño baile. Brie giró y saltó, cantando con todo su corazón
durante unos buenos minutos. Ella se quedó doblada y jadeando cuando el hechizo finalmente
se completó. Una expresión de esperanza cruzó su rostro mientras me miraba.
Justo cuando estaba a punto de soltar otra confesión de amor, un hormigueo me recorrió
la espalda. Extendió calor por todo mi cuerpo y me dio una extraña sensación de poder. —
Espera —dije, dejando mi vaso en la mesa.
"Creo que siento algo".

"¿En realidad?" Su rostro se iluminó. Dio un paso hacia mí, solo para perder el
equilibrio cuando la casa retumbó. Pinturas y adornos tejidos cayeron de las paredes
cuando el suelo tembló. El olor del miedo irradió de Brie mientras se tambaleaba entre
el caos.
Salté y corrí hacia ella, pero cuando extendí mi mano, enormes tentáculos negros
brotaron de las sombras de la habitación. Brie gritó cuando la rodearon y la agarraron.
Su mullida túnica lavanda se abrió cuando un tentáculo se envolvió alrededor de su
vientre, mientras otro la agarraba por la pierna.
La empujaron hacia arriba, justo fuera de su alcance, y se detuvieron por completo. "Que
diablos es esto? Ella lloró.
Estirándome de nuevo, noté que los tentáculos seguían el movimiento,
acercándola a mí. La extraña sensación de poder se hizo más fuerte.
La boca de Brie se abrió antes de que frunciera el ceño. “Hijo de un cisne
señora, ¿puedes controlarlos?
Como en respuesta, otro tentáculo subió por la rica extensión de su muslo. Se me
cortó la respiración cuando se apretó a su alrededor, hundiéndose en el suave

cojines de su piel ambarina.
Más.
Necesitaba ver más. Con el lazo de su túnica caído, el cuerpo de mi cordero estaba
en plena exhibición. Desde la exuberante extensión de sus piernas, hasta el valle de sus
pechos, hasta la tierna nuca. Tragué saliva y observé cómo un zarcillo más pequeño se
curvaba alrededor de su seno izquierdo antes de dar un golpe suave contra su pezón. El
capullo oscuro se endureció y asomó bajo el suave

ministraciones
El gruñido de frustración de Brie me sacó de mis pensamientos. "¡Excelente!" Ella
gritó. “Esto es genial. Por supuesto, jodería esto lo suficiente como para
convocar a un monstruo tentáculo. Volvió a gruñir y se retorció, luego suspiró y se quedó
inerte contra las ataduras.
Me pasé una mano por los ojos, tratando de calmarme. El latido de mi corazón latía
en mis oídos. Sin embargo, toda la sangre se dirigía firmemente al sur. Aléjate de ella.
Necesito alejarme de ella antes de hacer algo estúpido.
Ignorando cada instinto básico que tenía, me di la vuelta y me alejé un paso de Brie.
Mi pecho se sacudió, enviándome de rodillas. Los golpes se hicieron más fuertes
hasta que todo lo que pude escuchar fue el golpe feroz en mi pecho. Me desgarró por
dentro como mil agujas diminutas. Clavé mis garras en la alfombra, desesperada por
luchar contra el impulso de transformarme. Mis colmillos se alargaron y cerré la boca
antes de que pudiera ver. La forma de lobo picaba bajo mi piel, lista para liberarse. Todo
el tiempo, mi corazón martilleaba en mi pecho.
Ahogando todos los pensamientos en la cacofonía de los tambores.
Sobre el caos, el olor de Brie me llamó como un faro. Aliviar la locura con un suave
estímulo para que se acerque. Hice. Indefenso para resistir la llamada de la sirena. Mi
cordero se veía tan hermoso, incluso en su ira. Un enjambre de tentáculos mágicos
retuvo a la mujer como rehén y, sin embargo, todavía logró una mirada impasible. Como
si fuera mi culpa, el hechizo falló. Tal vez fue. Tal vez mi lujuria por ella que todo lo
consumía hizo que este sueño se hiciera realidad. Me arrastré más cerca, necesitando
enterrar mi cara en ese olor. Seguramente un gusto no vendría mal. Sólo algo pequeño,
para aliviar el dolor.
"¿Mi belleza te está provocando un paro cardíaco?" Brie preguntó sarcásticamente.
Me tomó un momento recordar cómo formar palabras. "Algo como eso." Me senté
en cuclillas y los zarcillos que la sostenían la acercaron más. Hasta que su forma
expuesta estuvo a escasos centímetros de mi cara. Tragando, dejé que mis ojos
recorrieran el calor de su piel. Descendí por el sedoso valle de los senos, las suaves
curvas de su estómago, hasta que con avidez me detuve en su coño.

Se retorció un poco bajo mi mirada hasta que el olor de su excitación me golpeó como una
bofetada. El latido frenético de mi corazón se aceleró una vez más. Sin pensar, me acerqué a
ella. "Queso Brie." Suspiré, mis manos simplemente revoloteando sobre sus caderas.
Ella estaba tan cerca. Levantarse. Levántate y sal.
Dejó escapar un suspiro y se desplomó contra las ataduras. "Está bien. Plan B
es entonces." Levanté la vista, pero ella se negó a mirarme a los ojos.
Debo haber oído mal. "¿Qué dijiste?"
Sus labios hicieron un puchero y mantuvo su mirada en cualquier lugar menos en mí.
“Puedo escuchar tu corazón latiendo como loco. Probamos con el estúpido libro de hechizos y
no funcionó. Así que también podemos ir con el Plan B”.
El instinto y la razón libraron una guerra brutal. La razón, siendo una perra astuta, sacó la
victoria de la nada. “¿Pero no quieres esto? Cordero, puedo aguantar más. No te tocaré a menos
que tú lo desees. Fue dificil. Fue horrible. Pero dejé caer mis manos de sus caderas y las cerré
en puños en mi
lados
Ella puso los ojos en blanco. “Mira, dije que no porque estoy tratando de hacer lo correcto
y no aprovecharme de ti mientras estás bajo un hechizo de amor. Pero ahora mismo, esa poción
te va a matar si no jodemos. Probamos hechizos y esperamos y todo lo que conseguimos fue
un monstruo con tentáculos colgándome frente a ti como un regalo de año nuevo. No soy una
mujer religiosa. Ni siquiera sé si algún dios es real ahora que sé que Myva era falso. Pero si lo
son, claramente están tratando de decirnos algo. En este momento, parece que nos están
diciendo que vayamos al grano. Así que sigamos con eso”.
“No, estás enojado. Claramente no quieres.
"Escucha", suspiró. “Puedo estar molesto y cachondo. Si te preocupa mi comodidad, no lo
hagas. Claro que somos extraños, pero hasta ahora has hecho todas mis tareas por mí y
aparentemente no eres ajeno al compromiso. Soy

impresionado, estoy intrigado, y estoy un poco caliente y molesto gracias a los
tentáculos. No voy a mentir, tengo al menos tres libros con exactamente el mismo
escenario. Excepto que no eres un simple cambiaformas y no me han vendido para
pagar las deudas de mi padre.

"¿Qué?"
"Félix, te doy el visto bueno". Finalmente, se encontró con mi mirada. Brie levantó
la barbilla y mantuvo la voz firme. “Pero para que quede claro, esto es estrictamente
medicinal. No he aceptado ser tu esposa. Si te sientes diferente cuando la maldición
se haya desvanecido en dos semanas, podemos obtener una anulación en el juzgado
y olvidarnos de todo esto. no tendré nada en contra
tú."
Ahí está. La línea en la arena. Quizás fue más fácil para ella hacerlo transaccional.
Una salida para proteger nuestras emociones en caso de que las cosas vayan mal.
fue inteligente Pero inaceptable. Nunca he sido bueno con las medias tintas. De una
forma u otra, encontraría mi camino hacia el corazón de mi corderito. solo la persecucion

añadido a la diversión.
Me acerqué, agarrando sus caderas antes de rozar mis labios contra su muslo.
“¿Significa esto que puedo hacer lo que quiera entonces? Con fines medicinales, de
curso."
Ella se estremeció bajo mi agarre. "Sí."
Una pequeña palabra y mi polla palpitaba dolorosamente. Sería demasiado fácil
desperdiciar esta oportunidad y simplemente empujar mi lengua por su garganta.
Comer su coño hasta que lo único que importara fuera el olor de su excitación en mi
lengua. Hundirme en su suave calor hasta que haya jodido esta feroz necesidad.
Aliento.
Si esta oportunidad iba a funcionar, entonces necesitaba ser inteligente.
“Cariño, dime qué pasó cuando vendieron a la mujer a la

Kraken. Dejé que uno de los zarcillos de sombra rozara su pezón, mientras dos más se
envolvían alrededor de sus tobillos, abriendo más sus piernas.
"¿Por qué?" susurró, inclinando la cabeza.
“Quiero cumplir cualquiera de esas fantasías mientras tengamos la oportunidad”. Mis
dedos se deslizaron más allá de sus hombros, guiando la bata por sus brazos antes de llamar
a los tentáculos para que la tiraran.
"Se supone que esto es sobre ti". ella murmuró.
Levanté su barbilla para que me mirara. “No te equivoques Lamb, esto es para mí”.
Ella jadeó cuando otro zarcillo se deslizó bruscamente contra su coño.
“Al igual que este coño mojado es para mí. Si solo se me permite tenerte hasta que
termine esta maldición, entonces voy a aprovecharlo al máximo. Quiero saber qué se necesita
para que tus uñas se claven en mi espalda. Te quiero tanto que te agaches y me enseñes ese
hermoso trasero regordete cada vez que te lo diga.
Su respiración se aceleró, y sus ojos se oscurecieron en el color de las castañas asadas.
Suave y rica, una delicia decadente reservada solo para las noches de invierno más duras.
"Puedes decírmelo ahora, o puedo adivinar". Dije, presionando mis labios contra su
garganta, luego dejé que un suave zarcillo de sombra lo envolviera. Aplicando la presión
suficiente para asegurarle que no iría a ninguna parte. "¿Te gustaría eso? ¿Tu Kraken te tomó
suave y lento? Dejé un rastro de besos lentos y deliberados por su pecho. Moviendo mi lengua
sobre su pezón, luego continué más abajo. Se estremeció debajo de mí cuando llamé a los
tentáculos para que siguieran jugando con su espléndido cuerpo. ¿O era una bestia salvaje?
Su voz tartamudeó mientras respondía. "Algo como eso."
Brie gritó cuando dos de las extremidades se envolvieron alrededor de cada uno de sus
senos y apretaron, mientras que uno más pequeño le dio una palmada ligera en el trasero. "Hizo
¿Sueña con lamerte el coño como yo lo hago?
"Yo... ¿realmente soñaste con eso?"
"Por supuesto que sí, cariño". Perseguí besos por su bajo vientre y pasé mi pulgar por su raja
húmeda hasta que ella jadeó y se sacudió, tratando de forzar el dedo. “Cualquier hombre se
arrodillaría y rogaría por la oportunidad de comer.
tú."
Ella se rió y puso los ojos en blanco. “¿Cualquier hombre bajo un hechizo de amor, quieres
decir? ¡Yo no AH!” más protestas fueron cortadas cuando empujé un dedo dentro de ella. Los
jugos húmedos de su coño se derramaron sobre mi mano, haciendo que mi
agua en la boca
El tentáculo alrededor de su cuello se apretó con más fuerza en señal de advertencia. Hizo
un ruido molesto pero se calló ante mi mirada severa. Lamb, acordamos hacer lo que me gusta,
¿recuerdas? Si digo que quiero arrodillarme y adorar a este capullo, lo haré y no lo cuestionarás.
¿Entender?" Para enfatizar mi punto, me senté sobre mis talones y dispuse que ella se extendiera
boca arriba frente a mí. Tres grandes tentáculos se envolvieron alrededor de su torso y culo para
soportar su peso. Con un movimiento de mi mano, un conjunto más pequeño de zarcillos se
abrieron paso por sus piernas antes de abrir sus labios inferiores para que yo los viera.
Oh, joder, sí. Esa pequeña flor haciendo pucheros estaba goteando.
Me incliné, inhalando su aroma, antes de dar una larga lamida por la hendidura.
Dejó escapar un pequeño grito ahogado y trató de moverse hacia adelante, pero me aparté.
“Respóndeme, Cordero.”
"Sí." dijo ella con un grito ahogado. Su voz se convierte en un gemido cuando dejo que una
extremidad presione contra su culo.
"Bien. Déjame mirarte ahora. Has sido todo en lo que puedo pensar desde
Te vi por primera vez. No he dormido desde entonces.
"¿Esperar lo? Necesita dormir."

Incapaz de dejar de tocarla, dejé que mis manos recorrieran la extensión de los muslos
alrededor de mi cabeza. —Lo haré —dije contra su delicada piel. Ambos tendremos una larga
noche de sueño después de que me haya jodido esta obsesión por ti. Mi polla palpitaba
dolorosamente cuando sentí que su vientre se tensaba. “O tal vez no será suficiente, y tendré
que mantenerte gritando hasta bien entrada la mañana. Lo tocaremos de oído. Dije,
tomándome mi tiempo para mirarla.
Bondage no era algo que hubiera probado en el pasado, pero sus méritos se hicieron
rápidamente conocidos. Con Brie completamente bajo control de esta manera, podría
extenderla de la forma que quisiera hasta que cada curva se grabara en la memoria. Ella era
toda mía. La mía para provocar, follar y dulces contratiempos mágicos se sentía tan
embriagadora. Envolvente y cálido, como entrar en una fuente termal después de haber estado
congelado hasta los huesos.
Cerré los ojos, tratando de saborear el momento el mayor tiempo posible. Luego los abrió
para ver los labios entreabiertos de Brie. Jadeó mientras me miraba entre sus piernas, sus
ojos eran piscinas fundidas de lujuria. Casi me rompió.
"Por favor. Por favor, dime si necesitas que me detenga. Ante su asentimiento, me incliné
y enterré mi lengua en su coño. Gimiendo ante el sabor de ella, luego trazó alrededor del
pequeño capullo justo encima de su entrada. En la guía que Isaak encontró,

mencionaba un manojo de nervios llamado clítoris que podía convertir a una mujer en
un desastre tonto. Cuando lo chupé, ella dejó escapar un grito estrangulado, medio lleno de
pánico, antes de clavar sus talones en mis omóplatos, empujándome más contra ella.
Tendremos que encontrar a ese comerciante y darle una generosa propina.
Como si la magia que controlaba las extremidades escuchara mis pensamientos, la
cabeza de un zarcillo más pequeño se abrió, revelando una ventosa suave. Me concentré en
las formas que formaban los zarcillos de sombra, probando la capacidad de cambiar su tamaño
y forma. Bueno, eso es jodidamente brillante.

Brie gimió y se mordió el labio. Como si todavía estuviera preocupada si estaba bien
disfrutar esto. Podía sentirla luchando por mantenerse quieta mientras su mente corría. Pero
los gemidos silenciosos se convirtieron en sollozos cuando dejé que los tentáculos se hicieran
más audaces. Uno mojando su punta en su trasero mientras otro reemplazó mi lengua en su
clítoris. No dejaré que te sientas culpable. Verás cuánto estoy disfrutando esto. "Dioses, hueles
tan jodidamente bien". ella chilló y se sacudió cuando enterré mi nariz contra sus pliegues,
lamiéndola profundamente. Ella sabía aún mejor.
Dulce y sensual, como una sirena cantando su melodía irresistible, y yo era un marinero
desafortunado, demasiado dispuesto a saltar a los brazos de la muerte.
Joder, era demasiado. Mi polla estaba a punto de llorar. Un poco de pre semen goteó de
la punta. Gruñí en ella y envolví un tentáculo alrededor de la cabeza. Obligando a alejar todos
los pensamientos de un orgasmo. Que me condenen si me corro en algún lugar que no sea
enterrado en su coño resbaladizo.
Me eché hacia atrás, recuperando el aliento. Puse una mano en su trasero, dejando que
mis dedos se hundieran en la piel suave, luego envié un tentáculo más grueso para follar su coño.
Suavemente al principio. Pero la necesidad de oírla gritar se volvió insoportable cuando vi la
forma en que se aferraba a la extremidad intrusa. Dioses, estará tan apretada alrededor de mi
polla. La idea de hundirme en ella, estirando ese calor insoportable hasta que me enterré hasta
la empuñadura. Tendría que esforzarse para poder tomar mi nudo. que estaba bien. Puedo ser
un hombre paciente.
Probablemente.
El tentáculo alrededor de mi pene se apretó y lo acarició. Imitando los deseos que estaba
demasiado embelesado para querer alejar. Observé sus ojos cerrarse, los dientes hundirse en
la carne aplomada de su labio inferior. Mi ritmo aumentó y dejé que el tentáculo en su culo
empujara más profundo, follándola con movimientos lentos y profundos mientras el zarcillo más
pequeño alrededor de su clítoris rendía su ritmo lento y comenzaba a

chuparla en serio. La boca de mi cordero se abrió en un jadeo ante sus ojos

rodó hasta la parte posterior de su cabeza.
"Félix", gritó, su cuerpo temblando.
“Dioses, sí. Llora por mí, hermosa”. Ansioso por probar más de las enseñanzas del libro,
envolví un tentáculo alrededor de su estómago, dejé que el extremo protuberante empujara
hacia abajo la parte inferior de su barriga mientras la trabajaba más rápido. Buscando ese
punto dulce justo dentro.
Se acurrucó sobre sí misma cuando sus piernas comenzaron a temblar. "Se siente tan
bien", sollozó. Brie empujó hacia atrás contra los tentáculos dentro de ella, y curvé el que
estaba en su coño ligeramente hacia arriba para golpear mejor su punto dulce. “Félix, oh
dioses, me voy a correr”.
La mirada de enojo en su rostro cuando le quité la extremidad no tenía precio.
Ella negó con la cabeza, tratando de formar palabras. "¿Yo que?"
"Relájate, solo nos estamos moviendo". Brie resopló pero no protestó cuando los zarcillos
la levantaron en posición vertical. Me acosté boca arriba y la traje para que se sentara en mi
cara. Se apoyó encima de mí, colocando su coño fuera de mi alcance. "Siéntate, amor". Pedí.
Se bajó un poco más y luego gritó cuando le di una palmada en el culo.

"Dije que te sientes".
“Soy pesada”, la regañó. “¿Te gusta sofocarte? Porque así es como te asfixias.
"Mujer, si no te sientas y te corres en mi lengua"
"Soy lo suficientemente bajo, puedes alcanzarlo" El resto de su argumento se perdió en
un mar de gritos confusos. Supongo que es difícil discutir con una ventosa contra su clítoris.
Brie soltó un torrente de maldiciones desesperadas cuando volví a introducir dos tentáculos
en su interior. Trabajando su cuerpo al límite hasta que sus rodillas temblaron y cedieron.
Agarré su trasero y la senté, dejando que mi boca se uniera a ella.

la diversión. Se meció contra mi cara, incapaz de contener su compostura por más tiempo.
"Oh", ella jadeó. "Oh, Félix, no te detengas".
Lamí su clítoris mientras mantenía un ritmo constante y alternado entre los tentáculos en su
coño y culo. Luego deseó que el que estaba trabajando su coño se ensanchara en la punta, con
protuberancias a lo largo de los lados.
Su voz estalló en un gemido quejumbroso, y aproveché la oportunidad para chupar con fuerza
la joya de su clítoris como un hombre poseído. Mi recompensa llegó en forma de clavos desafilados
clavándose en mis hombros. El pequeño coño rosado de Brie se estremeció cuando su cuerpo se
contrajo, los músculos de sus muslos se pusieron rígidos. Mi dulce cordero soltó un gemido y se
aplastó más contra mí.
Cuando las ondulantes olas de placer la golpearon, era mi nombre el que estaba en sus labios.
Una sonata impresionante que rodó en pensamientos de ella y yo, nosotros, juntos en armonía.
Dulce música bailando a través de días de alegría y tristeza, saboreando cada toque y sonrisa hasta
el día en que nos quedamos en silencio juntos. La satisfacción de una vida así me llevó al límite. Y
a pesar de mis mejores esfuerzos, me corrí duro, derramando mi orgasmo sobre su espalda. Besé
su clítoris, ignorando el matiz de arrepentimiento. Esta no sería la última vez que estaríamos juntos.
Ni siquiera cerca.
Mi cuerpo zumbaba con placer saciado y el poder del hechizo fallido comenzó a desvanecerse
del control de mi mente. Lo dejé pasar, viendo los zarcillos negros desvanecerse en la nada. Brie
se estremeció encima de mí, luego rodó para acomodarse a mi lado. Nos quedamos allí por un
momento, respirando con dificultad.
Mi mano encontró su camino hacia su mejilla, trazando la línea en forma de corazón de su
mandíbula. Sin molestarme en resistir la tentación, me puse encima de ella, besando su sien y
pasando mis dedos por los tirabuzones apretados de su cabello negro.
Ella se rió y envolvió sus brazos alrededor de mi cuello. Esta vez, no hubo desgana por su parte.
Mi cordero me atrajo hacia ella, rozando sus suaves labios sobre

la mía, antes de abrir sus piernas para que yo me instale en el medio. No pasó mucho tiempo para que
mi polla se levantara ante la invitación.
"¿Todavía está bien?" Pregunté entre besos emplumados.
Los ojos de Brie estaban encapuchados, sus largas pestañas proyectaban sombras sobre su rostro.
las mejillas. “Si no fuera así, te echaría a patadas”.
"Una cosita tan feroz". Presioné mis labios contra los de ella otra vez y empujé dentro de ella.
Gimiendo en su garganta cuando su cuerpo se estiró para acomodarme, y ella arrastró sus uñas
suavemente a lo largo de mi espalda, acariciando y acariciando mientras me hundía en ella, centímetro
a centímetro. La apreté más contra mí, disfrutando de la sensación, y moví mis caderas en embestidas
superficiales.
Un gemido vibró en su pecho y apretó sus piernas a mi alrededor.
Cuando me atrajo para besarme, pensé que podría morir. Acogiendo con beneplácito su elegante lengua
contra la mía con un entusiasmo descarado. Hizo un sonido inaudible de sorpresa cuando la base de mi
polla se hinchó dentro de ella.
Sostuve la parte posterior de su cuello y la calmé con palabras dulces y suaves.
caricias Sus ojos marrones se abrieron cuando aplasté mi polla hasta el fondo de su pozo. Se le cortó la
respiración y abrió más las piernas, tirando de mi cintura para impulsarme a seguir adelante. No podía
negarle nada.
Apoyándome en mi codo para evitar aplastarla, la follé lenta y profundamente, apretando mi polla
contra el anillo de músculos al final de su coño.
Sus pechos amortiguaron mi pecho mientras nos movíamos juntos, sin prisa por terminar. Al menos por
hoy, teníamos todo el tiempo del mundo.
Se mordió el labio cuando el nudo en la base de mi pene comenzó a hincharse. “Félix,
¿qué es eso?"
Alivié mis movimientos y pasé mis labios por su cuello. “Es un nudo,
Cordero. La mayoría de los cambiaformas los tienen. ¿Te disgusta?

Brie sacudió la cabeza y se le formó una arruga en la frente. "Me gusta... es solo". sus
ojos se abrieron, lágrimas acuosas amenazando con derramarse. "Es un poco más intenso
de lo que esperaba".
"¿Necesitas que me detenga?"
"Opuesto." sus manos se clavaron en mi espalda con una necesidad primaria. "Por favor,
muévase más rápido."
Mis ojos se abrieron y hundí mi cabeza en su hombro, gruñendo mientras obedecía su
demanda, empujando profundamente dentro de ella. Su cuerpo se estremeció con nuevos
temblores. Continuó maullando y arañando mi espalda hasta que gritó, lágrimas calientes
corrían por su rostro. Cuando su clímax la llevó, sus piernas temblaron a mi alrededor. Mostré
mis colmillos, mi propia liberación tratando de perseguir la de ella. La agarré con más fuerza,
hundiendo mi nariz en el olor de su cabello, respirando profundamente mientras mi eje latía
violentamente.
Presionó sus uñas en el tendón de mis hombros, rogándome que me corriera dentro de
ella. Mi nudo se hinchó a su tamaño completo y se volvió casi imposible quitarme. En lugar
de empujar, me metí profundamente dentro de ella, meciendo nuestros cuerpos juntos en un
ritmo frenético. Gemí y me estremecí, mi respiración silbando a través de los dientes
apretados, y me vacié por completo de nuevo. Me mecí con más fuerza, clavando mis dedos
en su cadera mientras me corría, murmurando su nombre. Cuando finalmente colapsé contra
ella, pasó su mano por mi cabello, acariciándolo lejos de mi cara. Nos di la vuelta a nuestro
lado y presioné mi frente contra la de ella. Sintiéndome contento y deshuesado mientras nos
acostábamos
en los brazos del otro.
Mi cuerpo zumbaba con placer saciado y el poder del hechizo fallido comenzó a
desvanecerse del control de mi mente. Lo dejé pasar, viendo los zarcillos negros desvanecerse
en la nada. Brie se estremeció debajo de mí. Nos quedamos allí por un momento, respirando
con dificultad.
Bajo la tenue luz del sol de la tarde, la piel de Brie brillaba con un tono casi
azulado. Iluminado por una ligera capa de sudor y satisfacción. Me recordó los
incontables días que pasé en casa viendo pintar a Ro. El orco mayor pasaba días en
su estudio, triturando gemas en pintura fresca y creando obras maestras de la nada.
Gente de todo Volsog acudía a él para pedirle retratos y murales. Cuando sus manos
se volvieron demasiado viejas y adoloridas para triturar las gemas hasta convertirlas
en polvo, contrató mis servicios.
Dijo que era el pago por dejarme perder el tiempo en su estudio. Fue un trabajo que
tomé felizmente. No importa cuánto trató de enseñarme, no tenía talento para pintar.
Pero se sintió bien ser parte de su proceso.
Una vez me dijo que la forma correcta de resaltar la luz en las personas que
pintaba era nunca elegir un solo color similar a su tono de piel. Pero en su lugar,
coloque capas de diferentes tonos de pintura una encima de la otra. Cada golpe de
un nuevo color saca algo nuevo en los anteriores. Entonces no lo entendí. Incluso
mientras lo observaba, no podía comprender cómo podía crear obras tan detalladas
a partir de colores aparentemente seleccionados al azar. Pero mirándola ahora, pude
verlo. Comenzaría con un azul lapislázuli profundo, luego pasaría a tonos de rojo y
naranja, y luego volvería a tonos más claros de azul. Mezclándolos hasta que
formaron algo magnífico de la nada.
Deseé que él todavía estuviera cerca para pintarla para mí. El azul lapislázuli
fue, con mucho, el color más difícil de hacer. Cada vez que me lo pedía, me pasaba
el día quejándome. Pero cada vez, simplemente sonreía y me decía que valía la
pena. 'No puedes escatimar si quieres algo perfecto.' Como de costumbre, tenía razón.
Algunas cosas valieron la pena el esfuerzo.
Capítulo 6
queso Brie
EN Bueno, eso no salió como estaba planeado. Félix me apretó más contra él,
retorciéndose en su sueño. Entrecerré los ojos, pero la oscuridad de la noche me
dejó casi ciega. Con cuidado, me desenredé de sus brazos y me deslicé fuera de la cama. Mis
dedos trazaron el borde de mi mesita de noche hasta que rozaron la lámpara que tenía como
guía para la merienda de medianoche. Una vez encendida, la habitación se llenó con la luz
suficiente para moverse cómodamente.
No importaba cuán tarde fuera en la noche, no había forma de que pudiera volver a
dormirme. Mi mente estaba demasiado confundida con cosas terribles, como emociones. Me
puse una sencilla camisa verde, bajé las escaleras y salí por la puerta al aire libre. La madera
fresca de mi porche contra mis pies descalzos actuó como un ancla de regreso a la realidad.
"DE ACUERDO. Entonces. Probablemente fue un error”. Le dije a la noche. Félix no era
solo un idiota diferente. Eso fue... Ni siquiera estaba seguro de qué era eso. Pero no estaba
seguro de cómo se suponía que debía funcionar en la sociedad educada después.
Tomé una respiración profunda y descansé mi mano en mi rodilla. "Mierda."
Eso fue increíble. Mi cuerpo todavía hormigueaba por los lugares que tocaba. Así que en
todas partes, básicamente. Sentí un hormigueo por todas partes, y me estaba haciendo pensar
en cosas estúpidas, como aceptar su oferta de pasar el día juntos en un

campo de flores o volver a la cama y pedirle que lo haga de nuevo. "Maldita sea,
Brie, contrólate". El porche crujió mientras paseaba a lo largo.
“Estás un poco dickmatizado. Sucede. Todavía puedes mantener la cabeza
sobre esto."
Pero mi mente era una bestia traicionera, y se inundó con imágenes de los
suaves susurros de Félix, sus suaves manos mientras me sacaban otro orgasmo
después de despertarnos en el piso de mi sala de estar. O cómo grité su nombre
mientras me tomaba inclinado sobre mi cama, con su mano en mi cabello, gruñendo
citas lascivas de Rejected Princess.
¿Cuándo lo leyó?
Normalmente, nunca dejaría que un hombre me agarrara el cabello durante el

sexo. Simplemente no valía la pena el trabajo de volver a hacer los giros en la
mañana. Pero maldita sea si Félix no hizo que el esfuerzo valiera la pena. Me
pellizqué el puente de la nariz, tratando de arrebatarme el recuerdo. No importaba.
Era solo sexo y no podía permitirme dejarme llevar por él. Todavía no tenía forma
de saber cuánto de su comportamiento estaba siendo dictado por la poción de amor.
Gruñí y caminé más rápido. Esa estúpida botella de desastre rosa estaba arruinando
toda mi vida. Cualquier cosa que hiciera Félix podría ser una completa mentira.
Sería estúpido permitirme encariñarme con alguien cuyos sentimientos podrían
evaporarse en una semana más o menos. Si terminaba con el corazón roto al final
de esto, Jack tendría un pie en la garganta.
Se me puso la piel de gallina en los brazos y me estremecí. Mi estómago estaba
hecho un nudo, retorciéndose más fuerte cada vez que intentaba enterrar las
mariposas que bailaban en la forma del hombre en mi cama. "Necesito hablar de
esto con alguien". La casa de Cin estaba cerca. Pero el pequeño mocoso acaba de
casarse, y no estaba seguro de cómo reaccionaría su esposo que escupe fuego si
lo despertaran en medio de la noche.
Maldito Cin. Casarme justo antes de tener una crisis existencial.
Kitty era la única otra amiga con la que estaba lo suficientemente cerca como para
despertarme en medio de la noche, pero ella vivía junto al océano, y eso era una hora
de caminata como mucho. Un paseo rápido si tomaba mi caballo, pero Chronic era una
bestia irritable si no conseguía su sueño reparador. Me froté las sienes con frustración.
"¿Sabes que? Voy a lo de Cin. Yo la conocí primero, y Fallon tendrá que aprender a
dormir con nuestras tonterías. Habíamos tenido fiestas de pijamas improvisadas desde
que éramos pequeñas. No había ninguna regla que dijera que teníamos que parar
ahora.
Decidido, me puse las botas y pisoteé mi camino por el camino. Tenía un hueso
para elegir con ella, de todos modos. Debería haberme advertido que estos demonios
eran de una raza diferente. No pasó mucho tiempo para que los robles sinuosos se
desvanecieran y se convirtieran en árboles de canela. El reconfortante olor especiado
alivió un poco mis nervios. Hileras e hileras de plantas de pimiento se abrían paso
entre los preciosos árboles. Actuaban como una barrera natural para la mayoría de las
alimañas, por lo que se aseguró de esparcirlas por su granja. Todavía recuerdo
esconderme entre árboles de canela mientras observábamos a un joven ciervo cometer
el grave error de probar una cayena madura de color rojo brillante. El pobre se encabritó
tan rápido que pensamos que podría romperse el cuello. No volvió después de eso.
Respiré hondo y subí la colina donde se encontraba su cabaña, pero cuando pasé
junto a su placa de identificación, una ola de color púrpura brilló en su camino hacia
arriba en forma de cúpula antes de detenerse justo encima de su casa. La extraña luz
volvió a aparecer, mostrando una enorme barrera que rodeaba la propiedad. Me di la
vuelta para ver la parte inferior de la barrera crujiendo furiosamente en el suelo.
Retrocedí, casi tropezando para evitar tocar la extraña magia. Mi espalda golpeó algo
duro, y me di la vuelta para ver

Caer sobre. El cambiaformas dragón agarró mi hombro para estabilizarme antes
cubriendo un bostezo.
Dio un parpadeo lento, como si tratara de mantenerse despierto. Brie, no esperaba
tú. ¿Hay algo mal?"
"Yo... ¿Qué es eso?" Dije, señalando el brillo que se desvanecía.
“Es una barrera de alerta. Extiende tu mano, la sintonizaré con tu energía para que no
se dispare si ingresas a la propiedad”.
Vacilante, levanté mi mano hacia él. Más rápido de lo que mis ojos podían rastrear,
pinchó la punta de mi dedo índice con una aguja. Un pequeño goteo de sangre se elevó.
Fallon tomó mi mano y la suya y la sostuvo sobre mi cabeza. Respiró hondo y luego exhaló.
Observé fascinado cómo una columna de humo púrpura y negro se elevaba desde la cúpula
invisible y absorbía la pequeña gota. El rojo de mi sangre mezclándose con el remolino de
humo ante él.

retrocedió hacia la barrera.
"Allá." suspiró, soltando mi mano. “Ahora puedes ir y venir sin activarlo”.
Me froté la muñeca. “Oh, eh. ¿Gracias?"
Él asintió y comenzó a caminar de regreso a la casa. Con su espalda vuelta, finalmente
noté los intrincados patrones de trenzas que atan hacia atrás parte de su largo cabello.
Se unieron en un nudo en espiral en la parte posterior de su cabeza, mientras que el resto
de su cabello caía libremente debajo de él. Sin duda por el trabajo de su esposa después
de su pequeño chiste sobre el afeitado. “¿Supongo que estás aquí por Cin? Lo más probable
es que ya se haya despertado. Prepararé un poco de té.
"Gracias." Murmuré, siguiéndolo detrás. Parece que no es un
durmiente gruñón. Esas son buenas noticias. "Perdón por llegar tan tarde".
"Está bien." Se encogió de hombros. “Cin me advirtió que las visitas inesperadas son
comunes aquí. Así que la magia ya se ha sintonizado con su familia, y

Ahora tu."
Canturreé y lo seguí adentro. Cin bajó las escaleras y me saludó con un gesto
cansado. Luego agarró dos botellas de vino y rápidamente se arrojó del sofá, su
largo camisón rosa flotando dramáticamente alrededor de ella, antes de aterrizar en
una caída sin gracia alrededor de sus pantorrillas. Levantó una botella y agitó su
contenido. Lo tomé con avidez y me desplomé en mi silla.
Fallon se asomó desde la cocina. “¿Entonces no hay té? Perfecto, me vuelvo a

la cama. Dijo, sin esperar una respuesta. Se retiró escaleras arriba, agachando la
cabeza para evitar que sus cuernos rasparan el techo. “Si me necesitas, no lo
hagas”. Llamó.
Cin se puso de costado, quitó el corcho de la botella de vino y lo escupió. Tomó

un largo sorbo y se sentó para mirarme. Mi amiga apoyó una mano en su mejilla,
antes de que una lenta sonrisa torcida se extendiera por su rostro. Te voló la espalda,
¿no?
Dejé escapar un suspiro irritado y descorché mi propio vino. "Debería
me has advertido. siseé.
Echó la cabeza hacia atrás y se rió. Maldita sea, cerca de rodar del sofá
en su forma. "¡Mi amor!" Gritó al techo. "¡Gané la apuesta!"
Un fuerte golpe sonó en la habitación de arriba. "¡Maldita sea!"
Hice una mueca y bebí mi bebida. "Ustedes dos son los peores".
“No puedo decirte cuán validador es ver a alguien más pasar por esto”. Cin se
frotó las manos con alegría. "Cuéntamelo todo." Ella dijo, riéndose. "¿Estuvo a la
altura de los hombres lobo en tus libros de romance?"
El calor subió a mis mejillas y miré hacia las escaleras para asegurarme de que
Fallon no había vuelto a bajar antes de responder. “Él dijo: 'Veo sus lobos de libro y
los levanto para jugar con tentáculos'”.
Los ojos de Cin se agrandaron al tamaño de platos de cena. "¡No!"
"Sí." susurré de vuelta. "Cin, estoy tratando de mantener la calma y la serenidad sobre
toda esta terrible experiencia, pero ese hombre me está haciendo" Traté de encontrar las
palabras correctas, pero en lugar de eso, simplemente moví mi brazo como si mis pensamientos
se organizaran mejor a través de manos interpretativas de jazz. . “No estoy bien, ¿de acuerdo?
Estoy alarmado.
Cin ajustó su gorro rosa a juego y se acomodó más profundamente en su asiento.
“¿Emocional, confundido, cuestionando su brújula moral y si tenía o no una en primer lugar?”
Ella preguntó.
Le apunté con mi bebida y golpeé con la mano el suave acolchado del
su asiento de amor. "Sí, eso exactamente".
Ella levantó los puños en el aire y se movió en su asiento. "Esto es genial. Estoy tan feliz
de que tú también tengas un compañero”.
La culpa alzó su fea cabeza en la boca de mi estómago. “Ese es el problema”. Comencé.
“Solo dormimos juntos porque parecía que los efectos de la poción de amor estaban a punto
de provocarle un infarto. No tengo derecho a emocionarme con un hombre que se ve obligado
a encontrarme interesante. El plan original era mantenerlo como un rapidito y terminar con
eso. Pero…"
"¿Pero?" ella siguió adelante.
Hice una mueca y miré hacia otro lado. “Um… El hombre presenta un caso convincente
para sesiones más largas. Dejémoslo así. De cualquier manera, no cambia el hecho de que
sus sentimientos podrían cambiar en un abrir y cerrar de ojos cuando esto termine. Él puede
pensar que está impreso, pero es mejor que lo mantenga a distancia mientras haya
sin garantía."
"Pero ya te gusta". Cin dijo. No era una pregunta. ella me conocía

mejor que eso.
Asenti.
Ella tarareó. "Entonces, ¿realmente te estás ahorrando problemas al seguir luchando?"
"¿Qué quieres decir?"
"Te conozco, Brie". Ella dijo: “Tienes más muros que un reino sitiado. Cada vez que aparece
un hombre que también te gusta, encuentras algo malo en él y terminas las cosas antes de que te
encariñes demasiado”.
"No, no lo hago". Rompí.
Ella levantó una ceja. "Rompiste el corazón de tu último pretendiente porque tú, oh, ¿qué
fue?" Dijo, inclinando la cabeza hacia un lado. "Oh, es cierto, porque comía tomates raro". Dijo,
fijándome con una mirada.
Escupí alrededor de mi bebida. “¿Quién se come un tomate entero con una cuchara?
¡Solo muérdelo! Esa es una razón perfectamente válida para terminar una relación”.
Ella me apuntó con un dedo, sus ojos entrecerrados. “Tienes miedo al compromiso y todos
en este lado de Kinnamo lo saben. Excepto que esta vez no puedes huir. Ya sea una impronta o
una poción de amor, Félix no aceptará tus excusas de mierda. Puedes seguir luchando contra esto
sobre la base de la jerarquía moral, pero ese barco ha zarpado. Ya han dormido juntos y por lo
que parece, él ya se ha metido debajo de su piel. Demonios, todavía existe la posibilidad de que
caiga muerto si dejaras de acostarte con él en este punto, entonces, ¿sería realmente algo tan
malo ver a dónde va esto?
La frustración burbujeó en mi garganta, haciendo que mis palabras salieran en siseos
enojados. “Y qué pasa si pierde el interés y me deja en la estacada
¿después de este?"
"Entonces te lastimas". Ella dijo simplemente. “Te lastimas. Comenzamos el atracón
ceremonial de ruptura y seguimos adelante”.
"Bueno, por supuesto que todo suena tan fácil cuando lo dices así". I
gruñó en mi vino.
Cin puso los ojos en blanco y tomó un trago de su bebida. “Solo porque sé
qué imposible estás tratando de hacer que suene en tu cabeza.
"Tal vez debería haber hecho el viaje a la casa de Kitty después de todo".
Cin hizo una pausa. "Brie, Kitty es una de las chicas que desaparecieron hoy".
Mi corazón saltó en mi garganta ante sus palabras. "¿Qué?"
Se enderezó en su silla. Supuse que Félix te lo había dicho.
“Mencionó que algunas chicas desaparecieron, pero no dijo quiénes”. Yo dije.
Escalofríos me recorrieron la espalda y mi mente comenzó a correr. Había estado tan envuelto
en mi propia mierda que ni siquiera pensé en preguntar quién había desaparecido.
"Ahora no entres en pánico todavía". Cin dijo, levantando una mano. Hace menos de un
día que se han ido. Es posible que todos se hayan escapado y no se lo hayan dicho a nadie.
Kitty, Serena y Willow siempre corren en grupo. No sería la primera vez que se van juntos.
“Pero, ¿por qué no le dirían a nadie?”
"No sé." Dijo solemnemente. “Pero mañana Fallon y yo vamos a reanudar el grupo de
búsqueda, por si acaso. Si puedes convencer a Félix para que también se una a la caza, sería
genial. Los hombres lobo son conocidos rastreadores.
Asentí y traté de encontrar consuelo en su plan. Pero mis manos temblaron
alrededor de la botella de vino. “Dijo que no pudo encontrar ningún rastro”.
Cualquier rastro en el pueblo. Ella empezó. “A primera hora de la mañana, comenzaremos
a barrer los alrededores en grupos. Fallon, Dante y yo estaremos en el aire, para que podamos
cubrir un rango más amplio. Entre eso y los grupos que buscan en el suelo, seguramente
encontraremos algo. Conociendo a mi prima, probablemente convenció a los otros dos de ir
de bar en bar en Panshaw en el último minuto. Ya sabes cómo se pone Kitty.
La miré. "¿Quisiste decir cómo se ponen los dos ?" Cin olió y tomó otro trago largo. “La
ironía de que ustedes dos sean la misma persona y, sin embargo,

odiarse unos a otros nunca pasará desapercibido para mí”.
"Sí, bueno, así es como sé que está bien". Levantó su copa e hizo un movimiento
de cabello que no funcionó tan bien con sus largos rizos atados en el sombrero.
"Nosotros los Hotpeppers somos así de duros".
La tensión se alivió de mis hombros mientras me enfocaba en tomar respiraciones
profundas para calmarme. "Sí. Estoy seguro de que están bien. Volví a mirar a mi
amiga, pero sus ojos se habían ido a algún lugar lejano. La botella en sus manos estaba
tan apretada que sus nudillos palidecieron, y mentalmente me pateé por no haberla
visto antes. La última vez que hicimos un barrido en todo el pueblo, fue para su hermana.
Los días de búsqueda se convirtieron en semanas y todavía no encontramos nada. La
búsqueda de mañana se la iba a comer viva.
Me acerqué y le apreté la mano. “Nadie te culpará si te sientas

este fuera.”
Ella sonrió y parpadeó para quitar las lágrimas que se formaban en sus ojos. Me
culparé a mí mismo si no lo hago. Además, cuantos más ojos tengamos en el cielo, mejor.
Crash y Smash no dejarán que nadie más los monte aparte de Chili y yo, y sabes que
ese cobarde no confiará en un caballo volador.
Yo no confiaría en un caballo volador. Chili siempre fue el práctico de los hermanos
Pepper. Si la muerte por una caída de mil pies lo convirtió en un cobarde, entonces
llámame gallina, ya que estaba allí firmemente en el suelo con él. Mis huesos crujieron
y explotaron cuando me levanté, los eventos del día finalmente hicieron mella en mi
mente exhausta. Te dejaré volver a dormir. lo necesitaremos

para mañana."
Asintiendo, Cin se levantó y colocó su botella en la mesa auxiliar. “¿Vas a estar
bien caminando de regreso solo? Puedo despertar a Fallon para que podamos ir contigo.
Negué con la cabeza. “Está al final de la calle. Estoy seguro de que me las arreglaré. Cin me
acompañó hasta la puerta mientras nos despedíamos. El frío de la noche fue un poco menos cortante
con la ayuda del vino en mi vientre, y lo recibí con los brazos abiertos.
—Brie —llamó Cin. Me di la vuelta para verla apoyada contra el marco de la puerta. La
preocupación en su frente se había ido, pero aún podía ver el estrés de la tensión en sus ojos. “Sé
que la situación no es la ideal. Pero Félix es buena gente”. Ella desvió la mirada pensativa. “Bueno,
cuando no está actuando como un loco.
Solo… no tengas miedo de darle una oportunidad, ¿de acuerdo?”
El hecho de que él fuera bueno era la parte con la que estaba luchando. Yo no era de los que
se encariñaban rápidamente en una relación. La mayoría de las veces, tuve que abrirme camino
hasta ser capaz de aceptar formas físicas de afecto. Pero con él, era simplemente... diferente. Y eso
fue aterrador. Era fácil imaginárselo como demasiado bueno para ser verdad con la amenaza de una
poción de amor cerniéndose sobre nosotros.
El final desgarrador parecía inevitable. Nunca antes había tenido suerte en las relaciones, así que no
veía cómo esto sería diferente. "Enfermo
intentar."
"Gracias." ella suspiró, antes de regresar adentro.
Hice mi camino de regreso por el camino, dejando que mi mente divagara. Tal vez Cin tenía
razón. No es como si tuviera la intención de dejarlo morir, así que ignorarlo no era una opción. Y Félix
era dulce... un poco loco. pero dulce
Además, la búsqueda de las mujeres desaparecidas era suficiente estrés en la mente de todos. No
había necesidad de añadir el estrés adicional de mis propias inseguridades.
El grupo de búsqueda debería tener prioridad, y tendré que seguir con mis problemas de hombre
hasta que los encontremos. No sería la primera mujer en dejar ir mis inhibiciones por una semana o
dos.
"Así es." Dije, apretando mi puño. “Las aventuras ocurren todo el tiempo. Si al final
me lastimo, recogeré los pedazos y empezaré de nuevo. Soy una mujer adulta. Yo puedo
con esto." Después de respirar profundamente el aire de la noche, tosí un olor a podrido.
Las pútridas olas de la muerte me hacían lagrimear los ojos. Algo debe haberse
acurrucado y muerto en el bosque. Aunque era extraño, no lo olí en el camino. Sea lo que
sea, debe haber estado muerto por un tiempo. Me froté la nariz con la manga y continué
por el camino. Una brisa fría me mordió los talones, levantando hojas de los adoquines
antes de alejarse frente a mí como si el viento mismo estuviera tratando de escapar.
Caminé más rápido. La inclinación y el balanceo de los viejos robles de repente se
sintieron demasiado siniestros para mi gusto.
"Ayuda." gritó una voz femenina. Un terror helado se filtró profundamente en mis
huesos ante su llamada. No miré hacia atrás para ver qué era. Había algo en su tono. Una
otredad que me tenía casi lista para mearme encima. Aparte de mí, no debería haber
nadie más fuera tan tarde en la noche. Mis únicos vecinos cercanos eran Cinnamon y
Jack. Y eso seguro como la mierda

no era la voz de Jack.
Mentalmente traté de ubicar qué tan lejos estaba la voz y cuánto tiempo podría
mantener una carrera. Mi cursi trasero amante de las papas al horno no era mucho para
correr, pero podía hacerlo en un apuro. O al menos intentarlo.
"Ayúdame." La cosa llamó de nuevo, sonando terriblemente como si no fuera de mi
incumbencia. Tragué con dificultad, levantando mi linterna más alto mientras aceleraba.
Las ramas crujían en la distancia. La voz de la criatura rodó en un tono sombrío.
madera. "Regresar."
Vete a la mierda. murmuré. El pánico hizo que se me erizaran los pelos de la nuca.
La casa estaba a menos de media milla de distancia. Solo necesitaba mantener suficiente
distancia hasta entonces.

Detrás de mí, escuché la rama de un árbol romperse y el ruidoso golpeteo de los
cascos golpeó con fuerza contra el camino de piedra. "Regresar." Volvió a gemir. El olor
rancio se hizo más fuerte, haciéndome toser.
No. No. No. Ni yo, ni esta noche, ni nunca.
Su voz de otro mundo perdió su borde femenino. Reemplazado por un gemido de
varias pesadillas en una sola. "Regresar. Regresar." Los ruidos de golpes se aceleraron,
acompañados por un chirrido agudo de piedra golpeada.

“REGRESA, REGRESA, REGRESA”.
Grité pidiendo ayuda y corrí con todo lo que podía. El golpe inquietante de sus
cascos se hizo más cercano, sin importar qué tan rápido tratara de empujarme. Parpadeé
para quitarme las lágrimas y grité por Félix. Esperando que el oído del hombre lobo fuera
lo suficientemente fuerte como para oírme tan lejos. Una sombra voló sobre mi cabeza
y aterrizó con un ruido sordo unos metros delante de mí. Me detuve rápidamente para
evitar chocar contra él. La tenue luz de la linterna parpadeó en la oscuridad, revelando
al monstruo.
Su cabeza era la del cráneo de un ciervo. Se inclinó hacia adelante, sus brillantes
ojos amarillos me miraban desde las cuencas hundidas. Cuando la luz parpadeó más
brillante, pude distinguir las ramas retorcidas que salían de la parte posterior de su cuello.
La criatura caminó hacia mí a cuatro patas, sus afiladas garras golpeando contra el
adoquín. Su cuerpo demacrado se onduló cuando inclinó la cabeza hacia un lado. Su
boca de hueso chasqueó en rápida sucesión. Fuertes tictacs antes de que la cabeza de
la criatura se moviera hacia arriba y hacia abajo como si me estudiara. Luego se levantó
sobre dos patas, los cascos de sus patas traseras chasquearon ruidosamente mientras
tropezaba para soportar el peso del monstruo. "Félix". Gritó. Félix, ayúdame.
Retrocedí presa del pánico. Continuó chillando las palabras que acabo de decir
antes, su voz aguda se alteró hasta que sonó como la mía. "¿Qué diablos eres?" Yo
pregunté.
El monstruo miró a nuestro alrededor, gritando por Félix, usando mi voz antes de
girarse para mirarme. Su mirada inquietante me arraigó en el suelo. Sacudió la cabeza
lentamente, como si se burlara de mí. "No ayuda. No Félix.
Muy bien, el insulto a la herida parecía un poco innecesario. Ya era bastante malo
que estuviera a punto de ser devorado por las piezas sueltas del sueño húmedo de un
taxidermista deprimido. No necesitaba jugar con mis emociones también.
La criatura dejó escapar una risa enfermiza y se acercó. Su hedor pútrido se desprendió
de él como una ola de armadura. Retrocedí poco a poco, mi pulso latía como tambores
de guerra en mis oídos.
La bestia se abalanzó. Sacando el aire de mis pulmones mientras caía con fuerza.
Grité y dejé caer mi linterna cuando sus garras se clavaron en mi brazo.
El vidrio se hizo añicos en el suelo, liberando la llama en un mar de hojas muertas
dispersas. Destellos de amarillo y naranja lamieron el follaje suelto hasta que la llama se
elevó lo suficiente como para tocar el costado del monstruo. Chilló y se apartó de la llama,
dio vueltas detrás de mí y alcanzó mi hombro. Rodé fuera del camino y agarré los restos
de la linterna, lanzándola tan fuerte como pude a su cráneo expuesto.
El monstruo se protegió la cara, pero su brazo se incendió. Gritos ensordecedores
estallaron cuando trató de sacudirse el fuego. Me arriesgué y eché a correr por el camino.
Las nubes bloqueaban la vista de la luz de la luna mientras corría medio ciego hacia la
oscuridad. "REGRESAR." rugió, todavía usando mi voz.
“REGRESA, REGRESA”.
"¿Por qué te escucharía?" Grité de vuelta. Una enorme figura salió de los árboles
por el camino. Intenté detenerme y darme la vuelta, pero resbalé sobre las hojas mojadas
y me estrellé contra ella. Sin pensar, arremetí. Pateando y arañando la masa de pelo. No
me muero aquí, no lo haré.

¡él!
Mis esfuerzos resultaron inútiles cuando una mano con garras me sujetó las muñecas.
Me levanté, tratando de morder sus muñecas, cuando noté que el monstruo que me tenía
cautivo ni siquiera me miraba. Sus ojos rojos se fijaron en el desorden de gritos de la bestia
venado que cargaba hacia nosotros. Cuando entrecerré los ojos, pude distinguir el color del
pelaje rubio familiar. “Oh, dulces bebés jaguares, eres

Félix.
El hombre lobo no apartó los ojos de la criatura en llamas. "Cordero, no mires". Me
movió detrás de él y dio un paso adelante. Trepé sobre mis rodillas tambaleantes y me
escondí detrás de un roble.
"ESO ES MIO." La bestia ciervo rugió. Miré alrededor desde detrás del árbol para ver
cómo se acercaba a Félix. Su brazo izquierdo todavía humeaba, pero cargó hacia adelante,
chillando y gritando a todo pulmón. "ESO ES MIO.
ES MÍO, ES M”
En retrospectiva, probablemente debería haber hecho caso a su advertencia de no
mirar. Podría admitir culpa en eso. Ver cómo su mandíbula se aplastaba contra la parte
posterior de su cráneo me iba a perseguir durante unos años, al menos. Los chillidos del
monstruo ciervo se convirtieron en gorgoteos ahogados mientras intentaba cortar a Félix con sus garras.
Pero el hombre lobo simplemente le agarró la muñeca y la devolvió. La sangre salió
disparada más allá del hueso expuesto y mi estómago se revolvió.
Observé con horror, incapaz de apartar la mirada mientras Félix desgarraba a la bestia.
No importaba lo duro que luchara la bestia ciervo, no era rival para el hombre lobo mucho
más grande. Ni siquiera fue una pelea. Simplemente mutiló la cosa miserable más allá del
reconocimiento. Desgarrando su pecho y desmenuzándolo en cintas de color rojo sangre.
Finalmente, el monstruo debajo de Félix se quedó quieto y en silencio.
Se puso de pie, sacudiéndose la sangre de las manos, antes de volverse hacia mí.
Las nubes finalmente habían liberado a la luna, y dioses, ojalá no lo hubieran hecho. En el
pálido resplandor de la noche, con el amarillo claro de su pelaje manchado de

rojo inconfundible, no se podía negar lo que era Félix. Era fácil romantizar a los hombres
lobo en las novelas de cuentos de hadas que se alineaban en mis estanterías. Pero en
persona... en persona, parecía un monstruo.
En el fondo de mi mente, la voz de Fallon seguía repitiendo el final de la historia de
la creación de Kinnamo. Había una mujer exactamente en mi misma posición antes, y
terminó muerta. Asesinado por un hombre oso que no pudo manejar los efectos de una
poción de amor.
Mis rodillas se doblaron debajo de mí. Traté de controlar mi respiración, pero el
pánico crecía con cada paso que daba hacia mí. Acerqué mis rodillas a mi pecho y
protegí mi cabeza con mis brazos. El sonido de las hojas crujiendo se hizo más cercano
hasta que sentí el calor de su cuerpo cuando se arrodilló a mi lado.
La yema áspera de su pulgar rozó suavemente mi mejilla, limpiando
lágrimas lejos “Está bien, Cordero. Ahora está muerto.
Levanté la vista hacia él, pero la vista de sus brillantes ojos rojos solo hizo que mi
crecer el miedo. "No quiero morir". Lloré.
El tono de Félix era tranquilizador. Bueno, por muy relajante que pueda ser una voz
que sale de una fila de colmillos. “No vas a morir, cariño. Estoy aquí." Trató de tomarme
en sus brazos, pero me alejé. Sus largas orejas cayeron y se alejó de mí. Se sentó un
poco más lejos y apoyó la cabeza en su mano. "Todavía tienes miedo de esta forma,
¿eh?" suspiró y cerró los ojos. “Regresaré tan pronto como pueda. En este momento
todavía estoy demasiado
enojado."
Eso dijo, pero cuando volvió a abrir los ojos, Félix estaba sonriendo. Su suave
sonrisa iluminaba sus rasgos lobunos como si no le importara nada en el mundo.
"T... no pareces enojado". olí.
Él tarareó e inclinó la cabeza. “¿Qué puedo decir, amor? Estar cerca de ti me hace
sonreír”.
Una risa estalló entre mis lágrimas. "Eso fue tan tonto".
Él sonrió más ampliamente. “Pero te hizo reír”. Félix se acercó un poco más, probando las
aguas. Cuando no me estremecí, se acomodó a mi lado en el suelo.
Cerca, pero no lo suficiente para tocar.
Quería ser lo suficientemente valiente como para cerrar la distancia. Alcancé y tomé el consuelo
que estaba tratando de darme, pero mi cuerpo no se movía. “Félix, yo
No sé si puedo hacer esto.
"¿Hacer qué, Cordero?"
Después de secarme las lágrimas, traté de evitar que mi voz tartamudeara.
"Estando contigo. Sé que no intentas asustarme, pero no puedo dejar de pensar en el oso
cambiaformas que mató a la esposa del dragón y tengo miedo de que me rompas el cuello o algo
así y…
"Vaya, más despacio". Él dijo. “¿Qué oso cambiaformas? ¿Qué ha pasado?"
Olí y conté la historia de la creación de Kinnamo lo mejor que pude. Félix se quedó inmóvil,
asimilando todo. Cuando terminé, no habló. Nos sentamos juntos por un momento. El único sonido
era el susurro de las hojas y mi estúpido sollozo.
Después de un rato, Félix enterró la cabeza y las manos y suspiró.
"Bien. No es de extrañar que estés aterrorizado.
"Sí, no es la mejor historia de la creación". Yo dije.
“Es terrible eso es lo que es”. gruñó. Su cola se movió para enroscarse a mi alrededor,
el suave pelaje haciéndome cosquillas en el tobillo. En cierto modo, era extrañamente reconfortante.
No todas las partes de él en esta forma fueron hechas para matar. Solo la mayor parte. Dejó escapar
un suspiro y miró hacia la luna. "No soy lo suficientemente fuerte para alejarme de ti, Brie".
"Lo sé." Dije, limpiándome los ojos de nuevo.

“
Me sonrió tímidamente. suficiente Al menos no me veo como si estuviera loco
para matarte, ¿verdad?
Saqué la mano de mi cara y lo miré. “Estás cubierto de

sangre."
Él se rió y miró hacia otro lado. "Tienes razón. eso fue un tonto
pregunta."
"¿Sabes qué era ese monstruo?"
Él asintió y abrió su puño para revelar un pequeño cristal azul. Latía con una luz
tenue y desvaída. “Era un demonio. La mayoría de ellos son espíritus malévolos que se
alimentan de tumbas. Pero a juzgar por la gema, este era un familiar.
La gema de poder le da vida y normalmente está escondida en algún lugar dentro del
cuerpo. Podrías cortar a un ghoul en pedazos y las malditas cosas aún no se apagarán
hasta que elimines su fuente de energía.

"¿Qué es un familiar?" Yo pregunté.
“Siervos de brujas y magos. Normalmente, es solo un espíritu débil que toma la forma
de un pequeño animal. Pero esta gema de poder me dice que nuestro frágil amigo no
comenzó como un espíritu. Este era un humano convertido en un ghoul”.
Me estremecí y miré el bulto de restos. "¿Eso puede pasar?"
El asintió. “Solo he escuchado historias de eso hecho antes. La magia requerida
normalmente sería suficiente para matar a una bruja antes de que pudiera completar el
hechizo. El ghoul estaba detrás de ti. Así que apostaría a que también tuvo algo que ver
con nuestro problema de mujeres desaparecidas”.
Mis manos temblaban al recordar la voz femenina que usó la bestia cuando trató de
llamarme. Puede haber pertenecido a una de las mujeres. "Lo hizo

¿cometelos?"
"No." El empezó. “No había nada en su estómago. Sea lo que sea que su amo quiera con ellos,
lo más probable es que quieran que los capturen vivos. Félix dijo, poniéndose de pie. Tendré que
informarle de esto a Fallon, para que pueda intentar rastrear su magia hasta el origen. ¿Quieres que
te acompañe de regreso a casa o prefieres no verme por un tiempo?
Me levanté y agarré su brazo libre. No me vas a dejar solo. Soy
viniendo también. Dije, apretando su brazo contra mi pecho.
Él bajó la mirada hacia mí. "¿Pensé que estabas demasiado asustado para estar cerca de mí?"
“Eres aterrador. Hemos establecido esto. Pero también eres capaz de matar esas cosas
fácilmente, así que me quedo contigo”. Miré hacia la oscuridad del bosque. Comprobando para ver si
saldrían más ghouls de la nada. Lo último que quería era estar solo en mi casa. Podría haber más
monstruos esperando adentro por lo que sabía.
Félix agachó la cabeza. "Veo. ¿Es eso todo lo que soy para ti, amada? ¿Un perro guardián?
bromeó.
"No." Dije, acariciando su grueso bíceps. "También eres un granjero decente".
"Palo de golf."
Capítulo 7
queso Brie
T Resulta que Fallon reserva su mal humor para los hombres. Al menos, así es
pareció cuando abrió la puerta e inmediatamente trató de prenderle fuego a Félix. Me
quedé pegado a la pared de la casa de Cin mientras observaba al hombre lobo esquivar una
furiosa ráfaga de puños en llamas. En forma de hombre lobo, Felix era mucho más grande
que Fallon, pero desde donde yo estaba, el hombre lobo parecía listo para correr por su vida.
Félix agachó la cabeza para evitar otro golpe, pero Fallon lo atrapó en el costado con
una patada y lo envió al suelo con fuerza. Félix se rió y levantó las manos en señal de
rendición. "¡Solo espera, tengo una buena razón esta vez!"
"Mierda." Fallon gruñó, antes de apuntar otra patada a su cabeza. “Si me despiertas
para otro de tus estúpidos juegos, te empujaré Gorgonzola por la garganta hasta que te
cagues el alma”.
"Yo también te amo." Félix canturreó, lo que le valió otro golpe llameante. Se las arregló
para rodar fuera del camino antes de que le chamuscara la oreja, luego saltó y se alejó del
dragón cambiaformas. Pero hablo en serio. Tenemos una buena razón para estar aquí”. Se
sacudió el polvo y se volvió hacia mí.
"¿No es así, esposa?"
“Oh, eh, sí. Esperar." Saqué la gema de mi bolsillo y la sostuve.

Cinnamon se arrastró fuera de la casa y se desplomó contra el marco de la puerta. Su
gorro rosa estaba a medio quitar, dejando que la parte salvaje de los rizos se hinchara por
un lado. Parpadeó ante los hombres que peleaban y luego volvió su mirada cansada hacia
mí. "Él acaba de llamarte esposa".
Félix sonrió ampliamente y levantó la cabeza. “¿Ella no te lo dijo? Tenemos
casado ayer.
Me estremecí y le lancé una mirada. "¡Ahora no es el momento!" siseé.
Inclinó la cabeza, adoptando un tono inocente. “Pero si no ahora, cariño,

¿cuando?"
"Sí, Brie". Canela ronroneó. El borde de su voz era prácticamente un cuchillo en mi
garganta. “El mejor amigo de veinte años, con quien acabo de hablar hace menos de una
hora. ¿Cuándo ibas a decirme que estabas casado? dijo, cruzándose de brazos.
"No es lo que parece. Simplemente amenazó al juzgado para que le diera un certificado
de matrimonio. Sabes que si tuviera una boda de verdad, serías la primera persona a la que
se lo contaría. Yo dije.
Cin chasqueó la lengua pero relajó su postura.
“Ella también tomó mi nombre”. Félix gorjeó.
Pisoteé mi pie y golpeé su dirección. "¡Podrías detenerlo!"
Fallon sacudió las llamas de sus brazos. Se desvanecieron en volutas de humo antes
de desaparecer de su camisa arruinada. “¿Los humanos normalmente toman

en los nombres de sus maridos? Le preguntó a Félix.
Él asintió, una sonrisa de suficiencia se extendió por sus fauces mientras miraba a
Fallon. “Así es como se combinan las familias aquí. La mayoría de los matrimonios humanos
no son reconocidos hasta que se registran en el juzgado y la pareja decide qué nombre
tomar. Si no, entonces solo se considera vivir juntos, y la mujer todavía está técnicamente
soltera”.
La boca de Dragon Shifter se abrió en estado de shock y se volvió hacia Cin.
Ella no se molestó en mirarlo. Cin mantuvo su mirada fijamente dirigida hacia mí y levantó
una mano hacia Fallon. “No empieces conmigo ahora mismo. Me han traicionado.
Esto se estaba saliendo de control. “Yo no te traicioné. no lo mencione
porque... bueno, se me olvidaba. Han sido unos días largos.
Félix se llevó las manos a las mejillas con fingido horror. “Mi amor, ¿cómo pudiste?”
El calor inundó mi rostro, y golpeé mi mano contra la barandilla del porche de Cin. “Yo
personalmente le daré a Fallon una rueda entera de queso. Sigue probándome. Abrió la boca,
pero la cerró de golpe cuando lo golpeé de nuevo.
Me pellizqué el puente de la nariz y dejé escapar un suspiro. "Cristal." gruñí.
"Fui atacado por un ghoul y Félix sacó este cristal de su cofre". La pequeña gema parpadeó
cuando la acerqué para mostrársela a Fallon. Dijo que podrías usarlo para encontrar a las
mujeres desaparecidas.
Fallon echó un vistazo a la gema y asintió, luego le dio a Félix una mirada rápida.
patada a un lado. “La próxima vez comienza con eso”. él dijo.
El hombre lobo se rió y se puso de pie. “Eres tan malo sin
tu hermoso sueño.”
Fallon me quitó la gema y la inspeccionó más de cerca. Un humo negro salió de sus manos
para rodearlo. Girando alrededor del cristal hasta que se tragó todo el azul. Después de un
momento, el humo se desvaneció y dejó

una maldición.
"¿Qué pasa, cariño?" Cin preguntó.
Su ceño se arrugó mientras continuaba girando la gema en su mano. “La maldita cosa está
protegida como una fortaleza. Quienquiera que haya hecho esto

sabía exactamente lo que estaban haciendo. Me tomará algunos días al menos forzar mi camino
alrededor de eso.
"Pero puedes, ¿verdad?" Yo pregunté. "Si ese ghoul realmente se llevó a Kitty y a los demás,
es posible que no tengamos unos días".
"Puedo. Pero a juzgar por la fuerza y el tiempo invertido en esta joya, diría que quienquiera
que esté haciendo esto no solo busca arrebatar a algunas mujeres para matarlas por diversión”.
Dijo, moviéndose para sentarse en los escalones del porche. "Si tienen suerte, se mantendrán vivos
para usarlos como fuente de energía".
"¿Cómo es que un grupo de mujeres es una fuente de poder?" Cin preguntó. “No creo
cualquiera en Boohail practica magia.
“No son ellos específicamente. Cada ser humano tiene grandes reservas mágicas naturales.
La mayoría de las criaturas están sujetas a cierto tipo de magia. Para los cambiaformas zorro es la
naturaleza, para los dragones se basa en elementos. Con el entrenamiento adecuado, es posible
que puedas hacer algunos hechizos fuera de tu tipo de magia base, pero es increíblemente difícil.
La única razón por la que puedo es porque absorbí la magia de Myva. Pero los humanos no tienen
esa restricción. Tu magia puede hacer una amplia gama de hechizos porque no tienes ningún tipo
de magia. La única advertencia es que la mayoría de los humanos no pueden aprovecharlo. Dicho
esto, es demasiado fácil para una bruja ambiciosa usar a los humanos como forraje para hechizos
más poderosos”.
"Dices eso como si hubiera sucedido antes". Cin dijo.
"Tiene." Respondió. "Solías llamarla Diosa".
"¿Myva estaba tomando nuestra magia?" Cin preguntó.
Suspiró y se pasó una mano por el pelo. “Probablemente ni siquiera te diste cuenta de lo que
estaba pasando. Con tantos humanos entrando y saliendo de sus templos dejando ofrendas y
oraciones, ella pudo sorber tus reservas mágicas sin que nadie se sintiera diferente. La mandíbula
de Fallon se apretó mientras

Lanzó más humo negro sobre la gema. “Esto es profundamente preocupante.
Cualquier hechizo que estén tratando de lanzar no puede ser bueno.
"¿Qué hacemos?" preguntó Félix.
El cambiaformas dragón se guardó la gema en el bolsillo y se levantó. “¿Algún hombre ha sido
tomado que sepamos?”
Félix negó con la cabeza. “La última vez que revisé, eran solo las tres mujeres”.
"¿Importa si solo están tomando mujeres?" Yo pregunté.
"Posiblemente. Podría ser que nuestro secuestrador tenga un tipo. De cualquier forma,
tendremos que imponer un toque de queda en todo el pueblo. Los necrófagos son débiles a la luz
del sol, por lo que es poco probable que atrapen a alguien a la luz del día. Se volvió hacia su esposa.
“Conejo, envía una paloma a tantas casas como puedas, instruyendo a las mujeres para que no
salgan de noche. Luego envía uno al barco y dile a Usha que haga que los hombres organicen una
patrulla nocturna alrededor del pueblo.
Cinnamon tiró nerviosamente de un hilo suelto de su manga. “¿Qué pasa con el grupo de
búsqueda? No podemos simplemente olvidarnos de las mujeres que han tomado”.
Puso una mano en su hombro y apretó. No lo somos, te lo prometo.
Pero no tiene sentido enviar a luchadores valiosos a una persecución inútil si puedo averiguar su
ubicación usando la gema. Tan pronto como rompa sus barreras de protección, podemos atacar
con toda su fuerza.
Me moví sobre mis pies, la preocupación revolviéndose en mi estómago. “¿El secuestrador es
realmente tan peligroso? Quiero decir, eres un dragón. No pueden representar una gran amenaza.
A usted."
Su expresión no me tranquilizó mucho. “Si estuviéramos lidiando con algún tipo de demonio o
monstruo, entonces no me preocuparía. Pero en este momento, no sabemos a qué tipo de amenaza
mágica nos enfrentamos. Quedarse ciego podría significar un desastre para todos los involucrados”.
"Oh." Miré hacia abajo a mis pies, tratando de luchar contra el creciente pánico.
"Correcto, eso tiene sentido". Si un jodido dragón estaba preocupado por lo que sea que
fuera esta cosa, ¿qué posibilidades teníamos los demás?
Félix vino a mi lado y apoyó una enorme mano con garras en la parte baja de mi
espalda. “Solo estamos siendo cautelosos, Lamb. Quienquiera que esté haciendo esto no
tendrá ninguna posibilidad una vez que los saquemos de su agujero. Entonces alto, moreno y
enojado se hará cargo de ellos fácilmente. ¿No es así, Fallon? Preguntó.
El comportamiento del cambiaformas dragón cambió a una ira vagamente oculta. El
oro se arremolinaba en sus ojos oscuros y chispas azules y negras bailaban en el humo
que le lamía los tobillos. “Cualquier cretino que haya estado cazando furtivamente en mi
territorio deseará simplemente haberse arrojado a un pozo de púas. Una vez que mis
humanos estén fuera del camino, borraré toda la línea familiar del perpetrador.
de la existencia.”
Un escalofrío helado me recorrió la espalda ante sus palabras. "¿Sus humanos?" I
susurró a Félix.
Se agachó, el suave pelaje de su rostro rozó mi sien cuando respondió. “Es una cosa
del dragón. Cualquier cosa en Boohail se considera parte de

su tesoro.”
Miré a Cin, pero mi amiga parecía completamente desconcertada por el
comportamiento de Fallon. En cambio, se puso un par de sandalias y se dirigió a su golpe
de paloma sin decir una palabra. Hizo una pausa y se volvió hacia mí. "¿Queso Brie? Él
no está bromeando. No salgas por la noche a menos que sea necesario. Sé cuánto amas
tus paseos nocturnos.
“Como si fuera a salir de noche otra vez después de lidiar con ese ciervo loco”. Yo
dije.
Ella sonrió y asintió. "Bien." Con eso, se dio la vuelta y corrió hacia el
cooperativa.
Félix me palmeó la espalda. "Dejemos a Fallon con su trabajo, amor".
Asentí y me giré para despedirme, pero Fallon se había envuelto en una cortina de humo. La
masa arremolinada se hizo más grande y se derramó de la cubierta sobre la hierba. De repente, el
sudario se disparó, formando un enorme dragón negro. Su largo cuerpo se entrelazó alrededor de
campos de especias, soplando polvo con olor a canela hasta que se enroscó en sí mismo. Manos
con garras se levantaron frente a él, y su magia oscura levantó el pequeño cristal. Frunció el ceño y
los largos bigotes negros de su hocico se balancearon detrás de su cabeza en un patrón suave y
rítmico.
Demasiado aturdido para moverse, Félix me guió escaleras abajo e hicimos nuestro
camino hacia casa. "¿Estás bien, Cordero?" preguntó.
Negué con la cabeza y traté de ordenar mis pensamientos. “¿Podemos volver a lo de 'sus
humanos'? ¿Se supone que debemos pagarle impuestos o algo así? Ese fue un cobrador de deudas
que nunca quise cruzar.
Félix soltó una carcajada. "No. Los dragones son solo un lote posesivo. Creo que nunca vi al
dragón de piedra que gobernaba mi tierra natal. Pero si alguna vez había un cretino gigante
alborotado u otra amenaza externa, generalmente estaba muerto antes de que cualquiera de nosotros
tuviera que lidiar con él. Algunos señores dragones están más involucrados que otros, pero la
mayoría simplemente se ocupará de sus asuntos hasta que algo que consideren una amenaza se
meta en su territorio”.
Se me formó un nudo en la garganta. "¿Son... son comunes los Kraken arrasadores?"
Él tarareó e inclinó su mano de un lado a otro. "Ocasionalmente. OMS
sabe qué desencadena esos calamares demasiado grandes.
Excelente. Impresionante. Primero demonios necrófagos, un secuestrador loco y ahora Kraken.
Maravilloso, solo trae a todos los asesinos mágicos. ¿Por qué carajo no? Mantuve mi enfoque en el
camino frente a mí, solo tratando de poner un pie delante del otro. Tan absorto en mi misión de no
tropezar con mis propios pies; I

Ni siquiera me di cuenta cuando Félix se detuvo en la puerta de mi casa. Mi frente se
estrelló contra la madera dura, finalmente sacándome de mi estupor.
Félix se tapó el hocico, tratando de ocultar su risa. “Normalmente tenemos
abrir las puertas primero, cariño.
Mi cara se calentó, y mis manos buscaron a tientas alrededor del pomo de la puerta.
"Lo sabía." Gruñí, abriendo la puerta.
"Por supuesto." Él dijo. “Te veré en la mañana. Intenta dormir algo."
La ansiedad me puso los nervios de punta cuando se dio la vuelta para irse. le arrebaté
brazo y lo sostuvo con fuerza. "¿Espera, a dónde vas?"
El hombre lobo sonrió y palmeó la mano que lo sostenía como rehén. “Solo voy a
lavarme y dormir en el granero. Podré escucharte si algo choca en la noche.
“Bueno, ¿y si lo que sea que esté chocando ya me ha matado para cuando
¿Vienes aquí? Mi voz chilló, pero estaba demasiado asustado para preocuparme.
Levantó una ceja hacia mí. "Sabes que nada me gustaría más que dormir
contigo si de repente me has perdido el miedo.
Las palabras de Félix me hicieron detenerme. La criatura ciervo era más que aterradora,
pero él fue quien la hizo trizas como si no fuera nada. Mi intestino se retorció en nudos y
comencé a sudar. Todavía no parecía un completo loco, pero era posible que el oso
cambiaformas no se perdiera de inmediato,

cualquiera.
Ante mi vacilación, me dio un apretón reconfortante en la mano y se dio la vuelta para
irse. Antes de que pudiera bajar los escalones del frente del porche, corrí frente a él y
extendí mis brazos, bloqueando su camino. “¡Eel sofá!” tartamudeé. El gran cuerpo de
Félix se elevaba sobre mí. Las afiladas dagas de sus colmillos asomaron por la parte
superior de su hocico y los inquietantes ojos rojos de un depredador.

era un poco más que intimidante. Podría destriparme como un pez si así lo quisiera. Sin embargo,
sus manos fueron suaves cuando me guió a casa. Incluso ahora, con toda mi indecisión, el hombre
lobo estaba esperando pacientemente a que le dijera lo que quería. Cinnamon dijo que era buena
gente. Confié en ella más que en nadie. Y si estaba siendo completamente honesto, tenía mucho
más miedo de que apareciera otro ghoul que él. Tan tonto como eso podría haber sido.
Mis rodillas temblaban cuando traté de mirarlo a los ojos, pero hice lo mejor que pude para
dominar mi nerviosismo. “¿Puedes dormir en el sofá? En forma humana,
Quiero decir."
Inclinó la cabeza hacia un lado y me miró por un momento. "Tú serás
¿Está bien conmigo tan cerca?
"¿Probablemente?" Me encogí de hombros. “Aún no me has hecho daño, pero un ghoul ya lo
ha hecho. No voy a mentir y decir que no te tengo miedo, pero creo que me sentiría más seguro si
estuvieras más cerca.
Un sonido sordo golpeó contra la barandilla del porche, pero estaba demasiado oscuro para
ver qué era. "Está bien", dijo.
"¿Estás moviendo la cola?" Yo pregunté.
"No." Los golpes se detuvieron.
Él es extrañamente adorable para un monstruo. Dejé escapar un suspiro de alivio y junté mis
manos. "Genial, te conseguiré algunas mantas". Hice mi camino de regreso adentro, luego me
detuve cuando noté que no me estaba siguiendo. En cambio, Félix se adentró más en la noche
oscura. “Espera, ¿dónde estás?
¿yendo?"
Se dio la vuelta y levantó las manos. “Todavía estoy sucio, ¿recuerdas?
Algo me dice que no apreciaría la sangre en su bonita tapicería.

Mis dedos apretaron el marco de la puerta con fuerza. Miré hacia atrás en mi casa
completamente negra, medio esperando que apareciera alguna monstruosidad tan pronto
como él se alejara lo suficiente. "Correcto. Hazlo rápido, ¿de acuerdo? Yo pregunté. La
cantidad de miedo en mi voz era vergonzosa. Pero el orgullo podría irse a la mierda en
comparación con los monstruos en la oscuridad.
Félix sonrió, el blanco de sus colmillos destacando contra la oscuridad.
"Cualquier cosa por ti, Cordero".
Con eso, me puse a trabajar preparando el sofá para una buena noche de descanso.
Bueno, después de golpearme el dedo del pie un par de veces, buscando a tientas tratando
de encontrar mi linterna extra. La noche estaba sobrevalorada. Sacudí las mantas de repuesto
y estornudé cuando se levantó una fina capa de polvo. Debe haber pasado más tiempo de lo
que pensaba desde la última vez que tuve compañía para pasar la noche. Descargué mi
frustración en las motas de polvo intrusas y coloqué la cama improvisada. Una vez que las
almohadas estuvieron lo suficientemente esponjadas y el incienso de lavanda fue reemplazado
por una varilla nueva, di un paso atrás y apoyé una mano en mi cadera. Esto lo hara.
El hecho de que sea un cobarde no significa que tenga que ser un mal anfitrión.
El certificado de matrimonio que estaba sobre la mesa de café me llamó la atención. Mi
nombre fue garabateado apresuradamente junto al de Félix. Lo más probable es que lo haya
hecho el empleado aterrorizado que logró enredar en sus travesuras. ¿Todavía se considera
anfitrión si él es una especie de mi esposo?
Mis cavilaciones fueron interrumpidas por el sonido de la puerta principal abriéndose.
Me volví para saludar a mi tipo de esposo, solo para protegerme los ojos de su desnudez.
“¡Queso y arroz, cúbrete!” exigí. Podía sentir la mirada engreída del hombre sin siquiera
verlo. Pero eché un vistazo a través de mis dedos. Solo soy humano.
"Eso no era lo que estabas diciendo hace unas horas, amor". Se movió por la habitación
y tomó una manta del sofá de dos plazas y la envolvió

alrededor de su cintura.
"Los tiempos cambian." Dije, dejando caer mis manos.
Se acomodó en el nido de mantas y palmeó el espacio a su lado. "¿Te gustaría unirte a
mí ahora, o debo esperar hasta que sin duda escuches algo corriendo afuera?"
Le entrecerré los ojos y me crucé de brazos. Estoy seguro de que me las arreglaré bien
en mi propia cama.
“Por supuesto, Cordero. Estoy seguro de que nada ha logrado esconderse arriba.
todavía. Estarás bien."
Una punzada de miedo me recorrió la espalda y miré hacia la escalera.
"¿Qué? ¿Por qué dirías eso?"
Su voz adquirió un tono inocente. "Dije que estarás bien". Puso sus manos detrás de su
cabeza y cerró los ojos. “Bueno, buenas noches, cariño.
Saluda al Hombre Hambriento de mi parte.
"Buen intento, idiota". Dije, tirando una almohada a su cabeza. “Cin me lo contó todo
sobre tu Hombre Hambriento y no funcionará conmigo.
"Lástima." Él suspiró.
Levanté la barbilla y agarré la linterna de la mesa. Su tenue luz parpadeó contra los
objetos de la habitación, proyectando sombras siniestras que me negué a reconocer. Con
tanta falsa confianza como pude reunir, me dirigí arriba a la cama.

Capítulo 8
Félix
Y Una oscuridad sin fin me rodeaba por todos lados. Extendí mis brazos,
tratando de encontrar algo que tocar. Pero no habia nada alli. Nunca lo hubo. Sin
sonido. Sin olor. Sin luz. No es nada. Traté de gritar, desesperada por escuchar el sonido
de mi propia voz, pero tampoco funcionó. No importaba cuánto peleara; el resultado
siempre fue nada.
No supe cuánto tiempo estuve flotando en el abismo, pero se sintió como una
eternidad. Centrando toda mi atención en mis oídos, traté de escuchar cualquier sonido.
Cualquier rasguño o llamada que me alejara de este miserable

oscuridad.
No era la primera vez que estaba atrapado en la oscuridad. Eso lo sabía. Pero por mi
vida, no podía recordar cómo salí la última vez. Creo que había un olor. Maldita sea, ¿qué
fue? Fuera lo que fuera, no había rastro

de eso aquí.
Frustrado y asustado, arremetí contra la nada. Odio esto.
Alguien por favor sácame. No recuerdo cómo salir. Mis labios se movieron, pero no salió
ningún sonido.
¿Félix?
Mis ojos se abrieron de golpe. La habitación estaba en penumbra, pero pude distinguir
las familiares cortinas de color lavanda. Adornos de ganchillo colgaban de las paredes en
delicados diseños en colores pastel. Tomé una respiración profunda, inhalando el fresco floral
incienso.
“Félix, ¿estás bien? Te oí gritar. Me giré para ver a Brie parada al pie de los escalones.
Estaba acurrucada en una manta absurdamente esponjosa y sostenía su linterna en alto
frente a ella. Su largo cabello negro estaba cuidadosamente escondido debajo de un gorro
azul y corderos danzantes una vez más se alineaban en la parte inferior de su camisón.
El alivio me inundó. Estoy fuera. Así es. Me había liberado de la maldición de Myva por
más de un año. La falsa diosa estaba muerta y yo estaba en casa de mi pareja. Me froté los
ojos cansados y traté de disminuir mi respiración errática. “Fue solo un mal sueño. Siento
haberte despertado.
"Bueno, al menos ya estás despierto". Parecía un poco sin aliento y corrió hacia mí.
Sus pies descalzos pisaron el suelo de madera antes de dejar la lámpara sobre la mesa y
sumergirse en el sofá. Ella pateó mis mantas, luego se acurrucó a mi lado, colocando su
propia manta enorme encima. La suave seda de su gorro rozó mi barbilla mientras envolvía
sus brazos alrededor de mi torso. "Está bien, entonces tenías razón, pero no seas un idiota
él."
Como si fuera a hacer cualquier cosa para poner en peligro su mantener sus manos
sobre mí. Envolví un brazo alrededor de ella y enterré mi nariz en su olor. Dejar que el olor
reconfortante ahuyente los últimos restos de mi prisión maldita. "¿En qué tenía razón?" Yo
pregunté.
“Escuché un ruido afuera y no pude dormir”. Me confió, las palabras medio murmuradas
en mi pecho.
“Vives en una granja, cariño. Vas a escuchar ruidos por el resto de tu vida”. Mi respuesta
ganó un ligero golpe. Contuve una risa y la abracé más fuerte.
Mi corderito normalmente reservado lanzó una pierna alrededor de la mía y me acercó
más. No fue difícil adivinar por qué. La pobre estaba claramente todavía conmocionada
desde antes. "Estarás bien. Te tengo." susurré, rastreando

pequeños círculos en su hombro.
"¿Te quedarás despierto conmigo?" Ella preguntó. “Solo hasta que amanezca. Aquellos
A las cosas no les gusta el sol, ¿verdad?
"Por su puesto que lo hare." Mi mano se deslizó en la suya, aprovechando la oportunidad
para entrelazar nuestros dedos. “Se quemarán si se exponen al sol. La mañana también
llegará pronto. No tienes nada de qué preocuparte.
Ella apretó mi mano con fuerza y asintió. “¿Qué estabas soñando

¿acerca de?"
"Nada."
"Está bien. No tienes que decírmelo. Ella suspiró.
“No”, comencé. “Quiero decir que soñé con nada. Es lo que experimenté cuando estaba
bajo la maldición de Myva. Es un poco difícil de explicar, pero fue como estar atrapado en un
pozo de oscuridad”.
Ella no respondió por un momento, luego me dio otro apretón en la mano.
"Lo lamento. Eso suena realmente aterrador”.

"Fue." Admití. "Pero ya se acabo."
Los hombros de Brie se tensaron bajo mis dedos. “Y ahora te tengo
atrapado en otra maldición.
"Está bien." Deslicé mi mano por las curvas de su cuerpo, luego agarré
su culo “Este viene con beneficios”.
El sonido de sus risitas resonó en el aire de la mañana. Mierda. era de mañana Tonos rojos y
anaranjados delatores se asomaron a través de la ladera más allá de la granja de Brie. Todavía era
muy temprano para notar la salida del sol a menos que mirara directamente por la ventana, pero
solo tenía unos minutos como máximo antes de que esa maldita luz iluminara la habitación. Fue
infantil de mi parte, pero tiré más de las mantas sobre su cabeza. Cualquier cosa para hacer que el
momento dure un poco más. Cuando terminara, Brie recordaría tener cuidado conmigo. Ella se
alejará y yo estaré atrapado esperando hasta la próxima vez que baje la guardia. Pero por un
momento, tuve un poco menos de miedo que los ruidos de afuera.
Por un momento, ella fue mía.
Brie frotó su mejilla contra mi pecho y me abrazó con más fuerza. "Voy
estar tan enojado si no soy tu compañero predestinado.
Mi corazón se detuvo. "¿Qué?"
Se tapó más los ojos con la manta, sin duda tratando de ocultar su rostro de mí. “Yo solo…
Realmente disfruto tenerte cerca. Parece raro y rápido desarrollar sentimientos por ti tan pronto.
Pero lo hice. A pesar de que tu forma de lobo a veces me asusta como la mierda, no creo que quiera
que esto termine.
"No lo hará". Yo dije. Una oleada feroz de posesividad golpeó profundamente mis huesos.
Nadie me quitaría esto. Ni la magia, ni el sol, ni siquiera la ausencia de una huella. Brie era mi
esposa.
Su voz se quebró mientras hablaba. "¿Cómo lo sabes?"
Cerré los ojos y me tambaleé ante la repentina urgencia de construir una fortaleza alrededor de
la casa de mi cordero. "Si descubrimos que no me imprimí cuando el efecto de la poción haya
desaparecido, simplemente la beberé de nuevo".
Brie se movió contra mí, sacando la cabeza de debajo de las sábanas para mirarme a los ojos.
Presa del pánico, miré por la ventana para ver que el sol continuaba con su acento infernal en el
cielo. Sin pensarlo, la moví a

se acuesta encima de mí y nos cubre con las mantas. Ella gritó ante el movimiento
repentino, luego se estabilizó. "No vas a beber más de la poción de amor". Su voz era
severa, como si estuviera regañando a un niño pequeño petulante.
Beberé un barril entero de pociones de amor si eso significa que te quedas conmigo.
Sonreí, tomé sus caderas y la apreté contra mi polla. "Justo como esto".
Sus labios se curvaron, y me dio otro ligero golpe en el hombro. "Estoy siendo serio."
La abracé con más fuerza, la necesidad de mantenerla cerca de mí era casi
abrumadora. “Como yo. Lamb, si crees que te dejaré ir después de esto, no debes haber
prestado mucha atención a todos esos romances de hombres lobo que llenan tus
estantes. Somos muy persistentes”.
Ella me sonrió y tomó mi rostro entre sus manos. Me incliné hacia el suave toque,
tratando de memorizar el gesto. "Te mereces algo mejor que una poción de amor
defectuosa". Ella susurró.
no me importaba Lo que merecía era irrelevante. Lo que quería estaba justo aquí.
Sonriéndome como si no tuviera mi mundo en sus manos. "Dime que te quedarás". exigí.
Su sonrisa vaciló, la preocupación y la indecisión se filtraron en los grandes ojos
marrones que había llegado a amar tanto. “Félix”
"No." Dije, deteniendo cualquier excusa que estuviera a punto de dar. Agarré
suavemente la parte posterior de su cuello, pasando mi pulgar por el costado. Sus ojos
se cerraron, sus labios se abrieron con un suspiro. “Miénteme si tienes que hacerlo.
Sólo dime que te quedarás cuando esto termine.
Frunció el ceño y se mordió el labio. Esperé a que sus ojos se abrieran de nuevo,
apenas respirando. Cuando lo hicieron, la preocupación seguía ahí, acompañada de
lágrimas no derramadas. "DE ACUERDO." ella susurró, "Me quedaré".

Tiré de ella hacia abajo y la besé con fuerza. Dejar que la desesperación y la
posesividad que sentía se liberaran. Mordí su labio inferior y ella me dejó entrar.
Sin perder tiempo en pasar su lengua por la mía en un baile de promesas necesitadas.
Aproveché su sumisión y la arrastré aún más.
Moldeando su cuerpo contra el mío hasta que no nos separaba ni un centímetro. Ella
aún no me amaba. Lo sabía, pero maldita sea, ella lo haría.

Cuando salimos a tomar aire, Brie nos quitó las sábanas y no pude
esconder más el sol de nuestro pequeño rincón del mundo. Su cuerpo se relajó cuando
miró por la ventana. "Oye, es de día". Ella respiró, una sonrisa tiró de sus labios
hinchados.
"Maravilloso." gruñí.
Las manos de Brie juguetearon contra mí, con una expresión tímida en su rostro.
“Entonces, Fallon mencionó que le tomaría unos días romper la joya”.
Asentí, sin saber a dónde iba.
"No sirve de mucho quedarse parado preocupándose, así que tal vez quieras...
¿pasar el día en un bote de remos?" ella me miró. Podría mostrarte las partes seguras
del pantano.
"Cariño." Dije con toda seriedad. Sin molestarme en ocultar la estúpida sonrisa en
mi rostro. “Si alguna vez digo que no a esa pregunta, quiero que me abofetee
a mí."
***
Maldice la lluvia y todo lo que representa. Grandes gotas del mal que arruina los dátiles
golpeaban contra el techo. Burlándose de mí. Tan pronto como Brie y yo nos vestimos,
el clima cambió en un instante. Cielos azules claros oscureciéndose en nubes furiosas
antes de que lloviera un mar de mierda.

A mi lado, Brie dejó escapar un largo suspiro. “Bueno, eso es muy malo. Tal vez se aclare
cuando termine con las tareas de la mañana. El clima por aquí es impredecible a veces”.
No lo dejo al azar. “Lamb, tengo que hacer un recado en los muelles. ¿Vas a estar bien solo
durante una hora más o menos? I
preguntó.
"Seguro." Me palmeó el brazo y salió por la puerta. "Si me necesitas,
Estaré hasta las rodillas en la esquila de ovejas.
Levanté una mano para detenerla antes de que saliera a la lluvia. "Pregunta rápida. Si utiliza
principalmente esta granja para obtener leche, ¿por qué tiene ovejas?
La mayor parte del ganado de Brie estaba compuesto por una manada de cabras pigmeas, un
semental pinto de aspecto enojado y tres ovejas en la mezcla. No era suficiente lana para obtener
ganancias.
Se encogió de hombros y se subió la capucha de su abrigo. “Solo me gusta tejer y
son baratos de mantener”.
Bien. Debería haberlo adivinado por todos los adornos de ganchillo. Asentí y esperé a que se
dirigiera al granero. Cuando estuvo a salvo fuera de la vista, me quité la ropa y me transformé.
Sacudiéndome el nerviosismo posterior al turno,
despegó bajo la lluvia y se dirigió a los muelles. Las inclemencias del tiempo no eran
a punto de interponerse en mi camino. No cuando había un dragón de tormenta alrededor.
En mi forma de lobo, no tardé mucho en llegar a mi destino. Olas de aspecto furioso golpean
contra el recorrido de nuestro barco. Sin embargo, la poderosa Banshee apenas se movió de su lugar
en los muelles. El bergantín grande se destacaba contra los barcos más pequeños en el puerto de
Boohail. Los aldeanos a menudo se preguntaban al tratar de ver más de cerca el interior. Lo más
probable es que nunca haya visto nada más grande que los pintorescos cascos usados para
transportar mercancías a las ciudades vecinas. Aunque solo unos pocos elegidos han sido lo
suficientemente valientes como para pedirle a la tripulación un recorrido.

La última es una niña llamada Lottie. Cuya madre casi tuvo un ataque al corazón cuando
vio a su hija cabalgando sobre los hombros de un orco. Era una pena que los humanos todavía
nos aterrorizaran. Pero aparecimos sin previo aviso después de matar a su diosa. Entonces,
supongo que sería aún más extraño si no lo fueran.
En mi prisa por abordar el barco, casi choco directamente con Holly. La centauro se
preparó y movió su cuerpo para proteger a la mujer detrás de ella.
"¿Qué te tiene tan enojado?" Ella preguntó. "Pensé que todavía estarías acechando a tu mujer
en alguna parte".
"Soy." Rompí. "No, espera. Quiero decir, no estoy acechando. Ya no,
de todos modos. Ella me quiere cerca ahora.
La ceja de Holly se alzó y se echó el pelo castaño oscuro sobre la cabeza.
hombro. "Cierto, seguro".
"Ella hace." Su gruñido incrédulo me hizo clavar mis garras en el
piso de madera, pero tenía peces más grandes para freír. "¿Has visto a Dante?"
Una mujer rubia, Priscilla, si no recuerdo mal, asomó la cabeza por detrás de Holly. “Lo vi
dirigirse hacia Puffer Cove. Es solo un corto paseo por la playa.” Dijo, señalando a su izquierda.
Poco después de que nuestra alegre banda de inadaptados despachó a Myva, la antigua
heroína elegida, y Holly se encariñó con ella. No pensé que el centauro de cara agria tendría
mucha suerte con las damas. Pero me he equivocado antes. Afortunadamente, se apiadaron
del resto de la tripulación y mantuvieron su ruidosa cita en la casa del humano en lugar de en
la nave. Principalmente.
Holly se cruzó de brazos y desplazó su peso hacia un lado. Un extraño
gesto de ver en un marco de medio caballo. "¿Qué necesitas con Dante?"
Quería pasar corriendo junto a ella, pero Holly era una tonta obstinada cuando se trataba
de permanecer en los asuntos de la gente. “Brie y yo vamos a tener una cita, y lo necesito
para detener la lluvia.”
Su mirada era ensordecedora. "Déjame entenderlo. vas a pedir un
continuar. Una verdadera criatura titánica, para detener la lluvia para que puedas tener una cita”.
La impaciencia tembló en el borde de mi cola empapada. “¿Qué más hace
tienen que pasar hoy? No es como si estuviéramos robando barcos”.
Por un momento, las mujeres se quedaron mirando en silencio. Holly negó con la cabeza.
“Tengo que ver esto. Muñeca, súbete. Se volvió para ayudar a Priscilla a ponerse de
espaldas y luego hizo un gesto en dirección a la cala. "Muéstrame el camino, hombre muerto". Ella
rió.
Ignorándola, bajé por la playa. El sonido de los bulliciosos muelles se desvaneció
contra el estruendo de la tormenta. Un pequeño sendero estaba ubicado entre
formaciones rocosas masivas. Una vez atravesado, nos llevó a la cala y al dragón en
cuestión. Dante se había despojado de su forma humana y roncaba pacíficamente en
medio de las olas que golpeaban la costa. Su largo cuerpo con forma de serpiente
estaba tendido entre las rocas irregulares que rodeaban la cala. Las escamas plateadas
brillaron contra la lluvia torrencial, dando a la antigua criatura un brillo etéreo.
El golpeteo de los cascos de Holly se detuvo detrás de mí. Félix, no lo despiertes.
“Tengo que despertarlo. Necesito que deje de llover.
El miedo goteó en el borde de su voz mientras se movía frente a mí,
bloqueando mi camino. “Olvídate de la maldita lluvia. No lo despiertes.
Si yo fuera un hombre menos desesperado, podría haber prestado atención a su
advertencia. Según las reglas normales de Volsog, simplemente no molestas a una criatura de nivel titán.
Bueno, a menos que fueras suicida. Krakens, gigantes y dragones estaban en una liga
propia. Pero esto era Boohail, no Volsog. Dante no era un señor que defendía su
territorio, era otro miembro de la tripulación del Banshee.

Incluso después de que Cinnamon y Fallon abandonaran el barco para su luna de
miel ridículamente larga, Dante se quedó y se convirtió en parte de nuestro grupo de asalto.
Navegar en alta mar y robar en las flotas reales era un trabajo fácil cuando tenías una
criatura que podía controlar el clima. Eso y el hecho de que todos los barcos con los que
nos habíamos cruzado no querían tener nada que ver con una lucha contra un barco
lleno de demonios. En cuanto a la piratería, era bastante aburrido. Por qué siguió
quedándose, no estaba seguro. Un dragón de esa edad seguramente tenía un tesoro en
algún lugar al que podía recurrir si alguna vez necesitaba oro o dinero. Si fuera un
apostador, diría que al portador de tormentas le gustó la compañía. No es que él

alguna vez admitir eso.
Priscilla frunció el ceño y miró entre el dragón y yo. "¿Por qué
¿No puede despertarlo?
Holly suspiró y se pellizcó el puente de la nariz. “Los dragones son criaturas
orgullosas e impredecibles. No vas por ahí pidiéndoles favores y seguro que no los
despiertas. Ella me miró y detuvo su casco. “¿Recuerdas el daño que causó ese dragón
rojo hace ocho años? ¡Quemó tanta tierra que tuvimos que volver a dibujar los mapas!
"¿Solo porque alguien lo despertó?" preguntó Priscila.
Intenté dar un paso alrededor del centauro, pero me bloqueó. “No sabemos por qué
hizo eso”. gruñí. “Por lo que sabemos, podría haber una razón perfectamente buena.
Además, Dante es uno de nosotros. No va a quemar el mundo por una siesta. ¡Ahora
muévete!
"Yo podría." Llegó una voz increíblemente profunda. Holly se tensó y se dio la vuelta
para ver los ojos de color púrpura oscuro que brillaban a través de la niebla alrededor de
la cara del dragón. Dante se estiró y bostezó, mostrando filas de colmillos del tamaño de
una espada. “Escuchémoslo entonces. Debes tener una buena razón para molestar
a mí."
Holly mantuvo sus ojos fijos en el dragón y se retiró detrás del
rocas "Sí", dije, levantando la barbilla. “Mi esposa y yo vamos a tener una cita”.
Un trueno sacudió el suelo bajo mis pies antes de que un rayo golpeara un árbol
cercano. El árbol se partió por la mitad y cayó inútilmente en la arena.
—¿Y has venido a restregarme tu buena fortuna en la cara?
Pequeño hijo de puta sensible. "No. Necesito que detengas la lluvia. No podemos navegar en un bote
de remos de esta manera.
Apoyó la cabeza en una roca, con los ojos caídos por el esfuerzo de mantenerse
consciente. "¿Qué trajiste para comerciar?"
"Te daré un sincero 'gracias', amigo".
Él resopló. "Intentar otra vez."
"Está bien, ¿qué quieres?" Yo pregunté.
Sus labios se arquearon alrededor de dientes irregulares. El familiar brillo siniestro
en sus ojos me puso el pelo de punta. “Simplemente acordemos que me deberás un

favor en el futuro.”
"Absolutamente no." ladré. Solo los dioses sabían qué planes nefastos quería sacar.
“Me debes por ese truco que hiciste con la runa estéril, de todos modos. Solo corta esta
tormenta para mí y lo llamaremos parejo.
Detrás de mí, Holly y su acompañante se echaron a reír. Supongo que era fácil
reírse del angustioso control de la natalidad cuando nunca tuviste que preocuparte por
los sustos del embarazo con tu propia pareja.
"Buen intento", comenzó Dante. "Hice eso a petición tuya, fuera de la
bondad de mi corazón.”
Le mostré mis colmillos. “Lo hiciste porque eres un bastardo sádico.
Elige otra cosa.
Rodó los ojos. "Bien. Tres tartas de merengue de limón.

"... ¿pasteles?" Yo pregunté. De todas las cosas que pensé que pediría un dragón, los dulces no
eran una de ellas. "¿Comes pasteles?"
"No, me los meto por el culo". Gruñó. “Sí, me los como. Hay una tienda en Main Street llamada
Sonia's Sweet Treats. Quiero tres de sus pasteles de merengue de limón.
“¡Oh, me encanta ese lugar!” Priscila habló. Ella aplaudió con entusiasmo y sonrió. “Sonia hace los
mejores pasteles en Boohail. Holly, tenemos que ir tras esto. Ahora tengo antojo de sus pasteles de
chocolate con mantequilla de maní”.
La cabeza del dragón se animó. “Uno de esos, también. no pude intentarlo
esos antes de que ella me prohibiera la entrada a la tienda.
"Está bien, voy a morder". Holly suspiró. "¿Qué hiciste para que te prohibieran?"
Su cola se estrelló contra el océano, enviando un chorro de agua al aire. “No hice nada”, rugió.
“Ella prohibió todas las criaturas con cuernos después de joder a Warwick, sus cuernos quedaron
atrapados en una lámpara colgante y se estrelló contra su mostrador de vidrio. Ahora estoy atascado
menos porque ese estúpido Minotauro no puede dejar de tropezarse con sus propios cascos. Usha dijo
que recogería algunos para mí cuando hiciera su recorrido de suministros, pero no la he visto en todo el
día.
No sorprende. Warwick era tan torpe como un cervatillo recién nacido. Ni siquiera podía recordar
cuántas veces tuvimos que sacarlo del océano después de que
cayó por la borda.
"¿Y no solo vas a... tomar sus pasteles?" preguntó Holly. Claramente pensando lo mismo que yo.
No había mucho que el dueño de una tienda pudiera hacer para evitar que alguien tan poderoso como
Dante irrumpiera en una panadería.
El dragón resopló, dejando escapar un chorro de llamas. “¿Quién soy yo para decirle
ella cómo manejar su negocio?
“Muy bien, pasteles lo es. Entonces, ¿puedes detener la lluvia ahora?

Dante asintió y se levantó. "Simplemente déjalos en mis aposentos y

la lluvia se habrá ido antes de que regreses con tu esposa". Su cuerpo
sinuoso se desenrolló de la cala. Con otro trueno, salió disparado por los
aires. Nubes oscuras y furiosas se abrieron a su paso mientras se elevaba
hacia el cielo.
"Bien." dijo Holly, viniendo a mi lado. “Eso salió mucho mejor de lo que
pensé que sería”.
Capítulo 9
queso Brie
“T Eso no es algo que veas todos los días”. Frente a mí, Félix
levantó la vista pero no dijo nada. Entrecerré los ojos y traté de concentrarme en
el enorme dragón en el cielo. No fue Fallon. Sus escamas eran de un tono negro.
El dragón se sumergió bajo las nubes, luego se alzó de nuevo, mostrando su color
plateado. A su paso, las nubes furiosas se dividieron en sol brillante y arcoíris. Cuando la
bestia volvió a tejer, la luz del arco iris reflejada en sus escamas arrojó un rayo de color
sobre los árboles de abajo. “Él debe ser ese otro dragón que mencionó Fallon. Dillon o
algo así.
Félix se rió, deteniendo su remo para agarrarse a los costados. "No lo es

¿Dillon? No recuerdo. Yo pregunté.
"No, por favor llámalo Dillon". Dijo, sonriendo.
Después de que terminé de atender a mis animales, la lluvia torrencial pareció
desvanecerse tan rápido como apareció. Aún más extraño, la tormenta se desvaneció en
parches irregulares que en realidad no tenían sentido. Después de que dejé mi granero,
las nubes habían desaparecido sobre mi granja. Pero cuando miré a mi alrededor, solo
estaba mi granja y una extraña línea en el cielo que venía de la dirección de la playa. Para
cuando me quité la ropa empapada, Félix había reaparecido con una canasta de picnic y
partimos hacia el río para nuestra cita.

"¿Cuál dijiste que era tu encargo?" Yo pregunté.
"No lo hice". Agarró los remos y continuó dirigiéndonos hacia abajo.

el río.
Esperé por más explicaciones, pero él simplemente sonrió y comentó sobre una
mariposa particularmente colorida. “Está bien, está bien. No me gusta aprender secretos,
de todos modos."
Con el otoño en pleno apogeo, las hojas que formaban el dosel del río se iluminaron
con un resplandor de color. Tupelos bulbosos se abrían paso fuera del agua para
defender su propio follaje en el cielo lleno de gente. El musgo cubría las ramas,
formando el sendero serpenteante a lo largo del lecho del río, mientras que el fuerte
sol del mediodía estaba alto en el aire, lo que nos dio un respiro temporal del ejército
de mosquitos del pantano. Había vivido aquí toda mi vida, pero nunca me cansé de lo
hermosa que podía ser la tierra cuando las hojas

transformado.
Llegamos a una bifurcación en el río, y dirigí a Félix hacia el más flaco
sendero a la derecha. “Si quieres, podemos bajar por ese lado otro día. Atraviesa el
pueblo y hay muchos puestos de comida instalados en la costa en esta época del año.
Pero no hay mucho dosel y no tengo ganas
transpiración."
Félix clavó un remo en el agua y lo dejó hacer girar el bote por el camino correcto.
Con otro empujón firme, la corriente del río más pequeño atrapó el bote y él se relajó
en su asiento. "Excelente, todavía me estoy acostumbrando al calor insoportable que
hace aquí". Desplegó su camisa blanca holgada para enfatizar su punto.
Deja de mirarle la clavícula, pequeño pervertido. "¿No hizo mucho calor en
Volsog?" —pregunté, interesándome mucho en cualquier cosa que no fuera de Félix.

amplio pecho.
“Hace un poco de calor después de la temporada oscura, pero nada como esto”. Se
echó hacia atrás el pelo rubio y sacó una botella de hidromiel y unas cuantas copas de la
cesta. Mencionó que había pasado por Cinnamon's en el camino de regreso y yo estaba
más que un poco emocionado de ver lo que empacó ese amante de la comida.
para nosotros.
"¿Qué es una temporada oscura?" Tomé mi bebida y lo ayudé a colocar el banco central
del bote para la variedad de alimentos que había traído con él. Pronto el banco estuvo lleno
de sándwiches, chicharrones, bolas de boudin, una variedad de
frutas, un pequeño pastel de arándanos y varias otras delicias. Se me hizo la boca agua
cuando vi los pasteles de carne exclusivos de Cinnamon. Si ella los hizo pensando en mí,
entonces me esperaba un regalo ardiente.
Félix levantó una ceja hacia mí. “Ya sabes, la temporada oscura”. Ante mi mirada
confusa, continuó. “Cuando el sol se va para la segunda mitad del año”.
"¿Estás... estás jugando conmigo?" Yo pregunté.
Sus ojos se abrieron y miró al cielo como si el sol fuera a darle respuestas. “¿No tienes
una temporada oscura aquí? La nieve debe llegar a ser miserablemente alta si se mantiene
lo suficientemente cálida durante todo el invierno.
Apreté mi bebida contra mi pecho y amontoné comida en mi plato. “Félix, he

Nunca había visto nieve antes.
Su boca se abrió. “¿Simplemente se mantiene cálido aquí? ¿Es por eso que tienes tan
poca comida almacenada en tu despensa? Pensé que el pueblo había sido golpeado por
una terrible hambruna y que perdiste tus suministros de invierno.
Tienes que dejar de hurgar en mis cosas.
Félix se aclaró la garganta y apartó la mirada. “Es mi deber asegurarme de que no te
mueras de hambre en los meses fríos. Solo quería ver cuánta caza tendría que hacer”.
“Qué galante”. Respondí secamente.
Él asintió, complacido. "Me alegra que entiendas."
Negué con la cabeza y tomé un sorbo de mi bebida. “Boohail se ha visto afectado por
muchas cosas, pero la escasez de alimentos nunca ha sido una de ellas. Incluso cuando se
inunda, todavía hay muchos peces para todos. ¿En qué clase de paisaje infernal han estado
viviendo? Ni siquiera podía imaginar no ver el sol durante unos días, y mucho menos varios
meses. Cuando el barco pirata del demonio aterrizó en nuestras costas, asumí que se
quedaron porque Cin y Fallon estaban aquí. Pero tal vez simplemente no querían volver a
cualquier páramo helado que

vino de.
Miró la comida esparcida en el banco y sacudió la cabeza.
“Uno hambriento, aparentemente. Nunca encontrarías esta gran variedad de comida allí.
Para ser honesto, ni siquiera sé qué es la mitad de estas cosas. Canela
simplemente empacó la canasta y me envió por la puerta cuando le pedí ayuda”.
Señaló una taza de rodajas de mango y se encogió de hombros.
“Oh, pobre bebé. ¿Ni siquiera los mangos?
“Especialmente no los mangos. La fruta era rara, y normalmente demasiado cara para
molestarse”. Le dio un mordisco vacilante y luego asintió con aprobación.
"Maldita sea, eso es dulce". Se pulió otra rebanada. “Se habrían peleado guerras por esto”.
Me reí y le di un mordisco al pastel de carne. “¿Una guerra por los mangos? Tú

no puede ser serio.
Su expresión se volvió grave. "Cariño, estoy a punto de ir a la guerra por ellos ahora".
Se metió un cracklin en la boca y se detuvo. “Estas cosas crujientes también. Si reunimos a
todos los demonios en el área, podemos tomar el lado sur de Kinnamo dentro de un año y
desviar toda la agricultura hacia mangos y cosas crujientes”.

La risa casi me hizo ahogarme con la comida, y me tapé la boca para evitar escupir pastel por todas
partes. "Si esa es tu reacción a los cracklins, no puedo esperar a verte probar una bola de boudin". Cuando
miró a su alrededor, inseguro, señalé la golosina carnosa.
Tomó uno e hizo un espectáculo de inspeccionarlo antes de darle un mordisco. Sus ojos se cerraron,
un largo suspiro se escapó mientras tomaba los sabores. Reprimí mi risa para tomar un sorbo de hidromiel
mientras esperaba su aprobación. "¿Bien?" I
preguntó.
Félix miró a lo lejos. “Estoy conmocionado, estoy consternado, estoy tramando estrategias de batalla.
El lado sur puede no ser suficiente. Si esto sigue así, tendremos que gobernar todo Kinnamo con mano
de hierro".
"La cocina de Cin te hará eso". Yo dije. Mi compañero tomó un pastel de carne y lo detuve. “Espera,
¿estás bien con la comida picante? Cin sabe que me gusta este calor extra, así que puede ser demasiado
para ti”.
La boca de Félix se arqueó y me lanzó una mirada desafiante. "Siempre y cuando
no está relleno de queso, estoy seguro de que estaré bien”.
“Hun, te prometo que esto no es una oportunidad para tu hombría. no necesitas
Prueba que estoy equivocado. Ese pastel te quemará la boca si no estás acostumbrado.
"Bueno, ahora siento que me han enviado un desafío". Antes de que pudiera parar
él, agarró un pastel de carne y le dio un gran bocado.
Suspiré y me senté en mi silla para ver el espectáculo. Félix sonrió triunfalmente y siguió masticando.
Pasaron dos segundos. El pánico se deslizó en sus ojos, pero siguió masticando, tratando de salvar la
cara. "¿Sientes la quemadura todavía?" I
preguntó.
Sacudió la cabeza y colocó las manos sobre las rodillas. Luego se reclinó de nuevo para tamborilear
los dedos contra el banco. Pronto sus ojos comenzaron a lagrimear, su rostro se puso más rojo que una
cayena, y ya no pudo contener su

ataque de tos. Me compadecí y le entregué un frasco de agua. "¿Lo imbuyó con las almas de los
condenados?" farfulló alrededor del frasco. "He estado
quemado con fuego menos caliente que este.”
"Intenté advertirte." Dije, terminando mi pastel.
Tosió en su codo. "Hiciste que pareciera tan fácil".
Me encogí de hombros. "¿Qué puedo decir? Me sustentan las almas de los condenados.
Su voz adquirió un tono de preocupación mientras masticaba mi segundo pastel.
"Tu trasero se arrepentirá de eso más tarde".
"Eh, puede tomar un tentáculo, puede tomar un pastel". Hice una mueca cuando me di cuenta de lo
que salió de mi boca. Mis chistes verdes se habían ganado la ira de mis últimos
dos amantes y entonces traté de evitarlos en la primera cita. Todavía podía ver el
línea dura de desaprobación en la mandíbula de Víctor. Buen cuerpo, pero hombre, el chico podría
ser una manta mojada.
En lugar de una mueca de disgusto, Félix se rió tan fuerte que el bote se estremeció. Estabilicé mi
vaso y atrapé la botella de hidromiel entre mis piernas para que no se volcara. "Bueno, al menos nuestro
sentido del humor coincide". dije, sonriendo.
Su risa se apagó y volvió a llenar nuestros vasos. “Debería esperar que nosotros
fósforo. Estamos casados después de todo.
No podría dejar de poner mis ojos en blanco si quisiera. “Amenazar a unos pobres
empleado para que haga lo que quiere no es una declaración de matrimonio por amor.
"¿Eso es todo lo que tengo que hacer para ganarte?" Preguntó. Los ojos de Félix se oscurecieron
y mi corazón dio un vuelco. Mantuvo su mirada fija en la mía y dejó su vaso. “Si grito cuánto te quiero
desde los tejados, caerás
¿en mis brazos?"
¿De repente se puso más caliente? Tragué y traté de meter mi cabello detrás de mi oreja hasta que
recordé que lo había recogido en un moño. "Yo... no creo que tengas que ir tan lejos".
"¿Hasta dónde debo ir entonces?" Él susurró.
Salté cuando nuestro bote golpeó la orilla de un pequeño claro. El calor de la mirada de
Félix me dejó un poco sin aliento. “Oh, mira, estas flores silvestres todavía están en plena
floración. Tal vez deberíamos terminar nuestro almuerzo aquí. Sin esperar una respuesta, me
puse de pie y recogí los alimentos restantes en el

cesta.
Se volvió hacia el claro y esbozó una media sonrisa. “Flores silvestres, ¿eh?
Los dioses deben estar sonriéndonos. Félix saltó del bote y me tendió la mano. Mi estómago se
agitó cuando lo tomé. Hizo una pausa para pescar

una manta de debajo de su asiento y la arrojó sobre su hombro. Nosotros hicimos
nuestro camino hacia el interior del prado mientras trataba de reprimir mi nerviosismo.
Uno pensaría que a los veintiséis años una mujer aprendería a no actuar como una adolescente
enamorada. Sin embargo, cuanto más tiempo sostenía mi mano, más peligrosa se volvía la
amenaza de las palmas sudorosas.
Finalmente, soltó mi mano y extendió la manta para nosotros. Dejé escapar un suspiro de
alivio y dejé la canasta. Antes de que pudiera girarme para sentarme, Félix
agarró mi muñeca y tiró de mí hacia abajo sobre él. Mi falda larga se subió alrededor de mis
muslos y grité cuando me sentó en su regazo. El aroma de sándalo y hombre me puso en un
asfixia. "¿Vas a responder a mi pregunta?" Preguntó, moviendo una mano para agarrar la parte
de atrás de mi cuello.
Así de cerca, pude ver la más pequeña mancha de verde justo debajo de sus pupilas.
Un anillo oscuro de zafiro encerraba el azul helado que formaba el resto de su iris.
El mínimo indicio de pecas salpicado a lo largo de sus mejillas. Tan débil que nunca lo había
notado antes. Félix fue deslumbrante, y solo hizo que las luciérnagas nerviosas en mis entrañas
revolotearan más rápido. “No cuenta como caída si me atraes hacia tu

brazos."
Félix sonrió, el pequeño hoyuelo en su mejilla izquierda hizo una gran apariencia. “No,
supongo que no. Perdóname, Cordero. Cada día es más difícil quitarte las manos de
encima”. Su mano libre descansaba en mi cadera. Me estremecí cuando sentí sus dedos
sumergirse justo debajo de mi blusa para recorrer la piel expuesta. “Sería bueno poder
tomar las cosas con calma y hacer cosas de pareja normales. Visite su casa en un día
lluvioso y olvide alguna baratija, así que

tener una excusa para volver a por ello. Aprovechar al máximo los pequeños momentos que
estar juntos."
Mis ojos se cerraron cuando pasó sus labios por mi garganta. Tragué
y apreté su camisa, mis dedos clavándose en la tela suave.
El calor de su aliento contra mi cuello se sentía más potente que cualquier afrodisíaco.
“Sin embargo, al mismo tiempo, me molesta cualquier interferencia que me aleje de ti.
Incluso por un breve momento. Sus labios errantes se volvieron más audaces y trazaron a
lo largo de mi clavícula antes de deslizar mi blusa por mis hombros. Mi respiración salió en
jadeos irregulares cuando su otra mano se deslizó completamente debajo de mi camisa
para trazar a lo largo de mi espalda.
“Quiero colgar mi abrigo al lado de tu puerta y colocar mis botas en tu entrada, para
que cualquiera que venga a verte sepa que hay un hombre en tu vida.
Quiero colocar mi ropa en tu tocador para que nuestros aromas se mezclen”. Su voz bajó a
un gruñido hambriento contra mi pecho. “Quiero muchas cosas y, sinceramente, no sé cómo
ser paciente al respecto”.
Este hombre podía imaginar una vida conmigo tan claramente, y yo apenas podía
decidirme sobre el desayuno. Si lo quería de vuelta ya no era una pregunta. Hice. Realmente
lo hice. Sin embargo, mis relaciones nunca antes habían ido más allá de las citas casuales
y ni siquiera sabía cómo se suponía que se sentía el amor. Estar cerca de él se sentía bien.
Tal vez eso fue todo.

Antes de que pudiera retirarme a mi mar de dudas, tomé su rostro entre mis manos y
lo besé. De repente, una chispa brillante se encendió en mi cuerpo, liberando algo
parecido al fuego en mi sangre. Hambriento y devorador. Me alejé, un poco desorientado
por la intensidad del sentimiento.
Sus ojos se veían borrosos y desenfocados. "¿Queso Brie?"
Todo en lo que podía concentrarme era en su cercanía. Mi corazón latía contra mi
caja torácica como si fuera ella quien sufriera los efectos de la poción. "Creo que podría
amarte". Susurré.
Sus mejillas se sonrojaron, sus ojos se agrandaron y de repente yo estaba en el aire.
El sonido de la tela rasgada y mi aullido llenaron el prado. Aterricé con un golpe fuerte
contra un cofre cubierto de piel, mi falda casi volteándose sobre mi cabeza. Luché contra
la tela para volver a la decencia, luego me detuve cuando me di cuenta. Félix transformado.
Un miedo frío se deslizó por mi espalda mientras miraba al hombre lobo que estaba
tumbado boca arriba debajo de mí.
Rápidamente, se sentó erguido, golpeándome de nuevo en mi trasero. Manos con
garras se extendieron para agarrarme, pero se encogió cuando me estremecí. "Lo lamento"
Félix se cortó a sí mismo mientras sus manos se movían nerviosamente, su larga cola
golpeando las flores circundantes en una tumba temprana. "Quiero decir, no quise cambiar".
Me senté erguido y me froté la espalda baja. Eso va a picar en el
mañana.
Todavía inquieto, Félix recogió su ropa hecha jirones, la empujó frente a su entrepierna
y se alejó de mí. Luego golpeó con una mano su cola demasiado entusiasta. "Solo dame
un minuto". Volvió a llamar.
Bueno, eso podría ser lo más lindo que jamás haya visto. La enorme forma de hombre
lobo todavía me ponía nerviosa. Pero era difícil estar aterrorizado de él.
cuando estaba tan fuera de sí.
Félix me miró antes de girar la cabeza hacia adelante. Sus oídos cayeron
plano sobre su cabeza. "Esto es muy vergonzoso." murmuró para sí mismo.
Me reí y vine a sentarme a su lado. “Esto no va a pasar durante
sexo, ¿verdad? Estoy abierto a muchas cosas, pero esto se siente como un límite difícil”.
Enterró su rostro entre sus manos. “Nunca antes”.
"Confío en tu palabra".
Mantuvo los ojos cerrados y redujo la respiración. Pronto, los pelos de la nuca bajaron.
Después de unas cuantas respiraciones más, una vez más estaba mirando a la versión
mucho menos peluda de Félix. Se inspeccionó las manos, luego

asintió cuando se confirmó su falta de garras.
Un rubor rosado permaneció firme en su rostro. “¿Hay… de todos modos podríamos
intentarlo de nuevo? Preguntó.
Ladeé la cabeza. "¿Querías que te dijera que te amo de nuevo o solo querías tirarme
al río?" Puse un puño en mi barbilla y tarareé. "No te identifiqué como del tipo vengativo,
pero supongo que ya te he arrojado algunas cosas".
Una sonrisa tiró de la comisura de su boca. “Mantén la actitud y yo
solo podría.”
"No te atreverías".
Los ojos de Félix adquirieron un brillo depredador, y salté para alejarme de él.
Maldiciendo mi elección de atuendo, subí mi falda larga hasta que la tela morada golpeó
de nuevo sobre la parte superior de las bocas de dragón. Detrás de mí, el hombre lobo se
abalanzó hacia delante y yo chillé, apenas esquivando su intento.
Mis piernas rechonchas dieron una buena pelea, pero al final no fueron rival. Fuertes
brazos se cerraron alrededor de mi cintura, y Félix me cargó sobre su hombro. Risas
salvajes brotaron de mi garganta mientras estabilizaba mis manos.

en su espalda. Sin embargo, mi risa se interrumpió cuando noté que Félix me estaba
llevando hacia el río. "¡Espera no!"
Me dio una palmada en el culo y siguió adelante. Es demasiado tarde para suplicar, cariño.
La venganza es mía."
Golpeé contra su espalda y traté de liberarme. “Félix, no sé tu segundo nombre
Monet, si me mojas el pelo, entonces este matrimonio es

¡encima!"
El agua fresca del río salpicó alrededor de sus tobillos mientras tomaba su
primeros pasos. "Sabes lo que quiero, Cordero".
"Oh, horrible extorsionador". gruñí. Apretó su agarre cuando golpeé más fuerte.
Cuando se movió para sostenerme frente a él, cedí.
"Está bien, está bien". Grité, agarrando sus hombros.
Enganchó un brazo debajo de mi trasero y esperó. "¿Bien?"
"Lo lamento." murmuré.

"¿Qué otra cosa?"
"No seas codicioso".
Félix tarareó. "Está bien, disfruta de tu vida como una ninfa de agua". su agarre
aflojado
Grité y envolví mis brazos alrededor de su pecho. "¡Bien! Tal vez te ame un poco”.
El calor se elevó en mi rostro cuando las palabras finalmente

salió.
“Lo siento cariño, no estaba escuchando. ¿Una vez más?" Dijo, apretando su agarre.
Arrugué la nariz y miré hacia otro lado. “Dije que podría amarte un poco. ¿Está
bien? No te hagas una cabeza grande al respecto.
Su cuerpo se estremeció. Suaves labios se encontraron con los míos en un beso
febril. Félix agarró mi trasero y me arrastró contra él para que pudiera envolver mis piernas.
alrededor de su torso. Deslicé mis brazos alrededor de sus hombros, jadeando mientras él
besaba mi garganta. Sus largas piernas hicieron un trabajo rápido para devolvernos a la
manta antes de sentarse conmigo a horcajadas sobre su regazo. Sus manos insistentes
tiraron de mi parte superior, enviando salvajes temblores de lujuria a través de mi cuerpo.
El fuego en mis vides contenía más desesperación de la que jamás supe que era capaz de sentir.
Y Felix, Felix me tocó de una manera que era similar a la reverencia. Cuando me
arrancó la blusa, esperaba que fuera directamente a mis pechos, como hacía la mayoría de
los hombres. Para crédito de los hombres del pasado, tenía un estante impresionante. Una
ventaja de ser una mujer de peso es que a menudo tenías el pecho para combinar con
todos esos platos de queso nocturnos. Sin embargo, en cambio, sus manos se deslizaron
por la extensión de mis hombros, su lengua trazó un mapa de la pendiente de mi cuello
antes de explorar mi clavícula. Me estremecí, mis puños agarraron mechones de su cabello
mientras él continuaba con su lenta y deliberada inspección.
Me bebió como el buen vino. Haciendo una pausa en mi cuello para probar el hidromiel
en mis labios. El beso se rompió cuando él enganchó sus pulgares debajo de la banda de
mi pecho y la tiró por encima de mi cabeza, tirándola lejos. El azul brillante de sus ojos
desató el mar de emociones que se escondía debajo. Este hombre me amaba. Si la obvia
devoción y admiración en su mirada no fuera suficiente, lo mostró en la manera cuidadosa
en que me acostó. En las suaves caricias que recorrió mi cuerpo. En la forma en que dejó
de pasar sus manos por mi cadera cuando me estremecí por mis malditas cosquillas, solo
pasó a pasar su lengua por mi pezón hasta que gemí debajo de él. Nunca me habían tocado
así. Como un tesoro precioso que vale la pena guardar. Félix me amaba y no podía decir si
era aterrador o emocionante.
Esto podría terminar tan mal. En no menos de una semana, este hombre me tenía
envuelto alrededor de su dedo. Si el final desgarrador llegaba a suceder, entonces iba a ser
un desastre extrañando este tipo de afecto que lo consumía todo.

Sus ásperas manos deslizaron mis faldas por debajo de mis tobillos antes de
liberarlas. Observé, en trance, mientras besaba el costado de mi tobillo, pasando sus
manos por la suave piel de mi pierna. Como si no valiera la pena atravesar ninguna parte
de mí. El calor se apresuró a mi centro con cada beso que bajaba por mi pierna.
Una voz profunda e insegura en mi cabeza dijo que no me merecía esto. Que no
había forma de que algo como convertirme en el compañero predestinado de un hombre
lobo hermoso y divertido me pasaría a mí de todas las personas. Tal vez tenía razón. O
tal vez podría irse a la mierda. Al menos por ahora, no había nada que me impidiera
perderme en la embriagadora sensación de ser deseada. el ineludible

llamarada de lujuria que siguió a sus toques.
De repente, sus suaves exploraciones no fueron suficientes. Me dolía el cuerpo y mi
coño se apretaba alrededor de la nada, mientras expresaba su disgusto por seguir vacío.
Tú y yo, hermana. Jadeé cuando pasó un pulgar por los pliegues resbaladizos de mi
coño.
Félix gimió, dejando que su pulgar jugara en círculos alrededor de mi clítoris. Ya
estás tan mojada por mí, Lamb. Dioses, tenía una voz que te bañaba de sol después de
una lluvia fría. La desesperación en mi núcleo amenazó con explotar

si no sintiera su polla hundirse en mí.
Tomé a Félix por la barbilla, guiándolo hacia mí para besarlo. Los tensos músculos
de su cuerpo se calentaron bajo mi toque y le di la vuelta para poder montar a horcajadas
sobre él. Sus ojos se encendieron. La gruesa cabeza de su polla pulsaba contra mi
muslo interno. Mordí mi labio y arrastré mi coño a lo largo de su caliente longitud.
Consideré reducir la velocidad para explorar cada caída en sus abdominales ridículamente
cortados por un tiempo, pero era codicioso y mi cuerpo insistió en el evento principal. Si
me saliera con la mía, habría mucho tiempo después para investigar todos y cada uno
de los detalles.
Cediendo, me estiré entre nosotros para alinear la cabeza de su pene contra mis pliegues.
Dejó escapar un grito ahogado y me detuve, levantando una ceja hacia él. “Necesito que me
digas que no te vas a transformar de nuevo si sigo tocando
tú."
Félix pasó sus manos por mis muslos. Separándolos más para poder verlos mejor. "Cariño,
si eso significa que puedo verte hundirte en mi polla, te juro por mi vida que nunca volveré a
cambiar".
Me reí y dejé que la cabeza de su pene se hundiera justo dentro de mí antes de levantarme.
de nuevo. Provocando su carne sensible. "No necesito que vayas tan lejos".
Sus manos se cerraron en mis caderas, pero no hizo ningún movimiento para empujarme
más hacia él. Me hundí un poco más, dejando escapar un gemido cuando los tensos músculos
alrededor de mi entrada se flexionaron a su alrededor. "Sí." siseó. “Trabaja tú mismo en mi polla.
Muéstrame que puedes tomarlo.
Con cada centímetro que le di, Félix mantuvo sus ojos entrecerrados fijos en el lugar donde
se unían nuestros cuerpos. Su aliento salió en jadeos irregulares hasta que su cabeza cayó
hacia atrás con un gemido cuando finalmente me hundí hasta el fondo.
Mi cuerpo se estremeció con la sensación, y me levanté de nuevo, antes de volver a caer
de golpe. Grité, incapaz de siquiera molestarme en tratar de no hacerlo. No con la forma perfecta
en que su pene se curvaba hacia arriba. Golpeando ese punto profundo y glorioso que me hizo
ver estrellas.
Su agarre se hizo más fuerte y la próxima vez que empujé hacia abajo, me aplastó contra
él. Destacando la deliciosa fricción hasta que todos los pensamientos de burlarse de él volaron
por la ventana. Me apoyé en sus hombros y comencé a saltar sobre su polla en serio.
"Atta niña". Él susurró. Ahogué un sollozo cuando sumergió su mano en mi coño, dejando
que el empuje de nuestras caderas rozara mi clítoris contra sus dedos.
"Eres una jodida chica tan buena, ¿no?" El aroma de las flores silvestres
mezclado con el aroma embriagador de Félix. Mis sentidos se debilitaron ante la embestida
del placer. “Puedes montarme más rápido que eso, ¿no? De
Por supuesto que puedes.
Gimiendo algunas tonterías mezcladas, traté de trabajar más rápido para ceder a su
demanda. Mi cuerpo se enroscó más fuerte. Tan mojado que podía escuchar los sonidos
resbaladizos cada vez que empujaba hacia él. Oh, dioses.
"No te van a ayudar ahora, Lamb". Un toque de rojo brilló en sus ojos antes de que se
desvaneciera de nuevo a azul. Félix movió una mano para agarrar la parte de atrás de mi
cuello mientras que la de mi cadera me ayudó a tirarme al suelo.
¿Félix? Disminuí el ritmo y lo miré. Parpadeó y luego
encontró mi mirada con una sonrisa. No quedaba rastro del rojo en sus ojos.
Se sentó y nos hizo rodar hasta que estuve de espaldas. Me estremecí cuando salió
justo antes de la punta y volvió a empujar. Sus movimientos eran lentos y seguros.
Hundiéndome en mi estrecho canal con suficiente dominio para asegurarme de sentir cada
centímetro de él. Mis paredes internas se apretaron a su alrededor. Nunca en mi vida me
había sentido tan estirado y lleno y los dioses me ayuden, desesperado por más.
Cambió su peso, lanzó una de mis piernas sobre su hombro, y cuando se movió de
nuevo, me rompí. Lanzando mi cabeza hacia atrás en un grito estrangulado, relámpagos
bailando a través de mi piel por la fuerza del orgasmo sorpresa. Él gimió bajo en su garganta.
Aumentando progresivamente su velocidad hasta el punto en que estaba gritando su nombre
y arañando su espalda. Animándolo a que trabajara conmigo a través de mi orgasmo hasta
que el placer fuera tan cegador que tenía la mitad de la mente de viajar a Volsog, encontrar
a quien crió a este hombre y presentarme a mí mismo.
¿Cuándo perdí el control de la situación?
"Lo siento amor. Simplemente no tengo ganas de compartirte en este momento”. Si no
estuviera tan ebrio de mi orgasmo, podría haber notado antes lo fuerte que estaba su corazón.
golpeando. Cómo sus ojos pasaron del azul normal a un rojo mortal.
“Nadie te va a quitar de mí”. declaró con una voz tan salvaje que casi estaba
desquiciada. Félix deslizó una mano entre nosotros y acarició mi clítoris mientras
seguía bombeando dentro y fuera de mí, capturando mis labios en un beso posesivo.
Su dulzura se había ido. Reemplazado con una codicia feroz e impaciencia similar
a un hombre hambriento. Me estremecí cuando probó mi garganta. Recorriendo sus
labios a lo largo de la piel sensible hasta que sentí el roce de afilados colmillos contra
la unión entre mi cuello y mi hombro. Félix gruñó y aceleró sus movimientos, justo
antes de hundir sus dientes en mi cuello. No lo suficiente como para rasgarme la piel,
pero sí lo suficiente como para enviarme un escalofrío de dolor salvaje. En un abrir y
cerrar de ojos, volví a girar en espiral. Como un pájaro indefenso atrapado en la
corriente de los rápidos. Cuando mis paredes se cerraron sobre él de nuevo, el cuerpo
de Félix se apoderó de él y rugió su liberación. Antes de colapsar encima de mí y
deslizarse hacia un lado, empujó un par de veces más. Los espasmos del éxtasis
hacían temblar su cuerpo.
Después de unos momentos de jadear y tratar de formar pensamientos coherentes,
mi alma finalmente flotó de regreso a mi cuerpo. Asumí que con la falta de un monstruo
con tentáculos, la próxima vez que tuviéramos sexo no me dejaría tan
desorden de jadeo. Pero maldita sea, a veces es bueno equivocarse.
A mi lado, Félix estaba sentado de piedra con la cabeza apoyada en las rodillas.
Hubo un ruido sordo bajo que emanaba del hombre lobo y sus uñas se habían
extendido hasta convertirse en garras. Oh, mierda. “Um… ¿necesitas ir de nuevo?” Me
dolía el cuerpo, pero la última vez que su corazón latía así, terminamos yendo toda la
noche. Tal vez una vez no fue suficiente para calmar la maldición.
Me senté y miré alrededor buscando mi ropa esparcida. “¿Estás lo suficientemente
bien como para regresar a mi casa primero? Tan emocionante como es el sexo al aire
libre, te vas a quemar con el sol si nos quedamos aquí todo el día.
Cerró los ojos y respiró hondo. “Cordero, por favor dime que
No rompiste la piel de tu cuello.
"Oh, ¿te refieres a la mordedura?" Froté mi mano a lo largo de la marca que dejó, y
volvió limpio. "No, no hay sangre".
"Bien. Lo siento por perder el control de esa manera. Dijo, su cuerpo hundiéndose en
alivio.
Nuestros hombros se rozaron cuando me acerqué a él y le di un golpe en el brazo.
apretón reconfortante. “Nos pusimos un poco duros. No es la gran cosa."
Félix levantó la cabeza y me congelé cuando unos ojos rojos como la sangre me miraron.
“No me estoy disculpando por el sexo rudo, Lamb. Lo siento, porque casi te convierto en un
hombre lobo.
Capítulo 10
queso Brie
“Y ou... ¿qué? mi cuerpo se sintió entumecido cuando agarré la marca en mi cuello.
Su cuerpo latía con el frenético latido de su corazón. Félix me quitó la mano y se
volvió para besar el moretón que se estaba formando. “Fue terrible e imprudente de mi parte.
Pero hueles tan bien. Cada vez que me miras, quiero reclamarte.
Caí hacia atrás bajo su peso, su mano atrapando mi muñeca en el suelo.
"¿No es eso lo que hemos estado haciendo?" Yo pregunté. El calor se acumuló en la parte
inferior de mi vientre mientras Félix besaba su camino hacia mi pecho, moviendo su lengua
contra mi pezón.
"No, cariño", se rió entre dientes. Me separó las piernas y me besó tan profundamente que
el mundo dio vueltas. La gruesa cabeza de su polla se meció contra mi abertura.
Oh, joder, sí.
Con un gruñido bajo, Félix empujó hasta la empuñadura dentro de mí. Jadeé ante la áspera
intrusión. Mi cuerpo se estremeció con un delicioso dolor que sabía que podía satisfacer.
“Esto es todo lo que puedo hacer para aliviar mi obsesión por ti. Yo lo que quiero es convertirte.
Marca mi marca en tu carne hasta que sientas la misma necesidad que yo. I
Quiero que todos los demonios te huelan y sepan que este coño pertenece a
a mí."
Dulces cabritos bailarines. Este hombre era un monstruo hecho de todos los amantes de los
libros por los que he suspirado. Mi cuerpo cantó con la sensación, ahuyentando mi cansancio en
un recuerdo lejano. "Vamos a quitarte esta poción de amor antes de que empecemos a cambiar
mi especie, ¿de acuerdo?"
Su cuerpo se quedó inmóvil, y buscó mi rostro como si lo estuviera viendo por el
primera vez. "¿Estás diciendo que no te opones a que te convierta?"
Pasé una mano por sus rizos rubios, apartando los suaves mechones de su rostro. “No puedo
decir que haya pensado mucho en la idea. ¿Voy a desarrollar tu alergia al queso?
Sus ojos se abrieron y sacudió la cabeza. "No. Serás un hombre lobo convertido. No serás
tan fuerte como uno de pura sangre como yo, pero no deberías sufrir ningún efecto adverso". Félix
habló en voz baja. El fuerte latido de su corazón contra mi pecho.
“Así gano fuerza extra y mejores sentidos. No voy a convertirme en un idiota aullador durante
la luna llena, ¿verdad?
Apretó los dientes. “El primer turno tal vez. Después de eso, el impulso se desvanece”.
Eso no parecía tan mal trato en el esquema de las cosas. Estaba claro como el agua que
convertirme significaba algo para él. No es que me sorprendiera. En todos los romances de
hombres lobo que he leído, si la heroína es humana al principio, normalmente termina siendo
convertida al final. Todavía no estaba lista para renunciar a mi tarjeta humana. Pero la idea no era
terrible.
“Pregúntame de nuevo cuando terminen nuestras dos semanas. Podría decir que sí.
La polla que aún estaba firmemente plantada dentro de mí se contrajo. La gruesa base
comenzó a hincharse y me estremecí de anticipación. “Podrías decir que sí”. Él
respiro
Asentí y pasé mis manos por su espalda. "Si se confirma que soy tu compañero
predestinado, entonces puedes convertirme". Levanté un dedo en advertencia. "Pero

ni un segundo antes.
Su rostro estalló en una sonrisa antes de que se balanceara contra mí. Mis piernas
rodearon su cintura para mantenerlo más cerca. Cerré los ojos para saborear lo bien que se
sentía su piel sobre la mía. Sin embargo, un ruido en la distancia me llamó la atención. Miré
hacia él, escaneando el río en busca de cualquier señal de un intruso.
Felix tomó mi barbilla y me obligó a mirarlo. “Ojos en mi
espléndido."
Señor ten piedad.
En la distancia, una suave voz femenina resonó. Cada vez más cerca. “A nuestra izquierda
encontrarás un pájaro rosado con una sola pata, también conocido como flappy flap. Algunos
dicen que los colgajos pueden desquiciar su mandíbula y tragarse a un hombre entero. Soy yo.
Yo digo eso."
Aparté la mano de Félix de mi barbilla para ver de dónde venía la voz. "¿No escuchas eso?"
El hombre solo gimió y empujó con más fuerza. “Si hay alguien allí, entonces déjalo mirar.
No he terminado contigo.
Ignorándolo, me senté sobre mis codos para ver mejor alrededor. Pero las únicas cosas en
movimiento que pude ver fueron un flamenco y un tronco flotando río abajo. Tenía algo largo y
metálico que sobresalía, pero por lo que pude ver, no había nadie alrededor.
“¡Oh, ahora esto es un verdadero placer, Barbara! A nuestra derecha, verás el trasero bien
formado de un rompecorazones musculoso mientras se va absolutamente a la ciudad.

la mujer debajo de él. Basta con mirar ese formulario. es una maravilla y una maravilla
que sus intestinos no han sido aplastados en el olvido, que con eso
la enorme polla de caballo de Blondy eslinga.” dijo la voz incorpórea.

El calor corrió por mi cara, y empujé a Felix lejos de mí. "Sí, no, el estado de ánimo ha
terminado, bájate".
Suspiró derrotado y rodó sobre su espalda, poniendo un brazo sobre sus ojos. "Está bien,
pequeño pervertido, muéstrate". dijo, lo suficientemente alto para que su voz se extendiera por el
prado.
La voz adquirió un tono burlón. “Crikey Barbara, ¡creo que hemos enfadado al tipo amarillo!
Ese es el tipo de riesgos que tenemos que asumir.
estas excursiones por la naturaleza.”
Arrebatando la banda de mi pecho del suelo, me cubrí rápidamente y traté de nuevo de
encontrar la voz. "¿Dónde estás?" Rompí.
"¿Dónde está alguno de nosotros?" La voz llamó. “¿Tenemos siquiera libre albedrío, o solo
somos trozos de carbono flotando en el abismo sin fin? Simplemente atrapado en la parte posterior
de un caimán con la esperanza de que algún día el hijo de puta lento deambule hacia el
¿océano?"
"Eso fue extrañamente específico". Yo dije.
Félix se levantó de su lugar a mi lado y se dirigió al río. La voz aulló y gritó sobre la
majestuosidad de sus abdominales, luego se quedó en silencio mientras él
se movió y se zambulló en el agua.
El tronco cambió inmediatamente de rumbo y se lanzó hacia Félix. Un silbido bajo salió del
agua antes de que una espalda rugosa apareciera justo por encima de la superficie. Oh mierda,
literalmente se refería a un caimán. Corrí a la orilla del agua y traté de alejar a mi hombre lobo.
“Félix, sal de la
¡agua! Es un gat”
Un silbido furioso se cortó con un crujido. Los dos cuerpos se golpearon violentamente,
lanzando enormes salpicaduras en el aire. Observé a través de los dedos del pánico y esperé que
Félix fuera tan útil como para luchar contra los caimanes como lo era contra los demonios. Después
de lo que parecieron días, una masa de pelo rubio emergió del agua. Félix
de pie, con el caimán en una mano y una espada en la otra. tiró el

enorme lagarto en la orilla y clavó la espada en la tierra. El
hombre lobo levantó una mano cuando traté de acercarme a él, luego retrocedió
de mí para sacudir el agua.
“Bueno, no sé tú, pero a mí me seduce”. dijo la voz.
Miré la espada en la arena. "¿Dijiste... dijiste eso?"
"Hice." Llegó una voz alegre. “Me llamo Alexis, gusto en conocerte. Te estrecharía la
mano, pero, ¡ay!, no soy más que una espada.
Mi educación profundamente cortés obligó a un saludo a juego. “Encantado de conocerte
también, soy Brie. Pregunta de seguimiento” Hice un gesto salvajemente hacia la espada y
el caimán muerto. "¿Cómo?"
Félix apareció a mi lado. Había vuelto a su forma humana y se había envuelto la camisa
andrajosa alrededor de la cintura como un taparrabos. Fue entonces cuando me di cuenta
de que todavía estaba casi desnudo. Exprimió más agua de su cabello y pasó un brazo
alrededor de mi hombro. "Déjame adivinar, eres el resultado de la maldición de un demonio
zorro, ¿verdad?" Preguntó.
El sol se reflejaba en el metal desgastado. "Esa es una suposición fantástica". Dijo la
espada, desconcertada. “¿Conoces a mi creador, Lucca? Cabello blanco, piel oscura,

¿esnob del vino?
La conducta normalmente alegre de mi hombre lobo se había agriado. En lugar de su
maldita sonrisa casi permanente, miró a la espada como si fuera la causa de todas sus
luchas. Fue un poco desconcertante. Así que le di un codazo en las costillas juguetonamente.
"Lucca no es una ex celosa de la que tengo que preocuparme, ¿verdad?"
Su boca formó una línea delgada, y el brazo alrededor de mis hombros se puso rígido.
Frente a nosotros, la espada jadeó. “¡Oh, quemando platos de plata, él es! ¡Conoces a mi
creador!”
Hizo una mueca y dejó caer su mano en la parte baja de mi espalda. “Te juro que no tienes
nada de qué preocuparte, Lamb. Fue solo una aventura que terminó hace años. Podía oler su magia
en la espada. Le hizo la misma broma a Yala después de que los dos se pelearon”. La mano en mi
espalda se movió, recordándome su cola frenética cada vez que estaba en forma de hombre lobo.
"¡Cuéntamelo todo!" Gritó la espada.
Félix frunció el ceño ante el arma antes de volverse hacia mí. Levanté una mano para detener
su pánico. "Está bien." Comencé. “Solo estaba haciendo una broma. Tenías una vida antes de que
nos conociéramos, yo también.
Lentamente, su postura se relajó mientras buscaba mi rostro. Dejó escapar un suspiro y la
arruga de preocupación en su frente desapareció. Si estaba siendo honesto, el conocimiento de un
amante pasado vino con un poco de alivio. Si Félix fuera una virgen ruborizada, solo podía imaginar
lo incómodos que habrían sido nuestros encuentros. No es que hubiera adivinado que era virgen
después de pasar una noche con él. No hay forma de que alguien fuera tan bueno en el sexo de
buenas a primeras. Tal vez si nuestra relación no funciona, podría conseguir la custodia compartida
de su lengua.
"Bueno, eso fue anticlimático". Alexis se quejó.
"¿Dónde está tu maestro?" preguntó Félix. “Si estás aquí, él no debería estar
Muy lejos."
“¡Ahí es donde te equivocas, niño bonito! He viajado hasta aquí desde Goldcrest City. No hay
Lucca a la vista. Soy una mujer independiente, después
todo."
"¿Cómo?" Yo pregunté. “Los caimanes no viven tan al norte”. Goldcrest estaba al menos una
semana completa de viaje a caballo. No tenía idea de a qué se traducía eso en millas de caimán,
aunque no podría haber sido más rápido.
La voz de la espada adquirió un tono de suficiencia. “Mi propio ingenio”.

Cuando ni Félix ni yo respondimos, resopló. "Bien. Me robaron mientras Lucca y su
pareja visitaban una casa de baños. Mantuve la boca cerrada porque el bandido que me
llevó mencionó ir hacia un puerto y quiero ver el océano. Pero su estúpido culo fue atacado
por Bárbara y yo he
ha estado atrapada en su espalda nunca sentido.”
"¿Dónde está el bandido?"
En Bárbara. ella respondio.
"Oh." Realmente no sabía qué más decir a eso.
“No le tengas lástima, apestaba. Incluso trató de vender a una pobre chica a ese
espeluznante culto a las garras de unos cuantos pueblos más allá. Y ni siquiera se molestó
en engrasarme adecuadamente. ¿Puedes creerlo? ¡Prácticamente puedo sentir cómo me oxido!”
“Espera, regresa. ¿Qué es eso de un culto de garras? Yo pregunté.
Tuve la clara sensación de que la espada acababa de poner los ojos en blanco. Si ella tuviera alguno.
“Ya sabes, esos bichos raros con capas rojas. Se acercaron a Fisher. Ese es el desafortunado
hijo de puta de Bárbara, por cierto, y le pidió que trajera mujeres a su complejo de culto o lo
que sea.
Félix y yo compartimos una mirada. “¿Sabes dónde está su recinto?
¿situado?" preguntó Félix. “Algunas mujeres en Boohail han desaparecido”.
"¡Sí!" Ella chirrió.
Esperamos a que continuara. Pero la espada se quedó en silencio. "Vas a ir
¿Para decirnos?" insté.

“Llévame a la playa y lo haré”.
Gruñí con frustración. “¿Hablas en serio ahora? Si sabe dónde pueden estar esas
chicas desaparecidas, entonces confiéselo.
“Confesaré en una playa rodeada de botín de hombre. Preferiblemente tritones, si
ya los tienes.
“Pequeña mierda. No tenemos tiempo para organizarte una maldita fiesta en la playa.
La audacia de este pedazo de chatarra me iba a poner canas.
Félix puso una mano en mi hombro y apretó. “Mantén la calma, Cordero.
Hay una forma más fácil de hacerla hablar. Sus ojos se oscurecieron de una manera que
envió escalofríos por mi espalda. "Vístete", dijo, palmeando mi hombro. “Conozco al hombre
al que enviar a nuestro nuevo amigo”.
La espada dejó escapar un jadeo emocionado. "¿Es un tritón?"
***
Fallon se recostó contra un roble y miró fijamente la espada. A pesar de que lo vi el día
anterior, el cambiaformas dragón parecía como si no hubiera dormido en semanas. Se
habían formado bolsas oscuras debajo de sus ojos y su cabello negro normalmente brillante
se había apagado. “Voy a preguntarte una vez más. Dónde

¿Se encuentra este culto?
Alexis no respondió. Una vez que llegamos a la casa de Cinnamon, el
espada había declarado en voz alta sus demandas y se quedó en silencio.
Desafortunadamente, Fallon aún no había podido deshacer las protecciones alrededor del cristal.
Lo más que pudo identificar en el último día fue que fue hecho por un grupo de magos en
lugar de solo uno. Con seis firmas mágicas diferentes girando alrededor de un objeto, iba a
ser más que un trabajo de unos pocos días tratar de desenredar su telaraña. Lo que
significaba que nuestra mayor esperanza de encontrar a mi amigo y a los demás era una
espada loca que exigía una playa.
fiesta.
El cambiaformas dragón cerró los ojos y respiró hondo. "Conejo." Él llamó. “¿Este árbol
tiene algún valor para ti?” Dijo, señalando a la

árbol en el que estaba apoyado.
Cin levantó una ceja hacia él, luego negó con la cabeza. "No."
"Bien." Fallon se empujó del árbol y agarró la espada. Echó un vistazo al silencioso trozo
de metal, e inmediatamente comenzó a cortar

en el roble duro.
La corteza de los árboles salpica a su alrededor por la violenta fuerza de su golpe. Alexis
gritaba y lo maldecía cada vez que su espada chocaba contra la madera. "¡Detener!" Ella se
lamentó. “¡Este no es mi propósito previsto! Corté la carne y las emociones. ¡Este ladrido
desafilará mi espada!”
Fallon le dio otro tajo al árbol y luego se detuvo. "Vas a
dinos lo que sabes?
"Mis demandas son razonables". Ella sollozó. “Solo quiero ir a la
playa y ver hombres semidesnudos corriendo. La forma en que la naturaleza pretendía”.
"Hmm... no es la respuesta que estoy buscando". Él la levantó y caminó

hacia el camino.
"¿A dónde me llevas?" preguntó Alexis.
“Te ves un poco aburrido. Así que estoy encontrando algo para pulirte
con."
"¿Verdadero? Eso sería realmente agradable. Ha pasado un tiempo desde...” Hizo una
pausa cuando Fallon se detuvo cerca de algo en el suelo. “ESO ES CIERVO

¡MIERDA!"
El rostro del demonio se torció en lo que solo puedo describir como una sonrisa maligna y
Bajó la punta de su espada hacia el montón de caca.
Será mejor que hagas lo que dice. Félix le advirtió. “Se pone un poco loco
sin su sueño de belleza. Él lo hará.
“Tampoco se detendrá aquí”. Fallon dijo, con un brillo siniestro en sus ojos.
“Brie tiene una granja entera llena de cabras y ovejas. Tal vez te usemos para
desechar sus puestos. ¿Como suena eso?"
Parece que arruinará mis pisos. Pero es por la causa, supongo.
Justo antes de que el acero se encontrara con la caca, Alexis se derrumbó. “¡Está bien, hablaré! Solo porfavor
¡No me metas en mierda de venado!
"¿Bien?" Fallon preguntó, levantándola lejos de la mierda.
Un aullido agravado salió de la espada. “¡Doncaster! Esos cultistas espeluznantes le pagaron a
mi bandido para llevar mujeres a un antiguo fuerte en las afueras de Doncaster. No entramos, pero
allí es donde los hombres le dijeron que dejara a las mujeres que capturaba. Aunque se lo comieron
antes de que pudiera agarrar
alguien."
Buen viaje para él. Cin resopló.
Doncaster. Fallon repitió. "¿Qué tan lejos está eso?"
“Se trata de un viaje de tres días a caballo”. Cin dijo: “Si descansas esta noche, entonces
deberías poder volar allí en unas pocas horas. Aunque si todavía tenemos el objetivo de acercarnos
sigilosamente a ellos, entonces probablemente deberíamos aterrizar en los bosques circundantes
por la noche.
"Eso tendrá que funcionar". Fallon suspiró. Con un poco de suerte, llegaremos allí antes de que
lleguen las mujeres robadas y las interceptaremos. Por ahora, informemos a Usha y sus hombres de
la situación. Entre Dante y yo, deberíamos poder
para llevar a la tripulación completa. Con lo avanzada que es esta magia, no voy a tomar ninguna.
posibilidades.”
Cin se cruzó de brazos y entrecerró los ojos hacia él. "Voy."
Su esposo la miró con una mirada de pura exasperación. "Qué
¿Qué le pasó a la aterrorizada humana que estaba demasiado asustada para dejar su granja?
“Se folló a un dragón y ayudó a matar a un dios”. Canela se encogió de hombros. "Cambia a
una chica".
Fallon hizo una pausa. Al igual que el resto de nosotros. Era difícil discutir con ese tipo de
lógica. Lo que sea que sucedió en el año en que Cin se había ido la había cambiado.
Se puso más alta, habló con más confianza y, por lo que parecía, ya no estaba aterrorizada por el
pantano. Se veía como antes de que perdiéramos a Cherry.
Su nuevo esposo y sus amigos eran desconcertantes por decir lo menos, pero si ellos fueron los
que pudieron curar el corazón de Cin, entonces fueron buenos en mi libro.
"Ella me gusta." Alexis susurró.
"Yo también." Fallón respondió.
Félix vino a mi lado y puso una mano en mi hombro. “Lamb, voy al barco a ayudarlos a
prepararse para mañana. Volveré mucho antes del anochecer. ¿Crees que puedes quedarte con
Cin y Fallon hasta entonces?
"¿Hay ghouls diurnos?" Yo pregunté.
"No que yo sepa."
“Entonces sí, seguro, te veré en casa”.
Besó mi frente. Mi corazón dio un pequeño salto estúpido, y luego Félix se movió y salió
corriendo. Me giré para ver a Cin sonriendo ridículamente. "Callarse la boca." I
murmuró.
Dejó escapar una risita y se tapó la boca. “Asumo que tu pequeña cita
te fue bien?
"Estuvo bien." Dije, agradeciendo a los dioses por tener la piel lo suficientemente oscura para
ocultar un rubor.
"¡Está siendo tímida!" gritó Alexis. “La tenía doblada de seis maneras hasta el domingo en un
prado”.
Apreté los puños y traté de recordar un tiempo antes de hablar de espadas y tonterías. Fallon
me devolvió el antagonizador parlante y se desplomó dentro de la casa. "Tratar de romper esa
magia de protección realmente lo afectó, ¿eh?" Le pregunté a Cin.

"Estará bien por la mañana". Ella dijo: "Fallon todavía es joven para los estándares de los
dragones, por lo que usar su magia es extremadamente agotador".
"¿Cuántos años tiene él?"
Cin puso un puño en su barbilla y miró hacia afuera. “Creo que acaba de cumplir un
ciento veinticinco.
Maldita sea. "¿Cuánto tiempo viven los dragones?"
“Oh, ya sabes, nunca me molesté en preguntar. Creo que Dante tiene setecientos y algo.
Entonces, ¿quizás mil?
Sacudí la cabeza con incredulidad. “Claro, mil, ¿por qué no? Pregunta de seguimiento:
¿Fallon también tiene un nudo?
En mi mano, sentí el pulso de Alexis. “Está bien, ahora estamos hablando. Descubrir el pastel
en la polla del dragón. ¡Las mentes inquisitivas quieren saber!”
Mi amiga inclinó la cabeza y puso las manos en las caderas. "¿Nudo? En un
¿polla? Háblanos de este nudo”.
Preferiblemente con imágenes, si sabes dibujar. intervino Alexis.
“Así que eso es un no en lo de Fallon. Está bien. Eso significa que no todos los shifters
tenerlos, supongo. Yo dije.
"¡Sé de buena fuente que las lamias tienen dos!"
Cin y yo miramos la espada con incredulidad. “Maldita sea, ¿son estos demonios solo
caminando con una caja sorpresa en sus pantalones? Yo pregunté.
"Eso podría ser demasiado para mí". Cin confesó, abanicándose. “Simplemente no soy tan
ambicioso. Siento que necesitamos algún tipo de manual de monstruos para el pene demoníaco.
Si nada más, solo para advertir a la mujer local de qué hacer
esperar."
Alexis emitió otro pulso. “Dulce hierro que arde sin llama. Si solo tuviera un cuerpo, me
lanzaría a esa tarea de investigación con la velocidad y la tenacidad de un gato salvaje de la
jungla”.
"Eres una chica valiente, te lo concedo". Cin respondió.
En el camino, una ramita se partió. Inmediatamente, agarré la espada con más fuerza y la
sostuve frente a mí. "¿Qué fue eso?"
"¿Qué fue eso?" preguntó Cin, volteándose para mirar hacia donde yo estaba mirando.
Su pregunta fue recibida con un gemido de dolor y el sonido de pies arrastrándose. A través
de la cueva de árboles sinuosos, apareció una figura larga. La figura cojeaba algo feroz. "Oh,
dioses, por favor, no dejes que sea otro demonio".
"Mierda", maldijo Cin. Brie, ven adentro conmigo. Tiró de mi brazo, pero el miedo me tenía
clavado en el lugar. La figura se arrastró más cerca hasta que pude distinguir una mata de cabello
castaño salvaje. "Espera un segundo." Entrecerré los ojos, tratando de ver mejor, luego saludé.
"Kitty, ¿eres tú?"
La figura se enderezó y levantó una mano. "¿Queso Brie? Oh, gracias a los dioses,
finalmente logré regresar”. Kitty corrió hacia nosotros, casi tropezando con sus propios pies en el
proceso. Dejé escapar un suspiro de alivio cuando mi amigo finalmente apareció a la vista.
Parecía un desastre absoluto, pero estaba viva. Sus rizos castaños oscuros estaban medio
apelmazados contra su cabeza y tenía rasguños por todas sus manos y rodillas. Cuando Kitty se
secó el sudor de la frente, pude ver feos moretones negros y azules que estropeaban sus
muñecas.
Enganché a Alexis a través de mi cinturón e intenté acercarme a ella, pero Cin extendió un
brazo y me detuvo. "No." Ella susurró. “Podría ser simplemente un

espejismo."
"¿A quién llamas ilusión?" Kitty espetó. "Usted tiene alguna
idea de la mierda furiosa por la que he pasado los últimos días?
Cin puso los ojos en blanco, pero me retuvo. "No es nada personal porque,
solo quédate ahí mientras solucionamos esto.

Kitty gruñó y se detuvo. “¿Cómo vamos a saber si es un
¿espejismo?" Le pregunté a Cin.
Una sonrisa maliciosa se dibujó en su rostro y se inclinó para recoger un guijarro.
“¡Lo siento, Kitty, tengo que comprobarlo!” fue todo lo que dijo antes de encontrar un guijarro en Kitty
con cero remordimiento.
La golpeó justo en el pecho. La mujer desaliñada dejó escapar un grito y
agarró su pecho. "¿Qué diablos, Canela?" Ella gruñó.
"Está bien, ella es real". Chilló Cin. El brillo malicioso en sus ojos parecía
sospechosamente similar a la de su marido.
Tal vez esos demonios se le contagiaron demasiado. Por otra parte, esos dos idiotas nunca se
habían llevado bien. Si no estaban peleando por los resultados de una competencia de chile, era por
alguna otra tontería por la que sentían la necesidad de competir. Empujé a Cinnamon y me acerqué
a Kitty.
La pobre chica parecía a punto de desplomarse y felizmente se hundió contra mí cuando le ofrecí mi
peso. "¿Puedes decirnos qué pasó?" Yo pregunté.
"Sí." Kitty dejó escapar un suspiro y me agarró del brazo. “De la nada, este monstruo ciervo
gigante me agarró y…” Un rayo azul brotó de su cuerpo, envolviéndonos a ambos. Rayos calientes
de dolor corrieron a través de mi piel a su paso. Grité y traté de alejarme, pero una fuerza invisible
bloqueó mis brazos y piernas en su lugar. Los ojos de Kitty se habían puesto en blanco en la parte
posterior de su cabeza, su boca se había abierto en un grito silencioso.
A través de una neblina de azul y dolor, pude ver a Cinnamon gritando por mí.
No pude responderle. No pude hacer nada. Entonces el mundo se volvió negro.

Capítulo 11
queso Brie
METRO Mi cabeza se sentía como un juguete masticable para un jaguar. todo dolía,
algo me estaba goteando, apestaba a sudor y cloaca y el mundo en su conjunto era
una mierda. Traté de limpiar el agua que goteaba, solo para darme cuenta de que mis muñecas
estaban atadas por encima de mi cabeza. El agotamiento pesaba sobre mis ojos mientras
luchaba por mirar a mi alrededor. Parpadeé, tratando de alejar las imágenes borrosas, y casi me
quedé dormido.
Entrecerré los ojos, tratando de dar sentido a mi entorno en la penumbra.
La habitación era enorme y estaba revestida con paredes hechas de piedras grandes y pesadas.
Del tipo sobre el que habías leído en libros sobre castillos y fortalezas. Así que esto
definitivamente no era Boohail. Una cadena de luces pulsantes entró en mi visión.
Se entrelazaban contra las paredes de piedra como una vid, latiendo con un brillo verde lima.
Cada dos metros, las enredaderas bajaban y luego volvían a subir.
Espera… ¡Oh, mierda santa!
Mi respiración se aceleró cuando noté que la parte inferior de cada vid contenía un par de
muñecas. Muñecas que afortunadamente todavía estaban unidas a sus respectivos dueños. Al
menos veinte figuras se alineaban en la habitación. Levanté la cabeza para ver la misma
enredadera manteniéndome como rehén. Cuando luché, las enredaderas se envolvieron con
más fuerza, cortando mi flujo de sangre hasta que siseé por su picadura.
Una tos áspera me llamó la atención. Giré mi pesada cabeza a mi izquierda para ver a
Kitty colgada a mi lado. Su forma ya delgada parecía consumida. A través del desgarro de su
camisa, pude ver el contorno de su caja torácica.
Oscuras bolsas colgaban debajo de los ojos hundidos, y sus labios tenían menos humedad
que un desierto. La mujer a su lado no se veía mejor.
Un pie tocó mi pantorrilla. "¿Puedes quedarte despierto?" susurró una mujer.
"Apenas." balbuceé. Mi boca se sentía como si hubiera sido rellenada con algodón. Me
lamí los labios y me moví para mirarla. Parecía tener mi edad, tal vez un poco mayor. Cuatro
trenzas adornaban el lado de su cabeza, mientras que el

resto de sus salvajes rizos rojos se desplegaron a su alrededor. Ella no se veía tan desgastada
como las otras chicas, y la mirada de ira no disimulada en sus ojos negros insinuaba una
violencia indescriptible.
La mujer pelirroja asintió hacia mis pies. “Trata de mantenerte enfocado.
Esos idiotas de rojo te dejaron la espada. Está a tus pies. ¿Crees que puedes manejármela?
Las enredaderas que nos sujetan están agotando nuestra energía, así que cuanto más rápido
te muevas, mejor”.
"¿Probablemente?" Mirando hacia abajo, vi a Alexis justo en frente de mí. Extendí un pie
y traté de empujar su mango más cerca de mí.
“Todavía no,” siseó la espada. “Están regresando”.
"¿Esa espada acaba de hablar?" preguntó la pelirroja.
"Es una larga historia." Suspiré.
"Tranquilizarse." La hoja volvió a silenciarse. “Están a punto de entrar. Pretendan dormir”.
su voz era baja para no alertar a los dueños de los pasos invasores.
A mi lado, la mujer se quedó sin fuerzas y cerró los ojos. Pisoteé mi creciente pánico y
seguí su ejemplo, dejando que mi cuerpo cesara todo movimiento. Las amplias puertas dobles
al final de la habitación se abrieron y dos hombres vestidos de largo

Entraron capas rojas. Las capuchas protegían sus rostros. La única característica distintiva
Lo que pude distinguir fue que el primero era mucho más corto que el otro. El
El primer hombre avanzó, maldiciendo por lo bajo. Ignoró a las otras mujeres que se
alineaban en las paredes y se dirigió directamente hacia mí, el segundo hombre me siguió.
detrás de él.
Se detuvo frente a mí y se burló. Los ojos verdes miraron más allá de su capucha y se
tomó un momento para comprobar mis ataduras antes de maldecir de nuevo. "¿Estás
seguro de que esta es la esposa del dragón?" gruñó.

El hombre detrás de él agarró su manga. "Ella debería ser. Nuestras fuentes
mostró que la mujer a su lado es su pariente, y la obligamos a regresar a la casa del
Dragón de las Sombras. Tal como lo instruiste.
Al Sr. Angry no le gustó esa respuesta por la forma en que apretó los dientes.
"Entonces dime por qué nuestra producción no ha aumentado". espetó, girándose para
encarar al hombre más alto. "Si ella obtuvo magia de un dragón, entonces ya deberíamos
haber alcanzado nuestra meta".
Las enredaderas resplandecientes y la habitación llena de mujeres exhaustas cayeron
juntas como piezas de un rompecabezas en mi cabeza. Fallón tenía razón. Nos están
usando para impulsar algún tipo de hechizo. Y necesitan canela. La pobre Kitty fue solo un
peón para traerla aquí, pero corrí hacia ella primero. Eso es un alivio al menos. Si no tenían
su llave, existía la posibilidad de que pudiéramos detener lo que sea que habían planeado.
Anger Cloak puso una mano sobre sus ojos y dejó escapar un suspiro de frustración.
“Es como si tuviera que hacer todo yo mismo”. Chasqueó los dedos frente a mi cara. "Tú.
¡Despertar!" Cuando abrí los ojos, continuó. "¿Eres la esposa del Dragón de las Sombras?"
"¿Quién pregunta?"
El dolor estalló en un lado de mi cara. Mordí el interior de mi mejilla, negándome a
mostrar cuánto me dolía la bofetada. “Estoy haciendo las preguntas. ¿Eres el compañero
del dragón?
"No conozco ningún dragón".
La capa alta estuvo a punto de rasgarle la manga con su tirón nervioso. “¡Debe estar
mintiendo! ¡Sé que enviamos a la niña a la casa correcta!
"Maldita sea, Calvin, si estaba mintiendo, ¿dónde está la magia del dragón?"
Cuando Calvin permaneció en silencio, fue su turno de una bofetada. El hombre más bajo
se echó hacia atrás la capucha y se frotó las sienes. El cabello oscuro y calvo estaba muy
corto contra su cabeza. "Tal vez no me aclaré lo suficiente".
Él suspiró. “Si no obtenemos suficiente magia antes de la próxima luna de sangre, no
podremos darle a nuestro dios lo que necesita. No querrás decepcionarlo, ¿verdad? Calvin
negó con la cabeza. "¿Sabes cuándo la próxima sangre

la luna es? Preguntó.
"¿Tres noches a partir de ahora?" Calvin se atragantó.
“¡Tres malditas noches! ¡Consígueme a esa maldita mujer o ayúdame, te alimentaré
con nuestra pieza maestra por pieza inútil! Lo abofeteó de nuevo por si acaso y salió
furioso de la habitación, cerrando las puertas detrás de él.

a él.
Calvin se desplomó en el suelo y hundió la cabeza entre las manos. "Mierda."

“Tu jefe es un imbécil”. anunció Alexis.
"Cuéntame sobre eso." Calvin suspiró. "Espera, ¿quién dijo eso?"

"Hice."
Levantó la vista del suelo e inclinó la cabeza. "¿Una espada?"
"¡Una espada mágica!" ella chirrió. "¿Por qué no le dices a tu viejo amigo
alexis que pasa Tal vez podríamos ayudarnos unos a otros”.
"¿Sabes dónde está la esposa del dragón?" Preguntó, animándose.

"¡Sí!" ella respondió brillantemente. Luego se quedó en silencio.
"¿Me... me dirás?"
"No. No soy un soplón.
Dejé escapar un suspiro. Aliviado de que Alexis no estuviera dispuesto a vendernos. Para
ahora, de todos modos.
El tono de la espada se mantuvo ligero mientras hablaba. “¿Qué quieres con ella y estas chicas,
de todos modos? He oído hablar de la esclavitud antes, pero esto es extremo. ¿Estás metido en una
mierda enfermiza, Calvin?
"¡No!" Gritó, haciendo que algunas de las mujeres se despertaran de su sueño. Se puso de pie
y agitó un brazo alrededor de la habitación ampliamente. “¡Estos recipientes restaurarán al dios
Omus a su antigua gloria! Con Myva muerta y un dios de nuestro lado, podemos establecer un nuevo
orden mundial”. Su capucha cayó hacia atrás y mi estómago se sacudió ante la expresión de ojos
salvajes en su rostro.
"Lo siento, no te sigo".
"¿No lo entiendes?" dijo con voz áspera. “Myva está muerta, y también su influencia.
Los demonios han sido liberados y andan sueltos por las calles. La gente buscará una nueva iglesia
que los guíe. Con las masas asustadas y complacientes, la Orden de la Garra puede levantarse y
arreglar el mundo. Los hombres ya no se marchitarán a la sombra de una diosa y sus sacerdotisas.
Podemos tomar nuestro lugar como verdaderos gobernantes de este mundo y las mujeres que una
vez despreciaron
¡Caeremos a nuestros pies!
Una pausa cubierta de polvo llenó el aire. “Estás haciendo esto porque
¿No podrías conseguir perras? preguntó Alexis.
A mi lado, la mujer pelirroja se rió. “Debería haber sabido que era
un montón de idiotas de voluntad débil. Que patetico."
Su labio se curvó hacia atrás en una mueca. "No te reirás cuando"

"Oh, Dios mío, chip mi robo, eres tan molesto". exclamó Alexis.
“Tal vez si arreglaras tu actitud y te bañaras de vez en cuando, las mujeres te hablarían.
Hueles a queso viejo y arrepentimiento de madre.
Las risitas llenaron la habitación cuando más mujeres se despertaron. Calvin movió la
cabeza por la habitación. "¿Quién se ríe?" Rugió. “Ninguno de ustedes obtendrá ninguna
simpatía de mí si así es como se comportan. Estamos tratando de devolverlos a su estado
natural como madres y cuidadoras”.
La pelirroja se encogió de hombros. “Lo entendemos, mi chico. Mami dijo que eras
especial y la chica que te gustaba no estaba de acuerdo. No tienes que unirte a una secta.
Tal vez busque algo de terapia y apunte más en su… ya sabe, rango de apariencia”.
"Eres una perra". Él chasqueó.
“Mmmm, palabras duras de un tipo al que le acaban de dar una paliza.
él por un hombre lo suficientemente pequeño como para caber en mi bolso. Dijo ella, sonriendo.
Calvin estaba furioso. La mitad inferior de su cara, que era visible,
se volvió varios tonos de rojo. "Me aseguraré personalmente de que te arrepientas"
Alexis lo interrumpió. “Vaya, seguro que te encanta hablar. ¿Alguna vez te has preguntado qué es?
sería como si te detuvieras?
Abrió la boca, pero lo único que salió fue un chisporroteo.
gruñido. Se dio la vuelta y salió de la habitación sin decir una palabra más.
"Uf. Pensé que nunca se iría. OK Brie, trata de recogerme de nuevo. I
Puede ser un poco aburrido, pero debería poder cortar esas enredaderas.
"Correcto." Extendí la mano hasta que mi bota rozó su mango.
Con cuidado, traté de levantarla hasta mi cintura, pero resbalé y la espada resonó.
al piso. "Mierda." siseé.
“No te desanimes.” La pelirroja comentó con voz fría. "Eso
fue solo el primer intento. Puedes hacerlo."

Apreté los labios y lo intenté de nuevo. Subiendo lentamente la espada por mis botas
hasta que pude atrapar el mango entre mis tobillos. "¿Cómo te llamas?" Le pregunté,
buscando llenar el silencio antes de entrar en pánico nuevamente. Alexis se deslizó de mí
y se estrelló contra el suelo. "¡Joder, joder!" Apreté los dientes apretados y lo intenté de
nuevo.
"Usha". Ella respondio. Soy el capitán del Banshee. Eres el mismo

¿Brie que ahora está emparejada con Felix?
"Hombre, ella es alguna vez". Alexis se rió.
"No me hagas dejarte caer de nuevo". Rompí. Con el mango de Alexis firmemente
agarrado, la volteé hacia un lado hacia el extremo plano de la hoja, mirando hacia mis
tobillos. “¿Cómo es que un capitán pirata de un barco demoníaco es capturado por
algunos cultistas? Supuse que tu séquito de orcos te habría mantenido a salvo.
Dejó escapar un resoplido y sacudió la cabeza. “Me peleé con mi primer oficial.
Quería mantenerme encerrado más fuerte que un maldito prisionero en mi propia maldita
nave una vez que nos enteramos de que las muchachas estaban desapareciendo. Mi
temperamento se apoderó de mí y salí furioso. No llegué a la mitad de la playa antes de
que esos monstruos me secuestraran. Sus ojos se abrieron con entusiasmo cuando moví
la espada más arriba de mi cuerpo. "Eso es todo", vitoreó Usha. “Si puedes mover su
mango hacia mi boca, debería poder cortarte

abajo."
Me imaginé que la tarea habría sido mucho más fácil si hubiera creído en cosas
como el ejercicio y los abdominales. Mi estómago gritó con el esfuerzo de tratar de mover
la espada por mi cuerpo. Jadeando pesadamente, me aferré a la parte inferior de la hoja
y apoyé la empuñadura en mi hombro. "¿Estás listo?" Yo pregunté

Usha.
"Adelante, muchacha". Con eso, levanté las piernas y me moví para que Alexis
cayera hacia Usha. El pomo golpeó contra su mejilla, pero el

la mujer se recuperó y mordió el mango. Respiró hondo varias veces, luego mordió con más
fuerza y movió la cabeza.
El miedo corrió por mis brazos cuando sentí que la hoja aterrizaba justo sobre mis dedos.
Tragué saliva y miré hacia arriba para ver que la mujer había alcanzado su objetivo. Sólo está
cortado a la mitad. ¿Puedes intentar serrar de un lado a otro? Yo pregunté.
Usha gruñó y trató de aserrar la espada contra la enredadera mágica. Después de unos
breves momentos, mis ataduras se rompieron y caí al suelo. Rápidamente, tomé la espada de
Usha y también la corté. Ella suspiró aliviada y se agarró el cuello. Voy a necesitar un tónico
increíble después de esto. Mi

el cuello está en llamas.
“Oye, no te olvides del resto de nosotros”, susurró una mujer.

Cortamos al resto de las mujeres y tratamos de despertar a las que todavía estaban
durmiendo. Algunas estaban demasiado débiles para mantenerse en pie, pero la mayoría de las
mujeres se sintieron mejor una vez que fueron liberadas de las enredaderas mágicas de
lixiviación. Kitty, Serena y Willow fueron contabilizadas. Los dieciséis restantes afirmaron ser de
los pueblos de los alrededores y todos tenían una historia similar de haber sido capturados en
la noche por un ghoul o los hombres de rojo.
Una jovencita pequeña con cabello largo y negro trató de pararse sobre sus rodillas
temblorosas, luego cayó de bruces. Al igual que Kitty, su rostro estaba hundido y su cuerpo
atormentado por una tos terrible. Me arrodillé y la ayudé a ponerse de pie, luego me alarmé de
inmediato por lo ligera que era. "¿Cómo te llamas?" Yo pregunté.
"Bonnie". Ella tosió.
"¿Cuánto tiempo has estado aquí, Bonnie?"
Frunció el ceño y apoyó más su peso contra mí. “Creo que al menos una semana. No estoy
seguro." Los ojos de Bonnie se desenfocaron y se desplomó en el suelo. Lágrimas calientes se
derramaron por su rostro. “No creo que yo

Puede caminar."
Miré al grupo de chicas, ahora acurrucadas como patitos asustados. "No eres el único."
Yo dije.
“No me dejes aquí”, gritó una mujer rubia.
“Ahora no te preocupes. Nadie se está quedando atrás”. Usha anunció. "Tendremos que
resolver algo, eso es todo".
"Ella está en lo correcto." Comencé: “Usha, antes de que me llevaran, Fallon y Cin iban
a enviar un mensaje a tu nave sobre esta ubicación. Deberían estar en camino hacia aquí
mientras hablamos. Por lo que dijo Fallon, no sabían el alcance del poder del usuario de la
magia y planeaban aterrizar en el bosque a las afueras de

Doncaster y entrar a escondidas.
En lugar de alivio, el rostro de Usha se tornó serio y se paseó de un lado a otro.
"¿Cinnamon dijo que ella también vendría?"

"Sí."
"Maldita sea, por supuesto que lo es". La pelirroja se mordió el pulgar y miró fijamente.
el suelo de piedra.
Serena se apartó los mechones castaños de la cara. “¿No es eso algo bueno? Solo
tenemos que esperar y ser rescatados”.
El tono de Usha era grave. “No si su objetivo es llegar a Cin. Si su nuevo dios se parece
a Myva, entonces debemos detener cualquier hechizo que estén tratando de conjurar”. Dejó
de caminar y se golpeó la mano con el puño. “Muy bien, nuevo plan. Cualquiera que pueda
soportar viene conmigo. Aquellos que no pueden descansar aquí y romper estas vides peor
que el acuerdo prenupcial de un hombre rico”.
"¿Estás loco?" preguntó Serena. “Esos monstruos del culto podrían matarnos”.
Usha levantó la barbilla. “Nos matarán si nos quedamos quietos y no hacemos nada.
Mira a Bonnie. Chasqueó los dedos hacia la chica de cabello oscuro. Ya parece medio muerta.
Sin ofender, Bonnie.
“No, tienes razón. Me siento como una mierda.

"Exactamente. Podemos luchar ahora o esperar hasta que estemos debilitados y
medio muertos. La voz de Usha era autoritaria. Todo el capitán pirata que mencionó que
era. Aunque no era la mujer más alta de la habitación,

su comportamiento feroz la hizo sobresalir sobre el resto de nosotros.
“Pero tus amigos”
“No sé a qué se enfrentan”. Ella ladró. "Nosotros tampoco.

Pero tenemos más posibilidades de éxito si atacamos desde adentro mientras
atacan desde fuera. Nuestros captores aún no saben que somos libres y tenemos que
atacar antes de que se enteren. Así que les voy a preguntar esto una vez. OMS
puede soportar?
Lentamente, diez mujeres se pusieron de pie tambaleándose. Ya estaba de pie, así
que levanté la mano. Serena se mordió el labio inferior y su frente se arrugó preocupada.
"Mierda." Murmuró y se arrastró para ponerse de pie.
Trece de la suerte. Susurré. Kitty permaneció inconsciente en el suelo y su amiga
Willow apoyó la cabeza en su regazo. Miró a la mujer de pie y luego dejó caer la cabeza
contra la pared. Supongo que es un no de Willow.
Usha miró a la variopinta tripulación y sonrió. "Bien, eso es más de ti de lo que
esperaba". Se echó hacia atrás sus largas faldas amarillas y sacó una daga de su
muslo. “¿Alguien más tiene algo para usar como arma?
Y den sus nombres, para que pueda dejar de saludarlos a ciegas”.
"¿Tienes... sólo tienes eso a mano?" preguntó Serena.
Usha lanzó una mirada inexpresiva a la morena. “Toda mujer debe llevar
un arma."
Una escultural mujer de piel oscura se quitó la horquilla del moño.
"Esto podría funcionar". El cierre era el de un cráneo de cuervo y el alfiler era afilado y
largo. Sin duda capaz de hacer algún daño si apuntaba

correctamente. “Soy Lyric, esta es mi hermana, Harmony”. Hizo un gesto a una mujer de aspecto
idéntico desplomada contra la pared. Harmony nos dio un pulgar hacia arriba y sacó una
horquilla a juego.
Usha asintió con aprobación y unas cuantas mujeres más se adelantaron con agujas de
tejer, otra horquilla de aspecto afilado y un hacha. No pude evitar mirar a la mujer corpulenta
que acababa de sacar un hacha completa de su falda. Me miró a los ojos y se encogió de
hombros. Es mi amuleto de la buena suerte. Soy Becca, por cierto.
"Nunca te pongas en su lado malo". Alexis susurró.
"Acordado." Respondí.
"Está bien, señoras", comenzó Usha. “No tenemos el lujo de saber a lo que nos enfrentamos
o, bueno, ningún lujo en realidad. Así que digo que nuestro mejor enfoque es movernos en
silencio y matar a cualquiera con el que nos encontremos antes de que se den cuenta de que
nos han soltado. Si seguimos las vides en la pared,
pueden llevarnos a donde se almacena la magia. Una vez que lo encontramos, lo hacemos
pedazos. Eso le dará a nuestro grupo de rescate de demonios la mejor oportunidad de éxito.
Cualquiera que no tenga las tetas para asesinar debe quedarse

hacia atrás.”
Mis rodillas temblaron con el peso de sus palabras. No sé si mis tetas fueron construidas
para asesinar. Ni siquiera creo que hayan sido construidos pensando en mi espalda. El sudor
de mis palmas hizo que dejara de agarrar a Alexis, y luché por atrapar la espada antes de que
se me cayera de las manos.
Respira hondo, Brie. Alexis susurró. “Intenta imaginarlos como gigantes
pimientos rojos. Solo los estamos cortando en cubitos en una ensalada. Eso es todo."
Tragué el nudo en mi garganta y asentí. “Chile picante rojo gigante
pimientos. Seguro Por qué no."
La cabeza de Lyric se giró hacia la puerta. "Alguien viene."

Usha se deslizó hacia la puerta y sostuvo su cuchillo listo. Levantó una mano y
nos indicó al resto que nos alineáramos en la pared detrás de ella. Estabilicé mi
respiración y me puse en posición con el resto de las mujeres. El tiempo se hizo más
lento cuando la puerta comenzó a abrirse. Un hombre con una capa roja salió de la
puerta. Antes de que pudiera cruzar el umbral, la daga de Usha estaba en su cuello.
Su grito fue sofocado por su mano, y condujo lentamente al moribundo al suelo.
Con un gruñido, soltó la hoja y la limpió en su capa.

"Vamos a movernos".
Aturdida, la seguí de cerca mientras nos guiaba hacia la puerta. La tan necesaria
espiral de pánico que se deslizaba al borde de mi cordura tendría que esperar. Solo
esperaba que Felix y Cin estuvieran mejor que nosotros.
Capítulo 12
Canela
"GRAMO ¡Róbale las piernas! Grité, aferrándome al cuello de Félix por mi vida. El
el hombre lobo azotó más fuerte. Perdí mi agarre y caí directamente en un
arbusto. Ignorando la puñalada de ramitas, salté y me abalancé sobre él de nuevo.
Balabash y Ambrose intentaron arrinconar al demonio enloquecido contra un gran árbol. La
amenaza amarilla atacó, malditamente cerca de destripar a Ambrose con garras afiladas. "¡Fuera
de mi camino!" Rugió.
"¡Estás arruinando el ataque furtivo, imbécil!" fui a agarrarlo
de nuevo, pero fue frustrado por un Fallon de aspecto extremadamente agotado.
Mi demonio tomó un puñado de mi camisa y me levantó lejos del hombre lobo golpeando.
“Conejo, no hay forma de hablarle así. Mantén tu distancia." Sus palabras salieron en balbuceos
cansados. Sin duda la consecuencia de su uso excesivo de la magia. Sus rasgos normalmente
orgullosos estaban oscurecidos por anillos de color púrpura debajo de sus ojos. Las manos que
me tenían cautivo eran lentas,

pero aún inamovible para un simple humano.
Dejé escapar un gruñido de frustración. Incluso antes de aterrizar, los efectos de la poción
de amor habían comenzado a enviar a mi amigo a un frenesí en espiral. Cuando Félix se enteró
de la captura de Brie, estuvo a punto de colapsar en el acto. Traté de convencerlo de que se
quedara en casa. Tan aterrorizado como estaba, dudé que fuera a

mucha ayuda en una operación encubierta. Por el aspecto de su crisis, tenía razón.
Para mantener un perfil bajo, los dos dragones volaron lentamente al amparo de una
nube de tormenta. El plan original era desmontar en el bosque y hacer que Fallon cubriera el
área con magia de sombras. La mayoría de los demonios tenían mucho mejor sentido del
olfato y del oído que los humanos, por lo que acabar con los magos habría sido mucho más
fácil si estuvieran luchando a ciegas. Sin embargo, tan pronto como aterrizamos en el bosque
a las afueras de Doncaster, los ojos de Félix se nublaron y trató de huir antes que nadie. Con
la amenaza de poderosos usuarios de magia, no teníamos idea de cuán peligrosa sería la
fortaleza. No es que nada de eso importara a una diatriba de amor inducida por las drogas.
Con un rugido, Felix se liberó del agarre de Ambrose y salió disparado hacia
la fortaleza en la distancia. Tres hombres con capas rojas se volvieron para mirarlo,
pero uno encontró un destino inoportuno bajo las garras furiosas y los colmillos desesperados.
La sangre salpicó de las fauces del hombre lobo mientras derribaba todas las figuras rojas
que podía encontrar. Maldiciendo por lo bajo, recogí mis faldas y agarré mi arco. "Parece que
el ataque sorpresa ha terminado". grité

a la tripulación.
Fallon suspiró y luego se incorporó. “Sabía que deberíamos haber

lo noqueó”.
Detrás de él, Dante se dejó caer al suelo y permitió que el resto de los demonios se
quitaran de encima. Cuando el último pasajero saltó, se sacudió y volvió a saltar en el aire. El
dragón plateado rugió y nubes oscuras y furiosas se derramaron en el cielo. En segundos, el
dragón se vio envuelto en una tormenta furiosa. Disparó un rayo abajo, friendo a los
desafortunados hombres de rojo que Félix aún no había eliminado.

Cuando las nubes furiosas llegaron a la fortaleza, se estrellaron contra un campo
de fuerza verde lima. Dante agitó su cola en la barrera, formando una grieta en la
cúpula. Los cultistas corrieron a lo largo de las paredes de la fortaleza y comenzaron
a cantar encantamientos. Inmediatamente, la grieta se selló.
Fallon puso una mano en mi hombro y asintió al otro dragón. “Dígale a la tripulación
que se despliegue en grupos y ataque la barrera desde tantas secciones como
podamos. Cuantas más grietas podamos formar, más rápido bajará. Voy a apoyar a
Dante desde el aire”.
"¿Vas a estar bien si cambias de nuevo?" Yo pregunté.
Él sonrió. "Hará falta más que esto para matarme, Conejo". Los ojos negros se
desvanecieron en dorado cálido, y mi demonio se alejó en un sudario de humo. Giró
hacia arriba hasta que un segundo dragón se unió a la furiosa tormenta.
Sin perder tiempo, transmití sus instrucciones a la tripulación de demonios y a la
madre loca de Serena. A mi alrededor, cien demonios dejaron escapar gritos sedientos
de sangre, y descendimos sobre el fuerte.

Capítulo 13
queso Brie
S taying en la parte de atrás era un busto. El hombre frente a mí trató de hablar,
pero no pudo con Alexis incrustado en su garganta. me tambaleé hacia atrás,
y se desplomó en el suelo, muerto. Mis tetas definitivamente no fueron hechas para
asesinato. "Mierda."
Usha miró hacia atrás desde el final del pasillo y asintió. "Mantengamos
moviéndose antes de que aparezcan más. Ella susurró.
"Bien hecho." Alexis comentó en voz baja. “Ni siquiera vi venir a ese tipo”.
“No quiero que me elogien por esto”. susurré de vuelta, alcanzando a las otras mujeres con las
rodillas tambaleantes. Lo único salvador de este día es que nuestras capturas no vieron oportuno
darnos agua. Así que no tenía suficiente en mi vejiga para orinarme.
Atravesamos de puntillas el torreón, siguiendo el rastro de las enredaderas. Su brillo se hizo
más tenue con cada momento que pasaba y me pregunté si la luz que emitían era de la magia que
nos extraían. Si es así, no pasaría mucho tiempo antes de que nuestros captores se dieran cuenta.
Al frente del grupo, Usha levantó un puño y se congeló. La luz parpadeó en el otro extremo del
pasillo y bailó alrededor de las sombras de dos hombres.

Miró a su alrededor, luego nos hizo pasar por una puerta a su izquierda y la cerró.
cuando la última mujer entró corriendo.
Cuando mi corazón dejó de latir en mis oídos, miré alrededor de la habitación en penumbra para
ver estanterías de pared a pared llenas de botellas de color rosa brillante. Botellas rosas brillantes de
aspecto familiar. Me acerqué y cogí uno del estante.
"Oh, tienes que estar jodidamente bromeando".
Harmony se acercó arrastrando los pies para inspeccionar el brebaje rosa. "¿Qué es?"
La ira ardió en mis entrañas, pero mantuve mi temperamento bajo control para evitar chillar mi
rabia. "Estos son los sombreros de culo que estaban haciendo pociones de amor". Susurré.
"Wow, estos idiotas realmente no pueden conseguir mujeres por su cuenta". Alexis reflexionó.
"¿Es todo este culto solo un policía para los hombres que no pueden hablar con las mujeres?"
Becca tomó otra botella y leyó las instrucciones. “Oh, esto hace
no me sienta bien”.
Usha escudriñó la habitación en busca de otras señales de vida y luego se relajó. Guardó su
cuchillo en el bolsillo y comenzó a mirar a través de las paredes de pociones. “Mira si puedes encontrar
una botella de otro color en cualquier lugar. Si tienen la poción, entonces también pueden tener el
antídoto aquí.
Rápidamente, el grupo comenzó a hurgar en montones de pociones, buscando algo que pudiera
liberar a Félix y a otras víctimas de su tormento.
Guardé una botella en el bolsillo, en caso de que no pudiéramos encontrar la cura. Con un poco de
suerte, Fallon o alguien más podría encontrar una manera de revertirlo.
La puerta se abrió con un crujido y un hombre entró mientras leía un pergamino.
Miró a nuestro grupo, que inmediatamente se congeló en su lugar. Con los ojos muy abiertos, el
cerró la puerta.
"¡Mierda!" Usha maldijo. "¡Agárralo!"

Lyric y yo corrimos tras él, malditamente cerca de derribar la puerta en nuestra prisa.
Su capa roja ondeaba detrás de él, mientras corría por el pasillo.
“LAS MUJERES SON L” un zapato lo golpeó en la nuca, cortándole

su anuncio. Tropezó hacia adelante y se estrelló contra una pared al final
del salón
Lyric saltó sobre un pie mientras se quitaba el otro zapato. Lo levantó por encima de
su cabeza, lista para disparar el proyectil que le quedaba. El hombre se puso de pie y
miró frenéticamente hacia ambos extremos del pasillo.

Me detuve frente a él y sostuve la espada en su garganta.
Tragándome mi aprensión, presioné la hoja más cerca de su piel.
"Grita y te mueres". grité. "Ahora, dime dónde guardas el antídoto para las pociones de
amor".
El sudor le rodaba por la frente y se empujó aún más contra la pared. "Solo... Solo
vuelve a la habitación en la que estabas y se guarda en la habitación de al lado".
“Umm… ¿Brie?” Lyric empujó mi costado. Me giré para verla mirando a un
figura subiendo la escalera.
El horrible hedor me golpeó incluso antes de que lo viera. Un miedo helado hizo que
el vello de mis brazos se erizara cuando un par de astas manchadas de sangre se
levantaron de la escalera. Agarré al hombre encapuchado por el cuello y lo arrastré frente a mí.
"Lyric, ponte detrás de nosotros y mira hacia abajo". Frunció el ceño, pero hizo lo que le
indicaron. Busqué en mi bolsillo la poción de amor y lancé la ventosa tan fuerte como
pude a la figura emergente. Luego le bajó la capucha al hombre y agachó mi cabeza.
El sonido del vidrio rompiéndose, seguido de un gruñido de dolor, llegó a mis oídos.
Sentí al hombre tensarse bajo mi agarre. "Esperar. ¿Que acabas de hacer?" preguntó.
“Chad,” canturreó el ghoul. “Nunca me había dado cuenta de lo hermosos que son tus ojos
eran."
“¡Atrás, bestia!” Chad gritó. Se soltó de mi agarre y se alejó del monstruo invasor.
El ghoul extendió sus miembros retorcidos, las ramas a lo largo de su espalda crujieron
con el movimiento. “No huyas de nuestro amor, Chad. Podríamos ser tan hermosos juntos”.
"¡Oh, a la mierda esto!" Chad despegó, corriendo por el extremo opuesto de la
hall, con el monstruo pisándole los talones.
"¡Regresar!" Chilló, afiladas garras haciendo tictac contra el suelo de piedra.
"¡Podemos abrir una cama y desayuno juntos!"
Cuando doblaron la esquina fuera de nuestra vista, dejé escapar un suspiro.
Caimanes mordedores. No esperaba que eso funcionara”. En la distancia, Chad dejó
un grito ensordecedor.
Lyric se aclaró la garganta. "¿Deberíamos... preocuparnos por él?"
"Absolutamente no." Alexis declaró con total naturalidad.
"Esta bien, de acuerdo. Mientras todos estemos en la misma página”. Ella respondió,
poniéndose los zapatos.
Al final del pasillo hacia la sala de pociones, escuché gritar a Becca. La morena asomó la
cabeza fuera de una habitación y sostuvo un vial verde en alto. "¡Encontré el antídoto!" Ella
gritó con una sonrisa. Todas las mujeres de los alrededores hicieron ruidos de silencio, y ella
se llevó una mano a la boca. "Oh, lo siento." Ella susurró. "Encontré el antídoto". Repitió en un
tono mucho más tranquilo.
"Gracias a dios." Usha dijo. Salió de la misma habitación, sosteniendo más viales. Se
acercó y me entregó uno. Me lo guardé en el bolsillo y le di las gracias. El capitán pirata buscó
en el techo más enredaderas y luego señaló la escalera de donde había venido el demonio.
"Parece que nos adentramos más en la bestia". Levantó la cabeza y examinó al grupo. "¿Están
listos?"
No.
El suelo tembló con fuerza, enviándonos a mí y a la mayoría de las otras mujeres al suelo.
El trueno retumbó tan fuerte que sentí sus vibraciones en las piedras. Luché por ponerme de
pie, luego me agarré de la pared cuando el suelo tembló una vez más. "¿Qué demonios es
eso?" Yo pregunté.
"Eso", comenzó Usha, sosteniendo su cabeza. Sería nuestro grupo de rescate. Supongo
que un acercamiento furtivo ya no era una opción. Muy bien, señoras, nuestro tiempo se
acabó, tenemos que movernos y tenemos que movernos ahora”.
Rápidamente, bueno, tan rápido como lo permitiría un edificio en movimiento, perseguimos
las enredaderas por la escalera de caracol y a través de un gran salón hasta que desaparecieron
detrás de puertas dobles chapadas en oro. Usha intentó abrirlas, pero no se movían. "¿Donde
está todo el mundo?" preguntó Armonía.
"Me imagino que todo está en cubierta arriba". Respondí.
"O no." chilló Alexis.
Me giré para preguntarle a qué se refería, pero mis preguntas fueron respondidas cuando
las puertas finalmente se abrieron. Filas de hombres con capas rojas se arrodillaron frente a
un gran estanque de agua en el centro de la sala del tribunal. Sus cabezas se inclinaron en
oración mientras levantaban sus manos entrelazadas frente a ellos.
Enredaderas palpitantes trepaban por las paredes y llegaban al suelo, corriendo entre cada
hombre que rezaba hasta que se hundían en troncos en cada extremo del agua. Protuberancias
redondas como huevos decoraban los troncos. Cada uno pulsaba con el mismo resplandor
verde lima de antes.
Bruto. Qué asco.
Las cabezas se volvieron hacia nosotros y el murmullo de oración se rompió. Al frente del
grupo, un hombre se levantó para tranquilizar a los demás. “Sigue orando, mi

niños. Tus hermanos necesitarán toda la magia que puedan obtener si queremos repeler
el flagelo en nuestra puerta. dijo, con una voz suave y tranquilizadora. Llevaba la misma
capa que los demás. La única diferencia que lucía era un collar largo de cuentas con un
colgante en forma de cola.
“Pero Padre Dave” Un hombre comenzó a ponerse de pie, luego se congeló cuando Dave sostuvo
su mano.
Hablaré con nuestros invitados. Concéntrate en tu tarea”.
"¿Huéspedes?" Usha gruñó. Sus puños se apretaron. El desdén irradiaba de su voz
como un toro mirando por debajo de una capa roja. "Nos colgaste y nos secaste para
alimentar tu extraña piscina".
El padre Dave cerró los ojos y levantó una mano hacia ella. "Por favor. Tranquilízate.”
Sus palabras no la calmaron. En todo caso, la ira de Usha escaló de un toro que pisotea
un casco a una mamá oso que enseña los dientes preparándose para joder todo lo que
hay a su alrededor. El líder del culto sonrió y le lanzó una mirada de lástima. “Os aseguro
que vuestros sacrificios no serán en vano. Todo lo que mis hijos y yo estamos tratando de
hacer es hacer del mundo un lugar mejor para todos.

humanidad."
"¡Oh, gracias a Dios!" Alexis dejó escapar un fuerte suspiro. “Tengo que ser honesto
contigo, Big Daddy Dave. Al principio pensé, 'Maldita sea, parece que este grupo se
masturba con cristales y patea cachorros' y luego los vi rezando a un charco brillante. Fue
entonces cuando supe que todo iba a estar bien”.
Su comportamiento tranquilo cambió una vez que se dio cuenta del origen de la voz.
El padre Dave se burló de la espada en mi mano. Una vena de color rojo oscuro
apareció en su frente. "¿Verás?" Él gritó. "Ya has traído magia demoníaca maldita
entre nosotros".
"Oye, tampoco eres un premio, amigo". exclamó Alexis.
"Esto es inaceptable." Agitó sus brazos en nuestra dirección y su capucha cayó hacia
atrás, revelando ojos inyectados en sangre y lo que quedaba de una cabellera gris. “Desde
que la diosa Myva fue destruida, demonios inmundos han estado entrando a raudales en
nuestros hogares como si tuvieran derecho a caminar entre nosotros. No podemos permitir
que esto continúe. Es por eso que nosotros, la Orden elegida de La Garra, restauraremos
ordenar incluso mejor de lo que era antes. No cometeremos los mismos errores que
débil diosa hecha. Bajo el gobierno de un DIOS verdadero, LO HAREMOS…
Un hacha pasó volando junto a mi cabeza y aterrizó en el hombro del padre Dave con un
golpe repugnante. Cayó con fuerza, la sangre salpicó de la herida. Mi boca se abrió, y miré
hacia atrás para ver a Becca, con su brazo todavía

extendido.
Me miró y se encogió de hombros. "¿Qué? Vi una apertura.
El líder del culto se retorcía en el suelo, gritando a sus feligreses.
"¡Aprovecharlas! ¡Quiero que se drene hasta la última gota de magia de sus cuerpos!”
Los hombres que lo rodeaban se pusieron de pie ante sus palabras y cargaron.
Usha se paró frente a mí y sostuvo su cuchillo listo. “Todos, bloqueen a Brie y denle una
oportunidad para llegar a esos baúles. Nuestra mejor apuesta es destruir la magia en su
origen.
Oh, mierda. ¿Por qué tenía que ser yo quien sujetara la maldita espada?
Harmony y Lyric pasaron a mi lado. Lyric agarró el brazo de un miembro de la secta
mientras intentaba balancearse y su hermana le enterró la horquilla en el ojo. Otro hombre
de rojo fue a agarrar a Harmony, pero Becca lo detuvo. La mujer robusta plantó sus pies y
cargó al hombre sobre su hombro como si estuviera arrojando un saco de papas.
"¡Mierda!" La voz de Serena salió como un chillido aterrorizado. Sin embargo, la mujer
cargó hacia adelante de todos modos.

Salté cuando una mano firme agarró mi hombro. "¡Vamos a movernos!" Usha gritó. Nos
abrimos paso hacia la otra mujer. Lyric ahogó un grito y apuñalé al hombre con las manos
alrededor de su cuello. Gritó de dolor y se agarró un lado del cuello. La mujer alta se recuperó
rápidamente y le clavó la horquilla en el otro lado del cuello.
"¡Convocad a los ghouls, idiotas!" gritó el padre Dave. Se puso de pie tambaleándose y
comenzó a arrastrarse hacia la piscina.
Dos hombres se separaron de la escaramuza y pusieron sus manos en las enredaderas
que se arrastraban por el suelo. Las enredaderas se encendieron como luciérnagas y enviaron
una ola de luz verde pulsante por sus raíces.
“¡Brie, gírame a la derecha!” Grité y golpeé a Alexis tan fuerte como pude.
Su hoja cortó el costado del hombre que estaba a punto de golpearme. sudor frio y
el pánico alimentó mi movimiento, y la empujé hacia adelante, tratando de destripar a otro
cultista que corría hacia nosotros. La habitación tembló justo antes de que la hoja hiciera contacto.
y todos caímos al suelo.
El techo se agrietó, enviando una lluvia de polvo y guijarros hacia abajo. Maldije y salté.
Intentando superar a nuestros locos atacantes antes de que pudieran recuperarse. Una mano
agarró mi pierna y caí hacia adelante, casi dejando caer a Alexis. Becca recuperó su hacha
del suelo y golpeó la muñeca ofendida, cortándola limpiamente. Mi estómago se revolvió en el
sitio de una mano separada que aún sostenía mi tobillo.
Un hedor pútrido llenó el aire, y escuché el fuerte portazo de las puertas detrás
a mí. —Mierda, tenemos compañía —maldijo Alexis. “Mejor ponle un pep a eso
paso, Brie.
Me arriesgué a mirar por encima del hombro para ver mi peor pesadilla hecha realidad.
Seis necrófagos irrumpieron en la habitación, seguidos por aún más capas rojas.
Sus fauces de hueso chasquearon mientras sus garras se arrastraban por el suelo. I
hice una mueca ante el horrible chillido y corrí con todo mi valor.
El padre Dave había llegado a la enorme piscina y estaba cantando tonterías en sus
profundidades. Me vio y se tiró del suelo con un grito. Los troncos de los árboles mágicos
estaban a solo unos pasos de distancia. Traté de pasar junto al loco, pero él atrapó la
parte de atrás de mi blusa y usó su peso para enviarnos a ambos al suelo.
“Pequeña perra insolente. ¿Pensaste que dejaría que te interpusieras en el camino
de mi inmortalidad? Se burló. Miró el agua y sonrió ampliamente, con un brillo enloquecido
en sus ojos. Agarrando mi barbilla, Dave me obligó a mirar el agua creciente de la
piscina. Un chirrido resbaladizo nubló mis sentidos. La gigantesca criatura roja se elevó
más alto fuera del agua hasta que su cuerpo casi llegó al techo. Volvió a chillar,
entrechocando sus garras. Enredaderas verdes brillantes se envolvieron alrededor de su
cuerpo y se clavaron debajo del caparazón.
"¿Es... es eso una maldita langosta?" Parpadeé, tratando de ver si mis ojos estaban
jugarme una mala pasada. Sin embargo, el crustáceo demasiado grande permaneció.
“Sé testigo, niña. El todopoderoso Omus honrará este plano una vez más.
Con él, la Orden de la Garra obtendrá un poder ilimitado”. El rostro del padre Dave se
enrojeció de júbilo. “Si tú y tus amigos fueran inteligentes, habrían corrido cuando
tuvieron la oportunidad. Ahora tendrás el honor de convertirte en la primera comida del
poderoso Omus.
Si una jodida cosa más intentaba comerme, iba a quemar el mundo hasta los
cimientos. Enfurecida, clavé mis dedos en la herida de su hombro.
El padre Dave rugió de dolor y rodó fuera de mí. “Lo único que huye de ti es la línea del
cabello”. siseé.
"¡Brie, apuñala a esta perra calva!" gritó Alexis.

El fuerte se tambaleó de nuevo, lanzando rocas desde el techo agrietado hacia abajo.
a nuestro alrededor. El padre Dave tendría que esperar. No iba a ser comida para peces
por una maldita langosta. El suelo tembló y luché por mantener el equilibrio mientras corría hacia
los baúles mágicos. Apuntando a Alexis a la primera protuberancia parecida a un huevo, cargué
hacia el maletero.
El tiempo se hizo más lento. Hábilmente, registré que todavía estaba sosteniendo la espada.
Una parte lejana de mi mente sabía que todavía estaba bajo tierra en una fortaleza de culto de
mierda luchando por mi vida. Pero eso no era lo que mi visión me estaba mostrando.
yo estaba bajo el agua Sólo un mar interminable de agua. Traté de agarrar la empuñadura
de Alexis, pero ya no había nada en mi mano. No había nada más que agua. Grité y mis palabras
fueron tragadas en burbujas.
Un escalofrío me recorrió la espalda cuando sentí que algo se movía detrás de mí. Me di la
vuelta, pero no vi nada. Finos pelos rozaron mis omoplatos. Mi codo salió disparado, conectándose
con nada más que más agua. Estaba demasiado oscuro para distinguir al monstruo que estaba
aquí conmigo, pero podría haber jurado
Escuché un suspiro.
"Qué decepcionante", gimió una voz.

capitulo 14
queso Brie
T La voz venía de todas direcciones. Frente a mí, podría hacer
largos mechones de pelo grueso antes de que nadara más en las profundidades.
“No te molestes en mirar, niña. No te gustará lo que ves.
El temor se hundió en mi vientre como un peso de plomo. "¿Qué vas a?" Yo pregunté,
Me sorprendió que mi voz volviera a funcionar.
La criatura tarareó. "No me han preguntado eso en mucho tiempo". El agua corría bajo
mis pies. Miré hacia abajo, solo para encontrar un número imposible de ojos mirándome. Grité
y arañé hacia arriba, tratando de romper

la superficie del agua.
Riendo, la criatura nadó más lejos. “Es inútil, niña. Hay
sin salida. Solo aqui."
"Bueno, ¿qué diablos está aquí?" Lloré.
La voz adquirió un tono sombrío. "No importa. No quiero quedarme mucho tiempo, y tú
no podrías aunque quisieras. Largos zarcillos de fino cabello blanco me rozaron el tobillo. Un
dolor punzante se disparó a través de mi piel cuando pasó rozando un corte menor de donde
ese miembro del culto me agarró. "Parece que esos otros humanos te han hecho daño". Un
jadeo emocionado se filtró

a través del agua y su tono adquirió una emoción infantil. "¿Te gustaría castigarlos?"
Me estremecí, no me gustaba la forma alegre en que decía castigar. “¿No eres tú su
Dios, o algo? tartamudeé.

"Yo puedo ser. ”
Maldita pieza de mierda críptica e incorpórea. "¿Qué demonios significa eso?
O lo eres o no lo eres”.
“Soy poder sin cuerpo. Me quitaron el viejo y me obligaron a regresar al éter para
sobrevivir. Si esos tontos de rojo fueran más fuertes, ya tendría otro cuerpo”. Los sensores
del monstruo de gelatina se hundieron, como si estuvieran decepcionados. "Ay, la buena
ayuda es tan difícil de encontrar".
Uno, dos, seis, doce ojos se abrieron a una pequeña distancia frente a mí.
"No tienes ningún sentido". gruñí. “¿Qué eres y qué haces

¿desear?"
Tres ojos entrecerraron los ojos, como si la criatura sonriera. "Tú."
"¿Qué?" La alarma pinchó debajo de mi piel. Si se dio cuenta de mi
angustiada por sus palabras, la criatura no dio ninguna indicación.
Se acercó más. Si hubiera comido más temprano ese día, no tenía ninguna duda de
que me habría cagado. El cuerpo de la criatura se parecía un poco a una medusa. Su
parte superior translúcida en forma de cúpula terminaba en un encaje rojizo.
Largos zarcillos blancos se extendían desde la parte superior, flotando a través del agua
como si me saborearan en la deriva. Brazos como nubes tan largos como un roble se
deslizaron más allá de mi visión. Se doblaron uno encima del otro, pareciéndose a los
volantes de un vestido de salón. Cada volante terminaba en un ojo. Sus iris se movían de
un lado a otro, mirando a todas partes a la vez.
La criatura no tenía boca por lo que pude ver, pero se rió.
“¿No te lo dije? No deberías haber mirado.

Demasiado aturdido para moverme, no pude responder.
“Respóndeme, niño. Los hombres que te lastimaron, ¿quieres desquitarte? Puedo
darte el poder para hacerlo. Juntos, tendremos el poder de hacer cualquier cosa. Ahora,
¿no suena bien?”
Soy poder sin cuerpo. Eso es lo que dijo. “Así que no puedes sobrevivir por tu cuenta,
¿es lo que estás diciendo? ¿Por qué no te hiciste cargo de uno de los cultistas? Además,
¿por qué una langosta?
"Muchas preguntas." la criatura se rio. “Desafortunadamente para mí, la mayoría de los
humanos no pueden sostener mis dones. Incluso un pequeño vistazo a esta forma podría
llevar a los tuyos a una locura indescriptible. Durante el año pasado, he estado atrapado en
esa forma menor, manipulando a esos humanos idiotas para que me alimentaran con
suficiente magia solo para permanecer en este reino. Cada vez que traté de unirme a uno,
el tonto se desintegró o se volvió loco”. Unos zarcillos largos e imposiblemente suaves se
deslizaron a lo largo de mi cara. "Pero tú", dijo con voz áspera. “Puedes verme muy bien, no puedes
¿tú?"
Alejé los zarcillos de mí. "¿Por qué diablos querría hacer eso?" Rompí. “No me digas
que eres uno más de esos imbéciles oportunistas que creen que pueden hacerse cargo
solo porque Myva fue

¿delicado?"
Una risa encantada llegó a mis oídos. "Niña, yo era Myva".
Los zarcillos blancos que surcaban el agua salieron disparados y me agarraron. En un
instante, estaba en un lugar nuevo. Un exuberante bosque verde con árboles tan grandes
que rivalizaban con el tamaño de mi granero. Los suaves helechos me hacían cosquillas en
la cintura mientras el musgo se abría paso por el suelo del bosque. Una ramita se partió.
Me di la vuelta para ver a una mujer pasar junto a mí. Su ropa colgaba de su cuerpo
huesudo como trapos y parecía que sus largos mechones no se habían mantenido en
mucho tiempo. La respiración de la mujer era tan dificultosa que pensé que podría desmayarse.
sobre el terreno. La tos irregular la hizo tropezar, y extendí una mano para sostenerla,
pero atravesó su cuerpo.
La seguí mientras continuaba su camino hasta que se detuvo al borde de un lago.
La mujer cayó de rodillas al borde del agua y apoyó la frente en la arena. "Grandes
dioses de las profundidades, si alguien puede escuchar la súplica de esta pobre mujer,
ten piedad". Las lágrimas se derramaron por sus mejillas y el resto de su oración fue
interrumpida por sollozos entrecortados.
"Pobre cosa." Una voz vino del agua. “Has estado enfermo por un
mucho tiempo, ¿no?
"Meses." La mujer sollozó más fuerte. “La peste ha devastado mi pueblo.
Todos están enfermos o muertos y no puedo soportar más el dolor. Daría cualquier cosa
si me alivias de esta enfermedad”.
Zarcillos blancos surgieron del agua, retorciéndose bajo los destellos de la dura luz
del sol. “Puedo darte el poder de volver a estar bien. Acepta hospedarme, niña. Te daré
el poder de convertirte en cualquier cosa.
Otra tos áspera sacudió el cuerpo de la mujer hasta que escupió sangre.
Levantó la cabeza y se acercó a los zarcillos ofrecidos. "Acepto." Ella dijo, antes de
agarrarlo.
Una ráfaga de poder me golpeó con tanta fuerza que me atraganté. En un caso, la
mente de la mujer y la mía eran una y la misma. Hubo un pulso debajo de la piel de
nuestra garganta donde sentimos que la criatura se acomodaba en su lugar. Su esencia
se extendió por nuestro cuerpo como un reguero de pólvora que lo consume todo. Nos
sentimos mejor. Nuestro cuerpo ya no estaba devastado por la enfermedad que la había
estado atormentando. De hecho, nos sentimos mejor que nunca antes.
Los recuerdos revolotearon a través de mi visión. Imágenes de reinos cayendo a
mis pies, estatuas esculpidas a mi semejanza. No solo éramos mejores; éramos un

diosa. La embriagadora sensación de poder se sentía como un buen vino contra mis labios. Si
lo queríamos, simplemente lo tomábamos. Territorios, oro, hechizos, cualquier cosa.
Los recuerdos se convirtieron en un levantamiento demoníaco. Criaturas titán, desde
dragones hasta gigantes, lanzaron un asalto total a uno de nuestros castillos. No importaba lo
que intentaran. Cualquiera caería a nuestros pies mientras pudiéramos realizar el hechizo
correcto.
Conocía esta historia. Todos lo hicieron. Así fue como la diosa Myva salvó a la humanidad
al sellar a todos los demonios detrás de la puerta Volsog. Pero a medida que los recuerdos
pasaron, hubo inconsistencias. Esta Myva... no estaba salvando a nadie.
Solo había rabia por el ataque a nuestra ciudad. No eran solo demonios atacándonos, tampoco.
Cualquiera que se opuso a nosotros fue aplastado sin remordimientos. No importaba cuán
poderosos nos volviéramos; nunca fue suficiente.
La emoción de obtener aún más poder era tan embriagadora que la sentí cantando a través de
mi sangre.
Mi estómago se revolvió al ver nuestras acciones. Vi de primera mano hasta dónde llegó
Myva para mantener su control. Los hijos de poderosos demonios fueron sacrificados para crear
una toxina que ella pudiera derramar desde el aire, haciendo que todos se volvieran locos.
Cómo la magia de la sangre había unido su alma en cuatro cálices para que pudiera luchar sin
ser destruida. Cómo reescribió los libros de historia para pintarse mejor, estableció una religión
a su imagen y semejanza. Completo con sienes absorbentes de magia, por lo que su poder
solo crecería.
Me imaginé a Félix y la pesadilla de la oscuridad sin fin de la que me habló.
Cómo gritaba en sueños. "¡Detener!" Grité. De repente, la serie de imágenes cesó y yo estaba
de vuelta en el agua. Mi aliento salió en jadeos irregulares. Con el cuerpo temblando de rabia,
miré al dios, parásito o lo que demonios fuera. “Quédate jodidamente lejos de mí. Nunca te
recibiré.
Los cientos de ojos que adornaban la parte inferior de su cuerpo se volvieron hacia mí.
“No seas tonta, niña. Juntos, podemos ser cualquier cosa. Sé que sentiste lo bueno que puede
ser mi poder.
Miré alrededor del agua, comprobando si alguien más había aparecido en el agua.
“Psicópata, ¿quiénes somos NOSOTROS? Solo te dije que te mantuvieras alejado

de mi parte."
"Tan galante". se burló “No juegues tímido conmigo, humano. He vivido lo suficiente para
ver a tu especie salir del mar y dar sus primeros y patéticos pasos hacia la tierra. No importa
cuántos siglos pasen, una cosa sigue siendo la misma”. Sus zarcillos blancos se dispararon
hacia adelante y me envolvieron en un fuerte apretón. Luché y traté de luchar contra ellos, sin
éxito. Un miembro trepó por mi cuello para presionar contra mi sien. “Todo el mundo tiene un
precio”.
Un estallido infernal salió del zarcillo envuelto alrededor de mi cabeza, seguido de un
dolor tan severo que pensé que me rompería los dientes por apretarlos con tanta fuerza. Más
destellos se apoderaron de mi visión. Esta vez, eran mis propios recuerdos. Pequeños
fragmentos de mi vida revolotearon a través del agua circundante. Esa vez que me rompí la
pierna al caerme de una cerca, una fiesta de pijamas en la casa de Cinnamon, tocino, huevos
y tostadas del desayuno de la semana pasada.
A través de la agonía, pude sentir esa... Cosa, cambiar a través de mi mente en busca de
algo importante. "Vamos, Brie", ronroneó. “Solo dime qué es lo que más deseas”. La cosa se
detuvo en un recuerdo de una pelea en la que me había metido en una librería. Tenía a una
mujer rubia con una llave en la cabeza mientras Cherry se precipitaba hacia el mostrador con
los libros de edición limitada que le habíamos arrebatado a la multitud enfurecida. Habíamos
viajado hasta Goldcrest City para asistir a una gran feria del libro. "¿Conocimiento es eso?"
Cosa preguntó. “Ahora, esto es algo con lo que podemos trabajar. Dime, pequeño humano,
qué tomos condujeron a una cosa dócil como tú

a la violencia?
El recuerdo se hizo más claro en mi mente y solté una carcajada. Ahora te toca a ti no mirar.
Como era de esperar, la criatura se movió más cerca, forzando más profundamente en mi
mente hasta que el tiempo saltó a donde estaba solo con mi nueva compra. Pasé mis manos
sobre la cubierta discreta, admirando la artesanía de la filigrana tallada en la carpeta de cuero.
Las emociones de Cosa se mezclaron con las mías.
Desvergonzado, curiosamente quemado a través de cada fino cabello en sus zarcillos.
Dejé de luchar contra la invasión y me relajé en su agarre cuando pasó junto a mí y volteé la
página para leer el título. "Sumergiéndose en sus profundidades salobres: un romance de
cambiaformas Kraken". La confusión estropeó la mente del antiguo parásito. Di un paso más y
salté a donde ocurrió la magia en el capítulo tres. Más allá de mí se rió en su silla, abanicándose.
La protagonista de la historia, Mia, acababa de ceder a los avances de su nuevo marido. Sus
piernas se abrieron sobre su escritorio, la áspera barba de Cassian le hizo cosquillas en el cuello
mientras percibía su olor. Los tentáculos que salían de la parte inferior de su cuerpo le arrancaron
el vestido y se hundieron sin piedad en su coño.
La cosa se encogió disgustada. La ola de recuerdos cesó por un momento antes de
recuperarse y se apoderó de mi mente una vez más. No dijo nada y volvió a centrar su atención
en momentos aleatorios de mi vida.
"¿Oh que está mal?" Yo pregunté. “Mis elecciones de lectura no te hacen
incómodos, ¿verdad?
"Chica tranquila." Gruñó. “No tengo ningún uso para tu perverso apareamiento humano
rituales.”
Riendo, dirigí mis pensamientos al Libro Tres de La Princesa Rechazada.
Jolene había sido capturada por el alfa de una manada enemiga. "Sé cómo hacerte cantar,
princesa". León le susurró al oído. Su boca pecaminosa exploró las curvas de su cuerpo.
"PARA."
“Oh, cariño, recién estoy comenzando”. Dejé escapar un gemido lascivo de placer y
recordé a mi hombre lobo follándome a una pulgada de mi vida.
Félix hizo que me inclinara sobre mi mesa de café y me atrapó un brazo detrás de la espalda.
Mi coño se abrió para el grueso nudo al final de su polla como si fuera la última pizca de
contacto físico que mi culo terminalmente solo iba a tener.

La criatura se estremeció y se encogió de nuevo en el agua oscura. "Qué es
¿mal contigo?"
"Oh, dioses, ¿por dónde empiezo?" Incliné la cabeza como si estuviera pensando profundamente.
“Oye, ¿todavía quieres saber lo que quiero? Porque creo que tengo algo en mente.
"Estoy aterrorizado de preguntar". Gimió.
“¿Alguna vez has oído hablar de Omegaverse? Si me convierto en su recipiente, tal vez
podamos hacer que eso sea algo real”. Junté mis manos con emoción.
"Te explicaré los conceptos básicos".

"No quiero eso".
"No hay necesidad de torcerme el brazo al respecto, te lo diré". chillé, agitando el

criatura fuera.
“Hay un aura profundamente amenazadora en esta agua, y no viene

de mi parte."
Ignorándolo, me lancé a mi explicación. “Muy bien, los conceptos básicos de Omegaverse
son alfas, omegas, nudos y, en la mayoría de los casos, mpreg. Eso es embarazo masculino
para los no iniciados. Ahora, los omegas entran en celo todos los años una vez que alcanzan
la madurez y liberan una feromona irresistible que básicamente lleva a los alfas a un frenesí
de apareamiento. Ahí es donde entra el nudo”. Hice una pausa para tomar aliento y eché un
vistazo al antiguo mal. Varios de sus ojos comenzaron a temblar en lo que solo pude suponer
que era angustia. Duplicación

hacia abajo, comencé a hacer ruidos de chapoteo para simular un sexo particularmente húmedo
escena que había leído antes.
Cuando agarré uno de sus zarcillos para enviar una imagen mental de un capítulo de Omegaverse
que tenía ilustraciones de la pareja en cuestión y una fusta de gran tamaño, Thing finalmente se rompió.
"¡No puedo!" Se lamentó. “No puedo hacer
este."
El mundo cambió. El agua se desvaneció en el verde palpitante de la magia.
Trunks y yo estaba de vuelta en la realidad.
Brie, ¿qué diablos estás haciendo? Alexis rugió. La espada estaba a escasos centímetros de perforar
el tronco, su hoja vibró con anticipación. "¡Apuñalame en la maldita cosa ya!"
Saliendo de mi trance, negué con la cabeza y empujé hacia adelante.
Enterrar a Alexis en el huevo verde con un chapoteo repugnante.

Capítulo 15
queso Brie
EN Con un gruñido, arrastré la hoja de Alexis más contra el huevo.
saliente. Al cortarlo de par en par, se derramó un líquido verde maloliente. La
espada en cuestión jadeó y también comenzó a brillar. Su mango se calentó, y siseé de
dolor y lo solté. Tropecé hacia atrás para ver a Alexis levitando en el lugar. La espada dejó
escapar un grito de alegría y, para mi sorpresa, cortó el resto del tronco como si no fuera
nada.
“¡PUEDO MOVERME!” ella gritó. La gigantesca langosta rugió de dolor cuando las
enredaderas del lado derecho de su cuerpo se marchitaron y se desvanecieron. Alexis se
rió histéricamente y se zambulló en el baúl restante. El líquido verde derramándose. Se
elevó para rodear la espada antes de desvanecerse en ella. “¡PUEDO MOVERME!” ella
lloró de nuevo. “YO PUEDO MOVERME Y TU ERES

¡TODOS JODIDOS!”
Una pizca de preocupación preocupó mi frente. Ella no se refería a todos nosotros,
¿bien? Honestamente, era tan difícil saber dónde estaba esa espada la mitad del tiempo.
Dos necrófagos detuvieron sus intentos de arrastrar a Becca y cargaron contra Alexis.
La espada soltó lo que solo puedo describir como una risa maníaca y
se incrustó en el frágil cráneo de ciervo del que estaba delante. La criatura
cayó con fuerza y la espada se giró para cortar la cabeza

limpiar el segundo.
"¡Pequeña perra hedonista!" rugió el padre Dave. Me hice a un lado justo en
tiempo para evitar su golpe.
Desarmado una espalda lejos del hombre más grande. "¿Cómo es que todavía
estás vivo?" Yo pregunté. El hombro del hombre sangraba profusamente y su rostro ya
pálido estaba ceniciento.
Una vena enfurecida sobresalía de un lado de su cabeza. “¿Crees que moriría a
manos de plebeyos asquerosos? Yo soy el salvador de este mundo. ¡La poderosa mano
de Omus me eligió como su ungido!”
Levanté mis manos. "Mira, odio ser el que te diga esto, pero esa cosa". Señalé la
langosta que chillaba detrás de él. “No es Omus. Sé que suena loco, pero estás siendo
manipulado por”
"SILENCIO." Rugió. “No aceptaré tus mentiras. Te mataré yo mismo y colgaré tu
cadáver para que podamos drenar hasta el último fragmento de magia de tu cuerpo. El
padre Dave salió disparado para agarrarme.
Retrocedí y tropecé con una enredadera. El loco se lanzó hacia adelante y envolvió
sus manos alrededor de mi cuello. Me atraganté y arañé sus manos, tratando de
apartarlo.
El aire inundó mis pulmones cuando el Padre Dave fue derribado de mí. Jadeé,
tomando grandes bocanadas de aire, luego me giré para ver a Félix. El hombre lobo
rastrilló sus garras por el torso del ungido que gritaba. Félix le mordió el cuello y los
gritos se interrumpieron. "Oh, gracias a los dioses", luché por ponerme de pie y lo llamé.
Pero me ignoró a favor de desgarrar continuamente al hombre muerto. “Um… ¿cariño?
Creo que lo tienes.
Finalmente, el hombre lobo giró su cabeza en mi dirección. Los ojos enloquecidos
y rabiosos de un perro salvaje me inmovilizaron como un cordero al matadero. Él

No fue hasta que se acercó que noté el latido frenético de su corazón.
Mierda. mierda, mierda La poción de amor debe haberlo vuelto loco en mi ausencia.
Lentamente, metí la mano en mi bolsillo y agarré el antídoto.
Félix gruñó y se acercó a mí. La sangre goteaba de sus fauces y los amables ojos que
había llegado a conocer desaparecieron sin dejar rastro. Alrededor de la habitación, podía
escuchar que la pelea continuaba. Más demonios se derramaron en la corte y atacaron a los
ghouls de frente. Sin embargo, ninguno de ellos estaba lo suficientemente cerca como para
detenerlo en caso de que decidiera destriparme a mí a continuación. Mis rodillas temblaban,
y traté de mantener mi voz lo más calmada posible. Félix, amor? ¿Sabes quién soy?
Su respuesta fue un gruñido amenazador.
“¿Es eso 'grrr, sí te amo. ¿Huir conmigo, luz de mi vida?'” Me llevé el frasco a la boca y
mordí el corcho. "Este es el antídoto para la poción de amor". Le dije suavemente. “Voy a
acercarme un poco más y descargar esto en tu garganta, ¿de acuerdo? No me comas.
El hombre lobo se erizó. "No."
"¿No?" Le respondí como un loro. "¿Porque no?" Lentamente, me acerqué un poco más.
Solo tenía un vial a mano y no podía arriesgarme a que esquivara mi lanzamiento.
Félix gruñó y sacudió la cabeza salvajemente. Su voz llegó en forma de
gruñido amenazador. “Nadie te alejará de mí”.
“Estoy literalmente aquí. Quédate quieto.
Sus ojos se abrieron cuando levanté el vial más alto. "No." Él ladró.
Te irás si pierdo esta poción de amor. No puedes irte. Sus palabras salieron más rápido, y se
arañó la cabeza antes de temblar frenéticamente.
Yo no soy el obligado a estar enamorado. Una parte egoísta de mí estaba aterrorizada
por lo que sucedería una vez que Félix fuera liberado de su maldición. Los días que pasamos
juntos se habían vuelto increíblemente preciosos. No podía recordar un momento en que me
conecté tan fuertemente con otra persona. El pensamiento de Félix

simplemente levantarse y alejarse de mí ahora tenía mi corazón apretándose en mi pecho. Pero
si no fuera real, entonces no podría retenerlo como rehén. Nadie merece que le quiten sus
opciones. Si no hiciera esto ahora, entonces no sería mejor que los cultistas.
"No puedes". espetó, la desesperación rezumaba en su voz. Antes de que pudiera
parpadear, Félix se abalanzó y hundió sus colmillos en mi brazo. Grité cuando caímos al suelo
y rápidamente puse mi pulgar sobre la parte superior del vial para que no se derramara. Félix
me mantuvo inmovilizada debajo de él, su cuerpo atormentado por los temblores de su corazón
con exceso de trabajo. Ignorando el dolor en mi brazo, tiré el vial sobre su cabeza.
La respuesta fue casi instantánea. El cuerpo de Félix se relajó y la cacofonía de los latidos
de su corazón se silenció. Permanecí completamente inmóvil, esperando que mi esposo
recuperara completamente sus sentidos. Lentamente, soltó mi brazo. Mordí mi labio y traté de
no gritar por el dolor punzante.

El horror cruzó su rostro mientras miraba la herida de la mordedura. "Queso Brie. Oh
dioses, ¿qué he hecho?
Le sonreí. "No duele tanto". ¡Mentiras! Duele mucho.
"Puedes compensarme más tarde, ¿de acuerdo?" Hice un gesto a la pelea total que estaba
ocurriendo a nuestro alrededor. “Todavía estamos en una situación un poco aquí”.
Sus ojos buscaron los míos. Abrió la boca para hablar, luego la volvió a cerrar. Le di un
suave apretón en el brazo. "Más tarde." Yo dije.
Las orejas de Félix se aplanaron, pero asintió y me ayudó a levantarme. "Quédate aquí.
Iré a buscarte cuando termine.
El suelo se inclinó y el techo de la fortaleza fue arrancado. Un dragón plateado clavó sus
garras en la piedra y arrancó más limpiamente.
Hizo una pausa, inclinando su enorme cabeza. “¿Eso es una langosta gigante?”
La batalla se detuvo. El cultista restante no me pareció muy inteligente, pero no había
mucho que hacer cuando dos dragones y un pequeño ejército de demonios comenzaron a
abrir agujeros en tu fortaleza. Solo para asegurarnos de que no dejáramos nada en duda,
hice que Fallon y Dante 'no Dillon' quemaran hasta el último trozo de las vides hasta que
quedaran crujientes.
Cinnamon me aplastó contra ella tan pronto como irrumpió en la habitación y
Inmediatamente arruinó mi camisa con sus mocos y lágrimas. Entre sollozos e hipo, se las
arregló para decir la cosa más canela que he oído en mi vida. "Entonces, podemos comer
esa langosta, ¿verdad?"
Suspiré y aparté mi brazo herido de su aplastante abrazo. "I
Supongo que sería un gran festín de celebración.

"¿En la playa?"
Cin y yo saltamos ante la repentina voz junto a nosotros. La espada de Alexis se había
vuelto de color naranja sangre, y realmente esperaba que fuera por la magia que absorbió
y no por la cantidad interminable de sangre que estoy seguro que cortó.
“Quiero decir, tengo un poco de miedo de decirte que no, así que sí, seguro. Podemos
hacer la fiesta en la playa. Yo dije.
"¡Tu miedo es a la vez notado y apreciado!" La espada dijo con júbilo.
Cin me soltó de su agarre mortal y miró a Alexis. “Mierda, tú

puede flotar.”
En respuesta, la hoja emitió un pulso de luz naranja brillante. “Flotar, mover, asesinar.
Ha sido un gran día para mí”.

capitulo 16
queso Brie
T El hijo de puta me estaba ignorando. Apuñalé mi tenedor en mi mac n de langosta
queso y dio un mordisco. Maldita sea todo. Fue muy bueno. Incluso mi ira
no fue suficiente para manchar la magia de la receta de macarrones con langosta de la Sra. Hotpepper.
Puffer Cove estaba lleno de música, buena comida y buenos momentos. Todas las
mujeres robadas estaban vivas y contabilizadas, y había suficientes langostas para pasar
varios días. Sin embargo, no podía deshacerme de la sensación de pavor en mi pecho.
Félix no me había hablado desde que regresamos a Boohail esa mañana.
A mi lado, Usha puso los ojos en blanco y sorbió su hidromiel. “Solo ve a buscar
él, eres un cabrón.
"No estoy siendo enojada".
Ella resopló. "Le mostraste a ese líder de culto más misericordia que el plato inocente
que estás apuñalando".
Suspiré y examiné la multitud, buscando una mata familiar de cabello rubio. "Si es
tan fácil, ¿por qué te escondes a mi lado en lugar de unirte a la fiesta?"
Usha tomó un trozo considerable de carne de langosta de su plato y se lo arrojó a la
hiena que estaba a su lado. La bestia atrapó la golosina en el aire y luego se acostó.
junto a su amo. “Si uno más de mis hombres me abraza o pregunta si estoy bien, seré yo
quien me arranque las extremidades”.
"Si tú lo dices." Estaba seguro de que tenía algo que ver con la guapa lamia a la que
claramente estaba evitando, pero tampoco quería que se entrometiera en mis problemas.
Así que mantuve la boca cerrada. Respiré hondo y dejé mi plato sobre una roca cercana.
"Tienes razón." Le dije.
"Lo sé." Ella reflexionó. “Normalmente lo soy. Es un milagro que más personas no
escuchen la primera vez”. La pelirroja clavó su tenedor en mi plato y se sirvió. “Encuentra a
Dante. Félix por lo general lo molesta como la mierda.
Me abrí paso entre la multitud de asistentes a la fiesta, decidido a encontrar a Félix oa
su compañero de cabello plateado. Tanto humanos como demonios bailaban alrededor de
una fogata mientras Alexis volaba cerca.
Convenientemente al nivel del trasero.
Afortunadamente, Dante no fue difícil de encontrar. Él y Fallon eran prácticamente los
únicos hombres en Boohail de más de dos metros de altura, así que realmente solo tenías
que mirar hacia arriba. El dragón cambiaformas estaba doblado cerca de la estación de
cocina con Cinnamon y Kitty. Parecía completamente angustiado cuando mis dos idiotas
favoritos le dieron instrucciones contradictorias sobre cómo sazonar correctamente una
sopa de langosta.
“No puedes simplemente tirar un puñado de cayena ahí. Dominarás al resto de la
sopa, imbécil demasiado entusiasta. regañó Cin.
Kitty se cruzó de brazos y miró a su prima. “Y una vez más, te equivocas. Esa langosta
es enorme. Todo el mundo sabe que las langostas más pequeñas saben mejor. Así que
vamos a tener que compensar en exceso con especias si queremos que esto salga bien”.
Cin gruñó con frustración. “No se hace un bisque de langosta por el sabor de la
langosta en sí. Sabe a mantequilla, crema y bondad. El

la langosta viene por la textura y el sabor ligero. es una TEXTURA

¡PLATO!"
"Dante, ¿has visto a Félix?" Pregunté, ignorando a los otros dos.
El hombre pareció aliviado por la excusa para alejarse. "Sí", dijo, alejándonos de la
mesa. “Me preguntó si sabía algo sobre la remoción de maldiciones. Tengo un libro viejo
sobre eso en mis aposentos, así que le envié

allá."
“¿Eliminación de la maldición? Le acaban de quitar el suyo”.
Dante asintió hacia mi brazo. “No creo que estuviera hablando de su

maldición."
Miré mi brazo vendado, luego me di cuenta. Félix me mordió. Iba a convertirme en un
hombre lobo. Lo que debería haberlo hecho feliz... si yo realmente fuera su compañero
predestinado. "Oh, bueno, gracias Dante, iré a buscarlo". El cambiaformas dragón asintió
y se dirigió de nuevo a la multitud.
Aturdido, me aventuré a salir de la cala, pasando por alto el astillero y me dirigí a casa.
Félix ya no me amaba. Esa era la única explicación. Lágrimas calientes llenaron mis ojos,
y las sequé con furia. Yo no era el tipo de perra que llora en público, y no empezaría ahora.
Caminando más rápido, ignoré la manada de aldeanos que se dirigían a la fiesta y me fui
directamente a casa.
Ver la nueva y brillante placa con el nombre de Monet descansando orgullosamente
contra mis rosas fue un golpe extra en el estómago. Dolido, arrebaté el plato de su percha
y lo tiré tan fuerte como pude en el bosque.
Una vez dentro, me quité los zapatos y fui directamente a mi gabinete de licores. Solo
para darme cuenta de que Félix estaba sentado en la sala de estar. Un gran libro estaba
extendido ante él, junto con un bloc de notas lleno de garabatos. El rubio estaba tan
concentrado en su lectura que ni siquiera se dio cuenta de que entré. Nunca había visto al
hombre tan serio. Su sonrisa juguetona se había desvanecido bajo una firme
línea, y su frente estaba apretada en un pliegue. Sin embargo, se las arregló para
acomodarse cómodamente en mi sofá como si viviera aquí conmigo durante años. Como si
este fuera todavía nuestro hogar.
Joder, lo amaba. Lo amaba tanto y ni siquiera tenía la
decencia de decirme directamente que no era su compañera predestinada. "¿Qué estás
haciendo aquí?" Pregunté, tratando de evitar que mi voz se rompiera.
Finalmente, levantó la vista de su libro. "Queso Brie."
Brie, no cordero.
"Responder a mi pregunta. ¿Qué haces aquí, Félix?
Miró a su alrededor confundido, luego inclinó la cabeza. "¿Yo vivo aqui?" Dejó el libro y
se acercó a mí. Rozando su pulgar sobre mi hombro como si yo fuera una muñeca de
porcelana que se rompería si hiciera algo más. “Sé que debes estar enojado. Tienes todo el
derecho de estar detrás de lo que he hecho. Pero estoy seguro de que puedo encontrar una
cura para ti antes de que cambies en la próxima luna llena. Nosotros

Tengo casi un mes completo para resolver esto.
Cerré los ojos para no perderme en los suyos. “¿No hay algo
¿Más quieres decirme?
Su cuerpo se tensó. "Sí." Dijo gravemente. Brie, siento mucho haberte mordido. Estaba
loco de necesidad y…
"Eso no." Rompí. "No me importa un mordisco estúpido".
"¿Tú... tú no?"
Golpeé sus manos y me alejé. Mi corazón se sentía como plomo en mi pecho. No
quería nada más que enterrarme en el agujero de mi autocompasión y olvidarme del mundo.
“Sé por qué estás tratando de evitar que me convierta en un hombre lobo. Solo dime que no
soy tu compañero predestinado y vete. Ya te dije que no te lo reprocharía si las cosas no
salían como queríamos. Incluso de espaldas a él, su mirada se clavaba en mi carne.
Perforación
a través de cada pared que alguna vez me había molestado en levantar, hasta que yacían en un
montón arrugado a mis pies.
—Brie —susurró.
"Deja de llamarme así". Mordí, perdiendo la lucha contra mis lágrimas.
Volviéndome hacia él, hice lo mejor que pude para mantener la cabeza en alto. "Soy una mujer
adulta. Puedo manejar la verdad. Solo escúpelo.
Grité cuando Félix de repente extendió la mano y me aplastó contra él. Enterró su rostro en la
coronilla de mi cabello e inhaló profundamente. Su voz salió en un gruñido agonizante. “Por
supuesto que eres mi compañero predestinado. Te lo dije desde el primer día.
"Yo ... pero estás tratando de romper la maldición antes de que me convierta".
“Amor, te mordí sin permiso. Desde que te vi, he tenido la misión de ganarme tu amor y
demostrarte que no era el monstruo que viste en el bosque. Y sin embargo, eso es exactamente lo
que te demostré, cuando
no actuó mejor que una bestia salvaje. Nunca quise elegir entre
tú. Pero maldita sea, Cordero. Cuando entré en la habitación y vi las manos de ese hombre
alrededor de tu garganta. Hizo una pausa, las manos envueltas con tanta fuerza alrededor de mi
cuerpo llenas de temblores. “Lo único que importaba era su muerte y tu seguridad. No importaba si
tenía que convertirte para que eso sucediera. Si convertirte en un hombre lobo te hubiera dado la
fuerza para sobrevivir a ese encuentro, lo habría hecho mil veces. Odiame si quieres.
No tienes permitido lastimarte, lo sabes. No puedo soportarlo.
Resoplé y le devolví el abrazo. “Entonces nunca se te permite
ignórame así otra vez. Pensé que te había perdido."
Félix dejó escapar una risa temblorosa y una furiosa oleada de alegría calentó mi piel mientras
Sentí su sonrisa contra mi sien. "Como si alguna vez pudieras deshacerte de mí".
"Bien." Palmeé su pecho y me alejé de él. “Si me disculpan
por un momento, necesito ir a buscar nuestra placa de identificación.
Félix secó una lágrima de mi rostro y sonrió suavemente. Su rostro recordaba haber
mirado al sol durante demasiado tiempo. Desgarrador, pero inconfundiblemente magnífico.
"¿Qué pasó con la placa de identificación?"
Mi boca se curvó y acaricié con mis dedos el puente masculino de su clavícula. "Puede
que lo haya... arrojado al bosque".
Agarró la parte de atrás de mi cabeza y dejó que sus labios se trazaran contra los míos.
Su otra mano presionó contra la parte baja de mi espalda hasta que estuve pegada a él.
"Eres tan lindo cuando estás enojado".
Rocé mis labios contra los suyos. Bebiendo en su cercanía como el agua en una sequía.
"Te amo."
Se le cortó la respiración. "Dilo otra vez."
“Te amo, Félix”.
Maldijo por lo bajo. “Cariño, me temo que puede haber perdido
algo de mi audición en la batalla. Dilo una vez más.
Pasé mis dedos por su suave cabello y lo besé. “Lo repetiré como
tantas veces como me necesites.
Félix se estremeció y pasó su mano por mi espalda para agarrar mi trasero, antes de
mordiendo juguetonamente mi labio. “Cuidado con lo que me dices, Cordero.”

Epílogo
dante
EN Las aves se balanceaban sobre mi espalda con un ritmo lento y relajante. un rayo de
el sol se asomaba entre las nubes, lo suficientemente ancho como para brillar y
calentar mis escamas. Me enterré un poco más en la arena y dejé que el fondo del océano
amortiguara mi peso. En la distancia, un trueno rodante golpeaba contra el cielo gris. No
lo suficientemente cerca para ser demasiado fuerte, pero justo. Mi cabeza se arrulló
contra la cálida playa de la caleta puffer y dejé escapar un suspiro de satisfacción.
Con la celebración de la noche anterior terminada, mi cama improvisada finalmente
estaba libre de intrusos. No era tan buena como la cama que había construido con mucho
esfuerzo en mi castillo en Volsog, pero estaba malditamente cerca.
Mis párpados se volvieron pesados con la dulce promesa del sueño arrullando mis sentidos.
El sonido de los pasos rompiendo arruinó mi preciosa sinfonía oceánica. I
cerré los ojos con más fuerza, esperando que quienquiera que fuera pasara rápidamente.
“DANTE”. Una voz demasiado familiar gritó.
No este maldito tipo.
Un borrón de pelaje amarillo saltó a mi pacífica cala, dejando huellas de patas
irregulares en mi arena previamente perfecta. Félix volvió a gritar antes de tropezar con
un tronco en su prisa. Protegió un paquete envuelto en una manta como

bajó y se puso de pie.
Me pregunto cuánto pelaje tendría que sacarme de los dientes si me lo comiera.
"Dante, necesito tu ayuda". Jadeó, derrapando hasta detenerse frente a mí.

"No."
"Vamos." Él se quejó. Ni siquiera estás ocupado.
“Estoy muy ocupado,” mordí. “Estoy debatiendo si mi siesta sería
Vale la pena la bola de pelo que obtendría al comerte.
El hombre lobo puso los ojos en blanco. “No seas dramático. Soy tu mejor amigo."
“No recuerdo haber accedido nunca a eso”. Suspiré.
Somos mejores amigos. El asintió. "Además, compré pasteles". Dejó una cesta envuelta en
una manta y sonrió. “Solo necesito que quites la runa de control de la natalidad. Ahora. Ahora
mismo."
"No veo cómo esto no podía esperar hasta que estuviera despierto".
Félix me lanzó una mirada de lástima. “No te preocupes Dante, un día tendrás tu propio
compañero y entenderás la importancia de la urgencia.” La última de sus palabras salió en un
gruñido impaciente. "Runa. Apagado. Ahora. Gracias."
El trueno distante dejó escapar un estallido impresionante. “No tengo ganas
ahora mismo." Dije, estirándome un poco más en la arena.
Su cola se movió. "Mira, mejor amigo"
"No es tu mejor amigo".
“Hermano, confidente, camarada, gran compañero. Tu podrías querer
comienza a ser un poco más amable conmigo cuando se trata de asuntos del corazón”.
me burlé. "Por favor, oh sabio, ilumíname por qué".
"Planeas encontrar una pareja por tu cuenta pronto, ¿no?"
"Obviamente." No podía pensar en un demonio que no tuviera planes de su propia mujer
algún día. Una de las mayores ventajas de viajar a Boohail era ver si alguien más tendría la
suerte de Fallon de encontrar un

compañero aquí. Desafortunadamente para mí, eso no funcionó. Pero la comida era
buena, y me gustaba mi cala.
Félix tarareó y asintió. "Bien bien. Pregunta de seguimiento: ¿cuándo fue la última
vez que hablaste con una mujer humana? No, Cinnamon y Usha no cuentan. Esos dos
son una raza especial, propia.
Lo pensé por un momento. "Alexis".

Es una espada. él replicó
"¿Cual es tu punto?" gruñí.
"Mi punto es", comenzó. “Las mujeres humanas no son como las mujeres demonio.
No les importa si eres un dragón poderoso. Ni siquiera imprimen. Así que vas a tener
que hablar con ella y seamos honestos aquí, las sutilezas no son tu punto fuerte. Y
como soy una excelente compañera, estoy dispuesta a ayudarte cuando inevitablemente
la hagas enojar”. Se inclinó hacia delante y bajó la voz. "Y la vas a enojar".
Una pausa llena de embarazo llenó el aire mientras lo miraba. “Más vale que haya
merengue de limón en esa canasta.”
"Limón, mantequilla de maní, nuez, todo funciona". Señaló la pequeña runa.
enterrado bajo su pelaje. "Vamos, amigo".
Suspirando, envié una pequeña descarga de magia a la runa para disiparla. La
magia de sellado chisporroteó y estalló y la pequeña forma de M se desvaneció. “Está
bien, vete. Estoy intentando dormir."
El rostro de Félix se abrió en una amplia sonrisa, dio media vuelta y salió disparado.
la cala. "Voy a ser papá." Gritó a los vientos.
A mi pesar, un pequeño tinte de celos se abrió camino en mi pecho mientras lo veía
irse. Fallon y Felix habían encontrado a sus compañeros. Algo con lo que solo unos
pocos de nosotros podíamos soñar hace un año. Pero ahora todo era posible. Y mi
hembra podría estar ahí fuera.

Decidido, me estiré en la arena. Mañana me despediría de Usha y

del resto de la tripulación y comenzaría mi búsqueda. Pero no hoy. Hoy
era para dormir.
Sobre el Autor
Kimberly Lemming está en una búsqueda eterna para evitar su vocación como personaje
principal. Se la puede encontrar esquivando a ese nuevo hombre lobo que acaba de llegar
a la ciudad y negándose a hacer contacto visual con un príncipe de una tierra lejana.
Esquivar a los extraterrestres que buscan el botín de la Tierra realmente puede tomar el de una niña
tiempo.
Pero cuando no está huyendo del destino, se la puede encontrar escribiendo diversos
romances de fantasía. O simplemente palear chocolate en sus fauces hasta que pase
en el sofá.
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También por Kimberly Lemming

Esa vez que me emborraché y salvé a un demonio:
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Todo lo que quería hacer era vivir mi vida en paz. Tal vez conseguir un gato, expandir mi
granja de especias Realmente, cualquier cosa que no implique emprender una búsqueda en la que un
orco podría arrancarme la cara. Pero dicen que la Diosa tiene favoritos. Si es así, estoy
claramente no es uno de ellos.
Después de salvar al demonio Fallon en un estupor ebrio de vino, todo lo que quería hacer
fue matar a una bruja malvada que esclavizaba a su pueblo.
Quiero decir, lo entiendo, no me malinterpreten. Pero él me está arrastrando por el
paseo, y estoy un poco molesto por eso. En el lado positivo, sigue ardiendo
fuera de su camisa.
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Todo es diversión y juegos hasta que alguien capta sentimientos.
El destino me envía directamente a la guarida del león. O más bien, la guarida del zorro. Después
de que mi padre invadió el territorio de un poderoso demonio zorro, nuestra familia es golpeada por
una poderosa maldición. Ahora, para quitarlo, tendré que apelar al demonio.
mejor naturaleza.
Es más fácil decirlo que hacerlo. Ese demonio zorro arrogante no se dejará influir por una canasta
de disculpas llena de golosinas. Sin embargo, necesita una pareja falsa para un Festival de Invierno
de una semana.
Aunque mentiría si no admitiera que el acto de nuestros amantes cariñosos se estaba volviendo
más difícil cada día. Cuanto más tiempo pasaba con Lucca, más se me metían debajo de la piel sus
irresistibles encantos. En el fondo, sé que todo es un juego. Pero parece que mi corazón no puede
entender el memorándum. Cuando nuestra aventura de una semana llegue a su fin, ¿realmente
podré marcharme?

That Time I Got Drunk and Yeeted A Love Potion at

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Esa Vez Que Me Borracho Y Yeeted A

Poción de amor en un hombre lobo

Copyright © 2022 por Kimberly Lemming

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cualquier otro medio sin permiso.

muertas, eventos o localidades es pura coincidencia.

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También por Kimberly Lemming

También mi familia y amigos. Obviamente.

TENGA EN CUENTA: este libro contiene violencia gráfica, secuestro, dub­con

para poder ayudarte a encontrarlo? No se me ocurre ninguna otra razón por la

detener el festival por completo.

puestos alineados en el centro de Boohail. Estandartes brillantes y faroles resplandecientes

morderme la cabeza. Iré a prepararte un trago, Brie. Tal vez te afloje.

Este maldito tipo.

sigas molestando. Este." Mi dedo se movió entre nosotros. "No pasará."

"Claro, claro", respondió antes de darse la vuelta y alejarse.

puesto de comida y pedí dos papas al horno más.

Cin y Fallon en la fila de taburetes junto al puesto de aguamiel. Mi cuerpo se desplomó

antes de darle un gran bocado.

nombre contrastaba hilarantemente con su conducta severa y seria. Supongo que

taberna fue expulsado sin

Mi mano se deslizó alrededor del asa de mi bebida antes de beber la mitad.

El dulce sabor de la miel y el melocotón se apoderó de mí, quitándome la mayor parte de

espalda. Se rió de mi mirada preocupada y le dio otro mordisco a su patata.

"¡Solo digo que tenemos opciones!"

"Eres mucho más sanguinario de lo que recuerdo".

el mostrador y apoyó la barbilla en las manos.

Sus ojos recorrieron descaradamente a Sunbeam antes de estallar en una sonrisa

de hielo. “¿Qué será, Balabash?”

un beso de mi galleta de mantequilla de miel?"

Fallon escupió su bebida y se atragantó con una carcajada. Su esposa se rió y le

estante inferior de su puesto. "¡Solo por eso, obtienes el brebaje débil!"

La botella se estrelló frente a Balabash, cuyo rostro permaneció como

él y entreteniéndose en fregar ferozmente el vaso que acababa de limpiar.

Balabash tomó un sorbo de la botella y se inclinó para susurrarme al oído. "Ella me

alguna emoción en el rostro de la mujer.

"Bash, ella te matará a este ritmo", advirtió Cinnamon.

eso es todo”. Vio a su 'precioso portador del día' deslumbrante

a él desde el otro lado de la barra. Ella agachó la cabeza hacia el inocente

el tono alto de su voz.

Brie, este es Balabash. Trabajó en las cocinas conmigo en el barco.

¡Cualquier amigo de Cin es amigo mío!”

una perra impredecible.

Felix es mi mejor amigo demonio. No te preocupes, tú también estás en la lista —dijo,

despidiéndolo—. “La amistad es un nivel, no una línea recta”.

Balabash tiró de mí hacia atrás y se inclinó para susurrarme al oído. La comida y el

alcohol en mi estómago se agitaban en protesta con cada nuevo movimiento. "¿Puedes

creer esto? Nos está engañando entre nosotros”.

Voy a vomitar si no dejas de azotarme, amigo.

vuelta. "Eso no será necesario", espetó. “Le he traído a Brie otro

molesto y fácil de ver. Todo el pueblo sabía de la naturaleza ambiciosa de Jack y su

incapacidad para presupuestar. No me extrañaría lo más mínimo que los acreedores

una vez más.

nadie en Boohail le importaba el color de un maldito huevo. pude ver la idea

Prácticamente crecí en la casa de Cin y ella y su familia nunca se volvieron hacia mí y me

dijeron: '¿sabes que mejoraría esta tortilla? Si fuera simplemente negro.

Mi rostro se endureció y me giré para mirarlo directamente a los ojos. “Jack, te lo he

La sonrisa nunca abandonó su rostro mientras empujaba una bebida burbujeante de

TENGA EN CUENTA: este libro contiene violencia gráfica, secuestro, dubcon