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Introduccion MPS
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El programa maestro
I
ntroducción– En este capítulo se resumen los conceptos del desarrollo y admi-
nistración del programa maestro, que constituye el siguiente paso lógico en la
planificación de la producción, y generalmente forma parte del plan de ventas y
operaciones (PV&O). Al llegar a la elaboración del plan maestro se da por sentado
que los recursos apropiados se han tomado en cuenta en la planificación. Dicho plan
suele contener más detalles que el PV&O, pero su horizonte temporal casi siempre es
más corto que el de este último.
Otra diferencia importante entre el programa maestro y el PV&O radica en que,
mientras éste por lo general se desarrolla en términos de familias de productos, el pro-
grama maestro en muchos casos se basa en productos finales, listos para su venta. En
consecuencia, el programa maestro representa una parte de enorme importancia en el
proceso de planificación, ya que frecuentemente actúa como la principal “interfaz” en-
tre el sistema de producción y los clientes externos.
Aun cuando algunas empresas —en especial aquellas que son pequeñas o que
ofrecen sobre todo servicios— no desarrollan un programa maestro formal, se puede
afirmar que toda compañía cuenta con uno. Aunque se realice de manera informal, todas
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72 CAPÍTULO 4 EL PROGRAMA MAESTRO
las empresas deben contar con un método para comprometer los pedidos del cliente, y
traducir en un programa de producción los requerimientos que éstos determinen. Sin
importar la formalidad del nombre que se le dé, este mecanismo constituye en reali-
dad un programa maestro.
der la relación que existe entre el PV&O y el programa maestro consiste en advertir
que la actividad del primero desarrolla restricciones de capacidad que actúan como
fronteras para la planificación del segundo.
B C Nivel 1
D E F G Nivel 2
H Nivel 3
74 CAPÍTULO 4 EL PROGRAMA MAESTRO
Revisando nivel por nivel, podemos identificar el tiempo de espera más largo en
cada caso:
Demanda
Pedidos
Demanda
de los clientes
pronosticada
Tiempo
personas esperan que un pronóstico sea correcto; su preocupación se basa, más bien,
en qué tan incorrecto es y en cómo manejar el error anticipado.
Es por esta razón que algunos programas maestros utilizan barreras de tiempo para
establecer reglas que faciliten su manejo. Las dos barreras de tiempo más comunes son:
Barrera de tiempo de demanda. “Dentro” de la barrera de tiempo de demanda la in-
formación del pronóstico suele ignorarse, de manera que sólo se utilizan cantidades de
los pedidos reales de los clientes para realizar los cálculos del programa maestro. Por
ejemplo, si en el programa maestro se establece una barrera de tiempo de demanda en
la semana 2, la información pronosticada para las semanas 1 y 2 se ignora en el cálcu-
lo, sin importar si coincide o no con la información real de los pedidos. En algunos casos
el programa maestro de producción para las semanas incluidas en la barrera de tiempo
de demanda se considera “congelado”, toda vez que la producción probablemente ha
progresado hasta el punto en que resulta imposible o impráctico realizar algún cambio
en la cantidad o en los tiempos. Debe quedar claro que la barrera de tiempo de de-
manda es más cercana al tiempo presente en el programa.
Barrera de tiempo de planificación. Por lo general, esta barrera de tiempo se esta-
blece de manera que sea igual o ligeramente mayor que el tiempo de espera acumulado
para el producto. Volviendo al ejemplo del producto A con cuatro niveles de materia-
les, la barrera de tiempo de planificación podría establecerse en una marca de 18 se-
manas. Más allá de la barrera de tiempo (19 semanas o más) se cuenta con tiempo
apropiado para reaccionar a los nuevos pedidos, incluso si se presentara algún reque-
rimiento para solicitar los artículos que proceden de algún proveedor entre la lista de
materiales, de modo que los valores del programa maestro de producción pueden mo-
dificarse sin demasiado problema. De hecho, algunos profesionales permiten que la
computadora controle las acciones de programación maestra que rebasan dicha barre-
ra de tiempo.
Entre la barrera de tiempo de demanda y la barrera de tiempo de planificación
(de 3 a 18 semanas en nuestro ejemplo) puede haber oportunidad de reaccionar a los
pedidos de los clientes —aunque de manera limitada—, modificando un poco las canti-
dades y los tiempos con base en la naturaleza del producto y del entorno. Por otro lado,
es posible que los cambios se vean limitados en virtud de que el tiempo resulte inade-
cuado para solicitar que los proveedores envíen aquellos artículos que requieren largos
tiempos de espera (a menos que se incurra en gastos extra para agilizar la entrega). Es
poco frecuente permitir que modificaciones de este tipo queden bajo el control de la
76 CAPÍTULO 4 EL PROGRAMA MAESTRO
Barrera de Barrera de
tiempo de tiempo de
demanda planificación
computadora, aunque sí se utilizan estos equipos para que ofrezcan mensajes de ex-
cepción y recomendaciones. Toda vez que algunas personas consideran “congelada” la
zona incluida en la barrera de tiempo de demanda, y creen que está fuera de la barrera
de tiempo “libre”, el área entre ambas barreras de tiempo suele denominarse “flexible”.
En este sentido es preciso entender que entre más cercana esté la programación al
tiempo presente, menos flexibilidad se tendrá para realizar cambios sin el riesgo de in-
currir en problemas mayores. Vea la figura 4.3.