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3.1. Formulación de hipótesis.

Parte I
Introducción:

Los tipos de hipótesis se generan con base a los objetivos, sean generales o específicos, a
partir de lo anterior surge la clasificación de hipótesis de investigación, no direccional,
direccional y nula. Es importante mencionar que no siempre se tienen resultados positivos
en las hipótesis y es parte del proceso de la investigación. Por lo que en esta sesión se
desarrollarán los siguientes temas:

 Concepto de hipótesis.
 Tipos de hipótesis
o De investigación.
o No direccional.
o Direccional.
o Nula.
 Concepto de variables.

A continuación, te presentamos algunos aspectos clave a revisar en esta sección.

Formulación de hipótesis

"Hay ocasiones en las cuales una comunidad científica acepta plenamente que un hecho
constituye un problema, sin embargo, respecto de algunos temas, no habrá tal consenso. En
este caso, el investigador debe plantear en primer lugar una hipótesis que le permita
convencer a los miembros de la comunidad científica de que efectivamente el tema
abordado constituye un problema y posteriormente hacer la propuesta de solución al
problema”. (López. 2017). Resulta por demás interesante lo comentado en el párrafo
anterior pues plasma de manera sencilla la relevancia de la hipótesis dentro de la
investigación, es preciso aclarar además que las hipótesis no necesariamente requieren de
un resultado positivo, ya que si arrojan uno negativo también en factible y viable su
incorporación al cuerpo de la investigación.

Concepto de hipótesis

La hipótesis es una premisa que se plantea en forma de pregunta, bajo el cual se quiere
comprobar o predecir alguna afirmación o negación, son los supuestos razonados que
implican una serie de conceptos, juicios y raciocinios tomados de la realidad estudiada,
como una afirmación objetiva sobre una relación entre variables o propiedad de algún
fenómeno, que permite ordenar, sistematizar y estructurar el conocimiento.

Tipos de hipótesis

Los tipos de hipótesis se desarrollarán de acuerdo a los objetivos, ya sean estos generales o
específicos, derivado de ello surge la clasificación de investigación, no direccional,
direccional y nula. Sampieri ( 2014) menciona que: “dependiendo del alcance del estudio,
deberá realizarse la formulación de hipótesis, por ejemplo, si el alcance del estudio es
exploratorio no se formulan hipótesis, pero si un estudio es correlacional, las hipótesis
deberán formularse de igual manera correlacionadas. Y será precisamente por esta relación
que surgen diferentes tipos de hipótesis enfocadas tanto al estudio como al alcance del
mismo”.
De investigación

"Las hipótesis de investigación se definen como proposiciones tentativas acerca de las


posibles relaciones entre dos o más variables y estas pueden ser:

 Descriptivas de un valor o dato pronosticado.


 Correlaciónales.
 A diferencia de grupos.
 Causales."

Sampieri (2014)
No direccional

Estas hipótesis no van encaminadas a un solo resultado, si no que están abiertas a varias
posibilidades que darán la respuesta después de hecha y comprobada la investigación.
Direccional

Estas hipótesis centran su investigación en determinados resultados esperados. Por ejemplo:


Si tomo una pastilla, el dolor disminuirá o bien se quitará por completo.
Nula

Las hipótesis son en cierto modo, el reverso de las hipótesis de investigación. También
constituyen proposiciones acerca de la relación entre variables, sólo que sirven para refutar
o negar lo que afirma la hipótesis de investigación. Por lo tanto, existirán tantas hipótesis
nulas como hipótesis de investigación.

Concepto de variables

“Una variable es una propiedad que puede fluctuar y cuya variación es susceptible de
medirse u observarse, como por ejemplo el género, la masa, el atractivo físico, el
aprendizaje de conceptos, la religión etc.” Sampieri (2014).
El concepto de variable se aplica a personas u otros seres vivos, objetos, hechos y
fenómenos, los cuales adquieren diversos valores respecto de la variable referida, por
ejemplo, la inteligencia, ya que es posible clasificar a las personas de acuerdo con su
inteligencia, no todas las personas las poseen en el mismo nivel, es decir, varían en
inteligencia.
El planteamiento de una hipótesis va de la mano con la investigación, actualmente hay
teorías y conocimiento científico a nuestro alcance gracias a estos procesos, al surgimiento
de preguntas y debido a que algunas personas extendieron su capacidad para cuestionar e
indagar a fin de proponer.

Tipos de hipótesis

Las clasificaremos en (56):

1. hipótesis de investigación,
2. hipótesis nulas,
3. hipótesis alternativas
4. hipótesis estadísticas.

Hipótesis de investigación éstas podrían definirse como “proposiciones tentativas acerca de las
posibles relaciones entre dos o más variables y que cumplen con los cinco requisitos
mencionados”. Se les suele simbolizar como H1, H2, H3 Etc. (si son varias) y también se les
denomina hipótesis de trabajo.

A su vez las hipótesis de investigación pueden ser:

• Hipótesis descriptivas del valor de variables que se va a observar en un contexto o en la


manifestación de otra Variable

Ejemplo:

“La expectativa de ingreso mensual de los trabajadores de la Corporación TEAQ oscila entre $50
000 y $60 000 pesos colombianos.”

Las hipótesis de este tipo se utilizan a veces en estudios descriptivos. Pero cabe comentar que no
en todas las investigaciones descriptivas se formulan hipótesis o que éstas son afirmaciones más
generales.

Las hipótesis nulas son, en un sentido, el reverso de las hipótesis de:

• investigación. También constituyen proposiciones acerca de la relación entre variables solamente


que sirven para refutar o negar lo que afirma la hipótesis de investigación. Por ejemplo, si la
hipótesis de investigación propone: “Los adolescentes le atribuyen más importancia al atractivo
físico en sus relaciones heterosexuales que las mujeres”, la nula postularía:

– “Los jóvenes no le atribuyen más importancia al atractivo físico en sus relaciones heterosexuales
que las adolescentes”.

Las hipótesis alternativas. Como su nombre lo indica, son posibilidades alternativas ante las
hipótesis de investigación y nula. Ofrecen otra descripción o explicación distintas a las que
proporcionan estos tipos de hipótesis. Por ejemplo, si la hipótesis de investigación establece: “Esta
silla es roja”, la nula afirmará: “Esta silla no es roja”, y podrían formularse una o más hipótesis
alternativas: “Esta silla es azul”, “Esta silla es verde”, “Esta silla es amarilla”, etc. Cada una
constituye una descripción distinta a las que proporcionan las hipótesis de investigación y nula.
Las hipótesis alternativas se simbolizan como Ha y sólo pueden formularse cuando efectivamente
hay otras posibilidades adicionales a las hipótesis de investigación y nula.

Les propondríamos además consideren la posibilidad de utilizar (56):

• Hipótesis correlaciónales

– Éstas especifican las relaciones entre dos o más variables.

– Corresponden a los estudios correlacionales y pueden establecer la asociación entre dos


variables (Por Ejemplo: “La inteligencia está relacionada con la memoria”),

• Hipótesis de la diferencia entre grupos

Estas hipótesis se formulan en investigaciones dirigidas a comparar grupos. Por ejemplo,


supongamos que un publicista piensa que un comercial televisivo en blanco y negro, cuya finalidad
es persuadir a los adolescentes que comienzan a fumar cigarrillos para que dejen de fumar, tiene
una eficacia diferente que uno en color. Su pregunta de investigación podría ser: ¿es más eficaz un
comercial televisivo en blanco y negro que uno en color, cuyo mensaje es persuadir a los
adolescentes que comienzan a fumar cigarrillos para que dejen de hacerlo? Y su hipótesis podría
quedar formulada así:

Ejemplo

“El efecto persuasivo para dejar de fumar no será igual en los adolescentes que vean la versión del
comercial televisivo a color que en los adolescentes que vean la versión del comercial en blanco y
negro”.

Hipótesis que establecen relaciones de causalidad

Este tipo de hipótesis no solamente afirman las relaciones entre dos o más variables y cómo se dan
dichas relaciones, sino que además proponen un “sentido de entendimiento” de ellas. Este sentido
puede ser más o menos completo, dependiendo del número de variables que se incluyan, pero
todas estas hipótesis establecen relaciones de causa—efecto (60).

Las hipótesis científicas se someten a prueba o escrutinio empírico para determinar si son
apoyadas o refutadas de acuerdo a lo que el investigador observa. De hecho para esto se formulan
61).

Ahora bien, en realidad no podemos probar que una hipótesis sea verdadera o falsa, sino
argumentar que de acuerdo con ciertos datos obtenidos en una investigación particular, fue
apoyada o no.

¿Por qué formulamos una hipótesis en nuestra investigación?

Las ventajas son las siguientes:

1. son las guías de una investigación


2. tienen una función descriptiva y explicativa, según sea el caso.
3. pueden probar teorías, si se aporta evidencia en favor de una.
4. pueden sugerir teorías
El término hipótesis y su utilización dentro del proceso de investigación científico es de empleo
reciente, quizá las ideas pioneras del historiador William Whewell escritas en 1847 (History of the
inductive sciences) y la influencia de la obra monumental de Hegel (1779-1831), Comte (1798-
1857) y Federico Engels (1820-1895), como reconocidos pensadores, nos proporcionan ese marco
de referencia conocido como método científico; sin embargo, es muy probable que a partir de la
obra del gran fisiólogo y médico francés Claude Bernard (1813-1878) sea clásico distinguir en la
investigación experimental tres etapas: la observación, la hipótesis y la comprobación, y que es a
través del cual que reconocemos que la hipótesis es la brújula que guía la generación de
conocimiento científico. De tal manera que cualquier investigador está obligado a formular o
plantear una o varias hipótesis, que una vez contrastadas le permitirán generar conocimiento
científico.

Existen al menos dos etapas de trabajo por las que cualquier investigador pasará. La
primera, cuando en sus trabajos iniciales está atento en torno a los hechos de la naturaleza y por lo
tanto, REALIZA OBSERVACIÓN, y la segunda, cuando con base en ellos FORMULA ALGUNA
HIPÓTESIS, que sometida a la comprobación pertinente, le proporciona los datos o información
suficiente para aceptarla o rechazarla. Ambas etapas son importantes, pero la formulación y
posterior comprobación de hipótesis, es el punto culminante en la generación de conocimiento
científico. Si algún investigador, dependiendo del área de trabajo que esté abordando, no es capaz
de formular y comprobar alguna hipótesis, sus resultados son descriptivos y es poco probable que
contribuyan a generar conocimiento científico dentro de la etapa teórica.

Cuando hablamos de hipótesis, siempre estarán en torno a este tema cuatro preguntas básicas:

1) ¿Qué es una hipótesis?


2) ¿Cómo se formula?
3) ¿Para qué sirve
4) ¿Cómo se contrasta?

A propósito del título, en el presente documento diremos que el término formulación hace
referencia al enunciado de un principio, hecho o fenómeno en palabras o símbolos, sean o no
matemáticos. Por analogía, diremos que la formulación de una hipótesis es la manera o los
requisitos que deberán cumplirse para proceder a redactarla y entonces tener el enunciado
conocido como hipótesis; lo cual es diferente al concepto de hipótesis.

Por lo tanto, primero hablaremos de la hipótesis como un enunciado y posteriormente como un


concepto. Esto a su vez obliga a cambiar el orden de las preguntas básicas respecto al tema,
abordándose como sigue: a) ¿Cómo se formula?, b) ¿Para qué sirve?, c) ¿Cuál es el concepto de
hipótesis? y, d) ¿Cómo se contrasta? Seguiremos dicho orden en el presente documento,
considerando las tres primeras preguntas, la cuarta se analiza en otro escrito.

¿Cómo se Formula una Hipótesis? O Cómo se Redacta una Hipótesis

Para analizar la etapa correspondiente a la formulación de una hipótesis, es necesario considerar


como punto inicial al proceso de percepción del entorno, que en términos sencillos involucra la
utilización de nuestros sentidos. Ya que la comprensión habitual de la evolución del hombre es
resultado del hecho de que entendemos dicho proceso explorando la realidad física con nuestros
cinco sentidos. Hasta el momento actual hemos sido seres humanos cinco-sensoriales.

Este camino de la evolución nos ha permitido comprender los principios básicos del Universo de
manera concreta. Gracias a nuestros cinco sentidos, sabemos que cada acción es una causa que
provoca un efecto, y que cada efecto posee una causa. De tal forma que el proceso de percepción
involucra a su vez cuatro etapas, conocidas como: formación de imágenes, establecimiento de
sensaciones, esclarecimiento de ideas y elaboración de conceptos.

Estas cuatro etapas en conjunto conducen al proceso de observación. De tal forma que la
observación es la utilización de los sentidos para la percepción de hechos o fenómenos que nos
rodean, o son de interés del investigador.

Entonces, la observación, permite abordar la realidad, esto es, la totalidad de hechos existentes y
concretos que rodean los fenómenos que se estudian. El profesor de física David Bohm, del
Birkbeck College, de la universidad de Londres dice que la palabra "realidad" está derivada de las
raíces "cosa" (res) y "pensar" (revi). Realidad, por lo tanto, significa "todo aquello en lo que se
puede pensar". Tal definición tiene la influencia de la física cuántica, que está basada en la
percepción de un nuevo orden en el universo.

Desde el punto de vista de la Epistemología, existen tres herramientas básicas para abordar a los
hechos, o todo aquello que sucede en la naturaleza: observando, midiendo y experimentando. Lo
cual puede realizarse en una acción a la vez, o las tres de manera simultánea. Esto quiere decir que
un fenómeno se está observando.

Por lo que, la observación metódica y sistemática de los hechos, permitirá a través del tiempo,
generar información (o datos) acerca de su comportamiento. De esto resulta, que un hecho o
fenómeno, podrá observarse en términos de fracciones de segundo, como en una reacción
química, o de manera perpetua, como en el movimiento de los planetas, o de alguna variable del
clima. Y la disponibilidad de datos a su vez permite observar, medir o experimentar en torno al
fenómeno estudiado, todo en un proceso dialéctico.

La Etapa Empírica para la Generación de Conocimiento Científico

La etapa en la cual se está generando información referente a un hecho o fenómeno, se conoce


como etapa EMPIRICA; o de manera atinada, aquella etapa que proporciona experiencia. En esta
etapa utilizamos como herramienta fundamental a la observación. Resaltemos la importancia de la
observación y su relación con la formulación de hipótesis, analizando algunos episodios de la
ciencia que han resultado fundamentales.

La observación se define como la utilización intencionada de nuestros sentidos para captar


información. En la actualidad se considera que la observación tiene un papel importante en la
ciencia cuando está guiada por una hipótesis, tal como lo mencionaba Claude Bernard: "todo el
conocimiento humano se reduce a ascender de los efectos observados, a su causa. Después de una
observación, se presenta al espíritu una idea relativa a la causa del fenómeno observado; luego
esta idea anticipada es introducida en un razonamiento en virtud del cual se hacen experiencias
para comprobarla. Por el momento, es necesario hacer notar que la idea experimental no es
arbitraria ni puramente imaginaria; debe tener siempre un punto de apoyo en la realidad
observada, es decir en la Naturaleza. La hipótesis experimental, en una palabra, debe estar
siempre fundada en una observación anterior". La observación científica se da a partir de la
selección deliberada de un fenómeno o aspecto relevante de éste, mediante la guía del método
científico.

Los astrólogos caldeos de los siglos VII y VI a. C., quienes al igual que sus antecesores babilonios,
creían que los cielos eran divinos, y por lo tanto identificaban a cada planeta con una deidad
(Mercurio, Venus, Marte). Pensaban que observando sus movimientos podían predecir sus
intenciones. Si la conducta de los planetas hubiera sido irregular, haciendo algo nuevo cada vez, la
tarea de los astrólogos habría sido muy difícil y, probablemente no lo habrían iniciado. Pero dado
que los movimientos eran cíclicos y se repetían una y otra vez, la operación no parecía tan difícil y,
por tanto, tenía sentido ser extremadamente cuidadoso y preciso en las observaciones. Kidinnu
(siglo VI a. C.) calculó el movimiento del sol con una exactitud tal que sólo fue superada en el siglo

XX. Cabe recordar que caldeos, babilonios y griegos, carecían de telescopios.

El evento que permite generar experiencia y que está ampliamente relacionado con el de
observación puede ejemplificarse con la formidable actividad de Tyge o Tico Brahe; él nunca hizo
grandes descubrimientos, salvo uno, que lo convirtió en el padre de la Astronomía moderna,
fundada en la observación. El descubrimiento estriba en que la astronomía tenía necesidad de
datos observados, precisos y continuos. Guardad todos silencio y escuchad a Tico, quien dedicó
treinta y ocho años de su vida a la observación del movimiento de los planetas (de 1563 a 1601).

Poco se ha escrito e investigado acerca de las ciencias entre los pueblos mesoamericanos. Sin
embargo una constante emerge entre lo que normalmente se pone de relieve: la observación
detallada y continua de los astros para obtener la precisión de los cálculos astronómicos. Eli de
Gortari presenta en su libro, "La ciencia en la historia de México" la siguiente tabla, en la cual es
posible comprender la magnitud e importancia de la observación.

Período Sinódico

CÁLCULO MAYA CÁLCULO MODERNO

Luna 29.530864 29.53058877

Mercurio 115 115.667

Venus 584 583.92

Marte 780 779.936

Júpiter 389.6 398.867


La forma, las dimensiones y la orientación de la pirámide maya de Kukulkán están calculadas de tal
modo que involucraron las observaciones de los astros conocidos en esa época, y una vez al año,
por espacio de veinte minutos en el equinoccio, el juego de luz y sombras en los escalones asemeja
una gigantesca serpiente que desciende por ellos. Esto sólo fue posible después de observar los
movimientos de los astros y poseer un conjunto de datos sistematizados, como el que se presenta
en la tabla anterior.

Georg Christoph Lichtenberg, físico, matemático y astrónomo alemán, que nació en 1742, afirmaba
que "la observación y el conocimiento del mundo son la base de todo, además hay que haber
observado mucho para poder usar las observaciones ajenas como si fueran propias, de otro modo,
sólo se leen y quedan en la memoria sin mezclarse con la sangre".

Hoy en día todos conocemos aquella teoría que nos dice que el mecanismo de la evolución es la
selección natural. Charles Darwin y Alfred Wallace son sus creadores. Aunque el primero siempre
se lleva el crédito. Darwin tuvo una gran ventaja al ser invitado a una expedición científica a
América del Sur, en el famoso velero "Beagle".

Darwin observó las grandes similitudes entre la flora y la fauna que existían entre las comunidades
bióticas de los continentes, con aquellas comunidades de islas cercanas y dichos continentes. Para
Darwin, tales similitudes y diferencias tenían un significado, una razón de ser.

Con el apoyo de las obras de Lyell ("Principles of Geology") y de Malthus ("An Essay on the
principle of population"), Darwin postula el mecanismo que rige el proceso evolutivo de las formas
de vida de nuestro planeta: la selección natural. En ella se plantea que es el medio ambiente quien
ejerce una fuerza adaptativa sobre los individuos, a la cual estos deben acostumbrarse, y por lo
tanto evolucionar.

A diferencia de Darwin, Alfred Wallace realizó todas sus observaciones en el Archipiélago Malayo, y
de forma separada postula el mismo mecanismo evolutivo para las formas vivas existentes.

Tanto Darwin como Wallace utilizan a la observación como herramienta principal para tener
información.

La información anterior son ejemplos grandiosos que dejan claro que la observación de los hechos
constituye la etapa empírica para la generación de conocimiento científico, y puede ser en
instantes o durante años. La observación de los hechos de la naturaleza aporta datos, producto de
la medición de ciertos eventos, o por experimentación.

La Etapa Teórica para la Generación de Conocimiento Científico

La siguiente etapa importante en la generación de conocimiento es la etapa TEORICA. El


investigador utiliza herramientas tales como los principios, postulados, hipótesis y leyes. Aquí, el
término hipótesis, deberá ser entendido desde una doble perspectiva: 1) como concepto y 2) como
enunciado o formulación; razón por la cual se requiere saber cómo formular una hipótesis y
posteriormente cómo contrastarla. Así sus resultados pasan a formar parte de la etapa teórica de
la generación de conocimiento científico (ver figura 1).
Figura 1. La generación de conocimiento científico

Etapa Empírica=====> Conocimiento de los Hechos<=== Observacion Medición Experimentación

||

Etapa Teórica =====> Principios, postulados, hipótesis, leyes

Entonces, la formulación de cualquier hipótesis es sobre la base de determinados hechos o


fenómenos, que al conocerse generan datos (información) de su comportamiento. Estos datos
apenas constituyen una descripción de la realidad; pero sin ellos, carecemos de la materia inicial
para tal formulación. Ya que en la actualidad la concepción de cómo se trabaja en la ciencia se
conoce como el "modelo hipotético-deductivo", cuyo nombre se debe al filósofo Carl Hempel; y
que efectivamente con base en este enfoque se enlaza a la teoría con la empiria.

Por lo tanto, la observación de la realidad conforma la gran experiencia que proporciona datos a
partir de los cuales se formulan las hipótesis, que contrastadas adecuadamente, contribuyen a la
creación de la teoría que sustenta o explica el comportamiento de cualquier hecho o fenómeno de
la naturaleza. Es en esta fase cuando se genera conocimiento científico.

La Formulación de Hipótesis

La formulación de cualquier hipótesis debe respetar estándares establecidos por la epistemología;


el cuadro 1 presenta los aspectos más sobresalientes. De estos, quizá el más importante y que
ayuda a formular, propiamente dicho, a una hipótesis es el requisito que establece la forma
sintáctica, o sea, la manera en que se redacta o se escribe una hipótesis.

Algunas Características para la Formulación de Hipótesis


Algunas Características para la Formulación de Hipótesis

1. No debe contener palabras ambiguas o no definidas


2. Los términos generales o abstractos deben ser operacionalizables. Esto es, tendrán
referentes o correspondencias empíricas (hechos, objetos, fenómenos reales)
3. Los términos abstractos, que no tienen referente empírico, no son considerados
4. Los términos valorativos no se consideran por no comprobarse objetivamente
5. Cuando sea posible, debe formularse en términos cuantitativos
6. La forma sintáctica debe ser la de una proposición simple. En ningún caso puede tener la
forma de interrogante, prescripción o deseo
7. La hipótesis causal o estadística debe considerar sólo dos variables
8. Deberá excluir tautologías. Esto es, repetición de una palabra o su equivalente en una frase
9. Deberá evitar el uso de disyunciones; las que aparecen en proposiciones compuestas del tipo
p o q, donde p y q son proposiciones simples cualesquiera
10. Deberá estar basada en el conocimiento científico ya comprobado y tomarlo como punto de
partida. Esto es, considera al marco teórico
11. Deberá ser doblemente pertinente: a).- en su referencia al fenómeno real de investigación y b).-
en el apoyo teórico que la sostiene
12. Deberá referirse a aspectos de la realidad que no han sido investigados aún, ya que un
objetivo de la actividad científica es la producción de nuevos conocimientos, y
13. Finalmente, una característica de la HIPOTESIS CIENTIFICA es su falibilidad. Esto
implica que una vez comprobada puede perfeccionarse a través del tiempo.

Los antecedentes modernos para la formulación de una hipótesis están en la lógica matemática
(simbólica o proposicional), y a la vez han sido obtenidos de la lógica formal.

La lógica tradicional se dedicaba a estudiar, desde el punto de vista formal, a los juicios, los
conceptos y los razonamientos; todas las formas discursivas eran consideradas como
modificaciones, bien del juicio, bien del concepto o bien del razonamiento. Por esta razón, la
hipótesis era comprendida por la lógica tradicional como forma específica del razonamiento o
como juicio. La hipótesis era estudiada en la sección de razonamientos inductivos.

Recordemos que el juicio es un pensamiento en el que se afirma o se niega algo de algo. Además el
juicio tiene una estructura cuyos elementos son: el sujeto (u objeto del juicio: la cosa de la que
afirmamos o negamos algo en el juicio, y si sabemos de que cosa afirmamos o negamos algo,
tenemos el sujeto del juicio); el predicado (lo que se afirma o niega acerca del objeto), y la cópula
(establece que lo pensado en el predicado es propio o no del objeto del juicio).

Tomando algunos conceptos de la lógica matemática, se puede decir que la _forma sintáctica de
una hipótesis es la de una proposición simple_. Las proposiciones son pensamientos en los que se
afirma algo, y que se expresan por ello mediante enunciados u oraciones declarativas.

Recuérdese que las oraciones (conjuntos de palabras que expresan pensamientos completos; o
como lo hemos aprendido desde nuestra formación básica, una oración tendrá sujeto-verbo-
complemento), se dividen en declarativas, imperativas, interrogativas y exclamativas. Reiterando,
una proposición es equivalente a una oración declarativa, y ésta será la forma de redactar o
formular una hipótesis, la cual tendrá Sujeto: la cosa de la que afirmamos o negamos algo; Verbo:
palabra que en una oración, expresa la acción o el estado del sujeto; Predicado: lo que se afirma o
niega del sujeto.
Entonces, ejemplificando la redacción de algunas oraciones se tiene lo
siguiente:

1) El universo esta formado por átomos de hidrógeno

2) ¡Maldita sea mi suerte!

3) ¿Qué pasó con la iniciativa de pena de muerte?

4) ¡No me molestes más!

En el ejemplo anterior, la oración uno es de mucha importancia por ser declarativa, ya que está
afirmando algo que puede ser falso o verdadero. Otros ejemplos de oraciones declarativas pueden
ser: Atenco está en México, y, México está en América, por lo que ambas oraciones a la vez son
proposiciones. Sin embargo, una proposición también se puede representar por una expresión
matemática, como la siguiente: (x+y)2 =x2+2xy+y2; tal ecuación es una proposición porque
transmite algo que es verdadero.
Entonces, sólo de las oraciones declarativas puede decirse que transmiten una proposición, que
por ser una afirmación, es verdadera o falsa.

Por lo que la formulación de cualquier hipótesis es equivalente a tener un enunciado que tiene la
presentación de una oración declarativa. Alguna variante a esta forma es un grave error, y será
cualquier cosa, menos la formulación de una hipótesis.

Nuestro trabajo de muchos años en la cartografía y clasificación de suelos ha permitido generar


información para formular algunas hipótesis. Las siguientes son ejemplos de proposiciones
simples, que cumplen con los requisitos para ser una buena hipótesis.

Las tierras según la percepción de los campesinos se delimitan por fotointerpretación.

Los mapas de suelos elaborados con el procedimiento de clases de tierras campesinas son más
exactos y precisos, que aquellos con el procedimiento del levantamiento agrológico y la carta
edafológica de INEGI.

Estas proposiciones están respaldadas por gran cantidad de trabajo que se ha desarrollado en el
transcurso de varios años. Por ejemplo, en el primer caso, el punto inicial fue demostrar que en
efecto, los campesinos tienen conocimiento del recurso suelo, lo cual ha sido posible básicamente
a través del enfoque de la Antropología y la Etnología, y específicamente por la Etnoedafología.

Por lo que, entonces es posible redactar dicha oración, que cumple los requisitos para ser una
hipótesis, la cual se ha comprobado, y cuyo producto final ha sido un procedimiento para la
elaboración de mapas de suelos hasta el nivel parcelario.

Con esta información fue posible pensar en la formulación de la siguiente hipótesis, cuya
comprobación pertinente ayudaría a criticar el trabajo de elaboración de mapas de suelos con el
procedimiento técnico. Esto también ha sido demostrado plenamente.

El evento de formulación de las hipótesis permite plantear dos preguntas básicas, antes de tener la
redacción del enunciado: 1. ¿Cómo se originan las ideas básicas para su generación?, lo cual lleva
al contexto de descubrimiento, y, 2. ¿Cómo se justifican?, lo cual lleva al contexto de justificación; o
en otras palabras, cómo se comprueba la validez de una hipótesis.

El contexto de descubrimiento es el aspecto más relacionado con la formulación de las hipótesis,


por lo que se debe saber cómo llegar a una oración declarativa que se transforma en la hipótesis
que guiará nuestro trabajo de investigación.

Este aspecto aparentemente sencillo, es la actividad más importante del trabajo científico, y se
realiza a través de la inducción.

Recordemos que la inducción es un procedimiento del razonamiento que va de lo particular a lo


general. Se parte de hechos particulares (casos concretos) y se llega a conclusiones generales
acerca del tipo a que pertenecen los hechos particulares considerados.

¿Cómo se Formula cualquier Hipótesis?


Se tienen dos grandes vías a partir de las cuales se descubren hipótesis y por lo tanto se formulan o
redactan: 1. A partir de la razón (razonando) y 2. A partir de la experiencia, usando la inducción.

En ambos casos es importante recalcar que el científico ha tenido una etapa previa de observación
y acumulación de datos relacionados con el problema de la naturaleza que está investigando; por
lo que la tradición científica permite desprender al menos cuatro procedimientos que llevan a la
formulación de hipótesis, [o la manera en que escribiremos una oración declarativa].

Entonces, podemos "descubrir" una hipótesis a través de:

La información respecto a la observación de un fenómeno es tan clara que conduce fácilmente a


una hipótesis,

El científico tiene una serie de convicciones o prejuicios filosóficos, producto de una gran
experiencia en torno al problema que aborda. Lo cual lo conduce fácilmente a una hipótesis,

Un sueño en torno al problema de interés sugiere una hipótesis y su redacción correspondiente, y

Una analogía, con relación al problema de interés podrá conducir a la hipótesis buscada.

Es muy recomendable referirse al punto 1, ya que es más accesible observar y generar


información, o leer lo que ya esta editado acerca de un determinado fenómeno de la naturaleza, y
así llegar a formular alguna hipótesis, relacionada con el problema que abordamos, y que aún no
haya sido investigado.

Sin embargo, recordemos que en la construcción de una hipótesis ocupa un lugar especial la
formulación de la idea nueva, que hace las veces de proposición. La aparición de nuevas ideas es
condición indispensable para la construcción de hipótesis; pero de ideas precisamente nuevas,
insólitas, que permitan edificar el sistema de conocimiento sobre otra base, distinta por principio
de las anteriores.

Tal vez no se precise más que una sola cosa: la idea ha de ser completamente "loca" en
comparación con los conceptos establecidos hasta el momento en que se tiene pensado formular
tal hipótesis. Sólo a base de una idea nueva, como principio fundamental, se crea una hipótesis.

Por lo tanto, ¿cómo iniciamos la formulación de cualquier hipótesis? La respuesta es sencilla: 1)


Después de conocer (observar) los hechos, 2) Después de estar bien documentado en torno a los
hechos que nos interesen, y 3) Después de entender que para llegar al punto dos, podrán pasar
varios años de observación (esto es, observando, midiendo, experimentando) y/o documentación.

Sólo y sólo entonces, es posible formular alguna hipótesis.

Ejemplos de la Formulación de Hipótesis en Diferentes Campos del Conocimiento

Analicemos algunos ejemplos para comprender cómo se han formulado hipótesis en varios
campos del conocimiento.
Primer ejemplo: En el anexo de este documento se presenta un escrito inédito del profesor
Huberto Quiñones Garza, quien dedicó toda su vida profesional a la enseñanza de la geología y
mineralogía de los suelos, en el Colegio de Postgraduados en Ciencias Agrícolas y en la Universidad
Autónoma Chapingo; pero además su gran cultura y preparación le permitieron indagar en varios
aspectos del conocimiento científico.

En dicho trabajo, es posible observar la estructura clásica de un artículo científico en donde se


aborda un determinado aspecto de la realidad; en este caso denominado, "Sobre el ciclo maya de
819 días", que es de mucha trascendencia para la matemática y la antropología. El trabajo inicia
por la lectura y comprensión de lo que se ha escrito y editado al respecto hasta la fecha en que el
autor aborda dicho tema; posteriormente delimita la problemática que desea resolver planteando
una serie de preguntas; para continuar con un análisis detallado y conciso que le permite al
profesor Quiñones escribir: "De todo lo anterior expuesto, se derivan las siguientes hipótesis, para
futura comprobación o reprobación".

Según los planteamientos que estamos analizando, es en este momento cuando se formulan las
hipótesis, las cuales se escriben a continuación:

La aritmética maya es una combinación de diferentes sistemas numéricos, el tridecimal y el


vigesimal, como lo expresa el producto (13)(20)=260,

La cifra de los 260 días del tzolkin es la base fundamental de un sistema puramente aritmético en
el que se generan diversas cifras compatibles con observaciones astronómicas cardinales para los
maya.

El tzolkin permite el manejo de la cifra 3.15 como una excelente aproximación del π, mediante la
formulación: "a cada circunferencia igual a 819, corresponde siempre un diámetro de 260",

La relación del ciclo de 819 días con jeroglíficos de colores y direcciones hallada por Berlin y Kelley
está en función de la identificación de estos símbolos con las estaciones del año solar, de duración
aproximada de 91 ¼ días.

Estas son verdaderas hipótesis, cuya característica es que corresponden a oraciones simples en
donde se afirma algo que puede ser verdadero o falso, y que una vez formuladas, se espera pasar a
la siguiente etapa que es la contrastación o comprobación.

Segundo ejemplo: analicemos la redacción de una hipótesis, en el ámbito de la evolución humana.

Elaine Morgan publica en 1982 un libro muy sugerente y atractivo llamado "The aquatic ape" (el
mono acuático). Utilizando información de varias áreas del conocimiento, que ella narra inicia en
1960, se plantea la siguiente cuestión, "si el hombre desciende del mono, ¿porqué el hombre
puede hablar y el mono no?"

Para establecer la probable solución a estas preguntas, en general se apoya en dos teorías
concebidas independientemente, una planteada por Max Westenhöfer en Alemania, en 1942, y
otra

por el profesor Alister Hardy en Inglaterra, en 1960; que en conjunto se ha denominado la teoría
del mono acuático. Dicha teoría fue desarrollada por Marc Verhaegen, con el título "la teoría del
mono acuático: evidencia y posible escenario", y un resumen de ella se encuentra publicado en
Medical Hipotheses (vol 16, p: 17. 1985).

La teoría del mono acuático afirma que la pérdida de pelo corporal y la grasa subcutánea, son
características netamente humanas, y esto sólo fue posible si el hombre durante el proceso de
evolución pasó por una etapa de adaptación en el agua, antes de poder caminar erguido y en dos
miembros.

Elaine Morgan en su libro ("The aquatic ape"), menciona lo siguiente: "Existen fósiles de una
criatura, que posiblemente sea un ancestro remoto del hombre, llamado Ramapithecus, cuya edad
data de hace 9 millones de años. Además, se tienen fósiles con datos de mucha confianza, así
como de las huellas impresas de una criatura que caminaba apoyado en dos miembros, que datan
de hace tres y medio millones de años. Entre estos dos períodos, hasta la fecha no se han
encontrado fósiles que sigan apoyando o contradigan a la teoría de la evolución humana planteada
por Darwin; de que el hombre desciende del mono.

Sin embargo, según Elaine Morgan, al parecer este es un período de tiempo en que los ancestros
del hombre aparentemente evolucionaron siguiendo un camino diferente al de los monos; por lo
que ella se pregunta, ¿qué pasó en esta etapa del proceso evolutivo del hombre, qué sucedió en el
ambiente natural en dicho período de tiempo?

A este respecto escribe lo siguiente: "… en ausencia de evidencia directa, el único camino que
podemos seguir es deducir lo que pasó en la evolución del hombre dando respuesta a las
siguientes preguntas:

¿Qué se conoce de los monos?

¿Qué se conoce del hombre?

¿Qué se conoce de los fósiles?

¿Qué se conoce de las condiciones ambientales de Africa en el período entre hace nueve, y tres y
medio millones de años?, y

¿Qué se conoce del proceso evolutivo en general?".

Con estas interrogantes, publica en 1985, un artículo en New Scientist (p: 62 y 63) denominado "In
the beginning was the water", en donde formula la hipótesis siguiente:

"La fase acuática en la evolución del hombre es la condición necesaria para el desarrollo de la
laringe en el Homo sapiens, y por lo tanto la característica evolutiva requerida para poder hablar".

La redacción anterior también es una verdadera hipótesis; con una formulación realmente
hermosa, temeraria por sus aseveraciones pero apoyada por evidencias. Elaine Morgan,
simplemente esta cuestionando los sagrados cimientos de evolución humana planteados por
Darwin desde hace más de cien años; lo cual es bastante atrayente y constituye un gran reto a la
imaginación científica para llevarla a contraste.
La nota curiosa en torno a una hipótesis realmente "loca", se ejemplifica con el siguiente
comentario: en el mes de enero del 2000, en un programa de televisión se presentó un
documental en torno a este tema y ahí nos enteramos que las ideas de Elaine Morgan, han tardado
treinta años para ser aceptadas en los círculos científicos evolucionarios, por la simple razón de
que ella es guionista de cine, y no tiene formación científica. Sin embargo fue invitada a una
reunión sobre evolución humana realizada en Suncity, Sudafrica, donde presentó las evidencias
suficientes que apoyan la formulación de su hipótesis.

Concluiremos este ejemplo con algunas palabras captadas en ese programa televisivo. …" Solo la
evidencia y mucho trabajo podrán conducirnos a la conformación de una nueva verdad en torno a
un tema apasionante, que de resultar cierto, mostrarían lo maravilloso que es formular y
comprobar la valides de las hipótesis científicas."

Tercer ejemplo: Finalmente, analicemos la formulación de hipótesis famosas que una vez
contrastadas, simplemente han cambiado la manera de concebir al universo. Hablaremos de la
Mecánica Cuántica.

Los siguientes son ejemplos de las hipótesis que se formularon y contrastaron en diferentes épocas
con resultados realmente asombrosos, que como ya comentamos han contribuido a percibir al
universo de una manera completamente diferente.

En 1803 Thomas Young demostró que la luz produce interferencias (el experimento de la doble
rendija), y sólo las ondas pueden producirlas.

Max Planck, en 1900, estudiando la radiación de los cuerpos negros, descubrió que la energía es
emitida y absorbida en "trozos", a los que llamó quantos (quanta). Él sometió a prueba con gran
éxito la hipótesis de que "la luz se emite o recibe en pequeñas cantidades discretas".

Einstein en 1905: "La energía se presenta en paquetes de determinados tamaños o cuantos". Louis
de Broglie en 1924: "La luz representa la dualidad de la materia en ondas o partículas.

Schrödinger en 1926: "Los electrones no son objetos esféricos, como en el modelo de Bohr, sino
modelos de ondas estacionarias".

Max Born en 1926: "La materia posee naturaleza ondulatoria que se describe como ondas de
probabilidad".

Heisenberg en 1927: "La posición y el momento de una partícula no se pueden medir al mismo
tiempo".

Nuevamente, observemos que todas estas formulaciones cumplen un requisito básico; son
oraciones simples.

¿Para qué Sirve una Hipótesis?

La formulación de cualquier hipótesis inicia con el análisis de los hechos.

La hipótesis deberá explicar estos hechos


Cualquier hipótesis que tenga cierta seriedad, se plantea con la finalidad de explicar los hechos
conocidos y pronosticar los desconocidos. El filósofo Vienés, Karl Popper, afirma, "mientras más
fuerte sea la capacidad lógica de una hipótesis, más fácil será de comprobar". Entonces, una
hipótesis se constituye como la conclusión de un razonamiento con cierta probabilidad o
verosimilitud, que se obtiene al estar analizando-sintetizando, en torno a los hechos o fenómenos,
y en su formulación inducimos-deducimos a partir de las observaciones respecto a tales hechos o
fenómenos.

La característica peculiar de la hipótesis radica en que sistematiza el conocimiento científico,


integrando un sistema de abstracciones de la realidad que se observa.

En la hipótesis, es una proposición lo que viene a ser el punto de atracción de todo ese sistema de
conocimientos y hacia la cual convergen todos los restantes juicios. Los juicios que integran la
hipótesis argumentan esta proposición o se derivan de ella, es decir, conducen a ella, se infieren o
se derivan de ella.

La hipótesis es la forma de desarrollo del conocimiento científico pero no por ser un juicio-
proposición. La proposición por si sola, tomada aisladamente, no desarrolla el conocimiento acerca
del objeto. Cumple su función sólo si está relacionada con el conocimiento anterior, de veracidad
admitida, y con las conclusiones que de él se infieren.

En la hipótesis hay juicios fidedignos; una hipótesis privada de todo conocimiento verídico y
demostrado, carece de valor científico. El conocimiento fidedigno constituye la base, el
fundamento. Toda proposición tiene valor si está basada en hechos y leyes sólidamente
establecidas.

La hipótesis por su esencia, comprende juicios problemáticos, es decir, juicios cuya veracidad o
falsedad no ha sido demostrada aún; estos juicios problemáticos no han de ser conjeturas
arbitrarias, su probabilidad debe estar argumentada por conocimientos anteriores ya
demostrados.

Una hipótesis formada por proposiciones arbitrarias no deja ninguna huella importante en la
ciencia. Una hipótesis de este género no constituye una verdad objetiva. Cuando estas
proposiciones se refutan, de la hipótesis no queda nada.

La hipótesis científica verdadera incluye una proposición que puede ser refutada, pero que posee,
además una serie de juicios verídicos que en el curso del desarrollo científico no sólo pasan de una
hipótesis a otra, sino que se van haciendo más completos. El juicio-proposición, en la hipótesis
científica debe estar argumentado con suficiente grado de probabilidad.

Si en los siglos XVII y XVIII los científicos miraban con recelo a la hipótesis, pues consideraban que
el pensamiento verídico podía y debía evitarla de alguna manera, a fines del siglo XIX y en el XX,
comprendieron en cambio, que el conocimiento se desarrolla por medio de ella.

En el siglo XX es poco probable que un científico serio niegue la importancia de la hipótesis en el


conocimiento. En la doctrina de la hipótesis, lo principal no es ya el saber si desempeña un papel
esencial en el conocimiento del mundo, sino lo que representa como forma de conocimiento
científico, cuál es su relación con el mundo objetivo y qué carácter tiene el conocimiento en ella
contenido.

La revolución acaecida en las ciencias naturales demostró que el conocimiento se desarrolla por
medio de hipótesis que se van sustituyendo unas a otras.

De tal forma que una hipótesis sirve para: 1) Explicar los hechos existentes y 2) Pronosticar otros
nuevos (desconocidos).

RESUMEN

Se pretende con este trabajo disponer de un material con los contenidos fundamentales, que
posibiliten al profesor universitario la formulación de la hipótesis para el desarrollo de una
investigación, teniendo en cuenta el problema a resolver. Para su elaboración se realizó la
búsqueda de información en documentos primarios, tales como tesis de grado e informes de
resultados de investigaciones, seleccionados sobre la base de su pertinencia al tema analizado,
actualidad, fiabilidad y documentos secundarios, como artículos científicos publicados en revistas
de prestigio reconocido. La selección se realizó con los mismos términos que en los anteriores
documentos. Se presenta una conceptualización de la hipótesis actualizada, su caracterización y un
análisis de la estructura de la hipótesis en la que se profundiza en la determinación

A inicios del nuevo siglo, se origina una demanda de cambio en la educación superior, la cual se
fundamenta en la importancia que este tipo de educación reviste para la construcción del futuro.
Para ello, las nuevas generaciones deberán estar preparadas con competencias para enfrentar las
transformaciones que avizora el propio desarrollo económico y social de la contemporaneidad. De
esta forma, la pertinencia de la relación entre docencia e investigación, tiene una significación
importante para la institución universitaria y las implicaciones positivas para la mejora de la calidad
institucional en su conjunto.
Autores como Caballero y Bolívar (2015) se refieren a que, en diferentes universidades, se presenta
un equilibrio inestable entre docencia e investigación, cuya balanza dependerá de políticas
educativas y, particularmente, de los apoyos e incentivos que contribuyan a incrementar el saber
académico sobre la enseñanza y el aprendizaje. De lo planteado por estos autores se infiere que,
aunque persisten estas dificultades en algunas universidades, en otras esta situación está
cambiando. Es necesario añadir que el desarrollo del trabajo investigativo de los profesores a veces
se ve frenado por no poseer la preparación suficiente para planificar proyectos de investigaciones;
en este sentido, uno de los aspectos de gran importancia es poder formular una hipótesis
consistente, partiendo del problema que se necesita resolver. Además de lo antes analizado, se
hace necesario esclarecer algunos aspectos acerca de la investigación y la hipótesis Con este fin, a
continuación se presentan las consideraciones de diferentes autores:

Hernández (2014) indica que es muy importante considerar el problemainvestigación-solución.


Para encontrar solución a un problema hay que actuar sobre él. El hombre antes de actuar piensa,
planifica los resultados de su acción. Es lo que le distingue de los demás animales, como dijera
Carlos Marx. Se trata, pues, de que nos adentremos en un nivel teórico, de ideas, reflejo de la
práctica, pero que no es la práctica misma. En este sentido, Gómez, Danglot y Vega (2013) en
análisis que hacen sobre la importancia del marco teórico en una investigación indican que, la
primera acción en el campo de la investigación científica que deberá realizar el investigador; es la
búsqueda de las investigaciones relevantes realizadas anteriormente con relación al tema de
investigación, que deberán de ser consideradas como información actualizada, recomendando
utilizar referencias de no más de cinco años de su publicación o solo que sea información básica
para el tema, considerando:

1. El estado de desarrollo histórico del tema de investigación.


2. Tendencias teóricas del tema.
3. Delimitar y determinar un período de desarrollo del tema.

En las consideraciones de estos autores se evidencia la importancia del marco teórico en una
investigación y la necesidad por parte del investigador de la búsqueda de investigaciones o
conocimiento sobre el tema, la recopilación de toda fuente de información, los problemas que se
han investigado relacionados al tema, qué evidencias empíricas, teóricas y metodológicas se han
utilizado y conocer cuál es la producción bibliográfica, documental u otra referente al tema.
En tal sentido, Alústiza, Pardo y Eguzkiza (2012) consideran que la investigación es un proceso
sistemático destinado a responder a una pregunta y que esta constituye el punto de partida de
todo proyecto y formula, de manera concreta, un problema observado en el análisis de la realidad.
La respuesta pretende aclarar una incertidumbre de nuestro conocimiento.

Esta autora, aunque no se refiere explícitamente a la hipótesis, muestra que se parte de una
pregunta dirigida a resolver un problema que se formula de manera correcta, lo que nos da una
idea de que se establece una conjetura de cómo resolverlo.
Un aspecto importante lo refiere Ramírez (2015), quien señala que, una hipótesis no
necesariamente tiene que ser verdadera; sin embargo, no se debe caer en el error de formular
hipótesis a la ligera sin haber revisado cuidadosamente la literatura, ya que se pueden cometer
errores tales como hipotetizar algo sumamente comprobado o hipotetizar algo que ha sido
contundentemente rechazado.

Lo planteado por Martínez y Sánchez (2015) corrobora lo expresado por el autor antes citado, al
explicar que hay una relación directa entre el planteamiento del problema, la revisión de la
literatura y las hipótesis.

Por otra parte, Londoño, Maldonado y Calderón (2014) expresan que una vez identificado y
definido el problema y, sobre la base de su experiencia y sus conocimientos, el investigador
elabora una explicación provisional del carácter del problema, una concepción preliminar capaz de
abarcar sus diferentes aspectos. Estos investigadores aclaran que esta aproximación preliminar se
designa con el nombre de hipótesis conceptual, que intenta adelantar una explicación teórica del
problema y con ello facilitar la solución práctica.

Según Díaz y Luna (2014), la elaboración de la hipótesis es fundamental para el enriquecimiento de


la teoría pedagógica, para el mejor conocimiento de las particularidades psicológicas y pedagógicas
de los alumnos, de la formación y educación de la personalidad, del proceso docente educativo,
del desarrollo de la enseñanza y el aprendizaje. Cada nueva hipótesis es un aporte a la teoría, a la
ciencia. Es un paso de avance en el conocimiento de lo desconocido.

Sobre esta problemática, Sánchez (2015) plantea que la hipótesis resulta una tarea ardua, de difícil
elaboración. Esta dificultad generalmente proviene de circunstancias tales como:

Un planteamiento poco claro del problema a investigar. Falta de conocimiento del marco teórico de
la investigación como consecuencia de la poca claridad que se tiene del problema que se desea
resolver. Estas dificultades están presentes en las universidades y en centros de investigación, la
Universidad Técnica de Machala no está exenta a algunas de estas, por tal motivo en la Facultad de
Ciencias Sociales se planteó la tarea de elaborar un material, con los contenidos fundamentales,
que posibiliten al profesor universitario la formulación de la hipótesis, para el desarrollo de una
investigación, teniendo en cuenta el problema a resolver.

Para la selección de las fuentes a consultar, se consideraron documentos primarios, tales como
tesis de grado e informes de resultados de investigaciones, seleccionados sobre la base de su
pertinencia con el tema analizado, actualidad, fiabilidad y documentos secundarios como artículos
científicos publicados en revistas de reconocido prestigio. La selección se realizó con los mismos
términos, como se señaló respecto a los anteriores documentos. También se realizó una búsqueda
en internet en el buscador google académico con las mismas exigencias.

DESARROLLO
Concepto de hipótesis
Una hipótesis (del latín hypothsis y este del griego Qðüèåóéò ) es una suposición de algo posible o
imposible para sacar de ello una consecuencia (Real Academia Española, 2014).

Es una idea que puede no ser verdadera, basada en información previa. Su valor reside en la
capacidad para establecer más relaciones entre los hechos y explicar por qué se producen.
Normalmente se plantean primero las razones claras por las que uno cree que algo es posible y
finalmente se pone: en conclusión. Este método se usa en la rama científica para luego comprobar
las hipótesis a través de los experimentos (Prados, 2012).

Según Izcara (2014), las hipótesis son explicaciones tentativas de un fenómeno investigado
formuladas a manera de proposiciones. Una hipótesis debe desarrollarse con una mente abierta y
dispuesta a aprender, pues de lo contrario se estaría tratando de imponer ideas, lo cual es
completamente erróneo. Una hipótesis no necesariamente tiene que ser verdadera (Laudo, 2012).

Esta definición pone de manifiesto que la hipótesis tiene que formularse después de haber
revisado la bibliografía acerca del tema, pues debe basarse en los descubrimientos de
investigaciones previas. Puede o no ser cierta, el proceso de investigación dará o no la razón.

Aun cuando una hipótesis es errónea, no por eso se debe decir que fue una pérdida de tiempo
haber planteado dicha hipótesis o que fue completamente infructífera, pues es gracias a la prueba
de las hipótesis que se llega progresivamente a la verdad respecto a algún fenómeno. Al confirmar
que una hipótesis es falsa, se hace una contribución al conocimiento y es un paso más que permite
ir escalando en la búsqueda de la verdad (San Martín, 2014).

Van Dalen (1981) conduce a una definición en la que se establece que las hipótesis son posibles
soluciones del problema que se expresan como generalizaciones o proposiciones. Se trata de
enunciados que constan de elementos expresados según un sistema ordenado de relaciones, que
pretenden describir o explicar condiciones o sucesos aún no confirmados por los hechos. A esta
definición se debe agregar que la hipótesis es más que una suposición o conjetura y que su
formulación implica y exige constituirse como parte de un sistema de conocimiento, al mismo
tiempo que ayuda a la construcción de ese sistema.

Sabino (2014) plantea que se define la hipótesis como un intento de explicación o una respuesta
«provisional» a un fenómeno. Su función consiste en delimitar el problema que se va a investigar
según algunos elementos tales como el tiempo, el lugar, las características de los sujetos Peiró y
Berna (2012).

Sobre esta definición debe aclarase que el primer punto a desarrollar en un trabajo de
investigación no es la hipótesis sino el planteamiento del problema, ya que sin este no existirían
elementos para formularla.

Una hipótesis puede usarse como una propuesta provisional que no se pretende demostrar
estrictamente, o puede ser una predicción que debe ser verificada por el método científico.

En el primer caso, el nivel de veracidad que se otorga a una hipótesis dependerá de la medida en
que los datos empíricos apoyan lo afirmado en la hipótesis (Baraibar y Luna, 2012). Esto es lo que
se conoce como contrastación empírica de la hipótesis o bien proceso de validación de la hipótesis.

Siguiendo esta idea, Ramírez (2015) concluye que la hipótesis será la inserción dentro del método
científico. De tal manera, cualquier investigador está obligado a formular hipótesis dentro de su
investigación, que una vez contrastadas, comprobadas o refutadas metodológicamente, le
permitirán generar conocimiento científico. Asimismo, la hipótesis nos llevará desde el
conocimiento empírico y teórico hacia la formulación de un método científico, destinado a recoger
y analizar la información pertinente, que permita evidenciar el supuesto que hemos desarrollado
en la hipótesis. Y continúa expresando:

Para que una hipótesis sea aceptada como científica, debe ser algo que puede ser apoyado o
refutado a través del levantamiento de información por medio de técnicas de investigación
metodológicamente validadas, y su posterior análisis. Es por ello que la hipótesis en su
planteamiento debe de considerar el reunir con ciertas cualidades mínimas, las cuales son: el tener
una respuesta probable, tener una claridad conceptual, haciendo referencia a lo empírico y al
cuerpo teórico de la investigación; y debe poder operacionalizarse y/o categorizarse
metodológicamente.

Otros términos utilizados:


a) Idea a defender
b) Preguntas científicas Sobre estos aspectos López (2007) explica que:

a) «La idea a defender, después de la hipótesis, es la más extendida en algunos países y


particularmente en Cuba. Pretende escapar a la supuesta obligatoriedad de un profundo
proceso de constatación de la hipótesis, y esencialmente a la aplicación de una rigurosa
operacionalización y su correspondiente tratamiento estadísticomatemático».
b) Las preguntas científicas es otro concepto, más utilizado en Cuba a nivel de doctorado. A
pesar de las simpatías que despierta, a nuestro entender, aún se debe profundizar en ello,
especialmente en algunos aspectos como:

No confundirlo con el problema científico, su formulación y funciones. Es decir, si se pretende


utilizarlas para definir los pasos, las ideas que guiarán la investigación, se justifica.

· No debe sustituir al Problema Científico.

.No se justifica cuando es totalmente aplicable o incluso, determinante, la hipótesis y la


correspondiente experimentación.

· Debe evitarse la mezcla ecléctica con la presentación unida de Problema Científico, la Hipótesis,
Preguntas Científicas y Tareas Científicas. Pero es digno de observar la integración que se ha visto,
en ocasiones, de «Preguntas Científicas», «Tareas Científicas» y «Métodos e Instrumentos
Investigativos».

Lo expresado por López, lo reafirma Mestre y Simón (2012) al señalar que a veces se usa el término
idea a defender, en vez de hipótesis o pregunta científica. Manifiesta que hace algunos años, en el
campo de las Ciencias Pedagógicas, se dio la polémica de si usar hipótesis o idea a defender; se
decía que la idea a defender era propia de las investigaciones cualitativas en las cuales lo que se
hacía era argumentar la idea, mientras que las hipótesis se correspondían con las investigaciones
cuantitativas; en estas últimas se usaban métodos empíricos, se medían unas variables que más
tarde eran procesadas estadísticamente e interpretados sus resultados.

Exigencias de las hipótesis


Según Tamayo (2012), para que una hipótesis sea digna de consideración debe reunir ciertas
exigencias:

a) Debe probarse
b) Establece una relación de hechos
c) Los hechos que relaciona son variables
d) La relación que se establece es de causaefecto

Funciones de las hipótesis


De acuerdo a Yuni y Urbano (2014), las hipótesis tienen las siguientes funciones:

- Son guías de la investigación: formularlas ayuda a saber lo que se está tratando de buscar, de
probar. Proporcionan orden y lógica al estudio.

- Favorecen la descripción y explicación: mediante las hipótesis el investigador anticipa cuáles son
los elementos constitutivos del fenómeno bajo estudio, lo que contribuye a describir sus atributos
o variables a partir de los valores y cualidades que los mismos poseen. También las hipótesis
pueden establecer cómo se relacionan esos atributos, tarea que favorece la explicación. Cada vez
que una hipótesis en estado de prueba recibe evidencia empírica en su favor o en su contra, nos
informa algo acerca del fenómeno. Si la evidencia es a su favor la información sobre los fenómenos
se incrementa. Aún si la evidencia es en contra descubrimos algo acerca del fenómeno que no
sabíamos antes, con lo cual se expande el conocimiento del objeto.
- Permiten la prueba de las teorías: las hipótesis teóricas no se ponen a prueba directamente, sino
a través de las consecuencias lógicas que se deducen de ella. Las hipótesis de trabajo son las que
efectivamente se ponen a prueba, ya que ellas son las que admiten los casos particulares. Sin
embargo, cuando se aporta evidencia a favor de una hipótesis se está fortaleciendo la base
conceptual y la verdad de su proposición se vuelve más segura.

- Ayudan a sugerir o generar teorías: algunas hipótesis no están asociadas con teoría alguna, pero
puede ocurrir que como resultado de la prueba de una hipótesis se construya una teoría o se
sienten las bases de ella.

De acuerdo a las funciones relacionadas por estos autores se puede inferir que buscan construir
relaciones significativas entre fenómenos y variables, apoyándose en el conjunto de conocimientos
constituidos y sistematizados. Las hipótesis desarrollan un papel fundamental en la solución de
contradicciones que surgen entre los nuevos hechos que se descubren y las viejas
representaciones teóricas.

Otros aspectos significativos evidenciados se refieren a que es un resumen y ampliación de los


datos empíricos disponibles, es fuente directa para la elaboración de las variables y sus
indicadores, suministra una interpretación: del conjunto de datos y/o de otras hipótesis y se
convierte en tesis una vez comprobada (integran los nuevos conocimientos surgidos en el proceso
de investigación).

Utilidad de las hipótesis

Moreno (2013) considera que la importancia de la hipótesis en una investigación proviene del nexo
entre la teoría y la realidad empírica, entre el sistema formalizado y la investigación y que, en tal
sentido, la hipótesis sirve para orientar y delimitar una investigación, dándole una dirección
definitiva a la búsqueda de la solución de un problema. En efecto, uno de los propósitos cumplidos
por las hipótesis es servir de ideas directrices a la investigación. En consecuencia, cuando se
emplean para diseñarlas se llaman con frecuencia hipótesis de trabajo, puesto que el investigador
puede formular diversas hipótesis para ser sometidos a prueba.

Explica que cuando la hipótesis de investigación ha sido bien elaborada, y en ella se observa
claramente la relación o vínculo entre dos o más variables, es posible que el investigador pueda
seguir lo siguiente:

· Elaborar el objetivo o conjunto de objetivos que desea alcanzar en el desarrollo de la


investigación.

· Seleccionar el tipo de diseño de la investigación factible con el problema planteado.

· Seleccionar los métodos, instrumentos y las técnicas de investigación acorde con el problema que
se desea resolver.

· Seleccionar los recursos, tanto humanos como materiales, que se emplearán para llevar a un
fabuloso término de la investigación planteada.
Añade otra perspectiva de Kerlinger (1996), quien considera la importancia de las hipótesis por
tres razones:

· Son instrumentos de trabajo de la teoría


. Son susceptibles de demostración en cuanto a su falsedad o veracidad
· Son poderosas herramientas para el avance del conocimiento porque permiten a los científicos
percibir el mundo desde fuera

Concluye que, de acuerdo a estas consideraciones, la hipótesis constituye un rol primordial en el


proceso de producción de conocimientos, así como la solución de los diversos problemas fácticos,
en tanto y en cuanto significan instrumentos teóricos y metodológicos que guían y orientan al
investigador en las etapas de proceso de investigación.

Bunge (2000), refiriéndose a la utilidad de la hipótesis expresa que esta se evidencia cuando:

- Se intenta resumir o generalizar resultados de observaciones (responder, explicar la


posible solución de un problema)
- Se intenta interpretar anteriores generalizaciones, resumir o generalizar resultados
- Se intenta justificar (fundamentar), las opiniones nuevas
- Se desea planear un experimento o el curso de una acción, para obtener más datos o
someter una conjetura a constatación

Al destacar la importancia de la hipótesis en la investigación Behar (2008) considera que


trabajar con hipótesis tiene las siguientes ventajas:

· El trabajo está delimitado


· Se contribuye a poner un eslabón más en el conocimiento previo
· La hipótesis se fundamenta en teorías previas
· El investigador que no formula hipótesis está dispuesto a aceptar cualquier resultado
· La formulación de la hipótesis protege al investigador de la superficialidad y reduce al
mínimo la posibilidad de resultados inesperados
· El riesgo de fracaso es alto cuando no se tiene una hipótesis

Del análisis realizado sobre la utilidad de la hipótesis en la investigación se evidencia que


su importancia se manifiesta en las funciones que cumple, puesto que además de ser guías
en el proceso de investigación, también se pueden utilizar para indicar qué observaciones
son adecuadas y cuáles no lo son con respecto al problema planteado.

Otros de los aspectos a destacar se refieren a que la hipótesis puede señalar las relaciones
o vínculos existentes entre las variables y cuáles de ellas se deben estudiar, sirve para
establecer la forma en que debe organizarse eficientemente el análisis de los datos y, entre
otras funciones, su objetivo principal, es aprobar y sugerir teorías.

Características de la hipótesis
Según Martínez y Galán (2014); Moreno (2014) y Abreu (2012), las características que
posee toda hipótesis son las siguientes:

- Todas las hipótesis deben de estar conectadas con el problema que se desea resolver. No
se debe pensar en hipótesis que no tengan planteamiento real.

- Las hipótesis no tienen que referirse a situaciones ficticias, tienen que ser reales, por lo
cual tienen que ser descriptivas y/o explicativas. Deben tener afinidad con un conjunto de
hipótesis bien confirmadas.

- Una vez realizada la revisión del marco teórico es necesario formular la hipótesis de
manera que se entienda lo que se propone.

- La ciencia desarrolla conocimiento básicamente por: adición de nuevas hipótesis o la


formulación de nuevas hipótesis que llevan a reemplazar las hipótesis formuladas
anteriormente en el marco teórico.

- Toda hipótesis se debe contrastar con lo empírico. Esto implica que la hipótesis planteada
tiene que ser comprobada mediante hechos reales para su aceptación o rechazo. Estos
hechos necesariamente tienen que ser observables.

- Ante un problema se pueden formular distintas hipótesis que permitan solucionar el


problema; para ver cuál de esas hipótesis es la adecuada al caso, es necesario ver el poder
predictivo o explicativo de la hipótesis el cual presenta una gama de fenómenos y cantidad
de hechos deducibles. A partir de esa hipótesis se puede elegir cuál hipótesis será
necesaria al problema planteado.

- Toda hipótesis científica debe ser sometida a prueba empírica para poder ser aceptada o
rechazada, de acuerdo a lo que se observe en la realidad. Si no se acepta, esto no significa
un fracaso, sino que el resultado no cumplió con la predicción de la investigación; entonces
esto llevará a un aumento del conocimiento y no a un fracaso.

- La mayoría de las hipótesis se formulan en términos abstractos no observables; para


poder predecirlas correctamente, se deben vincular a referentes de la experiencia. Al
realizar este proceso, se efectúan operaciones empíricas o la construcción de aparatos de
medición que ayudan a observar el fenómeno. Este proceso se conoce como definición
operacional.

- La hipótesis se debe confrontar con la experiencia, a través de la observación u otro


medio. Para lo cual es fundamental el diseño de la investigación y también los
instrumentos de recolección de datos.
- Otra de las características es la de tomar una decisión respecto a lo que se acepta o se
rechaza de todos los datos que aportan.

a la hipótesis; estos se aceptan pero, tal resultado se lo asume con una probabilidad de
error, ya que los datos proporcionan una parte de la realidad. Al contrario, si los datos no
concuerdan con la hipótesis, esta se rechaza, por lo cual la misma queda en un
conocimiento relevante.
De acuerdo a la caracterización de la hipótesis dada por estos autores, es necesario
precisar algunos aspectos coincidentes en las caracterizaciones realizadas por otros
autores como Arias (2016); Irela (2013); Campos G. (2014) y Cano de la Cruz (2017):

- Solamente después de un profundo estudio del objeto pueden formularse las preguntas
científicas, hipótesis. Una de las etapas de este proceso a la que mayor peso suele
atribuirse es la correspondiente a la formulación del problema, primer eslabón de la
cadena problemainvestigación-solución, de ahí que sea exigencia constante su adecuada
formulación para un eficiente trabajo investigativo.
- Las hipótesis constituye uno de los instrumentos básicos de la investigación. Dentro del
proceso de investigación juegan una labor orientadora fundamental, ya que la solución del
problema y la validación o no de las hipótesis de partida constituyen la tarea a solucionar.

- Las hipótesis se formulan en base a hechos o conocimientos que constituyen sus datos o
premisas. Los datos son descripciones de la realidad, no obstante ser su papel en el
conocimiento sustancialmente diferente al de las hipótesis. Los datos confirman las
hipótesis, en uno u otro grado, o la hacen más o menos probable. Entre los datos y las
hipótesis existe un vínculo lógico denominado generalmente probabilidad lógica.

- Las hipótesis requieren de fundamentación y comprobación previas. Aquella deberá ser


tanto teórica como práctica dado que, en general, las hipótesis se apoyan en
conocimientos teóricos anteriores, así como en hechos existentes.

- Las hipótesis deben ser susceptibles de contrastación, mediante el empleo de


procedimientos-métodos, técnicas asequibles, es decir, que cuando planteemos una
hipótesis hemos de ver qué posibilidades de contrastación tiene realmente.

Reglas para plantear la hipótesis

De acuerdo a Hernández (2003), para plantear una hipótesis adecuada, debemos tener en
cuenta las siguientes reglas:

- Los términos que se empleen deben ser claros y concretos para poder definirlos de
manera operacional, a fin de que cualquier investigador que quiera replicar la
investigación, pueda hacerlo.

- Una hipótesis sin referencia empírica constituye un juicio de valor.

- Si una hipótesis no puede ser sometida a verificación empírica, desde el punto de vista
científico no tiene validez.
- Las hipótesis deben ser objetivas y no llevar algún juicio de valor; es decir, no debe
definirse el fenómeno con adjetivos tales como «mejor» o «peor», sino solamente tal y
como pensamos que sucede en la realidad

- Las hipótesis deben ser específicas, no solo en cuanto al problema, sino a los indicadores
que se van a emplear para medir las variables que estamos estudiando.

- Las hipótesis deben estar relacionadas con los recursos y las técnicas disponibles. Esto
quiere decir que cuando el investigador formule su hipótesis debe saber si los recursos que
posee son adecuados para la comprobación de la misma.

- La hipótesis debe estar directamente relacionada con el marco teórico de la investigación


y derivarse de él.

No obstante a estas reglas planteadas, las hipótesis deben ser producto de la observación
objetiva y su comprobación estar al alcance del investigador.

Tipos de hipótesis

En la clasificación de las hipótesis que realizan distintos autores, se observan diferentes


criterios; unos presentan una vinculación con las hipótesis y los procedimientos de
validación y otros vinculan a las hipótesis con la elaboración de teoría. La clasificación que
se presenta en este trabajo es la que sugieren Juni y Urbano (2014), en la que da una
descripción detallada para cada uno de los tipos de hipótesis consideradas en su
investigación.

En sus palabras introductorias explican que una hipótesis es un enunciado que se propone
como base para describir y/o explicar por qué o cómo se produce un fenómeno o conjunto
de fenómenos relacionados; de acuerdo a este criterio se pueden formular hipótesis
descriptivas e hipótesis explicativas.

Explican que las primeras anticipan el tipo de variables que se espera encontrar en el
fenómeno investigado, los valores y las diferentes cualidades que ellas presentan. Las
segundas avanzan en la explicitación del por qué se relacionan entre sí distintas variables.

Ambos tipos de hipótesis se pueden producir utilizando procedimientos deductivos o


inductivos. Sobre estos dos procedimientos se precisa lo siguiente:

- Las hipótesis inductivasse generan a partir de la observación de los fenómenos. Del


análisis de casos particulares se van estableciendo generalizaciones y formulando
proposiciones. El proceso comienza con la observación de casos, luego se elaboran
hipótesis acerca de las regularidades que se detectan en los casos observados, y
finalmente se relacionan diferentes proposiciones con lo que se configuran las teorías.
- Las hipótesis deductivassurgen por un proceso inverso. El investigador parte de la teoría,
de una premisa general considerada como verdadera, de la cual va a deducir
consecuencias observacionales. La verdad de la premisa está avalada por la fortaleza de la
teoría en la que se apoya.

Estas hipótesis poseen valor porque sirven para comprobar cómo funcionan las teorías en
la práctica. Van de lo general (el enunciado teórico de la hipótesis) a lo particular (los casos
en los que se verificará la verdad del postulado teórico).

Desde el punto de vista de la estructura interna, las clasifica en: hipótesis que pueden
estar referidas a una sola variable o a un conjunto de ellas, que son hipótesis univariadas,
bivariadas o multivariadas. Las hipótesis univariadas son, por definición, descriptivas. Las
hipótesis bivariadas pueden ser descriptivas, explicativas o ambas simultáneamente. El
análisis de esta estructura es fundamental para orientar el análisis estadístico, ya que del
tipo de hipótesis dependerán las técnicas de análisis que se requerirán para el análisis de
datos.

De acuerdo a su significado metodológico, se expone que las hipótesis pueden clasificarse


según la función que cumplen en el esclarecimiento de relaciones causales entre variables
y puede verse que los diferentes tipos de hipótesis expresan una traducción desde la
formulación conceptual hasta el tratamiento de la información.

En otras palabras particularmente en la investigación cuantitativa los tipos de hipótesis que


señalan a continuación expresan un continuo que va, desde el contenido teórico de la
afirmación hasta la determinación de la validez de las inferencias estadísticas, pasando por
la comprobación empírica efectuada a través de las hipótesis de trabajo.

Después de hechas estas aclaraciones por Juni y Urbano, se pasa a relacionar los tipos de
hipótesis:

Hipótesis correlacionales: son aquellas que establecen relaciones entre dos o más
variables. Permiten determinar si dos o más variables están asociadas entre sí y su grado
de asociación estadística. No permiten establecer la dirección causal de la relación entre
las variables (cuál es la variable causal y cuál la variable efecto). Pueden existir diversas
hipótesis que vinculen a varias variables entre sí. No establecen en forma directa la causa,
sino que valoran el grado de relación de las variables. Dentro de esta clase suelen incluirse
las hipótesis de diferencias de grupos. Si el investigador no tiene bases suficientes para
presuponer a favor de qué grupo será la diferencia en ciertas variables observadas,
formula una hipótesis simple. Cuando tiene la información empírica, establece la magnitud
de las diferencias entre los grupos y verifica si en ambos las variables aparecen
relacionadas. El análisis estadístico de este tipo de hipótesis se apoya en las medidas de la
estadística descriptiva y en el análisis de correlaciones, del cual recibe su nombre.

· Hipótesis de causalidad: este tipo de hipótesis no solo establece relaciones entre las
variables, sino la naturaleza causal de las mismas. Indican cuál de las variables puede ser
considerada como causa, predictora o variable independiente, y cuál puede ser
considerada efecto, variable dependiente u observada.

3.2. Formulación de hipótesis. Parte II


Introducción:

Una variable se refiere a una propiedad, característica o elemento estudiado, que se


presenta a manera de valor.
En esta sesión conocerás:

 Tipos de variables.
 Importancia y relación de la hipótesis con el objetivo de la investigación.

A continuación, te presentamos algunos aspectos clave a revisar en esta sección.

Tipos de variables

Las variables al igual que los tipos de estudios, las hipótesis y las teorías utilizadas en el
total de la investigación tienen diferentes clasificaciones, relacionándose además con
cuestiones estadísticas que pueden ayudar a la integración en el contexto real de la
investigación.
En este punto es importante resaltar que no todos los trabajos de investigación deben
contener todas las variables.
Dependientes

De acuerdo con el tipo de diseño de la investigación, del estudio, sobre todo en los estudios
de carácter descriptivos, cuenta con este tipo de variable dependiente, o en aquellas
investigaciones donde solo se pretende señalar las características de la población: edad,
sexo, condición socioeconómica, tipo de enfermedad, gravedad, etcétera ( Villasis, 2016).
Todas las variables a medir se pueden considerar dentro de esta categoría.
Independientes

“En los estudios de investigación, se considera como variables independientes cuando se


pretende determinar la relación entre al menos dos variables: la independiente y la
dependiente. Así, en general, tendrán que estar incluidas en estudios comparativos o
analíticos, ya que los investigadores desean observar el efecto (positivo o negativo) de la
variable dependiente con la independiente”. (Villasis, 2016)
Continuas

Es el número de valores posible entre dos valores por lo tanto puede ser infinito. En ellas sí
se pueden incluir decimales.
Una variable continua puede tomar un valor fijo dentro de un intervalo determinado. Y
siempre entre dos valores observables va a existir un tercer valor intermedio que también
podría tomar la variable continua. Una variable continua toma valores a lo largo de un
continuo, esto es, en todo un intervalo de valores. Es importante señalar que una variable
continua nunca podrá medirse con exactitud y esa es la principal diferencia con las
discretas.
Discretas

Este tipo de variable se relaciona con métodos estadísticos y se puede entender como el
número de valores posibles entre dos valores dados. Son cuantificables y representadas por
un número generalmente en números enteros.
Una variable discreta es una variable que no puede tomar algunos valores dentro de un
mínimo conjunto numerable, quiere decir, no acepta cualquier valor, únicamente aquellos
que pertenecen al conjunto. En estas variables se dan de modo coherente separaciones entre
valores observables sucesivos.

Importancia y relación de la hipótesis con el objeto de investigación

La importancia y relación de la hipótesis con el objeto de investigación es fundamental


puesto que depende la realización del objeto del planteamiento de la o las hipótesis
planteadas, pues se considera que la hipótesis es la solución provisional al problema de
investigación planteado tal es así que en al momento de redactar el objeto se toma siempre
en consideración la hipótesis y a la inversa.
Las variables nos ayudan a simplificar la realidad, de manera que sea entendible, con
parámetros simples y asociable con la sociedad.
Revisa los recursos de apoyo para profundizar.

Resumen
Las variables en un estudio de investigación constituyen todo aquello que se mide, la información
que se colecta o los datos que se recaban con la finalidad de responder las preguntas de
investigación, las cuales se especifican en los objetivos. Su selección es esencial de los protocolo de
investigación. Este artículo tiene como propósito señalar los elementos que deben considerarse en
la sección de las variables. Para evitar ambigüedad, es necesario seleccionar sólo aquellas que
ayudarán a concretar los objetivos del estudio. Posteriormente debe definirse cómo serán medidas
para que los hallazgos puedan ser reproducidos; para ello es conveniente incluir las definiciones
conceptuales y operacionales. Desde el punto de vista metodológico, la clasificación de las
variables ayuda a entender cómo se ha conceptualizado la relación entre estas. Conforme al diseño
del estudio, se deberá señalar las variables independientes, dependientes, de confusión y
universales. Otro elemento indispensable para la planificación de los análisis estadísticos por
realizar es la escala de medición de las variables. Por ello, se debe especificar si las variables
corresponden a una de las siguientes cuatro: cualitativa nominal, cualitativa ordinal, cuantitativa
de intervalo o cuantitativa de razón. Finalmente, se deben detallar las unidades de medición de
cada variable.
Introducción Las variables en un estudio de investigación son todo aquello que medimos,
la información que colectamos, o bien, los datos que se recaban con la finalidad de
responder las preguntas de investigación, las cuales habitualmente están especificadas en
los objetivos. Al estar escribiendo el protocolo, en particular cuando se plantean los
objetivos del estudio, se deben elegir las variables que se van a medir. Como se ha
mencionado en los artículos previos de esta serie, los objetivos deben escribirse
claramente especificándose la manera en que se pretende responder a las interrogantes,
pero mencionándose también las variables. Por ejemplo, si el objetivo general es “medir la
ingesta de bebidas azucaradas” o “establecerla asociación entre la ingesta de bebidas
azucaradas con el sobrepeso/obesidad”, en los objetivos específicos el investigador debe
ser más explícito respecto a cómo se medirá o cuantificará la ingesta de bebidas
azucaradas: “medir la cantidad de azúcar de acuerdo con la especificación de las bebidas
que ya la contienen (refrescos, jugos envasados, etcétera), y cuando el azúcar se agrega a
otras bebidas (café, tizanas, agua de frutas, etcétera)”. Con lo anterior, se pretende que el
investigador describa los objetivos en términos medibles.

Después de mencionarlas en los objetivos, los autores deberán anotar detalladamente


cada una de las variables a medir en una sección específica dentro del protocolo. En este
artículo describiremos cada uno de los elementos que debe contener el apartado de
variables, dentro del protocolo de investigación

Definición de las variables Una vez que se han seleccionado las variables a estudiar, es
necesario que dentro del apartado correspondiente se señale con claridad cómo serán
medidas. Lo anterior es porque cada variable puede tener representaciones similares; por
ejemplo, la obesidad puede ser evaluada de acuerdo con el peso para la edad, mediante el
índice de masa corporal (IMC), la cuantificación del perímetro de cintura, o el porcentaje
de grasa corporal

Todas estas formas pueden ser correctas; sin embargo, es esencial considerar que al definir
cada variable los investigadores contribuyen a que el estudio pueda ser replicado para
obtener resultados similares, o para la aplicación de los hallazgos obtenidos en pacientes
con características semejantes. También hay que tener en cuenta que puede tener
implicaciones sobre la validez del estudio, ya que la manera que se eligió para medir la(s)
variable(s) tal vez no sea la más aceptada en el mundo.

Por lo anterior, en todo proyecto de investigación es requisito fundamental que se definan


cada una de las variables a estudiar y se tomen en cuenta dos aspectos principales: la
definición conceptual y la definición operacional. La primera se refiere a cómo se concibe
dicha variable; con frecuencia esta definición corresponde al significado más parecido a lo
descrito en un diccionario o en un libro de texto. Por ejemplo, la definición de obesidad
que uno puede encontrar es diversa: “adiposidad”, “exceso de grasa en el organismo”,
“acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud”, o
simplemente “sobrepeso”. Ante esta variación, el investigador deberá seleccionar aquella
más cercana a lo que desea medir.

En contraste, la definición operacional (también llamada operativa o de trabajo) delimita la


manera en que realmente será medida una variable determinada. Para lograrlo, el
investigador debe formularla en términos de hechos objetivamente observables,
suficientemente claros y explícitos para evitar ambigüedades o interpretaciones diferentes.
Si es pertinente, especificar el método por el cual la o las mediciones serán obtenidas. Si se
toma el mismo ejemplo de la obesidad en adultos, la definición operacional pudiera
escribirse de esta forma: “IMC ≥ 30”, o bien, “circunferencia de cintura ≥ 88 cm para las
mujeres y ≥ 102 cm para los hombres”. Si el estudio fuera en niños, entonces se podría
utilizar: “IMC ≥ percentil 95”.

Definición de las enfermedades Un punto a destacar es que en todo protocolo de


investigación es importante especificar la manera o los métodos para identificar que los
pacientes tienen una enfermedad determinada, un estadio de la enfermedad, una
complicación o una comorbilidad, lo cual es un aspecto diferente de la definición de las
variables. Si bien, como ya se comentó en un artículo previo de esta serie, esta parte
pudiera estar mencionada en los criterios de selección (particularmente en criterios de
inclusión y exclusión) de la población a estudiar, es común observar que los investigadores
incluyan las definiciones de la enfermedad en el apartado de las variables. Se debe tener
en cuenta que las condiciones de los pacientes al momento del ingreso a un estudio
corresponden a una “constante”, lo cual no parece congruente con el concepto de
“variable” donde el común denominador será que tendrá más de una opción de respuesta.
Esta situación no es un error, al contrario, le confiere mayor validez al protocolo de
investigación. En cualquier investigación es necesario detallar —según corresponda— los
aspectos clínicos, de laboratorio o de exámenes histopatológicos de cómo se llegó a la
conclusión de que dicho paciente o sujeto en estudio (porque puede ser alguien “sano”)
cumple objetivamente con los criterios de selección.

Por lo anterior, cuando sea conveniente, se recomienda que al escribir el protocolo de


investigación se agregue un apartado de “definición de enfermedad” para ser más
explícitos en los métodos a seguir, incluyendo definición conceptual y operacional.

Clasificación de las variables desde el punto de vista metodológico


De acuerdo con el diseño de investigación seleccionado para comprobar las hipótesis
planteadas, las variables a medir deberán clasificarse desde el punto de vista
metodológico. Para fines prácticos, en este artículo mencionamos que, en términos
generales, existen cuatro tipos de variables: dependiente, independiente, de confusión y
universal. Sin embargo, conviene señalar que no todos los estudios o diseños de
investigación contienen las cuatro.

Variable dependiente
En todos los estudios de investigación clínica existe la variable dependiente. Esta tiene
sinónimos como principal, de interés, de desenlace, de resultado o predicha. De acuerdo
con el tipo de diseño señalamos que en los estudios descriptivos —donde solo se pretende
señalar las características de la población: edad, sexo, condición socioeconómica, tipo de
enfermedad, gravedad, etcétera— todas las variables a medir se pueden considerar dentro
de esta categoría. Ahora bien, si el diseño corresponde con un ensayo clínico donde se
investiga si una intervención (o maniobra experimental) tiene alguna utilidad, entonces el
efecto corresponderá a la variable dependiente; por ejemplo, al tratar de determinar la
influencia de la disminución en la ingesta de sodio sobre las cifras de la tensión arterial, los
cambios en la tensión arterial sistólica y diastólica corresponden a la(s) variable(s)
dependiente(s). Por otro lado, cuando nos enfrentamos a la búsqueda de factores de
riesgo, o de causas para que ocurra una enfermedad o una complicación, la variable
dependiente se considera el resultado. Ejemplo: si se quiere identificar que el tabaquismo
o el ejercicio son factores de riesgo para cuadros de crisis asmática, entonces los pacientes
con (o sin) crisis asmática corresponden a la variable dependiente.

En los estudios de pronóstico, donde el objetivo principal es establecer cómo será la


evolución de un grupo de pacientes en un tiempo determinado, la variable dependiente
corresponderá a la evolución, es decir, si los pacientes vivieron, murieron, hubo curación,
complicación, recaída, o bien, cómo fue su calidad de vida, entre otras.

Variable independiente
En los estudios de investigación, la(s) variable(s) independiente(s) se deben considerar
cuando se pretende determinar la relación entre al menos dos variables: la independiente
y la dependiente. Así, en general, tendrán que estar incluidas en estudios comparativos o
analíticos, ya que los investigadores desean observar el efecto (positivo o negativo) de la
variable independiente sobre la dependiente. La variable independiente también tiene
sinónimos, como variable predictora o “que el investigador manipula”. A continuación se
señalan ejemplos de acuerdo con los diseños de estudio: en el ensayo clínico descrito
arriba, la intervención (disminución de ingesta de sal) corresponde a la variable
independiente. De esta forma se formarán dos grupos: al primero o grupo experimental se
le darán indicaciones para que disminuya la ingesta de sal, mientras que al segundo o
grupo control, no habrá restricción de sal. Si después del estudio se comprueba que hubo
mejor control de las cifras de tensión arterial en el grupo experimental, entonces se
concluirá que la disminución de la ingesta de sal es benéfica.

Para el caso de los estudios de causalidad, el o los factores de riesgo corresponderá(n) a


la(s) variable(s) independientes. En el ejemplo, el tabaquismo y el ejercicio son los posibles
factores de riesgo asociados con una crisis asmática. Por su parte, en los estudios de
pronóstico existen ciertas características en el momento del diagnóstico que pueden
modificar la evolución de los pacientes. Por ejemplo, en pacientes con cáncer la
probabilidad de mortalidad es mayor cuando tienen una mayor gravedad o extensión de la
enfermedad, es decir, los pacientes con estadio I o II teóricamente tendrán un porcentaje
menor de fallecer que aquellos en estadios III o IV. De esta forma, el estadio de la
enfermedad corresponde a la variable independiente.

Variable de confusión
En los estudios donde se pretende determinar la relación entre la variable independiente y
la dependiente es posible que los resultados no sean tan reales porque existen factores o
circunstancias del paciente que pueden modificar los resultados. Esos factores constituyen
las variables de confusión. Para comprender mejor este tipo de variables, tomaremos en
cuenta los ejemplos que hemos descrito: En el caso del ensayo clínico, a pesar de
determinar la existencia de un efecto benéfico sobre la tensión arterial secundaria a la
disminución en la ingesta de sal, es posible que estos resultados puedan ser distintos al
incorporar las modificaciones en el peso corporal durante el tiempo de duración del
estudio. En este sentido es posible que quienes tuvieron mejores cifras tensionales
también hayan bajado de peso y viceversa, independientemente de la ingesta de sal. Al
hacer el análisis de la información, si se comprueba que el peso influye en el cambio de las
cifras de tensión arterial, se establece que el peso es una variable de confusión.
En el ejemplo de estudio de causalidad, la exposición a alérgenos constituye una variable
de confusión, es decir, aunque se comprobara que el tabaquismo influye en los cuadros de
crisis asmática, es necesario medir dicha exposición porque es conocida también la
asociación de alérgenos con la presencia de exacerbaciones. Por último, en estudios de
pronóstico también pueden existir variables de confusión; en casos de cáncer la presencia
de infecciones graves puede relacionarse directamente con la mortalidad, de esta forma
puede haber pacientes en estadio I o II que fallecen por este tipo de infecciones. En este
sentido, el desarrollo de infecciones graves constituye una variable de confusión.

Variables universales

En todo estudio de investigación se incluyen ciertas condiciones de los pacientes o sujetos


de estudio, las cuales ayudan a disponer de un panorama general de la población
estudiada. A estas características se les denomina variables universales o descriptoras. Este
grupo de variables se deben contemplar en cualquier investigación, es decir, tanto en
estudios descriptivos como comparativos.

Este grupo incluye generalmente edad, sexo, nivel socioeconómico, escolaridad, lugar de
residencia, estado civil, religión, raza, entre otras. Sin embargo, se debe tener en cuenta
que algunas de estas variables pueden estar consideradas como independientes; por
ejemplo, cuando se pretende evaluar los factores de riesgo de infarto al miocardio, es muy
conocido que los pacientes masculinos tienen mayor probabilidad de presentar esta
condición. En este último ejemplo, el sexo corresponde a una variable independiente y no
a una variable universal.

Escalas de medición de las variables

La forma de clasificar cada una de las variables seleccionadas de acuerdo con su escala de
medición es fundamental para la sección de variables, lo cual es parte del proceso para
establecer su definición. Cuando el investigador especifica esta característica en cada
variable, entonces estará en posibilidad de planear su análisis estadístico, ya que de
acuerdo con la escala de medición existe una prueba estadística diferente. Es importante
mencionar que para otros autores el concepto de escala de medición de variables significa
lo mismo que “tipo de datos”, lo cual puede crear confusión con el “tipo de variable” desde
el punto de vista metodológico —como ya lo describimos— por esta razón sugerimos
utilizar el término escala de medición
Las escalas de medición disponibles en la actualidad datan de 1946 y son cuatro: nominal,
ordinal, de intervalo y de razón. Con el trascurso del tiempo algunas de ellas se han
denominado de manera distinta, pero son sinónimos. En general, las escalas nominal y
ordinal se pueden agrupar en cualitativas, mientras que las de intervalo y de razón en
cuantitativas.

Los atributos que debe contener una escala de medición es que sea apropiada para el
fenómeno en estudio y para la manera como está descrita en la definición operacional de
la variable. También debe ser suficientemente poderosa para responder satisfactoriamente
a los objetivos del estudio, es decir, una variable es más sólida cuando su escala es
cuantitativa que cuando es cualitativa. Asimismo, es preferible una variable ordinal a una
nominal, o bien, una de razón a una de intervalo; por supuesto, todo depende de lo que se
medirá. Por otro lado, las categorías o unidades de medición deben ser mutuamente
excluyentes entre sí para que no se traslapen; dichas categorías deben ser suficientes para
el fenómeno a estudiar y claramente definidas.

En general, siempre que sea posible, es más conveniente la inclusión de variables


cuantitativas, debido no solamente a que los análisis estadísticos a realizar serán más
sólidos, sino que será posible observar el fenómeno en estudio con mayor precisión o con
diferentes perspectivas. Por ejemplo, cuando se evalúa un tratamiento para la diabetes o
un antihipertensivo, la disminución en los valores de la hemoglobina glucosilada o en las
cifras de la tensión arterial permitirá observar la magnitud del cambio con el inicio del
consumo del fármaco.

La variable continua contiene mayor información, y así será posible realizar un estudio con
mayor poder y una muestra de menor tamaño, pero que además puede ser modificada a
una escala “menor”, es decir, se puede convertir para disponer de otra manera para
analizar el estudio. De esta forma, las cifras de hemoglobina glucosilada o de tensión
arterial pueden ser usadas para clasificar a los pacientes como controlados o no
controlados. Así, se pasó de una escala cuantitativa a cualitativa, lo cual no es posible
realizar de manera inversa (de una cualitativa a cuantitativa). Las variables con escala de
medición nominal (también conocidas como variables categóricas) son aquellos
fenómenos que por su naturaleza no pueden cuantificarse, o bien, que para su medición se
clasifican en categorías. La característica esencial de las variables nominales es que sus
valores son similares entre sí, dicho de otra manera, no siguen un orden, su magnitud es
semejante y el listarlas de una forma u otra no modifica la relación entre ellas. Por
ejemplo, para el grupo sanguíneo, ninguno de los grupos (A, B, O, o bien, Rh positivo o
negativo) tiene mayor o menor valor o peso.

En las variables nominales también se pueden distinguir dos grupos: las variables
dicotómicas, conocidas también como binarias, y las politómicas. Las variables dicotómicas
tienen solo dos valores posibles o unidades: vivo/muerto, femenino/ masculino,
enfermo/no enfermo. Mientras que las variables nominales politómicas tienen tres o más
unidades: los nombres de las enfermedades, el lugar de residencia o el estado civil. Las
variables con escala de medición ordinal —a diferencia de las nominales— tienen unidades
o valores y siguen cierto orden, por ejemplo: deshidratación leve, moderada y grave. Sin
embargo, el orden solamente manifiesta que una es mayor que otra pero dicha cualidad
no es tan precisa como para establecer con exactitud la diferencia entre una y otra unidad,
es decir, los intervalos entre ellas no son equivalentes, pero su identificación como variable
ordinal indica dirección.

Otros ejemplos en medicina son cuando se utilizan cruces (+, ++, +++, ++++) para describir
proteinuria en un examen de orina, o los estadios de las enfermedades (estadios I, II, III,
IV). También son considerados en este grupo el grado de escolaridad y el nivel
socioeconómico, o bien, es común utilizar una escala como la de Likert, en la que existen
varios niveles de respuesta que pueden ir desde “totalmente en desacuerdo” a
“totalmente de acuerdo”. Otros ejemplos que vemos comúnmente son los cuestionarios
estandarizados que se emplean para evaluar la satisfacción o la calidad de vida. En el caso
de las variables con escala de medición de intervalo son variables cuantitativas, que tienen
características particulares. Estas tienen los siguientes sinónimos: discretas, discontinuas,
intervalares o finitas. En este grupo, los intervalos en las diferentes categorías o unidades
son iguales entre sí, pero la magnitud del atributo no tiene la misma dimensión, por
ejemplo, al comparar una temperatura de 10° con una de 20°, no se puede decir que es “la
mitad o el doble de calor”; tienen un número limitado de unidades (de ahí el concepto de
finito); el cero tiene un valor arbitrario; y pueden tener valor positivos y negativos.
Ejemplos de estas variables son la temperatura, el IMC, el coeficiente intelectual, los
niveles económicos con valores muy claramente establecidos, el número de hijos, de
embarazos o de semanas de gestación.

Las variables de razón también tienen sinónimos: cuantitativas continuas o infinitas. Las
características de estas variables son las siguientes: el cero corresponde a la ausencia de lo
que se mide; tanto los intervalos como la magnitud son iguales entre cada unidad y
confieren la posibilidad de dividirlas, conservándose siempre equidistantes los intervalos
(kilómetros, metros, centímetros, milímetros, etcétera);

se puede considerar que no tienen límites, de ahí que se conozcan como infinitas; y, para
fines prácticos, se puede considerar que solo corresponden a peso (kilos, gramos,
miligramos), distancia (metros, centímetros), volumen (litros, mililitros) y tiempo (horas,
días, meses, años).

Categorías o unidades de medición


Finalmente, un elemento que deberá ser incluido en el apartado de variables del
protocolo, para ayudar a ser más precisos en la forma como se va a medir cada variable es
la descripción detallada de las unidades o categorías que se registrarán en la hoja de
recolección de datos o en la base de datos. Lo anterior debe corresponder, en general, con
la escala de medición de las variables. Como se mencionó, cada una de las opciones de la
variable debe estar especificada, y todas deben ser suficientes y exhaustivas para que
puedan ser clasificados todos los sujetos de estudio. En el Cuadro 1 se dan ejemplos de
acuerdo con la escala de medición.
Variables simples o compuestas
Un último aspecto a considerar al elaborar el apartado de variables, es la forma de
recolección de datos para disponer de la información necesaria y responder a la pregunta
de investigación. En términos generales, la hoja de recolección de datos o la base de datos
debe contener el valor “crudo” de la medición obtenida, sin embargo, este dato puede no
corresponder a la variable en estudio. En otras palabras, no todo lo que se registra es una
variable, por lo que en un momento dado el número de datos puede ser mayor en la base
de datos que la sección de variables del protocolo.
Por ejemplo, para determinar que un sujeto en particular tiene o no obesidad (la escala de
medición es cualitativa dicotómica) se tiene como definición un IMC ≥ 30, entonces se
requiere disponer de la medición del peso (kilogramos) y la estatura (metros). Por lo
anterior, se debe registrar en la hoja o base de datos el peso, la talla y el IMC, pero en el
apartado de variables del protocolo solamente se debe mencionar la obesidad,
especificándose en la definición operacional la forma de clasificar a cada paciente. El caso
contrario es cuando se desea conocer la modificación del peso después de una
intervención para reducir la obesidad; entonces tanto en el protocolo como en la base de
datos debe estar el valor obtenido en kilogramos.
Sin embargo, también puede ser una combinación. En un estudio para comprobar la
efectividad de un diurético para la hipertensión arterial, a los investigadores les interesa
medir tanto las modificaciones en milímetros de mercurio de las cifras de tensión arterial,
como el número de pacientes que llegan a tener cifras de tensión arterial dentro de los
valores normales. En este ejemplo, se tienen que incluir ambos conceptos en el apartado
de variables y en la base de datos.

Variables simples o compuestas

Un último aspecto a considerar al elaborar el apartado de variables, es la forma de


recolección de datos para disponer de la información necesaria y responder a la pregunta
de investigación. En términos generales, la hoja de recolección de datos o la base de datos
debe contener el valor “crudo” de la medición obtenida, sin embargo, este dato puede no
corresponder a la variable en estudio. En otras palabras, no todo lo que se registra es una
variable, por lo que en un momento dado el número de datos puede ser mayor en la base
de datos que la sección de variables del protocolo. Por ejemplo, para determinar que un
sujeto en particular tiene o no obesidad (la escala de medición es cualitativa dicotómica)
se tiene como definición un IMC ≥ 30, entonces se requiere disponer de la medición del
peso (kilogramos) y la estatura (metros). Por lo anterior, se debe registrar en la hoja o base
de datos el peso, la talla y el IMC, pero en el apartado de variables del protocolo
solamente se debe mencionar la obesidad, especificándose en la definición operacional la
forma de clasificar a cada paciente.

El caso contrario es cuando se desea conocer la modificación del peso después de una
intervención para reducir la obesidad; entonces tanto en el protocolo como en la base de
datos debe estar el valor obtenido en kilogramos. Sin embargo, también puede ser una
combinación. En un estudio para comprobar la efectividad de un diurético para la
hipertensión arterial, a los investigadores les interesa medir tanto las modificaciones en
milímetros de mercurio de las cifras de tensión arterial, como el número de pacientes que
llegan a tener cifras de tensión arterial dentro de los valores normales. En este ejemplo, se
tienen que incluir ambos conceptos en el apartado de variables y en la base de datos.
El papel de la hipótesis de trabajo es ayudar al descubrimiento y descripción del
objeto de manera consciente, no causal, planificada u orientada hacia un fin. Si los
hechos buscados no se descubren, entonces es posible construir una nueva hipótesis de
trabajo, generalmente en un proceso de sustitución de las menos correspondientes con la
realidad, hasta llegar a las más reales, que explican todos los hechos.

Es oportuno señalar que cada tendencia teórica tiene su explicación sobre la función
de la hipótesis. Así tenemos que para el Positivismo sólo existen hipótesis de trabajo.
Por lo que se considera de alto valor este tipo de hipótesis de trabajo. Sin embargo,
consideramos que ésta es sólo una etapa necesaria en la investigación, más recomendable
para ensayos o tesinas, donde es posible hacer este tipo de hipótesis; no requiere
algo más complejo y de largo plazo. Lo anterior permite ver el pragmatismo del
funcionalismo que se conforma con reducir las hipótesis a una relación de causa y efecto,
es decir, a variables dependientes e independientes.

La hipótesis real es el resultado del análisis y la síntesis en una etapa avanzada de la


investigación y busca convertirse en teoría; su finalidad es la veracidad, se crea para
explicar los fenómenos y sus relaciones con el mundo objetivo. Una hipótesis de trabajo
puede convertirse en real cuando se precisa; por el contrario, una hipótesis real puede
convertirse en una de trabajo cuando se descubren contradicciones y se desecha para ser
sustituida por otra.

Hay investigadores que llaman conjetura a la hipótesis de trabajo, para diferenciarla


de la hipótesis real. La hipótesis nula es aquella que no es comprobada, es decir, cuando
ésta no tiene correspondencia con la realidad en la cual se quiere probar. Pero ello no
significa que deba ser eliminada del proceso de la investigación, por el contrario, su
revisión y revaloración pueden conducir a la estructuración de una nueva hipótesis más
cercana a lo real, o por lo menos puede indicarnos con cierta precisión, los aspectos que
debemos abordar, y evitar caer en especulaciones inoperantes y alejadas del problema
que tratamos de resolver.

Por otra parte, en el ámbito de la experiencia, se pueden identificar tres tipos de


hipótesis:
1. La hipótesis que sirve para explicar directamente la experiencia.
Ejemplo: Entre los migrantes campesinos de Nezahualcóyotl, predominan aquellos
arruinados por la usura ejercida por el cacicazgo dominante en sus comunidades de

origen.
2. Las hipótesis en cuya formación la experiencia desempeña un papel determinado, pero
no exclusivo

Se presentan varios elementos que requieren ser demostrados teóricamente antes de


llegar a serlo por medios empíricos

3. Por ultimo, encontramos hipótesis basadas en teorías procedentes que se limitan a


generalizar.
Ejemplo: La fertilidad, calidad y ubicación de las tierras constituyen un elemento de
diferenciación entre los grupos sociales en el campo.

El ejemplo anterior es un planteamiento teórico clásico de la cuestión agraria, a


donde se relacionan conceptos ligados a la estructura social. Otro ejemplo en el mismo
sentido sería: Cuando las formas de producción anteriores al modo de producción capita-
lista no son destruidas por éste, tiende a incorporarlas de manera subordinada.

Además, por su estructura, la hipótesis se clasifica en tres:"!

1. Hipótesis descriptiva de una sola variable o de trabajo. - Tiene por característica


señalar ciertos hechos o fenómenos que se encuentran en el objeto de estudio, son
afirmaciones simples sujetas a comprobarse y no van más allá de ello.

Ejemplo: Los jóvenes de las bandas de barrio son por lo general, adictos a alguna
droga.

2. Hipótesis descriptivas que relacionan dos o más variables en forma de asociación o


covan' anza, estadísticas o de trabajo real.- Se identifican por la relación causal que
permiten explicar y predecir los procesos estudiados. Estas hipótesis están condicionadas
por si:

a. Se modifica la variable causal, pues habrá un cambio en la variable efecto.

b. La covariación establecida sucede efectivamente en la realidad.

C. La variable causal ocurre antes que la de efecto.

Ejemplo: Cuanto menores sean los salarios de los trabajadores. Siempre y cuando se
mantenga un incremento en la productividad, mayores serán las posibilidades de
desarrollo en una etapa de crisis económica al romperse el equilibrio entre los sectores de
la producción.

3. Hipótesis que relacionan dos o más variables en términos de dependencia o de


relación causal. -Ayudan a explicar y predecir con márgenes de error relativos los
fenómenos sociales; por su característica, son importantes para la investigación social pues
ayudan al control de las variables.

Debido a las dificultades que presenta la elaboración de hipótesis (debido a que no se


sigue el procedimiento adecuado o no se tiene la información sobre el carácter y tipo de
hipótesis que se va a utilizar) es necesario que el alumno tenga presente los siguientes
aspectos:

Primero. Es preciso definir correctamente el problema que se va a investigar, el tema


y el subtema de indagación, estos puntos deben estar claramente expuestos, sin
ambigúedades, y es necesario considerar los conceptos adecuados que deben tenerse en
cuenta desde el inicio, es decir, el carácter y la proyección de la investigación.
Cabe aclarar que en muchos de los casos, el planteamiento del problema constituye un
hecho identificado a priori, o bien es una hipótesis a demostrar.

Segundo. Cuando hemos aclarado el "qué", procedemos a delimitar la importancia del


tema en sí, y demostrar: ¿a quién afecta?, ¿a quién beneficia?, ¿cómo y por qué?, ¿en qué
sentido?, ¿cuál es el origen del problema”, ¿por dónde se puede empezar”, ¿qué sabemos
del mismo? Es decir, hay que plantear todas las preguntas posibles sobre el tema de
manera que cuando abordemos la importancia del trabajo, sea posible responder, al
menos en términos de conjeturas, a las interrogantes; ya que cada pregunta puede tener
múltiples respuestas. Lo anterior conducirá a una depuración, a escoger las respuestas más
precisas y trascendentes, que sinteticen los elementos claves para abordar el proceso de
resolución del problema.

Es recomendable escoger una sola hipótesis general y una o dos particulares, lo que
no cual no significa que durante el proceso de sustitución tenga que limitarse el número
de hipótesis realizables, incluso el investigador podrá plantear todo un sistema complejo
de hipótesis, pero (para efectos de la demostración) lo prudente es simplificar el
procedimiento, como lo hemos señalado.

En el ámbito de la hipótesis de trabajo, recurrimos entonces al desglose de categorías,


conceptos, juicios y demás partes del planteamiento del problema. Así, obtendremos los
elementos para estructurar un cuadro clasificador de conceptos y, con esta
clasificación, se hará una guía que conduzca a la estructuración del marco teórico, un
instrumento que permitirá clasificar la información empírica obtenida en la realidad.

3.3. Formulación de hipótesis. Parte III


Introducción:

La hipótesis forma parte importante de la metodología de la investigación, es por


ello que no sólo es importante conocer el concepto de hipótesis, sus tipos, las
variables y sus tipos, y su importancia y relación con los objetivos de investigación,
si no que también se debe de comprender el cómo se debe de plasmar la hipótesis
y para qué sirve dentro de la investigación.
A continuación te presentamos algunos aspectos clave a revisar en esta sección.

Cómo se redacta una hipótesis

La formulación de cualquier hipótesis debe de cumplir con ciertos estándares


epistemológicos y que ayuda a redactar de una manera correcta esta. Algunas
características de la formulación de una hipótesis:
Pájaro, David (2002).La Formulación de Hipótesis. Cinta de Moebio,. Disponible
en: https://www.redalyc.org/pdf/101/10101506.pdf

¿Para qué sirve una hipótesis?

La hipótesis inicia con el análisis de hechos y está a su vez busca explicar estos
hechos y pronosticar los desconocidos. Una hipótesis se constituye como la
conclusión de un razonamiento que se obtiene al analizar hechos o actos y en su
formulación se deducen a partir de la observación de estos hechos. Los juicios que
integran la hipótesis se derivan de ella, existen juicios fidedignos que forman parte
de los fundamentos, lo cual quiere decir que está basado en hechos y leyes
establecidos. De tal forma, la hipótesis sirve para:

 Explicar los hechos existentes.


 Pronosticar otros nuevos o desconocidos.

Al conocer las características en las que una hipótesis debe de estar redactada,
permite que las investigaciones que se realicen contengan un mayor sustento y al
basarse en referentes, se vuelve viable para la investigación y a su vez para que
esta cumpla los objetivos establecidos.
Cada hipótesis varía de acuerdo al objeto de la investigación, es por ello que la
redacción a realizar cambiará de acuerdo a los referentes que se tengan.
Se invita a los alumnos a investigar a profundidad no sólo sobre cómo se redacta y
para qué sirven las hipótesis, sino también los temas que se necesitarán de acuerdo
a cada investigación.

Objetivo:

El objetivo de esta sesión es analizar diferentes aspectos de la hipótesis, con el fin


de comprender la redacción correcta que la constituyen y su uso.
Para responder al objetivo, los puntos a revisar son:

 Cómo se redacta una hipótesis.


 Para qué sirve una hipótesis.

Escucha el siguiente podcast

RADIO UNID es un programa de radio generado para compartir el conocimiento de


especialistas de la asignatura, que se encuentran en el campo laboral. Disfruta esta
sección y toma nota de la información, para complementar tus tareas y actividades;
además de ampliar tu mirada sobre el área de estudio.
En esta sección el especialista comparte una introducción al tema, la relación con el
ámbito laboral; y lo que se necesita saber para llevar la asignatura a la práctica.

El evento que permite generar experiencia y que está ampliamente relacionado con el de
observación puede ejemplificarse con la formidable actividad de Tyge o Tico Brahe; él nunca hizo
grandes descubrimientos, salvo uno, que lo convirtió en el padre de la Astronomía moderna,
fundada en la observación. El descubrimiento estriba en que la astronomía tenía necesidad de
datos observados, precisos y continuos. Guardad todos silencio y escuchad a Tico, quien dedicó
treinta y ocho años de su vida a la observación del movimiento de los planetas (de 1563 a 1601).

Poco se ha escrito e investigado acerca de las ciencias entre los pueblos mesoamericanos. Sin
embargo una constante emerge entre lo que normalmente se pone de relieve: la observación
detallada y continua de los astros para obtener la precisión de los cálculos astronómicos. Eli
de Gortari presenta en su libro, "La ciencia en la historia de México" la siguiente tabla, en la
cual es posible comprender la magnitud e importancia de la observación.
Período Sinódico
CÁLCULO MAYA CÁLCULO MODERNO
Luna 29.530864 29.53058877
Mercurio 115 115.667
Venus 584 583.92
Marte 780 779.936
Júpiter 389.6 398.867

La forma, las dimensiones y la orientación de la pirámide maya de


Kukulkán están calculadas de tal modo que involucraron las
observaciones de los astros conocidos en esa época, y una vez al año,
por espacio de veinte minutos en el equinoccio, el juego de luz y
sombras en los escalones asemeja una gigantesca serpiente que
desciende por ellos. Esto sólo fue posible después de observar los
movimientos de los astros y poseer un conjunto de datos sistematizados,
como el que se presenta en la tabla anterior.

Georg Christoph Lichtenberg, físico, matemático y astrónomo alemán,


que nació en 1742, afirmaba que "la observación y el conocimiento del
mundo son la base de todo, además hay que haber observado mucho
para poder usar las observaciones ajenas como si fueran propias, de otro
modo, sólo se leen y quedan en la memoria sin mezclarse con la
sangre".

Hoy en día todos conocemos aquella teoría que nos dice que el
mecanismo de la evolución es la selección natural. Charles Darwin y
Alfred Wallace son sus creadores. Aunque el primero siempre se lleva
el crédito. Darwin tuvo una gran ventaja al ser invitado a una
expedición científica a América del Sur, en el famoso velero "Beagle".

Darwin observó las grandes similitudes entre la flora y la fauna que


existían entre las comunidades bióticas de los continentes, con aquellas
comunidades de islas cercanas y dichos continentes. Para Darwin, tales
similitudes y diferencias tenían un significado, una razón de ser.

Con el apoyo de las obras de Lyell ("Principles of Geology") y de


Malthus ("An Essay on the principle of population"), Darwin postula el
mecanismo que rige el proceso evolutivo de las formas de vida de
nuestro planeta: la selección natural. En ella se plantea que es el medio
ambiente quien ejerce una fuerza adaptativa sobre los individuos, a la
cual estos deben acostumbrarse, y por lo tanto evolucionar.

A diferencia de Darwin, Alfred Wallace realizó todas sus observaciones


en el Archipiélago Malayo, y de forma separada postula el mismo
mecanismo evolutivo para las formas vivas existentes.

Tanto Darwin como Wallace utilizan a la observación como


herramienta principal para tener información.
La revolución acaecida en las ciencias naturales demostró que el
conocimiento se desarrolla por medio de hipótesis que se van
sustituyendo unas a otras.

De tal forma que una hipótesis sirve para: 1) Explicar los hechos
existentes y 2) Pronosticar otros nuevos (desconocidos).

El Concepto de Hipótesis Científica


Existen varias definiciones que ayudan a establecer el concepto de
hipótesis (ver cuadro 2). Etimológicamente "es una explicación
supuesta que está bajo ciertos hechos a los que sirve de soporte". Una
definición que transmite el concepto de hipótesis, utilizando la
información o datos de que dispone el investigador es la siguiente: "un
conjunto de datos que describen a un problema, donde se propone una
reflexión y/o explicación que plantea la solución a dicho problema".

Hipótesis: hipo = bajo, thesis = posición o situación

ETIMOLÓGICAMENTE: "Explicación supuesta que está bajo ciertos hechos, a los que sirve
de soporte".

1. Es una suposición que permite establecer relaciones entre hechos.


2. Es una afirmación sujeta a confirmación.
3. Es una explicación provisional del problema.
4. Es una solución teórica o tentativa del problema.
5. Es una relación entre dos o más variables para describir o explicar un problema.
6. Es un raciocinio o una conclusión según la cual un determinado conjunto de fenómenos, cuyo
pensamiento forma el predicado del juicio, puede ser explicado como el resultado de un orden
sujeto a leyes que no se observa directamente.
7. Es un juicio problemático mediatizado sobre el vínculo sujeto a las leyes de los fenómenos,
que se obtiene como deducción de un raciocinio de probabilidad.
8. Es una suposición acerca de la existencia de una entidad, la cual permite la explicación de los
fenómenos o del fenómeno estudiado.
9. Es aquella formulación que se apoya en un sistema de conocimientos organizados y
sistematizados, y que establece una relación entre dos o más variables para explicar y predecir en
la medida de lo posible, aquellos fenómenos de una parcela determinada de la realidad en caso de
comprobarse la relación establecida.
10. Conjunto de datos que describen a un problema, donde se propone una reflexión y/o
explicación que plantea la solución a dicho problema.
11. Enunciado o proposición que sirve de antecedente para explicar porqué o cómo se produce un
fenómeno o conjunto de fenómenos relacionados entre sí.
Sin embargo, el concepto que se ajusta a nuestras reflexiones, porque
utiliza la información de la lógica matemática, es: "aquel enunciado o
proposición que sirve como antecedente para explicar porqué o cómo se
produce un fenómeno o conjunto de fenómenos relacionados entre sí".

El Concepto de Hipótesis de Trabajo


Sin embargo entre los investigadores hay la tendencia a considerar a la
hipótesis tan sólo como una estructura de trabajo, carente de todo
contenido objetivo. Más aún, algunos llegan a declarar que todas las
hipótesis son fantasías, simples ficciones que sólo tienen valor práctico,
pero que no reflejan de ningún modo el mundo objetivo. Consideran
que la hipótesis no es más que un procedimiento artificial de la mente,
que tan sólo sistematiza los conocimientos que se poseen. Al idealismo
le conviene declarar que el mundo exterior es una hipótesis de trabajo
cómoda.

El concepto de hipótesis de trabajo se introdujo para diferenciar el valor


cognoscitivo de las diversas clases de hipótesis. Suele calificarse de
hipótesis de trabajo a las primeras explicaciones del fenómeno.
Cuando se construye una hipótesis de trabajo lo importante no es que
explique el proceso verídicamente (en la etapa inicial, esta faceta
interesa poco al investigador), sino que proporcione datos que permitan
seguir analizando este proceso, que le ayude a encausar el pensamiento
hacia un estudio más detallado y profundo del objeto observado. La
hipótesis de trabajo es una estructura totalmente provisional, una de las
armas posibles y necesarias del investigador, que puede admitirse y
desecharse en consonancia con las necesidades que presente la
investigación del objeto.

Para que el proceso del descubrimiento y la descripción de los


fenómenos tengan carácter consciente, es preciso que se atenga a una
idea rectora y este es el papel, que en algunos casos, cumple la hipótesis
inicial. Una vez construida esta hipótesis, el investigador busca los
hechos y los fenómenos que han de existir si el contenido de la
hipótesis corresponde a la realidad. Pero si estos hechos no se
demuestran y, en cambio, se encuentran hechos que contradicen la
hipótesis, el investigador construye una hipótesis de trabajo. La
finalidad de la hipótesis de trabajo es auxiliar, debe ayudar al
investigador a la acumulación de los datos y a su conocimiento previo.

La hipótesis de trabajo es una de las primeras suposiciones que se hacen


al principio de la investigación científica; se convierte en hipótesis real
o científica después de su precisión, y sirve para explicar todos los
hechos compilados de la realidad, hechos que pretende demostrar.

A Manera de Reflexión en torno a la Formulación de una


Hipótesis Científica
1) Es posible formular una hipótesis cuando se ha tenido un período
exhaustivo de observación y/o documentación de determinado hecho o
fenómeno,

2) La formulación y posterior comprobación de alguna hipótesis, es un


proceso que permite generar conocimiento científico, el cual conforma
la etapa teórica de dicho proceso, y

3) Es necesario tener claridad respecto a la etapa de trabajo en la


cual se desempeña cada investigador, ya sea, que esté desarrollando
observaciones o que las utilice para formular hipótesis.

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