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Samaniego, Eduardo.

“Apéndice. Orígenes del


teatro nacional”, en
Novelistas y Narradores.
Puebla: Cajica, 1960,

Hasta fines del siglo pasado y aún en la etapa del


actual que, de acuerdo con el plan de la Biblioteca
Ecuatoriana Mínima se ha incorporado en la obra, el
género dramático no se destacó en el país con carac­
teres aceptables, menos aún sobresalientes. Población
escasa, sociedad pacata y entumecida en ambientes sin
intenso contacto social, sin intercambio de inquietudes;
circunstancias eran éstas, las menos apropiadas, para
que progresara el Teatro como sistema y empresa,
para que se conformaran establemente los conjuntos
artísticos, para que un público numeroso gozara, pero
retribuyera también, los esfuerzos solidarios de escri­
tores y actores.
A más de algunos pobres ensayos de autos sacra­
mentales y de cuadros o juguetes cómicos durante la
Colonia, en los albores de la República, fue un pole­
mista el que abordó el difícil género; y lo fue Montal­
vo con sus obras discursivas y mediocres en las que,
al decir de Andrenio, citado por Augusto Arias, los
personajes son apoderados y procuradores de sus ideas
y de su estilo, que de todo pueden tener: de admirable
dicción, planteamiento de tesis, reciedumbre de frases,
pero que carecen de esa expresión viva, palpitante y
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contagiosa que hace del Teatro, no solamente un diá­ Receta para viajar, que se publica en esta Biblio­
logo entre telones sino la compenetración plena del teca, es inédita. Su texto nos proporcionó la familia
autor, los comediantes y el público; contacto multitu­ del distinguido intelectual don Alfonso Aguirre Náje-
dinario mediante el cual la farsa adquiere, entonces, ra, hijo del autor, que lo copió en 1935. La comedia
los contornos de una auténtica expresión humana. se la puso en escena el 11 de junio de 1892 por la
Compañía Dalmau, en el Teatro Nacional “Sucre y,
En nuestra literatura se ha comprobado una vez con beneplácito general, se la representó dos ocasio­
más el desequilibrio que existe, en los distintos géne­ nes más en la Capital y, luego, en Ambato, Guaranda,
ros, en todo pueblo joven: La Poesía pura, arraigada Guayaquil, etc. T.as crónicas periodísticas de la época
a la orogenia del paisaje y esfumada en el arcoiris fueron recopiladas en un folleto de 26 páginas: por
ancestral de la raza, ha mantenido un eximio vuelo ellas se aprecia la entusiasta acogida que tuvo este
lírico y un alto impulso creador. En el Ensayo se ensayo dramático en nuestros círculos intelectuales.
han analizado, con plena responsabilidad, temas pecu­ í1)
liares y originales. La Historia ha desentrañado, con
serias investigaciones, de las fuentes primigenias de la En varias ediciones comentó “ La Nación” el estre­
leyenda y la narración, los orígenes y el contenido no. En el N ’ 3987 decía: “El teatro nacional tiene ya
histórico de la nacionalidad. En cambio, nuestra No­ una base sólida, inconmovible, brillante. . . . ecuatoria­
vela y nuestro Teatro han adolecido de un lánguido no es el hombre que ha dado a nuestra escena una
impulso evolutivo, y la Novela, y más aún el género comedia, que es hoy y será siempre fulgente presea
dramático, requieren de esa vitalidad unificadora en­ de la literatura americana” .
tre el autor y la multitud, que no se consiguen sino en Antes, en el No. 3882, el critico teatral analizaba
un mayor grado de madurez y desarrollo de los pue­ “ . . . Receta para viajar ha intitulado el señor Agui-
blos. rre su primer ensayo cómico, que en nuestro concepto
Una figura se destaca a fines del siglo, la de Fran­ pertenece a la clase que en el antiguo teatro español
cisco Aguirre Guarderas: magnifico y fino conversa­ se denomina comedias de carácter, como que traen
por objeto ridiculizar los vicios y costumbres por me-
dor, asistente y actor del drama de una sociedad sa­
á dio de la viva descripción de los caracteres. La del
turada de prejuicios y anhelosa de conquistar, en la señor Aguirre entra en la que los preceptistas llaman
gama ambiciosa de su superación, el colorido sobresa­ comedia de figurón, por lo exagerado de la pintura y
liente de la nobleza o, por lo menos, el pálido matiz caricaturesco de alguno o acaso la mayor parte de los
de la burguesía; precursor él, como todo analista, del actores y situaciones. Verso castizo y fluido; diálogo
inconformismo y, como tal, pródigo de ironía (actitud vivaz y natural; sátira aguda y divertida; cuadros
que precede y acompaña al desprecio al advenedizo
y, en el trance de la derrota, al anhelo de evasión)
Aguirre tentó los misterios, hasta entonces inexplora­
f (1) "Conceptos — Emitidos por la prensa — Sobre la com ed ia__
Receta para viajar — Coleccionados por les amigos del au­
dos, de la comedia de contenido nacional y se dio la tor — Quilo — Imprenta Católica — 1892".
elegante satisfacción de criticar y reírse de una clase Se conoce por tal publicación que en la escenificación por la1
social existente en todas las latitudes, pero tipificada Compañía Dalmau se destacaron la señara Cuello en el papel de
Cipriano y el señor Cuello en el de Colés; la señorita Tula Cas­
en nuestro medio, merced a su ironía espontánea y tro en el rol de “Doma Teresa y, muy felizmente, la señora d «
sutil Arxaráa en el de Catalina.
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chispeantes y variados; vis-cómica en los caracteres nifica carta que nuestro gran tribuno y escritor polí­
j- situaciones; moral que fluye espontánea de la pin­ tico doctor Juan Benigno Vela dirigió al autor y se
tura de los defectos y aberraciones latentes en nues­ reprodujo en el N ? 1357 del "Diario de Avisos” .
tra sociedad....... ”
Indudablemente Receta para viajar no es, ni mu­
En "El Espectador1' se comentó: “ ___ Qué cua­ cho menos, una obra maestra: es un ensayo en el
dros, qué fotografías de las costumbres y preocupa­ género dramático; por lo que, pese a la generosa aco­
ciones que vienen prevaleciendo aún desde el tiempo gida, su autor no pretendió siquiera contagiarse por
de la colonia chapetona en esta sociedad. Y luego, el virus de la publicidad. Aunque de verso fluido y
qué verso tan espontáneo, tan fácil, tan natural e in­ espontáneo, una sucesión de redondillas hace monóto­
genioso: no hay uno de desecho; todos puro chiste, na la versificación, que sólo en raros pasajes se vuel­
pura sátira, ora ligera como picadura de mosquito, ora ve vivaz por el hábil manejo de otros metros y de
aguda, desgarradora, como dardo que atraviesa de variadas rimas.
parte a parte la vanidad, el orgullo mal fundado y
otras porradas. Nobles y plebeyos, comerciantes, es­ Mas, es incuestionable que con Receta para viajar
cribanos, abogados, médicos y clérigos, todos queda­ se inidó el movimiento costumbrista y típicamente na­
mos trusidados, pero complacidos, satisfechos, matán­ cional de nuestro teatro, que más tarde cultivó, entre
donos de risa-, aplaudiendo tanta penetración, tanto in­ otros, Trajano Mera en “Guerra y Paz”, “ La Visita
genio!. . . ” • del Poeta” y ‘Los Virtuosos” , obra que prologó mag­
Rafael María de Guzmán dijo: " . . . . Aguirre, en níficamente, como puede apreciarse en la selección del
suma, es uno de los fundadores del Teatro Ecuatoria­ capítulo dedicado a este narrador en el presente volu­
no. El ha puesto, eso sí, lá piedra angular de este men.
.monumento •intelectual. ... ”
■"Los Andes” en el N* 3331 publicó los siguientes
'conceptos: .. Como cuadro social, Eeeeta para via­
jar no es un simple paisaje tomado al acaso; es un
co m p leto , panorama, con tan vivos cobres que, aun sin
haber estado nunca en Quito, puede verse, como en
el estereoscopio, el atavismo burgués, con todos sus
detalles, en la clase social predominante, con el pres­
tigio de artificiosos y grasientos pergaminos, o con el
influjo aun más poderoso del dinero, acumulado entre
el ahorro avaro y especulaciones de problemática ho­
norabilidad
A los anteriores, comentarios laudatorios se unie­
ron intelectuales contemporáneos y otros importantes
órganos de publicidad, como “El Telegrama", “El Tiem­
po” de Guayaquil, “La Libertad Cristiana ,
El Glo­
bo” , “El Bolivarense” de Guaranda, “El Republicano”,
etc.’ y sería tamaño error no publicar ahora la mag­

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