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En torno de las Wt EC SE ety y cuantitativos ca pier overlE Silvia Lago Martinez Gabriela Gémez Rojas Mirta Susana Mauro (coordinadoras) _ EN TORNO DE LAS METODOLOGIAS: ARORDAJES CUALITATIVOS ¥ CUANTITATIVOS © ProaXXI Editores © S. Lago Martinez, G. Gémez Rojas y M. S. Mauro (Coordinadoras) Av. Rivadavia 4157 - P.B. “BY (1185) 2 15-5333-3461 email: editorial@oroa21.com Buenos Aires ~ Argentina Primera Edicion, julio de 2003 Disefio de tapa: Diego Imas ISBN 987-1111-02-9 IMPRESO EN ARGENTINA PRINTED IN ARGENTINA ‘Todos los derechos reservadas; prohibida totalmente su repro- duecién, segin ley 11.723, por cualquier medio.- Este Libro se termin6 de inprimiren Talleres Grafica Sur, LanisE., Prov. deBs. As., el dia 15de julio de 2003.- INDICE PROLOGO.... PRESENTACION ....... Silvia Lago Martinez, Gabriela Gémez Rojas, M ‘Susana Mauro PARTE UNO PERSPECTIVAS DE LA INVESTIGACION SOCIAL: LA INTEGRA- CION DE LOS METODOS CUANTITATIVOS ¥ CUALITATIVOS 10. CAPITULO APROXIMACIONES A LA CARACTERIZACION DE LA PRODUC- CION SOCIOLOGICA DE BUENOS AIRES 1984-1996 Gabriela Gémez Rojas, Silvia Lago Martinez, CAPITULO I PERSPECTIVAS METODOLOGICAS EN EL ABORDAJE DE LA DES- NUTRICION INFANT. Nora Moscoloni, Ce CAPITULO I TRIANGULACION DE TECNICAS DE RELEVAMIENTO: ALCANCES Y LIMITACIONES Alicia Kossoy CAPITULOIV EL APORTE DE LAS TECNICAS CUALITATIVAS EN LA PREPARA- CION DE LOS ASPECTOS CONCEPTUALES DEL CENSO NACIO- NAL DE POBLACION, HOGARES Y VIVIENDAS 2001. Alejandra Cuasniou, Diana Mu CAPITULO V APROXIMACION CONCEPTUAL - METODOLOGICA DE LAS RE- PRESENTACIONES SOCIALES EN EL CAMPO DEL ENVEJECI- MIENTO HUMANO Liliana Gastrén, Julieta Oddone, Jorge Vujosevich 23 25 63 B 87 8 EN TORNO DE LAS METODOLOGIAS: ABORDAJES CUALITATIVOS ¥ CUANFITATIVOS PARTE DOS REFLEXIONES SOBRE EL PROCESO DE INVESTIGACION Y¥ LA PRACTICA PEDAGOGICA wseprernintnesttnnenmennnniomninnaneien CAPITULO VI ALGUNAS REFLEXIONES EN DEFENSA DE LA CONSTRUCCION EMPIRICA DEL CONOCIMIENTO SOCIOLOGICO. Alfredo Errandonea CAPITULO VL LOS OBJETIVOS, EL MARCO CONCEPTUAL Y LA ESTRATEGIA TEORICO-METODOLOGICA TRIANGULANDO EN TORNO AL PRO- BLEMA DE INVESTIGACION .. ‘Néstor Cohen, Gabriela Gomez Rojas CAPITULO VINE LA ENSENANZA DE METODOLOGIA DE LA INVESTIGACION: EL CASO DE LAS UNIDADES DE ANALISIS -tsrsrenseneee Martin Moreno, Adriana Redondo, Nora Morales, Enrique lone, Mercedes Torres Salazar CAPITULO 1X LA ESPECIFICIDAD DE LAENSENANZA YEL APRENDIZAJE DELA EPISTEMOLOGIA ¥ LA METODOLOGIA EN LAS CIENCIAS SOCTALES sseorsssscesseseernersoosvinsessovienersossaseseeenmsnasenisatsasssiesesinaneenenet — Stella Maris Molina CAPITULO X METODOLOGIA DE INVESTIGACION SOCIAL: AVANCES ¥ LIMI- TACIONES EN LO ABORDAJES CUANTITATIVOS ¥ CUALITA- TOS... se Carlos Lema , CAPITULO XI EL “CHOICE” EN UNA CATEDRA DE ESTADISTICA DE LA FACUL- TAD DE PSICOLOGIA Y LA EVALUACION EDUCATIVA EN LA UNIVERSIDAD wseonoreiesrnnirnninnnnirinisisinnsnniesinnas " Carlos 0. Pano, Maria Ester Aguerri, Horacio F. Attorresi PARTE TRES 1A MEDICION ¥ EL RELEVAMIENTO DE LA INFORMACION EN LA INVESTIGACION SOCIAL EMPIRICA ssreenmsninsineennssese “ i ¥ 1 99 01 13 29 41 57 163, 77 Kio Manriviz, G. Gomez Rosas ¥ M, S. Mauko (Coorps,) MYULO XI NA PROPUESTA METODOLOGICA PARA EL ESTUDIO DE LA ‘RABILLDAD SOCIAL EN EL MARCO DE LA TEORIA SOCIAL Mharrenechea, Elvira Gem Gonzalez, Claudia Natenzon (TULO XU Ml CION COMBINADA DE ENTREVISTAS ¥ DOCUMEN- | BIN EL ANALISIS DE SUCESOS HISTORICOS wnccnernneonnes | REFLEXION SOBRE LAS FORMAS DE CONCEPTUALIZAR EL JO FEMENINO EN EL MEDIO RURAL. | Viizquez Laba y Vilma Busca EPH (1990-1999). APLICACION DE UN MODELO DE JN MULTIPLE PARA LA ESTIMACION DE VALORES FAL- CAPITULO XIT UNA PROPUESTA METODOLOGICA PARA EL ESTUDIO DE LA VULNERABILIDAD SOCIAL ENEL MARCO DE LA TEORIA SOCIAL DEL RIESGO Julieta Barrenechea, Elvira Gentile, Silvia Gonzalez, Claudia Natenzon' Introduccién El presente trabajo muestra los primeros avances de un desarrollo metodoldgico que se encuentra en elaboracién en el marco del proyecto de investigacién “Riesgo, catistrofes e incertidumbre. Inundaciones y acci- dentes tecnolégicos en el litoral fluvial argentino de la baja cuenca del Plata”, proyecto que conté con financiamiento de la ANPCyT, UBACYT y CONICET y que se encuadra en el Programa de Investigaciones en Recur- sos Naturales y Ambiente del Instituto de Geografia, Facultad de Filosofia y Letras, UBA2. ‘TTeniendo en cuenta que los riesgos ambientales han sido abordados principalmente por las ciencias naturales e ingenieriles, la presente metodolo- gia pretende ser un aporte desde las ciencias sociales para el abordaje de estos problemas complejos, a fin de brindar elementos para la caracterizacién de la d social frente a riesgos de origen natural y tecnolégico. arse de una metodologfa en desarrollo y sobre una temética poco preliminares y requiere un trabajo posterior de profun sentido, la participacién en este tallerresulté de particular interés como Ambi- to de intercambio y consulta con otros profesionales e investigadores. } Integrantes de PIRNA - Programa de Investigaciones en Recursos Naturales y Ambiente. Instituto de Geografia, Facultad de Filosofia y Letras, Universidad de Bue- nos Aires. Web: http://www filo.uba.ar/contenidos/investigacion/institutos/geografia/ pirna/home. htm. 2 Entrela fecha de rea {én del trabajo se ha seguido avanzando en la claboracién de la metodologia, Por cualquier consulta o sugerencia dirigirse a las autoras a través de la pagina web. 180 LEN TORNO DE LAS METODOLOGIAS: ABORDAJES CUALITATIVOS ¥ CUANTITATIVOS 180 __EN TORNO DE LAS MBTODOLOGIAS: ABORDAJES CUATATIVOS 7 Ce Marco conceptual En os trabajos de investigacién que desarrollamos planteamos un mar- co conceptual que relaciona la cuestiGn de las catdstrofes con el riesgo y sus, componentes. Para abordar el andlisis de situaciones catastr6ficas partimos de considerarlas como “problemas complejos” de la sociedad modema capitalista en la cual, en términos de Giddens (1990), Beck (1993), Funtowicz y Ravetz (1993) -entre otros autores-, el riesgo aparece como un rasgo caracteristico central. ‘Asumir el cardcter reflexivo de los actores de la modemidad desplaza el centro de la atencién de la fatalidad hacia la responsabilidad propia. Asi, se modifica la percepcién del problema y los riesgos pasan de ser considera- dos una situacién fatal externa a ser asumidos como responsabilidad de los actores, sus actos y decisiones. En consecuencia, los desastres no pueden considerarse obras divinas, fortuna o fatalidad (Giddens, op. cit.). ‘Tomar como marco una Teoria Social del Riesgo para el andlisis de las catastrofes, amplia necesariamente el campo de andlisis, en el que habitual- mente s6lo se pone el énfasis en los aspectos fisico naturales desencadenan- tes en la magnitud del dafio producido en cada caso. El hecho de concep- tualizar al riesgo en los términos mencionados permite dar cuenta de otras dimensiones que hacen a la complejidad del problema en cuesti6n, cuya consideracién permitiria lograr una disminucién de las consecuencias ca- tastréficas. Este campo analitico ampliado nos ha permitido identificar cua- tro dimensiones (Natenzon, 1995) intimamente relacionadas entre sf: + Lapeligrosidad se refiere al potencial peligroso que tienen los fen6- ‘menos naturales (espontaneos 0 manipulados técnicamente), potencial in- herente al fenémeno mismo, sea cual sea su grado de artificialidad. Una forma de manejar Ia peligrosidad es conocerla, para lo cual el aporte de las ciencias naturales basicas y aplicadas es imprescindible. * La vutnerabilidad esté definida por las caracteristicas (sociales, eco- némicas, culturales, etc.) de un grupo social previas a la ocurrencia del evento catastréfico, que otorgan una “capacidad diferenciada” de hacerle frente. En el andlisis de la vulnerabilidad interesan las heterogeneidades de la sociedad implicada, ya que son las que determinarén, en gran parte, las consecuencias catastr6ficas de la peligrosidad. En otras palabras, diferentes situaciones sociales, institucionales y econémicas son las que explican cémo peligrosidades similares tienen diferentes efectos en diferentes grupos so- ciales, Los niveles de organizacién e institucionalizacién del manejo del desastre (preparacién, prevenci6n, recuperacién) también son un compo- 3 Algunos autores utilizan el término “amenaza”, S. Laco Martinez, G. Gouez Rous v M.S. Mauro (Coons) 181 nente central de la vulnerabilidad. Desde este punto de vista, la vulnerabili dad est directamente asociada al desarrollo. Las ciencias sociales son las que pueden aportar conocimientos sobre esta componente. + La exposicion se refiere a la distribucion de lo que es potencialmente afectable, la poblacién y los bienes materiales “expuestos” al fenémeno pel groso. Es una consecuencia de la interrelacién entre peligrosidad y vulnerabl- lidad, y -a la vez~ incide sobre ambas. Esta componente se expresit territorialmente como construccién histérica que entrelaza los procesos fisico naturales con las relaciones socioeconémicas, configurando determinados usos de suelo y distribucién de infraestructura, asentamientos humanos, set» vicios piblicos, etc. (Natenzon, op. cit.). En este caso se hace necesario contar con el aporte de la ciencias de la planificacién territorial para evaluar como, qué y donde estan distribuidos la poblacién y los bienes materiales y e6mo éstos modifican la din4mica esponténea de los procesos fisico-naturales, afin de tomar decisiones y medidas concretas de mitigacién. + La incertidumbre se relaciona con las limitaciones en el estado del conocimiento (incertidumbre cientifica) y las indeterminaciones en cuanto a competencias institucionales y aspectos normativos (incertidumbre poll- tica); al mismo tiempo, estas limitaciones y la complejidad del fenémeno en cuestién impiden el manejo de la totalidad de las variables involucradas, impregnando de incertidumbre los procesos de toma de decisiones. Considerar de manera aislada cualquiera de las cuatro dimensiones que constituyen el riesgo con prescindencia de las otras, cierra el camino & la solucién integrada de un problema complejo. Si se considera s6lo In peligrosidad, se puede caer en la “naturalizacién” o la “divinizacién” del fenémeno y, en consecuencia, el fatalismo inmovilizador. Si se considera slo la exposicién, las respuestas pueden ser tecnocraticas y venir de la mano de negocios ingenieriles. Si se considera s6lo la vulnerabilidad, el andlisis podrd ser correcto, pero faltaran propuestas conducentes para resolver la situacién e, incluso, puede caerse en la denuncia estéril. Si se considera s6lo la incertidumbre, es posible caer en soluciones oportunis tas que pueden provocar el desconcierto y el descreimiento de la gente en las instituciones, llegando a plantearse en extremo acciones desesperadas en medio del caos. De las cuatro dimensiones, las més estudiadas son la peligrosidad (por laciencias fisicas y naturales) y la exposicién (en su expresién més corrien- te, como distribucién de usos del suelo). Entendemos que la componente de vulnerabilidad es aquella en la que las ciencias sociales pueden hacer un aporte fundamental para el conocimiento y gestién de los riesgos. Este trabajo presenta los avances en la elaboracién de una metodologia cuali cuantitativa, cuya expresién final serd, en parte, la aplicacién de un indice 182 Ew rorwo De 1As METODOLOGIAS: ABORDAJES CUALITATIVOS ¥ CUANTITATIVOS que permita un andlisis diagnéstico de la vulnerabi territoriales y riesgos especfficos. La vulnerabilidad so En nuestro marco conceptual, la vulnerabilidad social se refiere a las caracteristicas que determinan la capacidad diferencial de un grupo social para hacer frente a la ocurrencia del evento catastr6fico. Pero por otro lado laaplicacién de este concepto refiere a una problemética més amplia que en jos 108 afios se ha visto reflejada en estudios realizados desde las areas vinculadas con el desarrollo so« Minujin (1999) utiliza la nocién de vulnerabilidad para reflejar una amplia gama de situaciones intermedias entre dos extremos: la exclusion y Ja inclusién social, conceptos que van més alld de los aspectos econémicos de la pobreza e incluyen ademés aspectos politicos, sociales, culturales. Esta “zona” de vulnerabilidad comprende situaciones distintas: las mas cercanas a la exclusién‘, aquellas en las que se buscan alternativas de inclu- 1 y aquellas en las que se han ido perdiendo canales de inclusién. Si bien la acumulacién de “vulnerabilidades” (fallas, desventajas) no conduce ne- ncillo llegar a Ja inclusi6n. Es dad se constituye en permanen- te y es caracteristica de la actual estructura social. Los individuos y grupos permanecen o se mueven dentro de diversas formas de vulnerabilidad” (Minujin, op. cit., 62). Estas consideraciones pueden ser comparadas con Ia bibliografia exis- tente sobre riesgos y desastres, donde se ha entendido que la vulnerabilidad imamente ligada al concepto de pobreza. Sin embargo, como sefia- Ian Blaikie et al, (1998), vulnerabilidad no es sinénimo de pobreza. Mien- tras que la pobreza es una medida descriptiva mucho menos compleja de la carencia de las personas, centrada en general en la medicién del ingreso, el gastoy el consumo, desde la perspectiva del riesgo, la vulnerabilidad es una combinacién de caracteristicas de un grupo social derivada de sus cot icio- nes sociales y econémicas, relacionadas con una peligrosidad especifica. ‘dos son aquellos que viven en condiciones sociales de fuerte priva- cién, No necesariamente son los mas pobres; se incluyen ademas grupos que sufren algiin tipo de relegacién por falta de educacién o capacitacién, cuestiones étnicas, de sgénero, etc, Por lo tanto, es un concepto relativo: se puede estar excluido en unaesferay noen otra (A. Minujin, op. cit.) 5 En este grupo se encuentran los sectores de clase media empobrecida, particu- larmente afectados por el modelo econémico adoptado durante Jos ailtimos anos (A. Minujin, op. cit.). dades especificas, es necesario tener en cuenta dimensiones pn! que permiten caracterizarla. Estas dimensiones abarcan aspectos slivos (institucionales y culturales, como los vinculados a la pervep- diel riesgo, etc.), y cuantitativos como los que desarrollaremos con) yor detalle en el siguiente apartado. Al mismo tiempo, es necesario tener en cuenta que existe una espectfi- u clones estructurales, no busca resolverlas, ya que esto escapa al nivel isis y al alcance de la gestion de riesgos®. Se trata, en cambio, de 10 del desastre” ~prevenci6n, preparacién, respuesta, rehabi cién— (Lavell, 1996). Si tomamos sélo’el momento de la catdstrofe (corte sincrénico), el meno puede afectar a distintos grupos sociales sin importar su condi- Un socioeconémica (por ejemplo, una explosién o un sismo intenso). Hay Conjunto social que corresponde a todos los que pueden ser afectados. a 9s casos, el hecho de que algunos sectores de la poblacién afectables una capacidad previa superior al resto (por ejemplo, altos ingresos) ‘Barantiza que se sepa qué hacer o que los medios de que dispongan sean los adecuadamente. En cambio, si se hace un andlisis diacronico, que considera a las catés- trofes como actualizacién del riesgo’, en el antes, en el durante y en el spués del desastre, las condiciones concretas en las que cada grupo se ‘puede preparar o reconstruir son muy diferentes. Quienes son potencial- Mente afectables comparten algunas caracteristicas definidas tanto desde la exposicion (aspectos territoriales y materiales) como desde la vulnerabili- © Blaikie eal. ejemplifican las contradicciones que pueden existir entre pol destinadas a resolver situaciones estructurales y las destinadas a reducir la vulnerabili-~ ddad, cuando hablan de casos en los que “...la pobreza se puede reducir tomando préstie mos ¢ invirtiendo, pero el impacto de esas intervenciones puede aumentar la vulnerabis Tidad” (op. cit. , 93), 7 Entendiendo ai riesgo como una construccién histérica de condiciones insegu- ras, las catistrofes son los eventos que ponen en evidencia tales condiciones. Ew TORNO DE LAS METODOLOGIAS: ABORDAIES (CUALITATIVOS (espectos sociales, econdmicas, culturales y politicos). Sin embargo, conjunto tendr ciertas hneterogeneidades que interes@ identifica para ‘blecer prioridades en la intervencion. Teniendo en cuenta estas consideraciones, un diagndstico de Ja vul- rabilidad permitir4 identificar las heterogeneidades y, en consecuencia, ar aportes concretos para la gestion en cada una de Jas fases del gn la prevencién, se podran implementar medidas i: sversificadas (de educacion, ‘de comunicacion, etc.), dirigi- in su tipo y grado de ‘vulnerabilidad. En la prepara- se podrén priorizar grupos sociales que requieran medidas especifi- ‘cas para la respuesta. En la respuesta, S© podra contar con informacién de consulta directa para tomar medidas diversificadas segun Jas necesidades y caracteristicas de los grupos vulnerables. Finalmente, en la rehabilita~ idn y la reconstrucci6n, Se podrd plantear el mejoramiento de la situacion pre-desastre. Construccién dela metodologia Enuna primera etapa se avanz6 en la! caracterizacion cuantitativa dela yulnerabilidad frente a jnundaciones ¥ accidentes industriales ampliados. Para ello, se identificaron y analizaron una serie de indicadores que dan. cuenta de aspectos socio-demogrificos vinculados directamente a javulne- tabilidad, El posterior agrupamiento Ge estos indicadores en un indice per- mitiré establecer grados de ‘vulnerabilidad a nivel de las unidades adminis- trativas del area de estudio, Jocalizada en el itoral fluvial bonaerense dela baja cuenca del Plata (entre os partidos de San Nicolés y Berisso, incluyen- go la Capital Federal). "El producto de la investigacton esta expresado en formato SIG (Siste- ma de Informacién Geogréfica). E] SIG es una herramienta que permite establecer relaciones entre distintos elementos ¥ visualizarlos en el territo- tio, en forma individual o combinada. Un ejemplo de tales combinaciones pservar la relacion entre el grado de satisfaccion de necesidades puede ser 0 pasicas de Ia poblacion y las areas potencialmente inundables. TISIG tiene la ventaja de permitira actualizacion constante de la base de datos georreferenciada a medida ane St genera informacion. De esta manera, pueden incorporarse NUEVOS qementos territoriales (por ejemplo, Tocalizacion de bienes afectables, Srfeaestructra, etc.) 0 referides 2 infor- veacién cuantitativa relevante para el diagnéstico. Tas operaciones bajo un entomo SIG ppermitiran identificar en termi- ~ pos cuantitativos areas dedistintos erados de vulnerabilidad, lo que debe ser omplementado, en una Proxima etsPay ‘con aproximaciones que releven 5 ieee aaa ee eS 0 SS ee SS ™ oe e—e— eres aspectos cualitativos de eI imos aspectos podran la vulnerabilidad. lad. Estos ulti asimismo ser vinculados al entorno SIG como otras capas de informacién; es el caso de fotos, organigramas, cuadros sinépticos, et , etc. Seleccién de indicadores Hemos seleceionado indi ; : indicadores 5, nado i que refieren a i mi rvs astra, de ato pan i se soca ncapcida de respuesayrecupereion ds poblacioninvo- ations ee 36 en la informacign estadstica disponible esi c ica dispon (pncpument Nacionales de Poblacién y Vivienda claborados Este proceso de s¢ 16) eleccién fue guiad conceptual ‘ao etn aleiee serpent ie conceptual ue ernits def algmosapeces remioosodimevsiones del vlnerbiad y realizar una primera clasificacion a artr de una amplia varied de indkadores. Pstrionment, se realizé unas om mila seein evalamde més ajustadamente la capacided de cada uno d dar cuenta deheterogeneidades perinents uno declios a result6 la siguiente seleccién de indicadores: Demogrificos: Poblacién total (1980 * Poblaci y 1991) Variacién relativa de la i * Varia poblacié: : Densidad de poblacién fis80y 1351) 1osoy 1991 - Indice de dependencia potencial de jévenes (1980 y 1991 -pendencia potencial de ancianos (1980 y 1991) Condiciones de vida: Porcentaje de hogares y - ob! : poblacién en hogares con necesidades basi. + Porcentajes de hogare: (1991) gares NBI con tres y mas indicadores de privacion : Poreentae ae hhogares con jefa mujer (1991) » Tasa ge monalidad infantil total (1991 a 1994) * Tasado mon idad infantil neonatal (1991 a 1994) aje de poblacién sin acceso a servicios de salud (1991) Estos indicador es fueron analizados discuti pectoa la cat rans jizados discutiend 5, ee cle carctrizacién dole vulnerabilidad social frente las peligrost s yal mismo tiempo, teni peligrosi- toma de decisi o tiempo, teniendo en cue il cisonss on ls distin fases del postion del ago. Se prove 0. Se prevé 186 [EN TORNO DE LAS METODOLOGIAS: ABORDAJES CUALITATIVOS, ¥ CUANTITATIVOS: incorporar ademas un conjunto de indicadores que de cuenta dela dimen sién productiva-laboral. A continuacién presentamos algunos aspectos de la digeusién conceptual y metodol6gica referida a cada una de las dimen- siones ya analizadas. Indicadores demogréficos Los datos de los afios 1980 y 1991 sobre poblacién total, variacion relativa de la poblacién en el periodo 1980-1991 y densidad de poblacién pueden asociarse a la cantidad de personas potencialmente involucradas en ‘una catastrofe ya su variaciénen el tiempo. Los tres indicadores se vinculan con la caracterizaci6n de la exposicién. La poblacién total es wn indicador descriptive, que ofrece una idea general de la composicién demografica del Area en estudio. La cantidad de personas potencialmente expuestas es un dato de mucha utilidad al momen- to de planificar la accién en la emergencia y las politicas preventivas. Pa densidad de poblacién sirve al estudio de la exposicion en el sentido de concentracién o dispersién de personas en el territorio frente a la posibi- lidad de ocurrencia de eventos peligrosos. En este caso, larelacion es direc- ta:a mayor densidad (concentracién), mayor exposicién. En la ‘normalidad, esta situacién se vincula con la aparicién. ‘de conflictos tanto en el uso de los secursos como en las relaciones urbanas y en Ia prestacién de servicios (Minaya, 1998). En la emergencia, aparecen més complicaciones para im- plementar acciones de mitigacion tales como movimiento de evacuados y bienes, cantidad de centros a habilitar y vehiculos a disponer, etc. La variacién relativa es ttil no solo como indicador de la dinamica demografica, sino también como indicador de la tendencia futura en cuanto al crecimiento o la disminucién de la poblacién. YE indice de dependencia potencial establece una proporcion entre la poblacién econémicamente no activa con respecto al total de la poblacién potencialmente activa. El indice total indica qué cantidad de personas de menos de 14 afios y de mas de 65 estén a cargo de una persona de 15 a 64 afios referido a cada 100 adultos. Este indicador muestra la “carga” sobre la disponibilidad de adultos de una determinada poblacién y su relevancia en el diagnéstico de: Javulnerabilidad social tiene que ver con que se ‘trata de un dato sintesis o de relaci6n entre los tres grupos de edad. En este caso, una mayor dependencia potencial seré indicativa de una mayor vulnerabilidad. Resulta interesante en términos operatives para la planificacién de los distintos momentos (prevenci6n, respuesta, recuperacién, etc.) estimar cud tas personas estarian a cargo de otras en la toma de decisiones y para las acciones concretas. En tal sentido, la referencia a este indice como sintesis de la distribu- ‘S.Laco Martinez, G. Gomez Rojas ¥ M. 8. Mauro (Coorps.) thy cién por edades es un dato de utilidad al momento de plantea emergencia. La discriminacién en tres grupos cites Goren aT ancianos),supone unrasgo dels eterogeneidad poblacional respected liv lebilidades y capacidades potenciales de cada uno de ellos para affontat li situaciones peligrosas. Se supone que un adulto medio combina dos cae teristias necesrias paraaffontar est tip desituacones a nei sey ja capacidad en la toma de decisiones. E] estrato pasivo transitorio (jéveniont supone la falta de estas dos caracteristicas; el esirato pasivo definitiv0 (ii cians) supone I capacidad de toma de decisiones habiéndoye debian perdido la capaciad fic. Estos datos también son vidos para ih le campafias educativas y de comunicacién, porque las estrategias Hom diferentes si se trata de jévenes, ancianos o adultos (potencialmente sll vos). Por otra parte en relacién al momento del dia en el que se produce) evento (por ejemplo, un accidente en horario de trabajo) se puede estat qué grupo etdreo puede verse afectado con mayor grado de probabilidiad, de modo de encararasimismo aeiones diferencias ’ ‘ambién es interesante discriminar entre el indice di potencial de jévenes (proporcién de menores de 14 respecto Seta de entre 15 y 64 afios) y el indice de dependencia potencial de anclanis (proporién de personas de 65 y mis aos respeco dela poblacin de 1 afios), para poder tomar decisiones diferenciadas, que respeten la heter geneidad entre estos dos grupos. ° 7 Debemos sefialar que estos datos presentan dos limitaci mera de ellss estérelacionada con el hecho de que som ve oat mente activa puede no estar capacitada para hacer frente a una determin emergencia, ya que el dato est basado exclusivamente en la edad y n0 considera situaciones diferenciales por capacidad fisica 0 intelectual segunda limitacién tiene que ver con que el relevamiento es global, esto es, Jaconstruccién del indice se hace en base ala poblacién total decadauno de ls paros, Sera frente sie indices consrayerao nivel del hogar 1 ae ns perma saber renmente cunts persons extn cago (oe Condiciones de vida det & indice de necesidades bisicas insatisfechas ests referido a ta cant ded de hogaresto poblacién en hogares, que tienen sus necesidades basins insatisfechas. Por “necesidades bésicas” se entiende un néicleo central de ® Hogarcensal particular: gra i iar: grupo de persons, parientes ono, que viven bal ° seco de acuerdo con un égimen familia, x decir, comparten us asos de smentait Las personas que viven solas constituyen cada una un hogar. (INDEC, 1998). ‘ 188 EN TORNO DE LAS METODOLOGIAS: ABORDAJES CUALITATIVOS ¥ CUANTITATIVOS necesidades, consideradas bdsicas para el desarrollo de la vida en sociedad, que incluye: - alimentacién adecuada; - _vestimenta funcional y decorosa; 7 ; - alojamiento y equipamiento doméstico minimamente apropiado para el funcionamiento del hogar y el equilibrio psicofisico de sus miembros; a - disponibitidad de agua potable y de sistema de eliminaciéa de ex- cretas que garanticen est4ndares sanitarios minimos; . ~ condiciones ambientales sanas y que posibiliten la realizacién de actividades esenciales para el desarrollo individual y la integracién social; = acceso a medios de transporte apropiados para trasladarse a los lugares de trabajo o estudio y para las otras actividades de interac- ci6n social; | ~ acceso a servicios adecuados de salud, educacién y cultura, asi como los recursos minimos para los gastos complementarios que permitan el aprovechamiento efectivo de esos servicios. El acceso a empleo libremente elegido se inserta, asimismo, entre las necesidades basicas, como medio y como fin, ya que no sélo proporciona un ingreso para adquirir los satisfactores necesarios, sino que también es esen- cial para la autoestima y la dignidad social del individuo (INDEC, 1984, 10). En la prictica, de este complejo conjunto de aspectos s6lo se toman como indicadores para elaborar e! NBI algunos de ellos, a saber: - Hogates que habitan viviendas con mas de 3 personas por cuarto (hacinamiento critico); _ ; ; - Hogares que habitan en una vivienda de tipo inconveniente (pieza de inquilinato, vivienda precaria u otro tipo); . - Hogares que habitan en viviendas que no tienen retrete o tienen retrete sin descarga de agua; ; - Hogares que tienen algin nifio en edad escolar que no asiste a fa escuela; ; * + Hogares que tienen 4 0 mas personas por miembro ocupado y en los cuales el jefe tiene bajo nivel de educacién (sélo asistié dos afios 0 menos al nivel primario). Esta seleccién, identificade por ta CEPAL? y utilizada en general por Jos paises de la regibn, considera que un hogar con NBI es aquel en el cual estd presente al menos uno de los mencionados indicadores de privacién. so vreli i ‘onde Estadisticay Anal ° Enun trabajo preliminar realizado porla Division de Estadistica y titative de la CEPAL sobre la base de la BPH de octubre de 1980. (INDEC, op. S. LaGo Martinez, G. Gomez Rous M. S. Mauro (Coorns,) 189 Seha dicho que el NBI proporciona datos més estables que otras medida» de pobreza; asf, por ejemplo, los indicadores de pobreza por ingreso son 1s sensibles a la distribucién del ingreso. En tanto la Iinea de pobreza y¥ low ingresos familiares per capita detectan pobres por ingresos ~y en ese seittide parecen captar una proporcién mayor de “nuevos pobres” (Minuyjin, 1999), el NBI detecta mejor ciertas carencias que, asociadas al hébitat, a la vivienda yadeterminadas caracteristicas del hogar y de sus miembros, definen micjora los “pobres estructurales”, es decir al grupo peor posicionado en la sociedad (Geldestein, 1997), En nuestra base de datos se han inciuido tanto la poblacién en hogarey con NBI como los hogares particulares con NBI. El primer dato resulta tilt Para conocer el mimero de personas que presenta mayor pobreza y, 61) consecuencia, mayor vulnerabilidad potencial frente a catAstrofes. Ne gundo es més titil a la hora de organizar acciones de prevencién y mitipi- cin, por ser los hogares unidades organizativas basicas, generalmente de tipo familiar. De esta manera, para la etapa diagnéstica seria més significi- tivo el dato de poblacién en hogares con NBI. Encontramos que en el periodo que abarca nuestra investigacién, of indice de NBI tiende a bajar, mejorando la situacién de cada uno dé {os indicadores, E} deterioro observado en Ia situacién econémico social du- Tante la dltima década permite suponer que desde 1991 a la fecha el NBI hn aumentado, evidenciando un empobrecimiento y empeoramiento de condiciones de vida de la poblacién. En relacién a la gestion de riesgos, ef NBI aporta informacion de utili- dad para los distintos momentos del continuo del desastre ya que perrite identificar a la poblacion frente a la que se deberdn encarar estrategias ins urgentes tanto de prevencién como de rehabilitacién y reconstruccién, Operativamente, entonces, se considera que @ mayor porcentaje de poblacién con NBI, mayor vulnerabilidad, estableciéndose entre ambos una relaci6n directa. La utilizacién del indice de NBI segin cantidad de indicadores de privacién permite detectar una mayor heterogeneidad de Situaciones y diferenciar grupos de poblacién en relacién con su mayor 0 menor grado y tipo de carencias. Decidimos utilizar el caso més alto (NI con 3 0 mas indicadores de privacién) para identificar las situaciones més extremas de vulnerabilidad social. En cuanto al porcentaje de hogares con jefa mujer, Geldestein (1997) observa que la doble condicién de género y desempefio como jefa ha sido utilizado como indicador de pobreza de manera un tanto mecénicay que ¢ importante tener en cuenta que la jefatura femenina no es el unico eriteriy ara la identificaci6n del universo que contiene a los hogares pobres. Sin embargo, ampliando la problematica a la cuestion de la vulnerabilidad su consideracién se vuelve alin més relevante-ya que segtin afirma la autora, 190 EN TORNO DE LAS METODOLOGIAS: ABORDAJES. CUALITATIVOS ¥ CUANTITATIVOS 190___ EN TORNO DE LAS MBTODOLOCIAS: Tenet estudios previos han identificado gue jos ogres de mad i es sin compu y ij ipo mas paradi . con hijos menores a cargo (el tipo mas pi ¢ xe i se ti una mujer a cargo os mas vulnerables, si se tiene en cuenta que una : iprplica gu responsabilidad por la suerte y el bienestar de otras personas, i sus hijos menores”. . . ore en Me oe verso le hogares con jefatura femenina es heterogénco se uede reconocer que “...en su mayorfa cuentan con un nico adul to Frade ge la familia responsable del sostén econdmico, afectivo y psi ols i i ‘ euidado y atencion de los pequefios y los ancia~ Bico de seticas y de la obtencién de un ingreso “iesempetio de las tareas domésticas y ws io ue, debido ala segmentacién por sénere del mera a iso fi solas, resulta en pri al compromiso doméstico de las madres soles, t e alque puede obtener un jefe vardn.” (Geldestein, op cit. 60). sdadeestos Por otra parte, al tener més tareas a Su ‘cargo, la: calidad de vida de es hogares se empobrece atin més, por Tasobrecars Asicay ice de : ‘ume sola las responsabilidades y los tral ce oestico. ‘Aello se suma la estigmatizacion social del modelo mono parental femenino, por lo que tanto ella como su familia estén més expues- 10 inset . . . ‘esa ‘ademas de Jos sepectos que hacen que se incremente la vulnerabilidad de los hogares con jefa mujer en términos socioeconéicos, para Ja ra Ne indi i medi i s riesgos-este indicador resulta de interés en la a ma soe th mayor esamparo y, sobre todo, una mayor necesidad de aswstencia ‘tanto en la emergencia como en la recuperacion. Dificultades en la informacién disponible La informacién utilizada en la claboracion oe ree ae oe Provin i i jos de las fuentes estadisticas publicadas ‘por ¢l DEC (los Cons Social acion y Vivienda y los informes sobre Situacién y sera Provinela de Buenos Aires y la Ciudad de Buenos Aires), ec] SIEMPRO Ja Provincia de Buenos Aires. — . ye Bane eiocon estos Gatos presenté dos dificultades. La primera de elas fue la antigtiedad: el altimo relevamiento realizado? el Fei Oe enta i bi i datos del Censo anteriot afio 1991. Si bien la comparaci6n con Jos acuen® i iécada de 1980, queda fuera Jos procesos socio-econdmicos de ja de 1 da fi ensiceracién (al menos desde Jos aspectos cuantitativos) el ands de los smismos procesos durante la década de 1990, que tuvieron | " lai me a importancia en la configuraci6n de situaciones de vulnerabilidad act Mor Emel momento en que Se pueda contar con los resultados del Censo 001, est previsto actualizar la base de datos ya existente y realizar un andlisis diacronico de fa situacién de ‘yulnerabilidad hasta el presente. 5. Laco Marrinsz, G, GOMEZ Rows y M, 5. Mauro {Coorbs) La segunda dificultad tuvo que ver con Ja falta de informacion 4 niveles de desagregacién mayares que el partido o, en el caso de fa Cli de Buenos Aires, los distritos escolares. De esta forma, la compariel entre heterogeneidades debié limitarse a dicho nivel de desagregaciin (jit tidos), tomando ia Ciudad de Buenos Aires como un todo. Un posietlilt avance en la investigacién requiere contar con una mayor desagrepacidn dle los datos, a fin de ajustar el andlisis de la vulnerabilidad social alapoblaclin efectivamente ubicada en las areas mas peligrosas. La desagtegacidn pol mitiré ademés enriquecer el andlisis de las heterogeneidades al onde cada unidad administrativa mayor. EJ tratamiento de los datos en entorno SIG Como afirmabamos lineas arriba, el entorno SIG permite estublecer relaciones espaciales entre diferentes indicadores. Para ello, en primer lial fue necesario incorporar Jos datos seleccionados en una base de datal georreferenciada, vinculando cada unidad administrativa con la inforsmel iW correspondiente ala misma. Los datos que se han trabajado hasta el moment) corresponden a los dos tiltimos Censos realizados en el pais (1980 y 1991), El siguiente paso consistié en la eleccién del criterio de clasificueitnt que resultara mas pertinente para establecer los intervalos de cada indies dor. Para ello, se opté entre elegir los sistemas de clasificacion que offece autométicamente el SIG!*, o bien establecer los intervalos en funcidn de criterios deducibles del estado del conocimiento del tema que el indieadar analiza. En esta tarea se hizo especial énfasis en la comparacién eniré |i distintas clasificaciones, poniendo de relieve la importancia de la reflexion conceptual frente a la utilizacién de la técnica de sistemas de informacion’ geogrifica “pura”. En general, s¢ utiliz6 ef criterio clasificatorio que mostrara la mulyor heterogeneidad de situaciones entre las unidades administrativas y se deel dié que los intervalos fueran cinco para todos los indicadores en funcids: de su interrelacién en un indice cuantitativo de vulnerabilidad social. De Jos criterios que brinda el entorno SIG, el de “cortes naturales” (natural breaks) es el més adecuado para mostrar las heterogeneidades ya que en la mayoria de los casos establece mas diferencias en el universo. Sin embargo, para la mayor parte de los indicadores, estos cortes definidos por el SIG fueron ajustados a fin de dar mejor cuenta de variaciones temporales (1980-1991) y espaciales. Para realizar tales ajustes, se volcaron los datos en ejes cartesianos y se compararon los intervalos establecidos por e! SIG cortes naturales (método por defecto), intervalos iguales, areas iguales, cua Gesviacion estandar 192 [EN TORNO DE LAS METODOLOGHAS: ABORDAIES (CUALITATIVOS ¥ CUANTITATIVOS ados en histogramas, y se tomaton inente en base a consideraciones J resultado de esta elaboracién con los cortes o interrupciones reflejad decisiones acerca del criterio més perti conceptuales. En la Figura N° 1, se observa el Figura N° melon enoparee con NDI (4) Poa nay zoe: esbsroin propi en bas 8 NDEC, 1087 S._Laco Marriwéz, G. Gowez Rosas y M. S. Mauro (Coorp para el caso del indice de poblacién en hogares p: 1980 y 1991. Esta capa de informecién, combinada con el sest0 dl coloca al resto de unidades administrativas en un mismo escalém de esta ultima. Aspectos cualitativos de la vulnerabilidad social y propuestas de abordaje percepcién de riesgo determinan en gran medida la capacidad para prevent, para responder adecuadamente y para sobreponerse de los desastres. La pet selaci6n a las peligrosidades (recurrencia, magnitud, etc.) otros riesgos més urgentes (desempleo, problemas de 194 EN TORNO DB LAS METODOLOGIAS: ABORDAJES CUALITATIVOS ¥ CUANTITATIVOS dad, salud, etc,);la experiencia acumulada segim se trate de comunidades que historicamente han convivido con el peligro o bien de comunidades que tienen, por ejemplo, un alto porcentaje de inmigrantes que deben reconstruir su sentido de pertenencia al lugar incorporando el riesgo en su imaginario (Maskey, 1994). En relacion a los factores educativos es importante identificar si las comunidades sometidas a peligrosidades especificas cuentan con las herra- mientas practicas y conceptuales que se requieren para hacerles frente. Esto podré estar dado por mecanismos informales de transmisién o bien ser encarado a través de la educacién formal. En los factores institucionales entran en juego tanto las debilidades de los sistemas institucionales de respuesta a desastres (desarticulacién entre orga- 10s, carencias en equipamiento y capacidad operativa, etc.), como los obstéculos formales que impiden un répida y eficaz respuesta tanto de la comunidad como de las instituciones en caso de desastre (corrupcién, burocra~ tizacién, etc), En general existe una prevalencia de la reaccién coyuntural por sobre la prevencién, lo que constituye el principal factor agravante (Barrenechea, 1999; Gonzalez, 1999; Gentile, 2000). También los aspectos relativos a la capacidad organizativa de las comunidades (existencia de lazos solidarios, representatividad y legitimidad de sus organizaciones y sus lideres, etc.) son factores que influirén en su grado de vulnerabilidad. Incorporar el abordaje de estos aspectos cualitativos permite comple- mentar la informacién obtenida a través de téonicas cuantitativas, brindan- do una caracterizacién ms integral de la vulnerabi jidad. Para relevar estos aspectos, consideramos adecuada la seleccién de 4reas muestrales y el! desa- rrollo de trabajo de campo en profundidad. Comentarios finales La iniciativa de generar una metodologia para la caracterizacién de la vulnerabilided social frente a peligrosidades, resulta de particular interés tanto para avanzar en el conovimiento del tema como para brindar una herramienta que permita lograr mejores niveles de eficacia en la toma de decisions. En Ja medida en que no existe informacién oficial generada directa- ‘mente para esta problematica, se trata de un desafio muy importante y queda mucho trabajo por hacer. Hasta el momento hemos avanzado en el trata- miento y andlisis de informacién estadistica existente y disponible para evaluarsu pertinencia, estos, en qué medida da cuenta de la vulnerabilidad social ligada a riesgos o bien y en qué medida puede ser reinterpretada para brindar elementos en este sentido. ‘Hemos identificado también algunas fuentes de informacién generadas por dinbitos institucfonales no gubernamentales que podrén ser de utilidad, S. Laco Martinez, G. Gouez Rosas y M. S. Mauro (Coorns,) ws Lautilizacién de estas fuente: s enel jo quem es una dificultad privativa de esta area tematica, volvemos a poner a a vancia la participacién del taller como ambito para concretar el interwilibil) de experiencias al respecto. Bibliografia BARRENECHEA, J. y GENTILE, E. 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Halbwachs (1992:22) destaca que mientras que la memorly colectiva resiste y saca fuerza desde su base en un cuerpo de persorias, son » __Elestudio es parte del Proyecto UBACY? TS 39 y PIP (Conicet) 454 tiuto Gino Germani, Facultad de Ciencias Sociales, UB-AC CONS 45% Ine

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