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PADRE NUESTRO
(Todos Padre nuestro que estas en el cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu
) reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas como también nosotros
(Guía) perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y libranos del mal.
Amén.
AVE MARÍA
(Repetir 10 veces)
(Todos Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo; Bendita eres entre todas
) las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega señora por él (ella) y por nosotros los pecadores ahora y
(Guía)
en la hora de nuestra muerte. Amén.
(Al terminar las 10 AVE MARÍAS)
PADRE NUESTRO
Padre nuestro que estas en el cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino,
(Guía)
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas como también nosotros
(Todos
perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y libranos del
)
mal. Amén.
AVE MARÍA
(Repetir 10 veces)
Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo; Bendita eres entre todas las
(Guía)
mujeres y bendito es el fruto de tu vientre Jesús.
(Todos Santa María, Madre de Dios, ruega señora por él (ella) y por nosotros los pecadores
) ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
(Al terminar las 10 AVE MARÍAS)
(Guía) Gloria al Padre, Gloria al Hijo y Gloria al Espíritu Santo.
(Todos
Como era en un principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén.
)
(Guía) María, madre de gracia, madre de misericordia,
(Todos
en la vida y en la muerte ampáranos gran señora.
)
Por tu limpia concepción ¡Oh! Soberana Princesa, una muy grande pureza te
pido de corazón, que las almas no se pierdan ni mueran sin confesión.
(Guía) ¡Oh! Jesús mío, perdona sus pecados, líbralo (a) del fuego del infierno, lleva a
todas las almas al cielo, especialmente a las más necesitadas de tu divina
misericordia.
(Todos
Así sea.
)
LA SABANA SANTA
Señor Jesucristo, que nos dejaste las señales de tu pasión en la sábana santa, en la cual fue
envuelto tu cuerpo santísimo cuando por José fuiste bajado de la cruz: concédenos,
piadosísimo Señor, que por tu muerte y sepultura santa, y por los dolores y angustias de tu
(Guía) Santísima Madre María, Señora nuestra, sea llevada a descansar el alma de nuestro (a)
hermano (a) _________________________ y todos los que están en el purgatorio, a la gloria
de tu resurrección, donde vives y reinas con Dios Padre en la unidad del Espíritu Santo y es
Dios, por los siglos de los siglos.
(Todos
Amén.
)
(Guía) Dale, Señor el descanso eterno,
(Todos
y luzca para él (ella) la luz perpetua,
)
(Guía) Descanse en paz.
(Todos
Así sea.
)
(Guía) Si por tu preciosa sangre Señor lo (a) habéis redimido.
(Todos
Que lo (a) perdones te pido por tu pasión dolorosa.
)
(Guía) De las puertas del infierno.
(Todos
Libra su alma Señor.
)
Que el alma de nuestro (a) hermano (a) _________________________ y las demás del
(Guía)
purgatorio por la misericordia de Dios descansen en paz.
(Todos
Así sea.
)
PADRE NUESTRO
(Todos Padre nuestro que estas en el cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu
) reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas como también nosotros
(Guía) perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y libranos del mal.
Amén.
AVE MARÍA
(Repetir 10 veces)
(Todos Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo; Bendita eres entre todas
) las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega señora por él (ella) y por nosotros los pecadores ahora y
(Guía)
en la hora de nuestra muerte. Amén.
(Al terminar las 10 AVE MARÍAS)
PADRE NUESTRO
Padre nuestro que estas en el cielo, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino,
(Guía)
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas como también nosotros
(Todos
perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y libranos del
)
mal. Amén.
AVE MARÍA
(Repetir 10 veces)
(Guía) Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo; Bendita eres entre todas las
mujeres y Bendito es el fruto de tu vientre Jesús.
(Todos Santa María, Madre de Dios, ruega señora por él (ella) y por nosotros los pecadores
) ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
(Al terminar las 10 AVE MARÍAS)
BAJO TU PROTECCIÓN
Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios; no desprecies las súplicas que te
dirigimos en nuestras necesidades; antes bien, líbranos de todos los peligros, Oh Virgen
(Guía)
Gloriosa y Bendita. Ruega por el (ella) y por nosotros, Santa Madre de Dios, para que
seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.
(Todos
Amén.
)
OFRECIMIENTO
Por estos misterios santos de los que hemos hecho recuerdo, te pedimos, ¡Oh María!, de la
Fe santa el aumento; la exaltación de la Iglesia; del Papa el mejor acierto; de la Nación
Mexicana, la unión y feliz gobierno. Que el gentil conozca a Dios; que el hereje vea sus
yerros. Que todos los pecadores tengamos arrepentimiento. Que los cautivos cristianos sean
(Guía)
libres de cautiverio. Goce de puerto el navegante y de salud a los enfermos. Que en el
purgatorio logren las ánimas refrigerio. Y que este santo sacrificio tenga efecto tan completo
en toda la cristiandad, que alcancemos por su medio, el ir a alabar a Dios en tu compañía en
el cielo.
(Todos
Amén.
)
Te rogamos, Señor Dios nuestro, que concedas a nosotros, tus siervos, gozar de perpetua
salud de alma y cuerpo, y que, por la gloriosa intercesión de la bienaventurada siempre
(Guía)
Virgen María, seamos libres de las tristezas de la vida presente y gocemos de las alegrías de
la vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
(Todos
Amén.
)
¡Padre Eterno, soberano Dios! Enviad vuestros Ángeles a sacar del Purgatorio esta alma por
quien es mi intención rogar; os suplico la presentéis en vuestra gloria, y os pido, Señor, que la
(Guía) parte que le falte satisfacer por sus culpas se la perdonéis por los méritos de las penas de
vuestro Hijo, mi Señor Jesucristo, y os ruego, mi Creador misericordioso, no seáis riguroso en
su juicio, y no nos dejéis caer en la tentación, librándonos de todo mal.
(Todos
Amén.
)
¡Dios os salve, animas cristianas! Jesucristo, que os redimió con su preciosísima Sangre,
tenga por bien libraros de vuestras penas, y daros lugar y asiento entre los coros de los
(Guía)
Ángeles, donde os acordéis de nosotros, y supliquéis a Dios que nos lleve a vuestra
compañía para ser coronados en el cielo.
(Todos
Amén.
)
Señor mío, Jesucristo, que no viniste a perder sino a librar las almas de los hombres, de
quienes te constituiste remedio y libertad dando tu vida por su rescate; humildemente
imploramos tu clemencia y misericordia inefables, para que te apiades de todas las almas de
los fieles difuntos, que son atormentadas en las penas del Purgatorio, a fin de que las que
(Guía)
justamente son por sus pecados afligidas, sean por tu benignidad perdonadas; y pues las has
redimido con tu preciosa Sangre, consigan por los méritos e intercesión de la Beatísima
Virgen María, y de todos tus Santos, que las libres de las penas que sufren y las lleves a la
gloria, donde te alaban y gocen por los siglos de los siglos.
(Todos
Amén.
)
¡Dios mío! Vos te habéis, llevado la persona que más amaba en este mundo; me habéis
privado de ella para siempre; pero pues Vos lo habéis dispuesto de esta suerte, cúmplase en
toda vuestra santísima voluntad, asi sobre ella como sobre mí. El grande consuelo que me
queda es la esperanza de que Vos lo habéis recibido en el seno de vuestra misericordia, y
que Vos dignareis algún día de unirme con ella. Si la entera satisfacción de sus pecados la
detiene aun en las penas sin que haya ido todavía a unirse con Vos, yo os ofrezco por ella
todas mis oraciones y buenas obras, y más principalmente mi resignación en el sentimiento
de su perdida; haced, Señor, que esta resignación sea entera y digna de Vos.
(Guía) ¡Arbitro supremo de nuestra suerte, dueño absoluto de nuestro destino! Disponed
soberanamente de nosotros y de nuestros días. No somos de nosotros mismos, sino de Vos
solo; no habéis hecho sino tomar lo que os pertenecía y me habéis prestado por algún
tiempo. Sean benditas y adoradas las disposiciones de vuestra providencia.
Esta muerte que me hace derramar tantas lágrimas debe producir en mi un efecto más sólido
y saludable; ella misma me advierte que llegara mi hora, que debo prepararme sin dilación y
estar pronto en todos los instantes de mi vida; haced ¡Oh! Dios de bondad que cuando llegue
mi último momento, me encuentre en estado de poder presentarme delante de Vos, y de
reunirme a la persona que he perdido, para bendiciones y alabaros eternamente con ella.
(Todos
Amén.
)
(Guía) Ave María Purísima
(Todos
Sin pecado concebida
)