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ae . } x, | | et ‘Agelsmo (discriminacién por ‘uestion de edad) ‘Amenaza del estereatpo (riesgo de ue se confirme el esteeotipa} i Atribucign ‘Autoestima CChivo expiatorio Comportamiento colectivo Conjunto de respuestas condescendientes Deshumanizacién Desplazamiento Discriminacion Discriminacién inversa o positive , n ole} .! : 2 a oe Prejuicio-y discriminaciOn | smn Efecto de la mera exposicion Estereotipo Estigmas Estrechez de mente (mente cerrada © Intolerancia) Génera (sexo) Genotidio Hipotesis de fa frustraclon-agresion Metaanslss ~ Paradigma del grupo RRimo Personalidad autoritaria Prejuicio Preponderancia de la cara o face-smo (face-ism) Privacin relative Prof Prueba de asociacién implicit Racismo Rol sexual Sexismo Techo de cristal Teoria de la congruencia de las creencias ‘Teorta de la dominanca social ‘Teoria de la jstilicacion del sistema Tokenisme 2 0 | CcaplTuLo 10 PREIVICIO Y DISCRIMINACION 2) Qub | & “uo pepar par yotolles €0c- oul. I > Naturaleza y dimensiones del prejuicio | El prejuicie y la discriminacién son 2 de los problemas mas grandes que enfrenta la huma- ofnuddestavoreble» nidad. Cuando un grupo de personas odia a otro grupo de personas fan profundamente que facia un grupa socialy puede torturar y malar & nifios y bebés, tenemos unt serio problema en muesteas manos, ‘sus miembros, ‘Como el prejuicio y la discriminacion permanecen directamente en el camino de Ja ilumi- naciéa, el conocimiento de las causas y las consecuencias del prejuicio es uno de los gran- des desaffos de la hhumanidad. Podemos enviar personas ‘ala luna, modificar genéticamente Jos organismos vivos, remplazar los érganos disfuncionales, dar vueltas alr rededor del mundo a una altura de 10,000 metros y comunicarnos con casi cualquiera en cualquier sitio a través de Internet, Pero todavia parecemos incapaces de evitar que palestinos e israelfes se peleen por Jerusalén, catélicos y protestantes ‘destrocen Irlanda del Norte, y distintos sgrupos de Africa se despedacen con machetes unos a otros hasta la muerte. Prejuicio Deshumanizacion Tho-de los aspectosteribles del prejuicio es que involucra la deshumanizacién de wn ae aanerimcleud) grupo Sise puede ver alas personas comosmenos que fmane®, ¢NOFEE las atrocidades se desis as aivtrvellos no son esencialmente diferentes de mata un insecto. La deshumanizacién es persona dee conta rome In siguiente cit que describe cémo un sabio confusionisa del siglo xvI signidesyhumenidad, — consideraba a los monjes jesuitas: Estos “Hombres del Mar son bess als con oos profunds y Inds y nries come pico: \ { 1Si ten son Indudablemente hombres, no parecen tener ninguna de ss fculades took Nes. El nds bestia de los campesinos es mucho més humano ..1. Bs muy posible que waa snsceptbles al enenarmentoy que podamos, cn picienca, ensefarles Jos modos de \ ‘condgcta propios de un see hurmano. (Ctado por Vaughan, 1988, p. 1) io I prejucio ex reaponsale de gran parte del dolor el sufimiento humano.enel mundo 2 yomudesde cin den ‘oportinidades y de los horizontes hasta la violencia fisica ) orto ig Useable siempre ‘estado con nosotros, ydeprime pensar que pueda permanecer Cor rete cena sot cae Pre fundamental dela condicién humana, meno ie La mayora de las persones de las sociedades democrdics liberles consieran ¢ issuing, prejici un aspect paticlamenc desagrdable de a conduc humana, usan los térmi aot “ris “nla como insu, Cs doe expetimentamos prejuicios de tn fri oq van deste spoons eaves sn importancia que las persona cen sobre otros hasta una intolerancia extrema, cruel y ofensiva, o Ia violencia, Lai Poet as maoones sar de ae capacidades y aspiraciones sobre Ia base ejemplo, de nuest le 0 erm, eis ead do sar po marche RY csagran a encriat nagY 4 sci, esse ‘autométicament®: : - e suposiciones sobre ors, _ ea paige tahacharbicocchinssotomsn anagem Ce aces uss onde ol peko entation’) a para negar que de hecho sea i a Gay — 6 sparta ‘en Sudéifrica era un caso “lise de pe 0 inte. Sosalando, aunque exabaadomad piblicamente como reconociientoy respeto de ls eas calles (vase fscnat otoblogrfia de Nelson Mani 550) en Enea Ce ac anita pot proplo derecho, pera también es un term Tork ane gs cos apis dla pricloia soit, next capuloaalia- ed aa el precio, qe ors adopt y Qué consecuencas ine, y tambi€ iti yor erfoce {Lp el eapulo 1, seguiremos net? nso vce teri, yar urna 11 wat Serb, ec Sea a oy Canes 109 1 , Clergy ammeter ars arupce 1 Yee enn panememnnneerenrecuancrie) | lo y iscimineciGn también puede conan La elacida ent scion tambign pus com yeas caPiilos 2y 3), La relacion entre rele ! ‘contexto de las actitudes haci: spas 5 sal pepe (eae cages yon send Eris 7» ef QU GUr) arty ACITUDES RNUCIOSAS Y CONDUCTA BP utes UCAS CONDUCTA En muchos aspectos, la psicologta social esté singularmente ubicada pars comprender el prejuicio, El prejuicio es un fendmeno de psicologia social. De hecho, ef prejuicio es doblemente social: involucra los sentimientns sobre otras personas y las acciones hacia ellas;¥/eS guiado por y tecibe un contexto de for grupos & los cuales pertenecemos y las circunstanciashistéricas de: las relaciones intergrupales espectficas en las cuales esios grupos se encuentran. Actitudes prejuiciosas y conducta discriminatoria Como el término “prejuicio” significa literalmente *juieio’previo™ (del latin prey ju ium), es habitual considerar el prejvicio como tunaiReitud (véase el capitulo 5) en que el ‘objeto de acttud es un grupo social (p ¢., los estadounidenses, los antillanos, los politicos, {os misicos). Un punto de vista tradicional (p.¢), Allport, [954b) del prejuicio es que tiene ‘yeomponentes. 41. cognitive: ereencis sobre el objeto de sctitud, 2. afectivo: sentimientos fuerte (habinualmente negativos) sobre ef objeto de setieud y las cunlidades que creetos tiene, 3. conativo:intenciones de comportarse de ciertas formas hacia el objeto de actitud (el componente conalivo es la intencidn de actuar de cieta manera, no Lx accién en si) ‘Sin embargo, no todos los te6ricos de Ia actitud estén cSmodos con el modelo de actitud de 4 componentes (véase capitulo 5), y hay ctras definiciones de prejuicio que incluyen wna Conducta discriminadora. Por ejemplo, Brown define el prejuicio como: eoleneractitudes sociales 0 creencias cognitivas (opiniones) peyorativas o despectivas, expreser {un afecto negativo o mostrar una conducta host odiscriminadora hacia los miembros de un grupo simplemente por pertenecer a ese upo, (Brown, 1995, p. 8) El recuado 10.1 proporciona un relatofantasioso y caprichoso de emo puede surgir el prejuicio y convertrse en la base de la discriminacién. $i bien es un ejemplo fit ‘captura muchas de las principales caraceristicas del prejuicio que deben ser explicadas. La primera cuestién, que es exeucialmente latelacién actitud-condueta (véase cap{tulo 5), €5 larelacién entre las creencis v opiniones prejuiciosas ya préctica de la discriminaci6n. Recordaré del capftulo 5 que LaPiere (1934), un cientfico social, ps6 2 aos viajando por los Estados Unidos con una pareja estadounidense de origen chino. Visitaron 250 hoteles, lugares de campamento para casas remolque, hogares para turisias y restaurants, y s6lo se les negé el servicio en 1 (es decir, 0.4%); pareceria que existe poco prejuicio contra los chinos. Después de regresar a su hogar, LaPiere contact6 a 128 de estos establecimienios ‘on la pregunta: “,Acepiatia usted miembros de la raza china como huéspedes en su esta- ‘lecimiento?. Las respuestas fueron un 92% de “No”, 7% de “Es dudoso, depend de las cireunstancias” y un 1% de "ST". jAl parecer existiria un prejuicio abrumador! Mis tarde Gaertner y Dovidio (1977) llevaron a cabo un experimento controlado. Mujeres blancas estudiantes de pregrado que esperaban participar en un experimento ‘oyeron casualmente una supuesta “emergencia” en una habitacién contigua en Ja que varias sillas parecfan caer sobre una mujer que en realidad era una ayudante blanca o negra del cae oat que las ean creyeran que estaban soles con la colaboradora a ors 2 personas que podtan brindar ayuda. En general se esperaria habitual el ‘eco especiador(vEanse los detalles ene] capitulo 14), por el cual ls garcipantes tendsian vitima” si hay otros que puedan ayodar La figura 10.1 mves- espectader débit cuando la vitimma era blanca, pero que el i ; jouando ia vctima era negra (compérense las columnas 3 4). Las Participates Dlaneas diseriminaban manifiestamente priate Dartpares banca lin ctima negra sélo cuando habia ertonas que pudieran ayudar. Esines una leccign importante: bajeciertas cheometen, | CSLGGIA ie} Pst QTE 2 FACLLTAD 02 ReaistRO NY nee P22 | [| cartruro 10 erexace v oscenanacion ejuicio.y disc iiversitario - aparicién de un “grupo estigmatizado" cio 1 estudio de Forgas (1983) demostrd que los estu- antes pueden tener creencias claras acerca de dife- ites arupos de! campo universitario. Uno de estos ‘pes objetivo eran “los estudiantes de Ingenieria”, sienes fueron descritos en terminos de sus habitos de cgasta de bebidas (cervera, y gran cantidad de ella), ss preferencias culturales (deportes y poco més) y SU ailo de vestir (practico y conservado). Se trata de un ‘ejuicio en fa medida que se acepta que todos tos studiantes de ingenieria son similares, Si estas creen- 35 u opiniones (el componente cognitive) no se aso- an con ningun sentimiento intenso (afecto) ni con inguna mtencién particular para actuat (conato), 0 xisteringin problema real, y probablemente no deb- tia lamarse prejuico, sino simplemente una general- ‘206 inensiva (vease en el capitulo 5 la expticacion if modelo de actitud de 3 componentes) Sin embargo, si estas creancias tu opiniones se aso- iaban con sentimientos negatives fuertes sobre los sstudiantes de ingerieria y sus caracterislicas, casi jempre surgiria un patrén de conato. Si usted odia y Jesprecia 2 los estudiantes de ingenieria y sus caracte- istias, probablemente intente evitaros, tal vez humi- ura 10.1 atla del espectador en funcién de la ade la victima ando no habia nadie mas que pudiera “dat, era un poco més probable que las eves blancas prestaran ayuda a una aboradora negra o blanca que habla sufrido > emergencia, Pero cuando habla otras Sonas que podian prestar asistencia, no se ‘naron a ayudar a la colaboradora negia: la 2 apatia del espectador en presencia de una sims blanca se vio amplificada varias veces snido ta victima era negra “ie: basada en datos de Gaerne y Dovid (1977) tarlos siempre que sea posible, e incluso sonar con un mundo nuevo y hermoso sin ellos, Esto se ha convertido muy ciaramente en un preju do, pero aun puede no ser un problema social muy grande. Haba firmes presiones para inhibir la expres sién de estos puntos de vista 0 la conversién del conato en la accién, de modo que las personas con estos prejuicios probablemente no estarlan conscientes de que otros comparten sus puntos de vista. sin ‘embargo, si las personas tomaran conciencia de que su prejuicios son ampliamente compartidos, podrlan participar en una conversacién y formar organizacio~ nes para que representen sus puntos de vista. En estas circunstancias, podrlan aparecer conatos més extremnos como sugerencias de alslar a los estudiantes de inge- nigra en una parte del campo universitario y negarles el acceso a dertos recursos en el campo (p. eel bar, el comedor) Ahora los individuos 0 los grupos peque- fos poddan sentirse suficientemente fuertes como para discriminar a cada uno de los estudiantes de inge- niaila, aunque es probable que presiones sociales ma- yores impidieran una discriminacién difusa Sin embargo, si los estudiames ganaran un poder global legttimo en la universidad, estarlan libres para pponer en accién sus planes. Poctrian consantir en des- humanizar 8 los estudiantes de ingenierta: negaries sus derechos humanos, degradarlos y humiiartos, amonto- natlos en guetos detrés de alambre de espino y exter- minarlos de manera sistematica. 1 prejuicio seria consagrado y legitimado por las normas y las précticas de la comunidad. + Sin otros ayudantes potonciales $00; BF Cuando hay otras 2 ayudentes potenclaes BLANCOS DEL PREJUICIO Y LA DISCRIMINACIOI jasyel prejuicio puede pasar inadvertido, Si no se hubiera incluido la condicién de los “2 ayudantes potenciales", este experimento hubiera puesto de manifiesto que les mujeres blanas tenfan mds voluntad de ayudar a une vfctima negra que a otra blanca, Sélo fue con la inclusién de la condicién de los “2 ayudantes potenciales” que se puso de manifiesto 1 prejuicio subyacente, La ausencia de discriminacién manifiesta siempre debe tratarse con precauci6a, ya que el prejuicio puede expresarse de muchas formas indirectas y sutiles Blancos del prejuicio y la discriminacién € Eliptejuicio’no conoce limites culturales ni histéricos: por cierto no es ambito exclusivo de personas de mediana edad, blancos, heterosexuales u varones. Los seres humanos son muy versétiles y pueden convertir a casi cualquier grupo social en blanco del prejuicio. Sin embargo, ciertos grupos son victimas permanentes del prejuicio porque'estén formados por categorizaciones sociales que son vividas, omnipresentes y socialmente funcionales, y los propios grupos objetivo ocupan posiciones inferioreside poder en la sociedad. Estos grupos son aquellos basados en la raza, el grupo éinico, el sexo, la edad, las preferencias sexuales y In salud fisica y mental. La investigacién muestra que de éstos el sexo, ls raza y la edad son las bases mds prevalentes de In estereotipacién (Mackie, Hamilton, Susskind y Rosselli, No es sorprendente que In mayor parte de 1a investigacién sobre el prejuicio se haya cconcentrado en estas 3 dimensiones, sobre todo en el sexo y la raza/grupo étnico. Por ejem- plo, en su libro de 1995 sobre In psicologia social del prejuicio, Brown tiene mucho que decir acerca del sexismo y el racismo, pero sélo algo sobre agefsmo (discriminacién por ccuestién de edad) y sobre minusvalfa y discapacidad, y no dice nada acerea de homofobia o discriminacién basada en las preferencias sexunles. Cosi toda In investigacién sobre el sexism se enfoca en el prejuicio y la discriminscién contra lasimujeres (Deaux y LaFrance, 1998), Esto es porque las mujeres bist6ticamente suftieron més coma victimas de sexismo, primariamente por su posicién inferior de poder en selacién con los hombres en los negocios, el gobierno y el empleo, Sin embargo, debe- lar que los roles sexuales pueden haber persistido porque, si bien proporcionan a Jos hombres un poder estructural, le han dado a las mujeres un poder diddico o interperso- nal (p. ej, Jost y Banaji, 1994). ¥ por supuesto, en la medi poder sobre los hombres, son igualmente tan capaces de diserimin: fen que las mujeres tienen in contra los hombres, Estereotipos’sexuales La investigacién sobre los estereotipos sexuales ha puesto de anifiesto que tanto hombres como mujeres creen que los hombres son competentes ¢ independientes,.y que.tas, mujeres. son_célidas y expresivas (Broveman y cols., 1972; Spence, Helmreich y Stapp, 1974), Como Fiske (1998, p. 377) lo expresa petent; el hombre t/pico se ve competente pero probablemente no reencias tienen una genoralidad transcultural sustancial: se encuentran on Australia y partes de Medio Oriente (Deaux, lad son estereotipos sociales consensuados. ipos no se asocia inevitablemente con una creencia tente con el estereotipo acerca del grupo objetivo, De hecho, parece que esta entre el conocimiento y la creencia personal ocurre sélo entre Jos indivi- iosos (Devine, 1989). Hay pruebas de que, wujeres no se describen a sf mismos con tt se ve bella pero incompetente; mérica del Norte y Sudamérica, 1985; Williams y Best, 1982). En real El conocimiento de estos estereoti siendo todo lo demés igual, los términos tan fuertemente estereo- 1987) y que las mujeres niegan el sentimiento de que han 8 algo que experimentan orras 989; véase luego). sido personalmente di mujeres (Cae eceminadas a dscriminacin sexual lova y Jaskar, 1993; Crosby y cols., 1 0B Soxismo Prejuicio contra personas y Adiscriminacién de stas en funcién de su género {sexo}, Esterooti Imagen d ‘ampliamente compartida y simplificada de ua rupo social y sus ‘miembres, — [552] capiruro 10 ereico voscRANACION Estereotipos sexuates ‘como cree que reaccionaré este fombre ante una mujer elegantemente vestida que pase junto a él? 81 ‘aunque existe extereatipas senunes (generics) de hombres ym ‘en téxmninos de subtipos (Deaux y LaFrance, I tiendem a'representar 10s 86x05 identifica 4 subtipos:femeninos dom cass me rsonal vers lade competenci. La mujer ica ex § subtipos masculinos gon Gel ama de casa o de la mujer sexy. Lo ijeres, las personas ‘eta/lesbiana), lo que enfatiza las dim=n- 4 més cerca del subtipo fnenos elaros, pero Jos ‘/macho, Aqui el énfasis se pone mucho més en 2 principales sonel nombre de negocios y ¢ os. En términos generales, fa investi~ ecompetencia. El hombre tipi esté entre los 2 pol cin muestra que tanto os hombres como [as mujeres ven @ arr omopéneo que) de los hombres (Lorenz\-Ciol, ‘posumibjemente, Ja competenca, Ia independency todas aribuos humanos muy desesbles y valorados, Sie ‘connotacién evaluadora diferencial del estereo gun sugerfa que fos rasgos estereotfpics de Ia moler S08 significa gos que los asgos estereotpicos del hombre. Brovermen ¥ pidieron a 69 profesionales de salud mental eb ejercicio (psicdlogos trabajadores sociales) que describieran wn i tente, que fuera o 1) “un hombre”, 0 2) “un sionales varones como mujeres describieron un hor ana en casi exactamente 10s mismos términas (104 satin sana ea vista sigoficativamente més sumisas, inquieta facia la aparicncia, caractersticas no ligadas al adulto sa aque las mujeres no fueran consideradas personas auulla ue reflejaba la competencii sanas y normales! fas mujeres como un gripe Eagly y Stewart, 1995). ia calide y Ia expresividad son to fuera cierto no habria ningana tipo. Sin embargo, Ia investigaci6n més ant jivamente menos valora- Is, (Broverman y cols., 1670) ‘clinicos, psiquiatras, ndividuo sano, inaduro y socialmente compe- it mujer”, 0 3) “una persona”, Tanto 10s rmbre adulto sano y una persona adults 5 o alborotadizas y orientudas ino 0 al horubre sano. ;S¢ ve mal BLANCOS DEL PERUGIA oBcaMMAcioW [355] Coiducta’y roles" ;Podefan los estereotipos sexuales reflejar con precisin las diferen- cing entre 10s sex0s ¢n las personalidades y las conductas? Tal vez los hombres y las mujeres realmente tienen diferentes personalidades? Bakan (1966), por ejemplo, sstenta Ge los honibres son més agénticos (es decir, orieutndos a In aceXn) que las mujeres, y que las mujeres son més comunitarias que los hombres (véase también Williams, 1984. fs une cuesti6a complicada. Tradicionalmente, hombres y mujeres han ocupsdo diteren- tes roles sexuales en la sociedad (los hombres tienen trabajos fuera del hogar de tiempo completo; nient:as que las mujeres sou “amas de casa), y, como vims en el capitulo 8, joe roles fuerzan Ia conducia de acuerdo con los requerimientos del ro. Las diferencias fex0, si existen, pueden simplemente reflejar los roles y no el sexo, y Ia asignacién de fos roles puede ser determinada y perpetuada por el grupo socil que tiene ms poder (en in mayorta de los casos, los hombres) Un argumentoalterativo podria ser que hay dife- renclas intrinsecas’de personalidad entre tos hombres y tas mujeres que hacen que los sexos 66 adapten wlos diferentes roles: es decir, existe un imperativo biolégico subyacente a las asignaciones de roles, Es un debate que puede estar, y est, muy poitizado, La investigacién en psicologfa social indica que hay una muy pequetia cantidad de ife- renclas sistemiticas entre los sexos, pero que no son muy diagnéstica: en otras palabras, conocer a posicién de alguien en una de estas dimensiones noes un predictor fable del sexo de es persona (Parsons, Adler y Meece, 1984), Por ejemplo, ta invesigacin en cadetes de tcademias militares masculinos y ferneninos (Rice, Instone y Adams, 1984) y en gerentes tmnecinos y femeninos (Steinberg y Shapiro, 982) indicé que la diferencia estereotip- cus perebidas eran tina exagecacign de diferencias menores. En general, los estereotipos sexuales son m4s un mito que un reflejo de la realidad (Eagly y Carli, 1981; Swim, 1994). ‘Une’ taz6mde por qué persisten los estercotipos sexuales es que persiste la asignacién ‘de'toles de:acuerdorcon el género (seb). En general, las mujeres constituyen la mayoria abrumadora de Jas meseras en los restaurantes, las operadoras de (eléfono, las secretarias, lag enfermeras, las niferas, las higicnistas dentales, las bibliotecarias y las maestras de ‘escuela primatia y de jardfn de infantes, mientras que In mayorfa de los abogados, los odon- télogos, los conductores de eamién, los contadores, los ejecutivos superiores y los ingenie- tos son hombres (Greenglass, 1982). Algunas ocupaciones son rotvladas'como “trabajo de mujeres" y.en concordancia son:mencs valoradas. ‘Para investigar esta idea, Eagly y Steffen (1984) pidievan a estudiantes de ambos sexos que evaluaran, en las dimensiones de esteteotipos sexuales, » un hombre 0 a uaa mujer imaginario que era deserito como “amo/a de casa” o empleadofa de tiempo completo fuera de case, Bn una tercera condicidn, no se dio ninguna informaci6n sobre el empleo. La figura 10.2 muestra que, cualquiera fuera el sexo, los/as amos/as de casa eran percibidos como significativamente mis femeninos (en sus rasgos) que los empleados de tiempo completo. Esto significa que ciertos roles pueden ser tipicos del sexo, y sugiere la posibili- dad de que a medida que las raujeres adopten cada vez més roles masculinos exisia un cambio sustancial en los estereotipos sexuales. Sin embargo, lo inverso también puede ceurir: a medida que un col tradicionalmente masculino sea ocupado cada vez més por mujeres, el rol puede volverse menos valorado. ‘Un andlsis de las relaciones intergrupales entre los sexos no debe perder de vista hecho dei ue atin en general los hombres tienen més poder sociopolitico que las mujeres para defi- sete ret deos eens rleren Mae. No cx sorprendeme que ls mu Fee ill All yu est a oefocapacioesmusmlin de mayor esas. La reeunin antigua vio gue on algunas universes extadoundenses ls atpianesrue- sac irsins pesos pain ser dexlentadas por enocones condescendentes de vetecon apna adénzn de sexo masculino (pe, "Usted estan nds, no puedo tes para los puestos académicos (p.¢j., ait 7,gue extn un seago cons contatr mujo- Cano much ts a Feat 10: Lewin y Daca, 1971), Las oss an Comma dicrminacign ose os odo Gue seria muy alrmante encontrar esta Sin enbarg, eae canbe as universidades ocidetaes moderna (vase lego) Sido més lentos y menos extensos fuera del ambiente Drogresivo de es univers mae ae uy 1s mujeres agin pueden hallar dificil aleanzar posiciones de ldernzgo mxima 420 ogee mstimas en las oxganizaciones grandes (an fend ; (0-8) Bagly, 2003; Eagly, Karau y Makiejons heures mado seco de x 1, 1995), Las mujeres estén jen represen- Rol sexual Conducta que se estina stereotipicamente énero (sox). Genero (sexo) ‘uributos estereotipicas del sexo do una persona ‘Teclio de cristal Barrera invisible mpi que ia mujeres ‘las minoras alcancen osiciones superiores doliderazso, DOA ’ a. ee ns ATULO 10. PREJLICIO Y DISCRIMINATION | n| Figura 1.2 | ; Evaluac de los rasgos en Corn empl | funcion {sexo y el estado de mascot 5 1 Arn do case empleo | individuo objetivo ” Bi Empleado, den > 4 Srna i Csuudian nombres y mujeres evsluaro un “amo de casa" come significa! mente mas femenino que alguien «ito como un empieado de remy ampleto, indepen temente del sexo det individu etvo de estudio. Fuente b, 3 en dalos ce Eapyy Stefer 98a) ‘Sexo dal indvkdia objetivo dal estuclo tadas en Ia administracién media, pero en el ascenso, y en a medida que se acercan a lo més ‘alto, Hlegan hasta un techo invisible, un techo de oristal. Una explicacién es que el prejui- cio masculino contra las mujeres con poder genera una repercusidn negativa que construye cel techo de cristal (pe), Rudman y Glick, 1999, 2001) (véase recuadro 10.2) Nuevamente, ‘cualquiera dle los sexos puede alcanzar tn techo de cristal si los estereotipos sexuales sor inconsistentes con las normas de la organizacién. Por ejemplo, Young y James (2001) vieron que Jos asistentes de vuelo varones alcanzaban un techo de cristal porque, dicho en forma sencilla, los estereotipos acerea de los hombres impiden que las personas esperen ‘que los hombres sean “buenos” aeromoz0s, azafatos sobrecargos: los estereotipos mascu- oh oh Jinos bloquean su promociéu. @ 2, Mantenimiento de los estereotipos y los roles sexuales Una de las fuerzas més pode- tyne GSD roses en ta transmisién y et mantenimiento de los estereotipos sexuales tradicionales gon los "hs imedios? Todos estamos familiarizados con les formas poco sutiles que esto puede adoptar: quest, 1 lig de ropas apoyadas en barcos, at Ovi cure 0 Qe ijeres ligeras de ropas apoy , automéviles, motocicletas y otros productos oe og ‘para consumidores; e} rol puramente decorative de las mujeres en algunos programas de we ee _juegos de televisién; las formas en que las mujeres pueden estar fuera de la trama central 7 den dana y ace sto como un exetsiniemosexmomdnico Si benno ay ce epKh4~ sabestimar el poder acumlativo de esas imigenes, hay formas mas sutiles que pueden set 5B Cele. tao inchss més pederosns, ya qu es mds difl deccavasy por lo tanto oogbatog | Prepone .ncia de Por ejemplo, Archer, Lritani, Kimes y Barrios (1983) acufiaron la expresiGn prepondere.- | fa ce-ismo clade fa cara 0 fhce-temte (fincesisne) segin la cual las descripciones de hombres a menudo iii dan mayor preeminencia 2 la cabeza mientras que las descripciones de mujeres dan mayor | Renase linge ls preminncia al xerpo, Archer y col, nalizaron 1,750 imagenes vsules de hombres y | mayor mujeres (dibujos Ue periddicos y revstas, asf como dibujos realizados por estudiantes) y i Mac is prominat als eabers erry ‘ es Momnar ineagaut desetbrieron que esto sucedta en casi todos los cases. La préxima vez que usted mire una entrevista televisive 0 un documental, por ejemplo, obser Tessie soil 5 plo, observe cémo la cémara suele concen- Wcevers las) Warse en el rostro del hombre y en la parte superior del cuerpo de las mujeres. El face-fsmo bors transmite el punto cle vista que, en relacién con los hombres, ls mujeres son més importan. tes por su aspecto fisico que por su capacidad intelectual: se ha demostrado que la preponde: Fancia facil en las folos significa ambiciGne intligencia (Schwartz y Kurz, 1989). Swe YY CBee uwe wv we Repercusion.negativa’ {a vilacion de los estereotipos sexuales 0 de género puede conducir @ una represalia social y econdmica liomeda repercusién negativa (Rudman, 1998). Por ejemplo, las mujeres de las que se percibe que son seguras © muy competentes.violan 13s expectativas del estereatipo de que las mujeres tienen que tener rasgos comunitarios y por lo tanto deben astar orien tadas 2 lo socal y al servicio (p. e.. amables, simp&- ticas y preacupadas por los otros) y que son los hombres los que deben ser agénticos (p. ej. esforza- dex, decitidos e indapandientes) ¢Rudman y Glick 1989, 2001). En consecvencia, las mujeres compe- tentes pueden ser despreciadas y consideradas no hébiles desde el punto de vista interpersonal, y por lo tanto es menas probable que sean contratadas en lugar de hombres con calificaciones idénticas. Los hombres no sufren consecuencias comparables (es decz, una cisminuci6n de la competencia percibida) cuando son considerados muy comunitarios, Segin Rudman y Glick, esta asimetla se debe a que los ‘stereotipos sexuales 0 de génera se ocupan més del modo en que deben comportarse las mujeres que ‘dei modo en que deben comportarse los hombres, BLANCOS DEL PREIUICIO Y LA DISCRIMIVACION |_357; {a nwvestigacidn proporciona pruebas de este andisis de la repercusion negativa, Por ejemplo, Heilman y cols (Heilman, Wallen, Fuchs y Tamkins, 2004) e picieron 9 ‘un grupo de estudiantes que tomaran parte en una tarea de toma de decisiones personales. Recbieron informacion sobre una tarea del estereotipo masculino (Vicepresidente Adjunto de Ventas en una compania de aviacion) y sobre sus empleads fictcis. Estos emplea- 05 fueron descitos como hombres o mujeres y con registro de éxito previo claro 0 de érito previo ambiguo Los participants evaluaron 3 los emnpleados en las medidas relacionadas con la competency en el apre- Go y la hostlidad interpersonal, Huo 2 hallazgos: + Cuando el éxito previo era claro, los empleados hom- bres y mujeres eran evaluados como igualmente ccompetentes: pero cuando el éxito previo era ambi- uo, el hombre era evaluado como significative- mente més competente que la miler + Cuando el éxito previo eta claro, los hombres eran apreciados significatvamente mas que la mujer; pe ro cuando el éxito previo era ambiguo, ambos eran apreciados por igual. {Estos halazgos Indican que en situaciones ambiguas se les nigga a las mujeres la competencia en un esce- nario estereotipado para varones, y en situgBnes donde su competencia no puede ser puesta er) ca, son menos apreciadas y personalmente despreciadas, Ng ha observado otra forma sutil de sexismo en el uso del masculino genérico (Ng, 1990; véase también Wetherell, 1986), por ejemplo el uso de pronombres masculinos (21 al, etotter) yita expresién “el hombre” cuando se habla de larhumanidad-en gene- ‘ely Este préctica transmite 1a impresién de que las mujeres son una aberracién del molde masculine bésico de humanidad. La tipificacién sexual de las ocupaciones y los roles también fue mantenida por trminos como “ama de casa”. Como es en gran parte a través det lengusje que sepresentamos nuestro mundo (véase capftulo 15), para modi- ficar jos estereotipos senuales es importante considerar los significados implicitos de las palabras y cembiar exasexpretiones que son claramente sexistas (0 prejuiciosas de otras formas), Por ejemplo, los ebdigos de lenguaje, como el manual de publicaciones de Ia ‘American Psychological Association (que usan muchos psic6logos en todo el mundo), ‘ienen pauiss clares pare el uso no sexista de lenguaje encerrado en él, reece enc utc de quel ito oo frcas enplian de formas ie reotes x0 del scor (véase capitulo 3), En general, It reulaael6n exitosa Senora ede maul WV epaciad, miia ‘Ue Una reatfaclon idea de Sule tirbaye ea Werte 9 Gue la tarde fll(vésse In figura 10.3). Por ejem- Plo, Deaux y Emywiller (1974) hicieron que un grupo de estudiantes observaran a compa bien tareas perceptuales que eran estereotipicas de los hombres (. 6. identftencion del pato para ls ruedas de un vebfculo) 0 estereotipicas de lus mie [rs (p. €), idemifcacién de tipas de bordados). Hn las tareas masculi Tino te aby Ia el eta maace {ne ty copa mds enol ito fein vete igi 10) E Is i fmenins no hbo ningun arn heen sparecen coasslo lw atencién de Ia persona que estd Lanes & Avibucion propia cconducta yale oe owe. rf let fe] CAPITULO 10 PREIUICIO Y DISCRIMINACION Figura 10.3 Eibuen desemperio Atribucién de buen Sed en Soar desempefio en una tarea ‘como atribuido a capacidad ——» — merecedor de idéntica realizada por un co alto nivel de esiuerzo recompenaa 0 hombre o una mujer A reconocimiento se hacen diferentes Buen desemperio attibuciones para el buen onl terea desempefo de un hombre (capaide, estuerzo) o de una “N 5 Eon cawroato mujer (suerte, tar facil), y Por una MUJER, ies esto conduce a diferentes, ane _ recedor a evaluaciones de mérito y 0a una area ecorpenst 5 reconacimiento. reconocl evaluando la conducta se enfoca en la conducta e ignora al actor (Kerli 1985), También hay evidencia de que las mujeres que tienen éxito en actividades tradi zio- f Geeky ‘iment nasclins (converte en un grt supero) son vistas come mist COMO ACPA codoras que un hombre similarmente exitoso (Taylor y Deaux, 1973). lo Sin embargo, en general las atribuciones estercotfpicas sexuales (hechas tanto por x hombres como por mujeres) iended a/crear diferentes evaluaciones de nuestra propia valfa aul ap22 C247 come hombre0 como mujer: Es decir que, para el mismo nivel de logro, las mujeres pueden 4" UES >. (-evconsiderarse menos merecedoras que los hombres. En efecto, Major y Konar (1984) ot ser- varon esto entre os estudiantes de administraciéa de ambos sexos a comienzos de la década © * Gelosafos 1980. Las estimaciones que hicieron las mujeres acerca de sus salarios in cia- © les realists fueron aproximadamente un 14% inferior a las estimaciones de los hombres acetea de sus salaros inicales, y 314% infeior con relacién a los salarios pico estimac os. Cambios envelisexismto Aunque estas formas de discriminacién son dificiles (y por lo tanto lentas) de cambiar, hay evidencias de que en las sociedades democrdticas occide nta- Jes algunas formas de discriminacién sexual franca estén en disminuci6 i si bien persiste Figura 10.4 Atribucién a la capacidad versus ala 2 Misa 10 suerte para el éxito de hombres 0 ‘a suerte oe mujeres en tareas masculinas 0 ree { Ql Un grupo de estudiantes que obser a varon a a ‘ompaferos suyos rent bien en tareos ‘ erceplvasestereatpcas femeninas o rasculnas sobratioyeron el xt de j 4 los homires en las tareas masculinas ala § pesmrare ipcdad ns que ate nee é Fete Lads en pm nmaieey md i Mis ata cepacia’ &| Mascaina Femerina Tarea BLANCOS DEL PREJUICIO Y LA DISCRIMINACION | 359 N Vasiliy a) el acoso sexual en distintas formas (Gutek, 1985), las naciones occidentales variaron_y, /ocA/AOL¢ ¢ Ader Jy fnuicho en el momento en que se otorgé a las mujeres el derecho al voto. Por ejemplo, esto fr A ae currié en Gran Bretafa en 1928 y en Nueva Zelanda en 1893. Suiza se retras6 hasta 1971, Yen un cant6n suizo (Appenzell Inner-Rhoden), las mujeres fueron exclvidas del voto en {1 cantén hasta hace poco en 1990. Ademas las sociedades aprueban cada vez més tipos de fegislacidn antdiseriminacién y (especialmente en los Estados Unidos) leyes para la accién afirmative, Esta accién afirmativa (véase més adelante) incluye contratar de manera siste- indtica a minorias correctamente calificadas en puestos en los que hist6ricamente estaban subrepresentadas (p. ¢), administeacién superior en las organizaciones, puestos importan- tes en el gobierno), con é! objetivo de hacer que estos puestos sean més alcanzables por Ins rinorias, Una de las caracteristicas de la eleccién general de Gran Bretaiia de 1997 fue un empuje de accién aficmativa por aumentar In tepresentacién de Jas mujeres en el Pariamento (cuando el gobierno de Blair asumié el cargo en mayo de 1997, el ndmero de ‘mujeres miembros del parlamento casi se duplicd, de 62 a 120 entre 659 escatios). ‘La investigacién en psicologfa social ha detectado algunos efectos de estos cambios. Por sjemplo, a comienzos de la década de los aios 1970, Bartol y Butterfield (1976) observaron que los lideres femeninos de las orgenizaciones eran menos valorados en relacin con los lide- res masculinas. A comienzos de la década de los afios 1980, este efecto se habia desvanecido (Ceraelie leaeli, 1985), aunque Eagly (2003) cita un estudio Gallup Poll realizado en 1995 que ‘observ que en 22 naciones ambos sexos preferfan atin tener un jefe de sexo varén. ‘A mediados de la década de los afios 1960, Goldberg (1968; véase también Pheterson, Kiesler y Goldberg, 1971) hicieron que un grupo de estudiantes mujeres evaluara obras escritas idénticas atribuidas a un hombre (John T. McKay) o a una mujer (Joan T. McKay) y observaron que las obras cuyo autor era claramente una mujer eran subvaloradas en rela~ Discriminacién soxual en disminucién Una candidata joven at doctorada universitario ha ‘encontrado un método para comparar el DNA que ayudard a resolver futuros crimenes de wolacion ers [200 J cani Prajuicio y Aiseriines personas ¢ ico 018 010 PREMICI ¥ BISCINMINACION cidn con aquellas ctiye anlar ern elatmmente un hombre. Una reproduccién de esta regla 4 {ina de In déeadn de lox ato 1980 no observé este efecto, y de hecho una revisi6n de 104 extudloy que ineluyeron 20,000 personas mostré que el hallazgo més comin fue Ia ausen- cla dle seago por sexo (Swim, Hongda, Marnyama y Myers, 1989), Por ditimo, no se observd dixerlininacidn sexual en wn estudio de evaluaciones del desempeiio de mas de 600 gerentes de nlmitcenes dle anbos sexo (Peters y cols, 1984) nl en un estudio de los montox do las compenisnclones do ocupneiones predominantemente masculinas y predominante. rwyente fenvenlins delermilandos por expertos on compensaciones de) empleo (Schwab y Granny, 1983), Como ol sexisino es alvorn legal ¢ innceptable, particularmente en ciertos segmentos de la soctedad occidental, « veces puede ser diffell detectar e} soxismo tradicional (para wna explicactdn extensn do este tony véase mas selante), Los inyestigadores han intentado wedi tos esteraotipos sexuales on formas mAs sutiles y complejas para reflejr las formas tts modernas do sexismo Glick y Fiske, 1996; Swim, Aikin, Hall y Hunter, 1995). Por ejemplo, Glick y Fiske (1996, 1997) han consituido un inventario de sexismo ambivalente, quo difetoncia entve las actitudes hosties y benevolentes hacia las mujeres en dimensiones relacionadas con ta atraceién, la dependencia y ta identidad. Los sexistas tienen actitudes Thenevolentes (atvaceidn heterosexual, proteccién, complementariedad de roles de sexo) Inncla las mnjeres tradicionales (p, ej, ocupactones en fas que predominan las mujeres, “ehicas soxis", amas de casa) y actitudes hostiles (hostilidad heterosexual, dominaci ccompetencia) hacia las mujeres no tradicionales (pc), mujeres de carvera, fer tas, lesbianas), Es interesante sealar que Glick y Fiske (1997) han ampliado su inventario java medir Ins aettudes hostiles y benevolentes de las mujeres hacia los hombres, ‘Bn su revisisn de la investigacidn sobre el prejuicio hacia las mujeres, Eagly y Mladinic (1994) Mogaron « ln conclusién de que ya no existe ninguna tendencia a devaluar el trabajo de Tas mujetes, que estd emerglendo un estereatipo positiva de las mujeres en relacién con tos hombres, y que n la mayorfa de Ins personas les gustan las mujeres més que los hombres, Aungue sin dudes es cleto, esta conclusién debe ser atemperacia por el hecho de {que la mayor pacte de la investigacin se leva a cabo en sociedades occidentales democré- ticas; en otros sitios, In situacién de la mujer no es tan buena, Por ejemplo, las reglas de los talibanes en Afganistén les niegan a las mujeres el derecho a la educacién; en Nigeria las ‘mujeres han sido sentencindas a muerte por apedreamiento por infidelidad, y en muchas ‘culluras se imponen restriceiones a Ins elecciones de las mujeres acerca de sus cuerpos y Ia ceproduccién. La lista es larga. ‘Una estadistica particularmente iluminaciora es la de Klasen (1994): los abortos e infanticidios selectivos del sexo han conducido a 76.000.000 (sf, mas de 75 millones) de muertes de mujeres. Racismo. Lavaiserifninaei6n basada en In-raza-o:el: grupo’ étaico’es responsable histéricamente de algunos de los actos mis atroces de inhurmanidad en masay Mientras el sexismo es respon- sable de 1a préctica atin existente det infanticidio selectivo, por la que se asesinan recién nnacidos (y fetos) de sexo femenino, esta prfctica esté limitada, en gran parte, a un grupo de paises en vias de desarrollo (Freed y Freed, 1989)/B} genocidio es universal: en arios Tecientes se ha Hlevado a cabo, por ejeruplo, en Alemania, Iraq, Bosnia y Ruanda, ‘La mayor parte de la investigacién sobre vnismo se ha enfocado en las actitudes y Ia condueta contra los negeas en Tos Estados Unidos, Histéricamente, el estereotipo que tienen ae las personas blancas respecto de los negros en Norteamérica es negativo y refleja una ‘soo percepeién general sobre los trubajadores rurales manuales esclavizados (LeVine y Campbell, 1972; Mackie, Hamilton, Susskind y Roselli, 1996; Plous y Williams, 1995). ‘Aste respecto, e estereotipa es similar al de 1s latinos, pero muy diferente del de los asid- ticos y los judios. “La investigacién sobre Ins actitudes contra los negros en los Estados Unidos documenta una reduceidn espectacular en las actiuides desfavorables desde Ia década de los affos 1930 (p. eh Devine y Elliot, 1995; Dovidio, Brigham, Johnson y Gaertner, 1996; Smedley y Bayton, 1978; véase figura 10.5) Algo parecido ha ocurrida en relacin con las minors cas en Gran Bretafa y Europa Occidental. BLANCOS DL PREIUICIO Y LA DISCRIMINACION [ aa Figura 10,5 Declinacién en el tiempo del despreclo a los afroamericanos por parte de los blancos EH porcentaje de partcipantes blancos ‘que seleccionaron tos rasgos estereotipleos despectivas “superstcoso", “haragin” & “ignorante” para descibir a los alroamericanos ha disminuido espectacularmente desde 1933, Fuente: basada en datos de Dolo, Ogham, Johnson y Gaertner (1996) . M2 wypacta cc TT) jou ie w= auloetice cif NUEVO Taclsio Ast pues, ydebemos conctulr que el prejuicio racial estd muriendo en Ins waciones industializadas occidentales? Posiblemente tio, La figura 10.5 muestra una decline ry cién durante 60 afl en Ia caracterizacin de los afronmericunos como supersticiosos, hara~ = ganes ¢ ignorantes. Lo que Ia figura no muestra son datos de un estudio de Devine y Eliot (1995), en el que 45% de los que respondieron crefan que los afronmericanos eran haraganes, ‘Ademés, Devine y Elliot hallaron que més del 25% de Ins personas que respondan caracte- sizaban 2 los afroamericanos como atléticos, con ritmo musical, de baja inteligencia, delin- ‘cuentes, hostiles y ruidosos. Bl esteretipo ha eambindo pero no ha desaparecido, Ademés, cuando un grupo de racistas manifiestos se unc, as reglas sociales més amplias de tespeto y tolerancia se mantienen poco, y es frecuente la expresién piiblica de actitudes racist. Comoe} racismo explicit y ostensible (10s estereotipos despectivos, el otorgamiento de nombres o el etnofavlismo, el abuso, la persecucisn, In agresién y la discriminacién) es ilegal y, por lo tanto, est socialmente censurado, ahora es més diffe hallarlo. La mayoria della personas en la mayorfa de los contextos no se comportan de esta forma. Sin embargo, el racismo puede no sélo (0 simplemente) haber pasado a ser “subterréneo"; puede de hecho haber cambiado en su forma, Esta idea reside en el corazén de algunas teorfas del ‘nuevo racismo o racismo modern, Las personas atin pueden ser racistas de cornz6n, pero a alcalde-por la ciudad de Houston burlarse publice- Tente de que su solucion al problema de sida de l2 ciudad serta “cisparatle los maricas” (citado en Here< y Glunt, 1988, p, 888). Jes pudieran alistese en las Fuerzas Armadas estadounidenses, y el proyecto del afio 2004 de algunos estados de apoyar el derecho de las parejas homosexuales a casarse creé una tormenta bastante grotesca de insultos e improperios en toda la nacién, Discriminacién por discapacidad fisica 0 mental El prejuicio y la discriminaci6n contra los minusvélidos fisicos tiene una historia larga, y tales personas eran consideradas repugnantes y subhummanas (Jodelet, 1991), Por ejemplo, Ja mayorfa de los eiteos tenfan un espectéculo paralelo en el que se presentaban distintos “monstruos” (poderosamente retratados en la pelfcula de Kevin Brownlow Freaks), y muchos dramas giran en torno al valor como curiosidad de los mimusvalidos fisicos (p ej.» la pelicula de David Lynch The Elephant Man [El hombre elefante), el Satiricdn de Fellini, y el libro Notre-Dame de Paris de Victor Hugo). ‘La discriminacién manifiesta contra las personas pot la minusvalia fisica es hoy ilegal y socialmente inaceptable en la mayorfa de las sociedades occidentales. Muchos pi fses ‘tatan de ser sensibles a los requetimientos especiales de las personas con distintas disce- pacidades fisicas, por ejemplo con la colocacién de rampas para personas en sillas de ruedas y sefiales sonoras en los cruces para peatones. El establecimiento de los Jugos Paralimpicos cada 4 afios es otro paso en la normalizacién de la minusvalfa fisica. Les personas en general ya no desprecian a los minusyélidos fisicos, pero a menudo se sieaten FORMAS DE DISCRIMINACION jncdmodos ef si presencia e fiseguios acerca de eémo interactuar con el 1990), un ejemplo de la ansiedad intergrupal (p. e., Stephan y Stephan, Wis vdoone tulo 1), Esto puede producirinintencionadamenteactitudes condescendientes, una palabra y una conducta que sirven para destacar y perpetuar la minusvala (Fox y Giles, 1996a, 1996b; véase también capitulo 15). " ‘ ‘La mejoria de las actitudes hacia la minusvaltafisica en los dkimos 25 aftos no se ha cextendido a la discapacidad mental o psicoldgica. En el medioevo las mujeres con esquizo- frenia eran rotuladas de brujas y quemadas en la hoguera, la “Solucién Final" de Hitler no slo Se apli6 a los jud{os sino también alos dementes, y en la Unién Sovidtica de Stalin los iisidentes eran rotulados de “dementes” para justificar su encarcelamiento, Aunque el ‘Hospital of St Mary of Bethlehem en Londres ha sido cerrado hace mucho tiempo, pueden prevalecer condiciones similares en asils en todo el mundo: se han expuesto cass, por ejem- plo en Grecia y Rumania. Son casos extremas, pero la ignorancia y el miedo alimentan prejui- {ios fuertes, ¥ prevalecen aun tanto Ta dsctiminacién institucionalizada como frontal ‘Las sociedades occidentales prefieren pasar por alto la existencia de Ta enfermedad mental y renunciat a la responsabilidad por los enfermos mentales. Esto se refleja en los fondos notablemente bajos para la investigacién de In mayoria de las enfermedades menta- les y los escasos recursos para Ia asistencia y el tratamiento de los pacientes psiquiftricos. Desde comienzos de la década de los afios 1980 hay una politica en Gran Bretafia y los Estados Unidos de “desinstitucionalizas” a los pacientes psiquidtricos crénicos y simple- mente liberarlos en las calles, es decir liberarios del hospital sin proporcionatles recursos ‘comiunitarios alternativos suficientes para su apoyo. ‘Otra faceta del prejuicio contra los enfermos mentales es'el uso del étulo de “loco” parnideshumanizar y justificar la disriminacién contra Jos grupos de estaus minoritarios ‘comlun todo, “Diferente” se convierte en “loco” (Szasz, 1970). Este es el lado grave de Jo que regularmente hacemos en broma: “Usted debe estar loco!” es una exclamacién frecuente al escuchar a alguien con un esquema novedoso (Iéase “diferente”), La investiga clén de las décadas de los afios 1960 y 1970 indica que Ja conducta estereotipica de las mujeres no conformaba con lo que las personas consideraban era Ja conducta de un ser hhumano tipico, bien ajustado y adulto (Broverman y cols., 1970); en este sentido, las muje~ res estaban “mal adaptadas”. Un proceso similar, en el que Ja diferencia cultural es consi- derada patoldgica por el grupo de clase media blanca dominant, ocurre con respecto los negros y a olras minorfas raciales y étnicas (Nehem, 1980; Waxman, 1977). ‘Hay otro giro de la historia. El prejuicio a menudo crea condiciones brutales de existen- ia (pobreza, mala selud, baja autoestima, violencia, etcétera), que pueden producir ciestox tipos de trastorno psiquigtrico en grupos minortarios, De esta forma, el miedo y la igno- rancia acerca de las enfermedades psiquistricas encaja en los prejuicios étnicos 0 raciales yy puede amplificarios. Formas de discriminacion El andlisis anterior trata de algunos objetivos generales del prejuicio, y al hacerlo inevita- blemente toca las diferentes formas que puede adoptar la discriminacién, Un punto impor- tante que surge es que gran parte del prejuicio se expresa en formas sutiles y & menudo ‘cult: la distiminecién manifiesta y descarada 6 ahora menos frecuente. Ya hemos escrito las formas modernas de preuicio. Aqut hablaremos tn poco més acerca de 3 tipos de conducta que no se_ven de forma tan obvia como discriminacién pero que, no obstante, pueden ocultar prejuicios subyacentes: la renuencia a ayudar, el tokenismo y la discrimina- cin inversa o positiva. Renuenciaa ayudar Larenuencia m ayudar'a ott08 gr je i i 4 pos & mejorar st posici6n en Ia sociedad, al omitis pasiva Oasvamentlaayode 5s eturos, esta forma de regu de qe se tatengon Ch P30 fe] FULO 10 PREIUICIO ¥ DISCRIMINACION, a a \ %\ | desventaja: Esta estntegia pueden usarla los individuos (los propietarios pueden rechazar | alquilar ef lugar a minorias étnicas), las organizaciones (las organizaciones se reli a proporcionar a las nuevas madees horarios de trabajo flexibles u ‘oportunidades de com | tir el trabajo) o la sociedad como un todo (hasta recientemente, larresistencia del gob : a legislara favor de la licencia por embarazo) 1 La renwencia a ayudar también puede ser un sel}o del racismo aversivo (véase antes): Ia | combinacin de ansiedad y antipata racial, combinada con Ia idea de que la magnitud de \ ta desventaja est sobreafirmada, stimula alas personas ano ofrecer ayuda, Algunos esti- 1. dios muesttan que In renuencia a aysdar se manifiesta s6lo en ciertas condickones: espe iia Ficamante, cuando esta renvencia puede atibuisse a algin factor distinto del prejuicio, | _ experimento de Gaertner y Dovidia (1977), descrito antes en este capitulo, es une Hustra~ ‘lon de in renuenci a ayudar, Los partiipantes blancos se retusaron més a ayudar a un \ Colaboradot negro que a uno blaneo ante una emergencin, pero sélo cuando erefan que habia otros participantes que pudieran ayudar \ i | Tokenismo | Tokeni: El tokenismo.es:unacto:positivo relativamente pequefo_o. rival, una, sefial hacia los \ 2 | Peds tniembres de un grupo minortario: La acci6n es inyocada entonces en repudio de las acusa- \| piblca: re peqdehis™ ciones de prejuicio y como unnjustificacién por rehusarse a participar en actos posilivos \ \ ences” sun giup0 ng grandes y ms signifenives o por patcipar poseriormente cn lavlisriminacién (No hina: para dette pe molest, zno he hecho lo suficiente?), Por ejemplo, estndios de Dutton y Lake (1973), yi ae y Rosenfield y cols. (Rosenfield, Greenberg, Folger y Borys, 1982) observaron que partici- | wei 1 tes blanode gue habian realizado un pequefo favor a un extrato negro luego tenfan fnenos volontad de patticipar en formas mds esforzadas de ayuda que aquellos que no . hrabfan realizado el pequefio favor, Este efecto se acentus cuando la acci6n ce serial (el Pp GA, pequeto favor) activabaestereotipos negativos sobre los negros: por elempo, cuando el fax (Fag tr invalucraa dar dinero aun mendigo negro (vse la primers pregunta introductoria). hy AGL tokenismo puede ser usedo por las organizaciones y Ta sociedad en su toalidad, Br ws 4 ae Estados Unidos se ha criticado el uso del tokenismo por parte de algunias organizacio- nes (eomovuna"sefal de buena voluntad”)al/emplear minocias (p. ¢}. afroamericanos, lati- “ hos) gue iiego no dan pasos mAs fundamentales © importantes hacia la ignaldad de To lame CA fe, pero 1K estar menos Te supiera que fe satratada 21 amante para 1h “uns cuota de 3 0 wevrewvrwvwvwwwrwve vita ESTIGMAS ¥ OTROS EFECTOS DEL PREILICIO [353] opottunidades. Estes organizaciones pueden emplear ans minorfas como una stil para ayudar a desviar las acusaciones de prejuico, Bl tokens en este uivel puede tener conse= uencias nocivas para Ia autoestima de aquellos miembros de las minarfas que son emplea- ddos (Chacko, 1982; véase luego). Discriminacién inversa o positiva ‘Una forma mis extrema de tokenismo es la tisesdurianci Mees & pastivn, LAS PERO: fas con aetitudes prejuiciosas residuales a veces pueden favorecer a miembros ce un grupo ten contra dé los chales sienten prejuicios ms que a los miembros de otros grupos. Por ejemplo, Chidester (1986) hizo que estudiantes blances partciparan en una conversacién inistost a través de un equipo de audio eon otto estudiante, quien era claramente 0 negro blanco, Los estudiantes blancos sisteméticamente evaluaban a los extrafios negros més favorablemente que a los extrafios blancos. Hallazgos similares surgieron del estudio de Dutton y Lake (1973) citado antes (véase la primera pregunta introductoria) ‘Como la discriminacién inversa.favorece a un miembro de un grupo minoritaro, puede {ener efectos beneficiosos a corto plazo, Sin embargo, a largo plazo puede tener algunas conse- teteias nocivas para sus receptores (Fajardo, 1985; vénse luego), y hasta ahora no existe singuna prueba de que la discriminacin inversa produzea abolicin de los precios profn- tos del Jiscriminador, La disriminaciGn inversa es tna fonna efieaz de ocultar los preci perotambién puede refiejarambivslencn, el deseo e parece igualtaia o senimentos genni- fos de admiraci6n y respeto (Carver, Glass y Katz, 1977; Gaertner y Dovidio, 1986). ‘Para el investigador el reto es saber cudndo In condlueta diferente para favorecer a van iminorin es discriminaci6.. inversa o es realmente un intento genuino de rectificar el demé- tito (p. ej. acelén afirmativa; véase In segunda pregunta introductoria). Estigmas y otros efectos del prejuicio ‘Los efectos del prejuicio sobre las vietimas del prejuicio son diversos, y varfan desde una jnconveniencia telativamente menor hasta un enorme suftimaiento. Ei generalyelprejticio ‘es nocivo porque estigmatizan-1os:grupos:y:las, personas que pertenecen # €s08 grupos (Crocker, Major y Steele, 1998; Goffman, 1963; Swim y Stangor, 1998). Allport (1954b) identified mnés.de-15,consecuencias posibles para la vietima de un prejuicio, Examinemos algunas de ellas. Estigmas sociales Discriminacion inversa o positiva Prtetion de ser plicannante prefuleloso w favor da ‘una minora para da prejuicioy de ‘iscriminacién contra ‘ose glo. 88 Crocker y cols. definen los estignuns como lo siguiente: “Los individuos estigmatizados Estigmas tienen (0 se cree que tienen) algin atributo 0 caracteristica que transmite una identidad Alributs grupais ave social que es devaluada en un conteato social particular” (Crocker, Major y Stele, 1998, median una eaten . 505), Losireceptores del prejuicio'y tadiseriminacién son los miembros de los grupos social nogative de las €ttigmatizados y, por lo tanto, sow individuos estigmatizndos, La experi stigma gin en tomo a2 fctres visibildnd/ocltbilida y contalabli serpin made ttenanpeliaescautn hes ena oenceo te TarTioe ne pueden ete éslments see blanco de los eatereotpos y taveimnaci6n ser agua ee visiblemente estigmatizado haes" inescapable” Iavexperienci de) mile Steele y Aronson, 1995), Las personas vsblementeeatigmatizads no pueden eons gee gatamiento de Lo estigmas para afrontar los esterenipos, el pejuiio el Tehama tigees pueden desencadenat. Los eaigmas que se pueden ocular, como eran ti lgons enfermedades y algunas ideology afrmacionesreliglsot Teme pac ng I experiencia del preullo Sin embargo, el. cota del oc inismes yalnawinan Cofiman, 1963), Las personas tienen que se flsas consigo ‘a superficie, para asegurarse de que sus estigmas no surjan-necidentalmente a Sa sabjetvardel personas que CHES IPaTCRL pertenecan al grupo. oa 370_| CAPITULO 10 PREJLICIO Y DISCRIMINACION Los estigmas controlables son aquellos acerea de los cuales las personas creen que sc eligen mds que se asignan: por ejemplo, In obesidad, e! tabaquismo y la homosexualidac se consideran controlables: lay personas son responsables de haber élegido estas cosas, Lo: estigmas incontrolables son aquellos sobre los que se cree que las personas tienen poct cleccién; por ejemplo, la raza, el sexo y algunas enfermedades. Los estigmias controlable: invita a reacciones tmucho mis duras y a diseriminacién mucho mis extrema que lo: incontrolables, Por ejemplo, Crandall (1994) ha mostrado que la razén de por qué las perso ‘nas gordas atraen estas reacciones negativas en las culturas occidentales contemporsinen. noes s6lo que Ia obesidad ests muy esligmatizada, sino también que las personas ereen que es controlable. Las personas que ereen tenet un estigma controlable suelen tratar de escapar con todas sus ferans a Jos estigmas, Como sucede con Ia ocultabilidad, esto puede tener un coste alto, Muchos estigmas que las personas creen que son controlables son, en realidad, no controlables o extremadamente dificiles de controlar (en algunos casos, Ia obesidad cae et esta categoria). Los intentos por controlar los estigmas son en gran parte initiles, y lax personas pueden experimentar sentimientos profundos de fracaso ¢ inadecuacién, ademés de la negatividad del propio estigma. Sin embargo, algunas personas enfocan su energia en In reevaluacién de los estigmas y en pelear por el prejuicio y la discriminacién contra su ‘rupo (Crocker y Major, 1994), Los estigmas persisten por algunas razones obvias (véase Crocker, Major y Steele, 1998). Los individuos y los grupos obtienen una sensacién relativamente positiva de iden tidad del yo y social si se comparan a ellos mismos o comparan a su grupo con otros indi- vidvos o grupos que estin estigmatizados: existe una ventaja autoevaluadora en hacer qu> cilertos exogrupos estigmatizados sean blancos de alguna desacreditacién (Hogg, 2000b).. Los estigmas pueden legitimar las desigualdades de estatus y In disteibucién de los recur- 80s que favorecen a un grupo dominante; estos grupos, por cierto, deben asegurarse que el ‘stigma sigue en su sitio, porque sirve como justificacién del sistema: justfica el status quo (Gost y Banaj, 1994; Jost y Kramer, 2003), Las petsonas pueden necesitarestigmatizar 1 {os grupos que tienen opiniones del mundo diferentes de las propias, porque si no degrada- ran ni desecreditaran a los exogrupos de esta forma, entonces el frégil sentido de segurida de Ia vida y su control sobre ella que obtienen de su propin opinién del mundo se verfa1 alterados (Solomon, Greenberg y Pyszczynski, 1991). Por titimo, Kureban y Leary (2003) proporcionan un relato evolutivo del estigmr: Sostienen que Ja estigmatizacién es el resultado de un proceso cognitive de adaptacié 1 disefiado para ayudarnos a evitar malos compaferos de intercambio social que pueda amenazar nuestro acceso a los recursos 0 que, en virtud de ser diferentes, pueden acatres pat6genos transmisibles. 89 Autoestima|y bienestar psicoldgico ‘Las grpos estigmtizndos, por definicién, son devaluados en In sociedadly por elt. $04 frupos que tienen un estat relativamente bajo y poco poderen la sociedad, y que encuet- tran dificil evita Ia imagen negativa consensuada dela sociedad, Por ejemplo, los afroume rlcnnos mayores de 14 uflos estén conscientes de que otros tienen imfgenes negntivas dz ellos (Rosenberg, 1979), al igual que los estadounidenses de otigen mexicano (Casas, fllo y Sweeney, 1987), los homosexuales (D*Emil oa -¥, 1987), los homosexuales (D'Emili A . 1983) y muchas mujeres 1982). Los miembros de grupos estigmatizndos suc fiteralizarestad evalus- Soucaieendeaterahtinimsehsigemeessee cece a ‘ : torte ys puede erase SNE rite teaioor elt mujer geneanete compere ee ee Te aii rons Tomes mena se evi en onnes deca eae poe ee It giv lsc sla ae predominant de opp etch be eae lg aun (oe ogeD85:Hop Tee Eb Se 98) _ Sinembags, los up sus nim son lngenars ps all gas de conte cal esate nbc ened demo ue ws dominate Bayn, 1975; Din, Ear y Ye, 1978; Tefel y Timer 1979; wage lanbien Cooke Tine, ESTIGMAS Y OTROS EFECTOS DEL PREJUICIO |_371 bien algunos individuos estigmatizedos son vulnerables a la baja autoesti ismin- tre ins agains nen ln sing, din miembros de los grupos estigmatizados pueden soportar las agresiones 7 “ i y mantener una autoimagen postiva (Crocker y Major, 1989, 1994; Crockes, Major y Steel, 1998), DiatiamenteIe-autoestima puede ser atacada por el preuico. La experiencia puede vaviar desde epftetos raciales hirientes y ataques fisicos hasta sutilezas como ser ignorado por un vendedor en un negocio o set setvido titimo en un bar, Cose (1993) deseribe el caso deun sel aameszanode na ira gall ques neg laces. fia pre un abogado joven blanco que no lo conocfa asumis que porque él " fraguando algtin delito, Sueiponate €ljerariegro estaba ‘Sin embargo, existen pruebas de que formas més sutiles de prejuicto también daar a autestinn, Por ejemplo, Chacko (1982) les pid geente mujeres que bared ran la medida en la que algunos factores (su capacidad, su experiencia, su educacién o sit sexo) habfan influido en conseguir e! trabajo, También debfan informar su compromiso con In organizacin y su satisfaccién con distintos aspectos dela area. Aquellas que sentfan que hhabfan sido coniratedas s6lo como “sefales de buena voluntad” informeron menos compro- miso con la organizacién y satisfacciGn con el trabajo que las que sentfan que tiabfan sido contratadas por su capacidad (véase figura 10.7). sta es una forma en la que el tokenismo tiene consecuencias negativas. La discriminacién inversa también puede afectar la autoestima. Fajardo (1985) les pidi6 a maestros blancos que evaluaran ensayos como de calidad mala, promedio o exce- Tente y que los atribuyeran a un estudiante negro o blanco. Los maestros evaluaban ensa~ yos idénticos mds favorablemente cuando se atvibufan a estudiantes negros que a estudiantes blancog (véase figura 10.8). Més atin, el efecto de discriminacién inversa fue ‘mas pronunciado en los ensayos de calidad promedio. A corto plazo, esta préction puede aportar autoconfianza a los estudiantes de le minorta, Sin embargo, a largo plazo algunos estudiantes desarrollarén opiniones poco realistas de sus capacidades y perspectivas futu- ras, lo que produce un dafio enorme en su autoestima cuando estas esperanzas chocan con Ja realidad. La discriminaciGn inversa también puede evitar que los estudiantes busquen ayuda que 4 veces necesitan al comienzo de sus carreras académicas, con la probable consecuencia Figura 10.7 2 i. + ‘es Ls errr Compromiso con la organizacién y satisfaccién laboral en funcién de la percepcién de por qué tuno fue contratado B Contstade por ‘su capacided - Un inconveniente del tokenismo, Las mujeres gerentes ue sentian que habian sido contratadas como “sehal de buena voluntad” informaron un menor

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