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Una de las experiencias MÁS DIFÍCILES de procesar por las personas: EL RECHAZO... Jorge Bucay y su hijo, Demián, hacen un muy objetivo análisis de esta indeseable experiencia
Una de las experiencias MÁS DIFÍCILES de procesar por las personas: EL RECHAZO... Jorge Bucay y su hijo, Demián, hacen un muy objetivo análisis de esta indeseable experiencia
Una de las experiencias MÁS DIFÍCILES de procesar por las personas: EL RECHAZO... Jorge Bucay y su hijo, Demián, hacen un muy objetivo análisis de esta indeseable experiencia
Significa, claro está, no ser elegidos… La clave está en
COMPRENDER que el rechazo de los otros hacia nuestra persona, no habla de nosotros, sino de ellos… habla de sus gustos y preferencias, no de nuestra capacidad para ocupar ese lugar que pretendemos y que, SEGURAMENTE, alguien más tiene la convicción y hasta el deseo de aceptarnos, tal como somos, porque no tiene ninguna duda de que somos la persona idónea para tal fin. . El rechazo, necesariamente, implica, que no vamos a poder vivir ESO que deseábamos vivir… cuando menos NO en ese momento, no en esas circunstancias, no con esa persona que pretendemos… y lo “EMOCIONAL Y SENTIMENTALMENTE DOLOROSO” del rechazo, es la interpretación de que no vamos a vivir eso que deseamos, porque hay ALGUIEN ahí que no nos eligió para permitirnos vivirlo… Aunque, pudiera ser, que muchas veces estamos pensando que somos los “mejores” candidatos para estar con, o hacer algo que NO ES PARA NOSOTROS, porque no somos la persona idónea para ello. Lo deseable es que seamos conscientes de que NO PODEMOS ser los indicados para todo y para todos... O sea que, en realidad, lo que experimentamos como rechazos pasarían a ser una experiencia “saludable” si la vivimos como un episodio de orientación, de ubicación, de valoración. El Rechazo es, nada más, que enfrentarse con que no se cumple la expectativa que nosotros teníamos, dependiendo de la opinión de otros. . De todos los seres vivos que existen en la tierra, el bebé humano, cuando recién nacido es el más vulnerable, dado que NO PUEDE SOBREVIVIR si no tiene quien le asista, quien le cuide, quien le alimente y quien LE DE AFECTO… cuando bebés, tenemos 3 necesidades indispensables: 1) La necesidad de alimento… 2) La necesidad de cuidado – abrigo, y 3) LA NECESIDAD AFECTIVA… . El bebé, como bien lo saben los médicos y los neonatólogos, si no recibe afecto, si no recibe cuidados maternales, aunque no sean de la madre, si no recibe la cuota de vínculo emocional que tiene que recibir del afuera, contrae una patología que se llama MARASMO, que le lleva a la muerte por causa de la privación afectiva… Pudiera ser que en nuestro “programa de supervivencia” esté grabado que si no se nos proporciona atención afectiva cuando bebés, ello equivale al rechazo y, por lo tanto, a la muerte… de ahí pudiera explicarse el por qué el sentirnos rechazados es una de las causas que mayor daño emocional – sentimental nos causa, pues cualquier rechazo evoca en nosotros aquel temor a la aniquilación. . El rechazo, “per se”, es aquel que no se debe a ninguna cosa que el protagonista haya hecho o dejado de hacer… ¿quién no nos hemos sentido alguna vez rechazados porque sí?, ¿quién no nos hemos sentido alguna vez discriminados?, ¿quién no nos hemos sentido excluidos por alguna cualidad física o manera de sentir, pensar o actuar?… es muy difícil no pensar, cuando vivimos un rechazo, sea por la razón que sea, que algo en nosotros está mal, que “eso” por lo que hemos sido rechazados es un déficit nuestro, que, quizás, deberíamos cambiar algo de nuestro físico, manera de pensar, sentir o actuar y ello nos puede conducir, peligrosa y nocivamente, a dejar de ser nosotros mismos, con la vana ilusión de dejar de ser rechazados… . Es deseable que entendamos que, las más de las veces, muchos de los rechazos que vivimos a lo largo de nuestra vida no se deben a un déficit nuestro, sino, más bien, a una marcada manera personal de ser diferentes a las mayorías… y todo lo diferente a las mayorías suele interpretarse por esas mayorías como “feo o indeseable”, o, en el mejor de los casos, como intolerable, pues lo diferente tiende a ser rechazado... Comprendamos entonces, que, en tales casos, no se nos rechaza por ser inapropiados o no aptos, sino por ser diferentes… No nos rechazan por no ser como los demás quieren que seamos, sino por atrevernos a ser nosotros mismos... Es importante e indispensable para nuestra salud emocional y sentimental el APRENDER a convivir y a superar el rechazo del que eventualmente seremos objeto, pues es iluso creer que a lo largo de nuestra vida nunca seremos rechazados... Es importante que aprendamos a vivir o sobrevivir sin la constante búsqueda de la total aceptación, del aplauso, de la popularidad, de la APROBACIÓN DE LA MIRADA AJENA, de la necesidad de pertenecer. . Podremos trascender la tendencia a sentirnos afectados negativamente ante el rechazo, cuando podamos aprender a desanudar nuestra propia valoración, nuestra propia idea de nosotros mismos, desanudarla de determinados rechazos… que entendamos que tales rechazos no nos vuelven inelegibles para la realización de determinadas cosas –salvo en la opinión de quienes nos rechazan, pero no nos vuelve indeseables UNIVERSALMENTE a nosotros como tales, y ello nos conduzca a evitar sentirnos “avergonzados” por pretender ser elegidos para tal actividad, cosa o persona… Es importante que aprendamos a atrevernos a aclarar a quien nos rechace usando un argumento como: “te confundiste, tú no eres o no estás preparado para eso que pretendes”, decirle con total convicción y mirándole fijamente a los ojos: “Disculpa, yo no estoy confundido, estoy plenamente consciente de lo que deseo, y el hecho de que tú me consideres no idóneo o indigno de ello no significa que esté confundido o no capacitado, sino, simplemente, que eres tú quien así lo considera.” . Seamos conscientes y pensemos con sensatez, que ES INEVITABLE que a algunos no les guste como somos, como actuamos, como pensamos… pero pensar que TODOS nuestros afectos no le gusten a nadie, es TAN ESTÚPIDO como pensar que TODOS nuestros afectos les gusten a todos... Pero no nos desatendamos de que SIEMPRE hay áreas de oportunidad que podemos mejorar en nosotros mismos para trascender hacia ser mejores personas… y es innegable que aquello por lo que algunos nos rechazarán de manera contundente, habrá otros que nos admirarán por ello mismo. . Para concluir… es sano que NOSOTROS MISMOS nos entrenemos y preparemos para algo que nuestra cultura NO enseña… que nos preparemos para aceptar ser rechazados. Al respecto hay una historia que narra que cierta noche, en la antigua Roma, pasa una persona por el cementerio y ve al filósofo Diógenes dentro del cementerio actuando de manera rara: ante cada estatua del cementerio Diógenes se para y le hace una solicitud; “necesito que me escuches”, le decía a una… “podrías prestarme dinero para salir de este apuro”, le decía a otra… “quisiera que me dieras tu opinión sobre este asunto”, decía a otra más… y así actúa con cada estatua del cementerio, hasta que la persona que le observaba le recrimina: “Diógenes, ¿qué te pasa? ¿te has vuelto loco? ¿Por qué platicas con las estatuas del cementerio que no te pueden responder, aunque así lo quisieran?... El sabio Diógenes voltea a ver a su interlocutor y le contesta: “No, no estoy loco. Verás, lo que estoy haciendo es prepararme para aprender a ser rechazado”. . . Fuente: vídeo de YuTub de una charla entre Jorge Bucay y su hijo Demián Bucay sobre el tema del Rechazo. . Saludos y bendiciones… Juan E.
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