Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Civil III Ensayo Acciones de Proteccion Al Credito
Civil III Ensayo Acciones de Proteccion Al Credito
Esos derechos y acciones con los cuales el legislador faculta al acreedor para
asegurar su crédito, son de la más variada índole, pero la doctrina los ha sistematizado
en tres categorías: Las Acciones o medidas ejecutorias o ejecutivas: por las cuales
el acreedor a través de los órganos jurisdiccionales del Estado, y una vez obtenida una
sentencia definitivamente firme y ejecutoriada o un acto equivalente, aprehende parte
del patrimonio del deudor, para cobrarse con su valor el respectivo crédito. Es el caso
de la ejecución forzosa de la obligación equivalente; Las Acciones Cautelares o
preventivas: son aquellas que no tienen como fin inmediato la ejecución del patrimonio
del deudor sino la aprehensión de parte del mismo para asegurar su existencia o
impedir que el deudor pueda disponer de sus bienes, para poder así en lo futuro
preparar la respectiva ejecución; y por último Las Acciones Conservatorias, estas
acciones con las cuales el legislador faculta al acreedor para impedir el perjuicio que
pueda causarle un deudor que disipe o enajene fraudulentamente su patrimonio, o no
ejerza las acciones legales contra sus respectivos deudores. Son llamadas acciones
reparadoras o conservatorias, pues tienden a reparar el perjuicio que sufriría el
acreedor al ver disminuido el patrimonio del deudor por dolo o culpa de éste, y además
procuran la conservación de dicho patrimonio, única garantía de su acción de crédito.
Fundamento Legal.
“Los acreedores pueden ejercer para el cobro de lo que se les deba, los derechos y
acciones del deudor, excepto los derechos que son exclusivamente inherentes a la
persona del deudor” (Artículo 1278 Código Civil Venezolano). Este artículo le permite al
acreedor ejecutar para el cobro de lo que se le adeude una determinada acción (acción
oblicua) contra el deudor imprudente y negligente. El acreedor no puede ejercer sino los
derechos de que ya sea titular el deudor. Por ejemplo, el deudor es titular de un crédito,
pero descuida perseguir su cobro; o también, es propietario de un bien que se
encuentra en las manos de un poseedor, etc. Por lo tanto, se trata tan solo de hacer
que reingrese materialmente en el patrimonio un derecho que figura jurídicamente en él;
tal es la finalidad de la acción oblicua. Y como normalmente el retorno de un bien al
patrimonio está asegurado por una acción judicial, el legislador en el artículo antes
citado se refiere a “derechos y acciones”.
1.- El acreedor no puede ejercer sino los derechos que están definitivamente en el
patrimonio de su deudor. Ejemplo, el deudor es acreedor de una obligación cierta y
exigible, que no ha cobrado, o es propietario de una cosa que se encuentra en manos
de un tercero. En circunstancias como estas, esos derechos pueden ser ejercidos por el
acreedor por el uso de las acciones legales que protegen dichos derechos. La doctrina
dice que los derechos que pueden ser ejercidos por el acreedor son los derechos
dotados de acciones, y otros autores sentencian que deben ser sólo las acciones. Pero
esa conclusión no se corresponde con el texto del Art. 1278 CCV, por lo que la doctrina
más autorizada sostiene que también pueden ser ejercidas no sólo las acciones sino
también los derechos que están siempre tutelados por su acción correspondiente.
1) El acreedor no puede ejercer derechos y acciones futuras del deudor que todavía
no hayan ingresado dentro de su patrimonio, como tampoco puede ejercer los actos del
deudor que constituyen simples facultades, bien, aquellos actos que sólo el deudor
puede efectuar, tales como los actos que vienen a crear situaciones nuevas o
modificaciones en el patrimonio del deudor, como son los actos de disposición y
algunos de administración. En consecuencia, el acreedor no puede ejercer en nombre
de su deudor: compraventas, permutas, arrendar por un precio más alto que el fijado
por el deudor, publicar una obra literaria del deudor. Tampoco puede el acreedor ejercer
opciones en nombre del deudor ni ejercer los derechos y acciones relativas a bienes
inembargables que por tal circunstancia no pueden ser ejecutados por ningún acreedor.
1) El acreedor puede ejercer las acciones que pertenecen a su deudor, como las
más importantes, las ejecutivas, que principalmente conforman el patrimonio del
deudor, la garantía del acreedor. Sin duda sobre el ejercicio de pretensiones que
impliquen el cumplimiento del deudor: cobro de bolívares, entrega de cosas
pertenecientes al deudor, reivindicación de cualquier bien del deudor, acciones de
nulidad.
2) El acreedor puede igualmente intervenir en los procesos en los que sea parte su
deudor. Conforme al Art. 370 del Código Orgánico Procesal Penal, “los terceros podrán
intervenir… en la causa pendiente entre otras personas en los siguientes casos… 3°
Cuando el tercero tenga interés jurídico actual en sostener las razones de algunas de
las partes y pretenda ayudarla a vencer en el proceso”. Igualmente podrá apelar de la
sentencia definitiva, “que haga nugatorio su derecho, lo menoscabe o desmejore” (Art.
297 CPC).
c) La acción por reparación de un daño moral (dolor de una madre por la muerte de un
hijo), no puede ser ejercida sino por la víctima, es personalísima y estrechamente intima
de la persona que lo vive. Sin embargo, la acción por reparación de daños materiales sí
puede ser ejercida por los acreedores, ya que tiene un marcado interés o contenido
patrimonial. Sólo cuando se trata de daños a la persona física la doctrina y la
jurisprudencia no han dado una solución homogénea que se considere definitiva.
Colin y Capitant, tal como refieren Maduro, Pittier y Calvo, sostienen que basta
con que el crédito sea cierto, por lo que no son imprescindibles las condiciones de
líquido y de exigible, ya que la acción oblicua es de naturaleza conservatoria y no
ejecutoria. En Francia, hoy en día es requerido que el crédito sea cierto, exigible y
líquido.
El crédito puede ser superior, igual e inferior al derecho ejercido. Se discute si,
cuando el crédito del acreedor que intenta la acción oblicua es menor que el derecho
del deudor que se pretende ejercer con dicha acción, el acreedor tiene un interés en
ejercer tal derecho. Ej., un acreedor A, tiene un crédito por Bs. F. 90.000,00, podría
ejercer la acción por Bs. F. 200.000,00. Admiten la doctrina y la jurisprudencia que el
acreedor puede ejercer en toda su extensión la acción de su deudor, pues como los
beneficios que se persiguen con la acción oblicua aprovechan a todos los acreedores
que concurren con el acreedor que la intenta, éste último tiene un marcado interés en
que dentro del patrimonio del deudor ingrese el mayor número de bienes posible.
a) El tercero demandado por el acreedor puede alegar contra éste todas las
excepciones que tenga contra su acreedor. El deudor puede oponer al acreedor de su
acreedor todas las excepciones que lo liberen frente a su acreedor: nulidad de la
obligación, pago, novación, compensación; puede oponerle los documentos privados,
porque el acreedor de su acreedor no es un tercero, sino que actúa en nombre de su
acreedor. Puede oponerle también las excepciones relacionadas con el crédito en que
fundamente su acción en nombre de su deudor; puede incluso desinteresar al acreedor
de su acreedor pagándole la deuda.
b) El acreedor que intenta la acción oblicua actúa en nombre del deudor. La ley lo
legítima para actuar en nombre del deudor; para algunos la ley le concede una
representación del deudor cuando se dan los supuestos de la acción oblicua, “El
carácter de acreedor lo que da es un derecho a obrar por el deudor, pero no significa
que lo que lo suplante y se convierta en cesionario absoluto y pleno de los derechos
que pertenecen al deudor y de ahí que éste puede disponer de ellos…” (Sentencia
14/10/1968, DFM1C1. Jurisprudencia Tribunales de la República).
3) La acción pauliana requiere del fraude, es decir, la necesaria intención del deudor de
hacerse insolvente o disminuir su patrimonio, por ello, la simple disminución del
patrimonio por actos efectuados por el deudor sin la intención de hacerse insolvente, no
es una circunstancia suficiente para que pueda intentarse la acción pauliana.
4) El acto que se impugna mediante la acción pauliana debe ser real, sincero,
efectivamente realizado. Si el acto no se ha efectuado realmente sino solo se ha
aparentado efectuar, lo procedente es la acción por simulación, pero no la acción
pauliana.
5) La acción pauliana se ejerce directamente con el tercero que celebró con el deudor el
acto que se quiere impugnar, y no contra el deudor, si bien conviene citar a este al juicio
para que la sentencia produzca también efectos contra él. No hay duda de que él
deudor tiene interés en las resultas del juicio y en consecuencia legitimado
pasivamente, pudiendo intervenir en el proceso.
o Que el Acreedor tenga interés en el ejercicio de la acción (el deudor debe ser
insolvente).
Fundamento Legal.
“Los acreedores pueden atacar en su propio nombre los actos que el deudor haya
ejecutado en fraude de sus derechos. Se consideran ejecutados en fraude de los
derechos de los acreedores los actos a título gratuito del deudor insolvente al tiempo de
dichos actos, o que ha llegado a serlo por consecuencia de ellos. También se
consideran ejecutados en fraude de los derechos de los acreedores los actos a título
oneroso del deudor insolvente, cuando la insolvencia fuere notoria o cuando la persona
que contrató con el deudor haya tenido motivo para conocerla.
El acreedor quirografario que recibiere del deudor insolvente el pago de una deuda
aún no vencida, quedará obligado a restituir a la masa lo que recibió.
“Dicha acción no puede intentarse por un acreedor cuya acreencia sea posterior en
fecha al acto cuya revocación demanda, a menos que se presente como causahabiente
de un acreedor anterior.
En todos los casos la revocación del acto no produce efecto en perjuicio de los
terceros que, no habiendo participado en el fraude, han adquirido derecho sobre los
inmuebles con anterioridad al registro de la demanda por revocación. Si los terceros
han procedido de mala fe, quedan no sólo sujetos a la acción de revocación, sino
también a la de daños y perjuicios” (Artículo 1.280 Código Civil Venezolano).
Fundamento Legal.
“Los acreedores pueden también pedir la declaratoria de simulación de los actos
ejecutados por el deudor. Esta acción dura cinco años a contar desde el día en que los
acreedores tuvieron noticia del acto simulado. La simulación, una vez declarada, no
produce efecto en perjuicio de los terceros que, no teniendo conocimiento de ella, han
adquirido derechos sobre los inmuebles con anterioridad al registro de la demanda por
simulación.
1) Absoluta: que es cuando las partes sin haber celebrado. A lo que no existe en
forma alguna como el caso de los testaferros, colocándose la propiedad de una
cosa a nombre de una persona que en realidad no la ha adquirido.
La Prueba de la Simulación.
1. Prueba de Simulación Cuando es Intentada por las Partes:
La prueba que han de hacer los terceros, para los que el contrato no es sino un
hecho, y que, en todo caso, se encuentran en la imposibilidad de procurarse una
prueba escrita no está sometida a ninguna restricción, es decir, se admite todo género
de pruebas, inclusive la de testigos, ya que la limitación del Art. 1387 del C.C. solo es
aplicable entre las partes y no a los terceros; inclusive por simples presunciones.
La simulación, una vez declarada, no produce efecto en perjuicio de los terceros que,
no teniendo conocimiento de ella, han adquirido derechos sobre los inmuebles con
anterioridad al registro de la demanda por simulación. Si los terceros han procedido de
mala fe quedan no sólo sujetos a la acción de simulación sino también a la de daños y
perjuicios”. (Código Civil Venezolano).
Autor:
Erika Tibisay Mora Prada
C.I. 13.405.746
12 de Febrero 2024.