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2013 Diseños y Métodos de Investigación en Traducción by Ana María Rojo López
2013 Diseños y Métodos de Investigación en Traducción by Ana María Rojo López
de investigación en traducción
Consulte nuestra página web: www.sintesis.com
En ella encontrará el catálogo completo y comentado
Diseños y métodos
de investigación en traducción
Ana Rojo
La presente obra ha sido editada con subvención
del Instituo de la Mujer (Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales)
© Ana Rojo
© EDITORIAL SÍNTESIS, S. A.
Vallehermoso, 34. 28015 Madrid
Teléfono 91 593 20 98
http://www.sintesis.com
ISBN: 978-84-995896-6-4
ISBN: 978-84-995873-5-6
Depósito Legal: M. 5.776-2013
A mi padre,
de quien heredé la falta de razón necesaria
para querer cambiar el mundo
Y a mi madre,
por enseñarme a controlar mi sinrazón y
a encontrar el orden en el caos
1
Índice
Prefacio ....................................................................................................... 11
Agradecimientos ......................................................................................... 17
7
Diseños y métodos de investigación en traducción
8
Índice
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Diseños y métodos de investigación en traducción
5.3. Cuando las ideas se convierten en palabras: el hábito de escribir ... 175
5.4. La comunicación de las ideas con claridad a una audiencia
determinada ................................................................................. 177
5.5. Cómo pulir la redacción para un acabado impecable .................... 181
5.6. Las cuestiones éticas ..................................................................... 183
5.7. La entrega del trabajo para su evaluación ...................................... 189
Proyectos .............................................................................................. 194
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Prefacio
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Diseños y métodos de investigación en traducción
segundos, nuestros recuerdos pueden sumergirnos de nuevo en una sensación de
angustia que ahora ya se nos antoja familiar y relativamente cercana.
Pero si algo bueno tienen los recuerdos es precisamente que, como imágenes
del ayer que son, pertenecen a un pasado del que tan sólo nosotros tenemos la
llave. Así, una vez evocados, uno puede decidir volver a encerrarlos en algún
rincón olvidado de la memoria o liberarlos de nuevo tamizados por la sabiduría de
la experiencia y el raciocinio. La distancia temporal nos permite abordar nuestras
memorias con la objetividad y lógica necesarias para entender que aquel conjunto
de emociones asociadas a la tesis no era únicamente el resultado de la compleji-
dad de un trabajo que en aquel entonces nos parecía descomunal. Desde la distan-
cia, somos capaces de comprender que aquella opresiva sensación de preocupa-
ción era, en realidad, una consecuencia lógica de la mezcla entre la inexperiencia
del joven investigador que se enfrenta por primera vez a una labor de este tipo y
el estrés que genera la incertidumbre sobre cómo llevarla a cabo.
Por otra parte, la experiencia es siempre una excelente consejera en cuestio-
nes del pasado. Y la experiencia como investigadores nos basta para saber que,
independientemente de lo duro que pueda ser el comienzo, lo cierto es que no
todo es negativo en la elaboración de un trabajo de investigación. Frente a todas
las vacilaciones y problemas, hay otra cara de la investigación que los que nos
dedicamos a ella no necesitamos recordar porque siempre nos acompaña. De
aquellos días de intenso trabajo, heredé el don más preciado que todo investigador
puede poseer. Me refiero a un ansia continua de conocimiento, al deseo constante
por realizar nuevos descubrimientos y superar las carencias de trabajos anteriores;
de aquella época heredé la ambición necesaria para escribir trabajos más críticos y
con un mayor impacto académico, comunicar mis conocimientos a una audiencia
más amplia y diseñar experimentos más científicos y rigurosos que contribuyan al
desarrollo de mi ámbito de investigación.
Posiblemente, la mayoría de los lectores ya habrán adivinado por el título de
este libro que mi campo de investigación es la traducción. Hace casi veinte años
que inicié mi carrera investigadora en este campo y, sinceramente, me gustaría
decir que fue por verdadera vocación. Sin embargo, no sólo estaría falseando
descaradamente la realidad, sino que además estaría enmascarando una circuns-
tancia que todo joven investigador debería tener en cuenta al inicio de su carrera.
Y es que, en determinadas ocasiones, es posible reorientar los intereses investiga-
dores motivado por los avatares del destino, por los propios gustos o deseos, o por
una mezcla de ambos. En mi caso fue precisamente una curiosa combinación de
azar y ambición personal lo que definió la circunstancia que me llevó a cambiar el
campo de la lingüística aplicada por el de la traducción mientras cursaba un más-
ter en la ciudad de Manchester, Inglaterra. Mi primer contacto con la traducción
como disciplina académica en la Universidad de Salford despertó mi curiosidad y
mi interés por una actividad casi tan antigua como el lenguaje mismo, pero relati-
12
Prefacio
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Diseños y métodos de investigación en traducción
tigador derivado de las ciencias humanas y sociales. A un nivel más general, pue-
de incluso resultar de utilidad para todos aquellos lectores interesados en cuestio-
nes relativas a la metodología de la investigación.
La estructura del libro gira en torno a tres fases centrales en el proceso de
elaboración de un trabajo de investigación: la preparación del diseño, la elección
del método de investigación más adecuado y el proceso de redacción y publica-
ción del trabajo. No obstante, por razones metodológicas y de claridad expositiva,
estas tres fases o partes se distribuyen en cinco capítulos diferentes. La primera
parte se desarrolla en el Capítulo 1 y engloba una serie de cuestiones básicas que
deben plantearse a la hora de preparar el diseño de un trabajo de investigación. El
capítulo comienza esbozando el lugar que la investigación en traducción ocupa
dentro de la variedad de diseños de investigación disponibles. Esta sección pro-
porciona a los lectores una panorámica general de los tipos de trabajos de investi-
gación existentes en traducción e introduce las características más frecuentes de
los trabajos académicos en este ámbito. En este capítulo se discuten también los
criterios para seleccionar un diseño de investigación apropiado, analizando los
principales factores a tener en cuenta a la hora de elegir el planteamiento más
adecuado para un trabajo. Se discuten tanto los constituyentes básicos de un dise-
ño de investigación (por ejemplo, el marco teórico, el problema concreto del estu-
dio o las estrategias y métodos de investigación específicos), como otros elemen-
tos menos centrales que también determinan el planteamiento del mismo (por
ejemplo, las experiencias personales del investigador y la audiencia a la que se
dirige el trabajo). La última parte del capítulo incluye los seis componentes cen-
trales implicados en el diseño de un trabajo de investigación: la introducción, la
revisión de la literatura, los objetivos del trabajo, las preguntas de investigación e
hipótesis, el análisis riguroso de los datos y las conclusiones. A lo largo de todo el
capítulo se guía al lector a través de las partes básicas de un trabajo de investiga-
ción, proporcionándole una metodología sistemática para diseñar y escribir cada
uno de los componentes.
La segunda parte del libro abarca tres capítulos diferentes centrados en la pre-
sentación de las diferentes metodologías de investigación existentes. El Capítulo 2
revisa los diferentes tipos de métodos cualitativos empleados en los trabajos de
investigación en el ámbito de la traducción. Concretamente, se definen los rasgos
que caracterizan a la investigación cualitativa y se revisan los cuatro tipos de mé-
todos más explotados por los investigadores en este campo: los métodos basados
en la introspección, los métodos basados en la acción, los métodos de recogida de
datos cualitativos basados en encuestas o cuestionarios y los métodos de graba-
ción de datos cualitativos basados en los protocolos de pensamiento en voz alta. A
lo largo del capítulo se familiariza a los lectores con las principales técnicas y
métodos de investigación de corte cualitativo, facilitándoles las herramientas ne-
cesarias para llevar a cabo el diseño de un trabajo de este tipo.
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Prefacio
15
Agradecimientos
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Diseños y métodos de investigación en traducción
verdadera motivación y la razón genuina de todas las horas invertidas en docencia
e investigación; todos ellos son, en definitiva, el auténtico motor de mi trabajo.
Quisiera, además, agradecer su ayuda y apoyo a todos los profesionales y co-
legas (en su mayoría también amigos y compañeros) que amablemente accedieron
a leerse una copia del manuscrito y señalar las imprecisiones y erratas. Gracias a
todos ellos, pero en especial a mis dos doctorandas (que ahora, para mi fortuna,
también son mis compañeras de trabajo). A Marina y Puri, por su disponibilidad
para ayudarme y aliviar el peso de mis tareas cuando ha sido necesario. Ellas ha-
cen, sin duda, que mi labor como Directora de Tesis no sea una carga, sino un
regalo.
No tendría sentido cerrar estos agradecimientos y sellar mi labor sin mencio-
nar a los protagonistas indiscutibles de mi vida y, por ende, también de mi traba-
jo. Mi más profunda gratitud recae en mi familia, la verdadera razón de mi exis-
tencia y de todo lo que hago. A mis hijos Jaime y Daniel y a mi marido Ian, por
las horas robadas y los momentos en los que injustamente se vieron obligados a
compartir el estrés de mi trabajo. Y a mi madre, a quien quisiera conceder un
lugar destacado en estos agradecimientos. A ella le debo no sólo todo lo que soy,
sino lo que es aún más importante, la posibilidad de seguir siéndolo. Porque du-
rante las horas que paso trabajando en el ordenador, ella es mis pies y mis manos,
mis ojos y mis oídos, encargándose incansablemente de las tareas domésticas y
del cuidado de mis hijos. En todo el tiempo que paso abstraída en mi trabajo, ella
es mi memoria y hasta la voz de mi conciencia, una voz que continuamente me
recuerda el valor de lo realmente importante.
Gracias, por último, a todos aquellos que no se mencionan aquí explícitamen-
te, pero que, no obstante, ocupan un lugar en mi vida que indirectamente los con-
vierte en cómplices y colaboradores en todas mis obras y acciones. A mis amigos,
muchos de ellos profesores universitarios que día a día comparten mis inquietudes
e intereses de investigación.
Y a mi padre, porque, aunque ya no se encuentre aquí con nosotros, parte de
él vive aún en mí y determina todo lo que hago.
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1
Aprendiendo a investigar:
cómo dar los primeros pasos
19
Diseños y métodos de investigación en traducción
1.1. El lugar de la traducción en la tipología de diseños
de investigación
20
Aprendiendo a investigar: cómo dar los primeros pasos
21
Diseños y métodos de investigación en traducción
Los estudios de traducción se adentraron en los años 90 orgullosos del giro
cultural y descriptivo que habían logrado en los 80, pero conscientes de la necesi-
dad de encontrar un diseño de investigación más científico y sistemático. Desde
finales de los 90, dicha búsqueda ha definido dos líneas de investigación guiadas,
en parte, por el deseo de realizar un tipo de análisis más empírico y metódico.
Una de estas líneas encontró de nuevo un poderoso aliado en los postulados de la
lingüística, un área en la que la lingüística del corpus ofrecía posibilidades reno-
vadas para un estudio más aplicado apoyado en ejemplos reales. La metodología
basada en el análisis de corpus permitía un diseño de investigación de tipo cuanti-
tativo que podía emplearse para estudiar de manera más objetiva tanto aspectos
lingüísticos como procesos específicos a la traducción (como por ejemplo, los
llamados «universales de traducción» (cf. Baker 1996)). Este tipo de trabajos
emplazaba por primera vez el diseño metodológico de los estudios de traducción
en la mitad más cuantitativa del continuo. No obstante, la mayoría de los trabajos
de traducción basados en el análisis de corpus combinan el cómputo estadístico
con el análisis cualitativo de los ejemplos, un método que los sitúa más cercanos a
los diseños de tipo mixto que a los puramente cuantitativos (véase Olohan 2004
para una descripción detallada del uso de la metodología de corpus en los estudios
de traducción).
La otra línea de investigación que se inició en los años 90 convirtió el análisis
del proceso de traducción en su principal objeto de estudio científico (véase, por
ejemplo, Fernández Sánchez y Muñoz Martín 2008 o los trabajos llevados a cabo
en la Escuela de Negocios de Copenhague (CBS –Copenhagen Business School) y
publicados en diversos números monográficos de la revista Copenhagen Studies
in Language). Desde sus comienzos, esta línea ha orientado sus intereses hacia
otras disciplinas con una mayor tradición en el estudio de los procesos mentales y
lingüísticos, como es el caso de la psicología, los estudios de bilingüismo o la
neurología. Su tendencia hacia el estudio pluridisciplinar y la aplicación de méto-
dos e instrumentos de análisis derivados de otras disciplinas científicas han con-
tribuido a que el estudio del proceso de traducción se haya convertido en una de
las líneas de investigación de mayor actualidad y alcance en su ámbito. Los traba-
jos encuadrados en esta línea se han esforzado por aplicar metodologías de análi-
sis que permitan un estudio más empírico y cuantitativo (como por ejemplo, el
uso de lectores de movimientos oculares para medir el esfuerzo cognitivo de una
tarea, los programas de ordenador como Translog, especializados en la recogida
de datos sobre el proceso de escritura en traducción, o incluso el empleo de méto-
dos neurológicos más sofisticados, como los potenciales evocados o las imágenes
por resonancias magnéticas funcionales, que nos muestran la intensidad de la
actividad cerebral o las regiones cerebrales implicadas en una determinada tarea).
No obstante, una vez más las peculiaridades de la investigación en traducción han
conducido a este tipo de trabajos a triangular sus datos, combinando los datos
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Aprendiendo a investigar: cómo dar los primeros pasos
puramente cuantitativos con los obtenidos mediante métodos de tipo más cualita-
tivo (como es el caso de los protocolos de verbalización del pensamiento o las
entrevistas retrospectivas).
En resumen, los avances en la investigación en traducción han fomentado la
evolución desde un diseño puramente cualitativo a uno más empírico y cuantitati-
vo. Pero más que un cambio radical, esta evolución ha definido una tendencia
ligada a unas líneas de investigación concretas. La especificidad y complejidad
del proceso de traducción y la variada tipología de textos y encargos de traduc-
ción existentes han favorecido la coexistencia de los diseños cualitativos y los
mixtos. Los trabajos de carácter más teórico y de corte principalmente literario
continúan primando un tipo de diseño más cualitativo, mientras que los estudios
más empíricos de corte lingüístico y/o cognitivo optan por un tipo de diseño mix-
to que combina los datos cuantitativos con el análisis cualitativo de los mismos.
Este panorama mantiene la balanza de la investigación en traducción inclinada
hacia el extremo más cualitativo, aunque los enfoques más recientes se esfuerzan
en actuar de contrapeso hacia el extremo más cuantitativo.
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Diseños y métodos de investigación en traducción
1.2.1. El tema u objeto de estudio
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Aprendiendo a investigar: cómo dar los primeros pasos
Junto a estos criterios básicos, es posible distinguir al menos otros dos factores
que, aun siendo menos centrales, también desempeñan un papel importante en la
selección de un determinado diseño de investigación: las experiencias personales
del investigador y la audiencia a la que se dirige el trabajo. Además de los facto-
res relativos al objeto de estudio y metodología del trabajo, la formación y expe-
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Diseños y métodos de investigación en traducción
riencia personal del investigador también puede influir en la elección de un de-
terminado diseño de investigación. Un investigador con cierta formación científi-
ca y técnica y con las suficientes nociones de estadística mostrará, sin duda, una
mayor predisposición hacia un diseño cuantitativo. Se trata en su mayoría de in-
dividuos que defienden un método de investigación más sistemático y empírico
que les permite sustentar su investigación en datos objetivos y no en meras opi-
niones personales. En el ámbito de la traducción, los defensores de este tipo de
diseños han sido fundamentalmente los teóricos de formación más lingüística o
con una inclinación hacia áreas con una mayor tradición científica y empírica,
como la psicología o la neurología.
Por otra parte, un investigador con una formación más filosófica y literaria
que esté acostumbrado a un tipo de trabajos basado principalmente en la intros-
pección se inclinará, con mayor probabilidad, hacia un diseño más cualitativo. Se
trata de individuos con un carácter esencialmente creativo, defensores de un estilo
de redacción más literario que usan al servicio de marcos de trabajo diseñados a
medida de sus objetivos para expresar sus opiniones y cuestionar enfoques esta-
blecidos. En la investigación en traducción, este tipo de investigadores ha estado
principalmente asociado a los teóricos de formación más literaria y filosófica, e
incluso a un número reducido de profesionales que, sin la necesaria formación
académica e investigadora, se han empeñado durante años en vincular el estudio
de la traducción a sus propias experiencias personales.
Por último, los partidarios de un diseño de tipo mixto son en su mayoría in-
vestigadores de letras que se han familiarizado con la estructura y diseño sistemá-
tico de los trabajos de corte cuantitativo, pero se niegan a renunciar a la flexibili-
dad de un tipo de investigación más cualitativo. Se trata de individuos a los que
no les asustan los proyectos de gran envergadura que impliquen la recogida y el
análisis de datos cuantitativos y cualitativos. Este tipo de investigadores busca
imprimir una mayor objetividad a sus trabajos, pero, a su vez, defiende un análisis
más minucioso y detallado guiado por la capacidad de introspección del autor. En
traducción, existe actualmente un elevado número de investigadores que tiende
hacia este tipo de diseños mixtos. Se defiende la triangulación de los datos me-
diante un uso combinado de instrumentos de tipo cuantitativo y cualitativo que les
permita resolver las carencias de una investigación puramente cuantitativa o pu-
ramente cualitativa.
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Aprendiendo a investigar: cómo dar los primeros pasos
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Diseños y métodos de investigación en traducción
elaboración de este proceso con la intención de proporcionar una metodología
sistemática para plantear y escribir cada una de las partes básicas de un trabajo de
investigación: la introducción, la revisión de la literatura, los objetivos del trabajo,
las preguntas de investigación e hipótesis, el análisis riguroso de los datos y las
conclusiones.
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Aprendiendo a investigar: cómo dar los primeros pasos
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Diseños y métodos de investigación en traducción
en sus lectores. En una introducción, la referencia a estos trabajos previos no debe
ser demasiado extensa. Basta con mencionar los grupos de trabajos más relevan-
tes e introducir las deficiencias existentes en las investigaciones previas para po-
der resaltar, a continuación, las principales contribuciones del estudio planteado.
Cuanto más extenso sea el trabajo, más larga podrá ser la referencia a estos traba-
jos previos. En los artículos de investigación, esta referencia se reduce normal-
mente a un breve párrafo en la introducción, como en el ejemplo que incluimos a
continuación:
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Aprendiendo a investigar: cómo dar los primeros pasos
En definitiva, una buena introducción actúa con sus lectores como un buen
guía lo hace con su público: informa del objetivo del viaje, proporciona los deta-
lles históricos necesarios para su contextualización y conduce a su público a tra-
vés de un itinerario establecido, todo ello aderezado con una presentación lo sufi-
cientemente profesional y la justa dosis de marketing para hacer del viaje una
travesía placentera que despierte el interés de la audiencia por el lugar a visitar,
mantenga su atención durante el trayecto, les invite a repetir la experiencia y
atraiga a otros clientes interesados en el viaje.
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Diseños y métodos de investigación en traducción
1.3.2. La revisión de la literatura
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Aprendiendo a investigar: cómo dar los primeros pasos
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Diseños y métodos de investigación en traducción
ter, y The Interpreter and Translation Trainer, publicadas por St. Jerome. La
editorial Taylor & Francis publica la revista Perspectives: Studies in Translatolo-
gy, una de las publicaciones de mayor impacto en el ámbito de la traducción. A
nivel nacional, también existen revistas dedicadas tradicionalmente a la traduc-
ción, como Sendebar o Livius y una amplia gama de publicaciones electrónicas de
carácter más reciente.
Junto a los libros y revistas, las tesis doctorales y las comunicaciones presen-
tadas en congresos y reuniones científicas también constituyen una fuente conti-
nua de información sobre los trabajos más recientes y originales en el ámbito de
la traducción. Resulta, por tanto, de gran utilidad realizar búsquedas en las bases
de datos de tesis doctorales de las principales universidades que ofertan estudios
de traducción e interpretación y en los programas de los principales congresos de
traducción. Para localizar este tipo de información, existen también numerosas
asociaciones que informan periódicamente a sus miembros de las nuevas publica-
ciones y de los congresos y eventos científicos en el área (por ejemplo, AIETI –
Asociación Ibérica de Estudios de Traducción e Interpretación–, EST –European
Society for Translation Studies «Sociedad Europea de Estudios de Traducción»–,
o IATIS –International Association for Translation and Intercultural Studies
«Asociación Internacional de Traducción y Estudios Interculturales»–). Una for-
ma bastante fructífera de conseguir un trabajo que ya se ha presentado a un con-
greso pero se encuentra aún sin publicar es la de contactar directamente al autor.
La mayoría de los investigadores están interesados en difundir los resultados de
sus estudios y no tienen ningún problema en ceder una copia para trabajos de
investigación.
Además de saber dónde buscar, un investigador también debe saber seleccio-
nar los trabajos que son relevantes para su estudio. Esta selección implica nor-
malmente una primera lectura más rápida y superficial que debe servirle para
hacerse una idea de si el trabajo puede o no contribuir a su comprensión de la
literatura. Para este propósito, los resúmenes de los artículos y comunicaciones a
congresos son de gran ayuda, ya que ofrecen una síntesis de los contenidos bási-
cos del trabajo.
Una vez localizados y seleccionados los trabajos más relevantes para la temá-
tica de la investigación, el siguiente paso consiste en organizarlos en aquellos
temas que mejor pueden ilustrar las contribuciones del estudio propuesto a la
literatura existente. Este proceso de organización servirá para planificar y estruc-
turar las diferentes secciones del trabajo. En el caso de los artículos académicos,
que incluyen una revisión de la literatura más concentrada, la organización de los
trabajos servirá para seleccionar los resultados y conclusiones más relevantes para
el estudio planteado:
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Aprendiendo a investigar: cómo dar los primeros pasos
En el caso de trabajos más extensos, como trabajos fin de máster, tesis docto-
rales o libros, esta organización será el punto de partida para la estructura del
capítulo o capítulos dedicados a la revisión de la literatura. El proceso de organi-
zación de la literatura en temas centrales es clave para realizar una buena revisión
de la literatura, puesto que ayuda al investigador a alejarse de la revisión de traba-
jos individuales para adquirir una visión más global que le permita interpretar de
qué forma esos trabajos concretos contribuyen a uno o varios de los temas esta-
blecidos como relevantes para el estudio propuesto.
Una vez que se han determinado los temas centrales para organizar la revi-
sión de la literatura, el investigador debe decidir qué información seleccionar de
los trabajos consultados. A la hora de resumir la información básica de un traba-
jo, conviene recordar que el propósito último de esta síntesis es el de utilizar la
información seleccionada para ilustrar de la manera más clara y concisa posible
las contribuciones del trabajo propuesto. Se trata, pues, de seleccionar la infor-
mación que mejor nos ayude a mostrar de qué forma nuestro trabajo contribuye
a expandir o revisar los resultados del estudio examinado. Normalmente, esta
selección incluye una breve mención al problema o tema de investigación, al
objetivo central del estudio y a los resultados o conclusiones centrales del traba-
jo. Si la revisión es más extensa, en los trabajos de tipo empírico se suele incluir
también información sobre la muestra y la metodología usada en la investiga-
ción.
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Diseños y métodos de investigación en traducción
trabajo se basa en algunas de las deficiencias identificadas por Kiraly en su enfoque
constructivista a la enseñanza de la traducción (Mi traducción).
(Rodríguez Inés 2009:132)
Pero aún más importante que la cuestión de qué información incluir, es la va-
loración crítica que el investigador realice de dicha información. Este proceso de
evaluación de la literatura es otro de los aspectos clave de una buena revisión,
porque ayuda al investigador a diferenciar entre el mero resumen de trabajos pre-
vios y el análisis crítico de dichos trabajos orientado a evaluar sus limitaciones y
contribuciones al tema de estudio elegido. Esta actividad de valoración crítica
determina también el proceso de selección de la información, puesto que el inves-
tigador incluirá aquellos datos que mejor ilustren los avances y/o desventajas de
los estudios o temas analizados.
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Aprendiendo a investigar: cómo dar los primeros pasos
normalmente formulando el objetivo central del trabajo. Este objetivo hace refe-
rencia a la intención o propósito general para el que se concibió el estudio, un
aspecto que conviene distinguir del problema y las preguntas de investigación. El
problema de investigación nos remite a la cuestión o tema que deriva en la nece-
sidad del estudio; las preguntas se refieren a los interrogantes que la recogida de
datos intenta contestar. Creswell (2009: 112) define con claridad la relación entre
estos tres aspectos de un trabajo de investigación: el objetivo central establece la
intención o idea principal de una propuesta o estudio; esta idea se define a partir
de una necesidad (el problema) y se refina o tamiza mediante una serie de pregun-
tas específicas (las preguntas de investigación).
La redacción del objetivo central del trabajo sirve para imprimir en la audien-
cia una imagen clara y precisa de la intención con la que se concibió el estudio. El
objetivo de la investigación es el eje alrededor del cual se articulan las diferentes
partes del estudio y la pieza que proporciona la coherencia que las mantiene uni-
das. Por este motivo, es importante que el objetivo se presente a la audiencia de
una manera clara al comienzo de la descripción del trabajo. Una estrategia fre-
cuente para llamar la atención de la audiencia hacia esta parte del trabajo consiste
en usar palabras que definen su carácter, como objetivo, propósito, intención o
finalidad. Se suele usar también verbos de acción que detallan la línea de actua-
ción del trabajo, como proponer, describir, desarrollar, examinar, replicar, etc.
La descripción del objetivo u objetivos de investigación puede alcanzar un mayor
o menor nivel de detalle, dependiendo de la extensión y tipo de trabajo, y de la
intencionalidad del autor. Esta parte puede limitarse únicamente a la definición
del objetivo central de la investigación, como es el caso del siguiente trabajo de
Jääskeläinen (2009):
37
Diseños y métodos de investigación en traducción
Ejemplo 1.13 El objetivo de investigación y la metodología empleada
El objetivo del proyecto PROBAL es la investigación de traducciones durante su gé-
nesis mediante el procesamiento cognitivo de las unidades de traducción y como una
serie de productos que aparecen en forma de diferentes interpretaciones durante esta-
dios sucesivos del proceso de traducción. Más específicamente, el proyecto examina
el proceso de (de)metaforización, esto es, el desempaquetado por parte del traductor
de los significados del texto origen y el (re)empaquetado en el texto meta durante el
proceso de traducción. La investigación integra metodologías adaptadas de la psico-
lingüística experimental y de la lingüística de corpus cuantitativa (Mi traducción).
(Alves et al. 2010: 110)
Aunque a la hora de formular los objetivos del trabajo puede existir una va-
riedad considerable en el tipo de información que cada autor decide incluir, es
posible establecer que la redacción de los objetivos debe contener, como mínimo,
la suficiente información para establecer la dirección central del estudio. La inclu-
sión de un mayor número de detalles no es imprescindible, pero contribuye a ela-
borar una imagen más precisa del diseño emergente del trabajo.
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Aprendiendo a investigar: cómo dar los primeros pasos
tación, la selección de una lengua o la alternancia entre lenguas diferentes (Mi traduc-
ción).
(Diamond y Shreve 2010: 290)
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Diseños y métodos de investigación en traducción
— ¿En qué situaciones explican los TAPs las actividades metacognitivas asociadas
con el manejo de la incertidumbre y en qué situaciones no lo hacen? (Mi traduc-
ción).
(Angelone 2010: 25–6)
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Aprendiendo a investigar: cómo dar los primeros pasos
sis. Los autores comienzan formulando una hipótesis no-direccional («el contexto
interacciona con el nivel de experiencia durante la comprensión») para plantear
más adelante una hipótesis direccional en el uso en contexto («las diferencias de
procesamiento asociadas con la experiencia deberían ser particularmente obvias al
leer las palabras en contexto», es decir, en contexto los expertos deberían mostrar
un número más reducido de fijaciones y duraciones de mirada más cortas) y una
hipótesis nula en el uso fuera de contexto («no debería haber una diferencia signi-
ficativa asociada al nivel de experiencia en la condición fuera de contexto»):
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Diseños y métodos de investigación en traducción
implementa y desarrolla realmente el motivo o propósito que da pie a la investi-
gación. En la sección dedicada a la metodología del análisis se lleva a cabo el
estudio (teórico o aplicado) que constituye el objetivo central de la investigación.
En términos de la metáfora del viaje empleada en secciones anteriores, la sección
de la metodología del análisis constituye la meta de un itinerario cuidadosamente
planeado para llegar a este destino final.
Al contener el estudio que da forma al trabajo, esta parte tiene entidad propia
y requiere una estructura y organización específica que depende del método de
análisis empleado. Aunque en términos generales el objetivo final del proceso de
análisis de los trabajos con una metodología cualitativa es similar al de aquellos
trabajos con una metodología de corte más cuantitativo (esto es, responder una
pregunta de investigación determinada), el procedimiento concreto de análisis
presenta características específicas ligadas a la metodología empleada. Los proce-
dimientos de cada tipo de método difieren en la naturaleza de los datos analiza-
dos, en la serie de pasos a seguir para el análisis de dichos datos y en las estrate-
gias de investigación empleadas. A continuación, describiremos brevemente los
rasgos básicos de una metodología cualitativa y de una cuantitativa, incidiendo en
aquellos aspectos que las definen y garantizan un análisis riguroso y sistemático
de los datos: el papel del investigador, las estrategias de investigación, la natura-
leza de los datos investigados y el proceso de análisis e interpretación de los mis-
mos.
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Aprendiendo a investigar: cómo dar los primeros pasos
los datos, los interpreta y los organiza en las categorías y temas relevantes para su
estudio. Esta flexibilidad es considerada por los investigadores cuantitativos como
una amenaza para la validez del estudio; sin embargo, los defensores de los méto-
dos cualitativos la definen como una de sus fortalezas, puesto que les permite
relacionar perspectivas diferentes y ofrecer una explicación más completa. Los
métodos cualitativos usan un diseño de investigación emergente, ya que la idea
central es usar la discusión teórica y el análisis realizado para obtener la informa-
ción necesaria y aprender sobre el tema o problema planteado.
Los principales métodos cualitativos empleados en traducción para el análisis
de datos son: la introspección del investigador, la investigación basada en la
acción, el estudio de campo y el método experimental basado en la introspección
y la retrospección de los sujetos. Las características y particularidades de cada
uno de estos métodos se definen de una forma más precisa en el capítulo 2. No
obstante, aquí se ofrece un breve esbozo del tipo de estudio planteado en cada uno
de ellos. El uso de la capacidad de introspección del investigador como motor de
la investigación corresponde, más que a un método de investigación propiamente
dicho, a una tradición investigadora o a un tipo de enfoque basado fundamental-
mente en la habilidad del propio investigador para reflexionar sobre una cuestión
de corte teórico, usando como herramienta clave su habilidad para el análisis crí-
tico. En el ámbito de la traducción, los diseños basados en el método introspecti-
vo poseen la trayectoria más extensa. Además, la flexibilidad conferida por el
papel central del investigador los ha convertido en el tipo de diseño con una ma-
yor variabilidad en los estudios. Este tipo de diseño se ha empleado de forma
abierta y flexible en casi cualquier estudio basado principalmente en la especula-
ción teórica. Se ha aplicado tanto en trabajos centrados en algún aspecto teórico
de la traducción (véase Neubert 1997 o Chesterman 2008), como en trabajos que
han basado este ejercicio de especulación teórica en el análisis de traducciones
individuales, traducciones pertenecientes a un período histórico determinado, o
incluso en el trabajo de uno o varios traductores (véase Coldiron 2003 o Levy
2006).
Muchos de estos trabajos se han definido como «estudios de caso», otra eti-
queta especialmente dúctil que ha servido para acomodar a una gran variabilidad
de trabajos. Lo cierto es que la denominación de estudio de caso se refiere, más
que a un método de investigación concreto, a un tipo de enfoque que ha servido
para englobar a cualquier estudio en el que el interés del investigador se centre en
lo particular más que en lo general, y en el que el objeto de investigación tenga un
carácter singular o único y esté bien delimitado. El principal objetivo de este tipo
de estudios es el describir y analizar en profundidad las particularidades de ciertos
fenómenos o casos que despiertan el interés del investigador. En traducción, la
etiqueta de estudio de caso se interpreta de manera abierta y flexible, aplicándose
a casi cualquier estudio que emplee datos empíricos reales. De esta forma, puede
43
Diseños y métodos de investigación en traducción
abarcar desde el estudio del comportamiento de uno o más traductores, intérpretes
o estudiantes de traducción, normalmente con fines didácticos (véase Neubert
2004 o Sawyer 2004) hasta el análisis de un corpus de traducciones e interpreta-
ciones realizado desde una perspectiva descriptiva (véase Toury 1995), o incluso
un estudio de traducción o interpretación de corte más experimental (véase Lam-
berger-Felber y Schneider 2008).
La investigación basada en la acción está dirigida a la resolución de un pro-
blema concreto en un contexto que demanda un programa social, como en centros
educativos, hospitales, en el sistema judicial, etc. El objetivo es identificar situa-
ciones problemáticas o cuestiones que el investigador considera que merecen la
pena ser estudiadas para proponer cambios en la práctica. El auténtico motor de la
investigación es la percepción de un vacío entre lo que realmente existe y lo que
los participantes desean que exista. Los métodos de recogida de datos pueden ser
muy variados y abarcan desde el uso de diarios de investigación, toma de notas,
cuestionarios, entrevistas, hasta grabaciones en vídeo y/ audio, etc. Los trabajos
centrados en la didáctica de la traducción o interpretación (véase, por ejemplo,
Hung 2002, Schäffner y Adab 2000, o los trabajos del grupo de investigación
PACTE) y los que tienen como objetivo mejorar la situación profesional de los
intérpretes en los servicios públicos (véase Valero 2011) se encuadrarían dentro
de este tipo de métodos.
El estudio de campo se basa en la observación de la actividad en un entorno
natural. Es el método de trabajo más empleado en los enfoques etnográficos que
persiguen analizar una realidad social determinada mediante la observación direc-
ta de los participantes implicados. Por una parte, el tipo de observación de la
realidad llevada a cabo en el trabajo de campo requiere la inversión de grandes
cantidades de tiempo y energía por parte del investigador. Por otra, sin embargo,
este tipo de estudio prolongado genera una riqueza de datos que lo sitúa en el
centro de la investigación cualitativa. En el ámbito de la traducción equivaldría a
los estudios basados en el análisis de la actividad de intérpretes o traductores pro-
fesionales en su entorno de trabajo profesional (véase Diriker 2004 o Koskinen
2008).
El método experimental se puede definir, a grandes rasgos, como un modo de
determinar el efecto que un elemento o variable ejerce sobre otra. Imaginemos
por un momento que deseamos establecer el efecto que el nivel de experiencia de
los traductores puede ejercer sobre la calidad de la traducción. En un diseño sim-
plificado, una forma de hacerlo sería diseñar dos grupos de traductores con dife-
rentes niveles de experiencia. Cada uno de los grupos produciría una o más tra-
ducciones y finalmente se analizaría la calidad final de las mismas. Ahora bien,
los métodos experimentales de recogida y análisis de los datos pueden ser de tipo
cualitativo (si el investigador persigue un análisis detallado de la naturaleza de los
mismos) o cuantitativos (si el principal objetivo es realizar un análisis numérico).
44
Aprendiendo a investigar: cómo dar los primeros pasos
45
Diseños y métodos de investigación en traducción
sitúa en proporcionar medidas u observaciones para corroborar o refutar una
teoría. En este sentido, la capacidad del investigador para reducir el problema a
una serie de variables y su capacidad para examinar las relaciones entre ellas
mediante un diseño controlado y el análisis objetivo y estadístico de los datos se
convierten en las estrategias de análisis más valiosas. En el ámbito de la traduc-
ción, el objeto de estudio más frecuente de este tipo de investigación se centra en
el análisis de los procesos cognitivos de traductores e intérpretes al realizar de-
terminados tipos de tareas (cf. Göpferich et al. 2008) o en el análisis de determi-
nadas tendencias de traducción basado en estudios de corpus (cf. Beeby et al.
2009, Olohan 2004).
A diferencia de la flexibilidad y laxitud que caracteriza la recogida de datos
en los métodos cualitativos, los métodos cuantitativos se basan en observaciones
y medidas empíricas que garanticen una recopilación de datos controlada y obje-
tiva. Esta preocupación por el control y la objetividad de los datos es central en
este tipo de investigación, puesto que el propósito final es generalizar y extender
los resultados obtenidos en una muestra de la población al resto de sujetos de
dicha población. Los instrumentos de análisis también desempeñan un papel deci-
sivo en estos métodos, ya que la investigación de tipo cuantitativo descansa en el
supuesto de que una interpretación coherente y significativa de los datos depende
de la validez y el nivel de confianza de los instrumentos de análisis. Los principa-
les métodos de este tipo de investigación relevantes para nuestra área de estudio
son: la encuesta, el uso de corpus y los métodos experimentales.
La encuesta es una herramienta de investigación frecuente en las ciencias so-
ciales. Los diseños basados en la encuesta se centran en el estudio de una muestra
de población con el objetivo de proporcionar información sobre las actitudes,
opiniones o tendencias que caracterizan el comportamiento, actuación o situación
profesional de dicha población. La encuesta es un método difícil de clasificar en
un tipo de investigación determinado. Algunos autores (cf. Brown 2001) conside-
ran que la encuesta constituye en sí misma un tipo de investigación primaria y
debe diferenciarse de la cualitativa y la cuantitativa. No obstante, lo cierto es que
la encuesta a menudo tiene componentes cualitativos y cuantitativos. Wagner
(2010) aporta una manera de diferenciar entre estos componentes distinguiendo
dos tipos de instrumentos dentro de la encuesta: los cuestionarios y las entrevis-
tas. Los cuestionarios se administran a un número mucho mayor de participantes
y normalmente persiguen una puntuación objetiva, por lo que los datos pueden ser
analizados de forma cuantitativa. Sin embargo, las entrevistas suelen administrar-
se individualmente y proporcionan datos más profundos y variados que deben
transcribirse y analizarse cualitativamente. Teniendo en cuenta esta dualidad de la
encuesta, los instrumentos planteados para un análisis más cualitativo de los datos
se incluyen en el capítulo destinado a los diseños cualitativos y los elaborados
para un análisis más numérico de los datos se revisan dentro de los diseños cuan-
46
Aprendiendo a investigar: cómo dar los primeros pasos
47
Diseños y métodos de investigación en traducción
terística de los métodos cualitativos, los trabajos cuantitativos requieren un análi-
sis de los datos más riguroso y sistemático. El análisis cuantitativo de los datos
presenta un formato definido por una serie de pasos cuidadosamente establecidos
para su ejecución. En el caso de los diseños basados en el uso de la encuesta y en
los de corpus, el procedimiento de análisis comienza con una descripción del ins-
trumento o método elegido, especificando los criterios que se han seguido para su
selección y elaboración. A continuación, se explica el diseño del modelo de análi-
sis y su aplicación. En los diseños experimentales, el procedimiento comienza con
la descripción de los participantes, el instrumento de análisis y los materiales
diseñados. Seguidamente se explica el proceso de realización de la tarea. En todos
los diseños cuantitativos, una vez explicado el tipo de análisis realizado, se expo-
nen los resultados obtenidos y se someten a análisis estadístico. La última fase del
análisis es la interpretación o discusión de los resultados. Dicha interpretación de
los datos constituye el broche final del proceso de análisis de los resultados. El
intento de este apartado de explicar los resultados y justificar su relevancia seña-
lando sus implicaciones en investigaciones futuras anuncia, en cierta medida, los
contenidos del apartado último de todo trabajo de investigación: las conclusiones
finales.
48
Aprendiendo a investigar: cómo dar los primeros pasos
49
Diseños y métodos de investigación en traducción
competencia para saber detectar las carencias de un trabajo; por esta razón, siem-
pre prefiere la honestidad del investigador que reconoce las imperfecciones de su
estudio. Pero limitarse a admitir los problemas no es suficiente. Un análisis crítico
del trabajo realizado requiere que el investigador demuestre su competencia ex-
plicando el impacto que dichas deficiencias hayan podido tener en los resultados
obtenidos y sugiriendo propuestas de enmienda en trabajos posteriores.
Uno de los aspectos más valorados de todo trabajo de investigación es, con
total seguridad, su capacidad para generar líneas futuras de investigación. El in-
vestigador busca continuamente ideas para sus trabajos y aprecia un estudio que
abra nuevos horizontes de investigación. Existen tesis doctorales que muestran
deficiencias en la revisión de la literatura o en el procedimiento de análisis, pero
que, sin embargo, tienen un gran potencial para generar nuevas ideas de estudio.
Dedicar un apartado en las conclusiones a las líneas futuras de investigación con-
tribuye a afianzar la relevancia del trabajo y a ejemplificar su potencial contribu-
ción al área. Además, la capacidad para sugerir nuevas ideas de estudio refleja la
valía científica del investigador.
50
Aprendiendo a investigar: cómo dar los primeros pasos
Apuntar las posibles líneas de investigación para trabajos futuros fomenta una
visión positiva del trabajo que compensa, en cierto modo, los aspectos negativos
señalados por sus carencias. Esta visión positiva genera de nuevo el optimismo
necesario para poner el broche final a las conclusiones. Las conclusiones de un
trabajo de investigación son mucho más que un simple resumen de sus resultados;
presentan una versión comprimida de las aportaciones del estudio y fomentan una
visión positiva del trabajo en el lector. Por este motivo, es importante que el cierre
a las conclusiones contenga un gancho comunicativo, similar al empleado en la
introducción, que incite al lector a «comprar» esa imagen positiva del trabajo y a
creer ciegamente en su relevancia para el ámbito de estudio.
Proyectos
51
Diseños y métodos de investigación en traducción
4. Escoge un posible tema de investigación relacionado con la traducción y
realiza una búsqueda en Internet para encontrar trabajos relevantes sobre
el tema. Cuando encuentres un trabajo lo más cercano posible a tu tema,
realiza otra búsqueda usando la bibliografía o descriptores que aparezcan
en ese trabajo. Localiza después tres trabajos relevantes que seleccionarías
y resumirías para tu revisión de la literatura. Justifica tus razonamientos.
Finalmente, escribe un breve resumen a modo de revisión de la literatura
de esos tres trabajos.
52
2
Hacia el extremo cualitativo:
explorando los atributos
de la traducción
53
Diseños y métodos de investigación en traducción
este motivo, y por razones de claridad y simplicidad expositiva, hemos decidido
encuadrar los distintos estudios de traducción dentro de los métodos de corte cua-
litativo o de corte cuantitativo, según se inclinen más o menos hacia uno u otro
extremo del continuo.
El presente capítulo se centra en la revisión de los diseños de corte más cuali-
tativo empleados en el ámbito de la traducción. Concretamente, se definen los
rasgos que caracterizan a la investigación cualitativa en este ámbito, señalando las
ventajas y desventajas de este tipo de metodología, y se revisan los cuatro tipos de
diseños más explotados por los investigadores en traducción: los diseños basados
en la introspección del investigador, los diseños basados en la investigación-
acción, los diseños basados en el trabajo de campo en el ámbito profesional y los
diseños experimentales basados en el uso de métodos cualitativos. El objetivo de
esta parte del libro es el de familiarizar a los lectores con las principales caracterís-
ticas de los estudios basados en estos cuatro tipos de diseño, facilitándoles las he-
rramientas necesarias para llevar a cabo la planificación de estos tipos de trabajo.
54
Hacia el extremo cualitatito: explorando los atributos de la traducción
55
Diseños y métodos de investigación en traducción
otros, los siguientes aspectos centrales en la articulación de un diseño de investi-
gación: el objetivo de la investigación, el papel del investigador, los métodos
empleados para el análisis o la recopilación de datos, el tipo de datos investigados
y el proceso de análisis e interpretación de los mismos.
56
Hacia el extremo cualitatito: explorando los atributos de la traducción
57
Diseños y métodos de investigación en traducción
de ellos también usan el análisis de una traducción concreta para exponer unas
reflexiones teóricas que a menudo son mucho más ambiciosas que los aspectos
reflejados por el análisis de la traducción. Sin embargo, en la actualidad la mayo-
ría de estos trabajos define claramente el objetivo de la investigación y organiza
su contenido en distintas secciones que quizás no describan los pasos básicos del
proceso de investigación, pero estructuran al menos los temas más relevantes para
la discusión teórica.
Dos ejemplos de trabajos que ilustran a la perfección este tipo de diseño in-
trospectivo basado en el análisis de una traducción son Kahf (2000) y Selim
(2009), ambos recogidos en la compilación realizada por Baker (2010) de trabajos
que han sido de alguna forma cruciales en el ámbito de los Estudios de Traduc-
ción. El trabajo de Kahf (2000) usa la traducción al inglés de la obra Mudhakkira-
ti («My Memories») del escritor egipcio Huda Sha’rawi para demostrar que la
política de la recepción puede restringir la lectura del texto que realizaría una
mujer árabe. La autora estructura el trabajo en distintas secciones que describen
las distorsiones del texto original realizadas en la traducción (por ejemplo, la exa-
geración de Europa o el camuflaje de las clases). De forma similar, Selim (2009)
analiza la traducción publicada en el Cairo en 1906 de la novela Pharos the
Egyptian con la intención última de enfatizar el papel de la traducción como pro-
ceso central en la creación y difusión de textos, géneros y escuelas literarias. Con
este propósito, estructura su trabajo en cuatro secciones que resumen los temas
centrales para el estudio, que son, a saber, (1) Traducción e historia literaria,
2) Traducción, género y la Naddah literaria en Egipto, 3) Las inquietudes de la
época eduardiana y las preocupaciones coloniales: «el gótico imperial» y el Egipto
antiguo y 4) El traductor responde: Pharos the Egytian y la ciudad degenerada).
En el siguiente ejemplo, Kahf (2000) usa ciertas alteraciones en la traducción
para ilustrar una posible desviación en la ideología del original:
58
Hacia el extremo cualitatito: explorando los atributos de la traducción
Mientras que en los estudios de corte literario han predominado los ejemplos ex-
traídos del análisis de traducciones reales, los estudios más lingüísticos se inicia-
ron ejemplificando sus análisis con ejemplos creados por el investigador para
ilustrar determinados principios teóricos o tipologías basadas en criterios lingüís-
ticos. En un principio estos ejemplos se basaban en la comparación entre las len-
guas implicadas en la traducción y se creaban de un forma más o menos ad hoc.
Se inspiraban normalmente en la propia experiencia y conocimientos del investi-
gador y se creaban a demanda del aspecto teórico que era necesario ilustrar. Esta
práctica a menudo resultaba en ejemplos descontextualizados y de cierta artificia-
lidad. Sirva de ejemplo aquí la expresión «todo célibe es soltero, pero no todo
soltero es célibe» utilizada por Jakobson (1959) en su emblemático trabajo sobre
los aspectos lingüísticos de la traducción para explicar que la sinonimia no siem-
pre implica una equivalencia total.
A medida que el análisis lingüístico expande sus horizontes desde el nivel de
palabras y oraciones aisladas al nivel textual y discursivo, los trabajos amplían
progresivamente sus ejemplos a fragmentos completos que se comienzan a extraer
de traducciones reales. Este intento de buscar ejemplos reales más contextualiza-
dos ya queda patente en algunos de los trabajos más señeros en la aplicación del
análisis lingüístico a la traducción, como es el caso del estudio de Reiss (1971)
sobre tipos de textos y traducción, el trabajo de Blum-Kulka (1986) sobre los
giros («shifts») en la cohesión y coherencia de los textos traducidos, el libro de
Hatim y Mason (1990) sobre la influencia del contexto discursivo en la traducción
o el manual de Mona Baker (1992) sobre los problemas de equivalencia existentes
en los distintos niveles de análisis lingüístico y los tipos de estrategias de traduc-
ción empleadas para resolverlos.
El final del S. XX y comienzos del S. XXI supone para los estudios de tra-
ducción el triunfo del «Giro Cultural» (en inglés, «Cultural Turn») que la investi-
gación en el área había comenzado a experimentar en los años 80. Para los estu-
dios de la rama más literaria, la reivindicación del papel desempeñado por los
aspectos culturales e ideológicos conduce a la línea de investigación de los ya
mencionados trabajos sobre cultura e ideología. Para los estudios basados en el
análisis lingüístico, el reconocimiento de la importancia del contexto textual y del
cultural o discursivo consolida la relevancia de las nociones de «tipo de texto» y
«género discursivo», dando lugar a una serie de trabajos centrados en analizar el
papel que dichas nociones desempeñan en la traducción (véase, por ejemplo,
Trosborg 1997). Se trata de identificar los principales rasgos de los distintos tipos
de texto y géneros (por ejemplo, jurídicos, económicos, técnicos, etc.) en las dife-
rentes lenguas para determinar su impacto en la tarea del traductor. La finalidad
última es la de establecer los problemas básicos de la traducción de los distintos
59
Diseños y métodos de investigación en traducción
tipos de textos o géneros (véase, por ejemplo, Gamero 2001 para los textos técni-
cos y Borja Albir 2000 para los jurídicos). En la mayoría de los estudios, el méto-
do de investigación continúa siendo principalmente de tipo cualitativo. El investi-
gador basa sus observaciones en ejemplos reales, pero en un elevado porcentaje
de los estudios se detecta un cierto tono prescriptivo en el establecimiento de los
problemas y sus posibles soluciones, que revela el peso de la especulación teórica
y refleja el mero carácter ilustrativo de los ejemplos. En muchos casos se hace
uso de ejemplos extraídos del tipo de texto estudiado, pero no se aportan datos
detallados sobre el tamaño del corpus ni sobre su recopilación. Los ejemplos van
apareciendo a lo largo de la discusión teórica para ilustrar los aspectos relevantes,
normalmente relativos a determinados problemas de traducción o a las estrategias
empleadas para resolverlos. Veamos un ejemplo de este procedimiento en el tra-
bajo de Schäffner (1997) sobre las estrategias para traducir textos políticos:
60
Hacia el extremo cualitatito: explorando los atributos de la traducción
de sus ideas teóricas con originalidad y sin las restricciones de formatos más rígi-
dos y sistemáticos. De hecho, el formato tipo ensayo ha contado durante mucho
tiempo con el favor de los teóricos centrados en los aspectos literarios, culturales
e ideológicos (véase Baker (2010) para trabajos de este tipo, en especial el estudio
de Rafael (2007) sobre la traducción en época de guerra y el de Tymoczko (2003)
sobre ideología y la posición del traductor).
No obstante, en términos generales los trabajos teóricos más recientes de-
muestran una tendencia a sustituir el formato tipo ensayo por el formato de un
artículo de investigación científico dividido en: una introducción que especifica
claramente el objetivo del estudio a nivel teórico, distintas secciones que explican
y describen los aspectos más relevantes de la discusión teórica y un apartado de
conclusiones que recopila las principales contribuciones del estudio y a veces
incluye también las futuras necesidades. La diferencia principal entre este tipo de
trabajos teóricos y otros de corte más empírico reside en la parte central del estu-
dio. Mientras que los trabajos más empíricos dedican esta parte a la descripción
del procedimiento de análisis y a la discusión de los resultados obtenidos, los
trabajos más teóricos estructuran la parte central en distintas secciones que defi-
nen las cuestiones o temas teóricos esenciales. Estas cuestiones forman la colum-
na vertebral de la discusión teórica.
El trabajo de Halverson (2010) sobre los avances teóricos y metodológicos de
los estudios cognitivos de traducción ilustra de forma clara este tipo de estructura,
organizando los aspectos teóricos centrales en cinco secciones básicas: 1) Introduc-
ción, 2) La base cognitiva de los universales de traducción, 3) Una cuestión teórica
clave: la representación semántica/conceptual, 4) Datos y métodos y 5) Conclusio-
nes finales. La propia autora explica la lógica de esta estructura en la parte final de
la introducción:
61
Diseños y métodos de investigación en traducción
Otra diferencia de los estudios teóricos frente a los empíricos es que normal-
mente los teóricos muestran una mayor libertad en el formato, lo que a menudo
les permite incluir las partes menos centrales, como la introducción o la conclu-
sión, dentro de otras secciones más amplias (véase, por ejemplo, el trabajo de
Moser-Mercer (2010) sobre la búsqueda de indicadores neuro-fisiológicos de la
experiencia en interpretación o el estudio de Muñoz Martín (2010) sobre para-
digmas y translatología cognitiva). En estos trabajos de tipo teórico, el protago-
nismo de la capacidad de introspección del investigador centra el interés en el
proceso de teorización y en los principios y supuestos derivados de éste, dejando
los aspectos más formales del diseño en un conveniente segundo plano.
62
Hacia el extremo cualitatito: explorando los atributos de la traducción
teórica orientado a plasmarse en una acción de tipo empírico. Una vez que se em-
prende esta acción empírica, los resultados vuelven a interpretarse desde un punto de
vista teórico, permitiendo al investigador reformular el planteamiento inicial y postu-
lar nuevos aspectos de la teoría que, a su vez, conducen al diseño de otra acción de
tipo empírico. De esta forma, se entabla una especie de espiral dialógica entre teoría y
realidad que impide la concentración absoluta del investigador en aspectos teóricos
abstractos y conduce su mirada hacia las experiencias reales, contando en todo mo-
mento con la opinión de los destinatarios directos de las acciones emprendidas.
El método de investigación-acción se ha potenciado especialmente en el ám-
bito educativo, ya que resulta extremadamente apropiado para aquellos contextos
educativos en los que existe una fuerte vinculación entre teoría y práctica, como
es el caso de la docencia en traducción e interpretación. La orientación eminen-
temente práctica de la formación de traductores e intérpretes la convierte en un
campo especialmente propicio para la aplicación de una metodología basada en
datos empíricos. Los datos basados en la práctica constituyen la base idónea sobre
la que formular los principios teóricos y metodológicos necesarios para mejorar la
competencia traductora e implementar una formación más eficaz. En el ámbito
educativo, este método es, además, particularmente adecuado para aquellas situa-
ciones en las que se detecta una falta de coherencia entre los objetivos estableci-
dos y la realidad docente. Durante mucho tiempo, la docencia en traducción ha
sido acusada de mostrar una orientación predominantemente práctica en la que el
profesor a menudo basaba las correcciones a los alumnos en sus propias intuicio-
nes, sin aplicar unos principios metodológicos sistemáticos sustentados por una
base teórica. Independientemente del enfoque teórico empleado, en la actualidad
la mayoría de los docentes aceptan que los programas diseñados para la forma-
ción de traductores e intérpretes deberían basarse en una serie de principios teóri-
cos y metodológicos. Es más, estos principios deberían estar específicamente
diseñados para fomentar el conocimiento y la conciencia del alumnado sobre las
prácticas realizadas y las opciones a su disposición (véase Tennent 2005).
Los diseños basados en la investigación-acción se encuadran normalmente
dentro de los métodos cualitativos. Aunque sus objetivos muestren una orienta-
ción mucho más empírica que la de los diseños basados en la introspección, la
importancia todavía concedida al proceso de reflexión y la flexibilidad en la apli-
cación de la metodología de trabajo los mantiene cerca del extremo cualitativo de
la investigación. Así por ejemplo, los diseños de investigación-acción comparten
con los experimentales su orientación empírica hacia un contexto situacional es-
pecífico. Sin embargo, difieren de estos últimos en que los diseños de investiga-
ción-acción no pretenden ni que la muestra de sujetos seleccionada sea represen-
tativa ni aislar una variable concreta de estudio.
A diferencia de los métodos puramente experimentales, en los diseños de in-
vestigación-acción el foco central del estudio se sitúa en el diagnóstico del pro-
63
Diseños y métodos de investigación en traducción
blema mediante el análisis de todo el contexto y no sólo de un único parámetro de
éste. Se prima la variedad sobre la cantidad de la evidencia empírica recogida así
como la diversidad de sus interpretaciones, con el fin de proporcionar una visión
lo más completa posible del problema que repercuta en una solución más eficaz.
Después de todo, este tipo de investigación persigue como fin último una aplica-
ción inmediata de los hallazgos que permita la puesta en marcha de un proceso
continuo de retroalimentación dirigido a la realización de las modificaciones ne-
cesarias. De esta forma, se consigue el establecimiento de una interacción perma-
nente entre la evidencia empírica y el conocimiento teórico. Otra de las diferen-
cias principales entre este tipo de diseños y los experimentales reside en que, en
muchas ocasiones, las distintas fases del proceso de la investigación ni siquiera
siguen un plan pautado y sistemático; por el contrario, a menudo nos encontramos
con un proceso más puntual y espontáneo en el que cada una de las fases o pasos
se deriva de los anteriores.
En un sentido muy amplio, sería posible situar a una gran mayoría de los es-
tudios sobre traducción e interpretación dentro de este tipo de investigación-
acción, puesto que responden, en última instancia, a un intento de mejorar la
realidad docente y profesional en este ámbito. Sin embargo, muy pocos cumplen
en sentido estricto con todos los requisitos de este tipo de investigación. En este
apartado se revisan únicamente los diseños de trabajos realizados en dos de las
áreas que, en nuestra opinión, ilustran de forma más clara y directa la aplicación
de la acción que se pretende emprender para mejorar la realidad docente y profe-
sional del traductor y el intérprete. La discusión se centra en los estudios diseña-
dos para mejorar los programas de formación de traductores e intérpretes y en los
diseños de formación de intérpretes dentro de un programa de acción social.
64
Hacia el extremo cualitatito: explorando los atributos de la traducción
Sin embargo, a pesar de la acción de mejora final que subyace a todos estos
trabajos sobre didáctica de la traducción, un número elevado de los estudios se
aleja del tipo de investigación-acción en su uso de la evidencia empírica. En lugar
de conceder a la evidencia empírica el papel central que demanda la investiga-
ción-acción, la inmensa mayoría de estos estudios didácticos lleva a cabo un uso
restringido de los datos empíricos para conseguir sus objetivos. Muchos de los
investigadores se limitan a resumir y/o sistematizar los principios y directrices
cardinales de un programa de formación, basándose únicamente en sus experien-
cias como docentes o en datos proporcionados en estudios previos. Esta tendencia
es especialmente frecuente en los trabajos con una extensión más reducida, como
es el caso de los artículos académicos que se diseñan con la intención central de
proporcionar una visión general sobre los beneficios de un tipo de programa de-
terminado o sobre el estado de una cuestión de interés pedagógico general. Gile
(2005) define así los objetivos y contenidos básicos de su trabajo sobre didáctica
de la interpretación de conferencias:
65
Diseños y métodos de investigación en traducción
No obstante, también hay casos, como ocurre en el trabajo de Schäffner
(2000), en los que el estudio presenta el diseño de un programa y una evaluación
del mismo basada en su implementación previa:
66
Hacia el extremo cualitatito: explorando los atributos de la traducción
dinámico de competencia traductora propuesto (véase Beeby 2000 para una des-
cripción de estos estudios).
En el seno del grupo PACTE se han desarrollado también una serie de tesis
doctorales centradas en la didáctica de la traducción que han utilizado la investi-
gación-acción. Un ejemplo es la tesis de Galán-Mañas (2009) centrada en la en-
señanza de la traducción en la modalidad semipresencial. La autora misma expli-
ca en su trabajo que eligió la metodología de la investigación-acción porque le
permitía estudiar una práctica para mejorarla. El trabajo presenta el diseño de una
serie de unidades didácticas puestas en práctica con 130 alumnos durante los cur-
sos 2007-2008 y 2008-2009. El diseño longitudinal o a largo plazo, con una orga-
nización secuencial de las distintas fases del estudio, resulta especialmente apro-
piado para el tipo de investigación-acción planteada:
67
Diseños y métodos de investigación en traducción
Neunzig (2001) sobre cuestiones de método y estudio empírico en la enseñanza
de la traducción on-line, el de Rodríguez Inés (2008) sobre la aplicación de las
técnicas de corpus a la didáctica de la traducción o el trabajo de Wimmer (2011)
sobre la aplicación y validación empírica de un modelo didáctico para la traduc-
ción inversa).
Otra tesis doctoral que aplica explícitamente los principios de la investiga-
ción-acción es el estudio llevado a cabo por de Manuel Jerez (2006) en el seno del
grupo GRETI de la Universidad de Granada. De Manuel Jerez realiza un estudio a
lo largo de cinco años sobre el uso de materiales audiovisuales en los diferentes
niveles de la formación en interpretación simultánea. El trabajo emplea un diseño
de investigación-acción-participación en el que el papel de los alumnos trasciende
el rol de simples proveedores de datos empíricos. En este tipo de investigación,
los alumnos se convierten en participantes y colaboradores del estudio, una idea
que, en opinión de los defensores de la investigación-acción, constituye una de las
mayores fortalezas de este tipo de diseños para la formación de traductores e in-
térpretes (cf. Cravo y Neves 2007, Pöchhacker 2010).
La interacción permanente entre teoría y práctica y el proceso de continua re-
interpretación de los datos convierte a la investigación-acción en una metodología
especialmente apropiada para analizar la eficacia de un método o programa didác-
tico determinado. La siguiente sección se dedica a la revisión de una serie de di-
seños en los que un programa de formación se utiliza al servicio de un objetivo
social más amplio y ambicioso.
68
Hacia el extremo cualitatito: explorando los atributos de la traducción
69
Diseños y métodos de investigación en traducción
(Comunicación y Relaciones Interculturales y Transculturales) de la Universidad
Jaume I de Castellón y el grupo FITISPos (Formación e Investigación en Traduc-
ción e Interpretación en los Servicios Públicos) de la Universidad de Alcalá de
Henares. Este proyecto analiza la problemática comunicativa de la mediación
intercultural en la atención sanitaria a la población inmigrante, con el objetivo
último de plantear propuestas de formación que contribuyan a solventar los pro-
blemas existentes.
Otra iniciativa en nuestro país que ha resultado en la propuesta de un modelo
pedagógico para la organización de un curso de formación en mediación intercul-
tural desde la metodología de la investigación-acción-participación ha sido el
proyecto desarrollado de forma conjunta por la Federación Andalucía Acoge y el
AEP Desenvolupament Comunitari de Cataluña (recogido en el volumen Media-
ción intercultural. Una propuesta para la formación (VV.AA. 2002)). Aunque la
mayoría de los trabajos en el ámbito de la interpretación en los servicios públicos
proponen la distinción de roles entre la figura del mediador intercultural y la del
intérprete, esta diferenciación excede los objetivos del presente trabajo.
Independientemente del propósito pedagógico y/o social de la investiga-
ción-acción, los diseños metodológicos planteados proponen un tipo de estu-
dio a largo plazo, basado en el análisis de datos empíricos, que proporciona
resultados muy valiosos para la formación de profesionales competentes en los
distintos ámbitos de la sociedad. No obstante, para sus detractores esta meto-
dología todavía implica una excesiva flexibilidad en el análisis que permite
cuestionar la validez empírica de los datos. Trabajos como los realizados en el
seno del grupo PACTE han demostrado, sin embargo, que en combinación con
una metodología más experimental pueden proporcionar resultados más obje-
tivos y rigurosos.
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Hacia el extremo cualitatito: explorando los atributos de la traducción
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Diseños y métodos de investigación en traducción
tes se describen como participantes activos, organizadores de la interacción y
negociadores de significado en una labor en la que el trabajo del intérprete ad-
quiere múltiples facetas.
El trabajo de Kuznik (2010) investiga el contenido y los componentes propios
de los puestos de trabajo internos en empresas de traducción. Para ello, realiza un
análisis empírico en dos fases: en un primer lugar, lleva a cabo una fase explora-
toria en la que analiza una serie de datos recopilados en cuatro empresas de tra-
ducción del norte de Francia. En una segunda fase, el estudio empírico definitivo
se centra en el análisis de diez empresas españolas ubicadas en la ciudad de Bar-
celona. Las técnicas empleadas para la recopilación de la evidencia empírica
combinan el análisis de una serie de datos primarios, obtenidos mediante las en-
trevistas con los empleados y la observación directa en las compañías, con el es-
tudio de una serie de datos secundarios derivados de los informes de alumnos en
prácticas.
En un trabajo posterior, Kuznik y Verd (2010) reinterpretan los datos del tra-
bajo de investigación de Stelmach (2000), otro de los escasos estudios centrados
en el análisis del trabajo del traductor en el ámbito laboral. Stelmach analiza el
trabajo de dos traductores en una agencia de traducción en Polonia durante los
años 1999 y 2000. El método empleado para la recopilación de evidencia consiste
básicamente en el uso de una serie de cuestionarios que los mismos empleados
debían rellenar en su lugar de trabajo, proporcionando así su propia observación
sobre las tareas realizadas. Mientras que el análisis de Stelmach se realiza sobre
una base más cuantitativa, Kuznik y Verd reinterpretan los datos desde una pers-
pectiva más cualitativa. Este análisis les permite llegar a la conclusión de que el
uso de estrategias de empleo recientes, como la subcontratación exterior, requiere
que las agencias apliquen también nuevas estrategias de dirección que les permi-
tan resolver de una manera más eficaz los contratiempos de esta nueva distribu-
ción del trabajo.
A diferencia de los diseños experimentales realizados en el laboratorio, este
tipo de diseños basados en la investigación de campo presenta la ventaja de pro-
porcionar datos extraídos de un contexto de trabajo real. El estudio en un entorno
de trabajo natural elimina los efectos que un entorno experimental artificial pue-
de ejercer de manera no intencionada en el proceso de obtención de los datos.
Por otra parte, la observación directa y continuada del ejercicio de la profesión
durante un período de tiempo prolongado proporciona un testimonio más exhaus-
tivo y cercano a la realidad. No obstante, desde un punto de vista experimental,
la aplicación exclusiva de métodos de tipo cualitativo para la recogida de eviden-
cia todavía sitúa la interpretación del investigador en un primer plano, limitando
la objetividad del estudio y el potencial de la investigación para generalizar los
datos.
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Hacia el extremo cualitatito: explorando los atributos de la traducción
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Diseños y métodos de investigación en traducción
rimento una respuesta verbal en la que el individuo relata verbalmente su expe-
riencia o describe un estado interno. Mientras que en los diseños clásicos basados
en la capacidad de interpretación del investigador la introspección se refiere a la
capacidad del estudioso para la reflexión teórica, en los diseños experimentales el
sujeto que se somete a la introspección y el investigador no son la misma persona.
En los diseños experimentales, la introspección permite investigar fenómenos
que se producen en la vertiente interna de la vida psíquica de los sujetos, facili-
tando un conocimiento más profundo de los procesos cognitivos que tienen lugar
en sus mentes mientras realizan ciertos actos. Por este motivo, se ha convertido en
un método especialmente apropiado para estudiar los procesos cognitivos impli-
cados en las tareas de traducción. La introspección facilita al investigador un mé-
todo sencillo para hacer visible la «caja negra» que contiene los procesos menta-
les del traductor durante la tarea de transferencia de una lengua a otra.
La principal limitación de los métodos introspectivos reside en el hecho de
que permiten analizar únicamente aquellos procesos de los que los sujetos son
conscientes. Esta técnica no permite, pues, estudiar la totalidad de los procesos
cognitivos que tienen lugar durante una tarea de traducción, puesto que deja sin
revelar aquellos procesos de carácter automático de los que los sujetos no son
conscientes. Otra crítica frecuente contra este tipo de métodos introspectivos se ha
basado en su incapacidad para proporcionar resultados objetivos, ya que los datos
obtenidos mediante introspección son a menudo imprecisos y poco consistentes.
Sin embargo, y a pesar de las críticas, la capacidad de la introspección para
acceder a la «caja negra» del traductor la ha convertido en uno de los métodos
de investigación más habituales en el estudio de los procesos de traducción.
Aparte de la introspección clásica (en la que el sujeto y el investigador son la
misma persona), otras técnicas de introspección frecuentes en el ámbito de la
traducción son los protocolos de pensamiento en voz alta y los protocolos re-
trospectivos. Algunas variantes de estas técnicas son los protocolos de diálogo
(Séguinot 1996), la retrospección inmediata (Fraser 1996), los diarios de traduc-
ción, los cuestionarios y las entrevistas. Una versión más sofisticada de la in-
trospección se realiza a través de programas informáticos (como el software
Translog) que permiten la recogida de datos durante el proceso de traducción
(Jääskeläinen 1999: 37).
Los protocolos de pensamiento en voz alta (generalmente conocidos por sus si-
glas en inglés TAPs, acrónimo de think-aloud protocols), comenzaron a utilizarse
en el ámbito de la traducción a finales de los 80 en Europa. Los primeros estudios
que usaron los TAPs se basaron en el marco teórico y metodológico definido en
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Hacia el extremo cualitatito: explorando los atributos de la traducción
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Diseños y métodos de investigación en traducción
puede estar presente durante la realización del experimento o esperar en una sala
contigua mientras éste se lleva a cabo. La elaboración de la traducción de forma
individual es la práctica más habitual. No obstante, muchos sujetos se sienten
extraños hablando en soledad y tienden a dejar de verbalizar. Para eliminar este
efecto, se desarrolló la variante del protocolo de diálogo, que consiste en la crea-
ción de parejas o grupos que pueden dialogar y discutir sus ideas durante la reali-
zación de la tarea (véase la siguiente sección 2.5.1.2 para una explicación más
detallada de este tipo de protocolo).
Junto a las diferencias individuales en la personalidad de los sujetos, existen
estudios que sugieren que la disposición para verbalizar nuestros pensamientos
también puede estar condicionada por factores como la diferencias tipológicas
entre las lenguas implicadas, o incluso por factores sociales o culturales (véase
Jääskeläinen 2011: 22). Por ejemplo, el hecho de que los finlandeses parezcan
tener menos problemas (Jääskeläinen 1999) que los daneses (Jakobsen 2003) para
verbalizar sus pensamientos puede deberse al hecho de que la traducción entre
lenguas de tipologías distintas (en este caso entre el danés como lengua indoeuro-
pea y el finés como lengua no indoeuropea) sea más compleja que entre lenguas
del mismo tipo. Es posible que la traducción entre lenguas de tipologías distintas
demande un mayor esfuerzo de procesamiento a nivel consciente que repercuta en
una mayor aportación de datos en los informes verbales. Por otra parte, se han
encontrado también diferencias entre variedades de una misma lengua, como en el
caso del chino. Existe evidencia que sugiere que mientras que los estudiantes de
Hong-Kong parecen tener dificultades para verbalizar sus pensamientos (Li y
Cheng 2007), los traductores profesionales de Taiwan lo hacen con la suficiente
libertad (Shih 2006). Jääskeläinen (2011) apunta que estas diferencias podrían
explicarse por la influencia de factores de tipo social o cultural, como el respeto
por la autoridad o la necesidad de preservar su intimidad.
Además de las variables individuales y culturales, otro factor que puede in-
fluir en la capacidad de los sujetos para informar verbalmente de sus pensamien-
tos es la complejidad de la tarea. Si la tarea a realizar requiere un gran esfuerzo
cognitivo, es posible que los sujetos empleen todos los recursos en el procesa-
miento de la tarea y dejen de verbalizar o produzcan informes verbales incomple-
tos (véase Ericsson y Simon 1987). Esta dificultad supone un gran obstáculo en el
estudio del proceso de traducción, donde los momentos de mayor esfuerzo cogni-
tivo adquieren una especial relevancia a la hora de identificar las áreas problemá-
ticas. Además, es posible que el tipo de tarea de traducción también influya en la
carga de esfuerzo cognitivo demandado. Así, se ha sugerido que existe la posibi-
lidad de que la traducción que requiere una menor intervención del traductor y un
porcentaje menor de modificaciones permita que los sujetos verbalicen más que
una traducción que requiera más modificaciones y, por tanto, implique un mayor
procesamiento a nivel consciente (cf. Jääskeläinen 2011: 22).
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Hacia el extremo cualitatito: explorando los atributos de la traducción
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Diseños y métodos de investigación en traducción
la que no está claro hasta qué punto el conocimiento requerido para traducir se
encuentra o no codificado verbalmente. Aunque está claro que la traducción im-
plica conocimiento lingüístico, parte del cual se encontrará posiblemente codifi-
cado a nivel verbal, los traductores también usan otros tipos de conocimiento (por
ejemplo, cultural, situacional y estratégico) cuya codificación y almacenamiento
no es tan claramente verbal. Otra de las condiciones para mejorar el análisis de la
tarea es asegurar la simplicidad de la misma, un postulado que, de nuevo, cuestio-
na la validez de los TAPs para la traducción. En su opinión, el análisis sería más
simple si se tradujeran oraciones en lugar de textos, si se hiciera en estricto orden
de izquierda a derecha y si, tanto la tarea como las estrategias implicadas, estuvie-
ran bien definidas desde un principio. Sin embargo, la traducción es en esencia
una actividad compleja, en la que normalmente se traducen textos enteros, no se
establece el orden en el que se lleva a cabo la tarea y en la que existen muchas
maneras distintas de proceder y un número heterogéneo de respuestas correctas.
Es más, la traducción siempre implica dos lenguas y dos culturas diferentes.
Pero quizás uno de los mayores inconvenientes a los que han tenido que en-
frentarse los investigadores en el uso de este método haya sido a la interferencia
que los TAPs provocan en el proceso de traducción. Existen datos que sugieren
que la necesidad de recodificar la información verbalmente provoca un retraso en
la traducción de hasta un 25% o un 30% (véase Krings 2001 y Jakobsen 2003). El
elevado porcentaje de retraso indica que en traducción hay menos información
verbalmente codificada de lo que en un principio se había asumido. Este aspecto
invalida el uso de este método en estudios en los que el tiempo es un parámetro
fundamental, como en el caso de los trabajos sobre los efectos de la presión por
falta de tiempo en traducción.
Otros efectos posibles de los TAPs en el proceso de traducción son la pro-
ducción de un porcentaje más elevado de errores tipográficos (Jakobsen 2003) y
un efecto degenerativo en la segmentación definida por pausas que puede provo-
car que los sujetos procesen el texto en unidades de menor extensión (Butterworth
1980, Schilperoord 1996). Según Krings (2001), al pensar en voz alta los sujetos
producen el texto en pasos más reducidos y de una forma menos lineal. Es más,
los sujetos trabajan con segmentos de texto más cortos, un dato que puede llegar a
afectar la coherencia textual. Bajo los efectos de los TAPs, los sujetos son poco
propensos a realizar cambios léxicos a gran escala, como omisiones o adiciones,
mientras que los cambios sintácticos o textuales se han visto menos afectados por
este método (cf. Jääskeläinen 1999).
Sin embargo, a pesar de la probada influencia de los TAPs en el proceso de
traducción, este método presenta también ventajas indiscutibles para el estudio de
dicho proceso. Uno de los beneficios más evidentes del uso de los TAPs reside en
su capacidad para proporcionar un análisis más completo de las diferentes etapas o
estadios del proceso de traducción. En los TAPs los sujetos comienzan a verbalizar
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Hacia el extremo cualitatito: explorando los atributos de la traducción
sus pensamientos desde el mismo inicio del proceso y dejan de verbalizar al termi-
nar el proceso de revisión del texto meta. Esta información cubre aspectos que no
pueden abarcar programas informáticos más sofisticados, como es el caso de Trans-
log. Los datos de dichos programas se basan en el registro de los movimientos del
teclado del ordenador, por lo que únicamente permiten percibir las dificultades
desde el momento en el que se comienza a redactar el texto meta hasta el momento
en el que se termina de redactar (véase el Capítulo 4 para una descripción más deta-
llada del funcionamiento de este tipo de programas). Esta limitación no existe en
los TAPs, que proporcionan información sobre los problemas y decisiones desde el
primer momento en el que el traductor comienza a leer el texto origen hasta el mo-
mento en el que termina su última revisión del texto meta.
Otra de las ventajas del uso de los TAPs reside en su potencial para propor-
cionar explicaciones explícitas de los datos, que ayudan al investigador a identifi-
car de una forma más precisa las causas de los problemas de traducción encontra-
dos. Los TAPs son especialmente útiles para proporcionar información sobre
aquellos aspectos del proceso (como los relativos a la fase de comprensión) a los
que los métodos centrados en la obtención de datos objetivos sólo permiten acce-
der mediante inferencias generadas a posteriori. Es más, autores como Börsch
(1986) o Dancette (1993) han resaltado que, pese a la incapacidad de los TAPs
para verificar hipótesis y generar datos objetivos, este método proporciona intere-
santes datos de carácter informal que pueden resultar de gran utilidad para generar
hipótesis e ideas.
Por otra parte, si bien se ha demostrado que los TAPs pueden influir negati-
vamente en el proceso de traducción, también existe evidencia que muestra cier-
tos efectos positivos del uso de este método, especialmente en la fase de revisión.
Así, hay autores que han argumentado que la revisión en voz alta parece ayudar a
algunos sujetos a percibir ciertos errores en su traducción que, de otro modo, hu-
bieran pasado inadvertidos (véase, por ejemplo, Jakobsen 2003).
Las ventajas aquí señaladas ayudan a equilibrar la balanza y contrarrestar las
numerosas críticas realizadas contra el uso de los TAPs en la investigación del
proceso de traducción. Para autores como Jääskeläinen (2011) muchos de los
problemas del uso de los TAPs se derivan principalmente de la aplicación de un
modelo de la psicología cognitiva que no había sido diseñado específicamente
para la traducción. Estos problemas, sin embargo, no invalidan por completo el
uso de este método en la investigación del proceso traslativo. Su aplicación tam-
bién ha mostrado beneficios que mantienen la puerta abierta al establecimiento de
un marco metodológico diseñado especialmente para el estudio del proceso de
traducción. Un modelo específico para la aplicación de los TAPs en traducción
permitiría determinar de forma definitiva la validez de este método como fuente
de información del proceso traslativo. Mientras tanto, conviene que los investiga-
dores tengan en cuenta que la elección del uso de los TAPs debe depender, en
79
Diseños y métodos de investigación en traducción
última instancia, del objetivo del estudio. Los protocolos de pensamiento en voz
alta se han empleado en una amplia variedad de estudios para investigar aspectos
como las diferencias en el proceso de traducción entre profesionales y estudiantes
(Barbosa y Neiva 2003, Tirkkonen-Condit 1990, 1996, Kiraly 1995, Jääskeläinen
1987, Gerloff 1988), los efectos de la presión por falta de tiempo en la traducción
(Jensen y Jakobsen 1998), las diferencias en el proceso entre traductores profe-
sionales, o estudiantes de traducción, y hablantes bilingües (Gerloff 1988), la
distribución de la atención consciente durante el proceso de traducción
(Jääskeläinen 1990), o las diferencias entre la traducción profesional directa e
inversa (Lorenzo 1999). En casi todos estos trabajos, su uso ha aportado informa-
ción valiosa en relación a las distintas competencias de los traductores. Sin em-
bargo, algunas de las limitaciones aquí señaladas, como el retraso en el proceso
de traducción o la imposibilidad de acceder a procesos automatizados, presentan
problemas evidentes para la investigación de algunos de los aspectos menciona-
dos. Por esta razón, la mayoría de los estudios han optado por combinar el uso de
los TAPs con otros métodos que arrojen datos más objetivos, como pueden ser el
programa informático Translog o el lector de movimientos oculares.
80
Hacia el extremo cualitatito: explorando los atributos de la traducción
Los diseños que usan la retrospección como método de estudio han ganado im-
portancia recientemente en los trabajos que investigan los procesos cognitivos
implicados en la traducción y la interpretación. En realidad, al igual que los pro-
tocolos de pensamiento en voz alta, la retrospección es también un método de
carácter introspectivo, puesto que permite el acceso a los procesos cognitivos de
los sujetos a través de sus propios testimonios o informes. La principal diferencia
entre ambos métodos es que la retrospección no se realiza durante la tarea sino
81
Diseños y métodos de investigación en traducción
una vez que ésta ha finalizado. De este modo, no interfiere en la realización de la
misma y no tiene efectos sobre el proceso, proporcionando así una mayor validez
ecológica al experimento.
No obstante, en los estudios de traducción es posible encontrar un método de
carácter retrospectivo que puede ejercer cierta influencia en el proceso de traduc-
ción. Nos referimos al método integrado de informe de problemas y decisiones
(en inglés, IDPR) propuesto por Gile (2004). Este método se planteó en primera
instancia como herramienta didáctica para fomentar la conciencia de los alumnos
sobre los componentes del proceso de traducción y promover sus esfuerzos para
mejorar la calidad de sus traducciones. Consiste en pedir a los alumnos que des-
criban, bien en notas a pie de página, bien en un informe emitido al terminar la
tarea, los problemas de traducción encontrados, las estrategias empleadas para
resolverlos, las herramientas y recursos consultados y las decisiones tomadas.
Tiene la ventaja de que el investigador puede leer los comentarios inmediatamen-
te después de terminar la traducción y no necesita intervenir durante el proceso
porque las instrucciones se proporcionan al inicio de la tarea. No obstante, desde
el punto de vista de los sujetos, recibir las instrucciones con anterioridad a la tarea
puede causar ciertos inconvenientes, aumentando la posibilidad de interferencias
en el proceso de realización de la misma. Por otra parte, lo que el sujeto describe
en este tipo de protocolos depende de lo que conscientemente considere relevante
o se sienta motivado a escribir, por lo que es muy probable que la información
proporcionada sea incompleta (véase Göpferich y Jääskeläinen 2009).
El uso de la retrospección se basa en el supuesto de que parte de la informa-
ción de la memoria de trabajo de los sujetos al realizar una determinada tarea se
almacena en la memoria a largo plazo y, por lo tanto, puede recuperarse más tar-
de. Así pues, la retrospección es más fácil si la duración de la tarea ha sido breve
y si ha transcurrido poco tiempo desde su finalización. De hecho, existe evidencia
que demuestra que únicamente se recuerda con total exactitud la información
sobre los procesos de tareas que no superan los diez segundos. En tareas con una
duración entre cinco y diez minutos, la exactitud de la información se reduce al
aumentar la probabilidad de olvido. Esta limitación es, sin duda, un grave incon-
veniente para aplicar la retrospección a tareas de traducción, ya que éstas a menu-
do requieren bastante tiempo para su realización. Cuando los sujetos terminan la
traducción, es muy probable que hayan olvidado lo que estaban pensando al co-
mienzo del proceso y, para suplir esta deficiencia, tienden a especular sobre lo
que creen que deberían haber estado pensando (véase Englund Dimitrova y Tise-
lius 2009: 110-1).
Otro inconveniente general de la retrospección es que, al igual que ocurre con
los protocolos de pensamiento en voz alta, no permite el recuerdo completo de
toda la información, puesto que los sujetos sólo pueden acceder a aquellos proce-
sos de los que son conscientes. Es más, los recuerdos se someten inevitablemente
82
Hacia el extremo cualitatito: explorando los atributos de la traducción
83
Diseños y métodos de investigación en traducción
miento de trabajo comienza asignando a los participantes la realización de una
tarea de traducción. El proceso de elaboración de esta tarea puede o no grabarse
mediante el uso de un programa de ordenador (como por ejemplo, el software
Translog) que registra en tiempo real el proceso de escritura de la traducción re-
cogiendo cada una de las pulsaciones efectuadas por el traductor. Una vez finali-
zada la tarea, el investigador, que ha podido o no estar presente durante el proceso
de traducción, inicia un diálogo con el sujeto sobre el desarrollo de dicho proceso.
El principal objetivo de este diálogo es comentar los problemas y dificulta-
des surgidas durante la tarea y exponer las estrategias y decisiones adoptadas
para resolverlas. Si el proceso se ha grabado mediante el uso de un programa
como Translog, su función de reproducción permite al sujeto visualizar el texto
origen y el proceso de escritura del texto meta en la pantalla del ordenador mien-
tras comenta todo lo que acontecía en su mente durante la traducción. En este
caso, el investigador inicia el diálogo inmediatamente después de que los sujetos
terminen de elaborar sus comentarios sobre el proceso visualizado. Todos los
comentarios realizados durante la reproducción del proceso y el diálogo con el
investigador se graban y más tarde se transcriben para poder analizarlos. En
aquellos trabajos que el diseño experimental lo requiera (como en el caso del
trabajo de Hansen (2006), en el que primero era necesario completar la evalua-
ción de las traducciones y el análisis de los comentarios) es posible usar un diá-
logo retrospectivo «retardado», que puede realizarse una o dos semanas después
de llevar a cabo los experimentos.
El diálogo retrospectivo permite al investigador alcanzar una visión más
completa y exhaustiva del comportamiento de los sujetos durante el proceso, pro-
porcionando explicaciones plausibles para sus actos y decisiones. Su uso no evita
las dificultades para discriminar los procesos reales de los generados de manera
concurrente a la posterior visualización del proceso. No obstante, en combinación
con Translog presenta indudables ventajas para la investigación del proceso de
traducción. Por una parte, el programa informático proporciona una serie de datos
empíricos de carácter objetivo (por ejemplo, número de pausas, retrocesos, elimi-
naciones, inserciones, etc.) que nos permiten localizar la existencia de problemas
y la búsqueda de posibles soluciones. Por otra parte, el diálogo inmediatamente
posterior a la tarea de traducción suministra comentarios de carácter introspectivo
que facilitan el acceso a la mente de los sujetos y sugieren posibles explicaciones
para dichos datos empíricos. El contraste de estos comentarios con la información
objetiva de Translog facilita la triangulación de los datos y contribuye a la valida-
ción de los métodos de tipo retrospectivo, contrarrestando los efectos vinculados a
estos métodos en lo relativo a la distorsión en la percepción que los sujetos tienen
de lo realizado, sentido o procesado. Es más, una de las mayores ventajas del uso
del diálogo retrospectivo consiste en que, al igual que la mayoría de métodos
retrospectivos, no interfiere en el proceso de traducción.
84
Hacia el extremo cualitatito: explorando los atributos de la traducción
Otro método que sirve para completar los datos sobre el proceso obtenidos me-
diante la introspección, la retrospección y/o los métodos cuantitativos más objeti-
vos son los cuestionarios. Los cuestionarios pueden diseñarse específicamente
para un estudio, con el objetivo de obtener información detallada sobre un aspecto
particular que resulte de interés para la investigación desarrollada. Un ejemplo de
este tipo de cuestionario es el empleado por Bergen (2006, 2009) en su trabajo
sobre el papel desempeñado por la metacognición y el conflicto cognitivo en el
desarrollo de la competencia traductora. Este cuestionario en concreto se diseñó
para obtener información sobre el concepto particular que los alumnos tienen de
la traducción, pero cada investigador puede diseñar sus propios cuestionarios
según los objetivos de su estudio.
Otra posibilidad consiste en usar cuestionarios ya validados y empleados en
otras investigaciones similares, ya sea en el mismo campo o en áreas afines. Un
ejemplo es el uso que los estudios sobre la presión del tiempo en interpretación
hacen de los cuestionarios psicológicos para medir el estrés. Así por ejemplo,
Moser-Mercer et al. (1998) utilizan un cuestionario psicológico (Reicherts y Pe-
rrez 1994) que mide el estrés a través de las respuestas de los sujetos a 18 situa-
ciones estresantes hipotéticas. Kurz (1997), Jiménez y Pinazo (2001), y Moser-
Mercer (2003) usan el test psicológico STAI (State-Trait Anxiety Inventory) que
sirve para medir el nivel de estrés que tiene el sujeto en estado normal y en un
momento preciso. Riccardi, Marinuzzi y Zecchin (1998) emplean el Cuestionario
de Escala de Ansiedad ASQ y la Escala de Depresión CDQ del MMPI-2 (Inventa-
rio Multifásico de Personalidad de Minesota) para contrastar los niveles de ansie-
dad de estudiantes de interpretación frente a profesionales, antes y después de una
conferencia.
85
Diseños y métodos de investigación en traducción
Los diarios de traducción son un método muy similar al mencionado método
integrado de informe de problemas y decisiones propuesto por Gile (2004). En la
era digital moderna, los diarios de investigación han adquirido múltiples modos
de capturar los datos y desarrollar su potencial de análisis. Desde el formato está-
tico en papel y en blanco y negro, los diarios han evolucionado hasta una versión
en color de los programas de ordenador de carácter más dinámico e interactivo.
Pero tanto si se les denomina diarios, notas de campo, libros de laboratorio, blogs
o memorias externas, todos ofrecen un método para registrar los datos basado en
la observación de los participantes. En los diarios también se pide a los sujetos
que describan, normalmente al terminar la tarea de traducción, los problemas
encontrados y las estrategias adoptadas para resolverlos. Es posible que el inves-
tigador requiera, al mismo tiempo, información adicional que considere de rele-
vancia para su estudio, como la estrategia de traducción global que dirigió sus
decisiones o las herramientas y recursos empleados. Al igual que el método de
Gile, los diarios se han empleado sobre todo como herramienta didáctica para
fomentar el pensamiento crítico de los alumnos y su capacidad para la auto-
reflexión (Bergen 2009). Además, los diarios también fomentan la capacidad de
auto-evaluación e incrementan el nivel de confianza de los alumnos, ayudándoles
a asumir la responsabilidad de sus propias decisiones (Fox 2000). Por otra parte,
resultan igualmente beneficiosos para el profesor, puesto que le proporcionan un
medio de acceso a los errores y deficiencias en el aprendizaje de cada alumno de
forma individual.
No obstante, los diarios plantean problemas similares a los señalados en el
uso del método integrado de informe de problemas y decisiones. Los datos obte-
nidos mediante los diarios proporcionan una visión parcial del proceso, puesto
que los alumnos comentarán únicamente aquellos aspectos de los que sean cons-
cientes o sobre los que se sientan motivados a escribir. Es más, aunque ciertos
autores (como por ejemplo, Fox 2000) creen que informar al profesor sobre sus
dificultades y logros confiere a los alumnos un sentimiento de confianza y seguri-
dad, es posible que algunos se sientan intimidados al saber que el profesor leerá
sus comentarios y eviten escribir lo que podría ser un error.
Una manera para asegurar la precisión y monitorización de los comentarios
registrados en los diarios consiste en complementar su uso con un informe en voz
alta que los alumnos deben realizar en clase una vez que han entregado sus tra-
ducciones. Saber que deben defender sus traducciones en público motiva a los
alumnos a reflexionar más detenidamente sobre las decisiones tomadas y a man-
tener un registro más detallado de la información para poder justificar dichas de-
cisiones (Fox 2000).
86
Hacia el extremo cualitatito: explorando los atributos de la traducción
En este capítulo hemos revisado los principales tipos de diseños y métodos emplea-
dos en la investigación cualitativa desarrollada en traducción e interpretación. Al-
gunos de los métodos examinados aquí pueden emplearse también en trabajos de
investigación de índole cuantitativa. Sin embargo, se han clasificado como cualita-
tivos porque están específicamente diseñados para obtener información de índole
verbal que nos permita explorar la naturaleza y atributos del fenómeno estudiado.
La elección del método más apropiado depende de factores intrínsecos a la investi-
gación, como el tema y los objetivos del estudio. Algunos diseños y métodos son
más adecuados para discutir aspectos teóricos, otros son más apropiados para anali-
zar la adquisición y desarrollo de la competencia traductora y otros presentan claras
ventajas para el estudio de los procesos cognitivos implicados en la traducción.
Cada uno de los diferentes diseños y métodos aporta una serie de beneficios para un
tipo determinado de estudio, pero también plantea dificultades que apuntan a la
necesidad de validar su uso mediante diseños cuantitativos más rigurosos y objeti-
vos. Los dos capítulos siguientes se dedican precisamente a la revisión de este tipo
de diseños basados en un análisis más cuantitativo y objetivo de los datos.
Proyectos
87
Diseños y métodos de investigación en traducción
4. Identifica cuáles de los siguientes métodos de investigación podrían em-
plearse en un diseño cualitativo y justifica tu razonamiento:
88
3
Hacia el extremo cuantitativo:
el corpus y la encuesta
89
Diseños y métodos de investigación en traducción
3.1. La cantidad no está reñida con «la calidad» del análisis
en el diseño metodológico
90
Hacia el extremo cuantitativo: el corpus y la encuesta
nal solo pudo mostrar, además de sus esfuerzos en torno a grandiosas teorías, una pila
inerte de arcilla.
(Bayles y Orland 2001, traducción de la contraportada de su libro disponible en:
http://refugioantiaereo.com/2006/05/¿calidad-o-cantidad?)
91
Diseños y métodos de investigación en traducción
sado lo suficiente (variables intervinientes). Un tipo especial de variable indepen-
diente es la variable control, que se define como aquella cuyos valores se contro-
lan para asegurar que los cambios en ella no son los que explican o provocan los
cambios en los valores de la variable dependiente (por ejemplo, la edad, el sexo o
los niveles de ansiedad normales de los traductores pueden alterar los niveles de
presión experimentados por los sujetos y, por tanto, ejercer un efecto sobre la
calidad de la traducción). Las variables independientes y dependientes se relacio-
nan para dar respuesta a una pregunta de investigación (por ejemplo, ¿Qué in-
fluencia ejerce la presión por falta de tiempo sobre la calidad de la traducción?)
y/o para formular una predicción (por ejemplo, el incremento de la presión por
falta de tiempo tiene un efecto negativo en la calidad de la traducción o un mayor
nivel de experiencia permite controlar mejor los efectos de la presión por falta de
tiempo en la traducción).
En el caso del siguiente estudio de Lamberger-Felber y Schneider (2008) so-
bre el nivel de interferencia lingüística (INT) en interpretación simultánea (IS), la
variable dependiente sería la frecuencia de aparición de interferencias y la inde-
pendiente las diferentes condiciones de trabajo (con el apoyo visual del texto es-
crito y con preparación previa del mismo):
Una vez definidas las variables del estudio, otro de los primeros pasos a seguir en
la investigación cuantitativa consiste en seleccionar el conjunto de datos o indivi-
duos que se desea estudiar. Aunque lo ideal sería abarcar la totalidad de datos o
miembros de una población, la realidad (por problemas de tiempo, recursos o
accesibilidad) a menudo obliga al investigador a seleccionar una muestra o sub-
92
Hacia el extremo cuantitativo: el corpus y la encuesta
93
Diseños y métodos de investigación en traducción
orden. En el ejemplo propuesto, si la lista de alumnos tuviera 1.000 miembros y
quisiéramos seleccionar 100, podríamos usar la lista para elegir al azar uno de los
primeros 10 nombres y a partir de aquí seleccionar el alumno en la décima posi-
ción. Este tipo de muestreo puede aplicarse en la mayoría de situaciones, pero
siempre es conveniente comprobar que la población no muestra patrones periódi-
cos que condicionen la muestra. Por ejemplo, si trabajamos con un listado organi-
zado de forma que cada diez individuos los primeros cinco siempre son mujeres y
los siguientes cinco hombres, y seleccionamos un individuo cada diez, al final
nuestra muestra sólo tendría una población masculina.
En el muestreo por conglomerados se identifican los subgrupos naturales en
los que se divide una población y se generan muestras al azar dentro de cada uno
de los subgrupos. La diferencia con el muestreo por estratos es que mientras que
los estratos son homogéneos y diferentes entre sí, en el muestreo por conglomera-
dos los subgrupos son heterogéneos (puesto que representan la variabilidad de la
población total) y muy parecidos entre sí. Este tipo de muestreo es especialmente
útil cuando no existe una lista de elementos de la población o no se tiene acceso a
ella. Si retomamos el ejemplo anterior, el investigador puede elegir una muestra
de cada uno de los cursos académicos que componen la formación en traducción e
interpretación, seleccionando al azar una clase de cada uno de los diferentes nive-
les. También podría elegir al azar un número determinado de alumnos dentro de
cada una de las clases.
En aquellas ocasiones en las que la selección al azar no es posible, el investi-
gador puede optar por un muestreo no probabilístico que le permita seleccionar
de antemano los elementos de la población que considera más idóneos para el
estudio. El muestreo no probabilístico incluye todos aquellos métodos para los
que no es posible calcular la probabilidad de extracción de la muestra. Normal-
mente, este tipo de muestreo se basa en la experiencia previa de alguien con la
población y en ocasiones se usa como guía para tomar más tarde una muestra
aleatoria. Aunque el uso del muestreo probabilístico contribuye a incrementar el
potencial de generalización de los resultados, lo cierto es que una gran parte de la
investigación en traducción utiliza muestras no probabilísticas en forma de mues-
treo por conveniencia. Este tipo de muestreo selecciona a los elementos de la
población que se encuentran disponibles porque son de acceso fácil. El muestreo
por conveniencia es típico en las investigaciones conducidas por profesores uni-
versitarios que normalmente usan los alumnos de sus propias clases como mues-
tras. El problema es que los resultados pierden potencial de generalización. En
nuestro ejemplo sobre el alumnado de traducción e interpretación, si el investiga-
dor utilizara tan sólo los alumnos de dos de sus clases con la intención de investi-
gar su motivación para estudiar esta carrera, probablemente encontraría informa-
ción de indudable utilidad para su docencia e incluso para la de todo el grado. El
problema es que sería difícil extrapolar los resultados al resto de la población, es
94
Hacia el extremo cuantitativo: el corpus y la encuesta
95
Diseños y métodos de investigación en traducción
ño de la muestra no garantiza un aumento proporcional en la precisión de los da-
tos. Algunos de los tamaños mínimos sugeridos para las muestras son: en los es-
tudios basados en encuestas, se considera que cada uno de los subgrupos principa-
les debe contener como mínimo 100 casos y los subgrupos secundarios entre 20 y
50. En los diseños experimentales, se establece que debe haber al menos 30 parti-
cipantes en cada grupo (véase Lewin 2011: 223). En los estudios de corpus, aun-
que no parece existir acuerdo sobre el tamaño ideal de la muestra, se han desarro-
llado fórmulas estadísticas para calcular el umbral mínimo de representatividad de
un corpus o su tamaño ideal (véase Yang et al. 2002). Todas estas cifras son, sin
embargo, estimaciones para muestras de un tamaño óptimo que no siempre es
posible alcanzar en la práctica. Por ejemplo, la mayoría de los experimentos reali-
zados con traductores e intérpretes profesionales emplean una muestra que no
supera los 10 sujetos por grupo (en ocasiones 5 o incluso menos). El tamaño re-
ducido de estas muestras es comprensible si tenemos en cuenta que, a excepción
de la minoría que compagina su trabajo de traductor o intérprete con la docencia
en la universidad, acceder a estos sujetos es sumamente difícil, pero más aún lo es
convencerles para que empleen parte de su tiempo en tareas de investigación «no
remuneradas».
96
Hacia el extremo cuantitativo: el corpus y la encuesta
razón. La distinción entre estos tipos de escala es uno de los elementos que de-
termina la elección del método estadístico más apropiado para el análisis.
Las variables nominales son variables numéricas con valores que representan
una categoría o identifican un grupo de pertenencia sin que exista un orden lógi-
co. Por ejemplo, podemos agrupar a los participantes según sean únicamente ha-
blantes bilingües o traductores profesionales. En este caso, para el análisis esta-
dístico podríamos codificar los datos asignando un 1 a los bilingües y un 2 a los
traductores profesionales. Pero independientemente de que nosotros pertenezca-
mos a uno u otro grupo, no podemos afirmar que uno es mayor que el otro.
Las variables ordinales son variables numéricas con valores que representan
una categoría o identifican un grupo de pertenencia contando con un orden lógico.
Este tipo de variables nos permite identificar si una categoría es mayor o menor
que otra, pero no podemos determinar las distancias entre ellas porque no son
cuantificables. Un ejemplo de este tipo de variable es el nivel de educación. De
esta forma, si usamos alumnos de traducción con distintos niveles de formación,
podríamos codificar los datos de la siguiente manera: alumnos de primer año de
grado (1), de último año de grado (2) y alumnos de posgrado (3).
Las variables de intervalo son variables numéricas con valores que represen-
tan magnitudes y muestran la misma distancia entre los números de la escala. Este
tipo de variables nos permite realizar comparaciones, establecer un orden dentro
de sus valores y medir la distancia existente entre cada valor de la escala. Las
variables de intervalo carecen de un cero absoluto, por lo que no es posible reali-
zar operaciones como la multiplicación o la división. Las variables de razón son
exactamente iguales que las de intervalo, con la salvedad de que cuentan con el
valor 0 absoluto, por lo que permiten realizar cualquier tipo de medición u opera-
ción. Debido a la similitud entre estos dos tipos de variables, el programa de aná-
lisis estadístico SPSS las ha unido en una variable denominada escala, que inclu-
ye todas aquellas variables cuyos valores representan magnitudes, cuenten o no
con un cero absoluto. Un ejemplo de esta variable de escala es el tiempo de dura-
ción de las pausas o de las fijaciones oculares de los traductores al realizar una
tarea de traducción. En este tipo de escala podemos decir que la distancia entre 12
y 14 milisegundos es la misma que existe entre 16 y 18 milisegundos. Los valores
de las variables de escala son aptos para el análisis estadístico porque tienen valo-
res continuos.
La codificación de datos cualitativos obtenidos mediante instrumentos como
los cuestionarios o los protocolos de pensamiento en voz alta es posible tras su
organización en categorías cuantificables (podemos, por ejemplo, contabilizar los
distintos tipos de problemas encontrados al realizar una traducción). Sin embargo,
conviene tener en cuenta que la codificación de este tipo de datos cualitativos
siempre resulta más problemática que la codificación de datos cuantitativos.
Además de requerir más tiempo y esfuerzo por parte del investigador, el proceso
97
Diseños y métodos de investigación en traducción
de codificación de los datos cualitativos implica inevitablemente el punto de vista
subjetivo de la persona que codifica los datos. Después de todo, la interpretación
del significado o contenido de los datos cualitativos depende en última instancia
del investigador que codifica los datos. Por esta razón, y especialmente en aque-
llos casos en los que existe más de un investigador codificando los datos, es con-
veniente usar una medida estadística que nos ayude a asegurar la consistencia y
fiabilidad de los mismos. Un ejemplo de este tipo de medidas es el índice kappa
de Cohen, que nos permite establecer la media del nivel de concordancia existente
entre un conjunto de datos, relacionando el acuerdo que exhiben los observadores
con el acuerdo potencial que se puede esperar sin intervención del azar. Aunque
no existe acuerdo sobre el índice de kappa que puede considerarse
como indica-
dor de una buena concordancia,
en una escala del 0 al 1 se considera generalmente
como aceptable un valor mayor o igual a 0,40 y excelentes los valores superiores
a 0,75.
98
Hacia el extremo cuantitativo: el corpus y la encuesta
estadística (véase Phakiti 2010 para una descripción más detallada del análisis de
datos cuantitativos).
La estadística descriptiva nos permite explorar los datos para describir el estado
de las cosas antes de buscar explicaciones sobre las causas de determinados fe-
nómenos. Un ejemplo típico de este tipo de estadística es el uso de la media de los
resultados de todos los alumnos que realizan un test para mostrar el nivel general
de toda la clase. Las explicaciones acerca de las causas de dicho nivel requieren
un análisis más detallado de la relación de estos datos con variables que puedan
explicarlos, como el método didáctico empleado o la motivación del alumnado.
La estadística descriptiva incluye tres medidas básicas: las medidas de frecuencia,
la tendencia central y la dispersión. La frecuencia absoluta de una variable esta-
dística es el número total de veces que el valor aparece en la muestra. Como la
frecuencia absoluta está influida por el tamaño de la muestra (si aumenta el tama-
ño de la muestra, también aumenta la frecuencia absoluta), para realizar compara-
ciones es necesario utilizar una medida de frecuencia relativa. La medida de fre-
cuencia relativa más empleada calcula la frecuencia en términos de tantos por
ciento y se denomina porcentaje.
La tendencia central nos ayuda a describir la agrupación de los datos alrede-
dor de un valor central. Las tres medidas más comunes de tendencia central son la
media, la mediana y la moda. La media es la más conocida y se calcula sumando
todos los valores de una variable y dividiendo la suma por el número de valores
(por ejemplo, la media de los valores 2 4 6 8 10 es 6 (30/5 = 6)). La mediana es el
valor que divide el conjunto exactamente en dos mitades (por ejemplo, en el con-
junto de datos anterior la mediana también es 6, pero en el conjunto 2 3 4 5 7 25,
la mediana es 4,5). La mediana es especialmente útil cuando la media se encuen-
tra distorsionada por un caso extremo o atípico que conviene eliminar de la mues-
tra. La moda es el valor que ocurre más frecuentemente en el conjunto de datos
(por ejemplo, en la serie 2 2 2 6 8 10 la moda es 2). Cuando todos los valores
tienen la misma frecuencia, no hay moda.
Las medidas de tendencia central nos proporcionan información valiosa sobre
la agrupación de los datos, pero no nos dicen nada sobre el carácter homogéneo o
heterogéneo de los mismos. De hecho, la misma media puede derivarse de una
muestra homogénea (2 2 2 4 4 4) y de una heterogénea (2 3 1 6). Para proporcio-
nar este tipo de información, se usan las medidas de dispersión, que sirven para
describir la distribución o variabilidad de los datos a partir de la tendencia central.
Las medidas de dispersión más usadas son la desviación típica o estándar y la
varianza. La desviación típica sirve para describir el promedio de fluctuación de
99
Diseños y métodos de investigación en traducción
los datos respecto a su media y la varianza nos permite identificar el promedio de
la diferencia que hay entre cada uno de los valores respecto a su punto central. En
términos matemáticos, la varianza es la media de las desviaciones al cuadrado (es
decir, los cuadrados de las diferencias entre cada valor de la variable y la media
aritmética de la distribución), y la desviación típica es la raíz cuadrada de la va-
rianza.
En el siguiente estudio de Timarová et al. (2011) sobre el lapso de tiempo en
interpretación, los autores defienden la necesidad de ampliar el análisis descripti-
vo de los datos más allá de la media:
100
Hacia el extremo cuantitativo: el corpus y la encuesta
101
Diseños y métodos de investigación en traducción
las no paramétricas. La elección de un tipo u otro de pruebas está determinada por
un conjunto de supuestos estadísticos que deben cumplirse antes de aplicar el
análisis y que garantizan el máximo rendimiento del mismo. Las pruebas paramé-
tricas son las más poderosas. Su máximo potencial se exhibe cuando los datos
cumplen los siguientes requisitos básicos: siguen una distribución normal, mues-
tran valores continuos o agrupados en intervalos y exhiben independencia de los
valores en las diferentes medidas. A diferencia de las pruebas paramétricas, que
requieren conocer la distribución de los datos, las no paramétricas pueden reali-
zarse sin conocer dicha distribución. Son, por tanto, aptas para aquellos datos que
no cumplen con el supuesto de distribución normal y muestran valores discretos,
frecuencias o rangos de valores. Aunque las pruebas paramétricas son las más
usadas en la investigación cuantitativa, las no paramétricas son especialmente
útiles para analizar datos de naturaleza dicotómica.
A continuación, se presentan algunas de las pruebas más habituales en las
ramas más aplicadas de la lingüística y la traductología. En el caso de diseños
experimentales que comparan dos grupos con relación a una variable cuantitativa
(por ejemplo, el número de errores en traductores profesionales vs. hablantes bi-
lingües), las pruebas más habituales son la t de Student y el análisis de varianza
(ANOVA). Tanto la t de Student como el ANOVA tradicional son pruebas para-
métricas que exigen que la variable estudiada siga una distribución normal y que
la dispersión sea homogénea (es decir, que la mayoría de los valores se acerquen
a la media de la variable). Sin embargo, las dos pruebas difieren en el parámetro
usado para la comparación. En la t de Student la comparación se realiza a través
de la media y su distribución estándar. Existen dos tipos diferentes: la t de Student
para muestras independientes, usada para comparar la media de dos grupos dentro
de una misma variable dependiente (por ejemplo, el número de errores en estu-
diantes vs. profesionales de la traducción) y la t de Student para muestras depen-
dientes, empleada para comparar las medias de un mismo grupo en diferentes
etapas (por ejemplo, el número de errores en traductores profesionales antes y
después de reducir el tiempo disponible para la realización de la traducción).
En el ANOVA la comparación se realiza a través de la «varianza» de la va-
riable numérica en cada grupo. El ANOVA compara la variación entre las medias
de los dos grupos y las compara con la variación dentro de cada grupo. Si las
diferencias de varianza entre cada grupo son mayores que las diferencias dentro
de cada grupo, seguramente existen diferencias significativas entre los grupos que
no son debidas al azar. Existe también un análisis de ANOVA multivariado
(MANOVA), en el cual se compara más de una variable dependiente o numérica
en dos o más grupos y un análisis de ANOVA de medidas repetidas, en el que la
variable dependiente se mide en más de una ocasión para cada sujeto.
En diseños experimentales que miden la relación entre dos variables cuantitati-
vas se suele usar el coeficiente de correlación de Pearson o el análisis de regre-
102
Hacia el extremo cuantitativo: el corpus y la encuesta
sión. Cuando los datos son nominales y/o ordinales y muestran una desviación mar-
cada de la distribución normal, se usan pruebas no paramétricas, como la prueba
Chi-cuadrado (que nos permite determinar si existe una relación entre dos variables
de una única muestra), la prueba U de Mann-Withney (para comparar dos muestras
independientes), la prueba de Kruskal-Wallis (para comparar varias muestras inde-
pendientes), la prueba de Wilcoxon (para comparar dos muestras relacionadas) o la
prueba de Friedman (para comparar varias muestras relacionadas).
El siguiente ejemplo ilustra el tipo de descripción de los resultados obtenidos
mediante una de estas pruebas. Se trata del trabajo de Vandepitte y Hartsuiker
(2011) y describe los resultados obtenidos mediante la aplicación de una ANOVA
para comparar los tiempos de reacción o latencias de respuesta de dos grupos de
sujetos (con instrucción previa vs. sin instrucción) a la hora de traducir dos tipos
de construcciones diferentes (con un agente prototípico vs. un agente no prototí-
pico):
Cada una de las pruebas presentadas tiene una notación característica que
proporciona información sobre los resultados. En este ejemplo concreto, la
ANOVA se describe mediante la obtención de un estadístico F con una notación
que nos indica los grados de libertad en la distribución de la muestra entre parén-
tesis (1, 21). El primero de estos grados nos indica la variación entre-grupos y el
segundo la variación intra-grupos. Se leería «F con 1 grado de libertad para el
numerador y 21 grados de libertad para el denominador es igual a 27,7 y es signi-
ficativa al nivel de p < 0,001».
A pesar de que la complejidad de este tipo de notaciones y de los conceptos
matemáticos implicados puede actuar de revulsivo para los investigadores sin
conocimientos estadísticos, es importante recordar que una gran parte de los in-
vestigadores recurren a expertos en estadística que realizan e interpretan las prue-
bas para ellos. La breve descripción aquí proporcionada del análisis estadístico es
una simplificación de la aplicación y potencial de las pruebas y conceptos men-
cionados. Muchas otras pruebas y nociones se han quedado aún en el tintero, pero
103
Diseños y métodos de investigación en traducción
nuestra intención ha sido fundamentalmente la de familiarizar al lector con algu-
nas de las más básicas y frecuentes en el tipo de estudios que nos ocupa. No obs-
tante, conviene tener en cuenta que su correcta aplicación en el análisis de los
datos requiere conocimientos de estadística cuya explicación excede los límites de
espacio y objetivos del presente manual. Por esta razón, los investigadores que no
poseen los conocimientos necesarios no deben dudar en recurrir a la ayuda de
expertos en estadística para que lleven a cabo el análisis o les proporcionen aseso-
ramiento sobre el tipo de pruebas a realizar.
104
Hacia el extremo cuantitativo: el corpus y la encuesta
105
Diseños y métodos de investigación en traducción
El tiempo de duración del estudio también es un factor que condiciona el tipo
de diseño de investigación. Si los datos se recogen en un solo momento y en un
tiempo único, el diseño se denomina transversal. En este tipo de diseño los datos
recopilados se usan para describir las variables y analizar su incidencia y relación
en un punto definido en el tiempo. Cuando los datos se recogen en distintos mo-
mentos temporales a lo largo de un período de tiempo más amplio, el diseño se
denomina longitudinal. El objetivo fundamental de este tipo de diseños es el de
usar los datos para hacer inferencias respecto al cambio, sus determinantes y con-
secuencias. No obstante, los diseños longitudinales son más costosos en términos
no sólo de tiempo, sino también de esfuerzo y dedicación del investigador.
La manera en la que se lleva a cabo el estudio está relacionada con los ins-
trumentos empleados en la investigación. Los instrumentos de análisis también
desempeñan un papel decisivo en la elección del diseño, ya que la investigación
de tipo cuantitativo descansa en el supuesto de que una interpretación coherente y
significativa de los datos depende de la validez y el nivel de confianza de los ins-
trumentos de análisis. En este capítulo y en el siguiente se revisan las característi-
cas de los tipos de diseño definidos por los instrumentos o técnicas de uso más
habitual en las investigaciones de traducción de tendencia más cuantitativa: el
corpus, la encuesta y los instrumentos de recopilación de datos cuantitativos en el
laboratorio, como el programa Translog, el lector de movimientos oculares o las
técnicas de análisis neurológico.
La mayor parte de las críticas hacia los métodos cuantitativos provienen de ámbi-
tos en los que es difícil establecer sistemas cerrados e inalterables (véase Jones
2011). Los fenómenos de las ciencias naturales constituyen ejemplos excelentes
de sistemas cerrados definidos por la regularidad de su comportamiento natural.
Una predicción fiable requiere que la naturaleza intrínseca de los mecanismos que
originan las causas y la relación entre estos mecanismos y las condiciones exter-
nas permanezca constante. De esta forma, podemos predecir las mareas porque
sabemos que la posición relativa de la luna y el sol respecto a ciertos puntos en la
superficie de la tierra varía de forma constante, no sufre estrés ni alteraciones
mentales o emocionales, y no puede ser manipulada intencionadamente por el
investigador. Por el contrario, las ciencias humanas y sociales constituyen siste-
mas abiertos, condicionados por la propensión de los seres humanos a sufrir alte-
raciones físicas y mentales y por su capacidad para provocar cambios en la confi-
guración de los sistemas. No obstante, la dificultades para encontrar regularidades
universales en los sistemas sociales no quiere decir que no existan mecanismos
106
Hacia el extremo cuantitativo: el corpus y la encuesta
107
Diseños y métodos de investigación en traducción
lisis más cuantitativo. Se han seleccionado, concretamente, los tres tipos de dise-
ño cuantitativo o mixto más relevantes para nuestra área de estudio: los diseños
basados en la encuesta, los diseños basados en el uso de corpus y los diseños ex-
perimentales. Como ya se indicó al inicio del presente capítulo, en las secciones
siguientes se revisan los diseños basados en la encuesta y los basados en el uso de
corpus. El método experimental se examina en el capítulo siguiente. Los tres mé-
todos requieren un diseño riguroso y sistemático con un formato definido por una
serie de pasos cuidadosamente establecidos para la ejecución del análisis. A con-
tinuación, se resumen las principales características y fases de cada uno de los
diseños.
Los pasos que debe seguir un diseño basado en la encuesta son muy parecidos a
los encontrados en otras metodologías, aunque también presenta ciertos rasgos
108
Hacia el extremo cuantitativo: el corpus y la encuesta
propios referidos, sobre todo, al tipo de instrumento utilizado. Los primeros pasos
en la descripción del diseño siempre consisten en definir qué queremos investigar,
a quién queremos investigar y cómo queremos hacerlo. La definición de lo que
queremos estudiar implica presentar una breve introducción que especifique el
propósito de la encuesta (en relación a las preguntas e hipótesis de la investiga-
ción) y a los criterios para su selección como método de análisis.
A continuación, es conveniente identificar la población a la que se dirige la
encuesta mediante una descripción de las características y número de los sujetos.
En aquellos casos en los que no se tiene acceso a toda la población y la elección
conlleva la selección de una muestra representativa, se deben explicar las técnicas
de muestreo seguidas (véase la sección 3.1.2 para una descripción detallada de las
distintas técnicas de muestreo posibles).
109
Diseños y métodos de investigación en traducción
instrumentos es combinarlos, usando la entrevista para obtener datos más detalla-
dos que complementen el amplio alcance de los cuestionarios.
Teniendo en cuenta que las entrevistas son más adecuadas para el análisis
cualitativo, en este capítulo nos concentraremos en el cuestionario. Una de las
ventajas de los cuestionarios es que permiten obtener tanto información objetiva
(por ejemplo, la edad de los participantes, los estudios, los años de experiencia
profesional, etc.) como subjetiva (por ejemplo, sus creencias, actitudes, opinio-
nes). Normalmente, los cuestionarios incluyen secciones diferentes para los dis-
tintos tipos de información y es importante que el investigador introduzca una
descripción de las distintas secciones diseñadas. Algunos investigadores sugieren
ordenar las preguntas de las más cortas y fáciles de responder a las más largas y
difíciles. Además, las preguntas deben ordenarse por tipos, formato de respuesta
y/o tema investigado (cf. Brown 2001).
En cuanto a la descripción de los ítems, las preguntas del cuestionario pueden
ser abiertas o cerradas. Las preguntas abiertas se contestan escribiendo la respues-
ta, mientras que en las cerradas se elige una respuesta entre una lista de opciones,
que puede ser dicotómica (sí/no, verdadero/falso), en un formato de opción múlti-
ple (ofrece todas las respuestas posibles), o en un formato de escala Likert. La
escala Likert es muy frecuente en las encuestas. Normalmente se ofrece una afir-
mación con cuatro o cinco opciones de respuesta (por ejemplo, totalmente de
acuerdo, de acuerdo, ni de acuerdo ni en desacuerdo, en desacuerdo y totalmente
en desacuerdo). Para llevar a cabo el análisis cuantitativo, a cada opción se le
asigna un número (por ejemplo, 5 para totalmente de acuerdo y 1 para totalmente
en desacuerdo). Es posible usar un número mayor de opciones de respuesta con
categorías más precisas (por ejemplo, siempre, muchísimas veces, casi siempre,
muy a menudo, a menudo, normalmente, ordinariamente, a veces, ocasionalmen-
te, algunas veces, raras veces, raramente, casi nunca, nunca). No obstante, con-
viene tener en cuenta que aunque una mayor opción de respuesta mejora las pro-
piedades psicométricas del cuestionario, también aumenta la posibilidad de que
los encuestados tengan más dificultad para diferenciar entre los distintos grados
de respuesta ofrecidos.
110
Hacia el extremo cuantitativo: el corpus y la encuesta
una prueba piloto previa es importante porque facilita la detección de los proble-
mas y permite resolverlos en la versión final. Aunque lo ideal es llevar a cabo el
piloto con miembros de la población a estudiar, si esto no fuera posible, es prefe-
rible usar una población diferente a no realizar el piloto.
Tras la descripción del piloto, se detalla el procedimiento de administración
del cuestionario final. Dicha administración puede realizarse físicamente a grupos
numerosos de participantes a la vez o puede hacerse mediante correo postal, co-
rreo electrónico o servicios de encuestas electrónicas disponibles en Internet. Ca-
da uno de los métodos presenta ventajas e inconvenientes. La administración físi-
ca a gran escala permite controlar mejor el número de participantes, pero puede
presentar problemas de última hora relativos a las dificultades para reunir a un
grupo numeroso y hacerles sentirse cómodos para que respondan con honestidad
a todas las preguntas. El uso del correo postal es menos estresante, pero resulta
más difícil controlar el índice de respuesta. La administración electrónica ahorra
tiempo, esfuerzo y dinero. Es más, el uso de encuestas electrónicas permite relle-
nar los cuestionarios en línea y registrar los datos de manera inmediata. No obs-
tante, también presenta dificultades para controlar el índice de respuesta y nos
encontramos con problemas añadidos relativos a la seguridad de las conexiones
para garantizar el anonimato de los encuestados y a la administración de una con-
traseña que les permita responder de la forma requerida (en una única visita o en
varias).
111
Diseños y métodos de investigación en traducción
los diferentes valores no son exactamente iguales. Pero a pesar de esto, la mayoría
de investigadores en lingüística aplicada tratan los datos como si fueran variables
de intervalo a la hora de someterlos a análisis estadístico (véase Wagner 2010:
28). Al analizar los cuestionarios, es importante calcular el índice de fiabilidad de
los datos. Una de las medidas más empleadas es el coeficiente alfa de Cronbach,
que sirve para calcular hasta qué punto los ítems empleados miden un único cons-
tructo. Si el cuestionario tiene distintas secciones, es conveniente calcularlo para
cada una de las partes. El umbral de fiabilidad se sitúa entre 0,60 y 0,70, depen-
diendo de los autores (Wagner 2010: 32-33).
Finalmente, se debe dedicar una sección a la interpretación o discusión de los
resultados. Esta interpretación comienza normalmente con una descripción que
nos indica si los resultados de la prueba estadística son o no significativos. A
continuación, se explica si estos resultados corroboran o no la hipótesis planteada.
Después, el investigador intenta proporcionar posibles causas o explicaciones
para estos resultados, que pueden estar basadas en una teoría propuesta anterior-
mente, en estudios previos mencionados en la revisión de la literatura o simple-
mente en un razonamiento lógico. Por último, se concluye discutiendo las impli-
caciones de estos resultados para la docencia, la práctica profesional o la
investigación futura en el área.
En términos generales, la encuesta se ha convertido en un valioso instrumento
para explorar cuatro áreas medulares de la investigación en traducción: el trabajo
de traductores e intérpretes en su ámbito profesional, la recepción de las traduc-
ciones por parte de la audiencia meta, el estudio del proceso de traducción, y la
formación de traductores e intérpretes.
112
Hacia el extremo cuantitativo: el corpus y la encuesta
113
Diseños y métodos de investigación en traducción
ámbito educativo. Un ejemplo de la aplicación de la encuesta en el contexto edu-
cativo es la tesis de Calvo Encinas (2009). Este trabajo usa el cuestionario como
método principal para realizar un análisis curricular lo más exhaustivo posible de
los estudios de traducción e interpretación en España desde la perspectiva del
alumnado. Su detallada justificación del cuestionario usado como instrumento de
medición puede ser de gran utilidad para la elaboración de diseños similares. A
diferencia del ámbito profesional, en el educativo (especialmente para los investi-
gadores que son profesores) resulta más fácil acceder a la población objeto de
estudio, lo que permite un tamaño mayor de la muestra. En el caso del trabajo de
Calvo Encinas, el cuestionario se distribuyó a 326 alumnos de primer curso y a
191 alumnos de cuarto curso procedentes de 6 centros diferentes. La información
recopilada por el cuestionario se organizaba en siete apartados distintos: perfil del
estudiante, impulsos motivacionales, información previa de la carrera, orientación
recibida durante la carrera, expectativas de formación, expectativas profesionales
y valoración de la información recibida. Se incluían preguntas de distintos tipos:
abiertas, binomiales (sí/no) y de escala. El análisis estadístico realizado también
era de tipo descriptivo, pero, además de las frecuencias y porcentajes, para las
variables de escala se ejecutaron medidas estadísticas adicionales, como la media,
el error típico, la mediana, la moda y la desviación típica. Un trabajo similar ba-
sado en el uso de la encuesta en el ámbito educativo es la tesis doctoral de Morón
Martín (2009) sobre el impacto de la movilidad en la formación de traductores. La
novedad de este trabajo consiste en emplear un cuestionario electrónico distribui-
do mediante página Web.
Entre las ventajas del diseño de encuesta se encuentran el acceso inmediato a
un número elevado de sujetos, su capacidad explicativa basada en las percepcio-
nes y opiniones de los encuestados y su potencial para combinar el análisis cuan-
titativo con el cualitativo en un único instrumento de medición. Pero, sin duda, su
mayor desventaja reside en el carácter subjetivo de los datos obtenidos. Por más
que el investigador intente imprimir una mayor objetividad al diseño, los datos
están impregnados por las impresiones y opiniones conscientes de los sujetos. En
este sentido, los diseños basados en el uso de corpus proporcionan un método
para mantener el potencial de análisis a gran escala, reemplazando la subjetividad
de un análisis basado en las impresiones de los sujetos por la objetividad del aná-
lisis basado en el estudio del producto textual.
114
Hacia el extremo cuantitativo: el corpus y la encuesta
115
Diseños y métodos de investigación en traducción
principalmente para detectar tendencias o rasgos que se observan con mayor fre-
cuencia en los textos traducidos o son específicos de estos (como es el caso de la
explicitación, la normalización o la simplificación) (véase, por ejemplo, Laviosa
2002, Baker y Olohan 2000 o Olohan 2003). Algunos autores proponen combinar
la metodología de los corpus comparables con la de los corpus paralelos. De esta
forma, una vez detectado un patrón en las traducciones, se compararía con los
originales para distinguir los casos en los que se trataría de un rasgo del proceso
de traducción de aquellos casos en los que estaría motivado por diferencias entre
los sistemas lingüísticos (cf. Olohan 2004: 43).
En el ámbito de la traducción, una de las mayores dificultades del trabajo con
corpus consiste en encontrar un corpus adecuado a los requisitos del estudio. Por
esta razón, la mayoría de los investigadores se ven obligados a compilar corpus
creados específicamente para los objetivos de su estudio. Diseñar un corpus es
una tarea compleja que va más allá de la simple recopilación de textos de manera
indiscriminada. El correcto diseño de un corpus implica la consideración de una
serie de factores que condicionan la validez y fiabilidad de la investigación. En la
sección 3.1 ya se mencionaron algunos de los requisitos básicos que debe cumplir
un corpus: debe tener un tamaño adecuado, ser representativo e incluir una mues-
tra de textos que se ajuste a los propósitos de la investigación.
Como ya indicamos, aunque existen fórmulas para calcular el tamaño ideal y
la representatividad de un corpus, en la práctica el tamaño está frecuentemente
determinado por la accesibilidad a los textos adecuados. Por otra parte, mientras
que en los trabajos con encuesta y en los experimentales las cuestiones de la re-
presentatividad y la selección de la muestra hacen referencia a la elección de los
sujetos, en los trabajos de corpus este criterio se refiere a la selección de los textos
que componen el corpus. Para poder generalizar los datos de estos estudios, es
necesario que sean representativos de una lengua y/o género y que se adecuen a
los propósitos de la investigación. La cuestión de la representatividad se complica
en los corpus de traducción, puesto que no se trata únicamente de lograr un equi-
librio entre los tipos de textos y géneros implicados. Existen además cuestiones
adicionales que dificultan el equilibrio de la muestra, como la escasez de traduc-
ciones en ciertos países, el estatus de la traducción en un período determinado, la
reputación del traductor, el sexo del autor de los originales y de los traductores,
etc.
Además de los requisitos necesarios para la fiabilidad y validez de la investi-
gación, existen otras cuestiones prácticas relativas a la digitalización y el etique-
tado de los textos que conviene tener en cuenta a la hora de diseñar un corpus. Si
queremos preparar los textos para usar programas informáticos de extracción de
datos, es necesario que digitalicemos los textos en formato electrónico. Este pro-
ceso implica escanear los documentos en papel o eliminar el formato de textos en
HTML o PDF. Es posible que también tengamos que sortear obstáculos relativos al
116
Hacia el extremo cuantitativo: el corpus y la encuesta
117
Diseños y métodos de investigación en traducción
3.4.2. El modelo de análisis
118
Hacia el extremo cuantitativo: el corpus y la encuesta
modelo permita un análisis claro y sistemático de los datos, orientado a dar res-
puesta a las preguntas de investigación planteadas.
119
Diseños y métodos de investigación en traducción
usuales. Entre las diferentes medidas estadísticas que ofrecen los programas de
concordancias se encuentran la diferencia entre el número de palabras diferentes y
el número total de palabras en un corpus (la ratio palabras-formas —en inglés,
type-token ratio), la media y la desviación típica en la longitud de palabras, ora-
ciones, párrafos y encabezados, y la medida de densidad léxica, que calcula la
proporción de palabras léxicas en relación al número total de palabras. Los pro-
gramas de concordancias también resultan útiles para el estudio de las colocacio-
nes, esto es, de la probabilidad que tienen los elementos léxicos de aparecer jun-
tos. Además de ofrecer en las concordancias los términos que aparecen a la
izquierda o a la derecha de las palabras clave, los programas pueden computar las
colocaciones y crear tablas o gráficos de las colocaciones más frecuentes de un
término. El siguiente ejemplo contiene una muestra de las concordancias obteni-
das para el término «temperatura» en el trabajo de Sánchez-Gijón (2009) sobre
corpus elaborados a medida en los cursos de traducción especializada:
El siguiente paso consiste en exponer los resultados obtenidos del análisis del
corpus, que suelen analizarse siguiendo un método cuantitativo mediante técnicas
estadísticas. No obstante, en el ámbito de la traducción, este análisis cuantitativo a
menudo se combina con un análisis de los ejemplos de tipo cualitativo que permi-
te una interpretación de los datos más completa y exhaustiva. De esta forma, los
datos cuantitativos se convierten en la base para realizar un tipo de análisis más
cualitativo que implica el estudio de líneas de concordancia o de todo el co-texto.
Frecuentemente, los investigadores avisan de los peligros de una investigación
centrada únicamente en datos cuantitativos que puede conducir a generalizaciones
vagas para probar lo obvio (véase Mason 2001: 78 y Tymoczko 1998: 658), y
recomiendan combinar el análisis cuantitativo con un tipo de análisis cualitativo
que incorpore factores contextuales y pragmáticos y nos permita superar el nivel
lingüístico de las palabras y oraciones aisladas. Esta combinación se considera
120
Hacia el extremo cuantitativo: el corpus y la encuesta
TECFIC
BNCFIC
Colores
308
91
Numerales
4
8
Bases
adjetivales
31
62
Bases
nominales
–lexicalizadas
651
613
Bases
nominales
–creativas
7
22
Totales
1.001
796
(Mi traducción) (Olohan 2004: 95)
121
Diseños y métodos de investigación en traducción
saltar las fortalezas del trabajo no es óbice para ignorar sus posibles limitaciones.
Normalmente, en el apartado de discusión también se hace referencia a las limita-
ciones potenciales del estudio. Es importante que el investigador demuestre que
es consciente de los posibles problemas que puede plantear el trabajo e intente
minimizar su impacto en el diseño del mismo. Una estrategia útil para paliar las
limitaciones del trabajo consiste en aportar motivos razonados que justifiquen la
presencia de las dificultades encontradas y sugieran formas de solventarlas en
investigaciones futuras.
Una vez más usaremos el mencionado trabajo de Olohan sobre las formas en
–ish como ejemplo para ilustrar el tipo de conclusiones planteadas en este paso
del análisis:
En trabajos extensos, como es el caso de una tesis doctoral, el diseño del es-
tudio se cierra con el apartado de discusión y se dedica un capítulo final a recoger
las conclusiones de todo el trabajo. En el caso de los artículos de investigación
más cortos, algunos investigadores prefieren fundir la discusión y la conclusión
en un único apartado.
122
Hacia el extremo cuantitativo: el corpus y la encuesta
da. Debido a que las variaciones en el instrumento de análisis son mínimas, una
vez dominados los rudimentos de este tipo de trabajo, su aplicación a distintos
temas y objetos de estudio es muy similar. Hasta el momento, las dos áreas en los
estudios de traducción que han explotado el uso del corpus como herramienta de
trabajo han sido principalmente el estudio de los rasgos que definen a los textos
traducidos frente a los no traducidos y el estudio de rasgos específicos del estilo
de un traductor como indicadores de una agenda ideológica concreta (cf. Olohan
2004).
El estudio de los rasgos específicos que caracterizan a las traducciones impli-
ca la comparación de un corpus de textos traducidos con uno de textos no traduci-
dos. La búsqueda se centra en aquellos rasgos lingüísticos que el investigador
considera indicadores de alguna de las características de los textos no traducidos
propuestas por Baker (1996: 176-7), que son básicamente cuatro: a) la simplifi-
cación o tendencia de los traductores a sintetizar la lengua y/o el mensaje, b) la
explicitación o tendencia a expresar información de forma manifiesta, c) la nor-
malización o tendencia a adaptarse a los patrones de la lengua meta y d) la estan-
darización o tendencia a usar un lenguaje más homogéneo y con menor variación.
Para estudiar la explicitación, Olohan y Baker (2000) eligieron, por ejemplo,
analizar el uso del conector opcional that (lit. «que»), extrayendo las concordan-
cias encontradas para las distintas formas de los verbos SAY y TELL (lit. «decir») en
el TEC (Translational English Corpus), compuesto mayoritariamente por textos de
ficción, y en una selección comparable de este mismo tipo de textos del BNC (Bri-
tish National Corpus). La comparación de las frecuencias crudas de la aparición u
omisión del conector (SAY y TELL + that vs. SAY y TELL + cero) en cada uno de los
corpus refleja que el conector es más frecuente en el TEC que en el BNC.
Otro ejemplo que implica explicitación y normalización es el análisis realiza-
do por Olohan (2003) de todas las formas contraídas encontradas en un subcorpus
del TEC y del BNC: por ejemplo, las contracciones de las formas verbales con BE
(lit. «ser, estar»), HAVE (lit. «tener, haber») y WILL (auxiliar de futuro), las de la
negativa not (marcador de negación), las típicas del inglés hablado con modifica-
dores (actu’lly (lit. «realmente»), accident’lly (lit. «accidentalmente»)), –ing
(bleed’n (lit. «sangrando»)), and (this’n (lit. «esto y»)) y than (better’n (lit. «me-
jor que»)), o las contracciones con e’s (he’s (lit. «él es/está»)), d’ (do (lit. «hacer y
auxiliar de interrogativa»)), y’ (you (lit. «tú»)), th’ (thou (lit. «vos»)) y t’ (to (lit.
«a»)). La comparación de los porcentajes de estas contracciones en cada uno de
los corpus refleja una preferencia general en el TEC por las formas más largas. En
una línea de trabajo similar se encuentran los análisis realizados por Laviosa
(1998, 2002) de la variedad léxica, la carga de información y la longitud de las
oraciones como indicadores de las tendencias de simplificación y estandarización.
Olohan (2004) presenta ejemplos de estudios de caso afines que ilustran el análi-
sis de las tendencias de traducción propuestas.
123
Diseños y métodos de investigación en traducción
La misma metodología de trabajo se ha empleado para analizar el estilo de
ciertos traductores, con la intención de ilustrar tanto su uso inconsciente de de-
terminados patrones lingüísticos, como su intento consciente de intervenir o me-
diar en las traducciones al servicio de una agenda ideológica concreta. Un ejem-
plo de este tipo de estudio es el análisis comparativo llevado a cabo por Baker
(2000) del estilo de dos traductores, Peter Bush y Peter Clark. Baker basa la com-
paración en tres medidas diferentes: a) la medida de densidad léxica (por ejemplo,
una ratio elevada de palabras-formas indica mayor variación léxica mientras que
una ratio baja revela una mayor repetición. Como señalamos anteriormente, la
ratio palabras-formas se conoce en inglés como type-token ratio e indica la rela-
ción entre el número total de palabras de un texto –tokens– y el número de pala-
bras diferentes –types–), b) la desviación típica de la longitud media de las ora-
ciones (una desviación menor revela más consistencia en la longitud de las
oraciones en todos sus trabajos y puede indicar un intento de intervenir en los
textos rebajando el nivel de complejidad lingüística), y c) el uso del verbo say en
presente o pasado (el presente indica una mayor proximidad a los lectores mien-
tras que el pasado refleja un mayor alejamiento y un índice de formalidad más
elevado).
En Olohan (2004: 151-2) podemos encontrar otro trabajo de Baker centrado
en el análisis comparativo de las expresiones fijas en textos traducidos frente a
textos no traducidos (por ejemplo, on the other hand (lit. «por otra parte»), at the
same time (lit. «al mismo tiempo»), once and for all (lit. «de una vez por todas»),
etc.). En esta ocasión, su trabajo parte de la hipótesis de que las traducciones ten-
drán un mayor índice de expresiones fijas como indicador de la estrategia de flui-
dez adoptada por los traductores que trabajan para el mercado anglo-americano
con la intención de cumplir con las expectativas de sus lectores. Otra medida in-
teresante para revelar las preferencias léxicas, estilísticas o temáticas del traductor
y desvelar la estrategia de traducción empleada consiste en comparar las palabras
clave extraídas de un corpus de traducciones de un traductor concreto con las
identificadas en un corpus de textos no traducidos (cf. Olohan 2004: 160).
Los trabajos revisados en esta sección no intentan ofrecer una panorámica
exhaustiva de las diferentes posibilidades que el uso de corpus ofrece para el es-
tudio de la traducción. Constituyen más bien una pequeña muestra del enorme
potencial del corpus como herramienta para describir las traducciones y detectar
regularidades en el comportamiento de los traductores. La utilidad del corpus para
el análisis del producto textual resulta evidente, pero esta herramienta muestra
serias limitaciones para abordar el estudio del proceso de traducción. A partir del
análisis del producto podemos establecer una serie de hipótesis plausibles sobre
las causas de los efectos textuales observados, pero no podemos acceder a los
procesos cognitivos que tienen lugar en la mente del traductor.
124
Hacia el extremo cuantitativo: el corpus y la encuesta
125
Diseños y métodos de investigación en traducción
Proyectos
126
4
Hacia el extremo cuantitativo:
los diseños experimentales
127
Diseños y métodos de investigación en traducción
técnicas básicas de análisis y sus aplicaciones al ámbito de la traducción y la inter-
pretación. El capítulo se cierra con una sección dedicada a la revisión de los esca-
sos diseños que han empleado técnicas neurológicas para analizar el proceso de
traducción. Aunque el número de este tipo de diseños todavía resulta insuficiente,
las técnicas neurológicas ofrecen un enorme potencial para explorar los procesos
cognitivos que tienen lugar en la mente del traductor y permitirnos superar el mo-
delo de «caja negra». El objetivo es ofrecer una panorámica del alcance y aplica-
ciones de las diferentes técnicas y herramientas disponibles, tanto de forma aislada
como en combinación con otros métodos. La intención es mostrar lo que este tipo
de diseños cuantitativos puede ofrecer al estudio de la traducción, enfatizando los
progresos realizados e indicando los obstáculos que aún quedan por sortear.
128
Hacia el extremo cuantitativo: los diseños experimentales
129
Diseños y métodos de investigación en traducción
mental: ¿Cuáles serían las variables? ¿Cómo se medirían? Es más, el uso del con-
dicional «deberíamos» para plantear una pregunta de investigación implica un
juicio de valor que no es evaluable empíricamente.
En el ejemplo del trabajo de Shreve et al. (2011) que se incluye a continua-
ción las variables del estudio quedan definidas en el planteamiento de la hipótesis.
La variable independiente sería la complejidad sintáctica y las dependientes serían
la calidad de la traducción a la vista (medida en términos del número de errores y
la pérdida de fluidez) y el esfuerzo cognitivo empleado (reflejado en los movi-
mientos oculares de los sujetos y medido en términos del número y duración de
las fijaciones y del número de las regresiones oculares):
130
Hacia el extremo cuantitativo: los diseños experimentales
medidas del mismo grupo en dos periodos temporales diferentes, antes y después
de adquirir la experiencia). Si nuestros expertos fueran muy rápidos traduciendo o
lo hicieran muy bien ¿cómo sería posible saber que no lo harían igual si no tuvie-
ran la misma experiencia? Para responder a esta pregunta necesitamos comparar
nuestros resultados con los de otro grupo de traductores sin experiencia que nos
sirva de control. En el caso de la mayoría de los estudios que investigan el papel
de la experiencia en traducción siempre se establecen al menos dos grupos (no
expertos frente a expertos), de forma que uno actúa de «control» para el otro.
Como señalamos en capítulos anteriores, un verdadero experimento implica
una selección totalmente al azar de los sujetos para asegurar que la muestra sea
representativa de la población sometida a estudio. No obstante, en la mayoría de
los diseños experimentales de traducción la selección de los sujetos no se lleva a
cabo completamente al azar y sólo se pueden considerar cuasi-experimentales,
puesto que el investigador a menudo se ve obligado a usar voluntarios o grupos
formados de manera natural (por ejemplo, los alumnos de una clase de traducción
o un grupo de traductores o intérpretes profesionales con la combinación lingüís-
tica requerida). El siguiente ejemplo ilustra el tipo de descripción de los sujetos
llevada a cabo en un estudio de traducción:
131
Diseños y métodos de investigación en traducción
El siguiente fragmento define el uso del lector de movimientos oculares como
instrumento de medición y detalla las herramientas empleadas para analizar los
datos:
132
Hacia el extremo cuantitativo: los diseños experimentales
Ejemplo 4.5 Los criterios para medir el nivel de complejidad de los textos
Los niveles de complejidad de los textos experimentales se establecieron mediante in-
dicadores cuantitativos (Jensen 2009): índices de facilidad de lectura, cálculo de la
frecuencia de palabras, y el cálculo del número de ocurrencias de expresiones no lite-
rales, esto es, modismos, metáforas y metonimias (Mi traducción).
(Jensen 2011: 220)
Una vez descritos los participantes, los materiales y la tarea a realizar, el investi-
gador procede a detallar el método o procedimiento de investigación empleado.
Se proporciona información sobre el tipo de diseño experimental elegido y se
elabora una descripción pormenorizada del procedimiento seguido para llevar a
cabo el experimento. Al igual que ocurría con la tarea y los materiales, en traduc-
ción hay autores que prefieren dedicar una sección independiente a la descripción
del diseño experimental, mientras que la mayoría la incluyen junto a la explica-
ción del método. Por regla general, en los estudios de traducción e interpretación
el tipo de diseño experimental se infiere de la explicación detallada del procedi-
133
Diseños y métodos de investigación en traducción
miento. No obstante, se ofrezca o no una descripción explícita, el investigador
debe tener una idea clara del tipo de diseño que desea aplicar para su investiga-
ción. Por esta razón, ofrecemos aquí una breve revisión de los tipos de diseño
experimental más frecuentes.
En términos generales, es posible organizar los tipos de diseño experimental
en tres grandes categorías: los pre-experimentales, los cuasi-experimentales y los
verdaderamente experimentales. Los tipos de diseño pre-experimental más comu-
nes son dos: el diseño de caso con una sola medición y el diseño de preprueba-
postprueba con un solo grupo. En el diseño de caso con una sola medición se
pone a prueba a un único grupo de participantes a quienes se ha sometido a algún
tipo de intervención. El investigador sólo recoge una medida posterior a la prue-
ba. Es el tipo de diseño usado de manera más frecuente en estudios de didáctica,
en los que se somete a los alumnos a algún tipo de método didáctico y después se
mide lo que han aprendido. Una variante mejorada de este diseño es el diseño de
preprueba-postprueba con un solo grupo, en el que el investigador toma dos me-
didas, antes y después de la prueba. La ventaja de este diseño es que, al tomar
una medida anterior a la prueba, proporciona un punto de referencia que permite
comprobar qué nivel tenía el grupo en la variables dependientes antes del es-
tímulo y compararlo con los niveles posteriores. Sin embargo, este diseño toda-
vía adolece de la falta de un grupo de comparación que nos permita establecer
con certeza si los cambios observados son un resultado del experimento o se
deben a cualquier otra incidencia que puede haber ocurrido en el transcurso de
éste. Retomemos por un momento el ejemplo del estudio sobre el efecto de la
presión por falta de tiempo en traducción. Si tomamos la primera medida en un
momento en el que el sujeto está especialmente estresado por factores externos
(por ejemplo, problemas familiares, falta de sueño, etc.), es posible que la medi-
da posterior a la prueba sea más baja, independientemente de la presión ejercida
por la prueba en sí.
Los problemas de validez y falta de control de este tipo de diseños se solu-
cionan usando dos grupos de comparación: un grupo experimental y un grupo de
control. Este tipo de diseño es típico de los cuasi-experimentos y de los experi-
mentos «auténticos», siendo la principal diferencia entre los dos tipos el hecho de
que en los diseños cuasi-experimentales la asignación de los participantes a los
grupos no se lleva a cabo de manera aleatoria. Por el contrario, los participantes
se consideran miembros de uno u otro grupo con anterioridad al experimento.
Como ya mencionamos en el apartado dedicado a los sujetos (ver sección 4.1.2),
en sentido estricto la mayoría de los experimentos de traducción (si no todos), son
cuasi-experimentales, puesto que los grupos ya están formados de manera más o
menos natural (por ejemplo, traductores profesionales vs. bilingües no profesiona-
les, estudiantes de traducción vs. profesionales, etc.). No obstante, es posible ase-
gurar una cierta equivalencia entre los grupos que permita la comparación (por
134
Hacia el extremo cuantitativo: los diseños experimentales
135
Diseños y métodos de investigación en traducción
tiempo, de forma que el sujeto no recuerde los detalles de una ocasión para la
siguiente.
A la hora de explicar el diseño experimental resulta muy útil mostrar la orga-
nización de forma gráfica mediante una tabla o diagrama. En el siguiente ejemplo,
Kurz (2008) describe de la siguiente forma el diseño experimental de su estudio
sobre el impacto que el acento inglés no nativo puede ejercer en la evaluación de
la interpretación:
Grupo A Grupo B
Parte 1 Hablante nativo Texto leído por Hablante no nativo
Parte 2 Hablante no nativo Hablante nativo
Este diseño experimental permitía realizar una comparación entre-grupos e intra-
grupos (Mi traducción).
136
Hacia el extremo cuantitativo: los diseños experimentales
ciación. En las entrevistas de seguimiento, se preguntó a los sujetos sobre sus impre-
siones subjetivas y sobre cómo habían manejado los problemas y dificultades durante
la interpretación del hablante no nativo (Mi traducción).
(Kurz 2008: 186)
Una de las partes más complejas en un estudio experimental, al menos para los
investigadores sin formación estadística, es sin duda el apartado de resultados y
análisis de los datos. Un vez más, existe la posibilidad de unir resultados y análi-
sis en una única sección (sobre todo en los artículos de extensión más reducida) o
dedicar un apartado a la exposición de los resultados y otro a la discusión o análi-
sis de los mismos. Aunque no es imperativo que el investigador sea un experto en
estadística, resulta casi imprescindible poseer ciertas nociones básicas que ayuden
a elegir el método más apropiado para el análisis de los datos (véase el capítulo
anterior para una revisión de los conceptos estadísticos básicos).
En los trabajos en los que ambos apartados se mantienen separados, el inves-
tigador utiliza la sección de resultados para presentar los datos y los resultados del
análisis estadístico en tablas y gráficos. Si el estudio implica corroborar varias
hipótesis, es posible organizar la presentación de los resultados en función de los
datos obtenidos para cada una de las hipótesis. Rojo y Valenzuela (en prensa)
proporcionan un ejemplo de este tipo de organización de los resultados en un
estudio en el que utilizan un lector de movimientos oculares para explorar las
dificultades surgidas al traducir a la vista un tipo de construcción resultativa del
inglés al español:
137
Diseños y métodos de investigación en traducción
160
250
140
120 200
100
150
80 Hor Pos R Hor Pos P
60 100
40 50
20
0
0 2 4 6 8 10
0
0 1 2 3 4 5 6 7 8
Figuras 4 y 5. Regresiones para las versiones resultativa y predicativa del mismo estímulo
4,50
4,00
3,50
3,00
2,50
2,00
1,50
1,00
0,50
0,00
Pred
Backtracks
Res
138
Hacia el extremo cuantitativo: los diseños experimentales
139
Diseños y métodos de investigación en traducción
Uno de los rasgos que diferencia a los diseños experimentales de otros tipos de
diseño reside en su potencial para emplear distintos métodos o instrumentos para
la recopilación y el análisis de los datos. En los diseños basados en la encuesta y
en los basados en el uso de corpus, los instrumentos empleados para la recopila-
ción de los datos son «por defecto» el cuestionario en unos y el corpus en los
otros (si bien es cierto que ambos instrumentos existen en distintas modalidades
que aportan variedad a los estudios). Sin embargo, en los estudios experimentales
encontramos una mayor diversidad de instrumentos diseñados para recopilar da-
tos en un laboratorio. Los más usados en el ámbito de la traducción y la interpre-
tación hasta el momento son: los métodos de grabación de voz, los programas de
grabación de movimientos del teclado y actividad de la pantalla del ordenador, el
lector de movimientos oculares, y los métodos de exploración neurológica, como
electroencefalogramas o resonancias magnéticas. La elección del método más
adecuado para la investigación que se pretende llevar a cabo depende, en última
instancia, del investigador. No obstante, existen ya diversos estudios que han
demostrado el potencial de cada uno de estos métodos para investigar aspectos
concretos del proceso de traducción o interpretación. Esta sección se dedica preci-
samente a la revisión de algunos de los estudios de traducción que han basado su
análisis en la aplicación de estos métodos.
Los métodos de grabación de voz constituyen, sin duda, uno de los instrumentos
de medición más tradicionales y de uso más extendido en la investigación en tra-
140
Hacia el extremo cuantitativo: los diseños experimentales
141
Diseños y métodos de investigación en traducción
ducción. Aunque su uso ha planteado importantes problemas metodológicos in-
cluso para una investigación de tipo cualitativo, la necesidad de triangular dife-
rentes métodos en la investigación del proceso de traducción ha conducido a re-
tomar el uso de los TAPs en combinación con otros métodos complementarios de
análisis cuantitativo, como puede ser el uso de programas de grabación de movi-
mientos de teclado y pantalla. De hecho, estudios recientes (véase Göpferich et al.
2011) proponen el término de protocolo del proceso de traducción (TPP) para
designar un tipo de TAP que no sólo incluye aquello que se dice durante la tra-
ducción, sino también las acciones que ocurren durante el proceso, como la con-
sulta de material de referencia.
Los programas de grabación de movimientos del teclado son programas in-
formáticos que nos permiten registrar la actividad de los sujetos en el teclado del
ordenador mientras realizan una tarea de traducción (por ejemplo, Scriptlog o
Inputlog). Estos programas registran todas las pulsaciones en el teclado, incluidas
las teclas de borrado, desplazamiento horizontal y vertical, acciones de cortado y
pegado, los cambios entre el ratón y el teclado, y cualquier tipo de pausa que in-
dique una ausencia de actividad. Translog fue el primero de estos programas di-
señado específicamente para investigar el proceso de traducción (Jakobsen y
Schou 1999). Desde su creación, han existido diferentes versiones de este pro-
grama, siendo las más populares Translog 2000 y Translog 2006. Translog tiene
dos componentes: un programa para los sujetos con una doble pantalla que les
permite visualizar el original mientras introducen la traducción, y un programa de
análisis para el investigador, que le facilita un fichero oculto con la grabación de
los datos relativos a los movimientos del teclado. Este programa también incluye
un pequeño componente estadístico que calcula el tiempo de realización de la
tarea y el número de teclas pulsadas (véase Jakobsen 2011). Además, también
proporciona una grabación en pantalla de los movimientos registrados en el moni-
tor del traductor, que el investigador puede reproducir a diferentes velocidades.
Esta información, junto a la proporcionada por los movimientos del teclado, ayu-
da al investigador a saber lo que hizo realmente el traductor durante el proceso de
traducción (frente a la información facilitada por los TAPs sobre lo que «cree»
que hizo). Además, las grabaciones en pantalla también suelen utilizarse como
estímulo para ayudar a los sujetos a reconstruir verbalmente lo que pensaban o
hacían durante el proceso de traducción. Este tipo de reconstrucción «a posterio-
ri» forma parte de los métodos de carácter retrospectivo e ilustran otra aplicación
diferente de las grabaciones de voz al estudio del proceso de traducción (véase el
capítulo 2). Otros programas empleados en los experimentos de traducción que
también permiten registrar los movimientos en pantalla son Camtasia Studio y
Proxy Pro.
Las diferentes aplicaciones de Translog han facilitado la triangulación de mé-
todos en la investigación acerca del proceso de traducción. La posibilidad de re-
142
Hacia el extremo cuantitativo: los diseños experimentales
143
Diseños y métodos de investigación en traducción
pantalla. El aparato graba todos los movimientos de los ojos mediante un sistema
de luz infrarroja proyectada sobre el ojo y una cámara de vídeo de alta resolución.
Los fotogramas capturados por la cámara se procesan mediante un software que
calcula a qué parte de la pantalla se está mirando, tomando como punto de refe-
rencia la localización de la pupila.
El lector de movimientos oculares se ha aplicado con éxito en la investiga-
ción del proceso de lectura. Su aplicación nos ha revelado que, al leer, nuestros
ojos no avanzan de manera linear y uniforme a lo largo de las líneas textuales.
Muy al contrario, nuestros ojos avanzan a pequeños saltos, alternando movimien-
tos rápidos, conocidos como «sacádicos», con pausas o fijaciones. Los movimien-
tos sacádicos nos sirven para avanzar y trasladarnos al siguiente punto del texto
que llama nuestra atención. Tras cada movimiento sacádico, nuestro ojos perma-
necen quietos durante periodos de tiempo breves. Cuando nuestros ojos se detie-
nen sobre un objeto o término de nuestro interés, lo hacen durante lapsos breves
conocidos como «fijaciones». Las fijaciones se miden en milisegundos y la dura-
ción media de una fijación en el proceso de lectura monolingüe oscila entre 200 y
250 milisegundos. Los cambios en la duración de las fijaciones y en la amplitud y
dirección de los movimientos sacádicos están determinados por las características
del texto y de los procesos cognitivos implicados. Se ha demostrado, por ejemplo,
que a medida que aumenta la dificultad de la lectura, disminuye la longitud de los
saltos o movimientos sacádicos, pero aumenta la duración de las fijaciones. Tam-
bién existe evidencia que muestra que las palabras más largas y menos familiares
provocan pausas o fijaciones mayores que los términos más cortos y familiares
(véase De Luca et al. 2002, Prado et al. 2007).
La grabación de los movimientos oculares durante una tarea de traducción
proporciona datos interesantes sobre el procesamiento cognitivo de los sujetos. La
aplicación de este tipo de análisis al estudio de la traducción parte del supuesto de
que existen ciertos comportamientos oculares que son marcadores de esfuerzo
cognitivo y que, por lo tanto, sirven también como indicadores del grado de faci-
lidad o dificultad existente en la traducción, tanto en lo relativo a la comprensión
del texto origen como a la producción del texto meta. Algunos de estos compor-
tamientos o patrones oculares son, por ejemplo, la duración y número de las fija-
ciones, el grado de dilatación de la pupila o el número de regresiones oculares
(Rayner 1988). Esta medidas han servido para investigar distintos aspectos del
proceso traductor en función del esfuerzo cognitivo demandado. De esta forma, se
ha estudiado, por ejemplo, el esfuerzo cognitivo demandado por un tipo especial
de traducción (como, por ejemplo, el trabajo de Shreve et al. (2011) sobre la tra-
ducción a la vista), por una construcción lingüística específica (como es el caso
del ya mencionado trabajo de Rojo y Valenzuela (en prensa) sobre la traducción
de la construcción resultativa o el estudio de Sjørup (2011) sobre la traducción de
la metáfora), las diferencias entre traducción e interpretación (Timarová et al.
144
Hacia el extremo cuantitativo: los diseños experimentales
145
Diseños y métodos de investigación en traducción
ducción del texto meta, pero no proporciona datos objetivos sobre la comprensión
del texto origen, un proceso que aún queda a merced de la capacidad de inferencia
del investigador. Saber dónde miran los sujetos durante la lectura del texto origen
proporciona, en cambio, información muy valiosa sobre el proceso de compren-
sión. Es más, el análisis conjunto de esta información con la obtenida mediante el
uso del teclado durante la producción del texto meta facilita la integración y coor-
dinación de la actividad desarrollada durante las distintas fases del proceso de
traducción.
El análisis de los movimientos oculares se ha convertido en uno de los méto-
dos de mayor actualidad en el estudio de la traducción como proceso cognitivo
(véase O’Brien 2011). Sin embargo, no podemos olvidar que su aplicación al
estudio de cualquier proceso cognitivo se fundamenta en el supuesto de que lo
que miran los ojos refleja aquello a lo que la mente presta atención. Este supues-
to se ha formulado como la hipótesis ojo-mente o hipótesis de interpretación
inmediata, según la cual no existe una diferencia apreciable entre la información
que es objeto de fijación visual y la información que se procesa (Just y Carpenter
1980). Desde esta perspectiva, y como apunta Jakobsen (2011: 47), el estudio de
los movimientos oculares abre una ventana a la mente de los traductores. Visua-
lizar el proceso de lectura y observar cómo interacciona con el uso del teclado
nos proporciona información muy valiosa acerca de la forma en la que los proce-
sos implicados en la traducción se coordinan en la mente. Jakobsen (2011: 53)
resume de la siguiente manera las contribuciones de la versión más reciente de
Translog:
[…] nos permite saber con mayor certeza, a partir de evidencia basada en el
comportamiento, cuál es la naturaleza de esta actividad de procesamiento,
cuáles son los pasos implicados, qué segmentos se leen y alinean y cómo se
monitoriza todo el proceso (Mi traducción).
Sin duda alguna, el uso combinado del lector de movimientos oculares junto con
métodos como los programas de grabación del teclado y los protocolos de pensa-
miento en voz alta nos ayudan a realizar una descripción detallada de la mecánica
de la actividad traductora, así como de las distintas fases y secuenciación de los
procesos implicados.
Los movimientos oculares nos informan sobre la progresión del procesamien-
to sintáctico y proporcionan pistas valiosas sobre el proceso de construcción del
significado durante la lectura. Aplicado a la traducción, el lector de movimientos
oculares resulta extremadamente útil para detectar las dificultades que atraviesa el
traductor en momentos precisos del proceso de lectura. La posibilidad de identifi-
car a qué término o construcción se dirige la mirada nos permite analizar en ma-
yor profundidad la naturaleza de los problemas lingüísticos. De igual forma, nos
146
Hacia el extremo cuantitativo: los diseños experimentales
147
Diseños y métodos de investigación en traducción
pregunta relacionada con algún aspecto de la tarea a realizar (por ejemplo, la
gramaticalidad o el significado de las unidades analizadas). Estos programas in-
cluyen aplicaciones para diseñar y realizar el experimento, así como para recopi-
lar, editar y analizar los datos. Contienen incluso una interfaz gráfica que permite
el uso de imágenes en movimiento y sonidos.
Una de las principales ventajas de los programas diseñados para medir el
tiempo de reacción es que aportan mediciones muy precisas (en milisegundos)
sobre la dificultad de procesamiento de unidades lingüísticas concretas. En cuanto
a su uso en traducción, el mayor inconveniente de estos programas es que se cen-
tran principalmente en el proceso de comprensión del texto origen, dejando la
producción del texto meta en un segundo plano. Además, estos programas son
más útiles para investigar la dificultad de procesamiento de unidades concretas. A
medida que aumenta la longitud de las unidades lingüísticas resulta más difícil
determinar si el sujeto tarda más tiempo en procesar la unidad porque requiere un
mayor esfuerzo cognitivo o porque se ha despistado mirando a otro lugar o pen-
sando en otra cosa. Una vez más, algunos de estos inconvenientes se pueden evi-
tar combinando la medición del tiempo de reacción con otras técnicas como, por
ejemplo, el lector de movimientos oculares que nos permitiría saber dónde mira
exactamente el sujeto mientras lee.
Uno de los escasos trabajos que sepamos que haya aplicado el tiempo de
reacción a un estudio de traducción ha sido, hasta el momento, el estudio de Sta-
menov et al. (2010) sobre la utilidad que la técnica de anticipación («prompting»)
puede tener en la traducción de cognados verdaderos, cognados falsos y no cog-
nados. Este trabajo combina la medición del tiempo de reacción con los movi-
mientos oculares y con el porcentaje de respuestas correctas. Los objetivos de su
investigación facilitan el uso del tiempo de reacción, puesto que los estímulos son
palabras individuales. Mediante la técnica de la ventana móvil, las palabras se
proyectaron en la pantalla del lector de movimientos oculares Tobii. Primero apa-
recía la palabra inglesa en el centro de la pantalla y 250 ms. después, se proyecta-
ba el estímulo preparador («prompt») seis grados por encima de la palabra ingle-
sa. En el momento en el que el sujeto sabía la traducción correcta apretaba la tecla
«enter» y la pantalla se quedaba en negro para que pudiera teclear su traducción.
Al terminar, tenía que volver a apretar la tecla «enter» para confirmar que había
finalizado y dar comienzo a la siguiente prueba. Sus resultados revelaron que no
existía una diferencia significativa entre los tiempos de reacción de las condicio-
nes con y sin anticipación, aunque la anticipación mejoraba la calidad de la tra-
ducción en términos de porcentaje de traducciones correctas.
Rojo y Ramos (2012) también presentan otro trabajo de carácter exploratorio
que aplica la medida del tiempo de reacción para investigar los efectos de la ideo-
logía en la traducción. Su objetivo era evaluar el impacto que la ideología del
traductor puede ejercer sobre sus decisiones al traducir términos con una determi-
148
Hacia el extremo cuantitativo: los diseños experimentales
149
Diseños y métodos de investigación en traducción
rentes. Lo cierto es que los experimentos basados en el tiempo de reacción nos
proporcionan datos útiles sobre «la cantidad» de esfuerzo de procesamiento im-
plicado en la realización de ciertas tareas (más rapidez implica menos esfuerzo
mientras que menos rapidez indica un esfuerzo mayor). Pero lamentablemente, su
aplicación al estudio de la traducción todavía se enfrenta a retos básicos, como a
la exigencia de vencer las limitaciones de espacio impuestas a los textos y a las
condiciones de trabajo del traductor por las reducidas dimensiones de una ventana
o pantalla de ordenador, o la necesidad de acceder a información más precisa
sobre el tipo de procesamiento específico llevado a cabo. El tiempo de reacción
puede emplearse para inferir el nivel de dificultad asociado a la traducción de
palabras aisladas, expresiones compuestas o incluso fragmentos textuales de una
extensión reducida. Pero a medida que aumenta la longitud del estímulo, dismi-
nuye la capacidad del investigador para controlar las variables implicadas y se
reduce, por tanto, el potencial del diseño para proporcionar información detallada
sobre el tipo de dificultades específicas que determinan el tiempo de reacción
empleado.
150
Hacia el extremo cuantitativo: los diseños experimentales
(PRE). Cuando los estímulos llegan al cerebro, causan una secuencia de ondas en
el trazado electroencefalográfico, que se conoce como potencial evocado. La téc-
nica empleada más frecuentemente para la medición de esta secuencia es la elec-
troencefalografía (EEG) o la electromiografía (EMG). La EEG mide las variacio-
nes eléctricas generadas por la actividad de las conexiones producidas entre las
neuronas en el momento en el que ocurren en la corteza cerebral. Esta técnica no
es invasiva pero, al igual que ocurría con los primeros lectores oculares, resulta
incómoda para los sujetos, puesto que requiere la aplicación de una serie de elec-
trodos dispuestos en distintas partes del cuero cabelludo del sujeto. Teniendo en
cuenta que la EEG emite una señal pequeña (entre 10-200 microvoltios), es im-
portante que el contacto entre el electrodo y el cuero cabelludo sea bueno para
asegurar una conducción óptima. La corriente eléctrica se mide siempre entre dos
puntos (diferencia de potencial), que en el caso de la EEG son dos electrodos
situados en dos zonas diferentes del cuero cabelludo.
Medir las diferencias de potencial nos permite medir variaciones en la carga
cognitiva como índice de la dificultad de procesamiento. Los PER se han emplea-
do, por ejemplo, en psicolingüística para investigar fenómenos de cambio entre
lenguas en hablantes bilingües (véase, por ejemplo, Álvarez et al. 2003, Jackson
et al. 2004). En general, los datos sugieren que el cambio entre lenguas (más co-
nocido por su denominación en inglés como «language switching») demanda un
incremento en el coste de procesamiento reflejado en las variaciones en las ondas
de PER. No obstante, los resultados no son definitivos, puesto que mientras que
hay estudios que sugieren un coste similar para la L1 y la L2, otros reflejan laten-
cias de PER más rápidas en la L1 que en la L2 (véase Christoffels et al. 2007).
Hay incluso estudios que demuestran que estas diferencias pueden cambiar bajo
condiciones específicas, proporcionando evidencia de latencias más lentas en la
L1 que en la L2 en contextos lingüísticos mixtos (véase Kroll et al. 2006). Pero a
pesar de las diferencias en los resultados, el supuesto básico que subyace a las
distintas interpretaciones es que la L1 y la L2 requieren diferentes patrones de
inhibición determinados por la fuerza de las representaciones léxicas establecidas
en cada lengua. Así, para un bilingüe volver a la L1 es más difícil porque las re-
presentaciones léxicas son más fuertes y requieren una inhibición mayor, por lo
que la reactivación implica más esfuerzo (reflejada en latencias más largas). Por
el contrario, cambiar a la L2 es más fácil porque requiere una inhibición menor
(de ahí las latencias más cortas) (véase Diamond y Shreve 2010: 294).
Los trabajos que han aplicado EEG o PERs al estudio de la traducción son
todavía muy escasos y se han centrado principalmente en el análisis de la infor-
mación que puede servir de estímulo al traductor, ayudándole en el proceso de
transcodificación. Se trata, por lo general, de experimentos diseñados para anali-
zar el efecto facilitador que determinados estímulos verbales pueden tener sobre
la traducción de cognados falsos, verdaderos o no cognados (véase, por ejemplo,
151
Diseños y métodos de investigación en traducción
Gerganov et al. 2008, 2009, Lachaud 2011, Spakov et al. 2009). En los estudios
mencionados, la EEG se combina con otros instrumentos de análisis, como el
lector de movimientos oculares y/o los programas de grabación del teclado.
Además, la EEG proporciona la ventaja adicional de que nos permite localizar
el lugar en el que se desarrolla la actividad cerebral y el momento en el que ocurre
un proceso específico. La localización de cada electrodo se define por una letra y
un número que nos proporcionan información sobre el hemisferio implicado y
sobre el área cerebral activada. Este aspecto ha sido explotado en unos pocos tra-
bajos que han aplicado la EEG al estudio de la interpretación para investigar fe-
nómenos como la lateralización, el dominio de un hemisferio concreto y las activi-
dades neurofisiológicas en los cerebros de los intérpretes profesionales. Uno de los
primeros trabajos en aplicar la EEG a la interpretación fue el estudio de Kraushaar
y Lambert (1987), quienes concluyeron de su análisis que al interpretar a una L2 el
lenguaje se procesa mejor cuando se dirige al oído derecho. Un año más tarde,
Gran y Fabbro (1988) usaron la EEG para determinar que mientras que en el pro-
cesamiento lingüístico existe un dominio del hemisferio izquierdo, en interpreta-
ción existe una activación simétrica de ambos hemisferios. Dicho descubrimiento
fue corroborado por Kurz (1994) quien, en un trabajo con intérpretes profesiona-
les, no sólo encontró diferencias en los grados de activación de ambos hemisferios
en la interpretación a la L1. Además, detectó que había áreas del hemisferio dere-
cho que también estaban activas en la interpretación a la L2. Igualmente, su trabajo
identificó diferencias de procesamiento entre la interpretación simultánea y otras
tareas cognitivas complejas, como escuchar música o ejercicios de cálculo.
La aplicación de la EEG a la interpretación plantea, ciertamente, menos pro-
blemas que su uso en traducción escrita. El principal inconveniente de la aplica-
ción de la EEG a la traducción se desprende, una vez más, de las limitaciones del
instrumento de medición. La EEG requiere situaciones que no promuevan los
movimientos oculares, los parpadeos ni ningún otro tipo de actividad motora o
cerebral adicional a la que se estudia. Estas limitaciones no sólo dificultan su
aplicación a situaciones reales de traducción escrita, sino que también entorpecen
la triangulación con otros métodos de análisis. No obstante, hoy en día el avance
de los algoritmos matemáticos existentes para el análisis de los datos obtenidos
mediante EEG ha logrado solventar algunas de estas limitaciones, facilitando su
aplicación al estudio de actividades más complejas, como es el caso de la traduc-
ción (véase Lachaud 2011: 136).
Otros métodos neurológicos que permiten explorar las áreas del cerebro acti-
vadas en el proceso de traducción o interpretación son las denominadas Tomogra-
fía por Emisión de Positrones y la Resonancia Magnética Funcional (ambas co-
nocidas popularmente por sus siglas en inglés, PET y fMRI). Mediante estas
técnicas también es posible estudiar los cambios fisiológicos que ocurren en el
cerebro de un individuo mientras realiza una actividad cognitiva concreta, con la
152
Hacia el extremo cuantitativo: los diseños experimentales
ventaja de proporcionar además una imagen que permite visualizar dicha activi-
dad. La lógica que subyace a estas técnicas es similar a la de los Potenciales Evo-
cados, a saber, podemos inferir que el área que muestra una mayor actividad du-
rante la realización de una tarea cognitiva es la zona a cargo de la función
cognitiva implicada en la tarea realizada. No obstante, existen diferencias impor-
tantes entre las técnicas de neuroimagen y las de registro de actividad eléctrica,
relativas a la manera de registrar la actividad, al tipo de información proporciona-
da y a su capacidad para acceder a determinados tipos de neuronas.
En primer lugar, los PREs y la EEG proporcionan registros de la actividad
eléctrica cerebral mientras que la PET y la fMRI son técnicas de neuroimagen que
nos permiten visualizar la actividad y las funciones cerebrales. Tanto la PET co-
mo la fMRI usan un aparato de resonancia magnética para medir la actividad de
un área del cerebro a partir de los patrones de flujo sanguíneo. Las principales
diferencias son que la PET presenta una resolución más pobre y usa un procedi-
miento más invasivo que requiere la introducción en el cuerpo de una sustancia
que irradia partículas atómicas (positrones). Los PREs y la EEG tienen una gran
resolución temporal, por lo que nos permiten localizar los cambios en la actividad
cerebral con precisión de milisegundos. Por su parte, la fMRI tiene una mayor
resolución espacial y nos proporciona información más detallada en términos de
milímetros. Por este motivo, muchos estudiosos recomiendan la combinación del
registro de la actividad eléctrica con el uso de técnicas de neuroimagen (véase
Debener et al. 2005). Por otra parte, mientras que los PREs y la EEG sólo miden
la actividad de la neuronas situadas en la zona cortical (es decir, en las partes más
superficiales del cerebro), la fMRI permite medir la actividad de neuronas con
unos requerimientos metabólicos que las hacen accesibles para la resonancia, pero
no pueden ser captadas en la EEG ni en el PRE.
Las técnicas de neuroimagen se han aplicado sobre todo en el ámbito de la
psicolingüística para investigar fenómenos de bilingüismo que, sin duda, resultan
de enorme relevancia para la traducción. PETs y fMRIs se han empleado, por
ejemplo, para investigar posibles diferencias en los patrones de activación cere-
bral en situaciones que implican diferentes patrones de direccionalidad y diferen-
tes procesos de selección lingüística. En este sentido, se ha demostrado que las
diferencias en la direccionalidad de la traducción causan diferencias en los patro-
nes de activación cerebrales e implican rutas distintas: cuando se traduce a una
lengua no nativa se produce un incremento en el esfuerzo de procesamiento que
causa una mayor activación de la corteza dorsolateral frontal izquierda (véase
Rinne et al. 2000). Se ha sugerido que este patrón de activación podría explicar el
hecho de que mientras que la traducción a la L1 implica una ruta léxica directa en
la que las palabras se relacionan a nivel lexemático, la traducción a la L2 implica
una ruta semántica indirecta en la que las palabras se relacionan a través del signi-
ficado.
153
Diseños y métodos de investigación en traducción
Además, también se han demostrado diferencias en los patrones de activación
entre situaciones que implican únicamente «language switching» y situaciones
que implican actividades inter-lingüísticas más complejas como la traducción
(véase Price et al. 1999). Aunque la evidencia no es definitiva, los datos parecen
sugerir que se trata de dos situaciones o funciones mediadas por mecanismos
parcialmente independientes: mientras en las situaciones únicamente de «langua-
ge switching» las áreas pre-frontales son más prominentes, en las tareas de tra-
ducción se activan áreas asociadas con procesos de memoria. Estos datos indican
que la traducción es una actividad más compleja de orden superior que implica
otros sistemas que no son específicamente lingüísticos. Las técnicas de neuroima-
gen también han demostrado que los bilingües con un nivel de competencia ele-
vado en las dos lenguas pueden acceder a los conceptos directamente desde la L2
sin tener que recurrir a la traducción a través de la L1. Estos resultados sugieren
que el nivel de competencia o experiencia de los sujetos también desempeña un
papel relevante en tareas lingüísticas y de traducción (véase Diamond y Shreve
2010: 309).
Los estudios que han aplicado las técnicas de neuroimagen al estudio especí-
fico de la traducción son muy escasos, debido a la complejidad del instrumento de
medición y a la escasa disponibilidad de este tipo de aparatos (véase Ahrens et al.
2010). Un escáner es un aparato destinado principalmente a uso médico, cuyo
manejo requiere una serie de conocimientos técnicos y neurológicos que hace
necesario recurrir a especialistas. Uno de los pocos trabajos que han utilizado
fMRI e intérpretes es el de Krick et al. (2005). Aunque su objetivo central todavía
no era específicamente el estudio de la interpretación, estos autores aplicaron la
fMRI para estudiar el proceso de «cambio de lengua» (code-switching) en bilin-
gües, usando como uno de los grupos de sujetos a intérpretes profesionales selec-
cionados por su alto dominio lingüístico. No obstante, una vez más el instrumento
de medición planteaba problemas de procedimiento que amenazaban la validez
ecológica del experimento. Para llevar a cabo el experimento, los sujetos debían
meterse en un aparato de resonancia magnética mientras que leían un texto bilin-
güe en el que la lengua cambiaba cada tres oraciones. Pero a pesar de las dificul-
tades en el procedimiento, los resultados eran reveladores. La resonancia mostra-
ba un mayor nivel de actividad en el Área de Brodman 46 de los intérpretes
cuando cambiaban de lengua. Es más, este aumento de actividad iba ligado a un
aumento de la masa gris en esta zona, un descubrimiento fascinante que sugiere
que la adquisición de habilidades especializadas de interpretación puede provocar
cambios neurofisiológicos en el cerebro.
Un año más tarde, Kalderonova (2006) presentó un estudio preliminar apli-
cando la resonancia magnética al estudio de la interpretación como parte de su
proyecto fin de grado en la Universidad de Mainz (Alemania) y en colaboración
con el Departamento de Neuroradiología del Hospital Universitario de Saarland.
154
Hacia el extremo cuantitativo: los diseños experimentales
155
Diseños y métodos de investigación en traducción
El registro y análisis de la actividad cerebral proporciona, al fin, el deseado medio
para acceder a la codiciada «caja negra» de traductores e intérpretes. Sin embar-
go, el elevado coste y la complejidad de los instrumentos de alta tecnología em-
pleados en la medición dificultan su empleo en ámbitos en los que el acceso a los
aparatos y a los especialistas resulta enormemente complicado.
Las técnicas hasta aquí examinadas han servido para medir el nivel de esfuerzo
cognitivo de ciertos procesos de traducción e interpretación en función de la acti-
vidad cerebral observada. Sin embargo, existe otro grupo de técnicas que se ha
empleado para evaluar el papel que factores como el estrés o la emoción desem-
peñan en la labor del traductor y el intérprete. Se trata de instrumentos que permi-
ten medir la respuesta fisiológica de los sujetos ante ciertos estímulos que generan
los mencionados procesos de estrés y emoción.
Entre las técnicas más empleadas para medir reacciones fisiológicas indicati-
vas del nivel de estrés se encuentra el análisis de los niveles de cortisol. El corti-
sol es una hormona generada por el cuerpo humano, que se activa bajo niveles
altos de estrés. Una de las técnicas más extendidas para medir el nivel de cortisol
consiste en emplear pequeños tubitos de algodón que se introducen en la boca de
los sujetos durante aproximadamente un minuto (hasta que estén bien empapados)
y después se llevan a analizar al laboratorio. En un principio, el tener que mante-
ner el algodón en la boca puede parecer un serio inconveniente para aquellos es-
tudios que implican la articulación oral del discurso, como es el caso de los traba-
jos de traducción a la vista o de interpretación. Sin embargo, los niveles de
cortisol no comienzan a subir hasta unos 10 o 20 minutos después de recibir el
estímulo estresante, por lo que la medición puede realizarse justo al finalizar un
turno de interpretación con una duración determinada (véase Moser-Mercer et al.
1998, Moser-Mercer 2003 y Mackintosh 2001). Una alternativa más precisa al
análisis del cortisol en saliva consiste en realizar un análisis de los niveles en
sangre. El análisis de sangre permite un examen más completo que evalúa los
efectos del estrés mediante la medición de otros indicadores metabólicos, como
los niveles de insulina o los electrolitos. Sin embargo, es una técnica mucho más
invasiva que probablemente pocos traductores o intérpretes estarían dispuestos a
tolerar.
Uno de los problemas que presentan las técnicas fisiológicas es que son insu-
ficientes para detectar información cualitativa más precisa sobre el tipo de estrés
al que nos enfrentamos. Estas pruebas nos permiten determinar si los niveles
hormonales o metabólicos de los sujetos indican posibles efectos del estrés, pero
156
Hacia el extremo cuantitativo: los diseños experimentales
no nos permiten saber si los niveles están altos porque han tenido una pelea con
su pareja antes de salir de casa o porque se encuentran realmente abrumados por
la complejidad de la traducción o por el escaso tiempo permitido para llevarla a
cabo. Es más, existen otros factores que no son indicativos propiamente dichos de
estrés, pero que pueden elevar los niveles de cortisol, como son la nicotina en los
fumadores o los cambios hormonales propios del ciclo menstrual en las mujeres.
Una manera de acotar la incidencia de variables externas consiste en complemen-
tar el análisis del cortisol con cuestionarios que nos proporcionen la información
adicional necesaria. También es aconsejable realizar varias mediciones durante
cada prueba experimental. Lo ideal sería realizar al menos tres mediciones: una al
comienzo para determinar el nivel de salida, otra durante la prueba y una última al
finalizar la misma. En el caso del análisis de sangre, esta técnica de medición
requiere que lo sujetos se dejen extraer sangre del dedo al menos tres veces duran-
te cada prueba experimental, algo a lo que no todo el mundo estaría dispuesto. Es
más, implicaría un incremento considerable en los costes de laboratorio y una
alteración importante de la validez ecológica del experimento.
En lo referente al análisis del cortisol en saliva, existe además otro inconve-
niente añadido. Tal y como hemos señalado anteriormente, la respuesta del corti-
sol en el cuerpo humano ante un estímulo estresante no se produce de manera
inmediata. Los niveles de cortisol comienzan a subir unos 10 ó 20 minutos des-
pués de recibir el estímulo estresante y entonces inician un periodo de subida que
alcanza su pico máximo aproximadamente a los 30 minutos, justo antes de co-
menzar a bajar gradualmente hasta los niveles base. Este patrón de comporta-
miento impone ciertas restricciones para su aplicación a experimentos de traduc-
ción. Una de estas restricciones es el incremento en la duración global de la tarea.
Con el fin de asegurar que existe el tiempo suficiente para permitir que los niveles
de cortisol suban, sería necesario establecer un tiempo mínimo de duración de la
tarea de unos 30 minutos (si asumimos que los niveles comenzarán a subir al
inicio y queremos realizar la medición justo al finalizar) o al menos añadir unos
15 ó 20 minutos más al tiempo empleado específicamente en realizar la traduc-
ción (si asumimos que los niveles comenzarán a subir al finalizar la tarea). Lo
cierto es que el empleo de textos completos en tareas de traducción dificulta so-
bremanera la elección del momento más adecuado para llevar a cabo la medición.
Aunque podemos asumir que el momento de máximo estrés sería al finalizar la
traducción, lo cierto es que si la tarea fuera demasiado larga y el sujeto se encon-
trara más estresado al comienzo que al final existiría el riesgo de que los niveles
de cortisol ya hubieran empezado a descender antes de terminar la tarea. Por otra
parte, si la tarea fuera demasiado breve, es posible que no resultara lo suficiente-
mente estresante como para causar un claro reflejo fisiológico. Otro factor a tener
en cuenta es que, en el caso de tener que realizar varias tareas, existe la posibili-
dad de que los efectos de la anterior condicionen a la siguiente, por lo que es con-
157
Diseños y métodos de investigación en traducción
veniente que los traductores tengan un descanso lo suficientemente largo entre las
diferentes tareas (véase Bayer-Hohenwarter 2009).
Pero a pesar de los inconvenientes señalados, conviene tener en cuenta que la
mayoría de las dificultades se derivan de la complejidad de la traducción como
tarea experimental y de la necesidad de aplicar técnicas de control experimental
más rigurosas. No obstante, la necesidad de imponer un diseño más controlado en
los experimentos no debería ser óbice para impedir el uso de las mediciones de
cortisol. Empleadas en combinación con métodos cualitativos como los cuestiona-
rios o entrevistas, las mediciones del cortisol en saliva pueden proporcionar a los
estudios de traducción sobre la influencia del estrés por falta de tiempo una mane-
ra factible para objetivar la manifestación fisiológica del estrés.
Otra técnica fisiológica que nos permite explorar el papel que los factores
emocionales desempeñan en la traducción consiste en la medición del pulso o de
la frecuencia cardíaca. El sistema cardiovascular en general y la variabilidad de la
frecuencia cardíaca (VFC) en particular, se consideran indicadores de alta sensibi-
lidad ante actividades que requieren un considerable esfuerzo mental o provocan
una intensa respuesta emocional. En la actualidad la medición del ritmo cardíaco
se ha simplificado bastante gracias al uso extendido de los pulsómetros. Un pul-
sómetro es un monitor del ritmo cardíaco que permite medir la frecuencia cardía-
ca en tiempo real. Se compone de dos elementos: una cinta transmisora que se
coloca en el pecho y un reloj de muñeca que actúa como receptor. La cinta del
pecho tiene electrodos en contacto con la piel que detectan los latidos del corazón
y los transmiten mediante una señal de radio al receptor. Una de sus mayores
ventajas es que el sujeto puede realizar cómodamente cualquier prueba de traduc-
ción o interpretación mientras lleva la cinta en el pecho bajo la ropa. Esta técnica
no interfiere en la realización del experimento y constituye una alternativa menos
molesta que la introducción de algodones en la boca. Otra de las ventajas que
presenta frente al uso de los algodones para medir el nivel de cortisol es que el
pulsómetro proporciona información temporal más precisa que nos permite de-
terminar el impacto de estímulos lingüísticos específicos. Los modelos más avan-
zados disponen de un software que proporciona datos precisos sobre el ritmo car-
díaco de los sujetos en intervalos de tiempo prefijados por el investigador. Uno de
los problemas que plantea esta técnica es la posibilidad de una pérdida ocasional
de señal entre la cinta y el receptor. Por este motivo, el receptor puede tenerlo el
investigador o depositarlo sobre una mesa, pero es importante que se encuentre
cerca del sujeto para asegurar una correcta transmisión durante toda la prueba.
A pesar de su enorme potencial para evaluar el impacto fisiológico del estrés
y las emociones, la medición de la frecuencia cardíaca todavía no ha comenzado a
aplicarse de forma generalizada al estudio de la traducción. Hasta donde alcanza
nuestro conocimiento, existen únicamente dos trabajos que han monitorizado los
cambios en la frecuencia cardíaca durante una tarea de traducción. El estudio de
158
Hacia el extremo cuantitativo: los diseños experimentales
159
Diseños y métodos de investigación en traducción
capaces de proporcionar información más detallada sobre las causas de los cam-
bios fisiológicos.
Otros instrumentos empleados en psicología para medir la respuesta fisioló-
gica a emociones como el miedo, la ira o los sentimientos sexuales son el medidor
de respuesta galvánica (GSR) o conductancia de la piel (SRC), la electromiografía
o la temperatura periférica de la piel. Hasta el momento estas técnicas se han em-
pleado exclusivamente en algunos estudios de interpretación. El trabajo de Kurz
(2002) ha revelado, por ejemplo, diferencias en los niveles de conductancia de la
piel en situaciones de estrés moderado (en este caso, en la interpretación de confe-
rencias) en comparación con situaciones de estrés elevado (en la interpretación en
TV). En otro trabajo posterior de Kurz (2003), la autora combinaba los niveles de
conductancia de la piel con la medición del ritmo cardíaco para demostrar que los
intérpretes profesionales muestran una capacidad para controlar el estrés superior
a la encontrada en los intérpretes no profesionales. Su trabajo revelaba diferencias
significativas en el ritmo cardíaco entre profesionales y noveles, pero no reflejaba
diferencias relevantes en los niveles de conductancia de la piel. A la luz de los
resultados obtenidos en el estudio realizado en el 2002, la autora concluía que el
medidor de respuesta galvánica resultaba más apropiado para el estudio de dife-
rencias intra-individuales (esto es, dentro de un mismo sujeto expuesto a condi-
ciones diferentes) que para la comparación entre-sujetos (es decir, entre dos gru-
pos de sujetos diferentes expuestos a la misma condición experimental).
Teniendo en cuenta la complejidad del procedimiento experimental de este
tipo de estudios, hemos querido incluir aquí una breve descripción del funciona-
miento del medidor de respuesta galvánica que subraye las principales ventajas e
inconvenientes implicadas en su uso. Como su denominación indica, el medidor
de respuesta galvánica es un instrumento que mide los cambios en la resistencia
galvánica de la piel. El supuesto sobre el que se fundamenta su uso es que estas
emociones generan cambios en la resistencia eléctrica de la piel que sirven como
indicador de la intensidad de las emociones. Los cambios en la resistencia galvá-
nica de la piel se producen gracias a ciertos tipos de glándulas sudoríparas que se
encuentran en mayor porcentaje en las manos y los dedos. Por este motivo, el
medidor se coloca en los dedos de la mano, un inconveniente para la traducción
escrita, pero no tanto para la interpretación. De hecho este aparato es la base de la
tecnología del polígrafo. Entre los inconvenientes que plantea el uso de este ins-
trumento se encuentra su extrema sensibilidad, lo que implica, una vez más, un
riguroso control temporal del experimento. Por ejemplo, una vez que se ha incre-
mentado la conductancia eléctrica de la piel, se tarda entre 10 y 20 segundos en
retornar a la basal. Es más, tras la recepción del estímulo el lapso transcurrido
entre el momento de recibir el estímulo y la respuesta no debe exceder los 3 se-
gundos. Unos 3 segundos más tarde alcanza el pico y tarda entre 2 y 10 segundos
160
Hacia el extremo cuantitativo: los diseños experimentales
más en bajar a la mitad del valor del pico. Además, la sensibilidad del mecanismo
aconseja que las mediciones se lleven a cabo en un ambiente controlado y estable.
La electromiografía (EMG) es una técnica que mide la actividad eléctrica
producida por los músculos esqueléticos. La medición se lleva a cabo mediante
un aparato médico (el electromiógrafo) que detecta la energía de las células mus-
culares cuando se activan neural o eléctricamente. Consiste en la aplicación de
electrodos de pequeño voltaje que se colocan en la zona muscular que se desea
estudiar para registrar la respuesta y conectividad entre los electrodos. En neuro-
marketing, esta técnica se ha empleado para registrar micro-expresiones faciales
conectadas con estados emocionales. Se parte del supuesto de que cuando nos
sometemos a un estímulo, los músculos de nuestra cara se mueven involuntaria-
mente como reacción a lo que estamos viendo. Los músculos de la cara relaciona-
dos directamente con las emociones son el superciliar o corrugador de las cejas y
el cigomático o músculo de la sonrisa. Aparte de la pequeña molestia de llevar los
electrodos aplicados en la cara, la técnica deja libres las manos, por lo que podría
utilizarse sin problemas durante la traducción escrita. No obstante, hasta la fecha
no tenemos conocimiento de que esta técnica se haya intentado emplear en estu-
dios de traducción.
La medición de la temperatura periférica de la piel mediante termosensores
electrónicos también se considera un indicador de determinados estados emocio-
nales. El supuesto sobre el que se fundamenta su uso es que la temperatura perifé-
rica de las extremidades (las manos y los pies) es proporcional a la cantidad del
flujo sanguíneo en el área. De esta forma, por ejemplo, cuando la persona está
tensa o experimenta una emoción, se produce cierta reducción en el flujo de la
sangre que causa una disminución de la temperatura. Al igual que ocurría con el
medidor de respuesta galvánica, la instalación de los sensores en las manos puede
ser un obstáculo para su aplicación en la traducción escrita. Pero a pesar de que su
uso en interpretación o traducción a la vista sería menos problemático, hasta el
momento tampoco conocemos ningún estudio que haya empleado la medición de
la temperatura periférica en intérpretes.
En esta sección hemos revisado algunas de las técnicas fisiológicas que ya se
han empleado en trabajos de traducción, incluidas una minoría que todavía no se
han aplicado, pero que podrían resultar útiles para investigar ciertos aspectos del
proceso traductológico. Es probable que existan otras técnicas fisiológicas que no
hemos mencionado en este apartado (como, por ejemplo, la medición del ritmo
respiratorio). Sin embargo, nuestra intención no ha sido en ningún momento pro-
porcionar un listado exhaustivo de los distintos instrumentos disponibles en el
mercado. Esta sección se concibió con el simple objetivo de dar a conocer al lec-
tor algunas de las técnicas existentes y evaluar su potencial para la traducción
desde un punto de vista crítico. Los datos neurológicos y fisiológicos de los estu-
dios que examinan bilingüismo y traducción sugieren que la traducción, además
161
Diseños y métodos de investigación en traducción
de los mecanismos puramente lingüísticos, también implica otros procesos cogni-
tivos que van más allá de lo lingüístico, y apuntan a un posible papel de la expe-
riencia del traductor, la dirección de la traducción y los rasgos específicos de la
tarea como moduladores de las funciones lingüísticas. Independientemente de las
limitaciones de algunas de las técnicas revisadas, resulta innegable que estos es-
tudios abren nuevas vías para un tipo de investigación empírica que pueda ayudar
a reconciliar los resultados e intereses de la investigación sobre traductores y el
proceso de traducción con los datos y objetivos de la investigación sobre bilin-
gües en psicolingüística y neurología.
4.3. Conclusiones
162
Hacia el extremo cuantitativo: los diseños experimentales
ofrece un medio excelente para controlar las variables estudiadas. Sin embargo, la
mayoría de las veces ese entorno controlado y aséptico resulta muy diferente al
contexto real que intenta emular. En el caso de los experimentos en traducción, el
investigador conduce al traductor a una habitación (por lo general, un aula o labo-
ratorio de idiomas en alguna institución universitaria) en la que se le pide que
realice una tarea de traducción. El punto más polémico surge en relación a la in-
terpretación de los resultados obtenidos. La explicación del investigador asume
que los datos obtenidos son similares a los generados en una situación de traduc-
ción real, pero lo cierto es que son muchos los que cuestionan la veracidad de
estos datos. Desde el momento en el que el traductor atraviesa la puerta del labo-
ratorio se encuentra en una situación artificial, con herramientas de trabajo dife-
rentes y un contexto distinto a su entorno de trabajo habitual, sin las distracciones
a las que está acostumbrado, pero con otras generadas probablemente por su cu-
riosidad ante un ambiente distinto. ¿Hasta qué punto son, pues, estos resultados
generalizables a una situación de traducción real? ¿Es realista asumir que en un
entorno de este tipo el traductor va a reaccionar y producir datos similares a los
que produciría en condiciones normales?
Es innegable que incluso para los defensores del método experimental resulta
difícil obviar los problemas de validez ecológica de este tipo de diseños, pero
también es cierto que estos problemas no invalidan necesariamente sus resultados.
La traducción es una tarea compleja en la que intervienen una multitud de varia-
bles difíciles de operacionalizar y los traductores e intérpretes son sujetos con un
entorno de trabajo al que resulta complicado acceder. Sin embargo, los obstáculos
no son insalvables y la tecnología juega a favor de la investigación. Existen ya
intentos para diseñar métodos de análisis que permitan a los traductores realizar
los experimentos desde su entorno de trabajo habitual y probablemente pronto
surgirán nuevas técnicas que permitan determinar con total fiabilidad los procesos
cognitivos que guían la labor de traductores e intérpretes. Hasta el momento en el
que el contenido de esa «caja negra» quede totalmente al descubierto y se facilite
el acceso a entornos completamente «reales», los investigadores, lejos de rendir-
se, deben continuar intentando conferir mayor autenticidad a sus datos triangu-
lando los métodos y las herramientas de análisis.
Proyectos
163
Diseños y métodos de investigación en traducción
a. ¿Es el impacto emocional de una metáfora traducida mayor o menor
que el de la metáfora original?
b. ¿Qué efecto puede ejercer la interpretación sobre el impacto emocio-
nal de un discurso político?
c. ¿La lectura de un texto para su traducción demanda un mayor o menor
esfuerzo de procesamiento cognitivo que la lectura únicamente com-
prensiva?
d. ¿Cuáles son las principales estrategias de traducción empleadas para
traducir elementos culturales?
164
5
Redacción y ética
165
Diseños y métodos de investigación en traducción
claridad a una audiencia determinada. Por último, un proceso de redacción ade-
cuado debe ir acompañado del cumplimiento de ciertas cuestiones éticas esencia-
les en la elaboración de un trabajo académico. Por este motivo, el capítulo con-
cluye con una breve mención a las normas de conducta elementales en la
investigación científica.
— Empezar siempre con lo familiar, es decir, con lo que conocen los lecto-
res y progresar hacia lo que no saben.
— Empezar con lo más simple para lograr que el lector se encuentre cómodo
antes de introducir lo más complejo o difícil.
— Empezar siempre con lo más general y progresar hacia lo particular enfo-
cando en los detalles.
166
Redacción y ética
Junto a estos cinco principios, Belcher (2009: 182-5) también indica algunos
consejos básicos para mejorar la estructura del trabajo a nivel de la micro- y ma-
croestructura. Sus consejos han servido para formular las recomendaciones que
exponemos a continuación. Uno de los objetivos básicos que debe perseguir toda
estructura es la claridad. Para incrementar la transparencia de un trabajo, es con-
veniente marcar su estructura mediante diferentes apartados y subapartados que
guíen al lector a través de la investigación. Organizar el trabajo en diferentes sec-
ciones no sólo ayuda al lector a percibir las ideas y resultados más relevantes de
la investigación, sino que además mejora la presentación visual del trabajo y
promueve la impresión de organización.
Otra cualidad estructural clave es la coherencia. Todas las oraciones, párrafos
y secciones deben acoplarse con suavidad, como las piezas de un lego. En este
sentido, los marcadores y enunciados que resumen los contenidos son indicadores
de la estructura diseñados para ayudar al lector. Los resúmenes contribuyen a
vincular las distintas partes y facilitan la progresión del trabajo. Son especialmen-
te útiles en el caso de los trabajos largos, como las tesis doctorales o trabajos fin
de máster, en los que los resúmenes al final de cada capítulo ayudan a recapitular
los puntos más relevantes del mismo y a enlazarlo con el siguiente. No obstante,
en los artículos y trabajos menos extensos también es útil incluir al final de cada
una de las secciones un resumen breve de los principales aspectos tratados en
cada uno de los apartados.
Vinculado al ideal de coherencia se encuentra también el de cohesión. Todo
el trabajo debe estar organizado alrededor de la idea definida en los objetivos. Esa
idea debe convertirse en el eje que articula las distintas secciones y párrafos: debe
sugerirse en el título y mencionarse en cada una de las secciones, pero especial-
mente en el resumen de la introducción del trabajo y en la conclusión. Igualmen-
te, se deben evitar las digresiones que nos alejen del tema central del trabajo. Es
importante saber distinguir entre lo que es relevante para nuestro tema de estudio
y lo que no lo es.
Un principio elemental de una estructura sólida consiste en no introducir in-
formación nueva sin mostrar de qué forma se relaciona con la idea o razonamien-
to central del trabajo. De este principio se desprenden dos ideas que todo director
de tesis repite sin cesar a sus doctorandos: los ejemplos y los datos que aportan
evidencias siempre deben ir precedidos de la teoría a la que ilustran y nunca se
debe introducir información en las conclusiones que no se haya mencionado ante-
167
Diseños y métodos de investigación en traducción
riormente en el trabajo. Los ejemplos son excelentes aliados de la claridad y pre-
cisión expositiva. Los argumentos o supuestos teóricos siempre se entienden me-
jor ilustrados con ejemplos, pero es importante que exista en todo momento una
vinculación clara entre el ejemplo y el principio teórico que describe, explica o
puntualiza. Algo similar ocurre con los datos que sirven para aportar evidencias.
Por sí solos, estos datos no dejan de ser meras anécdotas sin capacidad explicati-
va. Sin embargo, vinculados a un razonamiento o supuesto teórico, se convierten,
como los ejemplos, en óptimos aliados de la claridad expositiva. Precisamente por
su potencial explicativo, los ejemplos y evidencias se utilizan primordialmente en
la introducción y descripción del estudio. La principal función de las conclusiones
es la de sintetizar los aspectos claves del trabajo y no es, por lo tanto, el lugar más
propicio para introducir nuevos ejemplos y evidencias que no se hayan mencio-
nado en otras partes del estudio.
La estructura de un trabajo académico debe contribuir a fomentar la impre-
sión de objetividad. No conviene olvidar que un trabajo académico no es una obra
literaria ni de ficción. Debemos evitar, pues, emplear recursos novelísticos que
puedan desvirtuar la claridad y objetividad perseguidas en un trabajo académico.
En cierta ocasión, uno de mis trabajos en co-autoría recibió una crítica de los cen-
sores por emplear en ciertas partes del estudio un lenguaje demasiado literario y
retórico que desvirtuaba la impresión de rigor científico que el trabajo pretendía
alcanzar. Lo cierto es que una de las autoras era una excelente escritora de ficción
que no supo (o no quiso) borrar la huella de su gusto por la literatura. También a
diferencia de las obras literarias, en los trabajos de investigación el lector quiere
conocer cuanto antes el argumento, es decir, qué objetivos se persiguen y cómo se
pretende alcanzarlos. Saber los detalles de la argumentación desde un principio
ayuda al lector a seguir el razonamiento y contribuye a crear una sensación de
honestidad e imparcialidad científica.
Otro principio estructural esencial consiste en lograr un equilibrio armónico
entre las diferentes secciones. En un trabajo académico cada una de las secciones
cumple un propósito determinado y es importante que tengan la extensión necesa-
ria para lograr desempeñar su cometido. A menudo, los investigadores tienden a
elaborar introducciones demasiado largas y conclusiones demasiado cortas. Los
comienzos siempre se afrontan con ganas e ilusión. El deseo de proporcionar una
contextualización detallada para el estudio con frecuencia repercute en la redac-
ción de introducciones demasiado extensas que tienden a acaparar el protagonis-
mo del trabajo en detrimento de partes más importantes. La parte central se dedica
a la presentación del estudio realizado y normalmente se elabora con esmero,
intentado alcanzar el suficiente nivel de detalle en la descripción del procedimien-
to y en los ejemplos, pero sin dejarse llevar por los pormenores ni conceder un
protagonismo injustificado a lo anecdótico. La última fase de un trabajo siempre
es difícil y el cansancio y las restricciones de espacio de muchas publicaciones
168
Redacción y ética
conducen a los investigadores a intentar acortar por el lugar más obvio: el final.
Sin embargo, las conclusiones son un elemento clave de toda investigación que
requiere la extensión suficiente para resumir las ideas centrales y apuntar líneas
de investigación futuras.
Formular consejos generales para mejorar la estructura del trabajo que sirvan pa-
ra aplicarse a ámbitos diferentes no es una tarea fácil. La realidad es que ni todas las
áreas ni todas disciplinas demandan los mismos requisitos estructurales. Las ciencias,
por ejemplo, imponen un formato más rígido y categórico, diferente de las estructuras
más flexibles y abiertas de las humanidades. Y así, mientras que los investigadores de
ciencias aspiran a una mayor flexibilidad, los de humanidades buscan fórmulas que
les sirvan de modelo. Las diferencias existen incluso entre disciplinas distintas dentro
de cada una de las áreas. Belcher (2009: 178) indica las diferencias entre los artículos
de lingüística, los de lingüística aplicada y los de antropología dentro del área de
humanidades. Los artículos de lingüística tienen una introducción breve seguida de
una revisión de la literatura de 3 ó 4 páginas. Tras una sección de métodos corta, se
centran en el análisis o discusión, el cual se organiza alrededor del debate anunciado
en la revisión de la literatura y al que dedica aproximadamente el 75 % del artículo.
Los artículos de lingüística aplicada presentan un formato similar, con la principal
diferencia de que suelen incluir una sección antes de las conclusiones finales que
contiene las implicaciones pedagógicas de la investigación. Por otra parte, en los
artículos de antropología se concede una importancia excesiva a la revisión de la
literatura, a la que se dedica la mitad del espacio del artículo.
Lo cierto es que la laxitud imperante en el ámbito de las humanidades parece
desaconsejar cualquier intento de describir un formato estandarizado. Frente a la
falta de patrones en los trabajos de humanidades (e incluso en buena parte de los
de ciencias sociales), quizás la mejor receta resida en aplicar una buena dosis de
sentido común, combinada con nuestros conocimientos sobre los rasgos típicos
del área de estudio implicada y nuestra experiencia con el modelo de metodología
de análisis que queremos aplicar. A lo largo de este trabajo, hemos intentado pro-
porcionar los ingredientes necesarios para la preparación de una estructura sólida
y coherente, pero, en última instancia, es el investigador el que debe definir cuál
es la proporción más adecuada para los distintos componentes de la receta según
los intereses particulares de su investigación.
169
Diseños y métodos de investigación en traducción
tual. Si vemos algo que nos gusta, deseamos adquirirlo, lo valoramos mejor. A la
hora de elaborar un trabajo, una presentación atractiva y ordenada prepara nuestro
cerebro para realizar una evaluación positiva incluso antes de haberlo leído. De la
misma forma que la imagen de una persona a menudo refleja rasgos de su carác-
ter, el formato de un trabajo nos proporciona indicios sobre el tipo de estudio
realizado y la cantidad de esfuerzo implicado.
Un tribunal de tesis está formado por un grupo de académicos que se conside-
ran expertos en la temática del trabajo defendido. Su principal cometido es el de
evaluar el propósito y el contenido del estudio. Y sin embargo, en todo acto de
defensa de un trabajo fin de máster o de una tesis doctoral los académicos suelen
dedicar una parte de su tiempo de intervención a comentar aspectos relativos al
formato del trabajo. Básicamente, estos aspectos se centran en cuestiones relativas
a la edición y presentación formal del estudio. Se espera que el trabajo se presente
con unos márgenes claros y un tamaño de letra e interlineado que facilite la lectu-
ra. Los párrafos deben indicarse con nitidez, las citas que superan las dos líneas
de extensión deben aparecer separadas del texto principal, centradas y justificadas
a ambos lados y los títulos de las diferentes secciones deben marcarse con una
numeración adecuada al nivel estructural al que pertenecen. Los ejemplos tam-
bién deben aparecer numerados y con un formato que facilite su identificación.
Las tablas y gráficos (si los hubiera) deben ir acompañados de una leyenda nume-
rada y una breve descripción de su propósito o contenido.
Un formato adecuado requiere también una presentación clara y ordenada de
las distintas partes que componen el trabajo. Independientemente de los requisitos
impuestos por las diferentes metodologías, un trabajo académico tiene tres grandes
partes, que podríamos definir como: los preliminares o elementos que sirven para
presentar el trabajo, el texto o cuerpo principal del mismo y las referencias bilio-
gráficas y anexos, que constituyen el complemento final del trabajo. Los conteni-
dos y divisiones de cada una de estas partes dependerán del tipo de trabajo y de la
temática y metodología elegidas. Por ejemplo, en un artículo académico los preli-
minares se limitan a una breve introducción, mientras que en una tesis doctoral o
trabajo fin de máster abarcan distintas secciones. Teniendo en cuenta que el tipo de
trabajo de investigación dirigido que se lleva a cabo para una tesis doctoral o tra-
bajo fin de máster (de aquí en adelante, TID) es el que suele presentar un formato
más completo, describimos a continuación su estructura prototípica.
Los preliminares de un TID contienen todos los elementos que el autor/a conside-
ra necesarios para introducir o presentar el trabajo. Pueden englobar las siguientes
partes o secciones:
170
Redacción y ética
171
Diseños y métodos de investigación en traducción
También es posible añadir una breve explicación para aquellos casos en los que
sea necesario.
El cuerpo principal del escrito es la parte más importante del trabajo, puesto que
presenta y desarrolla el estudio que se ha realizado. Se estructura en tres partes
diferentes: la introducción, el texto central y las conclusiones.
La introducción sirve para encuadrar y presentar el estudio. Sus funciones
son parecidas a las del prefacio, pero en los escritos académicos su carácter es
más científico. Proporciona la contextualización necesaria para el estudio, pero
presenta, además, una síntesis del problema o pregunta a la que el trabajo preten-
de dar respuesta y una justificación de su interés, detallando incluso los objetivos
de la investigación y una breve descripción del diseño metodológico empleado.
Tal y como vimos en el capítulo primero de este trabajo, en el caso del TID, la
introducción se desarrolla en un capítulo aparte, que suele incluir también un re-
sumen conciso del estudio llevado a cabo.
El texto central es la parte que desarrolla el estudio realizado en el trabajo. En
un TID esta parte puede incluir uno o varios capítulos, dependiendo de la profun-
didad de la investigación y de los aspectos que se deseen destacar. Por regla gene-
ral, se incluyen al menos dos capítulos, uno para la revisión de la literatura y otro
para el estudio. Pero es posible emplear capítulos adicionales que nos ayuden a
desarrollar cada una de estas partes en mayor detalle.
Las conclusiones constituyen la etapa final de esta parte central del trabajo.
Como indicábamos en el capítulo inicial de este libro, su función principal es la
de resumir los resultados del estudio y el impacto del trabajo junto a las reflexio-
nes del investigador. En un TID las conclusiones se elaboran en un capítulo aparte
que normalmente finaliza con las recomendaciones para futuras investigaciones.
En la elaboración del cuerpo principal del trabajo existen ciertos elementos
que sirven para completar e ilustrar el texto con comentarios aclaratorios e imá-
genes gráficas. Nos referimos a las notas a pie de página y a las tablas, ilustracio-
nes y gráficos. Las notas a pie de página nos ayudan a explicar o ampliar algún
elemento del texto sin alejarnos innecesariamente de la línea de argumentación
que se está desarrollando y sin entorpecer ni el estilo ni la fluidez de la redacción.
Esto se consigue sacando este tipo de comentarios adicionales fuera del texto
principal y colocándolos en la parte inferior de la página. Las notas al pie se sepa-
ran del texto principal con una línea corta y se escriben en un tamaño de letra
inferior al del resto del texto. Para indicar a qué parte del texto se refieren, se
marcan por orden de aparición mediante un número que en el texto principal apa-
rece al final de la oración a la que se hace referencia y a pie de página aparece al
172
Redacción y ética
173
Diseños y métodos de investigación en traducción
existen distintos formatos estandarizados de citas que es posible utilizar para
transcribir las referencias. Cada uno impone sus propias normas de estilo, aunque
todos coinciden en ciertos principios básicos. Para poder identificar una obra es
necesario conocer, como mínimo, su autor y su título. Otros detalles de la publi-
cación son adicionales, pero necesarios en las referencias para facilitar la consulta
de la obra. En el caso de un artículo, por ejemplo, los detalles implican conocer la
fecha de publicación, el nombre de la revista, el número de la misma, el volumen
al que pertenece (en el caso de que lo hubiera) y las páginas que ocupa (la primera
y la última). En lo que respecta a los libros, otros detalles necesarios son la fecha,
el lugar de edición y la editorial. Si el libro es un compendio de trabajos editados,
también es necesario especificar quiénes son los editores. Algunos formatos re-
quieren también incluir el ISBN del libro, en caso de conocerse. Si se cita un ca-
pítulo de un libro, además de los autores, fecha y título del mismo, es necesario
incluir también a los autores y el título del libro al que pertenece, así como el
resto de detalles requeridos para citar un libro. Adicionalmente, para citar un capí-
tulo de libro se deben especificar también las páginas del capítulo (la primera y la
última).
Otro aspecto central en el uso de referencias se refiere a la manera en la que
editar la información incluida. Los distintos manuales de estilo especifican distin-
tas formas de editar la información: en algunos el título de los artículos aparece
entre comillas mientras que en otros se introduce sin comillas, algunos incluyen la
fecha de publicación del trabajo entre paréntesis y otros usan simplemente el pun-
to. Algunos formatos especifican el nombre y apellido completo de los autores
mientras que otros abrevian el nombre propio; hay incluso variaciones en el orden
en el que se debe mencionar el nombre y apellidos de diferentes autores de una
misma obra. Lo cierto es que proporcionar una descripción detallada de los distin-
tos formatos existentes para los diferentes tipos de trabajos posibles excede el
propósito y los límites de extensión del presente libro. Remitimos, pues, al lector
a tres de los formatos más extendidos en el ámbito de las humanidades y ciencias
sociales: el formato de la Asociación de Psicología Americana (APA), el estilo
Harvard y el estilo Chicago para humanidades. No obstante, conviene tener en
cuenta que, en el caso de los artículos y los capítulos de libro, las revistas y edito-
res imponen normalmente a los autores sus propias normas de estilo para citar las
referencias bibliográficas.
Los anexos o apéndices están formados por todos los materiales adicionales
que sirven de apoyo al trabajo, puesto que ayudan al lector a profundizar o com-
prender mejor algún aspecto de la investigación. Normalmente, los anexos con-
tienen elementos que son demasiado extensos para aparecer insertados en el texto
principal sin obstaculizar la fluidez del discurso. Algunos tipos de anexos de uso
frecuente son las tablas de datos estadísticos, el listado completo de todos los
ejemplos de un modelo de análisis o de los estímulos de un experimento, o inclu-
174
Redacción y ética
175
Diseños y métodos de investigación en traducción
rutina de trabajo. Además, facilita la tarea del director, puesto que recibir las ideas
por escrito ayuda a visualizar y comprender mejor el trabajo.
Los escritores experimentados recomiendan comenzar pronto a redactar el
trabajo, produciendo diferentes versiones previas que revisan y reescriben conti-
nuamente, en lugar de intentar elaborar una única versión final desde el comienzo.
En líneas muy generales, es posible identificar dos tipos diferentes de escritores:
el escritor que escribe con sumo cuidado desde un principio y realiza una revisión
final al terminar y el escritor que primero produce una versión previa sin preocu-
parse en exceso ni del estilo ni del contenido y después trabaja sobre ella, revi-
sándola sucesivamente. Los dos estilos son igualmente válidos y la elección de un
tipo u otro depende de las preferencias y personalidad de cada escritor. Lo impor-
tante es adoptar el estilo que nos permita escribir con mayor comodidad y fluidez,
evitando los excesos y los parones. Pretender realizar una versión perfecta desde
el principio o escribir tan sólo cuando nos sentimos inspirados puede conducir a
la frustración y al estancamiento.
Creswell (2009: 81) nos ofrece algunos consejos que pueden ayudarnos a
crear hábitos de escritura correctos:
176
Redacción y ética
que sirve, además, para ejercitar nuestra mente. Escribir es similar a pensar en voz
alta: las palabras plasman nuestros pensamientos y el ordenador se convierte en el
órgano transmisor que nos sirve, a su vez, para ordenarlos y comprenderlos me-
jor. En cierta forma, visualizar las ideas en la pantalla nos ayuda a organizarlas y
comunicarlas con mayor claridad. La siguiente sección se centra precisamente en
los requisitos necesarios para lograr transmitir nuestras ideas de forma clara y
precisa.
Escribir tiene una faceta íntima ligada a la creatividad del escritor y a su talento
para expresar sus sentimientos y pensamientos. Pero escribir tiene también un
lado más público, relacionado con la capacidad del autor para comunicar sus
ideas a una audiencia determinada con lucidez y perspicacia. En el caso concreto
de un trabajo de investigación, la complejidad y especialización de los temas tra-
tados dificulta la tarea de lograr que sus contenidos se comuniquen con claridad.
No obstante, esta dificultad se ve hasta cierto punto compensada por el nivel de
especialización de la audiencia a la que se dirige el trabajo. Un trabajo de investi-
gación es una obra especializada escrita para especialistas o, al menos, para aca-
démicos e investigadores interesados en el tema del estudio y capaces de interpre-
tar sus contenidos y metodología.
El elevado nivel de competencia de los lectores facilita la transferencia de
conocimientos, pero no es motivo para que el investigador olvide la necesidad de
elaborar un trabajo accesible y asequible para su audiencia. Después de todo, el
nivel de conocimientos y especialización del investigador probablemente será
superior al de sus lectores potenciales (si no lo es en el ámbito global del estudio,
al menos lo será en la temática concreta en la que se desarrolla la investigación).
Uno de los riesgos que existen al escribir un TID reside precisamente en la ten-
dencia del investigador a olvidar que su audiencia no tiene por qué conocer todos
los detalles de su investigación. Sumergido en su trabajo, el investigador tiende a
escribir al nivel de sus conocimientos, dando por supuesto aspectos de su estudio
que conoce muy bien pero que quizás no estén al alcance de sus lectores. Como
consecuencia, es posible que la audiencia se sienta perdida y confusa en ciertos
momentos, un sentimiento que sin duda repercutirá en la evaluación negativa del
trabajo.
Para evitar este tipo de problemas causados por una falta de conexión con la
audiencia, conviene que el trabajo se escriba desde un principio con el objetivo
fundamental de llegar a unos lectores concretos. Al igual que en publicidad, el
potencial de transmisión incrementa si el trabajo se diseña desde el inicio con la
audiencia en el punto de mira. En un trabajo de investigación, no se trata única-
177
Diseños y métodos de investigación en traducción
mente de plasmar un estudio en palabras como ejercicio de reflexión e introspec-
ción; en última instancia, se trata de transmitir conocimientos y hallazgos a una
determinada comunidad académica con el propósito último de contribuir al avan-
ce de la disciplina que constituye su ámbito de estudio.
Desde esta perspectiva, en un trabajo de investigación la claridad expositiva
adquiere una relevancia especial, contribuyendo a incrementar la legibilidad del
documento. Para facilitar el acceso de los lectores a los contenidos de la investi-
gación, existen una serie de principios básicos que fomentan la claridad del escri-
to y, por lo tanto, su potencial para la comunicación de ideas. A continuación, se
revisan algunos de los principios cardinales que facilitan la presentación y organi-
zación lógica de las ideas.
Uno de los pilares básicos de la claridad es la capacidad para organizar las
ideas y conceptos de una forma ordenada. Una organización secuenciada y metó-
dica de las ideas sirve de guía a los lectores y facilita la comprensión del trabajo.
En todo trabajo de investigación hay una serie de ideas centrales, de carácter más
general, que determinan la estructura del escrito en los distintos capítulos y sec-
ciones más amplias dentro de cada capítulo. Estas ideas aúnan e integran un con-
junto de ideas o conceptos más específicos que, a su vez, sirven para desarrollar,
reforzar o explicar las más generales. La claridad de la organización depende de
la capacidad del autor para lograr un equilibrio armónico entre las ideas más ge-
nerales y las más específicas. Demasiadas ideas generales, sin contenidos más
específicos que las desarrollen en detalle, pueden causar la impresión de superfi-
cialidad o incluso considerarse evidencia de un conocimiento insuficiente de los
conceptos presentados. Por otra parte, un exceso de detalle en la redacción, sin
que quede claro cómo integrar el conjunto de referencias específicas, puede inter-
pretarse como un signo de la incapacidad del autor para relacionar conceptos e
incorporarlos a la investigación.
Al comienzo de un trabajo, los investigadores noveles a menudo tienen pro-
blemas para conseguir el deseado equilibrio entre las ideas generales y las especí-
ficas. Los problemas resultan especialmente evidentes en el apartado de revisión
de la literatura, una sección que demanda una habilidad especial para combinar la
capacidad de abstracción y categorización con el nivel de detalle necesario para
ilustrar los conceptos generales. En esta sección, la falta de experiencia de algu-
nos investigadores les lleva, con demasiada frecuencia, a centrarse en las ideas
generales, construyendo párrafos demasiado breves que reflejan una exposición
superficial y apresurada de conceptos globales. Otros, por el contrario, intentan
reflejar con excesivo entusiasmo los detalles de los trabajos revisados en la litera-
tura, confeccionando un listado exhaustivo en el que los diferentes trabajos se
comentan de forma aislada, sin un argumento o idea general que sirva de hilo
conductor. Una forma de evitar estos problemas consiste en empezar organizando
los contenidos en las ideas o aspectos generales que se desean destacar y más
178
Redacción y ética
179
Diseños y métodos de investigación en traducción
sirven de enlace con la oración previa, ya sea mediante la repetición de un tér-
mino usado en la oración anterior o mediante la referencia directa o indirecta al
mismo. El siguiente ejemplo ilustra el uso de conectores que indican explícita-
mente la secuenciación temporal del trabajo (en primer lugar, después, después
de) así como el empleo de la referencia directa (la hipótesis de la traducción lite-
ral – esta hipótesis – la misma – la hipótesis – la hipótesis de la traducción lite-
ral; criterios básicos – estos criterios) e indirecta (examinar – esta evaluación
general):
180
Redacción y ética
Una comunicación clara de las ideas exige un uso equilibrado de los recursos
lingüísticos disponibles que sea coherente con los conceptos que se desean trans-
mitir, el punto de vista que el autor quiere adoptar, el tipo de prosa que se maneja
y la audiencia concreta a la que nos dirigimos. Se trata, en definitiva, de un cóctel
variado de factores en el que el autor debe aprender a «mezclar» los ingredientes
en su justa medida y siempre al gusto de su audiencia.
181
Diseños y métodos de investigación en traducción
cultades para distanciarse del trabajo en lengua inglesa y tienden a copiar o imitar
en exceso el orden prenominal de los adjetivos en español. Ejemplos similares de
este tipo de imitación son el abuso de los infinitivos en los títulos y encabezados
de apartados o del gerundio en oraciones subordinadas especificativas.
Junto a la habilidad para evitar calcos de una lengua extranjera, otra compe-
tencia relacionada con la revisión final del escrito se refiere al hábito de relectura
para eliminar conectores, modificadores y preposiciones innecesarios en la trans-
misión del significado. En el intento por adoptar un estilo académico, los investi-
gadores tienden a apilar modificadores, acumular preposiciones y abusar de las
citas y giros retóricos que añaden a la prosa un tono excesivamente pedante o
pomposo. Aprender a usar las citas de una forma equilibrada es probablemente
uno de los aspectos más problemáticos en los inicios de un trabajo de investiga-
ción. Mientras que algunos investigadores noveles ignoran las citas (en las oca-
siones menos afortunadas, haciendo suyos comentarios e ideas que encuentran en
la literatura), otros tienden a citar en exceso, dificultando el desarrollo de la línea
de argumentación que se desea plantear. Una cita siempre debe emplearse para
ilustrar con las palabras y pensamientos de otros una idea o aspecto formulado
como parte del razonamiento del autor. Es importante, por tanto, que la cita esté
perfectamente imbricada en el texto central, facilitando una transición suave entre
el cuerpo del escrito y el texto citado. La acumulación excesiva de citas interrum-
pe el discurso central y puede, incluso, constituir un obstáculo para la compren-
sión de la idea principal. La práctica de revisar y releer el trabajo contribuye a
eliminar estos excesos, ayudando a controlar la prolijidad de la redacción.
Por otra parte, un escrito también proporciona un reflejo fiel de la personali-
dad y hábitos lingüísticos del autor. El supervisor de un TID a menudo se encuen-
tra con la necesidad de señalar a los autores el uso excesivo de ciertos elementos
en la redacción. Se trata, en su mayoría, de aspectos idiosincrásicos del estilo
personal del autor que conviene evitar en trabajos de corte científico. Nos referi-
mos aquí a ciertos aspectos formales, como el gusto excesivo por las oraciones
parentéticas, el abuso del punto y coma o los dos puntos, o la tendencia a emplear
reiteradamente ciertas muletillas y conectores comodín. Estos aspectos imprimen
un carácter personal al escrito pero, usados en exceso, reducen la impresión de
objetividad perseguida en la mayoría de trabajos de investigación.
Un aspecto que preocupa a un porcentaje elevado de investigadores noveles
durante la redacción de un escrito académico se refiere al uso adecuado de los
tiempos verbales. Una gran mayoría de jóvenes investigadores alternan el uso del
pasado, el presente y el futuro de forma inconsistente, sin aplicar ningún principio
básico que regule un uso coherente de los tiempos verbales. Aunque realmente no
existe ninguna regla que facilite un uso claro y discriminado de los tiempos ver-
bales, el Manual de Estilo de la Asociación Americana de Psicología (APA, 2009)
proporciona algunos consejos que pueden servir de guía. Por ejemplo, dicho ma-
182
Redacción y ética
nual recomienda el uso del pasado o del presente perfecto para la revisión de la
literatura o, en general, para la descripción de cualquier trabajo o procedimiento
realizado en el pasado o basado en hechos pasados. No obstante, conviene tener
en cuenta que este manual se escribió para el inglés y que en español existe un
uso extendido del presente histórico para referirse a hechos pasados (por ejemplo,
«los trabajos realizados sobre los efectos de la presión por falta de tiempo en tra-
ducción muestran»). Según la APA, el pasado también parece ser más recomen-
dable para presentar los resultados de la investigación, mientras que el presente es
igualmente aceptable para discutir dichos resultados y exponer las conclusiones.
En general, estos consejos pueden servir de ayuda al investigador, pero no deben
constituir reglas inalterables. En última instancia, un uso de los tiempos verbales
que sea coherente con la descripción temporal de los hechos descritos y los prin-
cipios básicos de la retórica y la narrativa será igualmente aceptable en un trabajo
de investigación.
La revisión final del escrito para eliminar el exceso de conectores, modifica-
dores o cualquier término o construcción innecesarios para la transmisión del
significado central es una práctica de edición habitual en la mayoría de escritores
a la hora de asegurar el acabado perfecto de la prosa. La reedición del escrito no
sólo contribuye a eliminar los excesos y connotaciones indebidas. Pulir la redac-
ción también ayuda al autor a elegir la palabra más adecuada para cada contexto y
construir la oración más apropiada para cada una de las ideas o conceptos que se
desean transmitir. La concisión y capacidad para «ir al grano» e ignorar los aspec-
tos redundantes o excesivamente prolijos de la prosa es un valor añadido en un
trabajo de corte científico. No obstante, es importante que la búsqueda de la clari-
dad y brevedad no nos lleve a una simplificación excesiva. No conviene olvidar
que la perfección no existe y que siempre habrá aspectos criticables de nuestro
trabajo que debemos aceptar. Lo importante es aprender a distinguir entre todos
los cambios posibles y los que son prioritarios para conseguir finalizar el trabajo
con un estándar que puede no ser el imaginado, pero que debe ser aceptable para
revisores y lectores. Después de todo, un trabajo de investigación marca una etapa
en un proceso de estudio y rara vez constituye el final del mismo.
183
Diseños y métodos de investigación en traducción
práctica, los principios éticos establecen unas normas de conducta adecuadas para
la realización de las distintas partes de un trabajo de investigación. En esta sec-
ción se revisan algunos de los problemas éticos más frecuentes que los investiga-
dores deben afrontar en la elaboración de su trabajo. Las cuestiones éticas que
plantean mayores problemas a los investigadores surgen principalmente en rela-
ción al manejo de las fuentes bibliográficas y al recopilar y analizar los datos.
Aprender a manejar las fuentes bibliográficas de una forma responsable y ho-
nesta constituye un reto difícil para la mayoría de los investigadores noveles. Su
falta de experiencia puede llevarles a omitir las fuentes de ideas o aspectos de su
trabajo basados en la referencia a otros autores o estudios previos. La experiencia
en la dirección de trabajos de investigación muestra que los investigadores inex-
pertos a menudo tienen problemas para distanciarse de la literatura revisada y
tienden a parafrasear el original, haciendo suyos pensamientos y conceptos que
encuentran en otros autores. En estos casos es responsabilidad del director del
trabajo recordar al investigador la necesidad de citar las fuentes de cualquier idea
o concepto basado en estudios previos, haciéndoles ver los riesgos de una conduc-
ta que puede ser interpretada como un tipo de plagio. Al igual que el listado final
de referencias bibliográficas, el uso de referencias a autores y obras en el cuerpo
del trabajo requiere un formato estandarizado que es posible consultar en los ma-
nuales anteriormente citados (véase, por ejemplo, el manual de la APA o las nor-
mas del estilo Harvard). Por regla general, basta con incluir el apellido del autor y
el año de publicación de la obra (normalmente entre paréntesis), aunque en aque-
llos casos en los que se emplea una cita literal o se alude a una parte específica
del trabajo también se detallan la página o páginas en las que se encuentra la refe-
rencia. Además, el investigador ha de ser consciente de que existen formas indi-
rectas de referencia a aspectos de un trabajo que quizás no se citen literalmente,
pero que han podido servirle de fuente de inspiración (por ejemplo, la referencia
mediante «véase» o la abreviatura «cf.» o «cfr.», que indica la conveniencia de
comparar o confrontar la información).
La recogida de los datos es otra etapa del trabajo en la que el investigador se
enfrenta a cuestiones éticas relativas a la integridad en el proceso de recopilación
de datos y/o a la protección de los participantes. En el caso de los estudios de
corpus, el investigador debe llevar a cabo el proceso de recogida de datos con
total honestidad, informando en todo momento del número de ejemplos recopila-
dos y de cualquier decisión relativa a la omisión de ejemplos en el análisis de los
resultados. Si el estudio implica la participación de sujetos (como en el caso de
las encuestas o los diseños experimentales), un comportamiento ético debe garan-
tizar el respeto a los participantes, protegiéndolos de cualquier riesgo físico, psi-
cológico, social, económico o jurídico. En especial, es importante que el investi-
gador tenga en cuenta las necesidades de las poblaciones más vulnerables, como
es el caso de los menores de edad o personas con algún tipo de minusvalía o dis-
184
Redacción y ética
185
Diseños y métodos de investigación en traducción
partamento de Sanidad y Servicios Humanos, en el que se denunciaban 49 casos
de conducta poco científica y 196 acusaciones de fraude científico, relacionadas
con la falsificación de datos y la fabricación de historias clínicas en ensayos para
enfermedades graves. Los casos de fraude descritos en el trabajo de Schulz y Ka-
time ilustran distintos tipos de plagio y falsificación de los datos, desde la inven-
ción de colaboradores ficticios y el cálculo de datos falsos a partir de resultados
existentes (por ejemplo, el caso de las encuestas de Burt), hasta la invención de
experimentos que no se han realizado (el caso de Von Darsee) o la manipulación
intencionada de los animales de laboratorio (el sapo falsificado de Paul Kamme-
rer o los ratones teñidos de Summerlin). Pero, sin duda, uno de los casos más
escandalosos del panorama científico fue el del investigador Mark Spector y sus
brillantes teorías sobre el origen del cáncer. Su personalidad encantadora y sus
dotes de oratoria sedujeron al investigador Efraim Racker, quien accedió a con-
vertirse en su mentor, acogiéndole como parte de su equipo de laboratorio en la
Universidad de Cornell. Sus experimentos sobre la acción de una secuencia de
tres enzimas en las células cancerosas eran de primer orden, pero su extraordina-
ria fecundidad resultaba demasiado sospechosa y algunos científicos habían sido
incapaces de replicar sus resultados. Cuando el fraude salió a la luz, quedó de-
mostrado que Spector había manipulado los resultados de sus experimentos, pero
aún más escandaloso resultaba el descubrimiento de que Spector jamás llegara a
licenciarse, a pesar de haber recibido numerosas ofertas para ejercer de docente
en varias universidades.
Aunque en algunos de los casos de fraude la predisposición del investigador a
la mentira pueda estar en gran parte motivada por una personalidad ególatra o una
creencia ciega en la certeza de sus teorías, en muchos casos existen causas exter-
nas que potencian la falta de honestidad científica. La mayoría de los investigado-
res poseen en la actualidad un trabajo remunerado en universidades y centros de
investigación. Esta posición les permite ejercer la investigación de forma profe-
sional, pero el sistema de contratación y financiación en estos centros impone
fuertes demandas que exigen al investigador publicar mucho y rápidamente. La
necesidad de publicar para mantener su puesto de trabajo y obtener ayuda finan-
ciera para sus proyectos favorece prácticas menos rigurosas y controladas. Por
otra parte, cuanto más prolija es la investigación, más difícil resulta controlar la
calidad de la misma y más fácil ejercer un comportamiento poco científico.
La presión por alcanzar una producción abundante con la mayor rapidez po-
sible provoca otras formas de fraude relativas a la autoría de los trabajos o a la
duplicación de las publicaciones. Una forma de aumentar rápidamente la produc-
ción científica consiste en incluir en la publicación a autores que no han partici-
pado activamente en el trabajo. En algunos casos se trata de una falsa autoría pac-
tada entre autores que acuerdan incluir a colegas que más tarde les devuelven el
favor en sus publicaciones. En otros casos, se trata de una situación motivada por
186
Redacción y ética
187
Diseños y métodos de investigación en traducción
to del orden de aparición de los autores. Los sistemas de contratación y financia-
ción de la investigación se rigen por criterios de evaluación diseñados para medir
«la calidad» de un investigador en términos de una serie de parámetros referidos a
su actividad científica, como el número de trabajos publicados, los proyectos de
investigación concedidos, las tesis doctorales dirigidas, los cursos impartidos, etc.
La presión por publicar y ascender en el ranking de excelencia investigadora ha
conducido a un refinamiento progresivo de los parámetros de calidad impuestos
por las diferentes instituciones, hasta el punto de contabilizar aspectos como el
orden de aparición de los autores en los trabajos en coautoría. De esta forma, la
mención en primer lugar se valora más positivamente que en posiciones sucesi-
vas. Una vez más, este tipo de sistemas promueve la competitividad y favorece
los comportamientos poco éticos, como la alteración del orden original de publi-
cación para colocarse en primer lugar o, en los casos más graves, incluso la omi-
sión del resto de autores. Este tipo de prácticas produce inconsistencias en el uso
de la bibliografía y puede provocar confusiones en la autoría de los trabajos. Por
este motivo, muchos sistemas de evaluación requieren presentar los trabajos res-
petando el orden de los autores empleado para su publicación.
Una sección dedicada a discutir cuestiones de tipo ético no puede concluir sin
la mención al uso de un lenguaje políticamente correcto. Un trabajo de investiga-
ción requiere un uso lo más objetivo posible del lenguaje que intente minimizar
las ofensas por cuestiones de género, orientación sexual, raza, discapacidad o
edad. Se incluyen a continuación algunos consejos básicos para garantizar la co-
rrección política en la redacción de un escrito académico:
188
Redacción y ética
Como hemos visto en esta sección, las consideraciones de tipo ético surgen
en las distintas fases de un trabajo de investigación e involucran a los diferentes
participantes. La integridad en la recopilación y el análisis de los datos, la protec-
ción de los participantes y el respeto a los lectores potenciales constituyen los tres
pilares básicos de la ética profesional que todo investigador debería respetar en la
elaboración de un trabajo de investigación.
189
Diseños y métodos de investigación en traducción
copia en depósito a la institución académica a la que pertenece y otra copia a los
diferentes miembros que formarán parte del tribunal de evaluación. Cada uno de
los miembros emitirá un informe con su valoración del trabajo y se procederá a
convocar el acto de defensa del mismo. En dicho acto, el autor comenzará presen-
tando un resumen oral (normalmente, con el apoyo de una presentación en Po-
werpoint). Tras esta presentación, los distintos miembros del tribunal expondrán
su valoración y plantearán al autor las preguntas que consideren oportunas. Por
regla general, las preguntas se formulan para resolver dudas concretas o con la
intención de valorar más en profundidad los conocimientos del autor o su capaci-
dad para defender sus ideas en público.
Como es de esperar, este complejo proceso de evaluación requiere del autor
competencias que van más allá de sus habilidades para llevar a cabo la investiga-
ción y redactar el manuscrito. No se trata únicamente de conocer en profundidad
el trabajo y dominar las ideas y conceptos expuestos en el mismo. Además, el
autor debe saber demostrar estos conocimientos al tribunal usando su capacidad
de síntesis y análisis crítico, así como sus habilidades para la oratoria. En cierto
sentido, el acto de defensa constituye una puesta en escena del trabajo, en la que
la interpretación del autor depende tanto de su habilidad para los monólogos co-
mo de su destreza para dialogar y debatir con los miembros del tribunal. El autor
debe dominar los principios básicos de la retórica y hacer gala de su saber estar en
el escenario. El éxito de su actuación dependerá, en gran parte, de su capacidad de
empatía con el tribunal, al que no sólo deberá demostrar su habilidad para sortear
y rebatir las críticas, sino también su reconocimiento y agradecimiento por el
trabajo que el tribunal ha realizado durante su evaluación y por las sugerencias
que los diferentes miembros hayan apuntado para la mejora del trabajo.
El proceso de evaluación de un trabajo elaborado para ser divulgado en una
publicación especializada también implica una serie de pasos estructurados. Un
TID también puede someterse a este proceso de publicación una vez obtenido el
título o grado perseguido. El primer paso a seguir consiste en presentar el trabajo
a la revista en la que se desea publicar o a los editores del libro en el que se ha de
incluir como capítulo. Normalmente, si el trabajo no se lleva a cabo por invitación
de los editores, el autor envía su estudio acompañado de una especie de «carta de
presentación» en la que se incluye la siguiente información: el título del trabajo,
su contribución a un área concreta de estudio y las razones por la que se ha elegi-
do dicha publicación. Adicionalmente, se puede incluir también información que
ofrece ciertas garantías añadidas sobre el trabajo, como la posesión del copyright
o una declaración de que el trabajo no se ha publicado con anterioridad en forma
alguna ni se ha presentado a ninguna otra revista para su publicación.
Una vez entregado el trabajo, la mayoría de las publicaciones de impacto lo
someten a una evaluación por pares en la que uno o más (generalmente dos) ex-
pertos en la materia valoran la calidad, originalidad y rigor científico de la inves-
190
Redacción y ética
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Diseños y métodos de investigación en traducción
de investigación del trabajo cuando éste era rechazado. Sin embargo, en la actua-
lidad el 85 por ciento de los investigadores envían de nuevo sus trabajos a otra
publicación diferente. Un único rechazo no es motivo suficiente para rendirse en
un mundo en el que la inmensa mayoría de los investigadores (entre un 85 y un 90
por cien) admite haber sufrido el rechazo de alguno de sus trabajos a lo largo de
su carrera (cf. Belcher 2009: 299).
Otra cuestión diferente es si el trabajo debe volver a enviarse ya revisado o si
primero conviene intentarlo de nuevo sin realizar ninguna modificación. A pesar
de que algunos investigadores creen que es mejor enviar el artículo a otra publi-
cación sin llevar a cabo ningún tipo de cambio, es innegable que la revisión puede
contribuir a mejorar el trabajo, aumentando, por tanto, las posibilidades de que
sea aceptado en otra publicación. Si se tiene en cuenta que el propósito último de
la revisión es el de proporcionar sugerencias para mejorar el trabajo, parece sen-
sato utilizarlas para este fin. Una vez superado el sentimiento inicial de fracaso y
la pereza de enfrentarse a los cambios, lo cierto es que la mayoría de los autores
estarían de acuerdo en que los comentarios de los revisores ayudan a reforzar el
trabajo.
No obstante, no es preceptivo suscribir todos y cada uno de los comentarios
de los revisores. De hecho, existe el derecho de réplica, por el que el autor puede
exponer las razones que considere oportunas para protestar contra la decisión del
revisor y mantener su opción inicial. Después de todo, los revisores no son infali-
bles y también cometen errores. Lo importante es defender las opiniones con ele-
gancia, alegando motivos fundamentados y razonables. Por este motivo, la entre-
ga del trabajo a la misma publicación una vez revisado se acompaña de una carta
cuyo objetivo central es guiar la interpretación de las respuestas proporcionadas.
En dicha carta se especifican los requisitos que se han cumplido, pero también se
explican los casos en los que se ha elegido no seguir las recomendaciones de los
revisores.
La carta que acompaña a la revisión es el mejor instrumento del autor para
conseguir que se acepte el trabajo, por lo que es importante que se redacte con un
cuidado especial. En primer lugar, es importante destacar todos los cambios reali-
zados, enumerando una a una las razones para seguir las sugerencias de los revi-
sores. Es conveniente mencionar también aquellos comentarios que han decidido
obviarse, alegando los motivos para no seguir las recomendaciones de los censo-
res. Las razones alegadas deben respaldarse con argumentos sólidos, que pueden
hacer referencia a la literatura existente sobre el tema. El tono de la respuesta
nunca debe resultar ofensivo. No se trata de atacar a los revisores, sino de mos-
trarles la manera en la que sus sugerencias han contribuido a mejorar el trabajo,
incluso en los aspectos en los que no se han seguido sus recomendaciones al pie
de la letra.
192
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193
Diseños y métodos de investigación en traducción
Antes de renunciar a un trabajo porque haya sido rechazado, conviene recor-
dar que uno de cada cinco trabajos que han marcado un hito en su campo (algu-
nos de investigadores que acabaron recibiendo el Nobel) fueron inicialmente
rechazados por diversos motivos (cf. Campanario 1996). Quizás éste sea nuestro
caso o quizás no; ni todos los trabajos rechazados esconden un genio sin descu-
brir, ni todos son tan malos que no existe posibilidad de mejorarlos. Un porcenta-
je muy amplio son mejorables y potencialmente aptos para ser publicados. En la
mayoría de los casos, la diferencia entre los autores que logran publicar y los que
se rinden reside en la capacidad de los primeros para superar su fracaso y perse-
verar. Por este motivo, antes de olvidar un trabajo o borrar el fichero de nuestro
ordenador, merece la pena volver a intentarlo. Los investigadores se mueven en
un mundo competitivo, guiados en parte por el afán de prestigio y en parte por el
deseo de cambiar el estado de las cosas y «marcar una diferencia». Sufrir el re-
chazo de un trabajo puede ser un duro golpe para su ego, para sus buenos propó-
sitos o para ambos pero, sin duda, es un alivio saber que estos golpes nos ayudan
a superarnos y alcanzar objetivos más elevados. Ante los obstáculos para publi-
car un trabajo es fácil ceder a la tentación de rendirse y abandonar la senda de
nuestra investigación. Pero afortunadamente todavía hay muchos investigadores
que deciden perseverar hasta lograr sus objetivos, sin olvidar que aunque el ca-
mino no siempre sea igualmente duro para todos, ciertamente nunca es fácil para
ninguno.
Proyectos
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Redacción y ética
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