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Diseños y métodos

de investigación en traducción
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Diseños y métodos
de investigación en traducción
Ana Rojo
La presente obra ha sido editada con subvención
del Instituo de la Mujer (Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales)

Idea de cubierta: Antón Arana

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penales y el resarcimiento civil previstos en las leyes, reproducir, registrar
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de Editorial Síntesis, S. A.

© Ana Rojo

© EDITORIAL SÍNTESIS, S. A.
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ISBN: 978-84-995896-6-4
ISBN: 978-84-995873-5-6
Depósito Legal: M. 5.776-2013

Impreso en España-Printed in Spain


El hombre razonable se adapta al mundo, el que no
lo es persiste y trata de adaptar el mundo a sí mismo
cambiándolo. Por tanto, el progreso de la humanidad
depende del hombre poco razonable.
Bernard Shaw

A mi padre,
de quien heredé la falta de razón necesaria
para querer cambiar el mundo

Y a mi madre,
por enseñarme a controlar mi sinrazón y
a encontrar el orden en el caos
1
Índice

Prefacio ....................................................................................................... 11

Agradecimientos ......................................................................................... 17

1. Aprendiendo a investigar: cómo dar los primeros pasos .............. 19


1.1. El lugar de la traducción en la tipología de diseños de investigación 20
1.2. Los criterios para seleccionar un diseño de investigación apropiado 23
1.2.1. El tema u objeto de estudio................................................. 24
1.2.2. La finalidad del estudio y el marco teórico ......................... 24
1.2.3. El instrumento de análisis ................................................... 25
1.2.4. La formación y experiencia personal del investigador ......... 25
1.2.5. La audiencia del trabajo ..................................................... 26
1.3. El diseño de trabajos de investigación en traducción...................... 27
1.3.1. La importancia de la introducción ...................................... 28
1.3.2. La revisión de la literatura .................................................. 32
1.3.3. Cómo formular los objetivos del estudio ............................ 36
1.3.4. Las preguntas de investigación y las hipótesis ..................... 38
1.3.5. Un análisis riguroso de los datos ......................................... 41
1.3.6. El valor de las conclusiones ................................................ 48
Proyectos .............................................................................................. 51

7
Diseños y métodos de investigación en traducción

2. Hacia el extremo cualitativo: explorando los atributos


de la traducción ................................................................................ 53
2.1. Los diseños de corte cualitativo: una cuestión de «cualidad»,
no de cantidad............................................................................... 54
2.2. Los diseños basados en la capacidad de introspección del investigador 56
2.2.1. Los diseños introspectivos fundamentados en ejemplos ...... 56
2.2.2. Los diseños basados exclusivamente en el estudio teórico ... 60
2.3. Los diseños basados en el método de investigación-acción ............ 62
2.3.1. Los diseños centrados en la formación de traductores
e intérpretes ....................................................................... 64
2.3.2. Los diseños de formación dentro de un programa
de acción social .................................................................. 68
2.4. Los diseños basados en el trabajo de campo en el ámbito profesional 70
2.5. Los métodos cualitativos en los diseños experimentales ................. 73
2.5.1. Los diseños que usan el informe verbal y la introspección ... 73
2.5.2. Los diseños que usan la retrospección ................................. 81
2.6. Epílogo hacia una metodología de corte más cuantitativo ............. 87
Proyectos .............................................................................................. 87

3. Hacia el extremo cuantitativo: el corpus y la encuesta ................. 89


3.1. La cantidad no está reñida con «la calidad» del análisis en el diseño
metodológico ............................................................................... 90
3.1.1. La definición de las variables .............................................. 91
3.1.2. La selección de la muestra estadística .................................. 92
3.1.3. La codificación de los datos ................................................ 96
3.1.4. El análisis estadístico de los datos ....................................... 98
3.1.5. La fiabilidad y la validez como garantía de las medidas
cuantitativas ....................................................................... 104
3.1.6. La elección del diseño más apropiado para el análisis .......... 105
3.2. Los límites de la investigación cuantitativa en traducción:
hacia un diseño mixto ................................................................... 106
3.3. Los diseños basados en la encuesta ................................................ 108
3.3.1. El objetivo de la encuesta y la población a la que se dirige .. 108
3.3.2. La descripción del instrumento .......................................... 109
3.3.3. El proceso de administración de la encuesta ....................... 110
3.3.4. El análisis e interpretación de los datos ............................... 111
3.3.5. La encuesta en los estudios de traducción ........................... 112

8
Índice

3.4. Los diseños basados en el uso de corpus ........................................ 114


3.4.1. La descripción del corpus ................................................... 115
3.4.2. El modelo de análisis .......................................................... 118
3.4.3. Las herramientas de extracción de datos ............................. 119
3.4.4. Los resultados del análisis ................................................... 120
3.4.5. La discusión o interpretación de los datos .......................... 121
3.4.6. El corpus en los estudios de traducción .............................. 122
3.5. De los sujetos y los textos hacia el estudio del proceso .................. 125
Proyectos .............................................................................................. 126

4. Hacia el extremo cuantitativo: los diseños experimentales .......... 127


4.1. Los diseños experimentales ........................................................... 128
4.1.1. La pregunta de investigación y las variables ........................ 129
4.1.2. La descripción de los sujetos o participantes ....................... 130
4.1.3. El instrumento de medición y las herramientas de análisis .. 131
4.1.4. La tarea y los materiales....................................................... 132
4.1.5. El método y el diseño experimental..................................... 133
4.1.6. Resultados y análisis de los datos ........................................ 137
4.1.7. Las conclusiones finales ...................................................... 139
4.2. Los métodos de análisis en los experimentos de traducción ........... 140
4.2.1. Los métodos de grabación de voz y movimientos del teclado 140
4.2.2. El lector de movimientos oculares como método de recogida
de datos ............................................................................. 143
4.2.3. Los programas de tiempo de reacción ................................. 147
4.2.4. Explorando «la caja negra» del proceso de traducción
mediante métodos neurológicos ......................................... 150
4.2.5. El papel de la respuesta fisiológica en la objetivización
de procesos cognitivos ........................................................ 156
4.3. Conclusiones ................................................................................ 162
Proyectos .............................................................................................. 163

5. Redacción y ética ............................................................................... 165


5.1. Sobre las cualidades de una estructura sólida.................................. 166
5.2. La importancia del formato .......................................................... 169
5.2.1. Los preliminares ................................................................. 170
5.2.2. El cuerpo principal ............................................................. 172
5.2.3. Las referencias bibliográficas y anexos ................................. 173

9
Diseños y métodos de investigación en traducción

5.3. Cuando las ideas se convierten en palabras: el hábito de escribir ... 175
5.4. La comunicación de las ideas con claridad a una audiencia
determinada ................................................................................. 177
5.5. Cómo pulir la redacción para un acabado impecable .................... 181
5.6. Las cuestiones éticas ..................................................................... 183
5.7. La entrega del trabajo para su evaluación ...................................... 189
Proyectos .............................................................................................. 194

Bibliografía ............................................................................................... 197

10
Prefacio

Quien no haya experimentado la irresistible atracción


de la ciencia, no podrá comprender su tiranía
Frankenstein. Mary Shelley

La memoria es ciertamente un mecanismo de funcionamiento misterioso y selec-


tivo. La mayoría de los doctores, una década después de realizar la tesis doctoral,
y tras haber escrito numerosos artículos y libros, tendemos a recordarla como un
trabajo relativamente simple comparado con nuestra producción científica actual.
Sin embargo, este recuerdo es tan sólo un ejemplo del carácter selectivo y limita-
do de un mecanismo que, desbordado por la cantidad de vivencias que almacena,
se ve obligado a desplazar a un segundo plano las menos relevantes o placenteras.
Pero la memoria, ante la ausencia de otros condicionantes que la bloqueen, tam-
bién es una compañera lo suficientemente dócil como para someterse a nuestra
voluntad de forma más o menos sumisa. Guiada por nuestros impulsos y deseos
nos permite, igualmente, acceder y recrear esos otros recuerdos que permanecen
escondidos en los rincones más alejados de nuestro ser consciente.
Con sólo un pequeño esfuerzo, cualquier doctor puede, en un instante, utilizar
su memoria para embarcarse en un viaje voluntario hacia el pasado y adentrarse
en los recuerdos más escondidos de su tesis doctoral. Despojados en el tiempo de
nuestros conocimientos y vivencias más recientes, es probable que la mayoría
logremos rememorar aquel primer trabajo de investigación en toda su compleji-
dad. Algunos conseguiremos recrear los días de intenso trabajo frente al ordena-
dor, otros las interminables noches en vela buscando la solución más adecuada.
Incluso es posible volver a experimentar sensaciones que se creían del todo olvi-
dadas, como aquella omnipresente sensación de incertidumbre, de una inseguri-
dad casi asfixiante plagada de dudas interminables sobre cómo empezar, por dón-
de seguir, sobre nuestra capacidad para llegar hasta el final. En tan sólo unos

11
 
Diseños y métodos de investigación en traducción
 
segundos, nuestros recuerdos pueden sumergirnos de nuevo en una sensación de
angustia que ahora ya se nos antoja familiar y relativamente cercana.
Pero si algo bueno tienen los recuerdos es precisamente que, como imágenes
del ayer que son, pertenecen a un pasado del que tan sólo nosotros tenemos la
llave. Así, una vez evocados, uno puede decidir volver a encerrarlos en algún
rincón olvidado de la memoria o liberarlos de nuevo tamizados por la sabiduría de
la experiencia y el raciocinio. La distancia temporal nos permite abordar nuestras
memorias con la objetividad y lógica necesarias para entender que aquel conjunto
de emociones asociadas a la tesis no era únicamente el resultado de la compleji-
dad de un trabajo que en aquel entonces nos parecía descomunal. Desde la distan-
cia, somos capaces de comprender que aquella opresiva sensación de preocupa-
ción era, en realidad, una consecuencia lógica de la mezcla entre la inexperiencia
del joven investigador que se enfrenta por primera vez a una labor de este tipo y
el estrés que genera la incertidumbre sobre cómo llevarla a cabo.
Por otra parte, la experiencia es siempre una excelente consejera en cuestio-
nes del pasado. Y la experiencia como investigadores nos basta para saber que,
independientemente de lo duro que pueda ser el comienzo, lo cierto es que no
todo es negativo en la elaboración de un trabajo de investigación. Frente a todas
las vacilaciones y problemas, hay otra cara de la investigación que los que nos
dedicamos a ella no necesitamos recordar porque siempre nos acompaña. De
aquellos días de intenso trabajo, heredé el don más preciado que todo investigador
puede poseer. Me refiero a un ansia continua de conocimiento, al deseo constante
por realizar nuevos descubrimientos y superar las carencias de trabajos anteriores;
de aquella época heredé la ambición necesaria para escribir trabajos más críticos y
con un mayor impacto académico, comunicar mis conocimientos a una audiencia
más amplia y diseñar experimentos más científicos y rigurosos que contribuyan al
desarrollo de mi ámbito de investigación.
Posiblemente, la mayoría de los lectores ya habrán adivinado por el título de
este libro que mi campo de investigación es la traducción. Hace casi veinte años
que inicié mi carrera investigadora en este campo y, sinceramente, me gustaría
decir que fue por verdadera vocación. Sin embargo, no sólo estaría falseando
descaradamente la realidad, sino que además estaría enmascarando una circuns-
tancia que todo joven investigador debería tener en cuenta al inicio de su carrera.
Y es que, en determinadas ocasiones, es posible reorientar los intereses investiga-
dores motivado por los avatares del destino, por los propios gustos o deseos, o por
una mezcla de ambos. En mi caso fue precisamente una curiosa combinación de
azar y ambición personal lo que definió la circunstancia que me llevó a cambiar el
campo de la lingüística aplicada por el de la traducción mientras cursaba un más-
ter en la ciudad de Manchester, Inglaterra. Mi primer contacto con la traducción
como disciplina académica en la Universidad de Salford despertó mi curiosidad y
mi interés por una actividad casi tan antigua como el lenguaje mismo, pero relati-

12
 
Prefacio

vamente joven en el ámbito académico y de investigación. A este suceso se unía,


además, la reciente implantación de la traducción como materia de estudio en la
Universidad de Murcia, una circunstancia que me brindaba la oportunidad de
poder profundizar en la didáctica e investigación de un campo nuevo en mi centro
de trabajo. Mi deseo de no dejar escapar lo que entonces me pareció una oportu-
nidad única de desarrollar mi carrera investigadora me condujo a realizar una tesis
doctoral en traducción, una decisión que ha marcado el resto de mi carrera docen-
te e investigadora y de la que puedo decir que, hasta la fecha, no me he arrepenti-
do en ningún momento.
De hecho, este libro nace del deseo de transmitir mi pasión por el estudio de
la traducción a todos aquellos jóvenes (o no tan jóvenes) que deseen iniciarse en
la investigación en este campo. Un propósito más ambicioso (aunque ciertamente
menos realista) sería fomentar en los lectores la «irresistible atracción por la cien-
cia» de la que se habla en la cita introductoria a este prefacio. Indudablemente, el
verdadero triunfo de este trabajo residiría en lograr despertar en sus lectores una
incontrolable curiosidad por la investigación que convirtiera la aclamada «tiranía»
de la ciencia en una adicción voluntaria. Sin embargo, con mayor humildad admi-
to que me daría por satisfecha si este libro sirviera al menos para solucionar algu-
nas de las numerosas preguntas que asedian a los iniciados en la investigación,
proporcionándoles las herramientas metodológicas necesarias para llevar a cabo
un trabajo que cumpla con los requisitos académicos y científicos establecidos en
su campo.
Libros sobre metodología de la investigación hay bastantes en el mercado, al-
gunos incluso en ámbitos especializados y cercanos al nuestro, pero curiosamente
todavía no existe ningún libro específico sobre metodología de la investigación en
traducción. En este sentido, el presente libro intenta cubrir un vacío en el mercado
que demanda una respuesta en el panorama actual. La traducción es hoy en día
una disciplina en auge en el mundo académico y España es un claro ejemplo de
esta boyante situación. En la actualidad, los estudios de traducción e interpreta-
ción se imparten en 24 centros universitarios españoles y, con la proliferación de
los grados y programas de posgrado en traducción, los trabajos de investigación
en este ámbito se han convertido en requisito indispensable en muchos de los
programas ofertados. Por otra parte, cada vez son más los estudiantes interesados
en cursar programas de doctorado que impartan una formación en traducción más
allá de metas estrictamente profesionales, contribuyendo a ampliar sus horizontes
académicos e investigadores. Este libro se dirige específicamente a todos estos
investigadores que intentan realizar un trabajo de investigación (ya sea un proyec-
to fin de carrera, una tesis de máster, una tesis doctoral o un artículo académico)
en el ámbito de la traducción. No está en absoluto limitado a estudiantes de tra-
ducción o profesionales con conocimientos en este campo, aunque es probable
que resulte de especial interés para todos aquellos lectores con un objetivo inves-

13
 
Diseños y métodos de investigación en traducción
 
tigador derivado de las ciencias humanas y sociales. A un nivel más general, pue-
de incluso resultar de utilidad para todos aquellos lectores interesados en cuestio-
nes relativas a la metodología de la investigación.
La estructura del libro gira en torno a tres fases centrales en el proceso de
elaboración de un trabajo de investigación: la preparación del diseño, la elección
del método de investigación más adecuado y el proceso de redacción y publica-
ción del trabajo. No obstante, por razones metodológicas y de claridad expositiva,
estas tres fases o partes se distribuyen en cinco capítulos diferentes. La primera
parte se desarrolla en el Capítulo 1 y engloba una serie de cuestiones básicas que
deben plantearse a la hora de preparar el diseño de un trabajo de investigación. El
capítulo comienza esbozando el lugar que la investigación en traducción ocupa
dentro de la variedad de diseños de investigación disponibles. Esta sección pro-
porciona a los lectores una panorámica general de los tipos de trabajos de investi-
gación existentes en traducción e introduce las características más frecuentes de
los trabajos académicos en este ámbito. En este capítulo se discuten también los
criterios para seleccionar un diseño de investigación apropiado, analizando los
principales factores a tener en cuenta a la hora de elegir el planteamiento más
adecuado para un trabajo. Se discuten tanto los constituyentes básicos de un dise-
ño de investigación (por ejemplo, el marco teórico, el problema concreto del estu-
dio o las estrategias y métodos de investigación específicos), como otros elemen-
tos menos centrales que también determinan el planteamiento del mismo (por
ejemplo, las experiencias personales del investigador y la audiencia a la que se
dirige el trabajo). La última parte del capítulo incluye los seis componentes cen-
trales implicados en el diseño de un trabajo de investigación: la introducción, la
revisión de la literatura, los objetivos del trabajo, las preguntas de investigación e
hipótesis, el análisis riguroso de los datos y las conclusiones. A lo largo de todo el
capítulo se guía al lector a través de las partes básicas de un trabajo de investiga-
ción, proporcionándole una metodología sistemática para diseñar y escribir cada
uno de los componentes.
La segunda parte del libro abarca tres capítulos diferentes centrados en la pre-
sentación de las diferentes metodologías de investigación existentes. El Capítulo 2
revisa los diferentes tipos de métodos cualitativos empleados en los trabajos de
investigación en el ámbito de la traducción. Concretamente, se definen los rasgos
que caracterizan a la investigación cualitativa y se revisan los cuatro tipos de mé-
todos más explotados por los investigadores en este campo: los métodos basados
en la introspección, los métodos basados en la acción, los métodos de recogida de
datos cualitativos basados en encuestas o cuestionarios y los métodos de graba-
ción de datos cualitativos basados en los protocolos de pensamiento en voz alta. A
lo largo del capítulo se familiariza a los lectores con las principales técnicas y
métodos de investigación de corte cualitativo, facilitándoles las herramientas ne-
cesarias para llevar a cabo el diseño de un trabajo de este tipo.

14
 
Prefacio

Los Capítulos 3 y 4 se centran en la revisión de los métodos de investigación


cuantitativos. Este tipo de diseños son los más densos y complejos para los inves-
tigadores en el ámbito de las humanidades y, por tanto, su presentación se divide
en dos capítulos diferentes. En el Capítulo 3 se establecen las características bási-
cas de la investigación cuantitativa y se examinan dos de los métodos de corte
cuantitativo más empleados en el ámbito de la traducción: los métodos basados en
el uso de corpus y los métodos de recogida de datos cuantitativos basados en en-
cuestas o cuestionarios. El Capítulo 4 se dedica a los métodos experimentales.
Dentro de estos últimos, se exploran algunos de los métodos más empleados por
los investigadores para el estudio del proceso de traducción, como es el uso de los
programas de grabación del teclado (Translog), del lector de movimientos ocula-
res o de ciertos métodos exportados de la psicología y neurología. Durante estos
dos capítulos se introduce a los lectores en la metodología y las herramientas de
análisis más apropiadas para el estudio del proceso de traducción desde un punto
de vista empírico y cuantitativo. Asimismo, se proporciona a los lectores una
visión general de las ventajas y desventajas de este tipo de investigación respecto
a los métodos de análisis cualitativo.
La última fase de redacción y publicación del trabajo se describe en el capítu-
lo final del libro. En este sentido, el Capítulo 5 presenta una serie de cuestiones
éticas y de redacción que no son quizás tan centrales como las anteriores para el
diseño de un trabajo de investigación, pero que, no obstante, desempeñan un pa-
pel importante en la elaboración de un trabajo académico metódico y riguroso.
Una vez elegido el método de investigación más apropiado para los objetivos
específicos del trabajo y esbozado el planteamiento de cada una de las partes, el
investigador debe enfrentarse a la difícil tarea de plasmar sus ideas en el papel.
Este capítulo está concebido precisamente para ayudarle en esta empresa final,
proporcionándole algunas estrategias básicas de planificación que puedan resul-
tarle útiles a la hora de estructurar y dar forma a su trabajo. Se sugieren, además,
técnicas de escritura que pueden ayudar al lector no sólo a transformar sus pen-
samientos en palabras, sino también a adquirir y desarrollar el hábito de escribir y
la capacidad de comunicar sus ideas con claridad a una audiencia determinada.
Por último, se familiariza a los lectores con ciertas cuestiones éticas que deben
tenerse en cuenta en la elaboración de un trabajo académico que se ajuste a las
normas de conducta establecidas para la investigación científica.
Cada uno de los capítulos incluye al final un apartado que contiene una serie
de cuestiones relacionadas con el diseño de posibles proyectos de investigación.
Las diferentes tareas planteadas para cada capítulo se han diseñado con la inten-
ción de facilitar la práctica y consolidación de los aspectos teóricos más relevan-
tes introducidos en el mismo.

15
 
Agradecimientos

La redacción de los agradecimientos de un libro es una tarea que casi siempre


imprime un recuerdo grato en la memoria. La mayoría de los autores escriben los
agradecimientos una vez terminada, al menos, la primera versión del manuscrito.
La redacción de esta parte se asocia, pues, con la finalización del proceso de es-
critura y con la oportunidad de expresar nuestro reconocimiento tanto a reputados
profesionales y colegas como a familiares y amigos cercanos, correspondiéndoles
con nuestras palabras por el consejo, la ayuda y el apoyo recibidos. Se trata, por
lo general, de una labor placentera que tan solo suele verse esporádicamente ame-
nazada por el temor del autor a olvidar un nombre o no mencionar a quien ha
desempeñado un papel relevante en la preparación del libro. Lo cierto es que uno
de los aspectos más difíciles en la redacción de los agradecimientos reside en la
capacidad del autor para encontrar un equilibrio adecuado en las menciones de
gratitud. Un listado demasiado largo puede dar la impresión de ligereza y superfi-
cialidad; uno demasiado corto puede interpretarse como ingratitud u olvido.
La elaboración de un libro es un proceso arduo y laborioso que se extiende en
el tiempo y que, por lo tanto, implica días, meses e incluso años, durante el trans-
curso de los cuales van surgiendo acontecimientos y apareciendo personas que, de
un modo u otro, se ven involucradas en su preparación. Se trata, pues, de selec-
cionar únicamente a los que han desempeñado un papel más relevante, aquellos
cuya labor ha sido determinante a la hora de ayudar al autor a concluir su obra. En
el caso del presente libro, los colectivos y personas mencionados no son los úni-
cos implicados en su elaboración, pero sí son, sin duda, los que han contribuido
de una forma más decisiva; por ello, merecen el más sincero agradecimiento de la
autora.
Sin que el orden de mención determine en forma alguna la importancia de la
contribución, quisiera comenzar expresando mi gratitud a la Editorial Síntesis, por
confiar en este proyecto y hacerlo realidad.
También me gustaría dar las gracias al colectivo universitario que ha motiva-
do en última instancia la elaboración de este libro. A todos mis alumnos de tra-
ducción, pero en especial a mis alumnos de posgrado y a los de doctorado. Ellos
han sido la audiencia a la que se ha dirigido principalmente este trabajo y son mi

17
 
Diseños y métodos de investigación en traducción
 
verdadera motivación y la razón genuina de todas las horas invertidas en docencia
e investigación; todos ellos son, en definitiva, el auténtico motor de mi trabajo.
Quisiera, además, agradecer su ayuda y apoyo a todos los profesionales y co-
legas (en su mayoría también amigos y compañeros) que amablemente accedieron
a leerse una copia del manuscrito y señalar las imprecisiones y erratas. Gracias a
todos ellos, pero en especial a mis dos doctorandas (que ahora, para mi fortuna,
también son mis compañeras de trabajo). A Marina y Puri, por su disponibilidad
para ayudarme y aliviar el peso de mis tareas cuando ha sido necesario. Ellas ha-
cen, sin duda, que mi labor como Directora de Tesis no sea una carga, sino un
regalo.
No tendría sentido cerrar estos agradecimientos y sellar mi labor sin mencio-
nar a los protagonistas indiscutibles de mi vida y, por ende, también de mi traba-
jo. Mi más profunda gratitud recae en mi familia, la verdadera razón de mi exis-
tencia y de todo lo que hago. A mis hijos Jaime y Daniel y a mi marido Ian, por
las horas robadas y los momentos en los que injustamente se vieron obligados a
compartir el estrés de mi trabajo. Y a mi madre, a quien quisiera conceder un
lugar destacado en estos agradecimientos. A ella le debo no sólo todo lo que soy,
sino lo que es aún más importante, la posibilidad de seguir siéndolo. Porque du-
rante las horas que paso trabajando en el ordenador, ella es mis pies y mis manos,
mis ojos y mis oídos, encargándose incansablemente de las tareas domésticas y
del cuidado de mis hijos. En todo el tiempo que paso abstraída en mi trabajo, ella
es mi memoria y hasta la voz de mi conciencia, una voz que continuamente me
recuerda el valor de lo realmente importante.
Gracias, por último, a todos aquellos que no se mencionan aquí explícitamen-
te, pero que, no obstante, ocupan un lugar en mi vida que indirectamente los con-
vierte en cómplices y colaboradores en todas mis obras y acciones. A mis amigos,
muchos de ellos profesores universitarios que día a día comparten mis inquietudes
e intereses de investigación.
Y a mi padre, porque, aunque ya no se encuentre aquí con nosotros, parte de
él vive aún en mí y determina todo lo que hago.

18
 
1
Aprendiendo a investigar:
cómo dar los primeros pasos

El objetivo central de este libro es proporcionar a los lectores las herramientas


metodológicas necesarias para llevar a cabo un trabajo de investigación que cum-
pla con los requisitos académicos y científicos establecidos en el ámbito de la
traducción. En esta primera parte se esbozan una serie de cuestiones preliminares
que son básicas a la hora de plantear el diseño de un trabajo de investigación en
traducción. La elección de un diseño de investigación apropiado debería partir, en
primer lugar, del conocimiento de las características básicas de los distintos tipos
de trabajos de investigación existentes en el ámbito de estudio. Dicho conoci-
miento ayudará al investigador a familiarizarse con los principales factores impli-
cados en la elección del diseño de investigación más apropiado para su trabajo.
En el presente capítulo se discute el papel que dichos factores desempeñan en la
selección de un diseño adecuado, perfilando la función tanto de los constituyentes
más básicos de un diseño de investigación (por ejemplo, el marco teórico, el pro-
blema concreto del estudio, las estrategias de investigación y los métodos de in-
vestigación específicos), como de otros elementos que, aún siendo menos centra-
les, también determinan el diseño (por ejemplo, las experiencias personales del
investigador y la audiencia a la que se dirige el trabajo).
La última sección de este capítulo incluye las seis partes centrales implicadas
en el diseño de un trabajo de investigación: la introducción, la revisión de la lite-
ratura, los objetivos del trabajo, las preguntas de investigación e hipótesis, el aná-
lisis riguroso de los datos y las conclusiones. A lo largo de esta sección se guiará
al lector a través de cada una de las partes básicas de un trabajo de investigación,
proporcionándole una metodología sistemática para diseñar y escribir cada uno de
los componentes.

19
 
Diseños y métodos de investigación en traducción
 
1.1. El lugar de la traducción en la tipología de diseños
de investigación

Un trabajo de investigación tan sólo adquiere pleno sentido si se interpreta en un


determinado contexto científico, en relación al resto de trabajos, resultados y pos-
tulados teóricos existentes. El origen de toda investigación es siempre una pre-
gunta que surge motivada por un bagaje de circunstancias y conocimientos pre-
vios que conducen a su formulación. En su libro En busca de la memoria el
Premio Nobel de Medicina Eric Kandel (2007) ilustra de manera magistral este
proceso en un relato en el que se entrelazan la historia de su vida y su carrera
científica con la historia intelectual de todos los descubrimientos y adelantos pro-
ducidos durante su trayectoria profesional. Su relato refleja claramente que su
empeño personal por comprender la memoria fue fruto de su historia personal y
del ambiente científico del momento. En otra vida y en una época diferente, cabe
la posibilidad de que Eric Kandel nunca hubiera recibido el Nobel por sus inno-
vadores estudios sobre la memoria.
El papel relevante que el contexto científico y académico desempeña en un
trabajo de investigación nos aconseja comenzar nuestra búsqueda de un diseño de
investigación apropiado en la historia intelectual de los avances realizados en los
estudios de traducción durante los últimos cincuenta años. La mayoría de manua-
les sobre metodología de la investigación coinciden en establecer tres tipos bási-
cos de diseños de investigación: cualitativos, cuantitativos y mixtos. Como es
frecuente en la mayoría de las tipologías, estos tres diseños no forman categorías
estancas y aisladas; en realidad, sería posible colocar los tres tipos de diseño a lo
largo de un continuo virtual que iría de los diseños puramente cualitativos (esto
es, los basados únicamente en la introspección y capacidad analítica del investi-
gador) a los puramente cuantitativos (es decir, los basados fundamentalmente en
el análisis objetivo de datos cuantificables). Entre ambos extremos se encontraría
toda una gama de diseños mixtos (que, como su propio nombre indica, serían una
combinación de los dos anteriores).
La cuestión es ¿en qué punto de este continuo se situaría la investigación en
traducción? Como suele ocurrir en la mayoría de estos casos, no existen fórmulas
preparadas que ofrezcan una respuesta fácil y simple a esta pregunta. La dificul-
tad se debe, en parte, a que la distinción entre un tipo de diseño y otro no depende
exclusivamente del tipo de metodología empleada sino que también suele ir liga-
da a la evolución de una disciplina y a sus objetivos científicos y académicos. A
lo largo de la historia intelectual de los estudios de traducción, los avances en el
campo han estado vinculados a la evolución de los tipos de metodología y diseño
científico imperantes. Es innegable que intentar resumir los últimos cincuenta
años de la historia de traducción implica un esfuerzo de simplificación inevita-
blemente reduccionista. Sin embargo, y aun siendo conscientes de las limitaciones

20
 
Aprendiendo a investigar: cómo dar los primeros pasos

de dicha simplificación, sería posible establecer tres grandes estadios en la evolu-


ción del diseño metodológico en traducción.
Dejando a un lado los antecedentes al siglo XX, los comienzos de un tipo de
investigación más rigurosa y sistemática en traducción estuvieron marcados por
un carácter prescriptivo. En un principio, los investigadores encontraron en la
lingüística el marco teórico necesario para conferir a la investigación en traduc-
ción un mayor carácter científico (por ejemplo, la estilística contrastiva de Vinay
y Darbelnet 1958, el enfoque generativo-transformacional de Catford 1965 o el de
Nida y Taber 1969). El diseño metodológico de este tipo de trabajos se situaba
más cerca del extremo cualitativo que del cuantitativo. El objetivo central de la
investigación era identificar una serie de problemas o dificultades de traducción
que se intentaban predecir aplicando una metodología fundamentada esencial-
mente en el contraste entre las lenguas implicadas y en una jerarquización de los
problemas en diferentes niveles lingüísticos. El resultado esperado de dicha inves-
tigación tenía una clara utilidad didáctica y consistía en proporcionar un listado de
problemas de traducción y métodos para resolverlos basado principalmente en la
propia intuición del investigador. Con el tiempo, los enfoques lingüísticos fueron
ampliando su marco de análisis del nivel textual al discursivo e incorporaron
ejemplos de traducción reales a sus diseños cualitativos como ilustración a las
tipologías de problemas propuestas (véase Baker 1992 o Hatim y Mason 1990).
Sin embargo, pese a los esfuerzos de los enfoques lingüísticos por acomodar
en sus modelos factores pragmáticos y culturales, a finales de los 80 y comienzos
de los 90 la investigación todavía tenía un cierto carácter prescriptivo que condujo
a los teóricos de la traducción hacia un tipo de enfoque más descriptivo y orienta-
do a la práctica. Se abandonó la búsqueda del equivalente lingüístico único y ab-
soluto y, en su lugar, se propuso una noción de equivalencia más funcional y di-
námica basada en parámetros históricos y culturales. La mayoría de los trabajos
encuadrados en esta línea descriptiva se centraron en la investigación de las nor-
mas de traducción imperantes en una época determinada. Para llevar a cabo este
objetivo, se reivindicó el estudio de traducciones reales, aunque a menudo los
trabajos se centraban en las traducciones de una sola obra o de un único autor. Las
obras literarias eran el principal objeto de estudio y los objetivos de investigación
giraban mayoritariamente en torno a cuestiones estilísticas o culturales. Esta in-
clinación práctica favoreció la elaboración de trabajos de investigación más empí-
ricos y descriptivos que contribuyeron a que el diseño de investigación se alejara
gradualmente del extremo puramente cualitativo. No obstante, la carencia de un
análisis cuantitativo y sistemático de los datos todavía mantenía el diseño de in-
vestigación de estos trabajos dentro de la mitad más cualitativa del continuo y
demasiado apartado aún del extremo más cuantitativo (cf. Bassnett 1980, Lefeve-
re 1982, Toury 1978, 1995).

21
 
Diseños y métodos de investigación en traducción
 
Los estudios de traducción se adentraron en los años 90 orgullosos del giro
cultural y descriptivo que habían logrado en los 80, pero conscientes de la necesi-
dad de encontrar un diseño de investigación más científico y sistemático. Desde
finales de los 90, dicha búsqueda ha definido dos líneas de investigación guiadas,
en parte, por el deseo de realizar un tipo de análisis más empírico y metódico.
Una de estas líneas encontró de nuevo un poderoso aliado en los postulados de la
lingüística, un área en la que la lingüística del corpus ofrecía posibilidades reno-
vadas para un estudio más aplicado apoyado en ejemplos reales. La metodología
basada en el análisis de corpus permitía un diseño de investigación de tipo cuanti-
tativo que podía emplearse para estudiar de manera más objetiva tanto aspectos
lingüísticos como procesos específicos a la traducción (como por ejemplo, los
llamados «universales de traducción» (cf. Baker 1996)). Este tipo de trabajos
emplazaba por primera vez el diseño metodológico de los estudios de traducción
en la mitad más cuantitativa del continuo. No obstante, la mayoría de los trabajos
de traducción basados en el análisis de corpus combinan el cómputo estadístico
con el análisis cualitativo de los ejemplos, un método que los sitúa más cercanos a
los diseños de tipo mixto que a los puramente cuantitativos (véase Olohan 2004
para una descripción detallada del uso de la metodología de corpus en los estudios
de traducción).
La otra línea de investigación que se inició en los años 90 convirtió el análisis
del proceso de traducción en su principal objeto de estudio científico (véase, por
ejemplo, Fernández Sánchez y Muñoz Martín 2008 o los trabajos llevados a cabo
en la Escuela de Negocios de Copenhague (CBS –Copenhagen Business School) y
publicados en diversos números monográficos de la revista Copenhagen Studies
in Language). Desde sus comienzos, esta línea ha orientado sus intereses hacia
otras disciplinas con una mayor tradición en el estudio de los procesos mentales y
lingüísticos, como es el caso de la psicología, los estudios de bilingüismo o la
neurología. Su tendencia hacia el estudio pluridisciplinar y la aplicación de méto-
dos e instrumentos de análisis derivados de otras disciplinas científicas han con-
tribuido a que el estudio del proceso de traducción se haya convertido en una de
las líneas de investigación de mayor actualidad y alcance en su ámbito. Los traba-
jos encuadrados en esta línea se han esforzado por aplicar metodologías de análi-
sis que permitan un estudio más empírico y cuantitativo (como por ejemplo, el
uso de lectores de movimientos oculares para medir el esfuerzo cognitivo de una
tarea, los programas de ordenador como Translog, especializados en la recogida
de datos sobre el proceso de escritura en traducción, o incluso el empleo de méto-
dos neurológicos más sofisticados, como los potenciales evocados o las imágenes
por resonancias magnéticas funcionales, que nos muestran la intensidad de la
actividad cerebral o las regiones cerebrales implicadas en una determinada tarea).
No obstante, una vez más las peculiaridades de la investigación en traducción han
conducido a este tipo de trabajos a triangular sus datos, combinando los datos

22
 
Aprendiendo a investigar: cómo dar los primeros pasos

puramente cuantitativos con los obtenidos mediante métodos de tipo más cualita-
tivo (como es el caso de los protocolos de verbalización del pensamiento o las
entrevistas retrospectivas).
En resumen, los avances en la investigación en traducción han fomentado la
evolución desde un diseño puramente cualitativo a uno más empírico y cuantitati-
vo. Pero más que un cambio radical, esta evolución ha definido una tendencia
ligada a unas líneas de investigación concretas. La especificidad y complejidad
del proceso de traducción y la variada tipología de textos y encargos de traduc-
ción existentes han favorecido la coexistencia de los diseños cualitativos y los
mixtos. Los trabajos de carácter más teórico y de corte principalmente literario
continúan primando un tipo de diseño más cualitativo, mientras que los estudios
más empíricos de corte lingüístico y/o cognitivo optan por un tipo de diseño mix-
to que combina los datos cuantitativos con el análisis cualitativo de los mismos.
Este panorama mantiene la balanza de la investigación en traducción inclinada
hacia el extremo más cualitativo, aunque los enfoques más recientes se esfuerzan
en actuar de contrapeso hacia el extremo más cuantitativo.

1.2. Los criterios para seleccionar un diseño de investigación


apropiado

La toma consciente de decisiones o elecciones es ciertamente uno de los rasgos


definitorios del ser humano. En los círculos religiosos este rasgo se considera
otorgado por la gracia divina y se denomina «libre albedrío», una cualidad am-
pliamente cuestionada por las leyes de la genética y la biología modernas. Cier-
tamente, a lo largo de la historia los científicos se han esforzado por demostrar
que la capacidad de elección del ser humano es tan sólo una muestra más del ex-
traordinario potencial biológico de nuestra mente para llevar a cabo complejos
procesos analíticos y lógicos. Pero ya sea por una cuestión de fe o por nuestra
configuración biológica, es indudable que la capacidad para tomar decisiones
aumenta con nuestra capacidad de raciocinio. Cuando somos niños las escasas
ocasiones de elección se confían a una serie de juegos y canciones infantiles que
se convierten en los mejores aliados del azar. Al convertirnos en adultos, nuestro
afán de control se desarrolla y la toma de decisiones se convierte en un proceso
totalmente consciente en el que se sopesan cuidadosamente las ventajas e incon-
venientes de todos los factores implicados en el problema a considerar. La elec-
ción del diseño de investigación más apropiado es un ejemplo claro de un pro-
blema cuya solución depende del análisis metódico de los distintos agentes
involucrados.

23
 
Diseños y métodos de investigación en traducción
 
1.2.1. El tema u objeto de estudio

El primer criterio a tener en cuenta es el tema u objeto de estudio. Toda investiga-


ción comienza normalmente por definir el problema u objeto de estudio persegui-
do. Aun cuando no somos capaces de vislumbrar los detalles de la investigación,
podemos tener una idea clara de cuáles son nuestros intereses. La cuestión de la
censura en traducción, la existencia de tendencias universales de traducción o el
estudio de los procesos cognitivos de la traducción son ejemplos de temas genera-
les que pueden despertar el interés del investigador en un estadio inicial de su
trabajo. Algunos temas se adaptan mejor que otros a un tipo concreto de diseño de
investigación, bien por la propia naturaleza del tema elegido, bien porque ya exis-
te en el tema en cuestión una tradición investigadora más o menos consolidada.
Así por ejemplo, el tema de la censura está frecuentemente ligado a la traducción
literaria y a un diseño de investigación de tipo cualitativo o mixto combinado con
el uso de corpus (véase los trabajos del grupo de investigación TRACE de la Uni-
versidad de León), la cuestión de las tendencias universales o rasgos intrínsecos
de traducción está más relacionada con el uso del corpus y un diseño de investi-
gación de tipo más cuantitativo (por ejemplo, Kenny 2001, Laviosa 2002, Olohan
y Baker 2000), y el estudio de los procesos de traducción está más conectado a
estudios empíricos de diseño cuantitativo o mixto (por ejemplo, Jakobsen y Jen-
sen 2008, Sjørup 2008). No obstante, estas tendencias no son, ni mucho menos,
inamovibles; los requisitos de creatividad e innovación exigidos a todo trabajo de
investigación de carácter novedoso pueden conducir a un investigador a aplicar
una metodología de investigación diferente a la tradicional en un tema de investi-
gación determinado.

1.2.2. La finalidad del estudio y el marco teórico

Otros criterios que determinan el tipo de diseño de investigación más adecuado


son la finalidad del estudio y la elección de un marco teórico y un método de aná-
lisis adecuados. Una vez elegido el tema, el investigador debe centrar y concretar
su estudio, definiendo los objetivos específicos de la investigación y seleccionan-
do el marco teórico y el método de análisis más adecuados para llevar a cabo di-
chos objetivos de la manera más eficiente posible. Retomando el tema de la cen-
sura, imaginemos que definimos como objetivo más específico el estudio de la
incidencia de la censura franquista en las traducciones de un tipo de género de-
terminado. En un principio, la investigación de este objetivo podría enmarcarse en
un tipo de diseño más cualitativo o más cuantitativo, según el marco teórico y el
método de análisis elegidos para el estudio. Por ejemplo, la elección de la Teoría
del Polisistema o de la Escuela de la Manipulación como marcos de estudio pro-

24
 
Aprendiendo a investigar: cómo dar los primeros pasos

bablemente conduciría a un tipo de estudio descriptivo de carácter más cualitativo


o mixto que apuntaría a identificar las principales causas de la censura o compor-
tamientos censores (cf. Camus Camus 2004, Fernández López 2007). Por otra
parte, la elección de la lingüística del corpus como método de análisis podría con-
ducir a un tipo de estudio más cuantitativo en el que cabría explorar el uso de
ciertas estrategias de traducción asociadas a la censura (por ejemplo, la omisión o
la sustitución) en términos de porcentajes estadísticos.

1.2.3. El instrumento de análisis

Uno de los criterios más decisivos a la hora de elegir un determinado diseño de


investigación es, sin duda, el instrumento seleccionado para llevar a cabo el análi-
sis. Consideremos esta vez como ejemplo el estudio del proceso de traducción.
Imaginemos que los objetivos concretos de la investigación se centran en el análi-
sis de las dificultades que el traductor debe sortear al realizar una traducción y el
marco teórico consiste en el estudio de la traducción como proceso cognitivo.
Este tipo de estudio permitiría la elección de distintos instrumentos de análisis
que determinarían diseños de investigación diferentes. Una posibilidad sería el
uso de los protocolos de pensamiento en voz alta para determinar los distintos
tipos de problemas percibidos por el traductor durante la realización de la tarea de
traducción. Tradicionalmente, el uso de los protocolos de pensamiento en voz alta
se ha llevado a cabo en trabajos de investigación de tipo cualitativo diseñados con
la finalidad última de determinar indicadores de los procesos cognitivos de tra-
ducción (por ejemplo, Kiraly 1995, 1997). Otra posibilidad sería el uso de instru-
mentos asociados a métodos de investigación más cuantitativos, como el empleo
de lectores de los movimientos oculares o de grabaciones de los movimientos del
teclado llevados a cabo durante una tarea de traducción. Estos instrumentos nos
permiten medir la cantidad o intensidad del esfuerzo de procesamiento cognitivo
implicado en una determinada tarea de traducción en términos del número y tipo
de movimientos oculares y de pulsaciones en el teclado (por ejemplo, Dragsted y
Hansen 2008, Dragsted 2010).

1.2.4. La formación y experiencia personal del investigador

Junto a estos criterios básicos, es posible distinguir al menos otros dos factores
que, aun siendo menos centrales, también desempeñan un papel importante en la
selección de un determinado diseño de investigación: las experiencias personales
del investigador y la audiencia a la que se dirige el trabajo. Además de los facto-
res relativos al objeto de estudio y metodología del trabajo, la formación y expe-

25
 
Diseños y métodos de investigación en traducción
 
riencia personal del investigador también puede influir en la elección de un de-
terminado diseño de investigación. Un investigador con cierta formación científi-
ca y técnica y con las suficientes nociones de estadística mostrará, sin duda, una
mayor predisposición hacia un diseño cuantitativo. Se trata en su mayoría de in-
dividuos que defienden un método de investigación más sistemático y empírico
que les permite sustentar su investigación en datos objetivos y no en meras opi-
niones personales. En el ámbito de la traducción, los defensores de este tipo de
diseños han sido fundamentalmente los teóricos de formación más lingüística o
con una inclinación hacia áreas con una mayor tradición científica y empírica,
como la psicología o la neurología.
Por otra parte, un investigador con una formación más filosófica y literaria
que esté acostumbrado a un tipo de trabajos basado principalmente en la intros-
pección se inclinará, con mayor probabilidad, hacia un diseño más cualitativo. Se
trata de individuos con un carácter esencialmente creativo, defensores de un estilo
de redacción más literario que usan al servicio de marcos de trabajo diseñados a
medida de sus objetivos para expresar sus opiniones y cuestionar enfoques esta-
blecidos. En la investigación en traducción, este tipo de investigadores ha estado
principalmente asociado a los teóricos de formación más literaria y filosófica, e
incluso a un número reducido de profesionales que, sin la necesaria formación
académica e investigadora, se han empeñado durante años en vincular el estudio
de la traducción a sus propias experiencias personales.
Por último, los partidarios de un diseño de tipo mixto son en su mayoría in-
vestigadores de letras que se han familiarizado con la estructura y diseño sistemá-
tico de los trabajos de corte cuantitativo, pero se niegan a renunciar a la flexibili-
dad de un tipo de investigación más cualitativo. Se trata de individuos a los que
no les asustan los proyectos de gran envergadura que impliquen la recogida y el
análisis de datos cuantitativos y cualitativos. Este tipo de investigadores busca
imprimir una mayor objetividad a sus trabajos, pero, a su vez, defiende un análisis
más minucioso y detallado guiado por la capacidad de introspección del autor. En
traducción, existe actualmente un elevado número de investigadores que tiende
hacia este tipo de diseños mixtos. Se defiende la triangulación de los datos me-
diante un uso combinado de instrumentos de tipo cuantitativo y cualitativo que les
permita resolver las carencias de una investigación puramente cuantitativa o pu-
ramente cualitativa.

1.2.5. La audiencia del trabajo

Uno de los criterios para la elección de un determinado diseño de investigación


que los autores a menudo tienden a olvidar es probablemente la audiencia para la
que escriben. Ignorar a los lectores potenciales del trabajo es un error que puede

26
 
Aprendiendo a investigar: cómo dar los primeros pasos

tener graves consecuencias para la investigación. En términos generales, los lecto-


res de un trabajo de investigación académico suelen ser investigadores del mismo
ámbito o de un ámbito relacionado que comparten unos intereses comunes. En
términos más inmediatos y específicos, en el ámbito de la traducción estos inves-
tigadores serán con toda seguridad los miembros de un tribunal de tesis doctoral,
los editores y censores de una revista especializada, los lectores de dicha revista,
los asistentes a un congreso o conferencia u otros profesores universitarios y
alumnos de doctorado. En todos los casos mencionados, se trata de una audiencia
especializada con una amplia formación académica y con una experiencia investi-
gadora a menudo asociada a un método de estudio determinado. De la misma
manera que existen temas de estudio más vinculados a un tipo de diseño que a
otros, también hay revistas, congresos e individuos con una determinada orienta-
ción hacia un método de investigación particular. Uno de los ejemplos más claros
de la influencia de la audiencia en la selección de un diseño de investigación se
encuentra en la orientación del director de tesis, un aspecto decisivo en los prime-
ros estadios de la carrera de todo investigador. Si un estudiante de doctorado tiene
una preferencia determinada hacia un tipo de diseño de investigación, debe asegu-
rarse de que el investigador elegido como director de su tesis muestra una orien-
tación afín a la suya en el método de su investigación. No conviene olvidar que la
experiencia investigadora de todo director siempre determina, de un modo u otro,
la labor científica de su estudiante.
Los distintos criterios revisados en esta sección condicionan, de una u otra
forma, la elección del diseño de investigación más apropiado para nuestro estu-
dio. Una ponderación detenida y cuidadosa del papel que cada uno de estos facto-
res desempeña en el esbozo del trabajo de investigación es necesaria para selec-
cionar el método de análisis que nos permitirá llevar a cabo el estudio de la forma
más eficiente posible.

1.3. El diseño de trabajos de investigación en traducción

El diseño de un trabajo de investigación es un proceso estructurado que implica la


secuenciación de una serie de fases o etapas que el investigador articula de mane-
ra sistemática para dar respuesta a un determinado problema. El planteamiento de
dicho problema constituye el inicio de toda investigación y la búsqueda de solu-
ciones se convierte en el proceso que guía la organización del trabajo. El éxito de
un trabajo de investigación no depende únicamente de su capacidad para alcanzar
los objetivos planteados y dar respuesta a un determinado problema; la evaluación
positiva de un trabajo de investigación también depende en gran medida de la
habilidad del investigador para llevar a cabo todo el proceso de una manera sis-
temática y metódica. La presente sección se centra precisamente en el diseño y

27
 
Diseños y métodos de investigación en traducción
 
elaboración de este proceso con la intención de proporcionar una metodología
sistemática para plantear y escribir cada una de las partes básicas de un trabajo de
investigación: la introducción, la revisión de la literatura, los objetivos del trabajo,
las preguntas de investigación e hipótesis, el análisis riguroso de los datos y las
conclusiones.

1.3.1. La importancia de la introducción

La introducción y la conclusión de un trabajo constituyen los dos pilares básicos


de su estructura. Deben resaltar la relevancia y alcance del estudio y resumir los
aspectos centrales del mismo. La lectura de la introducción debe proporcionar una
imagen instantánea del trabajo que capture los rasgos más prominentes de su di-
seño. Toda introducción aspira a proporcionar una reproducción abreviada y
coherente del trabajo que debe identificar claramente al menos cuatro aspectos
centrales del mismo: el problema de investigación y su importancia para el ámbito
de estudio, la contribución del estudio a la literatura existente sobre el tema, los
beneficios del trabajo para una audiencia determinada, y un breve resumen del
propósito central del estudio y del proceso de investigación llevado a cabo.
La introducción ofrece al lector la primera impresión del estudio llevado a
cabo; es, por lo tanto, primordial que el investigador concentre sus esfuerzos en
grabar en sus lectores una imagen positiva de su trabajo. Dicha imagen comienza
por identificar claramente el problema que sirve de punto de partida para la inves-
tigación, resaltando su importancia para un ámbito de estudio concreto. Gran par-
te del éxito de una buena introducción reside en su capacidad para atraer la aten-
ción de los lectores y despertar su interés en el tema de investigación. El autor
elegirá la estrategia que considere más oportuna para estimular la curiosidad de
sus lectores teniendo en cuenta los objetivos de su trabajo y las características de
su audiencia. A menudo, y especialmente en revistas especializadas, los investi-
gadores asumen una audiencia de expertos y eligen comenzar su trabajo introdu-
ciendo directamente el objetivo central de su investigación o el potencial de un
determinado instrumento de análisis para su ámbito de estudio:

Ejemplo 1.1 La apertura de una introducción —El objetivo del estudio


En este trabajo, exploramos la retrospección como método de estudio para investigar
los procesos cognitivos y las estrategias adoptadas para la resolución de problemas en
la interpretación simultánea (IS) y en la traducción (Mi traducción).
(Dimitrova y Tiselius 2009: 109)

28
 
Aprendiendo a investigar: cómo dar los primeros pasos

Ejemplo 1.2 La apertura de una introducción —El instrumento de análisis


El lector de movimientos oculares ha comenzado a aplicarse tan sólo recientemente en
la investigación en traducción, pero es un método que promete proporcionar nuevas
perspectivas de estudio (Mi traducción).
(Sharmin et al. 2008: 31)

Cuando el investigador no asume una audiencia tan especializada o simple-


mente desea imprimir un tono más familiar a su discurso, otra estrategia frecuente
consiste en utilizar una oración de apertura que sitúe el tema de estudio a un nivel
de familiaridad más cercano a sus lectores:

Ejemplo 1.3 La apertura de una introducción —Imprimiendo familiaridad


El proyecto Translog se inició en 1995 una mañana en la que Arnt se dirigió a mí en el
comedor y me mostró algunas de sus notas a mano. Estaba muy ilusionado con su
nueva idea para desarrollar un programa de ordenador que revolucionaría el mundo de
la investigación en traducción grabando cada una de las pulsaciones del teclado reali-
zadas durante la producción de un texto, y más tarde reproduciendo todo el proceso en
la pantalla (Mi traducción).
(Schou et al. 2009: 37)

Una vez identificado el problema o tema de la investigación en los primeros


párrafos, una buena introducción también incluye una breve justificación de su
importancia haciendo referencia a los estudios existentes sobre dicho tema. El
verdadero objetivo de esta parte de la introducción es el de enmarcar el estudio
dentro del contexto de otros estudios relacionados, indicando de qué manera el
trabajo propuesto contribuye a expandir o comprobar lo que otros ya han exami-
nado o planteado. A la hora de decidir qué estudios son relevantes, un investiga-
dor debe partir de su pregunta de investigación concreta y ampliar su foco de
atención hacia los estudios centrados en temas relacionados con el suyo. De esta
forma, si un trabajo plantea, por ejemplo, un tema tan novedoso como la investi-
gación del impacto emocional de la traducción, en el que no existen demasiados
estudios previos sobre el tema (véase Rojo et al. 2011), el investigador podrá
recurrir a la revisión de aquellos trabajos que versen sobre los temas más relevan-
tes para su investigación. En este caso concreto del impacto emocional de la tra-
ducción, el investigador podría, por ejemplo, discutir los resultados de los trabajos
sobre emociones y estímulos lingüísticos en otros ámbitos; o alternativamente,
dentro del campo de la traducción, también podría revisar los trabajos sobre tra-
ducción y teoría de la recepción, la respuesta de la audiencia ante un tipo deter-
minado de equivalencia o la importancia del efecto pragmático de una traducción

29
 
Diseños y métodos de investigación en traducción
 
en sus lectores. En una introducción, la referencia a estos trabajos previos no debe
ser demasiado extensa. Basta con mencionar los grupos de trabajos más relevan-
tes e introducir las deficiencias existentes en las investigaciones previas para po-
der resaltar, a continuación, las principales contribuciones del estudio planteado.
Cuanto más extenso sea el trabajo, más larga podrá ser la referencia a estos traba-
jos previos. En los artículos de investigación, esta referencia se reduce normal-
mente a un breve párrafo en la introducción, como en el ejemplo que incluimos a
continuación:

Ejemplo 1.4 La introducción —Una breve revisión de la literatura


El número limitado de experimentos para los que se ha usado este método hace que un
estudio sobre retrospección que compare IS y traducción tenga una gran relevancia.
Nuestros resultados para la traducción pueden compararse con los obtenidos en un
número relativamente elevado de estudios sobre el proceso de traducción publicados a
partir de los 80. Pero lo que es incluso más importante, quizás nos permita evaluar es-
te método para la interpretación, donde pocos métodos introspectivos son aplicables
(Mi traducción).
(Dimitrova y Tiselius 2009: 109)

Un escritor nunca debe olvidar la audiencia para la que escribe. El éxito de


cualquier mensaje reside en su capacidad para captar la atención de una audien-
cia, despertar su interés, apelar a su forma de pensar y motivar algún tipo de ac-
ción o resultado. Expresar la relevancia de un problema de investigación para una
audiencia determinada contribuye a reflejar la importancia del estudio y sus posi-
bles aplicaciones. La mayoría de las introducciones a trabajos académicos reco-
gen una referencia a los posibles beneficios del estudio. En los estudios de traduc-
ción, esta referencia suele hacerse en forma de una breve mención a las
contribuciones potenciales del trabajo para la práctica y/o la didáctica de la tra-
ducción e interpretación:

Ejemplo 1.5 La introducción —La relevancia para una audiencia concreta


Sin lugar a dudas, saber en qué se diferencia el trabajo de los intérpretes profesionales
de los no profesionales y conocer cómo se adquiere un determinado nivel de experien-
cia a lo largo del tiempo es crucial para el éxito y eficiencia de la didáctica de la inter-
pretación (Mi traducción).
(Liu 2008: 160)

30
 
Aprendiendo a investigar: cómo dar los primeros pasos

En el siguiente ejemplo vemos que, incluso cuando las contribuciones son


más un deseo que una realidad, los autores no renuncian a expresar sus aspiracio-
nes como medio para dejar vislumbrar el potencial del trabajo:

Ejemplo 1.6 La introducción —La relevancia para una audiencia concreta


En nuestros mejores sueños, ya fantaseamos sobre conclusiones que podrían tener
consecuencias para nuestra práctica pedagógica y cambiar nuestra forma de enseñar a
traducir (Mi traducción).
(Jakobsen y Jensen 2008: 104)

Finalmente, una buena introducción a un trabajo de investigación suele con-


cluir formulando el propósito o intención global del estudio. En el caso de traba-
jos más extensos, como puede ser la redacción de un trabajo fin de máster o una
tesis doctoral, la introducción también suele incluir un breve resumen de la es-
tructura del trabajo que ofrece una panorámica general del proceso de investiga-
ción llevado a cabo. Las introducciones de algunos artículos académicos también
incluyen este resumen como ayuda para clarificar la estructura del trabajo:

Ejemplo 1.7 La introducción —El resumen de la estructura del trabajo


En este artículo, examinaremos cómo la perspectiva basada en la competencia de los
expertos puede aplicarse al dominio profesional de la traducción y la interpretación.
[…] el artículo se organiza en dos partes. En la primera parte del trabajo, describire-
mos brevemente cómo se desarrolló el enfoque basado en la competencia de los ex-
pertos en otros dominios de experiencia […]. A continuación, describiremos de forma
concisa la evidencia que apoya nuestra reivindicación […]. En la segunda parte del
trabajo, expondremos cómo han tratado los investigadores […] algunos de los pro-
blemas que surgen de los estudios que siguen el enfoque tradicional […]. También
mostraremos cómo el enfoque basado en la competencia de los expertos puede exten-
derse a estudios de intérpretes con un nivel de actuación superior bajo condiciones re-
presentativas (Mi traducción).
(Ericsson 2010: 234–5)

En definitiva, una buena introducción actúa con sus lectores como un buen
guía lo hace con su público: informa del objetivo del viaje, proporciona los deta-
lles históricos necesarios para su contextualización y conduce a su público a tra-
vés de un itinerario establecido, todo ello aderezado con una presentación lo sufi-
cientemente profesional y la justa dosis de marketing para hacer del viaje una
travesía placentera que despierte el interés de la audiencia por el lugar a visitar,
mantenga su atención durante el trayecto, les invite a repetir la experiencia y
atraiga a otros clientes interesados en el viaje.

31
 
Diseños y métodos de investigación en traducción
 
1.3.2. La revisión de la literatura

Tras plantear el tema de investigación y justificar su relevancia en la introduc-


ción, un trabajo académico debe incluir la contextualización del mismo en su
ámbito de estudio. Dicha contextualización recibe el nombre de revisión de la
literatura porque consiste fundamentalmente en examinar o analizar los estu-
dios previos sobre el mismo tema. Pero aun más importante que definir en qué
consiste, es la cuestión de establecer para qué sirve y determinar cómo se lleva
a cabo una buena revisión de la literatura. Como respuesta a la pregunta sobre
la finalidad de la revisión de la literatura, cabe señalar que ésta cumple de
forma primordial un doble propósito: por un lado, nos permite informar al
lector de los resultados de otros estudios relacionados con el trabajo planteado
y por otro, contribuye a establecer la importancia del trabajo, relacionándolo
con los temas y debates abiertos en la literatura y señalando de qué forma con-
tribuye a cubrir las deficiencias de los estudios previos y ampliar sus resulta-
dos. La revisión de la literatura debe servir, en definitiva, para construir el
marco teórico de referencia que nos ayude a establecer la importancia y perti-
nencia del trabajo propuesto.
Bastante más compleja es la cuestión de determinar cómo se realiza una
buena revisión de la literatura. Los escritores que se inician en la labor de in-
vestigación a menudo asumen que esta parte consiste simplemente en localizar
y resumir los estudios existentes sobre el tema del trabajo. Sin embargo, pronto
tienen la oportunidad de comprobar que un mero listado de trabajos resumidos
no constituye una buena revisión de la literatura. Hacer una revisión no es difí-
cil, lo realmente complejo es llevarla a cabo de manera que justifique el estudio
realizado y motive a la audiencia a inferir que dicho estudio es la consecuencia
lógica del análisis crítico llevado a cabo. Si la revisión está bien elaborada,
conducirá al lector a través de los temas y cuestiones relevantes para su estu-
dio, mostrándole los resultados de los trabajos existentes, advirtiéndole de sus
deficiencias y señalando de qué manera el estudio planteado contribuye a cu-
brir las lagunas detectadas. La mirada crítica es, sin duda, una de las claves de
una buena revisión de la literatura; la capacidad crítica del investigador es su
mejor arma para convertir una simple enumeración de trabajos en un análisis
razonado de necesidades y una propuesta plausible de soluciones. Retomando
la metáfora del viaje, una buena revisión de la literatura conducirá al lector a
través de un viaje perfectamente programado, en el que a lo largo de las dife-
rentes paradas se le permitirá vislumbrar el final del trayecto que le permitirá
alcanzar sus objetivos.
La elaboración de una revisión de la literatura debe incluir al menos cuatro
pasos básicos: la selección de los trabajos relevantes, la organización de estos
trabajos en los temas centrales del ámbito de estudio, el resumen de la informa-

32
 
Aprendiendo a investigar: cómo dar los primeros pasos

ción necesaria y la valoración crítica de dicha información. Una revisión de la


literatura comienza por localizar los trabajos existentes sobre el tema y seleccio-
nar los más relevantes. Normalmente, este proceso empieza con la lectura preli-
minar de una serie de trabajos en los que las referencias bibliográficas nos condu-
cen a otros trabajos relacionados que, a su vez, nos proporcionan nuevas
referencias a consultar. Las referencias pueden encontrarse en forma de bibliogra-
fía general al final de un trabajo o, como en el siguiente ejemplo, en forma de
notas guiadas al pie de página que nos remiten a otros trabajos relacionados:

Ejemplo 1.8 La localización de los trabajos —El uso de las referencias


Véase Bowler (2002) para una descripción más detallada de los sistemas de memoria
de traducción y su uso. Trujillo (1999: 59–68) ofrece una perspectiva técnica sobre el
funcionamiento de las memorias de traducción. Véase también Kenny (1999) para un
informe sobre el uso de las herramientas de traducción asistida, incluidas las memo-
rias de traducción, en la formación de traducciones (Mi traducción).
(Olohan 2004: 197)

Adicionalmente, es posible usar también las palabras claves de un artículo pa-


ra realizar búsquedas en Internet o en bases de datos informatizadas. Hoy en día,
un porcentaje elevado de los trabajos académicos está disponible en la Red. Mu-
chos autores ya cuelgan en sus páginas web las versiones de sus trabajos en for-
mato PDF (véase, por ejemplo, la página web de Anthony Pym, Mona Baker, el
grupo PETRA, etc.). En traducción existen ahora editoriales dedicadas exclusi-
vamente a publicaciones del área, como es el caso de la editorial británica St.
Jerome, cuya página web contiene una base de datos con resúmenes de trabajos
de traducción (Translation Studies Abstract Online). También es posible encon-
trar colecciones específicas en diferentes editoriales, como es el caso de la Bi-
bliografía de Estudios de Traducción publicada por la editorial John Benjamins
(Translation Studies Bibliography). Otras editoriales que publican más o menos
periódicamente títulos de traducción de prestigio son las internacionales Routled-
ge, Multilingual Matters o Peter Lang. En el ámbito español, las editoriales Co-
mares, Ariel e incluso la editorial del presente libro, Síntesis, han publicado obras
de traducción.
Otra de las principales fuentes de referencia para los trabajos de traducción
son las revistas especializadas del área. Sin ánimo de proporcionar un listado ex-
haustivo, algunas de las más señeras en el mundo anglosajón (por ser el que co-
noce la autora) son publicadas por las editoriales anteriormente mencionadas,
como es el caso de las revistas Babel, Target, Translation Spaces, Translation
and Interpreting Studies, e Interpreting, publicadas por la editorial John Benja-
mins, o las revistas The Translator, The Sign Language Translator and Interpre-

33
 
Diseños y métodos de investigación en traducción
 
ter, y The Interpreter and Translation Trainer, publicadas por St. Jerome. La
editorial Taylor & Francis publica la revista Perspectives: Studies in Translatolo-
gy, una de las publicaciones de mayor impacto en el ámbito de la traducción. A
nivel nacional, también existen revistas dedicadas tradicionalmente a la traduc-
ción, como Sendebar o Livius y una amplia gama de publicaciones electrónicas de
carácter más reciente.
Junto a los libros y revistas, las tesis doctorales y las comunicaciones presen-
tadas en congresos y reuniones científicas también constituyen una fuente conti-
nua de información sobre los trabajos más recientes y originales en el ámbito de
la traducción. Resulta, por tanto, de gran utilidad realizar búsquedas en las bases
de datos de tesis doctorales de las principales universidades que ofertan estudios
de traducción e interpretación y en los programas de los principales congresos de
traducción. Para localizar este tipo de información, existen también numerosas
asociaciones que informan periódicamente a sus miembros de las nuevas publica-
ciones y de los congresos y eventos científicos en el área (por ejemplo, AIETI –
Asociación Ibérica de Estudios de Traducción e Interpretación–, EST –European
Society for Translation Studies «Sociedad Europea de Estudios de Traducción»–,
o IATIS –International Association for Translation and Intercultural Studies
«Asociación Internacional de Traducción y Estudios Interculturales»–). Una for-
ma bastante fructífera de conseguir un trabajo que ya se ha presentado a un con-
greso pero se encuentra aún sin publicar es la de contactar directamente al autor.
La mayoría de los investigadores están interesados en difundir los resultados de
sus estudios y no tienen ningún problema en ceder una copia para trabajos de
investigación.
Además de saber dónde buscar, un investigador también debe saber seleccio-
nar los trabajos que son relevantes para su estudio. Esta selección implica nor-
malmente una primera lectura más rápida y superficial que debe servirle para
hacerse una idea de si el trabajo puede o no contribuir a su comprensión de la
literatura. Para este propósito, los resúmenes de los artículos y comunicaciones a
congresos son de gran ayuda, ya que ofrecen una síntesis de los contenidos bási-
cos del trabajo.
Una vez localizados y seleccionados los trabajos más relevantes para la temá-
tica de la investigación, el siguiente paso consiste en organizarlos en aquellos
temas que mejor pueden ilustrar las contribuciones del estudio propuesto a la
literatura existente. Este proceso de organización servirá para planificar y estruc-
turar las diferentes secciones del trabajo. En el caso de los artículos académicos,
que incluyen una revisión de la literatura más concentrada, la organización de los
trabajos servirá para seleccionar los resultados y conclusiones más relevantes para
el estudio planteado:

34
 
Aprendiendo a investigar: cómo dar los primeros pasos

Ejemplo 1.9 La organización de los trabajos


Moser-Mercer organiza la revisión de la literatura existente sobre los modelos del pro-
ceso de interpretación simultánea en dos grandes tipos: los modelos basados en todo el
proceso (p. ej., Gerver, 1976; Moser, 1976, 1978; Kitano, 1993; Paradis, 1994) y los ba-
sados en parte del proceso (p. ej. Lambert, 1983; Dillinger, 1989; Darò y Fabbro, 1994;
Jekat-Rommel, 1993; Wahlster, 1993) (Mi traducción).
(Moser-Mercer 1997: 176–96)

En el caso de trabajos más extensos, como trabajos fin de máster, tesis docto-
rales o libros, esta organización será el punto de partida para la estructura del
capítulo o capítulos dedicados a la revisión de la literatura. El proceso de organi-
zación de la literatura en temas centrales es clave para realizar una buena revisión
de la literatura, puesto que ayuda al investigador a alejarse de la revisión de traba-
jos individuales para adquirir una visión más global que le permita interpretar de
qué forma esos trabajos concretos contribuyen a uno o varios de los temas esta-
blecidos como relevantes para el estudio propuesto.
Una vez que se han determinado los temas centrales para organizar la revi-
sión de la literatura, el investigador debe decidir qué información seleccionar de
los trabajos consultados. A la hora de resumir la información básica de un traba-
jo, conviene recordar que el propósito último de esta síntesis es el de utilizar la
información seleccionada para ilustrar de la manera más clara y concisa posible
las contribuciones del trabajo propuesto. Se trata, pues, de seleccionar la infor-
mación que mejor nos ayude a mostrar de qué forma nuestro trabajo contribuye
a expandir o revisar los resultados del estudio examinado. Normalmente, esta
selección incluye una breve mención al problema o tema de investigación, al
objetivo central del estudio y a los resultados o conclusiones centrales del traba-
jo. Si la revisión es más extensa, en los trabajos de tipo empírico se suele incluir
también información sobre la muestra y la metodología usada en la investiga-
ción.

Ejemplo 1.10 La selección de la información relevante


Kiraly, en A social constructivist approach to translator education (2000), defiende el
desarrollo de una metodología para la enseñanza de la traducción y la interpretación
basada en el alumnado. Tiene la sensación de que, en el período en el que se escribe
su libro, la enseñanza de la traducción muestra varias deficiencias, como la propia
imagen del profesor como foco central de las clases y su aceptación del papel pasivo
de los estudiantes; la ausencia de distinción entre los diferentes componentes de la
competencia traductora; y el fracaso del espíritu crítico de los investigadores contra
los estilos de enseñanza pasados. La propuesta que se expone parcialmente en este

35
 
Diseños y métodos de investigación en traducción
 
trabajo se basa en algunas de las deficiencias identificadas por Kiraly en su enfoque
constructivista a la enseñanza de la traducción (Mi traducción).
(Rodríguez Inés 2009:132)

Pero aún más importante que la cuestión de qué información incluir, es la va-
loración crítica que el investigador realice de dicha información. Este proceso de
evaluación de la literatura es otro de los aspectos clave de una buena revisión,
porque ayuda al investigador a diferenciar entre el mero resumen de trabajos pre-
vios y el análisis crítico de dichos trabajos orientado a evaluar sus limitaciones y
contribuciones al tema de estudio elegido. Esta actividad de valoración crítica
determina también el proceso de selección de la información, puesto que el inves-
tigador incluirá aquellos datos que mejor ilustren los avances y/o desventajas de
los estudios o temas analizados.

Ejemplo 1.11 La valoración crítica de la información


Unos pocos años más tarde, la investigadora nacida en Viena, Eva Paneth, continuó en
la misma línea con su Investigation into Conference Interpreting, presentado como
trabajo fin de máster en la Universidad de Londres (Paneth 1957). Su manejo de las
fuentes de referencia publicadas y especialmente su extenso trabajo de campo en las
instituciones europeas de enseñanza de la interpretación hacen de esta primera tesis
académica un importante hito en el desarrollo de los Estudios de Interpretación. Pero
incluso cuando Paneth continuó trabajando y publicando en el campo, no habría de ser
considerada una pionera. En parte se debió a motivos sociológicos, como el hecho de
que su principal afiliación fueran las lenguas modernas más que las instituciones de
enseñanza de la interpretación o la profesión de la interpretación de conferencias (Mi
traducción).
(Pöchhacker 2008: 27–8)

El perfecto broche final de una revisión de la literatura es siempre el estudio


que el investigador propone para resolver las limitaciones señaladas y contribuir
de alguna manera innovadora al avance de la investigación en su ámbito de traba-
jo. Este estudio debe entenderse como la conclusión natural del análisis de la lite-
ratura llevado a cabo; por este motivo, el paso siguiente a la revisión de la litera-
tura consiste en presentar el estudio realizado, comenzando por la formulación de
sus objetivos.

1.3.3. Cómo formular los objetivos del estudio

Tras el apartado o capítulo de la revisión de la literatura, un trabajo de investiga-


ción introduce el estudio planteado en un nuevo apartado o capítulo que comienza

36
 
Aprendiendo a investigar: cómo dar los primeros pasos

normalmente formulando el objetivo central del trabajo. Este objetivo hace refe-
rencia a la intención o propósito general para el que se concibió el estudio, un
aspecto que conviene distinguir del problema y las preguntas de investigación. El
problema de investigación nos remite a la cuestión o tema que deriva en la nece-
sidad del estudio; las preguntas se refieren a los interrogantes que la recogida de
datos intenta contestar. Creswell (2009: 112) define con claridad la relación entre
estos tres aspectos de un trabajo de investigación: el objetivo central establece la
intención o idea principal de una propuesta o estudio; esta idea se define a partir
de una necesidad (el problema) y se refina o tamiza mediante una serie de pregun-
tas específicas (las preguntas de investigación).
La redacción del objetivo central del trabajo sirve para imprimir en la audien-
cia una imagen clara y precisa de la intención con la que se concibió el estudio. El
objetivo de la investigación es el eje alrededor del cual se articulan las diferentes
partes del estudio y la pieza que proporciona la coherencia que las mantiene uni-
das. Por este motivo, es importante que el objetivo se presente a la audiencia de
una manera clara al comienzo de la descripción del trabajo. Una estrategia fre-
cuente para llamar la atención de la audiencia hacia esta parte del trabajo consiste
en usar palabras que definen su carácter, como objetivo, propósito, intención o
finalidad. Se suele usar también verbos de acción que detallan la línea de actua-
ción del trabajo, como proponer, describir, desarrollar, examinar, replicar, etc.
La descripción del objetivo u objetivos de investigación puede alcanzar un mayor
o menor nivel de detalle, dependiendo de la extensión y tipo de trabajo, y de la
intencionalidad del autor. Esta parte puede limitarse únicamente a la definición
del objetivo central de la investigación, como es el caso del siguiente trabajo de
Jääskeläinen (2009):

Ejemplo 1.12 Los objetivos de investigación en un diseño cualitativo


Este artículo se basa en intentos previos de la autora por clarificar la cuestión de las
estrategias de traducción (Jääskeläinen 1993, 2007; ver también Jääskeläinen y Ku-
jamäki 2005), y tiene un doble objetivo: proporcionar una panorámica de los diferen-
tes usos de la etiqueta «estrategias de traducción» y proponer una forma de relacionar
las diferentes nociones de estrategia (Mi traducción).
(Jääskeläinen 2009: 376)

O adicionalmente puede incluir también una breve definición funcional del


fenómeno de estudio e información adjunta sobre la metodología y diseño expe-
rimental de la investigación, como ilustra el ejemplo del siguiente trabajo de Al-
ves et al. (2010):

37
 
Diseños y métodos de investigación en traducción
 
Ejemplo 1.13 El objetivo de investigación y la metodología empleada
El objetivo del proyecto PROBAL es la investigación de traducciones durante su gé-
nesis mediante el procesamiento cognitivo de las unidades de traducción y como una
serie de productos que aparecen en forma de diferentes interpretaciones durante esta-
dios sucesivos del proceso de traducción. Más específicamente, el proyecto examina
el proceso de (de)metaforización, esto es, el desempaquetado por parte del traductor
de los significados del texto origen y el (re)empaquetado en el texto meta durante el
proceso de traducción. La investigación integra metodologías adaptadas de la psico-
lingüística experimental y de la lingüística de corpus cuantitativa (Mi traducción).
(Alves et al. 2010: 110)

Aunque a la hora de formular los objetivos del trabajo puede existir una va-
riedad considerable en el tipo de información que cada autor decide incluir, es
posible establecer que la redacción de los objetivos debe contener, como mínimo,
la suficiente información para establecer la dirección central del estudio. La inclu-
sión de un mayor número de detalles no es imprescindible, pero contribuye a ela-
borar una imagen más precisa del diseño emergente del trabajo.

1.3.4. Las preguntas de investigación y las hipótesis

Una vez establecida la intención o dirección central del estudio, el investigador


procederá a describir de forma más detallada el trazado de su trabajo mediante la
enunciación de una serie de preguntas específicas a las que el estudio intenta dar
respuesta y/o mediante predicciones basadas en hipótesis que el estudio aspira a
corroborar. Los estudios de corte cualitativo normalmente plantean una pregunta
de investigación general que coincide con el objetivo central del trabajo. Por esta
razón, un elevado porcentaje de este tipo de estudios prefiere formular la pregunta
en forma de objetivo o intención global del estudio, como en el siguiente ejemplo
de Diamond y Shreve (2010):

Ejemplo 1.14 La pregunta formulada como intención en estudios cualitativos


Con la intención de proporcionar un contexto teórico más útil que nos ayude a com-
prender lo que estos estudios seleccionados pueden decirnos acerca de la mediación
lingüística, se integran en la discusión algunos de los modelos y procesos cognitivos y
conductivistas implicados en la explicación del bilingüismo, la traducción, la interpre-

38
 
Aprendiendo a investigar: cómo dar los primeros pasos

tación, la selección de una lengua o la alternancia entre lenguas diferentes (Mi traduc-
ción).
(Diamond y Shreve 2010: 290)

La pregunta de investigación en los estudios cualitativos no se formula nece-


sariamente en forma de una interrogación directa; a veces, el carácter interrogati-
vo se refleja en el uso de los pronombres correspondientes (cómo, qué, quién,
cuáles, etc.), pero el enunciado se formula en forma de una oración interrogativa
indirecta, como en el caso del siguiente ejemplo de Nord (1998):

Ejemplo 1.15 La pregunta indirecta en estudios cualitativos


Hay todavía algunos académicos que consideran que el «texto origen» (cualquiera que
éste sea) debe ser el parámetro usado para medir la calidad de una traducción (cf.
Koller 1995), y aunque muchos de ellos muestran su acuerdo en los principios ya
mencionados para lograr una buena redacción, critican a los enfoques funcionalistas,
cuestionando «cómo saben los traductores quién será la audiencia meta y cuáles son
sus expectativas». Existe, por supuesto, una buena razón para hacer esta pregunta, e
intentaremos encontrar una respuesta, o al menos un método mediante el cual un tra-
ductor pueda encontrar una respuesta en una situación de traducción particular (Mi
traducción).
(Nord 1998: 195)

Frente al tipo de preguntas más abiertas y generales de los estudios de corte


cualitativo, en los estudios de corte más cuantitativo, los investigadores tienden a
formular preguntas más específicas, orientadas a comparar los grupos de partici-
pantes, relacionar las variables empleadas en el estudio o describir las respuestas
hacia dichas variables. Teniendo en cuenta que existen pocos trabajos sobre tra-
ducción puramente cuantitativos, la mayoría de estudios tienden a mezclar pre-
guntas de ambos tipos, como es el caso del ejemplo del trabajo de Angelone
(2010) que presentamos a continuación:

Ejemplo 1.16 Las preguntas de investigación en estudios cuantitativos


Mediante el uso de teorías de metacognición en conjunción con una metodología dual
basada en el uso de protocolos de pensamiento en voz alta y grabación en pantalla,
este estudio preliminar aborda las siguientes preguntas de investigación:
— ¿Cuándo, dónde y cómo se utilizan los paquetes de resolución de problemas al
manejar la incertidumbre en la traducción?
— ¿Cómo varía el grado y contorno de la actividad metacognitiva asociada a estos
paquetes entre los traductores profesionales y los no profesionales?

39
 
Diseños y métodos de investigación en traducción
 
— ¿En qué situaciones explican los TAPs las actividades metacognitivas asociadas
con el manejo de la incertidumbre y en qué situaciones no lo hacen? (Mi traduc-
ción).
(Angelone 2010: 25–6)

Una gran mayoría de los estudios usan únicamente preguntas de investiga-


ción, o bien hipótesis, evitando así posibles redundancias. No obstante, algunos
trabajos, como el expuesto anteriormente de Angelone (2010), mantienen ambos
recursos, usando las hipótesis para elaborar o imprimir un mayor nivel de detalle
a las preguntas de investigación:

Ejemplo 1.17 Las hipótesis en estudios cuantitativos


Se establecen las siguientes hipótesis:
— Los resultados del estudio apoyarán un modelo conductivista de los paquetes de
manejo de la incertidumbre en el proceso de resolución de problemas en traduc-
ción.
— Los datos no sólo apoyarán el modelo conductivista, sino que también permitirán
situar la actividad de manejo al nivel textual y de la traducción.
— Los protocolos de grabación en pantalla añadirán la granuralidad necesaria al mo-
delo y permitirán una mayor precisión en la interpretación de los indicadores arti-
culados de manejo de la incertidumbre.
— Los indicadores de los paquetes de manejo de la incertidumbre (los comportamien-
tos de propuesta de soluciones y de evaluación de soluciones que se encuentran en-
tre dos indicadores independientes de reconocimiento de problemas o entre un in-
dicador de reconocimiento de problemas y un marcador de salida) permiten la
definición de una unidad de traducción.
— Tanto los no profesionales (estudiantes) como los profesionales usan la metacogni-
ción en el manejo de la incertidumbre, aunque el grado y el contorno de la meta-
cognición en la solución de problemas variará como resultado de la experiencia
(Mi traducción).
(Angelone 2010: 25–6)

Si se opta por el uso de hipótesis, es posible formular tres tipos de hipótesis:


las nulas, las alternativas o direccionales y las no-direccionales. La hipótesis
nula predice que en la población general no existe relación o diferencias significa-
tivas entre los grupos comparados con respecto a una variable. La hipótesis direc-
cional expresa una predicción concreta sobre el resultado esperado, normalmente
basada en la literatura previa. Por último, la hipótesis no-direccional formula una
predicción, pero no especifica la forma exacta de las diferencias, normalmente
porque no es posible predecirla basándose en la literatura previa. El siguiente
ejemplo de Rydning y Lachaud (2010) ilustra el uso de estos tres tipos de hipóte-

40
 
Aprendiendo a investigar: cómo dar los primeros pasos

sis. Los autores comienzan formulando una hipótesis no-direccional («el contexto
interacciona con el nivel de experiencia durante la comprensión») para plantear
más adelante una hipótesis direccional en el uso en contexto («las diferencias de
procesamiento asociadas con la experiencia deberían ser particularmente obvias al
leer las palabras en contexto», es decir, en contexto los expertos deberían mostrar
un número más reducido de fijaciones y duraciones de mirada más cortas) y una
hipótesis nula en el uso fuera de contexto («no debería haber una diferencia signi-
ficativa asociada al nivel de experiencia en la condición fuera de contexto»):

Ejemplo 1.18 Las hipótesis nula, direccional y no-direccional


1. El contexto interacciona con el nivel de experiencia durante la comprensión: es
sabido que el contexto ayuda a desambiguar las palabras polisémicas. Sin embar-
go, no queda claro si los traductores expertos procesarán las palabras polisémicas
de manera diferente a los bilingües en situaciones experimentales «en contexto» y
«fuera de contexto». Es posible establecer la hipótesis de que los traductores pro-
fesionales hayan desarrollado estrategias de lectura relacionadas con la estructura
léxica o el procesamiento de significado (Aaronsen y Ferres 1984, 1986; Macizo
y Bajo 2006; Plassard 2007) para mejorar su eficiencia durante la asimilación de
información. La existencia de estas estrategias podría estar indicada por el com-
portamiento ocular, con un número reducido de fijaciones y duraciones de mirada
más cortas. De esta forma, las diferencias de procesamiento asociadas con la ex-
periencia deberían ser particularmente obvias al leer las palabras en contexto,
mientras que no debería haber una diferencia significativa asociada al nivel de
experiencia en la condición fuera de contexto (Mi traducción).
(Rydning y Lachaud 2010: 90)

Las preguntas e hipótesis de investigación ayudan a centrar y especificar los


objetivos del trabajo y establecen los indicadores que marcan el trazado del estu-
dio. En los trabajos puramente cualitativos se plantea al menos una pregunta cen-
tral que coincide con el objetivo general del trabajo y varias preguntas más espe-
cíficas. Se trata de preguntas generales y abiertas que facilitan el planteamiento de
las ideas y la argumentación. En los trabajos de corte más cuantitativo, los inves-
tigadores tienden a elegir entre las preguntas de investigación o las hipótesis.
Tanto unas como otras ilustran un planteamiento más cerrado y específico que
incluye las variables usadas y los grupos que se comparan.

1.3.5. Un análisis riguroso de los datos

La parte más específica, aplicada e innovadora de un trabajo de investigación se


encuentra en la sección dedicada a la metodología del análisis. En esta parte se

41
 
Diseños y métodos de investigación en traducción
 
implementa y desarrolla realmente el motivo o propósito que da pie a la investi-
gación. En la sección dedicada a la metodología del análisis se lleva a cabo el
estudio (teórico o aplicado) que constituye el objetivo central de la investigación.
En términos de la metáfora del viaje empleada en secciones anteriores, la sección
de la metodología del análisis constituye la meta de un itinerario cuidadosamente
planeado para llegar a este destino final.
Al contener el estudio que da forma al trabajo, esta parte tiene entidad propia
y requiere una estructura y organización específica que depende del método de
análisis empleado. Aunque en términos generales el objetivo final del proceso de
análisis de los trabajos con una metodología cualitativa es similar al de aquellos
trabajos con una metodología de corte más cuantitativo (esto es, responder una
pregunta de investigación determinada), el procedimiento concreto de análisis
presenta características específicas ligadas a la metodología empleada. Los proce-
dimientos de cada tipo de método difieren en la naturaleza de los datos analiza-
dos, en la serie de pasos a seguir para el análisis de dichos datos y en las estrate-
gias de investigación empleadas. A continuación, describiremos brevemente los
rasgos básicos de una metodología cualitativa y de una cuantitativa, incidiendo en
aquellos aspectos que las definen y garantizan un análisis riguroso y sistemático
de los datos: el papel del investigador, las estrategias de investigación, la natura-
leza de los datos investigados y el proceso de análisis e interpretación de los mis-
mos.

1.3.5.1. El análisis de los datos en los métodos cualitativos

En los métodos de tipo cualitativo, el objetivo central del investigador es el de


interpretar y dar sentido a lo que ha observado. Normalmente, el investigador es
consciente de que existen diferentes enfoques y opiniones respecto al fenómeno
estudiado, pero su intención no es descubrir la única verdadera o válida. El autén-
tico punto de mira de este tipo de investigación se sitúa en la discusión teórica y
en la evaluación de los diferentes enfoques existentes para establecer su valor o
peso relativo. En este sentido, la capacidad crítica para explorar documentos y la
capacidad de observación para detectar comportamientos establecidos se convier-
ten en las estrategias de análisis más poderosas del investigador cualitativo. En el
ámbito de la traducción e interpretación, los objetos de estudio más comunes de
este tipo de investigación se centran en el análisis de traducciones individuales y
en la exploración de determinados procesos, actividades y tipos de traducción.
Los datos son de naturaleza verbal o nominal, no se cuantifican y se recogen de
forma espontánea y flexible. A menudo, se recogen datos de fuentes distintas,
combinando las observaciones introspectivas del investigador con el análisis de
traducciones y las entrevistas o encuestas. Más tarde, el investigador unifica todos

42
 
Aprendiendo a investigar: cómo dar los primeros pasos

los datos, los interpreta y los organiza en las categorías y temas relevantes para su
estudio. Esta flexibilidad es considerada por los investigadores cuantitativos como
una amenaza para la validez del estudio; sin embargo, los defensores de los méto-
dos cualitativos la definen como una de sus fortalezas, puesto que les permite
relacionar perspectivas diferentes y ofrecer una explicación más completa. Los
métodos cualitativos usan un diseño de investigación emergente, ya que la idea
central es usar la discusión teórica y el análisis realizado para obtener la informa-
ción necesaria y aprender sobre el tema o problema planteado.
Los principales métodos cualitativos empleados en traducción para el análisis
de datos son: la introspección del investigador, la investigación basada en la
acción, el estudio de campo y el método experimental basado en la introspección
y la retrospección de los sujetos. Las características y particularidades de cada
uno de estos métodos se definen de una forma más precisa en el capítulo 2. No
obstante, aquí se ofrece un breve esbozo del tipo de estudio planteado en cada uno
de ellos. El uso de la capacidad de introspección del investigador como motor de
la investigación corresponde, más que a un método de investigación propiamente
dicho, a una tradición investigadora o a un tipo de enfoque basado fundamental-
mente en la habilidad del propio investigador para reflexionar sobre una cuestión
de corte teórico, usando como herramienta clave su habilidad para el análisis crí-
tico. En el ámbito de la traducción, los diseños basados en el método introspecti-
vo poseen la trayectoria más extensa. Además, la flexibilidad conferida por el
papel central del investigador los ha convertido en el tipo de diseño con una ma-
yor variabilidad en los estudios. Este tipo de diseño se ha empleado de forma
abierta y flexible en casi cualquier estudio basado principalmente en la especula-
ción teórica. Se ha aplicado tanto en trabajos centrados en algún aspecto teórico
de la traducción (véase Neubert 1997 o Chesterman 2008), como en trabajos que
han basado este ejercicio de especulación teórica en el análisis de traducciones
individuales, traducciones pertenecientes a un período histórico determinado, o
incluso en el trabajo de uno o varios traductores (véase Coldiron 2003 o Levy
2006).
Muchos de estos trabajos se han definido como «estudios de caso», otra eti-
queta especialmente dúctil que ha servido para acomodar a una gran variabilidad
de trabajos. Lo cierto es que la denominación de estudio de caso se refiere, más
que a un método de investigación concreto, a un tipo de enfoque que ha servido
para englobar a cualquier estudio en el que el interés del investigador se centre en
lo particular más que en lo general, y en el que el objeto de investigación tenga un
carácter singular o único y esté bien delimitado. El principal objetivo de este tipo
de estudios es el describir y analizar en profundidad las particularidades de ciertos
fenómenos o casos que despiertan el interés del investigador. En traducción, la
etiqueta de estudio de caso se interpreta de manera abierta y flexible, aplicándose
a casi cualquier estudio que emplee datos empíricos reales. De esta forma, puede

43
 
Diseños y métodos de investigación en traducción
 
abarcar desde el estudio del comportamiento de uno o más traductores, intérpretes
o estudiantes de traducción, normalmente con fines didácticos (véase Neubert
2004 o Sawyer 2004) hasta el análisis de un corpus de traducciones e interpreta-
ciones realizado desde una perspectiva descriptiva (véase Toury 1995), o incluso
un estudio de traducción o interpretación de corte más experimental (véase Lam-
berger-Felber y Schneider 2008).
La investigación basada en la acción está dirigida a la resolución de un pro-
blema concreto en un contexto que demanda un programa social, como en centros
educativos, hospitales, en el sistema judicial, etc. El objetivo es identificar situa-
ciones problemáticas o cuestiones que el investigador considera que merecen la
pena ser estudiadas para proponer cambios en la práctica. El auténtico motor de la
investigación es la percepción de un vacío entre lo que realmente existe y lo que
los participantes desean que exista. Los métodos de recogida de datos pueden ser
muy variados y abarcan desde el uso de diarios de investigación, toma de notas,
cuestionarios, entrevistas, hasta grabaciones en vídeo y/ audio, etc. Los trabajos
centrados en la didáctica de la traducción o interpretación (véase, por ejemplo,
Hung 2002, Schäffner y Adab 2000, o los trabajos del grupo de investigación
PACTE) y los que tienen como objetivo mejorar la situación profesional de los
intérpretes en los servicios públicos (véase Valero 2011) se encuadrarían dentro
de este tipo de métodos.
El estudio de campo se basa en la observación de la actividad en un entorno
natural. Es el método de trabajo más empleado en los enfoques etnográficos que
persiguen analizar una realidad social determinada mediante la observación direc-
ta de los participantes implicados. Por una parte, el tipo de observación de la
realidad llevada a cabo en el trabajo de campo requiere la inversión de grandes
cantidades de tiempo y energía por parte del investigador. Por otra, sin embargo,
este tipo de estudio prolongado genera una riqueza de datos que lo sitúa en el
centro de la investigación cualitativa. En el ámbito de la traducción equivaldría a
los estudios basados en el análisis de la actividad de intérpretes o traductores pro-
fesionales en su entorno de trabajo profesional (véase Diriker 2004 o Koskinen
2008).
El método experimental se puede definir, a grandes rasgos, como un modo de
determinar el efecto que un elemento o variable ejerce sobre otra. Imaginemos
por un momento que deseamos establecer el efecto que el nivel de experiencia de
los traductores puede ejercer sobre la calidad de la traducción. En un diseño sim-
plificado, una forma de hacerlo sería diseñar dos grupos de traductores con dife-
rentes niveles de experiencia. Cada uno de los grupos produciría una o más tra-
ducciones y finalmente se analizaría la calidad final de las mismas. Ahora bien,
los métodos experimentales de recogida y análisis de los datos pueden ser de tipo
cualitativo (si el investigador persigue un análisis detallado de la naturaleza de los
mismos) o cuantitativos (si el principal objetivo es realizar un análisis numérico).

44
 
Aprendiendo a investigar: cómo dar los primeros pasos

Es cierto que los supuestos de racionalismo y objetividad que subyacen al método


experimental se asocian de forma más frecuente a la investigación de tipo cuanti-
tativo. Sin embargo, muchos de los diseños experimentales centrados en el estu-
dio del proceso traslativo combinan el uso de métodos cuantitativos con métodos
de tipo cualitativo que complementan y enriquecen el simple análisis numérico de
los datos, como es el caso de los ya mencionados protocolos de verbalización o
pensamiento en voz alta o la entrevista retrospectiva (véase, por ejemplo, Barbosa
y Neiva 2003 o Göpferich y Jääskeläinen 2009).
Independientemente del diseño seleccionado para el trabajo, el proceso de
análisis de los estudios cualitativos se caracteriza por una serie de pasos y rasgos
comunes que lo diferencian del proceso de análisis de los estudios cuantitativos.
El proceso de análisis e interpretación de los datos en los métodos cualitativos es
menos estructurado que en la investigación cuantitativa y a menudo varía según el
propio punto de vista del investigador, el tipo de diseño empleado y los datos
concretos aportados por el estudio. No obstante, el investigador normalmente
especifica los pasos generales de su análisis al describir el procedimiento usado.
Una explicación detallada y rigurosa del análisis de datos en los estudios cualita-
tivos incluye la descripción de los participantes y materiales en los diseños de
corte experimental o del corpus empleado en el caso de los estudios basados en el
análisis de traducciones. Se ofrece también una descripción del método utilizado
para la recogida de datos, una aplicación práctica de dicho método al análisis de
los mismos y un apartado final de conclusiones que contiene la discusión o inter-
pretación de los resultados. Los investigadores cualitativos basan generalmente
sus análisis en un determinado enfoque teórico que emplean a modo de lente es-
peculativa para guiar su interpretación de los datos. De esta forma, derivan su
interpretación de la comparación entre los resultados de su investigación y la in-
formación obtenida de dicho enfoque o de la revisión de la literatura. El apartado
de discusión también incluye la mención a las posibles aplicaciones del análisis y
a las futuras cuestiones que se desprenden de los datos y que aún quedan por re-
solver.

1.3.5.2. El análisis de los datos en los métodos cuantitativos

La principal diferencia que distingue a los métodos cuantitativos de los cualitati-


vos reside en la inclusión del análisis matemático y estadístico de los datos.
Mientras que en los métodos cualitativos el investigador usa datos de naturaleza
verbal o nominal, en los métodos cuantitativos su papel consiste principalmente
en convertir los datos verbales en numéricos en un intento por simplificar, obje-
tivar y cuantificar lo que ha observado. Frente al énfasis de los métodos cualita-
tivos en la discusión teórica, el punto de mira en los métodos cuantitativos se

45
 
Diseños y métodos de investigación en traducción
 
sitúa en proporcionar medidas u observaciones para corroborar o refutar una
teoría. En este sentido, la capacidad del investigador para reducir el problema a
una serie de variables y su capacidad para examinar las relaciones entre ellas
mediante un diseño controlado y el análisis objetivo y estadístico de los datos se
convierten en las estrategias de análisis más valiosas. En el ámbito de la traduc-
ción, el objeto de estudio más frecuente de este tipo de investigación se centra en
el análisis de los procesos cognitivos de traductores e intérpretes al realizar de-
terminados tipos de tareas (cf. Göpferich et al. 2008) o en el análisis de determi-
nadas tendencias de traducción basado en estudios de corpus (cf. Beeby et al.
2009, Olohan 2004).
A diferencia de la flexibilidad y laxitud que caracteriza la recogida de datos
en los métodos cualitativos, los métodos cuantitativos se basan en observaciones
y medidas empíricas que garanticen una recopilación de datos controlada y obje-
tiva. Esta preocupación por el control y la objetividad de los datos es central en
este tipo de investigación, puesto que el propósito final es generalizar y extender
los resultados obtenidos en una muestra de la población al resto de sujetos de
dicha población. Los instrumentos de análisis también desempeñan un papel deci-
sivo en estos métodos, ya que la investigación de tipo cuantitativo descansa en el
supuesto de que una interpretación coherente y significativa de los datos depende
de la validez y el nivel de confianza de los instrumentos de análisis. Los principa-
les métodos de este tipo de investigación relevantes para nuestra área de estudio
son: la encuesta, el uso de corpus y los métodos experimentales.
La encuesta es una herramienta de investigación frecuente en las ciencias so-
ciales. Los diseños basados en la encuesta se centran en el estudio de una muestra
de población con el objetivo de proporcionar información sobre las actitudes,
opiniones o tendencias que caracterizan el comportamiento, actuación o situación
profesional de dicha población. La encuesta es un método difícil de clasificar en
un tipo de investigación determinado. Algunos autores (cf. Brown 2001) conside-
ran que la encuesta constituye en sí misma un tipo de investigación primaria y
debe diferenciarse de la cualitativa y la cuantitativa. No obstante, lo cierto es que
la encuesta a menudo tiene componentes cualitativos y cuantitativos. Wagner
(2010) aporta una manera de diferenciar entre estos componentes distinguiendo
dos tipos de instrumentos dentro de la encuesta: los cuestionarios y las entrevis-
tas. Los cuestionarios se administran a un número mucho mayor de participantes
y normalmente persiguen una puntuación objetiva, por lo que los datos pueden ser
analizados de forma cuantitativa. Sin embargo, las entrevistas suelen administrar-
se individualmente y proporcionan datos más profundos y variados que deben
transcribirse y analizarse cualitativamente. Teniendo en cuenta esta dualidad de la
encuesta, los instrumentos planteados para un análisis más cualitativo de los datos
se incluyen en el capítulo destinado a los diseños cualitativos y los elaborados
para un análisis más numérico de los datos se revisan dentro de los diseños cuan-

46
 
Aprendiendo a investigar: cómo dar los primeros pasos

titativos. En el ámbito de la traducción, la encuesta ha sido un método especial-


mente útil para recoger y evaluar las opiniones e impresiones de la audiencia re-
ceptora de la traducción o la interpretación (véase, por ejemplo, Collados Aís
2008, Kurz 2008) y para recabar información sobre la situación profesional del
traductor o el intérprete en un ámbito determinado de la sociedad (véase Ortega
Hérraez 2006).
Un corpus es, en términos generales, una colección de textos que ilustran la
experiencia de los usuarios de una o más lenguas en un dominio restringido. El uso
del corpus proporciona una alternativa más sólida y empírica a la simple intuición
o introspección del investigador. El corpus no sólo ofrece un recurso para testar las
intuiciones, sino que también proporciona un mecanismo para generarlas. Los
estudios que usan corpus se basan en métodos cualitativos y cuantitativos. Su obje-
tivo más inmediato es cuantitativo, identificando regularidades y patrones de uso
mediante medidas de frecuencia y asociación. Pero el propósito último es más
cualitativo, puesto que reside en sugerir explicaciones que nos ayuden a entender
el porqué de ese uso en contextos particulares. Por este motivo, el análisis numéri-
co de los datos se complementa frecuentemente con un análisis cualitativo más
profundo y detallado de los ejemplos localizados. En el ámbito de la traducción, se
han empleado principalmente tres tipos de corpus asociados a distintos objetivos
de investigación: en líneas generales, el «corpus paralelo» se ha usado para prede-
cir posibles problemas de traducción, basándose en diferencias detectadas al com-
parar corpus de textos de un mismo género en dos lenguas diferentes (véase, por
ejemplo, Gamero 2001). El «corpus de traducción» se ha empleado para detectar
problemas o normas de traducción comparando textos originales con sus traduc-
ciones (véase Kenny 2001). El «corpus comparable» se ha explotado sobre todo
para explorar la existencia de tendencias universales o rasgos intrínsecos a la tra-
ducción, comparando textos originales en una lengua con traducciones a esa mis-
ma lengua desde lenguas diferentes (véase Olohan y Baker 2000).
Los métodos experimentales de tipo cuantitativo engloban una serie de técni-
cas e instrumentos para la recogida de los datos que permiten realizar un análisis
numérico y estadístico de los resultados. Los principales métodos cuantitativos de
tipo experimental se han aplicado al análisis del proceso de traducción e interpre-
tación. El objetivo ha sido medir la cantidad de esfuerzo cognitivo implicado en el
desarrollo de determinados procesos implicados en la tarea de traducción. Los dos
instrumentos más explotados en este tipo de trabajos han sido, sin duda, el pro-
grama informático Translog y el lector de movimientos oculares, usados indepen-
dientemente o en combinación (véase Jensen 2011).
Al igual que ocurría con los métodos cualitativos, independientemente de las
variaciones determinadas por el instrumento empleado para la recogida de datos,
el procedimiento de análisis en los estudios cuantitativos presenta una serie de
rasgos comunes a este tipo de investigación. A diferencia de la flexibilidad carac-

47
 
Diseños y métodos de investigación en traducción
 
terística de los métodos cualitativos, los trabajos cuantitativos requieren un análi-
sis de los datos más riguroso y sistemático. El análisis cuantitativo de los datos
presenta un formato definido por una serie de pasos cuidadosamente establecidos
para su ejecución. En el caso de los diseños basados en el uso de la encuesta y en
los de corpus, el procedimiento de análisis comienza con una descripción del ins-
trumento o método elegido, especificando los criterios que se han seguido para su
selección y elaboración. A continuación, se explica el diseño del modelo de análi-
sis y su aplicación. En los diseños experimentales, el procedimiento comienza con
la descripción de los participantes, el instrumento de análisis y los materiales
diseñados. Seguidamente se explica el proceso de realización de la tarea. En todos
los diseños cuantitativos, una vez explicado el tipo de análisis realizado, se expo-
nen los resultados obtenidos y se someten a análisis estadístico. La última fase del
análisis es la interpretación o discusión de los resultados. Dicha interpretación de
los datos constituye el broche final del proceso de análisis de los resultados. El
intento de este apartado de explicar los resultados y justificar su relevancia seña-
lando sus implicaciones en investigaciones futuras anuncia, en cierta medida, los
contenidos del apartado último de todo trabajo de investigación: las conclusiones
finales.

1.3.6. El valor de las conclusiones

De la misma forma que la principal función de la introducción en un trabajo de


investigación reside en despertar el interés de la audiencia e instituir el tono
que impregnará el resto del trabajo, el valor de las conclusiones consiste en
consolidar la importancia del estudio y proyectar su relevancia, reforzando el
estilo establecido a lo largo del trabajo. Las conclusiones recogen y resumen
las principales contribuciones del estudio y ayudan a forjar una imagen del
trabajo que permanece en la mente del lector y que influirá en su evaluación
del mismo.
Una buena estrategia para reforzar la imagen positiva del trabajo consiste
en comenzar con una descripción que recuerde al lector la importancia del
tema de estudio elegido. Al igual que ocurría con la introducción, es importan-
te que las conclusiones empiecen con un gancho retórico que atraiga la aten-
ción del lector, renueve su interés en el estudio y ayude a paliar el lógico can-
sancio acusado tras la lectura de todo el trabajo. El investigador intenta
conseguir que la audiencia aborde la lectura de las conclusiones con un entu-
siasmo renovado que le ayude a elaborar un perfil positivo del trabajo y a fina-
lizar el estudio con optimismo.

48
 
Aprendiendo a investigar: cómo dar los primeros pasos

Ejemplo 1.19 Las conclusiones —Cómo captar el interés de los lectores


Al igual que Fillmore, durante toda la elaboración de esta tesis no hemos podido evitar
preguntarnos si todo lo que estábamos diciendo era o no realmente «nuevo» e «inno-
vador». ¿Acaso no sabe todo el mundo que existen determinados prototipos que varían
según las culturas? ¿No es cierto que muchos de los ejemplos utilizados quizás podrían
explicarse también utilizando un análisis tradicional basado en listas de rasgos semán-
ticos? Estas, y otras preguntas similares, nos han acosado, perturbado y preocupado
desde el inicio de este trabajo (y probablemente aún continuarán haciéndolo una vez
terminado). Pero el error no está en plantearse dichas cuestiones sino en considerar que
una respuesta afirmativa es incompatible con el acercamiento que proponemos en la
presente tesis.
(Rojo 1998: 373)

Una vez que se ha captado la atención del lector, el investigador normalmente


procede a explicar de qué forma las distintas secciones de su trabajo contribuyen
a mejorar nuestra comprensión del tema de estudio abordado. Se recuerda al lec-
tor el propósito inicial del estudio y se describe brevemente el desarrollo del tra-
bajo a lo largo de las distintas partes para llegar a cumplir los objetivos propues-
tos. Una vez más, se recogen y enumeran los principales resultados obtenidos y se
subraya el valor de las explicaciones propuestas. Sin embargo, el énfasis ya no
está en los resultados en sí mismos sino en sus implicaciones y relevancia para el
ámbito de estudio y las investigaciones futuras. Es importante que el lector con-
serve en su memoria el impacto científico del trabajo, su capacidad para cubrir las
lagunas existentes en la literatura previa y los avances en el campo favorecidos
por la investigación.

Ejemplo 1.20 Las conclusiones —Las contribuciones del trabajo


Los pocos ejemplos discutidos en el análisis de este trabajo han demostrado que la cul-
tura origen y la meta a veces emplean metáforas conceptuales idénticas y a veces dife-
rentes […] Una visión cognitiva de la metáfora puede proporcionar una perspectiva de
estudio diferente a los Estudios de Traducción. Una de las consecuencias de esta visión
será la necesidad de replantearse la validez de los procedimientos de traducción tradi-
cionales para manejar las metáforas conceptuales (Mi traducción).
(Schäffner 2004: 1267)

Pero si subrayar los aspectos positivos del trabajo es importante, también es


esencial admitir sus carencias. Una de las claves principales de un buen trabajo de
investigación reside en saber identificar las posibles deficiencias del estudio.
Prácticamente ningún trabajo de investigación es perfecto y una gran mayoría
contiene aspectos susceptibles de mejora. Un lector experto se caracteriza por su

49
 
Diseños y métodos de investigación en traducción
 
competencia para saber detectar las carencias de un trabajo; por esta razón, siem-
pre prefiere la honestidad del investigador que reconoce las imperfecciones de su
estudio. Pero limitarse a admitir los problemas no es suficiente. Un análisis crítico
del trabajo realizado requiere que el investigador demuestre su competencia ex-
plicando el impacto que dichas deficiencias hayan podido tener en los resultados
obtenidos y sugiriendo propuestas de enmienda en trabajos posteriores.

Ejemplo 1.21 Las conclusiones —Las limitaciones del estudio


En algunos casos, nuestros datos sugieren un efecto negativo en la facilidad lectora
cuando se aplican las reglas del lenguaje controlado. ¿Es posible que estas reglas ejer-
zan un efecto negativo en la experiencia lectora? ¿Al mantener todas las oraciones,
por ejemplo, por debajo de las veinticinco palabras, estamos creando un estilo monó-
tono y perdiendo pistas contextuales valiosas proporcionadas por los diferentes tipos
de relaciones entre cláusulas (Hargis 2000)? […] ¿Puede darse el caso de que los tex-
tos con un lenguaje controlado ejerzan un efecto beneficioso en los lectores no nati-
vos, pero un efecto perjudicial para los nativos, especialmente para aquellos con un
nivel elevado de conocimiento previo? De nuevo, esta es una pregunta que merece ser
investigada (Mi traducción).
(O’Brien 2010: 162)

Uno de los aspectos más valorados de todo trabajo de investigación es, con
total seguridad, su capacidad para generar líneas futuras de investigación. El in-
vestigador busca continuamente ideas para sus trabajos y aprecia un estudio que
abra nuevos horizontes de investigación. Existen tesis doctorales que muestran
deficiencias en la revisión de la literatura o en el procedimiento de análisis, pero
que, sin embargo, tienen un gran potencial para generar nuevas ideas de estudio.
Dedicar un apartado en las conclusiones a las líneas futuras de investigación con-
tribuye a afianzar la relevancia del trabajo y a ejemplificar su potencial contribu-
ción al área. Además, la capacidad para sugerir nuevas ideas de estudio refleja la
valía científica del investigador.

Ejemplo 1.22 Las conclusiones —Las líneas futuras de investigación


La futura investigación de los procesos mentales debería complementarse con la inves-
tigación basada en la observación en el aula, puesto que ésta parece desconocerse por
completo en la formación de traductores. Para complementar el actual interés en los
procesos de traducción, también necesitamos empezar a examinar más de cerca los
procesos de enseñanza y aprendizaje. Sin una investigación innovadora que examine y
explore lo que realmente ocurre dentro de nuestras aulas, es muy probable que el cam-
po de la enseñanza de habilidades traductoras continúe estancado (Mi traducción).
(Kiraly 1997: 160)

50
 
Aprendiendo a investigar: cómo dar los primeros pasos

Apuntar las posibles líneas de investigación para trabajos futuros fomenta una
visión positiva del trabajo que compensa, en cierto modo, los aspectos negativos
señalados por sus carencias. Esta visión positiva genera de nuevo el optimismo
necesario para poner el broche final a las conclusiones. Las conclusiones de un
trabajo de investigación son mucho más que un simple resumen de sus resultados;
presentan una versión comprimida de las aportaciones del estudio y fomentan una
visión positiva del trabajo en el lector. Por este motivo, es importante que el cierre
a las conclusiones contenga un gancho comunicativo, similar al empleado en la
introducción, que incite al lector a «comprar» esa imagen positiva del trabajo y a
creer ciegamente en su relevancia para el ámbito de estudio.

Ejemplo 1.23 Las conclusiones —El broche final


Por esta razón, es necesario traspasar las barreras de las palabras y conceptos para
asomarse a las culturas de las lenguas implicadas en la traducción y mirarlas con la
sensibilidad de un artista y la avidez de un niño. La realidad es única e imparable; un
«esquema» es un instrumento de análisis que, al igual que una cámara, nos permite
«fotografiar» la realidad y plasmarla en imágenes que no dejan de ser estáticas y limi-
tadas. Pero al igual que una foto nos ayuda a recordar las imágenes únicas e irrepeti-
bles que un día contemplamos, el «esquema» ayuda al lingüista y al traductor a «ima-
ginar» y «atrapar» una realidad que se esfuerza por escaparse de sus manos.
(Rojo 1998: 409)

Proyectos

1. Localiza dos artículos del ámbito de la traducción sobre el mismo tema:


uno en el que la introducción tenga los componentes necesarios y otro que
presente marcadas deficiencias. Discute los aciertos y carencias de cada
una y escribe una nueva introducción que solvente las deficiencias del se-
gundo trabajo.

2. Localiza dos artículos académicos de traducción y analiza las introduccio-


nes identificando la oración en la que los autores formulan el problema de
investigación. Analiza si su formulación es correcta o si plantea algún
problema. En caso de detectar deficiencias, reformula el planteamiento.

3. Elige un artículo de investigación sobre un tema de tu interés relacionado


con la traducción y analiza de manera crítica los principales elementos de
la revisión de la literatura.

51
 
Diseños y métodos de investigación en traducción
 
4. Escoge un posible tema de investigación relacionado con la traducción y
realiza una búsqueda en Internet para encontrar trabajos relevantes sobre
el tema. Cuando encuentres un trabajo lo más cercano posible a tu tema,
realiza otra búsqueda usando la bibliografía o descriptores que aparezcan
en ese trabajo. Localiza después tres trabajos relevantes que seleccionarías
y resumirías para tu revisión de la literatura. Justifica tus razonamientos.
Finalmente, escribe un breve resumen a modo de revisión de la literatura
de esos tres trabajos.

5. Localiza las preguntas e hipótesis de la investigación en los tres trabajos


seleccionados en el ejercicio anterior e indica las diferencias de diseño y
metodología existentes entre los trabajos.

52
 
2
Hacia el extremo cualitativo:
explorando los atributos
de la traducción

En el capítulo inicial de este libro se describían las partes básicas de un trabajo de


investigación, con el objetivo de proporcionar al lector unos parámetros generales
para diseñar y escribir cada uno de sus componentes. Los tres capítulos centrales
sitúan ahora el foco del análisis en la sección de metodología, puesto que es la
parte que vertebra todo trabajo de investigación. Como señalábamos en el capítu-
lo anterior, la metodología de análisis es la sección que implementa y desarrolla el
objetivo que motiva la investigación. En esta parte se modela el estudio propuesto
en la investigación, convirtiéndose, pues, en la espina dorsal de todo el trabajo. La
estructura y organización del procedimiento de análisis depende del método con-
creto elegido para el estudio, por lo que los capítulos 2, 3 y 4 se dedican a la revi-
sión de los tipos de diseño metodológico más frecuentes en el ámbito de la tra-
ducción y la interpretación.
En el primer capítulo indicábamos que la mayoría de manuales sobre metodo-
logía de la investigación distinguen tres tipos básicos de diseños de investigación:
cualitativos, cuantitativos y mixtos. También apuntábamos que estos tipos no
debían concebirse como categorías estancas y aisladas, sino más bien como dis-
tintos puntos a lo largo de un continuo virtual. Dicho continuo iría desde los dise-
ños puramente cualitativos a los puramente cuantitativos, desplazándose por toda
una tipología de estudios diferentes en la que los dos extremos se combinan o
mezclan en distintos grados. En la investigación en traducción no existen dema-
siados estudios que puedan clasificarse de una manera clara y rotunda como to-
talmente cualitativos o totalmente cuantitativos; por el contrario, la mayoría de los
trabajos se encuentra en la gama de estudios situada entre los dos extremos. Por

53
 
Diseños y métodos de investigación en traducción
 
este motivo, y por razones de claridad y simplicidad expositiva, hemos decidido
encuadrar los distintos estudios de traducción dentro de los métodos de corte cua-
litativo o de corte cuantitativo, según se inclinen más o menos hacia uno u otro
extremo del continuo.
El presente capítulo se centra en la revisión de los diseños de corte más cuali-
tativo empleados en el ámbito de la traducción. Concretamente, se definen los
rasgos que caracterizan a la investigación cualitativa en este ámbito, señalando las
ventajas y desventajas de este tipo de metodología, y se revisan los cuatro tipos de
diseños más explotados por los investigadores en traducción: los diseños basados
en la introspección del investigador, los diseños basados en la investigación-
acción, los diseños basados en el trabajo de campo en el ámbito profesional y los
diseños experimentales basados en el uso de métodos cualitativos. El objetivo de
esta parte del libro es el de familiarizar a los lectores con las principales caracterís-
ticas de los estudios basados en estos cuatro tipos de diseño, facilitándoles las he-
rramientas necesarias para llevar a cabo la planificación de estos tipos de trabajo.

2.1. Los diseños de corte cualitativo: una cuestión de «cualidad»,


no de cantidad

La decisión a favor de la cantidad o de la calidad es, sin duda, un dilema que la


mayoría de nosotros nos hemos planteado en algún momento de nuestras vidas.
En términos generales, la calidad suele estar mejor considerada, y así queda refle-
jado en expresiones del tipo «no es una cuestión de cantidad sino de calidad». La
esencia de este dicho reside normalmente en primar la naturaleza del trabajo en sí
mismo sobre la cantidad de éste. «Cualidad» no es lo mismo que calidad y un
diseño cualitativo no es necesariamente sinónimo de un diseño de calidad. Sin
embargo, la distinción entre una metodología cualitativa y una cuantitativa se
basa en un principio semejante a aquel que antepone la calidad a la cantidad: un
diseño cualitativo analiza la naturaleza de los datos e interpreta sus atributos y
esencia, sin prestar demasiada atención a la cantidad. Por el contrario, un diseño
cuantitativo mide la cantidad de dichos datos y la interpreta como indicador de su
naturaleza.
En el ámbito de la traducción e interpretación, han sido los trabajos de carác-
ter más teórico los que han convertido a la investigación cualitativa en el estan-
darte de sus estudios. Desde un punto de vista histórico, parece lógico que los
primeros trabajos en el campo de la traducción adoptaran diseños cualitativos
basados exclusivamente en la capacidad de análisis e introspección del investiga-
dor. Como ha ocurrido en la evolución de la mayoría de las disciplinas, los traba-
jos iniciales de traducción a menudo se reducen a digresiones filosóficas y refle-
xiones teóricas abstractas sobre el estatus de la traducción desde el punto de vista

54
 
Hacia el extremo cualitatito: explorando los atributos de la traducción

de disciplinas ya establecidas, como era el caso de la filosofía, la literatura o la


lingüística. Progresivamente, a medida que la traducción se consolida como disci-
plina académica, y posiblemente en gran medida fomentado por el desarrollo de
las nuevas tecnologías y los métodos de análisis de carácter más empírico, los
investigadores se vuelven conscientes de la importancia de adecuar sus modelos
teóricos a la realidad. Este intento de adaptación a la realidad conduce a la inte-
gración de datos «reales» en las investigaciones. En un principio, estos datos
reales se basan exclusivamente en la experiencia del investigador y su autentici-
dad está corroborada únicamente por su capacidad para encontrar ejemplos que
ilustren sus afirmaciones. Más tarde, las críticas hacia el modelo sesgado de la
realidad de este tipo de estudios introspectivos incitan a los investigadores a reco-
pilar datos reales sobre el comportamiento traductor mediante técnicas importadas
de otras disciplinas, como los protocolos de pensamiento en voz alta o la entrevis-
ta retrospectiva (véase el apartado 1.1 del capítulo anterior).
Pero incluso en aquellos diseños cualitativos que integran en la investigación
datos empíricos reales, el foco del estudio no se encuentra en el número de datos,
sino en la naturaleza y propiedades lingüísticas y traductológicas de los mismos.
No se trata de recopilar cuantos más datos mejor; se trata de recopilar un muestra-
rio lo suficientemente variado que permita al investigador establecer una tipología
sobre la que fundamentar sus teorías. El objetivo del investigador cualitativo es
analizar la variedad de comportamientos y fenómenos de traducción posibles. Y
desde su punto de vista, un número reducido de ejemplos es suficiente para ilus-
trar la existencia de un determinado fenómeno. Por el contrario, desde un punto
de vista cuantitativo es necesario que un fenómeno sea representativo de un nú-
mero significativo de ejemplos.
En los métodos cualitativos, la flexibilidad y la creatividad del análisis pri-
man sobre el rigor científico y el método sistemático. El investigador es el centro
del análisis y la interpretación de los datos depende de su capacidad para darles
sentido. El investigador cualitativo no cree en la objetividad de unos datos capa-
ces de reflejar la realidad en términos cuantitativos. Desde una perspectiva cuali-
tativa, los datos hablan únicamente a través del investigador, quien los utiliza para
ejemplificar un modelo teórico o como punto de partida real para construir una
teoría. La flexibilidad de los diseños cualitativos se convierte para sus partidarios
en uno de los mejores aliados del investigador, quien encuentra en este tipo de
métodos la libertad necesaria para explorar las distintas facetas de un fenómeno y
desarrollar un análisis a la medida de sus objetivos.
En los siguientes apartados del capítulo se introducen los cuatro tipos de di-
seño cualitativo más habituales en la investigación en traducción e interpretación.
Se revisan las principales características que definen a los distintos tipos de dise-
ño con la intención de proporcionar al lector los instrumentos necesarios para
ayudarle a plantear y redactar este tipo de estudios. La revisión examina, entre

55
 
Diseños y métodos de investigación en traducción
 
otros, los siguientes aspectos centrales en la articulación de un diseño de investi-
gación: el objetivo de la investigación, el papel del investigador, los métodos
empleados para el análisis o la recopilación de datos, el tipo de datos investigados
y el proceso de análisis e interpretación de los mismos.

2.2. Los diseños basados en la capacidad de introspección del investigador

El término introspección viene del latín «introspicere» que literalmente significa


«mirar al interior». En términos generales hace referencia a la capacidad de refle-
xión o inspección interna que un sujeto posee para ser consciente de sus propios
estados mentales o sentimientos. En metodología de la investigación, la etiqueta
de introspección se aplica a un tipo de estudio determinado. Aunque mantiene la
referencia básica a la capacidad de reflexión sobre los propios procesos mentales,
esta denominación adquiere distintos matices en los diferentes diseños de investi-
gación. Por ejemplo, en los diseños experimentales, el método introspectivo hace
referencia a la capacidad de los sujetos para analizarse y observarse a sí mismos.
Sin embargo, en los diseños de tipo teórico se emplea para definir un método de
estudio basado fundamentalmente en la habilidad del propio investigador para
reflexionar sobre una cuestión usando como herramienta clave sus propios proce-
sos mentales (por ejemplo, su capacidad de razonamiento lógico, su habilidad
para el análisis crítico y su potencial para la creatividad).
Como mencionamos en el capítulo anterior y al inicio del presente, los diseños
basados en el método introspectivo poseen la trayectoria más extensa en la investi-
gación en traducción. Históricamente fueron los primeros en aplicarse al estudio de
la traducción desde una perspectiva filosófica, literaria o lingüística. Desde enton-
ces, su evolución ha estado marcada por cambios graduales en los objetivos, tipos
de datos y herramientas de análisis, que en gran parte han venido motivados por los
avances de la investigación en el área. Estos cambios y la flexibilidad conferida por
el papel central del investigador los ha convertido en el tipo de diseño con una ma-
yor variabilidad en los estudios. No obstante, en un esfuerzo por sistematizar y
simplificar dicha variabilidad, los distintos diseños basados en la introspección se
han agrupado aquí en dos grandes categorías, utilizando como criterio el uso o no
de ejemplos que ilustren la especulación teórica: los diseños introspectivos funda-
mentados en ejemplos y los diseños basados exclusivamente en el estudio teórico.

2.2.1. Los diseños introspectivos fundamentados en ejemplos

La importancia central de la traducción como actividad profesional ha condicio-


nado, sin duda, el tipo de investigación desarrollada en este ámbito. Desde sus

56
 
Hacia el extremo cualitatito: explorando los atributos de la traducción

inicios, la investigación en el ámbito de la traductología ha intentado establecer


los fundamentos teóricos de una actividad que ya se practicaba desde tiempos
inmemoriales. Dicha práctica ha ocupado un lugar prominente en la mayoría de
los estudios en forma de ejemplos ilustrativos de determinados aspectos teóricos.
De hecho, un elevado porcentaje de los trabajos de traducción fundamentan sus
observaciones en ejemplos que se extraen del análisis de traducciones reales o se
crean a partir de la experiencia traductora y/o el conocimiento lingüístico del in-
vestigador.

2.2.1.1. Los estudios descriptivos basados en el análisis de traducciones literarias

La mayoría de los trabajos realizados a principios del s. XX se basaban en un tipo


de diseño introspectivo que partía del análisis o descripción de una o varias tra-
ducciones de una obra literaria para llevar a cabo un ejercicio de especulación
teórica (véase, por ejemplo, Benjamins 1923, Pound 1929 o Borges 1935). El
objetivo central de este ejercicio de reflexión consistía en determinar el estatus de
la traducción mediante la identificación de las estrategias que definían la técnica
del traductor. El investigador desempeñaba un papel similar al del crítico literario
o el filósofo para el que el análisis de una traducción concreta se convertía en una
especie de pretexto o aliado de la especulación teórica que constituía su verdadero
objetivo final. Este ejercicio de especulación teórica era el verdadero hilo conduc-
tor de la investigación en un tipo de estudio que normalmente no dedicaba una
sección específica al análisis e interpretación de los datos. El diseño era más simi-
lar al de un ensayo literario o filosófico que al de un trabajo de investigación or-
ganizado de forma sistemática alrededor de los distintos pasos del análisis. La
interpretación del investigador guiaba el estudio desde el principio y los datos
extraídos de las traducciones se usaban a su criterio y con el único fin de ejempli-
ficar sus observaciones teóricas.
Este tipo de diseños que combinan introspección con el análisis descriptivo
de una traducción concreta ha continuado en uso en la investigación en traducción
hasta la actualidad. Su aplicación se ha visto particularmente favorecida en el
ámbito de la traducción literaria, aunque este tipo de formato también ha gozado
de gran popularidad entre los teóricos dedicados a la investigación de los aspectos
más ideológicos de la traducción. A finales del S. XX y comienzos del S. XXI el
creciente interés de los teóricos de traducción en cuestiones de ideología tiene
como resultado una serie de trabajos que definen esta rama del estudio de la tra-
ducción. Los principios básicos del diseño usado en este tipo de estudios son si-
milares a los descritos anteriormente, aunque la mayoría evidencia una evolución
de ciertos rasgos hacia un formato más científico y sistemático. La discusión teó-
rica continúa siendo el hilo conductor del estudio y su finalidad última. Muchos

57
 
Diseños y métodos de investigación en traducción
 
de ellos también usan el análisis de una traducción concreta para exponer unas
reflexiones teóricas que a menudo son mucho más ambiciosas que los aspectos
reflejados por el análisis de la traducción. Sin embargo, en la actualidad la mayo-
ría de estos trabajos define claramente el objetivo de la investigación y organiza
su contenido en distintas secciones que quizás no describan los pasos básicos del
proceso de investigación, pero estructuran al menos los temas más relevantes para
la discusión teórica.
Dos ejemplos de trabajos que ilustran a la perfección este tipo de diseño in-
trospectivo basado en el análisis de una traducción son Kahf (2000) y Selim
(2009), ambos recogidos en la compilación realizada por Baker (2010) de trabajos
que han sido de alguna forma cruciales en el ámbito de los Estudios de Traduc-
ción. El trabajo de Kahf (2000) usa la traducción al inglés de la obra Mudhakkira-
ti («My Memories») del escritor egipcio Huda Sha’rawi para demostrar que la
política de la recepción puede restringir la lectura del texto que realizaría una
mujer árabe. La autora estructura el trabajo en distintas secciones que describen
las distorsiones del texto original realizadas en la traducción (por ejemplo, la exa-
geración de Europa o el camuflaje de las clases). De forma similar, Selim (2009)
analiza la traducción publicada en el Cairo en 1906 de la novela Pharos the
Egyptian con la intención última de enfatizar el papel de la traducción como pro-
ceso central en la creación y difusión de textos, géneros y escuelas literarias. Con
este propósito, estructura su trabajo en cuatro secciones que resumen los temas
centrales para el estudio, que son, a saber, (1) Traducción e historia literaria,
2) Traducción, género y la Naddah literaria en Egipto, 3) Las inquietudes de la
época eduardiana y las preocupaciones coloniales: «el gótico imperial» y el Egipto
antiguo y 4) El traductor responde: Pharos the Egytian y la ciudad degenerada).
En el siguiente ejemplo, Kahf (2000) usa ciertas alteraciones en la traducción
para ilustrar una posible desviación en la ideología del original:

Ejemplo 2.1 El uso descriptivo de los ejemplos en cuestiones de ideología


Sha’rawi nunca llama abiertamente a los eunucos «eunucos»; la traducción sí lo hace
(1986: 39). Sha’rawi tampoco se refiere crudamente a la primera esposa de su marido
como una «concubina esclava», como lo hace Badran; por el contrario, usa el término
decoroso um awladuhu («madre de sus hijos»), que enfatiza los derechos legales y la
mejora en el estatus (ya no podía volver a venderla) que la mujer había alcanzado al
concebir los hijos de un hombre libre (1981: 82). Esta evasiva por parte de Sha’rawi
puede resaltarse en una nota del traductor. Sin embargo, la eliminación de esta evasiva
en la traducción impide al lector acceder a las delicadas circunlocuciones del autor.
(Kahf 2000; en Baker (ed.) 2010: 39)

58
 
Hacia el extremo cualitatito: explorando los atributos de la traducción

2.2.1.2. Los estudios comparativos centrados en el análisis lingüístico

Mientras que en los estudios de corte literario han predominado los ejemplos ex-
traídos del análisis de traducciones reales, los estudios más lingüísticos se inicia-
ron ejemplificando sus análisis con ejemplos creados por el investigador para
ilustrar determinados principios teóricos o tipologías basadas en criterios lingüís-
ticos. En un principio estos ejemplos se basaban en la comparación entre las len-
guas implicadas en la traducción y se creaban de un forma más o menos ad hoc.
Se inspiraban normalmente en la propia experiencia y conocimientos del investi-
gador y se creaban a demanda del aspecto teórico que era necesario ilustrar. Esta
práctica a menudo resultaba en ejemplos descontextualizados y de cierta artificia-
lidad. Sirva de ejemplo aquí la expresión «todo célibe es soltero, pero no todo
soltero es célibe» utilizada por Jakobson (1959) en su emblemático trabajo sobre
los aspectos lingüísticos de la traducción para explicar que la sinonimia no siem-
pre implica una equivalencia total.
A medida que el análisis lingüístico expande sus horizontes desde el nivel de
palabras y oraciones aisladas al nivel textual y discursivo, los trabajos amplían
progresivamente sus ejemplos a fragmentos completos que se comienzan a extraer
de traducciones reales. Este intento de buscar ejemplos reales más contextualiza-
dos ya queda patente en algunos de los trabajos más señeros en la aplicación del
análisis lingüístico a la traducción, como es el caso del estudio de Reiss (1971)
sobre tipos de textos y traducción, el trabajo de Blum-Kulka (1986) sobre los
giros («shifts») en la cohesión y coherencia de los textos traducidos, el libro de
Hatim y Mason (1990) sobre la influencia del contexto discursivo en la traducción
o el manual de Mona Baker (1992) sobre los problemas de equivalencia existentes
en los distintos niveles de análisis lingüístico y los tipos de estrategias de traduc-
ción empleadas para resolverlos.
El final del S. XX y comienzos del S. XXI supone para los estudios de tra-
ducción el triunfo del «Giro Cultural» (en inglés, «Cultural Turn») que la investi-
gación en el área había comenzado a experimentar en los años 80. Para los estu-
dios de la rama más literaria, la reivindicación del papel desempeñado por los
aspectos culturales e ideológicos conduce a la línea de investigación de los ya
mencionados trabajos sobre cultura e ideología. Para los estudios basados en el
análisis lingüístico, el reconocimiento de la importancia del contexto textual y del
cultural o discursivo consolida la relevancia de las nociones de «tipo de texto» y
«género discursivo», dando lugar a una serie de trabajos centrados en analizar el
papel que dichas nociones desempeñan en la traducción (véase, por ejemplo,
Trosborg 1997). Se trata de identificar los principales rasgos de los distintos tipos
de texto y géneros (por ejemplo, jurídicos, económicos, técnicos, etc.) en las dife-
rentes lenguas para determinar su impacto en la tarea del traductor. La finalidad
última es la de establecer los problemas básicos de la traducción de los distintos

59
 
Diseños y métodos de investigación en traducción
 
tipos de textos o géneros (véase, por ejemplo, Gamero 2001 para los textos técni-
cos y Borja Albir 2000 para los jurídicos). En la mayoría de los estudios, el méto-
do de investigación continúa siendo principalmente de tipo cualitativo. El investi-
gador basa sus observaciones en ejemplos reales, pero en un elevado porcentaje
de los estudios se detecta un cierto tono prescriptivo en el establecimiento de los
problemas y sus posibles soluciones, que revela el peso de la especulación teórica
y refleja el mero carácter ilustrativo de los ejemplos. En muchos casos se hace
uso de ejemplos extraídos del tipo de texto estudiado, pero no se aportan datos
detallados sobre el tamaño del corpus ni sobre su recopilación. Los ejemplos van
apareciendo a lo largo de la discusión teórica para ilustrar los aspectos relevantes,
normalmente relativos a determinados problemas de traducción o a las estrategias
empleadas para resolverlos. Veamos un ejemplo de este procedimiento en el tra-
bajo de Schäffner (1997) sobre las estrategias para traducir textos políticos:

Ejemplo 2.2 El uso comparativo de los ejemplos en los enfoques lingüísticos


Una estrategia de traducción usada frecuentemente, a saber, la omisión o supresión de
información, también aparece en los discursos de los políticos, aunque no de manera
habitual. De nuevo, la explicación hace referencia a la función de los textos en la polí-
tica de comunicación interna o externa. Aquí se omitieron las oraciones y pasajes que
apuntan a la situación específica de producción del texto original o que son relevantes
para el significado textual sólo a un nivel microestructural, como en el ejemplo (6), al
final de los comentarios del Presidente Bush antes de la firma de una carta transmi-
tiendo el Tratado de Unificación Alemana al Senado de los EEUU para su consejo y
consentimiento:
(6) And now for the signing («Y ahora a firmar») (Bush) (Mi traducción).
(Schäffner 1997: 128)

2.2.2. Los diseños basados exclusivamente en el estudio teórico

Los diseños basados únicamente en la capacidad de introspección del investigador


han estado vinculados tradicionalmente a estudios de corte teórico. La predilec-
ción de estos estudios por el método basado en la introspección tiene sentido si
tenemos en cuenta que este tipo de diseños responde principalmente a un ejercicio
de especulación teórica. Al igual que ocurría con los diseños fundamentados en
ejemplos, los primeros trabajos teóricos tendían a usar un formato tipo ensayo sin
distinción entre las distintas partes de la investigación. El éxito del formato de
ensayo ha residido fundamentalmente en la flexibilidad y libertad que concede al
investigador para llevar a cabo la interpretación de una traducción y la exposición

60
 
Hacia el extremo cualitatito: explorando los atributos de la traducción

de sus ideas teóricas con originalidad y sin las restricciones de formatos más rígi-
dos y sistemáticos. De hecho, el formato tipo ensayo ha contado durante mucho
tiempo con el favor de los teóricos centrados en los aspectos literarios, culturales
e ideológicos (véase Baker (2010) para trabajos de este tipo, en especial el estudio
de Rafael (2007) sobre la traducción en época de guerra y el de Tymoczko (2003)
sobre ideología y la posición del traductor).
No obstante, en términos generales los trabajos teóricos más recientes de-
muestran una tendencia a sustituir el formato tipo ensayo por el formato de un
artículo de investigación científico dividido en: una introducción que especifica
claramente el objetivo del estudio a nivel teórico, distintas secciones que explican
y describen los aspectos más relevantes de la discusión teórica y un apartado de
conclusiones que recopila las principales contribuciones del estudio y a veces
incluye también las futuras necesidades. La diferencia principal entre este tipo de
trabajos teóricos y otros de corte más empírico reside en la parte central del estu-
dio. Mientras que los trabajos más empíricos dedican esta parte a la descripción
del procedimiento de análisis y a la discusión de los resultados obtenidos, los
trabajos más teóricos estructuran la parte central en distintas secciones que defi-
nen las cuestiones o temas teóricos esenciales. Estas cuestiones forman la colum-
na vertebral de la discusión teórica.
El trabajo de Halverson (2010) sobre los avances teóricos y metodológicos de
los estudios cognitivos de traducción ilustra de forma clara este tipo de estructura,
organizando los aspectos teóricos centrales en cinco secciones básicas: 1) Introduc-
ción, 2) La base cognitiva de los universales de traducción, 3) Una cuestión teórica
clave: la representación semántica/conceptual, 4) Datos y métodos y 5) Conclusio-
nes finales. La propia autora explica la lógica de esta estructura en la parte final de
la introducción:

Ejemplo 2.3 La organización de los estudios teóricos


La estructura de este trabajo es la siguiente: En la primera sección, se describe breve-
mente cuál fue el punto de partida en los estudios de traducción de la discusión que
aquí nos ocupa. En la segunda sección, se considera la representación semánti-
ca/conceptual a la luz de la investigación actual en lingüística cognitiva y bilingüismo,
y en la tercera sección el foco de interés se centra en algunas de las implicaciones para
los estudios empíricos.
En la cuarta y última sección, se discuten los retos específicos para el futuro desarrollo
de un paradigma empírico en los estudios de traducción cognitivos (Mi traducción).
(Halverson 2010: 350)

61
 
Diseños y métodos de investigación en traducción
 
Otra diferencia de los estudios teóricos frente a los empíricos es que normal-
mente los teóricos muestran una mayor libertad en el formato, lo que a menudo
les permite incluir las partes menos centrales, como la introducción o la conclu-
sión, dentro de otras secciones más amplias (véase, por ejemplo, el trabajo de
Moser-Mercer (2010) sobre la búsqueda de indicadores neuro-fisiológicos de la
experiencia en interpretación o el estudio de Muñoz Martín (2010) sobre para-
digmas y translatología cognitiva). En estos trabajos de tipo teórico, el protago-
nismo de la capacidad de introspección del investigador centra el interés en el
proceso de teorización y en los principios y supuestos derivados de éste, dejando
los aspectos más formales del diseño en un conveniente segundo plano.

2.3. Los diseños basados en el método de investigación-acción

La investigación-acción es un método cualitativo que persigue el equilibrio entre


los estudios teóricos y los empíricos. Su objetivo último es lograr la completa
integración entre los datos aportados a través de la experiencia y las ideas abstrac-
tas empleadas para su interpretación. En este sentido, dicho tipo de diseños pro-
porciona un método para solventar finalmente las deficiencias en el uso limitado
de los ejemplos de los diseños introspectivos. Los diseños basados en el método
de investigación-acción utilizan una serie de instrumentos cualitativos para reco-
ger evidencias que después se emplean en la construcción de un conocimiento
teórico destinado a mejorar el trabajo de investigadores y profesionales. Las téc-
nicas adoptadas para recoger la información son muy variadas; algunas de las
utilizadas son las notas de campo, los observadores externos, las descripciones del
comportamiento, los registros en audio, vídeo y fotografías, las pruebas de rendi-
miento de los alumnos, las entrevistas, los cuestionarios, las pruebas documenta-
les, los diarios, los relatos autobiográficos, los estudios de casos, etc. (véase, por
ejemplo, Hopkins 1989a, 1989b o Winter 1989).
La investigación-acción plantea que la actividad investigadora debe estar vin-
culada con un tipo de acción real y directa que trascienda el conocimiento teórico
reflexivo. Una de las premisas básicas de este tipo de investigación es que debe
existir una relación cercana con los destinatarios de la misma. Desde esta perspec-
tiva, la puesta en práctica de los modelos es un aspecto central de este tipo de
diseños, puesto que sólo así será posible comprobar si éstos funcionan o no de la
manera esperada. Únicamente después de poner un modelo en práctica, se podrá
comprobar si funciona o no como se esperaba y realizar los cambios que sean
necesarios en los casos que requieran una nueva evaluación.
Esta forma de trabajo exporta la línea de investigación del método científico a
áreas con programas de acción social. El proceso de investigación comienza con el
planteamiento de una pregunta o cuestión que da lugar a un proceso de reflexión

62
 
Hacia el extremo cualitatito: explorando los atributos de la traducción

teórica orientado a plasmarse en una acción de tipo empírico. Una vez que se em-
prende esta acción empírica, los resultados vuelven a interpretarse desde un punto de
vista teórico, permitiendo al investigador reformular el planteamiento inicial y postu-
lar nuevos aspectos de la teoría que, a su vez, conducen al diseño de otra acción de
tipo empírico. De esta forma, se entabla una especie de espiral dialógica entre teoría y
realidad que impide la concentración absoluta del investigador en aspectos teóricos
abstractos y conduce su mirada hacia las experiencias reales, contando en todo mo-
mento con la opinión de los destinatarios directos de las acciones emprendidas.
El método de investigación-acción se ha potenciado especialmente en el ám-
bito educativo, ya que resulta extremadamente apropiado para aquellos contextos
educativos en los que existe una fuerte vinculación entre teoría y práctica, como
es el caso de la docencia en traducción e interpretación. La orientación eminen-
temente práctica de la formación de traductores e intérpretes la convierte en un
campo especialmente propicio para la aplicación de una metodología basada en
datos empíricos. Los datos basados en la práctica constituyen la base idónea sobre
la que formular los principios teóricos y metodológicos necesarios para mejorar la
competencia traductora e implementar una formación más eficaz. En el ámbito
educativo, este método es, además, particularmente adecuado para aquellas situa-
ciones en las que se detecta una falta de coherencia entre los objetivos estableci-
dos y la realidad docente. Durante mucho tiempo, la docencia en traducción ha
sido acusada de mostrar una orientación predominantemente práctica en la que el
profesor a menudo basaba las correcciones a los alumnos en sus propias intuicio-
nes, sin aplicar unos principios metodológicos sistemáticos sustentados por una
base teórica. Independientemente del enfoque teórico empleado, en la actualidad
la mayoría de los docentes aceptan que los programas diseñados para la forma-
ción de traductores e intérpretes deberían basarse en una serie de principios teóri-
cos y metodológicos. Es más, estos principios deberían estar específicamente
diseñados para fomentar el conocimiento y la conciencia del alumnado sobre las
prácticas realizadas y las opciones a su disposición (véase Tennent 2005).
Los diseños basados en la investigación-acción se encuadran normalmente
dentro de los métodos cualitativos. Aunque sus objetivos muestren una orienta-
ción mucho más empírica que la de los diseños basados en la introspección, la
importancia todavía concedida al proceso de reflexión y la flexibilidad en la apli-
cación de la metodología de trabajo los mantiene cerca del extremo cualitativo de
la investigación. Así por ejemplo, los diseños de investigación-acción comparten
con los experimentales su orientación empírica hacia un contexto situacional es-
pecífico. Sin embargo, difieren de estos últimos en que los diseños de investiga-
ción-acción no pretenden ni que la muestra de sujetos seleccionada sea represen-
tativa ni aislar una variable concreta de estudio.
A diferencia de los métodos puramente experimentales, en los diseños de in-
vestigación-acción el foco central del estudio se sitúa en el diagnóstico del pro-

63
 
Diseños y métodos de investigación en traducción
 
blema mediante el análisis de todo el contexto y no sólo de un único parámetro de
éste. Se prima la variedad sobre la cantidad de la evidencia empírica recogida así
como la diversidad de sus interpretaciones, con el fin de proporcionar una visión
lo más completa posible del problema que repercuta en una solución más eficaz.
Después de todo, este tipo de investigación persigue como fin último una aplica-
ción inmediata de los hallazgos que permita la puesta en marcha de un proceso
continuo de retroalimentación dirigido a la realización de las modificaciones ne-
cesarias. De esta forma, se consigue el establecimiento de una interacción perma-
nente entre la evidencia empírica y el conocimiento teórico. Otra de las diferen-
cias principales entre este tipo de diseños y los experimentales reside en que, en
muchas ocasiones, las distintas fases del proceso de la investigación ni siquiera
siguen un plan pautado y sistemático; por el contrario, a menudo nos encontramos
con un proceso más puntual y espontáneo en el que cada una de las fases o pasos
se deriva de los anteriores.
En un sentido muy amplio, sería posible situar a una gran mayoría de los es-
tudios sobre traducción e interpretación dentro de este tipo de investigación-
acción, puesto que responden, en última instancia, a un intento de mejorar la
realidad docente y profesional en este ámbito. Sin embargo, muy pocos cumplen
en sentido estricto con todos los requisitos de este tipo de investigación. En este
apartado se revisan únicamente los diseños de trabajos realizados en dos de las
áreas que, en nuestra opinión, ilustran de forma más clara y directa la aplicación
de la acción que se pretende emprender para mejorar la realidad docente y profe-
sional del traductor y el intérprete. La discusión se centra en los estudios diseña-
dos para mejorar los programas de formación de traductores e intérpretes y en los
diseños de formación de intérpretes dentro de un programa de acción social.

2.3.1. Los diseños centrados en la formación de traductores e intérpretes

Un amplio porcentaje de los estudios centrados en la didáctica de la traducción y


la interpretación comparte con los diseños de investigación-acción el propósito
último de elaborar programas docentes más eficaces. Este propósito final se deli-
mita en los distintos estudios mediante una serie de objetivos más específicos,
entre los que cabe destacar el diseño de las competencias y/o contenidos de un
programa o curso específico (véase, por ejemplo, González Davies 2004, 2005,
Hurtado Albir 1999a, 1999b, Nord 2005, Schäffner 2000), las propuestas para la
aplicación de un tipo de estrategia pedagógica especial (como puede ser el uso de
herramientas de traducción asistida (véase Samson 2005) o de los diarios de tra-
ducción (véase Fox 2000)), la integración de teoría y práctica (véase Bartrina
2005) o los sistemas de evaluación de las competencias de los alumnos (véase
Beeby 2000, Adab 2000, Waddington 1999).

64
 
Hacia el extremo cualitatito: explorando los atributos de la traducción

Sin embargo, a pesar de la acción de mejora final que subyace a todos estos
trabajos sobre didáctica de la traducción, un número elevado de los estudios se
aleja del tipo de investigación-acción en su uso de la evidencia empírica. En lugar
de conceder a la evidencia empírica el papel central que demanda la investiga-
ción-acción, la inmensa mayoría de estos estudios didácticos lleva a cabo un uso
restringido de los datos empíricos para conseguir sus objetivos. Muchos de los
investigadores se limitan a resumir y/o sistematizar los principios y directrices
cardinales de un programa de formación, basándose únicamente en sus experien-
cias como docentes o en datos proporcionados en estudios previos. Esta tendencia
es especialmente frecuente en los trabajos con una extensión más reducida, como
es el caso de los artículos académicos que se diseñan con la intención central de
proporcionar una visión general sobre los beneficios de un tipo de programa de-
terminado o sobre el estado de una cuestión de interés pedagógico general. Gile
(2005) define así los objetivos y contenidos básicos de su trabajo sobre didáctica
de la interpretación de conferencias:

Ejemplo 2.4 Los objetivos de los diseños centrados en la formación


Este capítulo subraya principios fundamentales y sugiere directrices para las organiza-
ciones que planean desarrollar un programa para la formación de intérpretes de confe-
rencias o mejorar los programas existentes, en los casos en los que éstos no se consi-
deren satisfactorios. Se indican y explican las principales tendencias y se realizan
evaluaciones de las estrategias y métodos específicos, pero no se sugiere un modelo de
formación «universal» […] (Mi traducción).
(Gile 2005: 127)

Otro de los criterios de la investigación-acción que a menudo no se cumple


estrictu sensu en los artículos sobre didáctica de la traducción se refiere a la apli-
cación inmediata de los programas para su evaluación y redefinición. La aplica-
ción práctica de los programas y su evaluación está, de un modo u otro, implícita
en los objetivos y diseño de los estudios, pero su implementación se deja frecuen-
temente para estudios posteriores:

Ejemplo 2.5 La aplicación y evaluación de los programas


Se invita a los docentes de programas de formación con un enfoque diferente a evaluar
la relevancia y aplicabilidad de los principios aquí explicados a su propio contexto y a
leer la literatura relevante (Mi traducción).
(Gile 2005: 128)

65
 
Diseños y métodos de investigación en traducción
 
No obstante, también hay casos, como ocurre en el trabajo de Schäffner
(2000), en los que el estudio presenta el diseño de un programa y una evaluación
del mismo basada en su implementación previa:

Ejemplo 2.6 La aplicación y evaluación de los programas


Conscientes de la creciente necesidad de traductores cualificados y con la determina-
ción de contribuir a una mayor eficacia de los programas de formación en traducción
en el Reino Unido, decidimos introducir un programa de Grado en Lenguas Modernas
y Estudios de Traducción en nuestra universidad. El presente trabajo presenta un vi-
sión panorámica de los objetivos, contenidos y estructura de dicho programa. Se dis-
cutirá la actuación de los alumnos tras introducir cuestiones centrales en los estudios
de traducción. La discusión de los resultados de los alumnos se vinculará a la noción
de competencia traductora (Mi traducción).
(Schäffner 2000: 145)

En cuanto a la estructura de los trabajos, la mayoría organiza el estudio en


tres grandes partes: una introducción, en la que se plantea el problema de la inves-
tigación y los objetivos de la misma, una conclusión que resume las principales
implicaciones de la investigación para la docencia de la traducción e interpreta-
ción, y una parte central, normalmente organizada en distintas secciones que re-
sumen los antecedentes, describen las principales características del programa
diseñado (por ejemplo, principios básicos, competencias, contenidos) y especifi-
can los detalles de su implementación didáctica.
En los trabajos con una extensión mayor y unos objetivos más ambiciosos,
como es el caso de tesis doctorales y proyectos de investigación financiados, el
peso de la evidencia empírica adquiere una mayor relevancia y su diseño a largo
plazo permite una mayor adecuación a los requisitos de la investigación-acción.
Por ejemplo, el grupo de investigación PACTE de la Universidad Autónoma de
Barcelona nació con el propósito de investigar sobre la competencia traductora y
su adquisición, y tiene como uno de sus principales objetivos el estudio empírico
de la competencia traductora. De hecho, este grupo inició en 1997 un proyecto a
largo plazo para estudiar la adquisición de la competencia directa e inversa, que
se ajusta a la perfección a los requisitos definidos para los diseños basados en la
investigación-acción. El objetivo central de los estudios llevados a cabo era veri-
ficar hasta qué punto las clases de traducción podían ayudar a desarrollar la com-
petencia traductora. La metodología de estos estudios implicaba la puesta en prác-
tica en el aula de una serie de ejercicios de traducción y la evaluación de los
resultados de los alumnos. La evidencia empírica recopilada sobre los resultados
de los alumnos y los problemas detectados en el programa se empleaba para rede-
finir de manera progresiva las distintas competencias integradas en el modelo

66
 
Hacia el extremo cualitatito: explorando los atributos de la traducción

dinámico de competencia traductora propuesto (véase Beeby 2000 para una des-
cripción de estos estudios).
En el seno del grupo PACTE se han desarrollado también una serie de tesis
doctorales centradas en la didáctica de la traducción que han utilizado la investi-
gación-acción. Un ejemplo es la tesis de Galán-Mañas (2009) centrada en la en-
señanza de la traducción en la modalidad semipresencial. La autora misma expli-
ca en su trabajo que eligió la metodología de la investigación-acción porque le
permitía estudiar una práctica para mejorarla. El trabajo presenta el diseño de una
serie de unidades didácticas puestas en práctica con 130 alumnos durante los cur-
sos 2007-2008 y 2008-2009. El diseño longitudinal o a largo plazo, con una orga-
nización secuencial de las distintas fases del estudio, resulta especialmente apro-
piado para el tipo de investigación-acción planteada:

Ejemplo 2.7 La organización en fases secuenciales de la investigación-acción


1ª Fase: Delimitación del objeto de estudio y establecimiento del marco conceptual
(septiembre – diciembre 2006)
2ª Fase: Esbozo de la propuesta pedagógica (enero – marzo 2007)
3ª Fase: Recopilación del corpus de textos (para pautar las tareas y unidades didácti-
cas) (abril – junio 2007)
4ª Fase: Elaboración de la propuesta pedagógica (septiembre – diciembre 2007)
5ª Fase: Prueba piloto (febrero – junio 2008)
6ª Fase: Valoración de la prueba piloto e incorporación de modificaciones en la pro-
puesta (septiembre – diciembre 2008)
7ª Fase: Experimentación de la propuesta (febrero – marzo 2009)
8ª Fase: Análisis de los resultados (marzo – abril 2009)
(Galán-Mañas 2009)

El trabajo de Galán-Mañas emplea diferentes instrumentos para la recopila-


ción de la evidencia: cuestionarios de autoevaluación, cuestionarios de evaluación
de la enseñanza semipresencial, diarios reflexivos, actividades de aprendizaje, etc.
Esta variedad de instrumentos permite recoger tanto la evaluación de los alumnos,
como la del profesor y valorar tanto los resultados de la enseñanza, como el pro-
ceso de aprendizaje.
No obstante, aunque los trabajos del grupo PACTE compartan con la investi-
gación-acción el propósito de estudiar la enseñanza de la traducción para mejorar-
la, sus diseños han evolucionado hacia una metodología más experimental que
facilite la validación empírica de los resultados (véase, por ejemplo, el trabajo de

67
 
Diseños y métodos de investigación en traducción
 
Neunzig (2001) sobre cuestiones de método y estudio empírico en la enseñanza
de la traducción on-line, el de Rodríguez Inés (2008) sobre la aplicación de las
técnicas de corpus a la didáctica de la traducción o el trabajo de Wimmer (2011)
sobre la aplicación y validación empírica de un modelo didáctico para la traduc-
ción inversa).
Otra tesis doctoral que aplica explícitamente los principios de la investiga-
ción-acción es el estudio llevado a cabo por de Manuel Jerez (2006) en el seno del
grupo GRETI de la Universidad de Granada. De Manuel Jerez realiza un estudio a
lo largo de cinco años sobre el uso de materiales audiovisuales en los diferentes
niveles de la formación en interpretación simultánea. El trabajo emplea un diseño
de investigación-acción-participación en el que el papel de los alumnos trasciende
el rol de simples proveedores de datos empíricos. En este tipo de investigación,
los alumnos se convierten en participantes y colaboradores del estudio, una idea
que, en opinión de los defensores de la investigación-acción, constituye una de las
mayores fortalezas de este tipo de diseños para la formación de traductores e in-
térpretes (cf. Cravo y Neves 2007, Pöchhacker 2010).
La interacción permanente entre teoría y práctica y el proceso de continua re-
interpretación de los datos convierte a la investigación-acción en una metodología
especialmente apropiada para analizar la eficacia de un método o programa didác-
tico determinado. La siguiente sección se dedica a la revisión de una serie de di-
seños en los que un programa de formación se utiliza al servicio de un objetivo
social más amplio y ambicioso.

2.3.2. Los diseños de formación dentro de un programa de acción social

Esta sección se concentra en los diseños de un grupo de trabajos que emplea la


metodología de la investigación-acción dentro de un programa de acción social
destinado a mejorar las condiciones laborales y la calidad profesional de los tra-
ductores e intérpretes en los servicios públicos. Los diseños de estos trabajos res-
ponden a un triple objetivo didáctico, profesional y social. Se trata de elaborar un
programa para la formación de profesionales competentes y capaces, que contri-
buya de manera directa a mejorar su situación laboral y reformar la realidad de la
inmigración en la sociedad moderna. Los objetivos didácticos y profesionales se
convierten, de esta manera, en instrumentos al servicio de un fin mayor de carác-
ter social.
Al igual que ocurría con los estudios de carácter exclusivamente didáctico, en
los trabajos más cortos, como ponencias y artículos académicos, la metodología
de la investigación-acción está implícita en los objetivos y motivaciones del estu-
dio:

68
 
Hacia el extremo cualitatito: explorando los atributos de la traducción

Ejemplo 2.8 La investigación-acción implícita —Los artículos sobre la for-


mación en los servicios públicos
Hay, por lo tanto, variaciones en la formación, pero ya se detectan acercamientos co-
munes a nivel básico […] La idea emergente central es que los lingüistas que trabajan
en los servicios públicos deberían convertirse en profesionales regulados […] Este
acercamiento requeriría que estos profesionales tuvieran, a nivel nacional (y proba-
blemente internacional), una estructura profesional consistente, explicable y transpa-
rente para la selección, formación, acreditación, etc., que fuera adecuada a las respon-
sabilidades de las tareas que llevan a cabo […] Lo que sigue se ha diseñado en parte a
partir de ejemplos testados de una buena práctica que se han tomado de programas de
formación de diferentes partes del mundo, y en parte a partir lo que todavía se encuen-
tra en proceso de desarrollo (Mi traducción).
(Corsellis 2005: 154)

Lo cierto es que la interpretación en los servicios públicos es un ámbito de


investigación relativamente reciente que se encuentra aún en proceso de expan-
sión. Dos objetivos centrales de esta investigación han sido la necesidad de identi-
ficar los problemas reales de los profesionales en los distintos ámbitos de los ser-
vicios públicos y la necesidad de delimitar los criterios y competencias de un
programa didáctico que garantice la formación de profesionales capaces de resol-
ver estos problemas. El primer objetivo, que corresponde al proceso de recogida
de evidencia en el ámbito de la investigación-acción, ha resultado en la prolifera-
ción de estudios centrados en el análisis de los problemas de un ámbito de trabajo
concreto (por ejemplo, la interpretación en los servicios sanitarios (Angelelli
2004a, 2004b, Bot 2003, Lázaro Gutiérrez 2010, Valero 2001), en las dependen-
cias policiales (Benhaddou 2005, Foulquié 2002), en juzgados y tribunales (Orte-
ga Hérraez 2006, etc.). En este tipo de estudios, el objetivo didáctico se convierte
en el instrumento o acción a seguir para resolver los problemas detectados. Por
otra parte, el enfoque pedagógico favorece la realización de trabajos que tienen
como propósito último la elaboración de una propuesta docente a partir del análi-
sis de la realidad profesional y los modelos de formación existentes (véase Abril
Martí 2006). Tres de los trabajos más recientes que intentan proporcionar una
visión lo más completa posible de la situación actual de la investigación en la
interpretación en los servicios públicos son los libros de Corsellis (2008) y Hale
(2007), y el volumen editado por Wadensjö et al. (2007).
Además de ayudar a mejorar la situación laboral de intérpretes y mediadores,
la importancia de los programas de formación propuestos reside en su potencial
para contribuir a mejorar el bienestar social de los inmigrantes y el funcionamien-
to general de los servicios públicos. En España, este tipo de acción social ha guia-
do la elaboración de iniciativas como el proyecto coordinado por el grupo CRIT

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Diseños y métodos de investigación en traducción
 
(Comunicación y Relaciones Interculturales y Transculturales) de la Universidad
Jaume I de Castellón y el grupo FITISPos (Formación e Investigación en Traduc-
ción e Interpretación en los Servicios Públicos) de la Universidad de Alcalá de
Henares. Este proyecto analiza la problemática comunicativa de la mediación
intercultural en la atención sanitaria a la población inmigrante, con el objetivo
último de plantear propuestas de formación que contribuyan a solventar los pro-
blemas existentes.
Otra iniciativa en nuestro país que ha resultado en la propuesta de un modelo
pedagógico para la organización de un curso de formación en mediación intercul-
tural desde la metodología de la investigación-acción-participación ha sido el
proyecto desarrollado de forma conjunta por la Federación Andalucía Acoge y el
AEP Desenvolupament Comunitari de Cataluña (recogido en el volumen Media-
ción intercultural. Una propuesta para la formación (VV.AA. 2002)). Aunque la
mayoría de los trabajos en el ámbito de la interpretación en los servicios públicos
proponen la distinción de roles entre la figura del mediador intercultural y la del
intérprete, esta diferenciación excede los objetivos del presente trabajo.
Independientemente del propósito pedagógico y/o social de la investiga-
ción-acción, los diseños metodológicos planteados proponen un tipo de estu-
dio a largo plazo, basado en el análisis de datos empíricos, que proporciona
resultados muy valiosos para la formación de profesionales competentes en los
distintos ámbitos de la sociedad. No obstante, para sus detractores esta meto-
dología todavía implica una excesiva flexibilidad en el análisis que permite
cuestionar la validez empírica de los datos. Trabajos como los realizados en el
seno del grupo PACTE han demostrado, sin embargo, que en combinación con
una metodología más experimental pueden proporcionar resultados más obje-
tivos y rigurosos.

2.4. Los diseños basados en el trabajo de campo en el ámbito profesional

Los trabajos basados en la metodología de la investigación-acción están guiados


por un propósito didáctico central, que en determinados contextos profesionales
se usa al servicio de un programa de acción social más ambicioso (como es el
caso de la interpretación en los servicios públicos). En estos trabajos existe una
intención de mejora de la situación laboral de los intérpretes, pero dicho objetivo
profesional permanece supeditado a un propósito didáctico central y al impacto de
sus programas a nivel social. En el presente apartado la discusión se concentra en
un grupo de trabajos en los que el objetivo profesional adquiere una relevancia
especial, convirtiéndose en el auténtico motor de la investigación. Se trata de un
número reducido de estudios que plantean diseños centrados en mejorar la situa-
ción profesional de traductores e intérpretes y garantizar la calidad de su trabajo.

70
 
Hacia el extremo cualitatito: explorando los atributos de la traducción

Los diseños se basan en principios teóricos importados de ámbitos como la


sociología del trabajo o la etnografía. En términos muy generales, el método de
investigación consiste en la recogida de evidencia empírica sobre los hábitos la-
borales de un ámbito profesional determinado para identificar los componentes
centrales del trabajo desempeñado. Las técnicas empleadas para recoger la infor-
mación siguen siendo principalmente de carácter cualitativo. La recopilación de
datos se basa en las observaciones de campo del investigador sobre el comporta-
miento de los sujetos mediante técnicas como sus propias notas, grabaciones de
vídeo y/o audio, entrevistas, cuestionarios, diarios u otro tipo de pruebas docu-
mentales.
Este tipo de investigación puede resultar sumamente beneficiosa, tanto a ni-
vel profesional como didáctico. A nivel profesional, estos estudios nos ayudan a
moldear un perfil laboral para traductores e intérpretes que puede servir para per-
filar claramente los límites y características de su trabajo e identificar sus compe-
tencias básicas. A nivel didáctico, esta investigación tiene además importantes
repercusiones para la formación de profesionales, puesto que contribuye a adaptar
los principios didácticos a contextos laborales reales, aumentando así las posibili-
dades de inserción laboral de los profesionales.
Desafortunadamente, y a pesar de sus innegables ventajas, este tipo de estu-
dios en contextos profesionales son muy escasos en el ámbito de la traducción,
debido a las dificultades para encontrar empresas, instituciones y otros contextos
de trabajo con profesionales dispuestos a someterse a observación. En el caso de
los traductores, estas dificultades se deben en gran medida a la propia naturaleza
de un trabajo en el que un elevado porcentaje de los trabajadores ejerce como
autónomos desde su propia casa. En lo referente a la interpretación de conferen-
cias, las dificultades están directamente relacionadas con el carácter elitista de
estos intérpretes como colectivo minoritario altamente cualificado, así como con
su reticencia a someter a evaluación un trabajo en el que, por su naturaleza oral,
no existe la posibilidad de realizar modificaciones ni rectificaciones.
Dos trabajos que logran sortear estas dificultades para presentar diseños ba-
sados en la investigación de campo son los estudios de Diriker (2004) y Kuznik
(2010). El primero analiza la labor de un grupo de intérpretes durante un trabajo
de interpretación simultánea en el contexto de una conferencia realizada en el año
2000 en Estambul. Diriker combina el análisis de aspectos lingüísticos, cognitivos
y sociales con aspectos relativos a la ética y la práctica real del trabajo del intér-
prete en un contexto profesional concreto. Con este propósito, analiza una amplia
variedad de datos recopilados a partir de las observaciones de los participantes,
las entrevistas con intérpretes, conferenciantes, organizadores y usuarios de la
interpretación y la transcripción de las interpretaciones realizadas. Sus resultados
permiten analizar el trabajo de los intérpretes desde una nueva perspectiva que los
aleja del prototipo de minoría de élite subida en una torre de marfil. Los intérpre-

71
 
Diseños y métodos de investigación en traducción
 
tes se describen como participantes activos, organizadores de la interacción y
negociadores de significado en una labor en la que el trabajo del intérprete ad-
quiere múltiples facetas.
El trabajo de Kuznik (2010) investiga el contenido y los componentes propios
de los puestos de trabajo internos en empresas de traducción. Para ello, realiza un
análisis empírico en dos fases: en un primer lugar, lleva a cabo una fase explora-
toria en la que analiza una serie de datos recopilados en cuatro empresas de tra-
ducción del norte de Francia. En una segunda fase, el estudio empírico definitivo
se centra en el análisis de diez empresas españolas ubicadas en la ciudad de Bar-
celona. Las técnicas empleadas para la recopilación de la evidencia empírica
combinan el análisis de una serie de datos primarios, obtenidos mediante las en-
trevistas con los empleados y la observación directa en las compañías, con el es-
tudio de una serie de datos secundarios derivados de los informes de alumnos en
prácticas.
En un trabajo posterior, Kuznik y Verd (2010) reinterpretan los datos del tra-
bajo de investigación de Stelmach (2000), otro de los escasos estudios centrados
en el análisis del trabajo del traductor en el ámbito laboral. Stelmach analiza el
trabajo de dos traductores en una agencia de traducción en Polonia durante los
años 1999 y 2000. El método empleado para la recopilación de evidencia consiste
básicamente en el uso de una serie de cuestionarios que los mismos empleados
debían rellenar en su lugar de trabajo, proporcionando así su propia observación
sobre las tareas realizadas. Mientras que el análisis de Stelmach se realiza sobre
una base más cuantitativa, Kuznik y Verd reinterpretan los datos desde una pers-
pectiva más cualitativa. Este análisis les permite llegar a la conclusión de que el
uso de estrategias de empleo recientes, como la subcontratación exterior, requiere
que las agencias apliquen también nuevas estrategias de dirección que les permi-
tan resolver de una manera más eficaz los contratiempos de esta nueva distribu-
ción del trabajo.
A diferencia de los diseños experimentales realizados en el laboratorio, este
tipo de diseños basados en la investigación de campo presenta la ventaja de pro-
porcionar datos extraídos de un contexto de trabajo real. El estudio en un entorno
de trabajo natural elimina los efectos que un entorno experimental artificial pue-
de ejercer de manera no intencionada en el proceso de obtención de los datos.
Por otra parte, la observación directa y continuada del ejercicio de la profesión
durante un período de tiempo prolongado proporciona un testimonio más exhaus-
tivo y cercano a la realidad. No obstante, desde un punto de vista experimental,
la aplicación exclusiva de métodos de tipo cualitativo para la recogida de eviden-
cia todavía sitúa la interpretación del investigador en un primer plano, limitando
la objetividad del estudio y el potencial de la investigación para generalizar los
datos.

72
 
Hacia el extremo cualitatito: explorando los atributos de la traducción

2.5. Los métodos cualitativos en los diseños experimentales

El diseño experimental se asocia normalmente a la investigación de tipo cuantitativo.


No obstante, la mayoría de los diseños experimentales centrados en el estudio del pro-
ceso de traducción o interpretación combinan el uso de métodos cuantitativos con mé-
todos de tipo cualitativo que complementan y enriquecen el simple análisis numérico de
los datos. Un porcentaje elevado de la probabilidad de éxito de un estudio experimental
reside en la simplicidad de su diseño y en la habilidad del investigador para acotar y
definir las variables analizadas. Desafortunadamente, la complejidad de los procesos de
traducción e interpretación dificulta en gran medida la posibilidad de plantear diseños
experimentales simples. La multiplicidad de los factores implicados y la existencia de
diferencias individuales ineludibles entre los sujetos participantes obstaculiza la posibi-
lidad de delimitar y aislar las variables estudiadas.
Imaginemos que queremos realizar un estudio que analice el impacto del nivel
de experiencia en la calidad de la traducción. El nivel de experiencia sería la varia-
ble independiente y el nivel de calidad de la traducción la variable dependiente.
Desde el principio, la definición de las variables nos obliga a plantearnos las si-
guientes cuestiones sobre el diseño de investigación: ¿Qué factores definen el nivel
de experiencia, el número de palabras traducidas y/o los años de práctica profesio-
nal? ¿Influyen los años de formación académica previa? ¿Cuál es el papel del nivel
de conocimiento de los idiomas implicados? ¿Qué factores definen la calidad de
una traducción: la cantidad de información transmitida, la ausencia de errores gra-
maticales, la naturalidad del estilo? Incluso si conseguimos definir la variable inde-
pendiente y la dependiente de manera precisa, aún debemos afrontar ciertos pro-
blemas asociados a la intervención de variables derivadas de las diferencias en la
personalidad de los sujetos: ¿Es posible que los sujetos con una mayor motivación
y capacidad de trabajo produzcan traducciones de una mayor calidad incluso si su
nivel de experiencia es similar? ¿Pueden factores como el cansancio o el estrés
influir en la calidad de la traducción independientemente del nivel de experiencia?
¿Cuál es el papel de la edad o el desarrollo cognitivo individual de los sujetos?
La complejidad de los diseños experimentales centrados en la traducción e interpre-
tación como objetos de estudio han conducido a los investigadores a buscar fórmulas
alternativas que les ayuden a explicar los resultados y acotar el impacto de las variables.
Una de estas fórmulas ha sido la triangulación de los métodos cuantitativos con métodos
de tipo cualitativo que les faciliten una interpretación más exhaustiva de los datos.

2.5.1. Los diseños que usan el informe verbal y la introspección

La combinación del informe verbal y la introspección como métodos de investi-


gación en los diseños experimentales consiste en provocar en el sujeto del expe-

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Diseños y métodos de investigación en traducción
 
rimento una respuesta verbal en la que el individuo relata verbalmente su expe-
riencia o describe un estado interno. Mientras que en los diseños clásicos basados
en la capacidad de interpretación del investigador la introspección se refiere a la
capacidad del estudioso para la reflexión teórica, en los diseños experimentales el
sujeto que se somete a la introspección y el investigador no son la misma persona.
En los diseños experimentales, la introspección permite investigar fenómenos
que se producen en la vertiente interna de la vida psíquica de los sujetos, facili-
tando un conocimiento más profundo de los procesos cognitivos que tienen lugar
en sus mentes mientras realizan ciertos actos. Por este motivo, se ha convertido en
un método especialmente apropiado para estudiar los procesos cognitivos impli-
cados en las tareas de traducción. La introspección facilita al investigador un mé-
todo sencillo para hacer visible la «caja negra» que contiene los procesos menta-
les del traductor durante la tarea de transferencia de una lengua a otra.
La principal limitación de los métodos introspectivos reside en el hecho de
que permiten analizar únicamente aquellos procesos de los que los sujetos son
conscientes. Esta técnica no permite, pues, estudiar la totalidad de los procesos
cognitivos que tienen lugar durante una tarea de traducción, puesto que deja sin
revelar aquellos procesos de carácter automático de los que los sujetos no son
conscientes. Otra crítica frecuente contra este tipo de métodos introspectivos se ha
basado en su incapacidad para proporcionar resultados objetivos, ya que los datos
obtenidos mediante introspección son a menudo imprecisos y poco consistentes.
Sin embargo, y a pesar de las críticas, la capacidad de la introspección para
acceder a la «caja negra» del traductor la ha convertido en uno de los métodos
de investigación más habituales en el estudio de los procesos de traducción.
Aparte de la introspección clásica (en la que el sujeto y el investigador son la
misma persona), otras técnicas de introspección frecuentes en el ámbito de la
traducción son los protocolos de pensamiento en voz alta y los protocolos re-
trospectivos. Algunas variantes de estas técnicas son los protocolos de diálogo
(Séguinot 1996), la retrospección inmediata (Fraser 1996), los diarios de traduc-
ción, los cuestionarios y las entrevistas. Una versión más sofisticada de la in-
trospección se realiza a través de programas informáticos (como el software
Translog) que permiten la recogida de datos durante el proceso de traducción
(Jääskeläinen 1999: 37).

2.5.1.1. Los protocolos de pensamiento en voz alta

Los protocolos de pensamiento en voz alta (generalmente conocidos por sus si-
glas en inglés TAPs, acrónimo de think-aloud protocols), comenzaron a utilizarse
en el ámbito de la traducción a finales de los 80 en Europa. Los primeros estudios
que usaron los TAPs se basaron en el marco teórico y metodológico definido en

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Hacia el extremo cualitatito: explorando los atributos de la traducción

psicología cognitiva, principalmente en el trabajo de Ericsson y Simon


(1984/1993). A finales de los 80 y comienzos de los 90, los investigadores co-
menzaron a reivindicar la importancia del estudio del proceso traslativo. El análi-
sis descriptivo del producto de traducción había proporcionado datos empíricos de
gran utilidad sobre los aspectos lingüísticos, e incluso los sociales y culturales, de
la práctica traductora, pero no era un método fiable para reconstruir el proceso de
traducción. Investigadores como Krings (1986), Gerloff (1986), Hönig (1988) y
Lörscher (1986), entre otros, decidieron dar un giro a la investigación en traduc-
ción y volver la vista hacia los procesos cognitivos implicados en la recepción y
producción del texto traducido.
El estudio de los procesos cognitivos implicados en la traducción requería la
adopción de un método empírico que facilitara el acceso a la «caja negra» del
traductor. Los TAPs se habían empleado en otros ámbitos para estudiar los proce-
sos cognitivos involucrados en tareas que implicaban, entre otras habilidades, el
diagnóstico de problemas (por ejemplo, Lesgold et al. (1988) los usaron en el
diagnóstico de radiografías) y la toma de decisiones (Lawrence (1988) aplicó los
TAPs a la toma de decisiones judiciales). En el ámbito de la adquisición de len-
guas, Krings (1988) los había empleado para investigar los procesos implicados
en la redacción de textos en una lengua extranjera. Estos procesos investigados en
áreas afines también adquirían un protagonismo especial en traducción, por lo que
los TAPs se revelaron como un método especialmente adecuado para investigar el
proceso traslativo. La aplicación de los TAPs al ámbito de la traducción permitía
esbozar una descripción del proceso traslativo al mismo tiempo que dicho proceso
tenía lugar. De hecho, hasta la fecha han sido probablemente el método más utili-
zado en la investigación sobre los procesos cognitivos en traducción. Desde los
primeros estudios con TAPs en los 80 hasta la fecha, los diseños experimentales
han avanzado en rigor metodológico, con hipótesis más refinadas y variables de-
finidas con mayor claridad. No obstante, como apunta Jääskeläinen (2011), la
investigación basada en este método tiene todavía un largo camino por recorrer,
puesto que existen numerosas objeciones que cuestionan la validez de los TAPs
en la investigación sobre el proceso de traducción.
Un estudio de traducción basado en el uso de TAPs lleva a cabo el siguiente
proceso de recogida de datos: el sujeto recibe instrucciones para verbalizar en voz
alta todos los pensamientos que pasen por su mente sobre cualquier tipo de pro-
blema, dificultad, duda o cuestión que se plantee mientras lleva a cabo la tarea de
traducción. Estos informes verbales se graban en cinta de audio y/o vídeo, y se-
guidamente se transcriben para plasmarlos en un protocolo de pensamiento en voz
alta. El análisis de estos protocolos permite al investigador examinar las estrate-
gias empleadas durante la traducción para reconstruir los procesos mentales del
traductor e intentar describir el proceso traslativo. El procedimiento se realiza
generalmente con cada uno de los sujetos de manera individual. El investigador

75
 
Diseños y métodos de investigación en traducción
 
puede estar presente durante la realización del experimento o esperar en una sala
contigua mientras éste se lleva a cabo. La elaboración de la traducción de forma
individual es la práctica más habitual. No obstante, muchos sujetos se sienten
extraños hablando en soledad y tienden a dejar de verbalizar. Para eliminar este
efecto, se desarrolló la variante del protocolo de diálogo, que consiste en la crea-
ción de parejas o grupos que pueden dialogar y discutir sus ideas durante la reali-
zación de la tarea (véase la siguiente sección 2.5.1.2 para una explicación más
detallada de este tipo de protocolo).
Junto a las diferencias individuales en la personalidad de los sujetos, existen
estudios que sugieren que la disposición para verbalizar nuestros pensamientos
también puede estar condicionada por factores como la diferencias tipológicas
entre las lenguas implicadas, o incluso por factores sociales o culturales (véase
Jääskeläinen 2011: 22). Por ejemplo, el hecho de que los finlandeses parezcan
tener menos problemas (Jääskeläinen 1999) que los daneses (Jakobsen 2003) para
verbalizar sus pensamientos puede deberse al hecho de que la traducción entre
lenguas de tipologías distintas (en este caso entre el danés como lengua indoeuro-
pea y el finés como lengua no indoeuropea) sea más compleja que entre lenguas
del mismo tipo. Es posible que la traducción entre lenguas de tipologías distintas
demande un mayor esfuerzo de procesamiento a nivel consciente que repercuta en
una mayor aportación de datos en los informes verbales. Por otra parte, se han
encontrado también diferencias entre variedades de una misma lengua, como en el
caso del chino. Existe evidencia que sugiere que mientras que los estudiantes de
Hong-Kong parecen tener dificultades para verbalizar sus pensamientos (Li y
Cheng 2007), los traductores profesionales de Taiwan lo hacen con la suficiente
libertad (Shih 2006). Jääskeläinen (2011) apunta que estas diferencias podrían
explicarse por la influencia de factores de tipo social o cultural, como el respeto
por la autoridad o la necesidad de preservar su intimidad.
Además de las variables individuales y culturales, otro factor que puede in-
fluir en la capacidad de los sujetos para informar verbalmente de sus pensamien-
tos es la complejidad de la tarea. Si la tarea a realizar requiere un gran esfuerzo
cognitivo, es posible que los sujetos empleen todos los recursos en el procesa-
miento de la tarea y dejen de verbalizar o produzcan informes verbales incomple-
tos (véase Ericsson y Simon 1987). Esta dificultad supone un gran obstáculo en el
estudio del proceso de traducción, donde los momentos de mayor esfuerzo cogni-
tivo adquieren una especial relevancia a la hora de identificar las áreas problemá-
ticas. Además, es posible que el tipo de tarea de traducción también influya en la
carga de esfuerzo cognitivo demandado. Así, se ha sugerido que existe la posibi-
lidad de que la traducción que requiere una menor intervención del traductor y un
porcentaje menor de modificaciones permita que los sujetos verbalicen más que
una traducción que requiera más modificaciones y, por tanto, implique un mayor
procesamiento a nivel consciente (cf. Jääskeläinen 2011: 22).

76
 
Hacia el extremo cualitatito: explorando los atributos de la traducción

Aparte de la traducción en parejas, otra técnica empleada para intentar asegu-


rar el flujo en el informe verbal del pensamiento ha consistido en situar al investi-
gador en la misma sala del sujeto. De esta forma, cada cierto periodo de tiempo el
investigador puede llamar la atención del sujeto para que continúe verbalizando,
bien de manera explícita, bien mediante alguna señal implícita, como algún tipo
de sonido. No obstante, esta opción tampoco elimina los efectos adversos causa-
dos por la personalidad de los sujetos, ya que es posible que la presencia del in-
vestigador les incomode y no se sientan con la libertad suficiente para realizar sus
comentarios. También se han llevado a cabo sesiones previas de entrenamiento,
en las que los sujetos reciben instrucciones sobre cómo realizar los informes ver-
bales. Pero las sesiones previas de práctica no resuelven todos los problemas y los
resultados continúan siendo contradictorios (cf. House 2000, Jääskeläinen 1999).
Una dificultad añadida es que la mayoría de los estudios no especifican la canti-
dad de información proporcionada, de manera que es posible que las críticas que
señalan que los TAPs proporcionan información incompleta o escasa se deban a
diferencias en la percepción de los investigadores. Es probable que lo que para un
investigador sea una cantidad suficiente, para otro sea claramente insuficiente.
Cabe incluso la posibilidad de que las quejas de algunos investigadores se deban a
que esperan encontrar información que en ningún caso se encuentra disponible
para ser verbalizada (véase Krings 2001 o Jääskeläinen 2011).
Junto a las dificultades para asegurar el flujo del pensamiento, otra de las crí-
ticas más habituales contra el uso de este método ha sido su incapacidad para
producir una visión precisa y completa del proceso de traducción. Por una parte,
su carácter introspectivo sólo permite reflejar los procesos cognitivos no automa-
tizados o controlados, es decir, aquellos procesos de los que el sujeto es conscien-
te. Los procesos automatizados e inconscientes quedan, pues, fuera del alcance de
los TAPs. Además de proporcionar una versión sesgada del proceso, este hecho
tiene repercusiones metodológicas para los trabajos que contrastan procesos con
diferentes niveles de automatización, como los de traductores profesionales frente
a los de semiprofesionales o estudiantes no profesionales. Debido a que los tra-
ductores profesionales tienen más automatizados los procesos de traducción,
cuando realizan una tarea de traducción rutinaria verbalizan menos que los estu-
diantes o traductores semiprofesionales, quienes tienen menos automatizada la
tarea de traducción (véase por ejemplo, De Rooze 2003, Gerloff 1986, Séguinot
1996).
Por otra parte, Ericsson y Simon (1984/1993, 1987) establecen una serie de
condiciones para asegurar un correcto funcionamiento de los TAPs y poder, así,
garantizar que la información sobre el proceso de traducción sea lo más completa
y precisa posible. Una de las condiciones es que la información a la que se accede
en la memoria de trabajo debe encontrarse codificada verbalmente. Este postulado
pone en duda la validez de los TAPs para la traducción, al tratarse de una tarea en

77
 
Diseños y métodos de investigación en traducción
 
la que no está claro hasta qué punto el conocimiento requerido para traducir se
encuentra o no codificado verbalmente. Aunque está claro que la traducción im-
plica conocimiento lingüístico, parte del cual se encontrará posiblemente codifi-
cado a nivel verbal, los traductores también usan otros tipos de conocimiento (por
ejemplo, cultural, situacional y estratégico) cuya codificación y almacenamiento
no es tan claramente verbal. Otra de las condiciones para mejorar el análisis de la
tarea es asegurar la simplicidad de la misma, un postulado que, de nuevo, cuestio-
na la validez de los TAPs para la traducción. En su opinión, el análisis sería más
simple si se tradujeran oraciones en lugar de textos, si se hiciera en estricto orden
de izquierda a derecha y si, tanto la tarea como las estrategias implicadas, estuvie-
ran bien definidas desde un principio. Sin embargo, la traducción es en esencia
una actividad compleja, en la que normalmente se traducen textos enteros, no se
establece el orden en el que se lleva a cabo la tarea y en la que existen muchas
maneras distintas de proceder y un número heterogéneo de respuestas correctas.
Es más, la traducción siempre implica dos lenguas y dos culturas diferentes.
Pero quizás uno de los mayores inconvenientes a los que han tenido que en-
frentarse los investigadores en el uso de este método haya sido a la interferencia
que los TAPs provocan en el proceso de traducción. Existen datos que sugieren
que la necesidad de recodificar la información verbalmente provoca un retraso en
la traducción de hasta un 25% o un 30% (véase Krings 2001 y Jakobsen 2003). El
elevado porcentaje de retraso indica que en traducción hay menos información
verbalmente codificada de lo que en un principio se había asumido. Este aspecto
invalida el uso de este método en estudios en los que el tiempo es un parámetro
fundamental, como en el caso de los trabajos sobre los efectos de la presión por
falta de tiempo en traducción.
Otros efectos posibles de los TAPs en el proceso de traducción son la pro-
ducción de un porcentaje más elevado de errores tipográficos (Jakobsen 2003) y
un efecto degenerativo en la segmentación definida por pausas que puede provo-
car que los sujetos procesen el texto en unidades de menor extensión (Butterworth
1980, Schilperoord 1996). Según Krings (2001), al pensar en voz alta los sujetos
producen el texto en pasos más reducidos y de una forma menos lineal. Es más,
los sujetos trabajan con segmentos de texto más cortos, un dato que puede llegar a
afectar la coherencia textual. Bajo los efectos de los TAPs, los sujetos son poco
propensos a realizar cambios léxicos a gran escala, como omisiones o adiciones,
mientras que los cambios sintácticos o textuales se han visto menos afectados por
este método (cf. Jääskeläinen 1999).
Sin embargo, a pesar de la probada influencia de los TAPs en el proceso de
traducción, este método presenta también ventajas indiscutibles para el estudio de
dicho proceso. Uno de los beneficios más evidentes del uso de los TAPs reside en
su capacidad para proporcionar un análisis más completo de las diferentes etapas o
estadios del proceso de traducción. En los TAPs los sujetos comienzan a verbalizar

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Hacia el extremo cualitatito: explorando los atributos de la traducción

sus pensamientos desde el mismo inicio del proceso y dejan de verbalizar al termi-
nar el proceso de revisión del texto meta. Esta información cubre aspectos que no
pueden abarcar programas informáticos más sofisticados, como es el caso de Trans-
log. Los datos de dichos programas se basan en el registro de los movimientos del
teclado del ordenador, por lo que únicamente permiten percibir las dificultades
desde el momento en el que se comienza a redactar el texto meta hasta el momento
en el que se termina de redactar (véase el Capítulo 4 para una descripción más deta-
llada del funcionamiento de este tipo de programas). Esta limitación no existe en
los TAPs, que proporcionan información sobre los problemas y decisiones desde el
primer momento en el que el traductor comienza a leer el texto origen hasta el mo-
mento en el que termina su última revisión del texto meta.
Otra de las ventajas del uso de los TAPs reside en su potencial para propor-
cionar explicaciones explícitas de los datos, que ayudan al investigador a identifi-
car de una forma más precisa las causas de los problemas de traducción encontra-
dos. Los TAPs son especialmente útiles para proporcionar información sobre
aquellos aspectos del proceso (como los relativos a la fase de comprensión) a los
que los métodos centrados en la obtención de datos objetivos sólo permiten acce-
der mediante inferencias generadas a posteriori. Es más, autores como Börsch
(1986) o Dancette (1993) han resaltado que, pese a la incapacidad de los TAPs
para verificar hipótesis y generar datos objetivos, este método proporciona intere-
santes datos de carácter informal que pueden resultar de gran utilidad para generar
hipótesis e ideas.
Por otra parte, si bien se ha demostrado que los TAPs pueden influir negati-
vamente en el proceso de traducción, también existe evidencia que muestra cier-
tos efectos positivos del uso de este método, especialmente en la fase de revisión.
Así, hay autores que han argumentado que la revisión en voz alta parece ayudar a
algunos sujetos a percibir ciertos errores en su traducción que, de otro modo, hu-
bieran pasado inadvertidos (véase, por ejemplo, Jakobsen 2003).
Las ventajas aquí señaladas ayudan a equilibrar la balanza y contrarrestar las
numerosas críticas realizadas contra el uso de los TAPs en la investigación del
proceso de traducción. Para autores como Jääskeläinen (2011) muchos de los
problemas del uso de los TAPs se derivan principalmente de la aplicación de un
modelo de la psicología cognitiva que no había sido diseñado específicamente
para la traducción. Estos problemas, sin embargo, no invalidan por completo el
uso de este método en la investigación del proceso traslativo. Su aplicación tam-
bién ha mostrado beneficios que mantienen la puerta abierta al establecimiento de
un marco metodológico diseñado especialmente para el estudio del proceso de
traducción. Un modelo específico para la aplicación de los TAPs en traducción
permitiría determinar de forma definitiva la validez de este método como fuente
de información del proceso traslativo. Mientras tanto, conviene que los investiga-
dores tengan en cuenta que la elección del uso de los TAPs debe depender, en

79
 
Diseños y métodos de investigación en traducción
 
última instancia, del objetivo del estudio. Los protocolos de pensamiento en voz
alta se han empleado en una amplia variedad de estudios para investigar aspectos
como las diferencias en el proceso de traducción entre profesionales y estudiantes
(Barbosa y Neiva 2003, Tirkkonen-Condit 1990, 1996, Kiraly 1995, Jääskeläinen
1987, Gerloff 1988), los efectos de la presión por falta de tiempo en la traducción
(Jensen y Jakobsen 1998), las diferencias en el proceso entre traductores profe-
sionales, o estudiantes de traducción, y hablantes bilingües (Gerloff 1988), la
distribución de la atención consciente durante el proceso de traducción
(Jääskeläinen 1990), o las diferencias entre la traducción profesional directa e
inversa (Lorenzo 1999). En casi todos estos trabajos, su uso ha aportado informa-
ción valiosa en relación a las distintas competencias de los traductores. Sin em-
bargo, algunas de las limitaciones aquí señaladas, como el retraso en el proceso
de traducción o la imposibilidad de acceder a procesos automatizados, presentan
problemas evidentes para la investigación de algunos de los aspectos menciona-
dos. Por esta razón, la mayoría de los estudios han optado por combinar el uso de
los TAPs con otros métodos que arrojen datos más objetivos, como pueden ser el
programa informático Translog o el lector de movimientos oculares.

2.5.1.2. Los protocolos de diálogo

Los protocolos de diálogo comienzan a utilizarse también a finales de los 80 y


principios de los 90 en un intento por solventar algunos de los problemas plantea-
dos por los protocolos individuales de pensamiento en voz alta. En los protocolos
de diálogo, el procedimiento de investigación es similar al empleado en los proto-
colos individuales, con la diferencia de que dos o más sujetos traducen un texto
de forma conjunta (véase, por ejemplo, House 1988, Kußmaul 1995, 2000). Estos
protocolos se ponen en práctica con la intención de conferir una mayor naturali-
dad al experimento, eliminando la artificialidad del monólogo en soledad y evi-
tando que el sujeto deje de verbalizar en determinados momentos del proceso
(véase Kussmaul y Tirkkonen-Condit 1995).
Algunos investigadores afirman que los protocolos de diálogo proporcionan
datos más ricos y variados que los protocolos de pensamiento en voz alta porque
el trabajo conjunto implica que los sujetos tienen que justificar sus decisiones y
criticar las sugerencias de sus compañeros. Además, los sujetos encuentran la
situación experimental menos artificial y embarazosa que en los protocolos indi-
viduales (véase, por ejemplo, House 1998 o Pavlović 2009). No obstante, y a
pesar de esta evidencia a favor de su uso, el protocolo de diálogo no elimina los
problemas causados por la personalidad de los sujetos. Si algunos sujetos se sien-
ten extraños hablando en soledad, otros más tímidos y retraídos pueden ver su
participación limitada al sentirse intimidados por el trabajo en grupo.

80
 
Hacia el extremo cualitatito: explorando los atributos de la traducción

Por otra parte, estas diferencias en la personalidad de los diferentes partici-


pantes también pueden distorsionar los datos. Cabe la posibilidad de que uno de
los sujetos asuma el papel de líder, no porque sea mejor traductor, sino porque
tenga una personalidad más fuerte. Es probable que este tipo de sujetos imponga
sus soluciones, no porque sean mejores o más adecuadas, sino porque los demás
tiendan a aceptar las soluciones del sujeto con la personalidad más dinámica y
dominante. De la misma forma, es posible que los sujetos con una personalidad
más introvertida no se atrevan a aportar sus soluciones por timidez o temor a
equivocarse. Una solución factible para erradicar la posibilidad de que algún suje-
to ejerza una superioridad psicológica o social sobre los otros consiste en la elec-
ción de sujetos con un temperamento similar (véase Kussmaul y Tirkonnen-
Condit 1995).
Otro inconveniente de los protocolos de diálogo tiene que ver con el tipo de
procesos sobre los que proporcionan información. Como señala Jääskeläinen
(2011: 19), este tipo de diálogo en grupo proporciona datos interesantes, pero la
traducción conjunta implica procesos diferentes que no son válidos para explicar
la tarea de traducción en soledad. Cuando un individuo traduce solo, no tiene que
realizar ningún tipo de interacción social ni recibe ningún tipo de influencia, ni
positiva ni negativa, de su compañero. Por este motivo, al analizar los datos de un
protocolo de diálogo el investigador debe tener en cuenta que esta limitación re-
duce la validez de los resultados obtenidos para explicar el proceso de traducción
individual.
No obstante, las dificultades del uso de este tipo de protocolos para la inves-
tigación del proceso traslativo no invalidan su aplicación en otros ámbitos. El
carácter interactivo de los protocolos de diálogo resulta, por ejemplo, especial-
mente útil desde un punto de vista didáctico. El proceso de justificación y discu-
sión de las decisiones tomadas contribuye a identificar estrategias de traducción
adecuadas, facilitando así que los estudiantes de traducción aumenten su propio
repertorio de estrategias y mejoren su competencia traductora (cf. Kußmaul 1995,
2000, Hönig 1990).

2.5.2. Los diseños que usan la retrospección

Los diseños que usan la retrospección como método de estudio han ganado im-
portancia recientemente en los trabajos que investigan los procesos cognitivos
implicados en la traducción y la interpretación. En realidad, al igual que los pro-
tocolos de pensamiento en voz alta, la retrospección es también un método de
carácter introspectivo, puesto que permite el acceso a los procesos cognitivos de
los sujetos a través de sus propios testimonios o informes. La principal diferencia
entre ambos métodos es que la retrospección no se realiza durante la tarea sino

81
 
Diseños y métodos de investigación en traducción
 
una vez que ésta ha finalizado. De este modo, no interfiere en la realización de la
misma y no tiene efectos sobre el proceso, proporcionando así una mayor validez
ecológica al experimento.
No obstante, en los estudios de traducción es posible encontrar un método de
carácter retrospectivo que puede ejercer cierta influencia en el proceso de traduc-
ción. Nos referimos al método integrado de informe de problemas y decisiones
(en inglés, IDPR) propuesto por Gile (2004). Este método se planteó en primera
instancia como herramienta didáctica para fomentar la conciencia de los alumnos
sobre los componentes del proceso de traducción y promover sus esfuerzos para
mejorar la calidad de sus traducciones. Consiste en pedir a los alumnos que des-
criban, bien en notas a pie de página, bien en un informe emitido al terminar la
tarea, los problemas de traducción encontrados, las estrategias empleadas para
resolverlos, las herramientas y recursos consultados y las decisiones tomadas.
Tiene la ventaja de que el investigador puede leer los comentarios inmediatamen-
te después de terminar la traducción y no necesita intervenir durante el proceso
porque las instrucciones se proporcionan al inicio de la tarea. No obstante, desde
el punto de vista de los sujetos, recibir las instrucciones con anterioridad a la tarea
puede causar ciertos inconvenientes, aumentando la posibilidad de interferencias
en el proceso de realización de la misma. Por otra parte, lo que el sujeto describe
en este tipo de protocolos depende de lo que conscientemente considere relevante
o se sienta motivado a escribir, por lo que es muy probable que la información
proporcionada sea incompleta (véase Göpferich y Jääskeläinen 2009).
El uso de la retrospección se basa en el supuesto de que parte de la informa-
ción de la memoria de trabajo de los sujetos al realizar una determinada tarea se
almacena en la memoria a largo plazo y, por lo tanto, puede recuperarse más tar-
de. Así pues, la retrospección es más fácil si la duración de la tarea ha sido breve
y si ha transcurrido poco tiempo desde su finalización. De hecho, existe evidencia
que demuestra que únicamente se recuerda con total exactitud la información
sobre los procesos de tareas que no superan los diez segundos. En tareas con una
duración entre cinco y diez minutos, la exactitud de la información se reduce al
aumentar la probabilidad de olvido. Esta limitación es, sin duda, un grave incon-
veniente para aplicar la retrospección a tareas de traducción, ya que éstas a menu-
do requieren bastante tiempo para su realización. Cuando los sujetos terminan la
traducción, es muy probable que hayan olvidado lo que estaban pensando al co-
mienzo del proceso y, para suplir esta deficiencia, tienden a especular sobre lo
que creen que deberían haber estado pensando (véase Englund Dimitrova y Tise-
lius 2009: 110-1).
Otro inconveniente general de la retrospección es que, al igual que ocurre con
los protocolos de pensamiento en voz alta, no permite el recuerdo completo de
toda la información, puesto que los sujetos sólo pueden acceder a aquellos proce-
sos de los que son conscientes. Es más, los recuerdos se someten inevitablemente

82
 
Hacia el extremo cualitatito: explorando los atributos de la traducción

a procesos adicionales de abstracción, generalización, elaboración, etc. Por esta


razón, la percepción reflejada en los recuerdos de los sujetos no coincide necesa-
riamente con lo que realmente han realizado durante la tarea ni con los procesos
que han tenido lugar durante la misma. Además, la traducción se caracteriza por
una forma de trabajo que implica una referencia continua y recurrente al mismo
material escrito, un proceso que también dificulta el recuerdo preciso del momen-
to exacto en el que aparece un determinado problema de traducción. A estos pro-
blemas se suma la probabilidad de encontrar diferencias en la capacidad de me-
moria de los sujetos y en su motivación y disposición para contar sus recuerdos.
Todo estos inconvenientes que, sin duda, pueden afectar a la validez de los
resultados han intentado resolverse mediante el uso de métodos que faciliten el
recuerdo de la información. Para conseguir la máxima eficacia en la retrospección
es fundamental elegir un estímulo para la memoria que facilite un recuerdo lo más
preciso posible y minimice el riesgo de originar nuevos procesos cognitivos que
no formen parte de la tarea original. En una tarea de traducción, los instrumentos
posibles para estimular la memoria son la visualización del texto origen, la ver-
sión final del texto meta, una grabación de vídeo de la tarea o la reproducción de
un archivo con la grabación del proceso de escritura en tiempo real. De la misma
forma, tras una tarea de interpretación, los instrumentos posibles para estimular la
memoria son el acto de habla origen (grabado o en una transcripción escrita) y la
grabación oral de la versión interpretada, o una grabación en vídeo.
La mayoría de trabajos que han aplicado la retrospección lo han hecho usan-
do como estímulo la reproducción del proceso de escritura o de la versión inter-
pretada, con o sin el texto origen. Sin embargo, el riesgo de este método ha sido la
posibilidad de desencadenar nuevos procesos cognitivos que pueden distorsionar
los datos. Al enfrentarse con su propia traducción o interpretación, los sujetos
tienen dificultades para controlar sus emociones y tienden a evaluar y explicar el
producto en lugar del proceso. Englund Dimitrova y Tiselius (2009: 113) sugieren
que una manera de eliminar este riesgo es usar únicamente la presentación del
texto origen como estímulo de la retrospección para después validar estos datos
mediante el contraste con los obtenidos durante la grabación del proceso de tra-
ducción.

2.5.2.1. La retrospección con entrevista o diálogo retrospectivo inmediato

Una variante de los diseños basados en la retrospección ha consistido en comple-


mentar los comentarios de los sujetos sobre su proceso de traducción con una
entrevista posterior en la que se dialoga con los sujetos acerca de su comporta-
miento, los problemas encontrados, los errores o cualquier otra cuestión que se
considere relevante (Hansen 2006). En la mayoría de los estudios, el procedi-

83
 
Diseños y métodos de investigación en traducción
 
miento de trabajo comienza asignando a los participantes la realización de una
tarea de traducción. El proceso de elaboración de esta tarea puede o no grabarse
mediante el uso de un programa de ordenador (como por ejemplo, el software
Translog) que registra en tiempo real el proceso de escritura de la traducción re-
cogiendo cada una de las pulsaciones efectuadas por el traductor. Una vez finali-
zada la tarea, el investigador, que ha podido o no estar presente durante el proceso
de traducción, inicia un diálogo con el sujeto sobre el desarrollo de dicho proceso.
El principal objetivo de este diálogo es comentar los problemas y dificulta-
des surgidas durante la tarea y exponer las estrategias y decisiones adoptadas
para resolverlas. Si el proceso se ha grabado mediante el uso de un programa
como Translog, su función de reproducción permite al sujeto visualizar el texto
origen y el proceso de escritura del texto meta en la pantalla del ordenador mien-
tras comenta todo lo que acontecía en su mente durante la traducción. En este
caso, el investigador inicia el diálogo inmediatamente después de que los sujetos
terminen de elaborar sus comentarios sobre el proceso visualizado. Todos los
comentarios realizados durante la reproducción del proceso y el diálogo con el
investigador se graban y más tarde se transcriben para poder analizarlos. En
aquellos trabajos que el diseño experimental lo requiera (como en el caso del
trabajo de Hansen (2006), en el que primero era necesario completar la evalua-
ción de las traducciones y el análisis de los comentarios) es posible usar un diá-
logo retrospectivo «retardado», que puede realizarse una o dos semanas después
de llevar a cabo los experimentos.
El diálogo retrospectivo permite al investigador alcanzar una visión más
completa y exhaustiva del comportamiento de los sujetos durante el proceso, pro-
porcionando explicaciones plausibles para sus actos y decisiones. Su uso no evita
las dificultades para discriminar los procesos reales de los generados de manera
concurrente a la posterior visualización del proceso. No obstante, en combinación
con Translog presenta indudables ventajas para la investigación del proceso de
traducción. Por una parte, el programa informático proporciona una serie de datos
empíricos de carácter objetivo (por ejemplo, número de pausas, retrocesos, elimi-
naciones, inserciones, etc.) que nos permiten localizar la existencia de problemas
y la búsqueda de posibles soluciones. Por otra parte, el diálogo inmediatamente
posterior a la tarea de traducción suministra comentarios de carácter introspectivo
que facilitan el acceso a la mente de los sujetos y sugieren posibles explicaciones
para dichos datos empíricos. El contraste de estos comentarios con la información
objetiva de Translog facilita la triangulación de los datos y contribuye a la valida-
ción de los métodos de tipo retrospectivo, contrarrestando los efectos vinculados a
estos métodos en lo relativo a la distorsión en la percepción que los sujetos tienen
de lo realizado, sentido o procesado. Es más, una de las mayores ventajas del uso
del diálogo retrospectivo consiste en que, al igual que la mayoría de métodos
retrospectivos, no interfiere en el proceso de traducción.

84
 
Hacia el extremo cualitatito: explorando los atributos de la traducción

Teniendo en cuenta las características anteriormente expuestas de la entrevis-


ta inmediatamente posterior a la tarea de traducción, así como los beneficios e
inconvenientes de los métodos de retrospección, es posible concluir que los dise-
ños basados en este tipo de métodos pueden ayudarnos a arrojar luz sobre los
procesos cognitivos que tienen lugar en la mente del traductor. Sin embargo, los
inconvenientes asociados a su uso aconsejan que la entrevista inmediatamente
posterior a la tarea de traducción se complemente con otros métodos que contri-
buyan a contrarrestar la subjetividad inherente a la retrospección mediante resul-
tados más empíricos y objetivos, como es el caso del programa Translog y/o de
instrumentos, como el lector de movimientos oculares, que nos permitan medir el
esfuerzo cognitivo de los sujetos.

2.5.2.2. Los cuestionarios y los diarios de traducción

Otro método que sirve para completar los datos sobre el proceso obtenidos me-
diante la introspección, la retrospección y/o los métodos cuantitativos más objeti-
vos son los cuestionarios. Los cuestionarios pueden diseñarse específicamente
para un estudio, con el objetivo de obtener información detallada sobre un aspecto
particular que resulte de interés para la investigación desarrollada. Un ejemplo de
este tipo de cuestionario es el empleado por Bergen (2006, 2009) en su trabajo
sobre el papel desempeñado por la metacognición y el conflicto cognitivo en el
desarrollo de la competencia traductora. Este cuestionario en concreto se diseñó
para obtener información sobre el concepto particular que los alumnos tienen de
la traducción, pero cada investigador puede diseñar sus propios cuestionarios
según los objetivos de su estudio.
Otra posibilidad consiste en usar cuestionarios ya validados y empleados en
otras investigaciones similares, ya sea en el mismo campo o en áreas afines. Un
ejemplo es el uso que los estudios sobre la presión del tiempo en interpretación
hacen de los cuestionarios psicológicos para medir el estrés. Así por ejemplo,
Moser-Mercer et al. (1998) utilizan un cuestionario psicológico (Reicherts y Pe-
rrez 1994) que mide el estrés a través de las respuestas de los sujetos a 18 situa-
ciones estresantes hipotéticas. Kurz (1997), Jiménez y Pinazo (2001), y Moser-
Mercer (2003) usan el test psicológico STAI (State-Trait Anxiety Inventory) que
sirve para medir el nivel de estrés que tiene el sujeto en estado normal y en un
momento preciso. Riccardi, Marinuzzi y Zecchin (1998) emplean el Cuestionario
de Escala de Ansiedad ASQ y la Escala de Depresión CDQ del MMPI-2 (Inventa-
rio Multifásico de Personalidad de Minesota) para contrastar los niveles de ansie-
dad de estudiantes de interpretación frente a profesionales, antes y después de una
conferencia.

85
 
Diseños y métodos de investigación en traducción
 
Los diarios de traducción son un método muy similar al mencionado método
integrado de informe de problemas y decisiones propuesto por Gile (2004). En la
era digital moderna, los diarios de investigación han adquirido múltiples modos
de capturar los datos y desarrollar su potencial de análisis. Desde el formato está-
tico en papel y en blanco y negro, los diarios han evolucionado hasta una versión
en color de los programas de ordenador de carácter más dinámico e interactivo.
Pero tanto si se les denomina diarios, notas de campo, libros de laboratorio, blogs
o memorias externas, todos ofrecen un método para registrar los datos basado en
la observación de los participantes. En los diarios también se pide a los sujetos
que describan, normalmente al terminar la tarea de traducción, los problemas
encontrados y las estrategias adoptadas para resolverlos. Es posible que el inves-
tigador requiera, al mismo tiempo, información adicional que considere de rele-
vancia para su estudio, como la estrategia de traducción global que dirigió sus
decisiones o las herramientas y recursos empleados. Al igual que el método de
Gile, los diarios se han empleado sobre todo como herramienta didáctica para
fomentar el pensamiento crítico de los alumnos y su capacidad para la auto-
reflexión (Bergen 2009). Además, los diarios también fomentan la capacidad de
auto-evaluación e incrementan el nivel de confianza de los alumnos, ayudándoles
a asumir la responsabilidad de sus propias decisiones (Fox 2000). Por otra parte,
resultan igualmente beneficiosos para el profesor, puesto que le proporcionan un
medio de acceso a los errores y deficiencias en el aprendizaje de cada alumno de
forma individual.
No obstante, los diarios plantean problemas similares a los señalados en el
uso del método integrado de informe de problemas y decisiones. Los datos obte-
nidos mediante los diarios proporcionan una visión parcial del proceso, puesto
que los alumnos comentarán únicamente aquellos aspectos de los que sean cons-
cientes o sobre los que se sientan motivados a escribir. Es más, aunque ciertos
autores (como por ejemplo, Fox 2000) creen que informar al profesor sobre sus
dificultades y logros confiere a los alumnos un sentimiento de confianza y seguri-
dad, es posible que algunos se sientan intimidados al saber que el profesor leerá
sus comentarios y eviten escribir lo que podría ser un error.
Una manera para asegurar la precisión y monitorización de los comentarios
registrados en los diarios consiste en complementar su uso con un informe en voz
alta que los alumnos deben realizar en clase una vez que han entregado sus tra-
ducciones. Saber que deben defender sus traducciones en público motiva a los
alumnos a reflexionar más detenidamente sobre las decisiones tomadas y a man-
tener un registro más detallado de la información para poder justificar dichas de-
cisiones (Fox 2000).

86
 
Hacia el extremo cualitatito: explorando los atributos de la traducción

2.6. Epílogo hacia una metodología de corte más cuantitativo

En este capítulo hemos revisado los principales tipos de diseños y métodos emplea-
dos en la investigación cualitativa desarrollada en traducción e interpretación. Al-
gunos de los métodos examinados aquí pueden emplearse también en trabajos de
investigación de índole cuantitativa. Sin embargo, se han clasificado como cualita-
tivos porque están específicamente diseñados para obtener información de índole
verbal que nos permita explorar la naturaleza y atributos del fenómeno estudiado.
La elección del método más apropiado depende de factores intrínsecos a la investi-
gación, como el tema y los objetivos del estudio. Algunos diseños y métodos son
más adecuados para discutir aspectos teóricos, otros son más apropiados para anali-
zar la adquisición y desarrollo de la competencia traductora y otros presentan claras
ventajas para el estudio de los procesos cognitivos implicados en la traducción.
Cada uno de los diferentes diseños y métodos aporta una serie de beneficios para un
tipo determinado de estudio, pero también plantea dificultades que apuntan a la
necesidad de validar su uso mediante diseños cuantitativos más rigurosos y objeti-
vos. Los dos capítulos siguientes se dedican precisamente a la revisión de este tipo
de diseños basados en un análisis más cuantitativo y objetivo de los datos.

Proyectos

1. Quieres utilizar el protocolo de pensamiento en voz alta para investigar si


existen diferencias entre el inglés y el español en la forma en la que los
traductores transmiten la información relativa a la manera o modo en el
que se realiza o describe un evento. Diseña y planifica los pasos del estu-
dio.

2. Has decidido completar el estudio planteado en el ejercicio anterior reali-


zando una entrevista final a los sujetos que te ayude a detectar las dificul-
tades a las que se han enfrentado durante la traducción. Diseña cuidado-
samente la entrevista para conseguir la información que necesitarías.

3. Te interesa comprobar los posibles efectos didácticos de un curso diseña-


do para enseñar al alumnado las estrategias de traducción empleadas más
frecuentemente a la hora de transmitir la información relativa a la manera
o modo en el que se realiza o describe un evento. ¿Qué tipo de estudio
llevarías a cabo para determinar dichos efectos? Planifica los diferentes
pasos.

87
 
Diseños y métodos de investigación en traducción
 
4. Identifica cuáles de los siguientes métodos de investigación podrían em-
plearse en un diseño cualitativo y justifica tu razonamiento:

— Los receptores de respuesta galvánica, que pueden servir para medir el


impacto de la traducción y el texto origen.
— La entrevista retrospectiva, en la que los participantes verbalizan sus
pensamientos una vez que han terminado la traducción.
— La resonancia magnética funcional (fMRI), que puede servir para es-
tudiar las áreas del cerebro que están activas durante una tarea de tra-
ducción o interpretación.
— Los protocolos de pensamiento en voz alta, en los que los participan-
tes deben verbalizar sus pensamientos durante el proceso de traduc-
ción.
— La combinación de un lector de movimientos oculares, que nos ayuda
a comparar el esfuerzo cognitivo empleado por traductores expertos
frente a alumnos, con el análisis de las diferentes estrgias de traduc-
ción usadas como indicador de calidad.

88
 
3
Hacia el extremo cuantitativo:
el corpus y la encuesta

Tal y como se indicaba en el capítulo anterior, los capítulos 2, 3 y 4 de este libro


se dedican a la revisión de los tipos de diseño metodológico más frecuentes en el
ámbito de la traducción y la interpretación. Si el capítulo 2 ofrecía una revisión de
los diseños basados en los tipos de métodos más cualitativos, el presente capítulo
y el siguiente se centran en los métodos de corte más cuantitativo. En el capítulo 3
se discuten las características que definen a la investigación cuantitativa en el
ámbito de la traducción y se revisan dos de los tipos de diseño más característicos
de esta área de estudio: los métodos basados en el uso de encuestas y los basados
en el uso de corpus. La revisión de los métodos experimentales se realiza en el
capítulo 4, dada la complejidad de este tipo de diseños.
La etiqueta de diseños cuantitativos constituye, en realidad, una fórmula glo-
bal que abraza una amplia gama de temas y métodos de investigación. Los dos
capítulos dedicados a este tipo de diseños se han concebido con el propósito gene-
ral de mostrar de qué forma los métodos cuantitativos han contribuido al estudio
de la traducción. Se revisan los temas o áreas de estudio más propicias para este
tipo de diseños y se ejemplifican sus distintas aplicaciones en la práctica. La
complejidad del análisis cuantitativo desaconseja cualquier intento de profundizar
en las técnicas estadísticas de interpretación de los datos en un capítulo de las
dimensiones de los aquí esbozados. Al igual que en el resto de capítulos, la inten-
ción es ofrecer una introducción orientada que ofrezca a los lectores una visión
general de la relación entre los distintos enfoques teóricos, técnicas y métodos de
análisis. Esta introducción a los diseños cuantitativos no se concibe como una
meta, sino más bien como un punto de partida que puede resultar de utilidad para
aquellos interesados en profundizar en este tipo de diseños.

89
 
Diseños y métodos de investigación en traducción
 
3.1. La cantidad no está reñida con «la calidad» del análisis
en el diseño metodológico

Como su nombre indica, en la metodología cuantitativa el parámetro de cantidad


adquiere una relevancia especial en el análisis e interpretación de los datos. Los
detractores de este tipo de metodología han resaltado los problemas de su aplica-
ción a las ciencias sociales y han tachado su análisis de excesivamente reduccio-
nista y proclive a centrarse en cuestiones demasiado triviales que enfatizan el
papel de los sujetos e ignoran el contexto en el que éstos se sitúan (véase Jones
2011: 201). La tendencia a reducir la realidad a valores numéricos a menudo se ha
interpretado como una amenaza a la creatividad y capacidad de análisis del inves-
tigador.
Por otra parte, lo que para sus detractores son problemas, para sus defensores
se convierten en fortalezas de la metodología. Para los partidarios de los métodos
cuantitativos, su tendencia reduccionista aumenta el potencial para generalizar los
resultados. De la misma forma, su inclinación a centrarse en cuestiones triviales
se considera como el reflejo de un intento por simplificar el diseño experimental
que aumenta la posibilidad de replicar y validar los resultados. Los diseños cuan-
titativos de corte experimental sitúan el foco de atención en el papel de los suje-
tos, pero los diseños basados en el uso de corpus proporcionan un método para
sistematizar el contexto y definir sus patrones de funcionamiento. Es más, un
enfoque cuantitativo no tiene por qué estar reñido ni con la creatividad del inves-
tigador, ni mucho menos con su capacidad de análisis. Por el contrario, hay indi-
cios que muestran una relación entre la productividad, el genio artístico y la cali-
dad del trabajo. La siguiente anécdota ilustra mediante un sencillo experimento
cómo centrarnos en la cantidad también puede ayudarnos a conocer mejor un
fenómeno y aumentar la calidad del trabajo:

Ejemplo 3.1 La cantidad no está reñida con la calidad


Al comenzar el día, la maestra de cerámica anunció que iba a dividir la clase en dos
grupos: los ubicados a la izquierda del estudio, dijo, serían evaluados solamente por la
cantidad de trabajo que produjeran y aquellos que estaban a la derecha solamente por
la calidad. El procedimiento fue simple: al finalizar el curso la maestra trajo las balan-
zas para pesar el trabajo del grupo «cantidad»: 50 libras de vasijas merecieron una A,
40 libras una B etc. Los que iban a ser evaluados por la calidad solo tenían que entre-
gar una vasija (eso sí perfecta) para conseguir la A. Muy bien, al llegar la hora de cali-
ficar surgió un hecho curioso: los trabajos de más alta calidad habían sido todos pro-
ducidos en el grupo «cantidad». Al parecer, mientras en el grupo de cantidad se
pasaron la clase ocupadísimos produciendo pilas de trabajos (y aprendiendo de sus
propios errores), el grupo de calidad se sentó a teorizar acerca de la perfección. Al fi-

90
 
Hacia el extremo cuantitativo: el corpus y la encuesta

nal solo pudo mostrar, además de sus esfuerzos en torno a grandiosas teorías, una pila
inerte de arcilla.
(Bayles y Orland 2001, traducción de la contraportada de su libro disponible en:
http://refugioantiaereo.com/2006/05/¿calidad-o-cantidad?)

Si aplicamos un principio similar en metodología de la investigación, es posi-


ble afirmar que analizar una gran cantidad de datos puede ayudar al investigador a
adquirir un conocimiento más profundo y detallado del fenómeno estudiado. Pero
aunque analizar una gran cantidad de datos nos ayude a familiarizarnos con el
objeto de estudio, la cantidad no es por sí sola garantía del éxito de la investiga-
ción. Para garantizar una explicación sólida del fenómeno observado, la investi-
gación cuantitativa debe cumplir una serie de parámetros que revisamos a conti-
nuación.

3.1.1. La definición de las variables

Uno de los primeros pasos de toda investigación cuantitativa consiste en especifi-


car las variables del estudio para poder formular las preguntas o hipótesis de in-
vestigación. Una variable puede definirse como la característica o atributo de un
individuo, grupo de individuos o entidad, que es susceptible de ser medida y que
muestra variabilidad entre la población estudiada. Las variables se distinguen con
respecto a un modelo de causa-efecto que nos permite diferenciar cuatro tipos
básicos de variables. Los dos tipos centrales son las variables independientes y las
variables dependientes. Las independientes son las manipuladas por el investiga-
dor para estudiar su influencia sobre los resultados o variables dependientes. Las
dependientes, a su vez, pueden definirse como los resultados de la influencia de
las variables independientes, es decir, son el parámetro que mide el experimenta-
dor y que se ve alterado (o no) por la manipulación de la variable independiente.
Existen también variables intervinientes, que afectan a las variables dependientes
pero no pueden medirse ni manipularse porque son poco concretas o difíciles de
identificar.
Veamos un ejemplo que ilustra cómo se pueden operacionalizar estas varia-
bles en un estudio de traducción. Imaginemos que nuestro objetivo es investigar
los efectos de la presión por falta de tiempo en la calidad de la traducción. Para
llevar a cabo este objetivo, el investigador puede manipular la cantidad de tiempo
asignado (variable independiente) y medir la calidad de la traducción (la variable
dependiente). Si la calidad de una traducción es muy pobre, ese resultado puede
deberse a que los traductores no han tenido el tiempo necesario (variable inde-
pendiente) y/o a que no estaban lo suficientemente motivados o no habían descan-

91
 
Diseños y métodos de investigación en traducción
 
sado lo suficiente (variables intervinientes). Un tipo especial de variable indepen-
diente es la variable control, que se define como aquella cuyos valores se contro-
lan para asegurar que los cambios en ella no son los que explican o provocan los
cambios en los valores de la variable dependiente (por ejemplo, la edad, el sexo o
los niveles de ansiedad normales de los traductores pueden alterar los niveles de
presión experimentados por los sujetos y, por tanto, ejercer un efecto sobre la
calidad de la traducción). Las variables independientes y dependientes se relacio-
nan para dar respuesta a una pregunta de investigación (por ejemplo, ¿Qué in-
fluencia ejerce la presión por falta de tiempo sobre la calidad de la traducción?)
y/o para formular una predicción (por ejemplo, el incremento de la presión por
falta de tiempo tiene un efecto negativo en la calidad de la traducción o un mayor
nivel de experiencia permite controlar mejor los efectos de la presión por falta de
tiempo en la traducción).
En el caso del siguiente estudio de Lamberger-Felber y Schneider (2008) so-
bre el nivel de interferencia lingüística (INT) en interpretación simultánea (IS), la
variable dependiente sería la frecuencia de aparición de interferencias y la inde-
pendiente las diferentes condiciones de trabajo (con el apoyo visual del texto es-
crito y con preparación previa del mismo):

Ejemplo 3.2 Las variables dependientes e independientes


El objetivo del estudio era investigar el fenómeno de la interferencia lingüística con
respecto a la frecuencia y tipo de ocurrencia en diferentes condiciones de trabajo […].
Los resultados se analizaron para testar dos hipótesis sobre la influencia de las condi-
ciones de trabajo en IS con texto:
Hipótesis 1: Debido al doble input (auditivo y visual), las INTs son más frecuentes
en IS con texto.
Hipótesis 2: La preparación reduce la frecuencia de INT en la IS con texto.
A partir de los datos obtenidos, se estableció la frecuencia de los diferentes tipos de
INT y las posibles correlaciones con otros parámetros (Mi traducción).
(Lamberger-Felber y Schneider 2008: 222)

3.1.2. La selección de la muestra estadística

Una vez definidas las variables del estudio, otro de los primeros pasos a seguir en
la investigación cuantitativa consiste en seleccionar el conjunto de datos o indivi-
duos que se desea estudiar. Aunque lo ideal sería abarcar la totalidad de datos o
miembros de una población, la realidad (por problemas de tiempo, recursos o
accesibilidad) a menudo obliga al investigador a seleccionar una muestra o sub-

92
 
Hacia el extremo cuantitativo: el corpus y la encuesta

conjunto de casos o individuos de esa población. Las muestras se seleccionan con


el principal objetivo de usarlas para inferir características o propiedades de la
población total, por lo que han de ser representativas de la misma. Para asegurar
que la muestra sea lo más representativa posible, existen ciertas técnicas que el
investigador puede seguir para seleccionarla. Aunque nunca podremos estar to-
talmente seguros de que la muestra seleccionada sea completamente representati-
va, las técnicas de muestreo nos ayudan a lograr una probabilidad alta de que esta
condición se cumpla. Además, dichas técnicas permiten obtener resultados simila-
res a los de un estudio más amplio y exhaustivo pero con mayor rapidez y a un
coste menos elevado.
Existen dos métodos básicos para seleccionar muestras: el muestreo probabi-
lístico y el no probabilístico. El muestreo probabilístico se basa en la selección al
azar de los elementos de la población. Incluye todos los métodos para los que es
posible calcular la probabilidad de extracción de todas las muestras posibles. Los
métodos más conocidos de muestreo probabilístico son cuatro: el muestreo alea-
torio simple, el estratificado, el sistemático y el muestreo por conglomerados. En
el muestreo aleatorio simple todos los elementos tienen la misma probabilidad de
ser seleccionados. Aunque este tipo de muestreo es el más aconsejable en la in-
vestigación cuantitativa porque concede una mayor representatividad a la mues-
tra, es muy difícil conseguir una muestra verdaderamente aleatoria. Si quisiéra-
mos investigar, por ejemplo, por qué los alumnos de traducción e interpretación
eligen estos estudios en España, necesitaríamos un listado de todos los alumnos
que cursan el grado de traducción e interpretación en cada una de las universida-
des españolas que ofertan dicho grado. Sin embargo, como investigar a todos
estos alumnos implicaría un esfuerzo enorme, el investigador podría elegir selec-
cionar al azar una muestra de 100 participantes de la lista.
El muestreo estratificado es una variedad del aleatorio en la que se seleccio-
nan estratos o subgrupos homogéneos dentro de una población específica y des-
pués se generan muestras para cada uno de esos subgrupos. Usando el ejemplo
anterior, podríamos distinguir entre los alumnos masculinos y los femeninos se-
leccionando para cada estrato una muestra basada en los porcentajes de cada sub-
grupo en la población real. También podríamos distinguir entre los alumnos que
cursan diferentes lenguas B, seleccionando por ejemplo 50 de inglés y 50 de fran-
cés, para determinar posibles diferencias en su motivación.
El muestreo sistemático consiste en la selección al azar de un elemento de la
población a intervalos regulares. Por ejemplo, en una lista de todos los miembros
de una población se seleccionarían todos los individuos que estuvieran en la posi-
ción indicada por el intervalo. Para calcular el intervalo, dividiríamos el número
de la población total por el número de la muestra que queremos tomar. Entonces
escogeríamos un número al azar desde uno hasta el número indicado por el inter-
valo y a partir de ese número elegiríamos a los demás elementos siguiendo el

93
 
Diseños y métodos de investigación en traducción
 
orden. En el ejemplo propuesto, si la lista de alumnos tuviera 1.000 miembros y
quisiéramos seleccionar 100, podríamos usar la lista para elegir al azar uno de los
primeros 10 nombres y a partir de aquí seleccionar el alumno en la décima posi-
ción. Este tipo de muestreo puede aplicarse en la mayoría de situaciones, pero
siempre es conveniente comprobar que la población no muestra patrones periódi-
cos que condicionen la muestra. Por ejemplo, si trabajamos con un listado organi-
zado de forma que cada diez individuos los primeros cinco siempre son mujeres y
los siguientes cinco hombres, y seleccionamos un individuo cada diez, al final
nuestra muestra sólo tendría una población masculina.
En el muestreo por conglomerados se identifican los subgrupos naturales en
los que se divide una población y se generan muestras al azar dentro de cada uno
de los subgrupos. La diferencia con el muestreo por estratos es que mientras que
los estratos son homogéneos y diferentes entre sí, en el muestreo por conglomera-
dos los subgrupos son heterogéneos (puesto que representan la variabilidad de la
población total) y muy parecidos entre sí. Este tipo de muestreo es especialmente
útil cuando no existe una lista de elementos de la población o no se tiene acceso a
ella. Si retomamos el ejemplo anterior, el investigador puede elegir una muestra
de cada uno de los cursos académicos que componen la formación en traducción e
interpretación, seleccionando al azar una clase de cada uno de los diferentes nive-
les. También podría elegir al azar un número determinado de alumnos dentro de
cada una de las clases.
En aquellas ocasiones en las que la selección al azar no es posible, el investi-
gador puede optar por un muestreo no probabilístico que le permita seleccionar
de antemano los elementos de la población que considera más idóneos para el
estudio. El muestreo no probabilístico incluye todos aquellos métodos para los
que no es posible calcular la probabilidad de extracción de la muestra. Normal-
mente, este tipo de muestreo se basa en la experiencia previa de alguien con la
población y en ocasiones se usa como guía para tomar más tarde una muestra
aleatoria. Aunque el uso del muestreo probabilístico contribuye a incrementar el
potencial de generalización de los resultados, lo cierto es que una gran parte de la
investigación en traducción utiliza muestras no probabilísticas en forma de mues-
treo por conveniencia. Este tipo de muestreo selecciona a los elementos de la
población que se encuentran disponibles porque son de acceso fácil. El muestreo
por conveniencia es típico en las investigaciones conducidas por profesores uni-
versitarios que normalmente usan los alumnos de sus propias clases como mues-
tras. El problema es que los resultados pierden potencial de generalización. En
nuestro ejemplo sobre el alumnado de traducción e interpretación, si el investiga-
dor utilizara tan sólo los alumnos de dos de sus clases con la intención de investi-
gar su motivación para estudiar esta carrera, probablemente encontraría informa-
ción de indudable utilidad para su docencia e incluso para la de todo el grado. El
problema es que sería difícil extrapolar los resultados al resto de la población, es

94
 
Hacia el extremo cuantitativo: el corpus y la encuesta

decir, a todos los alumnos universitarios que cursan traducción e interpretación en


España.
Otras técnicas de muestreo no probabilístico son el muestreo por cuotas, el de
bola de nieve o el muestreo por decisión razonada. El muestro por cuotas es si-
milar al estratificado con la diferencia de que una vez identificados los estratos, el
investigador es libre para elegir a los sujetos de la muestra dentro de cada estrato.
El investigador fija unas «cuotas» que normalmente consisten en un número de
individuos que reúnen unas condiciones determinadas: por ejemplo, 10 individuos
entre 20 y 40 años, traductores profesionales con una experiencia de 5 años y
residentes en Murcia. El muestreo de bola de nieve parte de la selección de una
pequeña cantidad de individuos que cumplen los requisitos necesarios y que más
tarde nos conducen a otros con características similares. Este tipo de muestreo se
emplea especialmente con poblaciones muy reducidas o de difícil acceso. Los
ejemplos más prototípicos son las poblaciones marginales o los enfermos. En el
caso de la traducción, es posible imaginar que en un estudio sobre la interpreta-
ción con lengua de signos podríamos comenzar accediendo a algunos sujetos
sordos que a su vez nos condujeran a otros con características similares a las bus-
cadas. Finalmente, en el muestreo por decisión razonada, los elementos de la
muestra se eligen en función de algunas de sus características por una razón de-
terminada. Por ejemplo, en un trabajo reciente sobre el efecto de la ideología en la
traducción, la selección de la muestra requería 10 sujetos españoles con conoci-
mientos avanzados de inglés, de los cuales 5 debían tener una ideología liberal y 5
una conservadora (véase Rojo y Ramos 2012).
En el muestreo probabilístico el error muestral o cota de error (es decir, la di-
ferencia entre los atributos y características de la muestra y los de la población
que representa) es menor que en el muestreo no probabilístico. En la selección
basada en el azar, el riesgo de que los grupos se elijan de manera desproporciona-
da es menor (por ejemplo, hay menos riesgo de que se seleccionen sólo hombres
y ninguna mujer o viceversa). Para evitar el riesgo de una muestra sesgada es
posible calcular el error estándar de la media. Esta medida estadística calcula la
desviación estándar de la distribución de muestreo de la media, es decir, calcula el
grado en el que se espera que las medias de las diferentes muestras se alejen de la
media de la población debido al error aleatorio en el proceso de muestreo. Al
disminuir el error estándar, el valor de cualquier media de la muestra probable-
mente se acercará al valor de la media de la población y será, por tanto, más re-
presentativa de ésta.
El tamaño de la muestra también desempeña un papel decisivo en el cálculo
de error muestral. Cuanto mayor sea el tamaño de la muestra, menor será el índice
de error muestral. No obstante, conviene tener en cuenta que una muestra dema-
siado grande dificulta enormemente el análisis de los datos y la realización del
estudio. Es más, existe un punto límite a partir del cual el incremento en el tama-

95
 
Diseños y métodos de investigación en traducción
 
ño de la muestra no garantiza un aumento proporcional en la precisión de los da-
tos. Algunos de los tamaños mínimos sugeridos para las muestras son: en los es-
tudios basados en encuestas, se considera que cada uno de los subgrupos principa-
les debe contener como mínimo 100 casos y los subgrupos secundarios entre 20 y
50. En los diseños experimentales, se establece que debe haber al menos 30 parti-
cipantes en cada grupo (véase Lewin 2011: 223). En los estudios de corpus, aun-
que no parece existir acuerdo sobre el tamaño ideal de la muestra, se han desarro-
llado fórmulas estadísticas para calcular el umbral mínimo de representatividad de
un corpus o su tamaño ideal (véase Yang et al. 2002). Todas estas cifras son, sin
embargo, estimaciones para muestras de un tamaño óptimo que no siempre es
posible alcanzar en la práctica. Por ejemplo, la mayoría de los experimentos reali-
zados con traductores e intérpretes profesionales emplean una muestra que no
supera los 10 sujetos por grupo (en ocasiones 5 o incluso menos). El tamaño re-
ducido de estas muestras es comprensible si tenemos en cuenta que, a excepción
de la minoría que compagina su trabajo de traductor o intérprete con la docencia
en la universidad, acceder a estos sujetos es sumamente difícil, pero más aún lo es
convencerles para que empleen parte de su tiempo en tareas de investigación «no
remuneradas».

3.1.3. La codificación de los datos

En las investigaciones de tipo cuantitativo realizadas en el ámbito de la traduc-


ción, existen distintas maneras de cuantificar los datos. Mientras que en los méto-
dos cualitativos el investigador usa datos de naturaleza verbal o nominal, en los
métodos cuantitativos su papel consiste principalmente en convertir los datos
verbales en numéricos en un intento por simplificar, objetivar y cuantificar lo que
ha observado. De esta forma, es posible que los datos sean, desde un principio,
mediciones reales de algo que puede computarse o cuantificarse (por ejemplo, el
tiempo que la mirada se fija sobre un término o la duración de las pausas al tradu-
cir). Pero también es posible que el investigador se enfrente a datos verbales que
desee convertir a medidas numéricas, como es el caso de los datos obtenidos en
los protocolos de pensamiento en voz alta o en las entrevistas retrospectivas. En
estos casos, es necesario transcribir y organizar los datos en tipologías que nos
permitan contabilizar el número de ejemplos asignados a cada categoría.
Una vez que los datos (tanto cuantitativos como cualitativos) se han organi-
zado en categorías, es necesario codificarlos de forma numérica para poder llevar
a cabo el análisis estadístico. La codificación de los datos depende de la naturale-
za de las escalas empleadas para medir las variables. Las escalas de medida defi-
nen cuatro tipos básicos de variables: nominales, ordinales, de intervalo y de

96
 
Hacia el extremo cuantitativo: el corpus y la encuesta

razón. La distinción entre estos tipos de escala es uno de los elementos que de-
termina la elección del método estadístico más apropiado para el análisis.
Las variables nominales son variables numéricas con valores que representan
una categoría o identifican un grupo de pertenencia sin que exista un orden lógi-
co. Por ejemplo, podemos agrupar a los participantes según sean únicamente ha-
blantes bilingües o traductores profesionales. En este caso, para el análisis esta-
dístico podríamos codificar los datos asignando un 1 a los bilingües y un 2 a los
traductores profesionales. Pero independientemente de que nosotros pertenezca-
mos a uno u otro grupo, no podemos afirmar que uno es mayor que el otro.
Las variables ordinales son variables numéricas con valores que representan
una categoría o identifican un grupo de pertenencia contando con un orden lógico.
Este tipo de variables nos permite identificar si una categoría es mayor o menor
que otra, pero no podemos determinar las distancias entre ellas porque no son
cuantificables. Un ejemplo de este tipo de variable es el nivel de educación. De
esta forma, si usamos alumnos de traducción con distintos niveles de formación,
podríamos codificar los datos de la siguiente manera: alumnos de primer año de
grado (1), de último año de grado (2) y alumnos de posgrado (3).
Las variables de intervalo son variables numéricas con valores que represen-
tan magnitudes y muestran la misma distancia entre los números de la escala. Este
tipo de variables nos permite realizar comparaciones, establecer un orden dentro
de sus valores y medir la distancia existente entre cada valor de la escala. Las
variables de intervalo carecen de un cero absoluto, por lo que no es posible reali-
zar operaciones como la multiplicación o la división. Las variables de razón son
exactamente iguales que las de intervalo, con la salvedad de que cuentan con el
valor 0 absoluto, por lo que permiten realizar cualquier tipo de medición u opera-
ción. Debido a la similitud entre estos dos tipos de variables, el programa de aná-
lisis estadístico SPSS las ha unido en una variable denominada escala, que inclu-
ye todas aquellas variables cuyos valores representan magnitudes, cuenten o no
con un cero absoluto. Un ejemplo de esta variable de escala es el tiempo de dura-
ción de las pausas o de las fijaciones oculares de los traductores al realizar una
tarea de traducción. En este tipo de escala podemos decir que la distancia entre 12
y 14 milisegundos es la misma que existe entre 16 y 18 milisegundos. Los valores
de las variables de escala son aptos para el análisis estadístico porque tienen valo-
res continuos.
La codificación de datos cualitativos obtenidos mediante instrumentos como
los cuestionarios o los protocolos de pensamiento en voz alta es posible tras su
organización en categorías cuantificables (podemos, por ejemplo, contabilizar los
distintos tipos de problemas encontrados al realizar una traducción). Sin embargo,
conviene tener en cuenta que la codificación de este tipo de datos cualitativos
siempre resulta más problemática que la codificación de datos cuantitativos.
Además de requerir más tiempo y esfuerzo por parte del investigador, el proceso

97
 
Diseños y métodos de investigación en traducción
 
de codificación de los datos cualitativos implica inevitablemente el punto de vista
subjetivo de la persona que codifica los datos. Después de todo, la interpretación
del significado o contenido de los datos cualitativos depende en última instancia
del investigador que codifica los datos. Por esta razón, y especialmente en aque-
llos casos en los que existe más de un investigador codificando los datos, es con-
veniente usar una medida estadística que nos ayude a asegurar la consistencia y
fiabilidad de los mismos. Un ejemplo de este tipo de medidas es el índice kappa
de Cohen, que nos permite establecer la media del nivel de concordancia existente
entre un conjunto de datos, relacionando el acuerdo que exhiben los observadores
con el acuerdo potencial que se puede esperar sin intervención del azar. Aunque
no existe acuerdo sobre el índice de kappa que puede considerarse  como indica-
dor de una buena concordancia,  en una escala del 0 al 1 se considera generalmente
como aceptable un valor mayor o igual a 0,40 y excelentes los valores superiores
a 0,75.

3.1.4. El análisis estadístico de los datos

La principal diferencia que distingue a los métodos cuantitativos de los cualitati-


vos reside en la inclusión del análisis matemático y estadístico de los datos. Fren-
te al énfasis de los métodos cualitativos en la discusión teórica, el punto de mira
en los métodos cuantitativos se sitúa en proporcionar medidas u observaciones
para corroborar o refutar una teoría. En este sentido, la capacidad del investigador
para reducir el problema a una serie de variables y su habilidad para examinar las
relaciones entre ellas mediante un diseño controlado y el análisis objetivo y esta-
dístico de los datos se convierten en las estrategias de análisis más valiosas. La
estadística se adopta como un instrumento especialmente útil en el análisis de
datos cuantitativos porque nos permite estimar los parámetros de toda la pobla-
ción a partir de los datos obtenidos para una muestra. A veces, ciertas nociones
básicas de estadística (por ejemplo, porcentajes, medias o medidas de frecuencia)
bastan para responder a nuestra pregunta de investigación. Se trata de una estadís-
tica de tipo descriptivo que nos sirve para describir, resumir y explicar la distribu-
ción de un conjunto de datos. Sin embargo, en investigaciones más complejas es
necesario recurrir a procedimientos estadísticos más sofisticados o detallados que
nos permitan identificar diferencias entre grupos, establecer la relación entre va-
riables o crear modelos para realizar las predicciones. En estos casos, el investi-
gador trabaja con una estadística de tipo inferencial, que se utiliza para establecer
inferencias sobre los parámetros de la población total. Ofrecer una visión detalla-
da de las posibilidades del análisis estadístico excede los límites del presente tra-
bajo. No obstante, a continuación se presentan los criterios básicos necesarios
para comprender las aplicaciones y el funcionamiento esencial de ambos tipos de

98
 
Hacia el extremo cuantitativo: el corpus y la encuesta

estadística (véase Phakiti 2010 para una descripción más detallada del análisis de
datos cuantitativos).

3.1.4.1. La estadística descriptiva

La estadística descriptiva nos permite explorar los datos para describir el estado
de las cosas antes de buscar explicaciones sobre las causas de determinados fe-
nómenos. Un ejemplo típico de este tipo de estadística es el uso de la media de los
resultados de todos los alumnos que realizan un test para mostrar el nivel general
de toda la clase. Las explicaciones acerca de las causas de dicho nivel requieren
un análisis más detallado de la relación de estos datos con variables que puedan
explicarlos, como el método didáctico empleado o la motivación del alumnado.
La estadística descriptiva incluye tres medidas básicas: las medidas de frecuencia,
la tendencia central y la dispersión. La frecuencia absoluta de una variable esta-
dística es el número total de veces que el valor aparece en la muestra. Como la
frecuencia absoluta está influida por el tamaño de la muestra (si aumenta el tama-
ño de la muestra, también aumenta la frecuencia absoluta), para realizar compara-
ciones es necesario utilizar una medida de frecuencia relativa. La medida de fre-
cuencia relativa más empleada calcula la frecuencia en términos de tantos por
ciento y se denomina porcentaje.
La tendencia central nos ayuda a describir la agrupación de los datos alrede-
dor de un valor central. Las tres medidas más comunes de tendencia central son la
media, la mediana y la moda. La media es la más conocida y se calcula sumando
todos los valores de una variable y dividiendo la suma por el número de valores
(por ejemplo, la media de los valores 2 4 6 8 10 es 6 (30/5 = 6)). La mediana es el
valor que divide el conjunto exactamente en dos mitades (por ejemplo, en el con-
junto de datos anterior la mediana también es 6, pero en el conjunto 2 3 4 5 7 25,
la mediana es 4,5). La mediana es especialmente útil cuando la media se encuen-
tra distorsionada por un caso extremo o atípico que conviene eliminar de la mues-
tra. La moda es el valor que ocurre más frecuentemente en el conjunto de datos
(por ejemplo, en la serie 2 2 2 6 8 10 la moda es 2). Cuando todos los valores
tienen la misma frecuencia, no hay moda.
Las medidas de tendencia central nos proporcionan información valiosa sobre
la agrupación de los datos, pero no nos dicen nada sobre el carácter homogéneo o
heterogéneo de los mismos. De hecho, la misma media puede derivarse de una
muestra homogénea (2 2 2 4 4 4) y de una heterogénea (2 3 1 6). Para proporcio-
nar este tipo de información, se usan las medidas de dispersión, que sirven para
describir la distribución o variabilidad de los datos a partir de la tendencia central.
Las medidas de dispersión más usadas son la desviación típica o estándar y la
varianza. La desviación típica sirve para describir el promedio de fluctuación de

99
 
Diseños y métodos de investigación en traducción
 
los datos respecto a su media y la varianza nos permite identificar el promedio de
la diferencia que hay entre cada uno de los valores respecto a su punto central. En
términos matemáticos, la varianza es la media de las desviaciones al cuadrado (es
decir, los cuadrados de las diferencias entre cada valor de la variable y la media
aritmética de la distribución), y la desviación típica es la raíz cuadrada de la va-
rianza.
En el siguiente estudio de Timarová et al. (2011) sobre el lapso de tiempo en
interpretación, los autores defienden la necesidad de ampliar el análisis descripti-
vo de los datos más allá de la media:

Ejemplo 3.3 La estadística descriptiva


La mayoría de los estudios proporcionan el valor medio del lapso de tiempo por intér-
prete y/o acto de habla. La media es una medida estadística sumatoria, que proporcio-
na un valor «medio», pero es sensible a valores extremos. Si la mayoría de los lapsos
de tiempo se encuentran, por ejemplo, alrededor de 2,5s. y sólo unos pocos valores se
encuentran muy por encima, el resultado de la media puede verse distorsionado […]
Es aconsejable que los investigadores proporcionen no sólo los valores de la media,
sino también la desviación estándar, la mediana y el rango (Mi traducción).
(Timarová et al. 2011: 142–3)

3.1.4.2. La estadística inferencial

La estadística inferencial nos permite ir más allá de la simple descripción de los


datos y establecer inferencias sobre los parámetros de la población total. Tal y
como señala Phakiti (2010: 44), un acercamiento a este tipo de estadística requie-
re comprender al menos tres nociones básicas: la distribución normal de los da-
tos, la noción de probabilidad y la distinción entre pruebas paramétricas frente a
pruebas no paramétricas.
La distribución de los datos está relacionada con las medidas de dispersión,
puesto que se refiere a cómo se distribuyen los datos con respecto a la media. Si
los datos siguen una distribución simétrica con respecto a la media se considera
que siguen una distribución «normal». Este tipo de distribución de los datos es la
más frecuente en los fenómenos reales del mundo y se representa por una gráfica
de forma acampanada y simétrica conocida como la campana de Gauss. En una
distribución normal perfecta, la media, la mediana y la moda tienen el mismo
valor. Una distribución normal requiere, además, una muestra de población am-
plia que garantice la estabilidad en la distribución de los datos y variables con
valores continuos o agrupados en intervalos (las variables dicotómicas no pueden
conducir a una distribución normal).

100
 
Hacia el extremo cuantitativo: el corpus y la encuesta

Pero desde el punto de vista del investigador, lo importante es saber cómo


podemos averiguar si nuestros datos siguen una distribución normal o al menos
una distribución aceptable para el análisis estadístico. Una solución posible reside
en recurrir a programas estadísticos como SPSS. Estos programas facilitan dos
tipos de medidas que pueden ayudarnos a determinar si nuestros datos están dis-
tribuidos de manera normal: asimetría y curtosis. La medida de asimetría nos
permite identificar si los datos se distribuyen de manera uniforme respecto al
punto central o media aritmética. La distribución es simétrica cuando se distribu-
yen aproximadamente la misma cantidad de valores a ambos lados de la media.
Por el contrario, la asimetría es positiva cuando la mayoría de los datos se en-
cuentran por encima del valor de la media y es negativa cuando hay una mayor
cantidad de datos con valores inferiores a la media. La medida de curtosis nos
ayuda a determinar el grado de concentración que presentan los valores en la re-
gión central de la distribución. De forma más específica, mide cómo se reparte la
frecuencia relativa entre el centro y los extremos de la distribución. El coeficiente
de curtosis es la medida estadística que nos permite identificar si existe una gran
concentración de valores, una concentración normal o una concentración baja.
Teniendo en cuenta que en lingüística aplicada y en traducción la distribución
normal de los datos no es frecuente, los valores de asimetría y curtosis compren-
didos entre más y menos 1 se consideran indicadores de una distribución normal.
Otra noción que desempeña un papel central en la estadística inferencial es la
de probabilidad. La probabilidad mide la frecuencia con la que un resultado ocu-
rre en un experimento en condiciones suficientemente estables. Esta noción nos
indica hasta qué punto el resultado de la prueba estadística se debe al azar o no.
La probabilidad está relacionada con la prueba de significación estadística. En
términos muy generales, una prueba de significación nos permite establecer, a
partir de una muestra de cada una de las poblaciones comparadas, si son iguales o
diferentes con respecto a un parámetro determinado (normalmente, la media o la
dispersión). De hecho, lo que el análisis estadístico nos permite establecer de
manera fiable es si las diferencias encontradas entre ambas muestras se deben al
azar o si se deben a la influencia del parámetro analizado porque realmente ocu-
rren en el universo al que representan dichas muestras. En las pruebas estadísticas
se usa el valor p para indicar la probabilidad de error en las inferencias estadísti-
cas que hacemos a partir de los datos. Un valor inferior a 0,05 se considera esta-
dísticamente significativo (p < 0,05 indica que hay una probabilidad de error de 5
entre 100).
Las nociones y medidas revisadas ayudan al investigador a comprender los
requisitos del análisis estadístico. Sin embargo, todavía queda la cuestión de ele-
gir la prueba estadística más adecuada para contestar a las preguntas de investiga-
ción o a las hipótesis planteadas en su estudio. En los programas como el SPSS,
las pruebas de estadística inferencial se agrupan en dos tipos: las paramétricas y

101
 
Diseños y métodos de investigación en traducción
 
las no paramétricas. La elección de un tipo u otro de pruebas está determinada por
un conjunto de supuestos estadísticos que deben cumplirse antes de aplicar el
análisis y que garantizan el máximo rendimiento del mismo. Las pruebas paramé-
tricas son las más poderosas. Su máximo potencial se exhibe cuando los datos
cumplen los siguientes requisitos básicos: siguen una distribución normal, mues-
tran valores continuos o agrupados en intervalos y exhiben independencia de los
valores en las diferentes medidas. A diferencia de las pruebas paramétricas, que
requieren conocer la distribución de los datos, las no paramétricas pueden reali-
zarse sin conocer dicha distribución. Son, por tanto, aptas para aquellos datos que
no cumplen con el supuesto de distribución normal y muestran valores discretos,
frecuencias o rangos de valores. Aunque las pruebas paramétricas son las más
usadas en la investigación cuantitativa, las no paramétricas son especialmente
útiles para analizar datos de naturaleza dicotómica.
A continuación, se presentan algunas de las pruebas más habituales en las
ramas más aplicadas de la lingüística y la traductología. En el caso de diseños
experimentales que comparan dos grupos con relación a una variable cuantitativa
(por ejemplo, el número de errores en traductores profesionales vs. hablantes bi-
lingües), las pruebas más habituales son la t de Student y el análisis de varianza
(ANOVA). Tanto la t de Student como el ANOVA tradicional son pruebas para-
métricas que exigen que la variable estudiada siga una distribución normal y que
la dispersión sea homogénea (es decir, que la mayoría de los valores se acerquen
a la media de la variable). Sin embargo, las dos pruebas difieren en el parámetro
usado para la comparación. En la t de Student la comparación se realiza a través
de la media y su distribución estándar. Existen dos tipos diferentes: la t de Student
para muestras independientes, usada para comparar la media de dos grupos dentro
de una misma variable dependiente (por ejemplo, el número de errores en estu-
diantes vs. profesionales de la traducción) y la t de Student para muestras depen-
dientes, empleada para comparar las medias de un mismo grupo en diferentes
etapas (por ejemplo, el número de errores en traductores profesionales antes y
después de reducir el tiempo disponible para la realización de la traducción).
En el ANOVA la comparación se realiza a través de la «varianza» de la va-
riable numérica en cada grupo. El ANOVA compara la variación entre las medias
de los dos grupos y las compara con la variación dentro de cada grupo. Si las
diferencias de varianza entre cada grupo son mayores que las diferencias dentro
de cada grupo, seguramente existen diferencias significativas entre los grupos que
no son debidas al azar. Existe también un análisis de ANOVA multivariado
(MANOVA), en el cual se compara más de una variable dependiente o numérica
en dos o más grupos y un análisis de ANOVA de medidas repetidas, en el que la
variable dependiente se mide en más de una ocasión para cada sujeto.
En diseños experimentales que miden la relación entre dos variables cuantitati-
vas se suele usar el coeficiente de correlación de Pearson o el análisis de regre-

102
 
Hacia el extremo cuantitativo: el corpus y la encuesta

sión. Cuando los datos son nominales y/o ordinales y muestran una desviación mar-
cada de la distribución normal, se usan pruebas no paramétricas, como la prueba
Chi-cuadrado (que nos permite determinar si existe una relación entre dos variables
de una única muestra), la prueba U de Mann-Withney (para comparar dos muestras
independientes), la prueba de Kruskal-Wallis (para comparar varias muestras inde-
pendientes), la prueba de Wilcoxon (para comparar dos muestras relacionadas) o la
prueba de Friedman (para comparar varias muestras relacionadas).
El siguiente ejemplo ilustra el tipo de descripción de los resultados obtenidos
mediante una de estas pruebas. Se trata del trabajo de Vandepitte y Hartsuiker
(2011) y describe los resultados obtenidos mediante la aplicación de una ANOVA
para comparar los tiempos de reacción o latencias de respuesta de dos grupos de
sujetos (con instrucción previa vs. sin instrucción) a la hora de traducir dos tipos
de construcciones diferentes (con un agente prototípico vs. un agente no prototí-
pico):

Ejemplo 3.4 La estadística inferencial


Una ANOVA con la variable de grupo (entrenados vs. no entrenados) para la compa-
ración entre-sujetos y la variable de prototipicalidad del agente de la oración origen
(prototípica vs. no prototípica) para la comparación intra-sujetos mostró que las ora-
ciones con agentes no prototípicos se tradujeron significativamente con mayor lentitud
que las oraciones con agentes prototípicos, F (1, 21) = 27,7, p < ,001. No hubo efecto
del entrenamiento, F<1, y el entrenamiento no mostró interacción con la prototipicali-
dad del agente, F<1 (Mi traducción).
(Vandepitte y Hartsuiker 2011: 78)

Cada una de las pruebas presentadas tiene una notación característica que
proporciona información sobre los resultados. En este ejemplo concreto, la
ANOVA se describe mediante la obtención de un estadístico F con una notación
que nos indica los grados de libertad en la distribución de la muestra entre parén-
tesis (1, 21). El primero de estos grados nos indica la variación entre-grupos y el
segundo la variación intra-grupos. Se leería «F con 1 grado de libertad para el
numerador y 21 grados de libertad para el denominador es igual a 27,7 y es signi-
ficativa al nivel de p < 0,001».
A pesar de que la complejidad de este tipo de notaciones y de los conceptos
matemáticos implicados puede actuar de revulsivo para los investigadores sin
conocimientos estadísticos, es importante recordar que una gran parte de los in-
vestigadores recurren a expertos en estadística que realizan e interpretan las prue-
bas para ellos. La breve descripción aquí proporcionada del análisis estadístico es
una simplificación de la aplicación y potencial de las pruebas y conceptos men-
cionados. Muchas otras pruebas y nociones se han quedado aún en el tintero, pero

103
 
Diseños y métodos de investigación en traducción
 
nuestra intención ha sido fundamentalmente la de familiarizar al lector con algu-
nas de las más básicas y frecuentes en el tipo de estudios que nos ocupa. No obs-
tante, conviene tener en cuenta que su correcta aplicación en el análisis de los
datos requiere conocimientos de estadística cuya explicación excede los límites de
espacio y objetivos del presente manual. Por esta razón, los investigadores que no
poseen los conocimientos necesarios no deben dudar en recurrir a la ayuda de
expertos en estadística para que lleven a cabo el análisis o les proporcionen aseso-
ramiento sobre el tipo de pruebas a realizar.

3.1.5. La fiabilidad y la validez como garantía de las medidas cuantitativas

A diferencia de la flexibilidad y laxitud que caracteriza la recogida de datos en los


métodos cualitativos, los métodos cuantitativos se basan en observaciones y me-
didas empíricas que garantizan una recopilación de los datos controlada y objeti-
va. En la investigación cuantitativa, el nivel de confianza del investigador en los
resultados se mide en términos de la fiabilidad y validez de las medidas obtenidas.
La fiabilidad se refiere a la estabilidad o consistencia de los resultados al adminis-
trar de forma repetida el mismo instrumento o prueba de medición. En este senti-
do, los participantes en una investigación deberían responder de forma similar a la
misma pregunta bajo la misma condición en momentos diferentes. En las investi-
gaciones de tipo cuantitativo, existen coeficientes o indicadores de la fiabilidad o
consistencia interna de los datos. En términos generales, la estimación de fiabili-
dad va de 0 (fiable en un 0 por ciento) a 1 (fiable en un 100 por cien). Normal-
mente, un coeficiente de 0,90 o más es lo deseable, pero en algunos contextos un
0,70 también se considera aceptable (Phatiki 2010: 42). La validez se refiere a la
adecuación de los datos para medir el concepto estudiado garantizando que la
interpretación de los datos contesta adecuadamente a la pregunta de investigación
formulada. La fiabilidad de los datos es requisito indispensable para lograr su
validez, aunque no siempre la garantice. De esta forma, si una medida no es fiable
porque no genera siempre el mismo resultado, no será válida. No obstante, es
posible que una medida siempre genere el mismo resultado, pero no sea válida
porque no logre medir el concepto planteado.
El diseño debe tener validez interna y externa. La validez interna del estudio
garantiza que los resultados reflejan realmente lo que creemos que reflejan, des-
cartando la influencia de otros factores que podrían explicar los resultados. Por
ejemplo, si queremos medir la influencia del estrés por falta de tiempo en el pro-
ceso de traducción, será necesario controlar la influencia de otros factores que
podrían constituir una posible amenaza a la validez interna del estudio, como es el
caso de diferencias entre los niveles de estrés de hombres y mujeres, alteraciones
hormonales, cansancio por falta de sueño, la ansiedad emocional por problemas

104
 
Hacia el extremo cuantitativo: el corpus y la encuesta

personales, el nerviosismo ante la dificultad del texto a traducir o el desconoci-


miento de la materia tratada, etc. La validez externa se refiere al potencial del
estudio para generalizar y extender los resultados obtenidos en una muestra al
resto de sujetos, ítems o contextos representados por dicha muestra. De esta for-
ma, aunque en el estudio del estrés planteado utilicemos unos parámetros tempo-
rales concretos y traducciones entre un par de lenguas determinado (por ejemplo,
del inglés al español), estaremos interesados en ver hasta qué punto los resultados
se pueden aplicar a otros parámetros temporales y a traducciones entre pares de
lenguas diferentes.

3.1.6. La elección del diseño más apropiado para el análisis

Una de las decisiones más importantes a las que ha de enfrentarse el investigador


al inicio de su estudio es la elección del diseño de investigación más apropiado
para el análisis. El diseño de investigación varía en función de las cuatro pregun-
tas clave que definen el estudio: qué se estudia, dónde se estudia, cuándo se estu-
dia y cómo se lleva a cabo.
En lo relativo al qué se estudia, y aun a riesgo de caer en una simplificación
excesiva, es posible tomar el objeto de estudio en las investigaciones cuantitativas
en traducción como punto de partida para establecer una distinción entre: a) los
diseños de tipo experimental, habitualmente centrados en el análisis de los proce-
sos cognitivos de traductores e intérpretes al realizar determinados tipos de tareas,
b) los diseños basados en el uso de corpus, empleados frecuentemente para anali-
zar problemas, estrategias y tendencias de traducción o los rasgos típicos de tra-
ducciones frente a originales, y c) los diseños basados en el uso de encuestas o
cuestionarios, normalmente aplicados a explorar los aspectos más relacionados
con la recepción de la traducción por parte de la audiencia meta o las percepcio-
nes de los sujetos que forman parte de los diseños experimentales.
El lugar en el que se realiza el estudio también determina el tipo de diseño
empleado. Por regla general, los estudios pueden conducirse en un entorno artifi-
cial de laboratorio o en un ambiente natural. En los diseños de laboratorio, el ex-
perimento se desarrolla en un entorno más restringido que permite al investigador
ejercer un mayor control sobre las variables y el procedimiento de ejecución. No
obstante, este tipo de experimentos a menudo recibe críticas que cuestionan la
validez externa de sus resultados y resaltan los problemas para generalizarlos a
contextos reales. Por otra parte, en los entornos naturales, el diseño de campo
permite realizar un estudio más realista que aporta una mayor validez ecológica a
los resultados. Sin embargo, este tipo de entornos tampoco está exento de pro-
blemas, puesto que a menudo presenta numerosas dificultades debido a factores
que escapan al control del investigador.

105
 
Diseños y métodos de investigación en traducción
 
El tiempo de duración del estudio también es un factor que condiciona el tipo
de diseño de investigación. Si los datos se recogen en un solo momento y en un
tiempo único, el diseño se denomina transversal. En este tipo de diseño los datos
recopilados se usan para describir las variables y analizar su incidencia y relación
en un punto definido en el tiempo. Cuando los datos se recogen en distintos mo-
mentos temporales a lo largo de un período de tiempo más amplio, el diseño se
denomina longitudinal. El objetivo fundamental de este tipo de diseños es el de
usar los datos para hacer inferencias respecto al cambio, sus determinantes y con-
secuencias. No obstante, los diseños longitudinales son más costosos en términos
no sólo de tiempo, sino también de esfuerzo y dedicación del investigador.
La manera en la que se lleva a cabo el estudio está relacionada con los ins-
trumentos empleados en la investigación. Los instrumentos de análisis también
desempeñan un papel decisivo en la elección del diseño, ya que la investigación
de tipo cuantitativo descansa en el supuesto de que una interpretación coherente y
significativa de los datos depende de la validez y el nivel de confianza de los ins-
trumentos de análisis. En este capítulo y en el siguiente se revisan las característi-
cas de los tipos de diseño definidos por los instrumentos o técnicas de uso más
habitual en las investigaciones de traducción de tendencia más cuantitativa: el
corpus, la encuesta y los instrumentos de recopilación de datos cuantitativos en el
laboratorio, como el programa Translog, el lector de movimientos oculares o las
técnicas de análisis neurológico.

3.2. Los límites de la investigación cuantitativa en traducción:


hacia un diseño mixto

La mayor parte de las críticas hacia los métodos cuantitativos provienen de ámbi-
tos en los que es difícil establecer sistemas cerrados e inalterables (véase Jones
2011). Los fenómenos de las ciencias naturales constituyen ejemplos excelentes
de sistemas cerrados definidos por la regularidad de su comportamiento natural.
Una predicción fiable requiere que la naturaleza intrínseca de los mecanismos que
originan las causas y la relación entre estos mecanismos y las condiciones exter-
nas permanezca constante. De esta forma, podemos predecir las mareas porque
sabemos que la posición relativa de la luna y el sol respecto a ciertos puntos en la
superficie de la tierra varía de forma constante, no sufre estrés ni alteraciones
mentales o emocionales, y no puede ser manipulada intencionadamente por el
investigador. Por el contrario, las ciencias humanas y sociales constituyen siste-
mas abiertos, condicionados por la propensión de los seres humanos a sufrir alte-
raciones físicas y mentales y por su capacidad para provocar cambios en la confi-
guración de los sistemas. No obstante, la dificultades para encontrar regularidades
universales en los sistemas sociales no quiere decir que no existan mecanismos

106
 
Hacia el extremo cuantitativo: el corpus y la encuesta

que den lugar a patrones regulares de comportamiento. Los métodos cuantitativos


pueden ayudarnos a identificar esos patrones en la práctica y determinar si están o
no muy extendidos. Sin embargo, para analizar cómo funcionan esos mecanismos
en casos particulares es necesario recurrir a una investigación de tipo más intensi-
vo y cualitativo.
La investigación en traducción se encuadra dentro de las ciencias humanas y
sociales. El papel preponderante del componente humano, cultural y lingüístico
en la actividad traductora dificulta sobremanera la posibilidad de una investiga-
ción de tipo cuantitativo. El trabajo del traductor está condicionado, entre otros
factores, por variaciones individuales de tipo físico y emocional, por las variacio-
nes derivadas de las lenguas y culturas implicadas en el proceso traductor y por
las variaciones impuestas por el contexto profesional y social en el que se realiza
el encargo de traducción. Controlar toda esta variabilidad para identificar patrones
que describan y predigan con fiabilidad la relación entre los procesos y mecanis-
mos que regulan la traducción y los efectos o comportamientos traductológicos
externos es una misión casi imposible. Es más, no se trata sólo de analizar si un
proceso causa un efecto y por qué. Una explicación global del proceso traducto-
lógico requiere tener en cuenta otros parámetros implicados, como el cuándo,
cómo, bajo qué condiciones o para quién se lleva a cabo la traducción.
Para dejar de infravalorar el estudio llevado a cabo en nuestra área, los inves-
tigadores hemos de aceptar que la complejidad de la traducción como objeto de
estudio limita el alcance de nuestra investigación. Debemos admitir que existen
limitaciones que se desprenden de la naturaleza de la traducción como sistema
abierto y no se deben ni a la escasa madurez del área ni a la torpeza de los inves-
tigadores. Pero lejos de rendirnos, debemos seguir buscando métodos de investi-
gación más potentes y adecuados a la naturaleza de nuestro objeto de estudio. Es
cierto que, hoy en día, una explicación integral de la actividad traductora está
quizás aún fuera del alcance de un estudio basado exclusivamente en métodos
cuantitativos. Sin embargo, la combinación de métodos cuantitativos y métodos
cualitativos ha ofrecido resultados interesantes que merece la pena seguir explo-
rando. El empleo de técnicas mixtas permite detectar patrones regulares de com-
portamiento a la vez que facilita el análisis de su funcionamiento en casos particu-
lares.
En el capítulo anterior revisamos los principales diseños de investigación ba-
sados en una metodología de tipo cualitativo. El presente capítulo y el siguiente
examinan los diseños basados en una metodología de tipo cuantitativo o mixto.
Algunos de los instrumentos de medición explorados en los diseños cualitativos,
como los cuestionarios o protocolos de pensamiento en voz alta, pueden emplear-
se también de forma cuantitativa mediante la conversión de los datos verbales en
numéricos. Por esta razón, en este capítulo y en el próximo se vuelven a retomar
dichos métodos, centrándonos en los estudios que los han empleado para un aná-

107
 
Diseños y métodos de investigación en traducción
 
lisis más cuantitativo. Se han seleccionado, concretamente, los tres tipos de dise-
ño cuantitativo o mixto más relevantes para nuestra área de estudio: los diseños
basados en la encuesta, los diseños basados en el uso de corpus y los diseños ex-
perimentales. Como ya se indicó al inicio del presente capítulo, en las secciones
siguientes se revisan los diseños basados en la encuesta y los basados en el uso de
corpus. El método experimental se examina en el capítulo siguiente. Los tres mé-
todos requieren un diseño riguroso y sistemático con un formato definido por una
serie de pasos cuidadosamente establecidos para la ejecución del análisis. A con-
tinuación, se resumen las principales características y fases de cada uno de los
diseños.

3.3. Los diseños basados en la encuesta

La encuesta es probablemente uno de los instrumentos de investigación más po-


pulares en la sociedad actual. En un mundo en el que la opinión pública ha adqui-
rido un protagonismo sin precedentes, la encuesta se ha convertido en un instru-
mento útil en manos de instituciones públicas y privadas para sondear la opinión
de los ciudadanos sobre cualquier aspecto que pueda contribuir a un funciona-
miento más eficaz de nuestra sociedad: hábitos de consumo, tendencias políticas,
creencias religiosas, prácticas saludables, etc. Los medios de comunicación han
servido para familiarizarnos no sólo con el formato de este tipo de investigación,
sino también con la presentación de sus resultados.
De la misma forma, su potencial para desvelar las actitudes y hábitos de una
población ha situado a la encuesta en una posición central en las investigaciones
sobre traducción. En este ámbito, el diseño basado en la encuesta ha tenido como
principal objetivo obtener información sobre las actitudes, opiniones o tendencias
que caracterizan el comportamiento, actuación o situación profesional de alum-
nos, usuarios de traducciones y/o profesionales del mundo de la traducción, me-
diante el estudio de una muestra de dichas poblaciones. Se trata de un método
diseñado para obtener información que no resulta accesible mediante datos basa-
dos exclusivamente en la producción. La capacidad de la encuesta para investigar
nociones que no se pueden observar de manera directa la distingue como un mé-
todo de investigación único, distinto de la investigación cualitativa y de la estadís-
tica, aunque a menudo tenga componentes de las dos (véase Wagner 2010: 23).

3.3.1. El objetivo de la encuesta y la población a la que se dirige

Los pasos que debe seguir un diseño basado en la encuesta son muy parecidos a
los encontrados en otras metodologías, aunque también presenta ciertos rasgos

108
 
Hacia el extremo cuantitativo: el corpus y la encuesta

propios referidos, sobre todo, al tipo de instrumento utilizado. Los primeros pasos
en la descripción del diseño siempre consisten en definir qué queremos investigar,
a quién queremos investigar y cómo queremos hacerlo. La definición de lo que
queremos estudiar implica presentar una breve introducción que especifique el
propósito de la encuesta (en relación a las preguntas e hipótesis de la investiga-
ción) y a los criterios para su selección como método de análisis.
A continuación, es conveniente identificar la población a la que se dirige la
encuesta mediante una descripción de las características y número de los sujetos.
En aquellos casos en los que no se tiene acceso a toda la población y la elección
conlleva la selección de una muestra representativa, se deben explicar las técnicas
de muestreo seguidas (véase la sección 3.1.2 para una descripción detallada de las
distintas técnicas de muestreo posibles).

3.3.2. La descripción del instrumento

Siendo un diseño basado en la encuesta, es fundamental incluir información deta-


llada acerca del instrumento usado para la recopilación de los datos y el procedi-
miento seguido para su administración. La información sobre el tipo de instru-
mento empleado implica especificar si se trata de una encuesta ya diseñada o si se
ha creado específicamente para el estudio, así como la inclusión de una descrip-
ción de las secciones, ítems e instrucciones de la encuesta y del tipo de escala
utilizada para medir los ítems. Los diseños basados en la encuesta emplean dos
tipos diferentes de instrumentos, según la clase de información que se desea obte-
ner y el tipo de análisis que se pretende realizar: el cuestionario y la entrevista.
El cuestionario consiste en un formulario escrito en el que los encuestados
responden a una serie de preguntas o enunciados seleccionando una de las opcio-
nes ofrecidas o escribiendo su propia respuesta. Este instrumento permite obtener
información general de un número amplio de sujetos de manera simultánea y
medir los datos de forma objetiva, por lo que se presta con mayor facilidad al
análisis cuantitativo. Una de las desventajas obvias del cuestionario es que pro-
porciona tan sólo una evaluación superficial de constructos a menudo muy com-
plejos (como la motivación o las actitudes de los sujetos). Por el contrario, la en-
trevista resulta más adecuada para realizar un tipo de análisis cualitativo más
minucioso. La entrevista consiste en un diálogo en el que el investigador formula
oralmente una serie de preguntas que el entrevistado contesta también de forma
oral. Tiene la ventaja de que permite un análisis más profundo y detallado de los
datos. Sin embargo, su principal desventaja es la pérdida de eficiencia en términos
de tiempo y esfuerzo. La entrevista requiere que el investigador converse indivi-
dualmente con cada uno de los sujetos y transcriba los datos orales antes de some-
terlos a análisis. Una posibilidad para sortear los problemas de ambos tipos de

109
 
Diseños y métodos de investigación en traducción
 
instrumentos es combinarlos, usando la entrevista para obtener datos más detalla-
dos que complementen el amplio alcance de los cuestionarios.
Teniendo en cuenta que las entrevistas son más adecuadas para el análisis
cualitativo, en este capítulo nos concentraremos en el cuestionario. Una de las
ventajas de los cuestionarios es que permiten obtener tanto información objetiva
(por ejemplo, la edad de los participantes, los estudios, los años de experiencia
profesional, etc.) como subjetiva (por ejemplo, sus creencias, actitudes, opinio-
nes). Normalmente, los cuestionarios incluyen secciones diferentes para los dis-
tintos tipos de información y es importante que el investigador introduzca una
descripción de las distintas secciones diseñadas. Algunos investigadores sugieren
ordenar las preguntas de las más cortas y fáciles de responder a las más largas y
difíciles. Además, las preguntas deben ordenarse por tipos, formato de respuesta
y/o tema investigado (cf. Brown 2001).
En cuanto a la descripción de los ítems, las preguntas del cuestionario pueden
ser abiertas o cerradas. Las preguntas abiertas se contestan escribiendo la respues-
ta, mientras que en las cerradas se elige una respuesta entre una lista de opciones,
que puede ser dicotómica (sí/no, verdadero/falso), en un formato de opción múlti-
ple (ofrece todas las respuestas posibles), o en un formato de escala Likert. La
escala Likert es muy frecuente en las encuestas. Normalmente se ofrece una afir-
mación con cuatro o cinco opciones de respuesta (por ejemplo, totalmente de
acuerdo, de acuerdo, ni de acuerdo ni en desacuerdo, en desacuerdo y totalmente
en desacuerdo). Para llevar a cabo el análisis cuantitativo, a cada opción se le
asigna un número (por ejemplo, 5 para totalmente de acuerdo y 1 para totalmente
en desacuerdo). Es posible usar un número mayor de opciones de respuesta con
categorías más precisas (por ejemplo, siempre, muchísimas veces, casi siempre,
muy a menudo, a menudo, normalmente, ordinariamente, a veces, ocasionalmen-
te, algunas veces, raras veces, raramente, casi nunca, nunca). No obstante, con-
viene tener en cuenta que aunque una mayor opción de respuesta mejora las pro-
piedades psicométricas del cuestionario, también aumenta la posibilidad de que
los encuestados tengan más dificultad para diferenciar entre los distintos grados
de respuesta ofrecidos.

3.3.3. El proceso de administración de la encuesta

Además de la exposición de las secciones y de los ítems de la encuesta, la des-


cripción del diseño también debe incluir una explicación del procedimiento a
seguir para administrar el cuestionario. La descripción de las instrucciones impar-
tidas a los participantes para rellenar el cuestionario es importante porque ayuda a
detectar problemas potenciales en el índice de respuesta. Asimismo, el investiga-
dor debe especificar si se realizó algún estudio piloto previo. La realización de

110
 
Hacia el extremo cuantitativo: el corpus y la encuesta

una prueba piloto previa es importante porque facilita la detección de los proble-
mas y permite resolverlos en la versión final. Aunque lo ideal es llevar a cabo el
piloto con miembros de la población a estudiar, si esto no fuera posible, es prefe-
rible usar una población diferente a no realizar el piloto.
Tras la descripción del piloto, se detalla el procedimiento de administración
del cuestionario final. Dicha administración puede realizarse físicamente a grupos
numerosos de participantes a la vez o puede hacerse mediante correo postal, co-
rreo electrónico o servicios de encuestas electrónicas disponibles en Internet. Ca-
da uno de los métodos presenta ventajas e inconvenientes. La administración físi-
ca a gran escala permite controlar mejor el número de participantes, pero puede
presentar problemas de última hora relativos a las dificultades para reunir a un
grupo numeroso y hacerles sentirse cómodos para que respondan con honestidad
a todas las preguntas. El uso del correo postal es menos estresante, pero resulta
más difícil controlar el índice de respuesta. La administración electrónica ahorra
tiempo, esfuerzo y dinero. Es más, el uso de encuestas electrónicas permite relle-
nar los cuestionarios en línea y registrar los datos de manera inmediata. No obs-
tante, también presenta dificultades para controlar el índice de respuesta y nos
encontramos con problemas añadidos relativos a la seguridad de las conexiones
para garantizar el anonimato de los encuestados y a la administración de una con-
traseña que les permita responder de la forma requerida (en una única visita o en
varias).

3.3.4. El análisis e interpretación de los datos

Una vez explicado el procedimiento de administración del cuestionario, el inves-


tigador introduce el análisis de los datos. Para ayudar a la audiencia a entender el
análisis, es importante incluir una sección que relacione brevemente las variables
del estudio con las preguntas de investigación y los ítems de la encuesta. A dife-
rencia de los diseños experimentales, las variables usadas en los diseños de en-
cuesta son independientes y no se someten a manipulación. Igualmente, es nece-
sario incluir una descripción del procedimiento seguido para el análisis de los
datos: cuántos sujetos respondieron, qué tipo de análisis de los datos se utilizó y
qué resultados se obtuvieron. Para llevar a cabo el análisis estadístico, los datos se
introducen en una hoja de cálculo o en un programa como SPSS. En primer lugar,
el investigador puede calcular medidas estadísticas descriptivas, como la media o
la desviación típica, para obtener medidas de frecuencia y ver si los datos cum-
plen el requisito de distribución normal. A partir de aquí, puede realizar un análi-
sis inferencial para relacionar varias variables teniendo en cuenta los criterios
revisados en la sección anterior. En el caso de las escalas Likert, conviene tener
en cuenta que no son realmente escalas de intervalo porque los intervalos entre

111
 
Diseños y métodos de investigación en traducción
 
los diferentes valores no son exactamente iguales. Pero a pesar de esto, la mayoría
de investigadores en lingüística aplicada tratan los datos como si fueran variables
de intervalo a la hora de someterlos a análisis estadístico (véase Wagner 2010:
28). Al analizar los cuestionarios, es importante calcular el índice de fiabilidad de
los datos. Una de las medidas más empleadas es el coeficiente alfa de Cronbach,
que sirve para calcular hasta qué punto los ítems empleados miden un único cons-
tructo. Si el cuestionario tiene distintas secciones, es conveniente calcularlo para
cada una de las partes. El umbral de fiabilidad se sitúa entre 0,60 y 0,70, depen-
diendo de los autores (Wagner 2010: 32-33).
Finalmente, se debe dedicar una sección a la interpretación o discusión de los
resultados. Esta interpretación comienza normalmente con una descripción que
nos indica si los resultados de la prueba estadística son o no significativos. A
continuación, se explica si estos resultados corroboran o no la hipótesis planteada.
Después, el investigador intenta proporcionar posibles causas o explicaciones
para estos resultados, que pueden estar basadas en una teoría propuesta anterior-
mente, en estudios previos mencionados en la revisión de la literatura o simple-
mente en un razonamiento lógico. Por último, se concluye discutiendo las impli-
caciones de estos resultados para la docencia, la práctica profesional o la
investigación futura en el área.
En términos generales, la encuesta se ha convertido en un valioso instrumento
para explorar cuatro áreas medulares de la investigación en traducción: el trabajo
de traductores e intérpretes en su ámbito profesional, la recepción de las traduc-
ciones por parte de la audiencia meta, el estudio del proceso de traducción, y la
formación de traductores e intérpretes.

3.3.5. La encuesta en los estudios de traducción

La popularidad del cuestionario como instrumento de medida en los estudios de


traducción se debe a su potencial para realizar investigaciones a gran escala y
obtener datos difícilmente asequibles u observables a los que el investigador tan
sólo puede tener acceso de forma indirecta. El significado más extendido del vo-
cablo «traducción» se asocia al producto textual que se origina como resultado de
la labor del traductor. Este producto es tangible y de fácil acceso. Sin embargo, el
texto traducido es tan sólo la punta de un enorme y complejo iceberg que perma-
nece oculto bajo la superficie. Sumergidos a distintos niveles de profundidad se
encuentran diferentes facetas de la tarea de traducción que se mantienen alejadas
de la vista del investigador. En algunos casos, como en la investigación en deter-
minados ámbitos profesionales, la imposibilidad para llevar a cabo una observa-
ción directa se debe a obstáculos relacionados con el propio entorno de trabajo
(por ejemplo, el derecho a la privacidad del sujeto interpretado en el ámbito poli-

112
 
Hacia el extremo cuantitativo: el corpus y la encuesta

cial o judicial). En otras ocasiones, las dificultades se deben a la naturaleza cogni-


tiva (y por ende, no observable de manera directa) de los procesos, actitudes o
reacciones investigados. En este último caso, una de las maneras más sencillas de
acceder a los mecanismos cognitivos de los sujetos consiste en formular una serie
de preguntas diseñadas para obtener información sobre sus opiniones, actitudes o
cualquier proceso o estado cognitivo que constituya nuestro objeto de investiga-
ción.
Como se indicaba en el capítulo anterior, un amplio porcentaje de las investi-
gaciones sobre el proceso de traducción usa los cuestionarios como método com-
plementario para obtener información cualitativa en diseños experimentales de
corte cuantitativo o mixto. No obstante, en los casos en los que el diseño del cues-
tionario permite un examen numérico de los datos, también se incluye un análisis
cuantitativo de los resultados en términos de frecuencias y porcentajes. En este
libro, dichos estudios se incluyen en el capítulo dedicado a los diseños experi-
mentales. En la presente sección, nos concentraremos en los estudios no-
experimentales basados exclusivamente en el diseño de encuesta.
El potencial de la encuesta o cuestionario para la investigación a gran escala
respetando el derecho al anonimato de los encuestados ha sido particularmente
útil para explorar las condiciones laborales de traductores e intérpretes en ámbitos
profesionales de acceso restringido, como es el caso de la interpretación en ins-
tancias policiales y judiciales. Un ejemplo de este tipo de investigación es la tesis
doctoral de Ortega Herráez (2006), basada en un cuestionario sobre las condicio-
nes de trabajo de los intérpretes judiciales. La investigación se realizó en dos fa-
ses: una primera fase piloto con 10 intérpretes y una fase final en la que se distri-
buyeron 24 cuestionarios, pero sólo 19 fueron aptos para el análisis definitivo.
Aunque el número de encuestados puede parecer pequeño en comparación con el
amplio alcance de las encuestas en otras áreas, las dificultades para acceder a los
traductores e intérpretes profesionales han determinado que el número de sujetos
en los estudios de traducción sea mucho más reducido que en otros ámbitos. En la
fase piloto el cuestionario se distribuyó de forma electrónica, pero los problemas
de compatibilidad con los distintos programas informáticos de los encuestados
motivó la elección del formato en papel para la fase final. El cuestionario consta-
ba de 39 preguntas organizadas en 6 apartados: situación profesional, organiza-
ción del trabajo, formación, imagen profesional, papel del intérprete y perfil del
encuestado. Los ítems alternaban las preguntas abiertas, las cerradas con una serie
de opciones definidas y las cerradas con opciones definidas y una opción abierta.
El análisis estadístico realizado era de tipo descriptivo, por lo que las tendencias
de los resultados se presentaban en términos de frecuencias y porcentajes estadís-
ticos.
La utilidad del diseño de encuesta no sólo ha quedado demostrada en el te-
rreno profesional. Los beneficios de este método también se han explotado en el

113
 
Diseños y métodos de investigación en traducción
 
ámbito educativo. Un ejemplo de la aplicación de la encuesta en el contexto edu-
cativo es la tesis de Calvo Encinas (2009). Este trabajo usa el cuestionario como
método principal para realizar un análisis curricular lo más exhaustivo posible de
los estudios de traducción e interpretación en España desde la perspectiva del
alumnado. Su detallada justificación del cuestionario usado como instrumento de
medición puede ser de gran utilidad para la elaboración de diseños similares. A
diferencia del ámbito profesional, en el educativo (especialmente para los investi-
gadores que son profesores) resulta más fácil acceder a la población objeto de
estudio, lo que permite un tamaño mayor de la muestra. En el caso del trabajo de
Calvo Encinas, el cuestionario se distribuyó a 326 alumnos de primer curso y a
191 alumnos de cuarto curso procedentes de 6 centros diferentes. La información
recopilada por el cuestionario se organizaba en siete apartados distintos: perfil del
estudiante, impulsos motivacionales, información previa de la carrera, orientación
recibida durante la carrera, expectativas de formación, expectativas profesionales
y valoración de la información recibida. Se incluían preguntas de distintos tipos:
abiertas, binomiales (sí/no) y de escala. El análisis estadístico realizado también
era de tipo descriptivo, pero, además de las frecuencias y porcentajes, para las
variables de escala se ejecutaron medidas estadísticas adicionales, como la media,
el error típico, la mediana, la moda y la desviación típica. Un trabajo similar ba-
sado en el uso de la encuesta en el ámbito educativo es la tesis doctoral de Morón
Martín (2009) sobre el impacto de la movilidad en la formación de traductores. La
novedad de este trabajo consiste en emplear un cuestionario electrónico distribui-
do mediante página Web.
Entre las ventajas del diseño de encuesta se encuentran el acceso inmediato a
un número elevado de sujetos, su capacidad explicativa basada en las percepcio-
nes y opiniones de los encuestados y su potencial para combinar el análisis cuan-
titativo con el cualitativo en un único instrumento de medición. Pero, sin duda, su
mayor desventaja reside en el carácter subjetivo de los datos obtenidos. Por más
que el investigador intente imprimir una mayor objetividad al diseño, los datos
están impregnados por las impresiones y opiniones conscientes de los sujetos. En
este sentido, los diseños basados en el uso de corpus proporcionan un método
para mantener el potencial de análisis a gran escala, reemplazando la subjetividad
de un análisis basado en las impresiones de los sujetos por la objetividad del aná-
lisis basado en el estudio del producto textual.

3.4. Los diseños basados en el uso de corpus

La aplicación en los estudios de traducción de una metodología basada en el uso


de corpus responde principalmente al interés de los investigadores por acometer

114
 
Hacia el extremo cuantitativo: el corpus y la encuesta

un estudio más científico y empírico del lenguaje empleado en la traducción como


producto. El objetivo básico de los estudios de corpus reside en centrar el estudio
de la traducción en datos reales obtenidos del análisis descriptivo de las traduc-
ciones tal y como existen. Estos trabajos encuentran en las nuevas tecnologías un
aliado fiel para responder a las necesidades de los estudios de traducción moder-
nos por descifrar las regularidades del comportamiento real de traductores e intér-
pretes.

3.4.1. La descripción del corpus

El diseño basado en el uso de corpus sigue un formato muy similar al empleado


en otros tipos de diseño, aunque presenta ciertas particularidades motivadas por el
tipo de instrumento empleado. Al igual que en el diseño basado en la encuesta, los
estudios de corpus comienzan con una breve introducción que indica el principal
propósito del uso del corpus y los criterios para su selección como método de
análisis. Es importante que esta introducción incluya también una descripción de
las características del corpus, especificando las lenguas implicadas, si se trata de
un corpus ya elaborado o si se ha compilado específicamente para el estudio, etc.
Como ya señalábamos brevemente en el capítulo 1, los estudios de traducción
basados en el diseño de corpus utilizan principalmente tres tipos de corpus: los
corpus paralelos, los de traducción y los comparables. Los paralelos están forma-
dos por textos en dos o más lenguas diferentes que son comparables, pero no son
traducciones. Estos corpus son más típicos de la lingüística contrastiva, pero tam-
bién se usan para detectar problemas potenciales de traducción.
Los corpus de traducción (también denominados por algunos autores «parale-
los» (véase Olohan 2004)) están formados por textos originales en una lengua y
sus traducciones a otra lengua diferente. Pueden ser bilingües o multilingües (tex-
tos origen en una lengua y sus traducciones a varias lenguas) y unidireccionales
(textos origen en lengua A y traducciones en lengua B) o bidireccionales (textos
origen en lengua A y sus traducciones en lengua B, y textos origen en lengua B y
sus traducciones en lengua A). Los corpus de traducción nos permiten detectar
patrones en el comportamiento de los traductores en relación a determinados gé-
neros y discursos (véase, por ejemplo, Mason 2001 o Kenny 2001). Los bidirec-
cionales nos permiten, además, comparar originales y traducciones en lenguas
diferentes.
Los corpus comparables están compuestos por textos no traducidos en una
lengua A y textos traducidos de varias lenguas diferentes a esa misma lengua A
(por ejemplo, el Translational English Corpus contiene traducciones al inglés de
diferentes lenguas origen y un conjunto de textos en lengua inglesa del Corpus del
Inglés Británico (British National Corpus –BNC). Este tipo de corpus se ha usado

115
 
Diseños y métodos de investigación en traducción
 
principalmente para detectar tendencias o rasgos que se observan con mayor fre-
cuencia en los textos traducidos o son específicos de estos (como es el caso de la
explicitación, la normalización o la simplificación) (véase, por ejemplo, Laviosa
2002, Baker y Olohan 2000 o Olohan 2003). Algunos autores proponen combinar
la metodología de los corpus comparables con la de los corpus paralelos. De esta
forma, una vez detectado un patrón en las traducciones, se compararía con los
originales para distinguir los casos en los que se trataría de un rasgo del proceso
de traducción de aquellos casos en los que estaría motivado por diferencias entre
los sistemas lingüísticos (cf. Olohan 2004: 43).
En el ámbito de la traducción, una de las mayores dificultades del trabajo con
corpus consiste en encontrar un corpus adecuado a los requisitos del estudio. Por
esta razón, la mayoría de los investigadores se ven obligados a compilar corpus
creados específicamente para los objetivos de su estudio. Diseñar un corpus es
una tarea compleja que va más allá de la simple recopilación de textos de manera
indiscriminada. El correcto diseño de un corpus implica la consideración de una
serie de factores que condicionan la validez y fiabilidad de la investigación. En la
sección 3.1 ya se mencionaron algunos de los requisitos básicos que debe cumplir
un corpus: debe tener un tamaño adecuado, ser representativo e incluir una mues-
tra de textos que se ajuste a los propósitos de la investigación.
Como ya indicamos, aunque existen fórmulas para calcular el tamaño ideal y
la representatividad de un corpus, en la práctica el tamaño está frecuentemente
determinado por la accesibilidad a los textos adecuados. Por otra parte, mientras
que en los trabajos con encuesta y en los experimentales las cuestiones de la re-
presentatividad y la selección de la muestra hacen referencia a la elección de los
sujetos, en los trabajos de corpus este criterio se refiere a la selección de los textos
que componen el corpus. Para poder generalizar los datos de estos estudios, es
necesario que sean representativos de una lengua y/o género y que se adecuen a
los propósitos de la investigación. La cuestión de la representatividad se complica
en los corpus de traducción, puesto que no se trata únicamente de lograr un equi-
librio entre los tipos de textos y géneros implicados. Existen además cuestiones
adicionales que dificultan el equilibrio de la muestra, como la escasez de traduc-
ciones en ciertos países, el estatus de la traducción en un período determinado, la
reputación del traductor, el sexo del autor de los originales y de los traductores,
etc.
Además de los requisitos necesarios para la fiabilidad y validez de la investi-
gación, existen otras cuestiones prácticas relativas a la digitalización y el etique-
tado de los textos que conviene tener en cuenta a la hora de diseñar un corpus. Si
queremos preparar los textos para usar programas informáticos de extracción de
datos, es necesario que digitalicemos los textos en formato electrónico. Este pro-
ceso implica escanear los documentos en papel o eliminar el formato de textos en
HTML o PDF. Es posible que también tengamos que sortear obstáculos relativos al

116
 
Hacia el extremo cuantitativo: el corpus y la encuesta

copyright de algunos de los textos. En cuanto al etiquetado de los textos, lo cierto


es que el método más frecuente consiste en usar textos sin etiquetar, desprovistos
de formato y elementos gráficos. No obstante, también es posible añadir etiquetas
a los textos que incluyen información adicional sobre el tipo de palabra, la pun-
tuación o el número de las oraciones. Según el grado de detalle que queramos
alcanzar, se puede incluir información sintáctica, semántica y discursiva adicio-
nal. Para anotar los textos, existen programas de etiquetado automático que nos
ayudan en dicha tarea (por ejemplo, el programa CLAWS o el programa TreeTag-
ger). En el caso de los corpus de traducción, es necesario, además, alinear los
textos origen y los meta para poder identificar qué segmentos meta corresponden
a qué segmentos del texto origen o viceversa. Al igual que para el etiquetado,
existen programas que nos permiten alinear los textos de manera automática (por
ejemplo, el programa Winalign que es parte de la memoria de traducción Trados)
(véase Zanettin 2012 para una descripción detallada del proceso de creación y
diseño de un corpus de traducción, así como de las herramientas existentes para la
elaboración y el análisis del mismo).
Conviene tener en cuenta que el corpus es el campo de trabajo de los diseños
basados en su uso y, por tanto, la fuente de la que se extraen los datos del análisis.
Por este motivo, cuántos más datos se proporcionen acerca del corpus empleado,
mejor se comprenderán las fortalezas y limitaciones de la investigación. Se inclu-
ye a continuación un ejemplo de la descripción del corpus empleado en el trabajo
de investigación de Frankenberg-García (2009):

Ejemplo 3.5 La descripción del corpus


COMPARA es un corpus en línea de libre acceso, paralelo, bidireccional y extensible,
compuesto por textos literarios ingleses y portugueses, actualmente disponible en la
versión 10.1.3 con una extensión cercana a los 3 millones de palabras. En el presente
estudio, se empleó una versión anterior del corpus. El acceso a la versión 5.2 se reali-
zó en noviembre del 2003 y contenía 37 textos fuente (25 en portugués y 12 en inglés)
y 40 traducciones (el corpus admitía la alineación de más de una traducción por texto
fuente). Los fragmentos textuales oscilaban entre las 2.000 y las 42.000 palabras. El
corpus representaba el trabajo de veintisiete autores distintos y treinta y un traductores
diferentes, con la representación repetida de algunos autores y traductores.

La distribución total de las palabras inglesas y portuguesas en COMPARA en aquel


momento se resume en la Tabla 1 (Mi traducción).
(Frankenberg-García 2009: 51)

117
 
Diseños y métodos de investigación en traducción
 
3.4.2. El modelo de análisis

Tras describir el tipo de corpus empleado, el investigador expone brevemente el


modelo que utiliza como punto de partida para el análisis. La búsqueda en el cor-
pus se realiza a partir de parámetros basados en el tipo de análisis que se pretende
llevar a cabo. Por ejemplo, imaginemos que queremos diseñar un estudio de cor-
pus para verificar la hipótesis que sostiene que la lengua de los textos traducidos
es más conservadora o estándar que las de los no traducidos. Para llevar a cabo
este objetivo, Olohan (2004: 108) plantea un estudio basado en el análisis de los
adjetivos ingleses terminados en –ish. Su hipótesis de partida es que los textos
traducidos tendrán menos formas en –ish y menos formas extremadamente creati-
vas. Realizar una búsqueda en el corpus para verificar esta hipótesis implica, en
primer lugar, la extracción en orden alfabético de todas las formas en –ish. No
obstante, ya en este estadio el investigador debe intentar establecer una cierta
categorización de los datos que facilite una interpretación coherente de los resul-
tados. Por esta razón, Olohan propone organizar las formas en cinco categorías
diferentes de derivaciones:

Ejemplo 3.6 El modelo de análisis


 derivados de los colores, por ejemplo, greenish, yellowish;
 derivados de los numerales, por ejemplo, fiftyish, twoish;
 derivados de las raíces adjetivas, por ejemplo, tallish, roundish, sweetish, dam-
pish;
 las derivaciones lexicalizadas de las raíces nominales, por ejemplo, thuggish,
peckish, foolish;
 las derivaciones creativas de las raíces nominales, por ejemplo, eyebrownish, Ja-
mes Deanish.
«Las derivaciones lexicalizadas» son derivaciones que aparecen en obras de referencia
lexicográfica en inglés, bien como entradas separadas o bajo la entrada del sustantivo
correspondiente […] Todas las demás se contabilizaron en la categoría de «creativas»
(Mi traducción).
(Olohan 2004: 109)

Por regla general, para elaborar un modelo de análisis o clasificación de los


datos, el investigador puede partir de un modelo teórico ya establecido (que nor-
malmente modifica y adapta a los requisitos particulares de su estudio) o puede
utilizar uno creado específicamente para su trabajo. Lo importante es que dicho

118
 
Hacia el extremo cuantitativo: el corpus y la encuesta

modelo permita un análisis claro y sistemático de los datos, orientado a dar res-
puesta a las preguntas de investigación planteadas.

3.4.3. Las herramientas de extracción de datos

Al describir el tipo de corpus y el modelo de análisis, es importante que el inves-


tigador también incluya información sobre las herramientas de extracción de da-
tos usadas para que la audiencia conozca qué tipo de datos se obtienen y en qué
forma. La herramienta más común para la extracción de datos es el programa de
concordancias. Este tipo de programas nos permiten obtener «concordancias» o
ejemplos de una palabra o frase clave con su co-texto inmediato. Si el corpus no
está alineado, dos de los programas de concordancias más usados son MonoConc
Pro y WordSmith Tools. El término clave aparece normalmente destacado en el
centro y el número de palabras del co-texto se puede modificar. Algunos propor-
cionan incluso información adicional, como el archivo del que procede la concor-
dancia y en qué punto del texto ocurre.
No sólo conviene especificar el programa usado, sino también los parámetros
de búsqueda, es decir, si la búsqueda se basa únicamente en las palabras clave, si
se realiza algún tipo de filtrado de los datos, si se usan etiquetas, listas de fre-
cuencia, etc. Una función de gran utilidad es el filtrado de concordancias, que
facilita la identificación de patrones y nos ayuda a descartar ejemplos irrelevantes.
El filtrado permite seleccionar las concordancias de un mismo fichero y ordenar
alfabéticamente hasta un máximo de cinco palabras a la derecha o a la izquierda
de la palabra clave. Si se trabaja con un corpus anotado, es posible realizar bús-
quedas basadas en etiquetas o en una combinación de etiquetas y palabras clave.
Este tipo de búsqueda es especialmente útil cuando se estudia un patrón sintáctico
concreto.
En los corpus alineados de traducción se usan programas de concordancias
paralelas (por ejemplo, Multiconcord o Paraconc), que nos permiten detectar
ejemplos de la ocurrencia de una palabra o estructura en el texto origen y sus
equivalentes en el meta y viceversa. Es más, algunos de estos programas de con-
cordancias paralelas realizan la alineación automáticamente durante la búsqueda
de correspondencias sin necesidad de que los textos estén alineados previamente.
En los programas de concordancias bilingües, el término clave aparece resaltado
en el corpus de textos origen, pero no en el de textos meta.
Otro tipo de búsqueda que puede realizar un programa de concordancias es la
lista de frecuencias. Esta búsqueda proporciona un listado de todas las palabras
que aparecen en un corpus (ordenado alfabéticamente o por orden de frecuencia)
con el número total de ocurrencias de cada palabra. El procedimiento resulta muy
útil para identificar las palabras más comunes o para aislar ítems creativos o poco

119
 
Diseños y métodos de investigación en traducción
 
usuales. Entre las diferentes medidas estadísticas que ofrecen los programas de
concordancias se encuentran la diferencia entre el número de palabras diferentes y
el número total de palabras en un corpus (la ratio palabras-formas —en inglés,
type-token ratio), la media y la desviación típica en la longitud de palabras, ora-
ciones, párrafos y encabezados, y la medida de densidad léxica, que calcula la
proporción de palabras léxicas en relación al número total de palabras. Los pro-
gramas de concordancias también resultan útiles para el estudio de las colocacio-
nes, esto es, de la probabilidad que tienen los elementos léxicos de aparecer jun-
tos. Además de ofrecer en las concordancias los términos que aparecen a la
izquierda o a la derecha de las palabras clave, los programas pueden computar las
colocaciones y crear tablas o gráficos de las colocaciones más frecuentes de un
término. El siguiente ejemplo contiene una muestra de las concordancias obteni-
das para el término «temperatura» en el trabajo de Sánchez-Gijón (2009) sobre
corpus elaborados a medida en los cursos de traducción especializada:

Ejemplo 3.7 Las concordancias


esté ajustado por debajo de la temperatura ambiente interior y e
junto ajustado por encima de la temperatura ambiente y que el control
yor al 70% o menor del 20% y la temperatura antes, durante y d
sea necesario para consevar la temperatura apropiada relativa
(Sánchez-Gijón 2009: 120)

3.4.4. Los resultados del análisis

El siguiente paso consiste en exponer los resultados obtenidos del análisis del
corpus, que suelen analizarse siguiendo un método cuantitativo mediante técnicas
estadísticas. No obstante, en el ámbito de la traducción, este análisis cuantitativo a
menudo se combina con un análisis de los ejemplos de tipo cualitativo que permi-
te una interpretación de los datos más completa y exhaustiva. De esta forma, los
datos cuantitativos se convierten en la base para realizar un tipo de análisis más
cualitativo que implica el estudio de líneas de concordancia o de todo el co-texto.
Frecuentemente, los investigadores avisan de los peligros de una investigación
centrada únicamente en datos cuantitativos que puede conducir a generalizaciones
vagas para probar lo obvio (véase Mason 2001: 78 y Tymoczko 1998: 658), y
recomiendan combinar el análisis cuantitativo con un tipo de análisis cualitativo
que incorpore factores contextuales y pragmáticos y nos permita superar el nivel
lingüístico de las palabras y oraciones aisladas. Esta combinación se considera

120
 
Hacia el extremo cuantitativo: el corpus y la encuesta

necesaria para proporcionar no sólo una descripción completa de los fenómenos


lingüísticos y traductológicos sino también una interpretación coherente de su
ocurrencia.
A la hora de exponer los resultados del análisis, resulta muy útil el uso de ta-
blas y figuras que contribuyen a presentar, clasificar y sistematizar los datos. Las
medidas estadísticas deben explicarse de manera clara y precisa, proporcionando
los datos necesarios para su correcta interpretación. Aunque algunos autores creen
que el análisis estadístico no aporta necesariamente más información que las fre-
cuencias crudas (cf. Olohan 2004: 86), lo cierto es que confiere un mayor rigor
científico al análisis y otorga una mayor solidez a la interpretación de los datos.
En el mencionado trabajo sobre la formas en –ish, Olohan presenta la siguiente
tabla con las frecuencias globales de este tipo de formas en el TECFIC y el
BNCFIC:

Ejemplo 3.8 Los resultados —Las frecuencias crudas

  TECFIC     BNCFIC    
Colores   308   91  
Numerales   4   8  
Bases  adjetivales   31   62  
Bases  nominales  –lexicalizadas   651   613  
Bases  nominales  –creativas   7   22  
     
Totales   1.001   796  
(Mi traducción) (Olohan 2004: 95)

3.4.5. La discusión o interpretación de los datos

Finalmente, tras la sección de resultados, nos encontramos con el apartado dedi-


cado al proceso de interpretación de los datos. En los estudios de corpus la discu-
sión de los resultados sigue una estructura similar a la de otros tipos de diseño: se
describen los resultados en relación a las hipótesis planteadas y se proporcionan
explicaciones basadas en los datos obtenidos y en la revisión previa de la literatu-
ra. Mientras que el apartado de resultados se limita a la descripción objetiva de
los datos, en la sección de discusión el énfasis se sitúa en proporcionar explica-
ciones lógicas y coherentes a los resultados obtenidos. Es importante, además,
que dichas explicaciones resalten las repercusiones o implicaciones de los resul-
tados para el área en la que se lleva a cabo el estudio de corpus. No obstante, re-

121
 
Diseños y métodos de investigación en traducción
 
saltar las fortalezas del trabajo no es óbice para ignorar sus posibles limitaciones.
Normalmente, en el apartado de discusión también se hace referencia a las limita-
ciones potenciales del estudio. Es importante que el investigador demuestre que
es consciente de los posibles problemas que puede plantear el trabajo e intente
minimizar su impacto en el diseño del mismo. Una estrategia útil para paliar las
limitaciones del trabajo consiste en aportar motivos razonados que justifiquen la
presencia de las dificultades encontradas y sugieran formas de solventarlas en
investigaciones futuras.
Una vez más usaremos el mencionado trabajo de Olohan sobre las formas en
–ish como ejemplo para ilustrar el tipo de conclusiones planteadas en este paso
del análisis:

Ejemplo 3.9 La interpretación de los datos


De este estudio podemos concluir que en el TECFIC hay un uso sustantivamente más
extenso de la forma –ish para los términos de color; una explicación posible sería la
dificultad para proyectar los términos de colores no básicos de la lengua origen al sis-
tema de colores de la lengua meta […] En relación a las formas creativas en –ish ob-
servamos que en los textos traducidos hay una ocurrencia menor. Éste es el caso, en
particular, de las formas muy creativas (por ejemplo, las basadas en los nombres pro-
pios) y puede percibirse como evidencia de que la lengua de estas traducciones es más
convencional o más conservativa que la de los textos no traducidos con los que se
comparan. Otra reflexión derivada de este trabajo es que el uso de los sufijos produc-
tivos como –ish podría ser específico de un autor o de un traductor; se necesitarían
más estudios para determinar si los autores y traductores que emplean productivamen-
te las formas en –ish también usan otras derivaciones productivas (Mi traducción).
(Olohan 2004: 116–7)

En trabajos extensos, como es el caso de una tesis doctoral, el diseño del es-
tudio se cierra con el apartado de discusión y se dedica un capítulo final a recoger
las conclusiones de todo el trabajo. En el caso de los artículos de investigación
más cortos, algunos investigadores prefieren fundir la discusión y la conclusión
en un único apartado.

3.4.6. El corpus en los estudios de traducción

Uno de los mayores inconvenientes de los estudios de corpus reside en que la


búsqueda en un corpus implica saber de antemano qué buscar y dónde buscarlo.
Esta dificultad se encuentra, sin embargo, paliada en gran parte por las ventajas
que proporciona la relativa sencillez y sistematicidad de la metodología emplea-

122
 
Hacia el extremo cuantitativo: el corpus y la encuesta

da. Debido a que las variaciones en el instrumento de análisis son mínimas, una
vez dominados los rudimentos de este tipo de trabajo, su aplicación a distintos
temas y objetos de estudio es muy similar. Hasta el momento, las dos áreas en los
estudios de traducción que han explotado el uso del corpus como herramienta de
trabajo han sido principalmente el estudio de los rasgos que definen a los textos
traducidos frente a los no traducidos y el estudio de rasgos específicos del estilo
de un traductor como indicadores de una agenda ideológica concreta (cf. Olohan
2004).
El estudio de los rasgos específicos que caracterizan a las traducciones impli-
ca la comparación de un corpus de textos traducidos con uno de textos no traduci-
dos. La búsqueda se centra en aquellos rasgos lingüísticos que el investigador
considera indicadores de alguna de las características de los textos no traducidos
propuestas por Baker (1996: 176-7), que son básicamente cuatro: a) la simplifi-
cación o tendencia de los traductores a sintetizar la lengua y/o el mensaje, b) la
explicitación o tendencia a expresar información de forma manifiesta, c) la nor-
malización o tendencia a adaptarse a los patrones de la lengua meta y d) la estan-
darización o tendencia a usar un lenguaje más homogéneo y con menor variación.
Para estudiar la explicitación, Olohan y Baker (2000) eligieron, por ejemplo,
analizar el uso del conector opcional that (lit. «que»), extrayendo las concordan-
cias encontradas para las distintas formas de los verbos SAY y TELL (lit. «decir») en
el TEC (Translational English Corpus), compuesto mayoritariamente por textos de
ficción, y en una selección comparable de este mismo tipo de textos del BNC (Bri-
tish National Corpus). La comparación de las frecuencias crudas de la aparición u
omisión del conector (SAY y TELL + that vs. SAY y TELL + cero) en cada uno de los
corpus refleja que el conector es más frecuente en el TEC que en el BNC.
Otro ejemplo que implica explicitación y normalización es el análisis realiza-
do por Olohan (2003) de todas las formas contraídas encontradas en un subcorpus
del TEC y del BNC: por ejemplo, las contracciones de las formas verbales con BE
(lit. «ser, estar»), HAVE (lit. «tener, haber») y WILL (auxiliar de futuro), las de la
negativa not (marcador de negación), las típicas del inglés hablado con modifica-
dores (actu’lly (lit. «realmente»), accident’lly (lit. «accidentalmente»)), –ing
(bleed’n (lit. «sangrando»)), and (this’n (lit. «esto y»)) y than (better’n (lit. «me-
jor que»)), o las contracciones con e’s (he’s (lit. «él es/está»)), d’ (do (lit. «hacer y
auxiliar de interrogativa»)), y’ (you (lit. «tú»)), th’ (thou (lit. «vos»)) y t’ (to (lit.
«a»)). La comparación de los porcentajes de estas contracciones en cada uno de
los corpus refleja una preferencia general en el TEC por las formas más largas. En
una línea de trabajo similar se encuentran los análisis realizados por Laviosa
(1998, 2002) de la variedad léxica, la carga de información y la longitud de las
oraciones como indicadores de las tendencias de simplificación y estandarización.
Olohan (2004) presenta ejemplos de estudios de caso afines que ilustran el análi-
sis de las tendencias de traducción propuestas.

123
 
Diseños y métodos de investigación en traducción
 
La misma metodología de trabajo se ha empleado para analizar el estilo de
ciertos traductores, con la intención de ilustrar tanto su uso inconsciente de de-
terminados patrones lingüísticos, como su intento consciente de intervenir o me-
diar en las traducciones al servicio de una agenda ideológica concreta. Un ejem-
plo de este tipo de estudio es el análisis comparativo llevado a cabo por Baker
(2000) del estilo de dos traductores, Peter Bush y Peter Clark. Baker basa la com-
paración en tres medidas diferentes: a) la medida de densidad léxica (por ejemplo,
una ratio elevada de palabras-formas indica mayor variación léxica mientras que
una ratio baja revela una mayor repetición. Como señalamos anteriormente, la
ratio palabras-formas se conoce en inglés como type-token ratio e indica la rela-
ción entre el número total de palabras de un texto –tokens– y el número de pala-
bras diferentes –types–), b) la desviación típica de la longitud media de las ora-
ciones (una desviación menor revela más consistencia en la longitud de las
oraciones en todos sus trabajos y puede indicar un intento de intervenir en los
textos rebajando el nivel de complejidad lingüística), y c) el uso del verbo say en
presente o pasado (el presente indica una mayor proximidad a los lectores mien-
tras que el pasado refleja un mayor alejamiento y un índice de formalidad más
elevado).
En Olohan (2004: 151-2) podemos encontrar otro trabajo de Baker centrado
en el análisis comparativo de las expresiones fijas en textos traducidos frente a
textos no traducidos (por ejemplo, on the other hand (lit. «por otra parte»), at the
same time (lit. «al mismo tiempo»), once and for all (lit. «de una vez por todas»),
etc.). En esta ocasión, su trabajo parte de la hipótesis de que las traducciones ten-
drán un mayor índice de expresiones fijas como indicador de la estrategia de flui-
dez adoptada por los traductores que trabajan para el mercado anglo-americano
con la intención de cumplir con las expectativas de sus lectores. Otra medida in-
teresante para revelar las preferencias léxicas, estilísticas o temáticas del traductor
y desvelar la estrategia de traducción empleada consiste en comparar las palabras
clave extraídas de un corpus de traducciones de un traductor concreto con las
identificadas en un corpus de textos no traducidos (cf. Olohan 2004: 160).
Los trabajos revisados en esta sección no intentan ofrecer una panorámica
exhaustiva de las diferentes posibilidades que el uso de corpus ofrece para el es-
tudio de la traducción. Constituyen más bien una pequeña muestra del enorme
potencial del corpus como herramienta para describir las traducciones y detectar
regularidades en el comportamiento de los traductores. La utilidad del corpus para
el análisis del producto textual resulta evidente, pero esta herramienta muestra
serias limitaciones para abordar el estudio del proceso de traducción. A partir del
análisis del producto podemos establecer una serie de hipótesis plausibles sobre
las causas de los efectos textuales observados, pero no podemos acceder a los
procesos cognitivos que tienen lugar en la mente del traductor.

124
 
Hacia el extremo cuantitativo: el corpus y la encuesta

3.5. De los sujetos y los textos hacia el estudio del proceso

Los dos tipos de diseño revisados en el presente capítulo proporcionan métodos


de investigación que permiten al investigador ampliar la escala del análisis y tras-
cender los límites impuestos por la subjetividad característica de los diseños cua-
litativos. Tanto los diseños basados en la encuesta como los basados en el uso de
corpus permiten obtener datos cuantificables que ofrecen la posibilidad de genera-
lizar los resultados e imprimir una mayor objetividad al estudio. Sin embargo, las
herramientas de análisis de estos tipos de diseño todavía presentan serias limita-
ciones para su aplicación en el ámbito de la traducción.
Por una parte, la encuesta permite acceder a un número elevado de sujetos en
un tiempo reducido, pero resulta difícil de aplicar en situaciones que requieren la
realización de una tarea de traducción e interpretación. En este tipo de situacio-
nes, los cuestionarios deben distribuirse antes o después de la tarea de traducción,
por lo que su uso para el estudio del proceso resulta cuestionable. Por otra parte,
la encuesta libera al estudio de la subjetividad del investigador, pero no de la sub-
jetividad de los encuestados. Las respuestas de los sujetos encuestados están
inevitablemente impregnadas de sus opiniones y en ocasiones incluso de su nece-
sidad de conformidad social. Es posible que la garantía del anonimato no sea sufi-
ciente para erradicar los impulsos de los sujetos de anteponer a sus propias opi-
niones lo que consideran política y socialmente correcto.
Los diseños basados en el uso de corpus avanzan un paso más en la reducción
de la subjetividad del diseño, desplazando el foco de atención de los sujetos al
análisis del producto textual. Sin embargo, situar al texto en el centro del análisis
libera al trabajo de la subjetividad del componente humano (al menos en la prime-
ra fase del análisis), pero no consigue erradicar los problemas que este tipo de
diseños continúa planteando para el estudio del proceso de traducción. Un tipo de
análisis centrado en el texto ofrece una perspectiva basada en el estudio del pro-
ducto de traducción que resulta insuficiente para acceder al proceso. Estudiar el
texto nos permite establecer hipótesis sobre las causas de los fenómenos textuales
observados, pero no facilita un acceso directo al proceso de traducción. Al fin y al
cabo, para establecer dichas hipótesis el investigador ha de dar un salto del texto
hacia los procesos cognitivos que han motivado su elaboración y dicho salto con-
tinúa estando en gran parte impulsado por su propia intuición.
El siguiente capítulo se dedica precisamente a revisar algunos de los métodos
empleados en los diseños experimentales para construir un puente entre los efec-
tos y sus causas, entre el texto y el proceso, que permita al investigador un acceso
más directo a los procesos cognitivos que tienen lugar en la mente del traductor
mientras realiza su trabajo.

125
 
Diseños y métodos de investigación en traducción
 
Proyectos

1. Quieres realizar un estudio sobre la situación profesional de los traducto-


res/intérpretes en un ámbito de trabajo especializado de tu región. Define
los objetivos del estudio empleando la encuesta como instrumento de tra-
bajo y planifica los pasos a seguir para llevar a cabo la investigación.
2. Deseas comparar las traducciones de dos o más traductores diferentes.
Elige los autores y las traducciones que usarías como corpus para tu traba-
jo y define los objetivos del estudio. Especifica los procedimientos a se-
guir para analizar el corpus y llevar a cabo la investigación.
3. Pretendes investigar los rasgos del lenguaje de las traducciones compa-
rando el TEC (<www.monabaker.com/tsresourcers) y el BNC u otro cor-
pus del inglés británico en línea de acceso gratuito. Elige un rasgo que
consideres característico del lenguaje traducido y especifica los objetivos
de tu estudio. Decide los términos que definirán tu búsqueda en ambos
corpus y presenta los resultados de la misma. ¿Hasta qué punto consideras
que el rasgo investigado puede considerarse característico del lenguaje
traducido? ¿Crees que los resultados de tu investigación apoyan la exis-
tencia de los universales de traducción?
4. Te gustaría comprobar si la tendencia a neutralizar la fuerza expresiva de
las palabras tabú es una tendencia universal en traducción o si realmente
existen diferencias que dependen de las lenguas implicadas. ¿Qué tipo de
diseño de corpus plantearías para investigar esta cuestión? Justifica tu
proyecto.

126
 
4
Hacia el extremo cuantitativo:
los diseños experimentales

El presente capítulo completa la revisión de los diseños de corte cuantitativo más


frecuentes en la investigación en traducción. Mientras que el capítulo anterior se
centraba en los diseños basados en el uso de la encuesta y del corpus como he-
rramientas metodológicas, este capítulo se dedica a los diseños experimentales.
Frente al protagonismo de la capacidad de introspección del investigador en los
diseños cualitativos, la aplicación de la encuesta y el corpus como instrumentos
de análisis perfila el papel de los sujetos en la recepción del texto y la importancia
del estudio basado en datos de traducción reales. Sin embargo, tal y como vimos
en el capítulo anterior, este tipo de estudio todavía plantea obvias limitaciones
metodológicas para investigar el proceso de traducción. Las opiniones de los suje-
tos y los textos traducidos proporcionan al investigador una prolífica cantera de
datos empíricos con numerosos detalles sobre el texto traducido y las impresiones
de los receptores o usuarios, pero no permiten acceder de forma más directa a los
factores que motivan el proceso de traducción. Entre el análisis de los datos y la
formulación de hipótesis con capacidad de predicción teórica existe un vacío que
el investigador se ve forzado a cubrir con supuestos que aún dependen en gran
medida de su propia intuición. La adopción del diseño experimental en la investi-
gación en traducción responde, en parte, al intento de los investigadores de abrir
nuevas vías de acceso más inmediato al proceso de traducción. Los instrumentos
de análisis empleados en este tipo de diseño permiten establecer una relación
entre el comportamiento traductológico y el esfuerzo cognitivo empleado. Su uso
presenta enormes ventajas para el estudio del proceso de traducción, aunque la-
mentablemente tampoco está exento de problemas.
Este capítulo se ha concebido con la intención de familiarizar a los lectores
con las principales ventajas y limitaciones de los diseños experimentales. Se intro-
duce a los lectores a los rudimentos del método experimental y se presentan las

127
 
Diseños y métodos de investigación en traducción
 
técnicas básicas de análisis y sus aplicaciones al ámbito de la traducción y la inter-
pretación. El capítulo se cierra con una sección dedicada a la revisión de los esca-
sos diseños que han empleado técnicas neurológicas para analizar el proceso de
traducción. Aunque el número de este tipo de diseños todavía resulta insuficiente,
las técnicas neurológicas ofrecen un enorme potencial para explorar los procesos
cognitivos que tienen lugar en la mente del traductor y permitirnos superar el mo-
delo de «caja negra». El objetivo es ofrecer una panorámica del alcance y aplica-
ciones de las diferentes técnicas y herramientas disponibles, tanto de forma aislada
como en combinación con otros métodos. La intención es mostrar lo que este tipo
de diseños cuantitativos puede ofrecer al estudio de la traducción, enfatizando los
progresos realizados e indicando los obstáculos que aún quedan por sortear.

4.1. Los diseños experimentales

Los diseños experimentales han adquirido una creciente popularidad en el estudio


del proceso de traducción. En términos muy simples, un experimento responde a
un intento de determinar el efecto de un factor o variable sobre otra. Normalmen-
te, el investigador establece una hipótesis sobre la posible causa de algo y decide
manipular una variable para determinar su efecto sobre otra, intentando controlar
en la medida de lo posible otras variables que pueden interferir en dicho efecto.
La manipulación de las variables es precisamente lo que distingue a la investiga-
ción experimental de otros tipos de investigación. Imaginemos, por un momento,
que hemos detectado que la calidad de las traducciones de nuestros alumnos es
mayor cuando traducen textos literarios que cuando traducen textos jurídicos.
Existen varias explicaciones plausibles: es posible que la dificultad de los textos
literarios traducidos sea menor, que los alumnos tengan un perfil de literatura y
estén más motivados para traducir este tipo de textos, o incluso que las condicio-
nes físicas o psicológicas de los alumnos fueran peores al traducir los jurídicos.
Para determinar la auténtica razón de esta diferencia podríamos intentar descartar
cada uno de los factores; por ejemplo, podemos asegurarnos de que el nivel de
dificultad de todos los textos sea similar y ver si la calidad de las traducciones
varía. Si lo hace, podemos medir su nivel de motivación y así progresivamente
hasta averiguar la verdadera causa. Obviamente, existe la posibilidad de que todo
se deba al azar y de que la diferencia desaparezca por sí sola, pero al menos la
investigación experimental nos proporciona un método para determinar la causa
más probable de dicha diferencia.
Otro de los rasgos característicos del método experimental reside en la im-
plementación de un procedimiento de análisis riguroso definido por una serie de
pasos prefijados y necesarios. El diseño experimental sigue un formato estableci-
do que incluye una serie de etapas o componentes que se detallan a continuación.

128
 
Hacia el extremo cuantitativo: los diseños experimentales

4.1.1. La pregunta de investigación y las variables

La confección de un diseño experimental siempre comienza por formular la pre-


gunta de investigación e identificar las variables del estudio. Es imprescindible
que el investigador defina claramente lo que se pretende estudiar y los factores
elegidos para hacerlo. Como ya indicábamos en el capítulo 1, la pregunta de in-
vestigación surge normalmente en relación a un enfoque teórico y a partir de al-
gún aspecto que permanece sin respuesta en las investigaciones previas. En los
diseños experimentales, es importante que las preguntas de investigación se enun-
cien de forma clara y explícita, evitando las formulaciones vagas y los términos
que conlleven juicios de valor. Los objetivos demasiado generales o vagos impli-
can un número excesivo de variables que es imposible aislar y controlar. Las pre-
guntas deben abordar un problema al que sea posible dar respuesta teniendo en
cuenta las limitaciones de tiempo y presupuesto de la mayoría de las investigacio-
nes. Las cuestiones planteadas sirven de punto de partida para enunciar los objeti-
vos e hipótesis del estudio e identificar las variables que reflejan el concepto so-
metido a investigación. La definición de las variables implica identificar el factor
que se manipula (variable independiente), el que se mide (variable dependiente),
lo que se mantiene constante porque es necesario controlar (variable de control),
e incluso aquello que es posible que intervenga en el efecto que se intenta medir
(variables intervinientes).
Intentemos ilustrar la diferencia con dos ejemplos de preguntas diferentes.
Para investigar si la traducción inversa es más difícil que la directa, podríamos
formular la siguiente pregunta: ¿Ejerce la dirección de la traducción una influen-
cia en la carga de esfuerzo cognitivo demandado? (véase Chang 2011). Esta pre-
gunta permite identificar claramente las variables del estudio: la variable inde-
pendiente sería la dirección de la traducción y la dependiente la carga de esfuerzo
cognitivo. El esfuerzo cognitivo se podría medir con la ayuda de un lector de mo-
vimientos oculares, estableciendo distintos parámetros cuantificables como, por
ejemplo, el número y frecuencia de las fijaciones, las variaciones en el diámetro
de la pupila o la frecuencia de parpadeo. Entre las variables que podrían influir en
los resultados y que sería necesario controlar estarían, por ejemplo, la dificultad y
extensión de los textos a traducir, el nivel de conocimiento de los sujetos de las
lenguas implicadas o la forma de llevar a cabo la tarea. No obstante, siempre sería
posible que otras variables más difíciles de controlar también intervinieran en los
movimientos oculares de los participantes, como en el caso de las posibles dife-
rencias en los estilos de lectura de los participantes o en su capacidad de atención.
Por otra parte, el estudio propuesto también se podría plantear formulando
otra pregunta diferente, del tipo ¿Deberíamos considerar que la traducción inversa
es más difícil que la directa? Esta pregunta seguiría siendo relevante para nuestro
ámbito de estudio, pero resultaría demasiado imprecisa para un estudio experi-

129
 
Diseños y métodos de investigación en traducción
 
mental: ¿Cuáles serían las variables? ¿Cómo se medirían? Es más, el uso del con-
dicional «deberíamos» para plantear una pregunta de investigación implica un
juicio de valor que no es evaluable empíricamente.
En el ejemplo del trabajo de Shreve et al. (2011) que se incluye a continua-
ción las variables del estudio quedan definidas en el planteamiento de la hipótesis.
La variable independiente sería la complejidad sintáctica y las dependientes serían
la calidad de la traducción a la vista (medida en términos del número de errores y
la pérdida de fluidez) y el esfuerzo cognitivo empleado (reflejado en los movi-
mientos oculares de los sujetos y medido en términos del número y duración de
las fijaciones y del número de las regresiones oculares):

Ejemplo 4.1 Las variables en las hipótesis de la investigación


Para la traducción a la vista, a medida que la complejidad sintáctica de un segmento
del texto origen aumenta, la comprensión, transferencia y producción se hacen más
difíciles y muestran un deterioro mayor. Este deterioro puede medirse en función del
aumento en el número de errores en la producción (incluidos los fenómenos de pérdi-
da de fluidez) y empleando mediciones de los movimientos oculares indicativas de un
mayor esfuerzo procesativo como, por ejemplo, un número mayor de fijaciones, fija-
ciones más largas y un número más elevado de fijaciones regresivas (regresiones) (Mi
traducción).
(Shreve et al. 2011: 96)

4.1.2. La descripción de los sujetos o participantes

El siguiente paso en la exposición de un diseño experimental implica la descrip-


ción de los sujetos que participan en el experimento. Dicha descripción no sólo
debe incluir información sobre el número de participantes y otras características
que pueden influir en los resultados, como su edad, sexo, actividad profesional,
nivel de competencia lingüística, etc. Además, en un diseño experimental es esen-
cial detallar el proceso de selección de los sujetos y su distribución en grupos
(distribución de los sujetos experimentales y del grupo de control, si lo hubiera).
Los diseños experimentales más rigurosos exigen la presencia de un grupo de
participantes que no reciba el tratamiento experimental y actúe, por lo tanto, de
«control» o referencia para el grupo sometido a manipulación (véase la sección
4.1.5 para una descripción más detallada de este tipo de diseños). Así, por ejem-
plo, para medir los efectos del nivel de experiencia en traducción no podemos
emplear únicamente un grupo de participantes expertos porque no tendríamos
ningún valor que actuara de referencia para poder interpretar nuestros resultados
(a no ser, claro está, que dispusiéramos de mucho tiempo y pudiéramos tomar dos

130
 
Hacia el extremo cuantitativo: los diseños experimentales

medidas del mismo grupo en dos periodos temporales diferentes, antes y después
de adquirir la experiencia). Si nuestros expertos fueran muy rápidos traduciendo o
lo hicieran muy bien ¿cómo sería posible saber que no lo harían igual si no tuvie-
ran la misma experiencia? Para responder a esta pregunta necesitamos comparar
nuestros resultados con los de otro grupo de traductores sin experiencia que nos
sirva de control. En el caso de la mayoría de los estudios que investigan el papel
de la experiencia en traducción siempre se establecen al menos dos grupos (no
expertos frente a expertos), de forma que uno actúa de «control» para el otro.
Como señalamos en capítulos anteriores, un verdadero experimento implica
una selección totalmente al azar de los sujetos para asegurar que la muestra sea
representativa de la población sometida a estudio. No obstante, en la mayoría de
los diseños experimentales de traducción la selección de los sujetos no se lleva a
cabo completamente al azar y sólo se pueden considerar cuasi-experimentales,
puesto que el investigador a menudo se ve obligado a usar voluntarios o grupos
formados de manera natural (por ejemplo, los alumnos de una clase de traducción
o un grupo de traductores o intérpretes profesionales con la combinación lingüís-
tica requerida). El siguiente ejemplo ilustra el tipo de descripción de los sujetos
llevada a cabo en un estudio de traducción:

Ejemplo 4.2 Los sujetos


Se analizaron los datos del proceso de traducción de los dos grupos de participantes.
El primer grupo estaba compuesto por 12 traductores profesionales que tenían al me-
nos dos años de experiencia como traductores a tiempo completo con inglés (L2) y
danés (L1) como lenguas de trabajo. El segundo grupo estaba integrado por 12 estu-
diantes de máster especializados en la traducción inglés (L2) y danés (L1). Ninguno
de los participantes era bilingüe. Los datos de cuatro participantes adicionales (tres
profesionales y un estudiante) se descartaron por la calidad pobre de sus movimientos
oculares […] Los participantes recibieron un certificado por su participación (Mi tra-
ducción).
(Jensen 2011: 219)

4.1.3. El instrumento de medición y las herramientas de análisis

En un experimento es importante describir el instrumento de medición y las he-


rramientas o programas informáticos empleados para el análisis de los datos. Por
ejemplo, los experimentos sobre el proceso de traducción que usan un lector de
movimientos oculares especifican el tipo y modelo de aparato usado. Además,
también incluyen información sobre los programas especializados empleados para
la recogida y análisis de los datos.

131
 
Diseños y métodos de investigación en traducción
 
El siguiente fragmento define el uso del lector de movimientos oculares como
instrumento de medición y detalla las herramientas empleadas para analizar los
datos:

Ejemplo 4.3 El instrumento de medición y las herramientas de análisis


Los participantes se sentaron frente a un lector de movimientos oculares Tobii 1750 a
una distancia de no más de 55 cms del monitor. La calibración se realizó con la he-
rramienta de medición de movimientos oculares GWM del programa Translog y
ClearView [….]. ClearView es un programa de software que graba los datos oculares
crudos y a su vez permite al investigador registrar manualmente las asociaciones entre
las fijaciones y las unidades textuales (Mi traducción).
(Sjørup 2011: 203)

En los diseños experimentales, el instrumento de medición es uno de los ele-


mentos clave que determina el método de análisis. La sección 4.2 ilustra con ma-
yor detenimiento el papel de este elemento en los estudios experimentales de tra-
ducción.

4.1.4. La tarea y los materiales

Un diseño experimental también proporciona información sobre la tarea y mate-


riales empleados para obtener los datos. Algunos autores emplean secciones dife-
rentes para distinguir la información relativa a la tarea, los materiales, al diseño
experimental y al procedimiento; otros prefieren, sin embargo, agrupar la infor-
mación en una única sección. Lo importante es exponer la información con la
máxima claridad, aportando todos los detalles necesarios para valorar el experi-
mento.
En el área de traducción, la tarea asignada suele estar relacionada con alguna
fase de la traducción o la interpretación (lectura, comprensión, revisión, etc.) o
con algún tipo especial de traducción (traducción escrita, traducción a la vista,
etc.). Otros detalles de interés relativos a la tarea incluyen las instrucciones reci-
bidas por los sujetos en referencia al tiempo que deben emplear, si hay o no una
fase de prueba o entrenamiento previa a la experimental, si deben seguir un méto-
do o estrategia de traducción concreta o si pueden consultar materiales de referen-
cia o utilizar algún tipo de ayuda. En el ejemplo aquí expuesto de Angelone y
Shreve (2011) se especifica la existencia de una sesión de práctica del método
experimental empleado (el protocolo de pensamiento en voz alta) y el uso de los
recursos de traducción permitidos:

132
 
Hacia el extremo cuantitativo: los diseños experimentales

Ejemplo 4.4 La tarea


Se pedía a los participantes que pensaran en voz alta mientras traducían una nota pu-
blicitaria de 50 palabras sobre la isla alemana de Borkum del alemán al inglés. Esta
tarea estaba precedida por una sesión de práctica del protocolo de pensamiento en voz
alta para conseguir que los sujetos se habituaran a este método. Tenían acceso a todos
los recursos que necesitaran, y tenían la opción de pensar en voz alta en inglés, alemán
o en ambos (Mi traducción).
(Angelone y Shreve 2011: 118)

Los materiales pueden presentarse en formatos diferentes, pero siempre im-


plican contenido lingüístico, desde palabras aisladas a fragmentos textuales o
discursos orales de distinta extensión. El investigador aporta todos los detalles
relativos al formato (electrónico, papel, DVD, etc.), la fuente de los materiales (en
el caso de materiales ya existentes) o los criterios establecidos para su diseño (en
el caso de textos diseñados específicamente para el experimento). También inclu-
ye información relativa a su extensión (normalmente en número de caracteres) y
al contenido o temática. En algunos casos, como en el siguiente ejemplo de Jen-
sen (2011), se detallan incluso los criterios o pruebas empleados para medir el
nivel de complejidad de los textos:

Ejemplo 4.5 Los criterios para medir el nivel de complejidad de los textos
Los niveles de complejidad de los textos experimentales se establecieron mediante in-
dicadores cuantitativos (Jensen 2009): índices de facilidad de lectura, cálculo de la
frecuencia de palabras, y el cálculo del número de ocurrencias de expresiones no lite-
rales, esto es, modismos, metáforas y metonimias (Mi traducción).
(Jensen 2011: 220)

4.1.5. El método y el diseño experimental

Una vez descritos los participantes, los materiales y la tarea a realizar, el investi-
gador procede a detallar el método o procedimiento de investigación empleado.
Se proporciona información sobre el tipo de diseño experimental elegido y se
elabora una descripción pormenorizada del procedimiento seguido para llevar a
cabo el experimento. Al igual que ocurría con la tarea y los materiales, en traduc-
ción hay autores que prefieren dedicar una sección independiente a la descripción
del diseño experimental, mientras que la mayoría la incluyen junto a la explica-
ción del método. Por regla general, en los estudios de traducción e interpretación
el tipo de diseño experimental se infiere de la explicación detallada del procedi-

133
 
Diseños y métodos de investigación en traducción
 
miento. No obstante, se ofrezca o no una descripción explícita, el investigador
debe tener una idea clara del tipo de diseño que desea aplicar para su investiga-
ción. Por esta razón, ofrecemos aquí una breve revisión de los tipos de diseño
experimental más frecuentes.
En términos generales, es posible organizar los tipos de diseño experimental
en tres grandes categorías: los pre-experimentales, los cuasi-experimentales y los
verdaderamente experimentales. Los tipos de diseño pre-experimental más comu-
nes son dos: el diseño de caso con una sola medición y el diseño de preprueba-
postprueba con un solo grupo. En el diseño de caso con una sola medición se
pone a prueba a un único grupo de participantes a quienes se ha sometido a algún
tipo de intervención. El investigador sólo recoge una medida posterior a la prue-
ba. Es el tipo de diseño usado de manera más frecuente en estudios de didáctica,
en los que se somete a los alumnos a algún tipo de método didáctico y después se
mide lo que han aprendido. Una variante mejorada de este diseño es el diseño de
preprueba-postprueba con un solo grupo, en el que el investigador toma dos me-
didas, antes y después de la prueba. La ventaja de este diseño es que, al tomar
una medida anterior a la prueba, proporciona un punto de referencia que permite
comprobar qué nivel tenía el grupo en la variables dependientes antes del es-
tímulo y compararlo con los niveles posteriores. Sin embargo, este diseño toda-
vía adolece de la falta de un grupo de comparación que nos permita establecer
con certeza si los cambios observados son un resultado del experimento o se
deben a cualquier otra incidencia que puede haber ocurrido en el transcurso de
éste. Retomemos por un momento el ejemplo del estudio sobre el efecto de la
presión por falta de tiempo en traducción. Si tomamos la primera medida en un
momento en el que el sujeto está especialmente estresado por factores externos
(por ejemplo, problemas familiares, falta de sueño, etc.), es posible que la medi-
da posterior a la prueba sea más baja, independientemente de la presión ejercida
por la prueba en sí.
Los problemas de validez y falta de control de este tipo de diseños se solu-
cionan usando dos grupos de comparación: un grupo experimental y un grupo de
control. Este tipo de diseño es típico de los cuasi-experimentos y de los experi-
mentos «auténticos», siendo la principal diferencia entre los dos tipos el hecho de
que en los diseños cuasi-experimentales la asignación de los participantes a los
grupos no se lleva a cabo de manera aleatoria. Por el contrario, los participantes
se consideran miembros de uno u otro grupo con anterioridad al experimento.
Como ya mencionamos en el apartado dedicado a los sujetos (ver sección 4.1.2),
en sentido estricto la mayoría de los experimentos de traducción (si no todos), son
cuasi-experimentales, puesto que los grupos ya están formados de manera más o
menos natural (por ejemplo, traductores profesionales vs. bilingües no profesiona-
les, estudiantes de traducción vs. profesionales, etc.). No obstante, es posible ase-
gurar una cierta equivalencia entre los grupos que permita la comparación (por

134
 
Hacia el extremo cuantitativo: los diseños experimentales

ejemplo, podemos asegurarnos de que los traductores profesionales y los bilin-


gües se encuentren en el mismo rango de edad, de que exista una proporción simi-
lar de hombres y mujeres y de que tengan un nivel socio-cultural semejante, etc.).
A pesar de las reticencias de los investigadores de disciplinas con una mayor
tradición empírica, en el ámbito de la traducción no se suele establecer una distin-
ción entre diseños cuasi-experimentales y experimentales «puros»; ambos tipos se
consideran experimentales y se diferencian de los cualitativos o no empíricos.
Centrándonos en los diseños puramente experimentales, es posible establecer
distintos tipos de diseño según el número de medidas tomadas y según el tipo de
comparación realizada. Considerando el número de medidas tomadas, al igual que
en el caso de los diseños pre-experimentales, existe la posibilidad de distinguir
entre un diseño únicamente con postprueba o uno con preprueba y postprueba
que permita analizar la evolución de los grupos y determinar los efectos del tra-
tamiento experimental.
Desde el punto de vista del tipo de comparación llevada a cabo entre los gru-
pos, es posible hablar de diseños entre-sujetos o intra-sujetos. En el diseño entre-
sujetos se comparan dos o más grupos, como cuando comparamos las habilidades
traductoras de bilingües frente a traductores profesionales. Cada sujeto puede
realizar la misma tarea de traducción, lo que elimina los inconvenientes que pue-
den venir causados por el hecho de que una misma persona realice más de una
tarea y pueda darse el caso de que una tarea «contamine» a otra (por ejemplo,
efectos no intencionados de orden o facilitación). La desventaja de este tipo de
diseños reside, sin embargo, en la existencia inevitable de diferencias individuales
entre los sujetos que pueden disminuir la capacidad de comparación. Para mini-
mizar el efecto de estas diferencias, el investigador debe tratar de equiparar am-
bos grupos desde el principio y aumentar la potencia estadística del experimento
incrementando el número de sujetos implicados.
En el diseño intra-sujetos el investigador estudia sólo un grupo. Cada uno de
los sujetos se somete a distintos tratamientos experimentales y se comparan sus
resultados para cada tratamiento. Cada sujeto se compara, así pues, consigo mis-
mo. Por ejemplo, volviendo al caso de los experimentos que analizan los efectos
de la presión por falta de tiempo en traducción, en un diseño intra-sujetos cada
sujeto realizaría varias traducciones en un período de tiempo diferente. Este tipo
de diseños presenta la ventaja de que cualquier tipo de diferencias halladas entre
las traducciones realizadas durante un intervalo de tiempo diferente no puede
deberse a diferencias individuales. Sin embargo, tiene el inconveniente de que es
posible que el sujeto, después de realizar una traducción que tuvo dificultad para
terminar por falta de tiempo, cuando el período de tiempo sea aún menor, se rinda
y se encuentre, de hecho, menos presionado al enfrentarse a una traducción para
la que se le da un tiempo en el que sabe que será imposible realizarla. Una manera
de minimizar la contaminación entre las tareas es espaciar su realización en el

135
 
Diseños y métodos de investigación en traducción
 
tiempo, de forma que el sujeto no recuerde los detalles de una ocasión para la
siguiente.
A la hora de explicar el diseño experimental resulta muy útil mostrar la orga-
nización de forma gráfica mediante una tabla o diagrama. En el siguiente ejemplo,
Kurz (2008) describe de la siguiente forma el diseño experimental de su estudio
sobre el impacto que el acento inglés no nativo puede ejercer en la evaluación de
la interpretación:

Ejemplo 4.6 El diseño experimental


Los diez sujetos se dividieron en dos grupos de cinco personas cada uno (Grupo A y
Grupo B) […] Cada grupo escuchaba una grabación de ambos hablantes. El texto ori-
gen se dividía en dos partes. El Grupo A interpretaba la parte del hablante nativo en
primer lugar y en segundo lugar la del no nativo, mientras que el Grupo B interpretaba
al hablante no nativo primero y después al nativo.

Grupo A Grupo B
Parte 1 Hablante nativo Texto leído por Hablante no nativo
Parte 2 Hablante no nativo Hablante nativo
Este diseño experimental permitía realizar una comparación entre-grupos e intra-
grupos (Mi traducción).

(Kurz 2008: 185-6)

Además de describir el tipo de diseño experimental, el investigador relata de


forma detallada cómo se llevó a cabo el experimento, aportando información so-
bre el entorno experimental y la distribución y desarrollo temporal de las activi-
dades y la recogida de datos:

Ejemplo 4.7 El procedimiento


Antes del experimento, se informó a los sujetos de que tendrían que interpretar un
fragmento de cinco minutos sobre el tema «desarrollo del lenguaje» del inglés al ale-
mán. Se les advirtió de que habría un cambio de hablante hacia la mitad del texto, pero
no se les dio información adicional sobre el objetivo del estudio. El experimento se
llevó a cabo en una clase del Instituto de Traducción e Interpretación, equipada con
cabinas adaptadas a la Norma ISO 2603. Las interpretaciones de los alumnos se graba-
ron y transcribieron. Al terminar, todos los sujetos recibieron un cuestionario para
evaluar a los dos hablantes en lo relativo a terminología, velocidad, acento y pronun-

136
 
Hacia el extremo cuantitativo: los diseños experimentales

ciación. En las entrevistas de seguimiento, se preguntó a los sujetos sobre sus impre-
siones subjetivas y sobre cómo habían manejado los problemas y dificultades durante
la interpretación del hablante no nativo (Mi traducción).
(Kurz 2008: 186)

4.1.6. Resultados y análisis de los datos

Una de las partes más complejas en un estudio experimental, al menos para los
investigadores sin formación estadística, es sin duda el apartado de resultados y
análisis de los datos. Un vez más, existe la posibilidad de unir resultados y análi-
sis en una única sección (sobre todo en los artículos de extensión más reducida) o
dedicar un apartado a la exposición de los resultados y otro a la discusión o análi-
sis de los mismos. Aunque no es imperativo que el investigador sea un experto en
estadística, resulta casi imprescindible poseer ciertas nociones básicas que ayuden
a elegir el método más apropiado para el análisis de los datos (véase el capítulo
anterior para una revisión de los conceptos estadísticos básicos).
En los trabajos en los que ambos apartados se mantienen separados, el inves-
tigador utiliza la sección de resultados para presentar los datos y los resultados del
análisis estadístico en tablas y gráficos. Si el estudio implica corroborar varias
hipótesis, es posible organizar la presentación de los resultados en función de los
datos obtenidos para cada una de las hipótesis. Rojo y Valenzuela (en prensa)
proporcionan un ejemplo de este tipo de organización de los resultados en un
estudio en el que utilizan un lector de movimientos oculares para explorar las
dificultades surgidas al traducir a la vista un tipo de construcción resultativa del
inglés al español:

Ejemplo 4.8 Los resultados


Nuestra primera hipótesis postulaba que la traducción de las construcciones resultati-
vas demandaría un mayor esfuerzo cognitivo que la traducción de las versiones predi-
cativas […] Para el análisis de las regresiones, los movimientos oculares se proyecta-
ron en un gráfico en el que el movimiento hacia adelante se representó verticalmente
de arriba abajo; así, en estos gráficos, las líneas hacia abajo representaban las regre-
siones de los movimientos oculares en un texto. Por ejemplo, las Figuras 4 y 5 ilustran
las regresiones de las versiones resultativa (Hor Pos R a la izquierda) y predicativa
(Hor Pos P a la derecha) del mismo estímulo […]

137
 
Diseños y métodos de investigación en traducción
 

  Hor Pos R Hor Pos P

160

 
250
140
120 200
100
150

 
80 Hor Pos R Hor Pos P
60 100
40 50
20

  0
0 2 4 6 8 10
0
0 1 2 3 4 5 6 7 8

Figuras 4 y 5. Regresiones para las versiones resultativa y predicativa del mismo estímulo

De nuevo, los sujetos mostraron menos regresiones en la construcción predicativa


(media: 2,35) que en la resultativa (media: 3,42) como se refleja en la Figura 6. La
diferencia entre ambas condiciones se reveló estadísticamente significativa mediante
un análisis de ANOVA de un factor, F (1,15)=13,064, p<0,005.

4,50
4,00
3,50
3,00
2,50
2,00

 
1,50
1,00
0,50
0,00

  Pred

Backtracks
Res

Figura 6. Media de regresiones para la construcción resultativa vs. la predicativa

(Mi traducción) (Rojo y Valenzuela, en prensa)

La última fase de un diseño experimental consiste en el análisis, interpreta-


ción o discusión de los resultados. Esta interpretación se lleva a cabo en relación
a las hipótesis o preguntas de investigación planteadas al comienzo del experi-
mento. Al igual que en los diseños basados en la encuesta, en los experimentales
la discusión comienza indicando si los datos corroboran o refutan las hipótesis
de investigación. A continuación, se plantea si los resultados son o no significa-
tivos, proporcionando explicaciones basadas en la revisión de la literatura, en el
razonamiento lógico y en nuestros conocimientos generales sobre el ámbito de
estudio.

138
 
Hacia el extremo cuantitativo: los diseños experimentales

Ejemplo 4.9 La discusión de los resultados


El experimento estableció que todos los factores sintácticos investigados afectaron
consistentemente la actuación de los principiantes, sugiriendo la importancia de la in-
formación sintáctica en la interpretación inexperta. El procesamiento de los princi-
piantes mostró el mismo patrón de interacción entre complejidad y actuación estable-
cido para el procesamiento monolingüe (Cheung y Kemper 1992) […] Estos
resultados, sin embargo, no se replicaron en el procesamiento de la IS experta, en la
que los efectos de la complejidad sintáctica variaron con la carga de información y el
tipo de medida […] Una explicación posible para estos resultados es la creciente con-
fianza de los expertos en procesos post-interpretativos en el sentido de Caplan y Wa-
ters (1999) […] Una explicación alternativa sugiere que la destreza está modulada por
estrategias cognitivas específicas a la experiencia más sofisticadas y complejas (Mi
traducción).
(Hild 2011: 264)

Además de intentar explicar los resultados, conviene dejar constancia de las


posibles limitaciones del estudio, en especial si se deben a fallos en el procedi-
miento experimental, sugiriendo al mismo tiempo maneras para enmendar estas
carencias. Finalmente, también es importante realizar un intento de generalizar los
resultados a una población o entorno más amplio, indicando sus implicaciones
para experimentos futuros.

4.1.7. Las conclusiones finales

La interpretación de los datos cierra el proceso de análisis de los resultados. Por


esta razón, y especialmente en los trabajos de extensión más limitada, el apartado
de discusión contiene a veces las conclusiones finales y pone fin a todo el trabajo.
No obstante, en los trabajos de mayor longitud algunos autores todavía prefieren
incluir un apartado último de conclusiones que constituye el broche final del estu-
dio. El intento del apartado de discusión de explicar los resultados y justificar su
relevancia señalando sus implicaciones en investigaciones futuras anuncia, en
cierta medida, los contenidos del apartado de conclusiones finales como sección
última de un trabajo de investigación. En definitiva, el objetivo central del aparta-
do de conclusiones finales no es otro que recapitular los puntos más relevantes del
estudio: los resultados más sobresalientes y las explicaciones más coherentes, las
limitaciones que se han logrado sortear y los problemas que aún quedan por re-
solver.
El siguiente fragmento ilustra el esfuerzo de síntesis y recapitulación que de-
fine al apartado de conclusiones finales en un estudio sobre las diferencias en la
actuación de intérpretes con diferentes niveles de experiencia:

139
 
Diseños y métodos de investigación en traducción
 

Ejemplo 4.10 Las conclusiones finales


En resumen, ciertos problemas de procesamiento, ejemplos de monitorización y estra-
tegias pueden, ciertamente, decirnos algo sobre la experiencia. Pueden indicarnos qué
componentes de la actuación deberían estudiarse en detalle para encontrar la superio-
ridad que Ericsson (1991) nos anima a buscar. Es muy posible que la monitorización y
la capacidad para transmitir información sean los componentes que hacen que la ac-
tuación de los expertos sea superior. El reto que tenemos delante es el de ahondar en
estas diferencias para comprender y definir la experiencia en interpretación (Mi tra-
ducción).
(Tiselius y Jenset 2011: 292)

4.2. Los métodos de análisis en los experimentos de traducción

Uno de los rasgos que diferencia a los diseños experimentales de otros tipos de
diseño reside en su potencial para emplear distintos métodos o instrumentos para
la recopilación y el análisis de los datos. En los diseños basados en la encuesta y
en los basados en el uso de corpus, los instrumentos empleados para la recopila-
ción de los datos son «por defecto» el cuestionario en unos y el corpus en los
otros (si bien es cierto que ambos instrumentos existen en distintas modalidades
que aportan variedad a los estudios). Sin embargo, en los estudios experimentales
encontramos una mayor diversidad de instrumentos diseñados para recopilar da-
tos en un laboratorio. Los más usados en el ámbito de la traducción y la interpre-
tación hasta el momento son: los métodos de grabación de voz, los programas de
grabación de movimientos del teclado y actividad de la pantalla del ordenador, el
lector de movimientos oculares, y los métodos de exploración neurológica, como
electroencefalogramas o resonancias magnéticas. La elección del método más
adecuado para la investigación que se pretende llevar a cabo depende, en última
instancia, del investigador. No obstante, existen ya diversos estudios que han
demostrado el potencial de cada uno de estos métodos para investigar aspectos
concretos del proceso de traducción o interpretación. Esta sección se dedica preci-
samente a la revisión de algunos de los estudios de traducción que han basado su
análisis en la aplicación de estos métodos.

4.2.1. Los métodos de grabación de voz y movimientos del teclado

Los métodos de grabación de voz constituyen, sin duda, uno de los instrumentos
de medición más tradicionales y de uso más extendido en la investigación en tra-

140
 
Hacia el extremo cuantitativo: los diseños experimentales

ducción. En el ámbito de la interpretación, la aplicación de este método consiste


normalmente en grabar las interpretaciones orales que se desea analizar y trans-
cribirlas para su posterior análisis. En un principio, estas grabaciones se utilizaban
exclusivamente para un análisis de tipo cualitativo, pero en los estudios más re-
cientes existe ya un intento de cuantificar los datos de las grabaciones para reali-
zar un análisis de tipo estadístico. Este proceso se realiza generalmente codifican-
do las distintas proposiciones en una base de datos según las categorías
establecidas para el análisis. Se intenta, además, aumentar la validez ecológica del
experimento realizando las grabaciones en entornos experimentales más similares
a los profesionales (por ejemplo, en cabinas de interpretación).
Uno de los trabajos de interpretación más recientes que utilizan este método
es el mencionado estudio de Hild (2011) sobre los efectos de la complejidad lin-
güística en el procesamiento de expertos frente a principiantes. Convertir la gra-
bación de datos lingüísticos en datos numéricos obligaba a realizar un complejo
proceso de codificación en el que se debía asignar tanto a la variable dependiente
(en este caso, la precisión de la interpretación) como a la independiente (la com-
plejidad lingüística) distintos valores que permitieran la cuantificación. Para ana-
lizar la precisión como variable dependiente, se establecieron en un principio
cuatro categorías (correspondencia estricta, paráfrasis, omisión y error), que pos-
teriormente se concentraron en dos para facilitar el análisis (las dos primeras se
clasificaron como «con éxito» y las dos últimas «sin éxito»). Para analizar el nivel
de complejidad sintáctica como variable independiente, también se emplearon
cuatro medidas: el nivel de adquisición, el nivel de recursión, el tipo de cláusula y
el tipo de subordinación. A cada una de estas variables se le asignó distintos valo-
res: el nivel de adquisición se midió del 0 al 7, el de recursión se clasificó en alto,
medio y bajo, el tipo de cláusula se catalogó como principal y subordinada, y el
tipo de subordinación, como relativa y de complemento. Una vez convertidas en
cuantitativas, se calculó el Coeficiente de Pearson para medir la correlación entre
las dos variables, y la Prueba de Z para comparar las proporciones de los diferen-
tes valores asignados a cada categoría. Estas pruebas permitieron demostrar que,
mientras que en los principiantes el incremento de la complejidad sintáctica re-
percute en un detrimento de la precisión, los expertos son menos vulnerables a los
efectos de la complejidad sintáctica, puesto que no se encontraron efectos ni del
tipo de subordinación ni del tipo de cláusula.
En los estudios específicamente de traducción, es posible distinguir distintas
aplicaciones de las grabaciones de voz como método de investigación. Por un
lado, están las grabaciones de la forma en la que los sujetos verbalizan sus pro-
pios pensamientos mientras llevan a cabo una determinada tarea de traducción.
Tal y como se explicaba en el capítulo 2, estas grabaciones se conocen como
TAPs o protocolos de pensamiento en voz alta y constituyeron uno de los prime-
ros intentos de abordar empíricamente un estudio cualitativo del proceso de tra-

141
 
Diseños y métodos de investigación en traducción
 
ducción. Aunque su uso ha planteado importantes problemas metodológicos in-
cluso para una investigación de tipo cualitativo, la necesidad de triangular dife-
rentes métodos en la investigación del proceso de traducción ha conducido a re-
tomar el uso de los TAPs en combinación con otros métodos complementarios de
análisis cuantitativo, como puede ser el uso de programas de grabación de movi-
mientos de teclado y pantalla. De hecho, estudios recientes (véase Göpferich et al.
2011) proponen el término de protocolo del proceso de traducción (TPP) para
designar un tipo de TAP que no sólo incluye aquello que se dice durante la tra-
ducción, sino también las acciones que ocurren durante el proceso, como la con-
sulta de material de referencia.
Los programas de grabación de movimientos del teclado son programas in-
formáticos que nos permiten registrar la actividad de los sujetos en el teclado del
ordenador mientras realizan una tarea de traducción (por ejemplo, Scriptlog o
Inputlog). Estos programas registran todas las pulsaciones en el teclado, incluidas
las teclas de borrado, desplazamiento horizontal y vertical, acciones de cortado y
pegado, los cambios entre el ratón y el teclado, y cualquier tipo de pausa que in-
dique una ausencia de actividad. Translog fue el primero de estos programas di-
señado específicamente para investigar el proceso de traducción (Jakobsen y
Schou 1999). Desde su creación, han existido diferentes versiones de este pro-
grama, siendo las más populares Translog 2000 y Translog 2006. Translog tiene
dos componentes: un programa para los sujetos con una doble pantalla que les
permite visualizar el original mientras introducen la traducción, y un programa de
análisis para el investigador, que le facilita un fichero oculto con la grabación de
los datos relativos a los movimientos del teclado. Este programa también incluye
un pequeño componente estadístico que calcula el tiempo de realización de la
tarea y el número de teclas pulsadas (véase Jakobsen 2011). Además, también
proporciona una grabación en pantalla de los movimientos registrados en el moni-
tor del traductor, que el investigador puede reproducir a diferentes velocidades.
Esta información, junto a la proporcionada por los movimientos del teclado, ayu-
da al investigador a saber lo que hizo realmente el traductor durante el proceso de
traducción (frente a la información facilitada por los TAPs sobre lo que «cree»
que hizo). Además, las grabaciones en pantalla también suelen utilizarse como
estímulo para ayudar a los sujetos a reconstruir verbalmente lo que pensaban o
hacían durante el proceso de traducción. Este tipo de reconstrucción «a posterio-
ri» forma parte de los métodos de carácter retrospectivo e ilustran otra aplicación
diferente de las grabaciones de voz al estudio del proceso de traducción (véase el
capítulo 2). Otros programas empleados en los experimentos de traducción que
también permiten registrar los movimientos en pantalla son Camtasia Studio y
Proxy Pro.
Las diferentes aplicaciones de Translog han facilitado la triangulación de mé-
todos en la investigación acerca del proceso de traducción. La posibilidad de re-

142
 
Hacia el extremo cuantitativo: los diseños experimentales

gistrar el comportamiento del traductor sobre el teclado y en pantalla ha permitido


relacionar diferentes aspectos de este comportamiento con determinados procesos
cognitivos. Las grabaciones realizadas con Translog han servido para calcular en
términos numéricos diferentes aspectos de la actuación traductora (por ejemplo, la
duración total de la tarea, la duración y número de pausas realizadas, el número
total de teclas pulsadas o el número de la teclas empleadas exclusivamente para la
producción textual, etc.). Todos estos aspectos se han utilizado como parámetros
para analizar una serie de cuestiones relacionadas con el proceso de traducción en
términos cuantitativos. Entre las distintas cuestiones investigadas con Translog se
encuentran, por ejemplo, la relación entre las pausas y la segmentación del texto
en unidades de traducción (Alves y Gonçalves 2003, Jakobsen 2003, Dragsted
2005), el impacto del nivel de experiencia en la actuación de los traductores (Jar-
vella et al. 2002, Jakobsen 2005, Muñoz Martín 2006, Tirkonnen-Condit 2005)
los efectos de la presión por falta de tiempo (Jensen 1999, 2001), el papel de la
revisión y auto-corrección en el proceso de traducción (Tirkonnen-Condit et al.
2008) o el papel de la memoria (Rothe-Neves 2003).
No obstante, y a pesar de la utilidad de la información proporcionada sobre el
proceso de construcción del texto meta, el análisis de los datos de estos programas
de grabación del teclado todavía presenta importantes dificultades para el estudio
de la actividad cognitiva de los sujetos. Estos programas permiten identificar el
tamaño de las unidades de trabajo del traductor y la duración de las pausas reali-
zadas entre unidades, pero deja aún sin respuesta algunas de las preguntas centra-
les sobre las causas de estos fenómenos a nivel cognitivo: ¿Cuál es la razón de las
pausas? ¿Por qué tienen una duración determinada? ¿Cuál es el tipo de procesa-
miento cognitivo que puede explicar este comportamiento? Los datos basados en
los movimientos del teclado pueden servir como punto de partida para especular
sobre posibles hipótesis que respondan a estas preguntas. Sin embargo, no pro-
porcionan evidencia suficiente para garantizar si los comportamientos observados
se deben a factores relacionados con el procesamiento cognitivo de la tarea o si se
deben a otros factores que nada tienen que ver con la tarea realizada. Estas difi-
cultades han conducido a los investigadores a buscar evidencia alternativa sobre
dicho procesamiento mediante métodos que ayuden a complementar los datos
basados en la grabación de los movimientos del teclado. Uno de estos métodos
alternativos ha sido el uso de lectores de movimientos oculares, empleados para
detectar dónde miran los traductores cuando realizan una tarea de traducción.

4.2.2. El lector de movimientos oculares como método de recogida de datos

Un lector de movimientos oculares (en inglés, conocido como eye-tracker) es un


aparato diseñado para trazar la posición y los movimientos de la pupila sobre una

143
 
Diseños y métodos de investigación en traducción
 
pantalla. El aparato graba todos los movimientos de los ojos mediante un sistema
de luz infrarroja proyectada sobre el ojo y una cámara de vídeo de alta resolución.
Los fotogramas capturados por la cámara se procesan mediante un software que
calcula a qué parte de la pantalla se está mirando, tomando como punto de refe-
rencia la localización de la pupila.
El lector de movimientos oculares se ha aplicado con éxito en la investiga-
ción del proceso de lectura. Su aplicación nos ha revelado que, al leer, nuestros
ojos no avanzan de manera linear y uniforme a lo largo de las líneas textuales.
Muy al contrario, nuestros ojos avanzan a pequeños saltos, alternando movimien-
tos rápidos, conocidos como «sacádicos», con pausas o fijaciones. Los movimien-
tos sacádicos nos sirven para avanzar y trasladarnos al siguiente punto del texto
que llama nuestra atención. Tras cada movimiento sacádico, nuestro ojos perma-
necen quietos durante periodos de tiempo breves. Cuando nuestros ojos se detie-
nen sobre un objeto o término de nuestro interés, lo hacen durante lapsos breves
conocidos como «fijaciones». Las fijaciones se miden en milisegundos y la dura-
ción media de una fijación en el proceso de lectura monolingüe oscila entre 200 y
250 milisegundos. Los cambios en la duración de las fijaciones y en la amplitud y
dirección de los movimientos sacádicos están determinados por las características
del texto y de los procesos cognitivos implicados. Se ha demostrado, por ejemplo,
que a medida que aumenta la dificultad de la lectura, disminuye la longitud de los
saltos o movimientos sacádicos, pero aumenta la duración de las fijaciones. Tam-
bién existe evidencia que muestra que las palabras más largas y menos familiares
provocan pausas o fijaciones mayores que los términos más cortos y familiares
(véase De Luca et al. 2002, Prado et al. 2007).
La grabación de los movimientos oculares durante una tarea de traducción
proporciona datos interesantes sobre el procesamiento cognitivo de los sujetos. La
aplicación de este tipo de análisis al estudio de la traducción parte del supuesto de
que existen ciertos comportamientos oculares que son marcadores de esfuerzo
cognitivo y que, por lo tanto, sirven también como indicadores del grado de faci-
lidad o dificultad existente en la traducción, tanto en lo relativo a la comprensión
del texto origen como a la producción del texto meta. Algunos de estos compor-
tamientos o patrones oculares son, por ejemplo, la duración y número de las fija-
ciones, el grado de dilatación de la pupila o el número de regresiones oculares
(Rayner 1988). Esta medidas han servido para investigar distintos aspectos del
proceso traductor en función del esfuerzo cognitivo demandado. De esta forma, se
ha estudiado, por ejemplo, el esfuerzo cognitivo demandado por un tipo especial
de traducción (como, por ejemplo, el trabajo de Shreve et al. (2011) sobre la tra-
ducción a la vista), por una construcción lingüística específica (como es el caso
del ya mencionado trabajo de Rojo y Valenzuela (en prensa) sobre la traducción
de la construcción resultativa o el estudio de Sjørup (2011) sobre la traducción de
la metáfora), las diferencias entre traducción e interpretación (Timarová et al.

144
 
Hacia el extremo cuantitativo: los diseños experimentales

2011), las diferencias en el nivel de experiencia entre traductores expertos y no


expertos (Hild 2011) o las dificultades en la edición de segmentos textuales con
diferentes porcentajes de coincidencia en programas de traducción asistida por
ordenador, como es el caso de las memorias de traducción (O’Brien 2006, 2008).
El lector de movimientos oculares abre nuevos horizontes al análisis del pro-
cesamiento cognitivo implicado en la traducción, pero también plantea una serie
de problemas instrumentales y metodológicos. El lector analiza los movimientos
oculares a partir de unas coordenadas establecidas previamente en un proceso de
calibración realizado para cada sujeto de forma individual. Los primeros aparatos,
en los que el lector se integra en una especie de casco sobre la cabeza del sujeto,
eran menos estables y el sistema se descalibraba más fácilmente con los movi-
mientos de cabeza de los sujetos. En los experimentos de traducción, la necesidad
de controlar los movimientos del sujeto y recalibrar repetidamente el lector duran-
te la grabación mermaban la validez ecológica del experimento e impedían al
sujeto mirar al teclado para escribir la traducción. Posteriormente, esta dificultad
quedó en parte solventada con los equipos remotos (como Tobii 1750 o Tobii
T60) que podían instalarse en la pantalla del ordenador. Estos equipos tenían una
mayor resolución espacial y temporal que permitía una mayor movilidad de los
sujetos e incrementaba la validez ecológica del experimento.
Sin embargo, la mayor dificultad de la aplicación del lector ocular a la tra-
ducción reside, sin duda, en la proyección de la información visual sobre los ele-
mentos textuales que el traductor lee y produce en otra lengua. A menudo, los
patrones de los movimientos oculares grabados durante la lectura de un texto son
extremadamente difíciles de interpretar. Las fijaciones raramente se localizan de
forma clara sobre un elemento léxico concreto y la trayectoria de la mirada no
siempre coincide con las líneas textuales. Para superar estas dificultades, los crea-
dores de Translog han integrado en el programa un lector de movimientos ocula-
res y una aplicación que permite proyectar en tiempo real la información propor-
cionada por el lector ocular sobre aquellas palabras que el sujeto está leyendo en
ese preciso momento. Actualmente, existe ya una versión experimental de Trans-
log 2006, que incorpora las grabaciones del teclado, de los movimientos oculares
y de audio, así como la aplicación para proyectar la mirada sobre el texto en tiem-
po real (gaze-to-word mapping –GWM).
La integración de los datos oculares con los procedentes de los movimientos
del teclado permite resolver algunos de los problemas planteados con el uso ex-
clusivo de Translog. Una de las dificultades surgidas con el empleo de Translog
es precisamente que el análisis del uso del teclado no permite saber qué ocurre
durante los periodos de pausa o interrupción de la actividad del teclado. Sin em-
bargo, analizar dónde miran los sujetos durante esos periodos proporciona infor-
mación adicional sobre su procesamiento cognitivo. Por otra parte, analizar el uso
del teclado resulta especialmente útil para obtener información relativa a la pro-

145
 
Diseños y métodos de investigación en traducción
 
ducción del texto meta, pero no proporciona datos objetivos sobre la comprensión
del texto origen, un proceso que aún queda a merced de la capacidad de inferencia
del investigador. Saber dónde miran los sujetos durante la lectura del texto origen
proporciona, en cambio, información muy valiosa sobre el proceso de compren-
sión. Es más, el análisis conjunto de esta información con la obtenida mediante el
uso del teclado durante la producción del texto meta facilita la integración y coor-
dinación de la actividad desarrollada durante las distintas fases del proceso de
traducción.
El análisis de los movimientos oculares se ha convertido en uno de los méto-
dos de mayor actualidad en el estudio de la traducción como proceso cognitivo
(véase O’Brien 2011). Sin embargo, no podemos olvidar que su aplicación al
estudio de cualquier proceso cognitivo se fundamenta en el supuesto de que lo
que miran los ojos refleja aquello a lo que la mente presta atención. Este supues-
to se ha formulado como la hipótesis ojo-mente o hipótesis de interpretación
inmediata, según la cual no existe una diferencia apreciable entre la información
que es objeto de fijación visual y la información que se procesa (Just y Carpenter
1980). Desde esta perspectiva, y como apunta Jakobsen (2011: 47), el estudio de
los movimientos oculares abre una ventana a la mente de los traductores. Visua-
lizar el proceso de lectura y observar cómo interacciona con el uso del teclado
nos proporciona información muy valiosa acerca de la forma en la que los proce-
sos implicados en la traducción se coordinan en la mente. Jakobsen (2011: 53)
resume de la siguiente manera las contribuciones de la versión más reciente de
Translog:

[…] nos permite saber con mayor certeza, a partir de evidencia basada en el
comportamiento, cuál es la naturaleza de esta actividad de procesamiento,
cuáles son los pasos implicados, qué segmentos se leen y alinean y cómo se
monitoriza todo el proceso (Mi traducción).

Sin duda alguna, el uso combinado del lector de movimientos oculares junto con
métodos como los programas de grabación del teclado y los protocolos de pensa-
miento en voz alta nos ayudan a realizar una descripción detallada de la mecánica
de la actividad traductora, así como de las distintas fases y secuenciación de los
procesos implicados.
Los movimientos oculares nos informan sobre la progresión del procesamien-
to sintáctico y proporcionan pistas valiosas sobre el proceso de construcción del
significado durante la lectura. Aplicado a la traducción, el lector de movimientos
oculares resulta extremadamente útil para detectar las dificultades que atraviesa el
traductor en momentos precisos del proceso de lectura. La posibilidad de identifi-
car a qué término o construcción se dirige la mirada nos permite analizar en ma-
yor profundidad la naturaleza de los problemas lingüísticos. De igual forma, nos

146
 
Hacia el extremo cuantitativo: los diseños experimentales

ayuda a describir el papel de las distintas fases implicadas en la traducción, puesto


que detecta si el traductor dedica una mayor atención a la comprensión del texto
origen o a la producción del texto meta. Pero pese a sus innegables ventajas, su
uso todavía plantea problemas relativos a la validez ecológica del experimento
(por ejemplo, es difícil aplicarlo a una situación en la que el traductor desvía con-
tinuamente su mirada de la pantalla, para escribir o consultar obras de referencia).
Es más, el análisis de los movimientos oculares no permite distinguir si el sujeto
está dedicado a la lectura, si simplemente se encuentra redirigiendo de nuevo la
atención al texto origen o si únicamente mira a la pantalla mientras sopesa una
traducción concreta. La combinación con los programas de grabación del teclado
o con métodos como los protocolos de pensamiento en voz alta proporcionan
datos adicionales que ayudan a resolver algunas de estas dificultades. En este
sentido, si el sujeto pulsa las teclas mientras desvía la mirada de la pantalla, sa-
bremos que se encuentra produciendo el texto meta. De la misma forma, los pro-
tocolos de pensamiento en voz alta o la función de reproducción de Translog
ayudan al sujeto a recordar qué estaba pensando o haciendo mientras miraba a la
pantalla.
No obstante, pese a los beneficios de combinar o triangular distintos métodos
de investigación, no podemos olvidar que al aumentar los instrumentos de medida
también incrementamos la dificultad para controlar el experimento. Por esta ra-
zón, los investigadores han continuado buscando métodos alternativos que permi-
tan un acceso más directo a la «caja negra» del traductor y nos ayuden a desvelar
su contenido con mayor precisión.

4.2.3. Los programas de tiempo de reacción

Los programas de tiempo de reacción miden la latencia o el tiempo que un sujeto


tarda en responder a un estímulo. El tiempo de reacción es una medida empleada
frecuentemente en los experimentos de psicolingüística. Su uso se fundamenta en
el supuesto de que el tiempo que se tarda en procesar una oración es un indicador
del esfuerzo cognitivo empleado en el procesamiento. El tiempo de reacción se
mide normalmente mediante programas informáticos (E-Prime o PsyScope) que
incorporan dicha función y permiten el diseño de experimentos basados en la
técnica de «la ventana móvil» para la elicitación de datos. Esta técnica permite
presentar palabras, oraciones y fragmentos textuales en la pantalla del ordenador
de forma sucesiva. Aunque normalmente es el sujeto el encargado de pasar de
pantalla cuando considere que esté listo (a menudo usando el cursor), también es
posible programar una sucesión automática con parámetros temporales estableci-
dos por el investigador. Una vez que toda la oración o unidad que se desea anali-
zar ha aparecido en la pantalla, el sujeto debe pulsar una tecla para contestar una

147
 
Diseños y métodos de investigación en traducción
 
pregunta relacionada con algún aspecto de la tarea a realizar (por ejemplo, la
gramaticalidad o el significado de las unidades analizadas). Estos programas in-
cluyen aplicaciones para diseñar y realizar el experimento, así como para recopi-
lar, editar y analizar los datos. Contienen incluso una interfaz gráfica que permite
el uso de imágenes en movimiento y sonidos.
Una de las principales ventajas de los programas diseñados para medir el
tiempo de reacción es que aportan mediciones muy precisas (en milisegundos)
sobre la dificultad de procesamiento de unidades lingüísticas concretas. En cuanto
a su uso en traducción, el mayor inconveniente de estos programas es que se cen-
tran principalmente en el proceso de comprensión del texto origen, dejando la
producción del texto meta en un segundo plano. Además, estos programas son
más útiles para investigar la dificultad de procesamiento de unidades concretas. A
medida que aumenta la longitud de las unidades lingüísticas resulta más difícil
determinar si el sujeto tarda más tiempo en procesar la unidad porque requiere un
mayor esfuerzo cognitivo o porque se ha despistado mirando a otro lugar o pen-
sando en otra cosa. Una vez más, algunos de estos inconvenientes se pueden evi-
tar combinando la medición del tiempo de reacción con otras técnicas como, por
ejemplo, el lector de movimientos oculares que nos permitiría saber dónde mira
exactamente el sujeto mientras lee.
Uno de los escasos trabajos que sepamos que haya aplicado el tiempo de
reacción a un estudio de traducción ha sido, hasta el momento, el estudio de Sta-
menov et al. (2010) sobre la utilidad que la técnica de anticipación («prompting»)
puede tener en la traducción de cognados verdaderos, cognados falsos y no cog-
nados. Este trabajo combina la medición del tiempo de reacción con los movi-
mientos oculares y con el porcentaje de respuestas correctas. Los objetivos de su
investigación facilitan el uso del tiempo de reacción, puesto que los estímulos son
palabras individuales. Mediante la técnica de la ventana móvil, las palabras se
proyectaron en la pantalla del lector de movimientos oculares Tobii. Primero apa-
recía la palabra inglesa en el centro de la pantalla y 250 ms. después, se proyecta-
ba el estímulo preparador («prompt») seis grados por encima de la palabra ingle-
sa. En el momento en el que el sujeto sabía la traducción correcta apretaba la tecla
«enter» y la pantalla se quedaba en negro para que pudiera teclear su traducción.
Al terminar, tenía que volver a apretar la tecla «enter» para confirmar que había
finalizado y dar comienzo a la siguiente prueba. Sus resultados revelaron que no
existía una diferencia significativa entre los tiempos de reacción de las condicio-
nes con y sin anticipación, aunque la anticipación mejoraba la calidad de la tra-
ducción en términos de porcentaje de traducciones correctas.
Rojo y Ramos (2012) también presentan otro trabajo de carácter exploratorio
que aplica la medida del tiempo de reacción para investigar los efectos de la ideo-
logía en la traducción. Su objetivo era evaluar el impacto que la ideología del
traductor puede ejercer sobre sus decisiones al traducir términos con una determi-

148
 
Hacia el extremo cuantitativo: los diseños experimentales

nada carga ideológica. El experimento se diseñó usando el sistema de ventana


móvil con el programa E-Prime. La presentación de los estímulos siguió el mode-
lo empleado por Stamenov et al. (2010), aunque en esta ocasión se utilizaron tér-
minos con efectos anticipadores positivos y negativos. Dos grupos de sujetos
españoles (uno de ideología conservadora y uno de ideología liberal) leían una
serie de oraciones inglesas en las que había una palabra subrayada que contenía
una cierta carga ideológica. Una vez leída la oración, debían pulsar la tecla «In-
troducir» (con el símbolo ↵ ) y entonces aparecía una nueva pantalla en la que se
mostraba un término preparatorio en español, con una carga ideológica que podía
ser contraria o similar a la ideología del traductor. Seguidamente, después de
1250 ms. el término español mostrado en el centro de la pantalla desaparecía y era
sustituido por la expresión inglesa que los participantes debían traducir. Cuando
los sujetos creían haber encontrado la traducción más adecuada debían pulsar de
nuevo la tecla ↵ para escribirla. Los resultados del estudio revelaban un efecto
significativo del contenido ideológico de los términos preparadores en los sujetos
con una ideología más liberal. Los participantes de este grupo encontraban con
mayor rapidez una solución de traducción cuando el efecto anticipador era con-
gruente con su ideología que cuando era contrario a ella. Por el contrario, el efec-
to anticipador no parecía tener una influencia significativa en el grupo más con-
servador. Las diferencias entre los tiempos de reacción de este grupo en cada una
de las condiciones (con un término congruente con su ideología y con uno contra-
rio) eran mucho menores que las encontradas en el grupo más liberal.
Un problema con los diseños de ventanas móviles de programas como E-
Prime es que una vez que el sujeto comienza a realizar el experimento no es posi-
ble detenerlo. Si un sujeto comete un error o se despista en cualquier momento de
la prueba, debe comenzar a realizar el experimento desde el principio. Por este
motivo, es muy importante que los sujetos reciban instrucciones claras y precisas
sobre la realización de la prueba antes de comenzar. Estos programas son, ade-
más, extremadamente sensibles y exigen un trabajo de programación riguroso y
sistemático para evitar posibles deficiencias en la grabación de los datos. Por otra
parte, en el caso concreto del programa E-Prime, existe una dificultad añadida
para los experimentos que implican la escritura en una lengua con símbolos orto-
gráficos diferentes a los del inglés. El teclado está programado para la lengua
inglesa y cambiar a una lengua como el español implica serias dificultades de
programación para utilizar grafemas como la «ñ» o las vocales con tilde.
Aparte de las dificultades inherentes al tipo de aplicación utilizada, es inne-
gable que el uso del tiempo de reacción como indicador de esfuerzo cognitivo
facilita el análisis cuantitativo y estadístico de los datos. Asimismo, el empleo de
un programa de software que se puede instalar en varios ordenadores a la vez
resulta muy útil en lo relativo a la recogida de los datos, puesto que nos permite
que varios sujetos realicen el experimento al mismo tiempo en ordenadores dife-

149
 
Diseños y métodos de investigación en traducción
 
rentes. Lo cierto es que los experimentos basados en el tiempo de reacción nos
proporcionan datos útiles sobre «la cantidad» de esfuerzo de procesamiento im-
plicado en la realización de ciertas tareas (más rapidez implica menos esfuerzo
mientras que menos rapidez indica un esfuerzo mayor). Pero lamentablemente, su
aplicación al estudio de la traducción todavía se enfrenta a retos básicos, como a
la exigencia de vencer las limitaciones de espacio impuestas a los textos y a las
condiciones de trabajo del traductor por las reducidas dimensiones de una ventana
o pantalla de ordenador, o la necesidad de acceder a información más precisa
sobre el tipo de procesamiento específico llevado a cabo. El tiempo de reacción
puede emplearse para inferir el nivel de dificultad asociado a la traducción de
palabras aisladas, expresiones compuestas o incluso fragmentos textuales de una
extensión reducida. Pero a medida que aumenta la longitud del estímulo, dismi-
nuye la capacidad del investigador para controlar las variables implicadas y se
reduce, por tanto, el potencial del diseño para proporcionar información detallada
sobre el tipo de dificultades específicas que determinan el tiempo de reacción
empleado.

4.2.4. Explorando «la caja negra» del proceso de traducción


mediante métodos neurológicos

El lector de movimientos oculares, los programas de grabación del teclado y el


tiempo de reacción nos permiten medir el nivel de esfuerzo cognitivo de los tra-
ductores a partir de datos basados en dos tipos de comportamiento observable, a
saber, los movimientos de los ojos y el uso del teclado. Hay, sin embargo, otro
tipo de métodos que nos permite acceder a los procesos cognitivos de los traduc-
tores mediante el análisis de manifestaciones más directas de la actividad cere-
bral. Se trata de un conjunto de técnicas fisiológicas o neurofisiológicas que nos
ayudar a evaluar la respuesta del sistema cardiovascular o del sistema nervioso
central a una estimulación externa, que puede ser simplemente sensorial (una
imagen o sonido) o un evento interno del tipo de una actividad cognitiva concreta.
Esta clase de técnicas se han empleado sobre todo en el ámbito de la psicología y
psicolingüística para explicar fenómenos de bilingüismo, memoria, control y ac-
ceso léxico con implicaciones relevantes para la traducción e interpretación
(véase Diamond y Shreve (2010) para una revisión detallada de este tipo de estu-
dios y sus aplicaciones a la traducción e interpretación).
Uno de estos métodos son los potenciales evocados (PE o EP por las siglas
inglesas) y los potenciales evocados relacionados con eventos cognitivos (PRE o
ERPs por las siglas inglesas). El potencial evocado es una prueba neurofisiológica
que mide la modificación del potencial eléctrico que el sistema nervioso produce
en respuesta a un estímulo (PE) o a una actividad o evento cognitivo concreto

150
 
Hacia el extremo cuantitativo: los diseños experimentales

(PRE). Cuando los estímulos llegan al cerebro, causan una secuencia de ondas en
el trazado electroencefalográfico, que se conoce como potencial evocado. La téc-
nica empleada más frecuentemente para la medición de esta secuencia es la elec-
troencefalografía (EEG) o la electromiografía (EMG). La EEG mide las variacio-
nes eléctricas generadas por la actividad de las conexiones producidas entre las
neuronas en el momento en el que ocurren en la corteza cerebral. Esta técnica no
es invasiva pero, al igual que ocurría con los primeros lectores oculares, resulta
incómoda para los sujetos, puesto que requiere la aplicación de una serie de elec-
trodos dispuestos en distintas partes del cuero cabelludo del sujeto. Teniendo en
cuenta que la EEG emite una señal pequeña (entre 10-200 microvoltios), es im-
portante que el contacto entre el electrodo y el cuero cabelludo sea bueno para
asegurar una conducción óptima. La corriente eléctrica se mide siempre entre dos
puntos (diferencia de potencial), que en el caso de la EEG son dos electrodos
situados en dos zonas diferentes del cuero cabelludo.
Medir las diferencias de potencial nos permite medir variaciones en la carga
cognitiva como índice de la dificultad de procesamiento. Los PER se han emplea-
do, por ejemplo, en psicolingüística para investigar fenómenos de cambio entre
lenguas en hablantes bilingües (véase, por ejemplo, Álvarez et al. 2003, Jackson
et al. 2004). En general, los datos sugieren que el cambio entre lenguas (más co-
nocido por su denominación en inglés como «language switching») demanda un
incremento en el coste de procesamiento reflejado en las variaciones en las ondas
de PER. No obstante, los resultados no son definitivos, puesto que mientras que
hay estudios que sugieren un coste similar para la L1 y la L2, otros reflejan laten-
cias de PER más rápidas en la L1 que en la L2 (véase Christoffels et al. 2007).
Hay incluso estudios que demuestran que estas diferencias pueden cambiar bajo
condiciones específicas, proporcionando evidencia de latencias más lentas en la
L1 que en la L2 en contextos lingüísticos mixtos (véase Kroll et al. 2006). Pero a
pesar de las diferencias en los resultados, el supuesto básico que subyace a las
distintas interpretaciones es que la L1 y la L2 requieren diferentes patrones de
inhibición determinados por la fuerza de las representaciones léxicas establecidas
en cada lengua. Así, para un bilingüe volver a la L1 es más difícil porque las re-
presentaciones léxicas son más fuertes y requieren una inhibición mayor, por lo
que la reactivación implica más esfuerzo (reflejada en latencias más largas). Por
el contrario, cambiar a la L2 es más fácil porque requiere una inhibición menor
(de ahí las latencias más cortas) (véase Diamond y Shreve 2010: 294).
Los trabajos que han aplicado EEG o PERs al estudio de la traducción son
todavía muy escasos y se han centrado principalmente en el análisis de la infor-
mación que puede servir de estímulo al traductor, ayudándole en el proceso de
transcodificación. Se trata, por lo general, de experimentos diseñados para anali-
zar el efecto facilitador que determinados estímulos verbales pueden tener sobre
la traducción de cognados falsos, verdaderos o no cognados (véase, por ejemplo,

151
 
Diseños y métodos de investigación en traducción
 
Gerganov et al. 2008, 2009, Lachaud 2011, Spakov et al. 2009). En los estudios
mencionados, la EEG se combina con otros instrumentos de análisis, como el
lector de movimientos oculares y/o los programas de grabación del teclado.
Además, la EEG proporciona la ventaja adicional de que nos permite localizar
el lugar en el que se desarrolla la actividad cerebral y el momento en el que ocurre
un proceso específico. La localización de cada electrodo se define por una letra y
un número que nos proporcionan información sobre el hemisferio implicado y
sobre el área cerebral activada. Este aspecto ha sido explotado en unos pocos tra-
bajos que han aplicado la EEG al estudio de la interpretación para investigar fe-
nómenos como la lateralización, el dominio de un hemisferio concreto y las activi-
dades neurofisiológicas en los cerebros de los intérpretes profesionales. Uno de los
primeros trabajos en aplicar la EEG a la interpretación fue el estudio de Kraushaar
y Lambert (1987), quienes concluyeron de su análisis que al interpretar a una L2 el
lenguaje se procesa mejor cuando se dirige al oído derecho. Un año más tarde,
Gran y Fabbro (1988) usaron la EEG para determinar que mientras que en el pro-
cesamiento lingüístico existe un dominio del hemisferio izquierdo, en interpreta-
ción existe una activación simétrica de ambos hemisferios. Dicho descubrimiento
fue corroborado por Kurz (1994) quien, en un trabajo con intérpretes profesiona-
les, no sólo encontró diferencias en los grados de activación de ambos hemisferios
en la interpretación a la L1. Además, detectó que había áreas del hemisferio dere-
cho que también estaban activas en la interpretación a la L2. Igualmente, su trabajo
identificó diferencias de procesamiento entre la interpretación simultánea y otras
tareas cognitivas complejas, como escuchar música o ejercicios de cálculo.
La aplicación de la EEG a la interpretación plantea, ciertamente, menos pro-
blemas que su uso en traducción escrita. El principal inconveniente de la aplica-
ción de la EEG a la traducción se desprende, una vez más, de las limitaciones del
instrumento de medición. La EEG requiere situaciones que no promuevan los
movimientos oculares, los parpadeos ni ningún otro tipo de actividad motora o
cerebral adicional a la que se estudia. Estas limitaciones no sólo dificultan su
aplicación a situaciones reales de traducción escrita, sino que también entorpecen
la triangulación con otros métodos de análisis. No obstante, hoy en día el avance
de los algoritmos matemáticos existentes para el análisis de los datos obtenidos
mediante EEG ha logrado solventar algunas de estas limitaciones, facilitando su
aplicación al estudio de actividades más complejas, como es el caso de la traduc-
ción (véase Lachaud 2011: 136).
Otros métodos neurológicos que permiten explorar las áreas del cerebro acti-
vadas en el proceso de traducción o interpretación son las denominadas Tomogra-
fía por Emisión de Positrones y la Resonancia Magnética Funcional (ambas co-
nocidas popularmente por sus siglas en inglés, PET y fMRI). Mediante estas
técnicas también es posible estudiar los cambios fisiológicos que ocurren en el
cerebro de un individuo mientras realiza una actividad cognitiva concreta, con la

152
 
Hacia el extremo cuantitativo: los diseños experimentales

ventaja de proporcionar además una imagen que permite visualizar dicha activi-
dad. La lógica que subyace a estas técnicas es similar a la de los Potenciales Evo-
cados, a saber, podemos inferir que el área que muestra una mayor actividad du-
rante la realización de una tarea cognitiva es la zona a cargo de la función
cognitiva implicada en la tarea realizada. No obstante, existen diferencias impor-
tantes entre las técnicas de neuroimagen y las de registro de actividad eléctrica,
relativas a la manera de registrar la actividad, al tipo de información proporciona-
da y a su capacidad para acceder a determinados tipos de neuronas.
En primer lugar, los PREs y la EEG proporcionan registros de la actividad
eléctrica cerebral mientras que la PET y la fMRI son técnicas de neuroimagen que
nos permiten visualizar la actividad y las funciones cerebrales. Tanto la PET co-
mo la fMRI usan un aparato de resonancia magnética para medir la actividad de
un área del cerebro a partir de los patrones de flujo sanguíneo. Las principales
diferencias son que la PET presenta una resolución más pobre y usa un procedi-
miento más invasivo que requiere la introducción en el cuerpo de una sustancia
que irradia partículas atómicas (positrones). Los PREs y la EEG tienen una gran
resolución temporal, por lo que nos permiten localizar los cambios en la actividad
cerebral con precisión de milisegundos. Por su parte, la fMRI tiene una mayor
resolución espacial y nos proporciona información más detallada en términos de
milímetros. Por este motivo, muchos estudiosos recomiendan la combinación del
registro de la actividad eléctrica con el uso de técnicas de neuroimagen (véase
Debener et al. 2005). Por otra parte, mientras que los PREs y la EEG sólo miden
la actividad de la neuronas situadas en la zona cortical (es decir, en las partes más
superficiales del cerebro), la fMRI permite medir la actividad de neuronas con
unos requerimientos metabólicos que las hacen accesibles para la resonancia, pero
no pueden ser captadas en la EEG ni en el PRE.
Las técnicas de neuroimagen se han aplicado sobre todo en el ámbito de la
psicolingüística para investigar fenómenos de bilingüismo que, sin duda, resultan
de enorme relevancia para la traducción. PETs y fMRIs se han empleado, por
ejemplo, para investigar posibles diferencias en los patrones de activación cere-
bral en situaciones que implican diferentes patrones de direccionalidad y diferen-
tes procesos de selección lingüística. En este sentido, se ha demostrado que las
diferencias en la direccionalidad de la traducción causan diferencias en los patro-
nes de activación cerebrales e implican rutas distintas: cuando se traduce a una
lengua no nativa se produce un incremento en el esfuerzo de procesamiento que
causa una mayor activación de la corteza dorsolateral frontal izquierda (véase
Rinne et al. 2000). Se ha sugerido que este patrón de activación podría explicar el
hecho de que mientras que la traducción a la L1 implica una ruta léxica directa en
la que las palabras se relacionan a nivel lexemático, la traducción a la L2 implica
una ruta semántica indirecta en la que las palabras se relacionan a través del signi-
ficado.

153
 
Diseños y métodos de investigación en traducción
 
Además, también se han demostrado diferencias en los patrones de activación
entre situaciones que implican únicamente «language switching» y situaciones
que implican actividades inter-lingüísticas más complejas como la traducción
(véase Price et al. 1999). Aunque la evidencia no es definitiva, los datos parecen
sugerir que se trata de dos situaciones o funciones mediadas por mecanismos
parcialmente independientes: mientras en las situaciones únicamente de «langua-
ge switching» las áreas pre-frontales son más prominentes, en las tareas de tra-
ducción se activan áreas asociadas con procesos de memoria. Estos datos indican
que la traducción es una actividad más compleja de orden superior que implica
otros sistemas que no son específicamente lingüísticos. Las técnicas de neuroima-
gen también han demostrado que los bilingües con un nivel de competencia ele-
vado en las dos lenguas pueden acceder a los conceptos directamente desde la L2
sin tener que recurrir a la traducción a través de la L1. Estos resultados sugieren
que el nivel de competencia o experiencia de los sujetos también desempeña un
papel relevante en tareas lingüísticas y de traducción (véase Diamond y Shreve
2010: 309).
Los estudios que han aplicado las técnicas de neuroimagen al estudio especí-
fico de la traducción son muy escasos, debido a la complejidad del instrumento de
medición y a la escasa disponibilidad de este tipo de aparatos (véase Ahrens et al.
2010). Un escáner es un aparato destinado principalmente a uso médico, cuyo
manejo requiere una serie de conocimientos técnicos y neurológicos que hace
necesario recurrir a especialistas. Uno de los pocos trabajos que han utilizado
fMRI e intérpretes es el de Krick et al. (2005). Aunque su objetivo central todavía
no era específicamente el estudio de la interpretación, estos autores aplicaron la
fMRI para estudiar el proceso de «cambio de lengua» (code-switching) en bilin-
gües, usando como uno de los grupos de sujetos a intérpretes profesionales selec-
cionados por su alto dominio lingüístico. No obstante, una vez más el instrumento
de medición planteaba problemas de procedimiento que amenazaban la validez
ecológica del experimento. Para llevar a cabo el experimento, los sujetos debían
meterse en un aparato de resonancia magnética mientras que leían un texto bilin-
güe en el que la lengua cambiaba cada tres oraciones. Pero a pesar de las dificul-
tades en el procedimiento, los resultados eran reveladores. La resonancia mostra-
ba un mayor nivel de actividad en el Área de Brodman 46 de los intérpretes
cuando cambiaban de lengua. Es más, este aumento de actividad iba ligado a un
aumento de la masa gris en esta zona, un descubrimiento fascinante que sugiere
que la adquisición de habilidades especializadas de interpretación puede provocar
cambios neurofisiológicos en el cerebro.
Un año más tarde, Kalderonova (2006) presentó un estudio preliminar apli-
cando la resonancia magnética al estudio de la interpretación como parte de su
proyecto fin de grado en la Universidad de Mainz (Alemania) y en colaboración
con el Departamento de Neuroradiología del Hospital Universitario de Saarland.

154
 
Hacia el extremo cuantitativo: los diseños experimentales

Teniendo en cuenta el carácter preliminar del estudio, la mayoría de las preguntas


de investigación se dirigían a testar la viabilidad del método para el estudio de la
interpretación. Su objetivo central era identificar posibles diferencias en las áreas
del cerebro activadas durante la interpretación simultánea en comparación con la
producción textual libre. El estudio de Kalderonova desvelaba como otra de las
desventajas de este instrumento la cantidad de tiempo requerida para realizar la
medición. En su trabajo se emplearon entre 45 y 60 minutos en testar a cada uno
de los sujetos, puesto que al tiempo experimental propiamente dicho había que
añadirle un tiempo previo necesario para ajustar el aparato de la resonancia.
No obstante, existen ya nuevas técnicas que reflejan la actividad neural de un
modo similar a la fMRI y la PET, pero sorteando las limitaciones espaciales de la
resonancia. Un ejemplo es la espectroscopía por luz cercana al infrarrojo
(NIRS), una técnica basada en las propiedades ópticas (en lugar de magnéticas,
como en la fMRI) de la hemoglobina, que es la proteína que transporta el oxígeno
al cerebro a través de la sangre. Esta técnica permite una mayor movilidad a los
sujetos, ya que, de forma similar a la EEG, tan sólo requiere la colocación de un
gorro en la cabeza que sostiene una serie de emisores y detectores de luz de longi-
tud de onda cercana a los infrarrojos. El mecanismo de funcionamiento consiste
en que las zonas cerebrales más activas absorben la luz infrarroja de manera dife-
rente a las menos activas. La portabilidad del instrumento facilitaría su aplicación
a estudios sobre traducción escrita, puesto que las manos del sujeto quedan libres
para escribir en el teclado.
No obstante, hasta el momento no existe prácticamente ningún estudio que
haya aplicado esta técnica para investigar cuestiones específicamente de traduc-
ción. Diamond y Shreve (2010: 306) mencionan el trabajo de Quaresima et al.
(2002) como uno de los escasos estudios que han aplicado hasta el momento la
NIRC para investigar los cambios en los patrones cerebrales durante la traducción
y el «language switching». Los datos de este trabajo mostraron activación en la
corteza frontal inferior izquierda, incluida el área de Broca (responsable de la
producción lingüística y oral). Sus resultados indicaban que este área estaba im-
plicada en el proceso de traducción, pero que su activación no se veía afectada
por la dirección a la que realiza la traducción. Una vez más, los datos parecían
apoyar la idea de la traducción como una tarea compleja en la que intervienen
mecanismos lingüísticos, pero también mecanismos cognitivos generales que
operan con independencia de la lengua o lenguas implicadas.
La posibilidad de estudiar los cambios que se llevan a cabo en el cerebro de
un individuo mientras realiza una tarea cognitiva ha revolucionado la neurocien-
cia y la investigación en aquellas áreas implicadas en la tarea cognitiva sometida
a análisis. En esta sección, hemos intentado mostrar de qué forma la sofisticación
de las técnicas aquí revisadas ha contribuido a impulsar la investigación en cues-
tiones relativas al bilingüismo y, por extensión, a la traducción y la interpretación.

155
 
Diseños y métodos de investigación en traducción
 
El registro y análisis de la actividad cerebral proporciona, al fin, el deseado medio
para acceder a la codiciada «caja negra» de traductores e intérpretes. Sin embar-
go, el elevado coste y la complejidad de los instrumentos de alta tecnología em-
pleados en la medición dificultan su empleo en ámbitos en los que el acceso a los
aparatos y a los especialistas resulta enormemente complicado.

4.2.5. El papel de la respuesta fisiológica en la objetivización


de procesos cognitivos

Las técnicas hasta aquí examinadas han servido para medir el nivel de esfuerzo
cognitivo de ciertos procesos de traducción e interpretación en función de la acti-
vidad cerebral observada. Sin embargo, existe otro grupo de técnicas que se ha
empleado para evaluar el papel que factores como el estrés o la emoción desem-
peñan en la labor del traductor y el intérprete. Se trata de instrumentos que permi-
ten medir la respuesta fisiológica de los sujetos ante ciertos estímulos que generan
los mencionados procesos de estrés y emoción.
Entre las técnicas más empleadas para medir reacciones fisiológicas indicati-
vas del nivel de estrés se encuentra el análisis de los niveles de cortisol. El corti-
sol es una hormona generada por el cuerpo humano, que se activa bajo niveles
altos de estrés. Una de las técnicas más extendidas para medir el nivel de cortisol
consiste en emplear pequeños tubitos de algodón que se introducen en la boca de
los sujetos durante aproximadamente un minuto (hasta que estén bien empapados)
y después se llevan a analizar al laboratorio. En un principio, el tener que mante-
ner el algodón en la boca puede parecer un serio inconveniente para aquellos es-
tudios que implican la articulación oral del discurso, como es el caso de los traba-
jos de traducción a la vista o de interpretación. Sin embargo, los niveles de
cortisol no comienzan a subir hasta unos 10 o 20 minutos después de recibir el
estímulo estresante, por lo que la medición puede realizarse justo al finalizar un
turno de interpretación con una duración determinada (véase Moser-Mercer et al.
1998, Moser-Mercer 2003 y Mackintosh 2001). Una alternativa más precisa al
análisis del cortisol en saliva consiste en realizar un análisis de los niveles en
sangre. El análisis de sangre permite un examen más completo que evalúa los
efectos del estrés mediante la medición de otros indicadores metabólicos, como
los niveles de insulina o los electrolitos. Sin embargo, es una técnica mucho más
invasiva que probablemente pocos traductores o intérpretes estarían dispuestos a
tolerar.
Uno de los problemas que presentan las técnicas fisiológicas es que son insu-
ficientes para detectar información cualitativa más precisa sobre el tipo de estrés
al que nos enfrentamos. Estas pruebas nos permiten determinar si los niveles
hormonales o metabólicos de los sujetos indican posibles efectos del estrés, pero

156
 
Hacia el extremo cuantitativo: los diseños experimentales

no nos permiten saber si los niveles están altos porque han tenido una pelea con
su pareja antes de salir de casa o porque se encuentran realmente abrumados por
la complejidad de la traducción o por el escaso tiempo permitido para llevarla a
cabo. Es más, existen otros factores que no son indicativos propiamente dichos de
estrés, pero que pueden elevar los niveles de cortisol, como son la nicotina en los
fumadores o los cambios hormonales propios del ciclo menstrual en las mujeres.
Una manera de acotar la incidencia de variables externas consiste en complemen-
tar el análisis del cortisol con cuestionarios que nos proporcionen la información
adicional necesaria. También es aconsejable realizar varias mediciones durante
cada prueba experimental. Lo ideal sería realizar al menos tres mediciones: una al
comienzo para determinar el nivel de salida, otra durante la prueba y una última al
finalizar la misma. En el caso del análisis de sangre, esta técnica de medición
requiere que lo sujetos se dejen extraer sangre del dedo al menos tres veces duran-
te cada prueba experimental, algo a lo que no todo el mundo estaría dispuesto. Es
más, implicaría un incremento considerable en los costes de laboratorio y una
alteración importante de la validez ecológica del experimento.
En lo referente al análisis del cortisol en saliva, existe además otro inconve-
niente añadido. Tal y como hemos señalado anteriormente, la respuesta del corti-
sol en el cuerpo humano ante un estímulo estresante no se produce de manera
inmediata. Los niveles de cortisol comienzan a subir unos 10 ó 20 minutos des-
pués de recibir el estímulo estresante y entonces inician un periodo de subida que
alcanza su pico máximo aproximadamente a los 30 minutos, justo antes de co-
menzar a bajar gradualmente hasta los niveles base. Este patrón de comporta-
miento impone ciertas restricciones para su aplicación a experimentos de traduc-
ción. Una de estas restricciones es el incremento en la duración global de la tarea.
Con el fin de asegurar que existe el tiempo suficiente para permitir que los niveles
de cortisol suban, sería necesario establecer un tiempo mínimo de duración de la
tarea de unos 30 minutos (si asumimos que los niveles comenzarán a subir al
inicio y queremos realizar la medición justo al finalizar) o al menos añadir unos
15 ó 20 minutos más al tiempo empleado específicamente en realizar la traduc-
ción (si asumimos que los niveles comenzarán a subir al finalizar la tarea). Lo
cierto es que el empleo de textos completos en tareas de traducción dificulta so-
bremanera la elección del momento más adecuado para llevar a cabo la medición.
Aunque podemos asumir que el momento de máximo estrés sería al finalizar la
traducción, lo cierto es que si la tarea fuera demasiado larga y el sujeto se encon-
trara más estresado al comienzo que al final existiría el riesgo de que los niveles
de cortisol ya hubieran empezado a descender antes de terminar la tarea. Por otra
parte, si la tarea fuera demasiado breve, es posible que no resultara lo suficiente-
mente estresante como para causar un claro reflejo fisiológico. Otro factor a tener
en cuenta es que, en el caso de tener que realizar varias tareas, existe la posibili-
dad de que los efectos de la anterior condicionen a la siguiente, por lo que es con-

157
 
Diseños y métodos de investigación en traducción
 
veniente que los traductores tengan un descanso lo suficientemente largo entre las
diferentes tareas (véase Bayer-Hohenwarter 2009).
Pero a pesar de los inconvenientes señalados, conviene tener en cuenta que la
mayoría de las dificultades se derivan de la complejidad de la traducción como
tarea experimental y de la necesidad de aplicar técnicas de control experimental
más rigurosas. No obstante, la necesidad de imponer un diseño más controlado en
los experimentos no debería ser óbice para impedir el uso de las mediciones de
cortisol. Empleadas en combinación con métodos cualitativos como los cuestiona-
rios o entrevistas, las mediciones del cortisol en saliva pueden proporcionar a los
estudios de traducción sobre la influencia del estrés por falta de tiempo una mane-
ra factible para objetivar la manifestación fisiológica del estrés.
Otra técnica fisiológica que nos permite explorar el papel que los factores
emocionales desempeñan en la traducción consiste en la medición del pulso o de
la frecuencia cardíaca. El sistema cardiovascular en general y la variabilidad de la
frecuencia cardíaca (VFC) en particular, se consideran indicadores de alta sensibi-
lidad ante actividades que requieren un considerable esfuerzo mental o provocan
una intensa respuesta emocional. En la actualidad la medición del ritmo cardíaco
se ha simplificado bastante gracias al uso extendido de los pulsómetros. Un pul-
sómetro es un monitor del ritmo cardíaco que permite medir la frecuencia cardía-
ca en tiempo real. Se compone de dos elementos: una cinta transmisora que se
coloca en el pecho y un reloj de muñeca que actúa como receptor. La cinta del
pecho tiene electrodos en contacto con la piel que detectan los latidos del corazón
y los transmiten mediante una señal de radio al receptor. Una de sus mayores
ventajas es que el sujeto puede realizar cómodamente cualquier prueba de traduc-
ción o interpretación mientras lleva la cinta en el pecho bajo la ropa. Esta técnica
no interfiere en la realización del experimento y constituye una alternativa menos
molesta que la introducción de algodones en la boca. Otra de las ventajas que
presenta frente al uso de los algodones para medir el nivel de cortisol es que el
pulsómetro proporciona información temporal más precisa que nos permite de-
terminar el impacto de estímulos lingüísticos específicos. Los modelos más avan-
zados disponen de un software que proporciona datos precisos sobre el ritmo car-
díaco de los sujetos en intervalos de tiempo prefijados por el investigador. Uno de
los problemas que plantea esta técnica es la posibilidad de una pérdida ocasional
de señal entre la cinta y el receptor. Por este motivo, el receptor puede tenerlo el
investigador o depositarlo sobre una mesa, pero es importante que se encuentre
cerca del sujeto para asegurar una correcta transmisión durante toda la prueba.
A pesar de su enorme potencial para evaluar el impacto fisiológico del estrés
y las emociones, la medición de la frecuencia cardíaca todavía no ha comenzado a
aplicarse de forma generalizada al estudio de la traducción. Hasta donde alcanza
nuestro conocimiento, existen únicamente dos trabajos que han monitorizado los
cambios en la frecuencia cardíaca durante una tarea de traducción. El estudio de

158
 
Hacia el extremo cuantitativo: los diseños experimentales

Pfurtscheller et al. (2007) investigó la medición de la frecuencia cardíaca como


indicador de la dificultad de una tarea de traducción léxica. Sus resultados mos-
traban que las palabras más difíciles de traducir (las menos frecuentes y familia-
res) aparecían acompañadas de una deceleración del ritmo cardíaco más pronun-
ciada que la registrada en las palabras más fáciles de traducir. El trabajo de Rojo
et al. (2011) empleó un pulsómetro para medir el impacto emocional de un texto
traducido. Se trataba de un trabajo piloto diseñado para demostrar empíricamente
si la pérdida de la imagen metafórica en el texto traducido causa realmente una
diferencia en el impacto emocional ejercido en la audiencia. La medición de las
pulsaciones cardíacas se empleó como evidencia de la mayor o menor intensidad
de la emoción experimentada por los sujetos. Al igual que ocurría con el cortisol,
el diseño del experimento exigía un control temporal riguroso, puesto que la fre-
cuencia cardíaca necesita entre 15 y 35 segundos para estabilizarse después de
recibir el impacto emocional. Por este motivo, el tiempo total establecido entre
estímulo y estímulo fue de 45 segundos, con 15 segundos de tiempo de relajación.
Sus resultados mostraron que la lectura de una expresión metafórica relacionada
con una emoción determinada causaba un mayor impacto emocional en los suje-
tos que la lectura de una expresión similar sin imagen metafórica. Las mediciones
de la frecuencia cardíaca de los sujetos mostraron una diferencia significativa
entre las expresiones metafóricas y las no metafóricas para las emociones de mie-
do, tristeza e ira.
La medición del ritmo cardíaco también se ha empleado en un grupo reducido
de estudios de interpretación. Ha sido utilizado, por ejemplo, en una serie de estu-
dios encargados por la Asociación Internacional de Intérpretes de Conferencias
Profesionales (en inglés, AIIC) para medir los efectos de la carga de trabajo y el
cansancio en interpretación simultánea. La medición de las pulsaciones se combi-
naba con la medición de la presión arterial y las mediciones de los niveles de cor-
tisol de los intérpretes en cabina. Las mediciones de las pulsaciones cardíacas y la
presión arterial corroboraban el alto nivel de estrés del trabajo de interpretación.
Es más, las mediciones eran más elevadas cuando los intérpretes se encontraban
«al micrófono». Los niveles de cortisol en saliva eran comparables a los encon-
trados en trabajadores con otras ocupaciones que también requieren un elevado
nivel de estrés (véase Mackintosh 2001).
Como sucede con el resto de los métodos exclusivamente fisiológicos, el pul-
sómetro ofrece una técnica excelente para objetivar el impacto de factores cogni-
tivos estresantes, complejos o de intensa carga emocional. Además, nos propor-
ciona cierta información sobre el tipo y valencia de la emoción implicada (por
ejemplo, en el experimento de Rojo et al. (2011) las pulsaciones de tristeza fueron
las únicas que disminuyeron tras el estímulo). Sin embargo, no proporciona in-
formación precisa sobre las fuentes de dicho impacto, lo que requiere un diseño
riguroso de los experimentos y aconseja su uso combinado con otros métodos

159
 
Diseños y métodos de investigación en traducción
 
capaces de proporcionar información más detallada sobre las causas de los cam-
bios fisiológicos.
Otros instrumentos empleados en psicología para medir la respuesta fisioló-
gica a emociones como el miedo, la ira o los sentimientos sexuales son el medidor
de respuesta galvánica (GSR) o conductancia de la piel (SRC), la electromiografía
o la temperatura periférica de la piel. Hasta el momento estas técnicas se han em-
pleado exclusivamente en algunos estudios de interpretación. El trabajo de Kurz
(2002) ha revelado, por ejemplo, diferencias en los niveles de conductancia de la
piel en situaciones de estrés moderado (en este caso, en la interpretación de confe-
rencias) en comparación con situaciones de estrés elevado (en la interpretación en
TV). En otro trabajo posterior de Kurz (2003), la autora combinaba los niveles de
conductancia de la piel con la medición del ritmo cardíaco para demostrar que los
intérpretes profesionales muestran una capacidad para controlar el estrés superior
a la encontrada en los intérpretes no profesionales. Su trabajo revelaba diferencias
significativas en el ritmo cardíaco entre profesionales y noveles, pero no reflejaba
diferencias relevantes en los niveles de conductancia de la piel. A la luz de los
resultados obtenidos en el estudio realizado en el 2002, la autora concluía que el
medidor de respuesta galvánica resultaba más apropiado para el estudio de dife-
rencias intra-individuales (esto es, dentro de un mismo sujeto expuesto a condi-
ciones diferentes) que para la comparación entre-sujetos (es decir, entre dos gru-
pos de sujetos diferentes expuestos a la misma condición experimental).
Teniendo en cuenta la complejidad del procedimiento experimental de este
tipo de estudios, hemos querido incluir aquí una breve descripción del funciona-
miento del medidor de respuesta galvánica que subraye las principales ventajas e
inconvenientes implicadas en su uso. Como su denominación indica, el medidor
de respuesta galvánica es un instrumento que mide los cambios en la resistencia
galvánica de la piel. El supuesto sobre el que se fundamenta su uso es que estas
emociones generan cambios en la resistencia eléctrica de la piel que sirven como
indicador de la intensidad de las emociones. Los cambios en la resistencia galvá-
nica de la piel se producen gracias a ciertos tipos de glándulas sudoríparas que se
encuentran en mayor porcentaje en las manos y los dedos. Por este motivo, el
medidor se coloca en los dedos de la mano, un inconveniente para la traducción
escrita, pero no tanto para la interpretación. De hecho este aparato es la base de la
tecnología del polígrafo. Entre los inconvenientes que plantea el uso de este ins-
trumento se encuentra su extrema sensibilidad, lo que implica, una vez más, un
riguroso control temporal del experimento. Por ejemplo, una vez que se ha incre-
mentado la conductancia eléctrica de la piel, se tarda entre 10 y 20 segundos en
retornar a la basal. Es más, tras la recepción del estímulo el lapso transcurrido
entre el momento de recibir el estímulo y la respuesta no debe exceder los 3 se-
gundos. Unos 3 segundos más tarde alcanza el pico y tarda entre 2 y 10 segundos

160
 
Hacia el extremo cuantitativo: los diseños experimentales

más en bajar a la mitad del valor del pico. Además, la sensibilidad del mecanismo
aconseja que las mediciones se lleven a cabo en un ambiente controlado y estable.
La electromiografía (EMG) es una técnica que mide la actividad eléctrica
producida por los músculos esqueléticos. La medición se lleva a cabo mediante
un aparato médico (el electromiógrafo) que detecta la energía de las células mus-
culares cuando se activan neural o eléctricamente. Consiste en la aplicación de
electrodos de pequeño voltaje que se colocan en la zona muscular que se desea
estudiar para registrar la respuesta y conectividad entre los electrodos. En neuro-
marketing, esta técnica se ha empleado para registrar micro-expresiones faciales
conectadas con estados emocionales. Se parte del supuesto de que cuando nos
sometemos a un estímulo, los músculos de nuestra cara se mueven involuntaria-
mente como reacción a lo que estamos viendo. Los músculos de la cara relaciona-
dos directamente con las emociones son el superciliar o corrugador de las cejas y
el cigomático o músculo de la sonrisa. Aparte de la pequeña molestia de llevar los
electrodos aplicados en la cara, la técnica deja libres las manos, por lo que podría
utilizarse sin problemas durante la traducción escrita. No obstante, hasta la fecha
no tenemos conocimiento de que esta técnica se haya intentado emplear en estu-
dios de traducción.
La medición de la temperatura periférica de la piel mediante termosensores
electrónicos también se considera un indicador de determinados estados emocio-
nales. El supuesto sobre el que se fundamenta su uso es que la temperatura perifé-
rica de las extremidades (las manos y los pies) es proporcional a la cantidad del
flujo sanguíneo en el área. De esta forma, por ejemplo, cuando la persona está
tensa o experimenta una emoción, se produce cierta reducción en el flujo de la
sangre que causa una disminución de la temperatura. Al igual que ocurría con el
medidor de respuesta galvánica, la instalación de los sensores en las manos puede
ser un obstáculo para su aplicación en la traducción escrita. Pero a pesar de que su
uso en interpretación o traducción a la vista sería menos problemático, hasta el
momento tampoco conocemos ningún estudio que haya empleado la medición de
la temperatura periférica en intérpretes.
En esta sección hemos revisado algunas de las técnicas fisiológicas que ya se
han empleado en trabajos de traducción, incluidas una minoría que todavía no se
han aplicado, pero que podrían resultar útiles para investigar ciertos aspectos del
proceso traductológico. Es probable que existan otras técnicas fisiológicas que no
hemos mencionado en este apartado (como, por ejemplo, la medición del ritmo
respiratorio). Sin embargo, nuestra intención no ha sido en ningún momento pro-
porcionar un listado exhaustivo de los distintos instrumentos disponibles en el
mercado. Esta sección se concibió con el simple objetivo de dar a conocer al lec-
tor algunas de las técnicas existentes y evaluar su potencial para la traducción
desde un punto de vista crítico. Los datos neurológicos y fisiológicos de los estu-
dios que examinan bilingüismo y traducción sugieren que la traducción, además

161
 
Diseños y métodos de investigación en traducción
 
de los mecanismos puramente lingüísticos, también implica otros procesos cogni-
tivos que van más allá de lo lingüístico, y apuntan a un posible papel de la expe-
riencia del traductor, la dirección de la traducción y los rasgos específicos de la
tarea como moduladores de las funciones lingüísticas. Independientemente de las
limitaciones de algunas de las técnicas revisadas, resulta innegable que estos es-
tudios abren nuevas vías para un tipo de investigación empírica que pueda ayudar
a reconciliar los resultados e intereses de la investigación sobre traductores y el
proceso de traducción con los datos y objetivos de la investigación sobre bilin-
gües en psicolingüística y neurología.

4.3. Conclusiones

Cerrar los capítulos sobre los métodos cuantitativos en traducción e interpretación


es una tarea ciertamente más compleja que en capítulos anteriores. Porque en este
caso nos enfrentamos a un método de estudio floreciente que ahora, más que nun-
ca, vive su momento de verdadera eclosión. Como en la evolución de cualquier
proceso científico, los investigadores de traducción han comenzado a sentir que la
especulación teórica, por sí sola, no es suficiente y buscan nuevas metodologías de
análisis en disciplinas afines. Algunas de estas metodologías, como el uso de cor-
pus o de encuestas, han contribuido a conferir validez empírica al análisis lingüís-
tico aplicado a la traducción y a esbozar una descripción más realista de la situa-
ción profesional de la traducción y la interpretación en los servicios públicos. Por
su parte, los investigadores interesados en los procesos cognitivos de la traducción
y la interpretación han encontrado en los métodos experimentales un nicho propi-
cio para evaluar el papel de ciertos procesos de traducción en términos del esfuer-
zo cognitivo implicado y la respuesta fisiológica provocada en los sujetos.
El deseo de testar empíricamente los planteamientos teóricos y objetivar los
resultados de las investigaciones ha abierto definitivamente la puerta al estudio
interdisciplinar. Los métodos y las técnicas de áreas como la psicolingüística, la
psicología o la neurología se han convertido en instrumentos ideales para desen-
trañar el funcionamiento cognitivo del proceso de traducción e interpretación. Los
investigadores de traducción han comprendido que la complejidad de su objeto de
estudio requiere un enfoque pluridisciplinar y la necesidad de triangular distintos
métodos de investigación. Pero tampoco debemos olvidar que antes de avanzar es
importante consolidar el camino ya recorrido. Es primordial que los investigado-
res continuemos trabajando para refinar los métodos ya empleados y diseñar ex-
perimentos con resultados replicables y con un mayor potencial de generaliza-
ción.
Uno de los mayores problemas atribuidos al método experimental se refiere a
la escasa validez ecológica de la mayoría de los estudios. El entorno experimental

162
 
Hacia el extremo cuantitativo: los diseños experimentales

ofrece un medio excelente para controlar las variables estudiadas. Sin embargo, la
mayoría de las veces ese entorno controlado y aséptico resulta muy diferente al
contexto real que intenta emular. En el caso de los experimentos en traducción, el
investigador conduce al traductor a una habitación (por lo general, un aula o labo-
ratorio de idiomas en alguna institución universitaria) en la que se le pide que
realice una tarea de traducción. El punto más polémico surge en relación a la in-
terpretación de los resultados obtenidos. La explicación del investigador asume
que los datos obtenidos son similares a los generados en una situación de traduc-
ción real, pero lo cierto es que son muchos los que cuestionan la veracidad de
estos datos. Desde el momento en el que el traductor atraviesa la puerta del labo-
ratorio se encuentra en una situación artificial, con herramientas de trabajo dife-
rentes y un contexto distinto a su entorno de trabajo habitual, sin las distracciones
a las que está acostumbrado, pero con otras generadas probablemente por su cu-
riosidad ante un ambiente distinto. ¿Hasta qué punto son, pues, estos resultados
generalizables a una situación de traducción real? ¿Es realista asumir que en un
entorno de este tipo el traductor va a reaccionar y producir datos similares a los
que produciría en condiciones normales?
Es innegable que incluso para los defensores del método experimental resulta
difícil obviar los problemas de validez ecológica de este tipo de diseños, pero
también es cierto que estos problemas no invalidan necesariamente sus resultados.
La traducción es una tarea compleja en la que intervienen una multitud de varia-
bles difíciles de operacionalizar y los traductores e intérpretes son sujetos con un
entorno de trabajo al que resulta complicado acceder. Sin embargo, los obstáculos
no son insalvables y la tecnología juega a favor de la investigación. Existen ya
intentos para diseñar métodos de análisis que permitan a los traductores realizar
los experimentos desde su entorno de trabajo habitual y probablemente pronto
surgirán nuevas técnicas que permitan determinar con total fiabilidad los procesos
cognitivos que guían la labor de traductores e intérpretes. Hasta el momento en el
que el contenido de esa «caja negra» quede totalmente al descubierto y se facilite
el acceso a entornos completamente «reales», los investigadores, lejos de rendir-
se, deben continuar intentando conferir mayor autenticidad a sus datos triangu-
lando los métodos y las herramientas de análisis.

Proyectos

1. Lee las siguientes preguntas de investigación y plantea posibles diseños


experimentales para cada una de ellas. Discute las dificultades a sortear en
cada uno de los diseños.

163
 
Diseños y métodos de investigación en traducción
 
a. ¿Es el impacto emocional de una metáfora traducida mayor o menor
que el de la metáfora original?
b. ¿Qué efecto puede ejercer la interpretación sobre el impacto emocio-
nal de un discurso político?
c. ¿La lectura de un texto para su traducción demanda un mayor o menor
esfuerzo de procesamiento cognitivo que la lectura únicamente com-
prensiva?
d. ¿Cuáles son las principales estrategias de traducción empleadas para
traducir elementos culturales?

2. Quieres realizar un estudio experimental sobre las posibles diferencias en


el proceso de traducción entre sujetos bilingües sin experiencia en traduc-
ción y traductores profesionales. Planifica cuidadosamente los pasos a se-
guir para realizar el experimento: los objetivos y las hipótesis de la inves-
tigación, las variables, los sujetos, el diseño experimental, etc.

3. Deseas investigar de qué forma el conocimiento previo sobre un tema


puede repercutir en la calidad de la traducción. ¿Qué tipo de diseño expe-
rimental plantearías? Planifica los pasos para llevar a cabo el experimento.

4. Te gustaría comprobar si realmente tener una formación en traducción o


interpretación ayuda a realizar traducciones o interpretaciones de mayor
calidad que las llevadas a cabo por bilingües que no han recibido forma-
ción específica en la materia. ¿Qué tipo de diseño experimental plantea-
rías? Justifica tu proyecto.

164
 
5
Redacción y ética

La parte final de este libro corresponde a la fase última en la elaboración de un


trabajo académico: la redacción. No quiere esto decir, ni mucho menos, que es-
cribir esté prohibido hasta que se haya llegado a la etapa final del trabajo. Hay
quien comienza el proceso de escritura desde un principio (mientras revisa los
primeros trabajos y recopila información básica) y adopta la reescritura como
estrategia básica. Sin embargo, ésta suele ser una estrategia adquirida con la expe-
riencia. La mayoría de los investigadores jóvenes exhiben la tendencia contraria y
retrasan al máximo el momento de la redacción, a medida que ven acrecentarse su
sentimiento de frustración y estancamiento. Mientras las voces de sus directores
de tesis les animan a sentarse y escribir sus ideas, su falta de experiencia les grita
(aún con más fuerza que sus directores) que todavía no están preparados para
escribir. Con los años, uno aprende que nunca se está realmente preparado para
escribir, por lo que lo mejor es empezar cuanto antes. Como mínimo, ayuda a
clarificar las ideas y genera una impresión de productividad con un positivo efec-
to terapéutico. Parte de la culpa de este pánico a la escritura proviene de la falta
de experiencia, pero otra parte quizás pueda tener alguna explicación en la ten-
dencia de muchos docentes y manuales (principalmente, por motivos de claridad
expositiva) a organizar el proceso de elaboración de un trabajo en una serie de
fases diferenciadas que los alumnos creen que deben seguir «a pie juntillas». Esta
rigidez podría explicar por qué muchos doctorandos y jóvenes investigadores se
empeñan en alcanzar un diseño metodológico lo más preciso posible antes de
escribir una sola palabra.
El último capítulo de este libro se ha diseñado precisamente con la intención
de ayudar al lector a encontrar la confianza y los recursos necesarios para co-
menzar a redactar su trabajo. Con este propósito, se sugieren algunas estrategias
de planificación básicas para estructurar y dar forma a su investigación. Se apun-
tan también algunas técnicas de redacción que pueden resultar útiles para adqui-
rir y desarrollar el hábito de escribir y la capacidad de comunicar las ideas con

165
 
Diseños y métodos de investigación en traducción
 
claridad a una audiencia determinada. Por último, un proceso de redacción ade-
cuado debe ir acompañado del cumplimiento de ciertas cuestiones éticas esencia-
les en la elaboración de un trabajo académico. Por este motivo, el capítulo con-
cluye con una breve mención a las normas de conducta elementales en la
investigación científica.

5.1. Sobre las cualidades de una estructura sólida

En el primer capítulo de este libro se enfatizaba la importancia de la estructura y


organización de las distintas partes de un trabajo de investigación. La estructura
es la espina dorsal del trabajo, el componente que soporta y articula las ideas ex-
presadas. Esbozar la estructura básica del trabajo antes de comenzar a escribir
puede ser un buen comienzo porque nos ayuda a comprender mejor nuestras ideas
y a formular con mayor coherencia las conexiones existentes entre ellas. Es más,
si el autor logra reflejar con claridad el razonamiento defendido, los lectores tam-
bién podrán comprenderlo y recordarlo con mayor facilidad. No obstante, convie-
ne tener en cuenta que las ventajas de utilizar una estructura modelo como punto
de partida dependen, en última instancia, de la flexibilidad adoptada en su aplica-
ción. El intento de seguir escrupulosamente las pautas de una estructura elaborada
en los inicios del estudio puede volverse en contra de nuestra investigación. Usa-
dos con flexibilidad y buen juicio, las pautas y los patrones establecidos facilitan
la labor del investigador. Convertidos en rígidos corsés de nuestros trabajos pue-
den conducir a la frustración en aquellos momentos en los que nuestra investiga-
ción no se adapte a sus requisitos. Afortunadamente, los ordenadores han facilita-
do en extremo la labor de reestructuración y reescritura. Hoy en día reorganizar la
estructura de un trabajo puede llevarse a cabo en cuestión de minutos gracias a la
posibilidad de «cortar» grandes cantidades de texto y eliminarlas o «pegarlas» en
otra posición con tan sólo un clic del ratón.
Teniendo en cuenta que al comienzo de este libro se describieron las princi-
pales partes de la macroestructura de un trabajo de investigación, aquí nos limita-
remos únicamente a señalar algunos principios organizativos básicos que sirven
para estructurar la información al nivel de la microestructura. Belcher (2009: 174)
resume cinco de estos principios básicos:

— Empezar siempre con lo familiar, es decir, con lo que conocen los lecto-
res y progresar hacia lo que no saben.
— Empezar con lo más simple para lograr que el lector se encuentre cómodo
antes de introducir lo más complejo o difícil.
— Empezar siempre con lo más general y progresar hacia lo particular enfo-
cando en los detalles.

166
 
Redacción y ética

— Seguir una evolución cronológica desde el pasado hacia el presente. Aun-


que este orden puede alterarse si así lo requiere el tipo de argumento de-
fendido.
— Seguir una progresión espacial secuenciada que guíe al lector a través de
los diferentes pasos.

Junto a estos cinco principios, Belcher (2009: 182-5) también indica algunos
consejos básicos para mejorar la estructura del trabajo a nivel de la micro- y ma-
croestructura. Sus consejos han servido para formular las recomendaciones que
exponemos a continuación. Uno de los objetivos básicos que debe perseguir toda
estructura es la claridad. Para incrementar la transparencia de un trabajo, es con-
veniente marcar su estructura mediante diferentes apartados y subapartados que
guíen al lector a través de la investigación. Organizar el trabajo en diferentes sec-
ciones no sólo ayuda al lector a percibir las ideas y resultados más relevantes de
la investigación, sino que además mejora la presentación visual del trabajo y
promueve la impresión de organización.
Otra cualidad estructural clave es la coherencia. Todas las oraciones, párrafos
y secciones deben acoplarse con suavidad, como las piezas de un lego. En este
sentido, los marcadores y enunciados que resumen los contenidos son indicadores
de la estructura diseñados para ayudar al lector. Los resúmenes contribuyen a
vincular las distintas partes y facilitan la progresión del trabajo. Son especialmen-
te útiles en el caso de los trabajos largos, como las tesis doctorales o trabajos fin
de máster, en los que los resúmenes al final de cada capítulo ayudan a recapitular
los puntos más relevantes del mismo y a enlazarlo con el siguiente. No obstante,
en los artículos y trabajos menos extensos también es útil incluir al final de cada
una de las secciones un resumen breve de los principales aspectos tratados en
cada uno de los apartados.
Vinculado al ideal de coherencia se encuentra también el de cohesión. Todo
el trabajo debe estar organizado alrededor de la idea definida en los objetivos. Esa
idea debe convertirse en el eje que articula las distintas secciones y párrafos: debe
sugerirse en el título y mencionarse en cada una de las secciones, pero especial-
mente en el resumen de la introducción del trabajo y en la conclusión. Igualmen-
te, se deben evitar las digresiones que nos alejen del tema central del trabajo. Es
importante saber distinguir entre lo que es relevante para nuestro tema de estudio
y lo que no lo es.
Un principio elemental de una estructura sólida consiste en no introducir in-
formación nueva sin mostrar de qué forma se relaciona con la idea o razonamien-
to central del trabajo. De este principio se desprenden dos ideas que todo director
de tesis repite sin cesar a sus doctorandos: los ejemplos y los datos que aportan
evidencias siempre deben ir precedidos de la teoría a la que ilustran y nunca se
debe introducir información en las conclusiones que no se haya mencionado ante-

167
 
Diseños y métodos de investigación en traducción
 
riormente en el trabajo. Los ejemplos son excelentes aliados de la claridad y pre-
cisión expositiva. Los argumentos o supuestos teóricos siempre se entienden me-
jor ilustrados con ejemplos, pero es importante que exista en todo momento una
vinculación clara entre el ejemplo y el principio teórico que describe, explica o
puntualiza. Algo similar ocurre con los datos que sirven para aportar evidencias.
Por sí solos, estos datos no dejan de ser meras anécdotas sin capacidad explicati-
va. Sin embargo, vinculados a un razonamiento o supuesto teórico, se convierten,
como los ejemplos, en óptimos aliados de la claridad expositiva. Precisamente por
su potencial explicativo, los ejemplos y evidencias se utilizan primordialmente en
la introducción y descripción del estudio. La principal función de las conclusiones
es la de sintetizar los aspectos claves del trabajo y no es, por lo tanto, el lugar más
propicio para introducir nuevos ejemplos y evidencias que no se hayan mencio-
nado en otras partes del estudio.
La estructura de un trabajo académico debe contribuir a fomentar la impre-
sión de objetividad. No conviene olvidar que un trabajo académico no es una obra
literaria ni de ficción. Debemos evitar, pues, emplear recursos novelísticos que
puedan desvirtuar la claridad y objetividad perseguidas en un trabajo académico.
En cierta ocasión, uno de mis trabajos en co-autoría recibió una crítica de los cen-
sores por emplear en ciertas partes del estudio un lenguaje demasiado literario y
retórico que desvirtuaba la impresión de rigor científico que el trabajo pretendía
alcanzar. Lo cierto es que una de las autoras era una excelente escritora de ficción
que no supo (o no quiso) borrar la huella de su gusto por la literatura. También a
diferencia de las obras literarias, en los trabajos de investigación el lector quiere
conocer cuanto antes el argumento, es decir, qué objetivos se persiguen y cómo se
pretende alcanzarlos. Saber los detalles de la argumentación desde un principio
ayuda al lector a seguir el razonamiento y contribuye a crear una sensación de
honestidad e imparcialidad científica.
Otro principio estructural esencial consiste en lograr un equilibrio armónico
entre las diferentes secciones. En un trabajo académico cada una de las secciones
cumple un propósito determinado y es importante que tengan la extensión necesa-
ria para lograr desempeñar su cometido. A menudo, los investigadores tienden a
elaborar introducciones demasiado largas y conclusiones demasiado cortas. Los
comienzos siempre se afrontan con ganas e ilusión. El deseo de proporcionar una
contextualización detallada para el estudio con frecuencia repercute en la redac-
ción de introducciones demasiado extensas que tienden a acaparar el protagonis-
mo del trabajo en detrimento de partes más importantes. La parte central se dedica
a la presentación del estudio realizado y normalmente se elabora con esmero,
intentado alcanzar el suficiente nivel de detalle en la descripción del procedimien-
to y en los ejemplos, pero sin dejarse llevar por los pormenores ni conceder un
protagonismo injustificado a lo anecdótico. La última fase de un trabajo siempre
es difícil y el cansancio y las restricciones de espacio de muchas publicaciones

168
 
Redacción y ética

conducen a los investigadores a intentar acortar por el lugar más obvio: el final.
Sin embargo, las conclusiones son un elemento clave de toda investigación que
requiere la extensión suficiente para resumir las ideas centrales y apuntar líneas
de investigación futuras.
Formular consejos generales para mejorar la estructura del trabajo que sirvan pa-
ra aplicarse a ámbitos diferentes no es una tarea fácil. La realidad es que ni todas las
áreas ni todas disciplinas demandan los mismos requisitos estructurales. Las ciencias,
por ejemplo, imponen un formato más rígido y categórico, diferente de las estructuras
más flexibles y abiertas de las humanidades. Y así, mientras que los investigadores de
ciencias aspiran a una mayor flexibilidad, los de humanidades buscan fórmulas que
les sirvan de modelo. Las diferencias existen incluso entre disciplinas distintas dentro
de cada una de las áreas. Belcher (2009: 178) indica las diferencias entre los artículos
de lingüística, los de lingüística aplicada y los de antropología dentro del área de
humanidades. Los artículos de lingüística tienen una introducción breve seguida de
una revisión de la literatura de 3 ó 4 páginas. Tras una sección de métodos corta, se
centran en el análisis o discusión, el cual se organiza alrededor del debate anunciado
en la revisión de la literatura y al que dedica aproximadamente el 75 % del artículo.
Los artículos de lingüística aplicada presentan un formato similar, con la principal
diferencia de que suelen incluir una sección antes de las conclusiones finales que
contiene las implicaciones pedagógicas de la investigación. Por otra parte, en los
artículos de antropología se concede una importancia excesiva a la revisión de la
literatura, a la que se dedica la mitad del espacio del artículo.
Lo cierto es que la laxitud imperante en el ámbito de las humanidades parece
desaconsejar cualquier intento de describir un formato estandarizado. Frente a la
falta de patrones en los trabajos de humanidades (e incluso en buena parte de los
de ciencias sociales), quizás la mejor receta resida en aplicar una buena dosis de
sentido común, combinada con nuestros conocimientos sobre los rasgos típicos
del área de estudio implicada y nuestra experiencia con el modelo de metodología
de análisis que queremos aplicar. A lo largo de este trabajo, hemos intentado pro-
porcionar los ingredientes necesarios para la preparación de una estructura sólida
y coherente, pero, en última instancia, es el investigador el que debe definir cuál
es la proporción más adecuada para los distintos componentes de la receta según
los intereses particulares de su investigación.

5.2. La importancia del formato

La importancia del formato está directamente relacionada con el modo básico en


que los humanos procesamos la información. Para los humanos dotados del senti-
do de la vista, «todo entra primero por los ojos», un principio que se ha converti-
do en uno de los motores del marketing moderno en la sociedad de consumo ac-

169
 
Diseños y métodos de investigación en traducción
 
tual. Si vemos algo que nos gusta, deseamos adquirirlo, lo valoramos mejor. A la
hora de elaborar un trabajo, una presentación atractiva y ordenada prepara nuestro
cerebro para realizar una evaluación positiva incluso antes de haberlo leído. De la
misma forma que la imagen de una persona a menudo refleja rasgos de su carác-
ter, el formato de un trabajo nos proporciona indicios sobre el tipo de estudio
realizado y la cantidad de esfuerzo implicado.
Un tribunal de tesis está formado por un grupo de académicos que se conside-
ran expertos en la temática del trabajo defendido. Su principal cometido es el de
evaluar el propósito y el contenido del estudio. Y sin embargo, en todo acto de
defensa de un trabajo fin de máster o de una tesis doctoral los académicos suelen
dedicar una parte de su tiempo de intervención a comentar aspectos relativos al
formato del trabajo. Básicamente, estos aspectos se centran en cuestiones relativas
a la edición y presentación formal del estudio. Se espera que el trabajo se presente
con unos márgenes claros y un tamaño de letra e interlineado que facilite la lectu-
ra. Los párrafos deben indicarse con nitidez, las citas que superan las dos líneas
de extensión deben aparecer separadas del texto principal, centradas y justificadas
a ambos lados y los títulos de las diferentes secciones deben marcarse con una
numeración adecuada al nivel estructural al que pertenecen. Los ejemplos tam-
bién deben aparecer numerados y con un formato que facilite su identificación.
Las tablas y gráficos (si los hubiera) deben ir acompañados de una leyenda nume-
rada y una breve descripción de su propósito o contenido.
Un formato adecuado requiere también una presentación clara y ordenada de
las distintas partes que componen el trabajo. Independientemente de los requisitos
impuestos por las diferentes metodologías, un trabajo académico tiene tres grandes
partes, que podríamos definir como: los preliminares o elementos que sirven para
presentar el trabajo, el texto o cuerpo principal del mismo y las referencias bilio-
gráficas y anexos, que constituyen el complemento final del trabajo. Los conteni-
dos y divisiones de cada una de estas partes dependerán del tipo de trabajo y de la
temática y metodología elegidas. Por ejemplo, en un artículo académico los preli-
minares se limitan a una breve introducción, mientras que en una tesis doctoral o
trabajo fin de máster abarcan distintas secciones. Teniendo en cuenta que el tipo de
trabajo de investigación dirigido que se lleva a cabo para una tesis doctoral o tra-
bajo fin de máster (de aquí en adelante, TID) es el que suele presentar un formato
más completo, describimos a continuación su estructura prototípica.

5.2.1. Los preliminares

Los preliminares de un TID contienen todos los elementos que el autor/a conside-
ra necesarios para introducir o presentar el trabajo. Pueden englobar las siguientes
partes o secciones:

170
 
Redacción y ética

La portada constituye la tarjeta de presentación del trabajo. Incluye los ele-


mentos necesarios para su identificación: el título completo, el nombre de su au-
tor/a, su afiliación a una universidad determinada, el tipo de escrito o trabajo, el
director/a del mismo y la ciudad y fecha en que se presenta.
La página de aceptación es una página en la que se hace constar que el au-
tor/a presenta el trabajo para la obtención del grado académico perseguido y en la
que figura el Visto Bueno del director del trabajo.
La dedicatoria suelen ser unas líneas en las que el autor/a dedica el trabajo
realizado a la persona o personas de su elección. La dedicatoria no se emplea en
los artículos académicos, pero su uso es opcional en los libros y TIDs. No lleva
título y suele escribirse en la esquina superior derecha de la página.
Los agradecimientos también son opcionales y se incluyen en una página en
la que se da las gracias a todas las personas, instituciones u organizaciones que,
de un modo u otro, han facilitado o colaborado en la elaboración del trabajo y la
investigación.
La tabla de contenidos presenta un listado de las distintas partes del trabajo y
de los elementos que las componen. No incluye las partes que la preceden, como
la dedicatoria o la página de aceptación, pero sí todas las que le siguen, incluidas
las partes restantes de los preliminares y las referencias y anexos. Es decisión del
autor optar por una presentación más simplificada que incluya únicamente los
títulos de primer nivel o por una más detallada en la que se especifiquen los títu-
los de los apartados y subapartados de niveles inferiores. En la tabla de conteni-
dos se indica también la página en la que empieza cada una de las partes enume-
radas.
Si el trabajo contiene ilustraciones y/o tablas, se incluye un listado en el que
se enumeran las distintas imágenes, gráficos, y tablas empleadas por orden de
aparición. Es posible usar dos listados diferentes, uno para las ilustraciones y otro
distinto para las tablas. Se indica la numeración que corresponde a cada ilustra-
ción y tabla, un título que las describa brevemente y el número de página en la
que aparecen.
Aunque no es muy común en los TIDs, a veces se emplea un prefacio que
sirve para indicar aspectos del trabajo que se desean resaltar, normalmente la mo-
tivación subyacente y los intereses que se persiguen. El tono del prefacio es más
personal y no debe confundirse con la introducción. Es una especie de antesala
del trabajo que proporciona los antecedentes y el contexto necesario para poder
entender las motivaciones que impulsaron su elaboración. El prefacio puede in-
cluir los agradecimientos, en cuyo caso no sería necesario emplear una página
exclusivamente para ellos al inicio del trabajo.
Otro elemento opcional en un TID es una lista de abreviaturas. En aquellos
casos en los que se haga uso de abreviaturas acuñadas específicamente para el
trabajo, es posible incluir un listado en el que se enumeren en orden alfabético.

171
 
Diseños y métodos de investigación en traducción
 
También es posible añadir una breve explicación para aquellos casos en los que
sea necesario.

5.2.2. El cuerpo principal

El cuerpo principal del escrito es la parte más importante del trabajo, puesto que
presenta y desarrolla el estudio que se ha realizado. Se estructura en tres partes
diferentes: la introducción, el texto central y las conclusiones.
La introducción sirve para encuadrar y presentar el estudio. Sus funciones
son parecidas a las del prefacio, pero en los escritos académicos su carácter es
más científico. Proporciona la contextualización necesaria para el estudio, pero
presenta, además, una síntesis del problema o pregunta a la que el trabajo preten-
de dar respuesta y una justificación de su interés, detallando incluso los objetivos
de la investigación y una breve descripción del diseño metodológico empleado.
Tal y como vimos en el capítulo primero de este trabajo, en el caso del TID, la
introducción se desarrolla en un capítulo aparte, que suele incluir también un re-
sumen conciso del estudio llevado a cabo.
El texto central es la parte que desarrolla el estudio realizado en el trabajo. En
un TID esta parte puede incluir uno o varios capítulos, dependiendo de la profun-
didad de la investigación y de los aspectos que se deseen destacar. Por regla gene-
ral, se incluyen al menos dos capítulos, uno para la revisión de la literatura y otro
para el estudio. Pero es posible emplear capítulos adicionales que nos ayuden a
desarrollar cada una de estas partes en mayor detalle.
Las conclusiones constituyen la etapa final de esta parte central del trabajo.
Como indicábamos en el capítulo inicial de este libro, su función principal es la
de resumir los resultados del estudio y el impacto del trabajo junto a las reflexio-
nes del investigador. En un TID las conclusiones se elaboran en un capítulo aparte
que normalmente finaliza con las recomendaciones para futuras investigaciones.
En la elaboración del cuerpo principal del trabajo existen ciertos elementos
que sirven para completar e ilustrar el texto con comentarios aclaratorios e imá-
genes gráficas. Nos referimos a las notas a pie de página y a las tablas, ilustracio-
nes y gráficos. Las notas a pie de página nos ayudan a explicar o ampliar algún
elemento del texto sin alejarnos innecesariamente de la línea de argumentación
que se está desarrollando y sin entorpecer ni el estilo ni la fluidez de la redacción.
Esto se consigue sacando este tipo de comentarios adicionales fuera del texto
principal y colocándolos en la parte inferior de la página. Las notas al pie se sepa-
ran del texto principal con una línea corta y se escriben en un tamaño de letra
inferior al del resto del texto. Para indicar a qué parte del texto se refieren, se
marcan por orden de aparición mediante un número que en el texto principal apa-
rece al final de la oración a la que se hace referencia y a pie de página aparece al

172
 
Redacción y ética

principio de la nota. Hoy en día esta operación se hace automáticamente mediante


la función insertar notas al pie de los procesadores de textos. Aunque en los TID
las notas se insertan normalmente a pie de página, existe también la posibilidad de
situarlas al final de cada uno de los capítulos o al final de todo el trabajo (siendo
esta última la opción más frecuente en los artículos académicos).
Las tablas, ilustraciones y gráficos sirven para presentar información com-
plementaria o datos numéricos en un formato visual más claro y resumido que nos
ayuda a comprender mejor algún aspecto del texto o de los resultados obtenidos
en la investigación. Las tablas y gráficos deben aparecer numerados y con una
leyenda explicativa que nos describa de forma clara y concisa su contenido. Nor-
malmente se sitúan a continuación del texto que hace referencia a ellos, separados
por dos espacios y centrados. No obstante, si el espacio en la página no fuera
suficiente, entonces se colocan lo más cerca posible de su explicación.

5.2.3. Las referencias bibliográficas y anexos

Las referencias bibliográficas y anexos ponen el verdadero punto final a la elabo-


ración del trabajo, puesto que aparecen en último lugar, después de las conclusio-
nes. Las referencias se sitúan antes de los anexos y contienen un listado en orden
alfabético de todos los trabajos consultados para la investigación. Es importante
que el listado contenga al menos todos los trabajos citados a lo largo del estudio
(esta práctica es la más habitual en los artículos académicos). No obstante, tam-
bién es posible incluir otros trabajos que, aun sin mencionarse en el estudio, se
hayan empleado como fuentes de consulta. A menudo los evaluadores de un TID
recurren a las referencias para juzgar si la labor de investigación realizada ha sido
o no lo suficientemente exhaustiva. El listado de referencias bibliográficas no sólo
proporciona información sobre la cantidad de trabajos consultados, el tipo al que
pertenecen y la temática de lo mismos. Además, también aporta información so-
bre su fecha de publicación, un indicador importante para evaluar si la investiga-
ción cubre un periodo de tiempo lo suficientemente relevante y si se han consul-
tados trabajos de actualidad. Lo ideal es que el listado de fuentes refleje una labor
investigadora amplia y variada, y que contenga tanto trabajos impresos como
fuentes de Internet, obras clásicas de obligada referencia y trabajos más inéditos y
actuales.
En el uso de las referencias bibliográficas hay dos aspectos centrales a tener
en cuenta: qué información o aspectos de la obra se deben incluir en la referencia
y de qué manera se deben citar. En términos generales, todas las obras deben in-
cluir información lo suficientemente detallada como para que otros lectores pue-
dan consultarlas fácilmente. No obstante, el nivel de detalle requerido puede va-
riar dependiendo del formato empleado para citar las referencias. En la actualidad

173
 
Diseños y métodos de investigación en traducción
 
existen distintos formatos estandarizados de citas que es posible utilizar para
transcribir las referencias. Cada uno impone sus propias normas de estilo, aunque
todos coinciden en ciertos principios básicos. Para poder identificar una obra es
necesario conocer, como mínimo, su autor y su título. Otros detalles de la publi-
cación son adicionales, pero necesarios en las referencias para facilitar la consulta
de la obra. En el caso de un artículo, por ejemplo, los detalles implican conocer la
fecha de publicación, el nombre de la revista, el número de la misma, el volumen
al que pertenece (en el caso de que lo hubiera) y las páginas que ocupa (la primera
y la última). En lo que respecta a los libros, otros detalles necesarios son la fecha,
el lugar de edición y la editorial. Si el libro es un compendio de trabajos editados,
también es necesario especificar quiénes son los editores. Algunos formatos re-
quieren también incluir el ISBN del libro, en caso de conocerse. Si se cita un ca-
pítulo de un libro, además de los autores, fecha y título del mismo, es necesario
incluir también a los autores y el título del libro al que pertenece, así como el
resto de detalles requeridos para citar un libro. Adicionalmente, para citar un capí-
tulo de libro se deben especificar también las páginas del capítulo (la primera y la
última).
Otro aspecto central en el uso de referencias se refiere a la manera en la que
editar la información incluida. Los distintos manuales de estilo especifican distin-
tas formas de editar la información: en algunos el título de los artículos aparece
entre comillas mientras que en otros se introduce sin comillas, algunos incluyen la
fecha de publicación del trabajo entre paréntesis y otros usan simplemente el pun-
to. Algunos formatos especifican el nombre y apellido completo de los autores
mientras que otros abrevian el nombre propio; hay incluso variaciones en el orden
en el que se debe mencionar el nombre y apellidos de diferentes autores de una
misma obra. Lo cierto es que proporcionar una descripción detallada de los distin-
tos formatos existentes para los diferentes tipos de trabajos posibles excede el
propósito y los límites de extensión del presente libro. Remitimos, pues, al lector
a tres de los formatos más extendidos en el ámbito de las humanidades y ciencias
sociales: el formato de la Asociación de Psicología Americana (APA), el estilo
Harvard y el estilo Chicago para humanidades. No obstante, conviene tener en
cuenta que, en el caso de los artículos y los capítulos de libro, las revistas y edito-
res imponen normalmente a los autores sus propias normas de estilo para citar las
referencias bibliográficas.
Los anexos o apéndices están formados por todos los materiales adicionales
que sirven de apoyo al trabajo, puesto que ayudan al lector a profundizar o com-
prender mejor algún aspecto de la investigación. Normalmente, los anexos con-
tienen elementos que son demasiado extensos para aparecer insertados en el texto
principal sin obstaculizar la fluidez del discurso. Algunos tipos de anexos de uso
frecuente son las tablas de datos estadísticos, el listado completo de todos los
ejemplos de un modelo de análisis o de los estímulos de un experimento, o inclu-

174
 
Redacción y ética

so la descripción detallada del instrumento de análisis empleado (por ejemplo, un


modelo de encuesta o entrevista). Otro tipo de anexo especial, de uso menos fre-
cuente, es el glosario. Un glosario incluye un listado de todos los términos del
trabajo que puedan resultar difíciles de interpretar porque sean poco conocidos,
demasiado técnicos o aparezcan en un idioma diferente al del resto del trabajo. El
significado de cada término aparece explicado mediante una breve definición.
Conviene tener en cuenta que usar un glosario como anexo para listar este tipo de
términos sólo merece la pena si el número de términos empleado es demasiado
numeroso para poder explicarse en las notas a pie de página.

5.3. Cuando las ideas se convierten en palabras: el hábito de escribir

El conocimiento de la armadura estructural de un trabajo es, sin duda, uno de los


pilares fundamentales sobre el que se cimienta su elaboración. Tener una idea
clara del formato típico de un trabajo de investigación nos ayuda a organizar las
ideas y los contenidos del estudio. Pero nuestros esfuerzos por lograr una estruc-
tura ordenada y coherente serán en vano si el investigador no consigue crear un
hábito de escritura que le permita plasmar sus ideas en palabras.
Un trabajo de investigación requiere ingenio y creatividad, pero sobre todo
demanda dosis masivas de constancia y perseverancia. Como en todos los proyec-
tos a largo plazo, el empeño y la aplicación del investigador desempeña un papel
fundamental. Si no se trabaja con asiduidad, resulta difícil realizar un seguimiento
del trabajo realizado. Las sesiones irregulares y esporádicas no fomentan el hábito
de trabajo y dificultan que el investigador retome el hilo conductor de su investi-
gación con facilidad. A la larga, esta situación puede alimentar un sentimiento
negativo de confusión y conducir a la pérdida del interés y motivación necesarios
para seguir adelante con la investigación. Para evitar esta situación, los directores
de un TID suelen aconsejar a los alumnos tutelados que establezcan un horario de
trabajo diario que les permita un contacto continuo con su investigación. Es im-
portante que el investigador se implique diariamente en su trabajo, reflexionando
sobre sus ideas, recopilando la información relevante y escribiendo y revisando su
producción.
Tal y como se advertía al comienzo de este capítulo, uno de los mayores retos
para todo investigador novel reside precisamente en lograr establecer un hábito de
escritura. La mayoría prefiere discutir su propuesta a escribirla en el ordenador. Y
sin embargo, el hábito de trabajo continuo está estrechamente ligado a la rutina de
escribir nuestras ideas de forma periódica. Si habitualmente se comete el error de
posponer el proceso de redacción y dar prioridad a otros procesos «más importan-
tes», no se logrará la fluidez necesaria en la elaboración del trabajo. Escribir las
ideas no sólo ayuda al investigador a clarificar los conceptos y establecer una

175
 
Diseños y métodos de investigación en traducción
 
rutina de trabajo. Además, facilita la tarea del director, puesto que recibir las ideas
por escrito ayuda a visualizar y comprender mejor el trabajo.
Los escritores experimentados recomiendan comenzar pronto a redactar el
trabajo, produciendo diferentes versiones previas que revisan y reescriben conti-
nuamente, en lugar de intentar elaborar una única versión final desde el comienzo.
En líneas muy generales, es posible identificar dos tipos diferentes de escritores:
el escritor que escribe con sumo cuidado desde un principio y realiza una revisión
final al terminar y el escritor que primero produce una versión previa sin preocu-
parse en exceso ni del estilo ni del contenido y después trabaja sobre ella, revi-
sándola sucesivamente. Los dos estilos son igualmente válidos y la elección de un
tipo u otro depende de las preferencias y personalidad de cada escritor. Lo impor-
tante es adoptar el estilo que nos permita escribir con mayor comodidad y fluidez,
evitando los excesos y los parones. Pretender realizar una versión perfecta desde
el principio o escribir tan sólo cuando nos sentimos inspirados puede conducir a
la frustración y al estancamiento.
Creswell (2009: 81) nos ofrece algunos consejos que pueden ayudarnos a
crear hábitos de escritura correctos:

— Adoptar una rutina de escritura diaria, independientemente de que nos


apetezca más o menos, o nos sintamos o no inspirados.
— Si no disponemos de mucho tiempo, conviene empezar estableciendo ru-
tinas breves, en periodos cortos que nos permitan encontrar tiempo para
escribir.
— No intentar escribir demasiado en una única sesión de trabajo, pero sí ha-
cerlo de forma regular, evitando los atracones que nos puedan saturar y
los periodos excesivamente largos sin ningún tipo de producción.
— Establecer objetivos a corto plazo para cada sesión de escritura que nos
permitan planificar tareas concretas que podamos llevar a cabo con relati-
va facilidad.
— Compartir lo que hemos escrito con amigos o lectores que sepamos que
nos van a aportar críticas constructivas y el apoyo necesario hasta que es-
temos preparados para enseñarlo a nuestro director o publicarlo.
— Realizar varios proyectos de manera simultánea para evitar bloquearnos
con uno en particular y estancarnos en el desarrollo del trabajo.

Todos estos consejos pueden ayudar al investigador a iniciar un hábito de es-


critura regular y constante. Pero no debemos olvidar que escribir es una rutina que
mejora con la práctica. Al principio se avanza con lentitud, pero nuestra pericia y
velocidad aumenta a medida que continuamos escribiendo. La experiencia y la
práctica nos ayuda a sentirnos más cómodos y seguros de nuestra producción.
Desarrollar un hábito de escritura no sólo fomenta una disciplina de trabajo, sino

176
 
Redacción y ética

que sirve, además, para ejercitar nuestra mente. Escribir es similar a pensar en voz
alta: las palabras plasman nuestros pensamientos y el ordenador se convierte en el
órgano transmisor que nos sirve, a su vez, para ordenarlos y comprenderlos me-
jor. En cierta forma, visualizar las ideas en la pantalla nos ayuda a organizarlas y
comunicarlas con mayor claridad. La siguiente sección se centra precisamente en
los requisitos necesarios para lograr transmitir nuestras ideas de forma clara y
precisa.

5.4. La comunicación de las ideas con claridad a una audiencia determinada

Escribir tiene una faceta íntima ligada a la creatividad del escritor y a su talento
para expresar sus sentimientos y pensamientos. Pero escribir tiene también un
lado más público, relacionado con la capacidad del autor para comunicar sus
ideas a una audiencia determinada con lucidez y perspicacia. En el caso concreto
de un trabajo de investigación, la complejidad y especialización de los temas tra-
tados dificulta la tarea de lograr que sus contenidos se comuniquen con claridad.
No obstante, esta dificultad se ve hasta cierto punto compensada por el nivel de
especialización de la audiencia a la que se dirige el trabajo. Un trabajo de investi-
gación es una obra especializada escrita para especialistas o, al menos, para aca-
démicos e investigadores interesados en el tema del estudio y capaces de interpre-
tar sus contenidos y metodología.
El elevado nivel de competencia de los lectores facilita la transferencia de
conocimientos, pero no es motivo para que el investigador olvide la necesidad de
elaborar un trabajo accesible y asequible para su audiencia. Después de todo, el
nivel de conocimientos y especialización del investigador probablemente será
superior al de sus lectores potenciales (si no lo es en el ámbito global del estudio,
al menos lo será en la temática concreta en la que se desarrolla la investigación).
Uno de los riesgos que existen al escribir un TID reside precisamente en la ten-
dencia del investigador a olvidar que su audiencia no tiene por qué conocer todos
los detalles de su investigación. Sumergido en su trabajo, el investigador tiende a
escribir al nivel de sus conocimientos, dando por supuesto aspectos de su estudio
que conoce muy bien pero que quizás no estén al alcance de sus lectores. Como
consecuencia, es posible que la audiencia se sienta perdida y confusa en ciertos
momentos, un sentimiento que sin duda repercutirá en la evaluación negativa del
trabajo.
Para evitar este tipo de problemas causados por una falta de conexión con la
audiencia, conviene que el trabajo se escriba desde un principio con el objetivo
fundamental de llegar a unos lectores concretos. Al igual que en publicidad, el
potencial de transmisión incrementa si el trabajo se diseña desde el inicio con la
audiencia en el punto de mira. En un trabajo de investigación, no se trata única-

177
 
Diseños y métodos de investigación en traducción
 
mente de plasmar un estudio en palabras como ejercicio de reflexión e introspec-
ción; en última instancia, se trata de transmitir conocimientos y hallazgos a una
determinada comunidad académica con el propósito último de contribuir al avan-
ce de la disciplina que constituye su ámbito de estudio.
Desde esta perspectiva, en un trabajo de investigación la claridad expositiva
adquiere una relevancia especial, contribuyendo a incrementar la legibilidad del
documento. Para facilitar el acceso de los lectores a los contenidos de la investi-
gación, existen una serie de principios básicos que fomentan la claridad del escri-
to y, por lo tanto, su potencial para la comunicación de ideas. A continuación, se
revisan algunos de los principios cardinales que facilitan la presentación y organi-
zación lógica de las ideas.
Uno de los pilares básicos de la claridad es la capacidad para organizar las
ideas y conceptos de una forma ordenada. Una organización secuenciada y metó-
dica de las ideas sirve de guía a los lectores y facilita la comprensión del trabajo.
En todo trabajo de investigación hay una serie de ideas centrales, de carácter más
general, que determinan la estructura del escrito en los distintos capítulos y sec-
ciones más amplias dentro de cada capítulo. Estas ideas aúnan e integran un con-
junto de ideas o conceptos más específicos que, a su vez, sirven para desarrollar,
reforzar o explicar las más generales. La claridad de la organización depende de
la capacidad del autor para lograr un equilibrio armónico entre las ideas más ge-
nerales y las más específicas. Demasiadas ideas generales, sin contenidos más
específicos que las desarrollen en detalle, pueden causar la impresión de superfi-
cialidad o incluso considerarse evidencia de un conocimiento insuficiente de los
conceptos presentados. Por otra parte, un exceso de detalle en la redacción, sin
que quede claro cómo integrar el conjunto de referencias específicas, puede inter-
pretarse como un signo de la incapacidad del autor para relacionar conceptos e
incorporarlos a la investigación.
Al comienzo de un trabajo, los investigadores noveles a menudo tienen pro-
blemas para conseguir el deseado equilibrio entre las ideas generales y las especí-
ficas. Los problemas resultan especialmente evidentes en el apartado de revisión
de la literatura, una sección que demanda una habilidad especial para combinar la
capacidad de abstracción y categorización con el nivel de detalle necesario para
ilustrar los conceptos generales. En esta sección, la falta de experiencia de algu-
nos investigadores les lleva, con demasiada frecuencia, a centrarse en las ideas
generales, construyendo párrafos demasiado breves que reflejan una exposición
superficial y apresurada de conceptos globales. Otros, por el contrario, intentan
reflejar con excesivo entusiasmo los detalles de los trabajos revisados en la litera-
tura, confeccionando un listado exhaustivo en el que los diferentes trabajos se
comentan de forma aislada, sin un argumento o idea general que sirva de hilo
conductor. Una forma de evitar estos problemas consiste en empezar organizando
los contenidos en las ideas o aspectos generales que se desean destacar y más

178
 
Redacción y ética

tarde determinar el nivel de detalle necesario para explicarlas, desarrollarlas o


ilustrarlas con conceptos más específicos. Es importante que la revisión de traba-
jos concretos sirva siempre para ilustrar un argumento del investigador, ya sea
para poner de relieve los logros o carencias de investigaciones anteriores, o para
destacar algún aspecto relevante para la investigación.
Otro aspecto central de la capacidad del investigador para organizar las ideas
se refiere a su habilidad para conducir la atención de los lectores, enfatizando los
conceptos más importantes y manteniendo los menos relevantes en un discreto
segundo plano. Para este propósito, el investigador puede emplear pequeñas seña-
les o llamadas de atención que contribuyan a guiar a sus lectores a través de las
ideas centrales del trabajo. Estas señales implican diferentes estrategias, que van
desde un planteamiento claro de las preguntas de investigación o hipótesis hasta
el uso de introducciones y conclusiones que enmarquen el principio y el final de
cada uno de los capítulos y secciones del trabajo. Los párrafos introductorios
ayudan al lector a vislumbrar la organización global de las ideas planteadas y las
conclusiones le ayudan a recordar los aspectos más relevantes. El uso de este tipo
de párrafos enmarcando secciones y capítulos concretos resulta especialmente útil
en el caso de trabajos particularmente largos, en los que el lector tiende a olvidar
el propósito global de un capítulo o el hilo conductor de un apartado.
Una organización clara y ordenada de las ideas precisa una presentación
coherente y lógica de las mismas. La coherencia de la redacción se refiere a la
habilidad del escritor para relacionar las ideas de una forma razonada de una ora-
ción a otra y de un párrafo al siguiente. La unión entre las oraciones debe respon-
der a ciertos parámetros básicos de la lógica, como las relaciones causa-efecto o
la secuenciación temporal de los hechos. Un orden coherente de las oraciones de
un párrafo implica que debe existir una línea de argumentación que comience con
la primera oración del párrafo y acabe con la última. Las relaciones causa-efecto
implican que cada oración debe plantear la consecuencia o efecto lógico de la
causa formulada en la oración que las precede. Las etapas iniciales de un TID a
menudo presentan problemas relativos al cumplimiento de estas relaciones de
coherencia lógica. Con mayor frecuencia de la deseada, un elevado porcentaje de
doctorandos e investigadores noveles tienden a concentrarse en la mera exposi-
ción de las ideas y olvidan la importancia de la lógica que debe conectarlas de
forma coherente. El resultado es una redacción incoherente, poblada de non se-
quiturs en los que las conclusiones de una oración no se deducen de las premisas
postuladas en la anterior. La ausencia de coherencia dificulta la comprensión del
manuscrito y normalmente se interpreta como el resultado de una competencia
deficiente en la materia descrita.
Una forma de evitar los problemas de incoherencia consiste en usar técnicas
de cohesión que reflejen explícitamente la relación existente entre las oraciones,
como es el uso de conectores para vincular oraciones o el empleo de términos que

179
 
Diseños y métodos de investigación en traducción
 
sirven de enlace con la oración previa, ya sea mediante la repetición de un tér-
mino usado en la oración anterior o mediante la referencia directa o indirecta al
mismo. El siguiente ejemplo ilustra el uso de conectores que indican explícita-
mente la secuenciación temporal del trabajo (en primer lugar, después, después
de) así como el empleo de la referencia directa (la hipótesis de la traducción lite-
ral – esta hipótesis – la misma – la hipótesis – la hipótesis de la traducción lite-
ral; criterios básicos – estos criterios) e indirecta (examinar – esta evaluación
general):

Ejemplo 5.1 Coherencia y cohesión —El uso de los conectores y la referencia


[…] Pero hay también unas cuantas hipótesis que establecen supuestos sobre el propio
proceso de traducción, como la hipótesis de la traducción literal que se examina
aquí.
En primer lugar exploraré parte del contexto conceptual que subyace esta hipóte-
sis, y propondré una formulación explícita de la misma. Después procederé a exami-
nar la relevancia de la hipótesis en términos de un número de criterios básicos. El
argumento será que en la mayoría de estos criterios, la hipótesis de la traducción
literal es, en efecto, bastante importante. Después de esta evaluación general, se re-
visan dos estudios recientes para mostrar posibles líneas de investigación futuras (Mi
traducción).
(Chesterman 2011: 24)

Otra forma de garantizar la coherencia de un escrito reside en asegurar la


consistencia en la redacción. Tanto la adopción de un punto de vista estable como
el uso consistente de los términos facilita la comprensión y la concentración de
los lectores en las ideas centrales del trabajo. La tendencia del castellano hacia la
variación estilística en la prosa creativa se limita en el terreno científico en pro de
la coherencia. Desde un punto de vista retórico, el uso de diferentes sinónimos
para referirse a un fenómeno evita una prosa repetitiva y monótona. Sin embargo,
en los trabajos de corte científico a menudo se manejan conceptos complejos y la
referencia mediante sinónimos diferentes puede confundir a los lectores, obligán-
doles a concentrar su atención para comprender los conceptos referidos y detectar
posibles variaciones de significado. Para evitar este tipo de problemas en la com-
prensión de la terminología especializada, los investigadores prefieren usar reite-
radamente el término adoptado para describir un concepto específico, en lugar de
emplear diferentes sinónimos que puedan confundir al lector. La dificultad reside
en encontrar el equilibrio adecuado entre una repetición excesiva que pueda inter-
pretarse como un signo de prosa limitada o de conocimientos insuficientes y un
abuso de sinónimos que dificulte la comprensión de los conceptos:

180
 
Redacción y ética

Ejemplo 5.2 Coherencia y cohesión — El uso consistente de la terminología


Para este trabajo, he elegido la tercera forma, esto es, la medición de la novedad en
términos de extrañeza o carácter único. La segunda forma también se incluye pero só-
lo indirectamente, ya que se conceden puntos extra por la novedad (=giros creativos)
en oposición a la reproducción dentro de la dimensión de flexibilidad. Se admite que
existen ciertos solapamientos entre flexibilidad y novedad, pero la prioridad de este
trabajo consiste en […] más que en señalar la diferencia entre flexibilidad y novedad
(Mi traducción).
(Bayer-Hohenwarter 2009: 93)

Una comunicación clara de las ideas exige un uso equilibrado de los recursos
lingüísticos disponibles que sea coherente con los conceptos que se desean trans-
mitir, el punto de vista que el autor quiere adoptar, el tipo de prosa que se maneja
y la audiencia concreta a la que nos dirigimos. Se trata, en definitiva, de un cóctel
variado de factores en el que el autor debe aprender a «mezclar» los ingredientes
en su justa medida y siempre al gusto de su audiencia.

5.5. Cómo pulir la redacción para un acabado impecable

Continuando con la metáfora del cóctel, la elaboración de un combinado perfecto


no sólo exige conocer la medida exacta de los diferentes ingredientes; también
implica saber servirlo con una presentación atractiva e impecable. En términos de
redacción, las habilidades para servir un cóctel equivalen a las destrezas editoria-
les necesarias para pulir la prosa e incrementar la legibilidad y capacidad de co-
municación del escrito. Nos referimos aquí a determinadas prácticas editoriales
relacionadas con la revisión final del escrito, como la eliminación del uso excesi-
vo de ciertos conectores, preposiciones, modificadores, construcciones gramatica-
les o citas.
En las áreas de estudio en las que la mayor parte de los trabajos publicados se
encuentran en inglés o en otra lengua extranjera, la revisión final sirve para elimi-
nar calcos sintácticos y gramaticales que aparecen como huellas de la lengua ex-
tranjera. En el caso de la transferencia entre el inglés y el español, el uso excesivo
de la pasiva en español constituye un ejemplo clásico de este tipo de calcos.
Mientras que el inglés favorece el uso de la voz pasiva en los escritos académicos,
el español prima el uso de la pasiva refleja, la voz activa o las construcciones
impersonales. El investigador debe, pues, poner un cuidado especial para evitar
un uso excesivo de la pasiva que puede resultar simulado e incluso poco científi-
co. Otro ejemplo de calco del inglés que abunda en los TIDs se encuentra en el
uso de los adjetivos en posición prenominal. Los investigadores noveles y aque-
llos de formación anglófona (entre los cuales me incluyo) a menudo tienen difi-

181
 
Diseños y métodos de investigación en traducción
 
cultades para distanciarse del trabajo en lengua inglesa y tienden a copiar o imitar
en exceso el orden prenominal de los adjetivos en español. Ejemplos similares de
este tipo de imitación son el abuso de los infinitivos en los títulos y encabezados
de apartados o del gerundio en oraciones subordinadas especificativas.
Junto a la habilidad para evitar calcos de una lengua extranjera, otra compe-
tencia relacionada con la revisión final del escrito se refiere al hábito de relectura
para eliminar conectores, modificadores y preposiciones innecesarios en la trans-
misión del significado. En el intento por adoptar un estilo académico, los investi-
gadores tienden a apilar modificadores, acumular preposiciones y abusar de las
citas y giros retóricos que añaden a la prosa un tono excesivamente pedante o
pomposo. Aprender a usar las citas de una forma equilibrada es probablemente
uno de los aspectos más problemáticos en los inicios de un trabajo de investiga-
ción. Mientras que algunos investigadores noveles ignoran las citas (en las oca-
siones menos afortunadas, haciendo suyos comentarios e ideas que encuentran en
la literatura), otros tienden a citar en exceso, dificultando el desarrollo de la línea
de argumentación que se desea plantear. Una cita siempre debe emplearse para
ilustrar con las palabras y pensamientos de otros una idea o aspecto formulado
como parte del razonamiento del autor. Es importante, por tanto, que la cita esté
perfectamente imbricada en el texto central, facilitando una transición suave entre
el cuerpo del escrito y el texto citado. La acumulación excesiva de citas interrum-
pe el discurso central y puede, incluso, constituir un obstáculo para la compren-
sión de la idea principal. La práctica de revisar y releer el trabajo contribuye a
eliminar estos excesos, ayudando a controlar la prolijidad de la redacción.
Por otra parte, un escrito también proporciona un reflejo fiel de la personali-
dad y hábitos lingüísticos del autor. El supervisor de un TID a menudo se encuen-
tra con la necesidad de señalar a los autores el uso excesivo de ciertos elementos
en la redacción. Se trata, en su mayoría, de aspectos idiosincrásicos del estilo
personal del autor que conviene evitar en trabajos de corte científico. Nos referi-
mos aquí a ciertos aspectos formales, como el gusto excesivo por las oraciones
parentéticas, el abuso del punto y coma o los dos puntos, o la tendencia a emplear
reiteradamente ciertas muletillas y conectores comodín. Estos aspectos imprimen
un carácter personal al escrito pero, usados en exceso, reducen la impresión de
objetividad perseguida en la mayoría de trabajos de investigación.
Un aspecto que preocupa a un porcentaje elevado de investigadores noveles
durante la redacción de un escrito académico se refiere al uso adecuado de los
tiempos verbales. Una gran mayoría de jóvenes investigadores alternan el uso del
pasado, el presente y el futuro de forma inconsistente, sin aplicar ningún principio
básico que regule un uso coherente de los tiempos verbales. Aunque realmente no
existe ninguna regla que facilite un uso claro y discriminado de los tiempos ver-
bales, el Manual de Estilo de la Asociación Americana de Psicología (APA, 2009)
proporciona algunos consejos que pueden servir de guía. Por ejemplo, dicho ma-

182
 
Redacción y ética

nual recomienda el uso del pasado o del presente perfecto para la revisión de la
literatura o, en general, para la descripción de cualquier trabajo o procedimiento
realizado en el pasado o basado en hechos pasados. No obstante, conviene tener
en cuenta que este manual se escribió para el inglés y que en español existe un
uso extendido del presente histórico para referirse a hechos pasados (por ejemplo,
«los trabajos realizados sobre los efectos de la presión por falta de tiempo en tra-
ducción muestran»). Según la APA, el pasado también parece ser más recomen-
dable para presentar los resultados de la investigación, mientras que el presente es
igualmente aceptable para discutir dichos resultados y exponer las conclusiones.
En general, estos consejos pueden servir de ayuda al investigador, pero no deben
constituir reglas inalterables. En última instancia, un uso de los tiempos verbales
que sea coherente con la descripción temporal de los hechos descritos y los prin-
cipios básicos de la retórica y la narrativa será igualmente aceptable en un trabajo
de investigación.
La revisión final del escrito para eliminar el exceso de conectores, modifica-
dores o cualquier término o construcción innecesarios para la transmisión del
significado central es una práctica de edición habitual en la mayoría de escritores
a la hora de asegurar el acabado perfecto de la prosa. La reedición del escrito no
sólo contribuye a eliminar los excesos y connotaciones indebidas. Pulir la redac-
ción también ayuda al autor a elegir la palabra más adecuada para cada contexto y
construir la oración más apropiada para cada una de las ideas o conceptos que se
desean transmitir. La concisión y capacidad para «ir al grano» e ignorar los aspec-
tos redundantes o excesivamente prolijos de la prosa es un valor añadido en un
trabajo de corte científico. No obstante, es importante que la búsqueda de la clari-
dad y brevedad no nos lleve a una simplificación excesiva. No conviene olvidar
que la perfección no existe y que siempre habrá aspectos criticables de nuestro
trabajo que debemos aceptar. Lo importante es aprender a distinguir entre todos
los cambios posibles y los que son prioritarios para conseguir finalizar el trabajo
con un estándar que puede no ser el imaginado, pero que debe ser aceptable para
revisores y lectores. Después de todo, un trabajo de investigación marca una etapa
en un proceso de estudio y rara vez constituye el final del mismo.

5.6. Las cuestiones éticas

Junto a los aspectos relativos al proceso de escritura, la elaboración de un trabajo


de investigación implica también ciertas cuestiones éticas sobre el código de con-
ducta profesional que el investigador debe cumplir al llevar a cabo el estudio. En
términos generales, estos principios éticos garantizan la integridad de la investi-
gación, evitando comportamientos impropios que puedan amenazar la validez del
estudio y protegiendo a los participantes (en el caso de que los hubiera). En la

183
 
Diseños y métodos de investigación en traducción
 
práctica, los principios éticos establecen unas normas de conducta adecuadas para
la realización de las distintas partes de un trabajo de investigación. En esta sec-
ción se revisan algunos de los problemas éticos más frecuentes que los investiga-
dores deben afrontar en la elaboración de su trabajo. Las cuestiones éticas que
plantean mayores problemas a los investigadores surgen principalmente en rela-
ción al manejo de las fuentes bibliográficas y al recopilar y analizar los datos.
Aprender a manejar las fuentes bibliográficas de una forma responsable y ho-
nesta constituye un reto difícil para la mayoría de los investigadores noveles. Su
falta de experiencia puede llevarles a omitir las fuentes de ideas o aspectos de su
trabajo basados en la referencia a otros autores o estudios previos. La experiencia
en la dirección de trabajos de investigación muestra que los investigadores inex-
pertos a menudo tienen problemas para distanciarse de la literatura revisada y
tienden a parafrasear el original, haciendo suyos pensamientos y conceptos que
encuentran en otros autores. En estos casos es responsabilidad del director del
trabajo recordar al investigador la necesidad de citar las fuentes de cualquier idea
o concepto basado en estudios previos, haciéndoles ver los riesgos de una conduc-
ta que puede ser interpretada como un tipo de plagio. Al igual que el listado final
de referencias bibliográficas, el uso de referencias a autores y obras en el cuerpo
del trabajo requiere un formato estandarizado que es posible consultar en los ma-
nuales anteriormente citados (véase, por ejemplo, el manual de la APA o las nor-
mas del estilo Harvard). Por regla general, basta con incluir el apellido del autor y
el año de publicación de la obra (normalmente entre paréntesis), aunque en aque-
llos casos en los que se emplea una cita literal o se alude a una parte específica
del trabajo también se detallan la página o páginas en las que se encuentra la refe-
rencia. Además, el investigador ha de ser consciente de que existen formas indi-
rectas de referencia a aspectos de un trabajo que quizás no se citen literalmente,
pero que han podido servirle de fuente de inspiración (por ejemplo, la referencia
mediante «véase» o la abreviatura «cf.» o «cfr.», que indica la conveniencia de
comparar o confrontar la información).
La recogida de los datos es otra etapa del trabajo en la que el investigador se
enfrenta a cuestiones éticas relativas a la integridad en el proceso de recopilación
de datos y/o a la protección de los participantes. En el caso de los estudios de
corpus, el investigador debe llevar a cabo el proceso de recogida de datos con
total honestidad, informando en todo momento del número de ejemplos recopila-
dos y de cualquier decisión relativa a la omisión de ejemplos en el análisis de los
resultados. Si el estudio implica la participación de sujetos (como en el caso de
las encuestas o los diseños experimentales), un comportamiento ético debe garan-
tizar el respeto a los participantes, protegiéndolos de cualquier riesgo físico, psi-
cológico, social, económico o jurídico. En especial, es importante que el investi-
gador tenga en cuenta las necesidades de las poblaciones más vulnerables, como
es el caso de los menores de edad o personas con algún tipo de minusvalía o dis-

184
 
Redacción y ética

capacidad física o psicológica. En ámbitos como la psicología, con una amplia


tradición en estudios experimentales, existe un protocolo establecido para la pro-
tección de los participantes que implica (entre otros procedimientos) la firma de
un formulario de consentimiento previo. En dicho formulario los participantes
reciben información sobre el investigador, el objetivo de la investigación y los
beneficios y riesgos implicados para los participantes. Se garantiza, además, la
confidencialidad de los participantes y la posibilidad de retirarse de la investiga-
ción en cualquier momento. También es posible ofrecer a los sujetos algún tipo de
remuneración económica por su participación. Si los recursos económicos son
limitados, existen otras alternativas menos gravosas. Por ejemplo, en determina-
dos ámbitos universitarios, los alumnos pueden incluso recibir una recompensa
por su participación en términos de reconocimiento de créditos cursados.
Este tipo de protocolos debería ser de uso obligado en cualquier estudio que
implique la participación de sujetos. Sin embargo, las precarias condiciones de
trabajo de una gran mayoría de los investigadores universitarios en este país (en
especial, en las ramas que no son de ciencias puras, como es el caso del área de
traducción) no favorecen la aplicación del debido protocolo. Las enormes dificul-
tades para encontrar participantes adecuados, así como las frecuentes limitaciones
de tiempo y recursos materiales, a menudo llevan al investigador a aplicar unas
pautas de comportamiento con los participantes que se alejan de los principios
éticos establecidos. Sin llegar a vulnerar sus derechos más básicos, los investiga-
dores optan por muestras convenientes de sujetos, en las que se emplean aquellos
participantes a los que pueden acceder fácilmente y solicitar su colaboración sin
ofrecer otra cosa a cambio más que la gratitud del investigador y su disponibili-
dad para devolver el favor concedido.
El análisis de los resultados también es una etapa de un trabajo de investiga-
ción en la que surgen consideraciones de tipo ético. Algunas de estas cuestiones
son de carácter meramente procedimental, como es la conveniencia de guardar los
datos, una vez analizados, por un periodo de tiempo razonable. Aunque no es
demasiado frecuente, es posible que otro investigador requiera acceso a los datos
para confrontar las diferencias y descartar un posible fraude científico. La mayor
parte de los casos de fraude se detectan por la imposibilidad para replicar los re-
sultados de un estudio. Si el procedimiento de una investigación se lleva a cabo
con total honestidad, los resultados deben ser fácilmente replicables en condicio-
nes similares. La imposibilidad de réplica requiere confrontar los resultados para
detectar posibles anomalías o errores en la investigación.
A lo largo de la historia de la investigación científica se han revelado nume-
rosos casos de fraude en los que los investigadores han distorsionado sus datos
presionados por su deseo de triunfar en el ámbito científico. Schulz y Katime
(2003) en su trabajo sobre los fraudes científicos citan como ejemplo el informe
publicado en 1997 por la Oficina de Integridad en la Información (ORI) del De-

185
 
Diseños y métodos de investigación en traducción
 
partamento de Sanidad y Servicios Humanos, en el que se denunciaban 49 casos
de conducta poco científica y 196 acusaciones de fraude científico, relacionadas
con la falsificación de datos y la fabricación de historias clínicas en ensayos para
enfermedades graves. Los casos de fraude descritos en el trabajo de Schulz y Ka-
time ilustran distintos tipos de plagio y falsificación de los datos, desde la inven-
ción de colaboradores ficticios y el cálculo de datos falsos a partir de resultados
existentes (por ejemplo, el caso de las encuestas de Burt), hasta la invención de
experimentos que no se han realizado (el caso de Von Darsee) o la manipulación
intencionada de los animales de laboratorio (el sapo falsificado de Paul Kamme-
rer o los ratones teñidos de Summerlin). Pero, sin duda, uno de los casos más
escandalosos del panorama científico fue el del investigador Mark Spector y sus
brillantes teorías sobre el origen del cáncer. Su personalidad encantadora y sus
dotes de oratoria sedujeron al investigador Efraim Racker, quien accedió a con-
vertirse en su mentor, acogiéndole como parte de su equipo de laboratorio en la
Universidad de Cornell. Sus experimentos sobre la acción de una secuencia de
tres enzimas en las células cancerosas eran de primer orden, pero su extraordina-
ria fecundidad resultaba demasiado sospechosa y algunos científicos habían sido
incapaces de replicar sus resultados. Cuando el fraude salió a la luz, quedó de-
mostrado que Spector había manipulado los resultados de sus experimentos, pero
aún más escandaloso resultaba el descubrimiento de que Spector jamás llegara a
licenciarse, a pesar de haber recibido numerosas ofertas para ejercer de docente
en varias universidades.
Aunque en algunos de los casos de fraude la predisposición del investigador a
la mentira pueda estar en gran parte motivada por una personalidad ególatra o una
creencia ciega en la certeza de sus teorías, en muchos casos existen causas exter-
nas que potencian la falta de honestidad científica. La mayoría de los investigado-
res poseen en la actualidad un trabajo remunerado en universidades y centros de
investigación. Esta posición les permite ejercer la investigación de forma profe-
sional, pero el sistema de contratación y financiación en estos centros impone
fuertes demandas que exigen al investigador publicar mucho y rápidamente. La
necesidad de publicar para mantener su puesto de trabajo y obtener ayuda finan-
ciera para sus proyectos favorece prácticas menos rigurosas y controladas. Por
otra parte, cuanto más prolija es la investigación, más difícil resulta controlar la
calidad de la misma y más fácil ejercer un comportamiento poco científico.
La presión por alcanzar una producción abundante con la mayor rapidez po-
sible provoca otras formas de fraude relativas a la autoría de los trabajos o a la
duplicación de las publicaciones. Una forma de aumentar rápidamente la produc-
ción científica consiste en incluir en la publicación a autores que no han partici-
pado activamente en el trabajo. En algunos casos se trata de una falsa autoría pac-
tada entre autores que acuerdan incluir a colegas que más tarde les devuelven el
favor en sus publicaciones. En otros casos, se trata de una situación motivada por

186
 
Redacción y ética

la posición de poder de investigadores de renombre que tienen como práctica


habitual aparecer en las publicaciones de colaboradores más jóvenes que trabajan
bajo su dirección. Aunque esta práctica es más frecuente cuando ha existido una
colaboración real o una labor cercana de orientación y supervisión, también exis-
ten casos de abuso de poder en los que el investigador más reputado se atribuye la
coautoría incluso si su participación ha sido nula.
Una alternativa a la falsedad en la autoría de los trabajos consiste en incre-
mentar la producción publicando con distinto formato y título trabajos que real-
mente presentan los mismos datos y resultados. La publicación de trabajos muy
cercanos es una práctica aceptada cuando el investigador, por ejemplo, elige di-
seminar los primeros resultados de su investigación en las actas de un congreso
como estudio piloto, con un número más reducido de sujetos y datos, y más tarde
decide finalizar la investigación ampliando el número de sujetos y datos en un
artículo o capítulo de libro. En estos casos, sin embargo, hay una diferencia en el
número de sujetos y datos que produce resultados diferentes. El problema reside
en aquellos trabajos que presentan un título diferente y quizás ligeras variaciones
en la introducción y conclusión, pero publican exactamente los mismos datos y
análisis de los resultados. Algunas revistas científicas ya han adoptado medidas
para erradicar esta duplicación en las publicaciones exigiendo a los autores que
declaren si han publicado o planean publicar trabajos que guarden una relación
estrecha con el manuscrito presentado a la revista.
Esta sección comenzaba con las cuestiones éticas implicadas en una revisión
honesta de la literatura. Pero un uso responsable de la bibliografía también impli-
ca la honestidad del investigador al citar las referencias a los trabajos consultados
en la sección final de bibliografía. Una pregunta frecuente en un gran porcentaje
de doctorandos es si la sección de bibliografía debe incluir únicamente aquellos
trabajos que realmente se hayan leído o si, por el contrario, también pueden citar-
se obras que no se han leído, pero que consideran relevantes o que conocen a
través de otros autores. Desde un punto de vista ético, la sección de bibliografía
debe limitarse a citar exclusivamente aquellos trabajos relacionados con la inves-
tigación que el autor haya leído y manejado. No debemos olvidar que en el caso
de los TIDs el listado bibliográfico sirve para medir tanto el conocimiento global
del investigador sobre la materia como la profundidad de su labor investigadora.
Por este motivo, es importante que el autor sea honesto a la hora de mencionar los
trabajos empleados. Precisamente para evitar los listados excesivos de trabajos sin
consultar, muchas revistas y editoriales recomiendan en la actualidad sustituir la
sección de bibliografía por la de referencias, en un intento de limitar esta parte
únicamente a la mención de los trabajos que se citan explícitamente en el cuerpo
principal del trabajo.
Además de la sinceridad en el número de trabajos leídos, un uso íntegro de
las referencias bibliográficas implica también cuestiones formales, como el respe-

187
 
Diseños y métodos de investigación en traducción
 
to del orden de aparición de los autores. Los sistemas de contratación y financia-
ción de la investigación se rigen por criterios de evaluación diseñados para medir
«la calidad» de un investigador en términos de una serie de parámetros referidos a
su actividad científica, como el número de trabajos publicados, los proyectos de
investigación concedidos, las tesis doctorales dirigidas, los cursos impartidos, etc.
La presión por publicar y ascender en el ranking de excelencia investigadora ha
conducido a un refinamiento progresivo de los parámetros de calidad impuestos
por las diferentes instituciones, hasta el punto de contabilizar aspectos como el
orden de aparición de los autores en los trabajos en coautoría. De esta forma, la
mención en primer lugar se valora más positivamente que en posiciones sucesi-
vas. Una vez más, este tipo de sistemas promueve la competitividad y favorece
los comportamientos poco éticos, como la alteración del orden original de publi-
cación para colocarse en primer lugar o, en los casos más graves, incluso la omi-
sión del resto de autores. Este tipo de prácticas produce inconsistencias en el uso
de la bibliografía y puede provocar confusiones en la autoría de los trabajos. Por
este motivo, muchos sistemas de evaluación requieren presentar los trabajos res-
petando el orden de los autores empleado para su publicación.
Una sección dedicada a discutir cuestiones de tipo ético no puede concluir sin
la mención al uso de un lenguaje políticamente correcto. Un trabajo de investiga-
ción requiere un uso lo más objetivo posible del lenguaje que intente minimizar
las ofensas por cuestiones de género, orientación sexual, raza, discapacidad o
edad. Se incluyen a continuación algunos consejos básicos para garantizar la co-
rrección política en la redacción de un escrito académico:

— Conviene evitar los términos y expresiones que transmitan juicios de valor


o una actitud determinada ante un colectivo, como los comentarios del ti-
po «actitud típicamente femenina» o «tendencia claramente masculina».
— En el caso de que sea necesaria la referencia a una serie de colectivos mi-
noritarios, es aconsejable evitar la agrupación mediante etiquetas genera-
les que anulen la identidad de los diferentes grupos. Siempre es preferible
describir la participación de «40 catalanes y 40 madrileños» que agrupar-
los como «80 españoles».
— Es aconsejable emplear términos que reflejen el papel del colectivo en la
investigación, evitando aquellos que puedan tener connotaciones más ne-
gativas. En este sentido, «participantes» o «alumnado» se consideran polí-
ticamente más correctos que «sujeto» o «estudiante».
— Conviene evitar expresiones y términos que puedan ser interpretados co-
mo un uso sexista del lenguaje. En español es posible emplear la doble re-
ferencia en masculino y femenino («investigador/a») o el término colecti-
vo («alumnado»). No obstante, hay que tener en cuenta que en español el
uso continuo de la doble referencia masculina y femenina puede entorpe-

188
 
Redacción y ética

cer la claridad y fluidez de la redacción si se aplica a todos los casos posi-


bles. El investigador deberá, pues, evaluar si la ofensa potencial que pue-
de causar el término es lo suficientemente obvia o grave como para em-
plear la doble referencia.

Como hemos visto en esta sección, las consideraciones de tipo ético surgen
en las distintas fases de un trabajo de investigación e involucran a los diferentes
participantes. La integridad en la recopilación y el análisis de los datos, la protec-
ción de los participantes y el respeto a los lectores potenciales constituyen los tres
pilares básicos de la ética profesional que todo investigador debería respetar en la
elaboración de un trabajo de investigación.

5.7. La entrega del trabajo para su evaluación

Hasta el momento, las diferentes secciones de este capítulo se han centrado en


aquellos aspectos que pueden resultar de utilidad a la hora de redactar y revisar el
manuscrito. Sin embargo, el proceso de elaboración de un manuscrito académico
no finaliza con su redacción. Una vez escrito, el trabajo ha de someterse a un ri-
guroso proceso de evaluación, ya sea para su publicación (como en el caso de los
artículos o capítulos de libro) o para la obtención de un título académico (como en
el caso de los TIDs). En el presente apartado se discuten los principales aspectos
implicados en la entrega y evaluación del trabajo.
Un TID se realiza con el propósito último de obtener un título de máster o
posgrado (como ocurre con los trabajos fin de máster) o el grado académico de
doctor (en el caso de las tesis doctorales). El proceso de evaluación de un TID
tiene una faceta interna, realizada por el director del trabajo, y otra externa que
implica la valoración por parte de un tribunal de examinadores. La evaluación por
parte del director del trabajo se realiza normalmente de forma progresiva a lo
largo de las diferentes etapas implicadas en su elaboración. El autor del trabajo y
su director establecen la dinámica de trabajo que les resulte más cómoda y efecti-
va. Por regla general, se establece una estrecha colaboración entre autor y director
en la que se pautan las distintas fases para la elaboración del trabajo: redacción
del proyecto o propuesta, revisión de la literatura, recopilación de los datos, análi-
sis de los mismos, redacción de las diferentes partes, etc. Aunque a lo largo de
todo el proceso el director revisa y corrige continuamente el material que le en-
trega el autor, no obtiene una visión completa del trabajo en su conjunto hasta que
no recibe la versión final.
Cuando el director finaliza la corrección de esta última versión, comienza el
proceso de evaluación externa del trabajo. Es en este momento cuando el autor
preparará la auténtica versión final que encuadernará y de la que entregará una

189
 
Diseños y métodos de investigación en traducción
 
copia en depósito a la institución académica a la que pertenece y otra copia a los
diferentes miembros que formarán parte del tribunal de evaluación. Cada uno de
los miembros emitirá un informe con su valoración del trabajo y se procederá a
convocar el acto de defensa del mismo. En dicho acto, el autor comenzará presen-
tando un resumen oral (normalmente, con el apoyo de una presentación en Po-
werpoint). Tras esta presentación, los distintos miembros del tribunal expondrán
su valoración y plantearán al autor las preguntas que consideren oportunas. Por
regla general, las preguntas se formulan para resolver dudas concretas o con la
intención de valorar más en profundidad los conocimientos del autor o su capaci-
dad para defender sus ideas en público.
Como es de esperar, este complejo proceso de evaluación requiere del autor
competencias que van más allá de sus habilidades para llevar a cabo la investiga-
ción y redactar el manuscrito. No se trata únicamente de conocer en profundidad
el trabajo y dominar las ideas y conceptos expuestos en el mismo. Además, el
autor debe saber demostrar estos conocimientos al tribunal usando su capacidad
de síntesis y análisis crítico, así como sus habilidades para la oratoria. En cierto
sentido, el acto de defensa constituye una puesta en escena del trabajo, en la que
la interpretación del autor depende tanto de su habilidad para los monólogos co-
mo de su destreza para dialogar y debatir con los miembros del tribunal. El autor
debe dominar los principios básicos de la retórica y hacer gala de su saber estar en
el escenario. El éxito de su actuación dependerá, en gran parte, de su capacidad de
empatía con el tribunal, al que no sólo deberá demostrar su habilidad para sortear
y rebatir las críticas, sino también su reconocimiento y agradecimiento por el
trabajo que el tribunal ha realizado durante su evaluación y por las sugerencias
que los diferentes miembros hayan apuntado para la mejora del trabajo.
El proceso de evaluación de un trabajo elaborado para ser divulgado en una
publicación especializada también implica una serie de pasos estructurados. Un
TID también puede someterse a este proceso de publicación una vez obtenido el
título o grado perseguido. El primer paso a seguir consiste en presentar el trabajo
a la revista en la que se desea publicar o a los editores del libro en el que se ha de
incluir como capítulo. Normalmente, si el trabajo no se lleva a cabo por invitación
de los editores, el autor envía su estudio acompañado de una especie de «carta de
presentación» en la que se incluye la siguiente información: el título del trabajo,
su contribución a un área concreta de estudio y las razones por la que se ha elegi-
do dicha publicación. Adicionalmente, se puede incluir también información que
ofrece ciertas garantías añadidas sobre el trabajo, como la posesión del copyright
o una declaración de que el trabajo no se ha publicado con anterioridad en forma
alguna ni se ha presentado a ninguna otra revista para su publicación.
Una vez entregado el trabajo, la mayoría de las publicaciones de impacto lo
someten a una evaluación por pares en la que uno o más (generalmente dos) ex-
pertos en la materia valoran la calidad, originalidad y rigor científico de la inves-

190
 
Redacción y ética

tigación, así como su adecuación a la publicación elegida. Estos expertos evalúan


el trabajo y proporcionan sugerencias sobre cómo mejorarlo, que el editor reenvía
al autor para su incorporación. Junto a estas sugerencias y comentarios, las eva-
luaciones incluyen también una recomendación explícita sobre la aceptación o
rechazo de la propuesta. Normalmente, esta recomendación se realiza escogiendo
entre las diversas opciones propuestas por la publicación. En términos generales,
las distintas opciones se reducen a cuatro: aceptación incondicional del trabajo,
aceptación sujeta a la incorporación de las mejoras sugeridas (puede tratarse de
cambios menores o cambios sustanciales), rechazo con posibilidad de considerar
una nueva revisión del manuscrito para someterla nuevamente a evaluación y
rechazo incondicional. Los expertos no se comunican entre ellos y ni siquiera
conocen la identidad ni las evaluaciones de los otros. Su papel en el proceso de
revisión tiene un carácter consultivo, por lo que el editor no tiene obligación de
acatar sus opiniones. En el caso de que las evaluaciones de dos expertos sean
diferentes, el editor puede tomar la decisión última o elegir enviar el trabajo a un
tercer evaluador.
Una vez que el autor recibe la evaluación, comienza a planificar su respuesta
a la carta del editor y a los comentarios de los revisores. Incluso en los casos en
los que el autor recibe la notificación de aceptación sujeta a cambios, es fácil de-
jarse llevar por un sentimiento inicial de frustración. Resulta duro asimilar que
tantas horas de trabajo todavía no han llegado a su fin o que ni siquiera han servi-
do para lograr un resultado tan perfecto como se esperaba. Sin embargo, es en
este preciso momento en el que el investigador debe ver el vaso medio lleno en
lugar de medio vacío. Es un error tomarse las revisiones como críticas personales;
los comentarios de los expertos no censuran al autor sino a aquellos aspectos de
su trabajo que son susceptibles de mejora. Es cierto que hay ocasiones en las que
el estilo de algunos revisores puede resultar agresivo, pero en la mayoría de los
casos no existe una intención explícita de ofender al autor sino tan sólo de corre-
gir las imperfecciones del trabajo. Los autores tienden a interpretar como agresi-
vidad lo que a menudo es la simple consecuencia de un arrebato de vehemencia
del evaluador en su interés por dejar clara su postura.
La clave para no dejarse afectar por las críticas de los revisores consiste en no
tomarse los comentarios demasiado a pecho, manteniendo la distancia necesaria
para contestar con objetividad. Ante un rechazo del trabajo, el autor tiene la op-
ción de abandonar por completo la investigación, enviar el trabajo sin ningún tipo
de revisión a otra publicación o apelar a la decisión de los revisores, enviando de
nuevo el trabajo con los cambios oportunos. La decisión de abandonar la investi-
gación es, sin duda, demasiado drástica y debería ser la última opción a conside-
rar por el autor. Si es la primera vez que el trabajo se rechaza, es importante no
rendirse y volver a enviarlo a otra publicación. Hace unas décadas, casi un tercio
de los autores en las ciencias sociales y físicas abandonaba por completo la línea

191
 
Diseños y métodos de investigación en traducción
 
de investigación del trabajo cuando éste era rechazado. Sin embargo, en la actua-
lidad el 85 por ciento de los investigadores envían de nuevo sus trabajos a otra
publicación diferente. Un único rechazo no es motivo suficiente para rendirse en
un mundo en el que la inmensa mayoría de los investigadores (entre un 85 y un 90
por cien) admite haber sufrido el rechazo de alguno de sus trabajos a lo largo de
su carrera (cf. Belcher 2009: 299).
Otra cuestión diferente es si el trabajo debe volver a enviarse ya revisado o si
primero conviene intentarlo de nuevo sin realizar ninguna modificación. A pesar
de que algunos investigadores creen que es mejor enviar el artículo a otra publi-
cación sin llevar a cabo ningún tipo de cambio, es innegable que la revisión puede
contribuir a mejorar el trabajo, aumentando, por tanto, las posibilidades de que
sea aceptado en otra publicación. Si se tiene en cuenta que el propósito último de
la revisión es el de proporcionar sugerencias para mejorar el trabajo, parece sen-
sato utilizarlas para este fin. Una vez superado el sentimiento inicial de fracaso y
la pereza de enfrentarse a los cambios, lo cierto es que la mayoría de los autores
estarían de acuerdo en que los comentarios de los revisores ayudan a reforzar el
trabajo.
No obstante, no es preceptivo suscribir todos y cada uno de los comentarios
de los revisores. De hecho, existe el derecho de réplica, por el que el autor puede
exponer las razones que considere oportunas para protestar contra la decisión del
revisor y mantener su opción inicial. Después de todo, los revisores no son infali-
bles y también cometen errores. Lo importante es defender las opiniones con ele-
gancia, alegando motivos fundamentados y razonables. Por este motivo, la entre-
ga del trabajo a la misma publicación una vez revisado se acompaña de una carta
cuyo objetivo central es guiar la interpretación de las respuestas proporcionadas.
En dicha carta se especifican los requisitos que se han cumplido, pero también se
explican los casos en los que se ha elegido no seguir las recomendaciones de los
revisores.
La carta que acompaña a la revisión es el mejor instrumento del autor para
conseguir que se acepte el trabajo, por lo que es importante que se redacte con un
cuidado especial. En primer lugar, es importante destacar todos los cambios reali-
zados, enumerando una a una las razones para seguir las sugerencias de los revi-
sores. Es conveniente mencionar también aquellos comentarios que han decidido
obviarse, alegando los motivos para no seguir las recomendaciones de los censo-
res. Las razones alegadas deben respaldarse con argumentos sólidos, que pueden
hacer referencia a la literatura existente sobre el tema. El tono de la respuesta
nunca debe resultar ofensivo. No se trata de atacar a los revisores, sino de mos-
trarles la manera en la que sus sugerencias han contribuido a mejorar el trabajo,
incluso en los aspectos en los que no se han seguido sus recomendaciones al pie
de la letra.

192
 
Redacción y ética

Si durante el proceso de revisión el autor decide realizar cambios en el traba-


jo que van más allá de los sugeridos por los revisores, estas modificaciones tam-
bién deben mencionarse en la carta de respuesta. Es muy probable que el editor
quiera asegurarse de que estos cambios de última hora hayan contribuido a mejo-
rar el trabajo sin causar ningún tipo de perjuicio adicional. Igualmente, si el editor
había apuntado la necesidad de ajustar el trabajo a las directrices editoriales de la
publicación, el autor puede mencionar su esfuerzo por seguir el formato estable-
cido. Como cierre siempre se incluye una declaración de buenas intenciones por
parte del autor; se menciona la esperanza de que los cambios indicados cumplan
las expectativas del editor y se ajusten a los requisitos editoriales de la publica-
ción, y se expresa su disponibilidad para cualquier consulta o para realizar las
modificaciones adicionales que se consideren necesarias. Pero la entrega de estos
cambios no supone aún el final del proceso de revisión. Incluso si el editor acepta
las modificaciones, el proceso no queda totalmente concluido hasta que el autor
recibe las galeradas para su comprobación final antes de ser publicadas. Esta es
realmente su última oportunidad para efectuar cambios menores y detectar cual-
quier error que haya podido pasar desapercibido.
Sea cual sea el resultado último de la revisión, es esencial no dejarse vencer
por el desánimo y perseverar hasta el final. Que un trabajo haya sido rechazado
(ya sea una o varias veces) no implica necesariamente que la investigación haya
sido un fracaso. El destino no siempre juega a nuestro favor a la hora de recono-
cer la genialidad y la calidad de un trabajo. Existen ocasiones en las que el autor
se ve forzado a sortear numerosos obstáculos para publicar un trabajo, ya sea
porque no caiga en manos de los revisores adecuados, porque las ideas sean de-
masiado avanzadas para su época o por algún otro avatar que escape a su control.
Belcher (2009: 318) menciona como ejemplo de este tipo de casos el trabajo «The
Market for “Lemons”: Quality, Uncertainty, and the Market Mechanism» del
Nobel de Economía George Akerlof. Al parecer, el trabajo de Akerlof fue recha-
zado tres veces antes de que consiguiera publicarlo cuatro años más tarde de su
primer intento. La frustración le llevó a reconducir sus intereses de investigación
y motivó un descenso de su productividad que afectó a su carrera como investiga-
dor. Sin embargo, para su sorpresa, unos años después de la publicación de aquel
artículo que tantos quebraderos de cabeza le había causado, los investigadores
comenzaron a felicitarlo en los congresos por aquel mismo trabajo. Treinta años
más tarde, Akerlof recibía el Nobel de Economía por su investigación en aquel
trabajo puntero que hoy en día es uno de los artículos más citados en cualquier
ámbito. Akerlof siempre sospechó que los rechazos reiterados de aquel trabajo se
debieron a que el estilo no era lo suficientemente solemne. La claridad y simplici-
dad que hoy tanto se aprecian en este trabajo supusieron entonces un obstáculo
para su publicación.

193
 
Diseños y métodos de investigación en traducción
 
Antes de renunciar a un trabajo porque haya sido rechazado, conviene recor-
dar que uno de cada cinco trabajos que han marcado un hito en su campo (algu-
nos de investigadores que acabaron recibiendo el Nobel) fueron inicialmente
rechazados por diversos motivos (cf. Campanario 1996). Quizás éste sea nuestro
caso o quizás no; ni todos los trabajos rechazados esconden un genio sin descu-
brir, ni todos son tan malos que no existe posibilidad de mejorarlos. Un porcenta-
je muy amplio son mejorables y potencialmente aptos para ser publicados. En la
mayoría de los casos, la diferencia entre los autores que logran publicar y los que
se rinden reside en la capacidad de los primeros para superar su fracaso y perse-
verar. Por este motivo, antes de olvidar un trabajo o borrar el fichero de nuestro
ordenador, merece la pena volver a intentarlo. Los investigadores se mueven en
un mundo competitivo, guiados en parte por el afán de prestigio y en parte por el
deseo de cambiar el estado de las cosas y «marcar una diferencia». Sufrir el re-
chazo de un trabajo puede ser un duro golpe para su ego, para sus buenos propó-
sitos o para ambos pero, sin duda, es un alivio saber que estos golpes nos ayudan
a superarnos y alcanzar objetivos más elevados. Ante los obstáculos para publi-
car un trabajo es fácil ceder a la tentación de rendirse y abandonar la senda de
nuestra investigación. Pero afortunadamente todavía hay muchos investigadores
que deciden perseverar hasta lograr sus objetivos, sin olvidar que aunque el ca-
mino no siempre sea igualmente duro para todos, ciertamente nunca es fácil para
ninguno.

Proyectos

1. Esboza la estructura potencial de un trabajo de investigación de tipo cuali-


tativo o cuantitativo. Razona y justifica la organización de las diferentes
partes.

2. Localiza un artículo de investigación de un ámbito de la traducción o in-


terpretación que despierte tu interés y evalúa la organización de las dife-
rentes secciones que componen su estructura.

3. Localiza un artículo académico de traducción o interpretación en el que la


redacción presente claramente aspectos susceptibles de mejora. Identifica
los problemas de expresión encontrados y sugiere posibles soluciones.

4. Considera los siguientes problemas éticos que pueden plantearse al reali-


zar una investigación y explica cómo los solucionarías:

194
 
Redacción y ética

— Sabes que los posibles sujetos de tu investigación no aceptarían parti-


cipar en el estudio si supieran realmente los objetivos del mismo. Sin
embargo, es imposible conseguir otros participantes en el tiempo dis-
ponible. Existe la posibilidad de engañar a los sujetos u ocultarles la
finalidad de la investigación. ¿Qué harías?
— Descubres que el co-autor del trabajo ha manipulado los datos recopi-
lados suprimiendo aquellos que impedían corroborar la hipótesis de
partida de la investigación. ¿Qué medidas tomarías?
— Averiguas que el co-autor del trabajo ha empleado párrafos de la revi-
sión de la literatura de otro trabajo anterior sin publicar realizado en
co-autoría con otro investigador diferente. No se ha citado ni el traba-
jo previo ni al otro autor del mismo. ¿Qué harías?

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