EL CARPINTERO Y SUS HERRAMIENTAS

Cuentan que una carpintería hubo una extraña asamblea. fue una reunión donde
las herramientas discutieron sus diferencias.

El martillo ejerció la presidencia, pero la asamblea exigía su renuncia; ¿la causa?

¡pues que hacía mucho ruido, además, se la pasaba todo el tiempo golpeando! el
martillo acepto su culpa, pero pidió que también fuera expulsado el destornillador,
alegando que daba muchas vueltas para conseguir algo. Ante el ataque, el
destornillador aceptó los argumentos, pero a su vez exigió la expulsión de la lija;
dijo que era muy áspera en el trato con los demás y siempre tenía fricciones con
las herramientas más viejas. la lija acató, con la condición de que fuera expulsado
el metro el cual se pasaba la vida midiendo a los demás, como si fuera el único
perfecto.

En ese momento entro el carpintero, se puso el delantal e inicio su trabajo. utilizó

el martillo, la lija, el metro y el destornillador. finalmente, la rústica madera inicial
se convirtió en un hermoso y fino mueble.

Cuando el carpintero se fue, las herramientas retomaron la discusión. fue

entonces cuando tomó la palabra el serrucho: “Señores y señoras, ha quedado
demostrado que todos tenemos defectos, pero el carpintero trabaja con nuestras
cualidades, aprovechando nuestros puntos más valiosos. por eso, en lugar de
fijarnos en nuestras flaquezas, debemos concentrarnos ya en nuestros puntos
fuertes.

Entonces, la asamblea entendió que el martillo era fuerte, el destornillador unía y

daba fuerza, la lija era especial para limar las asperezas y el metro era preciso y
exacto. se sintieron como un verdadero equipo, capaz de producir cosas de
calidad, y una gran alegría los embargo al darse cuenta de la suerte que tenían al
poder trabajar juntos.

PARA REFLEXIONAR Y COMPARTIR.

1.- ¿Qué tan significativo te parece el deseo del Papa Francisco, de ser una iglesia
sinodal, y que repercusión tiene para la sociedad y para tu parroquia?

2.- ¿Qué actitudes se requieren para vivir y trabajar sinodalmente?