Está en la página 1de 238

Quarterbacks. {Larry Stylinson.

}
by dewlas

Harry Styles y Louis Tomlinson, ambos mariscales de campo de equipos y universidades


totalmente rivales. Solo jugaban como un pasatiempo, pero eso era suficiente para que en los
torneos de football americano que eran situados en la ciudad de San Francisco todos los años se
desatara el odio entre ellos. Y ahora que recibieron la noticia de que tienen que pasar más tiempo
juntos, tendrán que aprender a convivir al menos por un tiempo.

Pero uno de ellos tiene un secreto que no quiere que sea revelado y el otro ha descubierto.

Ambos tienen una rápida conexión con su rival que los confunde demasiado. Al menos a uno de
ellos.

¿Del odio al amor cuántos pasos habrá que dar?

=================

Prologo.

El vestuario del campo de entrenamiento de los Stallions era casi identico al nuestro: ceramicas
blancas, paredes blancas, una larga fila de casilleros contra la pared -solo que estos eran azules
y los nuestros rojos- con unas bancas grises en frente, en el costado izquierdo las toallas y un
perchero, en el costado derecho el pasillo a las duchas. ¿Es que son todos iguales o solo fue
pura coincidencia?

Habíamos terminado de jugar el último partido del campeonato en el estadio de su universidad,


fuimos los dos equipos finalistas del torneo -como era de esperarse- y nosotros ganamos -como
era de esperarse-.

Entraron a las duchas primeros mientras nosotros festejábamos fuera con nuestros amigos,
familiares y la parte de la universidad que había venido a apoyarnos. Luego de unos 30 minutos
en los que había recibido cervezas de toda la gente que se me acercaba a celebrar, el estadio
comenzó a ser despejado y fuimos enviados a ducharnos.

Fui el ultimo en salir de la ducha, ya que el entrenador me detuvo unos 7 minutos -contados, ya
que me moría de aburrimiento- a felicitarme sobre lo bien que había manejado al equipo y todas
esas cosas que le dicen al capitán cuando se gana un partido, y todo lo contrario de lo que se le
dice a un capitán cuando se pierde un partido.
Me cambié lo más rápido posible y estaba apunto de salir del lugar, cuando observe como yacía
en el piso lo que parecía un cuaderno, forrado en algo marrón que era una obvia imitación de
cuero.

Lo tomé en mis manos y noté como de ambas tapas salía un pequeño pedazo bastante más fino
de ese material que resulto ser muy suave al tacto, ambas extensiones tenían un agujero en el
centro que estaba a la par.

Allí iba un candado. Eso quería decir que eso era un diario.

Pensé en dejarlo a un lado, que era claramente lo correcto, pero no pude hacerlo. Todos tendrían
algo de curiosidad, ¿No es así?

La primera página, como la de cualquier libro o cuaderno, venía completamente en blanco.


Aunque esta estaba rayada con un nombre: Louis.

Sonreí al ver el nombre de uno de mis mayores rivales en la hoja, y supuse -supuse bien- que
era el diario íntimo de Tomlinson. Comencé a ojear salteándome algunas hojas, y pensé inclusive
en guardarlo y llevarlo a mi casa, pero notaría su ausencia y no era eso lo que yo quería,
seguramente la culpa recaería en mí por dos razones 1: El ultimo en salir del lugar. 2: Él me odia
demasiado como para decir que fui yo aunque no lo creyera así.

Mi atención cayó en el principio de la narración del día 1 de octubre de 2013.

"Me beso y correspondí su beso. Hace mucho tiempo no tenía una relación, aunque tuviesen que
ser secretas. No es del todo una relación, pero es un avance. Jordan es muy dulce, y me trata
como ninguno de mis exs ha hecho."

No podía creer lo que estaba leyendo, ¿Es que se ha burlado tanto de mi por algo que el también
es? Esto vale oro.

Pasaron días sin escribir, o había cosas insignificantes que realmente no me importaban, como
su carrera en la universidad, sus amigos, y todo eso. Pero volví a frenarme en el día 1 de
noviembre de 2013 -el día anterior de mi vistazo al diario, y su última escritura en éste-.

"Mañana le patearemos el trasero al equipo de Harry Styles y sus idiotas. Jordan ira a vernos y
luego de eso iremos a algún bar, o simplemente a andar por ahí. No podemos dejar que nos vean
juntos, pero esa era una de las partes más divertidas de todo esto, que nadie sepa que eres gay
no esta tan mal..."

Pero yo si lo sé, Louis. Yo si lo sé.


=================

Capitulo 1.

Me encontraba completamente bañado en sudor -a pesar de que estábamos en invierno, pero


vamos, San Francisco tiene sus ventajas- como cada vez que practicaba con el equipo de football
americano de mi universidad -y estudio literatura, pero la universidad tiene entrenamientos
abiertos en el campo para todo el que quiera ir, y bueno, aquí estoy- A pesar de que ser el capitán
del grupo tuviese sus beneficencias, también tenía sus desventajas, como tener que practicar
más duro que los demás y no demostrar cansancio, porque claro, eres el que da el ejemplo. Uhu,
si. De todas formas a esos haraganes les daba igual que yo tuviese que dar el ejemplo, si se
cansaban, no había nada que los anime nuevamente.

Holgazanes.

-¡Styles! -Oí la voz del entrenador cuando me senté en la banca.

¿En serio? Es el único descanso que tomé en toda la hora del entrenamiento y ya esta
molestándome, uhg.

Me dirigí hacía el gordinflón, petiso y canoso que teníamos por entrenador con una de mis
mejores fingidas sonrisas.

-¿Qué sucede, coach?

Quiero seguir a los demás a los vestidores y darme una buena ducha de agua congelada.

Esta es otras de las razones por la que ser el capitán es una desventaja. Siempre te llaman a ti, o
te regañan a ti, o te avisan a ti, y todo recae sobre ti.

-En media hora vendrá el equipo de los Stallions, ¿bien? Los quiero a todos aquí ya cambiados.
No habrá un partido amistoso, al menos por hoy.

Mierda.

Los Stallions.

Si hay algo que odio


más que a ese jodido equipo es a su capitán, Louis Tomlinson.

Y también viceversa. Ellos nos odian a nosotros, y Louis Tomlinson me detesta a mí.

Debo admitir que su equipo es bueno, pero nunca será mejor que SF Titans. Nosotros.

Y Tomlinson, cielo, lo que tengo sobre ti no te lo esperas, ¿verdad que no?

-¿Y que harán aquí? -Ya había tenido un día bastante malo. Me habían dado una cantidad
inmensa de páginas para estudiar, y mi cabeza estaba a punto de estallar. No necesitaba añadir a
estos idiotas a la lista.

-Hablare con el entrenador sobre las fechas del campeonato de esta temporada.

-¿Y cuál es la necesidad de que nosotros y especialmente ellos se encuentren aquí?

El entrenador puso mala cara ante mi tono despectivo, uhg, es que a veces el viejo puede ser
insoportable.

-Siempre hay una pelea, ¿Es que no pueden llevarse bien? Por eso mismo vendrán, dos veces a
la semana practicaremos con ellos, queríamos ver si podíamos calmar las aguas entre ustedes.

Esto no podía ponerse peor.

Solté un gruñido y me fui completamente indignado y enojado.

¡No vamos a llevarnos bien solo porque si!

Apenas entre a los cambiadores pateé la primera taquilla que encontré en mi camino logrando un
fuerte estruendo. Algunos de mis compañeros comenzaron a salir envueltos en sus respectivas
toallas.

-¿Qué sucede, Styles? -Preguntó Roof parándose delante de mí. Tenía la misma estatura que yo
-1,78- pero fisicamente eramos

completamente diferentes. El era rubio platino, yo era castaño, el tenía el pelo lacio, yo con rulos,
el tenía ojos café, yo verdes, etc, etc, etc.

-Los Stallions vendran en media hora, así que debemos volver al campo luego de darnos una
ducha. -Contesté de mala gana en voz bastante alta para que los demas me oyeran. Y lo hicieron,
ya que mis 10 compañeros soltaron un gruñido de disgusto-. Pero eso no es todo, compañeros -
Reí irónicamente antes de seguir-, Vamos a entrenar un día a la semana con ellos.
-¿Quieren que le regalemos flores también? -Se oyó la voz de Andrew algo lejana y solté una
leve risa dirigiéndome hacia mi taquilla para buscar mis cosas.

Después de darme un relajante baño de agua tibia -la fría estaba demasiado congelada y me
arrepentí- me coloque mis skinny jeans negros, una camiseta blanca y unas converse del mismo
color de la camiseta solo que algo -bastante- gastadas.

¿Quién dice que el capitán y mariscal de campo del equipo tiene que vestirse como si fuese un
pandillero que golpea a todos en su camino?

Acomodé mis rulos mojados hacia atrás con mi mano, colgué mi mochila en mi hombro y salí de
los cambiadores ya vacíos.

Me encontraba caminando sobre el césped de la cancha del club, mirándolo muy entretenido,
hasta que comencé a oír murmullos cada vez más fuerte.

Levanté la vista para encontrarme con que el jodido equipo de Tomlinson estaba entrando por la
puerta derecha del campo de juego. ¿Y como no? Tratando

de llamar la atención con sus gritos e idioteces.

¿Quieres llamar la atención? Creo que la información que tengo llamará tu atención.

Mis compañeros se encontraban sentados en un semi circulo a unos 10 metros del coach, quien
estaba sentado en una de las bancas con su talonario -nunca supe que diablos anotaba ahí-
encima. Me senté al lado de mi rubio amigo Andrew quedando en una esquina y crucé mis pies
dejando mi mochila sobre ellos para así apoyar todo mi peso sobre mis brazos. Mi compañero se
giró hacia a mi, el tono marrón claro de sus ojos reflejaba una gran preocupación, pero no dije
nada al respecto.

-¿No crees que esa posición tan dura no es muy digna de ti, princesa Harry? -No era Louis, a
decir verdad, no se quien diablos fue el que hablo, porque al único que reconocía por su nombre
era a Tomlinson.

-Cielo, ¿No crees que jugar football americano no es digno de ti? Porque realmente apestas,
¡Deja de avergonzarte! -Claro que no era cierto, porque todos en su equipo juegan muy bien, pero
obviamente el comentario me había molestado y debía contra atacar.
Oír las risas de mis compañeros logro que una sonrisa de satisfacción y burla apareciera en mi
rostro.

-Dejalo, Sparks, ¡Su mera existencia debería avergonzarlo! No trates de hacer algo que el mismo
ya esta haciendo. -Tampoco supe quien había dicho eso, pero ahora sabia que el anterior se
llamaba Sparks, aunque bueno, seguía sin saber cual de los 10 restantes que no eran Tomlinson
era.

-¡Paren ya! -La voz de el entrenador de su equipo

callo todos los sonidos que había en el lugar, y se hizo un silencio digno de un sepulcro.

Su entrenador era prácticamente igual al nuestro, gordinflón, petiso y canoso. Solo que sus
facciones eran un poco más duras.

-Coach -La voz chillona de Louis me sobresalto y dirigí su mirada hacía donde se encontraba
sentado en semicirculo con su grupo. Se encontraba en la misma posición que yo, solo que con
las piernas estiradas, y lo hacía lucir muy arrogante. Y sus ojos azules se encontraban clavados
en mi-, ¿No hay ninguna regla que diga que no se permiten jugadores gays?

Maldito idiota. Joder.

Era bastante claro que no lo había preguntado por él. Sino por mí.

Uhg.

-¿Por quién lo preguntas? -El entrenador Jefferson fue el que respondió, más bien, el de mi
equipo, quien sabía que lo preguntaba por mí, y estaba totalmente de acuerdo con mi sexualidad.

¿En serio, coach? ¡Si sabes que es para provocarme!

-Oh, por Styles. -Su voz sonó tan calmada que logro irritarme.

¿Es que se puede ser tan gilipollas? ¡Por dios! Mi cara seguramente se encontraba roja de la
rabia, y mis nudillos estaban del color de las nubes.

Me pare rápidamente y en cinco grandes zancadas ya me encontraba agachado a su lado.

No iba a salirse con la suya. No, joder.

Es el momento de atacar, ¿No es así?


¡Jodete, Tomlinson! ¡No es mi problema que no quieras salir del jodido closet con 22 años!

-Al menos, soy abiertamente gay. -Susurre sobre

su oído para que nadie más lo oyera.

Todos estaban en silencio, creían que iba a pegarle. No iba a hacerlo, excepto que el me diera
un motivo como comenzarlo él. Si él atacaba con palabras, yo devolvía con palabras.

Sentí un fuerte dolor en mi mejilla y me desplome en el césped.

La satisfacción desapareció rápidamente de todo mi cuerpo.

Me levante rápidamente, como si mi vida dependiera de ello y quedamos ambos frente a frente,
aunque bueno, yo le sacaba algo así como media cabeza. No sentía dolor en mi mejilla, pero el
solo hecho de que me haya golpeado me enfurecía, demasiado.

Estiré mi brazo hacia atrás, y toda la rabia del mal día se había acumulado allí en mi brazo,
apunto de descargarse. El no tenía toda la culpa, obviamente, pero si gran parte de ella. Estoy
seguro de que son celos de que yo pude lograr lo que el no, dejar mi miedo aún lado. Aunque
esos celos son solo visibles para mi, porque soy el único que lo sabe, porque es un jodido
cobarde.

Deje caer mi brazo frente a su rostro, pero no golpeo nada, solo aire.

Un par de brazos me jalaron de la cintura y trate de zafarme de ellos, casi lo logro, si no fuese
porque otro par de brazos comenzó a sostenerme de mis manos. Gruñidos salvajes salían de mi
garganta mientras envestía hacia delante tratando de llegar hasta Tomlinson. El estaba haciendo
exactamente lo mismo, pero estábamos lo suficientemente alejados como para llegar.

-Suéltenme, ahora. -Gruñí sacudiéndome violentamente, pero sus brazos no se despegaron de


mí.

/>
Ambos entrenadores se situaron entre nosotros, y a decir verdad, no parecían muy contentos.

-¡Salgan todos de aquí! -Ambos exclamaron a la vez. Y eso fue realmente escalofriante.

Definitivamente, no estaban para nada contentos.

Luego de unos segundos, cuando logré tranquilizarme, corrí a buscar mi mochila para así
desaparecer del lugar, antes de querer matarlo nuevamente. Una mano se posó en mi hombro
sobresaltándome, me giré hacia ésta para apreciar el rostro viejo y arrugado de mi entrenador.
Que además, ahora expresaba un enojo palpable a kilómetros de distancia.

Bravo Styles, lograste ponerlo como a un jodido toro, y todos saben que eso no es bueno.

-Tú vienes conmigo. -Su voz no era mucho más tranquilizadora que su aspecto, al contrario.

En el campo ya no quedaba absolutamente nadie, todos habían salido disparados de allí al ver a
ambos ancianos enojados.

Colgué mi mochila en mi hombro sin soltar la correa de esta y lo seguí. Se dirigía hacía los
vestidores.

El ambiente era mucho más caluroso allí dentro, debido al vapor de las duchas que todavía no
había desaparecido del todo.

Luego de unos segundos me percate de que no estábamos solos allí. Tomlinson se encontraba
sentado en uno de los bancos, con su anciano entrenador frente a él. Él mío me hizo señas de
que tome asiento al lado de mi rival, y así tuve que hacerlo.

-Ambos sabemos que entre la universidad Stall y la de San Francisco hay una gran rivalidad,
especialmente entre los

equipos de football americano -Su entrenador nos miraba a ambos mientras hablaba, moviendo
su cabeza constantemente como si estuviese negando algo. Parecía un completo idiota-, pero
creemos que lo suyo ya se esta yendo de las manos.

-No me parece correcto lo que hiciste tú, Tomlinson, pero tampoco lo que hiciste tú, Harry. -Rara
vez me llamaba Harry, pero no lo hacía cuando estaba enojado, definitivamente. Pero si hace dos
segundos me miraba como si quisiera quitarme todos los órganos y entregárselos a un perro
salvaje ¡Jodido loco! -. Aunque no voy a tolerar que hagan bromas sobre su sexualidad -Sonreí
triunfante cuando mi entrenador me defendió, a pesar de que era un jodido anciano loco.

-Si no comienzan a llevarse mejor, vamos a suspenderlos a ambos para los torneos de esta
temporada, que comenzaran el 1 de febrero.

Oh bien, ¡El día de mi cumpleaños! Y yo que pensaba tomármelo de descanso.

-Lo siento, Harry, pero no pude cambiar la fecha, y son los primeros en jugar. -El sabía que ese
día era mi cumpleaños, pero eso a los organizadores les daba por el culo-, así que tendremos
entrenamientos juntos martes y jueves de las próximas dos semanas.
¡Mi día no puede mejorar! ¡Iupi!

No veo la jodida hora de tomar el teléfono y llamar a Niall para maldecir hasta a la última alma
viviente en este planeta. Lo compadezco demasiado desde este momento, joder, y eso que nos
hemos visto por ultima vez hace una hora y media en la salida de la universidad, cuando nos
encontrábamos almorzando.

/>
¡Y todavía debo ir a trabajar! Creo que voy a colgarme en algún lado, o saltar al mar desde el
muelle. Cualquier opción que implicara dejar de existir estaría bien para mí.

Salí de allí tratando de no asesinar a nadie en el camino y me dirigí a paso apurado hacía mi
Jeep Patriot color negro. Camine por el estacionamiento de la universidad y apuré el paso cuando
divise mi auto entre los demás que todavía no habían desaparecido porque seguramente se
encontraban en las actividades extracurriculares de la universidad. Como el coro, el taller de
lectura -que es al que mis amigos creen que debería concurrir debido a la carrera que estudio- y
otros más que en este momento no logro recordar, porque me dan totalmente igual -aunque todas
lo hacen menos el football americano-.

Arrojé la mochila de la universidad en el asiento del copiloto y me desplomé en el asiento


contiguo. Estaba extremadamente cansado y a las 4 en punto debía ir a la disquería a trabajar por
4 horas más. Llevo casi un año con esta rutina y aún no me acostumbro. Aunque no odio mi
trabajo, porque suele ser bastante tranquilo, y la música es algo que me gusta demasiado.

Conduje hasta el centro de San Francisco y aunque aún eran las 2 de la tarde, me estacioné
cerca del lugar de trabajo.

Suspiré algo agotado y acomodé mi cabeza en el volante del auto sin cuidado logrando que el
claxon sonara.

-Mierda.

Definitivamente tenía que hacer algo para relajarme o iba a terminar explotando, así que tome la
billetera, el celular, las llaves del

auto y me baje de éste para dirigirme a alguna cafetería que se encontrara por allí. Y el único
lugar que no estaba lleno de ancianos mirando basketball en los televisores de los bares era un
starbucks. Genial. Lo único bueno de allí era el frapuccino de frutilla, los cafés saben totalmente
espantoso. Me introduje en el lugar e hice mi pedido, que en menos de 5 minutos ya estaba listo.
La ventaja de que fuesen las 2 de la tarde. Me senté en los sillones más apartados que había allí,
y a decir verdad era bastante cómodo, aunque agradecía que fuese invierno -aunque fuese un
invierno bastante caluroso- así el cuero no se pegaba a la poca piel expuesta que quedaba, como
mis manos. El lugar estaba bastante bien ambientado, aunque a mi parecer todos eran iguales:
una barra de madera alargada, el pequeño estante de vidrio con la comida, la cajera, y en frente
de todo esto las mesas de maderas con diferentes cantidades de sillas, los baños de puertas
blancas y muñequitos representando diferentes sexos en el fondo del lugar, y los sillones siempre
estaban más apartados que el resto de las mesas, pisos de madera, paredes blancas, y todas las
mesas se encontraban demasiado barnizadas para mi gusto. Deje el café en la mesa -demasiado
barnizada- para llamar a Niall, joder, necesito largar toda la mierda ahora.

Un pitido.

Dos pitidos.

Tres pitidos.

Cuatro pitidos.

"Es Niall, ¡No puedo atenderte! Deja tu mensaje."

Maldito rubio, ¿Qué mierda estarás haciendo para no poder atender a uno de tus mejores
amigos? Oh, seguro estas comiendo o durmiendo. Holgazan, uhg.

Marqué a Zayn, aunque seguramente se encontraba roncando en su cama como un maldito oso.

Un pitido.

Dos pitidos.

Tres pitidos.

-Harry. -Su voz no sonaba adormilada, así que me alegre de no haberlo despertado, me hubiese
matado la próxima vez que nos vieramos.

-Zayn -Hable en respuesta-, no estas ocupado ¿verdad?

A decir verdad, no me importa si lo esta, va a escucharme de todas formas porque sino juro
matar a la próxima persona que me dirija la palabra.

-Para nada, ¿Qué sucede? -Sentí un leve ruido de fondo, que supuse era la televisión.

-Tuve un día espantoso, uhg. -Tome un sorbo del frapuccino, que sabía excelente, y volví a
dejarlo en la mesa-. Los Stallions fueron al campo luego del entrenamiento, ¿y adivina quien
entrenara con nosotros dos veces a la semana? Oh, si, ellos. Además de que casi mato a
Tomlinson si no me hubiesen parado, y el primer partido del campeonato es contra ellos, el 1 de
febrero.

Luego de terminar la delicia de frutilla y cortar con Zayn cuando acabé de hablarle sobre la
mierda de día que había tenido, decidí que iba a ir a trabajar algo más temprano de lo usual,
aunque fuese media hora. Definitivamente debía despejarme con algo, y estaba seguro de que el
trabajo ayudaría. Debía sacar al maldito de Tomlinson de mi mente de una vez por todas.

=================

Capitulo 2.

El para nada esperado día había llegado. Me encontraba ingresando a la universidad con las
peores ojeras que se podían ver en una persona a las 8:00 am. No había dormido más que 3
horas en toda la noche esperando a que no amaneciera, pero el Apocalipsis no iba a llegar justo
hoy que yo lo estaba esperando con mis brazos completamente abiertos, para abrazarlo y decirle
que le agradecía por completo que le hubiese al fin ganado a la humanidad y no dejarme vivir
este día.

A mi parecer, todos en el lugar hoy tenían una mala cara. ¿Será que me conecte a través de ellos
y todos piensan: "Oh no, es martes, ¡el entrenamiento será compartido!"? No, definitivamente era
que aún faltaban 4 días para el fin de semana.

-¡Harry! -Sentí como alguien se colgaba desde mi costado izquierdo mientras caminaba como un
zombie por el pasillo de la universidad en busca del aula de filosofía que solo compartía con uno
de mis amigos, y era justamente con el que tenía pegado a mí como si fuese una garrapata-. ¡Al
fin una cara amigable aquí! -Le dirigí una simple y neutra mirada que logro que se despegara de
mi y mirara hacia el frente-. Bueno, no tan amigable.

Reí por primera vez en el día, aunque fuese mi primera charla en toda la mañana, y le dirigí una
mirada algo más tranquilizadora a mi castaño amigo, al que seguramente le habían asaltado la
casa para robarle la rasuradora, porque su rostro parecía verdaderamente una selva.

-Liam, creo que necesitas rasurarte, lo sabes ¿no? -Su cara se contrajo haciendo que sus ojos
color marrón café quedaran achinados. Llevó una mano a su pelo y lo despeino un poco mientras
volvía

a su expresión normal, una mezcla de tranquilidad y preocupación.

-Lo sé. -Dirigió sus manos hacia la parte baja de su buzo negro y lo acomodó aún mas abajo
logrando que taparan gran parte de sus pantalones de mezclilla-. ¿Qué te sucedió que no has
dormido en toda la noche?

¡Que considerado de tu parte por notarlo, Liam!

-Hoy es el primer entrenamiento con los Stallions, ¡Salto de felicidad! -Levante mi manos como si
estuviese usando porras y oí la suave risa de mi amigo.

Bufé por lo bajo y me adentré en el salón alejándome de todas las odiosas personas con cara de
querer suicidarse que había en el pasillo, aunque yo fuese una de ellas. Fui seguido por mi
amigo, como era de esperar, y nos dirigimos hacía la parte de arriba del salón que a mi parecer
tenía forma de estadio, aunque estuviese alfombrado con pisos rojos, las butacas y los asientos
fuesen negras, y una gran pizarra blanca se encontrase en frente, para mi seguía siendo parecido
a un estadio. Y era completamente igual a los otros salones de la universidad.

La alta cuarentona teñida de pelirrojo profesora de filosofía entro al curso y sin dejarnos ni un
respiro comenzó a hablar sobre Platon y blah blah blah. A pesar de que no me arrepentía en
absoluto de haber elegido ser estudiante de literatura, en días como hoy hubiese preferido saltar
a un acantilado que escuchar lo que la profesora decía.

Quité el bien guardado uniforme del casillero y comencé a sacar mi ropa para meterla en lugar de
la otra y empujar mi mochila en el estrecho espacio también. Hoy éramos 17 jugadores en lugar
de

11, porque se habían presentado los 6 que estaban en la banca por si había que reemplazar a
alguien. La mayoría del equipo se encontraba con el uniforme de invierno como era de esperarse,
que consistía en lo mismo, un pantalón blanco -algo suelto, así que teníamos que usar calzas
debajo, no necesariamente en los entrenamientos, pero si en los partidos del campeonato- con
dos rayas moradas a los costados, con una camiseta del mismo color de las rayas que tenía tu
número en frente y con tu apellido y el mismo número detrás, solo que era manga larga.
Usualmente me guardaba esa camiseta para los partidos, y en los entrenamientos trataba de
soportar el frío. Observé el número 14 en color blanco, que a decir verdad me traía demasiados
recuerdos sobre partidos, temporadas y premios ganados. A pesar de estudiar algo
completamente diferente a esto, es algo que me apasiona desde que soy pequeño cuando veía
los partidos nacionales con mi padre y gritaba como si mi vida dependiese de ello cuando San
Francisco 49ers se encontraba en la final de algún campeonato importante.

Me coloqué las pesadas hombreras sobre mi torso, a las que luego de un tiempo de haberlas
cargado una hora completa los cinco días que dura la semana, te acostumbras. Cubrí mi torso
con la fina tela de la camiseta y luego volví a abrir el casillero para sacar mis protectores bucales
y el casco, poniendo los primeros dentro del segundo. Lo tomé de los pequeños fierros que tenia
en frente
para cubrirme, y me dirigí hacia el campo, aunque mis compañeros aún siguieran allí dentro.

Aún faltaban 15 minutos, y el entrenador era bastante puntual en ese sentido, así que me recosté
en el medio del campo con el casco a mi lado y comencé a apreciar las nubes mientras arrancaba
pequeños pedazos de césped de allí. El cielo se encontraba muy interesante, con un gran
pronóstico de grandes nubes blancas sobre mí, pero más para el lado norte, se podía apreciar
que venía una gran -y placentera, para mi- tormenta.

Y que feliz sería si se desatase en este mismo momento y pudiéramos posponer el


entrenamiento, ¡Que feliz!

Sentí la presencia de alguien a mi lado, y supuse que sería Andrew, que era con quien mejor me
llevaba del equipo, a pesar de que todos éramos buenos amigos. Pero el color negro de la
vestimenta me alarmo, y supe claramente que no era el.

Los Stallions tienen uniforme negro. Oh, no ahora que estoy tranquilo observando las nubes y
pensando en una posible tormenta, por favor.

Giré mi rostro, y allí me encontré con un castaño de ojos azules y una pequeña barba de unos
días observándome atentamente con el ceño fruncido.

Definitivamente era uno de los Stallions, y no lo comprobé solo porque tuviese un uniforme
completamente negro con un gran 14 en amarillo grabado en el centro -y llevaba mangas cortas,
como yo- sino que era Louis Tomlinson el que cargaba con ese uniforme.

¡Tormenta es hora! ¡Desátate ahora! ¿No vez que te necesito? Gruñí por lo bajo al ver que el
cielo no pensaba estar de mi lado desatando una enorme tormenta que me lo sacase de encima,
al menos

por ahora.

Observe su pequeña nariz un rato, para evitar mirarlo a los ojos, y que el creyese que si lo estaba
haciendo.

-Deja de observar mi nariz. -Espetó con algo de rudeza-. No es agradable.

No se suponía que eso pasara, pero en fin.

-¿Qué quieres?

Directo al grano. Debía contenerme de querer propinarle un puñetazo en su pequeña nariz o dejar
morado el contorno de sus ojos azules, porque no quería ser expulsado del equipo por un tiempo.
A pesar de que ahora tuviese que soportar a estos idiotas unos días de entrenamiento -que
seguramente seguirían después del primer partido- esta es una actividad que me relaja por
completo, y es lo único que me mantiene en forma, porque tampoco es que tengo demasiado
tiempo para ir al gimnasio. No iba a arriesgarme a perder mi puesto de mariscal de campo, y
capitán del equipo, solo por un idiota como el.

-Una tregua. Al menos por un tiempo. -Su voz aguda y claramente cortante resonó en el lugar
luego de unos largos segundos de silencio.

Le había golpeado en lo más bajo decir eso. Reprimí una risa, porque sabía que era para peor.
Me consolaba saber que le avergonzaba decir eso, y la verdad es que no me lo esperaba para
nada, y me gustaba no haber tomado la iniciativa, y ni siquiera haber pensado en eso.

-Por mi esta bien -Me encogí de hombros y observé como apoyaba su peso sobre su brazo para
levantarse-, Espera. -Me senté en el césped quedando enfrentado a él-. No vuelvas a burlarte

de nuestra sexualidad en público porque te avergüenza.

Su cuerpo se tenso por completo al oír como hablé en plural. Sonreí internamente al ver lo que
había logrado en el.

-No digas "nuestra" porque aquí el único marica eres tu.

Dirigí mi mano a su hombro mientras sonreía de lado con satisfacción, esta vez no iba a reprimir
mi sonrisa.

-Oye, cálmate, no se lo diré a nadie. ¿Sabes? Quedas peor negándolo y llamándote marica a ti
mismo, supéralo y manda a todos al diablo. Si son tus amigos no les importara. -Tomé el casco y
me paré rápidamente para dirigirme hacia donde algunos miembros de mi equipo se encontraban
sentados. A su lado, pero un poco más apartados, estaban los miembros de los Stallions.

Sentí un brazo tomar mi hombro con algo de rudeza, y me giré para obviamente encontrarme a
Louis mirándome amenazadoramente tratando de asustarme.

-Yo no soy así. -Comenzó a apurar el paso alcanzándome.

-No deberías negarlo, porque no pienso hablarlo con nadie. -Di la conversación por finalizada y
me desvié para sentarme al lado de Thomas.

A pesar de que me daba rabia que negara su sexualidad, iba a evitar cabrearme demasiado,
porque si lo hacía íbamos a terminar igual o peor que la última vez, y no quería arriesgarme a que
me sacaran del equipo. Pero por favor, había leído su diario, y no me molestaba ni el hecho de
que tuviese un diario personal, porque muchas personas tenían uno para descargarse -yo lo hago
escribiendo posts en tumblr, oh si, y no estoy para nada avergonzado-

ni menos el hecho de que fuese gay, porque era algo que compartíamos completamente, ¿Pero
que le costaba admitirlo? Aunque sea a mi, que ya sabía la verdad.

-¿De que hablabas con ese idiota? -La voz grave de mi compañero me saco completamente de
mis pensamientos y dirigí mi mirada hacia el. Su pelo rizado color negro, se llevaba toda la
atención de cualquier persona que lo viese por primera vez, porque era realmente voluminoso.
Dirigí mi mirada hacia sus ojos miel, que me miraban expectantes, como si me estuviese
juzgando. Sus facciones se encontraban mas marcadas de lo normal, y sus labios carnosos
estaban bastante presionados entre si.

-Quería una tregua. -Contesté sin dar demasiada información sobre nuestra algo privada
conversación.

-¿Y qué dijiste? -Preguntó, y la mirada de su rostro no desapareció en ningún momento, inclusive,
pareció que quería morderme, parecía un perro enojado a punto de atacar.

-Que estaba bien por mí. -Dirigí mi mirada a ambos entrenadores en las bancas, e hice caso
omiso a la penetrante mirada de Thomas que me recordaba a un canino furioso.

Apoye mis codos en los muslos de mis piernas, y mi cabeza en la palma de mis manos, así
llevando todo mi peso hacia delante, como si estuviese interesado en lo que pasaba frente a mí.

-Jugaremos un partido amistoso hoy. -No entendía la manía de nuestro entrenador por hablar en
plural, cuando el se quedaba sentado en la banca solo observando lo que hacíamos-. Styles, esta

es nuestra mitad de la cancha -Apunto con su mano al lado derecho del lugar, en donde
justamente ahora me encontraba sentado-, y esa es la suya. -Se dirigió a los Stallions y señalo el
lado izquierdo.

Me paré primero, porque claro, siendo el capitán siempre eres al que todos siguen, y como era de
esperarse me siguieron cuando me dirigí unos cuantos metros atrás de la línea de división, para
que no lograran escucharnos. Los 16 me habían seguido, y aunque obviamente 6 de ellos se
quedarían en la banca, sería de ayuda que escuchen en el caso de que algo le sucediera al resto
de los holgazanes.

-No podemos mostrar nuestras técnicas -Comencé a hablar, y todos en la ronda nos
encontrábamos algo agachados mientras me miraban expectantes-, ¿Nosotros tenemos el balón?
-Andrew extendió su brazo hacia el frente mostrando que sostenía el gastado balón de cuero
marrón-, te la pasaré a ti, Andy, nunca se la paso al zaguero, así que los tomara por sorpresa.

-¿Se la paso a alguien mas? No creo que funcione, Harry. -Su tono no sonaba para nada seguro,
pero no íbamos a perder, y menos en un entrenamiento.

-Thomas o Kyle son los receptores, al que más seguro te parezca. Trata de llegar lo más cerca
posible, si te bloquean demasiado la pasas y ya.

-¿Y ese es tu plan? -La voz de Paul se oyó fuerte y clara, pero también demostraba inseguridad-.
No funcionara.

-Confíen en mi, compañeros. -Sonreí con suficiencia y me separe

del círculo-. ¡A sus puestos! -Rápidamente cada uno se acomodo en su lugar, mientras los seis
de la banca se dirigían fuera del campo.

Me coloqué el protector bucal mientras observaba como el equipo defensor se acomodaba en sus
puestos, divisé a Tomlinson derecho a mí, mirándome fijamente. Sus ojos azules algo
entrecerrados, como si me estuviese acusando por algo. Me recordaba a cuando mi padre me
regañaba, le faltaba levantar el dedo índice y apuntarme con el. Cubrí mi cabeza con el casco y lo
golpeé para terminar de acomodarlo bien, luego atándolo para que en pleno partido no saliese
volando por los aires. Aunque bueno, técnicamente eso no iba a pasar porque no me quedaba
para nada flojo.

Me acomodé detrás de Ryan que era quien lanzaba el balón en todos los partidos, y deje de
observar los ojos de Louis, que estaba seguro de que aún me miraban de esa forma.

Seguramente era porque yo sabía su secreto, ese secreto que tal vez no le había contado ni a
sus padres, ni a sus mejores amigos, y le costaba aún mas admitirlo ante su enemigo. Porque así
es como el me veía, su enemigo, y a decir verdad, yo también lo veía así. Dos meses tuve
sabiéndolo, y el no sabía que yo estaba al tanto de su sexualidad hasta la semana pasada
cuando casi le rompo la nariz si no fuese por mis compañeros. Seguramente por eso era su
mirada acusadora, no estaba seguro de que había hecho para que yo lo notara, y se esta
preguntando cual fue su pequeño descuido. Oh, Louis, no deberias

haber dejado tu diario a la vista de todos ¡Deberías agradecer que yo lo encontré! Si hubiese sido
alguien menos tolerante, como Thomas, Ryan, o cualquiera de mis compañeros, todo San
Francisco, o tal vez todo America sabría ahora sobre esto. Pero no, no le he dicho a nadie, y me
debes una.

El silbato del entrenador me saco de mis pensamientos, y noté que estaba demasiado absorto en
mis pensamientos cuando el balón me golpeó en la mano y comenzó a caer. Fui más rápido que
este y lo tomé lanzándoselo a Andy que estaba esperando que este llegara. Salvé la jugada, pero
nos había quitado segundos de ventaja que pueden ser completamente valiosos. Comencé a
correr hacia arriba intentando bloquear a los que querían interponerse entre Andy y la meta para
quitarle el balón. Observe como mi compañero arrojó el balón y dirigí mi mirada hacia Thomas,
quien se encontraba completamente bloqueado, así que lo descarté por completo, dirigí mi mirada
hacia Kyle quien estaba completamente libre, sus castaños cabellos se le habían pegado a la
frente y el momento fue digno de película cuando el salto con los grandes y musculosos brazos
extendidos para tomar el balón en el aire, y luego correr tan rápido como pudo hacia la zona de
anotación y dejo el balón allí. Ya habíamos anotado el primer punto.

¡Les dije que iba a funcionar!

Repetíamos constantemente esa jugada cuando éramos los atacantes, y seguía funcionando.
Nuestra debilidad, y también la de ellos, era ser los defensores,

aunque así y todo les ganamos el partido "amistoso".

El sudor caía a gotas sobre mi rostro, y me desplomé en el pasto luego de sacarme el casco y los
protectores como todos los demás. Invierno y sudando, ¿es que eso es posible? Si lo es, y más si
vives en una ciudad como San Francisco.

Se oía un coro de respiraciones agitadas a mí alrededor, había sido un entrenamiento bastante


duro, pero la hora aún no terminaba, porque el partido había sido de tres cuartos de hora, y a
pesar de que eso no era nada, no habíamos tomado ni un pequeño descanso para recuperar el
aliento.

-Emparéjense con el que cumpla el mismo rol en el equipo contrario para estirar, ¡Vamos! -La voz
del entrenador del otro equipo se oyó por sobre nuestras respiraciones y ahora era un coro de
bufidos lo que se escuchaba allí-. ¡Sin protestas! -Vale, lo entendimos.

Y ese era Tomlinson.

Louis no iba a buscarme, porque seguramente creía que ya había hecho demasiado pidiendo una
tregua, y estaba en lo cierto, porque yo nunca me hubiese atrevido a hacerlo, si hubiese sido al
revés, el seguramente se hubiese reído en mi cara. Se habían parado todos juntos para encontrar
de mala gana a su compañero para estirar, así que lo pude encontrar fácilmente cuando lo vi en
el medio del campo estirando solo. Se encontraba con las piernas abiertas y su cuerpo hacia
delante, así que seguramente no me vio llegar. Me agaché detrás de él dejando mis cosas a un
lado

y presioné sobre su espalda empujándolo más hacia abajo sin hacer mucha fuerza.
-Me toca. -Corté el silencio luego de unos segundos más empujándolo hacia abajo, y me senté
como estaba él pero a su lado.

Su mano me empujo con fuerza hacia abajo haciendo que mis piernas tiren demasiado y que mi
cabeza casi toque el césped. Gemí de dolor y oí una risa aguda detrás de mí. Maldito, lo había
hecho apropósito, y yo como un idiota siendo cuidadoso tratando de no hacer mucha fuerza.

-¿No soportas eso, pero si que te den por el culo?

Tú también debes soportarlo, ¿O es que aún eres virgen?

-Te recuerdo que no somos amigos.

Soy muy consiente de que no eres mi amigo, pero esto es una tregua, ¿no es así? Se supone
que no debemos pelear por un tiempo, pero me las haces difícil logrando que te odie cada día un
poco más.

-Te recuerdo que tú me pediste una tregua. -Volví a gemir de dolor cuando me empujó aún más
fuerte hacia abajo.

¿Es que estas enojado porque descubrí tu secreto? Si, debe ser eso, Tomlinson. ¿Es que tanto te
cuesta admitirlo? Hasta tu lenguaje corporal te delata, no estarías tan enojado si yo no tuviese
razón, ¿o si? Y además, lo golpeé en el orgullo recordándole que el propuso la tregua.

Se oyó el silbato indicando que el estiramiento había acabado, me levanté rápidamente, tomé mi
casco con las protecciones dentro y caminé a paso apurado hacía los cambiadores.

-¡Compartirán

los baños, hay suficiente duchas para todos!

Bien, me bañare a la par de esos idiotas que seguramente harán comentarios sobre los penes de
los demás. ¡No puedo esperar!

Si, me encontraba bañándome en ropa interior, porque no pensaba permitir que el resto viese mis
partes íntimas. Y con el resto, me refería a los Stallions, porque a pesar de mi sexualidad, ni a mi
ni a mis compañeros nos era una molestia estar desnudos uno delante del otro, porque ya
estábamos completamente acostumbrados. Las duchas eran totalmente libres, no había ninguna
puerta o pared como división, solo 20 duchas en ambos lados y los cerámicos blancos tanto en
los pisos como en las paredes, y todos podían ver con lujo y detalle como limpiabas tu cuerpo.

-¿Es demasiado pequeña para mostrarla, Styles? -Su voz resonó por todo el lugar, aunque decidí
ignorarla comenzando a lavar mi cabello con el acondicionador.

Ya falta poco, Harry, ya saldrás de aquí.

-¿Y eso que le importa a él Matt? ¡Si le gusta por el culo!

Las fuertes carcajadas de los miembros del equipo de los idiotas se hicieron oír, esta vez
agotando la ya poca paciencia que me quedaba.

-A tu padre le di por el culo, cabrón.

Pareció el autentico gruñido de un león, ni una mosca voló por allí por unos segundos, hasta que
todos mis compañeros comenzaron a descojonarse de la risa. Y no se por qué, porque no había
sido gracioso. Pero logro darme la satisfacción que quería y necesitaba, así que cerré el grifo y
salí de allí lo más digno posible.

No había

sido para nada el mejor día, pero si fue mucho mejor de lo que había esperado. Ya había
imaginado como me suspendían de los partidos y nada podía hacer para convencer al viejo
Jefferson, mientras me sentaba en la banca a un lado de Tomlinson el día de mi cumpleaños. Y
luego de ello, el titular del periódico: "SALTO A UN ACANTILADO EN SU CUMPLEAÑOS
NUMERO 20."

Aunque aún no podía cantar victoria, porque si así fue el primer entrenamiento, no quería ni
imaginar como sería el resto de los días.

Me dirigí a mi apartamento luego del entrenamiento, se encontraba en el centro, aunque no


estaba demasiado cerca de la tienda de música en donde trabajo. Entré al pequeño lugar pintado
completamente de blanco, haciendo que los pisos de madera resalten. Me dirigí hacía la pequeña
cocina que tenía lugar detrás del living, solo dividida por una fina pared, en la que se podía
apreciar una mesada de mármol, con muebles de algarrobo debajo y arriba también, la cocina
blanca en un extremo, y la heladera blanca también, en el otro. Tomé una botella de agua del
refrigerador y me dirigí hacía el sillón de felpa marrón, desplomándome sobre éste y acomodé mis
pies sobre la pequeña mesa de café de madera, para prender el para nada extravagante televisor
que estaba sobre una repisa de madera, intentando encontrar algo para ver mientras esperaba
que fuese el horario de trabajo.

El departamento consistía en muebles de madera y paredes blancas, prácticamente.

En fox se encontraban transmitiendo un viejo capitulo de los Simpsons, pero realmente no


importaba el hecho de que me lo supiese de memoria, debía entretenerme solo un rato. Le dí un
sorbo a la botella de agua y saqué el celular de la mochila que se encontraba a mi lado, mi
morocho amigo me había hecho prometerle que lo iba a llamar para ver como iba mi día, y hoy no
lo había encontrado en la entrada de la universidad. Estudiaba psicología, al igual que Niall, el
rubio de ojos celestes y cara muy adorable -lo envidio demasiado por eso- así que ellos iban en
otro edificio. No iba a arriesgarme a encontrarme con un Zayn enojado, sus ojos color miel
lograban intimidarme en momentos así. Lo imagine frunciendo el ceño mientras acomodaba su
negro cabello hacía arriba dejando que se vean ambos costados rapados a cero, mientras me
miraba como si tuviese ganas de asesinarme. Así que me decidí a llamarlo y contarle como había
ido mi día hasta ahora, obviamente evitando un par de detalles, como mi conversación privada
con Louis.

A pesar de que no tengo derecho a contarlo, me debía algo muy grande por guardarme esa.

=================

Capitulo 3.

El miércoles no hubo entrenamiento debido a la gran tormenta que se desato el martes por la
noche y finalizó hoy -jueves- por la madrugada. Si, había llovido el día en que entrenábamos
solos. El mundo conspira en mi contra.

-No tengo nada que hacer después de almorzar. -Niall le dio un gran bocado a su emparedado
de jamón, queso, tomate, huevo, lechuga, aderezo, y creo que si sigo no terminaré más.

Nos encontrábamos los cuatros sentados en los escalones de cemento de la universidad.


Normalmente comíamos allí los cinco días de la semana, ya que se quedaban a hacerme
compañía hasta la hora del entrenamiento, pero los días en los que no tenía que entrenar, como
ayer, íbamos a una de nuestras casas, o a algún bar que encontráramos por allí.

Bufé al recordar que debía entrenar con Louis nuevamente, y recién era el segundo día.

-No sabes lo que dices, Niall, eres muy afortunado.

Le di un mordisco al emparedado de atún y queso que había preparado en mi casa y había traído
hasta aquí. No estaba muy bueno, pero cuando tienes hambre voraz, comerías cualquier cosa, y
esa era mi situación.

-Yo pensaba quedarme a ver el entrenamiento. -Zayn se dirigió a todos mientras miraba la
bandeja de plástico que contenía una ensalada con verduras de todo tipo, la cubrió con un nailon,
y la devolvió a su mochila.
Pensé en pedírsela, pero quedaría como un desesperado, así que me contuve.

-Como quieras. -Me encogí de hombros.

Las prácticas no eran para nada

divertidas, pero Zayn iba a quedarse para observar como sufría yo mientras debía compartir una
hora de mi día con Louis.

No solo Zayn se quedo a observar la práctica, sino que también se encontraban Niall y Liam
sentados en las butacas rojas del lado izquierdo del campo, cerca de la entrada a los vestuarios.
Al menos tendría algo para distraerme, porque seguramente gritarán cosas.

Me acerque al lugar donde mis amigos se encontraban y apoye mis codos en la pequeña pared
de cemento que había como división entre el campo y la tribuna.

-¿Alguna vez te dije que te ves súper rudo así? -Comenzó Niall apenas me acerque a ellos-, creo
que deberías salir así a la calle, tal vez hasta consigues novio, quien sabe. -El rubio se encogió
de hombros y comencé a reír al ver la mirada de espanto ante el comentario de mis otros dos
amigos.

-Estoy seguro de que quisiste decir que me veo sexy, ven Niall, dame un besito. -Junte mis labios
y formé un pequeño morro mientras cerraba los ojos.

Oí la risa de mis amigos romper mi patético momento, y me uní a ellos.

-¡Aquí no, Harry! ¡Estamos en público!

Por alguna razón, su comentario me recordó a Louis y a su pequeño secreto.

-Harry ¿invitaras a James a tu fiesta de cumpleaños? -Dijo Liam.

No lo había pensado. James había sido mi "algo" por un tiempo, aunque ahora ya no nos
veíamos, pero manteníamos el contacto llamándonos de vez en cuando. A decir verdad, me
había gustado demasiado, pero nunca congeniamos

bien para tener una relación, el no quería nada serio, y yo no andaba detrás de el por ello, cosa
que a el no le agradaba para nada. En fin, era demasiado histérico para mi gusto.
Otra cosa que no había pensado, que en si era la principal, era sobre mi fiesta de cumpleaños.
¿Quién dijo que haría una fiesta? Porque yo no había planeado nada en absoluto.

-No lo sé, ni siquiera se si haré algo para mi cumpleaños. -Me encogí de hombros y observe la
mala mirada de todos mis compañeros.

Rodeé mis ojos mientras bajaba la mirada hacia el casco que yacía en el borde de cemento de la
pared y negué con la cabeza. Ignore sus quejas sobre la fiesta que aún no había planeado.
Hablaban todos juntos y no se les entendía absolutamente nada, así que fue bastante fácil ignorar
lo que decían.

Todos se callaron de golpe, y eso fue lo que llamo mi atención, logrando que vuelva a posar mi
mirada en ellos.

-A llegado tu compañía, amigo. -La voz de Zayn tenía tono de burla.

Y definitivamente lo comprobé cuando gire mi rostro observe como Tomlinson entraba en el


campo con todo su mochila colgada desde su hombro y todo su equipo de idiotas venía detrás de
él.

Ninguno de mis compañeros estaba aún afuera, siempre se distraían hablando y salían en el
horario justo.

Todo el grupo de los Stallions arrojo su respectiva mochila contra la pared de cemento en la que
yo me encontraba apoyado, así quedaban fuera del campo. El silencio que había en el campo fue
remplazado por sus voces inmediatamente,

y ya había comenzado a irritarme.

-¿No tienen una cerveza? No me vendría mal ahora -Comenté girándome hacia mis amigos-, o
mejor acido, ¿no tienen acido?

Niall y Zayn me miraron divertidos, mientras que Liam tenía en su rostro una mirada de reproche.

Tampoco que lo decía en serio... bueno, tal vez si.

-¿Hablas con tus novios, Styles? -Era la misma persona de las duchas. No la primera, si no la
segunda, aunque bueno, en fin, daba igual.

No entiendo el punto de molestarme en todo momento, porque claramente me molestaba y me


rabiaba, pero no me dolía de la forma en que ellos esperaban. Ahora, me preguntaba que sentiría
Louis sobre eso, porque mis compañeros estaban bien con mi sexualidad, pero si el -cosa que no
creo posible- llegara a salir, ¿Cómo se lo tomarían? Yo creo que inclusive, los comentarios que
hacen contra mí -los que hace el mismo también- le duelen más a él que a mí. Y si me pongo en
su lugar, entiendo porque lo niega, yo creo que si estuviese en esa situación también lo haría, en
fin, somos "enemigos" pero si yo hubiese querido contárselo a alguien, ya lo habría hecho hace
un tiempo.

-Me reservo mi polla para tu padre, ¿No lo recuerdas? -Me giré hacia el y sonreí con ironía.

Noté como el morocho apretó los puños a los costados y comenzó a acercarse lentamente a mí.
Será mejor que lo frenen, porque si llega a golpearme no voy a poder contenerme.

Van a sacarte del equipo, Harry. No, no lo hagas.

De sus ojos marrones brotaba la furia,

que se complementaba con las bien marcadas facciones de su rostro, y su cuerpo bien fornido.
Pero no me intimidaba.

No retrocedí, porque no le tenía miedo, y si lo tuviese tampoco hubiese retrocedido. Me


espantaba la idea de que me golpee y golpearlo de vuelta, porque no quería que me saquen del
equipo. Es la única cosa que me distrae y es irónico, porque últimamente no quiero que lleguen
los entrenamientos. Bueno, al menos los martes y los jueves.

Pero, vamos Harry, cuándo acaben los entrenamientos con ellos todo volverá a la normalidad, y
solo se verán en los partidos del campeonato.

Vi como su puño se levantaba y cerré los ojos tranquilamente.

No lo golpees, no lo golpees.

Pero yo tampoco recibí ningún golpe.

Abrí mis ojos y vi como sus cuerpo había sido rodeado y tirado hacía atrás, mientras que el
forcejeaba por soltarse. La imagen del día en el que Louis me golpeo vino a mi mente
rápidamente, pero esta vez no era el quien trataba de soltarse frente a mi, sino que era el quien
sostenía a la persona que quería golpearme.

¿Pero que mierda?

-¡GREG! ¡CALMATE, IDIOTA!


La voz chillona de Louis me sobresalto, y estoy seguro de que no fue solo a mí, sino que a todos
los que se encontraban alrededor. Inclusive mis compañeros habían aparecido, y miraban algo
confusos la escena desde la salida de los vestuarios. El idiota -llamado así por Louis, no solo por
mí- dejo de forcejear también sorprendido por la reacción de su capitán.

-¿Qué? -Se

giró hacia el y no pude ver la reacción en su rostro, pero seguramente era un poema.

No podía moverme de mi lugar, quería saber que le decía Louis a Greg.

Sus ojos azules se posaron en mí, y no pude descifrar si me miraban con odio, con rencor, o si
simplemente me miraba.

-Van a suspenderte, y te necesito en el equipo. Déjalo, no le hace falta que lo golpees para
arruinarle mas el rostro.

Rodeé los ojos, y me dirigí hacia donde estaban mis compañeros, no si antes darle una ultima
mirada a mis amigos.

¿A dónde se había ido la gentileza? Oh cierto, Louis nunca es gentil, solo es una tregua, y si
encuentra una forma de destruirte sin perjudicarse el mismo, lo hara.

Y parezco loco hablando conmigo mismo en mi mente.

-¿Qué sucedió? -Andrew fue la voz portadora del grupo en ese momento, adelantándose un
poco, pero no demasiado así los demás podían escuchar. Acomodó su cabello rubio con su mano
y me miro intrigado.

-Lo de siempre. El idiota que ahora se que se llama Greg me molesto, le he contestado y ha
querido golpearme. ¡Mi héroe Louis me ha salvado! Estoy tan agradecido. -Puse una mano en mi
pecho y suspire exageradamente dándole dramatismo a mi historia.

Todos comenzaron a reír ante mi no-tan-gracioso espectáculo, y me uní a ellos. De repente


todos se callaron y dejaron de reír para ponerse completamente serios. Exactamente como había
pasado unos minutos atrás con mis amigos.

Suspire cansado de que todo me recuerde a eventos pasados y cruce mis

brazos sobre mi pecho, apoyando todo mi peso en mi pierna izquierda.

-¿Qué sucede? -Pregunté con un tono que reflejaba irritación.


-Sucede que deberías agradecerme, Styles. -Bien, se encontraba detrás de mí.

Giré sobre mis talones, cosa que no fue muy simple debido a que los botines se adherían al
césped y lo mire con una ceja arqueada, tomando exactamente la misma posición que antes. El
peso de mi cuerpo sobre mi pierna izquierda y mis brazos cruzados sobre mi pecho.

-Oh, claro. Primero me salvas y luego te burlas de mí. Muchas gracias, Louis, en serio te lo
agradezco de todo corazón. -Llevé la palma de mi mano derecha al centro de mi pecho
nuevamente agregándole demasiado dramatismo al momento. Pero así me resultaba mucho más
soportable todo esto.

-Sabes que el corazón esta en el lado izquierdo del pecho, ¿verdad?

¿Me habla en serio?

-¿Sabes que no es así? El corazón esta en el centro, solo que el lado izquierdo es más grande
que el derecho.

Y así sin más, dí la vuelta y le hice seña a mis compañeros para que me siguieran. Nos
sentamos en semicírculo, como siempre, frente a la banca, y justo en ese momento ambos
entrenadores aparecieron por la entrada que había a unos metros del vestuario, desde debajo de
las tribunas. Jefferson traía una bolsa de consorcio negra, como las que se usan para la basura,
cargada en su hombro. Me recordaba a santa claus.

-¡Hoy no haremos partido! -Anunció el entrenador de los Stallions, del que todavía no sabia

el nombre, y se sentó en la banca seguido por Jefferson-. Harán parejas con la misma persona
que han estirado el martes, y no crean que nos engañaran, porque recordamos con quien se
encontraban. Ahora, Stallions, tomen una pelota y busquen a su compañero.

Dirigí mi mirada a Louis, y vi como susurraba algo en voz baja con muy mala cara, que supuse
era una maldición. Sonreí algo satisfecho y dirigí una mirada hacia Zayn, Liam y Niall que
parecían bastantes entretenidos en lo que pasaba. Malditos, se estaban divirtiendo con mi
sufrimiento, porque claramente, yo tampoco estaba feliz con tener que pasar toda la hora del
entrenamiento haciendo pases con Louis. Además, ¿Pases? ¿Es en serio?

-¿Piensas quedarte ahí todo el día, o vienes? -Su voz chillona me distrajo completamente y lo
observe desde abajo, tenía la pelota bajo el brazo y seguramente la misma mirada en el rostro
que yo tenía en este momento. Estaba irritado. Le hice señas a Zayn sobre el casco y los
protectores y cuando comprendió le arroje las cosas a él para que las tuviera allí.
Me levanté rápidamente y el comenzó a caminar hacia el otro extremo del campo, donde no
había nadie, aunque eso era mucho mejor para lanzar el balón ya que lo hacíamos más cómodos,
supuse que lo hacía por si yo llegaba a hacer un comentario, aunque aún negara la situación.

Esa información vale oro, si no lo hubiese leído con mis propios ojos jamás lo hubiese creído.
Inclusive resulta hasta odioso lo homofobico que parece ser, pero ojo, no lo es, solo lo parece, y
nos tenía completamente

engañados a todos, excepto a Jordan y a sus ex, y ahora yo estaba sumado a esa lista. Y aunque
esa información valiera oro, yo nunca iba a confesarla sin el consentimiento de Louis. Él era el
que debía dar el paso. Yo no sé que hubiese hecho si alguien más hubiese aparecido a contarle a
todo el mundo sobre mi sexualidad. Seguramente esa persona en este momento no formaría
parte del planeta.

Sentí como algo golpeaba fuertemente mi estomago y como un reflejo lo tome entre mis brazos y
me agache un poco sobandolo lentamente. Baje mi mirada para ver de que se trataba, y pude
apreciar el balón acomodado a un lado de mis pies, y vaya a saber quien porque, eso me rabió
aún más.

-¿Es que eres idiota? -Tomé el elemento con el que deberíamos estar "practicando" y comencé a
caminar a paso apurado hacía él, respirando de forma irregular-. Joder. -Gruñí, mientras trataba
de intimidarlo con el hecho de que yo era media cabeza más alto que él-. Tú propusiste la tregua,
si quieres metértela por el culo bien, pero antes me avisas. -Arrojé el balón a un lado de su
cuerpo y me dirigí a paso apurado hacia los vestidores.

Se esta haciendo cada vez más difícil contenerlo. ¿Es que esta buscando que se lo grite al
mundo? Es un completo gilipollas de primera, si no tiene el premio es porque es suficientemente
gilipollas como para perder también.

Sentí como me tomaron del hombro y me giré bruscamente hacía donde obviamente se
encontraba Louis.

-¿Qué quieres? -Mi voz sonó tres veces más furiosa de lo que realmente

estaba.

Abrió su boca para contestar, pero no se atrevió a hacerlo. O tal vez es que no sabía que decir.

-Quieres que se lo cuente a todo el mundo ¿Verdad? Porque se ve que tú no tienes cojones para
hacerlo, no haré el trabajo por ti. -Dí media vuelta y esta vez si logre llegar a los vestidores. Me
desplomé debajo de mi casillero y comencé a soltar maldiciones en voz baja.
¿Y si eso era lo que él quería? Tal vez estaba buscando que hablara para que el no tuviese que
soltarlo. Tenía miedo, y eso era claro, porque yo también lo había tenido. Pero nunca hubiese
sido tan cobarde como para querer que alguien más hubiese hablado por mí. No había pensado
en esto en todo el verano y el tiempo que lo había sabido -excepto los primeros 2 días- porque
bien, primero que no lo había visto después de eso, y no planeaba organizar verme con él ni en
sueños. Y segundo, porque no iba a servirme de nada gastar mi tiempo pensando en eso
mientras que faltaban unas cuantas semanas para vernos aún.

-¿Qué sucedió allí? -Observe la figura de Zayn en el umbral de la puerta. Luego de gesticular la
pregunta se acerco hacia mi y se sentó mirando al frente, igual a como yo me encontraba.

-Me exaspera, si no esta cavando su propia tumba para que luego yo lo entierre vivo en este
momento, es porque no quiero perder el puesto. -Oí la risa de Zayn resonar en el lugar, y
comencé a reír yo también. Eso había sonado bastante estupido, sumándole mi tono de voz
irritado-. El entrenador me esta esperando, ¿verdad?

No

quería ni pensar en salir, iba a comenzar a regañarme y hasta tal vez me dejara en la banca en
los primeros partidos. ¡Pero si no hice nada! Todo por culpa de ese bueno para nada con pocos
cojones.

-A decir verdad, no. Sabe que estas haciendo lo mejor para no matarlo.

Solté un suspiro aliviado. No estaba fuera del equipo, al menos no por ahora.

-Se nos ocurrió una idea. -Soltó como si hubiésemos estado hablando de ese tema todo el
tiempo. Giré mi rostro hacia él apreciando solo su perfil y arqueé ambas cejas casi por instinto-. El
entrenador esta bien con eso mientras que todo corra por nuestra cuenta, falta la opinión
principal, que es la tuya.

-¿Y cual es la idea? ¿Por qué no comienzas por lo más importante? -Volví a fijar mi mirada en la
blanca pared que tenía en frente.

-Hacer tu fiesta de cumpleaños aquí en el campo cuando acabe el partido.

Era una gran idea, pero iba a ser algo grande seguramente, y en la tienda de música ganaba
bien, pero no lo suficiente como para pagar yo solo una fiesta.

-¿Y los gastos? Zayn, no tengo dinero para suficiente alcohol, y el dj... además después
tendremos que limpiar todo.
-Ya tenemos todo cubierto, no tendrás que pagar nada, y menos preocuparte por la limpieza, y el
alcohol y todas esas cosas. Será nuestro regalo de cumpleaños.

Si lo proponía de esa forma, parecía una muy buen idea.

-¿Se encargaran ustedes también de los invitados? Porque realmente no tengo ánimos para
nada...

Zayn asintió

y dio por finalizada la conversación, se levantó mucho más animado que antes y extendió su
mano hacia mí para que me levante. La tomé, mientras con la otra cuidaba de que no se cayera
el casco de entre mis piernas. Lo guarde rápidamente en el casillero y comencé a caminar hacia
la salida.

-Los chicos y yo tenemos muchas cosas que hacer, ¿Te molesta si nos vamos antes?

Seguro ya estaban organizando todo anticipadamente sin mi consentimiento, pero no los


culpaba. Querían hacer una fiesta desesperadamente y tomaron mi cumpleaños por excusa, y
bastante bien me había venido porque no tendría que poner ni un centavo.

-Ustedes quisieron venir aquí, vayan, idiotas. -Reí y observe como Zayn salía animadamente
corriendo del lugar.

Cuando salí hacia fuera observe como todos seguían lanzando balones. ¿Qué clase de
entrenamiento era ese? Me parecía totalmente innecesario.

-¡Harry! -El entrenador me llamo por mi nombre apenas me vio salir, y me dirigí hacia el. Sabía
que no estaba enojado por su tono de voz, y porque me llamo por mi nombre y no por el apellido.
Además, Zayn lo había dicho, aunque podría haberlo hecho solo para tranquilizarme.

-Lo siento, coach, es que...

-Lo comprendo, ¿Vale? -Asentí con la cabeza algo animado-, ¿Pero puedes ir a entrenar
nuevamente con él? Ya hablamos con él.

Lo busque con la mirada y lo encontré sentado a un lado de donde estaban esparcidas todas las
mochilas de los de su equipo, y la suya seguramente estaba también en el montón. Me acerqué
de mala gana, aunque por alguna razón mi humor había mejorado demasiado.

-¿Vas a quedarte ahí? -Pregunté y el ni siquiera levanto la vista para dirigirme una mirada.
Esta vez estábamos más cerca del montón, y si nos hubiéramos ido aún más lejos que antes,
apuesto a que no hubiese hecho ningún comentario tampoco. Esperaba al menos que se
disculpe, aunque no hubiese sido gran cosa, porque realmente me había cabreado. Pero no dijo
absolutamente nada. Creo que nunca lo había visto tan callado, y seguramente habían sido mis
palabras y no las del entrenador las que lo habían dejado así, a pesar de que hasta ahora nada
de lo que yo dije parecía haberle afectado -aunque yo sé que si lo hacía, porque a cualquiera le
afectaría, ¿no es así? - y no me refiero a que quiero afectarle para dañarlo psicológicamente, sino
que tal vez alguna de esas palabras lo hacen entrar en razón, porque tampoco me afecta que
entre en razón, pero me molesta el hecho de que lo niegue, y ese es mi motivo para tratar de
abrirle los ojos aunque sea mi rival.

Y si la única forma de hacerlo entrar en razón es lastimándolo, así será. Porque al fin y al cabo
las heridas no duelen por siempre.

=================

Capitulo 4.

Se había transformado en una costumbre acomodar los CDs que los clientes dejaban
desordenados por orden alfabético, y también aprovechaba para dejar los de mis bandas favoritas
al final, así después podía comprarlos yo. Obviamente los del turno de la mañana no se
molestaban en acomodarlos, pero no me molestaba en absoluto, al contrario, estaba agradecido
con ellos por dejar algo con lo que entretenerme. La tienda era bastante grande en si, y los
sectores de los discos estaban en orden alfabético por todo el lugar, al entrar, en el lado izquierdo
se encontraba la letra A, y de allí hacía delante seguía hasta la M, y en el lado izquierdo
comenzaba por la L y terminaba por la Z. En el espacio que quedaba en el centro había un largo
estante negro, repleto de películas y temporadas de todas las series que se ocurrieran, y de vez
en cuando también compraba algunas para entretenerme en mi apartamento especialmente los
días de lluvia. Todo el lugar estaba repleto de discos, y las partes más altas estaban pintadas de
un azul eléctrico que llamaba la atención, y más cuando la luz del sol entraba por la vidriera. A mi
parecer, era un lugar realmente alucinante, y si no fuese porque era mi lugar de trabajo, viviría allí
comprando discos.

Éramos solo dos empleados en el turno de 16 a 20 horas. John, el sobrino del dueño, quien
básicamente se encargaba de manejar la caja, que realmente era un trabajo totalmente fácil que
no implicaba movimiento, pero no me quejaba, porque al menos atender a los clientes y
acomodar CDs me entretenía, y por su cara de aburrimiento, podía notarse que su
puesto no era muy divertido. Aunque a decir verdad, sus ojos verde claro siempre se encontraban
rodeados de ojeras, y su cabello negro estaba bastante despeinado y maltratado, tal vez eso lo
hacía verse aburrido todo el tiempo. Bill, el dueño de la tienda, casi siempre se encontraba en el
deposito que había detrás haciendo llamados, y cuando no lo hacía, venía a hacernos compañía
a ambos, y a veces hasta ayudaba a atender si había demasiada gente. Era bastante simpático, a
decir verdad, y se notaba a simple vista, siempre se encontraba mostrando una gran sonrisa, y
físicamente era bastante atractivo en sus 40 años. Tenía el cuerpo muy bien formado, y sus ojos
grises hacían contraste con su cabello castaño, también lo usaba despeinado como su sobrino,
solo que esta no estaba maltratado. Y no me refiero a que me guste mi jefe, claro, pero si tuviese
20 años menos, tal vez si saldría con el, en el caso de que fuera gay.

El último CD de Sleeping with Sirens -el único que me faltaba- se encontraba primero.
Rápidamente lo puse en el final de la fila y comencé a acomodar los demás por orden alfabético.
Resultaba algo egoísta de mi parte hacer eso, pero ya no podía evitarlo.

-¿Me recomiendas alguna banda? -No me sobresalte porque la voz chillona me hubiese sacado
de mis pensamientos. Sino que me sobresalte porque conocía a esa voz.

Estaba tan sumido en mis pensamientos que no había oído el leve sonido de la puerta al abrirse.
Me giré lentamente como si eso lo fuese a hacer desaparecer, pero no, allí estaba en la sección R
de los discos, mirando

bastante desinteresado los CDs.

Iba vestido con unos jeans negros bastante ceñidos a sus piernas, unas vans azules, un simple
sweater también azul, con una estampa algo extraña que no me detuve a observar, y un gorrito
de lana gris. Era bastante extraño verlo con otra ropa que no fuera el uniforme. Observé mi
vestimenta, llevábamos un pantalón muy parecido, solo que él mío estaba bastante más gastado,
al igual que mis botas, pero no era de sufrir demasiado el frío -y no hacía demasiado frío, así que
eso era mucho mejor- así que simplemente llevaba una camiseta mangas largas blanca. No
entendía como podía estar de gorro y sweater, yo hubiese muerto de calor en el instante de
ponerlos sobre mi cuerpo.

Sacó un disco y comenzó a observarlo detenidamente. No pude llegar a identificar cual era, que
ya lo había dejado nuevamente en su lugar, o más bien, delante de todo.

¡Recién había acomodado allí!

-No sé que estilo de música te gusta a ti. -Cambié hacia la sección U, y comencé a acomodar allí
sin prestarle mucha atención.

Tuve que soportarlo el día anterior, ¿Por qué viene aquí? Joder, ya íbamos a volver a vernos el
martes, y podía tocarme los cojones allí, pero no justo ahora.

Observé por el rabillo del ojo como se pasaba a la sección S, y comenzó a observar desde el
primer estante.

-Mientras que no sea música clásica o algo que me duerma, por mi esta bien.

-¿Qué haces aquí? -Solté.

No quería sonar rudo con un "cliente" pero no había

venido a comprar, y de eso estaba seguro, así que trataría de sacármelo de encima lo más rápido
posible. Noté su mirada fija en mí, y ladeé mi cabeza hacia él para devolverle la mirada.

-Mira, Tomlinson, ¿No te parece suficiente moles...

-Lo siento.

Y me tomo con la guardia baja, porque en ningún momento hubiese esperado eso.

Pestañeé varias veces seguidas, y no, definitivamente no era un sueño. Pero Louis Tomlinson no
parece del tipo que pide disculpas, y menos a mí, a cualquiera, pero jamás a mí.

-¿Qué quieres?

Su mirada algo inquieta se transformo completamente, pareciendo hasta dolido, y noté que había
dado justo en el blanco.

Él realmente se estaba disculpando.

Dio media vuelta y comenzó a caminar a paso apurado hacía la salida. En dos zancadas me
encontraba detrás de él, y tomé su hombro para voltearlo. Su rostro realmente reflejaba dolor y
enojo, cosa que me sorprendió aún más. Pensé que el dolor que había demostrado era fingido
anteriormente, pero no era así, y joder, no debería sentirme tan culpable.

Eres un blando, Styles.

-N-no pensé que lo dijeras en serio.

Bien, si, me sentía bastante culpable por haber sido tan rudo cuando el realmente se estaba
disculpando, pero no iba a disculparme yo. Vamos, Harry, es tu rival, y lo más probable es que
después de esta disculpa tenga ganas de patearte el trasero nuevamente. Aún sigo confundido,
porque no estoy seguro de si él quiere ahorrarse el trabajo, o tiene miedo de que

su secreto sea revelado por mí, y puede que sea un poco de ambas, porque en ningún momento
hasta ahora me ha admitido nada sobre su sexualidad, pero también me provoca cada vez que
puede, ¿y la tregua? Bah, eso seguro era parte de lo que quería, aunque aún ni el mismo sepa
que es eso.

-Si lo decía en serio. -Su mirada volvió de apoco a la normalidad-. Y no volveré a repetirlo.

¿Pero a qué se refería con lo siento? ¿A lo del balón? ¿A el golpe que me había dado en el
primer entrenamiento? ¿A los insultos?

-¿A qué te refieres? -Me animé a preguntar.

Pareció pensarlo unos cuantos segundos. Ladeó la cabeza quitando el pelo de su rostro y note
como sus labios se encontraban bastante apretados entre ellos.

-A todo, ¿vale? A todo.

Solté una leve carcajada intentando no indagar mucho más con el tema, a lo que me miro con
una de sus cejas arqueadas. Lo envidiaba completamente, nunca pude hacer que una quede
abajo mientras la otra subía, joder.

-Sleeping with Sirens. -Respondí a su primera pregunta. Su ceja se levantó aún más, parecía que
estaba presumiendo que él podía hacerlo y yo no.

Seguramente la pregunta no había ido en serio, pero iba a responderla para quedar bien con el
cliente. ¿No es lo que se supone que debo hacer?

-¿De que rayos estas hablando? -Me giré y comencé a caminar hacia la sección S nuevamente,
mientras le hacía

una seña con mi brazo para que me siguiera.

-Me pediste que te recomiende una banda. -Contesté cuando apareció en mi campo visual.
Busqué por orden alfabético, ya que iba a darle el primer álbum de la banda, lo saqué de su lugar
y me giré poniéndolo frente a su rostro.

La roja contratapa del álbum llamado "With ears to see and eyes to hear" tapó la visión de su
rostro, así que no pude ver su expresión. La portada de este CD era de mis favoritas de todos los
CDs que tenía. Simple y atrapante.
-¿Qué estilo? ¿Rock? -Lo tomó en sus manos girándolo para ver los nombres de las canciones, y
esta vez si pude ver su rostro. Completamente neutro.

-Post-hardcore. -Me limité a responder.

-Bien, me lo llevaré, pero me devolverás el dinero si no es buena. -Reprimí una risa y señalé
donde se encontraba la caja.

Sabía que no iba a tener que devolverle el dinero, porque son excelentes.

A pesar de que estaba agotado debido a que tuve que pasar toda la noche estudiando para el
examen sobre Shakespeare -cliché- que nos habían asignado el viernes pasado, para hoy
martes. Linda forma de comenzar el martes ¿Verdad? Un día que la última semana me había
tenido completamente desanimado, pero por alguna razón, hoy me encontraba de humor, a pesar
de que había tenido que estudiar al tipo que invento la historia de amor más quemada y trágica de
la historia. ¿Por qué alguien querría un amor como ese? Joder, ¡Acaban muertos! Además es tan
conocida que llega hasta hartar,

no entiendo porque nos hacen estudiar sobre un tipo que todo el mundo conoce por eso. Y lo
peor de todo es que todo el curso estaba animado con el tema, ¡No, joder! ¡No!

Aparte de eso, estaba animado, y no entiendo porque. Se supone que tendría que estar
nuevamente con ganas de saltar de un edificio, pero algo me decía que no sería como los
entrenamientos anteriores, y tal vez ese algo era el viernes cuando apareció en la tienda, pero no
estaba seguro, ¿Por qué me animaba eso? Bueno, puede ser que tal vez indicaba que no
volvería a molestarme, pero tampoco podía estar seguro de eso.

Ya me había colocado el uniforme, aunque aún faltase media hora para la práctica. Había
comido el almuerzo de camino al campo, dándoles a mis amigos la excusa de que quería pasar
un rato solo, al principio me miraron algo extrañados, pero luego se fueron como si nada hubiese
sucedido. Revolví mi mochila en busca de mi par de auriculares color blanco y allí los encontré.
Busqué mi Samsung también allí, y me dirigí con esto hacia el campo. No tomé ni el casco ni los
protectores, porque seguramente no harían falta.

Me recosté en la hierba luego de conectar los auriculares al celular y colocar estos en mis oídos,
le di reproducir en modo alteratorio y comenzó una canción de 30 seconds to mars. Pasé unos
cuantos minutos tarareando las melodías que se reproducían, hasta que sentí como algo rozaba
mi pierna. Abrí los ojos de golpe y me encontré con la figura de mi rival en tregua parado frente a
mí.

Me quité los auriculares uno por uno con cuidado

de no romper otro par, y le di finalizar a la música mientras me sentaba en el césped. Lo miré


esperando a que diga algo, pero allí se quedo, tal vez esperando lo mismo de mi parte. Pero si tú
te acercas a alguien se supone que eres el que tiene que comenzar la conversación, ¿verdad?

El sol se reflejo en su uniforme azul dando directo en mis ojos, lleve una mano a mi rostro para
tapar mis ojos, pero rápidamente la sobra se interpuso en medio. Se había corrido para cubrirme
del sol y los reflejos.

-¿Qué sucede? -Traté de no sonar rudo, pero tampoco muy amigable.

El sigue siendo tu rival, Harry. Aunque ahora sea tu rival en tregua.

-Son muy buenos, a decir verdad.

Sabía que no fallaría, ellos nunca fallan, a decir verdad.

-¿Cuál es tu favorita? -Pregunté mientras apoyaba la mano en el césped, mientras sostenía mi


celular con los auriculares en la otra.

-La verdad es que no sabría cual. Supongo que "If I'm James Dean you're Adurey Hepburn."

Me levanté mientras contestaba, y comencé a caminar hacia los cambiadores para dejar mis
cosas. Sentí su presencia detrás de mí.

-Es muy bueno, si.

Pero nunca habría una canción mejor que "Let love bleed red" jamás.

-¿Trabajas todos los días allí?

Ya habíamos entrado en lugar, y pude notar que había algunos de mis compañeros
cambiándose. Me miraron como si tuviese 5 brazos cuando vieron a Louis detrás de mí. Los
ignoré y seguí caminando. Sabía que él estaba haciendo

lo mismo, tratando de no sentirse incomodo.

-De lunes a viernes, nada más. -Contesté para cortar la tensión en el lugar.
Podía sentir la mirada de los demás en mi espalda, así que guarde rápidamente el celular en el
bolso y me giré hacia todo levantando ambas cejas. Hubiese quedado mucho mejor haber
levantado solo una, pero bueno, no tengo el jodido talento para hacer eso.

-¿Qué? ¿Tengo algo? -Pregunté acomodando todo mi peso en la pierna derecha.

Cuatro de los cinco que había allí, sin contar a Louis, y menos a mí, claro, se volvieron hacia sus
cosas tratando de ignorar nuestra presencia, o más bien, su presencia allí.

-Si, a Tomlinson detrás. -¿Tienes ganas de enfrentarme, Thomas?

No podía juzgarlo, porque yo tampoco me imaginaba hablando con él como estábamos hablando
ahora, a pesar de que no era la gran conversación, y tampoco nos tratáramos como si fuésemos
amigos de toda la vida.

Dí media vuelta ignorando a mi compañero y salí al campo nuevamente, tomando asiento en la


banca del entrenador. Se sentó a mi lado, pero no me volteé a verlo, y el tampoco a mi. Ambos
nos encontrábamos mirando fijamente hacia el lado derecho de la tribuna, que era prácticamente
igual a todo el resto -butacas rojas y cemento- en realidad, en ese lado se encontraba la cabina
en donde se sentaban los que comentaban los partidos -que eran completamente irritantes- pero
en fin, si no fuese por eso, sería el calco del otro lado.

-¿Por qué lo hiciste? -El semblante de su voz sonó

algo... dubitativo, si es que puede que suene así, claro.

Me confundió su pregunta. ¿Por qué hice que?

-¿Y qué hice según tú?

-Recién en los vestuarios... me has defendido.

¿Era eso? Por favor.

-No te defendí, solo me molesto que nos miraran como si fuésemos dos bichos raros.

No se cuanto le afectaron mis palabras, porque no quería voltearme a verlo. Ambos nos
quedamos callados por un largo rato, supuse que pensando en lo mismo. No lo había defendido,
pero una semana atrás me habría pensado sobre mi mismo como Thomas lo había hecho. Aún
me resultaba bastante extraño entablar una conversación con Louis sin tener ganas de romper su
nariz... pero no era del todo desagradable hablar con él.
Él campo comenzó a llenarse de murmullos, y nos levantamos a la vez para tomar diferentes
caminos dirigiéndonos hacia donde nuestros compañeros se encontraban.

-¿Es lo que acabamos de ver real? Porque creo que todos hemos estado inyectándonos heroína.
-La voz de Ryan se oyó en medio de todos los demás y tomé la misma posición defensiva que
con Thomas, mi peso apoyado en el pie derecho, y ahora también crucé mis brazos sobre mi
pecho.

-También han entrado hablando a los cambiadores como si fuesen amigos de toda la vida. -El
cabello azul eléctrico de Ian se asomo entre los demás mientras hablaba, con sus ojos casi
negros mirándome acusadoramente-. ¿Algo para decir?

-En mi defensa, no somos amigos, el solo propuso una tregua y yo la acepte.

/> En menos de 15 segundos, mis 10 compañeros -los de la banca solo vendrían los días que
entrenamos solos- me habían rodeado literalmente. Estaba en medio de 20 ojos que me
acusaban con la mirada. Oh, joder, ¿esto es en serio?

-Las treguas no requieren charlas, capitán. -Thomas hablo por primera vez desde que nos
veíamos en los cambiadores, y tuve que dar media vuelta para encontrarme con él.

-¿Tanto les molesta? Joder, ¡No es para tanto!

-Entonces si admites que estabas hablando con él. -Andy parecía más divertido que enfadado
por la situación.

-Si, lo admito, y créanme que si no fuese porque el coach me ha amenazado con dejarme en la
banca, no hubiese habido ninguna tregua.

¿Si no nos hubiesen amenazado a ambos estaríamos aún lanzándonos indirectas? No lo sé,
pero el secreto seguramente le abría afectado de la misma forma. ¿Pero lo abría admitido? No lo
creo, pero nunca lo sabré.

Todavía me encontraba bastante confundido con ese tema, y tal vez estaría confundido un largo
tiempo, pero joder, ¿Qué es lo que quiere? ¿Qué se lo cuente a todo el mundo? ¿Ahorrarle el
trabajo sucio? ¿O simplemente lo niega por vergüenza o para que yo me lo crea y no lo hable con
nadie? Creo que voy a volverme completamente loco.

-Esperemos que no te pases de bando, Styles. -Sabía que no se lo estaban tomando tan en serio
ahora, así que me permití soltar una carcajada.
-Ya estoy en el otro bando, compañeros. -Y eso era metafóricamente cierto-. ¿Me dejan salir?
Creo que van a terminar

por ahogarme.

Comenzaron a dispersarse y en eso aparecieron ambos entrenadores. Todos nos sentamos casi
automáticamente en el césped, pero no podían dejar de oírse murmullos en el lugar.

-¿Mira si te pasas al otro lado por juntarte con él, Louis? -Lo dijo bajo, tan solo para que Louis
escuchara, pero no lo suficiente para que yo no lo hiciese.

No me encontraba tan lejos de su lugar, así que supuse que aparte de Tomlinson, solo yo había
oído eso.

Le dedique una mirada sin expresión a mi rival en tregua, para que entendiera que había
escuchado el comentario de su compañero, y pude ver que ya se encontraba mirándome. Giró su
rostro rápidamente y le negó con la cabeza al rubio que estaba de espaldas a mí, y de todas
formas tampoco hubiera reconocido.

Lo que su compañero no sabía es que el ya estaba del otro lado, en el mismo lado que yo. ¿No
que si, Louis?

Negué con la cabeza como si estuviera decepcionado y me giré a mirar hacia los entrenadores.
Ambos se encontraban hablando entre ellos, seguramente sobre lo que haríamos hoy.

No podía despegar mis pensamientos de lo que había sucedido recién. Bien, no espero que
salga del closet así como así, porque para mi tampoco fue fácil contarle a mis padres, pero joder
¡Lo hice con 15 años! ¿No puede hacerlo con 22? Aunque también entendía que con sus
compañeros -dudo que sean los amigos con los que se junta fuera de las prácticas- no sería fácil,
no lo aceptarían, al menos, no todos ellos. Vivian molestándome por eso, y aunque a mi

no me afectara, dudo que Louis se lo tomara muy bien. ¿Qué es lo que tanto les molesta de que
dos personas del mismo sexo estén juntas?

-Comenzaran dando 5 vueltas a la cancha. -Al fin hablo su entrenador, sacándome


completamente de mis pensamientos.

Oí varios bufidos a mí alrededor, pero me paré sin rechistar, y comencé a trotar lentamente.
Pensé que había sido el único en pararme y comenzar, porque al ladear la cabeza aún todos
estaban sentados, pero pude notar la presencia de otra persona detrás de mi, al girarme por
completo pude observar a Louis trotando algo más lento que yo, y parecía bastante sumido en
sus pensamientos. Doblé en la punta del campo y fije mi mirada nuevamente en el frente. Estaba
algo enojado, o más bien frustrado, a decir verdad. Bueno, realmente no sé lo que sentía. Solo
rabia. ¿Por la idiotez de los Stallions en burlarse de los homosexuales? ¿O porque Louis no tenía
el coraje de salir del closet?

Sacudí mi cabeza tratando de borrar los pensamientos de mi mente.

Harry, juegas football americano para distraerte, joder.

Ya no había nadie sentado frente a los entrenadores, pero todos iban recién por el primer corto
tramo que había en la cancha, mientras que tanto yo como Louis nos encontrábamos doblando
en el final del costado derecho más largo.

Íbamos a la par, pero ninguno de los dos dijo ni una palabra.

Hace una semana atrás, me hubiese rabiado en una situación así, y tal vez hasta hubiese tenido
ganas de patearle el trasero -aunque si el no me daba grandes motivos, como un golpe, para
hacerlo, obviamente no lo haría- pero ahora me daba igual.

Volví a girar en la curva, seguido por el, y comenzamos a correr por el lado izquierdo más largo.

-¿Sabes? -Me atreví a hablar-. Algún día se te hará insoportable esa situación.

No sé si es que no sabia que responder, o simplemente no quería responder, pero nada salio de
su boca, y así terminamos las cinco vueltas, corriendo a la par y sin mencionar ni una palabra
más.

=================

Capitulo 5.

El entrenamiento del jueves fue otro partido, aunque esta vez mucho más jugado para nosotros.
Habían ganado ellos, y eso no nos favorecía para nada a dos días del partido. Pero de todas
formas, nuestra técnica había sido improvisar, así ellos no sabrían bien que haríamos en el
campeonato.

No había hablado con Tomlinson desde el martes, ya que el jueves llego justo a tiempo a la
práctica, y se fue lo más rápido posible. Yo no iba a buscarlo para hablarle, pero había sido
extraño. Un día se muestra totalmente amigable, y al otro ni se atreve a mirarme. ¿Habrá sido el
comentario? Todo esto esta dando vueltas en mi cabeza que parece que va a explotar dentro de
poco.

En cuanto a Liam, Niall y Zayn, estaban demasiado ocupados preparando todo para "mi" fiesta.
No me preocupaba mucho el tema, luego de bañarme con mi equipo y los Stallions -que
seguramente se quedarían, ugh- en los cambiadores, saldría al campo y seguramente todo iba a
ser un gran desastre, pero no me importaba, porque yo no había organizado nada en absoluto.

Con respecto a que fuese "mi" fiesta, le pregunté a Zayn de que sabor iba a ser el pastel.
Recuerdo como su cara se transformo completamente y vuelvo a estallar de la risa. Habían
olvidado encargar el pastel, pero no lo admitió, solo me decía que iba a ser muy grande y de
chocolate. Mentiroso. No insistí en el tema, porque a pesar de que la fiesta era más para ellos
que para mi, estaba agradecido de que organizaran todo y de que yo no tuviese que pagar ni un
centavo. Niall se encargaría de conectar la

música en la cabina donde comentaban los partidos, ya que los parlantes de allí eran lo
suficientemente grandes como para que la música se escuchase en todo el lugar.

Me daba bastante igual, porque estaba seguro de que sería como cualquier otra fiesta normal a
la que hubiese asistido, y nadie recordaría mi cumpleaños. Solo esperaba pasármela bien, al
menos.

El entrenador entro algo exaltado al lugar, como siempre que teníamos un partido en el
campeonato. Se alteraba completamente para que todo salga perfecto, y claro, todo eso recaía
sobre una sola persona. Yo.

-Harry, recuerda las técnicas, y no usen siempre la misma porque lo notaran. -Y aquí viene de
nuevo.

-Lo recordaré, coach. -La situación me cansaba bastante, a decir verdad, pero no podía mandar
al pobre viejo al diablo, siempre fue muy comprensivo conmigo.

-Solo te perdonaré si perdemos por ser tu cumpleaños. -Sonreí, mientras saqué los blancos y
bastante gastados botines del casillero.

-No perderemos.

Zayn, Niall y Liam me habían llamado a las 2:35, 3:43 y 7:30 de la mañana. Es que son unos
jodidos locos, era obvio que estaba durmiendo como una marmota, porque claramente no salí a
ningún lado, sino hubiese estado con ellos en ese preciso momento. Aún tengo ganas de
estrangularlos, pero no podía decirles nada porque dormí hasta las 3 de la tarde, cuando se
aparecieron en mi casa con 4 botellas de cerveza. Y solo tomé un vaso, porque tenía el partido,
uhg.

Me coloqué los botines que eran lo único que me faltaba

del uniforme, sin mencionar al protector bucal y al casco. Todos mis compañeros se encontraban
dando vueltas en el lugar y corriéndose entre ellos como si fuesen unos crios de 5 años.

El entrenador había desaparecido del lugar, así que supuse que se encontraba fuera.

-¿Cómo esta yendo tu día, cumpleañero? -Andy se sentó en la banca detrás de mí, y me senté
con una pierna de cada lado quedando de frente a él.

-Bien, bastante normal. -Me encogí de hombros-. Te quedaras a la fiesta, ¿Verdad?

-No me la habría perdido ni aunque no estuviera invitado. -Contestó.

-De todas formas, mis amigos la planearon más para ellos que para mí. -Reí-. Pero no voy a
quejarme, no tuve que pagar nada.

-Cada persona que venía pagó 25 dólares, y ellos le dieron una entrada. ¿Sabías? Han
contratado a alguien de seguridad para que solo entren los que pagaron.

Oh por favor. ¡He quedado como un jodido miserable! Joder, voy a matarlos, voy a matarlos, voy
a matarlos.

-¡¿Qué han hecho que?! -Pregunté bastante exaltado, y Andy soltó una pequeña risa-. ¡No es
gracioso!

Pero joder, ¿Cómo iban a hacer que solo entren los que pagaron si hay gente que viene a ver el
partido? Diablos, eso da igual. ¡Son unos idiotas!

-Oye, cálmate. -Puso su mano en mi hombro empujándome hacia abajo cuando amague a
levantarme-. Han dicho que era para la limpieza del lugar luego, y que era un pedido de la
universidad, o algo así. Por parte es cierto. -Se encogió

de hombros, pero esa excusa no era suficiente para mí.

Me estiré para tomar mi mochila que se encontraba apoyada en la pared debajo del casillero y
revolví buscando el celular entre toda la ropa. Busqué el número de Zayn en la agenda y puse el
teléfono en mi oreja rápidamente.
Voy a matarlo.

Además, se suponía que era su regalo de cumpleaños, ¡Y lo estaban pagando los demas!

-Zayn, joder, ¡Le has pedido plata a la universidad para los gastos! ¿Eres idiota? -A pesar de que
hablé en singular, estaba seguro de que habían sido los tres.

-Cálmate, Harry. ¿Cómo pretendías que cubriéramos los gastos, amigo? -Su tono calmado me
irrito aún más.

-¡No lo sé! -Gruñí-. ¡Pero no así!

Seguro media universidad esta pensando que soy rastrero, joder, joder, joder. ¿Cómo puede
estar tan calmado?

-¡Como si les importara, Harry! ¡En todas las fiestas hacen eso!

Colgué el teléfono indignado y lo arroje a la mochila. Por suerte calló dentro de esta, porque sino
se hubiese desarmado por completo.

-No es para tanto. -Andy habló-. No pensé que ibas a ponerte de esa forma.

-¿¡Y cómo quieres que me ponga, Andrew!? -Me levanté indignado y salí rápidamente hacia el
campo para buscar al entrenador.

Iba a preguntarle cuanto faltaba para el comienzo, y supuse que no mucho, porque el lugar
estaba completamente lleno. La verdad es que me daba algo de vergüenza salir al publico ahora,
seguramente todos pensarían y hablarían

mierda de mi.

-¡Coach! -Lo divisé a unos metros, parado frente a la banca hablando con un hombre mucho más
alto que él, y más joven también. No observe demasiado sus rasgos físicos, porque realmente me
daba igual.

Quería que el partido comenzara de una jodida vez para acabar con esto y tomar algunas -
cuantas- cervezas.

-¿Qué sucede, Harry? -Le dio la espalda al hombre después de decirle algo para dirigirse hacia
mí.

-¿Falta mucho para comenzar? Estamos algo impacientes. -Mentí en lo último, porque el único
impaciente aquí era yo. Pero no iba a decirlo.

-Los Stallions están por entrar a dejar sus cosas, así que después de eso todos saldrán al
campo. Dile a los de la banca que salgan a sentarse ahora.

-Bien. -Dí media vuelta para desaparecer de allí y volver hacia los cambiadores.

Me había relajado un poco, porque a decir verdad Zayn tenía razón -aunque nunca se lo diré en
la cara- ellos no iban a poder cubrir todos los gastos, y a los demás no les importaría pagar 25
dolares para venir. De todas formas las entradas cuando salían a algún bar, costaban eso o más.
Y sin contar la bebida que aquí

tendrían gratis. Y aunque seguramente no pusieron demasiado dinero, el esfuerzo era lo que
contaba también como regalo. Pero nunca se lo diré a Zayn, jamás.

-Los Stallions vendrán a dejar sus cosas aquí dentro, y luego comenzará el partido. -Anuncié
cuando entre a los cambiadores-. Dice el coach que los que van a la banca ya pueden ir a
sentarse fuera.

Todos estaban

mucho más calmados, ya no corrían por el lugar como si fueran niños pequeños, y el ambiente no
estaba tan tenso debido a los nervios. Seis de mis compañeros salieron del lugar debido a mi
aviso, y pareció mucho más vacío que antes.

-Recuerdan las técnicas, ¿verdad? -Pude ver como la mayoría de ellos asentía, y me fui a sentar
nuevamente a uno de los bancos que había allí.

Comenzaron a oírse murmullos en el lugar, y supuse que nuestros rivales estaban por llegar.
Seguramente todos creían lo mismo, porque rápidamente se callaron y fijaron su vista en la
entrada de los vestuarios, como yo también estaba haciendo.

Bien, creo que parecíamos unos malditos psicópatas observando la blanca puerta de entrada
fijamente. Y esta se abrió.

Pareció que todos habían pasado juntos por esa puerta, porque rápidamente el lugar se había
llenado. Arrojaron las mochilas en una esquina, y pude ver como seis de ellos desaparecían por
donde habían entrado. Los de la banca.

Todos se encontraban mirándome fijamente. Más bien, casi todos. Louis miraba a cualquier lugar
menos hacia mi.
Traté de borrar eso de mi mente, porque no es como si me importara.

-¡Feliz cumpleaños, Styles! -Greg, ¿Es que no se cansa?

Rodé los ojos y ni me molesté en contestar, me giré por sobre el banco y me estiré para tomar mi
mochila y sacar de allí mi celular. 8:40.

Faltan 5 minutos, vamos entrenador, entra y sácame de aquí antes de que lo mate.

Sentí una gran mano posarse en mi espalda.

Por favor, que sea cualquiera de mis compañeros. Por favor, que sea el entrenador. Por favor,
que no sea ninguno de ellos. Por favor, si es alguno de ellos, que sea Louis.

Pero para mi gran suerte, no eran ni mis compañeros, ni el entrenador, ni Louis.

Greg, nuevamente. ¡Joder!

-Espero que la pases bien perdiendo, compañero. -Dio tres palmadas en mi espalda y comenzó a
reírse.

Parecía un loco riendo solo sobre algo que no había sido gracioso, pero lo peor de todo fue su
escalofriante risa.

-Me la pasaré genial pateando tu trasero. -Contesté mirando sus horribles facciones desde abajo.
Desde aquí se nota su papada, creo que voy a vomitar-. El mejor cumpleaños de mi vida.

Me levanté separándome de su tacto, y casi suspire aliviado. El entrenador entro un segundo


después y una gran sonrisa apareció en mi rostro. ¡Al fin!

-Stallions, salgan ahora y pónganse en posición para atacar. -Salieron todos detrás de Louis, y
cuando desaparecieron detrás de la puerta nos reunimos todos alrededor del entrenador.

Podían oírse los murmullos desde aquí dentro, pero luego de unos segundos los bufidos y las
aclamaciones se mezclaron entre si. La parte izquierda del lugar era nuestro lugar en la tribuna,
que pude adivinar eran los que soltaban los bufidos. Mi sonrisa se amplió aún más.

-Ustedes defenderán. -Posó su mirada en mí y asentí como si estuviese seguro de lo que iba a
hacer, y lo estaba-. Pueden salir, ¡Buena suerte!

Comencé a correr hacia el


campo con mis diez compañeros detrás. Cuando nos acomodamos en el lado derecho del campo,
pude oír nuevamente aclamaciones y bufidos, solo que esta vez estaban intercambiados. Ignoré
el lado de la tribuna que estaba llena de estudiantes de Stall, y nos pusimos rápidamente en
posición para patearles el trasero.

Mis compañeros me arrojaron al césped y se abalanzaron todos sobre mí. Había hecho un
touchdown que definió el partido a menos de 10 segundos de terminarlo. Ganamos por 4 puntos.
Me sentía completamente feliz y no podía imaginar la cara de Greg en este momento. Comencé a
carcajearme debajo de todos y con mis manos trataba de quitar su peso de encima. Vale, yo
también estoy feliz, pero van a terminar por ahogarme, chicos.

Nuestra parte de la tribuna se encontraba gritando en coro, y eso hizo que me sienta aún más
satisfecho.

Cuando todos se quitaron de encima de mi, tomé la mano que Andy me había extendido y me
levante de allí sacudiendo los rastros de césped que habían quedado en mi uniforme.

La tribuna de los estudiantes de Stall estaba completamente callada. ¡Ja! ¿Es que realmente
creían que iban a ganar?

Me adentré lo más rápido que pude en los vestidores para que el entrenador no venga a darme
su discurso de que bien hicimos todo y de cómo salvé el partido en el ultimo momento. El lugar
estaba lleno de azul por todos lados. Ese azul eran los uniformes de los Stallions. No había
notado en que momento se retiraron del campo.

Me saqué el casco, los protectores, y todo

lo que tenía puesto en ese momento, menos la ropa interior blanca, porque como todos los días
anteriores, no pensaba estar desnudo frente a ellos. Se sentía el calor en el ambiente y algunos
que otros murmullos provenientes de la parte de las duchas. Mis compañeros llegaron al lugar e
hicieron lo mismo que yo, solo que ellos también se quitaron la ropa interior dejando sus partes
expuestas.

Nos adentramos en el lugar de las duchas todos juntos con las toallas que tomamos del lugar y
las porquerías para el cabello en mano, me metí en la primera ducha del costado izquierdo.
Estaba realmente agradecido de que estuviese libre.

-Styles, es la quinta vez que te bañas en ropa interior, amigo. -No me giré a ver cual era.
-Tal vez por eso es gay, compañero, no tiene nada para meter.

Tampoco me gire ante el comentario, pero joder, ¿no deberían sentirse al menos algo mal
porque perdieron? ¡Nunca cierran el pico! No sé como la gente los soporta, son unos jodidos
idiotas.

-Al saber que existen tipos como tú siento ganas de volverme heterosexual. -Aunque pensar en
tener sexo con una mujer se siente completamente extraño, y jamás lo voy a comprobar.

Se escucho el típico coro que se hace antes de una pelea cuando uno le dice algo grosero a otro.
Tomé el shampoo y lavé mi pelo velozmente, quería salir de allí lo más rápido posible.

-Le harías un favor al mundo siendo heterosexual. Más bien a los hombres. -Todos los
comentarios salían de personas diferentes. Corrección, salían de idiotas diferentes.

/>
-¿Pueden cerrar el puto culo? -Me impresiono que fuese Thomas el que me defendía-. Dejen su
jodida sexualidad en paz, no tiene sentido que a ustedes les moleste, joder.

Realmente le agradecía eso, porque juro que los colgaría de sus miembros en la antorcha de la
estatua de la libertad.

Cuando acabé con el acondicionador, cerré la ducha y até sobre mi cintura la toalla que
descansaba en los percheros que había en la pequeña entrada de las duchas. Me envolví en ella
y cuando llegué frente a mis casilleros quité mi ropa interior con cuidado de que la única cobertura
que tenía en este momento no se cayera al piso, porque en cualquier momento podría aparecer
algún idiota. Sequé mi cuerpo con cuidado y pase un boxer negro por entre mis piernas, dejando
caer la toalla cuando ya me había cubierto. El mismo pantalón negro y las mismas botas
marrones que había usado el día que Louis fue a la tienda me encontraba usando ahora. Bueno,
a decir verdad casi siempre usaba esa ropa, y porque fuese mi cumpleaños no iba a hacer la
excepción. Pasé ambos brazos por las extremidades de la camisa manga larga a cuadros negros
y rojos. Prendí los primeros cinco botones, dejando a la vista el comienzo de mis tatuajes.

Cuando terminé de cambiarme, ya casi todos se encontraban allí. Guardé todas las cosas en mi
mochila, ya que tenía que lavar el uniforme, y la metí a presión en el casillero.

Salí de allí en busca de Zayn, Niall y Liam. No iba a tirarles toda la mierda encima, porque la
verdad es que el mal humor había desaparecido

por completo, a pesar de los comentarios que hicieron los idiotas. Contaba la intención de los
chicos en hacer la fiesta, ¿verdad?
La horrible música de la canción de feliz cumpleaños comenzó a sonar por los altavoces a penas
salí al lugar.

¡No, por favor!

Estaba seguro de que mis mejillas estaban completamente rojas, y lo único que pude ver eran
caras realmente desconocidas que llenaban todo el campo observándome fijamente. Traté de que
no se notara lo incomodo que me sentía, pero seguramente era imposible. Se escucho un gran
coro de personas cantar el feliz cumpleaños mientras aplaudían, y el peso de alguien se hizo
notar sobre mi espalda. Al ver los brazos completamente blancos libres de tatuajes rodear mi
cuello, supe que era Niall.

-Voy a morir de vergüenza, sácame de aquí Horan. -Susurré, y a pesar de toda la música y su
voz también cantando supe que me había escuchado.

La música terminó y de repente cambio a una canción de electrónica para que todos comenzaran
a bailar. Agradecí al DJ que había cambiado la música y me quite a mi amigo de encima para
mirarlo a la cara. La gente ya había dejado de fijar su atención en mí, y todo el campo se
encontraba bailando y saltando. Juro que se siente como tiembla el piso bajo mis pies.

-¡Tú tendrás la primer lata de cerveza! Ven aquí. -Me tomó del brazo y me dirigió hacía la entrada
de los vestidores.

Un tipo vestido completamente de negro -su tez y cabello también eran negros- se encontraba
allí, no obstante

lo que más llamaba la atención sobre el eran sus gafas de sol, ¿Quién en su sano juicio usa gafas
de sol en la noche? Parecía salido de una película. A su lado había dos grandes barriles de
madera, que pude imaginar que estaban llenos de hielo y cervezas. ¿En que momento el y los
barriles habían llegado ahí? Observé disimuladamente si mis compañeros y los Stallions seguían
aún allí dentro, pero el lugar estaba completamente vacio.

-Él esta aquí para asegurarse de que solo se lleven una cerveza. -Me explicó Niall, y el alto y
corpulento hombre extendió su mano hacia el barril y luego me arrojó la cerveza, que estuvo a
punto de caer al césped.

Me alejé del tipo raro vestido de negro con Niall a mi lado, y nos mezclamos entre la gente. Abrí
la lata de cerveza y le dí un largo trago, era definitivamente una de mis cervezas favoritas.
Suspiré algo aliviado al sentir el frío liquido bajar por mi cuerpo. No me había dado cuenta de lo
sediento que estaba hasta ahora.

-¿Dónde están Zayn y Liam? -Me giré hacia Niall y elevé mi tono por sobre la música.
-¡No lo sé! ¡Estaban junto a mi cuando me subí a tu espalda! -Le dí otro gran trago a mi cerveza y
percibí que ya quedaba muy poco líquido dentro de la lata.

-¡Iré a buscar otra cerveza! ¿Vienes? -Dí media vuelta mientras gritaba nuevamente sobre la
música.

-¡Seguiré buscándolos!

Emprendí mi camino de vuelta desde donde veníamos, y logré ver que había una larga fila allí,
todos esperando una lata de cerveza. Sabía que no se acabarían al menos por ahora, ya que los
barriles eran dos veces más anchos que yo y me llegaban hasta la cintura. Esperé unos cinco
minutos a que se despejara el lugar, aunque realmente no me intereso, porque aún tenía toda la
noche para estar con mis amigos. Ni siquiera me molesté en buscarlos con la mirada,
simplemente avanzaba mientras los demás iban saliendo con sus latas de cervezas.

-¿Puedes darme dos? -Le pregunté al hombre de los lentes de sol cuando llego mi turno-. ¡Soy el
cumpleañero! -No dijo nada, pero me extendió dos latas en una mano que agarre con mucha
felicidad-. ¡Gracias! -Exclamé mientras daba media vuelta para dirigirme nuevamente hacia el
gentío.

No abrí ninguna de las latas de cerveza, estaba buscando a mis amigos entre toda la gente,
aunque no me importaba encontrarme solo, al menos no por ahora.

Lo único que esperaba es que fuera una buena noche.

Este capitulo lo escribí hace bastante, y no creía que justo fuera a dar con el cumpleaños de
Harry, JAJAJAJA. Obviamente le deseo un muy feliz cumple a Harry, pero de eso me encargo por
twitter -de parecer una imbécil porque cumplió 20-, así no molesto más de lo normal. Bueno, es la
primera vez que les escribo acá porque me da vergüenza *pelotuda*. Muchas gracias a los que
votan y comentan en los capítulos, y obviamente a los que solo lo leen también :) Voy a actualizar
un día por medio, y espero no colgarme como ayer, bueno, los dejo en paz si, aunque seguro ni
leen eso. ¡Adiós y muy buen día!

Por cierto, me llamo Rocío, por si les interesa...


=================

Capitulo 6.

Me resigne luego de unos 30 minutos buscando a mis amigos, así que comencé a subir por las
escaleras que había entre las pequeñas filas entre las butacas del lado izquierdo de la tribuna.
Llegué hasta la última fila y allí me senté aún con las dos cervezas en la mano. Necesitaba
alejarme de todo el bullicio al menos por unos minutos, porque estaba comenzando a tener
jaqueca, y realmente no tenía ganas de que eso sucediera.

Toda la gente se encontraba bailando al ritmo de "we found love" una canción bastante pasada,
a decir verdad, pero que era bastante agradable para bailar. Se veían bastante pequeños desde
aquí arriba, y era muy gracioso ver como aparecían varios pares de manos sobre las cabezas de
los demás, y algunas de ellas tenían latas de cerveza en sus manos.

Comencé a reír como un loco cuando a una de las personas que había levantado los brazos se
le había volcado toda la bebida, no logre ver su reacción y a quien había llenado de ese delicioso
liquido que le dejaría un olor espantoso.

Dejé de observar al montón de personas que había allí abajo, y dirigí mi mirada hacia el cielo.
Nunca había entendido las constelaciones, ni nada de todas esas cosas, pero la gran luna llena
que se presentaba rodeada de estrellas, era realmente hermosa.

-¿Te gusta más lo que ves allí arriba? -Esa voz...

Sentí su presencia tomando asiento a mi lado, en la butaca derecha y me gire hacia el. En sus
ojos color zafiro se reflejaba el brillo de la luna, y debo admitir que me resulto muy hermoso e
impactante. Su cabello

estaba más despeinado de cómo solía llevarlo, y era la segunda vez que lo veía vestido
casualmente: un sweater de lana gris -debo admitir que esta noche si hace frío, y debo ser el
único loco con una simple camisa- un jean nuevamente muy ajustado, pero esta vez color azul, y
llevaba las mismas vans que la primera vez que lo vi vestido de esta forma.

-¿Si me gusta más que qué? ¿Lo de allí abajo? -Asintió, posando su mirada en el cielo, y
dejándome apreciar su perfil-. Subí aquí porque no encontraba a mis amigos y me estaba
sofocando.

Bajo la mirada y comenzó a jugar con algo en sus manos, que no noté hasta ese momento.
Inspeccione la bolsa, y podía apostar que parecía un idiota tratando de descifrar de donde la
conocía. Y no me costó demasiado, eran de la disquería donde trabajo.

-Esto es para ti. -Extendió la bolsa hacia mí, deje las cervezas en la butaca izquierda que se
encontraba vacía y pude sentir la forma cuadrada de lo que había dentro cuando lo tomé en mis
manos.

La abrí algo impaciente por saber que era, porque ¿Quién no? Tu rival en tregua no te hace
regalos muy seguidos, o eso supongo.

Saqué lo que obviamente era un CD de ahí dentro, y observe detenidamente la tapa de este, que
era color beige con unos pequeños pajaros negros en la parte de arriba de donde estaba el logo
de la banda "All Time Low" y el nombre del disco "Nothing personal". La verdad es que el nombre
se me hacia muy conocido, porque bien, trabajo en una tienda de discos y me encargo de
acomodarlos por orden alfabético,

sería algo extraño no recordar ninguna banda o cantante, pero que los conociera ya era diferente.
No sabía ni un tema de ellos.

-No se si te gustan o los conoces, pero es mi banda favorita. Tú me enseñaste la tuya, y son
excelentes. Aquí esta la mía. -Se encogió de hombros tratando de parecer desinteresado, pero se
notaba su nerviosismo.

-Gracias. -No deje de apreciar la tapa del disco, y lo giré para comenzar a leer los nombres de
las canciones-. Se quienes son, pero nunca escuche nada de ellos.

Era demasiado extraña la situación. Louis Tomlinson regalándome algo a mí. Era algo
prácticamente inimaginable, pero bueno, aquí estaba viviendo el momento en directo, y no sabía
como reaccionar. Porque cuando un familiar o tus amigos te regalan algo, los abrazas y les dices
lo agradecido que estas por ello -debo hacer eso con mis amigos- ¿pero cómo debía reaccionar
con Louis?

-Creo que te lo debía. -Lo dijo en voz muy baja, pero no tanto como para que yo no lo escuchase.

Me volteé hacia él ahora aún más confundido que antes.

-¿Por qué me lo debías?

Es que no entiendo nada. ¿No puede ser más claro? ¿Por qué iba a debérmelo si nunca le he
hecho un regalo ni nada por el estilo? Ni siquiera somos amigos.

-Soy gay, Harry. -Dijo todo tan rápido, que si no supiese ya, seguramente no habría entendido.
Dios mío, nunca pensé que lo fuese a admitir de esta forma. Traté de parecer lo menos
sorprendido posible por el hecho de que lo haya dicho tan natural, si bien se

debería estar muriendo de los nervios por dentro. Ni siquiera le había insistido en que lo admitirá
en este momento. Debió ver lo impresionado que me encontraba, porque amago a irse del lugar,
y ya se encontraba con la cabeza gacha. Tomé su mano rápidamente y volví a sentarlo en el
lugar donde se encontraba antes, se giró hacia mí y noté como sus ojos se encontraban aguados.

No Louis, por favor, mierda, no.

Ha dado un gran paso, ¿Por qué debería sentirse tan mal? Si el ya sabía que yo se sobre esto.
Bueno, no es para nada fácil admitirlo, y creo que me hubiese agarrado algo si a la primer
persona que le confesaba algo tan grande se hubiese quedado callada -no fue mi caso, me
llenaron de preguntas-, a pesar de que esta ya supiese sobre mi sexualidad.

-¿Por qué lloras? -Fue lo único que se me ocurrió preguntar.

Solté su brazo al notar que aún seguía agarrado a él. Sin darme tiempo ni a reaccionar, sentí sus
brazos rodear mi cuello y como su rostro se acomodaba allí. Un líquido caliente comenzó a tocar
mi piel, a la vez que su cuerpo se movía algo irregularmente, y supe que se encontraba llorando
aún más que antes.

-Hey. -Pasé mis brazos por debajo de los suyos dejando el disco en mi regazo y acaricié su
espalda con la palma de mi mano-. Cálmate, Louis.

Se oyeron algunos sollozos más, pero luego de repente se calmo.

Esto estaba siendo demasiado raro, pero no iba a culparlo a pesar de que este era el secreto con
el que pensaba amenazarlo, bueno "amenazarlo" solo presionarlo,

pero ahora que lo había confesado y se encontraba llorando en mi hombro, me sentía culpable de
tan solo pensarlo.

-L-Lo si-siento. -Oh Dios, Louis.

Trató de separarse de mis brazos, pero no quería ver su rostro bañado en lágrimas, así que
nuevamente lo acerqué a mi cuerpo nuevamente presionando las manos que tenía en su espalda.

-¿Te avergüenzas? -Pregunté.

Tal vez no debería haber hecho esa pregunta, ya que volvieron a salir fuertes sollozos de sus
labios, pero tenía que comprender que no debía avergonzarse de eso. Y si yo era el único apoyo
moral que tenía de momento, iba a intentar ser un buen apoyo.

-Me asusta, Harry. -Y se noto en el tono quebrado de su voz, el miedo resaltaba como si tratara
de hacer notar su presencia allí.

Harry, el es tu rival. ¿Qué estas haciendo?

Pero estamos en tregua.

¿Y cómo podría dejarlo solo en un momento así? Yo tuve el apoyo de mis amigos y mi familia, y
el estaba tan asustado como para salir. El apoyo inexistente, y los insultos hacia mí de sus
compañeros de equipo tampoco ayudaban, porque seguramente iban a tratarlo a él de la misma
manera.

-Créeme, te entiendo, Louis. -Y realmente lo hacia-. ¿Pero tu familia no merece saberlo? Estoy
seguro de que estarán contigo.

-No lo sé. -Movió su cabeza en lo que supuse era una negación.

-¿Y Jordan?

Se separó rápidamente y rompió todo el tacto que había entre nosotros. Su rostro mojado y sus
ojos zafiro rodeados

de rojo, mostraban un semblante de confusión y dolor a la vez.

-¿Cómo sabes sobre él?

Tal vez metí la pata hasta el fondo.

-¿No te preguntas como se lo demás pero si eso? -Evadí su pregunta y alcé ambas cejas,
tratando de cubrir mi nerviosismo. No iba a contarle ahora, tal vez en otro momento.

-¿Cómo sabes todo esto? -Secó su rostro con las palmas de sus manos, y ya no parecía tener
miedo, o estar confundido, sino que su actitud había cambiado a una totalmente diferente, estaba
poniéndose a la defensiva.

-No te diré sobre eso ahora, Louis. -Giré algo mi cuerpo para tomar las dos cervezas en mano, y
le extendí una cuando volví a girarme.

Tenía miedo de cómo iba a reaccionar. ¿Y si se enojaba? Vale, había leído algo muy personal,
pero en mi defensa, no sabía que era de él cuando comencé a leerlo. Tal vez debí haberlo dejado
a un lado, ¿pero quien no querría leer el diario de su rival? Joder, tenía tantos argumentos para
defenderme, pero tantos argumentos que podían hundirme. El hubiese hecho lo mismo en mi
lugar, ¿Es suficiente para justificarlo? Seguramente que no lo es, al menos para él.

-No lo hablarás con nadie, ¿Verdad? -El miedo volvió a aparecer en su rostro, y sus ojos se
clavaban en los míos como si intentara leer mis intenciones a través de ellos.

Parecía un cachorro indefenso.

-Jamás haría eso, Louis. Confía en mí. -Abrí la lata de cerveza, y él hizo lo mismo.

Ambos la llevamos rápidamente hacía nuestros

labios. Dí un largo trago, nuevamente sintiendo como el frío líquido llenaba mi cuerpo, solo que
esta vez no estaba tan sediento como antes.

-¿Qué has sentido?

¿A que se refería con eso? Porque hay tantas cosas, pero ni una vino a mi mente. Alejé la lata
de cerveza de mis labios, y la lleve hacia mi regazo sosteniéndola con las dos manos.

-¿Qué he sentido con qué? -Levanté las cejas con algo de duda, y oí a Louis soltar una leve risa.

Al menos se estaba riendo.

-Cuando te liberaste.

Oh Dios, deja de hacer eso de tener que hacerme adivinar sobre todo lo que dices. ¡No soy un
puto genio, Louis!

-¿Te refieres a cuando salí del closet? -Asintió-. Tenía solo 15 años, era un crío. Pero me sentí
libre, demasiado. Podía andar con chicos frente a mi familia y lo tomaban con mucha calma, a mis
amigos se les hacia extraño al principio, pero luego de un tiempo comenzó a darles igual.

Era la pura verdad. Me resultaba muy gracioso andar con alguien de la mano en mi casa, y que
Gemma hiciera un comentario al estilo "Tu novio es muy mono, Harry, ¿Me lo prestas?" aunque
hacía que se pongan totalmente nerviosos, y tampoco es que eran mis novios, porque nunca tuve
ninguna relación sería con nadie. Incluso contando a James, me había gustado, y era lo más
cercano a una relación, pero no lo contaba, así que técnicamente jamás tuve una relación.

-¿Has tenido muchos novios? -Pareció dudar antes de preguntar.


¿Me has leído la mente?

-Nunca tuve ninguna relación formal. -Le di otro trago a la cerveza, y acomode mi espalda en el
respaldo de la butaca, cruzando los pies sobre la que estaba más abajo, sin dejar de mirarlo-. ¿Tú
si?

Sentía curiosidad sobre Jordan, y cuando menciono algo sobre sus ex's. Se acomodo también
contra el respaldo, pero giro la cabeza hacia el frente. Hice lo mismo y centre mi atención en la
gente bailando. Había olvidado completamente que estábamos en una fiesta, "mi" fiesta de
cumpleaños. Ni siquiera le prestaba atención a la música -ahora pasaban una canción que no
conocía- tal vez porque se escuchaba algo más lejana desde aquí y no interrumpía al hablar.

Levanté la vista y comencé a observar la luna y las estrellas nuevamente.

Me había olvidado de todo lo que estaba a mí alrededor, exceptuando a Louis.

-Si. -Vacilo antes de responder, pero seguramente recordó que yo mencioné a Jordan, cosa que
por alguna razón lo puso a la defensiva-. Tres, a decir verdad.

Me he acostado con más de tres personas, pero nunca he tenido relaciones. Nunca he amado a
nadie.

-¿Y cómo es? -No sabía como iba a tomarse la pregunta.

-Es... raro, creo. Tal vez el hecho de ocultarlo, aunque hubo un momento en el que no me
desagradaba en absoluto. Al contrario, disfrutaba esconderlo, me resultaba divertido. -Recordaba
haber leído algo así en su diario, y por sus palabras, dio a entender que ya no estaba satisfecho
con la situación. Yo tampoco lo estaría.

-¿Por qué te burlabas

de mi, Louis? -Debería haberlo pensado mejor, porque note como el ambiente se tensaba.

Tenía miedo de decir algo mal y que se enojara. Aunque yo no debería estar muy feliz con el, por
el hecho de que se ha burlado de mi en innumerables ocasiones, y ahora descubro que él
también es homosexual.

-Quería cubrirlo a toda costa, tenía miedo de que alguien lo notara, siempre me preguntaban por
qué no tenía novia, y ese tipo de cosas.
Bien, eso aclaraba algo, pero no entendía, podría solo negarlo y ya.

-No lo volverás a hacer, ¿Verdad Louis?

Me giré hacia él, y reparé en que se encontraba mirando al cielo, al igual que yo hace unos
segundos. Observe de perfil su pequeña nariz, como su ojo derecho parpadeaba cada 5
segundos, y la forma en la que se encontraban presionados sus labios.

-Lo prometo, Harry. -Contestó cuando pensé que no iba a responder a mi pregunta.

-¿Puedo hacerte otra pregunta? -Rompí el silencio nuevamente luego de unos largos minutos.

Había dejado de apreciar su perfil, porque seguramente se veía raro. No quería ponerlo
incomodo ni nada parecido. Tal vez hasta llegaba a pensar que me gustaba, y por favor, nunca
me gustaría Louis, ni en un millón de años. Solo estamos en tregua, y trataré de ayudarlo con
esta situación. Ni siquiera se porque estoy tan interesado en lo que le sucede, pero ya que no voy
a dejarlo solo a través de esto, puedo tomarme la libertad de preguntar algunas cosas. No es
como si fuéramos amigos ni nada, ¿cómo lo tomaría el resto del

equipo si nos viera hablando en este momento? Seguro se enfurecerían, aunque honestamente
me da igual lo que ellos piensen sobre mi relación de rivales en tregua con Louis, que si bien,
ahora era la misma relación, solo que debía ayudarlo a afrontar esto, me sentiría mal conmigo
mismo dejándolo solo.

-Claro. -Su voz chillona me saco de mis pensamientos.

-¿Qué ha pasado con las relaciones?

Un cansado suspiro salió de su boca, y supuse que se estaba preparando para contarme al
menos una parte.

-Todas acabaron por lo mismo. No querían estar con un cobarde que tiene miedo a salir del
closet.

Todo esto me aclaraba algo de mis grandes dudas. El no quería que yo le contara a todo el
mundo sobre esto, lo negaba para convencerme, para ver si podía hacerme creer que lo que yo
sabía no era verdad. Seguramente pensaba que yo se lo contaría a todos a penas el lo
confirmara, pero si eso es lo que hubiese querido podría haber simplemente comenzado un
rumor, o llevarme el diario y hacerle fotocopias, no lo sé, infinidades de cosas podría haber hecho
con eso, pero seguramente hubiese hecho lo mismo en su situación, si pasas tiempo
escondiéndolo no es como que saldrás tan simplemente con tu rival, aunque el tenía la ventaja de
que yo fuese gay, y seguramente lo comprendiera -cosa que si hago- es algo confuso, porque no
logro ni acomodar mis ideas en mi mente. Ahora simplemente sabía que el me había confiado
algo muy grande, y que contaba conmigo para ayudarlo a superar esta etapa que no parecía ser
nada fácil para el.

-¿Hace cuanto sabes que eres gay? Me refiero, ¿hace cuanto te diste cuenta? -Acabé la lata de
cerveza y la deje a un lado del CD de la banda favorita de Louis.

-Cinco años.

¿Se puede estar cinco años en el closet? Diablos.

La verdad es que eso resultaba ser bastante cobarde de su parte, pero no iba a decirlo,
demasiado que pensar tiene, no es como para refregarle que es un cobarde en su cara, porque
seguramente eso el ya lo había notado.

-¿Piensas esperar aún más para hablarlo con tus padres?

No podía evitarlo, necesitaba hacerle preguntas. Mis dudas de iban acumulando cada vez más, y
no soportaba que rondaran dentro de mi mente así como así.

-Creo que lo hablaré con ellos cuando llegue el momento.

-¿El momento de qué? ¿Cuándo estés con alguien más? -Me giré hacia el con el ceño fruncido, y
el se volteó hacia mi.

-Si. -Simplemente respondió.

-No deberías esperar tanto, ¿Y si no tienes una relación por todo un año? Te volverás loco si
sigues con eso rondando por tu mente.

-Un año más no hará demasiada diferencia.

-Tal vez encuentras a alguien dentro de poco ¿Quién sabe?

-Es agradable.

Y vamos de nuevo con los comentarios y preguntas confusas.

-¿El qué?
Volvió su mirada hacia el frente, y jugó con la lata de cerveza mientras miraba a la gente. Me
volteé yo también y volví a observar como todos bailaban, nuevamente al ritmo de una canción
que no conocía.

Brazos sobresalían sobre las cabezas, pero esta vez a ninguno se le volcó el vaso.

-Hablar contigo, es agradable.

¿Qué fue eso? Joder, en ningún momento de mi vida pensé que esa voz chillona que me
resultaba demasiado irritante pudiese decirme esas palabras.

Lo peor de todo, y lo que más me asustaba a decir verdad, es que yo sentía lo mismo sobre él.
No debería parecerte agradable hablar con tu rival en tregua, Styles.

-Nunca pensé que diría esto, pero también es agradable hablar contigo.

Lo he admitido.

Dignidad, ¿Donde te encuentras?

-No volveremos a repetirlo. -Afirmó.

-Jamás. -Ambos reímos ante el comentario, y el le dio un largo trago a la lata de cerveza que
aparto a un lado, así que supuse que la había terminado.

-¿Cuántos años cumples? -Preguntó luego de unos segundos de silencio. Comencé a reírme
ante su pregunta, aunque el parecía realmente serio. Oh vamos, ¡Yo si se tu edad, Tomlinson!

-20 años. -Articulé luego de dejar de reírme.

-¿No preguntaras cuantos tengo yo? -Me levanté de la butaca y tome la bolsa con el disco en mis
manos.

-22. Iré a buscar más cerveza y a dejar el regalo. ¿Me esperas aquí?

-Vale. -Sonrió y di media vuelta para irme.

Luego de pedirle dos cervezas más al tipo extraño que seguía usando lentes de sol, me metí en
los cambiadores y deje el CD en el casillero junto a mi mochila. Era insoportable tener que pasar
entre toda la gente sudada y borracha a la que le brotaba alcohol por los poros. Debía ser el único
que no estaba así, o uno de los pocos, porque me había mantenido alejado de las pistas de baile
y solo había bebido dos cervezas, y dentro de poco iría por la tercera.

-¡Al fin! ¡Siglos buscándote! -Oí la voz de Zayn detrás de mí y me giré rápidamente hacia él.

¿Ahora te apareces? ¿En serio?

-¿Qué sucede? Es hora del pastel, compañero, no volverás a escaparte. -Me tomó de la muñeca
y comenzó a arrastrarme entre la gente.

Iban a humillarme públicamente otra vez, y había dejado a Louis solo allí arriba. Me arrastró
hacia el centro del campo, que pude diferenciar debido al círculo que había pintado en el césped.
Luego de unos segundos aparecieron Niall y Liam con una torta de tres pisos bañada en
chocolate, y supuse que también era de chocolate por dentro porque bueno, mis amigos conocen
bien mi obsesión por el chocolate.

Cuando volví al lugar izquierdo del campo haciendo malabares con dos porciones de torta y las
dos cervezas en mano, descubrí que Louis se había ido de allí, y mi dignidad por volver a
buscarlo se había marchado con él, pero eso no era algo los demás tuvieran que saber.

=================

Capitulo 7.

La fiesta no había estado para nada mal, y luego de lo sucedido con Louis volví a buscar a mis
amigos, pero esta vez los encontré fácilmente. Así que en eso consistió mi noche hasta las 5 am,
cuando ya no tenía ganas ni de respirar, pero tuve que conducir hasta mi departamento, aunque
vamos a tomar como ventaja que no estaba ebrio.

No tenía nada que hacer un domingo a las 5 de la tarde, así que simplemente me vestí con la
ropa que normalmente usaba -solo que había un sol radiante en pleno invierno, así que me puse
una camiseta negra manga corta- y opté también por un pañuelo marrón en mi cabeza. No había
ingerido absolutamente nada en todo el día, desde que comí las dos porciones de pastel, tanto la
mía como la que le había llevado a Louis. Pero no tenía nada de hambre.
Tomé algo de dinero, el celular, las llaves, y salí del departamento lo más rápido posible.
Necesitaba aire fresco, así que nada de andar en auto. Además que no tenía idea de hacía donde
me dirigía.

El departamento se encontraba prácticamente en el centro de la ciudad, así que no fue un gran


problema para mezclarme con la gente de por allí. Los adultos iban apurados y la mayoría de
ellos con traje y maletín, sino, se encontraban los que le gritaban al celular, y lo sabía por las
expresiones de sus caras, no porque estuviese escuchando lo que dijeran. Después estaban los
de mi edad, que iban con auriculares puestos y moviendo la cabeza al ritmo de la música, o los
labios con la letra de la canción. También los niños caprichosos con sus padres que

no querían comprarles una paleta. Pero ninguno iba como yo, manos en los bolsillos, y
caminando lentamente, sin apuro de llegar a ningún lado. ¿Por qué apurarse un domingo? Jamás
en la vida.

Seguía observando a la gente cuando divise una cabellera castaña con unos auriculares blancos,
de esos que son enormes y siempre deseé tener, eso me hizo recordar que aún debía escuchar
el CD que Louis me había obsequiado. Iba como los demás, moviendo la cabeza al ritmo de la
música. No estaba completamente seguro de si era él, pero su anatomía no muy alta, pero
tampoco baja, y su espalda para nada ancha, me hacían estar casi seguros de que si. Además de
su cabello castaño, claro.

Comencé a seguirlo, y esta vez si apresure el paso, olvidándome completamente de mi


mentalidad "jamás en mi jodida vida me apresuraré un domingo." Me mezcle entre toda la gente,
tratando de no perderlo de vista, y le agradecí a mis padres por ser alto y poder heredar esto de
ellos, porque sino hubiese sido demasiado fácil perderlo. Siguió derecho por unas cuatro cuadras,
en las que no deje de seguirlo, y se adentro en un McDonalds. Me tomé unos 5 minutos antes de
entrar, teniendo la precaución de que no saliera del lugar si me encontraba despistado.

¿Qué estas haciendo, Harry Styles? ¿Quieres encontrarte con tu rival? ¡Vete de aquí y deja de
hacer el ridículo!

Me había dejado plantado, pero sentía la necesidad de hablar con él.

¡No deberías Harry! ¡No deberías!

Pero no me fui, a pesar de que una parte de mi estaba tratando

de obligar a la otra a que me fuera. Inclusive entre en ese preciso momento, antes de que me
arrepintiera de hacerlo.
El lugar se encontraba completamente repleto de gente, ¡Y son las 5 de la tarde!

Como era característico en un lugar como éste, los pisos eran blancos, las mesas también,
haciendo juego con las sillas y las paredes. Además de que todo era cuadrado, ni una mísera
mesa redonda. El cartel con las hamburguesas y ensaladas se encontraba sobre el mostrador,
blanco también, que contenía tres lugares para hacer fila divididos por una cinta negra. Todas las
personas atendiendo allí eran mujeres, y también muy típico, su camisa azul con su nombre, y la
cara de mal humor que tenían se notaba a kilómetros, parecía que si te acercabas a hacer un
pedido te iban a comer vivo, pero aún así lo hice.

-Un cuarto de libra, por favor. -No iba a pedir nada muy grande, porque no tenía demasiado
apetito. Ni siquiera sabía porque me encontraba comprando allí.

Ah si, estoy siguiendo a alguien quien posiblemente sea Louis como un psicópata, mientras que
él se fue ayer cuando dijo que iba a esperarme. ¿Y por qué lo seguí? Oh Dios, me estoy
avergonzando a mi mismo.

Desvié mi mirada entre la multitud de gente que había allí tratando de divisar la cabellera
castaña, y la encontré en una mesa de dos personas que se situaba pegada a la pared. Los
auriculares colgaban por su cuello, y se encontraba algo encorvado seguramente comiendo la
hamburguesa. Reparé en la chaqueta de jean oscuro que tenía puesta, y realmente me dio calor.

¡Pero si no hace frío!

-¿Algo más? -Se limitó a decir sacándome de mis pensamientos.

-No, no. -Me giré hacia ella sacando dinero del bolsillo y le entregué lo que figuraba en el ticket,
guardando lo que me sobraba en su lugar nuevamente.

Me quedé esperando allí ya que no tenía a nadie detrás, intercalando la mirada entre la chica
que ni siquiera me detuve a observar, y el supuesto Louis que se encontraba sentado allí. Luego
de unos largos dos minutos dejaron la hamburguesa en la bandeja, y me dirigí decidido hacía el
lugar.

No iba a frenar directamente, porque tal vez no era él, y quedaría como un completo idiota.
Bueno, seguramente quede como un completo idiota aunque sea él. Comencé a caminar por el
lugar con la bandeja, y no vi ninguna mesa vacía como para sentarme, así que esa podría ser mi
excusa. Cuando me encontraba dando la vuelta, pude ver su rostro. Se encontraba tomando
gaseosa, y aún quedaba media hamburguesa en la caja.

¡No pedí gaseosa! Jodido idiota que soy.


-¿Louis? -Pregunté fingiendo sorpresa.

-¡Harry! -Sonrió dejando la coca a un lado mientras levantaba la mirada.

¡Ayer me dejaste solo! ¿Te atreves a sonreírme?

Aunque bueno, no podía estar ofendido, yo lo había seguido y me había metido a un McDonalds
solo por él. Tal vez podría servir para conseguir un par de respuestas.

-¿Puedo sentarme? No hay ningún lugar libre. -Y no era para nada una mentira, pero si una
excusa.

-¡Claro! -Le dio

un mordisco a su hamburguesa, que pude notar por la caja era un Big Mac.

¿Por qué todos se piden eso? Si es la más fea.

-¿Por qué te has ido ayer? -Pregunté luego de darle un gran mordisco a mi hamburguesa y
digerirla.

Solía disfrutar comer un McDonalds, pero siempre y cuando tuviese hambre. Seguramente iba a
devolverlo apenas hiciese un movimiento brusco.

-Cuando no volvías pensé que te habías arrepentido y simplemente me fui.

Le creía por el hecho de que si había tardado en volver, me retuvieron con el pastel, y además
de que también tarde dejando el CD y tomando las cervezas. Ni hablar de cuando tuve que ir
haciendo malabares entre la gente para que no se me cayera nada.

-Lo siento. -No había planeado que esas palabras salieran de mi boca, pero lo hicieron-. Mis
amigos me retuvieron y...

-No tienes porque disculparte. -Me interrumpió-. Yo estaba molestándote en tu fiesta de


cumpleaños, no debería haberlo hecho.

-Si debías, necesitabas largarlo, a pesar de que ya lo supiera. ¿No te sientes mejor?

Me di cuenta que no me debía nada, a pesar de que yo me estuviese guardando un gran secreto.
Pero era un secreto suyo, ¿Cómo fui tan idiota de pensar que podía llegar a deberme algo por
esto? Era un secreto que definitivamente puede compartir conmigo, pero era de él, y yo no tenía
el derecho de reclamarle nada por eso.
-A decir verdad, si. -Introdujo todo lo que quedaba de la hamburguesa en su boca, y quede
bastante impresionado, porque no era

necesariamente un bocado pequeño. Le dio un gran sorbo a la gaseosa y suspiró luego de dejar
el vaso a un lado.

-¿Tienes algo que hacer ahora? -Me atreví a preguntar luego de darle un segundo mordisco a la
hamburguesa, y haberme resignado por completo a comerla. La arrojé dentro de la caja y la
cerré.

-¿Además de deambular por aquí para luego volver a mi departamento y ver temporadas de
series que ya se de memoria? No, no tengo nada para hacer. -Sonreí, y el sonrió de vuelta.

-¿Te importaría ir conmigo a un lugar?

Había tenido una idea, iba allí cuando tenía ganas de descargarme con alguien, y normalmente
me descargaba con algo de sexo, divisaba a algún chico lindo de por allí, y me metía entre sus
piernas en la parte trasera de mi auto o del suyo. Era simple, a decir verdad todos en el lugar eran
bastante fáciles, y el único de fiar era el barman, a quien conocía bastante bien, porque los
demás eran capaces de meter drogas en tu bebida para que te fijes en ellos. Pero podía servirle a
Louis para despejarse, ¿Verdad? Lo mejor, era que estaba abierto desde las cuatro de la tarde
hasta las seis de la mañana, aunque fuese solo viernes, sábados y domingos.

-¿A dónde? -Preguntó algo dubitativo.

-Es un bar gay, pero creo que te gustara. -Me levanté de la mesa, y me paré a su lado esperando
a que el hiciera lo mismo, pero simplemente me miro desde abajo.

-¿Y si alguien me ve allí?

Si alguno de sus compañeros, amigos o familiares, o simplemente un conocido iba

allí, indicaba totalmente que pateaba para el otro lado.

-¿Crees que alguien que conozcas pueda ir a un bar gay, Louis?

-¿Puedes hablar más bajo? -Oh, vamos, como si a la gente le importase lo que estábamos
hablando-. ¿Tú me imaginabas en un bar gay antes?

Buen punto. Nunca me hubiese imaginado a Tomlinson en un bar gay, o más bien, simplemente
nunca me hubiese imaginado que Tomlinson fuera gay.
-No. -Admití-. Pero en el caso que haya alguien que conozcas allí, eso indica que él también es
gay.

Bufó y de mala gana se levanto del asiento, dándome a entender que había ganado.

-¿A cuantas cuadras de aquí esta? -Habló nuevamente cuando salimos del lugar, hacía la
multitud de gente en la que lo había encontrado.

-Unas cinco o seis. -Emprendí camino en la misma dirección en la que ambos veníamos
caminando, con cuidado de no perderlo de mi lado entre el montón de gente.

Había mentido respecto a la cantidad de cuadras, eran unas diez, u once cuadras, pero esperaba
que a él no le importara eso. Lo notó cuando llegamos a la séptima cuadra y no habíamos
entrado a ningún lugar, pero no se negó a ir cuando le dije que faltaban tres cuadras, ya que
habíamos pasado la mitad del camino, seria un desperdicio volver.

El lugar se encontraba más vacío de lo normal, y obviamente a esta hora no había música para
bailar ni nada por el estilo. Los pisos negros se encontraban relucientes, y los sillones de cuero
blanco a ambos costados se encontraban

desocupados. La barra color azabache, rodeada por unas diez butacas rojas no se encontraba
del todo vacía. Había tres chicos allí, y lo único que pude ver de ellos, es que todos eran rubios.
Caminé decidido hacía allí, y me senté a dos butacas de ellos, golpeando con mi mano la que
estaba a mi lado, a solo una butaca de diferencia para que Louis se sentara. Lo hizo, aunque se
notaba que no se encontraba demasiado cómodo.

El barman apareció rápidamente, y no pude ver de donde había salido, pero se poso ante
nosotros. Sus facciones estaban algo arrugadas, debido a sus sesenta años, y el poco pelo que le
quedaba era color blanco, aunque a diferencia de la mayoría de los ancianos que conocía, era
bastante alto. Me sonrió amigablemente, y extendió su mano hacía mi, la cual tome sin dudar.

-¡Harry! -Exclamó-. Hace mucho tiempo no venías por aquí.

-Extrañaba el ambiente, a decir verdad, aunque lo prefiero de noche. -Admití.

-¿Y quien es él? -Reparó en Louis y giró su rostro hacia el, extendiendo también su mano, la cual
Tomlinson tomo con una sonrisa en su rostro, pero aún se notaba que no se encontraba
demasiado cómodo.
-Louis. -Pronunció simplemente.

-Zack. -Se presentó el hombre-. Me tomaré el atrevimiento de preguntar. -Volvió a girar su rostro
hacia mí-. ¿Son novios?

Miré de reojo a Louis, y pude ver como su rostro se encontraba totalmente rojo antes de que
bajara la mirada. Reprimí una risa y negué con la cabeza divertido.

-Somos... amigos.

/>
¿Somos amigos? Porque la verdad es que no sabía que decir. ¿Debería haber dicho rivales en
tregua? Pero yo estaba tratando de ayudarlo con su situación, ¿No es eso lo que los amigos
hacen? Si, definitivamente si. ¿Entonces eso lo hace mi amigo? Porque realmente ahora no tengo
ningún problema con ser su amigo, pero no sabía como se sentía el con la situación.

-¿Qué van a tomar? -Preguntó Zack cambiando rápidamente de tema.

-Vodka con naranja. -Contesté sin dudarlo.

-Que sean dos. -Añadió Louis.

Miré por el hombro de Louis a los tres chicos que estaban allí, y me parecieron todos iguales,
eran rubios, como ya había notado antes, y de ojos celestes. Y se encontraban mirando hacía
aquí sin discreción, seguramente observaban a Louis.

-¿Somos amigos? -Rompió el silencio luego de unos segundos, y desvíe mi mirada hacia el.

-Depende ¿Quieres que lo seamos?

-No me contestes con una pregunta. -Frunció el ceño y solté una carcajada, se veía adorable.

No Harry, no se veía para nada adorable, cállate, ¿Quieres?

-¿Quieres que lo seamos? -Insistí, y frunció aún más el ceño, si es que era posible.

-¿Eso quieres tú?

-Ahora no soy yo quien contesta con una pregunta. -Lo desafié.

Pero no contestó, y desvió su mirada hacía el frente, y yo hice lo mismo. Los vasos de plástico
transparente que contenían vodka con naranja se encontraban frente a nosotros, y no sabía en
que momento habían llegado

allí. Le dí un largo trago al mío, y lo deje en la mesa tratando de no ser demasiado brusco.

Seguía sin saber como se sentía el sobre la situación, porque a pesar de que pregunto, eso no
significaba nada, pero tal vez el no iba a acercarse a mi nuevamente esta vez. Ya lo había hecho
para la tregua, como también lo había hecho en la fiesta, y yo solo me acerqué a él en el
McDonalds, o más bien, lo seguí, pero eso el no lo sabe, así que no interesa. Era nuevamente mi
turno.

-Si. -Admití.

No giré mi rostro hacia él, simplemente me limité a tomar otro trago de vodka mientras el
nerviosismo se calaba por todo mi cuerpo cuando pasaban los segundos y el seguía sin
responder.

-Yo también. -Contestó luego de unos tiempo demasiado largo para mi, y él aire volvió a mi
cuerpo ya no sintiéndome tan idiota.

Esta vez si dirigí mi mirada hacia el, e hizo lo mismo luego de unos segundos. Su rostro no
expresaba emoción alguna, y esperaba que el mío tampoco.

-¿Qué crees que dirán nuestros compañeros de equipo si nos ven hablando? He escuchado el
comentario el jueves, y creo que lo sabes.

-Eso me da igual ahora mismo, aunque no sé si estoy listo para decirles, ¿Pero no es un paso
que me de igual lo que digan?

-Si, creo que es un gran paso. -Realmente lo creía.

Volví a observar por sobre el hombro de Louis, y noté nuevamente como seguían mirando hacia
nosotros y hablaban entre ellos sin disimular.

-Creo que te miran a ti. -Le dije y pude ver

como su rostro se teñía de rojo.

-¿Están mirando ahora? -Preguntó, y supuse que era para girarse a ver.

-No. -Mentí.
Mis suposiciones eran ciertas, porque apenas respondí, mi ex rival en tregua, ahora amigo, se
giro hacia ellos, y sus rostros se giraron rápidamente hacia otro lado tratando de disimular,
mientras Louis se volteaba hacia mí más rojo que antes. Reprimí una gran carcajada.

-Maldito. -Le dio otro trago a su vodka sin dejar de fulminarme con la mirada, mientras yo aún
trataba de reprimir una risa.

-Deberías agradecerme, porque uno de ellos esta está viniendo hacia aquí justo ahora.

Dejo la bebida nuevamente en la mesa, y observe como le costo tragar lo que aún tenía en la
boca, mientras se giraba hacia mi pidiéndome auxilio con la mirada. Reparé en que aún llevaba
los auriculares blancos en el cuello, y no parecían molestarle en absoluto.

Uno de los rubios igual a los otros dos se paro detrás de Louis, quien se encontraba de espaldas
a él y me dirigió una mirada.

-¡Todo tuyo! -Levanté ambas manos, y observe la sonrisa del chico antes de girarme hacia el
vodka nuevamente.

No era para nada feo, y no me asombraría que Louis también se fijara en él, y menos me
asombrar que él se fijara en Louis porque bien, mi ahora amigo no tenía ni una pizca de feo,
aunque antes no lo hubiese admitido ni aunque me hubieran puesto un revolver en la cabeza. Sus
ojos azul zafiro, combinaban perfectamente con su cabello castaño, y realmente su cabello le

hacia justicia de cualquier forma, aunque lo llevase lacio y sobre la frente, despeinado, estilo
punk-rock, o algo más largo de lo normal.

Deja de pensar en eso, idiota Styles.

Desvié la atención a la conversación entre las dos personas que tenía a mi lado -aunque no
quería parecer un entrometido, pero debía alejar esos pensamientos sobre Louis que rondaban
en mi cabeza urgentemente- y no podía evitar oír el tono cohibido de Louis, no iba a voltearme a
ver, pero estaba seguro de que se encontraba sonrojado.

¿Abría sido así con Jordan? ¿Y con el resto de sus ex's?

Nunca hubiese imaginado a Louis Tomlinson luciendo tan... vulnerable. Aunque eso no le quitaba
lo rudo que podía llegar a ser, porque a mi me sucedía lo mismo, aunque no solía ponerme rojo y
cohibirme con tanta facilidad, e inclusive, fuera de estos términos, el parecía mucho más duro que
yo.

Me suena totalmente extraño admitir que Louis no me cae mal, y más aún que me cae bien.
Desde el primer año de universidad, cuando entre en el equipo de football americano que nos
odiamos mutuamente. ¡Dos años! Y en menos de dos semanas cambio completamente, y fue
todo a consecuencias de leer su diario, porque si no lo hubiera sabido, seguramente ya nos
hubiesen suspendido a los dos de los partidos, y nos habríamos encontrado en la banca el día de
ayer, y le tendríamos que haber dejado el puesto de capitán a otra persona. No sabía como se lo
iban a tomar todos, pero definitivamente ya no odiaba a Louis Tomlinson como antes lo hacía.

¡Hola! Se suponía que tenía que subir ayer el capitulo, pero hubo un par de problemas tecnicos,
literalmente se me rompió la pc. Pero tengo varios capitulos adelantados, y eso me sirvio bastante
para poder subirles hoy, así que aca esta el capitulo 7. ¡Espero que les guste! Y muchas gracias
por leer, votar y comentar, me gustaron mucho los comentarios del capitulo anterior, se los
agradezco de corazón, en serio. So, voy a dejar de molestar con esto que estoy escribiendo y me
voy a ir despidiendo (Rimó.) Goodbye sweeties.

=================

Capitulo 8.

La reacción de mis compañeros, especialmente la de Thomas, no fue para nada buena, pero
luego de vernos varios entrenamientos juntos, lograron acostumbrarse a la idea de que éramos
amigos. Ahora, de parte de los Stallions, fue todo lo contrario, no de todos, claro, porque descubrí
que algunos de ellos pueden ser totalmente simpáticos, y que los idiotas allí son Greg, Matt, y
Sparks, que claramente ahora no solo me insultaban a mi, sino que Louis estaba en su lista
también. Es que no pueden ser más patéticos.

"-¿Te ha convertido en marica, Louis? -Pronunció el que ahora reconocía como Sparks, cuando
entramos hablando a los vestidores luego de un entrenamiento el siguiente jueves.

-Terminaras chupando pollas como él. -Se metió Matt en la conversación.

Podía notar la tensión de Louis, y también lo mal que se sentía, porque claro, técnicamente él ya
era "marica" y todo eso.

-¿No tienen algo más interesante que hacer con sus vidas? ¿Cómo follar mujeres? -Hice cara de
asco mientras nos defendía a ambos y seguí caminando sintiendo la presencia de Louis detrás.
-Nunca pensé que caerías tan bajo.

Nuevamente, no se defendió, pero yo tampoco seguí desafiándolos, porque terminaría en algo


peor, de eso estaba seguro."

Ya nos encontrábamos a mitad de febrero, para ser exactos, viernes 14 de febrero, el día de los
enamorados. No me desagradaban esa clase de cursilerías, porque vamos, ¿A quién no le gusta
eso cuando

tienes pareja? Pero si estas solo, ese día es un jodido infierno.

Me encontraba en la disquería, John estaba con su típica cara de querer morir detrás del
mostrador, y Bill había dejado una nota diciendo que no iba a aparecerse hoy, aunque no le di
demasiada importancia a aquello. El CD de All Time Low que Louis me había obsequiado estaba
siendo reproducido en el lugar, ya que Bill nos dejaba elegir un CD por semana, y en un lugar que
había debajo de la caja en donde estaba el asiento de John en el cual tenía el culo pegado por
cuatro horas, guardábamos todos los CDs que tomábamos por semana, había unos cuantos, y
bueno, ahora se le sumaba el de All Time Low, y pensaba escuchar los demás también, porque
eran realmente muy buenos.

Estaba tarareando al ritmo de la música, sumido en mis pensamientos y haciendo lo típico:


acomodando los discos en orden alfabético, porque claro, no tenía otra cosa que hacer.
Realmente me aburría cuando todo estaba demasiado organizado, no podía hacer nada.

-Veo que te han gustado. -Me giré hacia la voz que había salido de alguien que se encontraba a
mi lado. Me sobresalté un poco ya que no lo había visto llegar.

-¡Son excelentes! -Me giré hacia el con una sonrisa en mi rostro, que automáticamente fue
devuelta.

-¿Cómo estas? -Preguntó mientras dirigía su vista hacia los estantes, y comenzó a buscar uno en
particular por como inspeccionaba todo el lugar. Nos encontrabamos en la sección F.

-Bien,

¿y tú? -Fijo su mirada en algo, y comenzó a caminar decidido hacia allí, mientras yo dejaba lo que
estaba haciendo para seguirlo por el lugar.

-Bien. -Contestó cuando lo alcancé, se había frenado en la sección S-. ¿Cuál es su segundo
álbum? -Dirigió una mirada hacia mí, y sonreí al comprender que se encontraba buscando.
Me sabía de memoria los estantes de tanto acomodar todo, así que lo tomé simplemente y se lo
entregue a Louis quien lo miraba detenidamente.

-¿Quieres llevarlo? -Simplemente asintió.

-John. -Me giré hacia mi compañero de trabajo, simplemente me miro con sus espantosos ojos
verdes rodeados de unas ojeras exageradamente oscuras-. Dale salida al segundo álbum de
Sleeping With Sirens, ahora lo pagaré. -Volví a mirar a mi ex rival, quien tenía el ceño fruncido.

Se veía adorable así, demasiado. Sus ojos azules se hacían mucho más pequeños, y me
recordaba a los orientales, pero claramente era mucho más bello que ellos.

¿Y qué es lo que estoy pensando?

Sacudí mi cabeza y volví a centrarme en la persona que tenía en frente quien se encontraba
fingiendo enojo.

-No vas a pagarlo tú. -Declaré antes de que el pudiese decir algo, y abrió la boca para hacerlo,
pero levante mi mano frente a su cara para que callase-. ¿Viniste aquí solo para eso, Louis?

Estaba seguro de que no era solo por eso, que había venido por algo más, y de paso, había
aprovechado a comprar el segundo álbum de mi banda favorita.

-No. -Contestó luego de unos segundos,

cuando su ceño volvió a la normalidad-. Quería saber si querías ir conmigo a algún lado, al bar,
excepto que ya tengas planes con alguien...

Lo decía como amigos, claro, porque éramos solo amigos, pero lo de los "planes con alguien" era
una suposición de alguna cita.

Desearía por primera vez en mi vida tener una cita en San Valentin, pero eso no sucedería este
año, como en todos los anteriores.

-Completamente libre, y lo sabrías si tuviese a alguien. -Saqué mi celular del bolsillo trasero de
mis jeans negros ajustados. Si, los de siempre. Y miré la hora, faltaban 15 minutos para cerrar-.
En 15 minutos salgo de aquí, ¿Me esperas?

Louis revisó todos los estantes del lugar en los 15 minutos que quedaban, en especial los del
centro, en donde se encontraban las temporadas de las series de televisión. Se veía bastante
interesado en aquello. Su ceño se fruncía de vez en cuando, y sacaba alguna que otra temporada
de alguna serie que yo no llegaba a identificar, ya que no estaba demasiado familiarizado con
eso. Traté de que no me viese observándolo, mientras estaba apoyado en el mostrador en el que
John tenía la computadora, pero de vez en cuando me dirigía una mirada, y sonreía, yo le sonreía
de vuelta.

Los jeans ajustados esta vez eran de color negro, nuevamente, igual que los míos. Pero los
lucíamos de forma totalmente diferente. Mientras que yo tenía una camiseta blanca mangas corta
y botas marrones, el tenía una camiseta sin mangas negra, muy holgada, con estampas en color
blanco especialmente y sus vans azules. Era la primera vez que no lo veía con ropa de invierno, y
ya que solo quedaba un mes

para que esta estación acabase, cada vez hacia más calor.

Volví a mirar el celular como por décima vez desde que había llegado Tomlinson, para saber
cuanto tiempo me quedaba allí dentro, y comencé a caminar a paso apurado hacia Louis. Tenía
todas mis cosas en el bolsillo de los pantalones, y estaba apurado para no tener que ser el que
cerraba la tienda. Tomé a mi amigo del brazo, quien me miro algo confundido pero caminó detrás
de mí.

-Cierras tú John. -Juro haber oído un insulto, pero la puerta se cerró detrás de Louis y quedamos
completamente libres.

Mi camioneta estaba una cuadra más adelante, así que camine en esa dirección, con Louis a mi
lado siguiéndome. Nuevamente trate de no perderlo de vista, debido a toda la gente que había un
viernes por la noche en la calle, que era más de lo normal. En síntesis, era prácticamente una
catastrofe.

-¿A dónde iremos? -Preguntó cuando nos resguardamos en el auto, obviamente, él en el asiento
de copiloto.

-Pensaba que podríamos hacer algo antes de ir al bar, ¿Pasar por McDonalds? -Sugerí.

-Por favor, me voy a deshacer del hambre. -Reí ante su comentario sin sentido y arranqué el auto.

Juro que insistí para pagar la comida, pero Louis puso todo tipo de diferentes caras para que lo
dejara pagar, y con una especie de cara de cachorrito -que no le salía para nada bien, pero
simplemente se veía muy adorable en él- me hizo ceder, y tuve que ir en busca de alguna mesa
libre.

No era el mismo de la vez anterior, pero era realmente muy parecido, y eso me asustaba
demasiado. Encontré lugar en una mesa para dos, que se encontraba cerca de la ventana, y
según de que lado te sentabas podías ver a la gente pasar. Me senté donde mi vista quedara fija
a la ventana, actualmente de espaldas a Louis quien se encontraba haciendo la compra.

Quería evitar mirarlo, porque hasta yo lo sentía raro, ¿Cómo se sentiría él respecto a eso? Si, es
muy mono, demasiado mono, y no hay ninguna jodida cosa que le quede mal, pero es mi amigo,
y hace algo de un mes, no lo quería ni ver en fotos. ¿Por qué me gustaría ahora?

Solo es tu amigo, Harry.

-Me tomó una eternidad encontrarte entre toda la gente. -Se sentó frente a mí y revolvió su pelo
despeinándolo.

Le seguía quedando bien.

Tomé la caja con el doble de cuarto de libra dentro en mis manos, y la deje frente a mí. Esta vez
si había pedido uno doble -o más bien, él pidió uno doble para mí- y planeaba acabarlo.

-Todavía me pregunto porque la gente viene tan seguido a estos lugares. -Le dí un mordisco a mi
hamburguesa, y por un momento me pareció idiota mi planteo.

Pero seguía teniendo razón, si almorzaban todos los días en un lugar como éste, seguramente
una arteria se les taparía de grasa y explotarían, si eso es posible, y en mi mente claramente lo
es.

Louis se encogió de hombros, y comenzó a devorar su hamburguesa sin pensarlo dos veces.

-También me pregunto como es que te gusta el Big Mac. -Puse cara de asco, y volví a sentir el
sabor

de la gran grasosa delicia que tenía en mis manos.

-Te lo advierto, Harry Styles, no te metas con el Big Mac. -Intenté no soltar una carcajada, porque
iba a terminar por escupir la comida.

-¿Qué me harás sino, Tomlinson? -Fingí miedo muy dramáticamente, como me gustaba hacer.

-Lo pensaré, Harry, dalo por sentado.

Luego de unos cinco minutos, ambos habíamos terminado las hamburguesas y las gaseosas,
pero seguíamos sentados allí, yo estaba cómodo, y el no parecía querer moverse.

-¿No tienes un partido mañana? -Pregunté tratando de sacar tema de conversación.


-Si, con los SF Mayors.

-Siempre creeré que ellos nos copiaron el nombre. -Dije-. ¿Te molesta si voy a verlo? -Pregunté
fingiendo normalidad, porque claro, no sabia como se sentiría por el hecho de que sus
compañeros me vieran allí y le hicieran bromas sobre eso-. Solo si tú quieres, claro. -Añadí.

-¿Por qué no querría? Claro que sí, me encantaría que fueras, Harry.

Le encantaría que fuera.

Iba a hacer un comentario, pero en ese mismo momento, fuimos interrumpidos por el sonido que
provenía de mi celular. Me levanté apenas para poder quitarlo del bolsillo trasero, y atendí solo
porque era el nombre de Liam el que aparecía en la pantalla.

-¿Qué sucede? -Luego me di cuenta de que soné algo grosero.

-¡Hey! Solo estaba llamando para saber si estabas ocupado. -No se quejo por mi forma de
atender, pero así era Liam a veces,

tal vez en otro momento me hubiese regañado.

-Aunque no lo creas, y se que no te lo esperabas, si estoy ocupado. -Le dirigí una mirada a Louis,
quien se encontraba mirando hacia otros lugares, menos hacia mi, pero sabia que estaba
escuchando lo que yo decía.

-¿Con quien estas? -Hizo una pausa, y se oyó lo que parecía un quejido desde detrás del
auricular del teléfono-. ¡Estas en una cita! ¡No quería interrumpirte, Harry! ¡Lo siento!

No Liam, no estoy en una cita, joder. Creo que el día en que tenga una cita en San Valentin voy a
hacer que todo San Francisco se enteré, y espero que sea el próximo año.

-No necesariamente. Estoy con Louis. -Sonreí, aunque Louis seguía sin dirigirme la mirada, no
obstante, sabía que me veía por el rabillo del ojo.

-¡Sigo sin comprender eso, Styles! Bien, mañana hablaremos, ¡Buena suerte en tu cita! -Colgó.

Lo hizo a propósito, porque sabía bien que me había dejado con una maldición en la boca, jodido
Payne.

-¿Esta todo bien? -Volvió a mirarme.


-Solo era Liam, todo perfecto.

-¿Vamos? -Preguntó.

-¿Impaciente? -Reí, y por su mirada noté que quería golpearme con algo.

Llegamos al lugar, y tanto la música como el olor a alcohol podían sentirse desde fuera. Al entrar,
supe que quedo impresionado por como era el lugar de noche debido a su cara. Su boca se
encontraba apenas abierta y sus ojos casi saltaban de sus ojos.

Un gran grupo de hombres

se encontraba bailando en medio de la pista -que era el centro del lugar, en donde no quedaba
nada- y la mayoría de ellos se encontraban demasiados pegados a alguien. Nunca me metía allí,
jamás. Bueno, si, cuando quería pasar hacia la barra, como teníamos que hacer en este preciso
momento. Los sillones estaban repletos, prácticamente se sentaban uno arriba del otro, y
seguramente no tendrían problema con aquello.

-Escucha. -Se giró hacia mí-. Agarra mi brazo con fuerza y no me sueltes, porque créeme que no
quieres perderte allí en el medio.

Tomó mi antebrazo con fuerza, y me metí en ese horrible lugar tratando de pasar rápidamente
entre los demás, sin pedir permiso alguno, porque nunca iban a dármelo. Cuando salimos del
medio y pudimos ver la barra, volví a aspirar aire nuevamente, porque tenían tanto hedor a
alcohol que era imposible respirar, y aún no eran ni las diez de la noche.

Había dos butacas en medio del lugar vacías, y agradecí internamente por eso. Me dirigí hacia allí
y arrastre a Louis conmigo, sentándome en la butaca de la derecha, mientras apoyaba mis codos
sobre la barra esperando a que Zack viniera a atendernos.

-No es nada parecido a la última vez que vinimos. -Tuvo que gritar por sobre la música electrónica
que pasaban, y acercarse un poco a mi para que lo oyera.

-Era domingo, y aún era por la tarde. -Grité en respuesta.

-¡Harry! -La voz conocida de Zack me hizo girarme nuevamente hacia el frente, y extendí mi mano
hacia el hombre, quien luego de tomarla se la tendió a mi compañero.

-Louis, ¿verdad?

-Su tono también era más elevado.


-Si. -Se limito a contestar.

-¿Qué quieren tomar? -Preguntó el hombre.

-¡Vodka con naranja! -Exclamé algo divertido. Siempre pedía lo mismo, no sabia ni porque se
molestaba en preguntar.

-Una cerveza. -Respondió Louis.

Luego de apenas dos minutos de espera, ya teníamos nuestras bebidas frente a nosotros.

Solía observar demasiado a las personas cuando venía aquí, y simplemente seleccionaba a uno
para descargar mi tensión sexual. Pero no iba a hacer esto cuando había venido acompañado,
me lo guardaría para otro día. Pero sin embargo, observe a las personas que se encontraban
detrás de Louis nuevamente, y justo como la vez anterior, lo estaban mirando sin disimulo.

-Eres un imán para los hombres, Louis. Se encuentran mirando descaradamente hacia ti. ¿Qué
es lo que haces?

Era una pregunta sin respuesta, porque no hacía nada, era simplemente su persona, su
presencia, la que te atraía.

Callate Styles. Callate, callate, callate.

-No me giraré, no de nuevo. -Le dio un trago a su cerveza, y luego volvió a dirigir su mirada a mí.

-No hará falta. -Reí, y volví a fijarme en el frente mientras le daba un largo trago a mi bebida.

-¿Bailas? -Oí que pregunto alguien a mi lado, y supuse que era uno de los chicos que no me
tomé el lujo de siquiera mirar.

Observe por el rabillo del ojo la mirada de Louis en mi, y como

luego volvía hacia el chico.

-Claro. -Sonó dubitativo.

Me giré por completo apoyando mi espalda y mis codos en la barra mientras sostenía la bebida
en mis manos. No iba a perderlo de vista porque ese lugar era como una horrible jungla que en
lugar de árboles tenía hombres gay que buscaban cualquier cosa sólida a la que aferrarse.

Se había llevado la cerveza, la cual sostenía a la altura de su cadera, y se notaba que se sentía
muy incomodo por la cercanía del chico, que era de la misma estatura de él, y lo único que pude
divisar fue su cabello azabache.

A pesar de que Louis no estuviese cómodo con eso, era un gran avance a lo de antes. O eso
creo, porque no sé como era su relación con Jordan y sus ex's, y tal vez ya había ido a bares
como este antes. De todas formas, era un avance que haya aceptado venir a un bar gay conmigo,
pero ahora daba igual, éramos amigos, y sabía que Louis se sentía cómodo conmigo a su lado,
porque no haces cosas tan privadas con alguien si no fuera así.

Me saco completamente de mis pensamientos ver uno de los movimientos de la persona con la
que Louis se encontraba bailando. Había arrojado algo a su vaso, algo que seguramente era
droga. Oh, no idiota, ni lo pienses.

Deje el vaso en la barra y me encaminé hacia donde ellos se encontraban sin pensarlo dos veces
y le arrebate el vaso a Louis, quien estaba a punto de darle un trago. Me miró sorprendido por mi
reacción y le extendí bruscamente el vaso al morocho que tenía en frente, al cual no le preste
atención nuevamente, y de todas formas no podía verlo bien por la poca luz del lugar.

-¡Tómalo tú, idiota!

-Harry que...

-Le puso droga a tu vaso, Louis. ¡Iba a drogarte! Joder. -Solté el vaso, y no me importó que mis
botas se mojaran, estaba realmente enojado-. No te golpeare porque no me dejaran volver a
entrar, pero si te veo otra vez, te conviene desaparecer rápidamente de mi vista, imbecil. -Tomé a
Louis del brazo sin presionar demasiado para no lastimarlo y lo saqué de allí lo más rápido que
pude.

Pasaría después a pagar la bebida, ahora no pensaba volver a entrar allí.

-¿Estas bien? -Fue lo primero que se me ocurrió preguntar cuando salimos de allí.

No se que hubiera hecho si perdía de vista a Louis y no lo encontraba, ¿Cómo es que pueden
existir idiotas como ese? Le habría roto la cara si no hubiese tenido las dos advertencias del
dueño, que me las había dado solo porque me conocía gracias a venir seguido, y la próxima vez
que me metiera en una pelea, ¡Adiós bar! No podría entrar.

-Si. -Aún se notaba la incertidumbre en su rostro-. Gracias, Harry.

-Estoy aquí para ayudarte, Louis.

Hi sweethearts! Espero que les guste el capitulo. Bueno, estaba pensando en comenzar a escribir
otro fic que obviamente todavía no voy a comenzar a subir si lo llego a escribir, y la verdad es que
no puedo organizar bien mis ideas. Quería escribir algo sobre su relación siendo famosos, pero
también quería escribir algo de smut (aunque soy realmente terrible con eso) ¿Qué idea les
gusta? Help me please.

=================

Capitulo 9.

Me encontraba en la primera fila de las butacas de él campo de los Stallions. El lugar estaba
completamente lleno, y la gente no me reconocía como capitán del otro equipo, o me ignoraban
por completo. Louis me había sonreído e incluso saludado con la mano cuando me vio aquí, y sus
compañeros habían hecho algún tipo de comentario que le hizo cambiar la cara por completo.

El partido lo habían ganado ellos, como era de esperarse, y seguramente terminarían en la final
contra nuestro equipo, porque bien, éramos los mejores, y no por ser presumido, era la verdad.

Había observado como todo su equipo se dirigía a los cambiadores, y me encontraba esperando
a Louis sentado en la banca del entrenador. Muy pocas personas quedaban en el campo, y ya se
estaban dirigiendo hacia las salidas. El color azul comenzó a destacar nuevamente, porque las
butacas se encontraban totalmente vacías.

El entrenador también había desaparecido del lugar, y supuse que se encontraba también dentro
de los cambiadores, felicitando a Louis, o a todo el equipo, pero especialmente a él por ser el
capitán. Saqué el celular de mis jeans, y observe la hora, las 22 en punto.

-¡Styles! ¿Esperando a tu novio?

La verdad es que me imaginaba que iba a aparecer alguno de los idiotas a decir algo, y allí
estaban los tres horribles compañeros de Louis. Greg, Matt y Sparks. Los tres ya se encontraban
con otra ropa, así que supuse que se habían bañado y cambiado, pero quien sabe, tal vez solo se
habían cambiado la ropa.

-¿Qué es lo que quieres?

-Fije mi mirada en Greg, quien se encontraba en medio.

-Queríamos darte algo de parte de todo el grupo. -Contestó Sparks.

Si venía de ellos, no iba a ser nada bueno, así que supuse que no era de parte de todo el grupo,
sino que querían hacerme creer eso.

-¿Y qué es? -Me levanté quedando de frente a ellos, y la verdad es que era más alto que los tres,
pero no más ancho.

No contestaron, solo vi como uno de sus puños -supuse el de Greg, quien se encontraba más a
mi alcancé- voló hacía mi, pero fui lo suficientemente rápido para esquivarlo. ¿De qué te sirve ser
fuerte si eres demasiado lento? No servirías para las luchas, Greg.

Esta vez fui yo el que lanzo un golpe hacia él, pero no fue dirigido hacia su rostro, sino más bien
a su estomago. Logré que prácticamente se doblara en dos, ya que lo había tomado con la
guardia baja mientras seguramente se preguntaba como es que había sido lo suficientemente
lento para no golpearme, pero aún faltaba quitarme a dos de ellos de encima.

Matt se me lanzó encima al ver mi ultimo movimiento, y esta vez si uno de ellos logro golpearme,
e inclusive derribarme. Me dolía demasiado la mejilla, y estaba seguro de que mi nariz sangraba,
pero el dolor no se centraba tanto ahora, y eso era una ventaja, aunque después no llegara a
sentir mi rostro, ahora podría seguir propinando golpes seguramente.

-¿Qué dices ahora, Styles?

Solo quería que el entrenador de ellos apareciera en este momento, y tal vez hasta los sacase
del equipo. Jodidos

idiotas. ¿Cómo puede alguien tan repugnante siquiera existir?

-Que son unos jodidos maricas por venir de tres contra uno. -Contesté con toda la rabia posible
acumulada en mi tono de voz.

Levantó su puño nuevamente, y no podía hacer más que cerrar los ojos ante eso, ya que se
encontraba sobre mí. Solo necesitaba esperar a un momento en el que se encontrara distraído,
así aprovechar y cambiar los roles. Su puño volvió a golpear mi rostro, y ahora estaba seguro de
que además de que mi nariz sangrara, mi ojo derecho iba a quedar color morado.

-¡Harry! -De todas las voces que hubiese querido escuchar, esa era la última.

Lo tomé como una gran distracción, y empuje a mi oponente dejándolo a él sobre el césped, y
subiéndome sobre su estomago. Traté de ser lo suficientemente rápido como para propinarle dos
golpes y me levanté de allí, buscando de donde había provenido la voz, y me encontré con lo que
justamente no quería que sucediera. Greg ya se había recuperado del golpe y se encontraba
sosteniendo a Louis por la cintura, mientras que Sparks lo estaba golpeando.
Malditos idiotas. ¿Cómo es que pueden golpear a alguien solo porque si? ¿No ven que también
pueden dejar heridas psicológicas? Y si, son mucho peores que las físicas. Personalmente, a mi
no me hacían nada, porque ya estaba bastante acostumbrado a aquello y me daba igual, pero
Louis era bastante inseguro con el tema de su sexualidad -los cinco años en el closet lo dicen
todo- y ni siquiera estaban seguros de que él fuese gay, lo golpeaban

porque si, o mejor dicho, lo golpeaban debido a mi, y no iba a permitir eso.

-¡Louis! -Me apresuré antes de que Matt pudiera recuperarse de mis golpes, como lo había
hecho Greg, y empuje a Sparks para que no pudiera volver a golpearlo.

El rostro de Louis no estaba tan mal como lo había imaginado, sangre salía de su nariz, y nada
más que eso, aunque también terminaría con un ojo morado seguramente. No esperé más, y
dirigí mi rodilla hacia la entrepierna de Sparks, sabía que eso seria doloroso, y así lo mantendría
fuera del juego por unos minutos mientras se recuperaba, corrí hacia Greg, quien ahora se
encontraba frente a Louis, ambos sacaban chispas de sus ojos, y parecían odiarse aún más que
como mi ex rival y yo nos habíamos odiado.

-Ni te atrevas, Greg. -Gruñí, y di un paso al frente, intentado dejar a Louis detrás de mí, pero se
adelanto también y ambos quedamos a la par.

-¿No quieres que toque a tu preciado novio? -No quito su mirada de la de mi compañero ni por
un momento.

-Vámonos. -Tomé a Louis del brazo, el cual se encontraba descubierto ya que llevaba una de sus
remeras sin mangas un talle más grande de lo debido, color negra.

-¡Ya verán, maricas! -Levanté mi dedo del medio, y un minuto después ya nos encontrábamos
fuera del campo, que se encontraba completamente vacío si no fuese por esos tres idiotas.

Louis se soltó de mi agarre y comenzó a caminar por delante de mí, hacía quien sabe donde,
pero no estaba yendo en la dirección en la que se encontraba mi

camioneta, aunque técnicamente no sabía donde esta se encontraba. Sabía que le había
afectado lo que había pasado allí dentro, porque bien, lo estaban golpeando por ser amigo de un
gay, ¿y cuando saliera del closet? Cosas como esa se lo ponían aún más difícil, si no había
tenido el coraje antes, ahora seguramente menos, y realmente me dolía demasiado, porque si me
ponía en su lugar me sentía demasiado mal, ¿Cómo debe sentirse él si hasta yo me siento mal?
Oh, Louis...

-¡Louis! -Exclamé y corrí detrás de él, pero no quede a la par suyo, sino que caminaba detrás.
No se volteó, y eso me asustaba aún más. ¿Se había enfadado conmigo? ¿Pero que había
hecho? Hice dos largas zancadas mas y logre aproximarme lo suficiente como para tomarle el
brazo y girarlo hacia mi. Lagrimas caían de sus ojos, el azul estaba rodeado de un color rojo
tirando a rosa, y sus mejillas estaban completamente mojadas.

-¿Qué sucede?

No, Louis, no de nuevo.

Lo atraje hacia mi, y lo abracé por debajo de sus brazos, dejando que acomode nuevamente su
rostro en mi cuello, pero sus brazos no me devolvieron el abrazo.

-Cálmate, son unos jodidos idiotas, Louis, esto es lo que ellos quieren ¿Vas a darles el gusto?

No emitió otro sonido que no fuese el leve quejido de su llanto. Nos encontrábamos en medio del
estacionamiento en el cual solo quedaba mi auto a unos cien metros más atrás, así que supuse
que los demás los abrían dejado en otro lado, y me tranquilicé al pensar que no aparecería nadie
por allí para ver a

Louis así.

-¿Quieres ir a mi apartamento? Salgamos de aquí. -Volví a hablar luego de unos segundos más
así.

Me partía el alma verlo así, y lo admitía.

¿Qué esta sucediendo conmigo?

Se separó de mí nuevamente, pero comenzó a caminar nuevamente hacia donde iba al principio,
por el lado contrario al que debíamos ir, y se lo veía realmente apurado. ¿De nuevo? Oh por
favor, parezco un idiota yendo detrás de él.

-¿Qué es lo que te sucede? -Mi tono se elevó un poco, pero no iba a rendirme, ¡Debía decirme
algo!

-¡No puedo ver como te golpean a ti por mi culpa! ¡¿Qué sucederá cuando se los diga?! ¡Joder!
¡¿Es que no lo ves?! ¡Solo te golpean porque eres gay y porque ahora somos amigos! -No se
había volteado a mirarme, y siguió caminando a paso apurado, pero aún así lo seguí.

Estaba bastante sorprendido por sus palabras ¿Le preocupaba que me golpearan? Aunque
bueno, era lógico, porque bien, éramos amigos, ¿Verdad? Y a mi también me preocupaba que lo
golpearan a él.

-¡No me importa lo que ellos digan o hagan, Louis! ¡Se que necesitas mi ayuda y no te dejare
solo!

-¡Pero a mi si me importa! ¡¿Cómo es que aguantas los insultos?! -Su voz se quebró
nuevamente, y pude sentir como mi pecho dolía-. ¡Me duele más a mí que a ti lo que dicen!

Como lo suponía, a él le dolía lo que me decían a mí, porque seguramente se imaginaba como
ellos le decían exactamente lo mismo a él, o aún peor, porque lo verían todos los días. Pero

iba a acostumbrarse ¿Cómo puedes vivir sino? Siempre recibirás un insulto de alguien, si vas a
sentirte mal por lo que los demás dicen no podrás disfrutar nada en tu jodida vida. Aunque estos
idiotas si se pasan.

-¡Siempre recibirás algún insulto de parte de alguien! ¡Debes acostumbrarte! -Seguíamos


caminando por él lugar, y el extenso estacionamiento estaba a punto de acabar. No había luces
en ninguna parte, así que era muy difícil ver que venía después, inclusive era difícil ver por donde
íbamos caminando, pero yo simplemente seguía a Louis.

-¡No quiero acostumbrarme!

Volví a tomar su brazo y lo gire hacia mí nuevamente. Su pecho choco contra el mío, y si el fuese
un poco más alto, o yo un poco más bajo, nuestras frentes también habrían chocado, pero la suya
choco contra mi nariz. Bajé la cabeza para mirarlo, y él levanto la suya para hacer exactamente lo
mismo. Tanto su respiración como la mía se encontraban agitadas, y ahora que ambos habíamos
cerrado el pico, no se escuchaba nada allí, ni el más pequeño sonido.

Por alguna razón me descubrí a mi mismo observando sus finos labios de color rosa pálido, y
eran completamente lo opuesto a los míos, color sandía y algo gruesos, pero aún así se juntaron
a la perfección en un suave beso. Me sorprendí a mi mismo al hacer ese movimiento, pero no
quería separarme, se sentía demasiado bien. Y en el fondo de mi mente algo me gritaba que esto
estaba completamente mal, que él era solo mi amigo y solo eso yo significaba para él. Esa parte
me gano, así que me separé.

/>
-Lo siento. -Articulé en un susurro, pero era imposible que no lo oyera-. Yo no... lo siento.

Parecía un jodido idiota poniendo excusas, pero a decir verdad tampoco entendía porque lo
había hecho. ¿Un momento de debilidad? Seguramente había sido eso, el hecho de ver a Louis
tan mal, ¿Habría querido animarlo con eso? La has cagado, Styles, no te imaginas cuanto.
No había sentido ningún sabor en especial, pero si había dejado una especie de cosquilleo sobre
mis labios que no era para nada desagradable.

Me sorprendió demasiado ver como sus labios se curvaban en una sonrisa, y como llevaba su
mano hacia mi cuello en un movimiento demasiado veloz como para poder reaccionar a tiempo.
Sus labios se habían juntado nuevamente con los míos, y correspondí, tal vez debería haberme
separado de él nuevamente, pero simplemente correspondí. Mis brazos rodearon su cintura.
¡Pero que mierda haces! ¡Suéltalo, joder!

No fue necesario soltarlo, porque se separo por si mismo, y aunque no tenía una sonrisa en su
rostro esta vez, podía sentir que estaba satisfecho con lo que había hecho.

¿Eso quiere decir que le gusto? Oh Dios, estoy más confundido que la vez en la que leí su diario.
¿Por qué no pueden llover las respuestas a mis dudas desde el cielo? Porque juro no entender
nada, y pronto terminaré por explotar.

Louis comenzó a caminar por el lugar en donde habíamos venido, y me decidí a seguirlo
nuevamente, pero esta vez ninguno de los dos dijo nada. Me dedique a observar su anatomía, y
como caminaba tan

tranquilo con las manos en los bolsillos de sus jeans negros, y supuse que se dirigía hacia mi
auto. ¿Estaría preguntándose internamente porque lo había besado? Creo que me encontraba
más confundido del porque yo lo había besado, y no tanto del porque él me había besado.

Te gusta, idiota Styles.

¡No puede gustarme! ¡No!

Bien, si, si podía. Llevábamos dos semanas siendo amigos, y suponía que si podía gustarme.
Nunca había estado en una relación, así que bien no sabía. ¡No lo sé! ¡No lo sé! Debía llamar a
Liam, el aclararía todas mis dudas.

-¡Liam! ¡Necesito tu ayuda! -Exclamé cuando deje de oír los pitidos del teléfono.

Había dejado a Louis en su apartamento, que quedaba a unas 10 cuadras del mío, y cuando
llegue a mi hogar finalmente, me desplomé en mi cama de dos plazas, sin molestarme en
quitarme nada más que las botas ni destender las sabanas blancas de la cama para cubrirme, o
simplemente sacarlas del medio. Solo me limité a mirar el blanco techo que contenía un ventilador
color marrón en medio, y a llamar a Liam para que aclarara mi mente.

-¿Qué sucede Harry? -Su tono sonaba bastante preocupado, pero no era para menos.

-¡Besé a Louis! ¡Y luego él me beso! -Respondí a su pregunta como si fuese la cosa más trágica
del mundo.

No lo fue, para nada, inclusive me había gustado la sensación que había dejado sobre mis labios
cuando nos separamos.

-¿Te gustó?

Oh Liam, tú siempre haciendo las preguntas justas.

/>
-Afirmativo.

También me espantaba y me confundía eso. Todo me confundía. El hecho de que no podía


gustarme ya lo había aclarado, porque si podría gustarme, obviamente que podría gustarme,
¡Pero no debía gustarme!

-Te gusta él, Harry. Y estoy seguro de que le gustas de vuelta.

Oh no, eso es lo que más temía que mi amigo dijera, rara vez Liam se equivocaba.

-¿Estas seguro?

No, no, no. ¡Simplemente no! ¡No quiero!

-Espera, ¿Él es gay?

Oh, mierda, esta vez si la había jodido demasiado. ¡Esta en el closet! ¡Me confió eso! Bueno, no
del todo porque lo leí, pero luego si me lo confió. Eres un pésimo amigo, Harry Styles.

"Amigo" ¿Y ahora donde quedara nuestra amistad? ¡Será completamente incomodo! ¿Y si


vuelve a odiarme?

-¡Dices una palabra sobre eso a alguien y juro que te mataré! -Aunque no hacía falta amenazar a
Liam, porque sabía que el jamás diría nada, y menos juzgaría a Louis por eso, ya que bueno,
tiene un mejor amigo gay, ¿Cómo puedes juzgar a los demás gays si tienes un amigo así?

-Estas muy alterado. -Comentó Liam-. ¿Por qué no lo llamas o le mandas un mensaje de texto?
Era una buena idea, al menos no tenía que enfrentarme con él frente a frente, o no por ahora al
menos. Se notaba que él estaba mucho más calmado que yo con la situación, y me resulto
bastante extraño, ya que en el bar se había sonrojado de forma muy fácil con los demás, me
impresionaba lo seguro que podía ser por momentos, y

lo inseguro que podía ser en otros.

-Luego te llamaré, gracias, juro que no se que haría sin ti.

-Cuando quieras, Harry.

Colgué y deje mi celular desbloqueado sobre mi pecho. ¿Qué iba a mandarle?

"¿Por qué me besaste?" "¿Te ha gustado?" "¿Te gusto?"

No, debía ser algo más ingenioso, no podía mandarle eso, tal vez hasta lo espantaba, y me iba a
humillar si el contestaba con un no, o algo parecido, pero Liam no se equivocaba, y el había dicho
que estaba seguro de que le gustaba de vuelta.

¿Pero si Liam se equivoco por primera vez?

Me decidí y tome el celular, marcando su número en los mensajes, pero no escribí nada y solo le
di enviar. Un mensaje vacío. Era una pésima idea que me dejaba como un cobarde seguramente,
pero la verdad es que no sabía que decir, y un mensaje vacío expresaría mucho mejor como me
sentía, o las dudas que tenía, además yo le daba comienzo a la conversación y a la vez no, de
una forma era como si lo estuviese motivando para hablarme. Me llego el informe de entrega del
mensaje, y mis pulsaciones se aceleraron. Dejé el celular nuevamente sobre mi pecho, y fije toda
mi atención en la pintura blanca del techo de la habitación.

El celular vibro mientras sonaba el tono del mensaje, y mis pulsaciones estaban aún más
aceleradas que antes. Lo tomé con mi mano algo temblorosa y abrí la notificación del mensaje
para leerlo.

"De Louis: Espero que eso signifique algo bueno."

No sabía si bueno paraél quería decir

que me había gustado, o que no y que todo seguiría como antes, pero quise suponer que si era lo
segundo se hubiese expresado de otra manera, así que esta vez me decidí a enviarle algunas
palabras, sería idiota contestar con un mensaje vacío.
"Para Louis: Afirmativo."

Era la misma respuesta que le había dado a Liam, pero era la única que tenía por ahora.

Me encontraba mucho más calmado que antes, así que esta vez mis pulsaciones no se
aceleraron con el informe de entrega, y no fue nada exagerado cuando llego el próximo mensaje.

"De Louis: ¿En que estas pensando?"

Su pregunta me desconcertó un poco, y era algo cursi, pero de una forma diferente, porque el
sabía que yo estaba pensando en él y en lo que había pasado, pero estaba esperando a que yo
lo dijera.

"Para Louis: ¿Tú en que estas pensando?"

Recordaba que no le gustaba que contestara con preguntas, entonces opté por eso.

Informe de entrega.

Mensaje nuevo.

"De Louis: No respondas con preguntas. Pero estoy pensando en ti, más bien en tus labios."

Oh joder. Creo que Liam tiene razón. Tanto sobre que yo le gusto como que él me gusta a mí.

"Para Louis: Esa era mi intención. Yo también estoy pensando en ti, y en tus labios."

Nunca antes me había puesto tan nervioso con alguien, aunque solo hubiese sido en el primer
mensaje. Pero no me desagradaba. ¿Qué esta haciendo conmigo?

I hope you like it. La verdad es que no los releo a los capitulos, porque me aburre, o sea, ya tengo
la historia en mi mente y me acuerdo lo que pasa, así que no me resulta para nada divertido tener
que releer un capitulo. Disculpen si hay algun error u horror de ortografia, por favor si encuentran
alguno avisenme ¿si? Y si algo pierde el sentido también. Creo que fue algo apresurado poner el
beso en el capitulo nueve, pero no quería hacer capitulos de relleno, porque a ustedes les aburre
leerlos y a mi me aburre escribirlos. Así que aca esta, espero que les haya gustado.

Peace out.
=================

Capitulo 10.

<p>No había visto a Louis desde el sábado por la noche, ya que el domingo me quede en mi
apartamento y Liam se apareció para que le cuente todo con detalles. Decidí no decirles nada a
Zayn y a Niall porque se suponía que no debía hablar sobre eso con nadie, y ya me había ido de
boca con Liam. Por suerte esta semana no tenía que dar ningún examen, pero el sábado tenía
partido, esta vez me tocaba a mi. La verdad es que me encontraba bastante nervioso por el
hecho de que en media hora veré nuevamente a Louis, y no sé que pasara, si se acercará a mí, o
si simplemente ignorará mi existencia. No había contestado mi último mensaje el sábado por la
noche, y no sabía que podía llegar a significar eso. Había dormido bastante inquieto la primer
noche por el hecho de que no me hubiese contestado, y luego Liam se apareció a las 10 am con
una caja de donas y me hizo un café para ver si podía mantenerme al menos lucido, porque
parecía que iba a dormirme parado. Le mostré los mensajes, si, pero sabía que podía mostrarle
cualquier cosa a Liam porque no iba a reírse, o al menos lo evitaría, aunque me había dicho que
fue algo cursi, oh Dios. También me había nombrado a James varias veces, y tuve que explicarle
que nunca lo había considerado nada serio, solo habían sido un par de besos, acostarnos, y me
gustaba, pero nunca lo había apreciado, así que no contaba para mi. Y por cierto, me había
regañado por meterme en una pelea y que mi ojo quedase morado, aunque era solo un poco, ya
que el lunes por la mañana solo tenía a penas color y mis otros dos amigos no lo notaron, como
tampoco

mis compañeros del equipo.

Como era de costumbre últimamente, ya me encontraba cambiado siendo las 12:30 am. Había
apenas almorzado, cosa que a Liam le preocupo y me dio una especie de conversación como si
fuese mi madre -quien por cierto, me había llamado pidiendo disculpas de parte de ella, mi padre
y Gemma por no haber llamado el día de mi cumpleaños, y me dijo que vendrían todos a
visitarme en mayo- sobre que estaba bien que este nervioso por el hecho de que iba a ver a mi ex
rival con el que me había besado, pero que de todas formas debía comer, porque además esta
semana el entrenamiento se iba a intensificar debido al partido que teníamos el sábado, y si no
comía podía debilitarme.

Me recosté en medio del campo mirando el cielo, pero esta vez no tenía los auriculares puestos, y
solo se escuchaba el canto de algún que otro pájaro de vez en cuando.

¿Qué iba a suceder a partir de ahora? Había varias opciones, pero luego de los mensajes, lo
más factible es que Louis no dejara todo como estaba, si yo le gustaba iba a hacer algo ¿No es
así? Y el parecía estar mucho más seguro de lo que sentía que yo. Aunque para mi gran
sorpresa, la idea de que él quisiera seguir adelante con eso no me desagradaba para nada,
aunque solo era una suposición, pero también estaba el hecho de que yo había admitido que me
había gustado, y eso podía ser otro empujón para él.

¿Pero si solo dijo eso para que yo le conteste lo mismo y no le intereso en absoluto?

Descarté esa idea de mi mente, porque antes si lo hubiese creído capaz de hacer

algo así, pero ahora que lo conocía bien, no.

Me sentía mal e idiota por el hecho de pensar que en un momento creí que él iba a deberme algo
por esconder su secreto, pero en este momento me parecía algo cruel y extremadamente
innecesario.

-¡Harry! -No era el timbre de voz que esperaba oír, así que simplemente me quede allí, solo
volteando mi rostro.

-¿Qué sucede Andy?

Se sentó a mi lado, y apoye el peso de mi cuerpo sobre mis codos para quedar más a su altura.

-Los Stallions ya llegaron y ya no soportaba estar ahí dentro con ellos. -Reí ante su motivo para
salir de allí y me senté por completo a su lado sacudiendo el poco césped que había quedado en
mis codos.

-En realidad, no todos son tan malos, solo hay algunas pestes que arruinan a todos, o más bien a
la reputación de todos.

-Antes Tomlinson era uno de ellos, pero por alguna razón -Su mirada era acusadora y sabía a
que se refería con aquello-, a cambiado.

-No sé a que te refieres. -Levanté mis brazos como si fuese inocente, y me paré decidido a
dirigirme a los vestidores.

-¿A dónde vas? -Preguntó confundido y se levantó detrás de mí.

-¿A dónde crees? -Respondí sin girarme y emprendí camino hacia allí sintiendo los pasos de mi
amigo detrás de mí.

Seguramente estaban todos allí, y eso implicaba que también estuviesen Greg, Matt y Sparks.
Con suerte Matt no tendría la cara marcada como para acusarme, pero tenía a Louis de testigo y
Liam también había visto
mi golpe, no la sacaría tan fácil. También me preocupaba el rostro de Louis, si tenía alguna marca
nos serviría para que ellos no dijeran nada, pero no quería que tuviese nada porque los
moratones de después de un golpe son los que más duelen.

-¿Por qué no esperas aquí? Te llenaran a insultos, Harry.

No me quedé fuera por los insultos, sino más bien por si volvían a querer golpearme. Lo dudaba
ya que todos estaban allí, y tendría bastantes testigos, pero si eso pasaba yo golpearía de vuelta
y así arruinaría todo.

Me quedé hablando con Andrew de cosas sin importancia, películas que se estrenaron hace
poco, y ese tipo de cosas, pero mi atención se desviaba cuando veía movimientos saliendo desde
los vestuarios. Hasta ahora no había habido ningún rastro de él, solo compañeros de mi equipo
que salían hablando entre ellos, y así, también había divisado algún que otro de su equipo salir de
allí, y lo mejor es que me quedaba justo, porque Andrew estaba de espaldas a la puerta, y nos
encontrábamos por poco dentro de la cancha.

Me había dejado llevar por la conversación que estaba teniendo con Andrew hasta que lo vi salir
por la puerta del vestuario con su uniforme negro, llevaba las manos a los costados y caminaba
muy despreocupado, lo contrario a como estaría yo si me encontrase caminando. Me siento
estupido por estar nervioso. Me dirigió una mirada y sonrió, oh Dios, no era una sonrisa
arrogante, irónica, ni mucho menos, era sincera y realmente bella.

No pude devolverle la sonrisa debido a mi gran nerviosismo, seguramente

lucía como un idiota para él, pero no podía hacer nada.

Al menos eso aclaraba un poco mis dudas.

Corrimos, hicimos pases y luego estiramos. Ambos entrenadores nos anunciaron que haríamos
un partido amistoso el martes y eso me animo un poco, quería practicar así antes del partido ya
que era mucho más efectivo. Había acabado de bañarme rápidamente, como todo martes y
jueves hacía, pero no sabía si esperar a que Louis saliera así hablar con él o si irme y dejarlo
para otro momento, aunque se vería realmente cobarde de mi parte eso ultimo, así que luego de
meditar eso mientras me cambiaba, decidí esperarlo fuera de los vestidores rogando a que
saliese antes que alguno de sus tres idiotas compañeros.

-¿Qué haces aquí todavía? -Nuevamente, Andrew.


-Debo hablar con Louis. -Contesté mientras acomodaba la tira de la mochila que se estaba por
caer de mi hombro hacia mi brazo.

-Estaba vistiéndose, debe estar por salir. -Comenzó a caminar en dirección a la salida.

Me alivié un poco, esperando a que fuera suficientemente rápido como para salir de allí antes
que los demás, y así lo hizo, apenas Andy había desaparecido del lugar, un Louis con el pelo
mojado, unos jeans ajustados azul, remera sin manga negra básica y vans salió de allí, también
con la mochila al hombro.

-Hey. -Llame su atención y comencé a caminar en dirección a la salida sin dejar de mirarlo,
incitándolo a que me siguiera.

-Hola. -Sonaba algo animado.

Deje

de mirarlo, y fije mi mirada en la salida que había al final del campo derecho a nosotros, ya se
encontraba a la par mío, y reduje la velocidad un poco.

-¿Cómo te encuentras?

No sabía que preguntar y no quería que el ambiente se torne incomodo, y creo que lo notó ya
que soltó una suave y aguda risa.

-Bien, bien. ¿Y tú?

Le hacía gracia la situación, todo lo contrario a mí. ¿Cómo puede estar tan calmado? Oh, si, esta
en el closet y ha tenido más relaciones que yo, por eso mismo esta tan calmado.

¿Relaciones? Esto no es una relación de todas formas.

-Bien.

No dijimos nada más hasta que salimos del lugar, el se giró hacia mi, como esperando a que yo
hablara, pero tampoco se me ocurría nada para decir, necesitaba buscar en Internet alguna
especie de ayuda para esto. ¡Me he visto miles de películas de amor! ¡Y he leído un montón de
libros! ¿Cómo es que no se me ocurre nada?

-¿En que has venido? -Pregunté luego de meditar todas mis opciones sobre lo que podía decir, y
esa pareció la mejor.
-He tomado un taxi. -Sabía a que me refería con esa pregunta, pero no añadió nada más para
que yo tuviese que hablar nuevamente.

Maldito.

-¿Quieres que te lleve a tu apartamento? -Me atreví a interrogar, tratando de que mi nerviosismo
desapareciera.

-La verdad es que no. -Eso realmente no ayudaba, bien. Sentí como las facciones de mi rostro se
contraían frunciendo el ceño como si fuera un instinto, y comencé a caminar por el
estacionamiento

en busca de mi auto-. Oye, iba a decirte que quería ir a tomar algún café ¿Por qué no me dejas
terminar de hablar? -Sentí sus pasos detrás de mí, y frené de golpe ante lo que había agregado.
Se paró delante de mí mientras me miraba divertido.

-¿Por qué te tardas tanto en terminar una oración? -Mi ceño seguía estando fruncido, pero ahora
no me sentía tan idiota y rechazado como antes-. Ven, vamos.

Destrabé las puertas de mi Jeep Patriot con el botón que había en la llave, y abrí la puerta del
piloto para sentarme, luego de unos segundos Louis ya estaba sentado a mi lado en el asiento del
copiloto.

-¿A dónde quieres ir? -Pregunté cuando ya nos encontrábamos en la carretera, no había
demasiado tráfico a las 2 de la tarde y eso siempre me resultaba una ventaja.

-¿Te gusta starbucks? -Interrogó.

Sus café son espantosos, pero mientras que sigan sirviendo frapuccino de frutilla no tendré
problemas en ir.

Se había pedido un frapuccino de dulce de leche, que nunca me había animado a probar porque
lo creía demasiado empalagoso. Ninguno de los dos pidió nada para comer, y esta vez discutí
con él hasta que me dejara pagar a mí. Nos encontrábamos sentados en una de las mesas más
cercanas a la ventana que había allí, obviamente de madera extremadamente barnizada. Le
había recordado a Louis que antes de las cuatro debía llevarlo a su apartamento, o a donde sea,
porque tenía que ir a trabajar aún. Maldita sea.

-Así que... -Comenzó, pero dejo la frase

en el aire.

-¿Así que qué? -Lo incité a seguir.

-No lo sé ¿Tú que sientes sobre lo que sucedió? -Levantó una ceja mientras le daba un sorbo a
su frapuccino desde el sorbete. Se notaba que estaba divertido con la situación, seguramente
debido a mis nervios.

-Tu estas mucho más seguro que yo, Tomlinson, así que deja de disfrutar mi nerviosismo
¿Quieres? -Me atreví a contestar.

Se notaba en su mirada color zafiro que él sabía lo que quería y no tenía ni la más minima duda
de ello. En cambio yo estaba demasiado confundido con la situación, me agradaba estar con él, y
ese beso había sido realmente... diferente. Pero seguía confundiéndome, más que nada, el hecho
de que hace un mes el me odiaba, y yo lo odiaba a él.

-Lo siento. -Rió-. Bien, sabes que a mi me gusto ¿Por qué quieres que te lo diga? Si el que tiene
que aclarar las cosas aquí eres tú.

Un punto para él nuevamente, ¿Ahora que diría? Sabe como ponerme nervioso, y eso me
incomoda aún más. ¿Cómo es que puedo ir a un bar y seducir a alguien para tener sexo y Louis
puede ponerme nervioso? Eso es imposible. Bueno, al parecer no tan imposible.

-Me gusta pasar tiempo contigo, Louis, sino no estaría aquí. -Le dí un trago a mi frapuccino, que
era del tamaño más pequeño, al contrario de el de Louis, pero el ya lo llevaba por la mitad y yo
recién lo había bajado un poco.

-¿Entonces? -Acomodó sus brazos en la mesa y llevo su cuerpo más adelante acercándose a
mí.

-Entonces... -Dije-.

¿Entonces qué?

Ambos comenzamos a reír, parecíamos dos idiotas repitiendo lo mismo, y la verdad es que no le
encontraba sentido a ese "Entonces" porque seguía sin saber que decir, no tenía que pensarlo,
simplemente salía de mi, pero me costaba y mucho.
-No lo sé, si a ti te ha gustado, y a mí me ha gustado... -Dejó la frase en el aire nuevamente, pero
se sobreentendía lo que quería decir.

-Vale. -Contesté-. Lo dejaremos fluir.

Me sumí en mis pensamientos sin poder dejar de observarlo. Su cabello se había secado y ahora
se encontraba lacio sobre su cabeza, y un mechón cubría apenas su frente. Sus hermosos ojos
zafiro se encontraban fijos en la mesa, y supuse que también se encontraba pensando sobre
algo. Su pequeña nariz que encajaba a la perfección en su rostro. Y al final, sus labios...
recordaba lo que había sentido luego de que nos separáramos del otro en el estacionamiento, un
cosquilleo se había mantenido sobre mis labios, un cosquilleo que nunca antes había sentido. Ni
siquiera con James.

-¿En que piensas? -Su voz me saco de mis pensamientos.

-Oh. -Llevé mi mano a mi nuca y la acaricié levemente-. En nada. -Me encogí de hombros.

No iba a decirle que estaba pensando en él.

-No te creo.

-No me creas. -Me recosté sobre el respaldo de la silla y tomé el frapuccino en mis manos
mientras lo miraba desafiante.

-¿Estas desafiándome, Harry Styles? -Arqueó una ceja.

-¿Algún problema con eso, Louis Tomlinson?

/>
Me levanté del asiento y me dirigí hacia la puerta. Esa era una de las cosas que me gustaban de
starbucks, pagas antes, te vas cuando quieres sin la necesidad de tener que esperar a que se te
acerquen para traerte la cuenta.

Miré de soslayo para ver si Louis me seguía, y vi como su anatomía se levantaba también, pero
no pude llegar a ver la expresión de su rostro. Abrí la puerta empujándola, y la sostuve hasta que
mi acompañante salió por esta.

-Muy caballeroso de su parte, Sr. Styles. -Se burlo.

Comencé a caminar por el lugar, corroborando antes de que el estuviera siguiéndome. Había
demasiada gente, como era típico en San Francisco, y todas las tiendas estaban abiertas a
cualquier hora. Sentí una mano tomar mi antebrazo, y me giré para encontrar a Louis, aunque ya
sabía que era él. No podíamos frenar allí, las personas nos mandarían al diablo en todos los
idiomas existentes, así que seguí caminando con el agarrado de mí hasta que una cuadra más
adelante llegamos a un parque público que había allí. No había tanta gente como en otros
horarios, pero tampoco estaba completamente vacío. Alguna que otra persona estaba paseando
a su perro, pero no repare en ninguno de ellos.

-¿Qué hacemos aquí? -Preguntó.

-Es mucho más tranquilo ¿No te gusta? -Me dirigí a una de las bancas de cemento que no tenían
respaldo, y me quede esperando a que se sentara, pero no lo hizo, simplemente se paro frente a
mi y me miraba desde arriba.

-Si me gusta. -Desvió su mirada hacia algo que

se encontraba detrás de mí.

-¿Qué sucede? -Giré hacia atrás, y pude ver niños jugando entre ellos, mientras se corrían por el
verde lugar, también alguna que otra pareja recostada en el césped, y como ya mencioné antes,
personas paseando a sus mascotas.

-Nada. Estaba observando a la pareja. -Se notaba la tristeza en su voz, y eso me hizo sentir
realmente mal.

-¿Qué pasa con ellos? -Me atreví a interrogar.

-Que nunca he podido estar así, me refiero en público. -Volvió a posar su mirada en mí.

Oh, Louis. Me rompía el alma en pequeños pedazos el verlo así, debería ser realmente difícil
estar en su lugar, porque para mi había sido algo sencillo, pero él se encontraba con la presión de
tres de sus compañeros de equipo, que básicamente habían dedicado sus últimos dos años a
joderme a mí. Pero el también lo había hecho, y aunque me había molestado lo comprendía, o al
menos lo intentaba. Pero ya no estaba enojado con él, para nada.

Observé a todas las personas del lugar con lujo y detalle buscando algún rostro conocido,
inclusive si había alguien en alguna de las calles que se encontraban frente al parque. Y no divise
a nadie, así que me anime a dar esta vez el paso, aunque bueno, técnicamente yo lo había
besado por primera vez, y luego el, pero quería parecer más seguro. Él lo estaba, y yo había
parecido un idiota todo él día. Sabía que se iba a sentir bastante incomodo en publico y
aproveche que los roles se habían invertido.

-¿Qué sucede? -Interrogó.


/> -¿Puedes sentarte?

Hizo caso a mi petición sin rechistar, pero se encontraba algo confundido, y se sentó a mi lado,
no nos encontrábamos lo suficientemente cerca, así que me corrí un poco y dirigí una mirada
hacia él mientras sonreía. Ladeé mi cabeza y la acerqué a la suya. Me miró con pánico en el
rostro, pero no se alejo demasiado.

-No hay nadie conocido aquí. -Susurré.

-¿Estas seguro?

¿Su voz estaba temblando? Oh, si estaba temblando. ¡Era mi turno esta vez!

-Muy seguro. -Contesté con un obvio doble sentido.

El problema de Louis no era tener vergüenza, era que dirían las personas que conocía, como sus
familiares, amigos, y obviamente le aterraba lo que dirían sus compañeros de equipo -Matt, Greg
y Sparks- porque sabía que jamás se lo tomarían bien.

Una sonrisa apareció en mi rostro antes de sellar sus labios con los míos, los moví sobre los
suyos suavemente, no como habíamos hecho el sábado, que había sido algo mucho más brusco
y rápido debido a que nos encontrábamos agitados. Era algo más lento e incluso hasta dulce.
Pero la misma sensación de cosquilleo que sentí la primera vez se hizo presente nuevamente.

-¿Cómo se ha sentido? -Una gran y sincera sonrisa se asomó en mis labios.

-Estupendo. -Todos sus dientes se asomaron devolviéndome la sonrisa.

Nunca hubiese imaginado que besar a tu rival iba a sentirse tan bien.

Bueno,

subí ayer, pero creo que se los debo porque hubo bastantes comentarios en un día en
comparación a otras veces, y hubo otras en las que tuvieron que esperar más para que yo
pudiera subir. Así que aquí les dejo otro capitulo, y ademas, también es para aclarar otra cosa,
que sino voy a olvidar, bah, seguramente no, pero no quiero aguantar un día para descargarme,
entonces voy a hacerlo ahora: Para mí Larry es un romance ¿Se entiende? Así que me molesta
un poco que vengan aquí a comentar cosas sobre que es un bromance resaltando el "bro" porque
yo no lo creo así, y si hago una fic de Larry me parece algo obvio, tampoco es para que comenten
que son Elounor Shippers y todas esas cosas, vale, pueden ser lo que ustedes quieran ¿si?
porque yo no puedo prohibirles nada, ni tampoco hacer que sus gustos cambien, pero me ha
molestado. Ademas de que no es que las Larry Shippers estamos empeñadas en que Harry y
Louis son gays, sino que lo creemos, y estamos seguras de ello, no buscamos evidencias donde
no las hay porque SI hay evidencias sobre Larry:
http://larryspain.tumblr.com/post/41049137270/todo-lo-que-debes-saber-sobre-larry así que antes
de venir aquí a comentar cosas sobre que son Calderics, ¡ahorrenlo, y diganlo en otro lado!
porque pueden ser lo que quieran, y shippear lo que quieran, y me parece perfecto, pero no lo
comenten en mi fic porque me molesta un poco. Ademas de que no todas las Larry Shippers le
mandamos odio a Eleanor, sino que nosotras somos la que más odio reciben en el fandom, y
luego se quejan del cyberbulling y todo eso (a mi personalmente no me afecta lo que dicen ni en
lo más minimo, pero hay algunas chicas que han llegado hasta a suicidarse). Bueno, era eso, y
no tengo problema en que lean mi fic como un bromance, porque pueden hacer lo que ustedes
quieran y creer lo que ustedes quieran, y si les gusta ¡me parece perfecto! porque es lo que me
motiva a escribir, pero no comenten que Larry es un bromance, por favor, porque es algo que me
molesta mucho. Yo no voy a comentar que Elounor es falso en novelas de ellos (si es que hay,
pero supongo) así que porfavor, ahorren ese tipo de comentarios ¿Vale?
A pesar de todo eso, muchas gracias por leer, por los comentarios, y por los votos. Love
youuuuuuuuuuuuu.
Espero que les guste el capitulo adelantado y no haber jodido con todo eso que seguro no leeran,
pero vale.

Peace out.

=================

Capitulo 11.

Habíamos quedado en que el me pasaría a buscar por la disquería a las ocho así podíamos ir a
algún lugar, o simplemente a tomar algo. El hecho es que habíamos quedado para vernos
nuevamente. Quería relajarme, y era una buena manera. Mañana tendría el partido y el
entrenador ya había colocado mucha presión sobre mí, pero bien, era obvio que ganaríamos, no
encontraba la necesidad de presionarme tanto. Además sabía también que Louis lo necesitaba,
en el entrenamiento del día de ayer nuevamente nos dijeron cosas, a ambos, pero decidió
ignorarlas y yo también, y después de unos cinco minutos eso funciono por completo. Tenía aún
más preguntas sobre esto, porque me confundía demasiado el hecho de que Louis prefiriera estar
conmigo y tener que soportar los insultos a mandarme al diablo y volver a ser "amigo" de esos
imbéciles. Pero me gustaba que me prefriera sobre ellos. ¿Qué pensará el sobre todo esto?
¿Estará confundido? Ugh, me irritaba no tener ninguna respuesta.

No podía dejar de mirar la hora, y cada vez que lo hacía me irritaba aún más porque los minutos
pasaban extremadamente lento, aunque ahora agradecía que faltaban solo 6 minutos para que la
tienda cerrara y poder salir volando de allí a esperar a Louis.

Me había cansado de acomodar los CDs en la segunda hora debido a que me encontraba
pensando sobre todo esto, pero había sido un día bastante movido y mucha gente entro para
hacer preguntas y me mantenía entretenido.

Esta vez opté por unos skinny jeans diferentes a los otros, estos eran del color de la tela del jean,

bastante oscuros. Los negros ya estaban demasiado gastados, y seguramente Louis pensaba
que era un rastrero con un solo pantalón. Pero no cambié mis botas marrones. Sobre mi torso
llevaba una camiseta de mangas largas color blanco. Era muy raro en mí llevar algo con mangas,
pero lo bueno de las épocas de invierno es que no te sofocas de calor, así que a pesar de que
también podría haber optado por algo sin mangas creí que esa camiseta quedaría bien.

La hora en mi celular marcaba que eran las 20 en punto, así que me apuré a salir del lugar ya
que el horario había terminado, y Bill estaba para cerrar, por lo tanto no recibí ningún insulto de
parte de John.

Miré a ambos lados cuando salí del lugar para ver si lo veía entre toda la gente, y divisé una
cabellera castaña entre todos viniendo desde el lado izquierdo, que cuando freno delante de mi
confirmé era él.

-¿Has salido hace mucho? -Preguntó directamente cuando se paró frente a mí.

-Recién. -Contesté-. ¿A dónde quieres ir? -Comenzamos a caminar por el lugar en el que él
había venido, con cuidado de no mezclarnos entre la gente, porque bien, todos los días era
desastroso pero jamás como un viernes o sábado por la noche.

Se veía precioso con una gorra de lana gris sobre su cabello que dejaba escapar algunos de sus
mechones castaños dejándolos justo sobre su frente. Su atuendo era algo contradictorio, esta vez
llevaba nuevamente sus skinny jeans negro, pero su camiseta era blanca sin mangas. No tenía
mangas, pero si un gorro sobre la cabeza.

Aunque como dije antes, el clima es normal, así que seguramente no sentía nada de frío, pero
tampoco nada de calor.

-A la playa. -Dijo después de unos segundos de meditarlo. Ya habíamos llegado a mi Jeep, y se


subió a éste antes de que yo pudiera decir algo.

¿A la playa? Bien, no era una mala idea.

-¿Has comido algo? Porque yo no. -Ya había arrancado el motor del auto, y quería irme de allí lo
más rápido posible antes de que el tráfico empeorara.

-Podríamos pasar a comprar una pizza. -Se encogió de hombros-. Excepto que no te guste la
idea. -Se giró hacia mí, pero no pude devolverle la mirada ya que me encontraba en medio de la
carretera y no quería matarnos a ambos.

-Me encanta la idea. -Sonreí, obviamente sin desviar mi vista.

-¡Mira! ¡Allí hay un lugar! -Exclamó señalando un pequeño espacio que quedaba en donde mi
Jeep entraría justo, pero servía. De más esta decir que allí en frente había una pizzería-. ¡Yo la
pago! -Ya había estacionado y prácticamente se tiro del auto.

No quería dejarlo pagar, pero la última vez yo había pagado, y seguramente se enojaría si
interfería otra vez, y no quería eso.

-La próxima me toca a mí, y no te atrevas a quejarte. -Susurré en su oído cuando entre al lugar
detrás de él.

También compro una Coca Cola Light, porque ambos coincidimos en que era mucho más
sabrosa que la otra, y me resulto raro porque todos se quejaban cada vez que yo tenía que
comprar la bebida debido a que la compraba

light. ¡Pero es mucho mejor!

El camino a la playa fue bastante tranquilo, ninguno dijo nada, pero no era nada cercano a un
silencio incomodo. El Jeep olía a pizza, y mi estomago prácticamente comenzó a rugir. Luego de
unos cinco minutos ya había estacionado frente a la playa, y ambos bajamos rápidamente del
auto. El olor a océano lleno mis fosas nasales, y a decir verdad era uno de mis olores favoritos.
Se podía escuchar el ruido de las olas al romper, que era muy relajante a mi parecer.

Subimos por uno de los medanos, Louis llevaba la pizza en posición horizontal en la mano
izquierda, para que no se cayera hacia un lado, y la gaseosa en la otra mano. Corrió como si
fuese un crio aún teniendo cuidado, y se desplomo en la arena -no digo sentó, porque se tiro-
dejando la caja y la gaseosa en su costado izquierdo. Me senté también en ese lado unos
segundos después, y levanté la caja conmigo para ponerla sobre mis piernas.

No había nadie en el lugar, o al menos a la vista, pero no es que a mucha gente se le ocurría
venir un viernes en la noche a la playa. La mayoría de ellos se estaba preparando para salir, y a
veces hasta yo mismo hacía eso, pero ahora prefería estar con Louis.

Nos encontrábamos a unos cinco metros del mar, y si en unas horas no nos movíamos de allí, la
marea subiría y seguramente nos mojaría al menos las piernas.

Abrí la caja de pizza, y el suave y delicioso aroma que ya se sentía se intensificó como por tres
veces más. Moría de hambre, pero antes de tomar una porción giré la caja hacia el para

que tomara una.

-Que caballero eres. -Se burlo.

-Si no te hubiese ofrecido primero, me hubieses considerado un bruto sin modales, así que
cállate. -Sentencié antes de darle un gran mordisco a mi porción de pizza.

Tal vez era un detalle que él daba por alto, pero no importaba eso, solo quería decir algo, porque
si me callaba le estaba dejando ganar sin dar batalla.

-Quiero saber que piensas. -Salió de mi boca sin ni siquiera cruzar por mi mente antes.

Ya había terminado la tercer porción de pizza, y tomado un gran trago de Coca Cola Light del
pico, el había comido la misma cantidad que yo, y obviamente había tomado del pico de la botella
porque no fuimos lo suficientemente astutos para pedir vasos plásticos, habíamos estado callados
un gran rato, pero nuevamente, no había sido incomodo. Por el rabillo del ojo observe como se
giraba hacia mí y sus ojos zafiro se posaban sobre mi perfil.

-¿Sobre qué?

Quería decir nosotros, pero no sabía si existía un "nosotros".

-Sobre esto, ya sabes. -Ladeé mi cabeza y mis ojos se encontraron con los suyos.

A pesar de que no había pensado ni un segundo en lo que había dicho, si quería saber lo que
pensaba, si estaba confundido, o lo que sea, simplemente algo, a ver si podía aclarar algo en mi
mente también, aunque eso era algo prácticamente imposible.

-Es raro. -Fijo su vista en el horizonte, pero yo me quede observando su reflejo por unos
segundos y como la luz de la luna llena lo hacía

verse algo pálido y se reflejaba sobre sus ojos. Era completamente hermoso-. Hace un mes no
soportaba la idea de verte, te detestaba. -Me gustaba que hablara en pasado-. Pero me agrada.
-¿Te agrada? ¿O te agrado? -Me volví para mirar el horizonte yo también.

No era lo mismo.

-Ambas. Me agradas, y también me agrada la situación.

A decir verdad no podía verse mucho del horizonte, pero la luna se reflejaba en el océano y era
algo realmente bello para apreciar.

-¿Ah, si? -Mi tono sonaba divertido y arrogante.

-No, ahora no. -Trató de sonar serió, pero no funciono.

-Estas algo histérico hoy, avísame cuando te decidas. -Bromeé y me acosté sobre la arena.

El cielo se encontraba totalmente estrellado, aunque bueno, aún no sabía nada sobre
astronomía, pero seguramente jamás aprendería. Resistí mis ganas de voltearme hacia él para
ver su expresión, porque sabía que se encontraba girado hacia mí. Luego de unos segundos
tratando de contenerme sentí su presencia acostándose a mi lado. Nuestros brazos eran lo único
que se tocaba entre nosotros, pero al menos por ahora me resultaba suficiente.

-Tú tampoco estas muy seguro sobre esto. -Dijo.

Por momentos si, y por momentos me cuestiono todo lo extraño sobre esto.

-Lo sé. -Me limité a contestar.

Su mano se movió cerca de la mía y titubeo, pero paso su brazo por sobre el mío y entrelazo
nuestras manos. Se sentía bien, correcto, y a la vez extraño, muy extraño. Un

cosquilleo me recorrió por toda la espalda, pero decidí que no era nada... ¿O si lo era?

-Tu tampoco lo estas.

Por algo dudó en tomar mi mano, ¿Verdad? Yo creía que estaba seguro de lo que hacía,
inclusive me lo había afirmado. Pero no era así.

-Lo sé.

No esperaba esa respuesta en absoluto.


-¿Pero sabes que más sé? -Rompió el silencio nuevamente luego de unos segundos. Me volteé
hacia él-. Que me gustas, y yo te gusto de vuelta.

Habían sido las palabras justas. Él me gusta, y me lo había dicho el mismo Liam, que jamás se
confunde, pero no lo había sentido tan real hasta ahora. Me gusta, y yo le gusto de vuelta.
Esperaba que no notara la aceleración de mis pulsaciones, porque me sentiría completamente
ridículo.

Se volteó hacia mí, y sus ojos se encontraron con los míos. No podía comprender que expresaba
en ellos, pero tampoco es que me moría por hacerlo, ya que él mismo me había confesado como
se sentía. Ganas de besarlo me invadieron por completo, y prácticamente me abalancé sobre sus
labios, pero no lo besé. Abrí mis labios un poco, y los rocé sobre los de él suavemente, tenía sus
ojos cerrados, así que hice exactamente lo mismo, porque por alguna razón así se sentía mejor.
Seguí rozando mis labios con los suyos, que ahora también se encontraban entreabiertos y sentí
una leve vibración sobre los míos debido a la pequeña carcajada que había soltado.

-¿Qué sucede? -Pregunte sin dejar de tocar sus labios.

Que bien se sentía.

/>
-¿Vas a besarme? -Interrogo, tampoco él se alejo de mis labios.

-¿Eso es lo que quieres?

-Tú también quieres eso. -Afirmó.

-Lo sé. -Contesté.

Me dejé de rodeos y uní sus labios con los míos. Me sentía como siempre creí que debería
sentirse estar en una película de amor. No podía dejar de mover mis labios sobre los suyos, y no
me molestaba seguir respirando por la nariz, porque no quería separarme de él, no podía. Reparé
en que nuestras manos seguían entrelazadas, y apreté el tacto sobre la de él, que era mucho
más pequeña que la mía. Mi otra mano se dirigió hacia su cintura. Ambos nos encontrábamos
acostados boca arriba, así que tuve que estirarme un poco para llegar y atraerlo a mí. Luego de
hacer eso, subí mi brazo hacia su cabeza y quité su gorro de lana, que tan precioso le quedaba.

-¡Dámelo! -Gritó rompiendo el beso, mientras se estiraba hacia mi brazo para agarrarlo.

-¿No me lo prestas? -Pregunté y lo puse sobre mi cabello haciendo morros. Sonrió y dejo un
beso sobre mis labios fruncidos.
Nunca hubiese imaginado que Louis Tomlinson podría hacer algo tan dulce como eso.

-Te queda... bien. -Dijo luego de unos segundos.

Nuestras narices se rozaban, y podía sentir su aliento rozar mis labios. Sus hermosos ojos color
celeste se encontraban bien abiertos, y podía inspeccionarlos perfectamente sin sentirme
incomodo.

-¿Eso crees? -Me atreví a preguntar con una gran sonrisa en mi rostro.

-Si, eso creo. -Respondió

seguro.

Acerqué mi boca aún más a la suya, nuevamente dejando que nuestros se tocasen, pero no hice
ningún movimiento sobre ellos. No obstante, sentí un fuerte cosquilleo sobre mis labios, que me
resulto imposible de ignorar, pero no podía hacer nada con eso.

No fui yo el que dio la iniciativa, bien, si fui yo al acercarme, pero el comenzó el beso moviendo
sus labios suavemente sobre los míos. Fue un beso demasiado suave, y lento, pero también fue
duradero, ninguno de los dos parecía estar desesperado, pero tampoco queríamos separarnos
del otro. Dirigí mi mano libre hacia su cabello y enredé mis largos dedos en éste, mientras que él
con su mano libre acariciaba mi mejilla muy suavemente.

Me encantaba esa sensación, no me sentía para nada como había sido con James, era mucho
mejor. Los labios de James eran fríos y sin sentimientos, en cambio Louis expresaba miles de
cosas en ellos, y eso me volvía loco.

-¿Qué sientes cuando te beso?

Hice un esfuerzo por separarme de él y preguntar eso, pero solo separamos nuestros labios. Una
de mis manos seguía en su suave y sedoso cabello, ahora libre del gorro, su mano seguía en mi
rostro y nuestros dedos seguían entrelazados, además de que nuestras frentes se encontraban
juntas aún.

-Realmente, no lo sé. Pero se siente bien. -No estaba mintiendo-. ¿Y tú?

-Adoro la sensación que me transmites. No sé como explicarlo. -Respondí.

Había sonado demasiado cursi, y lo admitía, pero nunca había tenido la oportunidad de ser cursi
con
nadie, aunque me daba vergüenza hacer el ridículo.

-Vale, ya se que eso fue cursi. -Admití cuando vi como una sonrisa burlona amagaba a
asomarse-. Pero déjame en paz.

Frunció el ceño y quito su mano de mi rostro, por alguna razón comencé a sentirme vacío, pero
eso no fue nada comparado a cuando quitó su mano de la mía y se levanto de mi lado,
caminando hacia delante. Se detuvo en la orilla del mar, y lo único que pude hacer era mirarlo
confundido desde atrás. Me había sentado en la arena, y realmente esperaba a que volviera y se
sentara a mi lado nuevamente diciendo que era una broma, pero no lo hizo, así que decidí que
debía acercarme yo, a pesar de que eso fuera a enterrar mi dignidad aún más.

A paso lento me acerque a él, y rodeé su cintura con mis brazos. Eso también era algo bastante
cursi, pero no me importo. Ya no me importaba mi dignidad, orgullo, y todas esas cosas, al menos
no por ahora.

-¿Te has enojado? -Pregunte.

Tenía mi mentón apoyado sobre su hombro, y deje un corto beso sobre su cuello, para luego
volver a acomodarme. Observaba su perfil como podía, y realmente me parecía maravilloso,
aunque sus facciones estuvieran contraídas porque se encontraba enojado, seguía siendo
hermoso, y seguramente siempre lo sería. Tenía rasgos que lo hacían verse demasiado dulce e
infantil, pero a la vez te parecía alguien con un gran carácter, que a la primera de cambio te
mandaría al diablo. Y ese absolutamente era él, su rostro lo definía por completo.

-¿No querías que te deje en

paz? Ahora tú déjame en paz. -Sonó bastante frío, aunque sabía que no estaba del todo enojado.

-Estaba bromeando. No quiero que me dejes en paz, Louis.

Anhelaba sus labios sobre los míos nuevamente. Nuestras manos entrelazadas. Tocar su
cabello. Acercarlo a mí tomándolo por la cintura.

Era algo que había hecho hacía menos de cinco minutos, pero aún así lo anhelaba. Y debo
admitir que me asusta.

-No. -Simplemente respondió.

¿No qué? Quería preguntar. Porque no dije nada a lo que pudiera responder con un "no" pero
sabía que se estaba negando a eso. Que no quería que lo bese, juntar nuestras manos, y todo
ese tipo de cosas. No, él decía que no quería eso, pero yo estaba seguro de que si.
Lo giré hacia mí lo más rápido que pude dejándonos frente a frente. Estaba sorprendido, e iba a
querer quitarse, estaba seguro, pero no iba a dejarlo. Mis brazos ya se encontraban fuertemente
alrededor de él, antes había sido un toque suave, pero ahora estaba algo así como reteniéndolo,
pero él no quería irse aunque no lo dijera.

-Suéltame, Harry. -Su voz sonó fría nuevamente.

-No. -Sonreí.

-¡Que me sueltes! -Sonaba enojado.

-Sabes que podrías soltarte tu mismo si quisieras. -Susurré en su oído-. No quieres que te suelte.

-¡Que te den! -Gruñó, y comenzó a retorcerse entre mis brazos.

Sonreí ampliamente, y comencé a acercar mi rostro hacia el suyo. Retiró su cabeza hacia atrás,
dándome a entender que quería que me aleje. Pero no quería eso, y yo tampoco. Como pude,
junte sus labios con los míos al fin luego de una especie de batalla de un minuto que se hizo
bastante extensa para mí. Al principio no respondió al beso, pero luego de unos momentos de
sentir mis labios sobre los suyos comenzó a moverlos el también. Mis brazos se quedaron sobre
su cintura, pero el levantó las palmas de sus manos y las apoyo sobre mi pecho. No era para
apartarme.

-Nunca te soltaré. -Dije con doble sentido, y supe que lo comprendió cuando una gran sonrisa se
asomo en su rostro.

Heeeeeeeeeey, solo paso a decirles que gracias por los comentarios, los votos y las lecturas.
Love youuuuuuuuu.

Peace out.

=================

Capitulo 12.

Mi deber como mariscal de campo era dirigir al equipo, poner todo en orden, dar las órdenes
también, y todo ese tipo de cosas. Pero me encontraba completamente distraído, y no sabía la
razón de aquello, pero la suponía. Louis Tomlinson.

Sacudí mi cabeza para tratar de hacerlo desaparecer de mi mente al menos por unos minutos. El
partido seguramente lograba distraerme, y solo faltaban unos 10 minutos para salir al campo a
jugar. Nuestros rivales deberían estar por llegar también, aunque la rivalidad con ellos no era
nada parecida a la que teníamos con los Stallions. Inclusive, con los Hale Mayors nos llevábamos
muy bien.

La mayoría de los partidos los hacíamos en nuestro campo, y sino en el de los Stallions, porque
eran los más cuidados y también eran algo más grandes que los demás.

-¿Nos dices cual será la estrategia? -La voz de Andrew fue lo que me faltaba para sacarme de mi
especie de trance.

Tampoco había pensado en ello, mierda, que mal capitán de equipo que soy.

-La de siempre. -Me giré hacia él, quien se encontraba detrás de mí, y noté que me encontraba
en medio de los cambiadores. Creía que me encontraba frente a mi casillero, de mal en peor.

El lugar era un completo desastre, y olía a sudor. ¿Cómo es posible que antes del partido ya
oliese a sudor? Malditos antihigiénicos.

-Bien. -Se limitó a decir-. ¿Vendrás a la fiesta que hará Thomas después del partido? -Los ojos
marrón claro de mi compañero estaban fijos en mí.

Definitivamente no

iba a ir, debido a que Louis pasaría por aquí al final del partido e iríamos a hacer algo, no
habíamos planeado que era eso aún, pero algo simplemente. Una vez que lo había sacado de mi
mente por un tiempo, Andrew lo devuelve allí nuevamente con sus preguntas. Si llego a
distraerme en medio del partido la culpa recaerá en él.

-Saldré con Liam, Zayn, Niall y Louis. -Mentí.

Solo saldría con Louis, pero no podía decirle eso debido a que mi futura compañía -que esperaba
realmente con ansias- podría enojarse si se enteraba. Si bien podía ser una simple salida de
amigos, comenzarían a sospechar, aunque no fuéramos nada sospecharían, pero así no habría
nada que ocultar. Y claramente, para él si había algo que ocultar, yo no tendría problema alguno
de sacarlo a la luz, pero jamás lo presionaría ahora.

-¿Louis es amigo de ellos también? -Preguntó. Su rostro no mostraba confusión, y tampoco me


juzgaba por ser amigo de Louis, le agradecía tanto por ello.

-Algo así. -Me limité a responder, porque nunca habían hablado entre ellos.

En ese momento once personas -más bien, chicos- entraron a los vestidores con sus uniformes
color rojo con las respectivas letras y números en color azul francia. Había decidido ignorarlos a
todos ellos, hasta que divise un cabello rubio platinado muy familiar. Sus ojos color miel se
frenaron en mi, y sus rasgos muy bien formados aparecieron en mi mente como un flash. Recordé
sus carnosos labios sobre los míos, pero ya no sentí ningún tipo de atracción hacía ese hombre.

Era bello, seguía siendo igual de bello, pero definitivamente no sentía nada.

-Harry. -Se acercó hacia mí y planto un beso en mi mejilla.

-James ¿Qué haces aquí? -No medí mis palabras, simplemente salieron de mi boca.

Sabía que iba a la universidad Hale, pero eso de que jugaba football americano era algo
completamente nuevo para mi.

-Pensé que te alegrarías de verme aquí. -Estaba sonriendo, y le sonreí devuelta, pero no era una
sonrisa demasiado sincera.

No es que detestaba verlo, porque no lo odiaba, para nada, pero me resultaba demasiado
extraño y no estaba en mis planes, para nada.

-Si, me alegro. -Contesté.

-¿No crees que podríamos intentarlo nuevamente? -Preguntó ladeando su cabeza y apoyando
todo su peso en su pie izquierdo.

Bien, eso fue demasiado directo. ¿Es que realmente se puede preguntar ese tipo de cosas así?

Me tensé instantáneamente, porque no sabía que contestar, solo esperaba que notara que no
podía, o no quería, alguna señal, algo. Pero no decía nada, simplemente esperaba mi respuesta.

El ambiente se tornó demasiado incomodo para mi, pero definitivamente no para él.

-Yo... -No sabía que decir.

-Piénsalo, puedes contestarme cuando terminemos con esto.

No quería rechazarlo porque tenía miedo de herir sus sentimientos, pero no iba a tener nada con
el nuevamente. Era demasiado histérico y siempre quería que yo vaya detrás de él ante todo. No
se enojaba porque era necesario,

solo quería que yo fuese una especie de perro.

Bien, yo había ido detrás de Louis unas veces ya, pero sabía que no era esa su intención porque
definitivamente actuaría diferente, ya lo había vivido con James.

Me dio la espalda y pude apreciar su apellido -Hyle- bajo el gran número 5 que también tenía
delante, pero no le había prestado atención.

El entrenador entro al lugar y nos aviso a todos que era hora de salir al campo. Mi equipo salió
detrás de mí después que ellos, y lo de siempre estaba pasando, la tribuna contraria abucheaba
al equipo que salía, y la tribuna del equipo gritaba y hacía todo tipo de sonidos de aliento.

Observe nuestra tribuna, y no pude evitar sonreír cuando en la primera fila vi a Louis sentado en
una posición despreocupada, con las piernas cubiertas por sus skinny jeans negros algo abiertas,
y sus brazos descubiertos debido a la remera sin mangas color blanca que llevaba, y apostaba
que tenía sus vans azules. Su cabello castaño estaba libre del gorro de lana, que me había
quedado yo y no planeaba devolverle, al menos por ahora. Lo tenía hacia atrás, en una especie
de jopo, y su barba estaba creciendo de a poco, pero no le quedaba para nada mal, lo hacía lucir
más grande y rebelde. Sus ojos zafiro se encontraban clavados en mí, y una sonrisa apareció en
su rostro cuando notó que yo me había percatado de su presencia.

Hubiese apostado todo a que lucía como un completo idiota.

Tener a Louis allí no le ayudaría para nada a mi concentración, pero por alguna

razón sentía que debía hacerlo mejor ahora que él se encontraba observando. Me motivaba.

Ganamos por una gran diferencia de puntos, y ni siquiera tuve que esforzarme demasiado,
mucho mejor, porque realmente no iba a poder concentrarme para esforzarme más.
Prácticamente, mi vista estaba más en Louis que en el balón.

Se encontraba esperándome fuera, como yo había hecho el sábado anterior con él, y varios de
mis compañeros preguntaron que hacía aquí, y tuve que darles la respuesta de que saldría con
mis amigos y conmigo, y que había venido para irnos juntos. Aunque el final era cierto.

Termine de bañarme y cambiarme de ropa en un tiempo record por dos motivos; 1: Louis, 2:
James.

Guardé el uniforme en la mochila así podía mandarlo a lavar, y salí rápidamente de allí para
encontrarme con Louis.

-¡Harry! -La voz de James me dejo congelado en el lugar.

Louis se encontraba esperándome en la misma posición en la que lo había visto la primera vez,
solo que sentado en la banca y parecía totalmente despreocupado. No había nadie dentro del
campo, excepto él, quien se volteó al escuchar mi nombre, yo me quedé parado allí observándolo
esperando a que James se acercara a mí.

-¿Ibas a irte sin responderme? -Preguntó ya delante de mí.

¿Eso no es suficiente respuesta?

Ya no podía ver a Louis, ya que su cuerpo lo cubría por completo, pero pude imaginar su ceño
fruncido, además estábamos lo bastante cerca de él como para que escuchase todo.

-No. -Me limité a decir, pero era más que nada por lo que me había planteado antes del partido.

-¿No qué? -Una sonrisa apareció en su rostro.

Oh Dios, es que es obvio que es por lo otro.

-Lo siento James, yo... no. -No sabía como expresarlo, era la única palabra que me salía decir
para tratar de rechazarlo.

-¿Hay alguien más? -Su rostro reflejaba algo de enojo.

-Si. -Afirmé algo cortante.

-Bien. -Dejo un beso en la comisura de mis labios, y se fue en la dirección de los vestidores.

Eso no había causado nada cercano a lo que Louis causaba en mi ahora, prácticamente fue todo
lo contrario.

Comencé a caminar hacia Louis, quien ahora se encontraba más rígido de lo normal en el banco.
Se levantó decidido antes que yo, pero en tres largas zancadas ya estaba a su lado.
-Yo... -Nuevamente, no sabía que decir.

¿Se abría enojado? No he hecho nada, pero el ha visto con sus propios ojos lo que paso.
Aunque también si escucho lo que dije, tiene que entender que no fue mi culpa.

No dijo nada, y yo tampoco sabía como justificarme. Salimos hacia el estacionamiento, y supe
que no estaba enojado cuando me siguió hacia el Jeep. Casi suspiro de alivio, pero no quería
parecer tan desesperado. Saqué las llaves de la mochila y destrabe las puertas. Las cerramos a
la vez, y arroje mi mochila hacia el asiento trasero, pero no arranque el auto, simplemente me
desplome en el asiento y recosté mi cabeza en el costado, así quede mirando

el techo gris de mi auto.

-Yo... -Parecía un idiota repitiendo lo mismo-. No sé que decir, joder.

El auto se inundo en un gran silencio nuevamente, y cuando supe que no iba a contestar,
arranque el auto y salí de allí reprimiendo mis ganas de golpear mis puños sobre mis piernas con
toda la fuerza que pudiese. No sabía hacia donde dirigirme, así que conduje hacia el mismo lugar
en el que habíamos estado ayer, la playa. Cuando estacione el Jeep, no dudé en bajar del auto, y
dirigirme rápidamente hacia la playa. Presione el botón para trabar las puertas cuando oí como
Louis la había cerrado. Baje por el medano prácticamente corriendo, y me acerqué a unos dos
metros de la orilla del mar.

Una parte de mí sabía que él no estaba enfadado, pero la otra no encontraba explicación para
que no respondiera lo que había dicho, o querido decirle, o que no dijera nada en absoluto.

Sentí unos brazos alrededor de mi cintura, y como su cabeza se apoyaba sobre la parte trasera
de mi cuello, no era tan bajo a comparación mía, porque solo le sacaba media cabeza, así que
había recostado su cabeza un poco de más. El aire prácticamente volvió a mí. No estaba
enojado. Nuevamente quise suspirar de alivio, pero no lo hice.

-No estoy enojado. -Le respondió a mis pensamientos, aunque no supiese lo que estaba
pensando.

-¿No? -Mi voz sonó como un susurro.

En ese momento me di cuenta de que tenía mucho miedo sobre lo que iba a decir.

-No contigo. -Dijo-. ¿Quién es el? -Podía

sentir su aliento rozar mi espalda, a pesar de que el material de mi remera se interpusiera en


medio.
-¿Recuerdas cuando te he dicho que nunca he tenido una relación formal? -Pregunté, pero no
obtuve respuesta-. Solo fuimos... algo, pero no llegamos a nada serio. No lo cuento como un
novio.

Lleve mis manos hacia las suyas, y repose las mías sobre las de él que se encontraban del
revés, así que solo yo pude entrelazar mis dedos en sus manos.

-¿Sabías que iba a estar allí?

-Para nada, sabía que estudiaba en esa universidad, pero jamás creí que iba a unirse al equipo.

-¿Por qué no funciono?

Estaba llenándome a preguntas, pero por alguna razón creía que le debía las respuestas.

-Quería que yo fuese su cachorro, que estuviera detrás de él todo él tiempo rogándole.

Se separó de mí abruptamente, y volví a sentirme vacío como la noche anterior. Esa sensación
desapareció por completo cuando tomo mi cintura y junto sus labios con los míos en un beso
fugaz. Mis dos manos se dirigieron hacia su rostro tomándolo con delicadeza, era un beso
posesivo y rápido comparado a los demás y transmitía sentimientos muy diferentes, pero aún así
me gustaba tanto como los anteriores.

-¿Y crees que esto funcionará? -Preguntó separando sus labios de los míos.

-Solo sé que quiero que funcione. -Admití bajando un poco mi rostro para juntar nuestras frentes.

-Esto es muy cursi, lo sabes, ¿Verdad? -Frunció el ceño, y deje un corto

beso entre sus cejas, que hizo el momento aún más cursi.

Pero no me importaba.

-¿No te gusta qué sea cursi? Porque puedo ser más cursi aún. -Lo reté.

-¿Si? -Puso cara de asco, a lo que largué una leve risa.

-Si, pero eso simplemente sale de mi.

En realidad no lo sé, porque nunca he tenido a nadie para ser cursi de esta forma. Menos que
menos con James, no era su estilo, y seguramente se hubiese burlado en mi cara de por vida si
decía algo cursi, pero sentía mucha más confianza con Louis.

-¿Podemos ir al bar? -Preguntó-. No tengo hambre, solo quiero tomar algo. Excepto que tú
quieras pasar a comprar algo para comer.

Yo tampoco tenía hambre, por alguna razón Bill había aparecido con una caja de donas en la
disquería. Siempre hacía eso cuando estaba de buen humor, y todo estaba saliendo muy bien
económicamente para él, y la verdad es que no me molestaba degustar unas donas de vez en
cuando. Así que antes de irnos y parir para él bar, le di un corto beso en los labios, y luego me
siguió para salir de allí.

-¿Qué quieren para tomar? -Zack nuevamente con su pregunta. Debería traerme el vodka con
naranja y ya.

-Vodka con naranja. -Contesté.

-Whisky. -Dijo Louis.

El lugar estaba tan lleno como era de esperarse, pero nuevamente había butacas vacías en la
barra, solo que esta vez eran 3 de ellas, aunque tomamos los mismos lugares de la vez anterior.
También había sido un incordio pasar en medio de la pista

de baile, y recibí dos apretones en el trasero, no quería imaginar cuanto habían tocado a Louis.

Me encontraba apoyado sobre las palmas de mis manos, mientras mis codos se apoyaban en la
barra. Sentí una suave mano acariciar mi brazo, y comprendí que Louis quería tomarme de la
mano. Deje mi palma libre para que pudiese agarrarla, y la tomó con delicadeza llevándola por
sobre la barra.

Seguramente le resultaba extraño hacer eso en publico, pero me agradaba, y estaba seguro de
que lo hacía porque nadie que él conociera podría encontrarse allí, y la playa también nos servia
porque siempre se encontraba completamente vacía a estas horas.

Zack apareció con nuestras dos bebidas, y Louis soltó mi mano para tomar entre sus dos palmas
el vaso de cristal, para darle un largo trago al whisky. Con dos vasos de esos completos, tendría
que arrastrarlo a su casa, pero si eso era lo que él quería, bien.

Tomé el vaso de plástico con mi bebida en manos, y también le di un largo trago. Ya estaba
bastante acostumbrado a esta bebida, y estaba rebajada en comparación a la de él, así que no
me afectaría demasiado, y de todas formas no podía tomar mucho ya que tenía que conducir.
Ladeé mi rostro para observar a Louis quien se encontraba concentrado observando su bebida, y
nuevamente, los que se encontraban detrás de él lo miraban descaradamente y hablaban
seguramente sobre su anatomía sin disimulo.

-Te están mirando. -No era como las primeras dos veces, sino que ahora sentía algo en mi
pecho, y tenía ganas de gritarles que ni

se atrevieran a mirarlo nuevamente.

Sus mejillas se tornaron color rosado, y aunque eso me resultaba demasiado adorable, se estaba
sonrojando por un par de babosos que lo estaban observando.

No, Harry, no te sientas posesivo, ¿Quieres?

No, definitivamente no quiero.

-¿Estas sonrojado? -Ya sabía la respuesta, de todas formas.

Alcé mis cejas y dirigí mi mirada hacia el frente fijándola en mi bebida, a la que le dí otro largo
trago dejándola por debajo de la mitad.

-No estoy sonrojado. -Contestó luego de unos segundos.

Me volteé nuevamente para decir algo, aunque no tenía idea de que, pero me frené en cuanto a
vi a un chico, obviamente más pequeño que nosotros parado detrás de mi acompañante. Apoyó
su gran mano en el hombro de Louis, y ladeó su lacio y rubio cabello hacia un costado para
quitarlo de sus ojos color esmeralda, parecidos a los míos, pero algo más claros.

-Hola, guapo. -Su voz era algo ronca para parecer de 16 años.

¿Guapo? ¿Es en serio? Si vas a coquetear, hazlo bien.

Noté como el cuerpo de Louis se tenso a mi lado, y realmente disfrute aquello. Ahora no se
encontraba para nada sonrojado.

Eres libre de sentirte incomodo, Tomlinson.

Giró su rostro hacia el chico, pero solo eso, su cuerpo lo dejo apuntando al frente.

-Hola. -Fue casi inaudible sobre el sonido de la música, pero solo porque había susurrado, ya
que ésta se encontraba bastante baja en volumen hoy.
-¿Quieres bailar? -Sonrió de costado intentando coquetear con él, pero fue más una mueca que
una sonrisa.

Tenía ganas de escupirle la cara.

-Él esta conmigo. -Quería que se sintiera incomodo, pero ya no podía aguantarlo más allí.

Sin dudar un segundo más, plante un beso en los labios de Louis, que fue algo rudo y rápido. Me
recordó al beso en el que él había tomado la determinación cuando llegamos a la playa. No sé en
que momento se fue el chico, y la verdad es que no me interesaba en absoluto. En ese momento,
solo me importaba la persona que tenía sus labios pegados a los míos, nada más.

Hey Sweeties, ¿Saben? Ayer termine de escribir la novela, bueno, me falta terminar el epilogo,
que ya he comenzado. Va a constar de 28 capitulos, sin contar el prologo y el epilogo,
obviamente, así que en total van a ser unas 30 partes. Tal vez crean que es muy corta, pero no
me sale hacer capitulos de relleno, así que lo siento...

Peace out.

=================

Capitulo 13.

Quería estirar mis brazos por sobre mi cuerpo y desperezarme como un completo perezoso, pero
no podía debido a que tenía a Louis acostado sobre mi pecho descubierto. Así que me limité a
observar el blanco techo hasta que él se dignara a despertar.

Si, había dormido con Louis en mi apartamento. Pero no es lo que cualquier persona hubiese
creído al vernos cubiertos con una simple sabana desde la cintura para arriba sin ninguna tela
que cubriera nuestro torso, pero ambos nos encontrábamos con unos pantalones de gimnasia, y
por consecuencia, ambos eran míos. Él se había cambiado en el cuarto de baño que se
encontraba dentro de mi habitación, y yo en esta misma.

Luego del beso que espantó al chico en el lugar, intento de todas las maneras que admitirá que
estaba celoso, y si, lo estaba, no se lo dije de esa forma, más bien fue algo como que solo soy
posesivo, y comenzó a decirme que era lo mismo, o parecido y todo ese tipo de cosas hasta que
me di cuenta que podía hacer lo mismo con la situación de James y todo se revirtió.

No habíamos dejado de tocarnos en toda la noche, y no debería malinterpretarse tampoco, me


refería a que si no nos estábamos besando, nuestras manos se encontraban entrelazadas, y ese
tipo de cosas.

¿Qué diablos esta pasando conmigo? Tampoco es que tenga alguna experiencia sobre como es
enamorarse, porque repito, con James jamás sentí lo que sentía cuando Louis me besaba y ese
tipo de cosas. Pero es imposible enamorarme de él en tan poco tiempo ¿Verdad? Me refiero a
que, hace ocho días nos habíamos

besado por primera vez, era algo imposible, el amor no se "desarrolla" tan rápido.

Creo.

Las confusiones seguían dentro de mí, pero había algunas cosas que se habían aclarado, y por
ahora vayamos a por esas debido a que son menos:

-Me gusta Louis.

-Le gusto a Louis.

-Quiero ayudar a Louis.

-Quiero estar con Louis.

Y la más importante de todas -Porque realmente es un gran avance poder admitirlo, al menos a
mi mismo-:

-Quiero a Louis.

-¿Por qué sonríes? -Nunca había escuchado su voz tan ronca.

Que sexy, joder.

-No había notado que estaba sonriendo. -Respondí y baje la mirada hacia él.

Su cabello estaba completamente despeinado y peinado hacía atrás, y definitivamente ya tenía


una barba de unos 3 días que tal vez había crecido algo de más en la noche, porque no la
recordaba de esa forma -o estoy loco y veo cosas-. Sus orbes azules me admiraban desde abajo
muy abiertas, y a no ser que estuviese despierto hace ya unos minutos, me resultaba imposible
que no tuviera que mantener los ojos entrecerrados, al menos un poco. Las comisuras de sus
labios se encontraban algo elevadas, pero no se podían ver sus dientes.

-Tus hoyuelos son muy lindos. -Comentó.

Había dos opciones: 1; Sigue algo dormido. 2; Esta jugando conmigo.

-Con que mis hoyuelos son lindos. -Sonreí algo arrogante, y seguramente solo el del lado
izquierdo logro aparecer en mi rostro.

-Se ven muy adorables

en ti. -Se levantó un poco y dejo un beso en mi mejilla, o más bien en donde debía ir el hoyuelo
que no había aparecido.

Tu eres muy adorable, Louis.

Y por alguna razón, estoy sintiendo mis mejillas más calientes de lo debido.

Por favor que no lo note, por favor que no lo note.

-Te has sonrojado. -Lo notó.

Una gran risa salió de entre sus labios y el aliento que salía de ella pego sobre los míos, que se
encontraban algo entre abiertos.

A pesar de que se estaba burlando de mí, tenía unas inmensas ganas de besarlo. No me
importaba el mal aliento mañanero, y toda esa porquería, yo quería sus labios sobre los míos en
este momento, no esperar cinco minutos.

-¿No vas a darme un beso? -Pregunté haciendo morros.

Seguramente me veía como un idiota.

-Ya te he dado uno.

-No en la mejilla. -Fruncí el ceño dejando mis labios en una línea recta.

-Te ves patético. -Sonrió, y se sentó al lado de mi cabeza mirándome desde arriba.

-Lo sé. -Admití.


No me había ofendido con el comentario porque lo tenía muy asumido, además sabía que no me
lo decía en forma ofensiva, le agradaba mi actitud pegajosa, cursi y en momentos -como en el
bar- celosa. A mi también me gustaba, nunca había tenido la oportunidad de ser así con nadie, y
hubiese sido perfecto que esto pasara una semana antes de San Valentin, pero no, justo un día
después.

-Voy a besarte de todas formas. -Dijo.

Agacho su rostro

hacia mí, y junto sus labios con los míos desde un costado, era extraño, pero yo no gire el rostro
para que nuestros labios fueran parejos, y él tampoco lo hizo.

-¿Quieres desayunar? Juro que voy a morir de hambre. -Comenté.

Rió sobre mis labios y no pude evitar dejar un corto beso sobre los suyos.

-¿Puedo hacer el café? -Se lo notaba algo tímido.

Es que no podía ser más adorable porque era imposible, yo también hubiese tenido algo de
vergüenza en su lugar, pero no se si me hubiese atrevido a pedirle hacer el café.

Bien, estoy sonando más idiota de lo normal, ni siquiera tengo un buen argumento.

-Claro. -Respondí a su pregunta. - Aquí a una cuadra venden muffins, ¿Te gustan? -Interrogue.

Separo su rostro del mío mientras asentía con una sonrisa. Me cambie de ropa rápidamente,
tomando lo primero que vi a mi alcancé -que constaba en lo de siempre- y tomé el dinero
suficiente mientras salía lo más rápido posible de mi pequeño y acogedor departamento, para así
poder volver más rápido.

Abrí la puerta que daba hacia la calle, y comencé a caminar entre la gente algo apurado. Ni
siquiera tenía idea del horario que era, y seguramente era de tarde, pero iba a desayunar igual, a
pesar de que ya hubiese pasado ese horario hace un largo rato.

-No te había preguntado de que sabor te gustan, así que he comprado varios. -Hablé
colocándome
en el umbral de la cocina.

Las había dejado sobre la mesa de café del living, a decir verdad, nunca me había sentado a
comer en la mesa que se encontraba a un lado de la puerta de mi cuarto que tenía forma
cuadrada, era de algarrobo, al igual que sus sillas y obviamente solo cabían cuatro personas,
siempre me quedaba en el sillón, aunque mis amigos viniesen aquí, nos las arreglábamos y
alguno se tiraba en el piso o simplemente quedábamos apretados en el sofá.

-Los de chocolate son mis favoritos. -Respondió sin girarse hacia mí.

Se encontraba aún preparando los cafés, y parecía bastante concentrado en su trabajo. Aún se
encontraba con el pantalón de gimnasia mío colocado sobre sus piernas, y nada más que eso.
Me acerqué a él por el costado y rodeé su cintura con mis brazos apoyando mi barbilla en su
hombro. Definitivamente estaba preparando los cafés aún. La taza azul tenía el contenido color
negro hasta la mitad, y la verde estaba llena de éste.

-¿Te gusta con leche? -Preguntó.

-Puro. -Me limité a contestar sobre su oído, y me estiré para dejar un beso en su mentón.

Sirvió más café de la cafetera eléctrica que tenía sobre la mesada llenando la taza azul, que
suponía era la que yo iba a usar y luego las tomo en mano girándose hacia mi con cuidado. Mis
brazos estaban flojos así que no tuvo problema con aquello.

Puso ambas tazas frente a mi rostro, y tomé la azul en manos soltando su cintura.

Dí media vuelta y me encamine hacia el living, desplomándome en el sillón con

cuidado de que no se volcara el café. Me giré hacia atrás, observando si Louis me estaba
siguiendo, y allí se encontraba apoyando su peso en el umbral de la cocina mientras sostenía la
taza en ambas manos.

-Puedes ser tan infantil y tan maduro a veces. -Sonrió y miro hacia el techo mientras negaba con
la cabeza.

El también tenía dos extremos, podía parecer muy dulce y también tan dominante a la vez. Me
confundía, pero seguramente él sentía lo mismo sobre mi.

-¿Eso es malo? -Interrogué.

No iba a decirle que él también, porque a ciencia cierta él ya lo sabía.


-Para nada. -Contestó. -Es demasiado extraño, todo esto.

-Lo sé. -Respondí-. Ven. -Hice un gesto con mi cabeza para que se acercara, refiriéndome a que
se siente a mi lado, y así lo hizo.

A mí también me resultaba extraño, y tal vez siempre me resultaría extraño. Me gustaba mi ex


rival, al que antes detestaba y si hubiese tenido la chance de hacer desaparecer a alguien de la
tierra, lo habría elegido a él sin duda alguna. Pero ya era tarde para volver el tiempo atrás y seguir
odiándolo, nunca haber mencionado él tema de su sexualidad y no sentir nada por el que no
fuese un odio puro, que me consumía cada vez que lo veía, o lo oía hacer una broma. Ahora era
todo lo contrario, y todo eso había desaparecido por completo, ya no sentía nada cercano al odio
hacia él, y esto era mucho más reconfortante que mis antiguos sentimientos. Me sentía más lleno,
más limpio y más... feliz.

-¿Cómo

te sientes con eso? -Pregunté y me gire hacia él, quien ya se encontraba sentado a mi lado.

Yo ya estaba algo más claro con lo que sentía ahora que lo pensaba, pero no del todo.

Me estiré hacia la caja color rosado claro para abrirla y tomar un muffin de vainilla con chispas de
chocolate. Había comprado seis simplemente, porque a decir verdad eran bastante grandes, su
tamaño me recordaba a los de starbucks, que jamás había probado por miedo a que sabieran
igual de feos que todo lo que no era un frapuccino de frutilla, pero los veía en el mostrador Le di
un gran mordisco, y luego un trago al café. Louis aún me miraba algo absorto, pero sabía a lo que
me refería.

-Ya lo sabes. -Contestó, y se estiro para tomar un muffin de chocolate.

-Lo sé. -No iba a insistirle a que me lo dijera, así que simplemente no dije nada más sobre eso.

-¿Qué estudias?

Miré hacia todos lados en el lugar, observando si podía haber algo que le diera una pista para
hacer esa pregunta o simplemente se le había ocurrido, pero la biblioteca y los libros de la
universidad estaban en mi cuarto, tal vez simplemente lo recordaba.

-Literatura. ¿Y tú?

Me entro curiosidad sobre lo que hacía, lo que le interesaba, y sobre que iba a trabajar en un
futuro, o sus posibilidades. A mi parecer, las carreras universitarias dicen mucho sobre una
persona.

-¿Hablas en serio? Yo también estudio literatura. -Sus ojos se encontraban bastante abiertos por
la sorpresa, y sin dudas los míos también luego de sus

últimas palabras.

Estudiábamos lo mismo. Era otra cosa más a la lista de cosas que teníamos en común, y aunque
tiempo atrás me hubiese resultado algo realmente ridículo, era cierto:

-Misma carrera.

-Mismo pasatiempo.

-Misma actitud -refiriéndome, sobre sus y mis momentos dulces y dominantes-.

-Misma orientación sexual.

Tal vez en la lista parecía poco, pero no era así si te detienes a pensar, son las cosas a las que
uno más se dedica en su día, o con las que tiene que lidiar todo el tiempo.

-Vas por tu último año. -Dije.

-No veo la hora de terminar así poder dar clases.

-No estarás más en el equipo de football americano.

-Mi último año como capitán, oye, te los estoy entregando prácticamente en bandeja, ¡No harán
nada sin mí! -Rió y le dio una pequeña mordida a su muffin.

Por alguna razón me sentí extraño al pensar que no lo vería más allí, ni en los entrenamientos
ahora compartidos, ni en los partidos, y así sería por dos años.

-A pesar de que haya escorias, son muy buenos, tal vez sin ti no tanto, pero son buenos. -Admití.

-Lo mismo digo. -Contestó.

Tomé el café en tres largos sorbos más, y de unas cuantas mordidas también había acabado el
muffin. Deje la taza junto a la caja en la que aún quedaban cuatro, y me recosté sobre el hombro
de Louis.

-Bésame. -Pedí.
Se giro hacia mi sobre su hombro y se quedo así unos segundos, y cuando

observe como su nuez se movía me di cuenta de que tenía comida en la boca. Le dio un trago al
café, y lo dejo al otro lado de la caja sobre la pequeña mesa.

-¿En la mejilla? -Sonrió.

Negué con la cabeza de una manera algo extraña y cerré mis ojos aún reposando allí.

-No te lo pediría de esa forma si fuese un beso en la mejilla. -Dije.

-Lo sé.

-Hazlo. -Volví a pedir.

Lo más parecido a mí en este momento era un arrastrado necesitado de cariño. No tan así, pero
parecido. Estaba cómodo en esa posición, pero quería un beso, necesitaba un beso.

Algo suave se poso sobre mis labios, e instantáneamente comencé a mover los míos de una
manera lenta y perezosa. No tuve que mover demasiado mi cabeza, simplemente rodee su
cintura con mis brazos y me apegué más a él, quien no se inmuto demasiado. El beso se
mantuvo en la misma velocidad todo el tiempo, pero era agradable y placentero.

-¿Eso querías? -Sonrió aún sobre mis labios.

-Y no sabes cuanto.

Holaaaaaaaaaa, ¿Saben? Aprecio todo lo que hacen para demostrarme que les gusta la novela,
pero los comentarios son lo más lindo, porque de alguna forma, me motiva más (y creo que a
muchos le pasa lo mismo) y en el capitulo anterior hubo la mitad de comentarios que en el otro y y
y no sé :(. De todas formas, subiré siempre capitulo un día por medio, si es que tiene lecturas y
votos.
Y otra cosa, tengo una idea rondando en mi mente para hacer otra novela, así que antes de
terminar esta voy a dejar el link con un comienzo (voy a intentar que sea atrapante, pero no
prometo nada) así ustedes pueden ver que les parece, para leer cuando esta acabe. ¿Si? En tres
semanas comienzo las clases, así que voy a tratar de escribirla en este tiempo que no tengo nada
que hacer (escribí parte del primer capitulo ya) y así poder ir subiendo en los días que tenga
colegio, aunque subiré más lento, creo.
Bueno, me despido; ¡Que tengan un buen día!

=================

Capitulo 14.

No era muy típico que lloviera en la gran ciudad de San Francisco, pero así había comenzado mi
día lunes, el primer día de la semana. No me molestaba en absoluto, no tenía problema alguno en
perder el entrenamiento de hoy, porque a decir verdad estaba algo agotado y no quería hacer
absolutamente nada. Había pasado por el apartamento de Zayn a recogerlo debido a que su auto
se había averiado el día anterior, y estaba más loco que una cabra, su enojo se reflejaba en todas
las facciones de su cuerpo y parecía que si tenías la minima intención de hacer un comentario se
iba a lanzar sobre ti y desgarrar todos tus miembros como si fuese una especie de lobo. Nuestra
conversación no había avanzado a nada más que un "¿Cómo estas?" porque allí fue cuando noté
que iba a matarme si seguía hablando, así que opte por cerrar mi boca con él delante, y espere
hasta llegar a la universidad para poder hablar con alguien, quien seguramente seria Liam, ya que
Niall no iba a salir del edificio de psicología por nada del mundo.

Las gotas comenzaron a golpear mi anatomía cuando me dirigía desde el estacionamiento hacia
él edificio de literatura. Esperaba que mi mochila no se mojara, y que los libros que debía llevar
tampoco. No me importaba mi cabello porque no me importaba demasiado mi aspecto a estas
horas de la mañana, no vería a nadie a quien pudiera interesarle eso, o mejor dicho, nadie que
me interesaba que me viese bien arreglado me veía.

Louis.

No deberías aparecer en mi mente a estas horas de la mañana, Tomlinson. ¿Cuándo te lo he


permitido?

Recordé todo lo que habíamos hecho ayer, que

constaba en estar sentados en el sillón todo él día. Hablamos sobre literatura, y en medio de eso
nos dábamos algún que otro beso que me hacía sonreír sin razón alguna. Él creía lo mismo que
yo sobre Shakespeare: cliché. Y hablamos sobre eso sobre un largo tiempo, la verdad es que no
recuerdo a que hora comenzamos a "desayunar" seguro era de tarde, no lo sé, pero a las 9 pm
notamos que ambos estábamos desintegrándonos de hambre, y allí se fue a su departamento. No
quería que se fuera, pero al otro día teníamos universidad. No me pude dormir hasta alrededor de
las 11 pm, y fueron las dos horas mas largas de mi vida.
De todo lo que estaba sucediendo, lo que ahora más me asombraba eran nuestros parecidos.
¡Prácticamente éramos iguales! Aunque estaba seguro de que si alguna vez no opinábamos lo
mismo sobre algo, ambos comenzaríamos a discutir y dar buenos argumentos para tratar de
mostrarle al otro que su punto era mejor, pero hasta ahora no había sucedido nada parecido a
eso. Nos llevábamos tan bien que aún me sorprendía, después de unas semanas de "amistad".

Ya había entrado en la universidad, pero no me moleste en buscar a Liam con la mirada y


simplemente me dirigí hacia el salón de la asignatura que me tocaba en este momento, ya nos
encontraríamos allí y con suerte tendríamos tiempo para hablar antes de que la profesora entrase
al salón.

No se cuanto tiempo tarde en entrar al lugar, pero allí no había más que 10 personas que se
voltearon a observarme cuando pase por la puerta. Seguramente era por el hecho de que estaba
empapado y

tenía el pelo pegado en mi cabeza por lo que no se voltearon a sus cosas y se quedaron
observándome fijamente mientras subía por las escaleras rojas hacia uno de los asientos que se
encontraban más atrás. Ni siquiera sabía quienes eran ellos, y tampoco me interesaba en
absoluto, no me sabía el nombre de ninguno de mis compañeros de curso excepto el de Liam, y
ninguno de mis compañeros de equipo iban conmigo, todos estudiaban una carrera diferente a la
mía.

-¡Te estaba buscando! -Liam se sentó en la butaca que estaba a mi lado y me giré hacia él
cuando lo oí hablarme.

Si no hubiese dicho nada, no me habría enterado de su presencia.

-Me has encontrado. -Le dedique una sonrisa a mi amigo que me devolvió como por instinto.

-Hey, nunca sonríes por las mañanas ¿Qué te sucede?

-Eso es ofensivo, Payne. -Fruncí el ceño fingiendo enojo-. Estoy... feliz.

-¿Y eso se debe a tu relación amorosa con la persona que hace un mes atrás podrías haber
enterrado viva sin problema alguno? -Preguntó.

Si, se debía a eso. Ni siquiera el malhumor de Zayn se me había contagiado, y créanme que Zayn
transmite su humor como si fuese una gripe. Aunque Niall estaba a salvo, el nunca se enojaba
por nada.

-Si. -Respondí sinceramente-. ¿Estoy muy jodido?


Mi amigo asintió riendo, y yo no pude hacer otra cosa que reír con él.

Estaba completamente jodido gracias a Louis Tomlinson.

La profesora se dedicó casi toda la clase y eso no ayudaba para nada en mi concentración, en lo
único en lo que podía pensar era en Louis, y eso me estaba molestando demasiado. No debería
ser mi único pensamiento en el día, había otras cosas en mi vida, como por ejemplo la
universidad y la literatura, cosa en la que no lograba concentrarme debido a que me recordaba
inmensamente a él. Si desaprobaba alguna asignatura por no estar lo suficientemente
concentrado, lo mataría. Bueno, no, seguramente no podría y me perdería en su mirada color
zafiro que me embobaba por completo, y en sus finos labios que me hacían sentir como si
estuviese volando, aunque no supiera como se sentía volar, suponía que era algo muy parecido a
sentir sus labios sobre los míos.

Bien, eso fue cursi.

Liam había decidido que quería ir a almorzar conmigo a algún lugar que viéramos por allí para
hablar sobre el tema, era claro que no podríamos hablar delante de Niall y Zayn, y era algo que
me hacía sentir culpable, pero no podía contarle a alguien más lo de Louis, ya había cometido un
error con Liam, nos habían observado algo extrañados cuando les dijimos que no habíamos
llevado almuerzo, y teníamos que irnos a estudiar para un examen bastante complicado, por
suerte solo había optado por una ensalada que no se echaría a perder hasta dentro de unos días,
y podía comer tranquilamente mañana. Esta de más decir que el entrenamiento estaba
cancelado, porque no había parado de llover en toda la mañana, y parecía no querer parar aún.

-¿Qué

te parece McDonalds? -Su mirada estaba perdida en lo que había detrás de la ventanilla del Jeep
buscando algún lugar para poder almorzar.

Nuevamente Louis voló hacia mis pensamientos, o simplemente reapareció allí, como lo había
hecho toda la mañana. Maldecí por dentro a Liam por sugerir ir a McDonalds, pero no pude
negarme, tenía hambre y una hamburguesa no me vendría para nada mal.

-Claro. -Fingí una sonrisa, y me estacione en el primer lugar que divise, porque seguramente no
encontraría otro.

Bajamos del auto y nos dirigimos a lo que era una jungla de personas, no sentía el mismo miedo
que cuando caminaba por allí con Louis al estar con Liam. No quería perder a mi amigo de mi
vista, pero claramente no era lo mismo, de todas formas, no se apartó de mi lado ni por un
segundo, y por suerte el lugar que él había divisado estaba a media cuadra de donde había
estacionado el Jeep, porque había tanta gente que creí que iba a ahogarme si seguía allí.

Toda mi vida viviendo aquí y no puedo acostumbrarme a esto.

-Pediré yo, ve a buscar algún lugar para sentarnos. -Dijo, y sin decir nada me adentre aún más en
el lugar.

El olor a grasa se adentro por mis fosas nasales, pero no era desagradable, al menos no cuando
tenías hambre. El lugar estaba lleno de universitarios, como nosotros, que seguramente recién
habían salido de sus clases, o estaban por entrar en unos minutos. No divisé a ninguna familia
por allí, aunque estas solían venir los fines de semana, supongo que por sus ajustados horarios
que no coinciden demasiado.

Una mesa libre con tres sillas apareció en mi campo visual, y prácticamente corrí hacia esta para
que nadie la tomara antes que yo, y me desplomé en la silla que se encontraba de frente al
mostrador así podía divisar a Liam y hacerle señas para que me encontrara por si no me veía.
Igual que los McDonalds a los que había recurrido hace poco tiempo, era prácticamente idéntico,
todo blanco, y todos los empleados con caras de querer matar a todas las personas que pasaban
por la puerta de vidrio.

Saqué el celular del bolsillo trasero de mis skinny jeans con cuidado de que las llaves del Jeep no
cayeran al piso. Jugué con el celular entre mis manos por unos momentos, hasta que decidí
desbloquearlo para comprobar si había algo nuevo allí, y realmente me asombre cuando divisé el
símbolo de un mensaje en la parte de las notificaciones. Deslicé las notificaciones hacia abajo y
mi corazón realmente se aceleró cuando el nombre de Louis se hizo aparecer en la pantalla, con
el horario de las 12:15, hacía 13 minutos había mandado el mensaje. No esperé más para leerlo,
y toque el táctil de la pantalla para así poder abrirlo.

"De Louis: ¿Cómo te fue con eso que yo he estado dando hace 2 años?"

Con eso estaba tratando de decirme que era un niño, mientras que solo me lleva dos años.

"Para Louis: Cliché, cliché, y más cliché."

-¿Le estas sonriendo a tu teléfono? Oh Dios mío. -Liam se sentó frente a mí dejando la bandeja
en medio de la mesa.

Hice el celular a un lado luego de pulsar la tecla enviar, y le dirigí

una mirada a Liam mientras buscaba el doble cuarto de libra en la bandeja, y allí no estaba.
-¿No has pedido un doble cuarto de libra? -Lo miré algo sorprendido y con ganas de asesinarlo a
la vez.

¡Dos Big Mac! Oh por favor, no quiero comer eso.

-No iré a cambiarlo, además que lo pague por ti.

Tendré que comer un Big Mac, ugh.

-Te odio, Liam Payne. -Gruñí y le di un mordisco a la hamburguesa tratando de no sentir el sabor
en mi boca.

Las ganas de comer se habían esfumado.

-¿Era Louis? -Había sido algo difícil comprender lo que había dicho debido a que tenia comida en
su boca.

-¿El mensaje? -Asintió-. Si.

-Pareces un idiota sonriéndole al teléfono. -Contestó.

-Oh, lo siento por estar feliz. -Me puse a la defensiva.

No es que ahora estuviese de malhumor, pero estar comiendo un Big Mac no me ayudaba para
nada. ¡Yo quería un doble cuarto de libra! Y me estaba impacientando el hecho de que Louis no
me contestaba el mensaje, tal vez no le había dado ningún motivo para contestar, pero realmente
quería que lo hiciera.

¿Te das cuenta sobre lo que piensas, Styles?

-Baja un cambio. -Sabía que tenía el ceño fruncido sin ni siquiera dirigirle una mirada.

No contesté y simplemente me limite a observar el teléfono mientras comía la hamburguesa


evitando saborearla. La terminé lo más rápido posible, y le di un gran trago a mi Coca Cola Light.
No podía despegar la vista de mi teléfono bloqueado,

esperando a que sonara y la mesa vibrara a la vez.

¿Qué estoy haciendo? ¿Desde cuando estoy tan pendiente de alguien? Sentía una opresión en
mi pecho por el hecho de saber que en este momento podría estar escribiendo el mensaje, o
simplemente dejando su celular a un lado decidiendo ignorarme. Y mi gran duda era ¿Cuál de
ellas estaría haciendo? Esperaba que la primera, porque ansiaba con todas mis fuerzas recibir un
mensaje suyo y lo había visto hace menos de 24 horas.

El celular vibró y volví de mi trancé. Note que ya había terminado mi hamburguesa, pero no supe
en que momento eso sucedió. No le di importancia, y tomé el celular tratando de no parecer
demasiado desesperado por ello, aunque Liam lo notó ya que oí una risa ronca salir de sus
labios. Ignore ese hecho, más bien, ignore todo a mi alrededor excepto el celular, porque estaba
relacionado con Louis, claro.

¡Deja de parecer un idiota, Harry!

"De Louis: Déjame adivinar: Shakespeare nuevamente."

"Para Louis: Y unos cuantos idiotas queriendo encontrar a su Julieta, o Romeo, mientras hacían
comentarios sobre cuanto anhelan un amor así."

Mi corazón ya no latía tan rápido como en el primer mensaje, pero si me ponía algo ansioso.
Estaba respondiendo algo apresurado, mientras que él se tardaba unos minutos para hacerlo,
aunque no podía hacer eso también porque implicaría esperar más, y como jodido idiota que era,
no aguantaba.

"De Louis: Es diferente querer encontrar a tu Romeo o a tu Julieta que querer una historia como
la de ellos."

"Para Louis: ¿Tú también quieres un Romeo?"

-¿Cómo te sientes sobre todo eso?

La pregunta de Liam me desconcertó un poco, estaba bastante sumido en mis pensamientos y en


mi conversación a través de mensajes de texto con Louis. Me acomodé un poco sobre la silla, y
me recosté en esta en una posición que aparentaba despreocupación. Deje el teléfono sobre la
mesa y lo mire fijamente.

-Bien... y confundido. -Admití.

Se refería a Louis y a mí, claramente.

-¿Crees en ello?

Nuevamente me desconcertaba aquello, pero esta vez mi mente no pudo atar cabos con su
pregunta.
-¿Qué si creo en que? -No podía dejar de fruncir el ceño.

-En Louis... y en ti. En lo que tienen.

No se había cruzado por mi mente de esa forma ya que aún no había pensado en él y en mí
como un "nosotros", aunque era algo que anhelaba, estaba volviéndome loco por alguien a quien
había odiado en una forma bastante intensa. Era hermoso pensar en un "nosotros" y esperaba
que eso estuviese en mi futuro. De alguna manera, no me veía sin Louis.

-Si, claro que creo en nosotros.

Decirlo era bastante diferente a pensarlo.

-Si crees en ello no lo abandones. Es la primera vez que te veo de esta forma, Harry.

-¿Cómo me ves?

-Renovado.

Esa respuesta no era la que esperaba, pero no era para nada mala. Me sentía renovado.

-Él te ha renovado. -Siguió-. Me gusta verte así.

-Gracias. -Contesté.

No sabía que decirle pero tampoco es que pensé mucho en aquello.

Louis me había renovado, me sentía más feliz que antes, y solo llevábamos una semana... así.
No teníamos un titulo sobre nuestra relación, amigos con derecho era lo más cercano, pero me
sonaba tan vacío y sin sentimientos que no quería ponernos ese titulo. Tampoco me importaba
tanto, por el hecho de que ya nos había aceptado como un nosotros, aunque no fuera a decirlo
delante de él, lo sentía como un avancé sobre nuestra relación, fuera cual fuera la relación que
tuviéramos.

-Te ha contestado. -Liam volvió a hablar.

-¿Quién?

Hasta que comprendí que se refería al teléfono, hizo un ademán con la cabeza señalándolo con
ésta sin decir nada.
"De Louis: ¿Quién no querría uno?"

"Para Louis: Tal vez yo también quiera uno."

No uno cualquiera. Uno como él.

Holaaaaaaaaaaaaaaaa. Este capitulo apesta, debo admitir que no estoy para nada conforme con
él, y lo peor de todo, es que cuando lo estaba escribiendo fue el momento en el que se rompió mi
computadora, y quedo por la mitad, así que tuve que reescribir partes, y no me gusta, así que por
favor sepan entenderme ¿si? Ya voy subiendo la mitad del fic, ay, siento que se va a pasar muy
rapido, pero bueno. Y ahora se como dedicar capitulos, así que si simplemente lo piden, se los
puedo dedicarrrrrrrrrrrr.

Goodbyeeeeeeeeee.

=================

Capitulo 15.

Toda la semana había llovido y eso no ayudaba a mi humor, para nada. No porque no me gustara
la lluvia, para ser sincero me encanta, y además es demasiado raro que llueva aquí, pero no
aguantaba más, no veía a Louis desde el domingo, faltaban dos días para que fuese una semana,
iba a volverme completamente loco, luego de unos días los mensajes de texto no son suficientes,
y las llamadas tampoco. Mis amigos seguramente iban a llamar para que saliera con ellos, pero
había acordado encontrarme con Louis, y justamente vendría a buscarme cuando terminara el
trabajo en unos 10 minutos.

Mi celular vibro en el bolsillo de mis skinny jeans, y cuando oí el tono lo tome rápidamente porque
era una llamada. En la pantalla aparecía el nombre de Zayn, y como supuse, aquí se encontraban
llamando.

-¿Qué harás hoy? -Preguntó-. Saldrás con nosotros.

¿No podría haber sido Liam? O Niall al menos. Zayn era la persona más insistente del planeta, y
tampoco es que había pensado en una buena excusa para negarme, no podía simplemente
decirle "Saldré con Louis" porque me llenaría a preguntas, y nuevamente se negaría a que los
dejara plantado poniendo la excusa de que desde mi cumpleaños no íbamos a una fiesta o algo
parecido.

-El lunes tengo examen. -Contesté lo primero que se cruzo por mi mente.
-Espera. -Dijo.

Me dejo pegado al teléfono, y se escuchaban voces de fondo. Seguramente ya estarían juntos en


alguna de sus casas, e iban a obligarme a que fuese, pero era libre de decidir, o eso supongo.

Un Louis completamente mojado apareció por detrás de la puerta de vidrio, y no pude evitar
sonreír ante esa imagen. Se veía algo enfadado y cuando vio mi expresión divertida ante su
imagen me fulmino con la mirada intentando intimidarme, cosa que no funciono. Su cabello
estaba despeinado y parte de éste aplastado sobre su frente, llevaba una camiseta holgada color
roja con una estampa en medio de un rojo un poco más oscuro, sobre esta una campera de
cuadros rojos y negros, que no había retenido para nada el agua porque la remera estaba
completamente mojada a pesar de que el agua no se notaba en la campera, sus skinny jeans
color negro parecían secos, y sus vans azules estaban más oscuras de lo normal.

-No avances demasiado, estas mojado. -John había hablado.

Si no fuese porque su voz que muy rara vez escuchaba había resonado en el lugar habría corrido
a besarlo, porque realmente ni siquiera recordaba su presencia allí. Louis se quedo estático en su
lugar, y supuse que algo sorprendido también al escuchar a mi compañero de trabajo hablar. Su
voz era ronca, seguramente a causa de las drogas, y si no supiese que esta demasiado
demacrado como para golpear a alguien y ese tipo de cosas, me habría intimidado.

-Liam dijo que no tienen examen el lunes Harry Styles. -Fingía en fado, y aunque no lo estuviera
realmente, de alguna forma me demandaba una explicación.

También había olvidado que estaba al teléfono con Zayn, y el jodido de Liam no pudo mentir por
mí. Lo mataría en la primera que lo viera.

-No puedo ir hoy,

Zayn.

-Si que puedes. -Replicó.

-No, no puedo.

-¿Estas con alguien más?

-Si.
No era necesario decirle que ese alguien más era Louis.

-¿Con quien?

Aunque iba a preguntar.

-Simplemente no puedo ¿Vale?

Le dirigí una mirada a Louis, quien se encontraba aún parado a un lado de la puerta obedeciendo
las ordenes de mi drogadicto compañero de trabajo. Su ceño se encontraba fruncido, pero ahora
era debido a mi conversación con Zayn, ya que me miraba algo extrañado. Cuando notó que lo
estaba mirando me hizo una seña con su mano para que me acercara a él y así lo hice.

-Podemos arreglar para otro día. -Susurró en mi oído.

No era suficiente verlo aparecer en el lugar para que se pasen mis ganas de estar con él. Se
había basado en mensajes de texto y llamadas por cinco jodidos días, no iba a aguantar ni un
segundo más. No podía.

Negué con la cabeza y me concentre nuevamente en la voz detrás del teléfono que estaba
dándome un sermón sobre que no salía con ellos hace un mes y bla bla bla.

-Zayn, estoy con alguien, cálmate, no iré.

-Simplemente promete que mañana saldrás con nosotros. -Dijo.

Esta bien, eso podía hacerlo.

-Lo prometo. Adiós. -Colgué.

Ya arreglaría eso mañana, podía pasar la tarde con Louis e ir con ellos en la noche, no
importaba. Tenía a Louis frente a mí, y estaba completamente mojado, pero no dude ni un
segundo cuando

rodeé mis brazos por debajo de sus brazos para abrazarlo y lo atraje a mi acomodando mi rostro
en su hombro. Me estaba congelando, él en si estaba congelado -más bien su ropa- y yo
simplemente tenía una camiseta blanca mangas corta para cubrirme del frío, el gran abrigo que
no usaba prácticamente nunca lo había dejado en el auto por si las dudas.

-Vas a mojarte. -Pude oír su risa al comentar eso.


Sus brazos no estaban correspondiendo el abrazo, así que lo pegué aún más a mí para que lo
hiciera.

-No me importa, abrázame. -Demandé.

Hizo caso a mi petición y sus brazos rodearon mi torso de una forma bastante fuerte, como yo lo
estaba abrazando a él. No quería soltarlo, pero tenía que hacerlo ya que se encontraba John
presente, y un abrazo amistoso no duraría tanto. Aunque bueno, seguramente John ni siquiera
recordaba mi nombre.

-¿A dónde quieres ir? -Pregunté.

Saqué mi celular del bolsillo para mirar la hora, y este marcaba las 19:59. Faltaba tan solo un
minuto para salir de allí e irme con Louis. Quería llegar a un lugar en el que nos encontráramos
solos y probar sus labios nuevamente, aunque no podía parecer desesperado, porque tal vez
quedaría como un jodido dependiente, y lo soy, solo que no quiero que lo note.

-Podríamos ir al cine. -Contestó.

-Tengo una mochila en el Jeep, podríamos entrar comida.

-Pizza, por favor.

-Claro.

Íbamos a ver una de las tantas películas de actividad paranormal

que había tenido una horrible crítica y de seguro no era para nada buena como las anteriores,
pero la otra opción era una película romántica que seguramente iba a ser mucho más lenta que
ésta. Pudimos entrar a la sala una media hora antes de que comience la película, y dentro de la
mochila que se encontraba a mi lado en la butaca izquierda había una caja de pizza con una
Coca Light de la que nuevamente tendríamos que tomar sin vaso, las palomitas de maíz del cine
apestan, y lo único comestible que hay allí no podría calificarse como una buena cena. Habíamos
optado por las butacas del fondo, debido a que allí no iba casi nadie y no podrían vernos,
esperaba que la función no se llenara de gente así podría ser algo más "privado" y que no
incomodara a Louis tener gente alrededor nuestro que si podrían conocerlo, y todo ese tipo de
paranoias que seguro cruzaban por su mente.
-Creo que fue algo exagerado traer una pizza. -Dijo Louis.

-¿Y alimentarme de confites y caramelos? No, gracias. -Contesté.

-Buen punto. -Rió.

Aún no lo había besado, el único momento a solas que habíamos tenido fue en el Jeep y no me
parecía apropiado abalanzarme sobre él y besarlo. En la sala no había nadie, así que me volteé
hacia él quien se encontraba mirando al frente y deje un beso en la comisura izquierda de sus
labios.

-Voltéate. -Hablé sobre su mejilla mientras recostaba mi cabeza sobre su sien.

-Qué sucede si digo que no. -Me desafió.

-Vamos. -Insistí-. ¿Uno?

Con uno bastaría

después de una semana de aguantar sin sus labios.

-Uno. -Susurró.

Se volteó y con cuidado apoyo su cabeza sobre la mía, o más bien nuestras frentes. Sus ojos se
encontraban fijos sobre los míos, y rozo su nariz con la mía de una forma muy lenta.

Quería besarlo hasta que sus labios se hinchasen y me pidiese que parara.

No esperé más y junte sus labios con los míos en un beso lento y suave que de mi parte
expresaba lo mucho que había añorado sus labios en estos cinco días que se me hicieron
eternos. Me costaba pensar en otra cosa que no fuese el y esos finos labios rosados que
tomaban los míos con una suavidad que te llevaba hasta el mismísimo cielo.

Oh por Dios, Louis Tomlinson, estas jodiendome completamente.

Se separó de mis labios y como si fuese un instinto volví a acercar los míos hacia él, pero
retrocedió sin separar nuestras frentes.

-Era solo uno. -Dijo.

No, definitivamente uno no me bastaba ahora.


-No era en serio ¿Verdad? -Hice un pequeño morro con mis labios y nuevamente intente
acercarme a él, pero corrió su rostro.

-Tú lo propusiste. -Contestó.

-Lo despropongo si quieres.

-Esa palabra no existe, Harry. -Se alejó por completo y apoyo su espalda en el respaldo de la
butaca-. Tengo hambre ¿Me pasas la pizza?

No me dejará así. ¡Esta haciéndose el difícil! ¿Esto es en serio? Joder. Parezco un jodido idiota
rogándole por un beso.

-No.

-Bien.

Se estiró por sobre mí y tomó la mochila, la habría agarrado si no fuese por el hecho de que su
acción me tomó por sorpresa. Iba a decir algo, pero opte por aplicar la ley de hielo. No iba a
hablarle, al menos no por ahora. Un obvio olor a pizza invadió el lugar, pero vamos ¿Quién no ha
entrado comida al cine? No iban a delatarnos.

-¿Quieres? -Acercó la caja hacia mí, y tomé una porción sin decir nada-. Bien.

-No me has dirigido la palabra en toda la película. -Dijo.

¿Es que recién te has dado cuenta?

Ignoré lo que había dicho y comencé a guardar la caja de pizza vacía con la botella de Coca Cola
Light en la misma situación en mi mochila. Estaban pasando los créditos de la película con una
canción un tanto escalofriante de fondo, pero como supuse desde un principio no había sido para
nada buena.

-¿No vas a hablarme? -Preguntó.

Le dirigí una mirada un tanto gélida para que comprendiera que estaba enojado. Si, estaba
enojado. Cinco jodidos días y un solo beso, además de que me hacía rogarle, eso era lo que mas
me molestaba de toda la situación.

-¿Estas enojado por lo del beso?

¿Es que recién te has dado cuenta? Nuevamente volví a mirarlo como si fuese algo obvio y me
levante de mi asiento colocando la mochila por sobre mi hombro. Pase por delante de él
pegándome a la butaca que se encontraba en frente para no rozarlo mientras le daba la espalda.
Observe como las pocas personas que habían concurrido a la función se estaban yendo

de allí. Una pequeña mano tomo la mía, y aunque hubiera habido otras miles de opciones habría
notado igual que se trataba de la mano de Louis. Era un tacto suave, además de que él tamaño
de su mano siempre lo delataría. Jaló de esta y me giré hacia él con el ceño fruncido. Se
encontraba parado detrás de mí, y observe como ya toda su anatomía estaba casi seca.

-¿Qué? -Sonó algo brusco al salir de mi boca.

-Es un avance. -Sonrió.

Soltó mi mano y estaba preparado para girarme nuevamente, pero tomo mi rostro con el suave
tacto de sus manos y lo llevó hacia abajo, a la altura del suyo sin dejarme tiempo para quejarme
de nada.

Aunque estaba enojado no iba a quejarme ahora que tenía sus labios sobre los míos
nuevamente. El beso no era lento, pero tampoco era algo subido de tono. Mis brazos rodearon su
cuello, y pegue mi mano izquierda a la parte trasera de este acercándolo aún más a mí. Noté
como una sonrisa tomaba forma en su rostro, y no pude evitar sonreír yo también.

-¿Se te ha pasado ahora? -Susurró sobre mis labios.

-No lo sé. -Respondí fingiendo duda.

Entendió mi indirecta y dejo un beso corto en mis labios.

-Vale, esta bien. -Dije.

-No quiero irme a mi departamento aún. -Habló mientras nos refugiábamos de la lluvia.

Ya habíamos salido del cine, y nos encontrábamos caminando por debajo de los techos que
tenían los negocios debido a la lluvia que seguía cayendo. El Jeep estaba a media cuadra del
cine, y por eso mismo no me había mojado cuando bajamos de este la primera vez, bueno, si me
había mojado, pero solo apenas.

-¿Qué quieres hacer? -Pregunté elevando el tono por sobre el sonido de la lluvia.

Tomé las llaves del Jeep y abrí las puertas cuando nos encontrábamos cerca, y prácticamente
me arrojé dentro de este, seguido por Louis.

-¿Ir al bar? -Sugirió más como una pregunta.

-Se nos esta haciendo una costumbre ir allí. -Reí mientras arrancaba el auto.

-Eso es tu culpa. -Contestó riendo también.

-Solo si prometes no sonrojarte por extraños.

Sentí su mirada posarse en mí y lo observe de soslayo, no podía permitirme más que eso debido
a que iba manejando en pleno centro de San Francisco.

-¿Celoso, Harry Styles?

Si.

-Eso es lo que quieres, Tomlinson.

-Y me satisface demasiado saber que lo estas.

Bueno, creo que voy a subir un día si, y dos días no, porque siento que se va a terminar muy
rapido y no quiero, si.
No tengo nada más que decir so I'm out.
Goodbye sweeties.

=================

Capitulo 16.
La barra se encontraba vacía, completamente vacía, podríamos haber escogido entre las diez
butacas de allí, pero optamos por las del medio que eran las que normalmente siempre quedaban
libres. Fue un incordio pasar entre toda la gente bailando como si estuvieran en celo, pero lo
hicimos con éxito.

-¿Qué van a tomar? -Zack apareció por detrás de la barra.

-Lo de siempre. -Contesté yo con un tono algo más elevado para que pudiese oírme.

-Lo mismo que él. -Dijo Louis.

Estaba agradecido de que no hubiese nadie allí para apreciar lo bien que se veía, todas las
facciones de su rostro y su perfecta anatomía. Luego de unos minutos nuestros vasos plásticos
llenos hasta el tope de vodka con naranja fueron puestos delante nuestro. Le di un largo trago y
me volteé hacia él, quien se encontraba dejando el vaso nuevamente en el lugar.

-¿Qué te gusta de venir aquí? -Pregunté.

Era la cuarta vez que veníamos aquí, bien, yo venía antes para buscar algo de sexo
simplemente, pero no se que era lo que le atraía de este lugar.

-No me da miedo estar aquí. -Contestó.

Bien, era algo obvio, no se porque no se me había ocurrido pensar en aquello antes.

Volví mi vista hacia el frente y la fije en la nada, no sabía que responder a aquello, así que opte
por callarme y darle otro trago a mi bebida.

-¿Bailas? -Oí que preguntaba alguien a mi lado.

Oh por Dios, no de nuevo. ¿Por qué demonios siempre atacan a Louis? Joder.

Me giré nuevamente

y arqueé las cejas ante la escena. El hombre aparentaba tener unos treinta años debido a su
barba candado de unos días, y sus facciones bien marcadas, su cabello era castaño y no pude
diferenciar el color de sus ojos con la poca luz que había allí. Lo más molesto era que estaba
rodeando la cintura de Louis con sus brazos, y lo único que el podía hacer era mantenerse tenso
ante la situación, su cuerpo emanaba incomodidad, pero optó por no separarse de él. Aclaré mi
garganta y se volteó hacia mí con una expresión algo divertida en su rostro.
-¿Quieres que baile contigo? -Interrogó.

Oh si, claro.

-Suéltalo. -Puse mi mejor tono para intimidar, pero lo único que logre fue que el riera.

-¿Es tu novio? -Parecía aún más divertido ante la situación.

No sé lo que somos, idiota. Pero no tienes derecho a tocarlo, joder.

-Que lo sueltes. -Repetí mientras me inclinaba hacia el rostro del tipo.

-Si baila conmigo. -Dijo.

-Oh, claro que bailara contigo. -Contesté con algo de ironía-. En tus sueños.

No sé de donde salió eso, pero le propine un golpe en el rostro sin ni siquiera haber pensado en
aquello antes. Debíamos salir de allí ahora, joder, traer aquí a Louis significaba meterme en
problemas. El tipo se tambaleó y aproveche para dejar dinero en la barra pagando las bebidas.
Tomé a Louis de la mano y nos arrastré fuera de allí antes de que el dueño se diera cuenta y se
enfadara conmigo por ser la tercera vez. Cuando salimos sentí como

Louis me empujaba hacia delante, y golpeé contra la puerta de mi Jeep, me giré anonadado ante
la situación, y luego de eso solo pude sentir sus labios contra los míos en un beso desesperado y
rápido.

-Joder. -Susurró sobre mi boca-. Es jodidamente sexy cuando te pones así.

¿En serio había dicho eso? Ya no hay vuelta atrás, Louis.

-Sube al auto. -Mi voz salió más ronca de lo normal, y cuando se separo de mi cuerpo di la vuelta
para subirme al lado del piloto y emprender camino hacia mi departamento.

Prácticamente nos abalanzamos el uno sobre el otro cuando cerré la puerta detrás de mí en el
apartamento, comenzó a empujarme hacia mi cuarto tomando la iniciativa, sin separarse de mis
labios mientras yo retrocedía y el avanzaba. Tomé el picaporte de una manera algo torpe y abrí la
puerta intentando no caer, lo siguiente que pude oír fue como la puerta se cerraba detrás de
nosotros. Lo sostuve por la cintura mientras que él se encargaba de mi cuello y tirar mi cabello de
una forma que lograba excitarme aún más. Decidí tomar yo el control y lo giré llevándolo hacía la
cama avanzando mientras el era el que retrocedía ahora. Chocó contra el borde de esta y fue
cayendo hacia atrás de una forma lenta, mientras retrocedía en ella para acomodarse más arriba.
Separé nuestros labios y me quite las botas de la forma más rápida posible, él también tomó el
momento para quitar sus vans sin siquiera usar sus manos.

Me lancé sobre el nuevamente quedando arriba, con mis piernas y brazos a los

costados de su cuerpo teniendo cuidado de no apoyar mi peso sobre él. Tome sus labios en un
beso desesperado, apasionado y excitante. Sentía mi miembro ajustarse en mi pantalón y me
separé de él para encontrarlo en la misma situación.

-Que posición... ya sabes. -No sabía como preguntarle.

Tomó mi labio inferior entre sus dientes y lo estiró, debería haberme dolido, pero eso solo sirvió
para excitarme más.

-Ambas. -Contestó.

-Bien.

Volví a tomar sus labios mientras llevaba mis manos hacia su pecho acariciando cada parte de
éste sobre su remera, para luego comenzar a pasar mis dedos sobre su cadera suavemente,
gimió sobre mi boca y tomé la parte baja de su remera para quitarla. No sabía en que momento
se había quitado la campera, pero eso no importaba ahora.

-¿Y tú? -Dijo cuando acerqué mi rostro hacia el suyo nuevamente.

-Ambas.

-Bien.

Eso no nos servia para tomar la decisión de quien iría arriba, aunque era bueno saber que
podríamos turnarnos.

-Quieres... ya sabes. -Tampoco sabía como proponerlo.

No era lo mismo estar en la situación que proponerlo.

-Quiero que lo hagas tú, al menos por hoy.

Eso me hizo sentir aún más decidido y quité mi remera en prácticamente una milésima de
segundo. Había dicho indirectamente que no sería la última vez.
Su mano bajo por todo mi torso lentamente, de una forma que resultaba demasiado erótica.
Llego hasta la cintura de mis skinny jeans y tiro

de esta haciendo que presionara sobre mi erección, joder. Un ronco gemido salió de mi garganta
y nuevamente baje hacia sus labios, pero no me mantuve demasiado allí dirigiéndolos hacia su
cuello para dejar marcas en éste. Desprendió el botón de mis pantalones y los bajo lo que más
pudo con sus brazos. Sus piernas se enredaron en mi cintura mientras los empujaba aún más con
la ayuda de mis piernas que también intentaban deshacerse de ellos, cosa que no resultaba nada
fácil debido a lo ajustados que eran, pero no fue imposible. Me sentía mucho más libre sin ellos
ahora, así que decidí ayudar a Louis a quitárselos también. Me desprendí de su cuello y comencé
a bajar por su torso hasta llegar hasta su cintura. Baje el cierre y juro haber oído un suspiro de
alivio de parte de él. Desprendí el botón luego de unos segundos y quité los pantalones lo más
rápido posible, sin tomarme demasiado tiempo para quitar también sus boxers blancos que eran
demasiado ajustados a decir verdad, pero los lucía demasiado bien. Su erección se elevó ahora
libre de cualquier tela, pase mi dedo índice por el largo de ésta a la vez que un gemido agudo
salía de los labios de Louis.

Subí nuevamente por su cuerpo y junte su frente con la mía. Nuestras respiraciones estaban
aceleradas y aún no habíamos hecho demasiado.

-¿Te gusta? -Pregunté en un susurro sobre sus labios.

Baje mi mano hacia su miembro nuevamente y lo acaricie con las yemas de mis dedos, desde el
glande hasta el final de su erección. Noté como reprimía un gemido y bese sus labios de una
forma

mucho más pausada ahora. Quería hacerlo lento, no iba a tener sexo de la misma forma que
había hecho con todos los demás. Louis no era algo de una vez, debía ser cuidadoso y
demostrarle eso, porque si hubiesen decidido que la situación fuera al revés Louis habría sido
cuidadoso con el.

-No lo reprimas. -Tome su labio entre mis dientes y tire de éste.

Proseguí con el suave tacto sobre su miembro hasta que oí el gemido salir de entre sus labios,
ese simple sonido lograba ponerme aún más. ¡Ni siquiera me estaba tocando!

-Hazlo. -Susurró sobre mis labios mientras tiraba del elástico de mis boxers grises.

Me los quité con su ayuda y me estiré para tomar el lubricante que se encontraba dentro del
cajón de la mesa de luz. Lo deje a un lado nuestro en la cama y dirigí mis dedos hacia su boca,
frunció el ceño y sonreí ante tal acto, no quería lamer mis dedos.
-Vale, lo haré yo. -Dije, pero tomó mi mano antes de que dirigiera mis dedos hacia mi boca.

-Lo haré yo. -Pasó su lengua por sobre estos dentro de su boca.

Joder. Iba a terminar por acabar allí. Eso fue jodidamente erótico.

Baje mis mano hasta su entrada y presione mi dedo índice sobre esta, para entrar lentamente en
él, y a decir verdad no estaba para nada estrecho así que decidí quitarlo rápidamente. No hacía
falta.

-No estas estrecho. -Fruncí el ceño mientras acomodaba mi frente contra la suya.

-Lo sé. -Sonrió.

Decidí por fin hacerlo, tomé el lubricante y lo

esparcí por mi miembro arrojando el pequeño pote a un lado. Presione mi glande sobre su
entrada para entrar en el lentamente, a pesar de que sabía que eso no le haría daño en absoluto.
Empujo su cadera logrando que lo penetrara aún más, y comencé a moverme algo más rápido,
pero no quería que fuera sexo simplemente, quería que fuese algo más que un simple orgasmo, a
pesar de que no fuese a aguantar tanto debido a que estaba demasiado excitado desde antes.

Lo besé nuevamente. Nuestros labios iban al ritmo de las penetraciones. Yo gemía en su boca y
el gemía en la mía. Nunca había hecho nada así con nadie, y me gustaba mucho más que tener
sexo sin ningún tipo de sentimientos, a pesar de que no se si Louis siente algo por mí. Yo si
siento algo por él.

Acomode mis manos en sus muslos y no pude evitar clavar mis uñas allí de vez en cuando,
mientras que él rasguñaba mi espalda como si tuviera las garras de un felino, pero obviamente no
me importaba, inclusive me gustaba su reacción. Un par de embestidas más bastaron para
correrme dentro de Louis y que él se corriera seguido a mí sobre nuestros pechos. Había sido
algo corto, a decir verdad, o eso me pareció a mí. Pero fue una de las mejores experiencias de mi
vida.

Salí de dentro de él y pude observar que la cama estaba desecha y las sabanas se encontraban
al final de esta. Tomé el final de ellas y me recosté en su pecho cubriendo nuestros cuerpos con
la tela color negro.

-Nunca pensé que haría esto contigo. -Dije.

No hable para romper el silencio, porque no


era algo para nada incomodo. Ni siquiera se porque dije eso, fue un impulso, así que debería
tener la necesidad de decirlo a pesar de que no me había dado cuenta de aquello aún.

-¿Te ha gustado? -Preguntó.

¿Qué si me gusto? Joder, me ha fascinado.

-Si. -Respondí simplemente-. ¿A ti?

-También. -Admitió-. Nunca lo había hecho de esa forma.

Yo tampoco lo había hecho de esa forma, pero tampoco sabía a que forma se refería él.

-¿Cómo? -Me atreví a preguntar.

-Con... ¿Cariño? -Susurró.

Le daba algo de vergüenza decirlo, y por alguna razón eso me hizo sonreír. Acabábamos de
hacer el amor y le daba vergüenza decir algo así.

¿Hacer el amor?

Vale, si, eso no había sido sexo.

-Yo tampoco. -Suspiré y deje un beso sobre su pecho-. Eres oficialmente mío, Tomlinson.

¿De donde salen ese tipo de cosas cursis que ni siquiera pienso? Pero para ser sincero lo sentía
así. Louis era mío. Me sentía posesivo sobre él antes, pero ahora estaba seguro de que era mío.
Solo mío.

-Claro. -Una aguda risa resonó en el lugar-. Pero tú también eres mío. -Sonaba serio.

-Claro. -Ahora yo estaba riendo.

-Creo que te quiero. -Dijo.

Mi corazón comenzó a latir más rápido de lo normal. Inclusive más rápido que hacía unos
minutos cuando estaba penetrando a Louis, también más rápido que cuando leía que tenía
alguna notificación suya debido a algún mensaje que había mandado. Si hubiese sido al revés y
el hubiese estado recostado sobre mi pecho, seguramente habría sentido los rápidos latidos de
mi corazón, y yo quedaría como un idiota, así que me agradaba estar en esta posición.
Rodeé su cintura con mis brazos y junte aún más nuestros cuerpos desnudos.

-Yo no lo creo. -Contesté, y noté como su cuerpo debajo de mi se tensaba-. Estoy seguro de que
te quiero.

Y sus latidos se aceleraron como había sucedido con los míos.

Soy la peor con estas escenas, dios mío. Juro que siento que estos capitulos que siguen son
basura y más basura, pero obviamente voy a subirlos igual, porque tampoco me sale arreglarlos,
no se como, así que bueno, disculpenme, por favor.
Me olvidé de dedicar el capitulo la ultima vez, pero ahora lo voy a hacer.
Y les recuerdo que subo un día si, y dos días no.
¡Hasta el jueves!

=================

Capitulo 17.

Despertarme sobre su pecho que se movía al ritmo de su respiración era hermoso. Recordé lo
que habíamos hecho la noche anterior y no pude evitar sonreír sobre su torso. Seguía
completamente dormido, así que tenía que tener cuidado al levantarme para no despertarlo.
Saqué mis brazos de su alrededor y me levanté intentando no quitarle la sabana, y luego volví a
acomodarla sobre su cuerpo con cuidado. Tenía su brazo derecho a la altura de su rostro y el otro
a un lado de su cuerpo, su boca medio abierta y su pelo totalmente alborotado. Era una mezcla
de algo totalmente hermoso y sexy.

Busque mis boxers con la mirada en la habitación y los encontré detrás de la cama, me agache a
recogerlos y me los coloqué lo más rápido posible. Había donas para desayunar, las había
comprado el día anterior cuando volvía de la universidad, pero seguramente no estaban malas.

Me resultaba imposible no pensar en lo que habíamos hecho hace un par de horas -era de
mañana esta vez- en mi cama mientras preparaba el desayuno. La sensación de estar con él
había sido extremadamente perfecto. Imaginarme haciendo eso con alguien más me resultaba
totalmente repulsiva. Era mío, y yo era completamente suyo, ni siquiera tenía que mencionarlo, yo
ya lo sabía y no era algo de ahora, pero no lo había notado antes.

No se si es amor, cariño o lo que sea. Creo que es muy rápido para que sea amor, y de todas
formas no lo sé porque nunca he sentido eso por nadie, pero pensar en él me hacía sentir una
presión

en el pecho que no sabría como definir, pero por algo eso estaba allí de la forma en que nunca
estuvo antes, ni con James ni mucho menos con cualquier otro.

-¿Preparando el desayuno? -Su voz estaba más ronca de lo normal.

Me había sobresaltado, pero no giré hacia él, simplemente seguí llenando la segunda taza de
café con cuidado de que no se volcara. Sentí un par de brazos rodear mi cintura y como apoyaba
su cuerpo sobre el mío mientras que acomodaba su cabeza en el hueco de mi cuello. Tenía
puesto solo sus boxers, porque su torso se pego al mío y claramente ninguna tela lo cubría.
Debía controlarme ahora, pero el hecho de pensar en él nuevamente debajo de mí me excitaba.

¡Entonces deja de pensar en eso!

-Mhm. -Respondí.

-¿Sucede algo? -Preguntó y dejo un corto beso sobre mi cuello.

Que estas usando solo un par de boxers y tienes tu cuerpo pegado al mío, Louis, eso sucede.

-Nada. -Me giré sobre sus brazos dejando las tazas en la mesada de mármol.

Me recordaba a la vez en la que Louis había preparado el café, yo lo había tomado por detrás de
la misma forma y él se había girado sobre mis brazos.

-Buen día. -Dije.

-Buen día. -Respondió.

Baje un poco mi rostro y pose sus labios sobre los míos, pero no hice ningún movimiento con
ellos.

-Créeme, es un muy buen día. -Susurré sobre sus labios.

Y lo era.

Me habían obligado a juntarme con ellos en la noche, y organizaron todo para venir a mi propia
casa. Aunque Liam les propuso que yo invitara a Louis y así lo hice, a pesar de que

no sabían que Louis estaba conmigo en el momento en el que se auto invitaron a mi apartamento.
Se había ido a su apartamento a cambiarse la ropa y a bañarse también, aunque lo retuve un
buen rato antes de que pudiera irse, no quería que se vaya y si cuando volvía mis amigos ya
estaban aquí tampoco podríamos hacer nada. De todas formas hacía unas cuatro horas que se
había ido, así que debería estar a punto de llegar. Me había dado una muy larga ducha para
despejarme y tratar de sacarlo un rato de mi mente, pero lo único que logre hacer fue colocar mi
cabeza contra la pared y pensar en lo mucho que me gustaba estar con él, en sus labios y en
cuan necesario se había hecho en mi vida este ultimo mes. Porque es así, lo necesitaba
demasiado, no quería estar sin él, ya no me veía sin él. ¿Y si no resulta? Esa pregunta también
rodaba por mi cabeza muy seguido, pero no podía no resultar, congeniábamos de una forma
excelente, teníamos gustos muy parecidos en todo. Estudiábamos lo mismo, nos gustaban las
bandas de rock, el football americano, ¡Hasta teníamos el mismo puesto en él! ¿Cómo puede algo
que se siente tan correcto y tan bien llegar a estar mal? Es imposible, el me hacía sentir como
nunca antes. Eso no podía estar mal, no podía no resultar.

El timbre sonó y mi pecho comenzó a latir rápidamente al pensar que podía ser el quien se
encontrara detrás de la puerta. Quería besarlo, abrazarlo y recostarme sobre su hombro mientras
nos encontrábamos

sentados en el sillón. Me levanté de este ultimo y prácticamente corrí hacía la puerta para abrir.
Le dije que viniera a las 20:30, media hora antes que los demás, pero ya eran las 20:47 y aún no
había llegado. Mis amigos podían llegar una hora antes, como también podían llegar tres horas
después, así que realmente esperaba que fuese él para poder estar a solas por unos momentos.

Y era él.

Llevaba unos pantalones de jean negros mucho más sueltos que los que tenía hacia unas horas y
una remera gris de marvel. Su cabello estaba peinado hacía arriba y nuevamente le estaba
creciendo algo de barba.

Me hice a un lado para dejarlo pasar y así lo hizo. Se detuvo detrás de mí mientras cerraba la
puerta y me gire hacia él.

-¿Me extrañaste? -Pregunté.

-Nos vimos hace unas horas. -Contestó.

Pero yo si te he extrañado...

Me acerqué a él y reí mientras cruzaba mis brazos alrededor de su cuello.


-¿Acaso eso importa?

Apoyé mi frente sobre la suya mientras rozaba nuestras narices lentamente en un beso esquimal.

-No. -Dijo-. La verdad es que te he extrañado.

-Me alegra oír eso. -Deje de mover mi nariz sobre la suya-. Porque yo a ti también.

Nuestros labios se juntaron y de alguna manera nos volvimos uno. Era prácticamente
indescriptible la sensación, solo sabía que luego de separarme de él sentía en mis labios unas
cosquillas que me daban ganas de mas.

Era un jodido

adicto a sus besos. Y me encantaba.

El timbre sonó nuevamente arruinando nuestro momento, y maldecí a mis amigos en todos los
idiomas posibles, inclusive hasta en los idiomas muertos. Me separé de Louis a regañadientes y
me dirigí a la puerta con una cara horrible. Seguro lo notarían, pero no iba a poder decirles nada.

Solo un jodido beso. ¡Uno! ¡Ni siquiera eran las 21 aún!

Por primera vez deseaba que llegaran tarde, y no lo habían hecho.

-¡Desaparecido! -Exclamó Zayn abalanzándose sobre mí.

-Hey. -Me limite a contestar mientras le devolvía el abrazo de una manera mucho más tranquila
que como él me sostenía.

-Idiota, podrías ayudarnos a cargar todo en vez de lanzarte sobre Harry. -Gruño Niall detrás de él.

Estaba cargado de cosas, literalmente. Llevaba un parlante y por sobre esto seis cajas de pizza
que parecía que iba a caerse si seguía caminando con aquello allí. Me aparté decidido a ayudarle
pero Louis se me adelanto tomando las seis cajas en la mano.

Eran unos jodidos exagerados.

¿Un parlante? Vale, yo no tengo el mejor equipo de música, pero no hacía falta-

-¿No les parece demasiado? -Preguntamos Louis y yo a la vez.


Ambos reímos con Niall, mientras que Zayn nos miraba con una ceja alzada.

-Eso fue jodidamente raro.

-Vale, yo también necesito ayuda. -Se oyó la voz de Liam.

También cargaba un parlante, y por sobre este había un micrófono inalámbrico.

Oh no.

Karaoke.

Se habían sentado alrededor de la mesa de café, dejándonos solo a mi y a Louis en el sillón,

así sortearíamos con la botella de cerveza vacía quien sería el que pasaría primero a cantar una
canción que los demás elegirían desde el celular de Niall. Éste último se encontraba a la izquierda
de la mesa, Liam frente a nosotros y Zayn a la derecha. A un lado de Liam estaban ambos
parlantes con el celular del rubio encima de ellos.

Louis se había integrado bastante bien entre nosotros, Zayn y él hacían chiste sobre todo lo que
sucedía mientras que los demás nos descojonábamos de la risa con sus estupideces. Eran tan
espontáneos sobre todo lo que decían, y yo era un terrible bromista, al igual que Liam y Niall.

-¡Yo giro la botella! -Gritó Niall.

Habían despejado todo de la pequeña mesa, y Niall hizo lo pedido. Iba cada vez más lento y yo
rogaba que no me tocase a mi primero. No quería ser el primero en humillarse.

Y como la suerte no estaba de mi lado, el pico de la jodida botella jodidamente vacía apunto a mi
jodido ser.

-Joder. -Gruñí.

-¡Yo elijó la canción! -Exclamó Liam.

Nada romántico. Nada romántico. Nada romántico.

-Vale, ya la he elegido. -Dijo-. Niall tiene una canción que seguro te sabes.

-Deja el misterio y dime cual es. -Pedí.

Estaba tentado a decir joder nuevamente.


-Iris. -Habló-. La versión de Sleeping With Sirens.

¿Cómo no saberme esa canción? La conocía al pie de la letra.

Y era romántica.

Zayn me arrojo el micrófono reprimiendo las ganas de burlarse de mi, debido a que seguramente
mi despreció

hacia la botella y Liam se notaba a leguas de distancia.

La melodía de la canción comenzó a reproducirse por los parlantes que ya estaban conectados al
celular de Niall, y el micrófono ya estaba encendido. Solo esperaba que mi voz no sonara
espantosa cuando comenzara a cantar.

-And I'd give up forever to touch you, 'cause I know that you feel me somehow, you're the closest
to heaven that I'll ever be and I don't wanna go home right now.

Estaba tentado en mirar a Louis. La letra me recordaba a él. Pero sería demasiado obvio para
Niall y Zayn.

-And all I can taste is this moment, and all I can breathe is your life, sooner or later is over, I just
don't wanna miss you tonight.

Joder Liam, podrías haber elegido otro tipo de canción. No lo sé, algo que no me recuerde
demasiado a la persona que tengo a mí lado.

-And I don't want the world to see me, 'cause I don't think that they'd understand, when
everything's made to be broken I just want you to know who I am.

Era justo lo que sentía. Una parte de mí deseaba que todos desaparecieran de allí y cantarle esto
a Louis a solas.

-And you can't fight the tears that ain't coming, or the moment of truth in your lies, when everything
feels like the movies, yeah you bleed just to know you're alive.

Lo único que llegaba a mi mente en ese momento era que Louis seguía en el closet.

-And I don't want the world to see me, 'cause I don't think that they'd understand, when
everything's made to be broken I just want you to know who I am.
Apagué el micrófono

cuando termine esa estrofa y se lo lancé a Zayn. Lo que seguía después eran repeticiones del
estribillo, así que no me parecía necesario. No me importaba en absoluto como lo había hecho. Si
había desafinado o no. Si les había gustado o no. Simplemente pensaba en cuanto quería
acurrucarme sobre la persona que tenía a mi lado y no soltarlo jamás, pero no podía, no frente a
ellos.

-Lo has hecho excelente. -Dijo un Niall bastante sorprendido por el hecho mientras Liam le
colocaba fin a la música que seguía sonando de fondo.

-Me halaga que te sorprendas, compañero. -El sarcasmo broto de mi voz.

-Hey, calmate, era un cumplido. -Lo defendió Zayn.

-Lo que sea, gracias Niall. -Me levanté del sillón y me dirigí hacia la heladera a tomar otra
cerveza.

No sabía porque estaba enojado, simplemente no me gustaba la situación, quería poder estar
frente a ellos con Louis. Pero no iba a enojarme con él, no debe ser para nada fácil. No podía
hacerle eso.

Tome una gran bocanada de aire antes de volver al living con mis amigos y Louis. Me senté en mi
lugar y destapé la cerveza con el borde de la mesa dándole un gran sorbo desde el pico.

-¡Me toca a mi girar! -Exclamé.

Bien, seguramente estarían pensados que mierda me estaba pasando, pero decidí ignorarlos y
tratar de disfrutar el resto de la noche con ellos.

Y esta vez el pico de la botella dio en Louis.

-Pásame la cerveza, joder. -Le alcancé la botella que había dejado entre mis piernas y dio un
gran trago-. No iba a poder hacerlo sin un trago de alcohol antes.

-Yo elijo la canción.

-Pedí.

-¡Haras todo tu! -Se quejo Zayn.

-Vale, elígela tu que seguro no le gusta. -Me recosté en el sillón esperando a que mi amigo se
rindiera, pero no lo hizo, se dirigió hacia donde se encontraba Liam, quien tenía el celular sobre
su regazo y comenzó a mover el táctil con él dedo en busca de alguna canción.

-Hey there Delilah. -Propuso Zayn dandole una mirada a Louis.

-Vale. -Respondió y tomó el micrófono que se encontraba en el piso en donde Zayn estaba
sentado antes. Cuando Louis quito el micrófono el volvió a sentarse allí.

-Hey there Delilah, what's it like in New York city, I am thousand miles away but girl tonight you
look so pretty, yes you do. Time square can't shine as bright as you, I swear is true.

Su voz aguda sonaba demasiado hermosa cantando. Joder, era increíble.

-Hey there Delilah, don't you worry about the distance I'm right there if you get lonely, give this
song another listen close your eyes, listen to my voice it's my disguise, I'm by your side.

Su timbre de voz sonaba perfecto en esa canción. Creo que mi cara de asombro era palpable
para todos, estaba sentado en una posición despreocupada sobre el sillón mientras que yo lo
miraba desde delante con la cabeza volteada hacia atrás. Una suave risa se escapo de entre sus
labios, seguramente debido a mi reacción.

Pero diablos.

-Oh it's what you do to me,oh it's what you do to me, oh it's what you do to me, oh it's what you do
to me, what you do to me.

Si supieras lo que haces en mí, Louis.

Apagó el micrófono y se lo arrojo a Zayn al igual que yo había hecho. Louis giró la botella y dio
entre Liam y Niall, mientras que estos dos se compenetraban en una discusión de sobre a quien
le tocaba con Zayn del lado de Niall me acerqué a la oreja de Louis, quien ahora se encontraba
sentado a la par mía arrojando su peso hacia delante.

-Lo que canté era justo para tí. -Susurré.

-Lo sé. -Contestó.

Holaaaaaaaaaaaaaaa. Gracias por los comentarios del capitulo anterior, en serio, es muy lindo
leer esas cosas y y y bueno. Después de escribir el capitulo me di cuenta de que Hey There
Delilah es la canción con la que Louis audicionó. Espero que les guste el capitulo, y muchas
gracias de nuevo, por los comentarios y también por los votos y las lecturas.
Have a nice day, sweethearts.

=================

Capitulo 18.

Extrañaba los entrenamientos hasta el momento en el que me transformaron en una canilla


viviente. Ya era martes, el segundo día y no quería aparecer por allí para volver a sufrir por la
noche debido al dolor de músculos, una semana con el cuerpo frío y ya me había
desacostumbrado por completo. Aunque por el hecho de que fuera martes si quería ir al
entrenamiento, ya que Louis estaría allí también, así que eso me motivaba para no mandar todo
al diablo e irme a mi casa a ver alguna maratón de Dr. House o CSI New York.

Como era de esperarse, media hora antes ya me encontraba sentado en el campo que ahora se
encontraba completamente seco, al igual que el día anterior. ¿Cómo es posible que después de
una semana completa de lluvias se seque como si nada?

No le había hablado a Liam sobre lo que había sucedido con Louis, pero seguramente iba a
terminar soltándolo por mi mismo, o iba a notarme algo más feliz de lo normal. Bah, no lo sé, Liam
es un poco extraño en ese sentido y hasta logra asustarme a veces cuando saca conclusiones
sobre cosas que no le he dicho y son correctas. Pero es mi amigo, y no lo dejaría simplemente
porque es un puto adivino algo extraño.

Quería con todas mis fuerzas que el fin de semana llegara al fin para poder estar con Louis sin
ser interrumpido por el trabajo, o porque debía irse de mi casa ya que al otro día teníamos que ir
a la universidad y ese tipo de cosas. Quería estar cada segundo de mi día con él, y eso me
resultaba bastante extraño y dependiente de mi parte, no es como que eso de no separarme de él
fuese

a suceder alguna vez, porque teníamos responsabilidades diferentes. Bueno, a decir verdad no
tanto.

-¿Qué tienes con llegar temprano, amigo? -Andrew se frenó delante de mí.

Cargaba la mochila por sobre sus hombros y llevaba la ropa casual para la universidad y se veía
bastante atractivo en ella, con unos jeans bastante holgados y una remera suelta sobre estos.
Pero nunca me resultaría tan atractivo como Louis, ugh, ¿Qué sucede conmigo?

-No tengo nada que hacer. -Me encogí de hombros mirándolo desde abajo.
-¿No te aburres? -Comenzó a caminar lentamente hacia los cambiadores, en los que o aún no
había nadie, o no los había visto llegar.

-A decir verdad, no. -Negué con la cabeza y Andrew desapareció por la puerta de los vestidores
con una sonrisa divertida en su rostro.

Louis me había mandado un mensaje antes de entrar a la universidad diciendo que quería irse
conmigo luego del entrenamiento y no podía estar más feliz con aquello, a pesar de que a las
cuatro de la tarde tendría que irme a trabajar a la preciada disquería en la que seguramente me
pasaría el 93% del tiempo acomodando los CDs en orden alfabético.

No ví en que momento todos habían llegado al lugar y se habían sentado a mi lado también, y
simplemente me limité a jugar con el césped sobre el que me encontraba sentado arrancándolo
de su lugar para luego esparcirlo nuevamente allí. La presencia de todos a mí alrededor me
abrumaba un poco, quería estar en silencio y ellos simplemente se disponían a hablar

logrando que sus voces se calaran por mis oídos y allí se quedaran presentes mientras seguían
sus extensas conversaciones. Pero no era su culpa, y no era mi derecho decirles algo por eso.

-Es más divertido contar las nubes. -Las ganas de no oír nada se esfumaron al oír su voz.

Y un tiempo atrás hubiese querido arrancarme los tímpanos y todas esas cosas que teníamos
dentro del oído al oírle hablar.

-Vale, lo tendré en cuenta.

Se había sentado en mi costado derecho y le dirigí una mirada sin dejar de arrancar el césped
con mis dedos. Su pelo estaba demasiado alborotado y su barba de unos ya cuantos días le
hacía ver tan sexy... oh joder, y no puedo besarlo aquí.

Volví a posar mi mirada sobre mis largos dedos que se encontraban enredados entre ellos
mientras separaban el césped de la tierra, y un par de pequeñas manos se posaron sobre las
mías logrando que me sobresaltara y mirara a Louis a mi lado con mi mejor cara de sorpresa.

-Deja de hacer eso. -Sonrió, con sus hermosas perlas blancas.

Oh Dios.

Y dejé de hacerlo porque Louis lo pedía.

Oí un par de risas detrás de nosotros, y quitó la mano de sobre las mías como si estuviesen
hechas de acido. Fruncí el ceño y me giré hacia atrás para encontrar a Sparks, Greg y Matt
mirándonos fijamente. Había notado que eran ellos porque los conocía más que yo, y había
notado que se reían de nosotros.

Gruñí por lo bajo y volví a girarme hacia delante. Habían arruinado la única manera en

la que podíamos tocarnos en público, fingiendo algo inocente, como si fuéramos simplemente
amigos. Porque la intención de Louis también era tocar mis manos, de eso estaba seguro.

-¿Los hemos puesto incómodos? -Se burló Matt detrás de nosotros.

Cálmate, Harry. Cálmate.

-Mejor cállate, imbecil. -Conteste.

-¿Qué le harás sino, marica? -Me retó Greg.

-Nada, si ustedes tampoco lo hacen. -No iba a mirarlos, no. Sus rostros con caras burlonas iban
a servir simplemente para enfurecerme más.

Porque si. Me jodian el único momento en la próxima hora en el que estaría con Louis, además
de que joder, lo ponen aún más incomodo en su situación. Si íbamos al caso, no me molestaba
tanto por mí, sino por él. Le dolía eso, y eso me molestaba a mí, me enfurecía, joder, ¡Es su vida,
idiotas! Ugh. Los detesto.

-Lastima. -Oí que susurraba uno de ellos y observe como el cuerpo de Louis se balanceaba
hacia delante, y luego divise una gran mano apoyada en su espalda.

Lo estaba empujando, y no fue nada fuerte, un simple empujón y ya. Pero la intención de
provocarme estaba allí, y lo estaban logrando.

-Hazlo de nuevo idiota, y veras. -Me giré hacia ellos.

No quería observar el rostro de Louis ahora, seguramente estaba reprimiendo lágrimas, y me


abalanzaría sobre ellos a arrancarle cada una de sus extremidades de la forma más dolorosa
posible.

-Vale. -Tomó impulso con su brazo y lo dirigió hacia la parte trasera del cuello de Louis, iba a
golpearlo

por la espalda.

Maldito cobarde.
Puse mi mano en donde iba dirigido el golpe y lo detuve tomando el puño en mi palma, como era
típico en las películas. Sparks se levantó de su lugar y me fulminó con la mirada. Ya era tarde y
estaba demasiado metido en eso, así que simplemente me paré detrás de él y no esperé a que el
dijera algo grosero o me golpeara en el rostro, sino que le dí un gancho de derecha logrando que
se tambaleara hacia atrás.

-¿Debo repetirlo, cabrón? -Grité-. ¡Cierra tu maldita boca y déjanos en paz!

A nuestro alrededor reino el silencio después de mis palabras. No habían notado lo que había
pasado en el lugar hasta ese momento, pero me daba igual tener los ojos fijos de los demás en
mí. No tenía porque aguantar sus estupideces contra mí y mucho menos contra Louis.

-Styles. -Oh no.

La voz del entrenador resonó por todo el lugar logrando que mi cuerpo quedara aún más tenso
de lo normal, me giré encontrando a Louis parado detrás de mí respirando con dificultad, y no era
exactamente por estar llorando. Estaba hecho una furia, al igual que yo. Su actitud me
desconcertó un poco, pero prefería eso antes que su llanto. No quería verlo llorar, no
nuevamente.

-¿Qué crees que estas haciendo? -El que hablaba era su entrenador ahora.

¿Tú que crees, imbecil?

No había notado que mis puños estaban apretados a los costados de mi cuerpo hasta que los
presione hasta el punto en que mis uñas se clavaron en las palmas de mis manos. Molestaba,
pero

mi enojo superaba esa molestia.

-Creo que deberías irte, Harry. -Pidió nuestro entrenador.

No estaba tan enojado como el otro anciano. Sabía que seguramente el motivo por el que me
habían provocado era por mi sexualidad, pero bueno, había sido más por el hecho de que
molestaran a Louis que por mí.

-Tú también, Louis. -Anunció el otro.

Pero si Louis no estaba haciendo nada, joder. Aunque si a el no le molestaba a mi tampoco, no


quería irme solo, además de que habíamos quedado en irnos juntos.
Me dirigí sin decir nada hacia los cambiadores y me quite todo el uniforme del entrenamiento
para así vestirme con la ropa que llevaba antes. No había notado que Louis se encontraba detrás
de mí cambiándose hasta que termine de hacerlo y lo observe sentado en la banca colocándose
las zapatillas vans azules.

-Louis. -Lo llame, mi voz salió más ronca de lo normal, y mi tonó estaba mucho más calmado que
antes. Pero no iba a gritarle a él. Tomé como una iniciativa para proseguir el hecho de que
estuviese callado- Aún esta en pie eso de irnos juntos ¿Verdad?

Tenía miedo de que estuviera enojado, pero no podía estarlo, lo había defendido. Aún así lo
trataba de forma suave, por si las dudas...

-Claro. -Se limitó a contestar y se colgó su mochila negra muy parecida a la mía en el hombro-.
Vamos.

Acomodé la mía en mi hombro y lo seguí.

-¿Quieres ir a algún lado? O te llevo a tu apartamento... como tú quieras. -Ofrecí

cuando ya íbamos por el centro de San Francisco en rumbo a ningún lado. Aunque su
apartamento no estaba muy lejos de allí.

-Algún lugar en donde estemos solos. -Dijo.

Ya había logrado calmarme tratando de olvidar lo que había sucedido en el campo. Louis no
estaba enfadado, y eso me aliviaba demasiado. No me importaba lo demás, al menos por ahora.
Con que él estuviese bien conmigo, todo lo demás estaba bien para mí.

-Vale.

¿Y en donde podía ser eso? No quería llevarlo a mi departamento, y la playa no me parecía


apropiada para estar solos en este momento... aunque había un lugar bastante apartado en ella al
que nunca concurría nadie. Me llevaría unos diez minutos llegar allí, pero no era tanto, a decir
verdad. Eso es lo malo de una ciudad grande, generalmente ningún lugar esta libre de la gente,
excepto que sea un horario extraño para concurrir, como la playa por la noche.

Llegamos luego de unos diez minutos, como lo había predecido, y como lo supuse en esa parte
de la playa no había nadie, pero tampoco es que hubiese estacionamiento y ese tipo de cosas,
así que tuve que dejar el Jeep casi en la arena. Se sentó a la par mía cerca de la orilla del mar,
pero en un lugar en donde la marea no llegara a tocar nuestros pies estirados.

-Nunca pensé que podría llegar a estar así contigo, Harry. -Comenzó a hablar, y giré mi cabeza
hacia él, quien no desvió su mirada del mar.

-¿Sucede algo? -Pregunté.

-Déjame

terminar. -Sentenció-. Pero sabes que me agrada. Me siento diferente, y ninguna de mis
relaciones anteriores se sintieron como cuando estoy contigo, inclusive cuando llevábamos aún
más tiempo juntos de lo que nosotros llevamos. Aunque tampoco se si esto es una relación, y a
eso es a lo que voy, no quiero que seamos simplemente "algo" ¿Entiendes? Y si no estas bien
con esto lo entiendo... así que lo diré ahora, o tal vez no lo diga jamás, porque joder, parezco un
idiota tratando de aclarar las cosas en mi mente por las noches. -Rió, pero a mí no me resultaba
idiota. Pensaba en mí por las noches, en nosotros-. ¿Quieres ser mi novio?

¿Lo había dicho? Joder. Joder. Joder.

Me senté erguido sobre la arena y pellizque mi antebrazo izquierdo con mi mano derecha.

No, no estoy soñando.

Joder.

Mis pulsaciones iban a algo de 230 por minuto si eso era posible, aunque seguramente ya me
habría agarrado un paro cardiaco, pero tal vez si había tenido un paro cardiaco y ahora estaba
simplemente soñando que él había preguntado eso, o quien sabe, hasta tal vez estaba en el
paraíso.

Joder.

-¿Qué haces? -Su voz sonó confundida y temblorosa cuando se sentó más a la par mía.

-¿Estoy soñando? -Le respondí con una pregunta, y una aguda carcajada salió de su garganta.

Si, vale, esto era el paraíso y el era el ángel, es eso ¿verdad? Hasta su risa suena melódica.

-No Harry, no estas soñando.

-Si. -Contesté.
-Que no,

Harry. -Su voz seguía sonando divertida. No había entendido a que me refería con eso, y me
resulto más adorable de lo normal.

-No, joder. Que sí, que sí quiero. -Me giré hacia él y pude ver como la expresión divertida y
confusa que tenía antes se transformo en una sonrisa preciosa y deslumbrante.

-¿Hablas en serio? -Sonreí.

-Claro que hablo en serio, novio. -Me burlé.

Tomó mi hombro derecho entre la palma de su mano izquierda y me tumbó en la arena de un


solo empujón. Pasó su pierna derecha por sobre mi cintura y la puso a un lado de esta quedando
a horcajadas sobre mi cuerpo. Apoyó ambas manos a los costados de mi cabeza y con cuidado
de no apoyar su peso sobre mi cuerpo bajo hacia mi lentamente apoyando su nariz sobre la mía.

-Te adoro, joder. -Susurró sobre mis labios.

-No te imaginas cuanto yo a ti. -Contesté.

Y nos fundimos en un hermoso y largo beso. Ahora teníamos un jodido titulo, y no podía estar
más feliz por eso.

Louis era mí novio.

Holaaaaaaaaaaaaaaa. He vuelto después de los dos días, personalmente este capitulo me gusta
por el final, y espero que a ustedes también. Quería decirles que estoy escribiendo otra fic y que
voy por el principio del capitulo siete, por el hecho de que me tomo más tiempo para intentar de
que salgan mejores, y de que quiero hacerlos mas tranquila, todavía no encuentro un nombre que
me agrade demasiado, pero cuando lo haga voy a publicar algo. No tiene prologo, y la sinopsis es
de un renglon, pero espero que eso las atrape¿? No sé, voy a tratar de pensar un nombre así el
miercoles lo subo y les dejo el link acá, y si les llama la atención lo añaden a la biblioteca, or
whatever.
¡Gracias por los comentarios, los votos, y las lecturas! En serio, gracias, me motiva muchisimo, se
los digo de corazón.
Love youuuuuuuuu.
=================

Capitulo 19.

Se sentía totalmente increíble ser el novio de Louis Tomlinson, a pesar de que solo nosotros dos
lo sabíamos, y hacía solo un día de aquello. Pero aún así, íbamos a volver a vernos hoy cuando
yo terminara el entrenamiento y él estuviese fuera esperándome en el estacionamiento para irnos
juntos a algún lugar. Seguramente, hacia la playa. Vale, el lugar de la playa apartado, no la playa
céntrica.

No le había contado nada a Liam aún, y tal vez esperaría un rato, pero no debido a Louis. No lo
quería hablar con nadie aún, se sentía bien tener un secreto con él. Un secreto con mi novio.

Joder.

Se sentía tan extraño llamarle así.

Todas las parejas tienen secretos, y no veía el porque de que ese fuera el nuestro al menos por
un plazo de tiempo, hasta que Louis se sintiera cómodo con salir del closet. Aunque obviamente
me gustaría demasiado poder tomarlo de la mano frente a los demás, o besarlo en los labios
como esa vez en la plaza. Que a decir verdad no recuerdo como logre que accediera a aquello,
pero me encantaría poder hacer aquello de alguna manera más liberal. Mas adelante sucederá,
porque esto no terminará aquí, no quiero que termine aquí y espero que él tampoco quiera
aquello.

-Harry, debo hablar contigo. -Dijo el entrenador cuando yo ya me encontraba dirigiéndome hacia
la salida del campo.

No quería parecer muy malhumorado, y mis compañeros no tocaron el tema en todo el


entrenamiento por si las dudas -supongo- pero sabía que el entrenador en algún momento iba a
regañarme, aunque

intentaba poder zafarme de aquello.

-Esa no es la respuesta. -Comenzó cuando noto que tenía toda mi atención.

Bah, no tanta, mi mente estaba concentrada en que Louis estaba fuera del campo, seguramente
esperándome frente a mi Jeep, a mí, su novio. ¿Estaría usando sus skinny jeans o algo más
holgado? ¿Alguna remera de marvel o algo básico? ¿Su cabello estaría bien peinado sobre su
frente o rebelde? Lo que definitivamente sabía es que llevaba sus vans azules.
-Así que debido a eso quiero que no vuelva a suceder, ¿Esta bien? -Asentí.

No había escuchado ni la mitad de su sermón.

-Vale. -Me limité a contestar, y me dí media vuelta acomodando mejor la mochila sobre mi
hombro mientras prácticamente corría fuera de allí.

Acerté con respecto a sus vans, y me resulto demasiado sexy su forma de apoyarse contra el
capó de mi Jeep, con un pie sosteniendo su cuerpo mientras apoyaba el otro en el frente de mi
auto. Sus manos se encontraban en los bolsillos de sus pantalones de chándal grises con una
remera holgada básica por sobre su torso. Y ni hablar de su cabello que estaba en un nivel
intermedio, no demasiado alocado, pero tampoco nada demasiado arreglado.

-Hola. -Sonreí cuando me acerqué a él y abrí el auto con el botón de la llave.

-Hola. -Me devolvió la sonrisa y subió al auto antes de que yo pudiera decir otra cosa.

Bajo del Jeep y el corrió hacia el mismo lugar en el que habíamos estado sentados ayer. Fui
detrás de él a un

paso mucho más lento mientras guardaba la llave del auto en mi bolsillo trasero junto a mi celular
y el dinero. Louis ya se encontraba tirado en la arena, porque no estaba sentado, estaba
desplomado en ella con las piernas abiertas y los brazos también. Parecía un niño, me resulto tan
adorable que casi salió un suspiro de mis labios como esos que fingían en la película de Romeo y
Julieta, pero mucho más real.

-¿Vas a venir? -Preguntó girando su cabeza apoyada en la arena.

No me había dado cuenta que había frenado para observarlo, así que nuevamente emprendí
camino hacia donde se encontraba y me acosté a su lado quitando su mano izquierda para
quedar más cerca de él y luego entrelazándola con la mía.

-Me da miedo. -Dijo luego de un rato de silencio.

-¿El qué?

-No ser suficiente para ti, como jamás lo fui para los demás.
Oh, Louis. Tu y tus inseguridades nuevamente.

-Eres suficiente para mí.

Realmente lo es. ¿Cómo puede no ser suficiente para alguien? Es precioso, en todos los
sentidos en los que una persona pueda serlo.

-Todos dicen lo mismo al principio.

-¿Confías en mi?

-Mhm. -Se limitó a responder.

-Entonces confía también en lo que te estoy diciendo, Lou. -Pedí.

-Nunca me habías dicho así. -Mencionó.

-¿Lou?

¿Nunca lo había hecho? Vale, era un

apodo bastante común para una persona que se llama Louis.

-Si. Me agrada. -Dijo.

No lo había besado aún, y a pesar de que sus labios eran una especie de adicción para mí
últimamente, no había sido del todo necesario. Con su presencia me bastaba, pero ya que lo
tenía a mi lado debía aprovecharlo ¿verdad?

Me subí por sobre él, y quedamos igual que el día anterior, solo que en diferentes posiciones.
Acomodé mi rostro por sobre el suyo, apenas rozando nuestras narices, aunque me parecía que
estábamos tan cerca el uno del otro.

-¿Vas a besarme o simplemente vas a quedarte allí? -Preguntó.

Mi respuesta se hizo presente cuando pose mis labios sobre los suyos para enredarnos en un
suave y único beso. Todos nuestros besos eran únicos, todos eran diferentes, y todos eran
completamente hermosos a su manera. Su lengua se adentro en mi boca y la mía toco la suya
también enredándose entre ellas, pero el beso no subió de tono en ningún momento. Seguía
siendo algo inocente, dulce y cariñoso.
Separó sus labios de los míos, pero me quedé por sobre su cuerpo teniendo cuidado de
aplastarlo. No quería despegarme de él, pero sabía que mi anatomía era mucho mayor a la suya,
así que enredé mis piernas en su cintura y mis brazos en su espalda. Me miraba algo confundido,
pero no le di tiempo a siguiera preguntar cuando rodeé sobre mi cuerpo y quedé sobre la arena
mientras que él se encontraba sobre mi.

-Estas loco, Harry. -Afirmo.

-¿Por ti? -Interrogué luego de soltar una carcajada.

/>
-En general. Pero no lo sé, eso debes decirlo tú.

Claro que si. ¿Es que no lo notas?

-Definitivamente por ti también. -Contesté.

-¿Recuerdas la tregua? -Preguntó acomodándose sobre mi cuerpo para quedar a horcajadas


sobre mi cintura. Estaba apoyando su cuerpo allí, pero no era pesado. Coloqué mis brazos detrás
de mi cabeza y lo miré desde abajo.

-¿A que viene eso? Claro que lo recuerdo.

También recuerdo como habíamos querido molernos a golpes el uno al otro el entrenamiento
anterior, y ahora lo tenía sobre mí y no precisamente para golpearme.

-Viene a como todo puede cambiar en tan poco tiempo si te lo propones.

-Simplemente admite que siempre me has deseado, Louis.

-En tus mejores sueños, Styles. -Reímos-. ¿A que le tienes miedo?

Sus preguntas salen tan de la nada misma que me confunden. ¿Todas esas dudas corren por su
mente? Vale, yo había tenido demasiadas que se habían aclarado ahora.

-¿A las arañas? -No sabía que responder.

-No hablo de ese tipo de cosas. -Contestó tratando de reprimir una risa, pero luego de unos
segundos apretando los labios no funciono.

-Vale. Creo que mi mayor miedo es no lograr ser feliz.


Era cierto. Siempre me había plantado el hecho de no lograr mis objetivos en un futuro, de no ser
exitoso con mi carrera, de no tener una pareja fija que me hiciera feliz, de no tener hijos a quien
molestar con mis historias, y todo ese tipo de cosas.

-Tratare

de que lo logres. -Tomó mis manos entre las suyas entrelazando nuestros dedos y jugaba con
ellas balanceándolas-. Quiero que seas feliz, Harry.

No podía ser más adorable ¿Verdad? ¿Cómo podía decirme ese tipo de cosas esperando que lo
tome como un comentario casual?

-Eres hermoso, Louis Tomlinson. -Sentencié.

Un leve rubor apareció por sobre sus mejillas y no pude hacer otra cosa más que sonreír...
cuando creí que no podía ser más adorable.

-¿Cuáles son tus planes para el futuro? -Su pregunta estaba relacionada al tema anterior, y esta
vez suponía que él quería cambiar de tema para no sentirse tan incomodo.

-Casarme, tener hijos, ser profesor de literatura en alguna universidad o alguna secundaria. Creo
que es bastante simple. -Froté mis pulgares por sobre la parte delantera de sus manos mientras
ahora era yo el que las balanceaba suavemente por sobre mi torso-. ¿Y los tuyos?

-Lo mismo. Y en lo posible que el mayor sea niño, ya sabes, para que proteja a su hermana.

-¡Joder! -Exclame-. ¡Yo quiero lo mismo!

Siempre había pensado sobre eso, y sobre como me hubiese gustado tener una hermana
pequeña para poder protegerla, Gemma era bastante independiente y si me hubiese metido en
sus asuntos me hubiese propinado una patada en los huevos bastante difícil de olvidar. Yo tenía
el poder de elegir eso al no poder tener hijos, así que siempre había querido que el primero sea
un niño.

-¿Has pensado en nombres alguna vez? -Preguntó.

/> -No. -Admití.

Me gustaban los nombres extraños, nada parecido a Harry, porque joder, Harry era el nombre
más cliché de la existencia, no me gustaba para nada. ¿No podrían haber elegido algo más
original? Inclusive mi segundo nombre -Edward- era menos normal que Harry, a pesar de que
también estuviese completamente quemado por la sociedad, porque parecía que todo el mundo
decidía ponerle así a sus hijos. ¡3 Harry's había en mi curso!

-Vale, me parece que es un tema adelantado. -Dijo-. Aunque primero hay que tener con quien
tenerlos.

Yo quiero tenerlos contigo, Louis.

-Tal vez si esto funciona... -Deje la frase en el aire ya que se sobre entendía.

-Claro. -Sonrió-. Pero te recuerdo que recién llevamos un día.

-Lo había olvidado. -Fruncí el ceño-. ¡Feliz día, Lou! -Exclamé levantando mis brazos que se
encontraban unidos a los suyos.

-¡Feliz día, Harry! -Exclamó el también.

Tiré de sus brazos y cayó directo sobre mi pecho, logrando que nuestras cabezas casi se
golpearan, pero frenó a unos centímetros antes de que nuestras narices se tocaran, y ninguno de
los dos pudo reprimir una sonrisa en sus labios.

No desaproveché la oportunidad y junte sus labios sobre los míos en un rápido y corto beso, pero
a pesar de que fuese fugaz, no le di la oportunidad de levantarse desprendiendo mis dedos de los
suyos y poner mis manos sobre su espalda presionando sobre esta. Rocé nuestras narices y deje
un pequeño beso en esta logrando que la

arrugara un poco.

-¿Te hace cosquillas? -Susurré.

Asintió y volví a dejar un beso en su nariz, provocando lo mismo.

Deja de ser tan adorable, por favor.

-Harry, tengo una pregunta que hacerte. -El semblante de su voz se transformo por algo más
serio.

-¿Sucede algo?

-No. -Sentenció-. Es que tengo una duda, y simplemente quiero que me digas la verdad.

Aflojé mis manos sobre su espalda y el se sentó sobre mi cintura nuevamente, para luego
bajarse de esta y mirarme sentado a un costado esperando a que yo también me sentara para
quedar a la par. Y así lo hice. La duda me estaba carcomiendo la mente, y eso que hacía menos
de un minuto que me había dicho eso. Pero quería que lo largara.

-¿Cómo lo supiste? Me refiero a como supiste que soy gay. -Aclaró al final, y menos mal que lo
hizo porque no había comprendido antes.

No me había planteado que esa pregunta pudiera llegar a aparecer, pero si, obviamente iba a
hacerlo alguna vez a pesar de que yo no le hubiese dado importancia a aquello últimamente.
Seguramente esa duda estaba rondando por su mente desde la primera vez -si, ya me lo había
preguntado en las gradas el día de mi cumpleaños- pero tal vez no se había atrevido a volver a
interrogar cuando aquella vez me negué a contestarle. Ahora debía hacerlo, tenía el derecho de
saberlo, aunque siempre lo tuvo, no podía negarle la respuesta esta vez.

Tragué saliva antes de contestar, mi nerviosismo era palpable. Tenía demasiado miedo de que
se lo tome

a mal.

-¿Recuerdas la final? -Comencé-. Nosotros tomamos una ducha después que ustedes, ya que
habíamos ganado y nos habíamos entretenido en la cancha, y todo ese tipo de cosas. -Asintió
dándome a entender que podía seguir con mi explicación-. Dejaste tu diario allí, y yo era el único
que quedaba en el lugar... lo tomé por curiosidad, no sabía que era tuyo al principio, pero luego
no pude dejar de leer...

No tenía nada más para decir, no sabía como expresarme. Me sentía totalmente culpable, y por
un lado sabía que no era del todo mí culpa, pero así lo sentía, y no tenía manera de expresarle a
Louis cuan mal había estado aquello y cuan arrepentido me sentía.

Se levantó de mi lado y comenzó a caminar hacia donde se encontraba el Jeep estacionado.


Corrí detrás de él luego de levantarme rápidamente y me planteé a la par suyo, pero comenzó a
caminar más rápido.

-No me sigas, Harry, por favor. -Su voz sonaba neutra, sin sentimiento alguno.

Salió corriendo por el lugar, y luego de unos segundos se perdió entre las pocas edificaciones
que había allí. Me dispuse a buscarlo en el Jeep y llevarlo a su apartamento mientras intentaba
darle alguna explicación sobre lo sucedido.

Pero no lo encontré, y tampoco tenía una explicación para dar.


LEAN TODO POR FAVOR :(.
No me maten por esto, por favoooooooooooooooor. Espero que les guste, aunque se que van a
sufrir un poquito con esto.
Bueno, principalmente voy a escribir acá por dos cosas.
1ero: Una chica (a la cual va dedicado el capitulo) me nomino para un concurso, y bueno, la
verdad es que le agradezco muchisimo, porque aunque no es la gran historia, ni nada parecido,
me encanta el hecho de que la disfruten, y me nominaron, y wow, la verdad que puede ser poco
para otras personas, pero para mi es muchiiiiiiiiiiisimo. Graciaaaaaaaaaaas
2do: Abrí la historia de mi proxima fic: http://www.wattpad.com/40980471-besa-mi-oscuridad-larry-
stylinson y me gustaría que se pasaran a leer esa especie de adelanto, que no es ni una sinopsis,
ni un prologo, tal vez sería un prefacio, pero va a pasar a ser la tabla de contenidos cuando yo
suba el primer cap. No se me ocurria nada para poner al principio, así que decidi por poner eso,
no sé bien porque. Quiero aclararles que no es una historia en la que nadie esta deprimido ni
nada, esa parte es por algo en especial, y como ese es el nombre, quería que vean de donde
venia. ¿Se entiende? Bueno, no quiero darles muchos adelantos, pero si preguntan algo en los
comentarios prometo responder cuando suba el proximo cap.

Muchas graciasssssssssssssssssssssss, de todo corazón.

=================

Capitulo 20.

No había pegado un ojo en toda la noche, literalmente. No hubo un momento en el que no haya
tenido ganas de arrojarme por un acantilado por ser tan idiota, joder. A las 6 de la mañana no
aguante más y llame a Liam, sabía que se levantaba a esa hora así que supuse que no iba a
molestarle mi llamada aunque aún este con la almohada pegada al rostro. Le conté todo con lujos
y detalles, y cuando me refiero a todo, hablo de todo en general. Estuvo todo el momento en
silencio hasta que terminé, y no sabía si era porque estaba demasiado sumido en lo que yo le
contaba o era porque prácticamente seguía roncando detrás del teléfono. No le reproché nada,
porque vamos, eran las 6 am y yo ya estaba molestándolo con mis cosas. Pero no podía
guardarlo ni un momento mas, y no podía dejar de insultarme al teléfono tampoco, cada dos
palabras iba un insulto dedicado a mi mismo. Y lo único que dijo Liam cuando finalicé con mi larga
historia la cual había estado repasando desde las dos de la tarde hasta ese momento -y sigo
repasando aún- fue:

"¿Has intentado llamarlo?"


¡No, Liam, claro que no! ¡Por supuesto que no! ¿Por qué iba a intentar llamarlo?

Joder, mi celular marca 87 llamadas que no ha contestado -en mi defensa, esas 87 llamadas
fueron hechas en un plazo de 16 horas- y he dejado tres mensajes de voz:

"Lou, lo siento. Joder, te juro que no era mi intención, soy un maldito idiota. Perdóname, por
favor."

"Soy un imbecil, y entiendo que no quieras perdonarme, así que si no quieres hacerlo, no lo
hagas,

te comprendo, Louis, lo siento."

"No, joder, se que soy un idiota con todas las letras y en el nivel más alto posible, pero retiro lo
dicho anteriormente. Perdóname, por favor, perdóname. Te quiero, Lou. Te quiero tanto."

Todos esos mensajes me decidí a dejarlos entre las 3 am y las 6 am, antes de llamar a Liam, ya
que fue la hora en la que pensaba con menos claridad. A las dos de la tarde jamás habría dejado
un mensaje así, pero si podía hacerlo a las 3 de la mañana, así que simplemente lo hice, y en el
último de ellos podía oírse como mi voz se quebraba, porque si, estaba llorando como una
adolescente hormonada a la que su novio ha dejado botada en el baile de fin de curso. Pero no
podía evitarlo, era Louis, y estaba enojado conmigo por ser un maldito idiota egoísta que no
pensó en la persona que era dueña del diario, y como se sentiría si alguien lo leyera. Y justo esa
persona tenía que ser Louis.

Y ni hablemos de los mensajes de texto que he dejado.

"Lo siento."

"Te quiero."

"Perdóname."

"Soy un imbecil, Louis, un jodido imbecil."

"Pero este imbecil necesita tu perdón, Lou, por favor."

"Simplemente quiero hablar contigo. Contesta mis llamadas."

"¡No quise sonar rudo! Lo siento, pero necesito que hablemos, por favor."
"Parezco un maldito psicópata, perdóname."

"Me refería a que me perdones por parecer un psicópata, pero también perdóname por lo otro."

"Te quiero aquí

conmigo, Louis."

"Joder, y no te tengo conmigo por ser un maldito idiota."

"Mejor dejaré de hacer esto, espero que podamos hablar, lo siento."

"Te quiero, Lou."

Eso también había sido en un plazo de 16 horas, joder, pero de todas formas suena bastante
psicópata de mi parte. Y ni hablar de que no me ha contestado ni uno, vale, yo no se si hubiera
contestado tampoco, probablemente tenía el celular apagado o ya lo había estampillado contra
una pared al oírlo sonar tanto. Pero tenía que hacer algo para compensarlo, y Liam, a pesar de
estar prácticamente en el quinto sueño mientras yo le hablaba sobre lo hermoso que Louis es, y
lo idiota que yo soy, me ayudo con eso, aunque tenía que esperar un día, porque se llevaría a
cabo en la noche del viernes.

No, no es un día. Es un jodido día y medio.

-Resultará bien, Harry, ya veras. -Nos encontrábamos caminando en medio de la gente que
estaba dirigiéndose hacia sus clases, todos parecían un par de zombies, pero había decidido ni
siquiera mirarme al espejo, porque apostaba estar peor que todos ellos juntos.

-Lo extraño, Li. -Confesé.

-Ha pasado menos de un día que has estado con él. -Rió.

-¡Y se ha enojado conmigo! Soy un idiota.

-No, no lo eres. El también habría hecho lo mismo en tu situación, deja de culparte.

-¡No puedo! -Exclamé-. ¿Y si no me vuelve a hablar?

-Vale, cálmate, Harry. Intenta hablar con él en el entrenamiento, prueba, al menos.


Tenía que hacerlo de una forma disimulada, o pasar como una pelea de amigos, lo que sea, pero
verían mi estado deplorable y mis ganas de tirarme por un barranco no pasarían desapercibidas
tampoco. Definitivamente, iba a pedirle al entrenador que me dejase pasar el día de
entrenamiento. Tampoco es que podía hacer demasiado sin haber dormido ni una jodida hora.

Louis literalmente me quita el sueño.

-Vale. -Respondí, aunque mis planes eran otros.

"Vale, lo siento por mi espantosa caligrafía y por la poca presentación que tendrá esto. Supongo
que ya sabes que soy yo, y por favor, termina de leer antes de arrojarlo, quemarlo, o no lo sé,
hacer lo que quieras hacer con esto. ¿Puedes ir mañana por la noche a la playa? A donde
íbamos por el día, a donde fuimos ayer y el día anterior. Por favor, si no vas, prometo que no te
molestaré más, y que te dejaré en paz. Es tu decisión, y espero con todas mis fuerzas y mi
corazón que vayas, porque realmente te quiero, Lou. Te quiero mucho.

Si decides ir, que sea a eso de las 9.

Harry."

Lo había escrito en mi ultima clase antes de salir de la universidad, y mis amigos no almorzarían
conmigo hoy vaya a saber quien porque. Le dije a Liam que luego le explicaría todo y me quedé a
esperar en el campo, sentado sobre la banca del entrenador mientras tocaba la nota escrita en el
papel que tenía en el bolsillo delantero de mis skinny jeans negros. Tenía el celular en mi mano,
por si llegaba algún mensaje o alguna llamada inesperada de Louis,

aunque una parte de mí estaba segura de que eso no sucedería, no quería perder las
esperanzas. El pecho me dolía, y no era por algo físico, sentía la angustia calarse por mis huesos
y posarse allí como si quisiera quedarse para toda la vida, la sentía de una forma muy fuerte e
insoportable, quería que se fuera, su presencia allí me daban ganas de romper en llanto y
revolcarme por el césped como el jodido psicópata que estaba siendo últimamente.

Me recosté sobre la banca y cerré los ojos antes de que la angustia de no tener a Louis a mi lado
pudiera dominar mi ser, y realmente hiciera eso.

-¿Harry? -Sentí una mano posarse en mi pierna y me giré sobre mi cuerpo-. Harry, despierta. -
Insistió meciendo mi cuerpo con cuidado.

-¿Mmm? -Fue lo único que logro salir de entre mis labios.

Me habían despertado de mi siesta. ¿Quién podría haberme despertado de la siesta? Nadie tiene
la llave de mi apartamento, ¿O le había dejado una copia a Zayn?

-Debes ir a cambiarte para el entrenamiento.

-¿Louis? -Pregunté.

No podía abrir los ojos, me resultaba casi imposible, y la luz del sol pegando en ellos no ayudaba
para nada.

-No, Andrew. -Sabía que no era Louis el que hablaba debido a que la voz de Andrew era más
grave, ni siquiera se porque pregunté aquello.

-Mmm. -Gruñí nuevamente mientras me sentaba en la banca.

Tenía mi mochila sobre mí, y tuve que agarrarla para que no se cayera al césped cuando me
senté.

/> -¿Te sucede algo? -Interrogó, seguramente al ver las grandes ojeras bajo mis ojos y mi cara de
querer saltar del barranco. Logré abrir mis ojos lentamente y comencé a divisar la figura de mi
compañero que ya llevaba puesto el uniforme del equipo parado frente mí cubriéndome del sol
que cubría todo el lugar. Le agradecí por eso.

-No dormí para nada bien. -Mi voz salió demasiado ronca, pero no me molesté en aclararla-.
Creo que tengo fiebre. -Me sentía mal, ahora que me ponía a analizar. Tenía algo de frío y mi
cabeza parecía estar a punto de explotar.

Lo único que me faltaba era eso, joder.

-Luces terrible, Styles. -Todos aparecieron en el lugar para acomodarse detrás de Andrew,
inclusive alguno de los Stallions, pero no pude divisar a Louis allí. No sabía cual había dicho
aquello, mis sentidos no estaban funcionando demasiado bien con una simple hora de sueño.

-Gracias. -Gruñí-. ¿Falta mucho para que llegue el entrenador? -Volví a dirigirme hacia Andrew
mientras me levantaba del lugar, y mis pies fallaron un poco antes de poder estabilizarme sobre el
piso. Mis rodillas se flexionaron y casi caigo hacia delante.
-Aquí estoy, Harry. -Oí su voz detrás de mí y me gire lo más rápido que pude.

-Creo que no podré entrenar hoy, coach. -Dije.

-¿Te sientes mal? -Preguntó acercándose a la banca con el otro entrenador detrás.

¿Y a ti que te parece?

-Si. -Respondí.

Me giré nuevamente sobre mis pies intentando

no caerme debido al repentino mareo que me invadió, y allí lo vi sentado solo detrás de todos los
demás arrancando el césped que tenía frente a él, al igual que yo había hecho la vez anterior. No
pude evitar sonreír, y no me importaba si alguien me había visto sonriéndole a la nada, o más
bien a Louis aunque el no se encontrara mirándome a mí.

-¿Puedo pasar a los vestidores a buscar algo? -La pregunta iba hacia el entrenador, pero no
podía dejar de mirarlo a él.

-Claro. -Respondió.

No debería haber nadie allí dentro, así que me metí rápido allí por las dudas de que alguien
entrara y me viera dejándole la nota a Louis. Busqué las mochilas de los Stallions que para mi
suerte habían dejado adentro, porque no había pensado en la posibilidad de que las dejaran fuera
del campo. Comencé a revolver entre todas estas y por suerte la de él era la única mochila negra,
y pude comprobar que era suya gracias a que en la parte trasera decía su nombre en letras
pequeñas. Abrí el bolsillo mayor y deje la nota apenas doblada para que le fuera más fácil verla.
Acomodé mi mochila sobre mi hombro por costumbre y salí de allí ahora a un paso mucho más
lento que como había entrado. Antes tenía la motivación de poder hacerlo rápido, pero llegar a mi
apartamento y tener que llamar a Bill para decirle que no podría ir a trabajar no me animaba
demasiado.

-¿Quieres que llamemos a algún medico, Harry? -Preguntó el entrenador del equipo de Louis.

Seguía jugando con el pasto sobre sus dedos y no pude evitar sonreír

nuevamente. Tenía todas las miradas puestas en mí menos la suya.

-Estoy bien. -Articulé y me tropecé con mis propios pies, pero no llegue a caer al piso debido a
que logre estabilizarme antes.
-No te iras manejando así. -Ordenó Jefferson-. Llama a alguno de tus amigos para que pasen a
buscarte.

-Ufa. -Contesté como si fuese un niño pequeño, alargando las "a" al final de la palabra.

-Pareces borracho. -Oí el comentario entre todos, pero no me moleste en tratar de descifrar
quien fue y simplemente me encogí de hombros.

Saqué el celular de mi bolsillo y lo desbloqueé buscando el número de Liam en la agenda


esperando a que pudiera venir por mí para manejar mi auto, el cual no pensaba dejar aquí.

-¿Li? -Pregunté haciendo énfasis en la ultima letra.

-¿Harry? -Su tono sonó confundido al escuchar mi voz algo infantil.

-¿Puedes venir a buscarme? No voy a entrenar porque soy el mejor y no lo necesito. -Contesté.

-¿Qué diablos te sucede?

-Nada, estoy perfecto, Payne. -Reí-. Ven en un taxi así manejas mi Jeep ¿quieres? Necesito
dormir, llévame a casa. -Hice un puchero a pesar de que el no pudiera verlo.

Vale, no sé que me estaba sucediendo y como esas palabras salían de mi boca


avergonzándome, pero tampoco es que tenía ganas de pensar en sobre lo que estaba diciendo.

-Oh Dios. -Articuló antes de cortar el teléfono.

-¡Me ha cortado! -Exclamé observando mi celular con una mueca algo extraña en mi cara, y
todos rompieron a reír, inclusive ambos entrenadores.

Bueno, no todos, al menos Louis no.

-¿Nadie a grabado eso? -Mis sentidos estaban aún peor que antes así que menos que menos
había notado quien había hablado.

Comencé a caminar lejos de allí sin hacer ningún comentario más, ahora tratando de controlarme
para no seguir haciendo el ridículo. Abrí los mensajes, y el último nombre que figuraba allí era el
de Louis, toqué el táctil para que en la pantalla aparecieran los últimos mensajes y comencé a
teclear en este.

"Para Louis: Habría deseado que fueras tu y no Liam."


No sé si fue mi parte irracional, o la parte que estaba cuerda dentro de mí, pero si estaba
deseando eso. Que él fuese el que me cuidara, quien me llevara a casa y tal vez se quedara a mi
lado mientras yo reposaba. Pero no era así, y todo por mi culpa. Tal vez debía cambiar mi
segundo nombre a "estupido" o algún sinónimo de eso.

Heeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeey. ¿Cómo andan? Se que quisieron matarme la ultima vez, pero


de todas formas si lo hacen no van a ver como termina, así que no pueden y estoy feliz por eso
JAJAJAJAJA. Bueno, espero que se hayan pasado por el "adelanto" o como se le llame a eso, de
la otra fic. En realidad, no es nada misteriosa, a mi parecer, solo que esa parte va a ser algo clave
para algo muuuuuuuuy importante en la fic. Aunque recien voy por el comienzo del capitulo ocho,
me esta costando más escribirla, pero me lo estoy tomando más lento, cuando tengo ganas
escribo, sino no.
Espero que les guste este cap sweties, love you.

=================

Capitulo 21.

<p>Había molestado a Liam toda la última hora del trabajo por teléfono, ya que no quería que Bill
se enojara si lo utilizaba todo el momento debido a que el día anterior no había podido ir al
trabajo. Aunque no creía que aquello fuera a suceder, porque Bill siempre había sido demasiado
bueno conmigo. Louis no había contestado mi último mensaje, si bien no esperaba respuesta,
quería que lo hiciera, pero tampoco insistí llamándole nuevamente. Volviendo al tema de Liam, se
ofreció para ir a acomodar todo a la playa, y de comprar todas las cosas con el dinero que le
había dejado. Me vestí como normalmente hacía, con una camiseta negra mangas corta y un
skinny jean del color original con mis infaltables botas marrones. Me había bañado en perfume
antes de salir, y lo había dejado en el Jeep por si las dudas. Faltaban diez minutos para salir, y
quería irme corriendo hacia allí para comprobar que Liam estaba haciendo todo al pie de la letra
como yo le había indicado. Le había pedido que comprara cuatro velas rojas, de esas anchas
para poner en las puntas del mantel del mismo color, y en el centro una pizza con una botella de
champagne, a pesar de que no combinaba para nada. Y ni hablar de las infaltables copas de
cristal que le había rogado a Liam que sacara del juego de copas de su madre y que después le
devolvería sanas y salvas. Sino lo hacía así, me mataría. Ansiaba que Louis se presentara, no
quería terminar comiendo la pizza solo mientras tomaba todo el champagne para embriagarme y
olvidar mí jodida miseria por ser un terrible idiota que no consiguió el perdón de su novio.<br

/>
Un día de novios llevábamos y ya la había cagado. Deberíamos llevar unos tres, pero ya no se
que somos en realidad.

-¡Se pueden ir! -Exclamó Bill desde la parte trasera del local-. ¡Yo cerraré!

Prácticamente corrí fuera de allí luego de despedirme, y me subí a mi Jeep de la manera más
veloz posible. Mi auto se mezclo entre los demás, mientras intentaba esquivarlo para llegar lo
más rápido posible a la playa, ya que me llevaba diez minutos más que un trayecto normal. Y no
quería imaginar cuanto le había llevado a Louis si se había vuelto caminando ese día. Me hacía
sentir aún peor.

Me rocié tanto perfume cuando llegue allí que era como darme una segunda ducha. Baje del auto
cerrando las puertas y me encontré a Liam terminando de acomodar el gran mantel rojo en el que
ambos cabíamos acostados. Bien, eso era justo lo quería. Las cuatro velas rojas aún apagadas
se encontraban en las puntas y una caja marrón se encontraba en el medio de esta con una
botella de champagne a un lado y las dos copas separadas por la caja de pizza. Había elegido
una parte plana para acomodar todo, buena estrategia para que las cosas no se voltearan con
facilidad.

-¡No sabes lo que te debo! -Exclamé y me abalance sobre el cuerpo de Liam para abrazarlo por
los hombros, aunque no pudo devolverme el abrazo ya que mis brazos retenían los suyos.

-Apestas a perfume. -Dijo como pudo.

-¿Crees que es demasiado? -Me separé bruscamente de él expresando algo de terror en mi


rostro.

-No, no,

no. -Se apuro a decir al ver mi expresión-. Esta perfecto.

-Solo espero que venga. -Suspiré.

-Si realmente te quiere, vendrá. -Contestó-. Y ahora debo irme, no querrás que me vea aquí.

-Aún falta como media hora. -Dije-. Pero ve, y muchas gracias Liam, en serio.

-No hay de que, Harry.


Mi corazón se aceleraba al oír el sonido de el motor de algún auto acercarse por aquí -era
demasiado raro, los edificios parecían abandonados y eran demasiado pequeños- pero cuando oí
una puerta cerrarse y una silueta aparecer por la oscuridad, prácticamente se salía de mi pecho y
tenía ganas de escupirlo para que latiera fuera de mi. Llevaba sus skinny jeans negros,
acompañados por su remera holgada del mismo color, y como no, sus vans. Pero lo que más me
llamo la atención fue su gorro de lana gris muy parecido al que yo le había quitado una vez. ¿No
le causaba calor? Oh Dios, eso no importa, se ve adorable y ha venido, joder ha venido.

No se había afeitado la barba aún, pero por alguna razón se detenía y dejaba de crecer. Se le
veía sexy, muy sexy.

Las velas ya se encontraban encendidas, y estaba demasiado nervioso. ¿Si no le gustaba? Oh


Dios, creo que esto es demasiado, Liam debería haberme dicho que las velas no hacían falta.

-Ho-Hola. -¿Tartamudeas ahora, Harry? Cada día más imbecil.

-Hola. -Contestó algo seco.

Se quedó parado a un lado, y me ponía más nervioso aún, joder, siéntate Louis, por favor.

-Siéntate. -Tuve que pedirle luego de unos infinitos segundos.

Hizo lo pedido sin rechistar y casi suspiré de alivio, no iba a tener que pedirlo nuevamente y si
me tocaba hacerlo iba a terminar trabándome con mis propias palabras nuevamente. Se acomodó
cruzando sus piernas, al igual que como yo estaba, y su mirada se encontraba clavada en mi,
como la mía en él.

Era incomodo. Pero era mucho mejor que mis llamadas no atendidas, y mis mensajes jamás
contestados.

-Lo siento. -Iba a hablar sin pensar antes, porque era lo más simple. Sino jamás diría nada por
ser un jodido cobarde que tiene miedo a trabarse con sus palabras y ser rechazado-. No tengo
ninguna jodida excusa por lo que hice y tomo toda la culpa -Comencé a jugar con mis dedos
mientras hablaba, no podía con mi nerviosismo y su rostro no expresaba absolutamente nada-, lo
único que tengo para decir a mi favor es que estoy realmente arrepentido por eso, no era mi
intención violar tu privacidad ni mucho menos, porque son cosas tuyas en las que yo no debería
haberme entrometido, pero no quiero que estemos así Louis, porque te quiero, joder, te quiero.

Su silencio no servía para que los latidos de mi corazón volvieran a la normalidad, sus ojos zafiro
resplandecían con la luz de la luna y no podía dejar de fijarme en ellos para ver si encontraba
alguna pizca de algún sentimiento, algún indicio de algo, pero no encontré absolutamente nada.

-¿No vas a decir nada? -Mi voz sonó quebrada, y no había reparado en el nudo en mi garganta
hasta ese momento.

/> No debo llorar frente a él, no debo llorar frente a él. Seguro pensara que quiero hacerme la
victima y no es así, diablos. Y a pesar de mis enormes ganas de romper a llorar e ir a ahogarme
en el mar, mis ojos no se aguaron y mi semblante se mantuvo bastante firme.

-No debiste hacerlo. -Al oír su voz el aire volvió a llenar mis pulmones, aunque mi corazón seguía
sin calmarse. Estupido corazón-. Pero creo que gracias a ello llegamos a esto. ¿Qué hubiese
sucedido si tú nunca me hubieses mencionado que lo sabías? Nada, no hubiese sucedido
absolutamente nada.

-No creo que sea así. Si debíamos estar juntos, íbamos a estarlo sin mi violando tu privacidad de
por medio.

No creo que el fin justifique los medios.

-Yo no lo veo de esa forma. -Ladeó su cabeza, y en otro momento su cabello se hubiese movido
con ese movimiento, pero estaba retenido debajo del gorro-. Te perdono.

No puedo ni imaginar como mi cara se ilumino en ese momento, pero sonreí de tal forma que
llegaron a dolerme las mejillas. ¡Me ha perdonado! Creo que el alma me volvió al cuerpo, y la
angustia y el vacío que se habían instalado en mi pecho desaparecieron como por arte de magia.

-¿Lo dices en serio? -Mi voz salió como un susurro. Asintió, y me sentí desfallecer-. Oh Dios, te
quiero tanto, Louis Tomlinson. -Exclamé y me abalancé sobre el por sobre la pizza y las copas,
sin importarme si alguna de ellas se caía y se rompía en miles de pedazos y menos aún me
importaba si Liam me mataba por ello.

Rodeé su cuello

con mis brazos y hundí mi cara en este, estábamos en una posición incomoda, así que no era
para nada fácil devolverme el abrazo.

-Harry, vas a romper algo. -Rió sobre mi oído, y eso fue música para mí.

-Si, tienes razón, lo siento. -Dije y quité mis brazos de su alrededor dejando un beso exagerado
en su mejilla, para luego volver a mi lugar-. Estoy tan feliz. -Exclamé-. Brindaremos por esto
¿vale? Pero antes quiero comer, juro que mi estomago llama a la pizza a gritos.
Habíamos acabado la pizza, y de mi parte me había comido unas cinco porciones, tuve que
explicarle que no había comido nada como en dos días debido a la fiebre y que la angustia me
había cerrado el estomago por completo. Arrojé la caja a un lado del mantel para que hubiese
algo menos en medio de nosotros.

-¿Sabes? No podían dejar de hablar de ti en el entrenamiento. -Dijo-. Parecías un jodido loco.

-Lo notaba, pero no podía detenerme. -Confesé-. Estaba volando de fiebre.

-Tenía ganas de sacarte de allí, y no que fuese Liam el que lo hacía. -Sonreí.

Yo también quería eso, y me habría abalanzado sobre ti si no hubiera sido por los demás.

-Ya te he dicho lo que quería. ¿Has leído todos los mensajes? -Pregunté.

-Y oído también.

-En mi defensa, eran las 3 de la madrugada. -Traté de sonar serio, pero ambos comenzamos a
reír ante mis palabras.

-¿Podemos abrirla? -Señaló el champagne que yo había prácticamente

olvidado.

-Oh, claro. -Lo tomé rápidamente en mis manos y quité el corcho logrando que este volara por
los aires-. Amo cuando sucede eso. -Reí.

Estiró su brazo con la copa de cristal en la mano tomándola de una forma demasiado delicada.
La llene hasta la mitad, y lo mismo hice con la mía dejando luego la botella a un lado. Estaba
agradecido de no tener que tomarla solo para embriagarme y olvidar mis penas. Ambos
levantamos las copas y nos miramos sonriendo. Joder, su sonrisa es preciosa. El es precioso. Y
esta aquí, conmigo, cuando puede tener a quien deseé a sus pies.

-Yo brindo para que tengas todo lo que deseas, y que seas feliz. -Dijo, y casi me desmayo allí
frente a él.

¿Es que se puede ser tan lindo? ¿Es eso legal?


-Y yo brindo para que esto funcione y ser feliz contigo.

Solo podría ser feliz con él. Con nadie más a mi lado, porque lo quería a él y solamente a él.

-Oh, y no olvidemos de tu temor a las arañas. -Se burló y luego choco su copa con la mía.

Luego de eso la lleve a mis labios y le di un largo trago al igual que él dejándola a un lado
completamente vacía, y Louis hizo lo mismo. Di saltitos sobre mi trasero para acercarme más a él
hasta que nuestras piernas se tocaban.

Si muero ahora, moriré completamente feliz.

-¿Puedo? -Pregunté acercando mi rostro al suyo, refiriéndome claramente a si podía besarlo.


Sonrió dejando a la vista una hermosa hilera de sus blancos dientes que no se encontraban
completamente alineados.

110% adorable. Se ha superado.

-No se le pregunta eso a tu novio. -Contestó.

Escuchar esas palabras salir de entre sus finos labios fue lo último que necesite para darme el
impulso de tomar sus labios entre los míos luego de dos días y medio sin tocarlos. Mientras
nuestros labios se movían lentamente sobre los del otro la palabra "novio" resonaba con su timbre
de voz en mi mente. Louis era mí novio. Solamente mío, de nadie más, y ahora lo sentía más
oficial que nunca. Le había contado aquello, y me había perdonado después de todo así que de
alguna forma lo sentía más oficial que nunca.

-Vale, novio. -Respondí a penas separando mis labios de los suyos-. ¿Puedo recostarme sobre
tu pecho? -Pregunté haciendo un leve puchero que el rompió tomando mi labio inferior entre sus
dientes.

-Claro que puedes.

Se acostó sobre el largo del mantel rojo con sus pies apuntando hacia el mar, hice lo mismo
después que él, solo que yo apoyé mi cabeza sobre su pecho y pasé mi brazo izquierdo por sobre
este.

-No te das una idea de cuanto te he extrañado. -Su pecho se movía cada vez que hablaba, pero
era algo que no me molestaba en absoluto, al contrario, me agradaba.
-Yo a ti, Lou. -Respondí-. No quiero estar sin ti nuevamente.

-Yo tampoco. -Deje un beso en su pecho por sobre su remera.

-¿Recuerdas el día de tu cumpleaños, cuando hablamos en las gradas del campo?

¿Cómo olvidarlo? Si al otro día te vi entre la multitud y te

seguí hasta el McDonalds, y ni hablar de que me habías dejado plantado cuando volví a buscarte.

-Si. -No iba a decirle todo eso, además de que ya me había dado una explicación, y no quería
seguir humillándome contándole sobre que lo había seguido-. ¿Por qué?

-Te he dicho que la próxima vez que tenga algo con alguien iba a salir.

Se refería a salir del closet... ¿Estaba insinuando que iba a salir del closet por mí?

No dije nada, y deje que continuara hablando.

-Creo que es el momento. -Prosiguió-. Y creo que no es simplemente porque ahora tengo algo
con alguien nuevamente, sino que es el hecho de que seas tú. Me has ayudado mucho, a pesar
del hecho de que antes nos odiábamos mutuamente y todas las cosas que te he dicho. Te lo
debo, Harry.

Quería salir del closet por mí, joder.

Traté de mantener mi respiración lo más normal posible.

-No me lo debes, te lo debes a ti. Y para eso estoy aquí, Lou. Estaré contigo, si tú quieres.

A pesar de que mis palabras eran ciertas, no podía quitar de mi mente el hecho de que era por
mí.

-Quiero comenzar con mi familia, y quiero hacerlo mañana. -Dijo.

-Vale. -Contesté-. Tus deseos son órdenes, cariño. -¿Pero puedo pedirte una cosa? -Interrogué
mirando hacia arriba para buscar su mirada desde abajo, pero lo único que pude observar fue su
mentón.

-¿Qué sucede?

-Quiero que me hagas el amor.


Holaaaaaaaaaaaaaaaaa. La verdad con el tema de que comencé el colegio esta semana, me va
a costar mucho más escribir. Antes era porque no estaba inspirada y ahora por el tema de
horarios y de que me encuentro muy cansada. Pero voy a tratar de hacerme tiempos para
continuar la otra novela, porque no quiero dejarla por la mitad. Como ya saben, esta ya esta
terminada, pero me gustaria mucho comenzar a subir otra, así que bueno.
Espero que este capitulo le guste, ademas de que deben querer matarme por no haberlos
reconciliado antes, pero aquí esta.
Gracias por los comentarios, los votos y las lecturas.

=================

Capitulo 22.

Se encontraba a horcajadas sobre mi cuerpo mientras me acariciaba el abdomen con ambas


manos y hacía movimientos sobre mi cintura logrando que una erección se levantara en mis
pantalones, y ni siquiera estaba rozando mi miembro. Bajó por mi mentón dando pequeños besos
y tomó mi cuello para hacer una marca allí mientras succionaba mi piel. Ladeé mi cabeza hacia el
otro lado así le dejaba más espacio para hacerlo, mientras que acariciaba su espalda por debajo
de la remera. Comencé a levantar esta lentamente y se separó de mi cuando llegue hasta debajo
de sus brazos, así podía quitársela. Se irguió sobre mi cintura y levantó mi remera para
quitármela rápidamente. Su gorro seguía sobre su cabello y se lo quite de un tiron arrojándolo
hacia atrás. Estaba estaba completamente despeinado y eso me encantaba. Llevé mi mano hacia
su espalda y tire de su cuerpo hacia abajo así podía volver a rozar sus labios contra los míos,
pero luego de unos cortos segundos comenzó a bajar por mi abdomen dando pequeños besos en
éste, hasta que quedó a la altura del botón de mis jeans. Lo desprendió y tiro de este hacia abajo
sacándolo lo más rápido posible, aunque no era nada fácil debido a lo ajustados que eran.
Cuando terminó con aquella tarea y se deshizo de mis pantalones volvió a subir un poco
quedando a la altura de mi erección, la cual se encontraba cada vez más apretada en mi boxer
color rojo. La sacó de entre la tela y la comenzó a acariciar con la yema de sus dedos.

Oh Dios, iba a morirme de placer allí.

Estiré mi cabeza hacia atrás doblando mi espalda

y un entrecortado gemido salio de entre mis labios.


-Louis. -Susurré, pero cuando gemí su nombre sentí como sus dedos apretaban sobre la punta
de mi erección y un pequeño gemido salía de entre sus labios.

-Estamos en un lugar público. -Rió, y tiró de mis boxers hacia atrás quitándolos mucho más
fácilmente de entre mis piernas.

Se quitó el mismo los pantalones y se sentó nuevamente sobre mí, solo que ahora no era sobre
mi cintura, sino que se sentó sobre mi erección.

-Oh Dios mío. -Apreté mi lengua entre mis dientes-. Nadie viene aquí. -Mi voz sonó entrecortada.

Llevé mi mano hacia los boxers de Louis y comencé a jugar con el elástico de estos, bajando de
vez en cuando algún dedo para rozar su miembro suavemente.
Sus manos empezaron a trazar patrones circulares en mi pecho mientras llevaba su cabeza
hacia atrás al sentir mi tacto, y no esta demás admitir que eso me excito demasiado. Sentí una
presión sobre mi erección, y un gemido nada sutil salio de mis labios, su trasero se encontraba
apretando mi miembro.

-¿Te gusta? -Preguntó mientras bajaba nuevamente y juntaba su frente con la mía.

-Joder, si.

-Tócame. -Pidió juntando su frente con la mía mientras relamía sus labios.

No necesite que lo repitiera nuevamente. Una de mis manos se dirigió hacia su vientre, y
comenzó a acariciarlo lentamente más como un instinto que por orden mía, y la otra se dirigió
rápidamente hacía el bulto en sus pantalones. Estaba realmente duro,

a penas lo toque soltó un gemido ronco y fuerte, eso indicaba que estaba haciendo bien mi
trabajo, así que no deje de tocarlo suavemente hasta que llevo su mano hacia la mía dejando
ambas por sobre mi vientre. Comenzó a bajar nuevamente por sobre mi cuerpo dejando
pequeñas mordidas a su paso, relamió la punta de mis pezones y mordió el derecho para luego
seguir bajando hasta detenerse frente a mi miembro erecto.

Louis, si haces eso no duraré nada, joder.

Pasó su lengua por todo el largo y me estremecí por completo, reprimí un gemido en el fondo de
mi garganta y levanté mis caderas en un acto instintivo.

-Te gusta. -Afirmó mientras lamía mi glande.


-Oh por Dios, me encanta. -Mi voz salía ronca por la lujuria, pero a la vez también como si fuese
un gemido.

-No sabes cuanto deseo entrar en ti. -Susurró mientras subía hasta quedar pegado sobre mi
cuerpo nuevamente.

-Hazlo. -Parecía que estaba rogando... vale, lo estaba-. No aguanto, Louis.

Llevó su rostro hacia mi cuello, y comenzó a bajar hasta llegar a mi clavícula. Succionó la piel
sobre ella, en donde seguramente luego quedaría una marca, y comenzó a morder el lugar
suavemente.

-Pero terminará demasiado rápido. -Murmuró allí, pero logré oírlo.

Se estiró por completo sobre mi cuerpo, apoyando los brazos y las piernas a un costado para no
dejar caer su peso en mí. Levanté mi pierna derecha y rodeé su cuerpo con ella pegando aún
más nuestros cuerpos, y sentí como nuestras erecciones se rozaron. Gimió sobre mi cuello y
subió hasta mis labios para

besarme delicadamente, mientras con una mano trazaba el contorno de mi rostro.

-¿Entraras en seco? -Pregunté.

No había traído lubricante, y dudaba de que él si, pero a decir verdad no me importaba si dolía.
Lo quería dentro de mí.

-Lubrícame con tu mano. -Pidió.

Tomó mi mano entre una de las suyas mientras apoyaba su peso en la otra, lamió todos mis
dedos lentamente dejándome apreciar una imagen completamente erótica, y luego dejo algo de
saliva sobre la palma. Cuando terminó, baje mi mano entre nuestros pechos ahora más
separados y comencé a tocarlo suavemente y con cuidado.

-Oh, Harry, joder. -Gruñó llevando su cabeza hacia atrás.

-Te gusta. -Esta vez era yo el que afirmaba con una sonrisa en mi rostro.

-No sabes cuanto. -Volvió a gruñir en medio de un gemido.

-Creo que es suficiente, Lou. -Susurré sobre su oreja cuando bajo el rostro, y luego tire del lóbulo
de esta.

-Quiero hundirme en ti, Harry. -Su voz sonó tan ronca que logró que un estremecimiento
recorriera mi espina dorsal.

-Hazlo. -Pedí.

Subí mi mano nuevamente y la acomodé sobre su espalda, al igual que la otra. Con la misma
mano que había tomado la mía tomó su miembro e introdujo la punta de este en mi entrada.

-Louis. -Gemí suavemente.

Joder, recién estaba entrando en mí.

Mis uñas se clavaron en su espalda y abrí mis piernas un poco más para que fuera más cómodo.
De un empujón ya

estaba completamente dentro de mí, y no dolía, porque claramente no era mi primera vez.

Se mecía hacia delante y hacia atrás, sin prisas, de una forma lenta que me consumía de placer,
y a él también. Susurrábamos los nombres del otro muy suavemente, se sentía como nuestros
cuerpos chocaban en un ritmo algo desnivelado y arrastre mis uñas por toda su espalda cuando
sentí el liquido pre-seminal recorrer mi erección. Cuando notó que estaba a punto de correrme
disminuyo las embestidas a un ritmo demasiado lento, pero seguía siendo igual de complaciente.

-Más rápido. -Susurré.

Sentía que estaba a punto de correrme, pero no podía debido al ritmo lento que estábamos
conllevando. Alcé mis caderas para encontrarme más rápidos con las de Louis y nuestras
embestidas se hicieron mucho más fuertes, mientras que el choque de nuestros cuerpos se hizo
más sonoro. Me estaba desmoronando en mi propio orgasmo, sentía como mi miembro salía una
gran cantidad de liquido espeso que se desparramaba entre el abdomen de Louis y él mío.
Enrosqué mis dedos en las puntas de mis pies fuertemente, mientras clavaba aún más fuerte mis
uñas en la espalda de mi novio. Las embestidas aún no habían acabado, hasta que sentí un
caliente liquido recorrer mi entrada cuando él acabo dentro de mí, un gemido de alivio salio de
sus labios y se desmoronó sobre mi cuerpo al salir de dentro mío, sin importarle que mi semilla se
encontrara desparramada entre nosotros.

Subió un poco su rostro para pegar sus labios con los míos en un corto beso. Sonrió sobre

mis labios al separarse y no pude hacer más que devolverle una sonrisa a la hermosa criatura
que tenía frente a mí.
-Eres increíble. -Murmuré.

Nuestras respiraciones seguían siendo algo irregulares, pero no tanto como antes.

Se bajo de mi cuerpo acomodándose a un costado y dirigió una mirada hacia su costado


izquierdo. Se estiró quitando las velas que se encontraban en las esquinas, que aparte de la luna,
eran las únicas que nos iluminaban, y tomó la punta del rojo mantel para envolvernos a ambos en
este mientras acomodaba su rostro en mi pecho, al igual que como había estado yo antes de todo
esto.

-No puedo esperar a que conozcas a mi familia. -Dijo.

Yo tampoco podía esperar, aunque no sabía si tenía hermanas, hermanos, si sus padres estaban
juntos, jamás me había contado sobre ellos.

-Háblame de ellos. -Llevé mi mano a su cabello y comencé a acariciarlo suavemente.

-Tengo cuatro hermanas pequeñas que viven con mi madre. Lottie, Fizzy, Daisy y Phoebe. Las
ultimas dos son gemelas, joder, son preciosas. -Pude ver como le sonreía a la nada cuando
nombro a sus cuatro hermanas-. Mi madre se llama Johannah, y mi padre no vive aquí, ellos se
separaron luego de tener a las gemelas. -Finalizó.

-Tienes una familia grande. -Comenté.

No podía esperar a ver a sus hermanas, ¿Serían parecidas a él? ¿Les caería bien? ¿Estarían
cómodas con la idea de su hermano siendo gay? ¿Y de mí siendo su novio? Oh Dios, ahora estoy
bastante más nervioso que antes.

-¿Te sucede algo? -Preguntó cambiando el semblante de su rostro.

-Estoy algo nervioso. -Admití.

-¿Por qué?

-¿Y si no les gusto?

-Estoy seguro de que les agradaras. -Dijo-. Pero no sé si les agradara que yo sea homosexual.

-Son tu familia, te amarían aunque fueses de otra especie, o no lo sé, eso da igual, te amarían de
todas formas, Lou.

-Si ellas se lo toman bien y tengo el coraje de hacerlo, quiero decirlo también cuando tengamos
un entrenamiento.

Oh Dios.

-Lou, te joderán la vida. ¿Y cuando tengas entrenamientos solo? Joder, no quiero verte aparecer
con un ojo morado o el labio partido por esos tres imbeciles homofobicos.

-Oye, me ofendes, puedo defenderme golpeándolos. Lo que me molesta son sus comentarios.

-¿Ves? No quiero que no lo hagas si no estas listo. No debes sentirte presionado simplemente
porque ahora salimos, solo quiero que estés bien, y en lo posible a mi lado.

-No podré estar bien si no estoy a tu lado.

Yo tampoco podré. No he aguantado ni dos jodidos días, ¿Cómo podría estar separado de ti por
más tiempo? De tan solo imaginarlo me dan ganas de querer aventarme de un barranco como me
había sentido los últimos días.

-No me separaré de ti, Louis. Aunque tú lo desees, seré como una jodida garrapata y tu serás el
cachorro al que me aferre.

-¿Lo prometes? -Preguntó mirando hacia arriba, encontrándose con mis ojos.

Froté mis dedos por

sobre su cabello nuevamente y sonreí.

-Lo prometo.

-Háblame de tu familia. -Pidió él.

Como los extraño, diablos. Pero en tan solo dos meses vendrán aquí a verme, y podré
presentarles a Louis, y joder, no quiero tener que esperar dos malditos meses para verlos y que
mi novio los conozca.

-Viven en New York. -Comencé-. Tengo una hermana llamada Gemma, y mis padres, Des y
Anne aún siguen juntos. -Suspiré al recordar cuando yo vivía allí con ellos, como anhelaba esos
días-. En mayo vendrán a visitarme y podrás conocerlos.
-Espero agradarles. -Dijo y dejo un beso sobre mi pecho.

-¿Cómo podrías tu no agradarle a alguien?

¿Es eso posible?

-A ti no te agradaba. -Rió.

Vale, pero me siento un idiota por eso.

-Yo tampoco a ti. -Me defendí.

-Era algo mutuo, pero empezaste tú.

-¡No mientas!

No recuerdo quien lo comenzó, tal vez fuimos los dos a la vez.

-¡Si es verdad! -Su aliento rozaba mi pecho haciéndome cosquillas, pero intente ignorarlo.

-No. -Quite la mano de su cabello y crucé mis brazos por sobre su cabeza fingiendo estar
ofendido.

Era estupido por lo que estábamos discutiendo, ya que apostaba a que él tampoco sabía quien
había comenzado todo.

-¿Te has enojado? -Su voz sonaba burlona.

No, Lou, es imposible.

-No puedo enojarme contigo. -Admití con un tono más calmado, pero seguí en la misma pose.

-¿Y porque te haces el ofendido?

-Tu mismo lo has dicho, me hago el ofendido. -Respondí.

Realmente no podía enojarme con él, me resultaba imposible por alguna razón.

-Te quiero. -Dijo-. Eres hermoso fingiendo estar ofendido, aunque no puedas enojarte conmigo. -
Su voz aguda se calo por mis oídos y su significado en lo más profundo de mí.

Estaba intentando comprarme con palabras, y lo estaba logrando... Porque vamos, es Louis, e
hiciera lo que hiciera no podría enojarme con él, o hacerme el ofendido.

-Yo también te quiero, Lou. -Respondí volviendo a acariciar su cabello sedoso y rebelde-. Te
quiero demasiado.

Bueno, he vuelto con esto y ya saben que creo que soy terrible describiendo estas escenas pero
me resulto necesaria, y se que a la mayoria le gusta este tipo de cosas, así queeeeeeeeee.
Como dije hace unos días, me nominaron en un concurso de @1DSlashAwards y si quieren
podrían pasar a votarme (la votación comienza mañana) se los agradeceria muchiiiiiiiiiiiiiisimo.

=================

Capitulo 23.

Louis había pasado a recogerme en un BMW negro que no sabía que poseía. Había estado
prácticamente toda la tarde pensando en que a las 8 pm conocería a la familia de Louis y los
pelos se me ponían de punta. Además de que también estaba buscando algo adecuado para
vestir, y lo único que me pareció bien fueron mis skinny jeans negros, con una camisa a cuadros
roja y negra. No sabía como iba a caerles, y tampoco quedaría bien ponerme un smoking porque
vale, seria algo muy exagerado por mi parte. Louis se había ido caminando hacia su casa luego
de dormir en mi apartamento, porque obviamente no planeábamos dormir en la playa así que
tomamos nuestras ropas y desaparecimos de allí lo más rápido posible.

-Estas mas nervioso tú que yo. -Susurró sobre mi oreja cuando nos encontrabamos frente a la
casa de su familia.

Se encontraba algo alejada del centro de la ciudad, y era completamente blanca por fuera a
excepción de la puerta de entrada que era de caoba. Tenía dos pisos, con tres ventanas en la
planta de arriba y dos en la planta de abajo. Mi novio ya había tocado el timbre color gris que se
encontraba a un lado de la puerta. Iba vestido de una forma bastante normal al igual que yo, con
los mismos skinny jeans, pero con una remera básica de mangas cortas color negra, y ya ni es
necesario mencionar sus vans ¿verdad? Se había afeitado la barba, pero sus cabellos
despeinados seguían presentes.
La puerta se abrió y una bonita mujer de cabello castaño oscuro -un poco más que el de Louis-
usando un simple vestido de

flores y unas sandalias en sus pies apareció allí. Supuse que era su madre, y no eran para nada
parecidos.

-¡Louis! -Exclamó ella con una gran sonrisa en su rostro, muy deslumbrante, eso si me recordaba
a su hijo.

Se abalanzó sobre su cuerpo y le dio un abrazo maternal que me recordaba a mí y a mi madre.

-Tú debes ser Harry. -Se dirigió hacia mí cuando se separó de su hijo, y con la misma sonrisa
que antes me dio un pequeño abrazo que correspondí mirando a Louis por sobre su hombro.

-Un gusto. -Saludé.

No iba a decirle "Señora Tomlinson" porque menciono que sus padres estaban separados.

-Jay. -Dijo-. Puedes decirme Jay.

Se hizo a un lado en la puerta para que pudiéramos pasar, y Louis me dio el paso haciendo lo
mismo que su madre, pase por la puerta para encontrarme con un gran living pintado
completamente de blanco, con unos sillones de cuero negro en medio y un televisor plasma frente
a estos, dividido por la típica mesa de café. Había una gran biblioteca en la pared derecha,
repleta de libros que imagine a Louis leyendo por alguna razón, y seguramente lo había hecho.
Frente a mí se extendían unas escaleras de mármol blanco -al igual que el piso del lugar- con
barandales de madera, y por estas bajaron cuatro chicas algo aceleradas mientras discutían entre
ellas quien sabe por qué. Supuse que eran las cuatro hermanas de Louis.

En el lado izquierdo del living había una puerta de madera pintada de blanco, que se encontraba
abierta y desde allí podía verse

que era la cocina, con una gran mesa color negra en medio, y una barra para el desayuno color
blanca en la pared más lejana, con cinco butacas negras. El piso seguía siendo el mismo que
había en el lugar en el que me encontraba. Combinaban a la perfección los colores opuestos. La
casa era totalmente hermosa.

Y ni hablar de la araña de cristal que colgaba sobre el techo del lugar, justo por sobre la mesa de
café.

-¡Louis! -Exclamó una de las niñas más pequeñas, que tendría unos ocho años y era
completamente igual a la otra pequeña, eran las gemelas, y Louis tenía razón, eran preciosas.
Sus cabellos eran largos hasta la cintura del mismo color que el de su hermano, y sus ojos
celestes.

-¡Phoebe! -Louis se agacho y estiró los brazos así ella podía abrazarlo.

-Deja de hacer eso. -Pidió la pequeña-. Si ya te llego hasta el codo, Louis.

Es verdad, no eran para nada pequeñas.

-¿Tu eres Harry? -Una voz muy parecida a la de Phoebe se hizo escuchar, y giré mi rostro hacia
el frente para encontrarme con la otra niña, que si mal no recuerdo se llamaba Daisy.

-Si. -Sonreí-. ¿Tú eres Daisy?

-Si. -Respondió también con una sonrisa-. Eres lindo.

Oh Dios, que adorable es.

-Tú también eres linda. -Contesté.

-¿Y se olvidan de nosotras? -Una de las más grandes se hizo oír por detrás, tenía el pelo
castaño y parecía tener unos doce años, o trece tal vez. La chica que se encontraba a su lado
tenía el cabello rubio,

y no marrón como todos los demás, aunque sus ojos eran muy claros, como los de sus 4
hermanos.

Las cuatro eran preciosas, y ni hablar de Louis.

Mi novio se acerco hacia las dos mayores y las abrazo por el cuello apretándolas en su cuerpo,
de una forma que parecía sofocarlas, y seguramente lo había hecho a propósito.

-Me ahogas. -Comentó una, pero no supe cual.

Louis se separó de ellas riendo y se giro para mirarme fijamente.

-Vale, chicas el es Harry. -Dijo, aún con una preciosa sonrisa en su rostro.

-¡Yo lo vi primera! -Exclamó Daisy quien se encontraba delante de mí, ahora abrazándome por la
cintura.

-No, técnicamente Louis lo ha visto primero. -Contestó la rubia.


-Callate, Lottie. -Se quejo la pequeña sin separarse de mí.

Entonces la otra era Fizzy. Era así ¿verdad?

-Vale, es mono. -Comentó la castaña mayor sonriendo.

¿Cómo es que podía hacer ese tipo de comentarios sin tener vergüenza? De la pequeña lo
aceptaba, pero ahora mis mejillas estaban rojas seguramente. Louis me sonreía de costado, y las
miradas de todos estaban fijas en mí, inclusive la de Daisy que me miraba desde abajo.

Que me trague la tierra, por favor.

Y yo que creía que iba a caerles mal.

-Creo que ya esta el pavo. -Habló Jay por detrás de mí-. ¿Vamos? Así Louis nos dice porque
esta aquí. -Podía ver su sonrisa sin siquiera estar observándola.

Daisy se despegó de mí y comenzaron a caminar

todos hacia la cocina. Esperé a lo último, y Louis también se quedo allí conmigo.

-Te lo dije, les has caído excelente. -Su voz estaba más baja de lo normal, supuse que por si
estaban intentando escuchar.

-Vale. -Sonreí-. ¿Estas nervioso? -Que pregunta idiota, Harry.

-Si. -Admitió.

-Todo saldrá bien. -Dije-. Te besaría, pero no me arriesgare a que nos vean ahora.

-Te quiero.

-Y yo a ti.

Nos dirigimos hacia la cocina, luego de nuestra pequeña charla y todas las chicas se
encontraban sentadas en sus lugares. Daisy, Phoebe y Jay se encontraban sentadas en el lugar
derecho de la extensa mesa para ocho personas, mientras que Fizzy se encontraba en la punta
que le daba la espalda a la barra para el desayuno, y Lottie se encontraba en el lugar más
cercano a ella. Louis me indico que me siente junto a la mayor de sus cuatro hermanas, y así lo
hice quedando también a su lado. Su madre se levantó de la silla y comenzó a cortar la comida,
mientra que sus hijas se sumían en una discusión sobre quien se serviría de la ensalada de
Zanahoria y tomate primera.

-Vale, si no se callan me serviré yo. -Hablo Louis a mi lado tomando el bowl de plástico naranja
en sus manos.

-Cállate, Louis, y pásame eso. -Contestó Fizzy. Mi novio puso cara de indignación y pego el pote
más a su cuerpo.

-¿Y así es como tratas a tu hermano mayor?

-Si. -Respondió-. Sírvete y pásalo.

/> De todas formas, tenía de quien sacar ese carácter. Cof, cof, Louis.

-¿Tú quieres? -Me preguntó, y negué con la cabeza.

Se sirvió y se estiró por sobre mí a pasar el bowl, dejándolo en las manos de Lottie, quien luego
se lo paso a Fizzy que tanto había peleado por él. Jay ya había servido en todos los platos un
pedazo del pavo, para luego sentarse y mirar expectante a Louis.

-¿Vas a decirnos? -Preguntó, y sentí como el cuerpo de mi novio se tensaba.

Lo sentí ya que nuestros muslos se rozaban, y no lo había hecho sin querer, yo quería que se
rozaran tanto como él, era una especie de toque ¿Verdad? Si, si lo era.

-¿Ahora? -Interrogó luego de tragar la comida.

Corté un pequeño pedazo de lo que supuse era el muslo del pavo, y lo introduje en mi boca
mirando a Louis de reojo. La situación era demasiado incomoda para mí, y seguro también lo era
para los demás.

-Si tú quieres. -Dijo su madre.

-¿Podemos esperar y hablar tranquilos sobre eso?

-Me estas asustando. -Comentó su madre.

Todos los ojos de sus hermanas estaban posados en él.


-No es nada malo... supongo.

Las gemelas se encontraban sentadas en uno de los sillones simples juntas, mientras que Lottie
se encontraba en el borde del que estaba en frente a este, y Fizzy se encontraba desparramada
en él. Estaban ubicados en posición vertical al sillón para tres personas, en el que nos
encontrábamos Jay, Louis y yo en ese orden. Había un Pie

de limón en el la mesa de café, junto con uno de frutilla al lado, ambos cortados en ocho
porciones -y parecían deliciosos- pero nadie los había tocado aún.

-Vale, esto es algo que estoy guardando hace mucho tiempo. -Comenzó, y me acerqué más a él
disimuladamente para que notara que estaba allí, junto a él-. Espero que no se molesten, y que
no crean que soy un jodido engendro o algo parecido. -Hizo una pausa.

-Lárgalo, joder, que voy a terminar por quedarme sin uñas. -Pidió Lottie impaciente.

-No es tan fácil, Charlotte. -Contestó sin mirarla. Su mirada se encontraba clavada en sus vans,
mientras apoyaba sus brazos sobre los muslos de sus piernas. Y todas las miradas de los demás
se encontraban sobre él. Suspiró-. Soy gay. -Levantó la mirada en busca de alguna reacción en
sus familiares, comenzando por su madre, y yendo en orden hacia el lado derecho.

La cara de asombro de todas -inclusive la de las gemelas- era demasiado notable, pero no había
espanto en ellas, ni nada parecido.

Los iris zafiro de Louis aparecieron en mi campo de visión y le dediqué una enorme sonrisa.
Estaba avanzando tanto, joder, era un gran paso después de cinco años, y mi sonrisa fue
demasiado sincera. Estaba orgulloso de él.

El silencio en la sala era algo incomodo, especialmente para Louis, quien luego de darme una
pequeña sonrisa de vuelta, repaso su mirada por sus hermanas y su madre, solo que en orden
diferente.

-¿No van a decir nada? -Su voz estaba a punto de quebrarse.

/> No, joder.

Dirigí mi mano hacia su pierna y la apoye suavemente ahí, en señal de apoyo.


-Al menos nadie quedara embarazado. -Hablo Lottie, y todas comenzaron a reír, inclusive Jay.

-Cariño, estoy orgullosa de ti, no me importan tus gustos. -Dijo Jay y rodeó sus brazos por sobre
el cuello de Louis, quien se giro para devolverlo, en un abrazo aún más maternal que el que se
habían dado cuando se vieron.

Yo también estoy orgulloso de él, Jay.

Observé el rostro de sus hermanas, y todas ellas se encontraban sonriendo. Las gemelas se
levantaron del lugar, mientras que Lottie y Fizzy observaban todo desde donde se encontraban.

Phoebe abrazó a su hermano por la cintura cuando su madre se separó de él, y noté como una
lágrima corría por su mejilla lentamente. Sabía que no era de tristeza, sino seguramente de alivio
y alegría. De toda forma, deseé poder quitarla de allí. Abrazó a su hermana pequeña de una
manera muy suave y delicada, dejando un beso en su cabeza luego. Ella volvió a sentarse
tomando los bordes de su vestido blanco de verano -aunque estuviéramos en invierno- mientras
daba pequeños saltitos sobre sus pies descalzos y me pareció súper adorable. Al igual que Daisy
y mi novio.

-¿Harry es tu novio? -Preguntó la otra gemela que se encontraba parada frente a mí, con un
vestido igual al de su hermana, solo que de color rosa pálido, y sus pies tampoco estaban
cubiertos con nada.

Oh Dios, ¿Cómo hacia Jay para soportar la ternura que emanaban sus hijos?

/> -Si, es mi novio. -Contestó Louis.

Por alguna razón mis pulsaciones se aceleraron aunque ya sabía lo que iba a responder, por
algo estaba aquí, y no iba a negarme, pero no pude evitar querer abalanzarme sobre él y
desgastar sus labios sobre los míos en ese momento, y mucho menos pude evitar la aceleración
de mi corazón.

-Yo lo quería para mí. -Comentó la pequeña.

Sonreí y abrí mis brazos ofreciéndoles un abrazo, se tiro sobre mis brazos y pego un saltito para
subirse a mis piernas, pesaba menos que una pluma, y era hermosa.

-Lou puede compartirme, ¿Verdad? -Ambos miramos a mi novio, quien se encontraba con el
ceño fruncido.

-No, no puedo.
Oh, joder, Louis es tu hermanita.

Lo fulminé con la mirada y volví a observar a la pequeña, quien se encontraba haciendo un muy
dulce puchero.

-Esta bromeando, cielo. -Dije, y la niña se acomodo sobre mi regazo abrazándose aún más a mi
torso.

-Vale, Harry es súper lindo y dulce -Oí la voz de Fizzy llenar el silencio, y todas las miradas se
posaron en ella menos la de Daisy-. ¿Cómo es que esta contigo?

Mis mejillas se tiñeron de rojo al igual que cuando había llegado al lugar y ella también había
hecho un comentario de ese estilo.

-Tu hermano también lo es. -Lo defendí, y ella me miro algo asombrada ante mi comentario.

Estaba intentando no morirme de vergüenza cada vez que hablaba, pero no era para nada fácil.

-¿Vas a defenderlo? -Estaba

algo indignada, y no pude evitar reír.

-Soy su novio, obviamente va a defenderme, Felicitie. -Louis parecía algo enfadado.

Fizzy rodó los ojos e ignoro el comentario de su hermano dándose por vencida.

-¿No van a besarse? -Preguntó Phoebe.

Estaba agradecido de que se hubiesen tomado bien la sexualidad de Louis, aunque estaba
seguro de que eso pasaría. Seguramente se sentía más confiado que antes, y eso lo ayudaría
demasiado para dejar de ocultárselo a los demás.

-Si Daisy lo suelta. -Contestó y se recostó en el sillón.

¿Cómo se puede estar celoso de tu hermana pequeña?

Daisy no se movió de mi torso ni tampoco dijo nada. Me recosté también en el sillón con cuidado
de no hacerle mal a la pequeña y me acerque a su rostro lentamente.

-Es tu hermana. -Susurré sobre sus labios, tratando de que las demás no oyeran.
En momentos así, no podía pensar nada más que en lo que tenía frente a mí. El mundo
desaparecía cuando lo tenía a mi lado de esa forma. Solo podía fijar mi mente en él, en lo
precioso que es, y lo suertudo que soy de tenerlo a mí lado, solo para mí.

-Y tú eres mi novio. -Hizo énfasis en él "mí" y luego me beso frente a su familia.

Juro que hay partes que hasta a mi me causan feels, es como que noooooooo, no puden ser tan
cuties.
He leido un par de comentarios diciendo que les gustaria saber que piensa Louis, pero por alguna
razón me gusta hacer mas el punto de vista de Harry, y además ya esta terminada. Pero voy a
adelantar que hay una parte de la novela narrada por Louis, solo una, pero espero que les sea
suficiente, porque no he hecho más.
Ya queda poquito :(. Espero que se pasen por la otra fic (Solo subi un adelanto) y creo que subiré
una vez a la semana, porque ando muy poco inspirada y muuuuuuuuuy cansada. Les juro que
tengo muchisimo en mente y no se como expresarlo, ando demasiado bloqueada, pero bueno,
siempre pasa, creo.
Goodbye sweetieeeeeeeeeees. Love you.

=================

Capitulo 24.

La madre de Louis nos había hecho prometer que él volvería conmigo dentro de poco, y así lo
hicimos. Daisy se había colgado de mi como una garrapata, y fue algo difícil cuando tuvimos que
despedirnos, pero no imposible. Era tan adorable. Mi novio me había llevado a su departamento -
el cual no conocía hasta ese momento- y a decir verdad era bastante parecido al mío en el caso
de los ambientes. Habíamos dormido allí, sin hacer nada fuera de lo normal, y pasamos todo él
domingo tomando helado mientras veíamos un maratón de X-Men en fox. También había insistido
todo el día en salir del closet en general, y estaba demasiado feliz con él y con la idea como para
decirle que no, a pesar de que me resultaba algo apurado, así que propuse la idea de hablarlo
primero con mis amigos ya que tal vez le resultaba más fácil, y aquí estábamos los cuatro
esperando a que llegara un rato antes para el entrenamiento, aunque aún no les había dicho para
que era que Louis tenía que venir, sospeché que Liam ya lo sabía -mi novio ya estaba al tanto de
que mi amigo se había enterado por mi gran bocota, pero no le dio demasiada importacia- pero
tampoco dijo nada sobre él tema y fingía estar impaciente con eso, y también casi me mata él día
de ayer, cuando llegue a la universidad y me recordó que no le había llamado para hablarle sobre
como había ido todo.

Me tranquilicé un poco cuando divise a Louis avanzar por la vereda ya bastante vacía de gente,
aunque se mezclaba entre ella, logré reconocerlo ademas por el uniforme de los Stallions que ya
traía puesto. Le sonreí

sin que mis amigos me vieran, y me devolvió una pequeña sonrisa.

-Vale, ya ha llegado Louis, ¿Puedes decirnos lo que nos tienes que decir? -Hablo Zayn por
detrás de mí cuando Louis ya estaba lo bastante cerca para oír.

-No es algo que solo yo tengo que decir. -Me giré hacia mis amigos y los mire a todos ellos,
aunque la expresión de Liam estaba mucho más calmada ahora.

Louis se encontraba a la par mío, así que entrelacé nuestros dedos y levanté nuestras manos
unidas a la altura de nuestros codos.

-Louis es mi novio. -Largué.

-¡¿Es en serio?! -Exclamó Liam-. Wow, ¡Felicitaciones!

Oh por Dios, era lo peor del mundo fingiendo.

-Joder, Liam ya lo sabía ¿Tú también lo sabias, Niall? -Preguntó Zayn, y el rubio negó.

-Eres un pésimo actor, Liam Payne. -Negué con la cabeza tratando de reprimir una risa, que al
final se escapó de mis labios.

-Felicitaciones. -Hablo Niall-. Pero si quieres a alguien que sepa fingir, no le pidas a Liam, joder. -
Rió.

Zayn aún mantenía su semblante serio.

-¿No dirás nada? -Pregunté arqueando mis cejas.

-Si, la próxima dinos a todos a la vez.

Solté la mano de Louis y me abalancé sobre mi amigo para darle un gran abrazo, que al principio
rechazó apoyando las manos en su pecho, pero luego me respondió.

-Vale, Louis me matará, suéltame mugroso.


Oí la risa de mi novio detrás de mí y rápidamente solté a Zayn para girarme hacia él

dándole la espalda a los demás, le dedique una enorme sonrisa que el devolvió y me abalancé
sobre él tomándolo por sorpresa cuando junte sus labios con los míos allí. No era algo brusco,
pero tampoco demasiado lento, aunque seguía causándome la misma sensación de cosquillas
sobre mis labios cada vez que me separaba de él.

-Consigan un cuarto. -Comentó Zayn.

O podemos ir a la playa también.

Obviamente no íbamos a ir a la playa, yo ya me había cambiado mientras Louis me esperaba allí


observando cada movimiento que hacía y haciendo comentarios sobre mi trasero y ese tipo de
cosas. Tomé el casco en mis manos con los protectores dentro, y salimos juntos al campo
sentándonos en el medio de este, dejando la marca entre nuestras piernas. El entrenador dijo que
hoy haríamos un partido amistoso, así que tuve que prepararme con las hombreras y las
rodilleras también.

-¿Cómo se los diremos? -Preguntó.

-¿Estas completamente seguro sobre esto? -No quería que hiciera algo con lo que se sintiese
incomodo.

-Si.

-¿Y si se lo mostramos?

Sería la mejor manera, luego serían libres de comentar lo que quisieran sobre nosotros, pero nos
ahorrábamos el incomodo momento que seguro se formaría luego de decirlo. Iba a ser incomodo
también, pero estaba seguro de que no tanto, al menos para mi no iba a serlo, o eso creo, porque
me daban igual ellos, por completo. En la casa de Louis era diferente, porque no sabía si les
agradaría a su madre y a sus hermanas.

-¿Cómo? -Frunció

el ceño y su nariz se arrugo en la parte superior.

Su adorabilidad iba a hacerme suspirar frente a él algún día, y quedaré como un psicópata, algo
así como con las 87 llamadas, los 13 mensajes de texto y los 3 de voz.

-Con un beso, duh. -Contesté como si fuese algo obvio.

Bueno, lo era.

-Me parece una genial idea. -Sonrió.

-Esas seguro ¿Verdad?

No quería parecer insistente, pero tenía miedo de lo que podía pasarle cuando yo no estuviera, y
con eso no quería decir que Louis no sabía defenderse si lo querían golpear, sino que los insultos
verbales le dolían, y no quería que se encontrara mal bajo ninguna circunstancia.

-Quiero poder besarte frente a todos, tomarte la mano sin miedo de que nos vean los demás, que
sepan que eres mío, y no te compartiré jamás.

-¿Puedo besarte ahora? -Me estire un poco por sobre mi cuerpo, apoyando mi peso en el casco
que se encontraba en medio de nosotros.

-No lo sé. -Dijo-. Tal vez si te hago esperar, después sea más... lindo.

-Oh Dios, me matarás, Louis Tomlinson. -Negué con la cabeza pero me quede en la misma
posición-. Te necesito ¿Sabes? No podría hacer nada sin ti, ya no, me has salvado, y tal vez
nadie lo entienda, ni siquiera yo, a decir verdad, pero te quiero de una manera en la que jamás
había querido a nadie, me llena el pecho, y de tan solo verte quiero sostenerte en mis brazos y no
dejarte ir, nunca te dejaré caer, Lou.

Sonrió mostrando todos sus dientes, unas

pequeñas arrugas se formaron debajo de sus ojos y quise tirarme sobre él y devorarlo -
metafóricamente- era tan hermoso.

-Tú me has salvado a mi, Harry, en todas las formas en las que se puede salvar a una persona.

Puedo apostar que mis hoyuelos se encontraban totalmente marcados con la gran sonrisa que
se había formado en mi rostro.

Lo que más me gustaba de todo esto, es que era algo mutuo, lo sentíamos ambos, y sentía que
de alguna manera la forma en la que yo lo quería a él, era igual de fuerte que la forma en la que
él me quería a mí. Era mi primera pareja oficial, y esperaba que fuese la única.
-No te imaginas lo feliz que me haces.

Ni yo podía expresarlo con palabras.

-Créeme, lo sé.

Porque él sentía lo mismo.

-¡Harry! -Exclamó Andrew saliendo de los cambiadores. Sabía que era él por el timbre de su voz.

¿En que momento habían llegado? Ahora daba igual, pero no quería que se acercara,
estábamos teniendo una hermosa conversación.

Ladeé mi cabeza y vi como los demás iban saliendo detrás de él ¿ya era la hora? Mi corazón
comenzó a palpitar frente a lo que esto significaba. Cuando todos estuvieran allí, sería el
momento de besarnos, frente a los demás, para que todos lo vieran.

¿Por qué estaba tan nervioso? Probablemente por él, y no tanto por mí, pero no lo sé.

-¿Qué? -Grité para que pudiera oírme.

-¡Estamos por comenzar!

Vale, no iré hasta allí ahora.

-Repito,

¿Estas seguro? -Interrogué devolviendo mi mirada hacia mi novio.

-Mira, si no te callas lo único que tocara tus labios son mis nudillos. -Contestó.

-Vale, te quiero. -Dije riendo.

-Yo a ti. -Sonrió.

Mire hacia donde todos deberían estar sentados, y allí estaban, inclusive los Stallions, y los
imbeciles, Matt, Greg y Sparks. Me levanté rápidamente tomando el casco en mi mano izquierda
y extendí la derecha hacia Louis para ayudarlo a pararse. La tomó, y una leve corriente recorrió
mi brazo.

Oh Dios, debe dejar de suceder eso.


Quedamos frente a frente, el también llevaba su casco en la mano, solo que en la derecha.

Sonreí, y el también sonrío. Era él momento, y ambos estábamos orgullosos de esto.

Al final, no era el cobarde que creí en un principio.

Me acerqué a su rostro y tomé sus labios con los míos fundiéndonos en un hermoso beso. Llevé
mi mano libre a la parte posterior de su cuello, y el la llevo a mi cintura. Podían quedarse
observando todo el tiempo que quisieran, no quería separarme de Louis, no ahora que al fin
estaba besándolo nuevamente, aunque la última vez hubiera sido hacia una media hora.

Le anhelaba tanto que dolía, me apretaba el pecho y sentía que me quedaba sin aire, dolía de
una forma hermosa.

Se separó de mis labios aunque nuestras respiraciones aún se mezclaban. Dejo un beso corto
sobre la comisura de los míos y comenzó a caminar dignamente hacia donde estaban los demás
mientras que yo me

encontraba sonriéndole a su espalda como un idiota, para luego seguirlo y sentarme a su lado
detrás de todos.

Sus miradas se habían encontrado fijas en nosotros, y algunos aún tenían las bocas
completamente abiertas. Ambos entrenadores sonreían y negaban con la cabeza algo divertidos
ante la situación. Al menos no les había molestado, que era un punto para nosotros.

-Ahora tenemos a un marica en nuestros entrenamientos. -Murmuró Matt.

La rabia que emanaban él, Greg y Sparks era impresionante.

-De todas formas, no eres mi tipo. -Contestó Louis.

Las risas llenaron el silencio que se hacía cuando alguien dejaba de hablar. Todos reían,
inclusive el entrenador Jefferson y el de los Stallions, bueno, no todos, Matt, Greg y Sparks se
encontraban completamente callados.

-Te besaría nuevamente -Susurré sobre su oreja-, pero probablemente nos echarían de aquí.

-Se siente excelente. -Murmuró también sobre mi oreja.

-Lo sé.
Todos nos encontramos sudando a chorros. Algunos de mis compañeros me habían felicitado
debido a mi relación, algunos otros me dedicaban pequeñas sonrisas, y vi como algunos de los
compañeros de Louis se acercaban a hablarle, pero en ningún momento ponía mala cara, así que
todo estaba yendo bien. Nos dedicábamos miradas cuando nos colocábamos en posición, y de
vez en cuando le guiñaba el ojo, o él a mí.

-Van a hacerme vomitar arco iris. -Comentó Andy.

No contesté el comentario y simplemente

reí. No me importaba que creyeran que eso era cursi, porque simplemente nos mirábamos el uno
al otro sonriendo, y eso era lo de menos.

Uno de los entrenadores hizo sonar el silbato indicando que había terminado el partido, ahora
debíamos estirar, y seguramente iban a comenzar con eso de que busquemos un compañero, así
que ahora que podía corrí hacia Louis quien se encontraba dividido de mí por los demás. Lo
encontré de espaldas, así que me colgué un poco de él teniendo cuidado de no hacerle mal, y
deje un beso en su cuello, estaba completamente mojado, pero daba igual.

-Harry, estoy demasiado sudado. -Rió, y comenzó a caminar conmigo sobre su espalda.

-No me interesa. -Respondí, y deje otro beso detrás de su oreja.

Se retorció un poco debajo de mí mientras reía. Los demás no estaban ignorando por completo
mientras hablaban entre ellos en diferentes grupos.

-Me hace cosquillas. -Dijo.

-Bésame y pararé. -Pedí.

Se giró alrededor de mis brazos y dejo un corto beso sobre mis labios, para luego separarse de
mí en mi momento de debilidad.

Maldito, había aprovechado.

El silbato volvió a sonar logrando que todos nos callemos y el silencio reine en el lugar.

-Si quieren hablar, háganlo mientras enlongan. -Ordenó Jefferson.

Louis fue directo al césped abriendo las piernas y me coloqué detrás de él para estirar su
espalda hacia delante mientras trataba de llegar lo más abajo posible.

-Verás luego, Louis. -Susurré.

No iba a hacerle nada, seguramente, pero me había dejado con ganas de un beso ¡Eso no se
hace! Tal vez las cosquillas servirían para sobornarlo nuevamente, pero esta vez me aseguraría
de ganar.

¿Como estaaaaaaaaaaaaaaaaaaaan? Bueno, falta muy poquito para que termine, 4 capitulos
más y el epilogo. Bueno, espero que les guste, y que también se pasen por el adelanto de la otra
fic que voy a comenzar en abril.

Muchas graaaaaaaaaaacias<3.

=================

Capitulo 25.

-¿Te han hecho algo ayer? -Pregunté cuando nos encontrábamos saliendo de los cambiadores,
refiriéndome a si le habían hecho algo en el entrenamiento que tenían solos.

Hoy mismo nos habían anunciado que el sábado tendríamos que jugar en contra nuevamente.
Podrían haberlo hecho con algo más de tiempo...

-Verbalmente, ya sabes. -Respondió y frené el paso en medio del campo, el se detuvo y me miro
algo confundido.

-¿Qué sucede?

-¿Cómo te sientes?

Sabía que eso le dolía, y como consecuencia, me dolía a mí. Pero tenía que preguntarle igual.

-Sabía que iba a suceder, Harry. -Se encogió de hombros.


Me acerqué hacia él y lo tomé por la cintura pegando su cuerpo al mío, baje mi cabeza un poco
para poder unir nuestras frentes y cerré los ojos ante eso. Suspiré y deje un corto beso sobre sus
labios.

-Los detesto, juro que los detesto. -Dije.

-No, mira si terminas cambiándome por uno de ellos, a mí también me detestabas. -Rió.

¿Cómo es que pude detestarlo? Esos días parecían tan lejanos...

-Nunca te cambiare, lo sabes.

-Lo sé. -Contestó y pude sentir la sonrisa en sus labios, a pesar de no poder verlo.

Tomó mis labios entre los suyos comenzando un lento beso allí en medio del campo de mi
universidad, pero daba igual, los demás tendrían que acostumbrarse porque esto pasaría muy
seguido.

-¿Es posible ser adicto a ti? -Pregunté.

No podía separarme de

él, ya no. Joder, hasta podía imaginarnos con hijos y mascotas correteando a nuestro alrededor.

Parezco una adolescente.

-Lo mismo me pregunto. -Simplemente respondió.

-Demasiado tengo con verlos ¿van a follar aquí? -Matt.

Maldeci en todos los idiomas existentes, del derecho y del revés. Me giré rápidamente dejando a
Louis detrás de mí, y lo fulmine con la mirada. Estaba acompañado por los otros dos, pero nunca
atacaban solos los muy cobardes.

-¿Qué quieren? -Gruñí.

Por favor, ¿Qué necesidad hay? Una vez, lo acepto, vale, dos también, pero ¿tantas? Joder, me
estaban tocando los cojones, y me la pagarían caro si seguían molestando a Louis, porque a mi
me daba completamente igual, pero a Louis no, y tal vez siempre le molestarían esa clase de
comentarios.
Mi novio dio un paso adelante y se situó a mi lado.

-¿Es que no pueden ser normales y comer coños? Joder, las pollas son para las mujeres. -
Contestó Sparks.

-Eso no responde su pregunta. -Se atrevió a decir Louis.

-El otro marica ha hablado. -Exclamó Greg.

-Cállate, joder, no te metas con él. -Mi voz salió más ronca de lo normal.

-¿Es que te duele? -Preguntó.

Le duele a él, imbecil.

-Ya he experimentado muchos momentos así, y créeme, la experiencia puede ser muy cruel,
pero aprendes, joder, si que aprendes. -El odio que tenía hacia ellos se notaba a millas de
distancia en el tono de mi voz.

-Con que

él es tu debilidad. -Susurró Matt mirando a Louis-. Vale, te has expuesto, Styles.

No, joder, no. Louis. Diablos, no debería haber hecho eso, han notado que lo único que me
afecta es que Louis se encuentre mal.

Idiota, idiota, idiota.

¡Soy un completo idiota!

Sparks se abalanzó sobre mí y tomó mis brazos acomodándolos detrás de mi espalda. Los tres
actuaban como uno, como si fuesen la misma persona y tuvieran la misma mente podrida y
cerrada, que a decir verdad si tenían, tal vez por eso congeniaban tan bien. Matt hizo lo mismo
que Sparks conmigo, pero con Louis, y lo posó delante de mí frente a Greg.

Busqué desesperadamente a alguno de los entrenadores mientras intentaba zafarme de los


brazos de Sparks, pero no encontré a nadie y tampoco pude liberarme de él.

La mochila de Louis había caido al piso a un lado de él, y reparé en que la mía seguía colgando
de mi hombro, pero eso no importaba ahora.

-Suéltenlo, joder, ¡Golpéenme a mí! -Exclamé mientras intentaba acercarme a Greg, pero Sparks
tenía demasiada fuerza, y podía sentir como mis muñecas comenzaban a escocer.

-No te daremos lo que quieres, Styles. -De la voz de Greg brotaba maldad, pero no me
espantaba y jamás lo haría. Solo tenía miedo del hecho de que le hicieran algo a Louis.

Se mantenía erguido y no se molestaba en forcejear contra Matt, porque sabía que no iba a
conseguir nada. Su rostro miraba hacia el frente y su semblante se mantenía firme. Pero no él
mío, me descubrí a mi mismo

llorando cuando una gota salada rozó mi labio inferior, pero no me molesté en quitarla con mi
lengua.

-Joder -Murmuré-, por favor.

Si, les estaba rogando, y eso era algo que solo haría por Louis.

-Esta bien, Harry. -Hablo mi novio-. Son unos jodidos cobardes ¿Tres contra dos? Yo no lo veo
justo. -Los provoco.

¡Mierda! Joder, va a ser peor para ti, Louis, cállate, diablos.

El puño derecho de Greg se apretó a un costado de su cuerpo, y vi el golpe como si fuese en


cámara lenta. La cara de Louis se volteó hacia el lado derecho, y pude ver como escupió sangre
hacia un lado, para luego volver a mirar al frente dignamente. Lo único que podía hacer yo en esa
situación era llorar y exclamar que lo soltaran.

Oh, Lou. ¿Cómo pude pensar que eras un cobarde alguna vez? Me estoy recriminando a mi
mismo por eso, y tal vez lo haré toda la vida.

-¿Es lo único que tienes? -Preguntó arqueando una de sus cejas.

-¡Cállate, Louis! -Grité.

Tenía que contenerme, al verme así más daño le harían, pero no podía, joder, no podía.

-Joder, Harry, esto no es nada. -Me respondió.

¡Egoísta! ¿Cómo puedes decir eso mientras que estoy aquí llorando como un idiota por ti? Joder,
no Louis, tal vez prefieras eso a el daño verbal, pero no puedo ver como te muelen a golpes, voy
a terminar por tener un ataque si no puedo hacer nada, y tu muy tranquilo diciendo que no es
nada.
Greg golpeó su otra mejilla, y oí nuevamente como

escupía, solo que esta vez hacia el otro lado. Los golpes comenzaron a ser más constantes, pero
el mantenía su semblante firme, y no bajaba el rostro ni por un momento.

Cuando decidí que era demasiado para mí, deje de forcejear y simplemente cerré los ojos
agachando mi rostro. No podía ver. ¿Por qué no me hacen eso a mí? Pero tiene que ser a él,
porque es mi jodida debilidad. ¡Todo esto es mi culpa!

-Suéltalo, imbecil, porque ahora somos 17 contra tres. -Andrew, tenía que ser Andrew.

Abrí mis ojos para encontrarme con Louis aún siendo sostenido por Matt, pero los tres -y
supongo que Sparks también- se encontraban observando lo que había detrás de ellos. Todos los
miembros de los Stallions y de mi equipo se encontraban allí haciéndole frente a los tres idiotas.
Andrew llevaba la cabecera, y todos parecían algo frustrados con la situación.

-¿Es en serio? -Se oyó una risa irónica salir de la garganta de Greg, ugh-. ¿Van a defender a
este par de maricas?

Un compañero de Louis, que no supe identificar dio un paso adelante y se planto frente a Greg.

-Que los dejen en paz, ¿Hace falta repetirlo? -Su voz sonó demasiado ronca y amenazante.

-Vale, idiotas, quédense con los maricas, ¡Que les den! -Exclamó Greg dirigiéndose hacia la
salida.

Matt soltó a Louis, y sentí como las manos de Sparks se aflojaron en mis muñecas para luego
soltarlas por completo. Casi caigo de cara sobre el césped, pero pude mantenerme sobre mis
piernas y corrí lo más rápido que

pude hasta donde Louis se encontraba. Rodeé su cuello con mis brazos y lo pegué a mi cuerpo
de una manera algo brusca que lo hizo gemir debajo de mí.

Eres un bruto, Harry. Lo han golpeado.

-Lo siento, lo siento, lo siento. -Dije rápidamente-. Todo esto es mi culpa, lo siento.

-No es tu culpa, Harry. -Respondió mientras apoyaba su frente en mi pecho cuando aflojé el
agarre.

-Gracias. -Me dirigí hacia los demás, quienes se encontraban aún parados allí.
-No hay de que. -Respondió el que le había hecho frente a Greg, y me sentía realmente apenado
por no saber su nombre-. Si esto vuelve a pasar mañana, estaremos allí para ayudarlo.

Eso no quería decir que no iba a estar preocupado, pero me aliviaba saber que Louis no tendría
que enfrentarlo solo cuando yo no estuviera, aunque hoy había demostrado no ser de mucha
ayuda.

-Gracias. -Volví a articular, porque no podía decir otra cosa.

Lentamente se fueron yendo de allí, y sentí un par de golpes de apoyo en mi espalda mientras
iban saliendo, que supongo que venían de mis compañeros de equipo.

-¿Quieres ir a mi apartamento, Lou? -Pregunté sobre su oído, y se limitó a asentir con la cabeza.

-Me siento un completo idiota. -Murmuré mientras acariciaba su cabello.

Se encontraba acostado sobre mi pecho y ambos nos encontrábamos en mi cama, reposando


simplemente.

-Ya lo has dicho unas quince veces, Harry, ya déjalo. -Contestó Louis algo cansado.

/>
No creo que hayan sido quince, pero si lo he repetido un poco... bastante.

-Pero joder, Lou, ¡Y tú los provocabas! -Exclamé.

-Eso no importa ahora ¿Vale? Ambos estamos bien, tu estas bien, y eso es lo que interesa aquí.

El no estaba bien ¿Cómo podía estar bien si había tenido miedo a salir del closet hasta hace algo
de una semana? Imposible que se encontrase bien con aquello.

-Los odio tanto. -Susurré.

-Eso también lo has dicho unas quince veces. -Rió.

-¿Quieres que te ponga hielo nuevamente? -Pregunté cambiando de tema.


No quería pensar más en aquello, pero de alguna forma volvía a mi mente en todo momento, y
seguramente estaría allí hasta que los moretones de Louis desaparecieran, porque iba a
amanecer con unos cuantos moretones en su rostro. Aunque apuesto a que se vería bonito igual.

Y también volvería a mi mente todos los martes y jueves cuando tuviese que ver a esos tres
imbeciles que le han hecho esto a mi hermoso novio.

-Estoy bien. -Contestó casualmente-. Deja de pensar en ello.

-No puedo, Lou. Quiero partirles la cara a los tres, pero no lo haré porque será peor para ti.

-¿Así te sentías antes sobre mi? -Su pregunta sonó bastante seria, y supuse que le importaba
como me había sentido sobre el tiempo atrás.

Pero no estaba ni cerca. No soportaba a Louis y hubiese deseado que desapareciera del planeta,
pero no era nada comparado a lo que sentía por ellos tres.

-No. -Dije-. A ellos jamás podría quererlos, ni en mis peores sueños.

-Y yo era su amigo, joder, que idiota fui.

-Ya no lo eres. -Mi tono sonaba serio ahora-. Te quiero tanto, Lou.

-Yo también te quiero a ti. -Sentenció-. Desearía que pudiéramos quedarnos así por siempre.

-¿Así como ahora? ¿O tú y yo juntos? -Pregunté arqueando mis cejas.

Seguía sin salirme eso de una sola.

-Ambas. -Contestó.

-La primera no será posible, además de que tendríamos problemas en los huesos y
probablemente moriríamos de hambre o deshidratados. -Dije.

-Vale, súper romántico lo tuyo. -Reímos, y enredé aún más mis largos dedos en su sedoso y
rebelde cabello.

-Déjame terminar. -Pedí-. Pero estoy seguro de la segunda, Lou, siempre estaré contigo si tú
decides siempre estar conmigo.

-Entonces siempre estaremos juntos. -Contestó.


-Eso espero, cariño, eso espero.

Por alguna razón este capitulo me gusta muuuuuuuuuuucho. Espero que a ustedes también.
Creo que olvide agradecer a las que me votaron en el concurso, la verdad es que no se como
quede, si pase a la otra ronda, y todo eso. Pero les agradezco por el hecho de haberme votado y
nominado.
Gracias por votar, comentar, y leeeeer.
I love you guys :(.

=================

Capitulo 26.

Zayn luego de enterarse sobre lo sucedido el jueves en la practica, decidió que íbamos a
juntarnos, pero esta vez no habría karaoke, pizzas, y canciones que me recordaran a mi novio,
sino que íbamos a salir de fiesta, y realmente agradecía que intentara despejarnos.

-Iremos en tu auto. -Mi amigo colgó el teléfono sin darme tiempo antes a responder.

Vale, Zayn, no iba a negarme de todas formas.

-¡Louis! -Grité desde mi cuarto mientras me sentaba en el borde de la cama, y el aludido apareció
por la puerta algo apresurado frente a mi grito.

Sus pantalones ajustados se le veían de maravilla e iba completamente de negro, con una
remera básica ajustada y unos zapatos que no supe diferenciar de que clase, del mismo color. Y
ni hablar de su cabello rebelde.

-Me has asustado, joder. -Dijo-. ¿Qué sucede?

-En quince minutos vendrán los demás y nos iremos de aquí.

Había faltado al trabajo el día anterior, debido a que no quería dejar a Louis solo y mi excusa de
que la fiebre había vuelto ahora con vómitos sirvió para que Bill se apiadara de mí y me dejara
quedarme en casa, aunque no tuviese nada de eso y simplemente me encontrara cuidando a mi
hermoso novio quien había sido golpeado.

Tenía un par de moretones en el rostro aún, uno por debajo del ojo izquierdo, y el otro en el
pómulo derecho, los cuales aún le dolían si los tocabas muy fuerte.

-Vale. -Se quedó parado en la puerta observándome desde allí, y desplomé mi espalda sobre la
cama-.

¿Vas a ir vestido así? -Lo oí preguntar, pero su voz sonaba algo más cercana ahora.

Fruncí el ceño, pero no me moleste en levantarme.

Estaba vestido normalmente... mis skinny jeans negros y en la parte de arriba llevaba una camisa
básica blanca, ni hablar de las botas en mis pies, pero estaba prácticamente vestido igual que él
¿Qué tenía de malo mi atuendo?

-¿Por qué? -Pregunté.

-Tu pantalón se ha gastado en la rodilla. -Pude oír como una risa escapaba de entre sus labios, y
no pude evitar sonreír ante aquello.

Daba igual, estaba bastante gastado pero era mi favorito y no iba a dejar de usarlo simplemente
porque estuviese roto.

-¿Te molesta que piensen que sales con alguien quien lleva el pantalón rasgado?

-No, estoy orgulloso de ti. -Sentí como su cuerpo rozaba mis piernas, y luego de eso se posó
sobre mí acomodando sus brazos a los costados de mi cabeza.

-Yo estoy orgulloso de ti -Sonreí-, has logrado mucho, Lou.

Había logrado tanto... en menos de una semana salio del closet tanto con su familia como en
general, y no es que era algo fácil cuando oyes como tus compañeros insultan tu misma
sexualidad. Pero lo logro, y lo esta superando, tal vez no se encuentra del todo bien aún, y los
comentarios siguen afectándole, pero es un gran avance, y no podría estar más orgulloso de él.

-Lo he logrado gracias a ti, Harry, solo gracias a ti.


-¿Quieren algo para beber? -Preguntó Niall gritando por sobre la fuerte

música.

Nos encontrábamos sentados en los sillones blancos que había en el rincón del lugar. Tuvimos
suerte de encontrarlos desocupados, porque eso casi nunca pasaba. Ya había venido un par de
veces con mis amigos aquí, y la verdad es que el lugar me agradaba, porque no se llenaba de
olor a marihuana y cigarrillo como otros lugares. Niall, Liam y Zayn se encontraban sentados en el
sillón de cuero blanco frente a donde estábamos Louis y yo. Seguramente habían decidido
sentarse allí porque yo me había acomodado por sobre el pecho de mi novio ocupando gran parte
del lugar, y prácticamente no cabría otra persona allí.

-¡Si! -Grité en respuesta, y pude notar que todos los demás también querían algo para tomar.

-Vale, pero uno debe acompañarme. -Se quejo el rubio, y los otros dos se levantaron detrás de
él.

Era uno, no los dos... pero daba igual, había quedado solo con Louis.

-Quiero bailar contigo luego, Lou. -Me levante de su pecho acomodando mi cabeza por sobre su
hombro así podía susurrar en su oreja para que me escuchara.

-¿Nos meteremos allí? -Su voz fingía indignación.

Estaba seguro de que él también quería, así que no me moleste.

-Claro. -Me limité a contestar.

-Lo haré solo por ti.

Deje un gran beso en su mejilla y note como se estremeció bajo mi tacto.

-¿Quieres ir ahora? -Pregunté-. Probablemente ya se han tomado las bebidas en el camino.

Vi una deslumbrante sonrisa aparecer en su rostro, y me levanté

para tomarle la mano y arrastrarlo a la pista de baile detrás de mí. En el camino, nos encontramos
a mis tres amigos quienes volvían de la barra cargando las bebidas, Niall me tendió una mientras
que Zayn le tendió la otra a Louis. No hicieron ninguna clase de comentario, y simplemente
volvieron a sentarse en los sillones mientras que nosotros nos mezclábamos entre la gente
tomados de la mano y con un vaso de cerveza en la otra. Le di un trago a la mía, y me frené en
un lugar algo vacío esperando a que Louis se parara delante de mí.
-¿Sabes en donde terminaremos luego? -Insinué en un susurro sobre su oído.

Sonrió sin contestarme, y se dio la vuelta para bailar de espaldas a mí. Se movía al ritmo de la
música electrónica que se encontraban pasando, y no pude evitar pegar mi cuerpo al suyo
moviéndome con él.

No puedes excitarte ahora, Harry, acabas de llegar.

Pegó su trasero sobre mi pelvis, y pude sentir como mi miembro iba creciendo mediante el tacto.
Le dio un trago a su bebida, y llevo su mano libre hacía la parte trasera de mi cuello sin dejar de
bailar.

El ambiente se estaba tornando caluroso, y se tornó aún peor cuando comencé a besar el cuello
de Louis con voracidad, sin miedo de dejar alguna clase de marcas allí. Inclusive me atreví a
morderlo sin ser nada sutil, pero lo estaba disfrutando, mantenía su cabeza ladeada hacia el
costado contrario, y podía oírlo soltar pequeños suspiros.

Separé mis labios de su piel para darle un largo trago a la cerveza y luego arrojar el vaso plástico
al suelo

sin cuidado. De todas formas, luego alguien lo juntaría. Llevé mis manos hacia la parte baja del
estomago de Louis y comencé a trazar círculos con mis dedos allí mientras volvía a llevar mis
labios hacia su cuello. Baje mi mano derecha un poco, y me encontré con un gran bulto
formándose en la entrepierna de Louis, logrando que mis pantalones se ajustaran aún más y que
mi novio diera un pequeño salto cuando lo sintió sobre su trasero.

-Vamos al baño. -Ordené sobre su oreja, luego dándole un pequeño mordisco a esta.

Entrelacé nuevamente nuestras manos y comencé a arrastrarlo entre la gente hacia el fondo del
local, donde se encontraban las puertas blancas con los muñecos de diferentes sexos que
indicaban que allí se encontraban los baños. Tanteé la de puerta de los hombres y entre tirando a
Louis detrás de mí, para luego apoyarlo contra la puerta bloqueándola, y tomando sus labios de
una manera muy brusca y placentera.

-¿Y si alguien entra? -Preguntó cuando separe nuestros labios por unos segundos.

Los suyos estaban bastante hinchados, y no quería imaginar los míos que por naturaleza ya eran
el doble de los de él.

-Nos meteremos a uno de los cubículos luego, Lou. -Contesté.


Desprendí su pantalón y lo baje lo necesario como para que se pudiera ver su boxer negro
ajustado a su piel, relamí mis labios al ver el bulto entre sus piernas y tomé su boca con la mía

nuevamente mientras que dirigía mi mano derecha hacia allí. Soltó un gemido entre mi boca
mientras que yo sonreí en respuesta ante tal acto. Baje sus boxers de golpe y me agache sin
pensarlo dos veces, para encontrarme con el miembro de Louis frente a mi rostro.

Lamí su glande con la punta de mi lengua de una manera fugaz, pero aún así pude oír un gran
gemido salir de entre los labios de Louis. Me decidí por tomarlo todo entre mis labios, y de la
forma más lenta posible fui hasta el final y volví, admirando desde abajo la expresión de mi novio:
Mantenía sus ojos cerrados y la boca algo abierta, y en ella se podía apreciar la sombra de una
sonrisa. Llevé mi boca hasta la parte baja de su miembro, y comencé a lamer lentamente allí
nuevamente con la punta de mi lengua, subí así hasta llegar nuevamente al glande y dejar un
corto beso en este. Me levanté para erguir mi cuerpo sobre el de Louis, y tomé sus labios
nuevamente como si todo dependiera de aquello.

Su miembro rozo mi bulto y un gutural gemido se escapo de entre mis labios, eso lo incito a llevar
su mano hacia mi entrepierna tocándola delicadamente con la yema de sus dedos, desabotono
mis pantalones y los bajo de un tirón hasta por debajo de mis boxers, a la misma altura que yo
había dejado los suyos. Hizo exactamente lo mismo que yo con mi ropa interior y la bajo
rápidamente.

-A los cubículos, ahora. -Era una orden, pero sonó más como si estuviese rogándole ir allí para
follarlo, o que me folle.

-¿Apresurado, Harry? -Arqueó una de sus cejas.

Me estaba retando,

joder.

-Vale, si quieres ser el activo bien, pero vamos. -Sentencié.

Se giro dándome la espalda, y dejando su hermoso y bien formado trasero frente a mi miembro
erecto mientras que buscaba algo en la puerta. Una cerradura.

-¿Qué haces? Louis no tiene una traba. -Iba a terminar por tomarlo yo y forzarlo, diablos.

Vale, jamás haría tal cosa, pero necesitaba tenerlo dentro de mí.

Miró hacía un costado y se estiro para tomar algo y ponerlo delante de la puerta. Una silla algo
vieja y que seguramente nadie usaba, pero serviría. Oh, si que serviría.

-Ahora podré follarte sobre el lavabo. -Articuló sobre mis labios.

Tomó mi cintura entre sus brazos y fue caminando lentamente hacia delante obligándome a ir en
reversa. Mis muslos tocaron algo frío, que supuse era el mármol que había entre los lavabos. Di
un pequeño salto sentándome allí y Louis se coloco entre mis piernas aprovechando que ahora
teníamos la misma altura para juntar nuestras frentes y tomar mis labios como si tuviese hambre
de ellos.

-Amo hacerlo lento -Comenzó a hablar sobre mis labios, y mientras articulaba las palabras estos
rozaban los míos, y no pude evitar atrapar su labio inferior entre mis dientes-, pero joder, te follaré
duro, Harry.

La palma de su mano rodeo mi entrepierna y comenzó a moverla rápidamente de arriba hacia


abajo, logrando que mi espalda se arqueara y estirara mi cabeza hacia tras en un acto instintivo.

-Louis, joder. -Iba a llegar al éxtasis si seguía

haciendo esos rápidos movimientos que me hacían sentir en el cielo. No quería que parara, pero
tampoco quería acabar tan rápido. Me atreví a llevar mi mano sobre su brazo y trate de recuperar
la compostura mirándolo fijamente a los ojos-. Voy a acabar si sigues así.

-Vale. -Sonrió y mordió mi labio inferior-. Nunca olvidaras esto ¿Cierto, cariño? -Susurró la
pregunta sobre mi oreja, y su voz salió demasiado ronca, cosa muy poco común en él.

No sabía si lo que sentí en mi entrepierna fue debido a su voz, o a que me llamara cariño. Tal
vez fue por ambas.

-Jamás olvidare nada de lo que estoy pasando contigo, Lou. -Murmuré en respuesta y tome su
labio inferior entre los míos, y así nos quedamos por un par de segundos.

Comenzó a mover nuevamente sus labios sobre los míos intensificando el beso cada vez mas,
para así poder volver al ritmo anterior. Unos segundos después yo me encontraba tocando la
punta de su miembro con la yema de mis dedos mientras que él gemía bajo mis labios. Sentía su
erección palpitar, así que decidí soltarla y que tuviera que atenderla de otra forma. Me separé de
sus labios y llevé dos de mis dedos hacia mi boca para así lubricarlos, luego de esto los baje
hasta mi entrada y presione en esta introduciéndolos hasta los nudillos rápidamente, cosa que me
hizo soltar un gran gemido.

Podía sentir como Louis observaba la imagen más excitado que antes -si es que eso era posible-
y yo disfrutaba de que él disfrutara verme así.
-Saca tus dedos de allí. -Murmuro

acercando su cuerpo más al mío-. Quiero follarte ahora, Harry.

Decidí hacerlo sufrir un poco más, y moví mis dedos dos veces más dentro de mí antes de
sacarlos de allí. Sentí la punta del miembro de Louis presionar en mi entrada para luego sentirla
en la parte más profunda de mí debido a una fuerte embestida.

Posó ambas manos sobre mis muslos y levanto mis piernas posándolas por sobre su cintura.
Rodeé su cuello con mis brazos para no caer hacia atrás en esa posición y comenzó a
penetrarme cada vez más rápido y fuerte.

Iba a acabar dentro de poco, y lo sabía. Sentía el cosquilleo en mi estomago que me lo indicaba,
y estaba en uno de los puntos máximos de placer.

Joder, lo traería más seguido aquí.

Sentí como su semilla recorría mi entrada, y no pude evitar correrme después que él, manchando
nuestras camisetas. Quedarían evidencias de esto, especialmente en la suya ya que era color
negra, pero no me importo, y seguramente a él tampoco.

Salió de dentro de mí y acomodó sus boxers y su ropa interior mientras yo aún intentaba
recomponerme sobre los lavabos del baño de hombres de un club. Aunque eso tampoco me
importaba, a decir verdad.

Dí un pequeño salto para bajarme de allí y acomodé mi ropa mientras Louis limpiaba los restos
de mi semen de su camiseta, y luego hacia lo mismo con la mía. No pude evitar sonreír ante tal
acto. Se encontraba bastante concentrado en lo que hacía mientras frotaba su mano mojada por
el agua del grifo para quitar la mancha, que salio rápidamente de mi camiseta, pero había dejado
marcas en la suya.

-¿Qué sucede? -Preguntó alzando la vista hacia mí.

-Que eres lo más hermoso que me a pasado en la vida.

Ya se que mis smuts son terribles, pero prometo que es el ultimo de esta novela, lo prometo :(. Y
este cap no creo releerlo, así que si tiene algun error, lo siento.
=================

Capitulo 27.

Había pasado ya todo un día, y hoy sábado teníamos el próximo partido contra los Stallions,
faltaba poco para el final de temporada y terminar el campeonato de este momento, así que
debíamos volver a jugar. Nos encontrábamos todos en los cambiadores con nuestros respectivos
uniformes, y observe que ya nadie llevaba la camiseta de invierno. Me encontraba abrazando a
mi novio por la espalda mientras que apoyaba mi mentón sobre su hombro tranquilamente. Todos
teníamos nuestros respectivos cascos en las manos y estábamos listos para salir de allí en
cuanto el entrenador lo anunciara, mientras que los que iban a la banca ya estaban fuera
esperando tener la posibilidad de ser llamados para jugar.

Los tres idiotas no habían mencionado nada sobre lo sucedido el ultimo entrenamiento, y se
sentía bien saber que ahora ellos estaban espantados por tener a todos los demás en contra.

-Nosotros ya podemos salir. -Dijo Jefferson entrando al lugar.

Nuevamente la manía de hablar en general.

-Suerte. -Susurré sobre la oreja de Louis.

-Suerte. -Se giró para responderme con una sonrisa que respondí, para luego dejar un corto
beso en sus labios.

Salí corriendo de allí, ya que al ser el capitán todos debían seguirme a mí. Esperaba hacerlo bien
y ganar nuevamente, aunque tampoco quería que el equipo de Louis perdiera el partido.

Cuando todos nos acomodamos en el lugar de atacantes, y yo, claramente como mariscal de
campo, entraron los Stallions al campo dirigidos por un hermoso oji-azul al que

orgullosamente puedo llamar mi novio. Me sonrió cuando se puso en posición, y aunque ya tenía
el casco puesto pude notarlo, y esperaba que el notara mi sonrisa a pesar de que yo tenía mi
casco también.

El partido comenzó, y al principio fue algo bastante compartido. Los puntos de ellos eran muy
parecidos a los nuestros, y a veces lográbamos pasarlos, para que luego retomaran el primer
puesto. Estaba lo más concentrado posible en el juego, porque aunque Louis se encontrara en el
otro equipo y no quería que él perdiera, no significaba que quería que ganara ¿Se comprende?
Vale, yo me entiendo. Así que trate de no desconcentrarme dedicándole miradas, o sonrisas, y
espero que el tampoco haya buscado hacer eso conmigo, porque me hubiese sentido un poco
mal al estar evitándolo por mi propio bien y concentración. Luego de esto, trataría de
recompensárselo llevándolo a algún lado que quisiera, o simplemente recostarnos en mi cama, o
en la playa mientras hablábamos y yo acariciaba su cabello.

Vale, Harry, deja de pensar en Louis.

El entretiempo paso, y el entrenador me retuvo bastante hablando sobre que íbamos muy bien,
pero que podíamos hacerlo mejor para ganar. Básicamente, ponía presión sobre mí para que
tratara de hacer lo mejor, aunque no pudiera hacer mucho más. Había pensado en besar a Louis
en ese corto momento que teníamos de descanso, o simplemente ir a decirle lo bien que lo
estaba haciendo y cosas como esas, pero cada vez que trataba de decirle que quería retirarme
un momento, me retenía con su tono de voz bastante enojado y me decía que me

hidrate bien antes de volver a entrar en el juego.

Jodido viejo, quiero ir a ver a mi novio, al menos un maldito segundo.

Pero no pude, y tuve que volver al juego algo enojado. Estaba tan cerca de Louis y no podía
tocarlo, solo debía limitarme a saber que nos encontrábamos en el mismo espacio de 91,4 metros
por 49.

Estaba observando como iba el balón, y note que Thomas quería pasárselo a Paul, quien se
encontraba detrás de Louis. Divisé una camiseta que decía "Sparks" por detrás abalanzarse
sobre mi novio para tomar la pelota que pasaba sobre él, una que jamás hubiese logrado atrapar
en el aire, a no ser que pudiese saltar unos dos metros por sobre el césped.

Todo parecía ir en cámara lenta, Louis desplomándose sobre el suelo con Sparks por sobre él,
quien rápidamente se aparto de arriba y corrió hacia donde estaba yendo el balón en manos de
Paul. La mayoría de los demás seguía empeñado en sus puestos, aunque algunos -como
Thomas- se habían acercado hacía Louis quien seguía desplomado en el césped sin señales de ir
a levantarse.

-¡Louis! -Grité mientras comenzaba a correr.

Me quité mi casco en la trayectoria y lo arrojé a un lado cuando llegue allí. Había tres
compañeros de él -obviamente, ninguno de ellos eran los tres imbeciles- y estaban Thomas y
Andrew allí también. Todos se apartaron al verme llegar, y me acomodé en cuclillas a su lado,
moviendo el casco, y por ende, su cabeza. Sus ojos se encontraban cerrados y su rostro parecía
relajado. Una gota de sangre corría por la sien del

costado derecho, y eso me asusto demasiado.


-Joder. -Murmuré.

Le quite el casco intentando ser lo más delicado posible, y lo cargué en mis brazos, con sus
rodillas dobladas en uno y su cabeza apoyada en mi hombro, esperando a que los paramédicos
llegaran con una camilla, y obviamente me subiría a la ambulancia con él. Agradecía tener fuerza
para cargarlo, gracias al football americano, y no era para nada liviano, pero no me importaba,
para nada.

Todo el lugar se encontraba en un completo silencio, mientras que el jodido narrador decía que
Tomlinson parecía estar herido.

Joder, le sangra la cabeza, imbecil, mejor cállate.

Sentí un liquido comenzar a rodar por mis mejillas, y recién allí note que estaba llorando. Lo
único que pensaba es en que quería que nada le sucediera, que quería que sus ojos se abrieran
y de entre sus labios saliera algo como "Estoy bien, Harry, puedes bajarme" y yo no lo haría
aunque me lo pidiera, lo único que me reconfortaba era ver como su pecho aún se movía. Pero
no me bastaba simplemente con eso, lo quería conmigo.

Los paramédicos aparecieron y con cuidado deje el cuerpo inmóvil de mi novio sobre la blanca
camilla. Comencé a seguirlos fuera del lugar, y cuando comenzaron a salir de allí algo apurados
con la camilla, el entrenador apareció y me frenó con su palma en mi pecho.

-¿Qué? -Especulé de una forma bastante ruda.

-Debes seguir jugando. -Contestó bastante serio.

¿Hablaba en serio? Ni en el más jodido sueño.

-No,

iré con él. -Dije.

-Eres el capitán del equipo, Harry. -Insistió.

-Louis también es el capitán del equipo -Respondí con ironía-. Le cedo el lugar a Thomas.

-Si te vas, no volverás a jugar.

-Vale. -Me encogí de hombros. Ese era un problema menor ahora-. Si alguna vez le pasa algo
así a tu esposa, lo entenderás. -Me retiré de allí al fin, y el no opuso más resistencia.
La ambulancia que se encontraba afuera, ahora tenía las sirenas encendidas y las puertas se
estaban cerrando detrás de esta. Corrí lo más rápido que pude, y a pesar de que el cansancio de
haber jugado más de la mitad del partido estaba yendo en mi contra, aún mi cuerpo se
encontraba algo caliente y llegue a tiempo.

-Soy su novio. -Articulé al enfermero que estaba por cerrar la segunda puerta desde dentro.

-Lo siento. -Dijo-. Pero no puedes ir aquí...

Reprimí mis ganas de insultarlo, y volví a entrar al campo corriendo. Pasé por el costado de este,
yendo por detrás del entrenador y tomé mi mochila que contenía todas mis cosas. En la banca
solo había cinco jugadores de cada equipo, y no pude evitar reír con ironía ante esa imagen. El
narrador hizo una especie de comentario sobre mí, como que me había retirado del partido por ir
con mi amigo, Louis.

Amigo, já.

Rodeé los ojos y seguí corriendo por un costado, ignorando que había 22 jugadores en el campo
pasándose la pelota entre ellos, ugh. Llegué corriendo hacía mi Jeep, y lo único que logre

hacer al subirme fue acomodar mi cabeza en el volante y llorar.

-Louis Tomlinson. -Dije simplemente cuando llegue a la recepción del hospital.

No había mucha gente allí a esta hora, y los pocos que se encontraban esperando me miraron
con pena cuando entre con la cara completamente roja al lugar. Al menos, había dejado de llorar.

-Habitación 134, en la segunda planta. -Contestó, y comencé a caminar-. ¡Espera! -Pidió. Joder,
¿En serio? -. Aún no puedes pasar.

Vale, esperaré todo lo posible para verlo.

Tomé las escaleras a la segunda planta, ya que no valía la pena esperar al ascensor por unos
pocos escalones. El pasillo era bastante amplio -de unos 10 metros- y todo allí era
completamente blanco. Los bancos, las paredes, las puertas, lo único que tenía color era mi
uniforme, un uniforme que no podría volver a usar. La habitación 134 se encontraba justo al final
del pasillo, en el lado izquierdo, así que me desplome en el largo asiento que había en frente
recostando mi cabeza hacía atrás.
Louis se encontraba a unos metros de mí, y nuevamente no podía tenerlo cerca, o más bien,
conmigo. Me arrepentía de no haber mandado al entrenador al carajo cuando no me dejo ni un
respiro en el entretiempo, me arrepentía de no haberle dedicado ni una mirada por la estúpida
concentración que no quería perder, me arrepentía de jugar ese jodido partido. Pero ya no podía
hacer nada por eso. Hubiese deseado estar en su lugar, y que el idiota de Sparks que había
hecho toda esa jugada a

propósito, porque cualquier persona con un poco de cabeza se habría dado cuenta de que jamás
alcanzaría ese balón por su altura, se hubiese lanzado sobre mí y me hubiese dejado en ese
estado.

-¡Harry! -Esa voz me resultaba familiar.

Volteé mi cabeza muy desganado hacia el costado, aún así queriendo saber de quien provenía la
voz, y allí estaba Jay con Lottie, y supuse que Fizzy había quedado a cargo de las pequeñas.

No había pensado en ellas, y en que alguien iba a avisarle lo sucedido con Louis, aunque ahora
que lo pensaba ¿Por qué no iban a los partidos? Quería preguntarle eso a Louis, o a ellas
mismas, pero no era momento para aquello.

-Hola. -Mi tono de voz sonó apagado, y apuesto que el intento de sonrisa que se formo en mi
rostro también daba algo de pena.

-¿Sabes algo? -Preguntó Lottie sentándose a mi lado, y apoyando su cabeza con confianza
sobre mi hombro, pero no me molesto, al contrario, me sentí un poco mejor.

-Nada, simplemente que no puede recibir visitas aún. -Dije con amargura.

En ese momento un hombre de unos 50 años, con el color blanco predominando en su cabello,
bastante calvo y petizo salio de la habitación en la que mi novio se encontraba y se giro hacia
nosotros.

-¿Familiares de Louis? -Preguntó.

Jay y yo nos limitamos a asentir, mientras que Lottie se quedo en la misma posición, pero note
que movía su cabeza para observar al hombre.

-No sabemos cuando despertará, ni tampoco que ha sucedido dentro de

su cabeza. Le haremos un control, pero no podemos asegurar absolutamente nada.


-Pero sus signos vitales están bien ¿Verdad? -Pregunté algo desesperado.

-Si. -Articuló-. Pero eso no quiere decir nada, no es que este siendo negativo...

-Si lo esta siendo. -Afirmé.

El hombre no dijo nada sobre mi comentario, aunque en su lugar me hubiese mandado al diablo.

-Veremos que podemos hacer. -Dio media vuelta y comenzó a caminar por el pasillo-. Y pueden
pasar a verlo ahora. -No se volteó cuando dijo eso, y lo observe desaparecer doblando en el
pasillo.

Podría verlo. Aunque lo que menos quería era verlo así, tumbado en una cama, con sueros
conectados a su cuerpo, y con sus ojos cerrados, sin saber cuando volvería a ver esos hermosos
iris azules.

-Vayan ustedes primeras. -Pedí-. Por favor.

Entré y como supuse, estaba conectado a un suero, sus bellos ojos seguían cubiertos por la fina
capa de piel denominada parpados, y de más esta decir que estaba tumbado en la cama. La
habitación era igual de blanca que él pasillo, y me senté en la silla de ese color que se encontraba
a un lado de la camilla. Una lagrima recorrió mi mejilla, y nuevamente me sorprendí a mi mismo
llorando, aunque ahora estaba mucho más conciente que la primer vez.

-Lou. -Murmuré con la voz quebrada mientras tomaba su mano derecha entre mis dos palmas. El
suero estaba en la otra, así que no tuve demasiado problema-. Joder, despierta, por favor. -
Rogué, aunque sabía que el no me estaba escuchando.

Tal vez alguna parte de

él podía oírme aún, no lo sé, nunca he comprendido ese tipo de cosas, y verlas en las películas
me resultaba demasiado triste. ¿Hablar con un ser querido que se encuentra en un estado del
que tal vez tarde en despertar? Nunca me abría imaginado así, porque todos vemos esa clase de
cosas como imposibles para nosotros, creemos que simplemente le pasan a los demás, pero
cuando te toca vivirlo a ti te das cuenta de que no estas fuera de ese entorno, porque eres una
persona más, y puedes vivir las mismas desgracias que los otros.

Y joder, como duele estar en ese lugar.


-Volverás pronto ¿Verdad, cariño? -Acomodé mi cabeza a un costado de la camilla observando
su hermoso perfil-. Te quiero aquí conmigo, pero no de esta forma, Lou. Ni siquiera te he dado un
jodido beso en el entretiempo -Me recriminé-, vale, pero no es una despedida, ¿No es así?
Porque vas a despertar, y vamos a volver a estar juntos, y vamos a pasar por muchas cosas más,
Lou, te lo prometo. -Deje un beso en su mejilla con cuidado. No quería tocar sus labios, me
asustaba esa idea, quería recordar su tacto tibio y dulce, no frío y sin respuesta.

-Iremos a hacerle estudios.

No lo había escuchado entrar. Allí se encontraba el mismo hombre al que había tratado bastante
mal anteriormente, parado en la puerta con dos enfermeras de tras que rápidamente se
adelantaron para llegar hacia Louis. Sin responder, volví a girarme hacia mi novio y apreté su
mano entre la mía nuevamente.

-Te amo. -Susurré sobre su oreja, para que nadie pudiera oírme, aunque el tampoco lo hiciera-.
Se fuerte por mi, porque yo lo seré por ti.

Holaaaaaaaaaaa, bueno, la novela la termine de escribir hace algo de dos meses, así que no
puedo cambiar el hecho de que ese sea el ultimo smut.
Una chica me propuso hacer una segunda temporada, pero la idea no me convence. Me iría
demasiado de la base de la novela, que es como su amor ayudo tanto a Louis como a Harry a
salir adelante ¿verdad? Y creo que arruinaria todo, la verdad, porque se convertiría en algo muy
cliché.
Pero tengo la otra novela que comenzaré este lunes, y podrán leer esa, y espero que les guste
tanto como esta.
Muchisimas graciaaaaas.

=================

Capitulo 28.
Una semana entera había pasado luego de él "accidente" en el partido. Liam me había obligado a
ir a la universidad, y luego de eso siempre iba a mi apartamento a darme una rápida ducha, para
luego volver al hospital a ver a mi novio, quien no daba señales de ir a despertarse. Bill me había
dado un tiempo luego de que me aparecí en la tienda a explicarle todo, y me dijo que no me
preocupe por el trabajo, que buscaría a alguien que me reemplazara por un tiempo. Adoraba a
ese hombre. También el lunes siguiente, había pasado a recoger algunas cosas que habían
quedado en mi casillero, en el camino, me crucé a Thomas quien estaba llegando temprano al
entrenamiento porque debía hablar con el entrenador, y no sabía porque, me preguntó por Louis
aunque seguramente lo hacía por simple cortesía, me contó que nuestro equipo había ganado el
partido, y sonreí, pero me daba igual. El martes aparecieron los Stallions en el lugar -sin Sparks,
Matt y Greg- y me contaron que su entrenador había quitado a Sparks del equipo. Eso me hizo
sentir un poco mejor, hasta que llego el doctor que atendía a Louis -el mismo del principio, que
ahora se, se llama Dr. Bryle, vale, ese es su nombre medico, pero da igual- y me dijo que lo único
que podíamos hacer era tener paciencia.

Odio tener que esperar por las cosas, pero por Louis esperaría toda mi vida.

Me encontraba en la sala de espera, observando fijamente a la puerta sin saber que hacer. Las
gemelas se encontraban dentro con Jay, y me parecía algo demasiado horrible que sus hermanas
pequeñas tuvieran que verlo

en ese estado, pero su madre -con quien ahora llevaba una bastante estrecha relación, debido a
que nos encontrábamos muy seguido- me había dicho que encapricharon tanto con la idea de ver
a su hermano, que se ataron las muñecas entre ellas y se amarraron a la heladera para que nadie
pudiera agarrar nada de allí dentro hasta que las llevaran al hospital. La verdad es que no entendí
demasiado lo que sucedió, pero me causo algo de gracia, y por primera vez en unos días logré
soltar una pequeña risa.

-Harry. -Me giré para ver quien se acercaba por el pasillo y me encontré a Zayn dirigiéndose
hacia mí.

-Hola. -Respondí secamente cuando se paró frente de mí tapando la puerta.

-Te voy a sacar de aquí. -Dijo.

No, no me iré de aquí. Esta la posibilidad de que despierte, y necesito verlo.

-No. -Me limité a decir.

-Vamos. -Frunció el ceño y me miro tratando de amenazarme, pero en este momento, no


funcionaba como antes-. Hay un bar aquí en la esquina -Insistió-, podemos ir allí.
No quería ir, pero sabía que Zayn era capaz de cargarme en su hombro -si, tenía la fuerza para
eso- y llevarme hacia ese bar mientras hacíamos un terrible alboroto en medio del hospital, y tal
vez después no me dejaban entrar nuevamente, así que me levanté tratando de evitar no poder
volver a ver a mi novio, y comencé a caminar por el pasillo. Sabía que Zayn me estaba siguiendo
con una sonrisa de satisfacción en su rostro.

-¿Cómo estas? -Preguntó mi amigo dándole

un sorbo al café que había pedido.

A mi me había ordenado un pastel de fresas con un capuchino, y no me dejo objetar, aunque a


decir verdad, tenía algo de hambre. Así que corté la punta triangular de mi primer comida en dos
días y lo llevé a mi boca, para luego pasarlo con un poco de capuchino, que sabía delicioso.

-¿En serio preguntas? -Dije levantando la mirada hacia él.

-Vale, lo siento. -Parecía algo arrepentido de aquello, y me sentí algo mal por hacerlo sentir de
esa forma-. Has perdido peso. -Comentó.

Me daba completamente igual, aunque no había notado el hambre voraz que tenía hasta ahora,
cuando me sentaba allí a esperar por alguna noticia, o cuando tomaba su fría mano entre las
mías no sentía más que angustia y desesperación por tenerlo conmigo, no solo físicamente.

-No me interesa. -Contesté, y probé otro pedazo de la porción de pastel.

Sabía delicioso.

-Se recuperará, ya veras, Harry. -Trató de animarme, pero eso ya no funcionaba.

-Eso espero. -Murmuré intentando que mi voz no se quebrara.

Y hace una semana estábamos juntos... vale, tal vez demasiado juntos, pero ahora me
conformaba con que simplemente abriera sus hermosos ojos.

-Ya veras. -Dijo-. Dormirás nuevamente allí ¿verdad? -Preguntó.

-Si. -Respondí.
No iba a poder conciliar el sueño si no me encontraba durmiendo en el mismo cuarto que él, el
cual por suerte, tenía un sillón que era bastante incomodo, aunque servia, a pesar de que la
mayoría

de las veces me dormía sentado sosteniendo su mano, y apoyando mi rostro sobre la camilla.

-¿Sabes? -Comenzó-. Nunca te había visto así por nadie, Harry.

-Vale. -Le di otro sorbo al capuchino mientras cortaba otro pequeño trozo de pastel con la
cuchara y lo llevaba a mi boca.

-Estas perdidamente enamorado de él.

-Lo sé. -Admití observando los ojos pardos de mi amigo-. Sería un completo idiota si no lo
estuviera.

-Seguramente. -Rió-. Él también esta enamorado de ti. -Aseguro.

-Se que me quiere.

Siempre nos los decíamos, y a pesar de eso cada vez que mencionaba esas dos palabras mi
estomago daba un vuelco y no podía evitar sonreír.

-Es más que eso. -Sonrió de lado-. Si vieras como te mira... él te ama, Harry.

"Te ama, Harry."

-¿Sabes? He estado hablando con Zayn.

Había tomado como costumbre hablarle a Louis cuando me encontraba solo con él, y Zayn ya se
había ido del hospital, hacía unos 5 minutos. Eran alrededor de las 11 pm, y supuse que iría a
verse con los chicos, o simplemente a dormir. ¿Quién sabe? No quería indagar sobre ese tema
ahora.

-Me ha dicho que me amas. -Seguí-. No sé si será verdad, se que me quieres, pero no es lo
mismo ¿No es así? -Pregunté aunque sabía que no iba a recibir ninguna respuesta. Tomé su
mano derecha y entrelace sus fríos dedos con los míos-. ¿Pero sabes que sé? Que yo si te amo,
Louis. Te amo tanto, que me duele el pecho de simplemente
pensar en ti, en que eres mío y de nadie más, siento que mi corazón aprieta dentro de mi pecho,
y no es simplemente por el dolor que me provoca no tenerte presente, se que es por lo que siento
por ti, a pesar de que no estemos juntos hace mucho tiempo... -Suspire, y acomodé mi frente
sobre la camilla. Sentía las lágrimas sobre mis ojos y ya estaba comenzando a ver borroso.
Pestañeé, y estas comenzaron a caer rápidamente por mis mejillas-. Jamás quise y voy a querer
a nadie como te quiero a ti, Lou.

Porque jamás encontraría a alguien mejor que él en mi vida.

-¿Recuerdas esa vez que estábamos discutiendo? -Interrogué, y no conseguí respuesta alguna-.
Vale, hemos discutido muchas veces. Me refiero a esa vez, cuando Greg quiso golpearme y tú lo
detuviste. ¿Recuerdas ahora? -Parecía un imbecil hablando con él, pero iba a hacerlo de todas
formas-. Tú me dijiste que él corazón se encontraba en el lado izquierdo del pecho, y yo te corregí
diciendo que estaba en el centro solo que el lado izquierdo era mayor. -Suspiré, y relamí las
lágrimas que se encontraban en el borde de mi labio inferior-. Tú tienes toda la parte izquierda de
mi corazón, Louis Tomlinson. Es tuya, y de nadie más.

-¿Harry? -Era su voz... mucho más ronca de lo normal, pero era su voz.

Abrí mis ojos lo más posible y levanté mi rostro para encontrarme con un Louis demasiado
somnoliento intentando abrir sus ojos. ¡Se despertó! Y estoy llorando aún más fuerte que antes,
ahora no es algo inaudible, sino que el llanto brota tanto de mis ojos como de

lo más profundo de mi garganta. Algo dentro de mí quería abalanzarse sobre él y abrazarlo, pero
seguramente estaba débil y solo empeoraría las cosas.

-Lou... -Susurré con la voz cortada.

No podía articular nada más, las palabras no salían de mi boca. Mi pulso se encontraba
demasiado acelerado, y la verdad es que no sabía como podía encontrarme respirando.

-¿Por qué lloras? -Su tonó de voz agudo no era nada parecido a lo que salía de entre sus labios.
Sonaba rasposa, y me recordaba a cuando se despertaba por las mañanas.

No pude evitar volver a soltar un pequeño gemido de mi boca, mientras volvía a llorar como
antes.

-¿Por qué estoy en un hospital? -Cambió de pregunta.

Inhale y exhale varias veces para intentar tranquilizarme, y luego de unos largos segundos
conseguí dejar de llorar. Tenía miedo de que se volviera a dormir, así que decidí comenzar a
hablar, pero debía llamar al Dr. Bryle primero, su salud era una prioridad, y probablemente debían
hablar con él. Así que presione el botón que se encontraba a un lado de la cama para llamar a
una enfermera.

-Sparks te golpeo en el partido. -Traté de que mi voz no se quebrara nuevamente-. Has estado
inconciente por una semana.

Sus dedos se movieron por primera vez sobre mi mano, y el impulso de apretarla suavemente me
gano. Su rostro no expresaba nada fuera de lo normal, y se encontraba bastante calmado.

Estaba

tan feliz de poder ver sus orbes azules nuevamente.

-Te he extrañado tanto, Lou.

Una gran sonrisa apareció en su rostro, y estuve apunto de lanzarme a sus brazos y decidir
jamás soltarlo aunque los médicos me obligaran. Es que era tan hermoso... pero la puerta se
abrió y allí apareció el Dr. Bryle. Me resultó extraño, porque debía aparecer una enfermera, pero
no le di importancia.

-Harry ¿Puedes dejarme a solas con Louis? -Preguntó mientras se acercaba cada vez más hacia
nosotros.

No parecía para nada asombrado, a decir verdad. Asentí y me levanté de la silla, apretando mi
mano en la de Louis para luego soltarla, pero él no me lo permitió.

-Quiero que se quede. -Dijo.

-No puede quedarse. -Sentenció el medico, y me giré hacia mi novio con una enorme sonrisa en
mi rostro.

Estaba feliz de que estaba despierto, y no me importaba esperar a que él doctor hiciera su
trabajo. Era por su bien, y eso era lo que más me interesaba.

-Luego volveré, cariño. -Articulé separando nuestras manos y me dirigí hacia la puerta, no sin
darle una mirada antes de salir por allí.

Me sentía en las nubes, como si estuviese tocando el cielo nuevamente. Tendría a Louis a mi
lado, había despertado, y en mis ojos ya no se acumulaban lagrimas, todo lo que podía hacer era
sonreír. Y es que verdaderamente estaba tan feliz. No podía esperar a tenerlo a mi lado
nuevamente, y cuidar de él sobretodo. Tenía que llamar a Jay y contarle lo sucedido, así que
saqué el celular del bolsillo

trasero de mis skinny jeans y lo desbloqueé. Lo cargaba de vez en cuando en el enchufe que se
encontraba en la habitación de Louis, pero no era demasiado necesario ya que lo apagaba la
mayoría del tiempo.

Había intercambiado números con la madre de Louis, por si algo así sucedía. Y sucedió, oh Dios.

-¡Jay! -Exclamé-. ¡Ha despertado!

Oí un pequeño grito escapar desde el otro lado del teléfono, y mi sonrisa se ensanchó aún más.
Estaba tan feliz como yo.

-¡Iré allí ahora! ¡Debo despertar a las gemelas y avisarle a Lottie y a Fizzy! -Su tono de voz volvía
a ser como antes, irradiaba felicidad.

-Vale. -Me limité a responder y corté la llamada, para mandarle un mensaje a mis tres amigos.

Me llegó el informe de entrega, y guarde el celular en el lugar del que lo había sacado. Unos
segundos después, el Dr. Bryle salió de allí con una sonrisa en su rostro. Eso indicaba que iba
todo bien, y como si fuera posible, me sentía más feliz que antes aún.

-Esta todo perfecto. -Me aseguró-. Si sigue así, podrá irse de aquí en unos días.

-¿Puedo pasar a verlo? -Me levanté del asiento de la sala de espera.

Debería haberle agradecido, pero lo único que salió de entre mis labios fue eso.

-Si sucede algo, presiona el botón. -Pidió antes de retirarse por el pasillo, y rápidamente me
introduje en el cuarto.

Louis me recibió con una hermosa sonrisa, las arrugas se formaron debajo de sus ojos, y tuve
que reprimir un suspiro.

-¿Puedo?

-Pregunté cuando llegue a su lado, pero no me senté, sino que me agache para apoyar nuestras
frentes.

-¿Ha pasado una semana? -Susurró sobre mis labios, a lo que solo pude responder con un
"mhm". Quería besarlo, ahora-. Una semana sin besarte, ven aquí.
Llevó su mano libre de suero hacia mi cuello y unió nuestros labios en un calido y lento beso,
podía sentir que lo anhelaba tanto como yo, y que a pesar de ser algo muy suave y delicado
irradiaba deseo.

-Es extraño. -Murmuró cuando me separé de él con una enorme sonrisa en mi rostro, y me senté
en la silla blanca que tan conocida se me había hecho últimamente.

-¿El qué? -Fruncí mi ceño, mientras nuevamente entrelazaba nuestros dedos como había hecho
antes.

-Recuerdo la última vez que te bese como si hubiese sido hace poco, pero joder, ha pasado una
semana. -Parecía sorprendido ante el hecho, y aunque no tuviese motivos para aquello, reí-.
¿Qué ha pasado luego de que me fui? ¿Quién ha ganado? -Preguntó.

-¿En serio te interesa eso, Lou? -Interrogué-. Han ganado los SF Titans. -Respondí.

-¿Por qué hablas en tercera persona? -Frunció el ceño.

Ya me había acostumbrado a la idea de que no iba a jugar más al football americano, así que
tendría que anotarme en un gimnasio para no perder el estado físico, porque no pensaba dejar de
comer comida chatarra.

-Me han echado del equipo. -Me encogí de hombros, porque era algo que no me importaba para
nada en este momento. Me

miró haciendo la próxima pregunta con sus expresiones, sin articular palabra. Quería que le
explicara por qué-. Cuando te desmayaste, quise irme contigo, y Jefferson me dijo que si no
continuaba el partido estaría fuera del equipo.

-¿Y por qué no continuaste? -Preguntó como si eso fuera lo más lógico.

-Porque quería estar contigo. -Sentencié, porque eso era lo más lógico.

-No puedo hacer actividades físicas por el momento, así que tendré que renunciar. -Dijo.

-No iba a dejarte volver con ese loco, de todas formas.

Me acerqué a su rostro y deje un corto beso en sus labios, para luego volver a mi lugar. Poder
hablar con él nuevamente, y sentir sus calidos labios sobre los míos era lo mejor.

-Vale. -Rió-. Harry... -Quería decir algo, así que lo miré incitándolo a seguir, pero no dijo nada
más.

-¿Qué sucede, Lou?

-Tú tienes todo mi corazón, y yo también te amo.

Había oído todo lo que le había dicho, y a decir verdad me dio algo de vergüenza, y pude sentir
como mis mejillas se teñían de color rosado. Mi pulso se acelero, y lo único que logre hacer fue
apretar mi mano sobre la suya en respuesta.

Él me ama. Y nunca me había sentido tan feliz en mi vida.

Este fue el último capitulo, aunque aún falta el epilogo. ¿En serio creían que iba a matar a Louis?
Dios mío, ni siquiera lo había pensado. Sufro mucho con la muerte de los personajes, y creo que
me dolería demasiado matar a alguno.
¿Se pasan por la otra historia que comencé? Ya subí el primer capitulo. Les dejo el link, por si
estan interesadas: http://www.wattpad.com/40980471-besa-mi-oscuridad-larry-stylinson
Y por lo de que ven letras, y todo eso. El capitulo anterior hay que leerlo desde una computadora,
y algunas lo han dicho en comentarios (inclusive yo, pero lo borré luego) y ni atención les han
prestado.
Gracias por las lecturas, los votos y los comentarios.

=================

Epilogo.

5 años después.

-¡Harry! ¡Llegaremos tarde! -Exclamé desde el último escalón, esperando a que bajara con
Caleb.

Zayn y Liam iban a casarse, larga historia... el problema es que Niall ya me había dejado unas
cuantas llamadas diciendo que estaban esperándonos a nosotros, y Harry estaba teniendo
problemas con atar la corbata de Caleb seguramente.

Siempre tan adorable...


Habíamos adoptado a un niño, cuando este tenía unos cuatro años -en este momento, tenía
seis- hubo unos cuantos problemas con ponerle el apellido, porque obviamente habíamos optado
por los dos, pero no sabíamos cual poner primero, así que habíamos recurrido a hacer piedra
papel o tijera, y ahora el pequeño Caleb se apellidaba "Tomlinson Styles" porque le había ganado
a mi prometido con 2 de 3. El cabello de mi hermoso hijo era color rubio platinado y era bastante
lacio, aunque con Harry teníamos la costumbre de despeinarlo siempre porque se veía mucho
más adorable, sus hermosos ojos miel resaltaban ante su tez blanca, y sus labios color sandía,
que me recordaban mucho a los de su otro padre, también resaltaban ante el color de su piel.

Observé a Harry bajar con Caleb a su lado por las escaleras de la casa que habíamos comprado
con mucho esfuerzo, ya que nuestros salarios como profesores de literatura no eran los mejores.

Compadecía a Caleb, a decir verdad, lo atormentábamos con historias todas las noches, y le
narrábamos acontecimientos todo el tiempo. Pero a él le agradaba, y siempre esperaba por más.

/>
Los tres llevábamos trajes color negro, con camisas blancas por debajo, y ellos dos llevaban
corbatas negras. Estaban vestidos idénticos, hasta le había puesto unas botas parecidas a las
suyas, oh por Dios, Harry.

Se frenaron en el segundo escalón, uno por sobre el que yo estaba, y juntaron sus pies
acomodando sus manos detrás de su espalda tomando la misma posición. Vale, me daba miedo
lo parecidos que podían llegar a ser. Harry estaba prácticamente igual que cuando nos volvimos
una pareja, aún llevaba sus sedosos rulos hacia atrás y su anatomía seguía siendo igual de
fuerte, ya que había instalado un gimnasio en la casa en donde entrenaba una hora al día, al igual
que yo.

-Papá Louis -La voz del pequeño resonó en el lugar, y observé el atisbo de una sonrisa en el
rostro de Harry mientras bajaba la mirada hacia él-, papá Harry me ha dicho que tú podías
cargarme hasta el auto. -Pidió el pequeño, quien fingía inocencia.

Harry tenía la manía de cargar al pequeño hacia todos lados, cosa que a mí me molestaba, y
sabía que jamás quería hacerlo. No es que me molestara, pero va a tener esa costumbre unos
cuantos años, y joder, crecerá y no será nada fácil.

-Solo porque comenzarán sin nosotros si no nos apuramos. -Le contesté más a Harry que al
pequeño, mientras me agachaba y lo tomaba en mis brazos.

Cuando me levanté pude notar la sonrisa de Harry en su rostro y negué con la cabeza. Caleb
acomodó sus piernas alrededor de mi torso, y me dirigí hacía la salida. Harry se adelantó para

abrirnos la puerta, y salimos hacia fuera esperando a que llegara para abrir el Jeep que se había
negado a cambiar -yo si había cambiado mi auto antes de mudarnos, pero el estaba bastante
enamorado de su precioso Jeep Patriot- y así lo hizo. Bajé a Caleb de mis brazos dejándolo a un
lado y abrí la puerta trasera y el se trepo por los asientos buscando el cinturón de seguridad para
colocarlo en mismo, y lo logró. Ya más tranquilo, me subí en mi lugar, y noté que Harry ya se
encontraba poniendo en contacto el auto mientras yo cerraba la puerta.

Toda la parte de los "acepto" y las firmas, ya había pasado -y se habían atrasado veinte minutos
gracias a nosotros- así que nos encontrábamos en la pequeña fiesta que habían decido hacer, y a
decir verdad era bastante privada. Habían alquilado una especie de salón que se encontraba
afuera de la ciudad. Tenía varios sillones y estaba repleto de mesas con todo tipo de comidas,
estaba pintado de un color verde que me recordaba demasiado a los ojos de Harry, frente a los
sillones y a un lado de las mesas con comida había un escenario color negro con un micrófono en
medio. La música resonaba de fondo y era algo bastante tranquilo sin letra alguna, solo era para
ambientar el lugar. En el sillón blanco de enfrente se encontraba sentado Niall con un vaso que
seguramente contenía vodka con naranja -la bebida favorita de Harry, lo sabía porque el color de
su vaso tenía era el mismo- mientras conversaba con Harry amenamente sobre quien sabe que,
porque a decir verdad no les estaba prestando atención.

Zayn y Liam hablaban con unas mujeres, quienes saqué las conclusiones eran sus madres, y
parecían bastante divertidos haciendo aquello. Un chico que no recordaba haber visto en la
ceremonia toco el hombro de Niall mientras me saludaba con la cabeza y le decía algo a Harry,
pero su concentración estaba en Niall y el rubio se giro, para luego exclamar algo, levantarse y
retirarse de allí a hablar con él. Me resultaba bastante conocido a decir verdad, su cabello
también rubio, sus ojos marrones, sus facciones delicadas y su cuerpo pequeño pero que parecía
bastante fuerte.

-¿Quién es? -Pregunté cuando estaba lo bastante lejos para no poder oírme.

-Andrew. -Contestó-. Estaba en mi equipo de football americano.

De ahí lo tenía conocido.

-Vale. -Respondí.

Sentí como su cabeza se acomodaba en mi hombro, y apoye la mía en la de él. Tome su mano,
la cual se encontraba sobre su muslo y entrelacé nuestros dedos. Siempre me había gustado ver
como su gran palma cubría la mía, porque a decir verdad era prácticamente el doble de grande.

Me encantaban esos momentos simples, en los que nos limitábamos a estar junto al otro sin
tener la necesidad de decir nada.

-¡Papás! -Caleb apareció corriendo entre medio de la gente que se encontraba parada hablando
entre ellos en grupo, y esquivo los sillones para plantarse frente a nosotros.

-¿Qué sucede, cariño? -Preguntó Harry sin moverse ni un centímetro de la posición en la que
nos encontrábamos.

-¿Cómo

se han conocido? -Interrogó el pequeño.

Esa historia nunca se la habíamos contado antes.

-¿A qué viene eso? -Dije.

-Camille me ha dicho como se conocieron sus padres, y ustedes nunca me lo han dicho a mí. -
Reprochó el pequeño acomodando sus brazos en su pequeña cintura.

Camille era la niña que habían adoptado Liam y Zayn, quien tenía la misma edad que Caleb, y
vivían pegados el uno al otro cada vez que se veían -prácticamente todo el tiempo- aunque se
peleaban bastante seguido, y cada cinco minutos volvían a hablarse como si nada hubiese
pasado.

Me erguí en el lugar, y Harry hizo lo mismo. Golpeé mis piernas indicándole al pequeño que se
sentara sobre mi regazo y así lo hizo mirándonos expectantes a ambos en busca de una
respuesta. Le dirigí una mirada a Harry con una enorme sonrisa en mi rostro, y él hizo
exactamente lo mismo.

Recordar esas épocas me hacia pensar en lo mucho que extrañaba jugar al football americano,
pero no habría cambiado las cosas, porque soy completamente feliz con Harry y Caleb, y con eso
me basta.

-Papá Louis no me caía bien -Dijo Harry, y dios mío, amaba cuando se refería a mi como "Papá
Louis" -, y yo tampoco le caía bien a él.

-¿Y qué sucedió? -Interrogó el pequeño ahora más interesado que antes.

-Ambos jugábamos al football americano. -Hable yo ahora.

-¿Eso que miran siempre por tele? Siempre discuten sobre quien quiere que gane y es raro.
¿Cómo es que podía

ser tan inteligente con solo seis años?

Harry y yo soltamos una estruendosa carcajada ante el comentario del niño, porque era cierto,
siempre discutíamos sobre quien queríamos que ganara el partido.

-Si, eso. -Afirmé-. Jugábamos en equipos rivales.

-¿Discutían como cuando miran tele?

-Mucho peor. -Harry contestó riendo.

Sus hermosos hoyuelos se encontraban marcados... que precioso era.

-¿Y porque ahora no se odian? -Nos miraba a ambos por un plazo de cinco segundos, para
luego mirar al otro esperando una respuesta.

Mi mirada se fijo en los ojos esmeraldas de mi prometido, y no pude hacer más que sonreír, y él
me sonrió en respuesta.

-Porque nos hemos enamorado. -Contesté desviando la mirada hacia Caleb por unos segundos.

Me acerqué de apoco a su rostro, aún con nuestro hijo en mi regazo quien se movió
incómodamente.

-¿Van a besarse? -Interrogó, y ambos desviamos nuestros rostros hacia él-. Me iré con Camille. -
Dijo antes de desaparecer de nuestra vista en medio de todos los demás.

-¿Cómo puede ser tan inteligente? -Oí la voz de Harry a mi lado y volteé a mirarlo, mientras el
hacía lo mismo logrando que nuestras narices se rozaran.

-No lo sé. -Simplemente contesté y me acerqué aún más tratando de acortar la distancia entre
nosotros, llegando a rozar nuestros labios.

-Lou. -Susurro sobre mis labios y pude sentir su aliento calarse en mi boca entreabierta.

Cinco años

juntos, y aún lograba volverme loco.


-¿Qué? -Murmuré.

-Eres un muy buen padre ¿Lo sabias?

-Tu eres el que siempre sabe que hacer, cariño. -Reí.

Era cierto, yo siempre era un desastre con Caleb, y discutía con él poniéndome a su altura como
si fuese un crío, aunque podían ser cosas no muy infantiles, porque era realmente inteligente,
pero Harry siempre lograba calmarnos a ambos cuando dejaba de observar a la situación que
normalmente le causaba mucha gracia. Le daba la razón al pequeño, y este se iba feliz hacia otra
parte, mientras que yo fingía enojo por eso, pero a los dos minutos ya nos encontrábamos
sellando nuestros labios sobre los suyos.

-Te amo.

El corazón se me aceleró al escuchar esas dos palabras que normalmente me decía... tal vez
siempre me pregunte como es esto posible.

-Yo también te amo, y siempre lo haré. -Sentencié.

Y finalmente pegue mis labios a los de él uniéndonos en un suave beso, a pesar de que era una
situación muy publica, amaba el hecho de que fuese un momento tan personal y hermoso, a
pesar de que también los teníamos muy seguido.

No podía esperar a llegar al altar para prometernos amor eterno mutuamente, aunque de alguna
forma ya lo hubiéramos hecho. Siempre trataría de demostrarle cuanto lo amaba, y cuan
importante era para mí. Jamás me arrepentiría de nada, y menos aún de que el haya descubierto
mi secreto tiempo atrás, porque eso lo había llevado a mí, y mientras él estuviese conmigo todo
estaría más que perfecto.

Heeeeeeeeeeeeeeeeey. He llegado al final, y lo único que puedo hacer es agradecerles por todos
los votos, comentarios, y lecturas. Les agradezco muchisimo. La verdad es que el epilogo no me
ha dejado conforme, y lo he escrito hace dos meses, pero jamás se me ocurrió otra cosa para
cambiarlo, así que termine por dejarlo así.
Espero que se pasen por otro fic, y que comenten, y voten, y todo eso como hicieron con esta.
Realmente lo aprecio muchisiiiiiiiiiimo. No se imaginan lo que me gusta leer sus comentarios.
Gracias, gracias, gracias.
=================

•••

Primero, quiero decirles que esto es algo extra que no sé, quise escribir, y aclaro, que el tiempo
en el que se encuentran, esta entre el último capítulo y el epílogo, iría como en el medio. Y LEAN
LO SEGUNDO POR FAVOR *IMPLORA DE RODILLAS*

Segundo quiero pedirles que por favor se pasen por mis otras fics, como "Dos también pueden
ser tres y medio." (Que esta en proceso, solo tiene dos capítulos), "Besa mi oscuridad." y "El
bastón veintidos." (Que es un One Shot.) Y en el perfil de cumul0nimbus, hay un fic llamado
"Whitered Paradise." que estamos escribiendo juntas, y también pasense por "Apnea." que solo la
esta escribiendo ella, y sinceramente, la historia va a ser muy atrapante. Voy a dejar los links en
el primer comentario, y sino, los primeros tres estan en mi perfil, y el otro en el de ella.

Tercero, muchísimas gracias por todo el apoyo, significa muchísimo para mí, y realmente espero
que disfruten esto.

•••

-¡Lou! ¡Estoy en casa! -Grité cuando cerré la puerta detrás de mi espalda.

No sentir el olor a comida del delivery me resultó algo extraño e inusual. Louis llegaba una hora
más temprano del trabajo, y como consecuencia, vivíamos a comida pedida los días de semana
por miedo a perder la casa en un incendio.

-¿Lou? -Insistí cuando no oí respuesta.

-¡Un momento, ya bajo! -Oí desde la planta de arriba.

Dejé todas mis cosas a un lado de la puerta, para adentrarme en el lugar. Me

dirigí hacía la cocina, en busca de alguna caja de pizza, comida china o algo empaquetado, pero
lo único que había en la mesada era un plato a medio comer de pollo al horno.

-¿No vas a saludarme como debes? -Murmuró detrás de mí, haciéndome cosquillas con su
aliento en mi cuello.

-Es viernes -Me giré y fruncí mis labios en un mohín-. ¿Dónde están las pizzas y las películas,
Lou?
-Tengo otros planes hoy -Sonrió, llevando sus brazos hacia mi cuello-, y eso te incluye a ti,
pequeño, así que, bésame y ve a cambiarte, si tú quieres.

-¿Así qué si no te beso no podre deshacerme de ti?

-Oh, cariño, no te desharás de mi ni en un millón de años.

Atrapé sus finos labios en los míos, manteniendo el beso algo superficial.

-¿Se puede saber a dónde iremos? -Pregunté al separarme.

-¡Sorpresa! -Rió, y volví a atrapar sus labios.

-¿No podré sobornarte?

-Oh, claro que no, Harry Styles.

Volví a besar sus labios antes de subir las escaleras a toda prisa, me di un rápido baño, y me
cambié con lo primero que encontré sobre el piso de la habitación. Tomé el celular y el manojo de
llaves, antes de salir del cuarto y bajar las escaleras con la misma prisa que antes.

Louis se encontraba desplomado sobre el sillón, mientras miraba la televisión con la mirada
perdida en esta. Sus ojos se encontraban fijos en el personaje de la escena, y sus tonificadas
piernas se

movían algo inquietas. Algo parecía inquietarlo.

La bandana marrón se encontraba sobre la mesa de café frente al sillón donde mi novio estaba, y
la agarré, comenzando a colocarla sobre mi cabello sin dejar de mirarlo.

-¿Lou?

-¿Mhm? -Murmuró suavemente, y luego de unos segundos desvió la vista hacia mí.

-Algo parece inquietarte. ¿O será que el actor de la película te calienta? -Bromeé.

-Creo que no puedo tener expectativas más altas teniéndote a ti.

Sentí las cosquillas en mi vientre que aún me provocaba luego de tres años juntos.

-Bien, porque comenzaba a sentirme algo celoso -Me agaché a su lado para besar la comisura de
sus labios-. ¿Entonces nos quedaremos aquí, o...?
-No, claro que no.

Salimos de nuestra casa, y nos adentramos en su auto. Insistí en saber a dónde me llevaba, y lo
amenacé, incluso, por no besarlo durante tres horas, pero era Louis, y claro que sabía que no
hablaba en serio.

Y que no aguantaría.

-Aquí estamos -Dijo luego de parar el auto en un lugar muy conocido para mí.

Estábamos en el estacionamiento de la universidad, mi pasado lugar de estudio.

-¿Y qué hacemos aquí? -Interrogué confundido al salir del auto detrás de él en busca de una
respuesta-. ¿Lou? -Insistí.

-Ya verás.

Extendió su mano, y entrelacé sus dedos con los míos con algo de desconfianza.

Se desvió hacia la derecha, y comenzamos a caminar en la dirección contraria a la entrada de la


universidad, que, obviamente, se encontraba cerrada.

No interrogué más, porque sabía que no

respondería, así que me abstuve a caminar a su lado en silencio, y así fue, hasta cuando
entramos al campo de fútbol americano, y me hizo subir las escaleras hasta llegar casi hasta
arriba.

El lugar estaba lleno de recuerdos por donde lo mirara.

Partidos ganados, entrenamientos agotadores, un Louis odioso e irritante, un Louis dulce e


inseguro, besos, pelas, gritos, compañeros.

Cada rincón tenía algo, y las butacas donde estábamos sentados también, por supuesto.

-Aquí es donde te confesé que era gay, ¿Recuerdas?

-Soy, Lou, no dejas de ser gay. -Apreté su agarre suavemente.

-Bueno, sí, tu entiendes -Hizo un gestó en el aire con la mano libre, como restándole importancia-,
pero aquí es el lugar donde me abrí para ti, Harry, como no he hecho nunca con nadie.
-Si mal no recuerdo... te abriste para mí en la cama de mi departamento...

-¡Harry! -Soltó mi mano para así poder golpear mi brazo con esta-. ¡Estoy tratando de ser serio
aquí!

-Lo siento, cielo. -Sonreí.

-Como decía, como no he hecho nunca con nadie, y dios, estoy tan agradecido, Harry Styles,
estoy agradecido contigo, con todo lo que eres, y con todo lo que lograste en mí. Tú me sacaste
de ese pozo, tú me tiraste la soga y la sostuviste hasta que fui capaz de salir, tú, siempre fuiste tú,
y siempre serás tú, lo sabes ¿Verdad? Eres lo mejor que me pasó en la vida, esto es lo mejor que
me pasó en la vida, saber que te escucharé entrar por la puerta cuando llegas del trabajo
después que yo, saber que me despertaré a tu lado con tus brazos alrededor

de mi cintura, saber que me prepararás el desayuno porque yo no sé ni prender el horno, saber


que me besaras cada cinco minutos porque lo quieres y necesitas tanto como yo, saber que te
vuelves loco si alguien se me insinúa, y saber que me amas tanto como yo te amo a ti.

Mis ojos se encontraban llenos de lágrimas que no habían comenzado a caer aún, la visión se
estaba tornando borrosa, y la garganta se me había cerrado dejándome sin palabras.

-Lou... -Logré articular.

-No, no, déjame terminar, por favor -Asentí, sin saber que más hacer-. Quiero, dios, quiero estar
junto a ti el resto de mi vida, adoptar niños, pelear porque soy muy permisivo con ellos, y
arreglarnos luego de unos minutos. Oh, por favor, estoy siendo muy cursi en este momento, debe
contagiarse a través de la saliva -Rió suavemente, y yo hice lo mismo junto a él-, así que, Harry
Edward Styles, eres todo lo que necesito, y, quisiera saber, solo me preguntaba, si le harías el
honor a este imbécil de casarte con él, porque oh dios, no sabes cuánto lo desea.

Sacó una caja roja de su bolsillo, y la abrió dejando de ver un simple anillo de oro, que significaba
todo lo que siempre había querido.

Mi labio inferior sufría de un temblor constante.

-Sí, oh dios, Louis -Me las arreglé para poder articular-, Si, si, si si, si, le haría el honor a ese
imbécil, porque lo deseo tanto como él.

Tomó mi mano derecha entre las suyas,

y deslizó el anillo por mi dedo corazón, hasta que encajó perfectamente en el.
-Te amo, joder, Louis William Tomlinson, te amo, eres el estúpido amor de mi vida, y quiero pasar
el resto de mis días junto a ti, hasta que tengamos nietos y le contemos nuestra historia, una y
otra y otra vez, dios, por dios, ¿Esta esto realmente pasando?

-Sí, amor, está pasando.

Ahueco mi rostro entre sus manos, y lo rodeé con mis brazos con desesperación.

-¿Louis? -Murmuré mientras secaba las lágrimas de mi rostro con sus pulgares.

-¿Si, cariño?

-Estaba pensando en que me gusta Austria.

-¿Estás pensando en algo relacionado con geografía en este momento? -Rió.

-No, tonto, estoy pensando en la luna de miel. -Junté su frente con la mía y sonreí.

-Lo que tú quieras, amor -Besó mis labios con desesperación, amor y confianza-, lo que tú
quieras. Eres el amor de mi vida, el estúpido y gran amor de mi vida, siempre lo serás, no importa
que exista Johnny Depp, Robert Pattinson, y ni siquiera Leonardo DiCaprio.

-Wow, cielo, eso es grande ¿Leonardo DiCaprio?

-¿Estas queriendo decir que me cambiarias por Leonardo DiCaprio?

-No, digo, bueno, tal vez, pero no ahora... sino por el Leonardo DiCaprio de Titanic, o eso,
¿entiendes? Cuando era joven, lindo, y tenía una preciosa cara de bebé. Pero me quedaría
contigo, amor, siempre, no es como si Leonardo DiCaprio siquiera fuese homosexual.

-¿Así que yo no tengo cara de bebé? -Hizo un pequeño mohín, y besé su labio inferior con
suavidad.

-Si tienes cara de bebé, ¿es que no te ves todos los días en el espejo? Eres mi lindo, pequeño y
dulce bebé, siempre lo serás.

-¿Y es más linda que la de Leonardo DiCaprio? -Insistió.

Su dulzura, y su intento de ablandarme funcionaban a la perfección, y me daban ganas de llorar


lo lindo que podía llegar a ser.
-¿Tú cara de bebé? Oh, cariño, claro que sí.

-¿Y me amas más a mí?

-Te amo más que a nada en la vida.

-¿Entonces yo soy tu Leonardo DiCaprio?

-No creo que me pegue Kate Winslet -Fruncí el ceño-, eres mi Louis, mi bebé, mi vida, y eso es
mucho mejor que Leonardo DiCaprio.

-Oh dios, dime que he hecho para merecerte -Se removió para sentarse sobre mi regazo,
mientras cruzaba sus brazos alrededor de mi cuello.

-Tu trasero es un muy buen trato, ¿sabes? Bien formado y redondo, como a mí me gusta.

-¿Así que tienes un tipo de trasero favorito? ¿A cuántos hombres les has observado el trasero
desde que comenzamos a salir?

-Creo que perdí la cuenta, ¿tú que dices?

-¡¿Cómo te atreves?! -Chilló-. ¡¿Me quieres solo por mi formado y redondo trasero de manzana?

-¿Acabas de decir trasero de manzana?

-Oh, vamos, no me digas que no lo habías pensado antes.

-Preferiría decir que es un buen trasero, chico con trasero de manzana.

-De todas formas, me haces ver como un objeto sexual. Creí que sucedía solo con las mujeres.

-Louis Tomlinson el chico con trasero de manzana comienza campaña a favor del feminismo. -
Hice una pobre imitación de voz de locutor.

-¡Y te burlas de mí!

-Lo siento, cariño, fue más fuerte que yo.

-No, Harry Styles, tu prometido está enojado contigo. -Frunció el ceño, mientras sus labios se
transformaban en una fina línea.
Era tan hermoso, que dolía, en todas partes. Pero saber que era solo mío, era más reconfortante
que cualquier otra cosa en el mundo.

-Oh, bebé, vamos, era una pequeña broma, ¡Lo sabes! Yo te amo, a ti, a tu feminismo, tus ojos
azules, tus finos labios, tu sonrisa y como los costados de tus ojos se arrugan cuando lo haces, tu
pequeño cuerpo, tu estatura, tus besos, tus abrazos, cuando me haces el amor, y dios, amo todo
de ti, incluso a tu trasero de manzana, y cuando dices ese tipo de cosas ridículas con las que
puedo molestarte, y ¿recuerdas cuando escribiste un poema para mí, y lo encontré debajo de
nuestro colchón cuando acomodaba la cama ya que tú nunca lo haces? Y era tan precioso, como
tú, y como tú y yo, porque somos hermosos juntos, ¿lo sabes? Y adorables, y cursis, y
empalagosos, y causamos ganas de vomitar en la otra gente. Tú prometido no quiere que estés
enojado con él, ¿sabes? Ya ésta pensando en lo que harán al volver a casa -Sus mejillas se
tornaron algo rojas, y no pude evitar reír suavemente. Era tan, pero tan maravilloso-, y te amo, y
por fav-

-¡Harry! ¡Detente! Estas diciendo lo mismo una y otra vez -Rió.

-¿Pero me perdonas?

-Cállate y bésame ¿Quieres?

=================

Nota.

Sé que hago esto siempre en esta misma historia but then again, es la que más leídas tiene.
Bueno termine mi otro fanfic, so empty and so cold, (que es omegaverse) y ahora estoy
empezando OTRO omegaverse (porque una vez que se entra no se sale más), que se llama "The
Freedom You Breathe", está situado en un mundo utópico futurista y, vale aclarar antes, es
omega!louis alfa!harry.
Pásense si quieren (dale porfis denle una oportunidad)
Y DEJEN DE LEER ESTE FIC STOP WITH THE BULLSHIT YOU GUYS.
Love you.

=================

Nota 2.
LAS TENGO HARTAS CON LAS NOTAS YA SE. PERO SUBÍ UN OS Y NO SE POR QUE NO
SE ENVÍAN NOTIFICACIONES CUANDO SUBO NUEVA HISTORIA Y ME ESTOY
ALTERANDO.
PERDÓN POR JODER TANTO LAS AMO.
Si se quieren pasar (las jodo tanto que ya me van a bloquear) se llama Close ain't close enough.
GRACIAS LAS AMO BESITOS.

También podría gustarte