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Eewia Penofy (Hannover, 1072- "LA ARQUITECTURA GOTICA Princeton {Nueva Jersey], 1968), intovindor del are y easy slemdn, Y LA ESCOLASTICA thei sedate, be Cae dean Vin parte eee Eetaio ere enalogta ota peopecoa . cone forma sind. Erwin Panofsky Prélogo de Joaquin Yarza Luaces Traducci6n del inglés de Julia Ramirez Blanco La Biblioteca Azul (serie minima) Ediciones Siruela ‘Todos los derechos reservados. Ninguaa parte de este publicacign puede ser repro almacenads o transnicida en mansre alguna ni por ningun medio, ya ses elécerica, quimieo, mecinico, épticn, de grabacién © de fotucopia, sin permiso prerio del editor Talo original: Gathie Architecture and Scholaticim Coleecién dirigida por fuse Antonio Ramires Diseho geifico: Gloria Gaugor (© 198, 298 by Suint Vincent Archabbey, Latcobe, Benayleanis (© Del peslopo, Jonguin Yarzs Luaces © Dela taduccisn, Julia Ramires Blanco © Ediciones Sicuela, 8.2007 ef Mlanageo 25 ppal. dcha, Molo Madrid Tels 499198 9720 Fans 63491955 2204 siraeleGsiruela.com swvwerielo.com Printed and made in Spain Indice Prélogo Joaquin Yarza Luaces LA ARQUITECTURA GOTICA Y LA ESCOLASTICA Introduceién Hermano Bruno La Conferencia Wimmer (1948) Prefacio Alfred Koch La arquitectura gética y la escoléstica ' " un w v Husteaciones Notas ” 23 a a 38 8 “ st 6s at Préloge Pocos historiadores del arte del siglo 20%, si hay alguno al ‘margen de Arnold Hauser, han alcanzado una populavidad en Jmabitos cultos como Erwin Panofiky. Sus obras se han eraducido al francés, al castellano, al italiano o al inglés, entre otwos.¥ el mal cconocimiento de la historiografia en general ha llegado a hacee- Je protigonista de una corviente intelectual vinculada al Instituto ‘Warburg en la que brillé con luz propia, aunque sin Uegur a ser cl iniciador que se le quiso haces, en detrimento del propio Aby Warburg, \Nacié en Hannover en 1892 y realiz6 estudios en las uni~ versidades de Friburgo, Berlin y Munich. Entré en contacto con 1h Biblioteca Warburg, pero nunea lego a desempetiar el papel de Frite Saxd, con quien colaboré en diversos estudios, y falleci® muchos alos antes que él, Adquirié una amplia formacién tan- to del mundo antiguo como de la flosofia alemana y, en gene- ral, del mundo de la cultura occidental, gue utilizé en todos sus cestudios de historia del arte. En 1031, siendo docente en la universidad de Harmburgo, fue invitado por vez primera por la universided de Nueva York. Durante os eres aos siguientes trabajé en ambas, de manera qne, cuando fue expulsado de Hamburgo por ser judio, se trsd6 a América, donde siguié vinesldo a Nueva York hasta egar a Prin- ceton, donde transcurrié el resto de su vide acadénsien. Su fama internacional no Ia obtavo durante ls larga etapa de estudios y docencia realizdos en Alemania, sino a pastis del ‘momento en que se traada a los Estados Unidos de América, aque es cuando redacta y publica cai todos sus ttulos en inglés y aun traduce algunos del alemén a esta lengua 0 se vierten a otra como el ffancés 6 el italiano, Una de sus obras maestras es The Li- feand Art of Albvecht Diver, Princeton 1943. Fue traducido al ale- ‘min por Lise Lotte Mallet en 1977 (Dus leben wid die Kimst Al beh Dirers, Munich). Por lo gue se refiere al exstellano no debemos olvidar gue, como sucede con otros hechos, también la edicién de sus obras cen nuestra lengua se hizo primero a través de Argentina: su Mfea- hing in the Viswal Ares (1955) (EI significado on las artes visuates) lo traslada al espatiol en 1970 Ia editorial Lnfinito de Buenos Aires, aparte del texto aqui comentido, y hubo que aguartar dos aftos hasta que Alianza hiciera lo propio con Studies in Ironaly (1939) con ef correspondiente tieulo de Fetudios sobre onologa. tba pre- cedido de un amplio ¢ importante prélogo de Enrique Lafuente Ferrari que constiuia un aviso acerca de la situacién de fa histo~ ria del atte en Espaiia y su rctraso respecto a las corrientes euro- peas y norteamericanas, aviso que resulté muy oportuno y pare- cié despertar diversas coneiencias, Para empezar se sucedieron ‘erias ediciones del mismo en pocos aftos. En Espafia hubo wna sconversién» al método iconogrifico propugnado y explicado ‘por el maestm alemnin, por parte de algunos, a bt par que wn des precio hacia et formalism no bien cntendido, aunque los exti- cos al régimen franguista se decantaron por la historia social del arte de caro matic mancita (Hauser, en tanto guedaba en un se= _gundo plano Frederick Antal) en detrimento de la iconologia,es- pecialmenee en Ins aulas universitatas En toda la Europa occidental se sucedieron las ediciones cen sus lenguas correspondences dle las principales obras del maes- tno, y Espatia rio fie una excepeién. Obras tan extensas como Early Netherlandish Painting (1958) y tan complicadss como la Pespectivt conn forma simblia (1973) se tradujeron no siempre de manera cornbeta, El interés despertado por el personaje hizo que feta protagonista de articulos y libros. Poco después de su muer- te (1968), realizd, en la universidad donde desurollé la docen- cca durante mis ais, un curriculum con nombre de autor (Fecksher, William, Fron Pangfiky:A Curiam vitae, Pei 1969). Amigos y compafieros se unieron a estos homengjes, desta- ton cando por lt personalidad de su autor, Bialostocki, Jan, «Erwin, Panofky (1892-1968): Thinker, Historian, Human beinge, en Simiolus, 4 (1970), pags. 68-89, donde se ponia de minifiesto sa formacién filos6fica cultural ¢ histirica, muchas veces deficiente cn los especialistas, ya sean de arte 0 de cualquier otra discpl y s¢glosaba positivamente su personalidad como ser humnano (y hhumanist). La dimensién de su figura hizo que estos estudien no silo se produjeran en Ambitos proximos a él 0 a su actividad in- telectual, sino en otros mis aljados, como en el multidisciplina- rio Jacques Bonnet (ed.), Havin Panofiky: Cahiers pour un temps, Paris 1983, Por ultimo, no faltan, a partir de los veinticinco iiti~ ‘mos atios, as monografis que busean ubiear su personalidad multiforme en el agar que le corresponsde en Ia historia del arte Holly, Michael Ann, Ponofiky and the foundations of Art History, Cornell University Press, 1984). Mis recientemente se ha mani- {estado en los Estados Unidos de América y en grupos que ha- blan de una nueva historia del arte un rechazo o una critica ne- sativa que responde a una cierta ley del pénduto, y que slo por ‘10 se justifiea, porque la figura de Erwin Panoiiky es y serésiem= pre una de las més importantes de la historia del arte, asf como su personalidad humana un modelo de humanista a tence en cucnta Pero no se trata aga‘ de trazar un perfil profesional com- pleto, mencionae sus publicaciones, hacer un recorride por aque las que han sido traducidas a fas lenguascultas modernas citar toxlos los estutos que se le han dedicado, sino de recordar de ma- ners sucinta uno de los mis amibiciosos y complejos estudio, aunque no en extension: Gothic Arhiecare an Scholstisn, 1951, ya tradueida y edltada en Argentina en tiempos tan tempranes como 1959, aunque personalmente nunca la haya tenido en mis, ‘manos. Existe simismo una traduccién francesa (Panofiky, Er- ‘win, Architecture gothigue et pensée solastique, eaduecién de Pierre Bourdieu, Paris 1978). Esta iltima, pese al titulo, inclaye en el ‘mismo libro la traduceién del texto de Suger de Saint-Denis so- bre esta abadi Nadie como Panofiky estaba tan capacitado para empren- er uma empresa de tl complejdad. Lo que pretende es analiza, ‘en paralcl, la arquitectura fancesa gotica de la segunda mitad del siglo Xt y del siglo XIm1y compararla punto por punto con laf u | | | losofiaescoistica, cuyo desarollo cisco llega con Jos grandes penslores Alejandro de Hales, Alberto Magno, san Buenavertu- 1a y santo Tomis de Aquino, compeobsndo (eto es lo que pre- tend) que existe tna smilitud de planceamientos que coinciden sxlemis en el tiempo y que no son producto de a casualidad. Pa- ra tratar de demostarlo hacia falta alguien que fuera capaz de co= nnocer Ia evolucin del escolstcinmo en detalle y de I aquitec- tua a k par. Se tataba de un periodo familiar a Panofky por haber editado,tradueido y studiado el texto de Suges cinco aon antes, pero s0 conocimiento de la arquitectora gotica Francesa y Adel pensamient filoséfico, pese a ello, no indicaba un interés et pecial. De la Jeeta del teato se deduce que usa vex ms ama la atencién su erudicién prodigiosa aunque esto no implique que leve a buen puesto ss proyecto. Lo inicia con una egpecie de prélogo en el. que se contie- ‘3 partidario do una historia del arte donde los exilos tienen su lugar. ariendo de una definicién de periods como eporciones Aistingubles de la histori» procedente del dizionario inglés de Oxford dice que esto no sélo debe manifestrte sino definirse y mostra lis semanas com otros fendmenos iteraics, histricos, socials, ilos6ficos, politicos. En su notable estudio sobre Duero habla de los grandes estilos de la cultara oceidental y de su rla~ cién con diversos paises destacando el hecho de que mientras Franca, lala, Piss Bajo, incluso Inglaterra esti tat determi rados estilo, de ningno es reponsable Alemania, algo gue tata de expliear. Pero que no figure Fspaita no le produce cbse algu na de soxprest. Se propone aplicar el sistema a dos fendmenos dlfercotes y contemporineos, la arquitectua gitica y el pensa~ miento escolitco, Cree que un intento semejante podria des- pertar la suspicacia tanto de los historiadores del arte como de los cseudiosor del excolaticiano o de la historia de la filosoBia en ge~ eral Comienza con ls concondancias eronolégieas. Habla dela evolucin del pensimiento a partir de Lanfianco y san Anselmo, este Glkimo muerto en 1109, empefiados ambos en resolver el problema de la relacién entre la fey la xazbn, Por ese camino si- soon Gilberto de la Porsée (muerto en 1154) y Abelando (1142), 2 receptivo el segundo a la ligica aristotélica. Es la etapa de la pri- ‘meta escolistca, coetinea por completo de lo que seria el primer ptico, el de Suger de Saint-Denis y el de esta abadia lugar de enterramiento regio, firma, quiz con imprecisin, que la escolistica clisica se inicia en el paso del siglo >t al xu, lo qe situaria a san Anselono en esa etapa, pero prefiere mencionar a los flésofoe de a si _guiente generacién como muestra del periodo, citando a Alen ‘ro de Hales, Alberto Magno, Guillermo de Auvernia, san Bile~ naventora y santo Tomis de Aquino, Entiendo que figurss como las dos dikimas se definen en mayor medida por las diferencias que por ls semejanzas, pero al menos es cierto que son las fguae que representan el momento dlgido de la exokistica el franciseano y 1 dominico. Sin ser muis preciso enfienta a estos flésofos con los grandes arquitectos del gético franeés del siglo xin Jean Te Loup, Robert de Luzirches,Jean de Chelles, Pierre de Montereav, tam biga llamado de Montreuil, de quienes s6lo conocemos poco més ue el nosnbre, salvo en el easo de Pierre de Montreuil Bs el momento de busear el contraste entre Ia sequedad roménica (viene a decit)y la deicada animacién gétiea dela Por tada Real de Occidente de la eatedral de Chartres que desembo~ ‘a en el periodo gético com un arte mis cereano a lo real, proxi- mo al retrato, lo natural de la fauna y Ie flora de Reims, Amiens, Estrasburgo (esto afirma). Una planta se piensa en eanto que planta y no en tanto que copia de la ides de planta» Es el wiun- fo del aristotelismno. Hasta aqui existe una logica que se puede compartir 0 no, pero todo se toma més confiso a partir del ocaso de ese escola ticismo tardio que se hace rutinario en obras de cazicter popular como Somme le Rey 0 el Tesoretto de Bronetto Latin, que con ‘eastan con otras donde se impone un pensamiento cx inaible, el que ests detsis cle Duns Scoto signifcativamente calficado de dlcar subs, Anal ls grandes corrientes del pensarniento fas- ta flegar a Ockham ¢ incluso a los misticos eneabezados por el Macstro Eckhart. Luego pretende encontrar sus paralelos en ba historia del arte. Le taiciona su formacin de estudioso dels imi ‘genes que le lleva a hablar del gético tardfo a partir de las gran 13 des figuras toscana de la pintura, Giotto y Duccio, y desde en- tonces la clara expositva que presentaba se hace mis confisa Jo que se justifca por ls exintencia de diversas corrientes coe- tancas, De nuevo recur al campo de la figueacin cuando habla de la escultura de Claus Sluter eu Champmol, ya en el paso del siglo xiv al x. Es entonces cuando recapitulay se centa en la etapa que jzga bisca para su argumentaisn: es, aiema, el petiodo que va de 1130-1149 hasta 1270 cuando la conenin entre el are gético y fa escobitica es ms concreta que un simple patlelismo y mis gencral que ls inuencias individuals de determinados persona Jes eruditos sobre los pintores, escultores y arguitectos. Dedvee entonces que existe una verdaderareicin de causa-efecto, Teta de concretarlo todo ain mis y arma que esto se da en un Stea geogrifiea que se coresponde Con una supericie que imclaye to- do Jo que esti a unos 150 kilémetios en torno a Pats Centrado en este periodo tra de mostra un cierto por tulad de clarifcacin que sé cla en ef pensamiento floxico-re- liioso y luego en Io artitico. Bn Tos grandes stemascicnficos cabe onganizato todo sogin un sistema fo de divsin y subdv sin que es posible taducir en una tabla de materias 0 un sums tio donde eas divisiones se concreten en letras o nitneros que ha~ Ban dea subseci, a seein, cleat ye ib. Ete sistema cra desconocldo lata que lala ecolisicn. se pos de elrcicinreulaca bse en divers exmpos del set Zs apicable as obra atta? Por supuet, le puesta dabe ser post, Ba principio se dita que Panobiky ve ta reli fecha entre orden y bride na ve mi, os cfemplos que le vienen ala mente proceden ms del mundo de ts imigencsGguratvas que de I rquitectura. El Jicio ial r- Imdnio deSAutan es de uns impreionanie bez, peo ila la clara yl onden que se ptemizs ego en Nosse-Dame de Po tivo on Amiens, para el mmo tema, Tina de ver algo serene en a miniatura, Pero ere que een la argutectur donde exe principio a triunfo de forma mis ible Lojsifeaenonces 4 pain de un eemplosino dea anutetua,mienas oni gaa expaio roma algo que n0 etn evidene Sigue entonces una argumentacién que Io presenta a él como doctor subtilis de Ia relacién entre los prineipios de Is ex- colistica y los aspectos concretos de la arquitectura, destacando mas el primer punto que el segundo, donde muestra al mismo tiempo unas intuiciones presentadas con anterioridad a las obras de Jantzen 0 de Otto von Simson sobre Ia arquitectora del en- tomo parisino, mientras que por otra parte no siempre tiene en cuenta que una catedral con ficcuencia es el resultado de varias tapas constructivas que producen cambios wlacionados can los tiempos, En definitiva, nos encontrames ante un trabajo que pocos historiadores del acte podian haber emprendido por Ja formacién multiisciplinar que exige y ta finura de los planteamientos. Po- cas etapas de la historia del arte se prestaban para tal aventura in= ‘electual como lt centrads en wn tiempo tan preciso como 1140 1270 y un espacio tan concreto (un radio de 150 kilémetros al= rededor de Paris) Sin embargo, si bien los resultados deben cali- ficarse de brillantes, en alguna ocasiGn estin viciados de concep (astm bi cnpcnco 6 compendia latin como fe de- fina por Roberto de Melun en 1150) paa signee una pre seotacén fan exhaustive como sstemstica, 0 dee el esumation a la summa tal y como hoy la entendemos, hasta el Giltimo lustro del siglo iC mis tmprano ejemplo plenamente dearollado de este nuevo género es la Summa Theolagiae de Alejandro de Ha" les, que sein Roger Bicon speuba aprosinadamente lo que un 2» caballo es capaz de levare. La obra comenz® a escribisse en 1231, ‘el minno afio en que Pierre de Montereau ini Ia iglesia de Saint-Denis, Los cincuenta 0 serenta afios que siguen a la muerte de ‘San Lis, en 1270 (0, silo preferimos, las de san Buenaventura y santo Toms en 1274), delimitan To que los historiadores de la fi wa reforma de Josofia Haman Ta fise final de la alta escolistica y ls historiadores del arte la fase Final del gtico elisico. En este period, los mil- tiples avances que se dicron,a pesar de su variada importancia, no se sumaron hasta producir un cambio significativo de acttud, si- no que se manifietan dentro de una gradual descomposicion de ‘ambos sistemas. Tanto en Ia vida intelectnal como en la artstica, ineluyendo también la misica, que desde aproximadamente 1170 Inabfa estaclo dominada por la escuela de Notre-Dame en Patis, ppodemos observar una creciente tendencia a la descentralizacin, Los impulsos creatives tienden a trasladarse desde lo que bubia si do el cent hasta Jo que era la periferia: sur de Francia, lalla os ‘paises germinicos e Inglaterra, que en el siglo Xin mostraré cier~ ta tendencia hacia un espléndido aislamiento Puede observarse sna pésdida de confianza en el poder supremo de la razén que habia triunfado con santo Tornis de Aquino, lo que conlleva an resurgimiento, aungue en un oivel completainente diferente, de aquellas corrientes que la ise clisi- a habia suprimido, La Sunma fie de nuevo desplazada por otras formas de presentaci6n menos sistesmiticas y ambiciosas. FL agus tinismo pre-escolistico (que afirma, entre ots cosas, la indepen dencia entre la volurtad y el intelecte) ie vigorosamente resuci- ‘ado, en opiosicién a santo Tomis. Los principios antiagustinianos de santo Toms de Aquino fiveron solemnemente condenados tan solo tres afios después de su muerte. De manera similar, se abandoné la tipologia eclisica> de ‘atedral en fivor de otra de sistematizacion mis imperfecta y con frecuentes soluciones en cierto modo arcs 1. ¥ en las antes pls tices podemos igualmente observar ef resurgimiento de una ten- vdencia pregética hacia lo abstracto y lo lineal. Lasdoct virtiéndose en rigidas triciones académicas, ose volgarizaron inas de la alta eseostica,o se entumecieron con- 30 en tatados populares como el Somme le Roy (1279) y el Tisoretio de Brunetto Latin, o bien fiom elaboradas y sutiizadas hasta roar los mismos limites de ls mente humana: no sin razén fa gran figura de este periodo, Duns Escoto, muctto en 1308, fe Hama do dovto subtilis. De manera parecida, el gotico «elisicos, 0 se hix ‘eo doctzinatio, por usar la expresion de Debio, o fue reducido y simplificado (especialmente por las 6rdenes mendicantes), 0 al- ccanzé un climax de refinamiento y complicacién con las column nillas como extendas de axpa de Bsteasburgo los bordados de Fri- burgo y la flayente traceria de Hawton o Lincoln. Sin embargo, basta el final del periodo no se anuneié un eambio fundamental ro fe asta Ja mitad del siglo XIV (en las historias de I filosofia se da la de 1340 como fecha convencional para el cambio de la alta escolistica a la decadente) que este cambio se hizo profunda y universalmente efectivo, cuando las enseflanzas de Guillermo de Ockham slcanzaron tanta importancia que tuvieron que ser condenadas. En este momento (dejando 2 un lido las embotadas es ccaehs de tomistas y escotistas, que pervivieron de la misma for- sma que sobrevivi6, y sobrevive, a pintura académica tras la apa~ ricién de Manet) las energias de In alta escolistica habian sido ‘canalizadas bien en It poesia, concretamente en el humanisono, a través de Guido Cavalcanti, Dante y Petrarca,o bien en el misti~ cismo antirracionalista 2 tavés del Maestro Eckhart y sus segui= doves: mientias la filosofia permanecié escolistica en el sentido stricto del término, tendié a hacerse agnéstica, Aparte de los avecroistas (que con el tiempo se convirtieron en una sects asla- da), esto fe Jo que sucedi6 con ese poderoso movimiento, bien smado emademo» por los estudiosos posteriores, que comenz6 ‘con Pedro Auriol (ca, 1280-1323) y fructficd con Guillermo de Ockham (ea, 1295-1348 0 1350) en el nominalismo etitico (que «8 eriticor en oposicién al nominalismno dogmitico anterior a lt sscolistica, asaciado con la persona de Roscelino de Compitgne y que parecia haber mnerto doscientos afios antes).A diferencia incluso del aristotslico, el nominalsta niega toda existoncia teal a Jos universes y se Ja otorga tan s6lo a los particulares, De esta forma el problema del prindplus indildverions, en virtad del cual a E] Gato Universal se materializa en an nimero infinite de gatos particulbres, pesadlla de la alta escolistica, es neuttalizado y di- selto ahora en la nada. "Tal y como Jo formula Pedro Auiol, sto~ {do es individual en virtud de si mismo y de nada mise fommis ns cst ae ipsa singulais ot per nil lind). Por otra parte, reparece el eterno dilema del empisismo’ puesto que fa cualidael de realidad pertenece tan slo a To perci- bide por notita intuition (es deci, las «cosas» particulares percibi- «das dirsetamente por los sentidos) y a lo advertido por experien- ia interna (los actos o estados psicologicos particulares como alegria, pena, volunted, ete), entonces todo lo real, es decit, mundo de los objetosfisicos y de los procesos psicolégicos, nun= ‘ea puede ser sacional, mientras que todo lo que es racional, © lo dlestilado de estos dos mondos mediante notitia abstracting, nunca puede ser real. Asi, cualquier problema metafsico y teologica, in- de igless-ssln 0 de semis de los paises gorminicos Lo dicho hasta ahors no slo se refice a aquells innova ciones dela que se puede decir que reflejan el exprita empfrico ¥ paticularisa del nominalismo, como son el pase Tos ie- Fiore, can énfxis concomitant ev fs rsgos de geo, y en el retrato auténomo y totalmente individualizado que representa al modelo, en puibrs de Pedro Aurol, como sly indvdl en virtud de s mismo y de nada mis (mientras que anteriormente «l pareido ssl se superponia como una hasta ecotsts, s0- bie una imagen aii tpifeads), Se aplica también a fos nuevos Andale normalmente ssociador con el misticimo:s Pe, san Juan sobre el pacho del Sei, el Crist Varén de Dalores, Cristo en el huerto de los ovo, ete. A su manera, estas simige- nes para sr adoradas mediante la empty, paraiaseanco de alk iin modo el rérmino, no son menos enaturaistas (y a menudo Jo son hasta el espanto) que los retratos, paisajes ¢ interiores ya seacionados.¥ ments los retro, paajes¢ interiors provo- can una sensacién de infinito que hace que el espectador sea conscience de a inagotable variedad e inmensidad de la reac diving los Anacishilerransmiten el missnoseosimento al per= mile sumergine en Io ilmitado del Creador mismo, Una vez ss, ominslismo y misticismo demestan sr exremos que se tocan, Fodemos fclmente comprender que esas tendencas en apatienciaireconciibles puieran penetar de diversas formas a cn el siglo XIV para emerger finalmente, durante wn momento glorioso, tanto en la pinta de los primitivos famencos como en Ja filosoffa de su sdmnirador, Nicolis de Cusa, que murié el mis- ‘mo afio que Rogier van der Weyden, 0 Durante la fise «concentrada» de este desstrollo ssombro- samente sincronizado, es decir, durante el periodo que media centre los afos 1130-1140 y 1270 aproximnadamente, pienso que puede observarse una conexi6n entre arte gético y flosotia ¢s- ccolistica mucho mis concreta que la que implicerfa un mero pa~ ralclismo, y sin embargo mucho mis general que la de aquellas influencias individuales (on importantes) inevitablemente ejerci- das sobre pintores, escultores 6 arquitectos por ciertos cousejeros cruditos.La conexién ala que me refiero es una genuina relacide causa efecen, distnta de la que se da en unt mero paralelisno.¥,2 diferencia de lo que ocurte con las influencias individuales, fruto de bs difasiGn mis que del impacto directo, Tiene lugar median~ tela expansion de lo que,a falta de un término mejor, podremos llamar un shabito mental, limitando este ya gastado cliché a su significado escolistica de «principio que regula el acto», prnc- piu imports anline il act. Estos habits mentales intervienen de manera activa en todas las civilizaciones. La historiografia contemporinea se en- ‘eientea impregaada en su totalidad por el concepto de evolucién (idea cuya evolucién misma necesitaria de un estudio mucho ma Yyor del recibido hasta ahora, y que parece ent tuna fase critica), y todos nosoteos, sin tener profundos conoci- sctualmente en ‘mientos de bioquimica 9 psiroanilisis,hablamnos con la mayor ma~ turalidad de deficiencias vitamsiniea,alergias, complejos de Bdi- po y complejos de inferioridad, Armenudo es dificil, y a veces hasta imposible, destacar en- (re muchas otras una sola fherza generadora de hi to, e imaginar ‘euiles han podido ser sus canales de transmisidn. Sin embargo, el periodo que va aproximadamente de 1130-1140 2 1270, dente de Fe se sperimeteo de cien mills alrededor de Past, conssitaye una excepei6n. Ally entonces la escoisticalegé a tener mn autéati- co monopolio educativo, De manera genersizada, lh ensefinza pasé de las escuelas monistcas a institucfones que eran mls ur= banas que rurales, mis cosmopotites que regionalesy, por asi de~ citlo, slo a medias eclesisticas: ls escuclas catedralicias, las uni- versidades y los sta de hs nuevas éndenes mendicantes (cst todos ellos producto del siglo Xi), cuyos miembros jugiron un papel eada vex mis importante dentro de las propia univetsids- es.¥ del mismo modo que el movimiento ecolistco, esborado

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