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Erica Mavaicto Bevcnor Primors edi, 2004 {© Mario ene Eiioriat Torres Asociados ‘Cotas, Maxvaca 110 ne 4,3, Col Aji, Delegasin Covoaede, (300, México, DF ‘els S618-7198 y 3610-7129 wiv prodigy mvéitorialotes ata pulicaign no ps reprodcitse toda o en partes, pata fines comers less a previa autosizacn eserita del ilar e los derechos. ISBN 970-90.66269 presi: Pubtiise iNDICE Intwoduecién . Provera ener SINOPSIS DE LA HISTORIA DE LA ETICA Reflexiones sobre la historia de fa Stiea en la Edad Antigua Reflexiones sobre la historia de la ética en la Edad Medlin Reflexiones sobre la historia de fo étiea en la Edad Moderna, weve * Reflexiones sobre la historia de la Stiea en la Edad Comiemporines SeouNs onere ConsTeLCOON DEL EDIFICI ETICO Hacia una ética hermencutico-analogica La consirvecién dtiea El etificio stico. 39 35 1 89 107 Toco pare [DOS APENDICES SOBRE EL PUESTO DE LA ETICA FL COSMOS DE LA FILOSOF. SUS REL ACIONES CON LA AXIOLOGIA ¥ LA ONTOLOGIA. Apéndice 1) Sobre los valores: el contenido material de la Alien FOIMAL. eee eevee senitaennerecl kD Apéndice I!) La relacién tormentosa, pero nevesaria, entre tica y metafisica «2. e see 157 INTRODUCCION Cuando nos damos euenia, nos encontrames inners e mand de priticas, costumbres,nonnats y eyes. La losoffano- tal o cia comienza cuando empezanos a enjuisiarhs, evando las ponemos en criss, cuando lat citicamos, cuando las juzen- nos, unas para consevaras, ors para destancars (pues aa vez se aceptan 0 rechazan en blogue en su ttaliad, ‘Ademis, stn lcstzo el premio, sobre todo cuando somes nis; y, cuando ya se ba avanzado algo mls en Ia via, ee pre- Senta et fenimeno de i cul, el arepemimien, ko cunt nos por la gus ros sents responsabls de nuestasaesiones. De ht pasos a pregunta: ‘os por In existoncia Times dels ibertad, que esto que nos da responsabilidad. despuds por el sentido de todo exo: acién I Berta y normas morales “Tas a saludabl crisis cn la que posiblemente mucho sea ds- tide, viene la reeonstruceidn, yes af donde adoplames certo to grupo de vies. te, Con lo cual ya es nuestra opin, fo hacemos bajo nuesta responsabilidad, Es evando tenemos ya rust “sistema” moral o tio, Esta reflexién critica, tanto desiructiva como (re)constructiva: la han hecho a tavés del historia silos, cy est rms de Ia flosotia que se lama filosofta moral o sie, Esta tiene por cometdo la evaluackn de las norma, us prinipis y ls ire (ks que guian mesa vids en f comunidad, Asi exchye cies 5 6 ‘cosas como no valiosas, y adapta otras como valiosas, de modo que se va levaniando el edifcio ético. En este libro tratar$ de presentar algunas reflexiones en ese sentido. Unas serin mis bien historias; otras, mis bien sistema tieas, © que tiendan a formar un escuema (es decir, sistema en su sentido més amplio) de valores y normas, de prineipios, leyes y virtues que orienten nuestra accion personal en la sociedad, La critica y fa construccién seguirin siempre, pero algo va quedan- do tras do su avance. Protea pare SINOPSIS DE LA HISTORIA DE LA G1ICA REFLEXIONES SOBRE LA HISTORIA DE LA ETICA EN LA EDAD ANTIGUA Preambulo «historia de fa ica puede ayudarnos mucho en la eonstruecin sistemitica de esta ulkima, ya que contione no solamente los enunciados de la toes que se han propuesto ato largo de lla, sino también mactos ejemplos pricticos de fo que ba resultado de su puesta en ejervcio on la vida conerata. En la filosofia, su historia es esclarezedora, pace constitutiva de la labor filos6tica :misma. Por eso trataremos de atender a algunas de fs posiciones sas de los principales filsofos gieuos, lo eual nos oxontaré no solo de manera doctrinal, sino también en cuanto a su evaluacion por el tamiz de la prctca Algunas de esas docrinas siguen vigentes (eudemonismo, he onisme, individvtisino, objetvismo), aunque de distinias fo. unas, y eso da una gram actualidad al estudio histério de fa filoso- fia mera’ Mucha ayuda recibircmos para eselareceryeritiar las forrnas de estas posiciones que alta se conservan en ka actual, pero vsias dese su propio surginiento, lo cules bastante alec- cionador. Encontramos posturas éticas ya desde los presoztticos, pero, como es claro, sobre todo & partir de Sderates; asi, s€ nos ‘presenta su lucha conira ls sofistas,yademeis su continuacion en Patin, Arstteles y algunos sordticos menores, como les megi- Gri Las eras dca ores, Bs Aes: Cone Gent Fb stra 1963. 10 "icos, los cinicos y lo eirenaicos; pero también hay grandes apor- taciones de los epieireos, os estoicos y los ncoplatonicos. Presoeriticos Entre los presoeriticos, fueron los pitagérieas los peimeros que pparcen haber reflexionado sobre la ica, en els, Via.C. Act ciados por su creencia en la otra vida, eon fa transmigracion de las alias, buscaban le purificacion de las mismas.Adcmnis, gran des matemstcos, tenian mucha idea de Ix proporcionalidad o crnalgia, estos, un equlirio dinamico ente los exeeses Era la idea dt fogas come razon, proporcid, medida, equlibrio, armo- nau orden, Por es0 buscaban la medida (metron) en tod, y €50 repercatia en la bisqueda de la moderacién en fa mor, fo cual conduce a le virtud (como término medio). En efeeto, contrapo- ian fo imitadoy 1 ilmitado, to primero eta medi yo seu do no; y veian alo primero como racionaly a fo segundo com inacional, Asi como la diagonal del ectangulo, que no se pile medirs6lo en relacién con sus lados. Por exo es itracional. ¥ de ahi viene también la idea de razin recta (ortho Jogos, lo que en los latinos sera la recta ratio), a cul rige el jucio moral, y con ello se marca cierto inteletualismo. Es insistenci en a medida, mesura 0 moderacin lle alos pitagdricos a centrar todo en un equiibrio especial que fue Ia vintat (arr), la eual eonsistia precisamente en un término me- dio © equilibrio(proporcin 0 anslogia) Ya en ellos se encuen- tran los comienzas de Ka teoria dea viet; y heblaban de tas virtudes principales que pasaian alos ottos grieges y « la pos teridad: prudencia, fortaleza, emplanva y justicia, Todas elas tenian algo de analog 0 proporcisa; eran anslogis hecha vida, puesta en prictica 5. oute, a x moot, Ps Eas. Cat 170, pp. 1 facm | Por su parte, en el. V; Hexlio’ habla también de una razin © loges, que es media (meron), a igual que la proporcion de los Pitogéricos, En ese mismo sixlo, comienza con Deméerito' ka moral de la felicidad (endaimonia). La centaba en a vida buena y el sentimiento bueno, y en ln serena del alma (ahanbie), ‘que es antecedent de Ia staraxia de los epitireos. Es el equil brio del sabio, que recoge In idea de moderacibno vida mesure- da (de los pitagéricos), pero ya encuentra nuevos dertoteros & incluso erticas, como en los sofistas, que euestionan los valores, anteriores Sofistas En efecto, el movimiento sofisticn’ del s. [V a.C., signifies una crisis cultural y, por lo tanta, étiea. Se eritican los ideales de me- Sura y proporvién anteriores, y se sostiene que la razén o logos es subjetivisia y relativisia. Asi, los sofistas Gorgias y Protigoras hablaban de que e! hombre es la medida de todas las cosas, tanto cl liombre individual como colectivo, es cid. Lo que los griegos piensan que es moralmente bueno no coincide con lo que pienssan les persas. Con ello defendian un Subjetivismo y un relativismo muy fuertes. Ademis, el sofista ‘Trasimaco decia que el derecho maximo era la fuerza, y centraba ‘odo en un positivism moral. Otro sofia, Calicles, déets que los debiles hacian las leyes para detener a los fucrtes; yy en defiiti= va. apoyaba la ley del més fuerte. Otro mis, Hipias, devia que ha ley eta artificial y el ideal morol era la auto-satisfaceién. Tales id 18 hd. id 1-18. A. Mace. Huot deta te, ens Aes Pads, 170. {HIME Gaels Gaal. “Les sistas J Sorts on V Camps). Hiri a fica, Barsona Cite, 198, 1. pp 3840; thy. Geek Lah, Lenten ‘Mocmilan-S¢ Mars re, i969 eiupr, pp. 7-13, Ch ROWE adel hon rig Meso: FOE, 19, pp. 3028. 2 eran las consecuencias de sus posturas epistemolbgicas subjeti= vistas. Socrates Por su parte, Socrates (468-399) recoze dos imperativos morales, atribuidos al ordculo de Delfos: "Conécete a ti mismo” y "Nada cn exceso”. Ello habla de una introspeccién de autognosis, lo ccunl da un caricter intelectualista a su ética; y también de le :moderacion o proporcién de las virtues. Ambas cosas son .26ricas. El inelectualismo consisie en que, si alguien eonoce el bien, no puede hacer el mal; por eso el hombre tiene que ser sabio. Solo el ignorante ¢s malo; el sabio busca siempre el bien.” La felicidad (eudaimonia) es hacer el bien. Pero la ética soeriti- cea no es formalista; habla también de ciertas virtues que se re= quieren para la vida moral: templanza, fortaleza y justicis, que ya vvimos en los pitagéricos. La persona que logra eso es plens e in« dependiente, tiene una autoposesién (autaryuta). Socriticos menores Pasanulo a las escuelas soeriticas “menores” entre los megiricos se encuentra Estilpén, quien ense en Atenas la indiferencia (apatheia) como virtud prineipal. Su disefpulo Zen6n, el estoico, recogerd esa idea de la epatia, Los cinicos ponian como virtud la simplicdad de vida. Antistenes fue diseipulo del sofista Gorgias y de Socrates, Renunciaba a la riquera, al placer, al ommato y al Poder. Pero Didgenes, con su erties de las convenciones sovia- #91 Rowe, oi 8625. Gaba Ga arte, yp 667% P Habs op 1p 18-28; Cn Rowe oof pp ADETEA, Gomer Leb, Lica de Seren, Me Se FCE, 188, pp fi Pin, pln, SIS Aaicne UNAM 1971 "Vb Boule it pp 21-28 Male i HOUT; 0. Rall Maga 4" cnn items, en Sapo Buenos Nn, 16961), pp 7-22 les, 6 eyes, Meg a una especie de except to, ¢ra una moral negativa, earente de satistacciones personales y sociales. Aristipo, el cirenaico, ensenaba que el bien 2s el placer personal. Recoge las ideas socriticas de felicidad y de indepen- dencia de la persona pero las refiere al placer. Otro cirenaico, Teoloro el ateo, dice que, de entre los placeres, los del intelecto, son mejores. Esto lo desarrollarin los epictireos. Como se ve, mucho de las escuelas socriticas menores pro- ‘viene de Sécrates mismo, pero recibe una interpretacion pecu- far, a veces opuesta a la del gran maestro, y llega a plantea micntos muy diferentes, que serin desartollados y aleanzarén st ceclosiin en el epicurcismo y el estoieismo, que son ya escuclas contrarias. Pero el origen esti en el propio Séerates, y su evolt- cin se debe a las diversas interpretaciones que las doctrinas de ste recibieron en esos diseipulos suyos, Por ejemplo, Soerates hablabs del bien det hombre centrado en el conocimiento, y los ‘megaiieos se volvieron racionalistas, Io cual se reerudecerti on los estoicos, Sécrates también hablaba de la felicidad como bien, y 10s eirenaicos la situaron en el placer, lo cual serd continuado por los epiciireas, Platén asemos a Platon (427-347)." El identifica Ia plenituel del ser (Ia ‘unidad) con la perfeccin moral (el bien, Inieia la érica de la per- feccién personal. En su ontologia, propone ideas o protitipos, entre los que esta el Bien. Fste es lo mas excelso, y esti por encima de todo; sélo se capta por infuicién. Pero no se reduce a una moral intuicionista, sino que exige estudio y trabajo, por la dialética, hhasta Megara la sabia, ya que S6lo el saio es feliz. Es eérica €. Gara Gan, Lasts dopo Madr Akay 1987, pp 48s VL Bowe op cit, pp 2230 A Maclay, ol pp 5-63 C. Catia Gul Pita eV Carp) pp 80138: 8 iy 26-0; Ch Rew, ‘ope, pp 62167 1 lew, Lis de Matin, Mises: UNAM, 299 pp 29% 4 Y proton, pues tiene como micleo adquirir la virtud.” Platén se Centra, pues, en las virus, de las que estudia varias: la piedad, 0 respeto a les padres, a Ia patria y a los dioses (en el Euificin, ba amistad (Lists), ta prudencia (Ewideme), la emplanza 9 modera- ibn (Cuirmides), el valor 0 fortaleza (Laques) y la justcia (Repr- ‘iea); pero las tes principales son estas tres tltimas: templana, fortaleza y justcia, teniendo como gozne a la proclencia, que es terico-prictica, Ya en esto se ve la heroneia pitagriea, pues los pitag6ricos tenian de alguna manera este esquems de ls virudes, ¥y es muy sabido que Platéa tuvo maestros do esa cortiente. ‘Aunque no resuelve claramente si la virtud se puede ensenar, dice que In edueacién es muy importante.” En el alma, que con sidera inmortal, hay tres aspecios: el concupiscible o de deseo sensual (cpitiyntia, c iraseible 0 impulso agresivo (riymas) y et racional (logos, fogistikon). La pacte racional coneupisesble es perfevcionada por la templanza (sophrossne), la iraseible por la fortaleza (andreia) y 1a racional por le pradencia (phronesis), y todas esas virtues desembocan en fs Justicia (dikaioxyme). Para el cutive y edueacién de la virtud hace mucha falta el estudio de Ja geometiia, también en remembranza de los pitagsricos. Pero la ética de Platba no es puramente intelectualista; analiza 1 injerencia de las pasiones y la voluntad, asi como ssigna itn portancia al placer, pero con mexiracién.” Trata de casificar los placeres, segin su relacin con las tres almas que atribuye al hombre (vegetativa, sensitiva y racional): phiceres sensuales, pla- cceres de competencia vietoriosa y.placeres intelectuales, A veces parece Kgitimar la injusticia, siempre y cuando no sea conocida ppor los otros, es decir, segin Ia intencién. Por eso no parece redu- ise al consecuencialismo, 0 a una ética basada en las conse- ceueneias de la accién, Pain, Gonzi, S07 Mc LINAM, 1980 Pat, Rpt, abate eo, Plata, Fle, 1d; Ponclo Pca Univery ss. 182 (a) 15 Fs, como Ta de Sierates, una ética fuertemente eudaimonista 0 dle a felicidad, La ealidad de vida se da en la conquista personal y labienaventuranza. Es una ética de la perfeccién personal, peso fen sociedad, porque se requiete la vinculacién con otras perso- ‘nas, También la polls se estructura segtin las tres alas: campe- sinos, que son su parte concupiseible, y su virtud es la templan- ‘2x; guerreros, quo son la irase\ble, y su virtud es Ia fortaleza; y ‘guardianes © gobemantes, que son la racional, y su virtud es fa prudencia, Entre todos realizan la justia del estado. En ta Rep ‘ica se da demasiado poder al gobernante, y en las Leves se trata ‘casi de un totalitarismo. Aristiteles Toca ef turno a Aristoteles (384-322). F1 contintia en el cude~ rmonismo de sus maestros. Es un eudemonismo teleol6gico. bhomire es un ser intencional, ata para alcanzar fines. La flici- ad se da al cumplir el fin prineipal del hombre, que es asimismo su bien mis alto: la contemplacién. También es una etica intelec- tualista: el fin del hombre radica en Ia inteligencia (Ia contem- placion o sabiduria), Es moral el acco que Heve a ese fin, immoral To que desvie de él. ¥ para persoverar en esos actos se necesitan las virtides. La enatabnonta no es slo placer, pero lo inchuye.* La eudatinonia rige los actos, controla los movimientos iracio- rales del alma por fa razén, que los guia hacia ell Las naturale- zas.de las cosas son dindimicas, tienen diversas facultadeso potea- Pan, Rep, 830 oi VJ Bout, ope pp 43, A. Noche pits pp 6:88 E, Leds, Aci ya nde pli enV- Cas (eo. pp [3620 P Hay, slip s1-65;Cb Rowe opis pp. UOE2E0 RA. Cather ¥ JME Eos ST cormgu abs: Nanwelos, 947-195 vf pp 12 a8; Remy, Te die tet Es, Oxford 197% 121 ws O. argh, Las oa ov ditt 9 la Imeral da irch Bates Ai Besa 1997, pp. 1915 (Titel, Eto a Miso, abl SHI S020 Misco: UNAM, 1984 6 cias pmamess. Kaas ptencias pasan al acto en diferentes asco res La atvidades cnastnuyen habits qe, sso kenos, = ‘an virtides; ys maos, vos Hy agul un atoperieecionismo rtiais La inaidad 0 teleologis cree ines en el hombce como dsposiciones para alcanzar et fin perseguio. El bien es agyelo a To qu toes tendon en todas as ereunstancis. La feli- cidad es la actividad perecta por excelensia, No es un Kibito pes ! hombre no pucde estar siempre contemplndo; Ste tiene aque evar también inmerso en Ins cosas de In vida pretica,per= sonal soa La intligencin que realiza la contemplacin, pone on ejerici diferentes actos virtosos, en Io eval tambien consate Ja perfosin, esto es, en hr vida virtuoso, Se tna de una vida bhena que incliye una vida victuosa, cir bonanza material, ot alejamiento de las preoeupacionesy e tata can buenos amigos Tambien incluye a contemplacin de Dios y el servicio él.” “Aungue no es ura en deontogica, toms en event el éeber (deon). Tampoco es legalista, pero atiende a la ley, sobre todo en unto sl justi legal. Su clave ola teria de las virtues. Alli, Aristelesaplica a dctrina et justo medio (meses), que co= rresponde a la proporcién de los pitagéricos. No ¢s cl medio exacto entre dos extemis, pes se da segin las personas y con arreglo alas circunstancins, Ades dels vies plates de templanza, fortaleza justia y prudencio, aide hts y deserip- Exeeso Medio Defecto temeridad valor cobardia licencia templanza insensibilidad prodigalidad iberalidad avaricia ‘mal gusto magnificencia vanidad corgullo uv ambiein aspiracién moderada falta de ambicién iraseibilidad = dulzura atonia jactancia veracidad falsa moxkestia bufoneria agudeza groseria cobsequiosidad —_benevolencia hhosquedad timide. modestia impucdor envidia indignacion despecho También aplica el justo’ medio a las virtudes intelectuales, pero, sobre todo, 2 las pricticas © morales. La puerta de todas es Ja pradencia, la cual busca el téemino medio de Ins acciones y, por lo tanto, de Tas demas virtudes. La templanza es el buen us9 0 ‘moderacién respecto de las nccesidades, lo cual es esencial para la convivencia, Le fortaleza ayuda a perseverar en esa actitud de xuilibrio moderad, ¥ Ja justiefa es el habito de hacer volunta- iamente lo que esta bien’ en favor de los otros y de evitar los ‘actos que les harfan mal." Hay una justiciaordinaria, que es un hbito de actuar de acuerdo con las eyes aceptacias: es la justicia legal. Para no aplicar la ley mal, es necesaria la equidad 0 epi- queya (epieikeia).* Hay también una justicia particular, que es doble: una es el hibito de la probidad en la distribucion de ven- {ajas (0 desventajss) pitblicas: es la justcia distributiva, y obser- va la igualdad geomeétrica en las reparticiones. La oira mira las ‘ransaceiones entre las personas: es Ia justicia conmutativa, y ob- serva Ia jpualdad aritmetica en los intercambios.” Por lo demas, hay acciones hechas con conocimiento y apro: baciéa (hekonsa). Otras no tienen conacimiento pero no aproba- cida (akotisia), Otras no tienen conocimiento ni aprobacién (aon indiferentes, no son actos huranos, sino del hombre, esto es, det hhombee come animal, pero no como racional, por ejemplo ras- 18 ‘case Ia barba, e30 no tiene mayores repercusiones éticus, ne pue- de considerarse bueno © malo moralmente, sino indiferente).! Unicamente se pueden contar como actos humanos los que tienen cconeimiento y aprobacion, o deliberacion, porque son los tinieos que pueden ser conscientes y responsables. Son los que pueden ser considerados como actos morales ¢ inmorales. Aristoteles s6lo vagamente habla de una ley natural, Eso se ‘eri: mis elaro en los estoieos, y sera desarrollado por los atisto~ tlicos posteriores. También tata de la ra76n recta, que no es me- rumente Ja razén estratézica, fra y caleuladora, sino la razon an ‘mada por la baisqueda del bien. Es la azn propiamente ética. La prudencia tiene aqui un papel central, como sabiduria de lo parti= ‘cular, concretamente de lo moral. Comanda las acciones y, aun- ‘que es mixta de teoria y praxis, se aplica perféctamente como vir- tud ética* Por Gitimo, Aristoteles trata de aplicar sus especula- cones sobre la justicia en su Poitifca, que es donde estudia et bien de la sociedad y cf rézimen justo que le compete, el cual varia segin el tipo de comunidad que se tenga y lo que ella requiera. Sin embango, excluyc la tirania y la plutarquia, asi como la democracia entendida como’el gobiemo del populscho, para preferic un régimen més cenirado en Ia me Epicireos Vienen enseguida los epictieos.® Epieuro (nacido el 341 a.C.) toms de los citenaicos la interpretacién del bien socratico come cl placer. Al igual que ellos, en su Carta a Meneceo, postula un hhedonismo, pero no igual al de elles, ya que no es tan simple. Su “id, oust Ibe, M20 14a, OVI Mateke, oi, p SBS A. Macgen op itp. 1-1; ML ering Gian, "pice yan en V Campa (copie 48-81: P Hubs (it S47; Cm Rowe, oy ce pp. 2BL22GA.) eae Epon des fees Aes: Fuebs, 1950 (a 2) 33 «8 9 teoria del conacimiento es sensualista, No hay ideas innatas, todo conocitniento es adquitido por expeticncia. La experiencia sen- sorial nos hace tener ciertas anticipaciones: coneeptos y supues- tos. Para la explicaciin de las cosas, recobra el atomismo mate- tialista de Deméerito. Todas las cosas son materiales, compues- tas de dtomos. Fue muy exfico del politefsmo y la supersticién, sin llegar tal vez al ateismo; pero veia que les hombres padecen mucho por miedo. los dioses. Por eso llegé a decir que eran tam bién materiales, de étomos més luminosos, que ihabitaban en i= gares etéreos —los que quedaban entre un mundo y otra de los infinitos que hay— y no se preocupaban por los seres humanos ni, por consiguiente, tenian contacto con ellos. Otra fuente de miedo era la muerte. De entrada, nega la otra vida, y, con Tes pecto a la muerte, decia que no habia que temerla, pues, mientras existimos no sentimos Ia muere, y cuando llegue, ya no existire- ‘mos y, por lo tanto, no Ia sentiremos.® Tanto el cuerpo como el alma, que es mortal, se corrompersin. Pero no dependemos del hhado, de! destino, sino que tenemios libertad, y es donde se asi ta la posibilidad de la aceién moral ‘Asi como el dolor es el mal, cl placer es el bien, Pero no se trata del placer de manera indiferenciada, hay placeres mis ele- yados que otros, € incluso ef sabio soparar’ algin dolor par aleanzar un placer mis alto." Inclusive Epieuro llegaba a soste- ner que el verdadero placer no era el que djaban las orgias, sino el que provenia de fa razén (logos). El fin de la accién moral es 4a paz del alma (araracia), Ia cual conducen las virtudes.” Son medios para conseguir la felicidad. De éstas, las principales son In sabiduria (phrénesis) y la amistad (philia), Por eso puede de cirse que el sabio epicirco y el estoico no diferian mucho. Luere- cio, en su De rerum natura, expone en verso el atornismo, ol son- pir, Ltd Md, 128 en PDasan, Bre Pais PU, 190, 20 sualismo y el hedonismo de Kpicuro. Al igual que este atime, Lucrecio pone de reliove la resignacién fundada en la compren= sida de la naturaleza de las cosas y la amistad como el logro mi- ximo de la vida social Estoicos asemos ala ética de los estoicas” Asi como los epieireos depen dieron de los cirenaicos, los estoives depencicron de los cinicos y sit ideal do vida austera, in cuanto al estoieismo, sabemos gue tuvo tues periedos: antiguo, medio y nuevo. En el primero, por ejemplo ‘con Cleantes, Crisipo y Zenémn ck Citium (340-264), los estoicos ‘eran muy materialistas y determinstas: el hombre tenia un destino (como insiste Cicerdn),” aunque es0 no les impidid tener alguna idea del alma y de los dioses, asi come aceptar algo de libertad en el ser humano, Planteaban como finalided de a vida ta endainio= iia entendida como una bienaventuranza sosegada, una paz inte- rior © apatia (apdiheic). Placer, wisteza, deseo y miedo son los afeclos inacionales, y los contola la raz6n (Jogos) para evar a ka apatia.” Por eso los estoicos analizalan mucho las pasiones, La naturaleza humana es la ra7én, por lo gue la vida bueva es actwar de acuerdo con esa facultad diteciora de nuestros actos. Lo mis alto de la razén es Zeus, quien da una ley para gobemar el cosmos: fa Jey natural, el derecho natural" Los estoicos ftecon Jos prime os que en verdad plantearon una Key natural de todo el univers. Hay un /ogas ebsmico, que es una especie de Divina Provideneia. Enel estoicismo medio se incorporaron elementos de Platin y de Atisidteles, Panecio de Rodas ensehd en la isla de ese nombre PV. Bete, ope pr AGS3: A. Macy, pp 17-1953. C. Gata ey “Las eas o.Cans el) opt fp 2O42A7: Mab, ol (6746, Ch Rowe, 9p. 252 ® Cet, fo, 8: Oxf Clarendon ess, 198, ent, Prd, N65 UNA, 1978 Cuan eon I 6 Por ie: Unie Nacinal, 968 4 Posidonio, el cual, a su vez, fue maestro de Cicer Hs deel los dos primeros ensefaron 1 los romanos, y les tusmitleron, ‘mis que la apatia, la moderacion. Y ambos tansmitieron # 6x10 la idea de una traternidad universal 0 cosmopolitisme de toxlos los seres humanos, lo eual no deja de ser una splicacién del deve- cho natural como un cierto derecho de gentes. Bs decir, habia un bien comiin por encima del individual. Tembign insstieron en la ‘yén como el principio supremo del hombre (hegertonlkén) Bl estoicismo nuevo, que se da prineipalmente entre los ron nos, como Vamrin, Séneca (4-65), Cicerén (106-143) Epicteto y ‘Marco Aurelio, reogié esa idea de una ley natural, y le dio mu- cha importancia. Insist en que tanto el supremo intelecto divie 10 como el del hombre tenian la obligncion de plegarse a esa razén universal, y obedecerla, También recogié In psicologia prietica que hablaba de los actos, las pasiones, la voluntad y las virtudes, Del estoicismo medio se tomné la idea de Ia razén como principio (iegemomiken) que rige al hombre. De él se tome tam- bién Ia idea de bien comin y de frateridad universal. Cicerdn recalea esa fratemidad, sobre todo para fundar el derecho de gen= tes. Ademias, los romanos insistieron mucho en la idea de mode- racida y de autocontl, que hicieron famoso al estoicismo y por Jo que se le conoce vulgarmente. Como lo hace ver Séneca, la moderacién del deseo, la reflexion racional, et autecontrol y la autosuficieneia, Recuperan, como en Epicteto, la idea de razén recta (orthos logos, recia ratio) Las ideas originales (profepseis) de bien y de mal son innatas. Pero es necesario estudiar la ética para desarrollar el juicio moral. La serenidad (ataraxia) se alean- Za aprendiendo a acepiar los acontecimicntos, pues vienen del gobierno divino, Marco Aurelio divide al hombre en cuerpo, alma e ioteligencia, que es la facultad directri2 (tegemonikén. Incita a perdonaral pre sobre las consecuencias de los actos; a evita juzgar moralmente al oi, porque no conocemos sus motivaciones profiundas y por: que, ademas, nos guia nuestra opinién de los otros, mis que sus 0, porque lo necesitamos; a reflexionat 2 ‘eriauderas acciones; a acordarse de las propias faltas; a retrenar In e6lera, porque pronto moriremos; a ver la amistad y Ia bene- volencia como mejor que cualquier otra actitud. Ademis, e] sabio ‘ha de tener tanta ecuanimidad ante la muerte, que, si la vida as Te esta permitido el suiciio.” , finalmente, 4 los neoplaténicos.” La ténica de pensadores es que la moral consists en la fuga del mundo em Fico, para nitse a un principia superior Phutareo (350-433), en sus Moraia, a diferencia de la mayoria de sus contemporineos, mis platonizanes, muestra eierias afini- dices con la tica aristotlica. Por ejemplo, de ella toma la toria e ls vrtud, como un pant intermedi entte dos extremos. Ade- !mis, de los estoicos toma la noci6n de fateridad universal como el ideal de fa sociedad humana y acepa la permisiéin del suicidio, Plotino (204-270) trata de intezrar las filosofias de Platon, “Aristoteles y los estoicas en su pensamiento personal. La moval de Plotino es eudaimonista, bus la felicidad, Lave, come Aris- {6ieles, como una actividad, y etic ales estoieos porque la co- Jocan tinicamente en el alma racional, ya que toda vida es copaz Ge felicidad. fn los “Tratados eticos” de las Enda, se descri- 'e la vuclta del alma al Uno del que a procedido. Esa vuelta es ‘una parfieaién Kavharsis), salir de lo material y profundizar en Jo espiritua" También es un proceso do perfoccion personal, ‘guiada por Is exz6n (logos), con virtues come la empanza y juste. La virud moral tiene cuatro niveles: i las virtues poli tieas, requerics para vivir bien en la sociedad Cemplanza,fora- loza, justia y prudencia; i) las virtues catirticas, necesarias 08 » Sénxa, De angi I; Mesa: UNAM, IM; Epa 18, MES UNAM ISI VA Bouse op el 8662. Plain, Ens, VI 9,27; Mak Agi, 1950 23 para purificar al alma del apego a lo material y sensible; ii) las Virtudes del alma purificada, y iv) las virtudes ejemplares (para dejgmatikai), que cvalifican al alma paca la visién inteligible det Uno,” Esta contemplacidn de! Uno es fa etapa mis eleva de Ia vida inmaterial y, por lo mismo, de la virtud y de la perfeceiéns cs la vercaera felicidad. Corotario Nuestro recorrido por la ética eriega nos ha servide para damos ‘cuenta de que en las principales doctrinas es Ia razén 0 logos lo que condce al fin © bien que se propone como felicidad. Ese Jogos 2 tanto razon como proporeién, mesurs, orden 0 armonis, es decir, en definitiva, analogia o ana-logas. En efecto, las viru des que se proponen como instrumentos, que son las que brota ron Ge los pitagéricos (prudencia @ sabiduefa, templanza, fortale- za y Jsticia) tienen una estructura ealcada de la analogia, es decir, consisten en el téimino medio, que efectia un equilibrio ddinamico y muy dificil etre los extremos de ls acciones, y que Hevan a vivir en armonia con el cosinos, es decir en un orden de la naturaleza, sobre todo de la naturaleza racional, esto es, de kt razén animeda por el bien, la recia razon (orihos logos). Esto es algo que se esta recuperando poco a poco en nuestros dias, y por ello esta reflenidn sobre las docisinas morales de los filosofos griegos resulta tan aleecionadora para nuestros tiempos. Ha babido diferentes consideraciones de esto en las diferentes Spocas. Los griegos iniciaron esta idea ¢ ideal de la virtud; fue recogido por los medievales; sobrevivié a duras penas y casi amortecido en Ia edad moderna, y en la contemporinea comien- aa regress “thie 8,7. REFLEXIONES SOBRE LA HISTORIA DE LA ETICA, NLA EDAD MEDIA Predmbulo En este capitulo atenderemos a la época patistica, 0 de los Santos Padres de la Iglesia, que prepara a la Edad Media, yen fa eu des- ccuoll San Agustin, Luogo veremos la Edad Media, en la Alta Edad Maia, con autores tales como San Anselmo y Peciro Abelard; kt Edad Media Maduro, con Santo Tomas, y Ia Baja Edad Media, con Guillermo de Ockham. Ellos son los autores principales para lo que ‘nos ocupa, que ¢s la ética, Marcaron las conientes que destacaron en esa gpoca Despues de Ockham, que fixe el camped de! nominalismo, se ges ta [a Edad Modema, tanto en su version erapirista como en su version racionalista. Pero ya las principales dovtinas mesicvales tocantes.a ka ‘ica habian dado su futo y aun habsan legsdo a su eclosion y dees deacia. Esa Baja Bdad Media, con su predominante nominalismo, ‘marca tambin el pasoa [a neva época,estaes, a la macernid, que toma mucho de eso iltimos autores bajomedicvals, sobre todo ca lo ‘quo transmitieron de ellos los escokisticos nominalisas del siglo XVI. ‘San Agustin Agustin de Hipona (354-430) es uno de los forjadores de la éti- cca cristiana.’ No conoce la Eulcu a Nieémaco, de Aristitcles; Annis, La ra ce Sw Ag, Meni Ds el ie, 1954, —3= 26 conoce poco de los diiilogos plat6nicos; pero parece haber lei- do, al menos en parte, las Endadas de Plotino, En ese contexto neoplaténico, para él, la ética trata del soberano bien, al que tienden todos nuestres actos, al que buscamos por si mismo (no por otra cosa) y euya posesién nos da Ia felicidad. Asi, 1a ética agustiniana es un eudemonismo teoeéntrico, en el que la felici- dad es la posesién de Dios. Bs, de manera paradigmtica, la mo- ral eristiana, . EE fin de los deseos del hombre es la felicidad. Esta no puede ‘consist silo en alguna perfeccién ie In persona, a saber, el co- ‘nocimiento o la virtud, sino en la union con Dios, sobre todo des- pugs de la muerte. Las cosas corpéreas son buenas, en cuanto obras de Dios, pero el alma, sede del conocimiento y la volun tad, es mds perfecta que todas clls. Las almas reciben de Dios la iluminacién, que él da a las que bussan su ayuda. De esa ilumi- nacidn provienen nuestras primeras nociones de igualdad, orden, prudencia, templanza, fortaleza, justicia y orras. Dios nos ilumi- nna con su ley eternal” Blla es inmutable y universal. Antes de Mois, era eonocida por los hombres de manera connatural, por so la llama ley natural, A Moisés le fue revelada, y la puso por escrito; esa ley antigua. Mas, a pesar de qve subraya la ley, también subraya ta liber- tag, labuena voluntad y la necesidad de una metivaei6a interior Justa, En el contesto del temor de Dios °s donde hay que enten- der su“Ama y haz. lo que quierss”.’ El amor que motiva justa- ‘mente las acciones buenas es la caridad. El amor de caridad es el que va moldeando las virtudes, el que va haciendo virtuoso al hombre, ea el ambito del eristianismo, fiente al cual, las vitudes, ppaganas no pasaban de set “vicios espléndidos”, como él mismo devia, S.Agin, De natrabon ts Mai: BAC, 1947 "Sagi De onin I, 8 28;Madsid BAC, 1946 18. Agit ln opt Forms Par 41.8: Mad BAC, 1989. 21 San Anselmo ‘Si San Agustin esti may aposentado en Ia ética de virtues, San Anselmo de Acsta o de Cantorbery (1033-1109) lo est en la ética de ln ley y de la rosta intencida de adecur a ella las aeciones, El hombre justo 0 moral recibe su justicia de la intencionalidad ‘moral de realizar a ley en sus atos.* Esa intenciéa de actuar con- forme a la ley es lo que da al comportamiento humano su caric- {er de moralmente bueno. La misma voluntad recta es la que se dirige ala ley, a que tiene como intencionalidad propia y defini tiva realizar la ley en las cireunstancias concretas de la situacién 0 caso. Asi, en sus libros De voluntate y De veritaie, Anselmo pone el acento en a aciitud personal del agente moral Como determina te del bien o del mal morates. Hasta parece ir mis alli de cual: 4uier uilidad e incluso de cualquier consideracién de fin titimo, Es el primer ejemplo de moralisia medieval que se aparta de! idemonismo de Platoa, Aristoteles y os estoicos. Es decir, no se ia en la felicidad o eucluimonia, que es plantear una fimalidad como extrinsecs a la accién moral, sino que eoloca In eticidad en la ley y la intencién de la voluntad de adecuarse a ella ‘Seatin Anselmo, pues, una persona es justa no tanto por To que’ |quiere, sino por et motivo por el que lo quiere. La justicia radica on fa reetitud de la voluntad, esto es, en la recta intencién al hacer algo.’ Es el tema de la motivacién moral, que ya vimos aparecer on Agustin, pero que Anselmo pone en primer lugar. No tanto por ol fin al que ta accién llega, sino porel origen del que procede, que e> la actitud inicial, la inctinacion voliiva de la persona, Dada su insisteneia en que la libertad es el poder de preservar Ia rectitud de la voluntad porel bien de la rectitud misma, se antici- 4. Sets, "Jusce tthe Mon! Thole ofS. Arseln’, en The Morn Schoo, RXV(98), pp BEA Agua Dr ita, Maids BAC, 1947 2% aa ta teoria de Kant de la voluntad pura y buen, dle Ia tect n= ~pAbelarda Pediro Abelardo (1079-1142) continia en Ia linea de una dtiew de ty dla buena ei, que hers vso en Amelio En su tea seu bor dicts cto tesa, Aba. nspin pot San Anssimo, dice gue el pada conste en elcome Consens) 4 10 qua es mal. Es dec, To que es monlente tale o bueno nee nee delat, sin l spoon Pe vit ene agente moral Chance habla dee inencion Genta) tema coma igi a consentinieno. Dela inencion denen la Donde mld ork! Peo no uaa sujet ele senso st sgn qo se oe Contin, pes, en tne de a ice de a buen inten como lade San rel, esti coca ale, pues fa buen ince gic sequal soe, a mci © et au supe must ier al condacta neces par a Zar al bien, De ext mane gu ue Ansel, a ne dela mora anna de la esa inn 9 de a aceplaion te aly, del nperivo de omportae del manta ge mee ta conduct pds erigse en ley mole pata fos dems, coineidir con fa ley divina, : - En efit, ol pesado visio es contavenir una ley de Dios Y esto se puedo izry dat lira ds acon, Por so Abelard se cent mise pur intencinaidd de ls vl 1. ciate, erin y ence om fa de clade Li: Ponifin Univeral Cotte dal Par 083 py. 163. PeAbshide, Efor nite at mane. 1, Naki Tews, 1990 29 dle alguna ley moral, sobre todo divina. Asi, la coneieneia, fa in- {encida y el consentimiento, aunque son cosy profundamente fincas del hombee, son las que consttuyen el bien © ef mall mo rales. Una accidn es buena o mala seg fa infencidn que ta pre cede.’ La accién no es la que cuenia, sino la intencionalidad luna étiea de Ia intenci6n, en la que muchos han visto a igual que fen Ansalmo, un antecedente de la etica de ta buena voluntad 0 roota intencién kantiana, Santo Tomas de Aquino En él (1225-1274) se da la plena reeuperacion de a étiea aristo- télica, de las virtudes, pero también intgara una étiea de a ley, ‘como Ia que venia desarrollindose en Sun Agustin, San Anselmo 1a tien de la felicidad de Aristételes de a justicia de los estoicos. De esta manera, el Aqui nate trata de sinttizar legac antiguo, patristico y altomedic val hasta su momento." Parie de que el hombre busca la felicidad. Pero la felicidad tiene una parte objetiva y una parte subjetiva; la objetiva es ta realizacién de la perfeceién bumsina, radicada en la vida virtuo~ sa; I subjetiva es la Suieiéin o distiute de esa meta." La accion ‘humana, tinien que puede ser moral, es la que tiene conacimicn- to y voluntad; por eso cuenta mucho la intencién de la eoncien- cia. De hecho, Ja eoncioneia moral es la norma ms inmediata que tenemes, aunque sea subjetiva; se vuelve objetiva por su relacié ‘con Ia ley, que es la norma secundaria o derivada, pero no menos exigente y mis perfeeta, por ser mis cierta y objetiva La conciencia puede ser afectada por la ignoraneia, y la liber- tad por la violencia, ambas por la enfermedad 0 la pasién. Pero +12 ikon, Sr Toma le ie Madi: Agu, 14 pp. 2045 Ese woes Sen Toei: Sonn Tloge 2.46; MEME BAC, 1958, 30 todas esas cosas no invaldan el acto moral, a veces solamente fo tenGen, Por eso la formacion de fa concienciay Ja libertad son ‘esenciles para obtener un sujeto moral apto. La accién morales ta que esta dotadn de conocimientoy de voluntad, estos, de I trad, inca que puede ser responsable, a saber, meritoria mor mente. De ahi de conseguir ft propuesto (la felicidad, a través de la perfeccén) es moralmente bbc la que apaita 0 desvia de ese fin, moralmente mala, La consecucin del fines la consecucidn de bien. Se jo que cl fin del hombre esl felicidad, y que éta se da en la peeccien, {que es la vida vittuose, Tales el bien individual del hombre y su inserein en ef bien connin: Ia vida conforme a ia vttud, Por eso tiene que adquirirciertasvitudes.” AI igual que Aristteles, pro- pone cuatro vitules carisls 0 principales: la prudencia, 1a templanza, la fortaleza y a ustieia, La prudencia es la que incl naa buscar e bien, sobre ‘odo en el caso particular; la templan- 2a sla que iclina a buscar ese bien en no mismo y en relaion alos demas; la fortaleza es ln que da continuidad a esa busqueda del bien, tanto individual como colectivo; y la justicia es la que loshace rel en la vida soci, ya que incina a dara cada quien to due le correspond o lo que s¢ le debe, ya sea en ls transaosio- nes pariculares (usticln conmaratva) yaseaenlacireulacion de fos bienes, sobre todo las comunes (justia distibativa), ya sea en la impuarticiin de la Iezalidad Gusticialeza) Por eso se necesita t ey” Is cual es un ordenamiento prctco dae busca el bien dela comunidad y es estableido por quien tie- te la aoridad competent.” Santo Tonnis habla de cuatro tps principals de ly: 1) la ey eterna, que son fos mismos princes ‘que Dios tiene en su sabiduria iafinitas 2) la ley natura, que es la ‘anifestacin de esos principios de la sabia dlivina en la erea~ Cin o natiraeza;y Ia ley positva, que se divide en dos: 3) ey 31 positive divina, que son los mandamientos positives de Dios, ‘como los de as leyes del antiguo testamento y las del nucvo tes- tamento, y 4) ley positiva humana, como son las leyes que encon- tramos en los eddigos de los distintos pusblos. Segtin e} Aquina- le, las eyes positivas Inmanas deen ser acordes con la ley natue ral, de otro modo se vuelven leyes injusias, y una ley injusta no cs ley, se autodestruye como ley y no debe ser abedecida (a me- ros que Heve a una sitaciin peor que la de su propi injustice). Por eso permite el tianicidio, pero lo supedita a ciertas condicio- nes por las que se evite ira un mal mayor La vida de las viewtles es I vida segin Ia ley just, lo cual no es tra cosa que seguir fa recta razén (de ahi gue Toms defina el peca- {do como ir en consta de la razén). Todo lo que conduzea al bien ‘morales virtud y todo Io que aparte de él es una mal moral; es peca- doy vicio." Pero la virtud es, a igual que para Aristtcles,colocar- seen la raza 0 proporeidin, ext es, en el equiliorio de las pasiones y de la razin, Esa proporcidn es lo que desée los antiguos se llama iba “analogia”, la capacidad de encontrar el justo medio, el equili- brio dinsimico,a veces movedizo, que lleva alien. Esa proporeion, cequilibrio © armonia de la analogia es lo que se ejerce en la pr dencia, por eso es la Thave de las Virtudes; ella inclina a buscar et justo medio; pero también se encuentra en la templar, porque es Ja vida equilibrada en la que no se data ni a uno mismo ni a los dems; y también es la fortaleza, ya que ella sostiene ose inten, sin rigidez y de manera humana; y,finslmente, también esta en la jus ‘ici, ya que ella es la bisgueda del bien comin que es proporcio: nal a todos, esto es, en el que se salvaguarda Ia proporeién que se debe a cada quien segin lo que se intercambia (justicia conmutat va), seein sus necesicles, desens y meéitos justcia disrbutiva) y segtin lo que es proporcional a a ley y al caso (stick legal) ‘Seatin Santo Toms, ln vealizacin de la justicia es la realiza cién de bien comin intrinseco de Ia socieck, EI hombre, al rea ad 9 642812 2 lizar la justicia y el bien comin, reproduce el orden det universo, ue Digs trazé como una ley eterna que se plasma en la ley nat ral, la cual se realiza ea la ley positiva justa, y perfecciona al hombre, al sor una vida moral fa que desarrolla, De esa consecu- cin de la perfeccién, en la vida virtuosa, resulta la felicidad en cl ser humano. Es el dinamismo por el cual el hombre adquiere su realizacién; lo hace por la virtud, la ley sélo sirve de guia y de invitocibn, Hay, pues, ana dinamica muy especial entre la ley y la vintud; en efecto, la key es mils que nada un cauce formal para desarvollar la virtud, fa cual es la que de hecho da contenido 0 materia a fa vida moral; por eso la ley y la virtud no estin reni- «das, sino que se complementan, [Lo que me interesa destacar de eso es que, al igual que en et ‘caso de Platén, Arist6teles y de los estoieos, la ética esté aqui logia, proporeidn, equilibrio © armonia; pero no siompre estuvo basada asi. Vemos que en slaunos cases se priv Jegia la atencidn a fa vind, como en el de Agustin, En otros, se privilegia Ia atencién ala ley, como en el de Anselmo y Abelard. Pero en el caso de Tomsts hay un intento de equilibrar ka atencién fla ey y la atencién ata virtud. Cosa que va a perderse, pues en el casa de los nominalisas veremes que predomina otra ver. ka fuerza de la ley. asada en Duns Eseoto Contrapuesta en algunos puntos a la escuela dominicans, cuyo escolarea fue Tomés, estuvo Ia escuela franciscana, cuyo princk pal representante Ilez6 a ser Juan Duns Escoto (mucsto en 1308). En la doctrina de los franciseanos, asf como los dominicos daban prioridad en el hombre y en Dios ala inteligencia, se dio la pri- ‘mcia la voluntad. Esto produjo diferencias nada desprectables, que marcarin el sesgo de la historia de la moral ara Duns Escoto, ya que la voluniad es mis importante que la inteligencia, incluso en Dies, su prin 33 ‘encia, mis que su omnisapiencia. De esta manera, la ley natural y la ley divina positiva son asi porque El ha queride que asi fue- ran, pero podcian ser de otra manera, al menos en muchos de sus aupectos. Por ejemplo, de los diez proceptos del deeélogo, qui- ‘auido los tres primeros (los referidos a E1: amarto sobre todas las cosas, no tomar su nombre en vano y santifiear las fistas), El ted cambiar los siete restantes (ontar a los padres, no matar, no forniear, no hurtar, no mentir, no desear la mujer ajena ni cod ciar as cosas de oto), y para mostrar que asf lo ha hecho en la historia, citaba pasajes de In Biblia en los que, por ejemplo, a David se fe ordena maar; a Oseas, fornicar; y otros por el estilo, Con eso se ve que si fa ley natural y la ley livia son asi, es porque a Dios asf le ha parecido convenient (el angumento por la conveniencia era tipico de Escoto), ¥, dado que asi Ie ha pare cio, por su voluntad, como legislador Supreme, tienen vigencia, ¥ también a semejanza de ellas tiene que sor Ia ley positiva, ‘humana, esto es, tiene que respetar el enten ereado y dispuesto Por Dios porque asi lo quiso El, pero dependiendo totalmente de su vohuniad, Lo eval parece mostrar en Dios una monarguia sbso- Iutista, easi despdtica o tiriniea, come después de Escoto dari la impresién en Ockham, y llevar al concepto de monarca absolu- to que se detecta en Sulirez y en los primeros modemos, herede tos del nominalismo, como en Hobbes resulta muy claro, Ockiam y ef nominatismo La valoracidn escotista de la voluntad sobte el inteleeto repercu= tird en Guillermo de Ockham (1290-1349), ya que, aun cuando lo critica en otras cosas, en éstas lo sigue y auun lleva a sus wltimas ‘consecuencias la doctrina. De hecho, él mismo y sus seguidores nominalistas, 2 veces mis extremes, preparan Ia modemnidd, En efecto, e! nominalismo es una corricate que deja de lado el inte= 1s por las esencias universales, y se centra en lo individual y concreto. Asi, a causa de su desinterés por los temas metatisicos, M los nominalistas desarrotiaron mucho ls l6gica formal, Peto tam bién impulsaron notablemente ta ciencia empirica, pues les inte> resaba lo conereto e individual, tal como se da en la naturaleza, De esta manera fieron los antecesores de la modernidad, tanto ex la linea racionalista como en la empirista Ockham tiene, pues, una concepeiin voluntarista del hombre, ‘eso 2s, da predominio a la voluntad sobre el intelecto o razon.’ La misma alma humana llega casi a identficarse con la voluntad, que es Ia més perfocia de las facultades; es lo mas central de todo el hombre. También en su concepciéa de Dios hacia predominar, como mis pecfecta, la voluntad sobre Ia inteligencta, al igual que en ef hombre." De este modo, la ley de Dios, mis que brotar de su sabiduria w emnisopiencia, brota de su voluntad u omnipoten- cia, y por ello adquiere validez y vigencia. A pesar de su nomi alismo y, por lo mismo, antiesencialismo, Ockham habla de I naturaleza humana; pero ella ¢s como es porque Dios asi la ha {querido, pudiendo cambiar si quisiera. De acuerda con ello, la naturaleza humana tiene s6lo un valor relativo al Creador, no absoluto por st propio ser y contenido. Como resuliado de ello, no hay cosas buenas 0 malas de suyo, sino dependieado de Dios, que es el supremo legislador. Asi desaparece la ley natural como ‘principio del actuar moral que puede conocerse a través del estu- de la naturaleza humana, porque Dios la puede cambiar. (Esto ‘6s un antecedente de la prohibicibarde Hume del paso de Ia des- cripcisn a la valoracién, o del ser al deber ser, lo que se lame despuds Ia falacin naturalist). ‘Asi, at diferencia de Tomas, para quien en la ética predominabs Ja razén, para Guillermo de Ockham predomina la voluntad ‘Tambign a diferencia del Aquinate, para quien la fnalidad de la ‘accion moral era ls felicidad, Ockham rechaza el eudemonismo: L. Vtosthe, Do Glicino dam san Alin ‘ecg nae derma 300-1797 Nino: Edson "Gt de Oran, I Scatrn, 18. Benes, NY: Fran si 198 35 lo nico que Hlena al hombre es cumplir la ley de Dios, y, en ese sentido, el ato moral depende de la voluntad de cumpli esa ley.” Por eso, sean el primero, el orden moral surgia de la intcligencia apariencia sin eonsistenca, y eatece de esimulos para el ser fhumano. John Stuar Mill (1866-1873) eleva el dnimo mediante el utlitarismo, sein el cual se busea el bienetar del hombre, oro no slo individu, sino procurando que sea ef de Iu mayo ria, Karl Marx (1818-1883) centra el bien moral en esa mayoria sl ue es la sociedad, y todo lo que se haga para llegar a ese bien de la sociedad seré moralmente bueno. ¥, después, F. Nietzsche plantea la transvaloracion de todos los valores tradicionales. Algo también may importante, que ponded a meditar a los moralistas, al jgual que la teoria de la evolucidn bioligica (Darvin, Spon cer), sera teria psicoanatitica de Freud, Pero eso nos caloca ya en la época contemporinea. Mencién especial nos mecece Nietz- sche, por Su importancia para nuestro tiempo, A él dedicaremos ‘un inciso, antes de pasar-a las escuelas del siglo XX Nietrsche Federico Nietzsche (1844-1900) reali una enftica muy fuerte de In étiea de su tiempo, sobre todo en su base, que cs la axiologia 0 tworia de Jos valores.” En efecto, seals el nibilismo en el que se hha sumido la filosofia y la cultura earopeas, en forma de deca- entismo, entregado a un placer de los débiles, a saber, la como- lidaly ef aposentamiento, Por eso él prockama la transtaloracién de todos los valores vigentes hasta el momento. Hay un nihilis ‘mo pasivo, que es que vemos mas extendido, en el que s6lo se ccontzmpla la caida de los valores acostunbrados, y se regocijan en ello, pero sin hacer nada, Otros han pasado al niilismo aeti- vo, y se dedican a socavar Ios valores al uso, pero sin idea de lo que ha de pasar, a saber, el surgimiento del supethombre, Por eso 1 predica un nihilisma activo y eonsumado, gue a veces deno- ‘mina “clasico", porque contiene una eierta vuelta a los valores de Ia €poca clsica griega, donde la emocién y la pasién tenian su dominio: e) espiritu dionisinco. Esa actitud que pide es un derrumbamiento de los valores y las ccertezas tralicionales, que se han perdido. A esto Hania la muer- te de Dios. Hay que dejar lugar al superhombre, que ereari sus Nit, La gomlagi dole mor 1711; Maxie: lions, 199, Netache, Lalla de poder, Sk; Mae st, 198, 2 valores, invrtiendo los anteriores. Con ello se Mega a una moral de fos fuertes y libres, del lado de fa vida, y se aniquila ta moral de los dabiles 0 eselavos, como la del judeoeristianismo, Es el reinado de la voluntad de poder. Todo lo que Hleve a esta nueva rora es bueno moralmente, lo que no, es malo. La exigencia de luiunfar prohibe al superhomie la piedad y la misericordia, El superhombre es compendio de toda la humanidad nueva, cuya Felicia sera el triunfo, volviendo st una edad areaica, esto es, he- rica, para avanzar y otta vez regresa, on un movimiento de ter no retormo: y es que la volumtad de vivir del superhombre es tan 4rande, que silo etemo roteme pusde colmat su ansia de vida. Puede apreciarse en el planteamiento de Nietzsche una lucha contra el estado deplorable de la moral hasta su tiempo, sobre todo en su época, a la que califica de una decadencia y nibilismo, Para oponerse a ella, hay que subvertir los valores tradicionales y dar paso al supetbomibre. Aqui Nietzsche pateceria aprobar a los omanticos, que siempre lablaban de un hombre nuevo, en e tna de los positivistas, que se habéan aduedado de la $i moral; pero debe decirse que también critica a los roménticos, sobre todo a Wagner, para pestular una superacion, Nietesche contrapone a Apolo y a Dioniso. El primero es el espiritu de la medida, el orden, lo claro y distin; en cambio, el segundo es el espiritu de lo desmedido, de lo que extatico u orgistic, ala vee. que Ge lo trigico y monsiruoso, Par eso al espiitu apolineo es el de la mesura y del equilibrio, mienteas que el espirivu dionisi es el del exceso y el impulso vital, Pero en la oposicidn que hace de Apolo y Dioniso, Nietzsche resalta demasiado a este dltimo, pidiendo un retome a la Grecia antigua, eon su filosofia trigica, que no presenta va el equilibrio de lo clisico, sino que tiende al cexceso romzintico, en lo cual se ve una eoncesion al equivocismo dl romanticismo. Niet cll hos Zarausn, 6 Mi: Ain, 19, . 33 Corolario Asi pues, en la modernidaa! volvemes a ver el univocismo de fa moral ya en su vertiente empirista, en Hobbes, puesto que cont nia cl voluntarisme de Ockham y lo Heva a lt eclosién en su ab- solutismo monirquico; pero, sobre todo, en el lado racionalista, ‘se univoeismo se ve en Spinoza, que desea dar ala ética un m= todo axiomatico-deductivo como el de la geometria, Por otra par: te, equivorismo esté representado por Montaigne, el escéptico. Y encuentra una cierta sintesis analégica en Pascal, que intenta cauilibrar Ia participacign de la ley y las vittudes en la moral Sin embargo, se rompe ese equilibrio, del lado del empirismo, con Hume, que vuelve al equivocisie, dado que supedita el ju cio moral al sentimiento, y no a la razén. ¥ el equilidrio parece recuperarse de alguna manera en Kant, que divide su Merafisica de las costumbres en dos partes: una teoria del derecho (y, corre- Iativamentc, de la ley) y una teoria de la vittud, con lo cual habia 11 apariencia de dar un estatulo suficiente a eada uno do los dos ‘extremes de la ley y la vistuck pero no Hlega a ser un verdadero equilirio, porque, al ser el imperativo lo principal y las virtudes algo demasiado seeundario y accidental, se trata en definiiva de ‘ma ética de la ley, y easi no de virtudes, con lo cual se inclina demasiado al univocismo. Asi, Kant, aungue por st eritica al uni- ‘vocismo racionalista y al equivocismo empirista del sentiment, Se apronima a una pestura analogica, por su endiosamiento de la ley y a obligacién pierde el equilibrio, y se acerea més a una pos (ura univocista, También Nietzsche, aunque pareeia acerearse, con su critica tanto del univocismo positivista como del equivo: cismo comintico a la abalogicidad, pierde esa oportunidad y se sesga mis hacia In equivocidads con todo, pues considerarse ‘anal6gico. La ética de la virtu,iniciaela por los griegos, decae la modemiidad, pero en la época eontempordnea encuentra un cieito repunte y hasta puede hablarse de una franes reeuperacion, REPLEXIONES SOBRE LA HISTORIA DE LA ETICA EN LA EDAD CONTEMPORANEA Preimbulo En este capitulo aborcaremos tes eorriates principales de la 6p0- «a conterporiinea, que Ia han moldeado en sw agpecto mas reeien- te,el siglo XX. Son la filosofia analitica, a flosofia neomarxsia de ranefort (en su vertiente de la étca del disourso) y Ia filosofia pos- rmodzina. De les anaiticos veremnos el intuicionisao original, de G E. Moore; el emotivisio de L. Wittgenstein, A. J. Ayer, Ch. L. Ste verson, y el descripivismo de R, Hare.' Ciertamente Stevenson puede ser considerado como pragmatista, mis que analitico, pero lo ‘poneinas aqui, porque también tiene un lado analitico may fuer, También se podria decir que son pragmatistas Apel y Haber: mas, pero tienen un origen claro en la escuela francfortiana, que iene la ventaja de hacemos ver como se recoge la hereneia mat aisia junto con la pragmatista (por ¢jemple, de Peirce). Ademis, de Jos posmodernos trataremos aun comunitarista: Alasdait Macintyre, en relacion con un liberal © neoliberal: John Rawls Intuicionismo George Edward Moore (1873-1958) es uno de Tes inciadores de 1 flosotia analitca, y apliea el analisisfilosético a la Stiea, con RM. Hare, fennel a. Cin clea de a torn dies, Racelonc Al, 19 Ses 33 nt a Ja nocibn de bien.’ Su postura en ética es no-natura lista¢ inivicionista. Lo bueno no es una propiedad natural. Si lo fvera, pola zanjarse con suficiente precision; como, al defini al hombre como animal racional, ya no tiene caso preguntar si el ‘animal racional es hombre. En cambio, la cucstion del bien per- manece aber, a diferencia de las propiedades naturales. No es definible, porque no es una cualidad natural, sino una eualidad simple (aunque no habla de intuicion, claramente da a entender ‘que es objeto de conocimiento intuitivo). El predivado “bueno” es, entonces, indefinible.’ ‘As|, pues. Moore centra cl naturalismo en la moral, De ahi su dobjecidn de Falacia naturalista al que pasa del ser al deber ser, del hecho al valor. Sabemes gue esa acusacign aparece ya en Hume, pero Moore es uno de los que le dio mes fonmalidad.' La Kigiea no nos permite pasar del ser al deber ser; no hay reglas para ello Es deci, no se puede pasar de lo descriptivo alo valorativo. Uni- ‘eamente se puede construir la éiica en el plano de lo valorativo, ¥y lo bueno 0 valioso sélo se puede captor por Ia intuicién (de ‘manera parecida a lo que sostuvo Max Scheler, desde una Splica ‘an distinta), Emotivisme ‘emotivismo 3 una'moiadties. Se da en Ludwig Wittgenstein (1889-1951), otto de los fundadores de la filosofia analiticas Y M. Ware, fica camemponinea,Raselon: Bi Labor, 1968p. 31K WD. Madsen, Le flosiia meal ceaeporoney, Mek: ABI, 1978, pp. 72883 ta,“ aan, nV Carpe (al), veri defo 8, Wee rien 198915 La ca coniapendea, pp. 48-107. 2. Sigs, ca float mar tvaiice de Winget Tena Mai Mond 1989p. 913 {GE-Noore, Pina fa, Mee UNAM, 139. ti 98 1012. 2 Kenny, Wine, Mar Es la Reis de Osc, 1974, pp. PD 85 [Tonsil Bess Eaten sobre ls enfin de Wotgerin, Meiers Vanes, 203 pp 238-282 258-26), 31 se emotivisme se ve ya en su Tracianss logico-philosophicus, La tica no se puede decir 0 expresat. Se tiene que mostrar. Por eso rng es objeto de intuicidn, sino silo de emocion, En el Traeracus dice que la étiea ¥s como la estética,trascendental, Pero es muy importante. Slo que dnicamente puede captarse emotivamente Esti mis alli del lenguaje. En el primer Wittgenstein, Ia Stien es ‘muy importante. Enel segundo Witgenstein tambiga la étiea tiene importancia: en las Investigaciones ilosoficas y en la Com ferencia sobre éica, ta moral es un juego de lenguaje muy prin- cipal para el hombre. Incluso es el mis bisico, en euanto que es el que funda la comunicacion. FI juego de Ienguaje de Ia moral tiene una extrafia universalidad, Ya que la moral esti fuera de los hhechos, no se puede poner en proposiciones, Serian pseudo-pro- posiciones. En ella no hay explicacién, Como hemos dicho, para Wittgenstein, en el Tractains, la és ‘no se puede decir, solo se puede mostrar, Sobre esto comenta Ja Vier Sidaba; “Cuando Wittgenstein, en sus conversaciones reco- das por Waismann, afirmaba... que la ética era arremeter contra las barreras cel enguaje, estaba sugiriendo que fa étiea era juntar ‘al maximo et decir y el mostrar y que si no hay habilided sufi- ciente en ello chocatemos de tal manera contra las paredes del Tenguaje que nos produciremos chichones y, en nuestra ingen dad, os tomaremos come verdadera ampliacién orgdnica de nuestro cuerpo". Esto se acerca mucho a lo que pretends la ana- logia, el couocimicnto anakigico: juniar, © por lo menos acercar, ol decir y el mostrar, Por su parte, Alfied Julius Ayer (1918-1989) también es emo- livista” Su ética es una étiea no-cognitivista. La relaeién entre ioral y accidn humana no-es intelectiva, sing emotiva. Los enun= ‘lados morales no son susceptibles de verdad o falsedad, En ellos todo es como expresar aprobacida © desaprobacicn, Las emocio- ©. 58 res no pueden ser contradictorias, sdlo diferentes. Pero Ayer acla- a que el emotivismo no es subjetivismo. Lo moral es emotive, no fictieo. Las proposiciones morales no son proposiciones, sino autoexpresiones y persuasiones Pero el emotivismo es discutihle. No parece que, si alguien cemite un juicio moral como “la masaere de Acteal fue reprobs- ble”, y si alguian replica: “Es verdad”, eso signifique algo como ‘Ay. Quoremos significar mucho mis que la aprobacién 0 la esaprobacidn, estas dos son solamente las caracteristicas que damos a le que deseribimos en los enunciados morales, en los jui- cis éicos, O, si se prefiere la desaprobaci6n no es aqui como la aque se da en el arte, es mas radical: tiene que ver con les princi« pios de In conducta humana mis profunda: la éico-potitica. (Otro emotivista es Charles L. Stevenson (1908-1979), como se ven st libro Erica y lenguaje (1944). Sostiene que la valoracién rng es ereencia o conicimiento, sino emocién; pues para-él.n0 bay vinculacién logica entre las emociones 0 actitudes éticas y las creencias cognoscitivas, Pero, igual que a Aver, a Stevenson se le hha objetado que confunde razones y cats. Asimismo, tiene in- ssuficiencins en la teoria del significado. Con ello no puede expli- car el razonsamiento ético, Y se sna Ta discutible distineién entre ‘tien y metaética que parece suponer. Ademis, Stevenson cistingue entre significado descriptive y significado emotivo. Por ejemplo, que yo apruebo a alguien es des Ceriptivo, y que deseo que mi interlocutor lo aprucbe es alzo emo- tivo, Asi, “bueno” se reduce a una clase de aprobacién, ciertamen- te mis fuerte que “Me gusta”, pero aprobacién al fin. Por otra parte, se erition Ia nociin de significado de Stevenson, por estar ‘muy cereana al condustismo. El significado es una disposieibn de las expresiones para desalar efectos psicoligicos en fos oyentes ‘Segiin él, los actos de habla pueden ser ilocucionaries 0 pettoc "Sia, La orofa mera niece Waugesem a Tage, 3 %, 0 ionatos, esto es, los primerostinen una fuerza signiicativa, y Jos sezumos, dems tienen un efeto, hacen algo: por ejemplo, el decir ol jue2 alos novios: “Los deelaro marido y mujer, esa ora- ifn teste una fuerza signiticativa habla de unit en matrimonio a Jnpareja), pero tambien y sobre todo, realiza alg, a saber, estable- ce un matrimonio con valdcz eal o juris. Pero no todo acte de tabla es perlocacionaro, sin ilacucionaro, y con elo el signitie ‘ado no se puede reducir a surtir efectos. Lo mis grave es que Stevenson acaba asf con la moral, pues la reduce aaetvidd pro» pelganderil,digna de politicos o de agencins de vents Alasdair Maclutyre ha.dedicado-mucho.esfuerzo a la refuta- ibn del emotivismo. Su refutacion es de tipo histori: hubo un cesquema esiablecido de virtudes, el arstotclico; y se fue frag- imentando hasta queen fa moderidad se leg6 a enaltecer tanto al sujeto que no quedé lugar paca Ia virud, Pero una refutacin Listérica, como la que presenta Macintyre, no basta para des- screditar al emotivismo, se necesita una. mis flosofieayy esa argumentacin contac! enotivismo tat de ofrecerla Hare con _ Su preseriptivisae El preseriptivismo Se da sobre todo en Richard Hare (1919)? Su obra £7 leneuaje de la moral (1952) se ha lnecho clisiea. Ali, en contra del cmoti- vismo, sostione que el eneuaie de la moral no ¢s persuasivo, sino. | Frescriptivo (0 imperarivo). El emotivisma face que x cambie, ‘pero la moral dice que x debe cambiar por medio de un lenguaje ‘de prescripciones. Y, as, el discurso del emotivismo pertenece | metaética no-cognitivista, 2 deeit, no tiene que ver eon el to, sino sélo con el afect, Tos juicios de valor implican presccipciones y son universales. ‘Son racionales, pues hay principios que apostan una razén paca cl 1 Wid yp $55, 6 jiuicio moral. Los imperativos no se derivan de premisas ficticas, ‘ino de la naturaleza preseriptiva de tales juicios. “Esto es busto” tiene un imperativo como promisa, “Debo hacer x” es un juicio ‘moral silo si implica “Haya yo x”. Sino semandara a uno mismo ‘hacerlo, seria una contradiceién, © no seria un jucio real de valor. vos. Se caracterizan (y se distinguen de os demis jucios pres- riptivos) en que son universlizables." Y tienen rela ‘as cate elles, por eso se puede areumenir on ellos, mente nora, el juciovalorativo eva a una prescripcisn, Pues al «que lo profiere se e puede pregunta por qué. La respuesta es una dlescrpcidn, Pero nose cae en el naturalism, pues so esti usan do la expresion paca guar a conducta. A waves de ls ui lorativos se Hega a prineipios generals que, en euanie son aeep tados por nosotros, son prescrptivos. *X es buen en un primer nivel, parece descriptive, Pero, en un sogundo nivel, su gramti- ca Logica (como dia Wittgenstein) es “Prescibo hacer x”. Es decir, la cadena de los porqués conduee, como a su fundamento ‘limo, a un mandato. Los que polemizan sobre juiios valoraivos polemizan sobre prineipios, Por ellos Jos juicios_ morales. son_universalizables ‘Tienen imparciliad,fiente a fa patcialidad de un juicio limita- do. Un papel may important tiene la imaginaeién para el juicio ‘mora, pues nos eapacita para ponermos en ef lugar de foy otros Pero aqui are parece incur en relativism Yo cual mina la uni versalizbilidad que asigna alos ileies morales, pues si alguna batbaridad se désprende de primetos principios consistent, ten dviamos que respetarta. Cuando son incompatiles, no tendtia- sos con gu eriterio deci Se han hecho fuerte objeciones a la tecria de Hare por Har. san, Mactngyre y Kenny. nes Hoel WV... oct. 768, 61 1) Gilbert Harman objeta a Hare que si X y Y tienen prineipios incompatibles, aunque consistentes, dentro de sus sistemas, tice nen que seguitlos, y llegar a acciones morales contrarias, sin poder decidir cuil ¢s buena o mala. Uno tendifa que aceptar ka aceicn del otro como buena, aunque sea contraria. La razin que tiene cada 1mno es que debe hacerlo, Pero sieada uno hace bo que hace porque debe hacerlo y ne por otra razin, es una peti. 2) Asimismo, como objeta Macintyre, nadie puede estar en mi misma situacién. Por lo tanto, no hay universalizabilidad.") 3) Adems, segtin objeta Anthony Kenny, sito se da un man- dato, debe realizarlo; so pena de que sca absurco (contradictorio); pero vemos que muchas veees uno se da mandates que no cum ple. Sobre todo en la akrasia o incontinencia, en la que ve una cosa buena y hace otra mala, Segtin hace ver Kenny, el incon nente deberiaretirar su prescripcion, en ver de asentir a ella para no obedecerla. Sino se puede curplir, no se puede asentir. Tam- bin habria peso: decir que una persona no puede hacer una aceién porque sus descos se lo impiden es lo mismo que decir que esd persona no puede hacer una cosa determinada, Des livismo y Neonaturalismo En contra del preseriptivismo de Hare, Peter Geael ha levantado cl descriptivismo.” El argumento de Geach es una distincion entre los adjetives atributivos ("bro rojo”) y los adjtivos predi cativos (este libro es rojo"); con fund los ds usos Heva a fa clas. En esta linea, “bueno” y “malo” son, para Geach, atributi- vos. No podemes predicar 10 mismo a “un padre" y a “un mal padre"; en el segundo caso “pacts” esti alienado, disminuido 0 restringido por “malo”, y de ello no se sigue que ser padre sea malo, sino solo ser un mal padre. En este sentido, “bueno” y 1h pp 210. "J, Slop. sp. 77 18 a “malo” son descriptivos, no prescriptives, Y, a pesar de que lo ‘bucno es wna descripei6n, tiene una fuerza directiva, porque per tenece a su razén juntar el querer y To bueno, ya que todo lo que se quiere se quiere bajo la razén de bueno. De esta manera, no sélo es bueno lo que se quiere, sino que se quiere porque es ‘bueno, Con ello se evita el abitrarismo de Hare en la cleecién del bien, ye que lo bueno nos mueve & actusr por su misma taz6n. Si el bien nos mueve a sietuarlo es porque es descriptive, y au ‘que mera descripeién, en su misma deseriptividad (la raza mis: mma del bien) contiene la motivacién que nos impalsa Deseriptivistas de alguna manera sn los te6ricos del “good reasons approach”, como Stephen Toulmin y Kai Nielsen, Son rns mitigados porque aceptan que las razones para actuar son ids eitcunstanciales que Ia sola razén del bien como tal. No po- ddenios considerar todos los aspectes de la aceién, pero podemos atender alas buenss razones que hay para actuar, y eso sera suf lente. Son razones morales para apoyar un avio determinado, Deseriptivistas y hasta naturaistas, o neonaturalistas, por con- tuaposicién a Moore, serfan Philippa Foot y G. J. Warnock.” Son ddescriptivistas porque consideran que el contenido deseriptivo y el valorativo de a juicio dico no estin tan separacos; y, en con tra de Hare y su deeisionismo, sosticnen que los eriteris que se aplican en tales juicios no son objeto de mera decision. Ph. Foot dice que alge no es bueno porque lo decidimos asi, sino que nos decidimos a algo porque es bueno, como alguien no es moral- ‘mente correcto porque lo recomendamos, sino que lo recomen- ddamos porque es moralmente comecto. Warnoek aitade que tos prineipios morales pueden ser aplicados universalmente porque son morales, no porque sean aplicades wniversalmente. ‘También son neonaturalisis los amades nowitigensteinia- nos, como Peter Winch, D. Z. Phillips, Mounce y Beardsmore. Hacigndola compatible con las formas de vida wittgensteinianas, Pid pp. $2. 6 retoman Ia idea de naturaleza humana. Hay ciertas caracteristicas dol hombre que son naturales ¢invariables, aunque se den en cier- os moldes de cultira tradieion ala que se pertenece. En ese sen- lido, a pesar de los elementos naturales y de tradicibn, el bombre tiene eapacidad de eleccién y de cambio. En el juego de la moral, las reglas se pueden revisar no hacia atris, que es lo gue pestene- ce « fa naturaleza humana, pero si hacia delante. Es decir, en el Juego de lenguaje que es la moral, dentro de ta forma de vida que le ha tocado (cultura, nacién, ee.) las reglas de ese juego no se pueden revisar hacia sri, esto es, hacia sus fundamentos, pues ‘estin dadas por la naturaleza humana misma, han de eorrespon- derke a ella; pero si pueden revisarse hacia delante, en vistas a Futuro, a saber, en la manera como relejan dicha naturaleza huma- na, y Si la contradicen, pueden cambiarse 0 ajustarse. De esta matic, se respeta le naturaleza humana, gue no es rigida, y se da lun margen a a historia cultural, In educaeién y fa ereativdad, fitiea discursiva La ética diseursiva, que también se ha lismado “ética dialégica”, a comunicativa” y “tica de la responsabilidad solidaria”, ha sido propulsada por Karl-Otto Apel y Jigen Habermas." En la radicidn critica de la Fscuela de Franefort, aunque con indepen- ddencia de ella, ambos fan trabajado la herencia kantiano, la mar- xistay Ia pragmatisia. Por eso la insisiencia en el discurso 0 lo razonable, Ia comunicacién, ef didlogo, Ia responsabilidad y la solidaridad. veces se ha lamado a su postura un socialismo Pragmiético, Todo ello indica que alli se-valora macho el llegar al ‘onsenso mediante el diilogo y aduciendo buenas razanes 0 argit= mentos, A Comm, “ten suv nV. Camps (oa i, pp. S887, ‘avn, Cita pt: la sca de Frain Made cL, 1986 (ela) pp isp, ‘Se trata de na ética cognitivista, que no se reduce a Ia emo. cion 0 al sentimienta. Toma en cuenta Ia razin, pero no sola mente la az6n tedrica, sino, sobre todo, la rizén practica, Es una filosofia prietica, pero que no sélo trata de que la razin no se quede en la tebrica, sino tampoco en la ruzén técnica, ealeulado- ray fria, queriendo que se legue a una razdn ética, animada por cl bien, Se asigna a esta ica dos partes, una de fundamentacion ¥ otra de aplieacién 0 direceion de la accién."* La de fundamen tacidn no trabaja sobre metafisicas ni epistemologias, sino sobre la pragmatica del lenguaje y del discurso. ¥ la de aplicacion diri- ge Ia accién sratando de ajustarla Jo mas posible a ese funda rento que se ha meneionado. Asi, la ley 0 reghs que se estable- ‘ce mediante Ia fundamentacién exige la responsabilidad para su ccumplimiento, De este modo, la parte primera manifiesta el 1fos fo fin del lenguaje y la parte segunda el leontos 0 Ia obligacién de realizatlo, con lo cual se trata de una éticateleolbgiea y deon- tolégica ala vez Es, adem, formal, pues no privilegia ningtin contenido matc- rial o axioldgico, sino el formalismo trascendenial de larazén, de fa racionalidad o razonabilidad humana, de modo que se pueda ‘argumentaten el discurso para llegara eriteios y normas para las acciones. Fs, asimismo, universalist, pues trata de Megara prin~ cipios y normas vilidos para todos. Esto se basa en una compe- tencia comunicativa, que permite los interlocutores llegar a facverdos 0 consensos basados en la razon, y que adquieren vali- ddez universal.” Frente al relativismo y contextualismo posto- demos, la ética discursiva propugna ciestos principios y normas incondicionados, es decir, absolutes, y universalmente validos, sin los euales no puede sostenerse la ética misma, ‘A. Conia, Aan comicatva yreponsibed rbd ia police 00K On ipl Sales Sige 198, p15 PNT Ege Esau, Macs conn dads de aise babe on, ME Toms, 2093, 65 fs a posmoderna 1 posmnodernidad ba suftido el repuidio de tos llama dos metarrelatos, entre los que se la inclu, junto ala metafisiea, fa episiemologe y la filosofia de Ia historia, Se rechaza el un versalismo y ka argumentacién, y se tiende fueriemente al emoti- smo y la Fragmentaciény Gilles Lipovetsky setala incluso una poca de! postdeber, de la posimoral." En el ambito posmoderno ro hay sensiblidad para el deher ni para ta solidaridad, mas bien se tiende al egoismo y al hedonismo, que Hevan al indiferentis mo. Ni siquiera puede hablarse de inmoralismo frente al morals mo, ¢$ un ir mis alli de la moral y s6lo aceptar pautes morales {que no impliguen obligacisn ni, por ejemplo, fidelidad, Todo to cual conlleya un relativismo moral muy grande, Hay varios ejemplos de ética posmodema, ademas de Ia q ‘nos da Lipovetsky. Uno de elles s el de Richard Rorty, quien, ha biendo militado en Ins fils de la filosofia analitiea, paso a sor neoprazmatista, de una manera que no differe mucho de los ted ricos posmodemos. Sostiene tesis muy pareeidas. Una lucha a ticsencialista que derrumba los principios y reglas morales © por lo menos los condiciona a Ins circunstaneias dl tiempo y del lugar, con lo cul vuelve a ese relatvismo que se mencionaba. Lo {que le resulta importante es la democracia, y todo lo sacrifica a ella, inclusive la filosofia. La fiosofta, que hia peeado de ted con su historia, tiene que servir ahora a ese ideal de un estado de- ‘moctitieo, y. ina To hace, no tiene validez alguna Liberalismo e individualismo: Rays John Rawls (1921-2002) fue una de los mais connotades tedricos del liberalism, que ha side visto como individualista, sobre todo * G Lipewedy Bl ewptcle dl der La Sit blo de lr nner Rompe decoritcor, Brena Angra, 196 2a. es pp «Bo. 66 por sus opositores comunitarstas (Macintyre, Taylor, Walzer, tc. Lo que me parece mis importante de Rawls es que sup equilibrar st liberalism con las eriticas que recibia, Asf, del libe- ralismo e individualismo tan fuertes de Una teorio ie fa fusticia (1971) @ los que se notan en Liberalismo politico (1993) hay mucha diferencia.” Su preocupacidn principal es la justicia dis- tnibutiva, y para explicar e| contrate social que se presupone hecho entre los individuos de la sociedad, postula una posieién original, extn la eval estamos frente a lo que se va.a disiribuie y se tiene que hacer con la mayer imparcialidad; asi, si no sabemes qué tajada nos tocar de un pastel, hacemos las tajadss Jo mis iguales que se pueda. Y, ademis, supone un velo de ignorancia por el que no atendemos a nuestras capacidades ni a las de los demas, para no prejuiciar Ia dstribucién. Hay um consenso tras- lapado entre los que participan en la soviedad que permite el plu- ralismo y, con ello, la demoeracia.” ‘Como buen liberal, tenia convo supuesto un universalisano muy fuerte, En el camino de las erties lo fue mitigando basta adop- lar una postura ni universlista ni contextualista, sino baseando tuna intermedia, 2 través de algo que tiene mucho que ver con la phrinesisaristotslia y eljwicio reflexioname de Kant, a saber, lo aque él Hama el eguilidvio reflexive. Llega a aceptar las diferentes cculturas que conviven, con tintes de comunitarisino, y habla de luna eulturs de fondo, que es la liberal y democritica, y com la par= ticipacién de los individues desde sus diversas eulturas, se va Fogrando el bien comin. Se acepta, adermas de Ia ética de ju tuna ética del bien o de fa buena vida, siempre en revisin y logo entre Ios diferentes grupos. le, £1 eredimo x, Una eect dl pear ico, Phy Wil 202, p93. “sin Mins FCE, 1985 (cig, 197, 67 Comunitarismo y neoaristotelismo: Maclntyre Considerado como posmodemo, pero con una interesante recons- truecion de Aristoteles, por lo que se le ha ealificado como neo- aristotélico, Alasdair Macintyre dice eu la modemidad tuvo una ética de Leyes, ta cual fall6 y condujo al emotivismo, y por eso ahora se debe dar paso a una ética de virudes." Crities, pues, a Ja modemidad, y"retoma la teoria aristotSlica do tas virtudes, ‘dando especial importancia a virtudes tales como la prudencia’ 0 phrinests, la veracidad, la fortaleza o valentia y la justicia Ellas son las que hacen posible la vida en la polis 6 comunidad politi- ‘ca. Sin embargo, las virtudes se entienden de mancra distinta sexiin la sociedad o comunidad de que se trate. Por ejemplo, la idea de justicia dependerd de la noeién de ra2in que se profese en una comunidad. Mas ain, la misma nocién de raza sera distinta sezin las comunidades o tradiciones. Esto pareci® a algunos que era dejar la azn en manos de algo {que podia ser irracional, como Ia tradicin. Le granje criticas de relativista posmodeme, cxtieas que le hicieron buscar la unive saidad, al menos en cierios mieleos, como con Ia idea de que, a pesar de que vivimes en tradiciones diferentes, la mejor invest gacién Stica es la que trata de concetartradiciones diferentes eon, ideas més abarcadorss.* Con ello, gracias a las criticas de los neoliberales y de otros, aleanza una postura mas universalista y menos susceptible de esa acusaciOn de relativisme. Hay que ten- der puentes entre las diversas traliciones, y no solamente por medio de los intereses prictieos, sino también mediante la refle- sion teorcs, SC. Thishat, Cae rites, Mab: Vitor, 198, p71 66 mismo, Las tes dla coments crite commana woes al prin ade np), Mad Cet de Esti Const, 1992, 9p 103s "EA Macare Th daie Dares’ Crk, 167, p14 ry 29 A Mache Shelley nnonelded, Belo En, 134 pp, Bes “A Mla Te wre sd ln, Mati il, UE pp, 2585, 68 Corolario ‘Vemos en este revorride cémo ha habido una oseilacién entre diversos extremes, entre los cuales no siempre se ha buscado 0 ‘encontrado la mediacién o el equilibrio proporcional. La princ- pal oscilacién ha sido, en el fondo, entre el universalismo y el 0, 0 entre un absoluiismo de la razdn y un relativis- ‘unstancias culturales y basta de la emecién. Esto se hha manifestado en la polarizacion de étieas basadas en Ia ley 0 en Jas normas, y éricas basadas en las emociones individuales 0 en. Jas costumes comunitarias, incluso en fas virtudes que una so Ciedad postula. Eso ha deparado éticas legalistas, universalistas y absolutists, y Sticas emotivistas y de virtudes, centradas en la parte afectiva de ls moral (las mismas virtudes tienen una parte emotiva o sentimental muy fuerte, quits mis fuerte que la parte racional que les atsibuimnos). Hace falta lograr un equilibrio proporcional, alo que en algu- ras ocasiones se ha intentado, oa mens ha sido presionado por las ertieas que se propinan unos a otros los mismos sostenedores de los exiremos mencionados. Asi lo vemos, dentro de la tra ea, en los neonaturalistas wittgensteininanos, en los Gticos del discurso (Apel y Habermas), pero sobre todo en Rawls ¥y Maclntyre, Estos dos iltimes nos dan inapreciables lecciones ‘de intentas de moderacién y de matizacién que nos ayudardn ‘mucho a [a hora de consiruir una étiea anal6giea, més en la linea ‘del equilibrio proporcional SuGuNDA PARTE CONSTRUCCION DEL EDIFICIO ETICO HACIA UNA ETICA HERMENEUTICO-ANALOG! Preimbulo Después de haber recorrido en sus grandes lineas In historia de la ‘tien o filesofia moral, tenemos una ides mis clara do ella, extra fda de las notas que le hemos visto con cierta continuidad. Ahora podemos pasar ya a intentar Ia construccidn sistemtica de la ‘misma. Es el estudio critico de las costumbres al uso, para eva- Iuarlas y eonsorvarlas ¢ cambiarlas, De hecho, toda persona tiene (que hacer esta evaluacign al Hegar a cierta madure7, Por eso se dijo en la introduccién que la ética comienza cuan- do reflexionamos eriticamente sobre las costumbres, prinipios y leyes que tenemos, para ver si pueden dirigir nuestra accion, Ya 2 los capitulos anteriores hemos visto algunos de los prineipales hitos de esta reflexiin critica en a historia, Ahora, en este cap tulo, trataré de exponer las earacterfsticas que habré de tener Ia tica que aqui deseo constrir, a saber, una ética analigica, esto es, una ética vertebrada al trasiuz de la hermengutica analigica, fen In que las nociones de analogia ¢ iconicidad tienen un papel importante.’ De abi resultaré una etica hermenéutico-analigica, Esta étiea seri, pues, en primer lugar hermenéutia, es doci, planteada con furdamento en la hermengutica, que es la discipli- ra de Ia interpretacidn de textos, Recientemente se ha destacado Para un esi de exe eva, ver Mone, Fate ements hah, ie: UNANLtac, 2006 (8) Pele ence a rae, ‘Mets, UNAM, 200348), na n cl papel importante que tiene ta hermeneutica para la ética. ya ‘que se requiere una interpretacién del hombre y de fa sociedad, es decir, de la cultura, para poder construir una ética que le sea ‘adecuads (segin el tiompo en que se sia, y también en euantoa tiers aspeetos que han de set universales: principios y valores universales, como los comespondlientes a los derechos humanos, por ejemplo). Pero se trata de una hermenéutica analigica, €8 decir, una que esté basada en ln nocién de analogfa, la cua sig fica proporcién o proporcionalidad, y que —segiin vimos en la parte de historia de la ética— fue introducida por los flésofos pitagéricos como esencia de fa virtud, La analogia se encuentra intermedia entre la univocidad, que es una medida exeesivamen- te estrica y riguresa, y la equivocidad, que ¢s la ausencin de ‘medida y la pasion desbocada; en medio de ellas est Ia analogia, {que es equilibrio solamente proporcional, pero cquilibrio al fing ‘no un equilbrio rigido como el de fa univocidad, ni el desequ brio de la ecuivocidad, sino una vida equlibraca también con cequlibrio, esto es, con mesura abierta y digna ala vez. Una éicn analdgica como la que buscamos llevaré a una vida cquilibrad, ‘pero no con el equilibri rigido y hasta inaleaxzable (por infu ‘mano) de la univocidad: pero tampoco dejaré cacr en une vida desoqulibrade con ls despropoceicn de ls equivocidad. Serd ta Vida segin la proporein, qu es lo que los griegos eonsieraban como la existencia vietuosa, 1a vida en fa vittud. Sin embargo, también se insistird en el deber, en la carga de obligacién que revibe ls aduisicién y cultive de ciettas virtudes. Esto es algo ‘muy antiguo y nuevo al mismo tiempo. Es tratar de conjuntar y ‘concorlara Aristoteles y 2 Kant. Proyecto que se ha tenido varias, veces en la historia reciente, pero que esperamos que agui cencuentre una nueva aplicacién, En cuanto que fa hermengutica es la ciencia y el arte de la in- terpretacién, una hermensutica anal6gicaevitar Ia intempretaciin 6 Vino, Ba del inert, Bacto: Pais, 1991, pp. 208 5, B uunivocista de los eientificismos y positivismos, al igual que Iain {erpreiacién equivocista de los relativismes y subjetivismos. Para 80, no olvida ni diluye la base ontolégiea, sino que la recupera de manera interpretada, ya no dura, prepotente y violenta. En otras palabras, hermencuiiza la ontologta, pero también ontolagi- za la hermensutiea, De ello nos resultard una ética que trata de hacer compatibles la interpretacidn y la prescripein, asi como el ser y el valor, Doy a la éica, pues, una perspectiva hermengutico-analégica, esto 6, tratando, como he dicho, de no incurrir en ef univocismo del querer un universalism excesive, que destruya toda par laridad y diferencia; mas sin exer tarmpoco en el equivocismo de querer defender las diferencias hasta el punto de que acaben con Jas semejanzas, esto es, con toda posible universalizacién. Tene- mmigs que ser conscientes de que sin cietta universalizacién, no po- ddomos tener ina étiea; una étiea no se planten eomo peasamien- tos personales, que valean para uno misino, sino que se pretende ‘que sean aplicables para todos, al menos a los de nuestra misma sociedad: en ese sentido, hay una intencionalidad universalista en todo planteamiento ético. De lo que se tratari, sin embargo, es de ‘encontrar los limites de ese universalism, para darle una ade- ‘cuada contextuacién, que permita su aplicabilidad a los casos cconctetos de los principios o leyes generates que aleancermos a levantar por encima de lo particular y conersto. {Qué es Ia ética? La ética es a veces Hamada filosofia moral. Evica viene de la pa- labra gricza e7hike, la cual, a su vez, viene de ethos, que si €6 en un principio el lugar donde vivian los animales de la casa, como el pescbre o corral; después pasé a significar el entorn ‘mas domestico y, fnalmente, a condueta humans, que es la que configura nuestro cntomo. La palabra moral viene del latin mora Je, la cual viene de mos, moris, que significa, como etros, la con- ” dhucta habitual, fa costumbro. Por 0, de manera general, se hs- bia de ka lca com la disciplna filos6fica que habla de les cos- tumbres en relacin con el bien y el mall morales, Las eoviumbres son aeciones del hombee, que, admis, constituyen habitos. Se puede hablar de ellas de diversas maneras: una es le manera silo eseriptiva como lo hizo la moral en el sentido de Hegel (en sus Principos de filasofia del derecho, siendo la mera solo descrip Livy abstracts y la ica normativay concreta,plasmade en ins- tituciones) 0 en el sentido de Ia sociologia otra es de manera presctiptiva o normativa, es doer, no se queda en describir las ‘costumbres, Io que la gente hace, sino que evalia moralmente Io «que se hace y lo promueve o lo prohibe, de ahi que pueda normat Torque se debe hacer y lo que no se dobe hacer. ¥ no en el senti- 4o legal ojuridico, sino ea un sentido interior, que tiene que ver no com la fuerza cooritva que hace cumplir ls leyes, como en cf caso del derecho, sino con la concienca interior, por la cual nos sentimos contentos 0 averganzailos de muestes acciones, sontimos satisacci6n 0 sentimos culpa, ane el tnbunal de nues- ‘Asi, pues, la lia, para diferenciarse de otras mamas del cono- cimiento, como la sociclogia la antropologia, que solamente describen las costumbres, eomporiamientos o aeciones de los hombres sin evaluarlas moralmente, es Ia diseiplina flos6fiea que prescribe 0 nota los actos humanos, determinando To que esta bien o mal, de acuerdo con Tos prineipios morales © tivos «que se establecen en nuestro evadro de valores y, por consiguien- te, en auesto cuadto de noemas de conducia, Esto o hace, por supuesto, basada en cert bases (ya que ahora no se les quiere llamar fundamertos), bases rcionales (por limitadas gue sean), ‘ya que la razon (aungue tomaaco en cuenta la inticién y laemo- cin) es ln que mejor puede derles earta de valide7. J Lt Amgen ey Mai Abana, 979 (7a op 2 +A, Sher Vequc, Eten Misc: Cepib, 1981 (250-0 p23. 15 Una étiea hermenéutica Fn muchas ovasiones se ha dicho que la hermensutisa no tiene aque ver con la iva. Heidegger rohuyé la construcciéa de una fi losofia moral, y Gadamer tambien recusaba la conexién de su inermensuiica con la ca, aunque Heg6 a reconceer gue por 1o menos en los origenes de I hermengutica estaba la moralidad: no en bali fue uno de los que hicieron la ecupeacidn del floso- fia practica de Arstoeles para nuestros diss. Ya ha pasado, pues, ia etapa de ln desconesion de la éiea con respect a la herme- néutica. Ouo connotado hereneuta, Paul Ricoeur, ha elacicna- Alo a etiea con su hermensutica de muchas maneras, sobre todo para evita os erroreshistricos que se han cometido en el pasa- do sigh, los cuales eondujeron por fo menos @ das guerzas mun dites demasiado sangrintes.” Una étes hermenSutica es una ética que ha pasado por la con- ciencia y la experiencia de la ingbisicdad, de lanecesidad dela antespretacin y del debilitamiento de ls parimetros que se han dado para la tia, Pero, también, buseara lo mis posible Linites para el comportamienia y fundsmentos para establevelos, por mis que no sean dares y firmes, sino analgiees. No seri, pues, ca prepotente ni rigida (univocista), pero tampoco permi= siva ylignh(equivocista, sino stent a interpreta del hom der lo use ser humano y traar de adapir uu gue le sean adecuadas. De otra mane- neracigga ura élica inhumana,o contratia 4 a condicién humana. Con esto se supera la famosa “falacia laa ta necesidad de intemretar primero a homie para poderte normar lo que ha de acer; se nzeesita primero la Aeseripeida para poder pasar ala peseripcisn. Pues bien, a pesar de que esti hastante garantizada y apoyada ta relaeion de la hermencutiea con ba étiea, y a poset do gue se 2 Rica, te, Mai Capes, 1998, pp. 70s, 16 acepta con mucha mmaturalidad que la lermengutiea ayuda a la ‘tion a busear su construccion intema y a realizar sus aplicacioe nes externas, hay diverse tipos de hermenéutica, no fadas ellas pueden ser la mis conveniente para estructurar y edifiear una filosofia moral tal como In necesitamos hoy en dia. Etfecti- vamiente, podrkamos decir que las hermensuticas actuales oscil, cntre dos polos sumamente extremos e igualmente peligrosos, Uno es ef del relativism, al cual podemos lamar equivocismo, ¥ otro ¢s el del reduccionismo cientificsta, al cual podemos Ila- ‘mar univocisme. Y por lo general se echa de menos una pestara intermedia, que seria Ia de la analogiciad, la cual se sitia2 mitad de camino de las dos anteriores * Una étiea hormenéutico-analigicn No podemos menos de damos cuenta que una hermenéitica equi vocista nos conducird a una ética relativista, en la que ni siquicra hhabra sustento para los imperativos que se piensen para ella, dado que todo se resolver o mas bien se disolvera en la situaci6n, la ‘cual mandaré por encima de evalquier ley. En cambio, una ber- ‘menéutica univocista nos conduciré a una étiea rigida de a ley por la ley, en a que todo sera imperative, demasiado pesada y ‘aun aplieada, como lo fue en el racionalismo, para seres humanos ‘que mis bien serian robots sin libertad alguna. Pero una herm. ‘néutiea analogies nos dars una étiea no cerrads, ciertamente, pero ‘con la consistencia suficiente como para no incurs en el relat vismo y evaporarse al riimo de las situaciones particularese ire petibles, Podri, pues, lograr eierta universalidad, aungue no ri dda como la de la éica univocista, sino matizada y diferenciada, pues sabemnos que en la analogia, aunque hay semejanza, predo- ‘mina la diferencia, Por la analogfa, (a hermenéutica no pierde su + Pua un akan del hens mages oa, ver R Alster Sets, Hermerduica cali Sea, Mei: Ed Tore stings, 2005 ” ‘vinculaei6n con In ontologia; una hermenéutica analégica reco noee su arraigo ontolégieo, y de esa manora acepta una bese en Jo natural, que, por lo demels, es innegable: a a hora de eonstuir tuna ética tenemos que mia fa condicién natural del hombre, su condivién humana © naturaleza humana, para poder encontrar ha ‘moralidad que pueda serle conveniente, adecuzds, proporcional, ‘Una ética pasada por la hernenéutica analgica, tendré su putificacion hermenéatica (antsubstancialisa), pero también st marre ontolbgico (antirclativista), no fuerte ni imp suficente.Fso ara que no se ns rgidice en imperativos y leyes esclerotizaclas e impositivas. Serd una ética no de leyes, como la Univocista, ni de situaciones o casuistica, como la equivocista, sino de virtues, pues eis tienen tna parte que mira ats ley ge- neral y tra que atiende a la situacién concreta, Fn una ética araldgica tal se reunirin, en el limite, 1 ética de principios y a éica de eonsceuencias, la ética de loyes y la Sica e vittudes. En efecio, al apelara principios, se dard delineada Ja condueta de manera amplia pero firme, de modo que no se tenga que dejar todo a la considcracion consecucncialista, esto es, ‘Ia evaluacisn de Ia condueta moral por las conseeuencias —a veces no previstas— de las aeciones.¥, asimismo, al traiar de cconjuniar leyes y acciones, se dard cuenta de que se est ju o, analogicamente, el decir y el mostrar, que sefalaba Wittgen- tein, y que el separaba tanto,’ pues las leyes corresponden al ecir las virtades il mostrar. Pero las virtudes, en su pura condi- cién de mostracién, pueden padecer equivocidad, y nevesitan de algo, al menos un poco, del decir, para que les sirva de guia ‘Como en la anatogia predomine la diferencia, el predomi sera para la Virtd; no ebstante, con alguns leyes —pocas pero bien claras— habri suficiente para orienta la construccin de las vir- tus, que estarin coneciadas con esas leyes. De esta manera, con tun poco de decir y un mucho de mostrar, se edifcar a ica, 1 Witsntin, Pactra oie pon, 4.1212 8 Por otra parte, a vid echa mano ce [a analogia en su forma de ivonicidad, que es la nociin de modelo, o feono,* con el cual se transmite fa virud, Ia conducts virtuosa, Asi, el que es un cemplo de virtud se constituye en modelo o icone para el qu esti aprendiendo fa virtud, de modo que pueda ieonizarse con ‘yque adquiera la virtd por imitacién de éste y por los pocos pero claros lineamientos que le d8 con su preceptiva. En términos de Witigenstein, ¢s cl paradigma, el cual se muestra —aunque, en nuestra perspective, tambien dice, s6lo que un poco— y con el cual trata de asemejarse el que aprende, es decir, guarda pareci dos de familia con él, Esta es una parte importante de la ética que es fa antropologia filoséfica, del hombre como posibilitado para formar virtudes y dela pedagogta moral de ta vir, ta cual antigua idea de la imita- cidn— y ademas de la diccién a través de un minimo de leyes, reglas 0 imperativos. ‘Con esto se intenta poner de acuerdo lo mis posible, aunque de manera anal6giea, solamente proporcional, a Arist6tcles y a Kant,” el uno con su ética predominantemente de la virtua, y el ftro con su ética predominantemente de la ley. En nuestro caso, de una ética analégiea, predomina la parte de la virtud por enci ‘ma de la parte de la ley, dado que en la analogia predomina la diferencia sobre la identidad, y dado que, por lo mismo, pred ‘mina la-aproximacién a equivocidad por encima de la aproxi macidn a la univocidad, De hecho, en esta ética analigica se con- {junta las leyes y las virtues, ce modo que tambien se conjunten *Lanmctn d ano consid cae smlosa a omarnesde Ch 8. Lacon lade ta seit, Benes ies: Neeva Vi, 174 pp 48 Winget, bmeeeiones fay, 50 "Tes meats 4 cone + Arise y «Kant on names por so mower sos dean rc oits enti olde Pare Avena, Bugonic Ts ¥ ANS Onts-Ones. Véne E, Ti, Bika contin amano, Barone: Pensa, 200, fin "Eocraitonica y ian’, pp. 3811 y A. Ona.Oss, Amer con ‘clea: hatvopos 2003. 7p 171 Signa eos ates, singe le po ‘ovina anlégimmans cn ine he diet ests visa erupt » 11 inteligencia y la voluniad, a imaginacidn y Ia sensiblidad, ya ue Ia inteligeneia y la imoginacién estin del Indo del decir, de la ley, y lavoluntady la sensibilidad estan del Indo de la vireud, pero Se animpan mutuameate, ¢ incluso se dan sentido. Asimismo, la edueseidn para la viral implica no sSlo stender a Ia imeligencia ya la razén, sino tambien @ la voluntad y 4 los seatimientos, La étiea plantesdla como dinamismo de virwudes en el ser hu- mano ha cobrado una gran actualiad. Esti muy presente en la lie teratura filosofica de titima hora, gracias a autores como Peter Geach, Philippa Foot, Bernard Williams, Alasdair Macintyre y. ‘en una jinea més feminista, Martha Nussbaum. Uno no se ima- sginaba este regreso de una nocién tan elisica como la de virtud, {que viene dosde los griegos, concrotamente de los pitagsricos, pasa a Plain, a AsisGteles y alos estoicos, y se piende en la mo- deridad, donde es suplantada por una ética de proceptos total- mente centrada en el imperativo y en la ley. La ética de virtudes tiene la ventaja de permitir algunas leyes, pocas y muy claras, que ns ayuden y sean como gufas minimos para aleanzar esa virtua {que se desea construir en la persona. Pero también tienen una parte de praxis, de riesgo, de avertijo, que solamente con la ana- logia se puede alcanzar. Ni todo es claro, eomo lo pretendian las leyes, ni todo es oscuro, como ocurre cuando nes quedames en el situscionismo o la casuistica irreduetibles, La ética como deseriptiva o como prescriptiva Segin he mencionado ya, cuando empezamos a tener uso de rrizén, cuanio avanzamos en nuestra coneiencia moral, nos cdamos euenta de que estamos rodeados por un etimulo de eos "3 R.Th. Geo, La wna, Madrid inp, 1993, pp 5348518 Foot, La rnd as ios, Masi: UNAM 1994p. 18-23 B, Willa La justia certo Vea, {2 La fortran, México: UNAM, 1983, pp. I-12. Mclnye, Trsla i tnd vets Celie, 187, 9p. 187 ses NI Neth, The ray of Godan Contege! Canbeae Unventy ras, 16, py 6 6

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