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Capitulo 203 "Ella, que se enorgullecia de su exterior duro, siempre podia perderse ante la belleza del vuelo”. -Gloria Hoffman Daniela. Cerré la cremallera de mi maleta morada después de haber guardado dentro los ultimos jabones corporales. Lincon y yo ibamos a la Reunion Alfa aquella mafana y estaba nerviosa. No sabia qué sucederia una vez que aterrizaramos, pero Lincon conocia estas cosas como la palma de su mano. Lo unico de lo que tenia que asegurarme era de mantener la calma y a los demas a distancia, especialmente a mi nuevo admirador, Wystan. Por lo cierto, no pude evitar estremecerme ante la sensacion persistente de su mano en mi mufieca. Mi gracia salvadora era que mi hermano y mi hermana mayores iban a estar alli. Iris habia estado muy ocupada cuidando a Alexi, su hijo, y esta esperando su segundo bebe. No veia la hora de poder verla de nuevo. En ese momento, Liliana estaba sentada en una silla al lado de mi tocador. De repente, levanto un codo y apoyo la mano en su barbilla mientras miraba su reflejo. Mientras tanto, yo saqué mi pequefia mochila negra que estaba debajo de mi cama y la arrojé al lado de mi maleta. A continuacién, miré ta parte posterior de la cabeza de mi amiga. Una maldita estatua podria haber reemplgzado ala mujer ch habria dadg cuenta porque ella no s se habia movido nian centimetro my Capitulo 20 mientras yo hacia las maletas. Su seda color ébano yacia inerte contra su espalda, opacada bajo la luz. Y ella parecia agotada. No habia emocién ni picardia, tan solo un silencio premonitorio. éQuién diablos era esa mujer y qué le habia hecho a mi mejor amiga? “eLiliana?” Pregunté, pero encontré aun mas silencio, por lo que la preocupacién exalto mis nervios. Entonces, la llamé de nuevo y nada. Luego, acercandome a ella, presioné mi palma contra su espalda. Al instante, Liliana salt6 y parpaded rapidamente. "ZEh?" Ella me miro y sus rasgos se suavizaron. "Oh. Lo siento." "Liliana, Zestas bien? Has estado distraida por un tiempo". "Estoy bien." Liliana se pellizco el puente de la nariz, mientras gemia. "Ultimamente, he tenido muchas cosas en la cabeza, eso es todo". "Me tenias preocupada". Tomé una silla del escritorio y.la deslicé junto a ella. "Quieres hablar sobre eso?" Por lo tanto, ella sacudi6 su cabeza. "No esta bien. No quiero arruinarte el dia”. "No lo estas arruinando”. Hice lo mejor que pude para darle una de mis deslumbrantes sonrisas, con la esperanza de apaciguar cualquier estrés que la estuviera atormentando. "Sabes que puédes hablar conmigo sobre cualquier cosa". De pronto, los ojos de Liliana prillaron con lagrimas, contenidas. Enseguida, ella soltd un profundo suspiro lleno de temor, tom6 mis manos y las apreté con las suyas. A continuacion, abrio la boca, pero la volvié a cerrar, a medida que sacudia la cabeza. "ZA qué hora es tu vuelo?" Por consiguiente, arqueé una ceja. "Mm... gen unas tres horas?" "Deberias irte. Es mejor llegar temprano que justo a tiempo". Me senté confundida cuando Liliana se levanto de su asiento y se dirigid a mi cama sin mirar atras. De inmediato, cargé mi bolso al hombro y sacé mi maleta de la cama tomandola de la manija retractil. Un fuerte golpe resond cuando las ruedas tocaron el suelo. “Sé que tu amante te esta esperando. Sera mejor que no lo hagas esperar". Definitivamente, algo estaba pasando y Liliana no queria decirmelo. Esta mujer no rezumaba mas que energia de alto octanaje, lista para conquistar el mundo. Habia un lado mucho mas suave de Liliana que no todos habian tenido el privilegio de conocer, protegido por la pared de su exterior Alfa. Creia que Liliana‘a veces actuaba como una nifia para compensar su infancia perdida, pero cuando llegaba el momento de esforzarse, era tan formidable como su hermane. Ella era Hembra Alfa por nacimiento y por reputacion. Pero nunca la habia visto tan asustada, abstraida y evasiva. Eso era un insulto a su vitalidad. Realmente, queria sacudirla, y recordarle que si necesitaba alguien que la escuchara, yo estaba aqui. Aunque derrotada, salté sobre mis talones, le quité la mochila dethombro, y ta coloqué sobre el mio. “Si, no lo hagamos esperar“. Capitulo 2 tne Cerré la puerta de mi habitacién detras de nosotros y meti las llaves en el bolsillo de mi pantalén. Luego, caminamos por el pasillo hacia las escaleras, bajando cada escalén en silencio. Algunos Omegas estaban quitando el polvo y barriendo a nuestro alrededor, ignorando la nube oscura que se cernia sobre mi amiga. Cuando llegamos a la puerta, Liliana me detuvo con una mano en mi hombro. "tEstas bien?" Le pregunté de nuevo, a.pesar de que sabia que no era asi. "Olinda es una luchadora entrenada?" De hecho, no parpadeé durante un minuto. Qué gran pregunta para hacer de la nada. "Bueno... no en el mismo sentido que yo". Comencé, cruzando los brazos frente a mi. "Ella puede luchar, pero lo hace mas con su magia que con su fisico, éentiendes?". "Entonces, ¢es como si un soldado prefiriera luchar con armas en lugar de con los nudillos desnudos?" "No es una preferencia de Olinda, es una necesidad’. "Esta bien..." dijo Liliana, y enseguida sus ojos se endurecieron. "Si fuera atacada por un renegado, por ejemplo, ése defenderia sin ayuda?" "Si. Lo que a Olinda le falta en lo fisico, lo compensa en lo mistico". Miré a mi amiga con sospecha, cruzando los brazos debajo del pecho. "ZA donde quieres ilegar con esto?" "Necesito tener una idea de cémo debo protegerla, eso es Por ende, levante una cejac Veo." ss o , todo". - Indudablemente, solian subestimar demasiado a Olinda por su exterior tranquilo y evasivo. Pero, al igual que Liliana, si necesitaba luchar, no dudaria en conjurar uno o dos de sus hechizos. Recién pude tener una idea de lo que ella realmente podia hacer cuando luchamos contra Osiris por ultima vez. Antes de eso, no sabia que podia manipular el fuego. En tanto, Liliana me miré con expresion pesada y asintid con satisfaccion antes de exhalar. "Liliana, es natural preocuparse por alguien que te importa mucho". "Lo sé". Ella evité mi mirada, con las mejillas cubiertas de rosa . "Pensé que seria una buena idea preguntar de todos modos. Olinda es... importante para mi. Y quiero asegurarme de que ella esté a salvo en todo momento". "Ella vive en la manada-més poderosa de California". Me rei. "Incluso su respiracion esta protegida". En ese preciso instante, sus ojos azules se iluminaron con una sonrisa. "Si, eso es seguro". De inmediato, su mano gird el picaporte y abrio la puerta principal. Seguramente, habia mas cosas que Liliana estaba escondiendo, pero no queria presionarla. Estaba segura de que me lo diria cuando estuviera lista. Las dos estaban destinadas la una para la otra y Liliana, ponia cada vez mas sentimental al pensar en ella, lo que era absolutamente adorable. Rapidamente, Tia Emy se paro frente a Lincon y le dio palmaditas en Jas mgjillas antes de pellizcarlas, por lo que él hizo un gesto y aparté las mapos mientras Liliana y yo nos acercabamos. “Mama, exits bien Haces esto cada vez que sama eS uv Capital viajo”. "Oh, gentonces una madre no puede preocuparse por su hijo cuando viaja por el pais?" Ella ee Ilevé los pufios a las caderas. "ZQué es lo que sucede? ¢Te has hartado de tu propia madre?" "iMama!" Lincon entro en panico y estuvo a punto de dejar caer la manija de su maleta. "{Siempre tienes que ser tan melodramatica?" "Por supuesto. Esta en mi ADN”. Su madre se rid y volvio a pellizcarle la mejilla. “Sé que estaras bien, pero siempre me preocuparé por ti, pase lo que pase. Todavia recuerdo los dias en los que te cambiaba los pafiales 0 cuando te aferrabas a mi vestido cuando tenias miedo”. Definitivamente, la imagen que evocaba en mi cabeza era tan adorable. En efecto, él noté mi sonrisa, por lo que parecia como si quisiera meterse en un agujero y morir. “ZEs tu deber también avergonzarme?” En ese momento Liliana resopld. "Por favor, tu haces suficiente de eso por tu cuenta". "Basta, Liliana". Advirtio tia Emy y Lincon fulmino con ta mirada a su hermana, pero ella se encogid de hombros y le sacé la lengua. En ese momento, Lupin tadré y trote hacia mi lado, acariciando mi pantorrilla con su hocico, por lo que me arrodillé y le rasqué detras de las orejas mientras él aullaba y lamia mi cara. > "Te estas poniendo sentimental, mama’, dijo Lincon, a medida ~. bomen 2 Capitulo 203 m2 que su tono serio traicionaba su sonrisa. De prisa, la tia Emy sonrid, tomo la mejilla de su hijo y se incliné para besarla. Podria jurar que Lincon se derritié un poco ante aquel gesto. “Podria ser”. Ella se rid, por lo que las comisuras de sus ojos se arrugaron con su sonrisa. "Siempre seras mi bebé, no importa la edad que tengas". Mientras tanto, Avery inspeccionaba su mustang negro y lo aceleraba para comprobar el estado tanto del motor como del tanque de gasolina. Luego,cerro de golpe la puerta del lado del conductor, atrayendo nuestra atencion hacia él. “Todo esta listo para comenzar, cuando tu quieras, Lincon". Obviamente, él nos acompafaria al aeropuerto. Lincon y yo nos apresuramos para empujar nuestras maletas y bolsos en el maletero del coche, y lo. cerramos de golpe. Nicole y Noah se acercaron y nos entregaron bolsas de papel con bocadillos para el viaje, deseandonos un viaje seguro y productivo. Michael, Orchid y Naomi nos despidieron junto. con sus padres, evidentemente de mal humor porque nos ibamos, pero sonrieron cuando les dijeron que solo seria por tres dias. Antes de subirnos al auto, Liliana me abrazo fuerte y susurré: "Traeme un Ilavero". = 2 "éPor qué un Ilavero?" "Simplemente porque si." Ella me gui un ojo antes de soltarme y luego se volvid hacia su hermano. "Sera mejor que protejas a Daniela o te patearé el trasero". "Como si necesitaras una razon para hacerlo". Lincon se burl6, cruzando sus abultadgs brazos frente a su pécho. ~. 0 aR Capit Mientras tanto rios de azul corrian bajo su piel bronceada, desde sus biceps hasta sus dedos. En consecuencia, mis dedos ansiaban trazar cada vena, con curiosidad por saber cémo reaccionaria. ¢Saltaria o temblaria con mi roce? éLe gustaria? La oleada de calor a través de mi cuerpo que me provocaba aquel pensamiento me hizo tragar saliva. Maldita sea. "Y es por eso que no recibiras un abrazo". "De todos modos, no me ibas a dar uno". "J*der, no". Alicia se acerco para besar la mejilla de su marido mientras Lincon y yo saltabamos al asiento trasero. El equipo de Rex Moon nos despidio cuando el automovil abandon6 el territorio hacia la carretera que Conducia al Aeropuerto Internacional de Portland. De prisa, hurgué en la bolsa de papel e inmediatamente sacié mi hambre con barras, mini sandwiches y jugo. En efecto, el sonido de mi boca masticando resonaba en el silencio del auto, a excepcion de la musica de la radio. "Veo que tu. apetito no ha cambiado". Me di cuenta de que a_ Lincon se estaba burlando de mi por su risa baja, y mientras ponia los ojos en blanco, le di un golpe en el hombro después de terminar mi botella de jugo. En tanto, su risa crecié a medida que apartaba mi mano. Sin embargo, no confirmé ni negué ese hecho y dejé que mi estomago hablara por si solo. De repente, la luz del sol capto algo negro en la mufheca de Lincon. Parpadeé y entrecersé los ojos para tener una mejor Fix * 4 fs ~ Capituto 20 = vista y cuando finalmente lo hice, mi coraz6n salté desde un edificio alto de un solo salto. Por consiguiente, mis mejillas ardieron de calor y mi respiracién se entrecortd. “Lo estas usando". Entonces, Lincon se detuvo, con sus ojos reflejando una gran confusi6n, luego siguié mi linea de vision hasta su mufieca, y enseguida solto un resoplido de satisfaccién y complicidad. "gi" Una pulsera de cuentas colgada de un cordon elastico todeaba su ancha mufieca y se unia a una barra de cuatro lados de plata esterlina. Cada cuenta era un auténtico cristal de 6nix, tallado y pulido a la perfeccién. Debido a su color negro, los cristales no perdian color ni.se dafiaban al ser expuestos a la luz solar. La barra de plata tenia cuatro palabras diferentes talladas en cada lado. El nombre de Lincon, el de Rex, el cumplearios de Lincon, 16 de abril, y la palabra "Fuerza". El nombre de Rex aludia a la piedra de la proteccion y la fuerza. El nombre de Lincon tenia diferentes significados, incluido el de fuerza. Una joya sencilla que reflejaba sus = valores internos. Habia hecho aquella joya para su vigésimo noveno cumpleafios hacia menos de dos meses. De hecho, habia buscado por todo San Diego auténticos cristales de 6nix, llegando incluso a arrastrar a Olinda en aquella travesia. Habia recorrido un minorista tras otro, y no me detuve hasta encontrar |o’que estaba buscands: ~. L Realmente me negaba a hacer su regalo de versiones falsas o imitaciones. Me tom6 una semana, pero finalmente consegui cristales legitimos y me puse a trabajar, haciéndolos girar en cuentas. El grabado lo hizo un profesional. “Yo...yo..." Se me perdieron las palabras. No podia expresar lo feliz que me sentia al ver a Lincon usando algo que habia hecho para él. Una parte de mi queria esconderse avergonzada, porque él no deberia saber cuanto esfuerzo habia puesto en ese regalo y lo que significaba para mi verlo usarlo con orgullo. Durante el trayecto, Avery se concentro en el camino delante de él en silencio, aunque en ningtin momento me perdi sus ojos verdes mirandonos desde el espejo retrovisor. De repente, Lincon me rode6 los hombros con un brazo, me acercoa su pecho y.me bes6 en la parte superior de la cabeza. Al instante, el calor me envolvio desde la punta de los dedos de los pies hasta la cabeza, sumado a rayos de electricidad que golpearon mi nucleo. Sus labios maniobraron hacia mi frente, marcando su lugar en el centro. “Gracias, Daniela. Sé que te lo agradeci por mensaje de texto, pero siempre quise agradecerte en persona. Esto signjfica.mucho para mi." "Me alegro de que te guste." Chillé, pegando los ojos a la ventanilla del coche. Oh diosa, espero que mis mejillas no estén demasiado rojas. Lincon se rid y yo me encogi en sus brazos. Sin dudas, estaba riéndose de mi voz aguda. De hecho, me preguntaba si podria pagarle a Avery para que cavara un hoyo al seta amie donde pudiera Capitulo 20 wae esconderme. A continuacion, senti unos dedos calidos rozando mi clavicula, y deslizandose bajo las cadenas de mi collar. Entonces, Lincon saco el colgante de abajo de mi camisa y su respiracién se atasco en su garganta. "Lo estas usando". Mi colgante de luna Ilena reflejaba un rayo de sol en su centro, y el dije de estrella dorada tintineaba contra él con un agradable timbre. Era el mismo colgante que me habia regalado en nuestra primera cita hacia tres afios. Después de que Lincon me lo hubiera devuelto luego de repararlo, lo cuidé mucho por miedo a danarlo. Solo lo usaba en ocasiones especiales y lo guardaba en el joyero de mi habitacion. Era precioso para mi y siempre lo seria. "Si..." respiré. "Lo estoy usando." En un lapso de veinte minutos, Avery nos dejo aambos en el aeropuerto, y se despidio de nosotros para asumir el papel de Alfa durante los préximos tres dias. Cuando Lincon me entrego mi pasaje durante el control de equipaje, me sorprendio ver que volabamos en primera clase a Miami. Nada mas que lo mejor, al parecer. En ianto, revisaron nuestras maletas, luego tuvimos que pasar por las tediosas colas de los detectores de metales y llegamos a nuestra plataforma en poco tiempo, y mientras esperdbamos para abordar sono mi teléfono. De inmediato, lo saqué del bolsif/o, sonrei y abri el mensaje de Liliana. ‘jQue tengan un excelente vuelo! Me estoy dirigiendo a Garnet Moon para ver a Olinda. éame suerte!’ ~. C 2 WZ Rapidamente, le envié un mensaje de texto con mis mejores deseos antes de guardar mi teléfono en mi bolsillo, para luego advertir que Lincon salia de un puesto de comida con dos botellas de agua y me entregaba una. "¢Todo bien?" "Si. Liliana acaba de enviarme un mensaje de texto diciéndome que va a ver a Olinda". "Oh eso es genial. Sera mejor que no se lleve mi coche". En una hora, abordamos nuestra cabina y finalmente nuestro avion despego para comenzar el vuelo de siete horas a la soleada Florida. Capitulo 204 "Esto va a sonar una locura, pero... desde el momento en que te vi por primera vez no he podido dejar de pensar en ti". - Leigh Fallon. Liliana. Entonces, decidi buscar el coche de Lincon. El gran idiota podria gritarme sobre eso mas tarde, ya que odiaba cuando su kilometraje se acumulaba, pero necesitaba tuedas rapidas para llegar a Garnet Moon. Cualquier multa de estacionamiento que recibiera estaria. a Su nombre y, como jefe Alfa, pagar una multa equivalia a comprar dulces en la tienda de la esquina. iNo tenia nada que perder! A continuacion, bajé la ventanilla y el viento salvaje azote mis mejillas y bailo con mi cabello. Mis dedos agarraron el volante mientras corria por la carretera vacia hacia las fronteras de California. Tan pronto como Daniela y Lincon se fueron a Florida, decidi emprender mi viaje. La abrumadora ~~ necesidad de ver a Olinda me estaba devorando por dentro. Realmente tenia que hacerlo para sacar esa maldita inquietud que se habia adherido a mi coraz6n como pegamento. Olinda. Mi Olinda. ~ Mi bruja perfecta, ehigméticay de cabello dorado. a Mi pareja, a la cual necesifaba proteger. “ Mi cuerpo zumbaba con el calor de una chimenea al recordar la primera vez que la vi. Era el cumpleafios numero veinticinco de Daniela. Llegué a Garnet Moon con su regalo de cumpleafios en una mano y una botella de Chardonnay en la otra. El trasero asustado de Lincon no se animaba a ir y mama tampoco podia asistir, asi que fui en representacion de ambos. Mi mejor amiga y yo habiamos perdido nuestra infancia, incluida la celebracién de nuestros cumpleanos. Habiamos sido un duo inseparable desde que nacimos, y poder pasar tiempo juntas primaba sobre todo lo demas. A veces me pregunta si nuestras vidas no se hubieran desmoronado, {donde estariamos ahora? Apreciaba los cumpleanos de Daniela al igual que ella lo hacia conmigo. Yo habia celebrado mis cumpleajfios en el cielo rodeado de un blanco infinito, mientras ella lo habia hecho en el infierno, rodeada de un negro infinito. Sin embargo, habia vuelto a la vida, la sangre corria por mis venas y estaba lista para aprovechar sus placeres, y eso incluia vivirlo con mi amiga mas querida hasta que saliera el sol. Se podria decir que estabamos poniéndonos al dia. Sosteniendo mi regalo hasta que mis nudillos se pusieran blancos, me aseguraria de que ambas festejarammos mas que nunca, ya sea completamente borrachas en et jardin delanterc o viendo juntas el cambio del creptsculo durante las primeras luces del amanecer. Mi vida cambio para siempre cuando percibi el aroma mas rico de las bayas silvestres. Una mezcla tentadora de todas tas bayas conocida§, entre las que se destacaba la mora. Aquella exquisita fragangia envié escalofrios geplacer y calor . ” ” a través de mis terminaciones nerviosas, directo a mi centro. Ni siquiera estaba a tres metros de la residencia Garnet Moon, y ya me sentia como una perra en celo. Aquel olor no podia ser de un hombre. Estaba mas alla del alcance de la feminidad. No sabia que mi alma gemela era una mujer. Y tenia razon. Mi pequefio corazé6n gay casi se me sale del pecho cuando contemplé a la mujer mas hermosa que pude haber visto en toda mi vida. Olinda salié corriendo de su pequefa casa de dos pisos con una regadera en la mano, vestida con un sencillo top negro y un par de pantalones cortos rojos que abrazaban cada bendita curva y depresion que poseia. Un lecho de hierbas crecia en el alféizar de su ventana, brotando hacia la luz del sol que se derramaba a través de los espacios entre las hojas. Estaba de espaldas a mi mientras recogia y regaba sus plantas, ajenaa mi trasero estrellado que la observaba desde la distancia. Me habia olvidado por completo de la fiesta. De repente, el mundo se centro en el trasero celestial de Olinda, con mis ojos bebiendo de su belleza de diosa. Lo tnico que deseaba era tomar a esa dulce mujer en mis brazos y reclamarla como mia. Queria conocer todos sus defectos, inseguridades, esperanzas y suefos. Mis labios ardian con el deseo de besar la marca de nacimiento de la triple luna tatuada a un costado de su cuello. Me dotian los dedos por peinar sus sedas doradas, bailando con arate No sabia, ‘aien era, 4 “ ms incluso ni siquiera habia podido ver su cara y ya me habia enamorado apasionadamente de ella. Fue amor a primera vista, por muy cliché que parezca. En ese momento, Leika choco contra las paredes de mi mente intentando arrebatarla para ella. Definitivamente, la deseaba tanto como yo y estaba decidida a no perder el tiempo y marcarla como nuestra. Pero Olinda no era un lobo, a pesar de vivir en una manada de lobos. Su olor la-exponia como humana. Un humano rebosante de misticismo mas alla de mi comprensi6n. Mi atrevimiento podria asustarla y mi corazon se romperia antes de que ella lo sostuviera. Demonios, ella no me conocia. Terminé viéndola de nuevo cuando la fiesta de cumpleafios de Daniela estaba en pleno apogeo, sentada afuera en el banco delantero con una lata de refresco en'su regazo. De inmediato, le supliqué a Daniela que nos presentara, pidiéndoselo de rodillas como si le estuviera rezando a la propia Selena. Ella se rid de mi dramatismo y nos unio como Cupido, juntando a dos amantes potenciales. Creo que vio las chispas entre nosotras. éSi no por qué nos habria presentado? - El morado se convirtio en mi color favorito desde ese dia. La oscuridad de la noche realz6 el tono purpura, haciéndolo brillar como las estrellas en el cielo. Estaba convencida de que los ojos de Olinda captaban la tuz de las estrellas. Mi estrella lumincsa. "No he oido mas que cosas praravillosas sobre ti! she dijo ~. a - Olinda, con una sonrisa que me provocé caries. "Por fin es un placer conocerte, Liliana". Su melodiosa voz pronuncié mi nombre, y cada silaba era tan dulce como la miel. Mi corazon no podia dejar de latir. Su voz era como el canto de una sirena, atrayendome a las profundidades del océano, y me ahogaba de alegria. Cuando nos dimos la mano, el vinculo de pareja resurgio de las cenizas. Al instante, las chispas predestinadas saltaron y corrieron por mis venas. Podria haber jurado que ella también lo sintid, por la forma en que me miré con sorpresa. Pero junto con el amor vino el miedo. Queria hacer lo correcto con ella, lo cual significaba reprimir mis deseos y resistir mi impulso interior de abalanzarme y morderle el cuello. Lincon habia mantenido sus propios deseos bajo control con Daniela, y yo también opté por hacer lo mismo. Daniela me contd .todo lo que pudo sobre Olinda, incluido cémo vivid una vida recluida como bruja solitaria. Ella no tenia aquelarre, ni familia, ademas dela manada. Ni siquiera un amante. Mi pareja estaba sola en todos los- sentidos y estaba feliz con eso. Entonces, pisé el acelerador con fuerza y los neymaticos _ chirriaron contra el cemento, a medida que mi mandibula se tensaba. Luego, agarré el volante hasta que mis nudillos se pusieron blancos. Una mujer como ella no. deberia encontrar consuelo en ia soledad. Habia una marcada diferencia entre estar sola y vivir en soledad, y que me condenaran si la dejaba elegir cualquiera de estas dos opciones. Y Mis brazos serian su consuélo de ahora en adelarite. Mi o 2 mision era encontrarla y reclamarla como mia, mas alla de que la marcara o no. Por lo cierto, aquel sentimiento se fortalecid después de una maldita vision que recibi mientras dormia. Una maldita pesadilla. Olinda estaba rogando por mi ayuda, debilitada y sola. Me abri paso a través del miasma carmesi para llegar a ella, solo para que la maldita serpiente que habia atormentado mis suefios la primera vez la agarrara y la destrozara. En tanto, no pude dormir por resto de la noche porque veia su cadaver destrozado cada vez que cerraba los ojos. Maldita prevision. Esa maldita habilidad era mas un problema que una ventaja y me negaba rotundamente a que esa visién se hiciera realidad. Olinda era mia tanto para protegerla como para amarlay no permitia que un enemigo invisible arruinara eso. Esperaba, en lo mas profundo de mi corazon, que Olinda me aceptara tal cual era, demasiado entusiasta, j*didamente infantile impulsiva, junto con todos los rasgos innatos de un lobo alfa, pero trataria de hacer todo lo posible y me dedicaria a su felicidad y amor. Olinda Lacey era el amor de mivida. La muchacha de mis ojos. La llave de mi coraz6n. Mi estreifa luminosa. "Entonces, ¢has venido aqui para reclamar a mi amiga como tuya? Qué interesante." "Eh, csi?" Puse los ojos en blanco. "{Necesito tu permiso para ~. , ga Capit unirme a mi pareja?" En ese preciso instante, Ebony arqued la espalda hacia arriba Para encontrarse con la palma de Whitney, ronroneando mientras sus suaves dedos recorrian su pelaje negro. Su cola peluda se balanceaba de un lado a otro y sus ojos dorados se cerraban de placer. A continuacién, Whitney me honré con una sonrisa brillante de curiosidad, ignorando la leve irritacién de mi mirada. De inmediato, doblo su fuerte pierna sobre la otra, con la espalda apoyada contra el cojin del sofa y sus largas trenzas deslizandose sobre su columna. “Por supuesto que no, nifia. Te ayudaré... pero si me haces una oferta que no pueda rechazar”. De pronto, se oyeron pequefios pasos que entraban en la habitacion, y a continuacion un suspiro exasperado. “iYa terminaste con Ebony? jDijiste que me lo ibas a devolver, Whitney!" Y de esa manera, la carrera actoral de la Beta llego a su fin. Por consiguiente, los ojos de Whitney se abrieron-un poco antes de quejarse en voz baja. Rapidamente, Aisha salto hacia el sofa con una sonrisa inocente, extendié los brazos y sefiald al gato con sus "manos inquietas". Ebony maullo cuando paso a los brazos de la nifia, ajustando sus patas, sobre su hombro y lamiendo su mejilla con su lengua parecida a papel de lija. iQué gato mas consentido! "Quédate con él. Recuerda darle de comer la comida himeda Para gatos de la lata azul, no Ja roja". tay tate : ., a Aisha asintio y desaparepié a otra habitacién con Ebony a vm cuestas. Por lo tanto, Whitney respiré hondo y la comisura de sus labios carnosos se arquearon con una sonrisa cuando me mir6. “Tu y Olinda, geh? ~Cuanto tiempo hace que se conocen?" "Desde hace un afio?” Pasé mi mano por mi cabello. “Sé que deberia haberla llamado ayer, pero tenia miedo de asustarla y...” "Tranquila, Liliana." Whitney levanto una.mano para hacerme callar. “Entiendo. Yo era igual con Blanche, y nos tom6 seis meses antes de que ella se sintiera comoda apareandose conmigo. Olinda es diferente porque es una bruja acostumbrada a mezclarse con el ambiente, pero creo que con tu naturaleza-espontanea, sacarias a relucir partes de ella que nadie ha visto antes”. Inevitablemente, mi-corazon se salto un latido. "{Eso crees?" "Si, y espero que ella puedas sacar toda esa mie*** que tienes dentro". En consecuencia, entrecerré los ojos, ofendida. "{Qué se supone que significa eso?" "Estas loca, pero en el buen sentido". Whitney se echo a reir_ después de que le di un pufietazo en el brazo, frotando su punto dolorido. jNo tenia derecho a llamarme asi! Aquella mujer era realmente honesta y me alegraba de tenerla como amiga. Y como ella era lesbiana como yo, me abrié sus puertas por si alguna vez necesitaba consejos sobre cémo afrontar la vida como mujer gay. "Sabelotodo." Lf 4 x 4 “ Capituic 204 "Puedes apostar que lo soy". Whitney sac6 una banda del cabello de su bolsillo para atarse las trenzas. "{Mi consejo? Deja que te guie a través de sus emociones, ya sea que las exprese fisica o verbalmente. Conozco a Olinda desde hace mucho tiempo y si eres demasiado intensa, ella se cerrara y huira. Déjala liderar. Muéstrale que puede confiar en ti”. Las palabras de Whitney resonaban en mi cabeza mientras me acercaba a las escaleras de entrada de la casa de Olinda. Un lecho de rosas florecia junto a los escalones, y el sol brillaba en la superficie cerosa de los escaramujos maduros que colgaban de sus tallos. Pintada de color beige y negro apagado, la casa estaba escondida alrededor de gruesas cortezas de secuoyas, oculta a la vista de quienes ingresaban al territorio. Era una casa solitaria, que correspondia con la bruja que se encontraba dentro. Dejaria que Olinda me guiara con sus emociones. éElla me amaria? Habiamos sido tan frias y calidas a la vez durante tanto tiempo que no estaba segura de si ella sentia tanta fuerza como yo. iPero ese no era el momento de acobardarse! En consecuencia , respiré hondo y me subi los jeans por las presjHas. jSoy Liliana, carajo! jNada me impediria profesar mi amor eterno por mi pareja! Entonces, caminé hacia su puerta, lista para tocar, y repentinamenite mis oidos se animaron al escuchar su voz melosa subiendo y bajando de tono. No pensé en absolutamente nada mas, hasta que escuché otra voz femenina acompajfiada deat suave alto, que nynréa antes mrs habia oido. igOtra mujer estaba en su casa?! "jOlinda es nuestra!" Leika rugié en mi mente. ";Deshazte de la otra p*rra o lo haré yo misma!" iNo tuvo que decirmelo dos veces! De inmediato, giré el picaporte de la puerta, pero no se movi6, por lo que mi cuerpo se desliz6 por si-solo, vibrando con una justa furia. Entonces, golpeé mi hombro contra la puerta, que casi se sale de sus bisagras una vez que se abrio para mostrar a mi querida Olinda y a una mujer de cabello oscuro con rizos mirandome boquiabiertas en estado de shock. Luego, me acerqué al extrano, y mi rostro se pinto del color de mi ira. "jéLiliana?!", grito Olinda, poniéndose de pie de un salto. "jéQué estas haciendo aqui?!" "éQuién diablos eres y por qué estas en la casa de mi pareja?" Le pregunté a la otra mujer. No habia ninguna marca de manada distinguible a la vista, ni olia a hombre lobo. Al instante, ella arqued ambas cejas, dejo su taza de té sobre la mesa de madera, antes de ponerse de pie y acomodarse sus medias de red y su falda negra. Teniamos aproximadamente la misma altura, el Unico punto en comin que compartiamos. "Tu compajiera?" Ella se rid entre dientes, eruzando los brazos debajo del pecho. "Bueno, me entero de algo nuevo todos los dias.-Mi nombre es Irene, éy tu quién eres?" La mujer estaba j*didamente tranquila para alguien que caminaba al borde de la muérte. Enseguida, Olinda se ~. ZA - escabullé a mi lado, coloco una palma en mi biceps, y su contacto calmo mi ira. "Liliana, ella es mi amiga y ademas es inofensiva". "Una amiga." "Si. Una amiga." Olinda se cruz6 de brazos y levantd su amplio pecho. La insinuacién de su maldito escote provocé que una cascada fluyera entre mis piernas. "Los celos no te quedan bien". "|No estoy celosa!” Repliqué, agitando mis pufios. “Solo quiero saber qué esta haciendo Irene en tu casa. jEstoy segura de que no es miembro de la manada y ambos sonaban demasiado amigables!"" “Espera..." De repente, Irene se rodeo el vientre con los brazos y casi se cae de la risa, a medida que sus rizos rebotaban con sus jadeos "{Crees que pasa algo entre Olinda y yo?" La mujer-sacudio la cabeza, murmurando algo sobre hombres lobo celosos en voz baja mientras sacaba su-teléfono celular del bolsillo y se desplazaba. Luego, Irene gird su teléfono hacia un lado y me mostré una foto de ella con una mujer palida con cabello rosa chicle a su izquierda yun hombre de tez oscura con rastas recogidas en una cola de€aballo a su derecha. Mis ojos saltaron del teléfono a su sonrisa divertida. "Estos son Marina y Manny, Liliana. Mis compaferos.” En ese preciso instante mi cerebro sufrio un cortocircuito. "éC...compafieros? ~Como en... piural?" Irene asintio. "Si. {Fe olvidas que existe el poliamor?" “Oh.” — "Oh, arruinamos todo". Dijo Leika. "Estoy en una relacion fiel que no involucra a Olinda. Ella y Daniela son como mis hermanas pequefias, lo que hace que el ataque que acabas de tener sea mucho mas divertido". Indudablemente, estaba mas que mortificada. A continuacién, mis ojos se dirigieron a la puerta principal rota que colgaba de sus bisagras. Habia sacado conclusiones precipitadas en el calor de los celos ante la mera perspectiva de que Olinda estuviera con otra mujer. Mientras tanto, Olinda estaba a mi lado, con los brazos cruzados y un cefo fruncido que estropeaba su bonito rostro. Oh, Selena, matame ahora. Te ofreceré a mi hermano como regalo de despedida. Capitulo 205 “Esos ojos verdaderos, demasiado puros y demasiado honestos para disfrazarlos. El alma dulce que brilla a través de ellos”. -Owen Meredith Liliana Irene siguio riendo hasta que Olinda la detuvo diciendo "Vi, lee la habitacion", luego de lo cual dejo escapar un suspiro y me dio unas palmaditas en el hombro. "Oye, no me hagas caso. Eres una chica encantadora, asi que puedes conseguir a la mujer que quieras. Simplemente me iré de aqui y luego ustedes me alcanzaran’. "¢Era necesario el sarcasmo?", pregunto Olinda. "No seria lo mismo sin él", dijo. Luego, no habia pasado ni un minuto cuando Irene salio de la casa, dejandonos a Olinda y a mi solas. Por mi parte, incliné la cabeza avergonzada y me volvi hacia mi amada de cabello dorado, con las orejas ardiendo de verguenza. "Hice el ridiculo, ¢no?" “a "Asi es", dijo Olinda, suspirando. “{Quieres un té?” Como respuesta levanté la cabeza y asenti: "{Puede ser el té de frutas que me preparaste?" Luego su deslymbrante sonrisa detuvo mi corazon nuevamente mientras la escuchaba responder: "Por supuesto.” L 4 ~. a a a 2 vm Después de cinco minutos, las dos estabamos sentadas en su sofa de dos plazas mientras mi cuerpo se hundia en el suave material. Mientras Olinda se llevaba la taza de té a los labios y tomaba un sorbo, mis ojos recorrian el interior para ver un gran altar junto a la chimenea. Era negro y con grabados dorados en la madera. Ademas, la parte superior estaba adornada con velas, frascos sellados y decenas de cristales, todos ellos de variados tamafios y, alrededor de la estatua de bronce de Hécate, que se alzaba orgullosa sobre su espacio sagrado, habia una variedad de hierbas esparcidas. A su vez, las paredes de la casa de Olinda estaban vacias, excepto por algunas coronas de flores. También habia una mesa para dos personas escondida en la esquina al lado de la pequefia cocina, con un frutero como centro de mesa, y las cortinas oscuras sobre las ventanas estaban corridas para impedir la entrada de la luz del'sol. Por mi parte; con los pies descalzos, sentia la suavidad de la alfombra de lana entre mis dedos. A todo esto, la puerta principal seguia cumpliendo su funcion, aunque la cerradura habia quedado averiada después de mi pequefio espectaculo. Sin embargo, habia una punzada de soledad enel aire queno _ me gustaba. De hecho, nadie hubiera imaginadejJamas que” alguien vivia en aquel sitio. ~Cuantos invitados habian pasado por alli sin saber que existia esa casa? éAcaso yo, el afio anterior, la habia descubierto de pura suerte? "Tu té se esta enfriando", dijo Olinda, dejando su taza sobre la mesa, entonces me di cuenta’de que no habia bebjdo. “EQué ~. L . wt Capitulo 205 WW te trae por aqui, Liliana?” "Yo-yo...", balbuceé, pero no pude formular ningin pensamiento coherente en mi mente. Diosa, {por qué no encontraba las palabras? Por su parte, Olinda se sentd pacientemente con una pierna doblada debajo de ella y las manos apoyadas en su regazo mientras yo bebia el liquido tibio. Al mirarla, veia un brillo en sus ojos que no podia descifrar mientras estos escudrifaban cada uno de mis movimientos comoun halcén acechando su.comida. éAcaso sabia por qué estaba alli? "Has venido a buscarme, éno?" Al oir sus palabras, estuve a punto de escupir mi té y mis ojos se abrieron como platos: “~C-Como supiste...?” "Me sorprende que nadie te lo haya dicho", dijo, jugueteando con los dedos en su regazo, mientras un rosa rosado cubria sus mejillas. "Puedo descifrar las intenciones de alguien, ya sean buenas o malas, con solo mirarlo. Puedo leer tu aura como si fuera un libro, Liliana". En ese momento me senti mas que expuesta, como si estuviera desnuda. Por lo tanto, dejé mi taza de té junto ala de ella, me aclaré la garganta y acomodé mi cuerpo en mi asiento. Pensé que debia dejarla llevar la ventaja en la conversacién, no debia apurarme. "Si. Yo... vine aqui para reclamarte como mia. Somos compafieras, Olinda". "Lo sabia.” 4 - apitule 205 an "Lo sabias?" "éPor qué, si no por eso, vendrias corriendo hasta aqui con un ataque de celos? Es un rasgo comutn entre ustedes, los hombres lobo". Como respuesta me sonrojé y bajé la mirada: "Lo siento. No era mi intencién incomodarte ni queria causarte una mala primera impresi6n". "Siempre y cuando no vuelva a suceder", rio Olinda y se llevo la mano a los labios rosados. "No creo que pueda pagar las constantes reparaciones cada vez que derribes la puerta de mi casa". Ahora era mi turno de reir porque aquello se sentia natural, como si dos amigas cercanas se estuvieran poniendo al dia. Por mi parte, me sentia comoda en presencia de Olinda: sin presiones ni expectativas. Luego se acercé a mi, nuestras rodillas se tocaronyy la tranquilidad que habia sentido hacia un momento fue arrojada por la ventana. Mientras tanto, mi lado del vinculo'se afianzaba y se retorcia, estirandose para agarrar-el-corazon de Olinda. Asi, mi cuerpo se hundié-en un calor agradable que solo la mujer frente a mi podia apasiguar. 7’ (ay "Sé lo que implica ser la pareja de un lobo, Litiana", dijo Olinda, con una voz que habia descendido a un susurro pesado, en donde cada silaba llevaba el peso del mundo. Por mi parte, no hablé ni me movi, pero si me predispuse a sentir el suave toque de su mano sobre la mia. A su vez, escondi a ~ Leika detras de soo. "Cpinca de todas formas, sabia , . que ella lo sentia todo. “Corfozco lo bueno y lo mato, os : ~. aa 2 altibajos, todo. Vivi en esta manada la mayor parte de mi vid y he visto la increible dinamica entre parejas destinadas", dijo. Luego solto un suspiro triste y paso un pulgar por mi mano. "He estado sola durante mucho tiempo y no he dejado que nadie se acerque a mi". "¢Por qué?" "Porque la soledad significaba seguridad y proteccién. Me han herido y mi corazén ha sido manipulado por personas que se suponia debian protegerme. Una bruja ermitafia mantiene la soledad en todos los aspectos de su vida, incluso en las relaciones romanticas. Me he enamorado tanto de hombres como de mujeres, pero siempre los mantuve a distancia porque sé que no habria nadie capaz de apreciar mi corazon. A veces siento que la soledad es la unica opcion para mi. Si tengo amigos y familia aqui, pero las relaciones romanticas exponen una vulnerabilidad que uno puede brutalizar sin pensarlo dos veces. Es aterrador". A rodo esto, cada palabra que Olinda confesaba destrozaba mi corazon en pedazos. Para ella, la soledad era prefetible a sentirse vulnerable. Ademas, no podia imaginar lo dificil que seria para ella navegar en el romance cuando sentia fas intenciones de una persona incluso antes de saber su nombre. De hecho, habia demasiadas personas en et mundo que disfrutaban iastimando y destruyendo a otros, y muchos de ellos se escondian a simple vista, esperando a encontrar su victima perfecta. De esa maneya, dejaban una incorregible desolacién a su paso y luege’se alejaban con ung-sonrisa: los ~ ; a . ee capita verdaderos monstruos eran aquellos que parecian gente comun y corriente. En ese momento, queria cazar y destrozar a cada persona que alguna vez habia lastimado a Olinda, a cualquiera que la hubiera hecho derramar una lagrima, que habia contribuido al venenoso pensamiento de que merecia estar sola. Luego levanté las manos y enmarqué el rostro de Olinda con las palmas, pasando los pulgares por el contorno de sus labios, sintiendo su piel cremosa, tan suave como la seda y calida como una dulce brasa. Mientras tanto, mis pulgares acariciaban cada parte de su rostro que podian alcanzar, memorizando sus rasgos con mi tacto. Unos segundos después los ojos encantadores de Olinda me miraban con inocente asombro, brillando en sus profundidades. Esperando. Deseando. Habia un cristal del que Daniela me hablo y que hacia juego con sus ojos. Era amatista. "Me cortaria el brazo derecho si eso hiciera desaparecer tu dolor, Olinda", dije con conviccidn. "Yo también tengo miedo. Apenas estamos dejando la cuspide de ser dos extrafias, y aqui estoy, perdidamente enamorada de ti, rezandole a Selena por que me aceptes. He estado viva durante tres ajios y ya encontré a mi pareja destinada, incluso antes de encontrar mi lugar en el mundo". “Es curioso cémo funciona 980, éeh?", dijo Olinda ytom6 mis ~ : 4 wees manos entre las suyas. "Todo este tiempo mi alma gemela ha estado muerta, y, afios después, me declara su amor después de entrar de prepo en mi casa como un toro enojado". “Los clichés estan sobrevalorados. Prefiero el enfoque mas directo”, dije, riendo y sacudiendo la cabeza. "Pero, si hay algo que puedo prometerte y te prometeré, es que mi corazon te Pertenece. Iré hasta los confines de la tierra Para asegurar tu felicidad. Eres el amor de mi vida, mi-alma gemela, mi para siempre. Quiero saber todo sobre ti y, a SU vez, quiero que tu sepas todo sobre mi. Eres mia, Olinda. Mia para amar y mia Para proteger. La Unica pregunta que queda es: gme aceptaras como tuya?" Una vez lanzadas estas palabras al aire, una pausa significativa se produjo entre nosotras mientras nos mirabamos profundamente a los ojos. Unos segundos después, el labio inferior de Olinda temblé y sus mejillas se sonrojaron como chicle. Finalmente, antes de que pudiera | reaccionar, ella-se inclino y agracié a mis labios con un suave beso. Inmediatamente, senti una electricidad golpeando mi | corazon y mi nucleo como un rayo en el. agua, mientras mi cuerpo zumbaba de placer por su toque, un placer “ intensificado por el vinculo de pareja. Después de ese gesto, agarré mis manos con fuerza, aferrandose a mi como si yo fuera su salvavidas. . Qué poco sospechaba ella en ese momento que, en realidad, ella era "mi" salvavidas. Entonces, su aroma a bayas silvestres inundé mis sentidos como si fuera un huracan mientras yo solo queria dbsorber ~. a | mse S | ese momento y grabarlo en mi memoria como el primer dia en que me sentia realmente viva. Luego, tomando nuevamente la iniciativa, Olinda roz6é timidamente la parte inferior de mi labio con la punta de su lengua. Por mi parte, aparté mi mano de su rostro y la enterré en sus cabellos dorados, apretandola contra mi. iAl diablo con el oxigeno! Una vez que separé mis labios, su lengua acepto la invitacion, encontrandose con la mia en un dulce tango de amor. A todo esto, el mundo ya no me importaba: lo unico que importaba era el haz de luz de las estrellas, en forma humana, que me besaba por primera vez. Unos minutos después me recosté en los cojines del sofa, llevandome su cuerpo conmigo, notando que su figura pequena y delgada encajaba perfectamente con mi estructura musculosa, como si fueran dos piezas del mismo rompecabezas. Definitivamente no podia dejar de besarla aunque lo intentara. No sabia si estaba hechizada por su magia.o no, peor lo cierto era que habia caido completamente bajo'su influencia. Luego, cuando un pequefio gemido suyo fluyo hacia mi boca, perdi el control. Asi, profundicé el beso y el tango de nuestras lenguas se convirtié en una batalla por el dominio, mientras mis musculos se envolvian alrededor de los de ella. Luego me rodeo el cueifo cen sus brazos, otorgandome el privilegio de gobernar su boca, con una de mis manos agarré su: mechones yconla or een un lugar en iapaia baja de su espalda, luego de lo cual mi pulgar se hundié en uno de sus hoyuelos. iEra tan perfecta! Solo nos separamos cuando necesitabamos respirar, pero yo la necesitaba mas que al oxigeno, entonces enterré mi cara en el valle de su cuello, y mis labios inmediatamente se fijaron en el lugar que algun dia llevaria mi marca. Al sentirme Olinda chillé, empujando su pecho contra el mio y arqueando la espalda, mientras su corazon latia aceleradamente sobre el mio y la combustion de calor entre nosotras alcanzaba niveles criticos. Por su parte, enterrd sus manos en mi cabello para agarrarlo, casi tirando de él y un grunido retumbante salio de mi garganta, vibrando a través de la delicada columna. Luego, con mi lengua, tracé circulos alrededor de su piel perfecta antes de tirar suavemente de la fina carne con mis dientes. "Ooh, Liliana”. Jo**r, queria escuchar mas, queria que esa mujer gritara para mi. - A todo esto, mi boca continuaba el implacable asatto a su cuello, decidida a no dejar ningun lugar sin tocaf mientras me daba cuenta de que era especialmente sensible en el area de su marca de nacimiento. Con el minimo roce, su cuerpo temblaba como una hoja en una tormenta. En ese momento habia tantas cosas que queria hacerle, que queria hacer con, ella, solo para ver qué otras sorpresas escondia debajo de su frio exterior. ~ - A todo esto, el cuella de Otinda lucia un eolbapde'Supetores me z “ hasta que, finalmente, me senti satisfecha y, poco a poco, entré en las etapas de curacion. Entonces miré a mi preciosa pareja, incapaz de ocultar la sonrisa en mis labios: su piel estaba sonrojada, su pecho se agitaba contra el mio, sus ojos, entrecerrados, se mostraban vidriosos de sorpresa y excitacién. Mientras tanto, continuaba aferrandose a mi como un koala. jEra tan hermosa! “Me dejé llevar un poco’, rei, alisandole el cabello. "Me gusto que te dejaras llevar", dijo Olinda, riéndose en voz baja y presionando su frente contra la mia. En ese momento, sus ojos morados me llevaron nuevamente a sus profundidades. "Supongo que puedo acostumbrarme a esto de la pareja”. "{Esto significa que me aceptas?’, pregunte, esperanzada. "... Pensé que mi beso habia hablado por si solo". Al escuchar sus palabras me dio un ataque de risa y me incorporé para besar sus labios una vez mas. "Preferiria que me lo dijeras verbalmente, mi luz de estrella. Aunque tu respuesta demostrativa también fue muy agradabie". = "Dios", dijo, y sonrid, sacudiendo la cabeza. "Te acepto como mi compainera, Liliana Ardith. Pero todavia no sé si estoy lista para dar el paso. Quiero asegurarme de que Sea seguro". "~Seguro?", pregunteé. Como respuesta asintid. "No sé qué pasa si un lobo se aparea con un avatar. No quiero que salgas lastimada. Ademas, no podemos simplemente pinta ala géita ye Grtod : . ~~ persona en esta misma situacion es tu hermano, asi que..." "Bien. Por ahora lo pospondremos". "Pero, igual... um...", dijo, desviando sus hermosos ojos de mi, y sus mejillas rosadas se tornaron rojas. “Yo... quiero...” "Solo dilo, amor". "Maldicién", dijo y presioné sus palmas contra sus mejillas. "Quiero... dormir... contigo, Liliana. Ahora no, pero quiero hacerlo eventualmente: No tengo ninguna experiencia en mi haber, aparte de la coleccion de libros de romance erotico en mi biblioteca’. Por mi parte, dejé escapar una risa entre dientes, saboreando el dulce perfume de su excitacion: "Créeme, cuando Ilegue ese momento, las palabras escritas en.un libro no se compararan con lo que te-haré". Si bien a ella le faltaba experiencia, yo tenia suficiente para las dos y lo unico que queria era quitarle la ropa, enterrar mi cara entre sus delgadas piernas y tragar su dulce néctar hasta que el mundo temblara con sus gritos. De hecho, la espera solo mejoraria ta experiencia. "Cuando estés lista, dimelo, de acuerdo?” "Bueno", murmuro décilmente, asintiendo. Luego_ ; acomodamos nuestros cuerpos en el sofa donde Olinda yacia encima de mi, apoyando su cabeza en mi pecho y apretando sus brazos alrededor de mi cintura. Por mi parte, froté circulos tranquilizadores en su espalda mientras la !uz del sol se desvanecia lentamente, hundiendo su casa en una reconfortante gscuridad. A todo esto, su respiracién se hizo mas lenta hasta alcanzar unyitmo suave y constante, lo que me dio a entender que setfabia quedado dormpids. omg NN ow Sanu wee "Te amo, Olinda", susurré al aire, esperando que me hubiera escuchado en suefios, 0 como sea. Mientras mi pequefia maga descansaba, mi cuerpo percibia una presencia flotando en el silencio, poniéndome la piel de gallina. Sin embargo, no habia motivo de alarma porque la presencia era poderosa, pero no amenazadora. De hecho, curiosamente, me senti segura bajo aquella enigmatica mirada. Luego, antes de darme cuenta, el suefio me Ilevé a donde estaba mi pareja. "Selena, gracias por este regalo. Olinda es mas que perfecta para mi" "Espero que puedas concederle lo mismo a mi hermano". Capitulo 206 “No puedo protegerte sin empufiar una espada. No puedo abrazarte mientras sostengo una espada". -Tite Kubo Lincon "Hace mas calor aqui que en las axilas de Satanas". "Es Florida. (Que esperabas?" Mientras decia esto, los labios de Daniela se torcian en una sonrisa y ella agarraba su equipaje de la cinta transportadora. En ese momento, el sudor corria por sus sienes tanto por los muchos humanos que nos rodeaban como por la espesa humedad: el calor de Florida definitivamente no era para los débiles. Habiamos |legado al Aeropuerto Internacional de Miami poco después de las dos de la tarde y, después de tomar nuestras maletas, nos abrimos paso entre la multitud apresurada hasta las terminales del aeropuerto para tomar nuestro transporte hacia el hotel de Alfa Erik. "Regan me envio un mensaje de texto", dijo, sefialando la pantalla de su telefono. "El-y Gina ya-estan en el hotel. Solo él es capaz de tomarse un vuelo a las siete de la mafiana". "GY tu hermana?" a . a eo "Iris no ha respondido a mis mensajes por un tiempo, asi que aun debe estar volando", dijo Daniela y sonrid con éxtasis, saltando sobre sus talones. "jEsto es muy emocionante! éEstamos esperando un taxi?" Como respuesta, me burlé, sacudiendo la cabeza. "Oh, no Pege . vamos a tomar un taxi". “éNos vienen a buséar en auto?" a y, UZ "Un Uber?" “De ninguna manera.” "... €C6mo vamos a ir, entonces?" Justo en ese momento, nuestro conductor designado se acercé a la acera en una limusina de lujo blanca con vidrios polarizados y con capacidad para al menos seis personas. Al ver esa maravilla, la mandibula de Daniela cayo tan rapido que tuve que ponerle un bozal a mi boca para evitar una carcajada. "j¢Una limusina?!", exclamo. "Una limusina". "jDios!" Luego, el conductor salto de su asiento, mostro la marca de su manada en el lado derecho de su cuello para que verifiquemos su identidad y ayudo a cargar nuestras maletas en el baul. Feliz, Daniela corrié alrededor del vehiculo:;como una nifia con.un subidon de azucar, admirando el pulido exterior del coche con ojos-que brillaban de asombro. Después de un minuto de exploracion, abrio la puerta y salto a su asiento, rebotando contra el tapizado de cuero. "jNo sera dificil acostumbrarme a esto!", sonrid, sumergiéndose en el interior de nuestro vehiculo, y chillando al ver el mini refrigerador. A su vez, Javier, nuestro chofer, ~ conducia por un largo camino hacia nuestro destino. Mientras tanto, yo observaba a Daniela con una sonrisa en mi rostro, mientras eifa hurgaba en el mini refrigerador, agregando bocadillos a la pila creciente que habia armado junto a ella en el asiento. ~ "éEs la primera vez que viajas en limusina?", pregunté, cruzando las piernas. L * x ’ "éSoy tan obvia?", pregunté, abriendo su botella de refresco de vidrio. “Alfa Erik si que se esmero, geh?" "La manada Moon Valley es la manada mas rica de toda Florida. Erik aprovecharia cualquier oportunidad para hacer alarde de su riqueza, especialmente desde que se ofrecié como voluntario para organizar la reunion de verano de los Alfas"0. "éY supongo que el hotel es igual de bonito?", pregunto Daniela, mientras volvia-a apoyarse en-su asiento arrastrando los pies, apoyando en su regazo la variedad de golosinas que habia recolectado. Como respuesta, asenti, ya que era muy probable que el hotel fuera tan lujoso como nuestro transporte, aunque aun no habia visto el edificio del alojamiento. Entonces, comencé a mirar el album de fotos que tenia en mi teléfono para buscar informacion sobre nuestra suite. "{Cuantos Alfas y Lunas asistiran?" "No lo-sé, unos doscientos?", dije, corriendo un par de mechones de pelo detras de mi oreja. Por su parte, Daniela tarareo mientras le daba un gran mordisco a su barra de queso y tiraba el envoltorio al tacho de basura que estaba junto a ella. De esa manera, un comodo silencio se hizo lugar entre nosotros, interrumpido solo por el crujido de los papelitos. Luego mis musculos se refajaron en el cuero frio, dejando ir el estrés que me habia provocado et viaje en avion. A todo esto, Daniela y yo estariamos lejos de casa, en la costa este del pais, durante tres dias. Serian tres dias en que compartiriamos una habitacién de hotel, en que nos relacionariamos con otros invitados, en los que construiriamos nuevas alianzas. En otras palabras, pasariamos tiempo a solas, Jéjos de nuestras familias. Al A oe pensar en esto, me di cuerita de que ese era el primer viaje que haciamos juntos. A todo esto, mis dedos jugueteaban con mi pulsera, pasando las cuentas de 6nix a través de la banda elastica, mientras pensaba que la dinamica habia cambiado. Si bien sabia plenamente que Daniela podia cuidarse sola, era mi responsabilidad asegurarme de que estuviera segura y Protegida durante todo el viaje. Ademas, no estaba bromeando sobre los alfas que encontrariamos alli, ya que abarcaban todo el espectro posible de moralidad. Mientras algunos eran gente de bien, otros solo buscaban el caos. De hecho, sabia que algunos aprovecharian esa oportunidad para aumentar su ego y para conseguir algo mas que solo nuevas alianzas. Entonces mis ojos se posaron en el cuello de Daniela, impecable y terso, desnudo excepto por la cadena de plata de su collar, y ain sin marcar. De hecho, Wystan era solo uno de los muchos a los que Daniela podria llegar a cautivar, ya que una mujer soltera entrando en una guarida de alfas posesivos era similar aun conejito recién nacido arrojado a una guarida de coyotes hambrientos. Al pensar en esto, apreté con mas fuerza los reposabrazos, y mis dientes ansiaban desgarrar las gargantas de aquellos que cometerian el pecado detan solo mirarla de manera incorrecta. Por una parte, no queria pelear por la atencion de Daniela, pero, por otra, mis instintos eran demasiado poderosos para ignorarlos. Como amaba a esta mujer ya me estaba imaginando escenarios en los que luchaba contra alfas no emparejados por el trofeo del corazon de Daniela. En otras palabras, estaba pensando en Daniela como mia cuando sabia muy bierrque no tenia ningun derecho sobre ella. Pero, maldita sea, no podia evjtarlo. Entonces, me pellizqué el paente de la nariz, persando en que ~ a i 2 era como todos los demas hombres. "eLincoln?" "éSi, Daniela?" Luego inhalo profundamente y parpadeo lentamente. "Me mantendras a tu lado en todo momento, éverdad?" Como respuesta levanté la cabeza del respaldo del asiento y mi corazon canto el himno de los angeles: “Eso es lo que pretendo hacer. ¢Te sientes c6moda con eso?" "Yo... lo preferiria, para ser honesta", dijo y tiré un par de envoltorios mas a la basura, incluida su botella de refresco vacia. "Confio en ti. No habria aceptado acompajiarte en este viaje si no creyera en tu capacidad para protegerme. Ademas, soy mas...” Daniela hizo una pausa, agitando sus manos exageradamente. "... propensa a ser secuestrada considerando que no...” “No estas marcada’, dije, terminando su frase. "Si...", dije e hincho su pecho, tratando de parecer mas segura ante mis ojos, lo que fue bastante tierno. “Pero no estoy insinuando que quisiera depender totalmente de tu proteccion. Puedo protegerme. Como soy el avatar de Selena, No quiero que surja una situacion en la que esté expuesta a cientos de alfas y lunas por mi. “Entiendo", respondi y luego tomé su mano con{a mia, la Hevé a mis labios y planté tiernos besos en el dorso de su palma. "Ten la seguridad, Daniela, de que haré todo lo que esté en mi poder para protegerte tanto cuando estés despierta como cuando estés dormida". “Porque si alguien te hace dajio, lo mataré". "No hace falta ir tan lejos..." En ese momento, no pasé por alto el rubor incipiente en su6 melas, traicionando su tersa ~. piel morena. Luego, mientras yo besaba cada uno de sus dedos, Daniela emitié un chillido tan pequefio que podria haberse confundido con el de un raton. Aunque su mano temblaba, se calmo cuando la apreté suavemente. "No pongas limites a mi proteccion, Daniela. Eres muy valiosa", dije, queriendo que recordara cuan especial era. Dicho esto, observé sus expresiones con atencién, buscando ese tic en su mandibula, en su ojo, que me dijera que se sentia incémoda, que quizds habia ido demasiado lejos y traspasado un limite que no sabia que existia. A todo esto, cada célula de mi cuerpo ardia con la necesidad de sostener su Cuerpo en mis brazos, de mostrarles a sus posibles pretendientes que Daniela estaba fuera de sus limites. Mientras tanto, mis instintos innatos habian desatado una guerra interna, y cada dia se hacia mas dificil. Ahora, ese viaje junto a Daniela realmente me estaba poniendo a prueba, y estaba dispuesto a pasarla con honores. Por su parte, Daniela todavia no habia quitado su suave mano de la mia, sino que la habia dejado inmovil como una estatua mientras la limusina avanzaba silenciosamente por la carretera. Por mi parte, espereé y esperé hasta que ella se movio, hasta que sus labios se curvaron en una sonrisa y sus delicados dedos envolvieron los mios. Reaccionando a su gesto, unas chispas predestinadas recorrieron mis venas, empujandome a un charco de calor, dominando el interior del vehicuto a pesar del aire acondicionado. "Gracias", dijo, bajando su voz hasta convertirla en un susurro. "No quise limitarte". "No has hecho.nada malo, angel”. Entonces bajé mi mano, colocando la suya en el reposabrazos antes de retirar la mia y su senrisa se convirtio et cefio fruncido, que desaparecié‘fan rapido como habia aparecido. Unos segundos después, Daniela exhal6 un suspiro, que daba a entender pensamientos y emociones no expresadas, antes de girar la cabeza hacia la ventana y observar los autos pasar, al sol que se asomaba por la ventana y se extendia sobre su mano. Me di cuenta de que queria decir algo mas, algo que era necesario expresar en palabras. Por mi parte, esperaba que algun dia Daniela me contara qué pasaba en esa pequefia cabeza suya. "Hemos Ilegado, Alfa Lincon". En ese momento, nuestra limusina se acerco hasta la acera del hotel mas grandioso y opulento que habia visto en mi vida. Ese hotel era el espacio donde los mas ricos entre los ticos se hospedaban y relajaban, por lo tanto, respirar el aire del lugar era como respirar oro. Inmediatamente, al ver la voluptuosidad del edificio, los ojos de Daniela se abrieron como platos, mientras otras limusinas |legaban, estacionando junto y detras de nosotros, con otros invitados. "Mi**da", murmuro Daniela. “Completamente de acuerdo’, dije, riendo. Una vez estacionada la limusina, Javier nos ayudé-con nuestras maletas y numerosos botones salieror’a nuestre © encuentro con carritos de equipaje, y colocaron nuestras maletas en ellos. A todo esto, Daniela se apresuré para ponerse a mi lado, presionando su cuerpo contra mi brazo mientras un suave temblor sacudia sus extremidades. Asi, su, mano encontrd_refugio en la mia: se sentia intimidada. "Me siento muy mal vestida", murmur6, mientras franqueabamos por las puertds principales. A todo €sto, el vestibulo estaba bafiado por ornamentos del uj, que contaban una historia en colores dorados intensos y blancos austeros. “Esto es demasiado extravagante para mi. Apuesto a que las cortinas cuestan mas que mi matricula universitaria’. "Incluso las bombillas cuestan mas que tu matricula universitaria", bromeé. Luego, en cuestion de minutos, el vestibulo se llend con muchos mas invitados. Instintivamente, rodeé la cintura de Daniela con mi brazo mientras nos registraba a ambos en nuestra habitacion, luego de lo cual recibi copias de las Ilaves electronicas. Finalmente, el botones nos abrio camino hasta el ascensor, llevando nuestro carrito de equipaje y acompafandonos a nuestra habitacion que estaba en el quinto piso. Mientras caminabamos por el pasillo, Daniela de repente se sobresalté a mi lado, gimiendo suavemente. "Vaya". "Estas bien?", pregunté, preocupado. "Um...",suspird, asintiendo. "Si. Solo que senti una extrania oleada de poder.en ese lugar”. "Qué extrafio". "Es aqui", anuncié el botones, sacando nuestro equipaje del carrito.-“Para abrir, pase su tarjeta. La cena se servira-en el salon de baile a las ocho de la noche, asi que siéntanse libres de relajarse hasta entonces”. _ "Gracias", dijimos ambos y luego, al pasar mi tarjeta por la llave electronica, se escucho un clic y nuestra puerta se abrio. Cuando entramos a nuestra habitacion, Daniela dejé su equipaje y corrid hacia la ventana con una enorme sonrisa en su rostro. "|Mi**dal", exclami6, presionando sus palmas contra la ventana. "jLa vista és increible! jPuedo ver la playa desde aqui! jToda esta habitaciopaverglienza alas suités ~, . : > presidenciales!" Mientras tanto, aquel ambiente invitaba a mis pulmones a expandirse, inhalando el aroma de la ropa limpia. Ademas, los colores apagados con tonos pardo, gris y plateado daban una sensacion de calma, de que ese lugar nos haria olvidar nuestros problemas. También habia lamparas en cada mesa pequefia, que se sumaban a la luz Ambar de la lampara de arafia del techo. Entre dos sofas que se encontraban a cada lado, habia una mesita de vidrio y también un sillén escondido en la esquina junto a la ventana, a la sombra de la cortina. Mientras tanto, al dirigirme hacia la cama, la alfombra absorbia todo sonido que pudiera salir de mis pies, y Daniela dejaba caer su bolso en el sillon para ir corriendo hacia el bajfio. Por mi parte, habia solicitado especificamente dos camas para que Daniela estuviera lo mas comoda posible. Unos segundos después, cuando me senté en la mia, el colchon se hundio bajo mi peso y las sabanas de algodon acariciaron las yemas de mis dedos. Luego, antes de que pudiera desempacar, Daniela grito desde el bafo. "jEl dispensador de pasta de dientes esta hecho de oro! ijApuesto a que el inodoro esta hecho de platino!" Por mi parte, no pude evitar sonreir, ya que Daniela era una mujer excepcional, y verla convertirse en una nifa, que exploraba cada rinc6n por primera vez, era entretenido. De hecho, habia tantos lugares a donde ir y tantas cosas por ver, que queria observar cada una de sus reacciones y expresiones. Si recordaba bien, habia un par de restaurantes cerca de alli, por lo tanto, sitenfamos tiempo, queria llevarla alli. De repente, salidé corriendo def bajo, apresurandose hacia mi con as palmas extendida¢ y mostrandome suniuevo hallazgo: “jIncluso tallan rosas en las pastillas de jabén! Supongo que cuando eres rico, realmente puedes hacer lo que quieras”. Por mi parte, cogi una pastilla de jabon de rosas blancas de sus manos y la giré para inspeccionarla, luego ahogué un ruido en mi garganta, diciendo: "Esta tiene un pétalo cortado". "Lo sé", dijo, arrancandomelo de las manos. "Quiero quedarme con este". "Por qué? Es solo jabon”. "Bueno, alguien hizo esto y, a pesar de su defecto, es el mas hermoso de todos los que hay en el bajfio. Ese pétalo astillado lo distingue del resto". Entonces miré a Daniela con expresion curiosa antes de teirme: “Eres una persona extrafia, querida’. “Y estoy orgullosa de eso". Finalmente, dejando los jabones sobre la mesa, Daniela agarro el asa de su maleta y su bolso y corrio hacia su cama, arrojandolos sobre el colchon y tarareando una melodia mientras sacaba sus botellas de cuidado del cabello. También las de su cuidado de la piel y su cuidado corporal. Santo infierno, cada vez sacaba mas botellas. ¢Cuantos cosméticos y elementos de belleza necesitaba realmente una~ mujer? . "{Quieres saber qué mas necesita?", dijo Rex, con un tono picaro que no me gusto, porque entendi que pretendia decirme qué hacer. “Rex... no te atrevas". "Su trasero se ve increible con esos jeans. jE] melocotgn perfecto!" LY . 4 — LZ . “ Unos segundos después, lamenté haber tomado la decisién de mirar: maldito infierno, Rex tenia razon. Su trasero se veia aun mas que perfecto. "jGolpea ese trasero como si fuera un tambor!" "Qué carajo—no! jPor supuesto que no! Vuelve a tu p**o rincon". "Sabes que quieres... jporque estoy seguro de que yo quiero hacerlo! Apuesto a que se sacude". "jEstamos aqui por otra razon!" "jSu c**o perfecto ya ES una razon!” "Estas bien?", pregunto Daniela, mirando por encima de su hombro. "Has estado terriblemente callado por un rato.” "jBien! jEstoy bien!", dije con una voz mas aguda de lo normal. Mientras tanto, maldecia en voz baja. En ese momento, senti mis mejillas calientes mientras Rex se reia en mi cabeza. Por mi parte, tiré su trasero hacia una pared. Luego, aclarandome la garganta, saqué un conjunto de ropa y me dirigi al armario. "Tenemos bastante tiempo antes de cenar, asi que siéntete como en casa". "éTe importa si uso la ducha primero?" A esa altura, mis mejillas estaban en llamas. "N-no, adelante". Luego escuché el ruido de botellas, pasos ahogados y la puerta del bafio cerrandose hasta que solté un suspiro de alivio en el silencio de la habitacion, - apoyando la cabeza centra la barra del armario. Oh, gran Diosa, dame la fuerza para sobrevivir esto sin perder la cabeza. "Quitate la ropa y métete en la ducha con ella. {Una solyeién sencilla para un problema sencillo!" a - Al egcuchar esto, ya estaba pensando en aaa a Rex como regalo de despedida. Capitulo 207 "Nunca lances el primer golpe y, si tienes que lanzar el segundo, intenta que no haya un tercero”. - Brandon Sanderson Daniela “jlris!" Al escuchar mi voz, mi hermana embarazada giro sobre sus talones y, al verme, sus labios se estiraron en.una amplia sonrisa. Luego abrio los brazos y me abrazo cuando yo salté hacia adelante para saludarla. Mientras su panza presionaba contra mi vientre, yo enterraba mi cara en su hombro y su dulce aroma a mandarina me hizo cosquillas en la nariz. "Me alegro de verte, Dani, dijo Iris, luego se separo de nuestro abrazo y tomo mi mejilla con su palma. Mientras tanto, los numerosos candelabros que colgaban sobre nosotros iluminaban sus ojos color avellana, de un marrén claro, casi dorado. "No has envejecido ni un dia, carifio". "Son las cremas hidratantes". Al oir esto, mi hermana intento ahogar la risa en su garganta, pero no pudo evitar que se agrandara mas. Por su parte, su esposo, Alfa Gerald, de la manada Thunder Moon, caminéd detras de ella y su delgada sonrisa se curvo hacia arriba cuando me vio. Entonces abracé a mi cufiado mientras los tuidos circundantes crecian en volumen, anunciando la llegada de otros alfas y otras lunas. Unos segundos-después, me empapé del ambiente del salén de banquetes ya que nunca habia estado en un lugar tan vasto, por lo tanto, ese salopimponente me hacia séntir pequefia. Alli, los bordades dorados se extendian a lo largo \ os del techo, goteando por las paredes, sumandose a la neblina dorada acentuada por los candelabros de cristal. Mientras tanto, hombres y mujeres, poderosos y refinados, se mezclaban alrededor de las numerosas mesas circulares cubiertas con manteles de algodén blanco, cuyos dobladillos estaban hechos de encaje con toques de diamantes escondidos en las borlas colgantes, que quedaban expuestas con el movimiento de la tela. A su vez, frente a la sillas habia platos y cubiertos limpios apoyados sobre servilletas triangulares. Por mi parte, al comparar mi ropa con la de muchos otros que bebian en copas de champan arrancadas de las bandejas de los Omegas, empecé a sudar nerviosamente. En esas circunstancias, vestida con un par de jeans basicos, una blusa azul marino y un chaleco tipo cardigan negro, me sentia fuera de lugar. De hecho, nada en mi reflejaba ni poder. ni estatus, excepto por el hecho de que iba del brazo de Lincon. En otras palabras, era una mujer simple en un mar de opulencia, que sobresalia de la multitud como una: manzana podrida.. Pero mis planes de volver corriendo a la habitaci6n del hotel y esconderme se frustraron cuando unos dedos sigilosos me hicieron cosquillas en el costado. Riendo, me volvi para ver la sonrisa deslumbrante de Gina, que disip6 toda la ansiedad — que habia sentido momentos antes. "jAhi estas!", dijo. “Deberias quedarte con nosotros, carifio. Pareces un cachorro perdido y Ilamaras la atencion de algunos hombres desagradables aqui”. Eso y la impecabilidad de mi cuello, pensé. Al sentirme vulnerable, busqué a Lincon con mis ojos y suspiré aliviada cuando lo vi aun par de mnetton Ope charlando con algunas paeelas. A juzgar por la sonrisa en su ~ , 2 a rostro, debian ser sus socios. A todo esto, me parecia muy extrafio lo comoda que me habia sentido en su compaiiia en las Ultimas semanas. éAcaso realmente me gustaba compartir tiempo con él? éAunque sea por unos pocos dias? Luego Regan nos llev6 a Iris y a mi a un lado y nos propuso tomar un par de fotos para mama y papa, quienes las habian pedido ya que no podian estar alli para ver a sus hijos reunirse. De hecho, casi podia oirlos lloriquear ante nuestras fotos, lamentandose de cuanto habian crecido sus hijos. "eChampafa, sefiora?", preguntd una Omega de cabello negro azabache, balanceando una bandeja en su mano derecha. "Gracias", dije, sonriendo, y agarré una copa antes de beber el champan de una sola vez, satisfecha con el suave ardor que Provoco en mi garganta. A todo esto, el alcohol era util para muchas cosas: darse una dosis de coraje liquido, expresar pensamientos que sobrios nunca admitiriamos y también para ampliar los sentidos, por lo que pude adquirir una conciencia visceral de un par de ojos fijos en mi espalda: Claramente habia un depredador rondando y se acercaba con su proposito fijo en mi. No obstante, la caceria se vio frustrada cuando bruscamente me giré para encontrarme con el rostro de Lincon, mas exactamente con su tensa sonrisa. "Daniela. {Quieres conocer a un par de mis aliados?" Su voz se Oia inquieta por los nervios, y sus ojos transmitian un mensaje silencioso de "por favor, di si*. "Um, claro. ¢Ddnde esta...?", balbuceé y apenas tuve tiempo de dejar mi copa sobre una mesa cuando el Alfa de ojos: azules me agarro la mano y me llevo hasta el ote sxtremo del pasillo lo mas rapido au pude A todo esto, st agarre era ™. Lo 7 wv ay aw como de acero, demostrando que no tenia intencién de dejarme ir. Para colmo, sus largas zancadas hacian dificil que mis piernas pudieran llevarle el ritmo, por lo tanto, practicamente iba tropezando con mis propios pies detras de él. "Uh, 2puede reducir la velocidad un poco, Sr. Rascacielos?" Pero Lincon no respondié e inmediatamente un sudor frio goteo por mi espalda. {Habria pasado algo? Por lo tanto, miré Por encima de mi hombro con curiosidad, buscando el desencadenante de las reacciones de Lincon. Hasta que posé mis ojos en la razon de todo eso: Wystan me estaba mirando, parado en el mismo lugar donde habia estado yo antes. Hijo de p**a. Mi bateria social no estaba equipada para tener tantas conversaciones en tan poco tiempo, pero ver a Lincon abrirse paso entre la multitud sin esfuerzo, usando su encanto con los otros alfas y lunas, hizo que todo valiera la pena. Afortunadamente, se habia calmado luego del momento tenso de hacia unos minutos, y hablaba con conviccién sobre Rex. Moon, asombrando a quienes lo oian, mientras se enteraban de cémo la manada habia florecido en menos de tres afios. En ese momento, el orgullo brilld en sys ojos: era.et~ britlo del éxito. Gracias a eso me di cuenta de cuanto !e importaba a Lincon su comunidad. Ademas, su arduo trabajo habia dado sus frutos. Con los fondos que habia conseguido de Zircon Moon después de su destrucci6n, habia logrado una hazafia que a otros alfas les hubiera tomado una década. 4ndudablemente, aquello era un testimonio de su fuerza y de cémo habia pasado de sey th hombee stormanpatra 2 constituirse en un Alfa floreciente. Asimismo, Lincon destaco sus inversiones industriales y como Rex Moon estaba a punto de convertirse en un gran fabricante de vidrio, madera y otros materiales de construccién en Oregon. De hecho, muchos de los nuevos miembros de la manada eran carpinteros, arquitectos y albaniles, lo que se consideraba, en parte, una de las razones por las cuales la manada habia crecido tan rapido. Por mi parte, no hablé mucho, sino que simplemente era una estudiante que observaba al profesor dar su conferencia. Cuando, eventualmente, alguien se enfocaba en mi, aportaba mi granito de arena antes de que Lincon volviera a ser el centro de atencién. Ademas, yo también podia elogiar el caracter y la fuerza de voluntad de Lincon, que habian servido para despertar el interés de los lideres de manada mas alla de la costa oeste. Mientras Lincon hablaba, pensé en la conversacion.que habia tenido con Liliana en el centro comercial. Aparentemente, a algunos alfas veteranos no les agradaban los alfas "mas nuevos", sea lo que fuera que eso significara. Lo cierto es que se metian.con ellos para intentar demostrar su superioridad. En ese momento, tuve la oportunidad de comprobar lo que Liliana me habia explicado cuando un alfa mayor, que parecia haber estado en ambos lados de una guerra, se acerco a Lincon. Inmediatamente vi la luz apagada en e! rostro de Lincon, lo que hizo que mi corazon se comprimiera y luego ardiera en Jlamas. "Todavia no me has impresionado’, dijo el alfa, alto y demacrado, encogiéndose de hombros y bebiendo de su trago mientras, la que suponia era su Luna, permanecia a su lado en silencio. “Puedo nombrar a} menos diez manadas, sin siquiera pensarlo demas que podrian fabricar materiales de construcci6n, algunas incluso considerando expandir su negocio a los mercados humanos. {Qué hace que Rex Moon sea tan especial?" Al oir esas palabras, los profundos grufidos de Artemis resonaron en mi pecho. "No estaba insinuando que mi manada sea especial, Alfa Albert". En ese momento, el brazo de Lincon estaba alrededor de mis hombros, por lo que senti que sus musculos se tensaban. “Lo que estaba diciendo es::.” "Recuérdame, otra vez, por qué tu manada_es tan joven? ~No gobernaste sobre otra manada anteriormente?" "No estoy seguro de qué relevancia tiene eso’. "Bueno, habla de tus capacidades de ser lider. No se ve bien que un alfa haya saltado de un grupo a otro y, sin embargo, el nuevo grupo de alguna manera desafio todas las probabilidades y florecid en tan poco tiempo. Aunque algunos lo considerarian extraordinario, a mi me parece sospechoso". En ese momento, mi mandibula se comprimio. ¢Acaso esa montana vieja implicaba que Lincon era un lider mediocre porque habia cambiado su destino? De repente, mis.ojos se encontraron por casualidad con los de la morena y esbelta Luna, que parpadeo antes de apartar la mirada. Inmediatamente note un destello inconfundible en sus ojos:. era miedo. Entonces Lincon solté un suspiro silencioso y se pas6 la lengua por Jos dientes. "Te aseguro, Alfa Albert, que mis decisiones sobre como decido construir mi manada no deberian preocuparte. Rex Moon ha prosperado gracias a que sus lobos trabajan juntos por el bien comun. Mi liderazgo es s6lo un pequefio faetor en la ecuacién". "Mmm", gruno el tomb fara los mechones‘de su : - \ Z cabello plateado caian sobre sus ojos marrones apagados. "Es una pena que tu padre no esté aqui para evaluarlo". Al escuchar esas palabras, Lincon y yo nos pusimos rigidos. “Conocias a mi padre”. "Si. Soliamos ser amigos de la escuela secundaria. No lo vi mucho en los ultimos afios, pero el hombre era un gran lider. Es una lastima que ya no esté aqui con nosotros". "Si tan solo supieras lo porqueria que-era en realidad, maldito fosil", pensé. "De todos modos...’, agrego Alfa Albert, arrojando su vaso en la bandeja de un Omega que pasaba, y mirando a Lincon con nada menos que desdén. “Un consejo? Descubre qué es lo que realmente hace que tu manada sea Unica y te encontraras en mejores condiciones para conseguir alianzas. Tomemos como ejemplo a Alfa Regan”. Mientras decia esto, seniald-a mi hermano, que estaba estrechando la mano.de socios potenciales. “Ese hombre esta a cargo de la mejor y mas grande manada de guerreros que he conocido, Por supuesto, tanto tu como Rex Moon estan aun en los albores, y te estas quedando sin tiempo para convencerme ami ya muchos otros de por qué deberia importarnos formar.una alianza contigo, sino nos beneficiaria a largo plazo”. "No creo que..." _ : "Nadie quiere aliarse con un eslabon potencialmente deébil, Lincon. Rex Moon ha florecido, pero no es sélida, No ha resistido ta prueba del tiempo como muchas otras manadas, incluida la mia. Te aplaudo por poner las cosas en marcha, pero no creo que a muchos lideres !es interese proteger a una Manada de bebés que un ejército de picaros acabaria en wi abrir y cerrar de ojos". Finalmente, una rabia canderite prendio fuego miséélulas ~. sanguineas, entonces golpeé mi vaso sobre la mesa a mi lado, y pequefias grietas se extendieron desde la base hasta la apertura. Por su parte, la luna jadeaba detras de Alfa Albert. "Y no creo que a Lincon le interese un alfa que no ha aprendido a respetar a otros". En ese momento, sus ojos marrones opacos se encendieron al enfocarse en mi como si me estuvieran viendo por primera vez. "ZY quién se supone que eres?” "Alguien a quien no le agrada que un hombre a un centimetro de la tumba le falte el respeto a un colega Alfa. ¢Ni siquiera le dejas terminar sus frases y se supone que a nosotros nos debe importar lo que dices?" "Daniela...", dijo Lincon, con un tono que denotaba su intento de advertencia, al cual dio énfasis apretando mi hombro con su manos. "No es necesario que me defiendas. Hay algo de verdad en las palabras de Alfa Albert". "Me importa un ca**jo", repliqué, cruzandome de brazos. Definitivamente, el coraje liquido se estaba asentando. "No me importa cuan sincero crea que es. jEl le ha faltado el respeto.a tu integridad y liderazgo desde el momento en que se acerco ati, y no puedo creer que te dejes faltar el respeto asi!" Como respuesta, el viejo Albert ahog6 una risotada: "Alguien ne sabe como controlar a su mujer". “a . "iY alguien necesita darte una bofetada antes que yo!" "Ooookay Daniela, creo que necesitas..." ";Deberias estar feliz de tener un aliado como Lincon!" dije, quitando las manos de Lincon de mis hombros y acercandome al hombre mayor. Aunque era un gigante, me habia enfrentado a cosas pegres. “Es un hombre ha ido al infierno y regresado y grein embargo, volviéCon ganas a 2 de hacer lo mejor para él y su familia, ese es el tipo de hombre que cualquiera querria tener a su lado en una batalla. No sé qué estandares de mi**da tienes sobre lo que deberia ser un alfa, pero el hecho de que Lincon haya podido armar una manada completamente funcional en tan poco tiempo es un testimonio de su dedicacion, de su fuerza y resistencia, porque sé con certeza que, si ti hubieras estado en su lugar, te hubieras puesto de rodillas como una p*rra barata”. No era justo que Lincon aceptara esos ataques del anciano sin oponer resistencia alguna. Ademas, Alfa Albert no conocia su historia, todo lo que habiamos pasado juntos. Pero nosotros si, y, si bien Lincon habia destruido su vieja manada, una nueva y mejor habia renacido de las cenizas. De hecho, Rex Moon subsistia y florecia con la bendicion de Selena y la familia de Lincon estaba orgullosa de él, al igual que nuestra diosa. De hecho, yo también lo estaba. Por lo tanto, no estaba dispuesta a tolerar que su arduo trabajo fuera menospreciado por un hombre que no podia ver mas alla de su "condicion de nuevo alfa”. Si Lincon no podia defenderse de los veteranos, entonces yo arremeteria con la misma fuerza que el asteroide que habia extinguido a los dinosaurios. Y no me importaban las consecuencias. Pero Alfa Albert no estaba dispuesto a ceder, entonces se incliné hacia mi y su sordido aliento, mezclado con champan, lastim6 mi nariz. “Cuida como me habias, nila. Faltarle el respeto a un alfa puede traerte muchos problemas". "El respeto es un derecho, no un privilegio. Tener el titulo de alfa no te hace merecer respeto, es la calidad humana lo que cuenta, y, por la forma en le hablaste a Lincgn;me doy ~. 2 cuenta de con quién estoy lidiando y de que no eres digno de su alianza". "éY tu estas tomando las decisiones por é!?", espetd, frunciendo el cefio y volviendo a mirar a Lincon. "{No piensas controlar a tu mujer?" "No controlaré nada", comento Lincon con una sonrisa en su voz y, efectivamente, en su rostro. "Cuando ella habla, tu escuchas", dijo y, de repente, su voz se convirtid en un grunido. "Su nombre es Daniela, y te referiras a ella por su nombre, no por ‘mujer. "Es muy atrevida para ser una p*rra sin marcar, lo admito. Anhelar la atencion de un alfa es tipico de las lobas no apareadas". Por su parte, Alfa Albert no se inmuté cuando la ira de Lincon inundo nuestro espacio, pero su luna parecié sentirlo porque se escondio detras de él. Paralelamente, el olor a comida comenzaba.a invadir el aire, indicando que la cena habia comenzado. Luego, el viejo bastardo sacudi6 la cabeza antes de entrecerrar los ojos y dirigirse a Lincon: "Mantenla.a raya antes de que alguien mas lo haga". Dicho esto, chasqueo los dedos y le grito a su luna, Liberty, que lo siguiera. En silencio, ella inclin6é la cabeza y lo siguid, manteniéndose medio paso detras de él. Qué irénico que su nombre significara liberacion, pero que, sin embargo, ella lo siguiera como un cachorra sumiso y . consternado. Por mi parte, al verlos regresar a la mesa, la vibra de la pareja me molest muchisimo y Sospeché que algo andaba mal. Finalmente, Lincon me apart6, llevandome consigo de la mano. 7 "Idiota misdgino", refunfuné en voz baja. “Lamentablemente, él no esi unico asi en esta sala", dijo, y ~. luego el silencio entre nosotros duré diez segundos antes de que Lincon volviera a hablar: "Daniela, no tenias que hacer eso". "~Hacer qué?" "Defenderme, pero te agradezco que lo hayas hecho". "Bueno, alguien tenia que hacerlo. Y quién mejor que yo". "éPor qué?", preguntd, antes de girarse sobre sus talones y mirarme. Unos segundos después, Sus.manos agarraron mis hombros, haciendo llover un calor agradable a través de la tela de mi blusa hasta mis poros. “{Por qué me defendiste tan firmemente?” “Porque tu...", dije, luego respiré antes de seguir. "...me importas. Me preocupo mucho por ti, y no me gusto como te trataba. Te mereces algo mucho mejor que eso. Te defendi sin pensarlo dos veces porque queria hacerlo y lo volveria a hacer”. "Podrias haberte metido en problemas". "No seria la primera vez". "Las consecuencias podrian caer sobre mi". "“Entonces, lucharemos juntos". "¢Juntos?" “Juntos.” a 7 Al escuchar mis palabras, Lincon me miro fijamente, como si yo fuera transparente, buscando algo que sol9-él podria encontrar. Por mi parte, me quedé quieta, observando su expresién mientras los invitados alrededor nuestro se apresuraban a-ecupar sus asientos. Pero nosotros estabamos como en nuestro mundo privado, solos, recuperandonos de las consecuencias de una bat: injusta. ~. < a Aunque no habia ningun premio que reclamar ni gloria que conquistar, no me importaba, porque creia en Lincon y eso no cambiaria. Nunca. Porque él era mi amigo. Y eso era lo que hacian los amigos: se defendian unos a otros. éCierto? Luego, Lincon esboz6 una sonrisa agradable y el mundo emergio en colores brillantes mientras sacudia la cabeza y murmuraba algo en voz baja, en noruego: "Eres la mujer mas testaruda que he conocido". "Ah, si, es una de mis cualidades mas entrafables", dije sonriendo. "Y una de las cualidades que mas amo de ti". Al oir esas palabras, mi corazon dio un vuelco. "Yo-yo... um... "Creo que nuestra mesa esta servida. Deberiamos ponernos en marcha". De esa manera, olvidamos lo que habia ocurrido, pero yo no podia ignorar el calor que se acumulaba en mi pecho. Euego, regresando a la mesa y caminando detras de él, pasé por las puertas del salon de banquetes, que estaban ligeramente wan entreabiertas y noté que la habitacion tenia cuatro entradas, tres de ellas eran atravesadas por Omegas y sirvientes. Sin embargo, en una de ellas, dos pares de ojos capturaron los mios, mirandome con curiosidad. Unos eran verdes y los otros marrones y parecian ser de gente joven. ~ Por mi parte, los saludé con la mano, tratando de s amigable, pero, como respuésta obtuve unos chitidos de miedo y luego la pareja se alejé como si fueran hormigas. En ese momento, otro sentimiento extrafio se apoder6 de mi, casi idéntico al que habia sentido con Alfa Albert y su Luna Liberty. Entonces otra descarga de poder me atraveso y casi me hizo perder el equilibrio, pero rapidamente me recuperé y corri hacia mi asiento, para encontrarme en mi plato con una humeante porcion de filet mignon y una guarnicion de queso gratinado y calabacines asados . Finalmente, comencé a comer, pero no con la avidez con la que lo habria hecho normalmente. Tenia que prepararme porque me esperaban tres largos dias. Capitulo 208 "Todo lo que te pasa me importa". - Casandra Clara Daniela Ya habia sobrevivido un dia menos, ahora faltaban dos mas. Sin embargo, entre nosotros ocurrian sucesos extrafios. De por si, el dia comenz6 cuando una _nota misteriosa se desliz6 debajo de la puerta de mi hotel mientras enviaba mensajes de texto a mis amigos. Mientras Lincon estaba en la ducha, vi la sombra del culpable escabulléndose después de que dejara su mensaje. Unos segundos después, un sentimiento de inquietud se cernia sobre mi como una nube de tormenta mientras me acercaba a la nota. Luego, incluso en contra de mi buen juicio, la recogi y vi que era una tarjeta sencilla y doblada por la mitad. Inmediatamente, las cinco palabras impresas en ella,;con elegante caligrafia, me provocaron un escalofrio en la espalda. Alana y Aiyana. Salvalas. A todo esto, mientras leia el mensaje una y otra vez, se me cortaba el aliento en la garganta. ¢Quiénes eran Aiana y Aiyana? ~Acaso el mensaje estaba destinado a Lincon, a mi, o a ambos? Por qué para nosotros y no a los otros tantos alfas y Lunas que se hospedaban alli? Sin embargo, cuantas mas preguntas surgian, mas perpleja me sentia. En el interin, estaba tan sumida en mis pensamientos que no me di cuenta cuando Lincon salio del bafio. 'éPas6 algo?" "\Vaya!" dije, sobresaltada/girando sobre mis tafones para + = que mis ojos no se encontraran con el rostro de Lincon, sino con su fisico tenso, bautizado por los rayos del sol que acariciaban cada uno de sus surcos y grietas. Al verlo, mis mejillas se pusieron calientes mientras mis ojos se paseaban desde su grueso cuello hasta sus abdominales y la V prohibida, hundiéndose bajo la esponjosa toalla blanca envuelta alrededor de su cintura. Mientras tanto, sus manos pasaban una segunda toalla por su ridiculamente largo y humedo cabello negro, quitando el exceso de agua. De esa manera, vi sus mUsculos ondulando con cada movimiento y noté cada vena, surco y cada porcion de su piel bronceada. Aunque me odiaba por ser tan evidente, no podia apartar los ojos de él. Oh, dulce Selena... Unos segundos después, los ansiosos grufidos de Artemis resonaron en mi cabeza. "{Daniela?", pregunto. "{Estas bien?" No digas nada estupido. jNo digas nada, maldita tonta...! "Mas que bien', ronroneé, mientras la comisura de mis labios se curvaba en una sonrisa. Luego hubo una pausa tensa hasta que me di cuenta de lo que acababa de decir. Por su parte, Lincon me miro y yo también lo miré, luego meti la nota en mi bolsillo trasero y me aclaré la garganta. A todo esto, el calor en mis mejillas explotaba y estaba segura de que él lo notaba, porque yo veia lo mismo en él. Entonces me pregunté qué pasaria si saltaba por !a ventana en ese mismo momento.

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