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Traduccién de uae Peer Seaeke Piuan Lovez MAez (capitulas 9.14 de la 2+ edicién) 4QUE ES ESA COSA LLAMADA CIENCIA? Una valoracién de la naturaleza y ef estatuto de la ciencia y sus métodos por ALAN F. CHALMERS Xl siglo veintiuno editores, sa. de ov. siglo veintluno de espafa editores, s.2 siglo veintjuno argentina editores 96 ventune edores de colombia, 5. ode e pat, 1982 cence francs y anede, 194 ema sce ar ten igs 176 ‘Sfacrrmy af gemtund pests? enh 1 ho a rig cle cee? tes 7 bho er cred mae Is exo INDICE Fett iit fielders een, EH tages Sngenuo, B—Lecturet complementris, 2. CST tae ata i rete haa ie ree Te EE eine & See et erste, ise a ete a v, ta worl acre Ei cietimentain,3V. pdt » Te tpenaenci den obnracin de I ora 3 i aii ad“ee es laenlonts, Won-ily Un tnedecunda detensn' 6 PO % ‘Estar compiemestran, jen’ "ON Copernican Mn ove concer ns eras como eae ett HE Us peidsoga Sante de un proxrams eit, #81 Compeaca sprout ce inet 1, Ratinaliina, 10M. Relatamo, 14H, Laat oro ees Ep eS a a ee Seta ge daa Fopoe Latator 7 Nor W—Uscars complementanas, Fk, fidies leis 5-H Unn concen aber dt ase ‘So de "torn ena fisiea, 1H—IV. Algunas btervaciones lee i iiie-Lecturs complements i. SRARaR ees ee ape Be VST sprenimaia ne Nea Ne seuanue we: amass a tenn a a eprgptalo, til, (Out ce ors soda ecaf Doe teaetame’ of Serepan, Se eee we » ” PREFACIO A LA PRIMERA EDICION ee ee oa bn pie tr ne wie oe date seg ms Paper Se eS ae Se ces, ctr ee Se at dans li ees a ei ee eh ea care ore ere sen don nino peta a res md ane La Sa ee ig Sn ene ode ee pt 7 de oon nos Side ne ore a ee go mel ons ee i ee a ay Pepa te pore tae vet bie de te dens eo a spl rt remabonns a ins eon» en ones Pr mrp sn sre oe te phe aly ces mee Hl Pel endo una’ alternative bastante cohefente:-Ese alternative see as teeter te sere ee es as te iy gen Pe, oe we 2 TE ents sal orn ti ya en ert iene een Yr tae da ce ee a ass var Alan F. Chalmers con d, sus escrito, sus lecélgnes y sus seminar, y también para con el difunio. profesor Ine Lakatos, debe resltar fvidente en el contenido de este libro. La forma que tiene la primera mitad debe mucho a brillant artculo de Laka tos sobre la metodologia de los programas de investigacion Un rasgo notable de la escuela popperiana ora la insstencia ‘que hacia en que se tuviera unt idea clara del problema en el que se estuviera interesado y en que te expresaran lat broplas opiniones sobre el de una manera simple y sencilla ‘Aungue debo mucho al ejemplo de Popper y Lakatos a este Fespecto, cualquier habilidad que tengn para expresarme de tun modo simple y claro procede en su mayor parte de mi contacto con el profesor Heinz Post, que fue mi supervisor fen el Chelsea College mientras trabsjaba slit on mi tess doctoral, en el Departamento de Historia y Fllorfla de Is Glencia. No me puedo librar de Ia incomaca sensacion de que me devoverd su ejemplar de este libro con la peicisa de que redacte de nuevo los pasajes que no entiende, Entre ris colegas de Londres —tengo tna deuda especial con ellos, la mayorta de los cuales eran estudiantes en esa época, ‘Novetia Koerige, que ahora ae encuentra en la Unk versidad-de Indiana, me ayud6, considerablemente _istes me refers la eicucla popperiana como s una ex cela, pero, no obstante, hasta que no llegué a Sidney pro- ‘cedente de Londres no me di cuenta deen qué medida hsbia ado en una escuela, Para‘ sorpree, descubri que habla flgsofes tnfluldos. por Wittgenstein, Quine o Marx que peo. saban que Popper ce habla equivocado en muchas cuestiones 1 algunos-que incluso pensaban que sus opiniones eran post fivamente peligrosas. Creo que sprend! mucho de esa ccpe: Hencia. Una de las: cosas: que aprendi fue quo en realidad Popper se equivoca en un numero de problemas important como se argumenta en las tltimas partes de este loro, Sin embargo, esto no altra-el hecho de que el cafogue poppe. ano sea lafinitamente mejor que el enfoque adoptnde ox Ja mayor parte de-los departamentos de Htsofls que he Debo mucho a mis amigos de, Sidney que me ayudaron adespertar de mi: suetio. No quiero sugerir con esto que ‘cepte sus opiniones en vez.de las popperianas. Ellos saben Prefacio * ln que no, Pero puesto que no me gusta perder el temp Cont Rfurdos oscurantntas. sobre i inconmensurabiidad de los marcos conceptuies(aqut los popperianos aguzsrin &Foldo), Ia medida en quo me he vito obligado a econocet J contraatacar las opiniones de mis colegas adversarioe de S.Ey me bn leva a comprender I eran de sus opi Seo ls detilidad de Ins mine, Espero que no desconcertar Theale haelondo una imencion expecial 8 Jean Curthoys y at Suen Wal gr lectores aforunados y atentos detectain en este libro Te singular metsfora prosedents de Viadimir Nabokov J advertran que le debo algin reconocimiento(odisculpas). ‘Concluyo fon un lide saludo » aquellos amigos que no se han preosipedo det ibro, que no. quieren leet et Iibro que ean agunntado ms sniras fo escribia Alan Chalmers ‘Sidney, 1976 PREFACIO A LA SEGUNDA EDICION edicon de este A jungar por las rexpuestas a la primera Thoto parece que for ocho primero capitlos del mismo ‘anplzn muy bien Ia fncion de ser una Sntroducelén ime Sle lara y lementl low modernos puntos de wsta sobre Eaturnicen de In cienlan, Tambien parece ser bastante Univertimentesceptado que [or cuatro altimos 0 la cum len, Por consiguente, en esta edieion revisada y ampliads Fo "dcjado los captuios 18 pricticamente Intactos y he seemplenado oy cot noe por ae amen nes ao de los problemas de la ultima parte dela primera ed Ciba er que bia djado‘de ser simple y clement, He teatado de conseguir que mis nuevos captuls Sian siendo Simples. aunque temo. que no lo haya conseguido del todo Sifter dela diffs cvetioner de Tos dos ultimos capt {utes Pero aungue hays tatado de consepur que el ané Isis sea singles espero no haber dejado por ello de ser polemic. * Alan F. Chalmers Otro problema de la dltima parte de la primera edici6n es la falta de claridad. Aunque sigo convencida de que la mayor parte de lo que me proponia alli ba por buen ca- ‘ino, ciertamente no fui eapaz de expresar una postura coberente y bien argumentada, como han dejado claro mis erticos. No todo esto puede ser atribuido a Louls Althuster, cuyas tesis estaban muy de moda en el momento en que eseribi este libro y cuya influencia puede todavia ser di ccernida en cierta medida en esta nueva edicion. He apren dido la leccién y en el futuro tendré buen culdado de no ddejarme influir excesivamente por Ia ultima moda de Paris ‘Mis amigos Terry Blake y Denise Russell me han con- vencido de que los escritos de Paul Feyerabend son més importantes de lo que previamente estaba dispuesto a adm. tir, Le he concedido mis atencién en esta nueva edicién y he tratado de separar el grano de la. paja, el antimeto- ismo del dadalsmo. Tambien me he visto obligado a se- parar su sentido importante del «sinrentido oscurantista de Ja inconmensurabilidad de los marcos». La revision de este libro esté en deuda con las erftcas de numerosos colegas, eriticos y correspensales, No inten. taré nombrarlos a todos, pero reconozeo mi deuda y expre- so mai agradecimiento, Dado que Ia revision de este libro ha desembocado en lun nuevo final, el sentido original dal gato de la cubierta se ha perdido. Sin embargo, el gato parece tener bastantes partidarios, a pesar de su falta de bigotes, por lo que lo he conservado, y simplemente pido alos lectores que reine terpreten su sonrisa, ‘Alan Chalmers Sidney, 1981 {Al Igual que todos los jévenes, me proponta Ser un genio, pero ator: funadamente tntervino la Fisae Cree, Lawrence Dunasit INTRODUCCION En Ja era moderna se siente un gran aprecio por Ia ciencia Aparentemente existe la creencia generalizada de que hay algo especial en la ciencia y en lor métodos que uiliea Cuando a alguna afirmacién, razonamlento o investigacién se le denomina scientifics, se pretende dar a entender que tiene algin tipo de mérito 6 una clase especial de fabilidad. Pero, 2qué hay de especial en la ciencia, si es que hay algo? eGuil es este «método clenlificor que, segin se afirma, com ‘duce a resultados especialmente meritorios o fables? Este Iibra constituye un intento de elucidar y responder a cues: Wiones de este tipo. “Tenemos muchisimas pruebas procedentes de la vida cotidiana de que se tiene en gran consideracién a la ciencia, pesar de que haya clerto desencanto con respecto a ella, Sebido a las consecuencins de las que se le hace responsable, {ales come las bombas de hidrégeno y la contaminacién. Los fnuncios publicitariosaflrman con frecuencia que se ha mos: ttado cienlifieamente que determinado producto es més blanco, més patente, mis atractivo sexualmente o de alguna manera preferible a los productos rivales. Con esto esperan Gar a entender que # afirmactén estd especialmente funda: eatada e incluso puede que mas alla de toda discusién De manera similar, un anuneio de la Ciencia Cristiana apa: recido reclentemente en un periédico se titulaba: «La clencia dice y afirma que se ha demostrado que la Biblia cristiana cs vetdaderas, y Iuego: segula contando que sincluso los tientficos lo creen hoy en dias. Aqui tenemos una apelacién Girecta a la autoridad de la cieacia y de los cienificos. Bien podriamos preguntar: «Zen qué se basa esa zutoridad?.. El gran respeto que se tiene por la ciencia no se limita a la vida cotidiana ya los medior de comunicaci6n’ popu Jares. Resulta evidente en el mundo académico y univer, 4 Alon F. Chalmers Sitario y en todos los sectores de la industria del conock- ‘lent. Aguellos que los spoyan deserben muchos campos de estudio como cleneia, presumiblementeen un intento de hacer creer que los métodos que usan estén tan firmemente Sasadoe yn potenimente tan rstiferee como Ciencia tradiional tal como la fei, La clencia police 1 ela soci son ya Cpls Los marssas nen con entusiasmo en que el materialism histrico es una cienci, ‘Ademds, normalmente en universidades 0 facltades amer Canas. se ensefan en In actualigad. ose ensefisron hasta hhace'miuy poco, Clencia de la Biblioteca, Ciencia Adminis: trative, Cienei del Habla, Ciencia Forestal, Ciencia Lictea, Giencia de los productbs chinieos animales e incluso Gienels Morera Lo atedenominadoe concen en esos campos 2 menudo cansideraran que siguen el mérodo mptrico de Ia flea, que para ellos consiste en recopller ‘hechos» mediante una observacién y une experimentacién Cuidadosas y en derivar posteriormente leyer y teorlas de ‘tos hechos mediante alguna especie de procedimiento 1- fico. Recientement, un eolega del departamento de histori, ‘len aparentemente habinasimilad esta impronts del em: Pirismo, me dijo que en is actunlidad no es posible exerbir lina historia de Australia porque todavia no tenemos una Canta suficlente de bectoe La inseripeidn que hay en la fachads del edificio de In Social Science Research de Ia Universidad de Chleago reza asi Si no puedes medin, ts cconocimiento es escasoe Imatinfactorios Sin dud, muchot de sus habitantes, prsioneros ensue modernoslaborstorion, ‘examinan el mundo a través de las barras de hier de los fnteros sin darse cuenta de que cl método que se esfuerzan por seguir no sélo es necesariamente este infructuoso, Sino que ademas no ex el método al que se debe atribult éxito deb fsa. En los captulosintroductorios de este Horo se anaizaré y demolert Ia coneepeién errénen de la cienca sla que nos fave Sdennf trouteuge and Tosa poblons, Oord ator Universyy Pres, 171. pp. 37 ss ” ¥. Oxon Oxi SOC ene er ted : tenon ste aneorente, Asa apna ce hemos, tn nema tna eee Se ae ‘guns peace eer tpn foe ng il es ela oe per are on et es ents el a ec ela sees ee ia eae Ce een. Te oe rece Me a a a ie ee een ar 2 et die cen, te ep tales eid compre coe oe ee 1S gen gn str ent ee ane er ae ger ea an pe elie omen ee at Boe et oe an dene ig Men eo neat ‘td ei Mae eal na Hen rence Mote fe de ea Fer ee ee rales neat Se ee aca fat lea ia an ncn de ge ect de cle Be a ee gene ena te Co aa ee ‘ ‘Alan F. Chalmers do con un método o unos métodos especiales. Una reaccién {cierto modo parecida ha llevado recientemente al flesofo f histriGn Paul Feyerabend a escribir un libro. titulaco ‘Against method: oulline of am anarchist theory of knows. {edge* y un articulo titulado «Philosophy of science, a sub- ject with a great paste‘, De acuerdo con la tesis més radi gal que se puede leer en los escritos recientes de Feyera. bbend, la ciencia no posee rasgot especiales quetia heson intrinsecamente superior a otras ramas del Conocimione, tales como los antiguas mitos el vudd. Elelevado respeto pr la ciencia es considerado coma Is religién moderna, {que desempesa un papel similar al que desempeté el cris: tianismo en Europa en épocas anteriores. Se ineina que In lection entre distintas teorias se reduce a una eleccion de. ferminada por los valores y deseos subjetivor de los ind viduos. Este libro se opone a ese tipo de respuesta al fra. caso de las teorias tradicionales de la ciencla, Se inten ar una explicacién de la fisica que no sea subjetivista o individualista, que acepte buena parte de la critica del me toda de Feyerabend, pero que sea inmune « dicha esitien, La filosofia dela ciencia tiene au historia. Francis Boson fue uno de los primeros que intentaron articular lo que eo el método de la ciencia moderna, A principios del sighs awit ropuso que la finalidad de la cienela es la mejor de la fuerte del hombre en la tierra y, segin él, ese finalidad Se lograria recogiendo hechos a través de ia obsorvacion organizads y derivando de ellos toorlas. Desde enlonces tunos han modificado y mejorado la teoria de Bacon y otros se han opuesto a ella de una manera bastante radical, Une ‘explicacién y un enfoque histérieor de la evolucién de Ia Filosofia de is ciencia supondris un estudio muy interesante, Por ejemplo, seria muy interesante investigar y caplicar el surgimiento del posiivismo légice, que coments ea Viena 2 K. Feyerabend Against method: oun of om anarchic neg of ortega Lanes New to Set Sy 8. Feperasnd, Pony of ene fat with a ret pate en tora aid putowpieatpetisceines a ee Sela por Roger Sisneer, Minncopain, Unicon at Mae ‘Sota Press, 1970, pp. 172.83, m= aan fei: irene Gece eh ms eerees & eee ah ei ta mares del posltvsma; Be hecho, los obras Ge Popper Satine cancer te ae fecientesexplicando tan clara y simplemente como sea pos Londres, Goanee 16 aera Foner he wads rentest philosophers Mitiré Buller me. 18 izias 163) The foré of scene aconery: de KR. Poppet, ton {res Hutchinson, 9862 publed por primers ver en ‘Alemanis ev ato 34. La obta de Gaston Backelard a Ix que nor relerimes en etto es Le nouvel esp scieniique, Pasi, Prstee Univetlaces fe France, 1 4 Alan F. Chalmers ls primera mitad del libro, deseribo dos enfoques de la Ciencia simples, pera inadecuados, a los que me refiero Como inductivismo y falsacionismo. Aunque las dos posturas fque describo tienen bastante en comin con posturas que fhan sido defendidas en el pasado y que incluso algunos sos tienen hoy en dia, no pretenden ser primordialmente expo- clones histicas, Su. principal propésito es. pedagorico. Compreadiendlo estas posturas extremas algo carieaturiza das, sus defectos, el lector estar en mejores condiciones {de comprender la motivacion que hay detras de las teorias Imolernas y de apreciar sus puntos fuertes y débiles, En el Capitulo 1 Se describe el inductivismo y luego se le critica du- famente en los eapitulos 2y 3. Los capitulos 4 y 5 estén ded Cados a una eaposicién del falsacionismo como intento de Inejorar el inductivismo, pero también se sacan abierta mente a la luz sus limitaciones en el capitulo 6. El siguiente Capitulo expone el sofisticado falsacionismo de Imre Lakatos, Y luego, en el capitulo 8, se introduce « Thomas Kuhn y us polivalentes paradigmas. El relativism, la idea de que tl mutito de las teorias debe ser juzgado ent relacién con fos valores de los individuos © grapas que las contemplan, seha puesto de moda, En el capitulo 9 se plantea esta cues tion 9 se analiza en qué medida adopto Kuhn y evité Laka {os una posture relaivista. En el capitulo siguiente esboro tina sprosimacion al conosimiento que amo objetivismo, Ia cual se upone en algunos aspcetos al relativismo. Et obje tivism priva o los individuos y sus juicios de su posicion| tie primacia con respecto al andlisis del conocimiento. Des- dds cate punto de vista, resulta. posible dar una explicacion| tll cambio de leoria que no sea relativista en aspctos ie portantes y que. sin embargo, sea inmune a fas criticas ue han hecho a las explicaeiones tradicionales det cambio Ge coria cierios relativistas como Feyerabend. En el cap tule Ii ofrerco mi explicacion del cambio de teor'a en ia fisien, Todo esta dispuesto para el intento, en el eapitule 12, de abordar la argumentacién de Feyerabend contra el mé todo 9 cl uso que le da, Los dos eapltulos finales del libro Soa mis difelles Tratan de la cuestién de en qué medida pueden nucsires teorias ser concebidas como una bisqueds Introduccion , de descripciones «veréaderass de lo que es el mundo «rea: fmenten. En las secciones finales me permito pronunciar in sermén politica sobre el significado del libro. Aunque Ia teoria de Ia clencia que se puede extracr de la dltima parte de este libro pretende ser una mejora de todas las anteriores, no est seguramente libre de problemas, Se puede decir que el libro procede segin el viejo dicho: =Cormenzamos en Ia confusi6n y acabamos en una confusién in the problem of induetive logics, en The problem El problema de la induccidn a of inductive loge, compllado por I. Lakatos (Amsterdam, North Holland Pub, Co. 1968), pp. 313417. Hay criticas del Inductivismo ‘esde un punto de vista algo diferente al adoptaco en este Ubro ‘on in obra cldsiea de P. Duhern, The alm and structure of phyeical ‘heory (Nueva York, Aihencum, 1962) 3. LA OBSERVACION DEPENDE DE LA TEORIA Hemos visto que, segin nuestro inductivista ingenuo, Ia traci clades y sin prejuicesproporcione una bse segura a partir 'e puede derivar un conocimiento cientifico probablemente verdadero, si no verdadero. En el Ultimo capitulo se eritcé esta postura seAalando las dif Cultades implicitas en cualguler intento de justificar el ra zonamiento inductive empleado en la derivacién de teoriae y leyes cientificas,a partir de la observacin. Algunos ejem: ples sugerfan que habia una base pos! e la supuesta fabilidad del razon obstante, estos nos no constituyen una definitive FefulaciGn del inductivismo, en especial cuando resulta que muchas tcorias rivales de fa cienela se enfrentan con uns dificultad similar y conexa' En este capitulo se desarrolla tuna objecién més seria a la postura inductivista, objecién {Que no supone una critica a las inducciones de las que se Supone que se deriva el conocimiento clentifico a partir dela observaciéa,sino a los supuestos inductivistas sobre el «status y el papel desempetiado por la propia observacién, Hay dos supuestos importantes que conlleva el induc: tivismo Ingenuo con respecto a la observacién, Uno es que I sie comienta on la observacdn. El otro 2 aus la chservacién proporciona una base regura x partir de Ia eva fe puede derivar ¢) conocimlento. En este capitulo critica- remos ambos supuestos de diversas maneras y los recha zaremos por varias, razones. Pero, ante todo, esbozaré una coneepcién de la observacién de Ia que creo que resulta adecuado decir que en la época actual es comunmente ace fada y que presta plausibilidad a la postura inductvista ingen. * Vase el capitulo 32, secede “0 Alan F. Chalmers En parte porque ol sentide de la vista es el sentido que se usa de un modo més extenso en la préctica de la ciencia yen parte por convenieneia, restringire mi andlsis de la Sbservacidn al dominio de Ia visién. En Ia mayoria de los esos no resultaré dificil ver edmo se podria reformalar el ‘rgumento presentado de manera que fuera aplicable a la ‘bservaciin’ mediante los otros. sentidos, Una siniple con- epeion popular de Ia vista podefa ser la siguiente, Los seres humanot ven uillizindo ‘ie ojos. Los componentes més importantes del ojo humana son una lente y la retina, La ful attua como pantalla en In que se forman las imagenes {de lor objctor externas al ojo. Los rayos de luz proceden- tes de un objeto visto van del objeto a Ia lente a través del medio que hay entre ellos, Estos rayos son refractados por El material de Ia Tente de tal manera que llegan a un punto fe la retina, formanda de este modo una imagen del objeto visto. Hasta aqui, el funcionamiento del ojo es muy parecido I de una edmara, Hay una gran diferencia, que es el modo en que se registra Ta imagen final. Los’ nerviog Sptices pasa de la retina al edrtex central del cercbro. Estos llevan Informacion sobre Ia luz que Icga a las diversas zonas de la tetina. El registro de esta informacién por parte del cerebro human ex fo que corresponde a la visidn del objeto por cLabservador humane, Por supiesto, se podrian afdir mut hos detalles a esta sencilla descripcién, pero la explicacion {gue se acaba de ofrecer capta inden general. El anterior boceto de Ts observacién mediante él sentido dle In vinta supiere dos euestiones, euestiones que son clave para cl indoctivinta, La pelmera cs que identica de rayos de liz aleanzard el ojo de cada observador, sera enfucada en sus relinas normales por sus lentes oct Tares normales y dacé lugar a imagenes similares. Ast pues, La observacién depende de la teorla a tune informacién similar viajaré al de cada obser- vvador a través de sus nervios épticos nornjales, dando como renultado que los dos observadores «veans To mismo, En la proxima seccién se atacarén muy directamente estas dos Cuestiones. Las iltimas secclones arrojaran nuevas dudas, ‘mis importantes, sobre la adecuacién de la postura induc: tivista sobre Ia observacion 1. EXPERIENCIAS VISUALES QUE NO ESTAN DETERMINADAS Hay una gran eantidad de datos que indiean que no se trata de que la experiencia sufrida por los observadores cuando ‘Yen tn objeto esté determinada Unieamente por la informa: ign, en forma de rayor de huz, que entra en lot ojos del fobservador, ni de que esté determinada solamente por lindgenes frmadan en ls retinas de un observed, fewer precy, ae ‘que se produzcan en sus respectivas retinas sean Pricticamente ideaticas, Hay un sentido importante en el Gue no es necesario que los dos observadorescveans lo mis tho, Como dice N. R. Hanson, ‘Aigunos ejemplos fenciloshustrardn la cuestion, ‘ia mayoria de nosotros, cuando miramos por primera ver ls figura 3, vemos el dibujo de una excalere en el que Terulta visible ia superficie superior de los excalones, Pero ‘no et cite el nico modo de poderlo ver, Tambien se puede “dificuitad como una escalera en ta que resulta visible Is sapefile Inferior de Tor esealones, Adee, a wo mira al divujo durentealgin tiempo, por lo eral involuntariamente, que cami la vision f Un cocalera vista desde arriba a tina escdlera vista desde, abajo y viceversa,Y, no obstante, parece rezonable suponer ue, pacsto que ei objeto que contempla el observador sigue Slendo el mmo, ft imagenes de In retina no varia. El hecho de que el dibujo se vea como una exalera vista desde 2 Alan F. Chalmers Fer 3 Strib 0 como ua cas vit dade ajo parece dest der de algo mis que de la imagen que hay en la retina del becrvador Sospotho. que mingin iecor de este Ivo ha puesto en duds mi afirmacion de que a figura 3 parece una Extalera de algun tipo. Sin embargo, los resuitades de los ‘xperimentos ealzados con miembros de varias tibus aft atae, cuyas cultures no incluyen ta costumbre de diboja Sbjct tidmensionalcs mediante dibujo bidimensionales on perspetiva,indican que los miembros de estas tbs tno babrian considerado que 1 figura 3x una csalera sino Una disposeion dimensional de Tineas, Presumo. que la naturale de Tas Imagenes formadas en las retinas de los Goservadores es telstivamente independiente de su cultura Acme, parece sopuinse quo Tar experiences perceptuales Que los observadorts tine en el acto de ver no stim espe- Simente dstcrminadas. por las imagenes de Tas eins. Hanson ha lomado ta atenciin sobre este punto'y To ha {lestrado con muchos ejemplos He aqut dos sencillos ejemplos que ilustran esta ccuestion en particular. 2 NR, Hanson, Perens of discovery, Cambridge, Cambridge Uni versity Peay, 958, epitlo | La observacién depende de la teorla 0 En un conocido experimento se mostraba a los sujetos tunas cartas durante un breve perfodo de tiempo 9 0 les pedia que las identifiearan. Cuando se utilizaba una baraja normal, los sujetos eran capaces de cumplir esta tarea con ‘mucho éxito. Pero cuando te jatroducian cartes anémalas, tal como un as de picas rojo, en principio casi todos los Sujetos identficaban inicialmente esas cartas de un modo Incorrecta con una carta normal. Velan un as de pleas rojo ‘Cuando, sijetos comenzaban después de un periodo fa darse cuenta ose les decia que habia cartas raras en la baraja, 0. tenlan_ problema en identificar correctamente todas ias cartas que se les mostraban, ya Cucran anémalas 9 norimates infant nos proporciona otro ejemplo: 4l problema consisteen encontrar el dibujo de una cara hur ‘nana entre el follae en cl dibujo de un Arbol. Aqui To que se ve, esto, Ia impresion experimentada por una Persone auc ve el dibujo, coresponde en principio al bol, con su tTonco, sus hoja y sus ramas, Pero una vet que sha detec tado la cara humana, esto cambia, Lo que antes so vela como follaje y partes de iss ramas se ve ahora como una eara humana, De nuevo, se ha visto el misimo objeto fisco antes 1 después de la soluién del problema, y presumiblemente 4a imagen que hay en la retina dl observador no cambia en el momento en que se encuestra_lasolucon se deseubre In cara. ¥ si se ve el dibujo un poco desputs, un cbservador gue ya haya resuelto el problema podrh ver de nuevo con facldad la cara. En este ejemplo, fo que ve un observador resulta afectado por su conocimient yu experiencia. Se puede suger I siguiente pregunta: resulta dificil y feos edent ae nor ionar ejemplos ee 4 la pricticn lenifica que iustren la mistoa cussion, 3 ‘ber, que lo que ven los observadores, las experience sib “ ‘Alan F. Chalmers nee ism mcd on tt ae co aaa acas acne area Serie Be mee rote de mde {erie no estructurada de, manchas brilantes y oscerse ae ce gma ep iia ges Ser peenanet deae ot sean Sr el ptt oS ae ee oe i it ati eer rts cana cme mre sas rio rman reise ap, a niet wit ene niece ig sic Mi owen une weet rf er deo Sore earn se se she ine emg (Seared ae etc 9 oe fe maa oe geen ca de Topas tetas oe os satitiads Siren rae Pee Secs can celica settee She same tment agen Sang sate mebaens cn or Toate eae a pe sede pla ri a FRR meee noes msc beta BS Seen iecemenenctee ‘as; él no puede ver nada de lo que estin diciendo. Tinego, segs Secor aime amc diode ee oe ELS hee Spa iamee ae ceeaatmeptrs sat gars andar res aoe panies ies nti eee a . fleatvos: de variaciones fiiolégiensy cambios patoldgics, lew: tries, infeccioneserdnicasy signos de enfermedades aguas, Hx -sntrado en un mundo nueva, Todevia ve solo una parte deo que La observacién depende de la teoria 4s pueden ver los experts, pero ahora las imigenes tienen por fin Eemtdo, as} como’ Ta mayoria de los comentario que se hacen fobre clas” Una respuesta usual a lo que estoy diciendo acerca de la observacién, apoyado por Ia clase de ejemplos que he util. dado, es que los observadores que ven la misma escena desde tl mismo lugar ven Ts misma cosa pero interpretan de dife yente modo lo que ven, Deseo diseutir este punto. En la medida sas enperencias no estan dad de modo ntvoco ni som ievartantes, sino que cambian con los expee: Ulves y cl conbelmionto dal ebservador. Lo que. viene tinivoramente dado por la stuacin fata cs In imagen for trade en la retin del observador, pero el observader no Tiqne contacto, perceptual directo con la imagen, Cuando el Indes Inge icon ors erates, sanonen "hay algo unvocariente dado en In experiencia que puede ‘Merpretarse de diversas mancras, estan suponiendo, sin Ergumentario a pear de las muchas prusbes cn contr, que ity une correspondencia univoca entre la. imagenes de Thestras retinas’y las experlenclae subjetives que tenemos uando vemos, Estén Hlevando demasiado lejos la analogia ia cémare. Una ver sicho eto, trataré de aclarar lo que no pretendo afirmar on esta seceén, pars que No se plese que estoy {ntendtendoalgo diferente de fo que pretendo, En primer {gers no afirmo en sbsoluto que las causes fisicas de Tas ingenes de nuestras retinas no tengan ninguna relacién fon fo que vemos, No podemos ver exactamentc To que que ‘Somos, Sin embargo, rlentras Que as imagenes de nestras TRtinas forman parie de lav causa de lo que’ vemos, otra arte muy importante de esa eause est constitulda por el indo interno de nuestras mentes 0 cerebros, el cual depen Siw ‘evidentemente de noestra edacacén cultural, nuestro onocimiento, moesrasexpecativas, te, no estard deer tinado nicamente por las propedadesfisias de nuestros * MM. Polanyl, Peronal knowledge, Londres, Routledge and Kegan Paul 191, 1 6 Alan F. Chalmers jos y de Ia escena observada. En segundo lugar, en jna gran diversidad de cireunstancias, lo que vemos en diversas si- tuaciones sigue’ siendo completamente estable. Ly depen- denela entre lo que vemos y el estado de nuestrag mentes ‘0 cerebros no es tan sensible como para hacer impbsible la comunicacién y la clencia. En tercer lugar, en todos los ejemplos que ze han citado aqui, los observadores ven en tan cierto sentido la misma cosa. Yo acepto, y presupongo através de todo este libro, que existe un solo ytnico mundo fisico independiente de los observadores. De ahi que, cuando lunos cuantos observadores miran un dibujo, un trozo de parato, una platina de microscopio o cualquier otra coss, en cierto sentido todos ellos se enfrentan y miran la misma cosa y, por tanto, en clerto sentido, «vei» la misma coss Pero de eso no se sigue que tengan experiencias perceptivas {déntleas. Hay un sentido muy importante ea el que no ven a misma cosa, y en él se basa la eritica que he realizado de la postura ioductivista. 1K, LoS ENUNCIADOS OBSERVACTONALES ‘PRESUPOMIN LA TEORIA ‘Aunque se diera una tinica experiencia perceptiva para todos los observadores, todavia seguiria habiendo objeciones im- portantes al supuésto inductivita acerca de la observaciéa, En esta seccidn centraremos nuestra atenci6n en los enun- ciados observacionales que se basan en las experiencias perceptivas de lot observadores que afirman los enlincados Y que estin supuestarmente justificados por ellas. Segin la concepeiéa inductivista de la ciencia, la s6lida base sobre i que se construyen las leyes y teorias que constituyen Ia clencia est& formada por enunclados observacionales publi ‘cos, y no por las experiencias subjetivas privadas de los observadores individuales. Evidentemente, las obsefvaciones (Que efectud Darwin durante su viaje en el Beagle, por ejem- plo, no habrian tenido las consecuencias que tuvieron para [a cieneia al hubleran seguido siendo experiencias privadas de Darwin. Sélo te convirtleron en observaciones relevantes ppara la clencia cuando fueron formuladas y comunicadss he observecion depende de la teorla a como enunciados observacionales susceptibles de ser utili tades y criticades por otros cientifics. La concepcién in- ductivieta exige la derivacion de enunciados universales 2 partir de enunciados singulares mediante la inducci6n. Tanto ¢l razonamiento inductivo como el deduetivo conllevan rela clones entre diversos conjuntos de enunciados, y no relac nes entre enunclados por un lado y experlenelas perceptivas or otro. Podemos suponer que hay experiencias perceptivas de algin tipo directamente accesibles al observador, pero no {sucede asi con los enunciados observacionales. Estos Ultimos ton entidades pablicas, formuladas en un lenguaje pablico, ‘que conllevan teorias con diversos grados de generalidad y Complejidad. Una vez que se centra la atencion en los enun- tdados observacionales en cuanto forman la supuesta sdlida base de Ia clencia, se puede advertir que, en contra de la pretension del inductivista, una teorla de algin tipo debe preceder a todos los enunciados observacjonales y que los fenunciados observacionales son tan falibled como las teorias que presuponen. ‘Los entnciados observacionales se deben realizar en el lenguaje de alguna teorta, por vaga que sea. Consideremos una sencilla frase del lenguaje comin: «iMira, el viento em- puja el cochecito del nifio hacia el borde del precipiciol» En festa frase se presupone mucha teorfa de bajo nivel. Se im- plica que existe una cosa tal como el viento, que tiene la propiedad de poder mover objetos tales como cochecitos ‘Que se encuentran en su camino. El sentido de urgencia que ‘expresa cl «{Mirals indica la expectativa de que el coche, junto con el ni, caiga por el precipicio y quizts se estrelle ‘contra las rocat que hay debajo y, ademés, se supone que tste hecho serdperjudicial para ef nifo. Igualmente, cuando tin madrugador que tiene una urgente necesided de café se ‘Queja: El gat no qulere encenderses, se suponé que.en el ‘undo hay sustancias que se puedea'agrupar bajo el con- ‘cepto de «gas> y que algunas de elas, por fo menos, arden, Hay que sefialar al respecto también que no siempre se ha dispuesto del concepto de xgass. No exist hasta mediados del siglo xvts, cuando Toseph Black preparé por primera ver el didxido de carbono. Antes, se consideraba que todos “ Alan F. Chalmers los gases» eran muestras més o menos puras de aire‘ Cuando pasamos a enunciados del tipo de los que se dan fen Ia clencia, los presupuestos tedricos son menos tépicos y ‘mds evidentes, No es necesario argumentar mucho en favor de la existencia de presuptestes teéricos en la afirmacion ‘cl haz de clectrones Tue repplide por el polo norte del imine ‘en el discurso de un psiquiatra sobre los sintomas de abandono de un paciente, ‘Ax{ pues, los enunciados bservacionales se hacen siempre ten el lenguaje de alguna tebria y serdn tan precisos como To sea-el marco conceptual 0 teérico que utilicen. El con ‘cepto de «fucraas, tal y como se usa en fisica, es preciso porque toma su significado gel papel que desempena en una fords precisa y relativamentp autonoma: Ia mecanica newto- pian. El uso de la misma palabra en el lenguaje cotidiano (ia fueraa de lat circunstanelas, Ia fuerza del vendaval, la fuerza de un argumento, et.) es impreciso s6lo porque las corvespondientes teorias son méltiples e imprecisas. Las Xeorlas precisas, claramente formuladas, constituyen un requisite previo ‘de unos enunciados observacionales preci 808, En este sentido, las teqrfas preceden a la observacisn, ‘Las anterlores.afirmaciqnes acerca de Ia anterioridad de Ia teorla a la observaci6d va en contra de la tesis induc- tivista de que el signifiead@ de muchos conceptos bisicos tt extrae de Ia observacién, Consideremos como ejemplo el ‘imple concepto de erojor. Una explicacién inductivista feria. més o menos la sigulente, A partir de todas las expe- Fencias perceptivas de un observador que surgen del sentido de la vista, un clertoconjunto de ella (Ias que corresponden 4 las experiencias perceptivas que surgen de la vision de (bjetos ojos) tendrin algo en comin. El observador,inspec- clonando el conjunto, es de algin modo capaz de discernir el elemento comtin que hay da estas percepciones y de legar a coneebir este elemento comin como lo rojo, De esta ma- nera se llega sl concepto de rojo» a través de la obser- vacién. Esta explicacién posee un serio defecto. Supone que ' partir de todas las infinitas experiencias perceptivas ha- « vease The structure of selenite revolutions, de T. 8. Koha, Chicago, Chlengo University Pres, 191, p. 70 La observacién depende de la teorta ° tides por un obiervador, el conkinto de exprlencias per etd gue surgen dela vision de costs rojas est de ‘Trine alates deponible pore ser inspecconndo. Pero ese UeRhaa yo oe sutocectiona,cEasl ce enerlo sept el saat agen ena conjuntoslgunds experience percep Teas eetagen otras? Por supuerto, el eter es que SSE Sacayes ae pereepeones de los objets rojos La wee ceios “Sresupene cl'propio concept fo 70}, cya ‘SEBuitcion fe pretende expen, No supone una defensa sean ee Rraucisita sean ave tow padres y Tox eee tclona un Conjunto de objton Foon cuando MaCTOscnihesn comprender el coneepto Se «rojon 38 eee hot Imaresn on como ndquiere por vcr Primers eoncepto su significado, La aflrmactén de que el concept ers apie og come dete ore ‘lenci-y de nada tse fain. Tang ator ob cede atacand on ete cco I conceplsainducivita ingens de Is rela argumentando SIR cs egen gus preeder a lor enunclados obser ‘Ssionaes, de mode qe ela feo afirrar que Ia clencla -comienza con la observacién. Ahora vamos a ver una segunc Senia"Se macar al Induetivismo, Lor eninciados, observa: one ton tan fees como Te eve ge presuponch vo lanes no consitayen una base completamente Se Jura sobre la que construlr fas leyes y teorfas clentficns, pres lugar astra est coston con algunos em los staples desgna manera invents, luego procedere Tadic ‘a’ mporianca Ge la cuestion para Ie lene fando‘algunes Jecpos procedenes de fa cencia y de Ntora tideremos el enunciado: «He aqut un toro de sor un’ profesor al tise que setala una barre Findrcd Glance Sue antiee dlans de a para, close ‘este enunciado obstrvacional tan basico conlleva una teorfa $% Tlie Se dalpor sopocsta una generaliacion de muy Iujp el tal come las barra blaneas que se encuentran alas aula eeren dt las pitarras son trotos de tea. Y, desde {tego no es necenrio. ue esta afirmacion sea verdodera ET prftscr de nustro elerplo, pude estar equlvcedo. Fieke gus‘ eindro lamar en cuestin no ex un tox 0 Alan F. Chalmers et sin una imitacitn cldadoamente hechaolcada Ali pr uname atta qu banc diversion, proces 9 haluiern dees preetc, pod dar tn beso poe Somprobar a verdad et enuhaldo ste sou us tee oe Sie peo, muy signe que cant ft iguross tesla prt, me se fovoque In Corts, ademas nen se Btn un etca abc Pr jer, sr dein ‘lprofeier podria psn cl indo ls aigo i fara Sstla lao blanco resultant y afar cA one

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