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La semana de Ninive DomINGo (Cargo una lvadora hasta el tope, pongo el detergente y la encien- do. El ruido familiar de la miquina forma parte de a seguridad de ris dias. Me limpio el sudor con un pafuelito antiguo que lleva bordado mi nombre. Un anacronismo en esa época. éQuién usa pafiuelos no desechables?Intento recordar ewindo fue que melo ‘egal ese amante igual de antiguo: idoscientosafios? Sube Dios Me dispongo a doblar las sdbanasy toalla recgn salidas de la secadora y asi, per scala secaloram en este sStano caliente y oscuro Adebajo del hotel Casablanca. Turmos de doce horas con una hora para comer. No es el trabajo ideal de nadie y el sueldo es el mini- mo, pero no tengo que lidiar con el sol ni can demasiada gente a Ia vez, Silas labores monétonas y repetitivas hacen que una jomada parezca una eternidad para cualquier mortal, para los ver- daderos etemos es algo indescriptble en términos humanos. Pero hhay que pagar la renta del departamento, los servicios, el telefono, ‘Lo que sea que exiaelespiritu dela época ‘Las manecillas del reloj del s6tano da as seis de la tarde y las chicas del segundo tuo, as camarerasy lavanderas, comienzan a llegar. Me saludan amables, pero distantes porque, aunque st raciocinio no puede explcar lo que sienten cetea de mi su instin to les pide mantener distancia de la gorda plida ysoitatia, Hacen bien, pero no seria necesario en lo que a mise refiere. Me alimen- to de hombres nada mis, de prefeencia de los que sobran cn este planeta, Nunca he tocado a una mujer. Casi todas mis comidas llevan un trabajo de investigacin previo y son plancadas, ara ver producto del azar o del impulso. Escucho los comentarios de las ‘otras trabajadoras, revso las reds sociales, los periédicos, escucho la radio, y tomo en cuenta lo que veo cuando camino por laciu- dad. Antenoche me saci, asf que tengo dos dias sin el impulso. [Eto quiere decir que puedo relajarme un poco y compartir una aparente normalidad con el resto. Mi tumo ha terminado. Paso mi tareta por la miguina viel y voy al bafo de las empleadas. Me doy un baao en la nica regade- cambio mi ropa de tabajo por un vestido coro y apretado y, ‘mientras me peino frente al espejo y cubro mi cara con una base rms oscura que mi propio tono, imagino por un rato que no soy yo. Ahora que ya son ls sete del tarde, subo hasta el oy del ho- tel y me transformo de empleada a clenta. Don Hilatio, el anciano ‘que toca el piano todas as tarde y hasta la media noche, ensaya sus acordes. Me siento en la bara y pido un trago l primero siempre {es cotesia de la casa porque Mario, el barman, es lo mis cercano gue tengo a un amigo, y el segundo es usualmente patrocinio de algin parroquiano solitario y mucho mayor que yo, que s6lo bus- cz-un poco de plitica 0 ejercitase en el arte dela coquetera sin riesgo, ya oxidado en su cuerpo decrépito, Mi bebida favorita es el vampiro, pero me gusta la sangria también, Irénico? La vida esti llena de coincidencias bobas. Fl alcohol no tiene efecto en mi Porque mi organismo es incapaz de absorber nada que no sea la Sangre, pero soy capaz de paladea el sabor y debo dece que no me dlisgustaen absoluto. All, con un vaso en la mano, de espaldas al piano, mientras el lugar se va lenando lentamente, puedo sentrme Jun poco humana, Mirutinaconsiste en llegar muy temprano al ho- tel cuando no ha salido el sol y hago tiempo en el bar hasta que la ciudad se haya oscurecido por completo. FE descanso y el cambio de estimulo es bienvenido. Aunque mi fuerza es mucho mayor a Ja de cualquier persona cada quien tiene vn limite, y doce horas de lvary doblarblancos tiene su costo en mi euerpo también, ‘Chupo mi vampiro usando un popotito de esos que se degra- ‘dan y no son un peligro para la tortigas marinas. Me concentro 2 ‘en sentir el frio guido bajando por mi garganta, en apreciar el Color que no es ni oj ni anaranado, ye abor que se mezcla fom lt modi que exer del pinoy um tania de cet Una television ena pred taste muda un partido de hombres on wom pelos pois tr losin rafal mero no, rg, balonesto, tens, olicheo bab: no import. Son {6lo hombres con un pelos, Oa me spasonsr slg en a vida omo ls aficionado en el bar que mia co ten la pant Tayocomo aegis lox devotso poyarauna de css Casas iracionales qu welven lcs ls persons, como el evo mo delo de telfono alos jvenes La misc la tetra ayuda, por supuesto ques pero hagas lo que hagas la eteridad despuds de varios silos resulta abu Nine, te To manda cl eabller de alli —dice Maroy me sive un segundo vampito, Con un movimiento de cabera sla hacia una era crea del pio Sé dscreta cuando mies watorquet No of Nixie, porque lor okies on deen de pone far qe Senin tnt pies intent, — Mans eps La barca con una jerga qe debe de estar mis lena de bacterat «que cualquier hospital. Ya sabes que los hombres somos una porguera "Rio con Aly termino la primera bebida srbiendo, hasta qu el popote hace un ido expantso. Le devulvo el vaso vai. m=No todo soy una boracha con suerte, La primera mela reget ya tia d sn conocerme Mato sont: iene el cabelo ream hacia ats, jos pequ- foxy hndidos sj unsscoencas encantadoramente masclinas 7 orsias de duende. Me pacera gapo sno fara ni amigo. La verdad es que tampoco tendriaesperanzas de ques ara en tn de otra mane, Evy slays, 2 veos me gustaria saber lo {ue © enamorane, tener alguien cerca, no sentir sola todo el loops Bae que dcbe de Gntane gs cama un entojo vo lid una ft que oc me a pegado afta de com tanto expo con las fnmanoy ns ne ton de amar y ve tan pills romindion dere ques invent cine Hl baraan mae {cade mit enlaces con un plato de cacahuates. Now por G8 sguehacéndol s munca melo com. —No dams algo s6lo porque si: siempre esperamos otra cosa a cambio. {Conoces esos peceshorribles dels profundidades del ‘céano con sa lucecia en el copete? Yo asento diverida ante el esto protector de Mario que me debe de ver como asm hemana mayo. oe Bemana god y fea en camino a converte en una solterona amargada. Me casa termura que pueda pensar en mi como la victima de un hombre, Pero qué vase saber: es sélo un chico honrado que vive en un ‘mundo que es cruel y pelgroso con ls mujeres. Me gio sobre el taburetey miro hacia la mesa de mi Benefactor, el que cree que puede tenerme a cambio de unas onzas de tequl, un poco de Sangta effesco de toronja. Al parecer a estado esperando que Jo haga, asi que cuando nuestros ojos coincien levanta su v380 ¥ brinds a a dsanca. Yo sonio sin abi la boca, no por mal alientoo por una dentadurachuee, sno por os clmills. Debo admit que es guapo, muy por encima de los estindares hu- manos que he vst a To largo de los cientos de aoe que levo viviendo. Supongo que eso deberiaentusasmarme, pero tendo a desconfiar de la bondad de ls extraos, sobre toda de lor her ‘mosos. Seguramente tiene ganas de hacer ns broms cruel, pero no voy a caer ens juego. Deo el vaso y mito a través del cristal de la entrada la noche ya est en su apogeo. Ahora puedo irme y beber algo que me nut en verdad, ses que as me apetecirs Mario est ocupado atendiendo a ous clientes, Me voy sin dex pede ded. Camino rumbo al baio de mujeres y en lugar de entar por la puerta abtibl, sigo de largo por un psillo que conduce# a salida de emergencia. La alma no funciona desde hace ais Empujo la puerta yl fescura dela noche me reibe con algo que podkiainterpretarse como caso, sel cla tovierasetimentos Por las eviatras como yo LUNES Se puede decir sin temor a equivocarse que mi dia de trabajo hoy «es idéntico al de ayer, asf que podemos resumiso en exo, La noche llega por fin, Puedo andar durante horas sin cansarme. Salgo de la zona turstca del centro y de pronto me encuentro en la zona roja “ de la ciudad. No hay nada glamoroso en la prostitucién de este hive no existen prostibulos en casonas elegantes con madame: francesas ni ecorts que buscan pagarse la universidad como eh los paises del primer mundo. Por estas calles caminan los desespera- dos, os sin opcidn, a los que igual ls echan del Paraiso y del In- fico, Me rompera el corizén, ilo eaviera, vera las mujeres que ppornecesidad venden su cuerpo y a los hombres miserables de es pirta que, por unos pesos, deciden comprarls. Mi vestimenta no dlesentona en absoluto y, aunque no soy aractiva para estindaes de la época, de todas formas soy el blanco de comentarios soeces y dlenigrantes. {Que placer les provoca alos hombres hurmlla a las mujeres con palabras? Camino jgnorindolos no por miedo, sino porque no merecen mi atencién de momento. Estoy eligiendo a Ia peor escoria de la calle, al que menos vaya a extraRar el mundo si dejara de robarle oxigeno a la atmésfera Al legar a a siguiente ‘xquina encuentro mi objetivo. ‘Se rata de un tipo Funesto y generico, y por genérico me refiero| 1 repugnante, que le est regeteando la tarifa a uns chiguita que zno debe de pasar de los catorce aos La capa de maquilae sobee su caray su ropa de mayor no me engafian ami y mucho menos a Ls estoy segura de que la ha elegido a ella porque es un pedi —Es una nifia, no seas cabrén —digo tomindolo del brazo. Sorprendido, s gra y me mira de arriba a abajo con una mez ca de asco y desdén. Sacude el brazo para zafarse y yo slo per No te meta, pinche gorda fea. No soy nada pata él y por eso se olvida de mi, Subestimar al ‘enemigo es el error mis tipico del manual. Me da la espalda_y ‘vuelve a acosar ala nia, que mira impaciente a un lado y otro de Ia calle, como si calculara sus posibilidades de hui. Yo compruebo ‘que nadie nos mira. Estamos cerca de una farola; arriba de noso- ‘10s, varias polilas oxcurasrevolotean con torpeza, Nos rodea un hhedoraalcantaila. Una cuadra mis adelante, algunos putaieros dletienen sus coches para que las prostitutas travesti se empinen hhacia sus ventaillas para negociat. Pienso que es una verdadera suerte que este pervertido haya decidido venit apie Lo veo recargarse sobre su presa, Jos brazos fofos y peludos flanquéandol Inclna la cabeza hacia ell imagino que con su 6 terminado de guardar mis cosas en el casillero, cuando ya me esté hablando con su cono condescendiente y gangoso: —Ninive, tenemos un cédigo cuatro, repito un cédigo cuatro tice con ei radio en la mano, mirindome con soma. Me lo reporta Lolita, que ya viene en camino con tu regalo, Eltipo tiene la boca chueca, los dienes amarillo, y parece que Dios no lo bendijo con una quijada. O un alma, El placer que le dda hula ls mujeres a su cargo, que tienen que aguantarle lo ‘que sea porque necesita el trabajo le da una energia oscura que lo mueve por los pasillos del hotel con una cadencia malévoa. Las ‘empleadas que deben de sonrer cuando él les da una nalgads 0 ‘cuando pasa cerca de elas y roza sus pechos como sino e diera ‘cuenta 0 peor, cuando desliza su paquete asqueroso por detis de sus cuerpos, ffotindose como un animal. También es su obliga- cin cera la boea y no defenderse cuando el supervisor revs las hhabitaciones rcién hechas y decide que algo no est bien limpio, ‘la mucama en cuestin slo le queda volver aasear mientras él supervsa desde la puerta, impidiendo la saida hasta que se aburre 1 se va, probablemente para acosar a una nueva victims. Mesa e5 tema principal de conversacin de las camarstas exando vienen a dejar las sibana ytoallassucias. Ahora este pelafustin quiere o- derme el dia con un eédigo cuatro, que quiere dece blancos sucios por sangre, orines, vémito 0 mierda —Ningin problema —digo acercindome a él hasta viola su espacio personal—. No las voy lavar a mano, ‘Mi cuerpo se pega al suya por completo y mii mano recore el fiente de su pantaldn, A pesar de su altura, el supervisor te tensa ‘con miedo y da unos pasos atris hasta topar con la pared. No slo es el machismo cobarde ante la inversin de los papeles, sino el instnto mis puro de un conejo que se sabe atrapado por un zorr0. Lo he presenciado tantas veces: sus ojos se desbordan con tn teror primitivo transmitido de generacién en generacin dest ‘specie ante a mia. Cuando Lolita llega con las sibanassucias de mierda, el su pervisor Mesa finge tomar una llamada en su telefono y sube por Jas escaleras cas corsiendo, La mucama parece confundida ante la reaccidn del hombre, sobre todo porque no le ha hecho ningin 6 <¥ ahora a éste qué le pasa? —pregunta mientras vacia la bolsa con las sibanas. Yo las tomo, as examino como si fueran antigitedades,y procedo a ponerlas en una lavador. “Nada, 7e0 que no le gustan as mujeres de mi tipo. Mis tarde, cuando espero la oscuridad sobiendo mi vampiro en labaea, me plantco iberaal mundo del supervisor y ena, claro, Sera un lio par el personal femenino dl hotel ye abria una ‘vacant, jst en este momento en que el desempleo est en cifas istérieas. —Teinvtria otra bebida slo para saber lo que esti pensand. ‘Me sorprende que ete hombres dca a una servidor. Fuera dle Mario, nadie me habla slo porque st Leo el da entero do- blandosibanasy tolls, agachindome fente a lvadoras y se dora, no estoy peinada ni magullada,y evo una playera vii, pantslones de mezclllay tenis, por no hablar de mis eins los ‘trade peso para la norma fala de eta década No és me ests hablando a mi, pero te juro que no quie- res saber lo que estoy pensando le digo al iempo que veo que crcl mismo que me mandé un vampizo el lanes pasado. Ese dia ppensé que era una mala broma, uns de cis apscras uc hacen fos imbsciles con sus amigos mbes, pero ahora lo dudo.O exe cabulleo es extremadamente maligno tesoneroo, quis, en ea lided quiere conocerme. sons, edo un wago lo que imagines his o alguna ova tobi mbar, se acomoda sobre ss codes ys inlina hacia mi. —De verdad que quiero saber sDemasiad hermosor, pienso. Desde el inicio de los tiempos, la belleza le daa la gente un poder que no se merece. Al igual aque los nis maleriados, los bonitos del mundo necesitan una buena lecién «Cuidado, guapo, note vaya a mata la cuiosidad ‘gatunas, eo To pienso nada mis, porgue cuando abro mi boca lo ue sale a em naar sper ta vero gs no de eos El sc echa ari, pero no con una risa nervosa o incémods, sino honest: lo que acabo de deci le diver genuinament. Su 6 cercania es prueba de que no me tiene miedo. éSers que su sober bia de hombre guapo le ha socavado el instnto de supervivencia? Seguro se lo merece. Me llamo Gerardo. {Te puedo invtar a cenar? Me lo suelta as, sin mas, y su pregunta me hace escupir parte de la bebida, pues lo que ha dicho es un juego de palabras del que peda salir mal librado, ya que el tinico alimento que podria darme circula por sus vena. Sigo pensando que esto debe de ser una broma: éen qué momento alguien tan bien parecido se fjaria en Ninive? Y no me refieo a mi naturaleza vampirice, sino 8 este cuerpo y a esta cara desangelada, por usar un eufemismo. Mi cuerpo obes0, los musls gordos, los brazos foes, a papada, el vientre, todo lo que fui cuando era humana se convirtié en ‘mi caparazén para Ia etemidad. Eso de los vampiros jévenes y hhermosos es tan real como la honestidad de los politicos. Uno se cconvierte y conserva el cuerpo que Dios, la naturaleza o el azat nnos asgnaron, éPuede uno en realidad ser algo mis que su cuer- po? Aunque no lo creo, decid jugar su juego, epuirle a coriente «su broma o lo que sea que este hombre pretend Mucho gusto, soy Ninive. Y aunque no lo parezcs, nunca «eno. —Antes de que me respond, sigo—: Pero me puedes invi tara tu casa o departamento, El guapo no se intimida con mi asetvidad ni aborta la misin, Al contrario, me contempla sin desviar la mirada, se termina el whi y dice Como soy casado tendriamos que usar ott lugar. —Entor- 1a ls ojos como si alguien le susurara algo desde el techo y toma el resto de mi vampiro como si yo le hubiera dado permiso—. Y mira, dala casualidad de que estamos en un hotel. Viejo, de tres cstrellas, pero hotel, afin de cuentas. Esta vez me rf, El tipo de verdad me ha hecho ret, Cuindo fe la Gltima vez que re? éTeeina, cincuenta aos? Soy clase trabajadora, asi que pagas ti —digo mientras me bajo del taburee —Soy médico gineedlogo obstetra, no un pelagatos —dice sacando la cartera del bolo del pantaldn. Una eaeea nueva, de piel, ena de plistio crediticio ybilletes. Alos hombres se les co- nnoce por el estado de su cartra,Paga la cuenta y deja una propina _generosa para Mario, que mir la escena levantando la exja de una ” mancta chistosa. Antes de que termine por dark la espalda, veo de rojo qe me hace unos gestos que yo intepreto como «Flina, ‘ava tener accibn! Me tienes que contar todo después ‘Atravesamor por la clos que divide el bar de larecepcién del hotel. Tat el escrtoio ext doa Zita, una mujer de sesenta ¥ pico de ios com el cabelotono rubio Barbie y malratado como tstropao, con una guess capa de maquillje como el enjarre de ‘una pared para apa las argas. Con todo y mi fealdad, sé que me fnviia por mi jventud reativa Yes0 que no sabe que seguiré Juciendo igual cuando ella se haya interado ala gran composta dela humanidad. Su cara de sombro al verme junto al médico es, la cereza al pastel de mi da: no logra concebie que alguien como 4 pague una habitacin para exar conmigo. Fl no dene empacho fen pagar con la tarjeta de erédito y mostar una identifcacion ical: Ante los hombres ern menos cinco, pienso mientas ck Iminamos al elevadory me toma la mano, su egolla matrimonial encajndose en mi piel. Para nada esque JUEVES [No ha salido el sol ain y ya estoy guatdando mis cosas en el casi- lero. No por nada he recibido un esimulo por puntvalidad desde cl primer aflo que trabajo en el hotel Junto a mi esté Ruperto, el pportero dl tumo de la noche alistindose para volver 2su casa. Me hace la broma de siempre, sobre cmo parece que vivo en el hotel: ya estoy aqui cuando él se va, ysigo en el hotel cuando él represa para empezar sa jomada No sera mala idea vive qui igo con mi sonrisa sin dients. Rara vez soni y hablo muy ‘poco, easi nunca feente a otra persona. Ruperto se cuelga la mo- chila de manta al hombro, se acamoda la boina estilo abuelo y cerns su chara “—Abriguese, seforita Ninive, Durango es helado por ls ma- ‘siento en silencio y voy alos batios. Me encierro en uno de los cubiculos mientras el resto de los empleados, cocineras, mu amas, meseros y demésllegan alos easilleros y ponchan tarjeta. Desde mi escondite puedo escuchar murmullos, rss, quias,chis- n res del dia anterior. Cero los ojo y recuerdo el dia de ayer Sin dda no de eos encuentro gue n e dan con cha fee Gia. Al meno pram A pst de ques esndars de ble ambi eda to, dese gu tengo memoria estoy en api ade lo que eae reso pan ser una mur el coando Tos hombres no i prefere aca com lapel pada al hs, et susan misao pero con fomasmposes caer ach, Pechosgeneroron cinta de sip coms beston de Ie grass copoa ese na lion peonal yn pect dels Tote genes. Por eo me orprenti cnndo Ger, lcendo como Ice, extbs fcnad conmigo det un hombre her Imo independentemente dela epoca) agar sera stave Como sldad espana, blero dels cada ey europe, tsa de Hollywood str, pile svar dea Segunda Gu ta Mandal, epiendo entre bs beso lo macho qu Ye fsaba, Amaia mis lonan, econ acca ete ms pecs, Sper en todos mit pegs con una li ea inf Tve Gut hacer acpio de oda mcr de voutad par no moweto ai mismo y vaca hasta tna gota El pape de ou sng bajo pil uid fae ua proc de acter ecru En algdn momento teminamon spotadon mando al tech, procesund a sersiciones een capermentadas Dep de ‘to snuncis qu sla tude as lear aes meio un bso Y promis qe repesiimos eto djs con an movimiento Seto te or sry doy come le tie ever soe mi cone aplomno de ox pvielados gue Se hen salido con la suya desde nifios. ieee eno. Cuando todo se han do ago de mi escondte, voy a dea de ead, pongo pinera cag del ds contempt tolls blancs gars eaves de a eons ronda Las evade es sempre me ponen spent La humana; prot ado, eco tanto que noel de mis maneneria plac ya pars evar I devas toa de planet como en mana Se eines ue terminaran con un tonsa comptes sles dja en libenad Ser exe opt de ls de as ep unto mientras peno ena tarn yl aero perfects de Gee ‘amit que he desea encontrar, hae ua vaso completamente nal enon sper con alin set 2 ‘que me dejara viuda en algin momento. Por supuesto que ¢s solo tna idea. Qué terible debe de serlaesposa de un hombre que pro- ‘cis sele fel y nolo es: mal negocio el matrimonio, en verdad. ‘Suxpio y miro el teloj- De un tiempo para ac la eternidad me esti costando demasiado. No hago mis que contar los minutos para que Hlegue la hora de salir al trabajo, y cuando ya estoy en «1s, no hago més que contar las horas para volver al hotel. ¥ en {re.una cosa yl otra, quizis una comida, una pequefa caceria que sie emociona y me hace sentir viva por un instante. Quiza por eso ‘ecido evitar fa raina del bar esta tarde. Es posible que Gerardo teste all experindome para subsea una segunda vuelta al arrusl; ‘peor, no estar para dart a desea y jugar a esos estpidos juegos {gue practican las personas, Ninguna de ls dos opciones me ape- fece, asf que me encierro en una habitacion que se ha convertido cnla bodega de los muebles rotos que serin eparados, donde s6lo ls ratones, las ata, los fantasmas y yo solemos entrar. Polvo yy encicrro en exceso. Hago tiempo alli hasta que llega la noche ‘Después me pongo una falda muy corta y una blusa pegada que deja entever toda la grasa que me sobra. Uso la salida de emergencia que da al pequefo estacionamien- to del hotel. Alli afuera esti Mesa, el supervisor, fumando en una pose de James Dean que seria convincente sino fuera porque es uno de los hombres mis repulsivos que he visto en los skimos siglos: calvo con pequetos brotes indecisos en el cxineo. Alto, tan alto que su cabeza luce pequeda para ese cuerpo que jamés se ha cjerctado, de extremidades delgadas y flojas,y una panza {que levanta la camisa como si fuera a brotarle un xenomorfo en ‘cualquier momento —Tendria que despedirte. Tu turno acabé hace dos horas y se _gues aqui —dice expulsando el humo con un gesto que pretende ser sexy, pero que en él resulta grotesco, Paso de largo como si no lo hubiera visto, pero cuando estoy ‘cerca murmur Un insulto alusivo a su madre. De la manera mis, predecible para un tipejo como 4, tra el cigaro al suelo y lo psa ‘con in movimiento dramético, machacindolo con su bola ¥ o- ‘ienza seguirme por la banqueta apenas iluminada, La verdad «es que tengo hambre y lo mismo podria sacirme con un pequetio delincuente de esos que roban la casa de un anciano que vive solo B © con un violador de lote baldio, pero decido que sea él cuando _scucho sus pasos siguiéndome con a certeza que tienen los hom bres, en este pais en particular, de que pueden disponer del cuerpo ‘ode la vida de una mujer sin consecuencia alguna. Doce mujeres, slesapatecen a diario en México y nadie levanta una cea. Imagino «a Mesa diciendo, cuando alguien encuentre mi cuerpo desnudo en algin terreno baldio © en algin depésito de basura: «Ninive siempre andaba sola de noche. ¢Y esos vestidos? URE, con ese eso se los pia haber aborado, pero guide manda andar aside provocativa. El problema para él, un macho regular y promedio, esque yo dlisto de ser una mujer regular y promedio, yest a punto de ave- riguarlo. Me coloco unos audifonos para lucr distrafda mientras camino, No son solo sus pasos y su respiracin lo que mis oidos finos pueden percibir: también puedo olerio, ese sudor nausea bbundo y penetrante, y por encima de todo, el aroma a la sangre fluyendo com ingenuidad por sus venas, Cruzo por enffente de la iglesia de santa Ana y gio a a igquierda en tn eallején con slumbrado descompuesto que une la calle Consttucién con la de Bruno Martinez. Son eas las once de la noche. Desde luego que gira tambign detris de mi. Segundos después, su mano enorme se ciera alrededor de mi antebrazo y me jaa con esa fuerza que ‘procura el dolor. Lanzo un grto de sorpresa y lo dejo hacer: le per- ‘mito creer que tiene la ventaja de la fuerza fsica, Algunoscatros

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