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L_ PROBLEMATICA DE LAS RELACIONES INTERNACIONALES La consideracién de las relaciones internacionales como ciencia que se ocupa de estudiar la realidad y los problemas internacionales constituye un fendmeno muy recien- te, por cuanto se inicia en los paises anglosajones en el periodo entre las dos guerras mundiales’. Esto no significa, como es logico, que no se haya indagado cientificamente con anterioridad sobre la realidad internacional, tratando de comprenderla ¢ interpre- tarla, pues, dejando al margen aportaciones mas antiguas, ello se ha venido haciendo desde la perspectiva particular, sobre todo del derecho internacional y de la historia diplomatica. Significa tinicamente que slo después de la Primera Guerra Mundial surge en el marco de las ciencias sociales una disciplina que se enfrenta a la realidad y los problemas internacionales desde una éptica y con unos planteamientos que pretenden ser globales y no particulares o parciales. La razon de este caricter reciente hay que encontrarla tanto en la evolucién de la sociedad internacional como en la propia evolucién de las ciencias sociales. A partir de la Primera Guerra Mundial, que actuaré como catalizador del replanteamiento que se produce en los estudios internacionales, los estudiosos empiczan a tomar concien- cia de los importantes cambios que se estén produciendo en las relaciones internacionales respecto del pasado, asi como de los nuevos problemas que presentan las mismas, 10 que exigia una indagacién nueva, especifica y global sobre ese sector de la realidad social que hasta entonces s6lo habia venido siendo objeto de consideracién parcial 0 sectorial por parte del derecho internacional, de la historia diplomatica y de la diplo- macia entendida como ciencia, En conereto, se empieza a percibir que el tradicional sistema de Estados, que habia venido funcionando desde el siglo Xvi, iba dejando paso un nuevo sistema internacional de caracteristicas y dinémicas diferentes, en el que incluso aparecian actores estatales, nuevas grandes potencias, especialmente los Esta- dos Unidos, con politicas distintas de las tradicionales, que anunciaban la nocién y la realidad de Io que después de la Segunda Guerra Mundial se denominarian superpo- tencias. El especial e indiscutible protagonismo que los Estados Unidos tendriin en la génesis y desarrollo de las relaciones internacionales como disciplina cientifica ven- dra a ser reflejo de esa nueva realidad internacional. El replanteamiento de Ios estudios internacionales se ve favorecido por el desa- rrollo que en ese mismo periodo conocen las ciencias sociales en general y la ciencia politica y la sociologia en especial. Esta evolucién y cambio de la sociedad internacional y de la noci6n y realidad misma de gran potencia, que estd en el origen y desarrollo de las relaciones internacionales como ciencia, se ha materializado en dos grandes y fundamentales procesos de cam- bio, todavia abiertos en muchos de sus aspectos, cada uno de los cuales contiene en ' Para el desarrollo de las relaciones internacionales como teoria y como diseiplina en Espafa, vid ‘AneNAL, Celestino del, La teoria de las relaciones internacionales en Espaita, Madrid, 1979, on 18 IxTRODUCCION A LAS RELACIONES INTERNACIONALES toda una serie de dindmicas y procesos de cambio parciales, més o menos i So ae onfiguracion de ese proceso fundamental seialado, Estos dos grant e cambio son, por un lado, el paso de la sociedad internacional ala soci. por otro, el paso del conflicto a la cooperacién. Ambos procesos son Somo es logico, inseparables, dependiendo totalmente uno del otro . El paso de la sociedad internacional ala sociedad mundial viene a resumir Io qug hemos calificado de primer gran proceso de cambio. Hemos pasado, en un periodo je tiempo inferior aun siglo, de una sociedad internacional desintegrada, absolutamen, terepionalizada yanclada en problemas y estucturas que tenfanalos Estado, oa ota, formas de onganizacion politico-social en periodos més alejados de la historia, comp cexclusivos referentes pricticos, que no tedricos, de las relaciones internacionales, ‘una sociedad mundial con gérmenes de integracién, universal y cuyos problemas y estruc, tunas desbordan los referentes exclusivamente estatales. Hemos pasado de una socie. dad internacional en la que los intereses comunes y solidarios brillaban en general poy fo ausencia a una sociedad mundial que encuentra precisamente en la afirmacion de sos intereses comunes y solidarios su razén de supervivencia, ste gran paso, todavia abierto, de una sociedad internacional a una sociedad muy. dial se puede sintetizar en toda una serie de dinamicas yfactores de cambio en intimg felacién y dependencia, como son, entre otros, la universalizacién y globalizacién de Te soviedad internacional, através de un proceso mediante el cual se ha pasado de un mundo de sociedades internacionales particulares oregionales, més o menos aistadas pen contacto entre si, a un mundo en el que se puede afirmar la existencia, por pr. icra vez en la historia, de una sociedad internacional universal o planetara; la cre. Ciente interdependencia y/o dependencia, heterogeneidad y complejidad de esa sociedad mundial, como consecuencia entre otros factores de esa misma universal pacidny globalizacidn; la crisis del modelo clisico del Estado-nacién, producto de esa globalidad e interdependencia compleja y, en consecuencia, del debilitamiento pro. teresivo dela distincion entre lo interno y Io internacional y de la consiguiente neces {had de buscar a mayor o diferente escala nuevas formas de organizacién politica, Scondmica y social; en relacién directa con lo anterior, la multiplicacién de los acto. res no estatales de las relaciones internacionales. Fl segundo gran proceso de cambio sefialado ¢s el paso del conflicto,traducido en violencia, ala cooperacién. Proceso todavia abierto y cuyo desarrollo final es ain incier- to, que viene a ser en gran medida una consecuencia del paso de la sociedad interna- cional ala sociedad mundial. Este proceso de cambio seré el que determine la forma futura de la sociedad mundial, dependiendo del mismo el futuro orden mundial, ‘La mundializacion de la sociedad internacional provoca necesariamemiteel cam- bio en las pautas de comportamiento, en los valores imperantes, en los modos de ges- tién, como forma de dar respuesta adecuada a las nuevas realidades, Frente al conflicio. traducido en violencia que en el pasado fue Ja via normal de solucién de los proble- mas, y que todavia no ha desaparecido, se intensiica la cooperacion en todos los cam- pos, ambidndose una de las caracteristicas tradicionales més significativas de la sociedad internacional. Este gran proceso de cambio, que esta todavia abierto y cuyo final es incierto, es traduccion de la intensificacién de dos dindmicas nuevas, que rompen con las viejas tantes ef dad mundial y, INTRODUCCION 19 dinémicas que han caracterizado tradicionalmente el comportamiento estatal en las relaciones internacionales. Nos referimos, por un lado, al progreso del multilateralis- mo frente al bilateralismo y, por otro, al crecimiento de la importancia de la llamada tradicionalmente low politics, que hace referencia a las cuestiones econémicas y cien- tifico-técnicas, frente a la también denominada tradicionalmente hight politics, que se refiere a las cuestiones politicas yestratégicas. Los cambios que ello provoca se ¢xpre- san, a su vez, en las relaciones Este-Oeste y Norte-Sur, asi como en el progreso en la solucién pacifica de los conflictos internacionales. Las relaciones internacionales como disciplina cientifica han nacido y se desa- rrollan, asi, directamente ligadas al proceso de cambio de una sociedad internacio- nal que progresivamente va perdiendo algunas de las caracteristicas del pasado y asumiendo otras distintas, que la van transformando en una nueva sociedad interna- cional. Toda la corta historia de las relaciones internacionales, desde su mismo naci- miento hasta sus mas recientes desarrollos, va a estar decisivamente marcada por la realidad y la problematica del cambio tanto en su dimensidn factica como en sus dimen- siones axiolégica y psicol6gica. Las relaciones internacionales, como ciencia y como teoria, son, en consecuencia, aun en SUS més tradicionales y conservadores plantea- mientos tedricos, el mas claro exponente del cambio de la sociedad internacional. Su propia evolucién tedrica no hace sino reflejar con absoluta exactitud los cambios cada vez mas profundos y radicales que experimenta la realidad internacional y la necesi- dad de interpretarlos adecuadamente como forma de ofrecer soluciones alos problemas del mundo?. Las relaciones internacionales, que nacen directamente ligadas a la biisqueda de soluciones a los problemas internacionales y, en especial, al problema de la guerra, no van a perder en ningin momento, a lo largo de su desarrollo, este sentido, reflejando en iiltima instancia en su desarrollo teérico el cambio y la consiguiente aparicién y toma de conciencia de nuevos o renovados problemas y ia busqueda de respuesta a los mismos. ‘Sin embargo, esta finalidad que persiguen las relaciones internacionales desde su mismo nacimiento dista todavia de haberse logrado a pesar de los indudables progre- 808 cientificos que se han producido en este campo de estudio desde 1919. La difi- cultad de aprehender el cambio con todas sus consecuencias, que no son pocas ni nimias, esta, en nuestra opinién, en la base de este relativo fracaso y explica los continuos deba- tes tedrico-metodolégicos que se han venido produciendo desde los afios treinta, Precisamente, desde esta perspectiva, nuestro punto de partida en el presente estu- dio es la consideracidn de que, a pesar del espectacular desarrollo tedrico y metodo- logico de las ciencias sociales a lo largo del siglo XX, todavia mio disponemos de un marco teérico-metodol6gico adecuado para la comprension de la sociedad internacional y de sus graves y urgentes problemas, que afectan vitalmente a todos los hombres. Ni Jas relaciones internacionales en su concepcién dominante hasta ahora ni, por supues- to, las demas ciencias sociales han sido capaces de adoptar la perspectiva y las cate- gorfas adecuadas para enfrentarse a la realidad internacional de nuestros dias. Si esa 2 Vid, ARENAL, Celestino dé, «La teoria y la ciencia de las retaciones internacionales hoy: etos, deba- tes y paradigmas», Foro Internacional (México), vol.29 (1989), pp. 583-629. 20 INTRODUCCION A LAS RELACIONES INTERNACIONALES .ciones internacionales, se im, fancion y tarea correspot creemos,alasrelacion : se) en neces oveplanteaiento 2 as concepeiones dominantes en nu campo de estudio en linea con los planteamientos que desde principios de la década arse por algunos internacionalistas. de los setentaempiezan a realizes Por onal educcin de as relaciones inter. ‘Seimpone, en consecuencia, superar la trad nacionales al estudio exclusivo del sistema de et irerneit aa a la paz, entendida ésta como la simple ausencia de . ¥ ar las {a Pa cat emacionales como Ia cencia que se ocupa de bekwtnerprrertt ned . cons oe a perpectv dela paz, considera no s6l0 como y de todos sus problemas, 1 la realizacién plena del hombre ic mio también come ausencia de conflicto y guerra, simio p 0 ‘Amt todo, por supuest, las relaciones internacionales hhan de continuar ocupndose Geto internacional, problema clisico de esta cien- del problema del guerra y del com arciony desarrollo del arma nuclear, se ha -omo consect la Jas el hambre las privaciones socioeconomicas de todo tipo, Ia opresién y el a eco Todas ellos, incluida la guerra, son inseparables y no conocen las FE ios idad amenazadora, que reclama la aten- os Estados, configurando una reali 2 aoe Md las relaciones internacionales, no desde las perspectivas tradiciona- Tes, que se han revelado incapaces de solucionar esos problemas, sino desde nuevas peropecivas, superadoras del paradigma clsico y dominante del Estado y del poder vrs relaeiones internacionales, como disciplina cientfica y como teorfa, representan cen la atualidad, por lo tanto, una parte importantisima del esfuerzo de los hombres por entenderse a si mismos y por solucionar algunos de los mas graves problemas 2 Que se enfenta hoy la humanidad. Es ésta la que, eniltima instancia, debe estar ene] punto de mira de nuestra disciplina. ‘De ahi, su carter nuevo y la falta de una tradicién cientifica, y,en consecuencia, las ambigiiedades e indefiniciones en que todavia se mueve. De ahi, igualmente, la importancia de nuestra disciplina. 2, LACUESTIONTERMINOLOGICA En una ciencia joven, caracterizada por Ia imprecisiGn de su objeto, de su nocién, deus categorias y conceptos, la cuestién terminolégica no es algo puramente formal. La falta de acuerdo en cuanto a la denominacién de la propia disciplina es ya un sin- toma de la problemética que subyace en la cuestién terminolégica, pues la eleccién de una w otra expresién lleva con frecuencia implicita una opcién tedrico-metodolégica yuna delimitacién del campo objeto de estudio, que necesariamente incide en la pers- pectiva y fines de Ia indagacién cientifica. INTRODUCCION 2 Aunque, como es ldgico, esta cuestiOn en sus diversos aspectos se iri aclarando paulatinamente a lo largo del estudio de las distintas concepciones de las relaciones internacionales, para quedar fijado cuando expongamos nuestra concepcién de las rela- ciones internacionales, se hace necesario, a efectos introductorios, delimitar las line- as generales del problema. La cuestién terminolégica debe, pues, plantearse, al menos inicialmente, en dos planos distintos pero intimamente relacionados. Uno, la denominacién que define el ‘objeto de estudio, el campo de la disciplina, es decir, el objeto material. Otro, el de la ‘expresién que individualiza la disciplina cientifica que se ocupa de ese objeto mate- rial. El hecho de que en muchas ocasiones coincidan ambas denominaciones no debe hacemos perder de vista que es posible, y puede ser hasta deseable, la utilizacién de distintas expresiones en uno y otro caso. Dejando, pues, para el andlisis posterior el tema relativo a la mds adecuada deno- ‘minaci6n de nuestra disciplina cientifica, procederemos, en primer lugar, a fijaros en la cuestién que hace referencia al objeto de nuestro estudio. Los estudiosos emplean comiinmente términos que, o bien hacen referencia direc- taa las relaciones humanas que son objeto de atencién, como «relaciones internacio- nales», «relaciones interestatales», etc.,o bien serefieren al resultado de esas relaciones sociales, desde una perspectiva unilateral o particular, en cuyo caso se habla de «poli- tica exterior», «politica internacional», «politica mundial», o desde una perspectiva glo- bal, uilizandose expresiones como «sociedad internacional», «sociedad de Estado», «sociedad mundial, «sistema internacional», etc. Se comprende, por tanto, la importancia del problema subyacente en la cuestién terminologica, pues el objeto de nuestra disciplina seré muy diferente, en principio, segiin se adopte una u otra denominacién. Digamos, como punto de partida, que aceptamos la denominacién de «elaciones internacionales» como la que quiz, a pesar de sus imprecisiones, refleja en la actua- lidad mas correcta y comprensivamente el sector de la realidad social objeto de nues- tra consideracién, pero con una precisién, la de que el objeto de estudio de nuestra disciplina es el resultado de esas relaciones, la sociedad internacional. Desde esta posi- ci6n, las expresiones «relaciones internacionales» y «sociedad internacionab» sirven cen sus respectivos niveles para designar el sector de la realidad social que estudiamos. ‘Nuestra opcién por las mismas se basa tanto en cuestiones de adecuacién entre el tér- ‘ino y la realidad, como en razones de general aceptacién, Sin entrar en la diferenciacién sociolégica establecida por TONNIES entre los tér- minos «comunidad» y «sociedad» ’, aplicado al derecho internacional y a las relacio- nes internacionales por POCH‘ por cuanto para el objeto de nuestra indagacién parece claro que, enel estado actual del mundo, la denominacién mas adecuada es la de «socie- dad», como tendremos ocasién de ver al desarrollar nuestra concepcién de las rela- ciones internacionales; sin considerar que el término «sistema», tan de boga en Ia 2 Townes, E, Gemeinschaft und Gessellshafl. GrundbegrffsinesSoziologie,Beslin, 1912; versin castellana dela 8." ed alemana (1936): Comunidad y sociedad, rad. de JF. Ivars, Barelona, 1979. * oct G. pe CaviEDES, Antonio, «Comunidad internacional y sociedad internacional», Revista de Estudios Politicos, vl. 12 (1943), pp. 341-400, 2 INTRODUCCION A LAS RELACIONES INTERNACIONALES actualidad en los estudios internacionales, pueda ser fiel expresién de la realidad py nna que nos corresponde estudiar, dado su carécter mecanicista’,y prescindiendo qe onsideracion de las expresiones «politica exterior», «politica internacionaly, etc. en cuanto denotan una perspectiva unilateral o particular, dificilmente pueden a¢°® tarse para definir el campo objeto de estudio de nuestra ciencia, y que en todo aay” tratardn al referirnos ala denominacién més adecuada de la disciplina, la cuestijn <® ninoldgica se plantea principalmente respecto del caificativo «internacionaly, Lapolémica es ya antigua, pues se ha planteado en términos similares, quero gy, ticos, en el caso del derecho internacional. Se ha criticado la expresién alegando nn no guarda correspondencia con el verdadero objeto de nuestra disciplina, pues an adm, tiendo que en el siglo xvi, cuando J. BENTHAM acufia,refiriéndose al derecho inte, nacional, la expresin «internacional», naciones y Estados fuesen términos equivalente, hoy, sin embargo, de un lado, no lo son, y de otro, el objeto de nuestra ciencia no son, s6lo las relaciones entre Estados, con lo que no existe adecuacién entre el térming y su contenido. Frente a esta cuestién caben dos opciones. Una, tratar de encontrar una expresijn ‘més exacta, Linea que han seguido autores como SPYKMAN, que considera mas correc. to hablar de «relaciones interestatales», aunque abandona la iniciativa por su escaso éxito sy WRIGHT, que considera como més adecuada la expresiOn «relaciones entre sprupos de podem»’. Otra, retener la expresidn «internacionales», pese a sus limitac nes para referirse ala realidad objeto de estudio. Ello se explica por la falta de éxito de las expresiones alternativas, porque se trata de una expresion comiinmente admiti- day porque no resulta cil encontrar otra denominacién mas adecuada, sobre todo si Se tiene en cuenta la variedad de planteamientos existentes entre los especialistas en cuanto al objeto de la disciplina. ‘Nosotros adoptamos esta segunda posicién, por las razones apuntadas, pero sien- do conscientes que debe entenderse en un sentido amplio, no estricto, por cuanto abar- ca a todo tipo de relaciones sociales que configuran y afectan de modo esencial a la sociedad internacional. Ello no nos impide aceptar dentro de la amplia expresién «rela- ciones internacionales» otras expresiones, como relaciones transnacionales, interes- tatales, intergubernamentales, interculturales, etc., que pueden servir para individualizar un tipo conereto de relaciones internacionales. Lo mismo cabe decir respecto de las propuestas alternativas a la expresién «socie- dad internacional», como «sociedad mundial», «sociedad global», que si pueden ser ‘mis exactas y su uso es cada vez més frecuente entre los especialistas, como forma de 4 Nuestro rechazo de la expresion «sistema» para designar la realidad social, objeto de nuestro estu- dio, no supone que no estimemos itil esa expresidn para referirse en ocasiones a fengmenos internaciona- les que responden analdgicamente a la idea de sistema, como es el caso, por ¢jemplo, del sistema europe0 de Estados. Para una mayor precision de nuestra posicién tespecto de la expresién «sistema» nos remit- ‘mos ala parte de esta obra dedicada al anilisis de la aplicacién de la teoria de los sistemas a las relaciones internacionales. * SpyMAN, Nicholas 1, «Methods of Approach no the Study of International Relations», en H.J. Mor. enTiAu y K.W. TuoMPson (eds.), Principles and Problems of International Politics. Selected Readings, Nueva York, 1952, p.25 ” Watatr, Quincy, The Study of International Relations, Nueva York, 1955, p. 7. INTRODUCCION 23 sefialar la necesidad de superar las concepciones que tradicionalmente han venido redu- ciendo la sociedad internacional ala sociedad de Estados y de enfocar su estudio desde una 6ptica omnicomprensiva y global, sin embargo, pensamos que, a pesar de su vali- sez soca tava minimameneaceptadas. Por cl, sinperjucio de qe enn futu- se imponga la expresién «sociedad mundial», estimam laexpresion ‘més adecuada es la de «sociedad internacional Tees Aclarado lo anterior ha quedado ya relativamente despejado el campo para plan- tearse la cuestion terminolégica en el segundo nivel que sefialabamos, el de la deno- minacién de nuestra disciplina. Eneste punto, SPIRO sefiala, refiriéndose a los Estados Unidos, que si inicialmente seimpuso a denominaién relacons internacional, na década de los cincuenta jo paso a la de «politica internacional», teriormente imponerse la de «poli- tieamdiaby' Canbos de denomineién que refigjen: iocuathiatte aokeapeeet dominantes en cada momento. En Europa, sin embargo, la denominacién «relaciones internacionales» sigue teniendo una amplia aceptacién. Se impone, pues, clarificar las distintas denominaciones, tanto a efectos introductorios del estudio que sigue, como en orden a dejar establecido el porqué consideramos que Ja denominacién «relaciones internacionales» es hoy la que mejor expresa el alcance de nuestra disciplina. Las denominaciones mas usuales, que es necesario aclarar, son «estudios interna- cionales», «politica exterior, «politica internacional», «politica mundial», «relacio- nes internacionales» y «sociedad mundiab». ‘La denominacién «estudios internacionales, frecuente en Francia, no ofrece espe- ciales dificultades, debido al sentido muy general y poco preciso que tiene, ya que inclu- ye todo tipo de estudios sobre la realidad internacional, se realicen desde una perspectiva juridica, politica, sociol6gica, psicolégica, geogrifica, etc. Estamos, pues, ‘mas ante un area que abarca distintas disciplinas, como las relaciones internacionales propiamente dichas, el derecho internacional, la organizacién internacional, la histo- tia internacional, etc., que frente a una disciplina cientifica concreta. Mayores dificultades ofrecen las denominaciones «politica exterior y «politica internacional», utilizadas con frecuencia, sobre todo en los Estados Unidos, como sind- rnimas de «relaciones internacionales». Por «politica exterion» debe extenderse el estudio de ta forma en que un Estado lleva sus relaciones con otros Estados, se proyecta hacia el exterior, es decir, se refie- rea la formulacin, implementacién y evaluacién de las opciones exteriores desde el interior de un Estado, vistas desde la perspectiva del Estado, sin atender ala sociedad internacional como tal. En ningiin caso cabe, pues, utilizar esta denominacién como sinonimo de relaciones internacionales, pues éstas se refieren a un objeto mucho mas ampli. ‘La denominacién «politica internacional» tiene ya mucha mis entidad, pues abar~ ca una realidad mas amplia que la de la politica exterior, ya que se refiere no solo a gecién exterior de un Estado, sino al conjunto de las relaciones interestatales que cons- ' spino, Herbert, Horld Politics: The Global System, Homewood, Il, 1966, p. 1 24 INTRODUCCION A LAS RELACIONES INTERNACIONALES tituyen el sistema de Estados. Aqui la perspectiva no es la de un Estado, sino la de g sistemaen su conjunto. Se comprende, asi, que esta denominacién se utilce conmuchs frecuencia como intercambiable con Ia de relaciones internacionales. En esta linea q preconizar Ja denominacion de «politica internacional», para referirse a nuestra ds ciplina, se insertan numerosos autores, ‘especialmente anglosajones. Lo que caracte, ae dos ellos es la particular atencién que prestan alas relaciones politcas Nac tetndon, cn bese 0 achecea del poderiaciave;parsie explicacién deos fen 10s i emacionales, camo consecuenca de considera as elaciones internacionales ‘como un sector de Ia ciencia politica ‘ Esta posicién, sin embargo, noes aceptable, Pues) la disciplina de las relaciones internacionales es en buena parte politica internacional, no lo es integramente, ya que arrermnciones politicas no son las nicas operantes ena esfera internacional, y, ain suponiendo que sean las mas relevantes, estan sumergidas en una trama de relaciones tanbién internacionales, peTo que rebasan el campo politico»’. BRUCAN sefiala a este fespecto: «En resumen, ls dos expresiones —relaciones internacionales y politica inter. sre mal_- no son idénticas, sino que abarcan diferentes esferas de operacién, en la Jes abarca més. Aunque las dos estin medida en que la de as relaciones internacional sete ablemente vinculadas, deben estudiarse por separado, 2” bien de la claridad inevticay de la determinaci6a de relaciones causa-fecto, aunque, en ttima instan- aimigolo una comprensidn de la interacci6n y de las intereonexiones dialécticas que conte elas pueden servircomo base para conclusiones cientificas) "0 Estamos, pues, en todo caso, ante dos disciplnas distntas, la politca internacional y las rela- Pues, ternacionales, bien lasrelaciones internacionales es més ampli, y por ello abarca la politica internacional. : “Algo parecido cabe decir respecto de a denominacién «portica ‘mundial, tan en toga hay dia.en los Estados Unidos, pues hace hincapié sobre todo en los aspectos poli- toga yjaue se diferencia sustancialmente dela politica intemacional en que con I expresién «mundial» quire reflejar més adecuadamente una realidad internacional 10 cabe ya la separacién entre el que se presenta como global y en Ia que, por tanto, n a fo terno y el medio internacional, dada su profunda interpenetracién. En algu- mocap cos la denominacion politica mundial se utiliza también para poner de mani- fiesto la necesidad de superar la concepcidn estatocéntrica dominante en los estudios internacionales, Su estudio se dirige mis al sistema internacional en su conjunto que alas relaciones jnterestatales en cuanto tales, si bien contina centrando su atencién dn los relaciones politicas que se producen en ese sistema. Por todo ello, consideramos que la denominacién mis adecuada para nuestra dis- ciplina es la de arelaciones internacionales». La expresién «relaciones internaciona- see offece un contenido mas amplio que las que acabamos de ver, si exceptuamos la de estudios internacionales. Con ella se abarca el conjunto de las relaciones sociales ternacionales como sociologia Introducciénal este- » TruvoL, Antonio, La teoria de las elaciones in -yaumentada, Reimpresién con una bibliografiaadi- dio de las relaciones internacionales) 2.*ed.,revisada cional, Madrid, 1973, p. 54. BRUCAN, Silvi, The Dissolution of Power, Nueva York, 1971; version ‘poder Sociologia de las relaciones internacionales y politicas, trad. de F. Gonzalez Aram! 1974, p. 63. castellana: La disolucién del buru, Mexico, INTRODUCCION 25 que configuran la sociedad internacional, tanto las de caricter politico como las no politicas, sean econémicas, culturales, humanitarias, religiosas, etc. tanto las que se producen entre los Estados como las que tienen lugar entre otros actores de la socie~ dad internacional y entre estos y los Estados. De esta forma, y teniendo presente las consideraciones realizadas en torno a la expresion «internacional», puede decirse, en principio, que las relaciones internacionales es la ciencia que se ocupa de la sociedad internacional. 3. PARADIGMAS Y RELACIONES INTERNACIONALES Referirse, en la actualidad, ala teoria y ala ciencia de las relaciones internacionales supone necesariamente plantear, antes que nada, un tema que es hoy central en nues- tra disciplina, como es el del paradigma cientfico de las relaciones internacionales Si, en anteriores momentos de la todavia corta historia de las relaciones internacio- nales como ciencia, el objeto de debate estuvo centrado en el campo de estudio, en el concepto o en Ia metodologia més adecuada para el analisis de los fenémenos inter- nacionales, desde finales de los afios sesenta es la cuestién relativa al paradigma de las relaciones internacionales la que esta en el centro de] debate tedrico que caracte- riza esta ciencia La cuestién no es superflua o baladi, pues hace referencia alos valores con que el estudioso interpreta el mundo y a la visién y modelo que esté en la base del intento cientifico de aprehensién de la realidad internacional. K. J. HOLSTI, al plantearse el reciente debate existente en el campo de las relaciones internacionales sobre los para- digmas, sefala acertadamente que el mismo «no es meramente una cuestién de cul representaci6n 0 modelo del mundo es més consistente con las realidades. Cuestiones ‘més fundamentales estan implicadas; cuestiones relativas a cuales son las unidades de anilisis apropiadas o cruciales, cual es el centro y las periferias en el campo de estu- dio y, lo mas importante, cual es la propia materia de estudio» ", {Cuil es la razén de que hoy la teorfa y laciencia de las relaciones centren su deba- teen la cuestién paradigmatica? La razén parece clara, Por un lado, y esto ya lo hemos sefialado, se debe a la propia evolucién y cambio de la realidad internacional, que es, objeto de estudio, Los profundos y radicales cambios sociales, politicos, econémicos ¥ cientifico-técnicos, de una pare y el espectacular aumento cuantitativo, en el plano de los actores y de las interacciones, de otras, acompafiados por la aparicién de nue- vos y draméticos problemas y el agravamiento de los anteriores, que sobre todo desde Ia Segunda Guerra Mundial han experimentado las relaciones internacionales y, con ellas, las sociedad internacional, han influido poderosamente, como no podta ser de otra forma, en la evolucién de las propias concepciones cientificas de las relaciones internacionales y, con ello, en el paradigma que las inspira. El contexto historico es, pues, un factor que debe tenerse en cuenta en orden a entender el actual debate. Como debe tenerse en cuenta también, al mismo tiempo, el contexto cientifico que caracte- Houstt K. J, The Dividing Discipline. Hegemony and Diversity in International Theory. Boston, 1985, p.4. 26 INTRODUCCION A LAS RELACIONES INTERNACIONALES fiza la evolucién de las ciencias sociales en cada momento hst6rico, que, en nye, caso, ha influido igualmente de forma decisiva. De acuerdo con lo anterior, el objeto de este apartado es plantear y analizar en dimension teérico-prictica la cuestion general del paradigma de las relaciones ing nacionales, a efectos de, sobre esa base, poder posteriormente adentramos con may sentido en el estudio concreto del desarrollo de las relaciones internacionales cony, disciplina cientifica y de las distintas concepciones tedricas de las relaciones inter, cionales. Esta aproximacién inicial nos facilitard la mejor comprensién de dichas coy, cepciones teéricas y Io que estas suponen en la interpretacién de la realidag internacional. De ahi la inclusién inicial de este apartado y el sentido absolutamente general e introductorio que tienen estas consideraciones. Si hubiera que resumir cual ha sido la situacidn de la teoria de las relaciones inter. nacionales en los iltimos trescientos afios, habria que afirmar, con K. J. HOLST, que, entérminos generales, se puede decir que desde el siglo xvi hasta fecha relativaments reciente un tnico paradigma ha dominado absolutamente en el campo del estudio de las relaciones internacionales. Se trata del paradigma hoy denominado tradicional, req. lista estatocéntrico, que hacia del Estado y del poder los referentes absolutos para e| anilisis de las relaciones internacionales ". De esta forma, durante mas de tres siglos, en concreto a partir de la configuracién del sistema europeo de Estados, ha existido un claro consenso intelectual y cientificg {que ha generalizado una visién de la sociedad internacional, determinado el pensa- miento internacional, guiado la investigacién empirica y proporcionado respuestas a Jos problemas que planteaba la politica internacional. Esta monolitica interpretacién cientifica de las relaciones internacionales solo ha conocido historicamente excepciones aisladas, sin incidencia real en la teorizacién internacional, la més relevante de las cua- Ieses el marxismo. En este sentido, a pesar de la gran variedad de escuelas y concepciones tedricas y a ausencia de un marco conceptual, tedrico y metodolégico, cominmente aceptado por la mayoria de los estudiosos, que caracteriza a la teoria de las relaciones interna- cionales, ésta se ha movido hasta fecha reciente en un contexto intelectual y cientifi- co cémodo, cerrado en si mismo y confiado en su virtualidad explicativa de ia realidad internacional. Hoy, sin embargo, esa situacion ha cambiado. Desde finales de los afios sesenta han aparecido nuevos o remozados paradigmas, nuevas concepciones e imigenes del mundo que, enfrentindose criticamente con el paradigma tradicional, tratan de ser refle- jo adecuado de los cambios experimentados por la sociedad internacional y tratan de ofrecer respuestas apropiadas a los nuevos problemas. De esta forma, las relaciones internacionales se encuentras sumidas en pleno debate paradigmaitico, Debate que, como ya hemos sefialado, es central en nuestra ciencia, ya que hace referencia directa y pone en cuestidn el propio concepto y objeto de estudio de las relaciones internacionales, ademas de determinar las soluciones que se ofrecen a la problemética del presente, Como veremos, en iltima instancia, —de ahi la importancia del mismo—, lo que este ” Housn, K.4, op. cit, p. VIL INTRODUCCION 27 debate ha puesto en juego es la nocién y la realidad misma del «cambio» en las rela- ciones internacionales. Sin embargo, antes de entrar directamente en el tema, es necesario clarificar qué se entiende por paradigma, dada la multiplicidad de significados y alcances con que se ha utilizado este término desde su popularizacién por Thomas S. KUHN en la obra The Structure of Scientific Revolutions. El propio KUHN usa en esa obra el concepto en veintiiin sentidos diferentes. Pos- teriormente, haciéndose eco de la critica que por ello se le hizo, ha tratado de clarifi- car este punto, admitiendo el uso del concepto de paradigma en un doble sentido: «Por ‘una parte, pasas por la completa constelacién de creencias, valores, técnicas, y asi suce- sivamente, compartidos por los miembros de una comunidad dada. Por la otra, deno- ta una especie de elemento en tal constelacién, las soluciones-enigmas concretas que empleadas como modelos o ejemplos pueden reemplazara reglas explicitas como base para la solucién de los enigmas restantes de la ciencia normaly . El primero lo deno- ‘mina «matriz disciplinaria» y el segundo «e! paradigma como ejemplan». Aun asi, como ha sefalado la critica, ambos conceptos continiian siendo ambiguos y excesivamente genéricos, lo que dificulta la identificacién prictica del paradigma o paradigmas de una disciplina cientifica y permite la existencia de un cierto grado de confusién y con- tradiceién. Esta confusién en cuanto a lo que es un paradigma es evidente en el campo de las relaciones internacionales. Asi, por ejemplo, hay estudiosos, como LUHART, que con- sideran que el behaviorismo es un paradigma', lo que es puesto en entredicho por la mayoria de los especialistas. Algo parecido sucede con VASQUEZ, que habla del para- digia idealista, cuando la mayoria de los autores estiman que el paradigma idealista no es diferente del paradigma realista'. Otros, como PETMAN, frente a los tres para~ digmas que normalmente se afirma que existen en nuestro campo, considera que s6lo hay dos paradigmas, pluralista y estructuralista . Incluso entre los numerosos estu- dios que reconocen la existencia de tres paradigmas existe una gran variedad de mati- cesno sélo terminol6gicos, sino también respecto de las caracteristicas mas relevantes de los mismos. Esta confusién se debe a que frecuentemente, ante la falta de un concepto univo- co de paradigma, éste se identifica, segiin los especialistas, con concepcién, perspec tiva, enfoque, marco, teoria general o método. Sin embargo, aunque la base de un paradigma es fundamentalmente sustantiva, un paradigma no es simplemente una con- cepcidn, ni un enfoque, ni una teorfa, ni mucho menos un método. Un paradigma con- siste, de acuerdo con el espiritu de lo seftalado por KUHN, en una serie de postulados fundamentales sobre el mundo, que centran la atencién del estudioso sobre ciertos fend- ‘menos, determinando su interpretacién. 1b Kuun;Thomas S., The Stricture of Seienifc Revolutions, Chicago, 1962, ed, castellana, La estruc- uta de las revoluciones clentificas, México, 1971 ™ KuuN, Thomas S,, op. ct, p. 269 de Ia ed. castellana, 1 Lunar, Arend, «The Structure ofthe Theoretical Revolution in International Relations», Interna tional Studies Quarterly, vol. 18 (1974), pp. 41-74, ve VasouEz, John A., The Power of Power Politics. A Critique, Londres, 1983, pp. 13-15. 1 permwan; Ralph, Slates and Class: A Sociology of International Afars, Londres, 1979, pp, 53-54. 28 INTRODUCCION A LAS RELACIONES INTERNACIONALES Mis concretamente, el concepto de paradigm puede define, siguisndoa Vasu, como «las suposiciones fundamentales que hacen los especialistas sobre el mundo que estén estudiando, Estas suposiciones proporcionan respuestas alas preguntas que deben ser planteadas antes de que empiece la teorizacién [..]. Al ean estas cuestio. nes, las suposiciones fundamentales forman una representacin del mundo que esti estudiando el especialista y le dicen lo que es conocido sobre ese mundo, lo que eg desconocido, cémo deberia verse el inundo si se desea conocer lo desconocidoyy fing). mente, lo que merece conocersen '*. En este sentido, es claro que un paradigma séIg cambia cuando se modifican esas suposiciones fundamentales, y que s6lo aparece un nuevo paradigma cuando aparecen nuevos postulados basicos sobre la realidad. Sobre la base de lo anterior es evidente, como ya hemos apuntado, que en el campo de Jos estudios internacionales hasta fecha reciente ha dominado de forma absolutg un inico paradigma, denominado paradigma realista, tradicional oestatocéntrico, que hha marcado las lineas maestras de la investigaci6n y la interpretacién de los fenéme. les durante mis de trescientos afios. ate pepe, K. 1 Horstiha sefialado avertadamente que la teora inter. nacional y,en consecuencia, el paradigma tradicional y los demas paradigmas han gira. doy giran alrededor de tres cuestiones claves, que son: «I. Las causas de la guerra y las condiciones de la paz-seguridad-orden; un problema subsidiario fundamental es la naturaleza del poder; . Los actores esenciales y/o las unidades de analisis; 3. Las imagenes del mundo-sistema-sociedad de los Estados.» La primera cuestién es esen. cial, por cuanto es la razon de ser del campo de estudio, mientras que las dos restan- tes nos dan las claves para la solucién de los problemas ®. El paradigma tradicional ha sido el que ha proporcionado hasta finales de los afios sesenta e] marco intelectual en el que se ha desarrollado practicamente toda la activi- dad cientifica en el campo de las relaciones internacionales. El reto a este paradigma no se ha producido, por tanto, de la mano del debate entre idealismo y realismo de los ais treinta y cuarenta o del debate entre tradicionalismo y cientificismo de los aiios, cincuenta y sesenta, que lian caracterizado una parte importante del desarrollo de las relaciones internacionales como teoria y como ciencia. Tampoco ha venido, sin mas, dela simple ampliacién del campo de estudio, como consecuencias del reconocimiento del papel de los actores no estatales, ni de la proliferacién de nuevos enfoques ol des- cubrimiento de nuevas dimensiones en el estudio de los fenémenos internacionales, Mucho menos ha venido de las «revoluciones» metodoldgicas que se han producido en nuestro campo de estudio. ‘Como ya hemos apuntado, ni el idealismo ni el behaviorismo han puesto en entre- dicho el paradigma tradicional, ni han dado origen a diferentes paradigmas, Entre otros muchos estudiosos, como VASQUEZ, que ha estudiado en profundidad la cuestin res- pecto del behaviorismo, hay que destacar la clara posicién de BANKS en este punto: « Este paradigma de la sociedad mundial, que se desarrolla en los a0s setenia, ny ¢s, sin embargo, nuevo, sino que sus postulados tienen una larga tradicin de pene’ miento, que desde los estoics,a través de distintas formulaciones, lega a KANT Ly ue sies muevo es la formulacién con que se desarrollaen los ais setenta, quees ref jo.de una nueva realidad, y el alcance y fuerza con que lo hace, pues ya no es una sin. ple exigencia de larazén o un deseo humanitario o moral, sino una exigencia que adem/s impone la propia realidad de nuestros dias. Lanecesidad de este nuevo paradigma viene determinada, en opinién de sus defen, sores, por una realidad internacional que poco tiene que ver con la que origin y jus, tified el desarrollo del paradigma realista. Si, por un lado, la sociedad internaciong| cs yaradicalmente diferente, en todos los planos, dela simple sociedad politica de Esa. dos que el paradigma tradicional tiene como postulado, por otro, el nuevo clima de distensién que conocen las relaciones Fste-O5ste determina que el principio de lasegu. ridad nacional, caracteristico del realismo, ya no constituya una prioridad en la inves, tigacién. P MaGHROOR! dibuj asia situacién: «La inutilidad de la fuerza, aunada ala prot feracién de las organizaciones internacionales y el surgimiento de la interdependen. cia, sugiere alos globalistas que los Estados ya no estarn preocupados por las cuestiones de seguridad que dominaron la politica internacional alo largo de la década de los sesen. ta. En consecuencia, ven el paradigma realista como pasado de moda». ‘Aunque los primeros ataques al paradigma tradicional se producen ya en los aos sesenta, seran KEOHANE y NYE, por un lado, y KAISER, por otro, como veremos pos- teriormente, los que de una forma precisa primero plantean la necesidad de una alter- nativa. Sus erticas al paradigma realista descansan principalmente en su ignorancia de los procesos transnacionales y de los actores no estatales, que tienen, en su opinion, un papel central en las actuales relaciones internacionales, Dados los cambios que se han producido en el campo social, econémico y de las comunicaciones no se puede hablar ya exclusivamente de una sociedad de Estados con relaciones limitadas pric- ticamente al campo diplomatico y militar. Este énfasis que ponen en la importancia de la politica transnacional y en la dimen- sién econémica y cientifico-técnica supone la negacién de que las relaciones interna- cionales sean por naturaleza esencialmente conflictivas y puedan interpretarse cexclusivamente en términos de lucha por el poder. Aunque se reconoce el caricter con- flictivo o, mejor, «problematico» de las relaciones internacionales, se afirma igualmente su cardeter cooperativo. En tiltima instancia, este cambio que se produce en la interpretacién de los fend- menos internacionales, que tiene como eje principal precisamente a los Estados Uni- dos, responde en gran medida a la necesidad de dar respuesta adecuada a los nuevos % MacinooRt, Ray, «Introduction: Major Debates in International Relations», en R. MAGHROOR!y B. RavineR6, (eds), Globalism versus Realism. Inernatonal Relations Third Debate, Boulder, Co, 1982p. 17. INTRODUCCION 33 problemas de liderazgo econémico a que, en ese nuevo contexto internacional, tiene que hacer frente ese pais. De ahi que las opciones ideolégicas subyacentes en una parte importante de estas concepciones no preconicen un cambio radical respecto del orden internacional y en el manejo de la interdependencia. A partir de ese momento, numerosos estudiosos avanzarin por esa linea, tratando de perfilar y desarrollar, mediante diferentes formulaciones, el marco tedrico y con- ceptual capaz de analizar e interpretar adecuadamente una realidad internacional, que presenta caracteristicas diferentes alas de la sociedad internacional anterior ala Segun- da Guerra Mundial. Sumariamente, los principales postulados de este paradigma son los siguientes: 1) Elmundo, como consecuencia del acelerado desarrollo social, econdmico, cien- tifico-téenico y comunicacional, esta caracterizado por el creciente fenémeno de la interdependencia y de la cooperacién y se ha transformado realmente en una socie- dad mundial. Sus estructuras y dinamicas han experimentado un cambio transcendental. Este fenémeno ha originado nuevos problemas y retos, ha suscitado necesidades y deman- das nuevas y ha dado lugar a la aparicién de valores ¢ intereses comunes al conjunto de esa sociedad mundial. Las relaciones internacionales no se corresponden, por tanto, con el modelo exclusivamente conflictivo ¢ interestatal del paradigma realista, sino que responden a un modelo basado mas en factores culturales, tecnolégicos y econé- micos que estrictamente politicos. 2) Eneste sentido, uno de los mas importantes cambios ha sido el debilitamien- to del papel y significado del Estado, como entidad soberana y como estructura capaz, de garantizar el bienestar y la seguridad de sus ciudadanos, y la aparicién de nuevos actores, tanto intergubernamentales como no gubernamentales, de las relaciones inter- nacionales, que, por su accién transnacional, tienden a limitar atin mas el margen de maniobra de los Estados. El sistema internacional ha perdido, pues, el caracter esta- tocéntrico anterior. 3) _Enconsecuencia, ha desaparecido la tradicional distincion y separaci6n entre laesfera interna y la esfera internacional. El fendmeno de la interdependencia y la nece- sidad de atender a las demandas de desarrollo econémico y social ha obligado al Esta- do aabrirse cada vez més al exterior, lo que ha acrecentado atin mis esa interdependencia y restringido su margen de auténoma. Todo ello hace que ya no sea posible separar la politica interna y la politica internacional y que el comportamiento internacional del Estado no pueda explicarse en términos exclusivamente politicos y militares. Desde la perspectiva de las relaciones internacionales como ciencia, la consecuencia mis importante de la adopcién de este paradigma es una redefinicién y ampliacién del campo de estudio y, por tanto, un replanteamiento de los modelos, categorias y con- ceptos con los que analiza la realidad internacional. Aunque en este punto la variedad de planteamientos es grande, asi como las opciones ideol6gicas implicitas en los mis- mos, pues hay notables diferencias entre, por ejemplo, los que se insertan en una con- cepcién propiamente transnacional y los que de forma estricta pueden denominarse como globalistas, en general puede decirse que los principales efectos materiales de la adopcién de este paradigma son los siguientes. 34 INTRODUCCION A LAS RELACIONES INTERNACIONALES, En primer lugar, como consecuencia de la desaparicién de la distincién en interno y lo internacional y del debilitamiento del significado de las fronteras °° © les, debido al fenémeno de la interdependencia, el campo de estudio se ampia qa el.sistema internacional clasico aun sistema mundial global en el que ya no cabe s rar lo interno y lo internacional. Se afirma, asi, una vision e interpretacién holign’, de los fenémenos sociales. = En segundo lugar, el cambio de la naturaleza de la sociedad internacional, ahor mundial o universal, que ya no es esencialmente conflictva, sino también coopera va, que ya no conoce las fronteras estatales, ya que cualquier evento tiene repercusig. nes mundiales, origina una ampliacién de las dimensiones, estructuras y procesos objet, de consideracién. ‘Como consecuencia de lo anterior se produce una ampliacién de la problemiticg caracteristica del estudio de las relaciones internacionales. Al clisico problema de la ‘guerra y de la paz que continiia presente, ¢ incluso, se acentiia y dramatiza por efecig de las consecuencias del arma nuclear, se aaden los problemas derivados de las rela, ciones econdmicas y culturales, del desarrollo y del subdesarrollo, de la desigualdad ¥ de las privaciones socioeconémicas, del hambre y de la explosién demogrfica, dl agotamiento y explotacién de los recursos, del desequilibrio ecol6gico y de la opre- sion y violacién de los derechos humanos. Todos se presentan como problemas inse. parables, que pueden llevara la guerra y el conflicto, que atestiguan el caraicter mundial del sistema internacional y la naturaleza global y comin de sus problemas y, en con. secuencia, de sus soluciones. También se produce una ampliacién en cuanto a los actores. De la consideracién exclusiva de los actores estatales se pasa a una consideracién que toma también en cuen- ta los numerosos y variados actores no estatales, supranacionales, transnacionales, sub- nacionales e, incluso, anivel de seres humanos, que estén presentes y actian en la sociedad ‘mundial y que en algunos casos desempefian un papel més decisivo que los propios Estados. Finalmente, se produce un cambio en los valores imperantes, o que deben impe- rar, en el sistema. De los valores exclusivamente individualistas y nacionales del pasa- do se pasa, como consecuencia del cardeter global de los problemas y de la comunidad de intereses, a la afirmacién de valores comunes y universales. En este punto, como es l6gico, es donde las diferencias existentes entre las distintas concepciones que se insertan en este paradigma son mas importantes. (©) ELPARADIGMA DE L.A DEPENDENCIA. Como ya hemos apuntado, este paradigma es fruto, al igual que el paradigma de lasociedad global, de la toma de conciencia de que la realidad internacional es mucho mas compleja de lo que pretende el paradigma tradicional. Su afirmacién se produce precisamente al mismo tiempo que el paradigma de la sociedad global. Sin embargo, su visién e interpretacién de la sociedad internacional responde a perspectivas ideo- ldgicas muy diferentes. INTRODUCCION 35 Aunque su centro de atencién son, como en gran medida en el paradigma de la sociedad global, las relaciones econémicas internacionales, su interpretacién de éstas, en vez de en términos de interdependencia, se plantea principalmente en términos de dependencia, es decir, en términos de desigualdad y dominacién. Parte, pues, de la natu- raleza desequilibrada e injusta del sistema internacional y pone de manifiesto la com- plejidad de su estructura y los fendmenos de dominacién y explotacién que lo caracterizan. En este sentido, el paradigma de la dependencia responde a una vision especialmente asimétrica y negativa de la interdependencia Este paradigma, también llamado neomarxista, no es, sin embargo, nuevo, sino que tiene sus raices en la concepcién marxista, que desde mediados del siglo XIX interpreta larealidad social, y con ello las relaciones internacionales, desde planteamientos abso- Iutamente diferentes de los del paradigma tradicional. Con todo, su base hace refe- rencia principalmente a la teoria del imperialismo elaborada por Rosa LUXEMBURGO y LENIN. Por otro lado, responde a los nuevos fenémenos politicos y econémicos de dominacién y explotacién que aparecen en las relaciones internacionales a raiz del pro- ceso de descolonizacién y de la afirmacién a nivel mundial del sistema capitalista. Este nuevo hecho dota al paradigma de la dependencia de diferencias importantes, a pesat del trasfondo comuin, respecto del marxismo clésico. Larazén de que se hable de la aparicién de un «nuevo» paradigma se debe al esca- so impacto que el marxismo ha tenido en la teoria de las relaciones internacionales hasta fecha relativamente reciente, dado el caricter eminentemente occidental de la misma y la hegemonia del paradigma tradicional, y a que s6lo a partir del periodo de distensién, que se inicia en los afios sesenta, la problemitica de las relaciones Este- Oeste pierde importancia frente a la problemitica de las relaciones Norte-Sur. ‘Adem, su incidencia en las relaciones internacionales se produce desde el campo de la economia. Emerge, pues, no tanto como una reacciéna las insuficiencias del para- digma tradicional de las relaciones internacionales, sino como una respuesta a las teo- rias del desarrollo econémico, que inspiran la teoria y la politica durante los afios cincuenta y sesenta, Su desarrollo se produce principalmente en los paises en vias de desarrollo ysobre todo en América Latina. De ahi su todavia relativamente escaso eco en la actual teoria de las relaciones internacionales. Las caracteristicas generales mas relevantes de este paradigma son las siguientes: 1) Laconsideracién del mundo como un tinico sistema econémico, dominado por el capitalismo transnacional. La naturaleza del sistema internacional es, asi, con- flictiva, si bien, frente al realismo, se considera que la causa de ello esta en los intere~ ses y en la naturaleza del propio sistema capitalista mundial. La caracteristica fundamental de este sistema mundial es la desigualdad econdmica global, el intercambio desigual entre el centro y la periferia. Aunque se introduce la nocién de cambio y se afirma la existencia de mecanismos de superacién del actual sistema, y ésta es una de las prioridades de la investigacién, la imagen del mundo que proporciona este para- digma es profundamente pesimista, 2) Launidad de analisis principal es, en consecuencia, el propio sistema capita- lista mundial, pues todos los procesos y relaciones se producen en su seno y vienen determinados por ese sistema global. Asi, se afirma, incluso, que no es posible un cam- bio radical en las estructuras de un Estado sin que tenga lugar un cambio en el siste- 36 INTRODUCCION A LAS RELACIONES INTERNACIONALES ma global. De acuerdo con esto, Ia investigaci6n se orienta mas hacia el desarrollo y problemiatica del sistema como un todo, que hacia la problematica particular de iog actores que actiian en su seno. En este sentido, no existe distinci6n entre la esfera esta. tal y la internacional. Desde esta perspectiva global, se considera que los actores de asrelaciones internacionales son te las clases transnacionales lasempre. sas transnacionales las organizaciones no gubernamentales y los movimientosdelibe. acién nacional, entre otros. En este punto, sin embargo, aunque se asume, en principio Ia posicidn marxista de que el Estado es s6lo una superestructura y que lag rrtorcs reales son las clases y grupos socioeconémicos, se afirma también el papel decisivo del Estado en las relaciones de explotacién y: dominacién que caracterizan al sistema. : j 5) Finalmente la dindmica y los procesos del sistema se caracterizan en tem. ti lado y sobre todo, de explotacién y dominacién, de creacién continuada de lazos de dependencia entre el Norte y el Sur, entre el centro y la peri- feria, , poroto y en mucho menor escala, de lucha de los pueblos y clases oprimidos cane Pexplotacién y dominacién. Tiende a dominar, asi, una vision de las relaci. cont htermaconales como un juego de suma cero, en el que siempre hay un ganador y un perdedor. Ello supone la negacién de la existencia de valores, intereses y objetivos aaananes y globales a nivel de todos los actores y la afirmacién de valores ¢ intereses de naturaleza particular. L.aexposicién realizad: actualmente en el campo de las: manifiesto, aunque sea de: mode Jagunas e insuficiencias que se nos de conflicto, por fa sobre las caracteristicas de los tres paradigmas existentes velaciones internacionales ha servido ya para poner de 1 implicto, las riticas que se hacen mutuamente y las atribuyen. Ello nos libera de la necesidad de entrete- ramos en una apreciacién critica detallada de los distintos paradigmas. Con todo, si ts oportuna para el objeto del presente estudio la realizacién de algunas considera- ciones generales criticas, que sirvan para enmarcar mas adecuadamente el estudio de las distintas concepciones tedricas. ‘Como hemos visto, la afirmacién de los nuevos paradigmas se produce pre- cisamente merced a las criticas que, sobre todo desde el paradigma de la sociedad tlobal, se realizan respecto del paradigma tradicional. Se afirma que dicho paradigma Yano sirve para interpreta y estudiar adecuadamente la actual sociedad internacional, Gados los sustanciales cambios que han experimentado la estructura, los actores, los factores, los intereses y las interacciones de la sociedad internacional. Se llega inelu- ‘soaafirmar, como lo hace VASQUEZ, que la ausencia de progreso cientifico en nues- tro campo de estudio se debe al dominio de un paradigma inadecuado como ¢s el paradigma realista”’. Respecto del paradigma de la sociedad global, las criticas han provenido sobre todo desde el paradigma tradicional, alegindose la inconsistencia de sus afirmaciones en cuanto a la existencia de una nueva y distinta sociedad internacional. En este sentido, se ha sefialado que una cosa es reconocer los cambios que se han producido, como el incremento de la interdependencia y la aparicién de nuevos actores, y otra muy dife- rente argumentar que de ello se derive un nuevo tipo de politica internacional, que requic- * Vasoure, John A., op. cit, pp. 58-59, INTRODUCCION 37 Ta un nuevo paradigma, sobre todo cuando la investigacién realizada hasta el presen- te contimia demostrando el papel decisivo del Estado y la importancia del sistema de Estados. En esta misma linea se afirma que no hay de momento ninguna evidencia que sugiera que los graves problemas actuales a que se enfrenta el mundo puedan resol- verse por medios diferentes de los de la tradicional negociacién diplomitica, creacion de organizaciones internacionales gubernamentales, medidas de presiGn politica y eco- némica, recompensas, ¢ incluso el uso de la fuerza, es decir, a través de las estructu- tas y procesos caracteristicos del paradigma clisico™. Si a lo anterior se une que el desarrollo cientifico del paradigma de la sociedad global s6lo esté en sus primeros pasos y que carece todavia de una poderosa sintesis, al estilo de la obra de Hans J. MORGENTHAU para el paradigma tradicional, capaz de orientar la indagacién y enfrentarse en condiciones de igual fuerza a este paradigma, se comprende que, desde esta perspectiva critica, el paradigma de la sociedad global aparezea s6lo como un modesto reto al paradigma tradicional, que no ha supuesto en ningun caso su superacién, En cuanto al paradigma de la dependencia, una parte importante de las criticas va en la misma linea que acabamos de ver respecto del paradigma de la sociedad global. En general puede decirse que la critica de fondo mis fuerte es la que hace referencia a su caracter periférico y secundario respecto tanto del paradigma tradicional como del paradigma de la sociedad global, pues si, por un lado, subestima la importancia de Jos fenémenos clisicos de la politica internacional y no presta excesiva atencin al pro- blema clave de la paz y de la guerra, por otro su andlisis fundamental sobre la natura- leza desequilibrada del sistema internacional se basa en una simplificacién interpretativa y sobre una visién unilateral y exclusiva de la interdependencia como dependencia, que reduce a extremos incomprensibles la actual sociedad global, En definitiva, lo que implicitamente se puede decucir de estas criticas mutuas que se dirigen los tres paradigmas es que ninguno de ellos puede aspirar hoy a ser exclu- sivamente el paradigma de las relaciones internacionales. A la vista de las caracteris- ticas de la actual sociedad internacional, parece claro que cada uno de estos paradigmas se funda en exclusiva sobre una dimensién importante de las relaciones internaciona- les, por lo que con ello tiende a ignorar la restantes dimensiones y a distorsionar su interpretaci6n de la realidad internacional. Mientras que el paradigma tradicional se centra en los problemas de la paz, la guerra, el orden y la seguridad, el paradigma de la sociedad global lo hace sobre el manejo de la interdependencia y la necesidad de dar respuesta global a los problemas globales y comunes, y el paradigma de la depen- dencia se reduce a los problemas de la dominacién, la explotacién, la desigualdad y la igualdad. Problemas y dimensiones que, sin embargo, todos ellos son, sin exclusi- vvas de ningtin tipo, caracteristicos de la actual sociedad internacional. Por otfo lado, ya hemos visto como el desarrollo de cada paradigma ha ido unido ala propia evolucién de las relaciones internacionales, no sélo como campo de estu- dio, sino también como ciencia, por lo que cada paradigma tiende a privilegiar cier- tos fendmenos y preocupaciones sobre otros en funcidn de los hechos mas sobresalientes en cada momento historico y de las ideologias dominantes en cada paradigma. 3 Housmi, K. J. 0p. ct, pp. 58-59. 38 INTRODUCCION A LAS RELACIONES INTERNACIONALES Esto iltimo, el transfondo ideolégico que sustenta cada paradigia, hace que la sol, cin que a primera vista aparece como més facil, la sintesis entre los distintos paradig. ‘mas, sea pricticamente imposible. Si entre el paradigma tradicional y el paradigma de Ja sociedad global es posible plantearse su sintesis, dado que la ideologia que los su. tenta no es incompatible, a pesar de las dificultades tebricas y conceptuales quello supo. ne, no sucede fo mismo, en ningtin caso, entre el paradigma clésico y el paradigma de lasociedad global con el paradigma de la dependencia. Sus planteamientos ideol6gicos, difieren radicalmente, haciendo problemético cualquier intento de sintsis, “A la vista de las anteriores consideraciones crticas, y sin perjuicio de volver mis adelante con detalle sobre el tema, de momento cabe una conclusin provisional en lo, que hace al debate paradigmatico que conocen las relaciones internacionales, Por un lado, como hemos apuntado, es clara la dificultad, cuando no imposibilidad, de una sintesis entre los diferentes paradigmas. Por otro, la realidad internacional, y no s6lo Ia teoria, nos impone la evidencia de que hoy no hay un tinico paradigma vilido. A esta dificil situacién en que se encuentran las relaciones internacionales desde el punto Ge vista cientfico, se refiere MORSE cuando, después de sefialar que el paradigma cls- sico de las relaciones internacionales yano es adecuado para explicar la realidad actual, punta que «parece que estamos en tna era carente de consenso general sobre un pa- radigma que sirviera para explicar los cambios que ha experimentado el sistema inter- nacional». » Monst, Edward L., Modernization andthe’ a Modemization andthe Transformation of International Relations, Nueva York LO

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