De seguro no te quiere molestar Ha sido siempre gente de pocas palabras Pero si buscas en su mirada Verás que tiene para contar. Él ha hecho siempre magia con su miseria Silbando bajo vuelve de trabajar Con su sonrisa triste te guiña un ojo Te dice que la vida lo es todo, Que no se puede desperdiciar. Y la pavita vuela sobre la hornalla Y como el agua se evaporaron Todos los sueños de nuestro hogar. Hoy solo necesito un abrazo tuyo Saber que tengo de esa fuerza Para seguir, para continuar Hoy lo comprendí, el tiempo pasó y me enseñó. Eso de andar así con el alma rota Que ver lejos los sueños y abandonar Tanta verdad encerrada que no he aprendido Buscando lejos perdí a mi niño Las esperanzas de mi lugar. Y la pavita vuela sobre la hornalla…