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ASPECTOS DISCURSIVOS Y TEXTUALES DE LA COMUNICACIÓN

LINGÜÍSTICA
TEMA 1. EL ANÁLISIS DEL DISCURSO COMO DISCIPLINA TEÓRICA

El objetivo del Análisis del discurso como disciplina es el estudio del uso
contextualizado de la lengua en todos los ámbitos de la actividad humana.

1.1 ¿Qué se entiende por discurso?

La tradición filosófica griega de ‘logos’ como capacidad de servirse de la lengua. El


término se aplica al uso del lenguaje en tanto que práctica social.

1.1.1 Polisemia del término

- La primera definición tiene carácter dicotómico: Saussure habla de la diferencia


entre lengua (sistema social del lenguaje) y habla (uso individual). El discurso es
sinónimo de habla.
- Z. S. Harris: discurso como unidades superiores a la frase, es la unidad que resulta
del encadenamiento y sucesión de frases.
- Años 60 (Benveniste): lengua y discurso no se tratan como nociones dicotómicas,
sino en interacción continua: la lengua (sistema estable de reglas) se actualiza
siempre en el discurso y, a su vez, los usos lingüísticos reflejan las reglas de un
sistema que depende de convenciones sociales. La enunciación es la puesta en
funcionamiento de la lengua en un acto individual de utilización.
- Años 70: dicotomía discurso / texto desde dos empleos:
o Gramáticas del texto. Observar las estructuras de la lengua desde un
determinado número de reglas de reescritura.
o Análisis conversacional. El término ‘texto’ se aplica a cualquier práctica
discursiva, ya sea oral o escrita. Todo texto se inscribe en un género que
pertenece a un discurso, por ejemplo, un discurso periodístico se compone
de géneros (noticia, crónica, suceso) que dan lugar a textos diferentes.

1.1.2 El discurso como actividad y representación sociales

El discurso como práctica social es el objeto de estudio de diversas ciencias humanas y


sociales (sociología y sociolingüística). El discurso es un producto de interacción social,
es una unidad de comunicación mediatizada por sus dimensiones social, lingüística,
histórica, e ideológica. Es un sistema de interpretación del mundo y está delimitado
por el ámbito socioinstitucional en el que se produce, por sus valores e ideologías (p.
ej. discurso político).

1.1.3 De la multidisciplinariedad a la interdisciplinariedad


Estudios sobre el discurso como práctica social: raíces en la Retórica + investigaciones
sobre los géneros literarios.

- Enfoques multidisciplinares:
o Lingüística: la Semiología es la ciencia que estudia los signos en el
interior de la vida social, afirmando que la lengua es la parte social del
lenguaje y una institución social (Saussure). Esta visión idealizada del
lenguaje es limitada por no tener en cuenta el uso de la lengua y la
variabilidad lingüística.
o Sociología. Tiene como objeto los usos y funciones sociales de la
comunicación. Sociología del lenguaje: uso de la lengua como realidad
social, se ocupan de las variaciones del habla según el uso de la lengua y
la organización social de la conducta humana. Y Sociolingüística: lo
esencial en el lenguaje es la comunicación social (Labov: la lengua solo
puede estudarse dentro del contexto social).
 Etnometodología (función del lenguaje a partir de las prácticas
sociales de comunidades en situaciones de interacción).
 Análisis conversacional (el habla es la actividad central de la vida
social).
o Filosofía (autores: Wittgenstein, Austin, Searle, Grice). Nociones
centrales para el desarrollo de la Pragmática.
o Antropología. Relación entre lengua, pensamiento y cultura.
(Etnolingüística: la cultura determina la acción social de los individuos +
Etnografía de la comunicación: se focaliza en la competencia
comunicativa).
o Psicolingüística: pregunta cómo los sujetos adquieren y utilizan el
lenguaje a través de una serie de procesos mentales.
- La disciplinariedad en el Análisis del discurso: evolución desde lo multidisciplinar
(visiones aisladas) a lo interdisciplinar (cooperación entre disciplinas). Seña de
identidad del Análisis del Discurso.

1.2 ¿El Análisis del discurso es una disciplina?

- Disciplina teórica frente a prolongación de la retórica: estudio del uso real del
lenguaje por locutores reales en situaciones reales (van Dijk)
- Carácter interdisciplinar + función comunicacional de los textos: la lingüística como
base para el estudio de la comunicación (Brown y Yule)
- Una de las áreas más amplias y menos definidas de la Lingüística (Schiffrin)
- 8 características específicas del discurso (Maingueneau):
1. Supone una organización transfrástica
2. Está orientado en función de una finalidad
3. Es una forma de acción
4. Es interactivo: toda enunciación, incluso sin destinatario, refleja una
interactividad con otros locutores
5. Está contextualizado y no es posible asignar significado fuera de contexto
6. Está asumido por una instancia enunciativa con sus marcas personales,
temporales y espaciales, e indica la actitud sobre lo que dice (modalización)
7. Está regido por normas sociales generales y específicas
8. Forma parte de un interdiscurso: adquiere su sentido en relación con otros
- Es una disciplina científica porque cumple la condición de ofrecer una reflexión
teórica sobre la noción de “discurso” que se justifica desde tres criterios (C. López
Alonso): Criterio histórico (uso del lenguaje como práctica social), criterio temático
(finalidad otorgada por su propia identidad), criterio institucional (se imparte en
sistemas educat).

1.3 Nociones básicas. Ejes de convergencia

El discurso:

1. Es constitutivamente comunicativo: el proceso de la comunicación es


fundamental en el Análisis del Discurso, tanto en lo referente a la comunicación
interpersonal como a la función de las voces y modalidades del discurso,
sometidas a un contexto, con una finalidad determinada.
2. Se trata de una manifestación interactiva (explícita o implícitamente). Es una
acción conjunta entre individuos. Noción de ‘acción retardada’: si no hay
respuesta inmediata, lo escuchado resurgirá en otros discursos o conductas
(Batjin).
3. Está siempre contextualizado: un proceso continuo de interpretación e
interacción que no puede reducirse a reglas, sino a la experiencia personal,
social y cultural.
4. Se actualiza mediante determinados canales y medios: el medio marca
directamente al discurso, género y texto, exigiendo determinadas
competencias que se activan según las prácticas discursivas.
5. Recurre a plurales géneros discursivos. El concepto ‘género’ se refiere a las
formas abstractas y relativamente estables de los textos. El concepto ‘género
discursivo’ se utiliza para clasificar los tipos de prácticas discursivas que
responden a esas formas o estructuras generales que se actualizan en los
textos, de ahí la gran variedad de propuestas tipológicas y la dificultad de
aplicar un único criterio de clasificación.
6. Se sirve de textos variados (según tipos de voces, planificación, unidades de
composición y formas de textualidad): Niveles y unidades de análisis
TEMA 2. PERSONAS Y VOCES DEL DISCURSO

2.1 La comunicación

“El medio es el mensaje” (McLuhan). Es el objeto de estudio en varias disciplinas:


semiótica, sociolingüística, pragmática, etnometodología, etc. Recorrido histórico
sobre la evolución de la noción de comunicación:

2.1.1 Cibernética y causalidad lineal

Finales de la I Guerra Mundial y a partir de la II. Teorías de la información: Wiener,


Shannon y Weaver. Siete parámetros en la comunicación: una fuente de información
desde la cual, a través de un transmisor, se emite una señal, que viaja por un canal,
llega a un receptor, que descodifica la información convirtiéndola, posteriormente, en
un mensaje, que pasa a un destinatario. Se trata de un modelo lineal centrado en el
contenido, en la optimización de la transmisión y en la transferencia de la información.

2.1.2 El lenguaje como instrumento de comunicación

- Las funciones del lenguaje: Jakobson. Expresiva o emotiva (centrada en el emisor),


poética (orientada hacia el mensaje), apelativa o conativa (destinada al receptor),
referencial (enfocada al contexto), fática (regida por el canal) y metalingüística
(mediatizada por el código).
- La intersubjetividad: las 3 propuestas de Benveniste. 1) la subjetividad es la
capacidad que tiene el locutor de ponerse en la función de sujeto como instancia
física y psíquica, de modo que 2) no hay subjetividad sin intersubjetividad y que 3)
esta última es el único modo posible de establecer una comunicación.

2.1.3 Enfoques pragmáticos

El intercambio comunicativo es el punto de arranque de los estudios pragmáticos con


las teorías sobre la interlocución de:

- Austin + Searle: la comunicación no tiene principalmente una función descriptiva


sino de acción y solo puede efectuarse la comunicación desde una intención
colectiva.
- Grice: el lenguaje natural no es imperfecto sino que las relaciones entre los
enunciados están gobernadas por reglas que se apoyan en una concepción racional
de la comunicación.

Aportación de estos estudios: abandonar una visión representacional del lenguaje y


afirmar que cuando hablamos estamos haciendo algo. El límite de los análisis sobre los
actos de habla es el estar localizados en el nivel de la frase sin tener en cuenta su
contextualización.

Después, con la pragmática de Levinson, el contexto es la única posibilidad real de


comprensión, por lo que slo el lenguaje en su contexto es la única posibilidad real de
comprensión. Años más tarde, Sperber y Wilson postulan con el principio de relevancia
que la función primordial de la lengua es el procesamiento de la información: se
plantean cómo funcionan los mecanismos cognitivos en la emisión e interpretación de
los enunciados.

2.1.4 Enfoque cultural. La Etnografía de la comunicación

Los trabajos en Sociología del lenguaje y Etnografía de la comunicación (corriente


teórica que se centra en el estudio de las interacciones comunicativas, relacionando las
prácticas lingüísticas con las culturales) se inscriben en el estudio de la lengua como
realidad social y cultural.

Todo texto es un evento comunicativo en cuya realización intervienen los universos


verbal y no verbal con el contexto sociocultural en el que se realiza. Modelo SPEAKING
de Hymes (estudio de los comportamientos de las sociedades observando sus prácticas
comunicativas): Situación (dónde y cuándo, localización del habla desde sus
circunstancias físicas y lo que significa social y cognitivamente), Participantes (quién y a
quién, destinatarios y oyentes), Finalidades (inglés: Ends. Para qué, Intención
pragmática del sujeto), Actos (qué, contenido del enunciado y forma de expresión),
Clave o Tono (inglés: Key. Cómo, Forma en que se ejecuta el acto, puede variar el
sentido según su expresión), Instrumentos (de qué manera se comunica: canal, formas
y variedades de habla, tipo de vocalización y elementos paraverbales), Normas de
interacción (procedimientos de regulación sociales y normas de interpretación),
Género (tipo de acto de habla y modos de organización).

2.1.5 Teorías sociales de la comunicación

Plantean la relación del sujeto con el mundo: la comunicación es una propiedad


constitutiva del ser humano y una parte esencial de las actividades humanas. Desde
este enfoque, Mucchielli distingue tres modelos, por orden histórico de aparición
desde la década de los 40 del siglo XX:

- Modelos positivistas: centrados en el contenido del mensaje y se basan en la


linealidad causa/efecto.
o Primeros modelos de las campañas televisivas: la difusión se efectúa en
etapas y cuya influencia final es de carácter global
o Modelo marketing: la causa es un problema de comunicación que es
necesario resolver
- Modelos sistémicos: analizan la permanencia y el cambio de los sistemas de
comunicación y las relaciones de interdependencia entre los distintos agentes.
o Modelo sociométrico: sociogramas que reflejan cómo se establecen las
relaciones de afinidades y cómo pueden mejorarse.
o Modelo transaccional: la transacción no se focaliza en el contenido, sino
en la forma general; las formas de intercambio, con independencia de
los temas tratados, responden a las interacciones.
o Modelo interaccionista sistémico (Escuela de Palo Alto). Afirmaban que
‘no se puede no comunicar’, porque incluso la voluntad de no
comunicar es una forma de comunicación. La comunicación es un
proceso permanente en el que los sujetos se influyen mutuamente, por
lo que solo se puede comprender desde el contexto.
o Modelo orquesta: todos los participantes están inmersos en la
comunicación. Un grupo trabaja bajo las órdenes de un líder y los
espectadores forman parte de la interacción. Aplicado en
organizaciones políticas.
- Modelos constructivistas: la comunicación se establece a través del contexto.
o Modelo hipertexto: serie de posibilidades de construcción de mensajes,
por lo que la comunicación es un debate escondido entre los actores.
o Modelo situacional: el contexto es el factor fundamental para entender
e interpretar los diferentes tipos de comunicaciones.

2.1.6 El contrato de comunicación

Hay 3 grandes ejes en el estudio de la comunicación en Análisis del Discurso: el


contexto, la interacción y la competencia de comunicación o utilización de la lengua de
forma adecuada a cada situación. Esto implica, no solo una relación de
intersubjetividad, sino también determinadas convenciones y normas según el
contexto.

Para describir este marco en el que se inscribe la actividad comunicativa, se utilizan


diversos términos:

- Contrato (Charaudeau): conjunto de condiciones en las que se realiza el acto


comunicativo. Contrato de habla pasa a llamarse contrato de comunicación con
dos dimensiones: situacional (lo que se pretende decir y en qué rol actúan los
sujetos) y comunicacional (comportamientos discursivos según el tipo de
contrato de comunicación, p.ej. el profesor pregunta, los alumnos responden)
- Guiones, esquemas o modelos contextuales (postulados cognitivos, Van Dijk)
- Negociación (enfoques pragmáticos)
- Escenas de enunciación (Maingueneau): englobante (se focaliza en el tipo de
discurso), genérica (responde al género), escenografía (se impone con el texto
concreto).

2.1.7 Las leyes del discurso (o retóricas)

Para entablecer una comunicación, el interlocutor hace una hipótesis sobre lo que el
locutor ha querido decir, su intencionalidad, y para ello se comparten y respetan
ciertas normas, reglas o leyes del discurso, que forman parte de la competencia
comunicativa del sujeto. O. Ducrot postula que los actos de habla se desarrollan para
hacer un cálculo interpretativo de las significaciones implícitas que se derivan de las
literales:

- Ley de informatividad: toda comunicación aporta información desconocida para el


destinatario
- Ley de exhaustividad: la cantidad de información que debe aportar, la mayor
cantidad que posea y pueda interesarle
- Ley de litote: un enunciado dice más que su significación literal
- Ley de economía: cualquier enunciado debe tener valor informativo
- Ley de interés: el locutor solo debe hablar de lo que interesa al destinatario
(máxima de relación de Grice)
- Ley de encadenamiento: gramaticalidad de los encadenamientos

Otras leyes, principios o reglas: principios de cooperación, máximas conversacionales,


el principio de pertinencia, estrategias de cortesía.

2.2 Las personas del discurso

El gran giro de las investigaciones lingüísticas es situar el sujeto en el centro de la


reflexión teórica. De la relación emisor/receptor hasta la construcción de un sujeto
social.

2.2.1 Emisor y receptor: el esquema simple se centra en los sujetos y el mensaje

2.2.2 La intersubjetividad

Las investigaciones de Benveniste llevan a un cambio en el estudio de los participantes


en la interacción porque: 1. La enunciación es la puesta en funcionamiento de la
lengua por un acto individual. 2. La subjetividad es la capacidad del locutor de ponerse
en la función de sujeto y 3. El sujeto se configura como tal gracias al estatus lingüístico
de la persona.
Para Benveniste, el esquema comunicativo se construye desde un ‘yo’ hacia un ‘tú’ que
se actualiza en el sistema de la lengua y en donde la referencia es parte integrante de
la enunciación: el pronombre ‘yo’ es origen de la conciencia de sí mismo; el pronombre
‘tú’ –interlocutor al que se dirige el yo- se convierte a su vez en locutor.

Yo/tú son los deícticos que permiten la conversación de la lengua en discurso y se


presentan como un par indisociable. Las lenguas utilizan determinadas formas
gramaticales para codificar el contexto de enunciación: deixis, en tres ámbitos de
aplicación:

- Deixis personal: yo, tú, nosotros… No se trata de hablar a alguien, sino con alguien
simultáneamente: no hay subjetividad sin intersubjetividad. La tercera persona no.
- Deixis temporal: desde el ahora de la enunciación hasta un entonces.
- Deixis espacial: desde la posición del enunciador.
- Construcción deíctica de la referencia: relaciones entre enunciador y coenunciador,
coenunciadores entre sí, enunciador y enunciado, enunciador y contexto.
Parámetros: enunciación (acto de producción), enunciado (unidad de enuncación),
enunciador (sujeto que produce), coenunciadores, situación de enunciación
(momento de la enunciación), deixis (localización directa del enunciador y el
momento de enunciación), situación de enunciado (hechos referidos).

Toda enunciación es un acto de coenunciación, de construcción conjunta en donde los


participantes enunciativos juegan a la vez un papel activo.

2.2.3 El sujeto como actor social: la función social del sujeto está relacionada con la
competencia de comunicación y la manera en la que los sujetos comparten normas
sociales.

- Modelo interaccionista sociodiscursivo (diferencia entre el actor de la producción y


el espacio de la interacción social). El productor es de donde surge la actividad;
interlocutores presentes en la actividad; coproductores (presentes y construyen
conjuntamente el enunciado).
- El sujeto social en E. Goffman: se abandona el individualismo y se analizan las
interacciones a partir del sujeto social que ofrece una imagen pública según la
situación. Nociones de rol (posición social que se representa) y cara (el yo, la
imagen) remiten a la escena en la que el sujeto se instaura como sujeto social. Los
sujetos sociales responden a modelos de acción (profesor-estudiante, médico-
paciente, en relación con las costumbres culturales y las posiciones sociales). La
identidad del sujeto es el resultado del conjunto de nuestras interacciones.

2.2.4 Los pronombres sujetos de tercera persona


La tercera persona está fuera de la esfera de la locución, reenvía a un universo exterior
en espacio y tiempo, según Benveniste, la no persona. Tiene valor anafórico, frente al
referencial deíctico de la primera y segunda personas. Asume la función de una
persona ausente que tiene marcas de subjetividad con estas características:

- No intervienen en la organización deíctica de la enunciación y refiere al exterior


- Carece de contenido semántico, adquiere su significado en el discurso (=yo/tú)
- Ocupa siempre la función de sujeto
- Puede referirse al enunciador o coenunciador
- El valor referencial es anafórico y remite al antecedente previamente
mencionado
- Su antecedente es nombre propio o grupo nominal
- Ratifica la continuidad referencial

Su función es la de reemplazar lo ya nombrado asegurando la cohesión y continuidad


referenciales entre los enunciados.

2.3 Las voces del discurso

3 nociones fundamentales (Batjin):

- Dialogismo, intercambio entre los hablantes, de modo que el enunciado es el


producto de la interacción (conversación y diálogo). Todo texto es dialógico,
interactivo, orientado hacia otros, tanto discursos orales como escritos.
- Heteroglosia: el habla en el idioma del otro que sirve para expresar la intención
del autor pero de una forma refractada. Ej. la novela moderna.
- Polifonía: dejar oír al mismo tiempo que la voz del narrador las voces de uno o
varios personajes, lo que implica que hay multiplicidad e interacción de voces
entremezcladas.

Condiciones que se dan en todo texto: diálogo interno entre la voz del locutor y otras
voces implícitas (dialogismo interdiscursivo), un diálogo con el interlocutor, y el
hablante puede dialogar con su propio discurso.

La teoría polifónica de Ducrot. El sujeto hablante se divide en 1.locutor, el responsable


de la enunciación que deja sus marcas en el enunciado y crea la escena de los
2.enunciadores que representan los distintos puntos de vista. El sujeto hablante
responde a tres personajes: sujeto empírico (productor del enunciado), locutor (a
quien se atribuye la enunciación, deja sus marcas) y enunciador.
La polifonía se manifiesta en los discursos referidos, los distintos modos de incluir una
enunciación en otra y de reproducir las voces en el discurso. Hay 4 procedimientos de
citas:

2.3.1 Discurso directo

Es la reproducción literal de palabras propias o ajenas, con independencia de que sean


reales o ficticios. Fue calificado desde Aristóteles como modalidad de dictum, porque
se atribuye una voz desde el exterior. Está introducido pos los verba dicendi (verbo
decir) y está señalada por guiones o comillas. Se trata de dos situaciones de
enunciación: la de 1 que reproduce la voz directa de un enunciador 2. Tiene como
función la búsqueda de la fidelidad en la restitución de las palabras exactas del
enunciador. 5 tipos de estrategias:

- Mostrar la autenticidad de las palabras del otro


- Establecer distancia con el enunciador del discurso reproducido
- Denotar objetividad, imparcialidad y neutralidad
- Introducir un carácter oral en el texto
- Cierta espontaneidad

Permite respetar las voces de otros sin mezclarse con ellas y mostrar coincidencia con
sus opiniones. También puede estar modalizado como un segundo discurso, indicando
que no es responsable de la vez y para ello recurre a un sintagma preposicional que
señala el cambio de punto de vista (según). En el discurso literario y narrativa se utiliza
con frecuencia los verba dicendi o en estilo narrativizado, confundiendo la voz de
narrador y personajes.

2.3.2 Discurso directo libre

Se atribuye a un enunciador genérico, p.ej. Hacienda somos todos. Tiene las


propiedades del DD porque recrea enunciados de otras voces, pero sin señalización
alguna (como los cánticos de las manifestaciones). Las voces genéricas crean un
discurso directo que representa a clases e interesas sociales que cooperan.

2.3.3 Discurso indirecto

Reiteración por el hablante de palabras ajenas o propias desde el sistema de


referencias del que reproduce. A diferencia del DD solo hay una situación de
enunciación, por lo que el discurso citado tiene que ser localizado desde la situación de
la persona que cita. A este tipo se le denomina desde Aristóteles modalidad de re o de
sensu, porque desde el interior de una única voz se asume el sentido de lo enunciado.
También se recurre a los verba dicendi seguido de la conjunción ‘que’ o un fragmento
oracional contextualmente adecuado. Los dicendi pueden asumir variados valores
sobre la posible interpretación (declarar, opinar, ordenar, pedir…) y aportan
información que puede condicionar la interpretación del discurso

El DI recrea dos estrategias: tener la libertad de elegir con sus propias palabras el
contenido de otro enunciador y centrarse en el contenido más que en las palabras
exactas, aunque con menos garantías de fidelidad literaria.

En el DD la situación de enunciación del espacio y del tiempo no está indicada,


mientras que en el DI está contextualizada, por lo que las interpretaciones de los
primeros pueden ser malinterpretadas. La alternancia de ambos modos se encuentra
en casi todos los discursos. En narrativa, sobre todo DD porque el narrador asume en
su discurso el de los personajes con los verba dicendi y las partículas ‘que’ o ‘si.’

2.3.4 Discurso indirecto libre

Es un procedimiento mixto de discurso directo e indirecto, propio de los discursos


literarios. En el que el punto de vista del narrador y personaje coincide y se mezclan
con una cierta ambigüedad ya que el receptor no es capaz de distinguir. No se trata de
la reproducción directa del discurso, sino de cómo vive la realidad el personaje,
aunque sin marcas, porque el narrador asume como propias las palabras de los
personajes. El contexto es necesario para identificarlo. Para algunos no llega a ser un
discurso, sino un estilo, no implica un locutor y solo representa palabras o
sentimientos.

TEMA 3. CONTEXTO Y CONSTRUCCIÓN DEL SENTIDO (capítulo 3 manual)

1. El contexto

Tal y como hemos visto en el capítulo 1, el contexto es un concepto clave para el


Análisis del Discurso, ya que esta disciplina se ocupa del estudio del uso
contextualizado de la lengua. A lo largo de la historia cultural occidental, varios
pensadores se han propuesto definir qué es el contexto. Para el Análisis del Discurso,
las contribuciones de los personajes más relevantes que se han planteado ese objetivo
se pueden enmarcar en tres líneas o enfoques:

- El enfoque lingüístico (que, a grandes rasgos, se ocupa de analizar cómo una parte
de un texto se relaciona con las demás).
- El enfoque pragmático (que, en general, se centra en el papel de la interacción
entre las personas que participan en un intercambio comunicativo).
- El enfoque cognitivo (del que, de forma muy resumida, podemos afirmar que se
ocupa de los procesos psicológicos que contribuyen a construir las
representaciones mentales de las personas que participan en un intercambio
comunicativo).

Cuidado: esta tripartición no es rígida, sirve solamente para sistematizar la exposición


de las contribuciones de los diferentes autores; un mismo autor puede haber
abordado el concepto de contexto desde más de un punto de vista o enfoque.

1.1. Enfoque lingüístico

Tradicionalmente, la lingüística se ha ocupado de los aspectos que podemos definir


“internos” de las lenguas (la gramática, el significado de las palabras...), mientras que
no se ha interesado por todo lo que rodea las lenguas mismas. Ese era el enfoque de
las gramáticas clásicas del sánscrito, del griego antiguo, del latín, o incluso de las
gramáticas de las lenguas modernas que aparecen a partir del siglo XV.

En las primeras décadas del siglo XX, con la corriente llamada estructuralismo, se inicia
a reconocer que una lengua no es solo un conjunto abstracto de elementos y reglas,
sino que es un hecho social. Sin embargo, en esa fase de la historia del pensamiento no
se da más importancia a esa innovadora idea.

Es a partir de los años sesenta cuando varios lingüistas empiezan a integrar de manera
evidente en sus modelos del lenguaje algún elemento que va más allá del enfoque
meramente formal de las gramáticas tradicionales. Un caso ejemplar es el de
Jakobson, que mediante la introducción de la función referencial del lenguaje
reconoce un papel lingüístico/comunicativo a elementos que, stricto sensu, no forman
parte de la lengua en sí misma. J. Lyons distingue entre contexto situacional
(condiciones en las que se localiza el enunciado) y verbal (se sitúa en el texto).

Se distingue, por tanto, el contexto inmediato, es decir, contiguo al elemento


considerado, del resto del contexto. Además, ya sea en el interior de un mismo
enunciado o texto, se aplica el término de contexto izquierdo para todo contexto que
precede al elemento seleccionado en la cadena y contexto derecho para todo contexto
que sigue al elemento considerado.

Una de las contribuciones más interesantes del enfoque lingüístico es la idea de


cotexto. El cotexto es el contexto verbal, es decir, el conjunto de elementos verbales
que rodean el elemento verbal en que focalizamos nuestra atención. Los enfoques
cognitivos describen los diversos niveles de organización del discurso y cómo el sujeto
construye la coherencia en la interacción entre las distintas unidades.

El cotexto lingüístico se va fijando en el texto y es la memoria discursiva la que


relaciona las diferentes unidades de composición. Se distinguen tres niveles
contextuales que se localizan en cinco unidades: palabra, sintagma, oración, párrafo,
texto. Las unidades lingüísticas están ordenadas desde la más pequeña hasta la más
grande en una relación creciente en la que una engloba a la siguiente. Los tres niveles
del cotexto:

- Sintagma + palabra (cotexto inmediato): el cotexto inmediato es el que precede


o el que sigue. Intervienen los niveles morfosintáctico y semántico.
- Párrafo + oración (cotexto próximo)
- Texto (cotexto alejado): asegura la cohesión y progresión temáticas desde los
nieles locales párrafo/secuencia hasta el global (texto). Integra los otros dos
cotextos.

1.2. Enfoque pragmático

Ya hemos visto que ya el estructuralismo había reconocido que la lengua es un hecho


social y que Jakobson había integrado el contexto en su modelo de la comunicación.
Sin embargo, los lingüistas toman plenamente conciencia de la importancia del
contexto solo en el momento en que ve la luz una disciplina nueva: la pragmática.

Tal y como se explica en la asignatura de Pragmática y comunicación intercultural, la


pragmática mueve sus primeros pasos en el ámbito de la filosofía del lenguaje y solo
en un segundo momento entra a formar parte del conjunto de disciplinas reconocidas
como propiamente lingüísticas.

Los estudios del contexto en pragmática se han centrado en sus diferentes niveles de
estructuración: contexto circunstancial (localización física e inmediata de los
protagonistas de la comunicación), situacional (entorno cultural del discurso),
interaccional y presuposicional (creencias y valores que comparten los sujetos).

En términos generales, la contribución más importante del enfoque pragmático al


estudio de la lengua es justamente el haber afirmado que no es posible entender el
funcionamiento de la comunicación sin tener en cuenta el contexto, tanto en sus
aspectos externos (es decir, las relaciones sociales entre hablantes y la realidad que los
rodea), como en sus aspectos psicológicos o cognitivos (es decir, el conjunto de
representaciones que están activas en la mente de las personas que participan en un
intercambio comunicativo). El segundo tipo de aspectos constituye el punto central del
análisis de tipo cognitivo.

1.3. Enfoque cognitivo

En los estudios de tipo pragmático se distinguen dos tipos de contexto:


a) el contexto “externo a los hablantes” (que incluye las relaciones sociales entre ellos,
la realidad material que los rodea, etc.)

b) el contexto que podemos definir informalmente “interno a los hablantes”. Este


segundo tipo de contexto ha sido el objeto de estudio privilegiado de una rama de la
pragmática que se beneficia de las aportaciones de la psicología cognitiva. Los
instrumentos de análisis que los lingüistas han tomado prestados de los psicólogos son
las ideas de percepción, comprensión, memorización y reproducción del habla,
analizando cómo los sujetos almacenan y organizan los conocimientos desde
esquemas, guiones o modelos mentales.

Uno de los conceptos más útiles para el Análisis del Discurso que se han propuesto
desde el enfoque cognitivo es el que se conoce como esquema mental (y que autores
diferentes han matizado y renombrado marco, guion, etc.). Un esquema mental o
marco es un conjunto de ideas (o, mejor dicho, de representaciones mentales) que un
hablante tiene almacenadas en su memoria y que le permiten mantener un
intercambio comunicativo adecuado a un determinado contexto externo. Una vez
activado el esquema, se crean una expectativa en forma de guion que nos indican
cómo proceder. Los esquemas y guiones movilizan un modelo mental para alcanzar la
finalidad de la comunicación.

Por ejemplo, prácticamente la totalidad de los españoles sabe cómo comportarse en


un bar con los amigos: uno se sienta, le pide al camarero algo de beber y lo normal es
que el camarero se lo lleve hasta la mesa donde está, se habla con los demás, al final
se pide la cuenta, etc. Ese conocimiento de una situación social estereotipada le
permite al hablante establecer actos comunicativos adecuados al contexto (por
ejemplo, sabe que les puede explicar su día a sus amigos pero no al camarero). Otra
forma de entender intuitivamente la importancia de los esquemas mentales es
imaginar que nos hayan invitado a una boda que se celebre según el rito de una
religión que desconocemos: no sabríamos qué hacer/decir; ni siquiera sabríamos
interpretar los gestos rituales.

Los esquemas habitualmente se fundamentan en un razonamiento causal, como se


observa en los guiones que responden a un marco de situaciones estereotipadas. Los
guiones se localizan en una parte dinámica de la memoria con componente explícito o
representación de la información del texto e implícito, de las informaciones derivadas
de los conocimientos de los sujetos. En la comprensión, los esquemas, guiones y
modelos mentales son fundamentales para gestionar los recursos cognitivos y para
completar la información específica del habla o escrito, no solo para comprender sino
para incorporar nuestras experiencias en la memoria.

2. Intención o interpretación
El sentido de un texto no está fijado, sino que el sujeto lo construye desde su contexto,
con sus esquemas, modelos y competencias discursivas. Entender una comunicación
es interpretar su intención de manera explícita e implícita. Ppara resolver lo implícito
se recurre a la inferencia, proceso mental que completa o interpreta una información
utilizando sus conocimientos extralingüísticos y competencias.

Se sintetizan las principales aportaciones de los intelectuales que clasificamos como


“pragmatistas” y que, a su vez, se pueden dividir en dos corrientes: por una parte, se
sitúan los filósofos que se han ocupado del lenguaje y por la otra parte, están los que
han desarrollado una perspectiva que combina instrumentos lingüísticos con
herramientas de la psicología cognitiva.

2.1. Enfoque filosófico

Austin: sus contribuciones son: actos de habla, contenido proposicional (lo que se dice)
vs. fuerza ilocutiva (modalidad), actos de habla directos e indirectos, actos locutivos,
ilocutivos (finalidad comunicativa y relaciones) y perlocutivos (efectos en el receptor).

Searle: también defiende que la intencionalidad está siempre orientada en los


enunciados. Distingue cinco tipos de actos ilocutivos: asertivos, comisivos
(comprometerse), directivos, expresivos, declarativos. Clasifica los actos indirectos en
convencionales (contenido implícito es compartido) y no convencionales (depende del
contexto).

Grice: principio de cooperación (lo que el hablante quiere enunciar y cuyo sentido
depende del contexto, para lo que los sujetos deben participar de manera
cooperativa), cuatro máximas de calidad, cantidad, relación y modalidad. Si se rompe
una, no se deja de cooperar sino que se desencadena una implicatura conversacional,
una inferencia para sobreentender que un acto no convencional no está expresado
pero se puede entender en el contexto (p.ej. ironía, malentendidos, chiste).

2.2. Enfoque cognitivo

Sperber y Wilson  máxima de la relación o principio de la relevancia, mecanismo de


ostensión-inferencia centran su análisis de la comunicación en dos procesos de tipo
cognitivo:

a) el proceso de ostensión-inferencia: inferencia es la actividad mental para crear una


información implícita a partir de conocimientos extralingüísticos que intervienen en la
comprensión e interpretación de los textos. Su función es completar la información
para establecer la cohesión, conexión y coherencia del texto. Deben ser necesarias,
que reposan en marcas textuales, o elaboradas, saberes de los sujetos.
b) la memoria: sistema complejo de unidades de sentido que representa la totalidad
de conocimientos acumulados por el sujeto. Su función es el almacenamiento de la
información, pero también la estructuración selectiva y reorganización. Tres tipos de
memoria: a corto plazo (cotexto inmediato), a medio (interpretación de los enunciados
precedentes) y largo (informaciones conceptuales).

2.3. Las competencias

La noción de competencia remite a los conocimientos que tienen los sujetos y que
movilizan ante determinadas tareas según el tipo de contexto. Si queremos resumir la
idea de fondo del enfoque cognitivo, podemos afirmar que para que un sujeto pueda
comunicar no es suficiente que conozca las reglas de una lengua y el significado de los
elementos que la componen, sino que tiene que disponer de competencias.

Una competencia es la capacidad que tiene un sujeto de activar un conjunto de


conocimientos que tiene almacenados en su memoria y que le resultan necesarios
para poder comunicar en un determinado contexto.

Las competencias son de tipos y niveles distintos. En el Análisis del Discurso los dos
tipos de competencia que se consideran más importantes son:

o competencia comunicativa: conjunto de reglas sociales con las que el


sujeto utiliza de forma adecuada su competencia lingüística.
Corresponde a las reglas sociales y culturales que delimitan los usos de
la lengua, que no son objeto de aprendizaje, sino parte de nuestros
conocimientos generales y experiencia, se va consiguiendo desde la
infancia. Para comunicarse no basta con la competencia lingüística sino
que se habla en función de los contextos sociales.
o competencia discursiva (capacidad de los sujetos para comprender e
interpretar a partir de sus conocimientos y experiencias, de activar un
conjunto de conocimientos lingüísticos, sociales y pragmáticos que
permite comportarse de manera adecuada en los múltiples géneros del
discurso). Se apoya en los saberes interiorizados para activar sus
esquemas y modelos mentales esenciales para comprender y producir
discursos, géneros y textos.
3. Las producciones verbales

En el Análisis del discurso, a diferencia de lo que pasa en otros ámbitos, cuando


hablamos de texto no nos referimos solo a un texto escrito, sino que nos referimos a
cualquier registro de un acto comunicativo. Por ejemplo, la novela El idiota es un texto,
pero la narración exclusivamente oral de una anécdota divertida también es un texto,
y un meme que combina imagen y escritura también es –en su conjunto– un texto.
La distinción entre “escrito”, “hablado”, “signado”, ”icónico”, etc., es una distinción
teórica, ya que la mayoría de textos combinan, en proporciones variables, esas
diferentes formas de producción de la comunicación. Es el caso de oralidad
(multicanal) y escritura (monocanal). Sucede en el lenguaje oralizado (p.ej. cuando un
lector lee un texto escrito) o la escritura impregnada de lengua hablada

El medio que utilizamos para la comunicación influye intrínsecamente en el contenido


de la comunicación y no solo en su forma. Cada medio implica una forma de
configuración de los géneros discursivos, ya sea de carácter interpersonal o masivo. Las
TIC han provocado un cambio adaptándose a nuevos escenarios.

TEMA 4. EL DISCURSO ORAL (capítulo 4 manual)

1. Situación de enunciación

Para poder interpretar un discurso oral tenemos que tener en cuenta de manera
analítica y sistemática el contexto en el que se produce. El contexto incluye toda una
serie de elementos, dos de los cuales contribuyen a determinar la situación de
enunciación: el espacio y el tiempo. Las dos situaciones clásicas de enunciación son:

- Enunciación en presencia. Las personas que participan en el intercambio


comunicativo o interlocutores comparten el mismo espacio y tiempo. El
intercambio se construye mediante la interacción entre los interlocutores. Ejemplo:
dos amigos que hablan en el bar. Los interlocutores son los sujetos físicos que
interactúan; los sujetos enunciativos participan simultáneamente en el acto de
enunciación y en la modalidad oral prototípica –conversación- locutor e
interlocutor construyen conjuntamente la interacción. Marca que la comunicación
sea más o menos coloquial o formal.
- Enunciación diferida en el espacio (y mediada por la tecnología). Las personas que
participan en el intercambio comunicativo comparten el mismo tiempo, pero no el
mismo espacio. Ejemplo: dos amigos que hablan por teléfono o los discursos en
radio y televisión, cuya finalidad es atraer la atención a una emisión con
interlocutor y audiencia.

Además de las dos situaciones prototípicas, en las últimas décadas se han ido
definiendo formas híbridas de situación de enunciación, como Internet y web
(emisiones pregrabadas).
2. Las características del discurso oral

1. Interacción.

Tal y como hemos visto, en el siglo XX los científicos toman consciencia de que la
lengua no es solo un conjunto de estructuras y significados, sino un hecho social. A
partir de esa idea, se desarrollan varios enfoques distintos que intentan destacar que
la comunicación entre seres humanos es una forma de interacción social.

En este punto no tenemos que caer en el error de preguntarnos ‘¿cuál de los enfoques
es el correcto’? Todos ellos, de formas distintas, contribuyen a explicar la idea de
interacción. Se alejan de las propuestas centradas en los intercambios verbales y la
conciencia individual. Analizan los discursos orales como una interacción y como una
construcción colectiva. Las principales escuelas que se han ocupado de la interacción
social son:

- La Escuela de Chicago: (interacción social). La conversación como prototipo


discursivo. Se centran en las interacciones en las que observan los
intercambios comunicativos y analizan temas de repercursión social. Goffman:
interacción cara a cara, influencia recíproca que los participantes ejercen
cuando están presencia física inmediata con otros.
- El interaccionismo simbólico: los significados se generan según la experiencia y
se modifican en los procesos comunicativos. La comunicación simbólica es el
resultado de la interacción y las respuestas sociales.
- La etnometodología: estudiar y describir los conocimientos de una sociedad en
sus prácticas familiares. El hecho social es el producto de la acción cotidiana de
los sujetos y sus conocimientos para adaptarse al contexto social.
- La etnografía de la comunicación: determina cuáles son las reglas y normas de
las interacciones que subyacen en las comunidades de habla y cómo lo que
cohesiona un grupo se debe a las redes de comunicación compartidas.
- El análisis de la conversación y de las interacciones verbales: la conversación es
el espacio para examinar las organizaciones sociales en su conjunto. Además
incluyen gran heterogeneidad de interacciones que se dan en diversas
actividades. Goffman plantea dos receptores: destinatarios y espectadores o
testigos, que se dividen en los que escuchan sin intención (overhearers) y los
que escuchan activamente.

2. Marcas y niveles sociolingüísticos del habla

La sociolingüística, surgida a mediados del siglo XX, descubrió que diferencias sociales
se pueden traducir en diferencias lingüísticas. En otros términos, en una lengua hay
variación: el mismo objeto lingüístico se puede expresar de formas diferentes
dependiendo de las características sociales de quien lo exprese y del contexto en que
lo exprese. (P. ej. ‘he llegado a la conclusión de que…’ vs. ‘he llegao a la conclusión
que…). Labov analiza las relaciones entre las realizaciones de la lengua y clases
sociales. Se observan las variacinoes sociales y estilísticas y los conocimientos sobre lo
que se considera bueno o mano. El variacionismo que se observa en una lengua puede
ser de varios tipos:

- Variación geográfica (o diatópica). Esta forma de variación es muy conocida y


estudiada, ya desde el siglo XIX. Una lengua tiene variedades geográficas o dialectos
diferentes.

- Variación social (o diastrática). Clases o grupos sociales diferentes hablan de formas


distintas: utilizan variedades sociales distintas (llamadas sociolectos). Todos podemos
pensar en rasgos lingüísticos típicos del habla pija o cani.

- Variación individual. El habla de una persona está caracterizada por determinadas


preferencias que la hacen única, como el modo especial de pronunciar la ‘s’ o repetir
continuamente ‘¿sabes?’. La manera de hablar individual y única de cada persona se
llama idiolecto.

- Variación situacional. Una misma persona, dependiendo del contexto, habla de forma
distinta. Una variedad que se utiliza en una determinada situación es un registro y
responde al estatus sociolingüístico, en una situación con pertenencia a una clase.

La variación afecta a todos los niveles de una lengua. Entre dos registros, por ejemplo,
puede haber diferencias fonéticas, sintácticas, léxicas, etc. Podemos sistematizar la
variación lingüística en tres niveles:

- Variación de tipo fonético. Hay los cuatro tipos de variedades anteriores. Un ismo
locutor puede utilizar distintos registros en tanto que sujeto social que asume
roles. También intervienen rasgos suprasegmentales, que son valiosos porque
revelan significados sobre sus características personales, su carácter, su grupo.
- Variación de tipo léxico. Permite identificar la pertenencia a un grupo y sus
variaciones entran en relación con el resgistro, indicando la identidad y diversidad
de los interlocutores o características de grupo que cambian según estatus
sociales, contexto y estilo.
- Variación de tipo morfosintáctico. Factores que marcan el tipo de oralidad y el
grado de informal a formal.

También se establece una diferencia entre oralidad primaria, o la oralidad de verdad,


(p.e. una conversación entre amigos en el bar. Carácter directo y espontáneo) y
oralidad secundaria, condicionada por los modelos de la lengua escrita, (p.e. una
conferencia académica. Construcción cuidada y planificada, sintaxis bien construida.)

3. Tematización

En el discurso oral, a diferencia del discurso escrito, el orden de los constituyentes


sintácticos se puede alterar con frecuencia con el fin de poner en primera posición la
información nueva/contrastiva/importante. Ese desplazamiento no es un mecanismo
contrario a las normas de la gramática de una lengua; sin embargo, se considera
normal en la comunicación oral, pero no en la comunicación escrita. Un ejemplo es
‘quiero un quilo, te he dicho’: en vez de utilizar el orden V+O, que es el orden no
marcado y el más común, el cliente lo invierte para destacar la información que
contrasta con lo que el locutor había afirmado, así como utiliza una entonación
especial. Eso significa que en el discurso oral, entonación, la sintaxis y la fonología
contribuyen a marcar que una parte de la oración es más importante desde el punto
de vista informativo.

4. Tiempo operativo

La realización sonora en el discurso oral se construye en el tiempo operativo del decir.


En el discurso oral los hablantes también pueden utilizar las pausas, los alargamientos
y las detenciones para contribuir a construir el sentido de su enunciado. Por ejemplo
puede dar la impresión de que una persona está muy segura de lo que dice, mientras
que otra enunciación muestra inseguridad, que se transmite con un conjunto de
estrategias que no son ni léxicas ni sintácticas, sino que tienen que ver con la velocidad
de habla, la presencia de alargamientos, el uso de patrones entonativos más o menos
tajantes…

5. Multimodalidad

Un discurso oral no es solo una secuencia de palabras organizadas en oraciones. Al


significado global de un enunciado no contribuyen solo los aspectos léxicos y
morfosintácticos, sino también los elementos prosódicos y los gestos. La diferencia
pragmática entonces no se vehicula mediante el léxico o la sintaxis, sino mediante
entonación, velocidad de habla y gestos, que se perciben a través de la vista y le dan a
la frase su componente multimodal (con el cual podemos saber la intención del
hablante). Locutor e interlocutor se apoyan en el contexto que han construido
conjuntamente para interpretar los indicios y marcas. Se distingue entre marcas
verbales, paraverbales (acentuación, entonación, volumen… establecen una relación
con los estados afectivos de los participantes) y no verbales: elementos externos al
universo verbal, pueden ser cinésicos: gestos y expresiones corporales como
emblemas (conocidos por el grupos que pueden llegar a sustituir, como decir adiós),
ilustradores (completan y enfatizan), reguladores (delimitar los turnos de habla, como
gestos de saludo) y adaptadores (información sobre el estado de ánimo, como levantar
las cejas); y proxémicos: relaciones de proximidad y uso del espacio que establecen los
interlocutores, como para susurrar.

3. Modalidades del discurso oral

Las dos modalidades principales del discurso oral son el diálogo (dos o más
interlocutores construyen activamente el intercambio comunicativo, forma básica del
intercambio en el turno de habla) y el monólogo (solo uno transmite un mensaje,
mientras los demás actúan como receptores).

4. Géneros del discurso oral

Todos somos conscientes de que existe una gran diversidad de discursos orales: desde
una charla con la vecina hasta el discurso de un académico de la RAE. En la actualidad,
hay numerosas propuestas de clasificación de los distintos géneros de discurso. Sin
embargo, no hay consenso entre los lingüistas y “no es posible establecer una única
tipología de discursos orales”.

Quizás la única idea sobre la que existe cierto consenso es que la clasificación es
jerárquica: un texto concreto se enmarca en un género, que a su vez pertenece a un
tipo de discurso. Para concretar este esquema, también se propone una serie de
ámbitos sociales (que corresponden con los tipos de discurso), que se articulan en
géneros orales (que corresponden a los géneros). Por ejemplo, dentro del ámbito
social académico encontramos géneros orales como el examen oral, la clase, la tutoría,
la conferencia…

Esta clasificación no es rígida. Podemos clasificar un mismo género oral en más de un


ámbito social. Por ejemplo, conferencia en el ámbito académico y en el científico. La
comunicación oral está unida a un espacio social con sus normas, valores que marcan
la finalidad del discurso. Se trata de pertenencia a una misma organización
institucional. El espacio social es una zona de interacción con normas que gestionan
muchas relaciones en un número casi ilimitado de discursos y géneros (p.ej. en un
hospital hay consultas, reuniones, prácticas…).

Otra clasificación posible de los textos orales se fundamenta en la distinción entre las
dos modalidades del discurso (monólogo vs. Diálogo). En ese sentido, se distingue
entre géneros monologales (la lengua oral es formal, pero combinada con
espontaneidad) y géneros dialogales (géneros conversacionales e instituidos, que
pueden ser autoriales y rutinarios). Entre los últimos, el más representativo es la
conversación: un género discursivo oral donde los participantes participan en una
interacción y construyen/negocian, intervención a intervención, el desarrollo del texto
oral.

5. La conversación

Se identifica el Análisis del Discurso con el de la Conversación por la importancia que


tienen los discursos orales. Este es un enfoque de la Etnometodología: los
conversacionalistas consideran que la conversación es el espacio privilegiado para
observar las organizaciones sociales y se ocupan de las interacciones orales
espontáneas. Algunos investigadores se cuestionan si se trata de un género oral o de
un tipo de interacción.

Los tres tipos de reglas que rigen una conversación según Orecchioni (“el objetivo del
análisis conversacional es explicitar las reglas en todos los géneros de los intercambios
comnicativos”) son:

a. Las reglas que determinan la alternancia de los turnos de habla:

Los turnos dependen de los solapamientos que se producen en las conversaciones


espontáneas y los procedimientos de reparación para corregir los fallos. La secuencia
es la unidad del texto dialogal formada por intercambios; la intervención es la
contribución de cada locutor. Dos tipos de secuencia: fácticas de abertura (más
ritualizadas) y transaccionales. En un texto dialógico intervienen dos o más hablantes.
La forma de intercambio mínimo es un par adyacente de turnos habitualmente
consecutivos (en un turno puede haber más de una intervención sin romper el orden
de la conversación). La conversación debe respetar un equilibrio en el uso del tiempo
de los turnos, hablar una sola persona a la vez, aunque no es usual, y reducir al mínimo
el silencio. Para establecer los turnos hay:

- Normas culturales. Por ejemplo, en las culturas europeas tenemos que esperar a que
una persona nos indique que ha acabado su intervención antes de empezar a hablar,
aunque en contextos informales no está mal visto solaparnos con los interlocutores.

- Señales discursivas. Quien habla suele manifestar su intención de ceder el turno de


habla al otro mediante señales discursivas que suelen ser de tipo entonativo
(utilizando una melodía que indique que una oración se ha acabado) o bien de tipo
léxico, con expresiones.

b. Las reglas que determinan la organización estructural de la intervención

El modelo de Jean Michel Adam analiza la estructura de las conversaciones:


- La intervención es todo lo que dice un hablante en su turno de palabra. Se trata de
actos de habla y en una intervención con varios actos se distingue el acto director y
subordinados.

- El intercambio es un conjunto de intervenciones muy claramente relacionadas entre


sí (como pregunta + respuesta), normalmente formada por dos intervenciones
consecutivas.

- La secuencia es un conjunto de intercambios que tratan del mismo tema. Las


secuencias pueden ser fáticas de apertura (que solo sirven para abrir la conversación),
fáticas de cierre (para cerrar) o transaccionales (para intercambiar información).

c. Las reglas que intervienen en la relación interpersonal entre los hablantes

Dos parámetros en la interacción: el tipo de distancia (horizontal, que marca la


proximidad, familiaridad e intimidad de los participantes en situación de igualdad –
tuteo, registro familiar, gestos de intimidad- y vertical, que supone lejanía, distancia y
desigualdad –usted, organización de turnos de palabra) y la cortesía.

Las reglas que intervienen en la relación interpersonal entre los hablantes son
básicamente las reglas de cortesía, de Brown y Levinson. Es una relación social que
presupone un comportamiento cortés, y la interacción es la influencia recíproca que
los participantes presentes cara a cara ejercen en sus acciones respectivas. Los
individuos manifiestan el rol de sí mismo o construcción social de su imagen,
construida por los otros en las actuaciones comunicativas para mantener su imagen.
Dos caras: imagen negativa (se refiere a su intimidad) y positiva (fachada social). El
hablante calcula el riesgo de sus actos y elige los procedimientos más adecuados. Tres
estrategias: abiertas y directas, abiertas e indirectas (positiva y negativa) y encubiertas.

TEMA 5. EL DISCURSO ESCRITO

Orígenes de la escritura: protoescritura (muestras con las que los sujetos dejaban
huellas de su tipo de existencia) > escrituras jeroglíficas (entre la representación
icónica y el objeto mismo) > escritura cuneiforme (escritura caracterizada por
elementos en forma de cuña sobre tabletas de barro que escenificaban). Los primeros
alfabetos son fenicios, 1200 a.C., y empleaban solo consonantes, a las que los griegos
añadieron vocales.

Situación de enunciación en el discurso escrito:

- Escritor/lector (sujetos enunciativos en los discursos escritos) NO comparten la


misma situación de enunciación
- Escritor/lector se sitúan en espacios diferentes y tiempos diferidos
- La intención del escritor puede tener interpretaciones y efectos distintos en los
receptores
- Autor, texto y lector interactúan: a partir del texto y en el proceso de lectura

Como la recepción es diferida, se ve sometida a tiempos de lectura diferentes y a


lectores diversos. Las posibles interpretaciones de los discursos dependen de los
procedimientos de lectura de cada lector. El contenido del texto no es fijo, se va
construyendo desde los diversos contextos de recepción.

1. Estatuto del discurso escrito

Tradicionalmente, la escritura ha servido para preservar el habla como producto social


y está mediatizada por sus dimensiones psicológica, sociocultural e histórica:

a. El texto y su dimensión psicológica:


- Orígenes: mediados s. XX. Individualidad del acto creativo, poder
inmanente del texto y prioridad por la forma
- 1960: postestructuralismo. Quién es el autor y cuál es su función. Es uno
de los puntos más discutidos: el estructuralismo ruso se plantea si el
lector debe buscar en el texto lo que el autor ha querido decir, centrarse
en lo que dice la obra o buscar las cualidades de los textos.
b. El texto y su dimensión sociocultural: Texto escrito como discurso de las obras
literarias a como discurso de la sociedad, rompiendo con la apreciación histórica.
Foucault establece una vinculación texto/sociedad/cultura: el texto es un producto
individual sometido a los contextos social y cultural de los que forma parte, que
regulan los usos de la lengua en relación con los grupos y variables sociales. Los
comportamientos culturales, de los que los textos son un reflejo, influyen en las
sociedades cuyas costumbres marcan sus universos de comunicación.
c. El texto y su dimensión histórica: el discurso escrito se suele presentar como algo
estable y permanente (frente a lo oral) > esto determina su carácter histórico y la
mirada retrospectiva sobre la producción textual (dialogismo).

2. Marcas del discurso escrito

La dimensión lingüística del texto escrito está determinada por las condiciones del
discursos y del género al que pertenece. La mayor parte de los estudios postulan que
el texto escrito es una unidad verbal autónoma, con sus propios procedimientos de
producción y reconocimiento que no responden a una suma de partes.

1. Forma externa: el paratexto.


Es lo primero que se visualiza en un texto, sirve para activar en el lector un posible
sentido global. Se sitúa en la periferia del texto e indica el tipo de discurso y de género,
primeros elementos que se activan en la interpretación de un texto (forma externa).

Según Genette: Hay paratexto autorial (responsabilidad del autor) y editorial (marcas
de la editorial). En ambos paratextos = peritexto + epitexto. Distingue cuatro
características paratextuales o marcas formales en las que el lector puede apoyarse
para una primera interpretación: marcas espaciales (dónde se encuentra), temporales
(momento de aparición del paratexto, p.ej. publicaciones diarias, semanales),
características sustanciales (posible multimodalidad, marcas significantes que
impactan en el lector, p.ej. imágenes en el discurso publicitario) y marcas pragmáticas
y funcionales (de quién, para quién, con qué finalidad).

La organización paratextual marca el tipo de lectura, su posible interpretación y


determina el contrato implícito que se instaura en dos dimensiones: productor-lector y
texto-lector. En el paratexto inciden los códigos sociales con los lingüísticos en una
distribución entre el mundo externo y el interno del texto y que se impone como guía,
medio y modo de leer. Su función es orientar la lectura para que el lector establezca un
nexo entre los elementos paratextuales y el significado y finalidad del texto.

2. Segmentación intratextual: párrafo y puntuación


- Párrafos: su organización orienta al lector sobre la planificación
semántica del texto, lo que le permite inferir un esquema sobre la
progresión y continuidad referencial que irán encadenando las distintas
partes del texto. Es una unidad formal y semántica fundamental en la
lectura con la que se visualiza y fragmenta la forma interna del texto. (P.
ej. peritexto ‘Introducción’ + párrafos).
- Puntuación: el primer criterio de interpretación del texto se localiza en
la segmentación gráfica de unidades en el continuo verbal; criterio
formal que le sirve al lector para observar la distribución espacial del
texto y sus diversos niveles de organización textual.
3. El texto como unidad de composición: retórica clásica > partes del discurso:
inventio, dispositio, elocutio + memoria y acto.

2. Modalidades del discurso escrito

Monólogo (reproducción directa del pensamiento a través de una sola voz) y diálogo
(forma de reproducción de voces en estilo directo). El diálogo es un modo de escritura
en primera persona, en el que se potencia el papel de los personajes que asumen las
voces eliminándose otras como la del narrador. En narrativa se recurre con frecuencia
al diálogo, aunque no se trate de un discurso directo sino de una convención literaria.
El monólogo es una reproducción en primera persona y se recurre a procedimientos:
autobiográfico, autorreflexivo, reproducción directa en la que se prescinde del
narrador, monólogo interior.

3. Géneros del discurso escrito

1. Géneros escritos y funcionalidad

Las actividades discursivas responden a los distintos marcos o ámbitos institucionales


de la sociedad con sus prácticas habituales que dependen de la situación de
comunicación. Charaudeau propone una estructuración de los géneros a partir de la
situación de comunicación. Distingue entre:

- El ámbito de la práctica social (político, jurídico, religioso, etc): donde


los actores sociales se constituyen en instancias de comunicación.
- Dos lugares de estructuración: situación global de comunicación y
específica (determina las condiciones físicas del intercambio lingüístico,
es donde se produce el intercambio y especifica los términos de la
situación global).

Toda comunicación escrita está constitutivamente unida a su espacio social, tanto a su


situación global de comunicación como a la específica del género.

2. Prototipos según regímenes de genericidad

Maingueneau propone dos regímenes prototípicos: conversacionales (horizontales, las


condiciones se establecen entre los interlocutores) e instituidos (verticales y globales,
impuestas por la situación de comunicación) y se establecen en cuatro modos de
genericidad.

- Géneros instituidos del modo 1 (rutinario): no están sometidos a


variación en su estructura, sino que responde a marcas estables del
género, sin autor asignado. Ejemplo: carta de despido, contratos.
- Géneros instituidos del modo 2 (rutinario): sometidos a ciertas
condiciones preestablecidas definidas por el ámbito de aplicación, pero
textos relativamente individuales. Guía turística, reseña, ensayos.
- Géneros instituidos del modo 3 (rutinario): no se atienen a un modelo
único de planificación. No ofrecen un modelo determinado y buscan ser
creativos para atraer la atención del lector, por lo que emplean
metáforas. Discurso publicitario.
- Géneros instituidos del modo 4 (autorial): no siguen un modelo
determinado, sino que instauran una escena de enunciación original, en
la que el autor puede jugar con el criterio de clasificación. Discurso
literario, filosófico, religioso, político, el autor construye su identidad
desde su propia enunciación.

4. Aprendizaje de la competencia escrita

En dos fases: adquisición del código gráfico, mediatizado por la lengua oral, y
reproducción del código, para lo que se requieren operaciones mentales de selección
del tema, planificación de la escritura y redacción.

Cada fase depende de tres operaciones: contextualización (articulación del contexto


con el tema), estructuración (selección del tipo de discurso, género, plan del texto) y
textualidad (modos de organización del texto, procedimientos de cohesión, conexión).

La escritura no es lineal, sino un proceso interactivo en el que el aprendiente revisa


continuamente sus pasos en las diferentes etapas para organizar las ideas,
jerarquizarlas y controlar el nivel verbal.

5. La comprensión lectora

La actividad de comprensión que hace el lector ante un texto escrito responde a un


proceso de reconocimiento de formas y activación de significado que requiere
competencia lingüística, pero también social y cultural. En la lectura se da relación
continua entre el contexto de recepción y el tipo de discurso, género, organización…

Modelos cognitivos de comprensión o procesos mentales (5 fases):

- Percepción (todos los niveles del texto y va de la zona global –tipo de discurso y
género- hasta la local –enunciado y palabra; forma externa)
- Activación del sentido (en la lengua materna, proceso casi simultáneo a la
percepción, que selecciona las unidades cognitivas de la memoria y trata de
establecer los esquemas de conocimiento)
- Construcción del sentido. La psicolingüística textual se ocupa de la construcción
del sentido en 3 niveles de organización y tratamiento:
1. Superestructura (nivel cognitivo del tipo de discurso). Esquemas o
modelos mentales sobre el tipo de discurso y de género.
2. Microestructura (sentido local del texto). Palabras y enunciados para
construir la cohesión local.
3. Macroestructura (sentido global). Ideas a las que se llega por un proceso
de abstracción. Se va elaborando desde la microestructura y solo se recuerdan
las ideas principales o macroproposiciones.
- Memorización: dos factores: mantenimiento de las informaciones en la
memoria y recuperación de los conocimientos rescatados.
- Reproducción. Responde a tareas de resumen, se eliminan los detalles menos
relevantes e innecesarios.

La comprensión de un texto se guía por dos principios: abstracción (se extraen y


sintetizan los contenidos esenciales) y economía (se limita la complejidad de las
representaciones).

Van Djik postula que el sentido general del texto es el resultado de la capacidad que
tiene el sujeto de resumir y recordar. Establece cuatro macrorreglas de reducción y de
organización de la información, que sirven para condensar la información: supresión
(local y global), integración, construcción y generalización.

Los modelos de lectura pueden ser autónomos (que defienden procesos distintos en la
comprensión y producción) e interactivos (paralelo, ya que no se trata de etapas
ordenadas, sino de interacción entre los procesos).

 El lector y niveles de comprensión

La comprensión de la lectura depende de: lector y texto. Por eso, doble vertiente:
lector como receptor y productor de la interpretación.

- Primer nivel de comprensión: tipo de discurso, interdiscursividad (todo discurso


está en relación con otros). Se localiza en la representación mental que el
sujeto se hace del tipo de discurso. Las marcas de invariancia discursiva son la
fuente cognitiva a la que recurre el sujeto para relacionar ese discurso con los
anteriores, activando sus inferencias sobre el posible sentido y finalidad del
texto. Se trata de una primera interpretación por inducción, ya que el lector se
apoya en las prácticas discursivas que forman parte de su contexto, de su
universo cultural y de las categorías sociohistóricas con las que activa y
actualiza una representación sobre el tipo de discurso. Todo discurso tiene la
propiedad de estar en relación con otros: interdiscursividad. Inicialmente los
discursos se identifican por su forma externa: paratexto.
- Segundo nivel de comprensión: tipo de género, intergenericidad (propiedades
compartidas de los géneros). Se refiere al género, que sirve como criterio de
clasificación e implica un determinado número de regularidades que reflejan
propiedades compartidas e institucionalizadas en los géneros
(intergenericidad). El término de superestructura se utiliza para referirse al
nivel cognitivo del tipo de género que responde a un esquema o modelo
mental y que desempeña un papel fundamental en el proceso interpretativo. El
esquema mental sirve de marco a las operaciones inferenciales que realiza el
sujeto. Estas inferencias se basan en los conocimientos que los sujetos tienen
sobre el tipo de discurso y género.
- Tercer nivel de comprensión: el cotexto inmediato. Este cotexto se sitúa en la
palabra y el sintagma. Son niveles en los que el lector construye su
comprensión y coherencia locales.
- Cuarto nivel de comprensión: el cotexto próximo. Se sitúa en el nivel formal de
la oración y del párrafo. El lector se apoya en estas unidades para construir la
cohesión y coherencia locales. Además establece las relaciones locales entre las
proposiciones y, apoyándose en la coherencia referencial determinada por la
repetición de argumento, ordena y jerarquiza el sentido. En este nivel
intervienen: la puntuación y los procesos de cohesión y conectividad
(marcadores discursivos interoracionales).
- Quinto nivel de comprensión: cotexto alejado. Asegura la cohesión y progresión
temáticas desde los niveles locales (palabra, oración, párrafo) hasta el global
(integración de secuencias y sentido global del texto). Se construye a partir del
tema en el que se van integrando los otros dos cotextos, facilitando así el paso
de una comprensión fragmentada a una general. Microestructura >
macroestructura.

TEMA 6. EL DISCURSO DIGITAL

1. Situación de enunciación

Discurso digital = en continua construcción, de ahí el carácter inestable de sus


documentos, que están en constante transformación. No se trata únicamente de un
diálogo diferido en el espacio o en el tiempo, de una sustitución del papel, ni de una
mayor rapidez y accesibilidad a las obras, sino que el enlace electrónico recrea la
propia naturaleza del texto convertida en un universo en construcción.

La enunciación en los discursos interactivos (siete características):

- Los sujetos enunciativos o internautas participan simultáneamente en el acto


de enunciación, pero su interactividad no es directa como en los discursos
orales, sino mediada
- Los interlocutores son los sujetos físicos o virtuales que participan en la
interacción desde un modelo cognitivo de hacer conjuntamente
- En las modalidades plurigestionadas como los chats, los interlocutores
comparten habitualmente un mismo tiempo, pero también puede ser
recepción diferida (foros).
- El espacio está mediado por la pantalla: los dispositivos hipertextuales han
ganado el territorio al texto
- El contexto de producción depende de las condiciones particulares de los
participantes
- Se recurre a elementos paraverbales y redundancias para sustituir las elipsis de
las situaciones orales
- Los textos digitales tienen su propio sistema de marcas intratextuales

La enunciación de los discursos monogestionados: interesa cómo se construyen las


informaciones y de qué manera los lectores interpretan los textos (siete
características).

- Los sujetos enunciativos (escritor/lector) no comparten la misma situación de


enunciación
- Los internautas se localizan en contextos diferentes de producción
- Se sitúan en tiempos diferidos, por lo que el contenido de los textos y la
intención del escritor pueden tener interpretaciones y efectos muy distintos en
los lectores
- El espacio está mediado por la pantalla
- La organización prototípica de estos discursos es un espacio delimitado por
situaciones complementarias: la organización del contenido del documento,
que depende del autor, y el espacio de interactividad del lector con el
documento
- El documento informativo es dual (monogestionado por el autor y
plurigestionado como fruto de una construcción en la lectura)
- El proceso cognitivo resultante es una lectoescritura en la que se borran los
límites escritor/lector

Las propiedades hipertextuales permiten recorridos de lecturas posibles, ya que un


texto digital es una lectura particular de un hipertexto. Son poderosos instrumentos de
escritura-lectura colectiva y, por ello, con este medio, la escritura y la lectura cambian
sus roles. El sujeto que estructura el hipertexto es a la vez lector y ‘escritor’.

2. Estatuto del discurso digital

El discurso digital, al igual que oral y escrito, está marcado por el medio, por las
prácticas discursivas en las que se actualiza, por su finalidad y por un número de
normas sociales y leyes del discurso.

- Internet y su evolución histórica: Orígenes (década de los 80): internet = protocolo de


transmisión de datos, es una red de redes que se convierte en una metarred, pasando
a un uso generalizado con fines no profesionales. En los años 90 surge la web en el
CERN de Ginebra con el objetivo de crear un gran centro de investigación en donde se
pudieran consultar documentos y establecer vínculos entre ellos. Web 1.0 (solo de
lectura, los datos no se pueden cambiar ni actualizar ni tampoco interactuar) > web 2.0
(diseño centrado en el usuario, para generar contenidos e interacción) > web
semántica (una mejora que utiliza programas para buscar información) > web 3.0 (aún
en desarrollo, conducirá a la inteligencia artifical).

- Internet y su dimensión técnica

Internet es una red descrita en protocolos de comunicación, cuyos documentos


pueden leerse por medio del hipertexto, desplazando de una info a otra. Permite
moverse con libertad y es el instrumento más poderoso para compartir e interactuar.

- Las TIC y su dimensión cultural

Han desdibujado las distancias geográficas, temporales e interpersonales, una


revolución en la forma de concebir los productos culturales. Las redes sociales
producen cambios culturales a escala global.

- Escritura digitalizada y digital.

Un texto digitalizado es cualquiera que puede leerse en un ordenador, ya sea porque


el escritor utiliza el teclado o escanea un texto ya escrito: se trata de la migración de
un texto en papel a formato electrónico.

Cibergénero o género digital: se aplica, en sentido estricto, a las obras creadas


únicamente para formato digital, es decir nacen a partir de ese medio y solo pueden
ser conocidas en ese contexto. Las posibilidades de imprimir dichas obras o leerlas en
papel son muy reducidas, pues el lector interactúa continuamente con el texto.

3. Propiedades del hipertexto

Es el hiperespacio con ‘n’ dimensiones donde el sujeto es a la vez lector y creador:

- Digitalidad: en documentos digitalizados en ordenadores, permite integrar


diferentes códigos. La página web es el producto digital por excelencia: tiene el
momento de la concepción y el de reconstrucción y utilización del lector
(multiplicidad de usuarios).
- Interactividad: la construcción de los géneros digitales se basa en la
dialogicidad y en la cooperación, respondiendo a una filosofía de la interacción,
trabajando conjuntamente para crear el objeto.
- Conectividad: conexiones de imágenes, vídeos… interacción con diferentes
fuentes verbales y no verbales.
- Multimedialidad: combinación de texto escrito con otros medios de expresión,
en diversos planos. El hipertexto digital es una colección de informaciones
multimodales.
- Estructura en red: ofrecer una estructura que no corresponde a la secuencia
discursiva lineal, enlazando nodos de cualquier tipo en forma de red.
- Multisecuencialidad: acceso no lineal a la información, fraccionando un único
hilo discursivo, añadiendo nuevas funcionalidades a la disposición del texto.
- Extensibilidad: el texto se amplifica a medida que se siguen los enlaces del
texto.

4. Interdiscursividad

Se refiere a las relaciones implícitas o explícitas que un tipo de discurso tiene en


relación con otros, ya sea desde procedimientos de imitación y adaptación o de
transformación. El concepto aparece para explicar que los discursos tradicionales están
presentes en los digitales, que conservan marcas de otros textos que les han
precedido. El lector realiza un cálculo de semejanza de los modelos mentales que tiene
de los discursos sociales tradicionales (conversaciones, cartas, publicidad) a los que
superpone los digitales (chats, foros, correo, publicidad digital), de modo que identifica
sin dificultad ciertas correspondencias entre los géneros. Los digitales presentan
nuevos marcos semánticos de comunicación, otros esquemas contextuales cognitivos
que son propios de la comunicación digital. Muchos ejemplos en el terreno musical.

5. Modalidades discursivas

Al igual que los orales y los escritos, los géneros digitales responden a dos tipos de
modalidades: monogestión y plurigesión. 4 funciones específicas de estas
modalidades:

- Información (se configura en el marco semántico de decir; fue la primera


desarrollada en la web 1.0 y se añaden todas las posibilidades hipertextuales.
Se crea en un proceso de monogestión, pero el lector puede interactuar, de ahí
el lectoescritor.
- Interacción: hacer conjuntamente, proceso plurigestionado.
- Ficción: mundo virtual de la invención e imaginación y puede ser mono o pluri
(ej. ciberliteratura)
- Exhibición: necesidad de mostrarse, aparecer, adquirir una identidad.

6. Los géneros digitales (cibergéneros)

Las fronteras no están totalmente delimitadas, porque las posibilidades de interacción


generan productos de colectividad.

- Ciberconversacionales. Objetivo prioritario: establecer lazos interpersonales o


sociales. Son tipos de intercambio diferentes por el medio utilizado, el modo de
contacto y la manera de hablar de un tema, es interesante la presencia de
emoticonos que buscan reflejar las conversaciones tradicionales (correo
electrónico, mensajería instantánea, chat, foros, redes sociales)
- Cibereducativos. Las interacciones son esencialmente de naturaleza
informativa, expositiva y explicativa (web, wiki, plataformas educativas,
edublogs y diccionarios electrónicos)
- Instituidos. Responden a prácticas sociales habituales (géneros tradicionales).
Ciberperiodismo, ciberliteratura.

Las fronteras de los géneros digitales no están totalmente delimitadas.

TEMA 7. GÉNEROS DEL DISCURSO Y TIPOLOGÍAS

1. Consideraciones históricas sobre la noción de género

- Platón: división de los géneros en épicos, dramáticos y líricos


- Géneros aristotélicos  retórica, tres grandes géneros (deliberativo, judicial y
epidíctico o demostrativo).
- Cicerón: teoría de los tres estilos o registros sociales (contenido, medio,
ampuloso) + 5 etapas en la construcción del discurso (inventio o
descubrimiento, dispositio u ordenamiento, elocutio u ornato, memoria o
recordatorio y actio o acción).
- Quintiliano (institutio oratoria)
- Edad media > Humanismo (Nebrija) > Romanticismo (prima la sensibilidad y la
imaginación del creador) > Realismo (búsqueda de la reproducción exacta de la
realidad)

2. De la Filología a la Estilística y a la Nueva Crítica

- Análisis filológicos: métodos rigurosos en el estudio de los textos literarios y


esas reflexiones de carácter histórico dan lugar a los textos como reflejo de un
tipo de sociedad.
- Estilística (siglo XX): el estilo del autor confiere unidad a la obra como
elaboración especial de la lengua natural con la que se crean los textos. La
sociología y la lingüística modificaron el estudio de los textos (la primera se
ocupa de costumbres sociales en el contexto y la segunda, por la lengua).
- Nueva Crítica: búsqueda de rigor científico con clasificaciones y análisis de corte
formal y estructuralista. Proponen un análisis interno, con atención preferente
a cómo se elabora el contenido.

3. Los géneros literarios

A la triada lírica, épica, dramática, se añade habitualmente el género didáctico, con


diferentes tipologías según se apliquen criterios históricos, lingüísticos o sociológicos.
- Géneros poético-líricos
- Géneros épico-narrativos
- Géneros teatrales
- Géneros didáctico-ensayísticos

4. La noción de género discursivo de M.M. Bajtin

La importancia de sus propuestas radica en situar la lengua en su relación con el


discurso, justificando que la finalidad de la lingüística es analizar los enunciados de la
vida corriente; y postular que los géneros discursivos son un conjunto más o menos
estable de enunciados que una comunidad puede identificar a partir de las diversas
esferas de la actividad humana. Lo que identifica al género es su carácter estable, su
composición y estructuración. El autor relaciona lengua con las prácticas discursivas.
Bajtin establece dos tipos de géneros primarios o simples, que reflejan actuaciones de
la vida cotidiana, son espontáneos e informales (conversaciones); y secundarios o
complejos, más codificados, la mayoría de los discursos escritos y situaciones orales
formales, como novelas.

5. El género en Análisis del Discurso

3 propuestas bajtinianas:

1. Cada esfera del uso de la lengua elabora sus tipos relativamente estables de
enunciados
2. La composición y estructuración en los géneros discursivos tiene gran
importancia
3. Todo texto dialoga con textos anteriores –intertexto-.

El estudio de los discursos no puede reducirse a un análisis puramente lingüístico ni


sociológico, sino que hay que determinar qué relación tienen con los textos que le han
precedido, cuáles son los ámbitos de las prácticas discursivas, los géneros, su finalidad
e intención… Aunque el género remite a formas relativamente estables, no es sencillo
proponer una clasificación.

6. Tipologías de los géneros del discurso

Clasificar los géneros no es tarea sencilla, debido al gran número de propuestas. Una
tipología debe responder a principios de homogeneidad, rigor y exhaustividad,
sabiendo que no es fácil encontrar textos en estado puro. A. Petitjean plantea 4
tipologías: enunciativa (diferencia entre discurso e historia), funcional o
comunicacional (intención de comunicación, según el tipo de comunicación y la
situación), situacional o institucional (orientación sociolingüística, en el dominio de la
actividad social en la que se realiza el discurso) y psicológica (estructuras cognitivas
que se ponen en funcionamiento para reconocer los textos).

- Tipologías cognitivas: Los textos son heterogéneos y es necesario fijarse en


unidades más pequeñas en las que se puedan reconocer reglas de
estructuración que reflejen los modos de organización de los textos.
- Tipologías lingüísticas: caracterizar los textos desde criterios lingüísticos: la
tipología enunciativa de Benveniste, la psicodiscursiva de Bronckart, la
propuesta estadística de Biber y la textual de Adam.
- Tipologías funcionales: en función del tipo de acción que se pretende
realizar, de su intención y finalidad.
- Tipologías situacionales: en función de la diversidad de las prácticas y
espacios discursivos, según los usos y necesidades de la comunicación, las
creencias e ideologías compartidas.

Se distinguen 4 parámetros:

- Tipos o dominios de actividades: las situaciones discursivas crean diferentes


tipos de discursos como resultado de la actividad sociohistórica y de su
finalidad (discursos políticos, literarios, publicitarios…). Son clasificaciones
generales, de carácter temático y se pueden dividir en subtipos. Todo discurso
se engloba en uno o varios géneros.
- Localización social: donde se producen los géneros discursivos con diversos
tipos de interactividad, con sus normas, valores y reglas a las que se orienta la
finalidad del discurso. Es un principio de pertenencia a una organización
institucional; responde a una zona de interacción que marca el motivo del
discurso. Son muy variados pero están limitados por el espacio y el contexto.
- Estatus de los participantes: los roles que juegan los participantes asumen
representaciones mentales que pueden convertirse en modelos textuales.
- Naturaleza ideológica: todo discurso se inscribe en un espacio enunciativo con
una identidad ideológica (comunista, socialista…).

Dos premisas como marchas constitutivas de los discursos: por un lado, la ideología es
consustancial al discurso como sistema global de interpretación del mundo; por otro,
las condiciones histórico-sociales permiten explicar los discursos y observar sus modos
de circulación y de representación. El discurso es el reflejo de una materialidad
ideológica y no se puede obtener el sentido de un texto si no se tiene en cuenta la
formación ideológica. Se recurre a modelos mentales para confirmar actitudes e
ideologías sociales.

Análisis crítico del discurso > estudios críticos del discurso: analizan cómo las formas de
poder se instauran a través de los discursos entre las clases sociales. Los trabajos
iniciales (años 90) se centran en cómo la ideología influye en los diferentes discursos
sociales, especialmente relacionados con la exclusión de determinados grupos (ej.
racismo). Hoy se habla de Estudios Críticos del Discurso (p. ej. discurso feminista).

- Tipologías discursivas: combinan las características lingüísticas con las


finalidades comunicativas y situacionales par reflejar la diversidad de
actividades verbales. Dos regímenes de genericidad:
o Géneros conversacionales: presenciales, interlocutivos, tanto
espontáneos como las conversaciones como formales como una
conferencia. No están relacionados con las localizaciones
institucionales y su composición es inestable según interlocutores.
o Géneros instituidos: prácticas sociales consolidadas y establecidas
históricamente que el sujeto conserva en su memoria. Pueden ser
autoriales (producidos por un autor cuyas características se
encuentran en el paratexto –discursos literarios, filosóficos,
periodísticos); y rutinarios (fijados en los usos y hábitos sociales,
esquemas establecidos de carácter histórico que se utilizan
situaciones sociales precisas. Algunos ritualizados como un acta,
sentencia, otros permiten variaciones como un debate. 4 modos de
genericidad (tema 5)
- Tipología basada en un dominio de actividad: sobre un ámbito social
específico como los géneros de información en televisión o los análisis de
los discursos de la prensa.

7. Interdiscursividad, intergenericidad e intertextualidad

- Interdiscursividad. Primeros trabajos: escuela francesa de Análisis del Discurso


(Foucault), defiende que las prácticas discursivas marcan los discursos de los
individuos; a pesar de la heterogeneidad existen regularidades en los discursos
que pertenecen a la misma formación discursiva. Después, análisis automático
del discurso (Pecheux): El sexismo o el racismo no son solo productos de
dominación y desigualdad social, sino que se instauran en la vida cotidiana a
través de acciones y creencias de los participantes en esos grupos. Todo
discurso se inscribe en un espacio enunciativo con una identidad ideológica que
subyace en todos los discursos de las mismas formaciones discursivas. El
interdiscurso es todo aquel discurso que tiene la propiedad constitutiva de
estar en relación con otros discursos en el interior de una práctica discursiva.
- Intergenericidad. El género se configura como tal en su relación con otros
géneros: entra en interacción dialógica con todos los existentes y todos los
anteriores. Intergenericidad = límites imprecisos, pero noción fundamental
para referirse a las propiedades comunes que comparten los géneros. Ejemplo:
correo electrónico conserva las marcas genéricas de la carta
- Intertexualidad. En la medida en que todo texto se integra en un discurso y en
un género, su forma y contenido no dependen exclusivamente del sentido
explícito del texto, sino también del discurso y el género. Propuesto por J.
Kristeva como propiedad constitutiva del texto literario para referirse al
conjunto de relaciones explícitas o implícitas que un texto determinado
mantiene con otros. R. Barthes defiende que todo texto es un intertexto
porque otros textos están presentes en él (con formas más o menos
reconocibles), ya sea por citación expresa o por alusión. Genette utiliza una
noción más amplia: transtextualidad.

Podemos hablar de transdiscursividad o transgenericidad cuando las fronteras entre


discursos, géneros y textos no están delimitadas. Así, existe una gran permeabilidad de
formas que se renuevan y transforman en hibridaciones que superan las clasificaciones
habituales. Se justifican desde la pluralidad y heterogeneidad porque cualquier
discurso y género puede entrar en contacto con otros y surgir textos cuya
recomposición guarde marcas de los que provienen. Por ejemplo, formato de una
carta en un tuit. El discurso literario recurre con gran frecuencia a procesos de
transdiscursividad y transgenericidad, reescribiendo la escritura y la oralidad de formas
múltiples (p. ej. en el paso al cine).

TEMA 8. UN MODELO DE ANÁLISIS TEXTUAL DE LOS DISCURSOS

1. Un modelo discursivo de integración

El análisis del texto sólo adquiere su valor como objeto científico si se tienen en cuenta
el tipo de discurso y género al que pertenece, el contexto social en el que se crea y bjo
los condicionantes ideológicos que lo han concebido. Se propone un modelo de
análisis de carácter modular que contiene tres etapas de organización y demarcación
relativamente autónomas, pero relacionadas unas con otras.

- Primer nivel (discurso). El texto se integra en un discurso que pone de


manifiesto las prácticas sociales según los ámbitos y espacios sociales en los
que se desarrolla la actividad comunicativa. P.ej. discursos científico,
publicitario, literario. Forma parte del interdiscurso.
- Segundo nivel (género). Forma relativamente estable que corresponde a
esquemas más o menos establecidos que implican un tipo de estructura y de
composición. Ensayos, anuncios, novela, artículos periodísticos…
- Tercer nivel (texto). Texto como objeto abstracto, que se actualiza en textos
concretos, condicionado por los dos anteriores. El texto está en dependencia
con discurso y género pero lo que distingue a un texto de otro es el tipo de
contexto en que se origina.

Las unidades de análisis son las unidades de composición necesarias para la


planificación del texto: proposición, periodo y secuencia.

2. Voces enunciativas y modalización

Modalización subjetiva: indica la relación del sujeto con el contenido proposicional

- Epistémica: el sujeto expresa su grado de certeza sobre lo que enuncia.


Relación extrapredicativa, utilizando marcadores entonativos, léxicos o
morfológicos: verbos saber, dudar, ignorar, creer y adverbios quizá, seguro.
- Apreciativa: el sujeto indica su opinión sobre el contenido proposicional.
Marcadores verbales, adverbios de opinión e interjecciones.

Modalización intersubjetiva: indica la relación que establece con otro sujeto sobre el
contenido proposicional, ya sea con órdenes, consejos, sugerencias, peticiones.

Modalización implicativa: relación del enunciador sobre el contenido proposicional,


con independencia de la voluntad o apreciación del locutor. Se recurre habitualmente
a la subordinación como figura semántica, ya sea de condición, oposición, concesión,
comparación, finalidad, consecuencia, causa o medio.

3. Planificación del texto

Cada texto particular detenta su identidad que varía de un texto a otro según el
contexto, canal de producción y medio, voces, plan general, contenidos, tipo de
composición, mecanismos de textualidad y tamaño.

Retórica clásica  partes del discurso: inventio, dispositio, elocutio, memoria, acto.

La dispositio que responde a la organización de la inventio, es el plan del orador para


conseguir sus fines con estas partes: exordium (inicio del discurso, para que auditorio
quiera escuchar al orador), proposición (enunciado sobre lo que va a tratarse), división
(enunciación de las partes), narración (desarrolla el tema), argumentación (realza los
argumentos y refuta los contrarios), peroración (inclinar al oyente a lo escuchado).

4. Unidades de composición y de organización del texto

Es el género elegido lo que preestablece los tipos de oraciones y las relaciones entre
estas (Bajtin). Marca las condiciones de los niveles locales y guía el proceso discursivo.
5. La proposición

Es la unidad mínima textual de significado que implica la predicación de algo acerca de


alguien o de algo. Se trata de la unidad elemental que se compone de un predicado y
uno o más argumentos, siempre sujeta a su enunciación y su contexto. Son términos
centrales del análisis textual: oración (unidad autónoma que contiene un predicado),
enunciado (unidad producto de una enunciación) y proposición. Las proposiciones
están sometidas a dos tipos de empaquetamiento: los periodos y las secuencias.

6. El periodo

Es la unidad textual que indica determinadas relaciones de concordancia que encierran


un ciclo repetitivo. J. M. Adam considera que periodos y secuencias son las unidades
de base de la composición de los textos, pero los primeros son una unidad no
tipificada, mientras que la secuencia sí. El periodo se localiza en todos los discursos,
especialmente en los orales, ya sea para indicar orden en la ejecución de los hechos o
para marcar valores comunicativos. P.ej. discurso publicitario: “si te interesa, si
buscas… si quieres”

7. La secuencia y prototipos

La secuencia es un prototipo cognitivo, el modelo abstracto que corresponde a


unidades complejas y relativamente estables (J.M. Adam). Está formada por un
número determinado de macroproposiciones

Cuatro tipo de secuencias de base: narrativa, argumentativa, explicativa y dialogal.

7.1 La narración

La noción de función es la acción del personaje en el desarrollo del relato, parte


constitutiva del cuento, elementos estables y constantes independientes de la
identidad del autor. Varios investigadores han analizado los mecanismos internos de la
narración y han propuesto modelos sobre la organización de los discursos narrativos
basándose en el postulado de la existencia de formas universales que subyacen en los
relatos y que son los esquemas que organizan la narración:

- Los textos narrativos presentan un modo especial de organización de las voces


enunciativas.
- El tiempo es un elemento básico y nuclear en las formas narrativas y en la
relación que se entabla entre personajes, acción y espacio.
- Elementos constitutivos de la narración: tiempo, espacio, personajes y narrador
- La narración es la exposición de una serie de situaciones en una secuencia
regida por la causalidad, ocurrida a un sujeto. Pueden ser acontecimientos o
acciones.
- 3 tiempos en la narración (T. Todorov): tiempo del relato, tiempo de la
escritura, tiempo de la lectura.
- En un primer plano, las acciones del personaje, y en segundo, acontecimientos.
- Cuenta hechos reales o ficticios fuera de la situación de comunicación del autor
y del lector. Se proyecta a sucesos del pasado, lo que implica estructura
cronológica: se recurre a conectores y marcadores discursivos temporales.
- Según su complejidad, la narración puede ser periodo o secuencia.
- Jerarquía de la secuencia narrativa: 5 macroposiciones localizadas en 5
momentos. Ejemplo, una novela de aventuras se ajusta al esquema prototípico
de situación inicial, nudo, acción, desenlace y situación final.

8. Operaciones de textualidad

Función: establecer el encadenamiento entre los distintos elementos que estructuran


y componen el texto, articulando la progresión y continuidad semánticas y asegurando
la coherencia interpretativa.

La cohesión se establece entre las secuencias sabiendo que el nivel global del discurso
y del género determina al local y la coherencia responde a la pertinencia de reconocer
la intención y motivación del texto. La integración de unas unidades en otras es dos
tipos: cohesión y conectividad, ambos son transversales pues una misma función
puede encontrarse en una oración, periodo, secuencia o estructuración.

Cohesión y progresión temáticas: la cohesión es un proceso de relaciones semánticas


que se crean entre las unidades textuales, indica las relaciones entre las unidades.

- Cohesión nominal: introduce los argumentos y tiene como función la repetición


de la información semántica, prolongando el sentido
o Correferencia: relación simétrica entre dos unidades (Adriá y chef), se
trata de una identidad. Responde al nivel del tema, de la información ya
dada.
o Anáfora: remite a lo ya dicho, pero la relación es disimétrica: un término
es el representante y otro el representado. Nominal o léxica:
equivalencia de tipo sinonímico con dimensiones muy variadas (anáfora
asociativa, depende de un saber que el sujeto tiene sobre los términos);
pronominal (pronombres, remiten a una identidad del contenido
referencial); y adverbial (el adverbio refiere).
o Catáfora: anticipación del significado de una parte del texto,
antecedente y consecuente comparten referente en el mismo contexto.
o Procedimientos de similitud o creatividad por metáfora: permite
enriquecimiento, creatividad de un nuevo sentido. Es preciso observar
las marcas subjetivas del nuevo referente y cómo responden a ciertas
combinaciones.
- Cohesión verbal: los textos se realizan en un tiempo y espacio, imprescindibles
para identificar discursos, géneros y características. Los marcadores
espaciotemporales indican el tiempo y el lugar y contribuyen a la organización
del tema, la progresión y marcar las relaciones de continuidad que mantienen
la cohesión.
- Progresión temática: la continuidad de un texto es el resultado entre repetición
y progresión, articulada en torno a una noción o tema, y el producto del
equilibrio entre el tema principal y los restantes. 3 tipos:
o Progresión con tema lineal: el elemento principal se convierte en rema
del siguiente (p.ej. en chistes, juegos, cuentos)
o Progresión con tema constante: un tema principal en torno al que se
articular otros.
o Progresión con temas derivados: una tema anuncia los temas de las
proposiciones siguientes.

Conectividad: su objeto es configurar una estructura textual en la que se marcan las


relaciones que se plantean a través de marcadores u organizadores textuales. 5 tipos
de marcadores del discurso: estructuradores de la información, conectores,
reformuladores, argumentativos y conversacionales.

3 niveles de conectividad partiendo del global:

- Segmentación: al nivel del texto, responde a las articulaciones del plan general
del texto y delimita los tipos lingüísticos o secuencias.
- Demarcación: articular las fases de la secuencia.
- Empaquetado: modos de integración de las proposiciones en
macroproposiciones, periodos o secuencias, mediante unión (coordinación,
yuxtaposición) o encadenamiento (subordinación).

9. Coherencia

Es la condición de textualidad del texto y el resultado de la actividad interpretativa que


realiza el sujeto para entender el texto. Está sometido a la comprensión e
interpretación del lector sobre lo que dice el texto y quiere expresar el autor. Emisor y
receptor se vinculan en mancomunidad de sentido. Las relaciones de los sintagmas
atienden al resultado conjunto que forman, no a la autonomía de cada uno por
separado, por lo que no podemos sustituir cada sintagma por cualquier palabra. La
posibilidad de formar oraciones es asunto del sentido que integra a las palabras en
frases, proposiciones, oraciones. Procedemos desde el horizonte de sentido de la frase
a sus elementos y estructuras: el habla requiere creación de estructuras y, una vez
creadas, adecuación al sentido posible. La cohesión presupone coherencia y esta
implica composición adecuada e interpretación crítica.

Además los significados requieren un sentido que los fundamente. No bastan por sí
solos para formar un discurso coherente (se comprueba cuando hablamos un idioma
que no dominamos del todo). Por ejemplo aquel pino solo se puede usar si sabemos de
antemano de qué pino hablamos, porque los demostrativos hacen referencia al
contexto enunciativo.

La coherencia comprende lo que se ha de decir o enunciar con propiedad (pertinencia)


lógica y compositiva: selección del vocabulario según lo que se quiere transmitir, orden
sintáctico, conexiones e integración. Todo esto presupone un ajuste entre la cantidad y
calidad informativa y excluye la información redundante, innecesaria. La posibilidad de
elegir varias expresiones respecto de un núcleo lógico o sintáctico indica la riqueza
conceptiva de la expresión, por tanto, la coherencia estudia los conceptos y
configuraciones suyas en el momento de su formación lingüística. Así, mantiene el
acoplamiento de las ideas hacia la finalidad del texto, aunque no todos los textos
proceden así (p.ej. la poesía).

TEMA 9. ADQUISICIÓN Y TRATAMIENTO DE DATOS

1. La recogida de los datos

Para analizar el discurso, es necesario disponer de datos, es decir, de textos (orales o


escritos). Para conseguir ese objetivo, se pueden utilizar técnicas distintas. Dos de las
más importantes son:

- La observación directa. En términos generales, la observación directa se emplea


cuando se desea estudiar el comportamiento de una persona o de un grupo de
personas en una situación determinada. En el caso del análisis del discurso, el
investigador está presente en una conversación e incluso puede participar en
ella, que luego se constituye en objeto de estudio. Puede dirigir la conversación
en determinadas direcciones, pero no sigue un protocolo rígido como el de
experimentación. Se seleccionan situaciones sociales precisas y se examinan los
tipos de discursos. Es un procedimiento inductivo en el que se observa una
práctica discursiva en trabajo de campo y se analizan los comportamientos
reales. Se realiza en cuatro fases: identificación del terreno de observación,
recolección de materiales, análisis de los datos recogidos y conclusiones.
- La experimentación. El método experimental se caracteriza por el hecho de que
los investigadores controlan deliberadamente las variables para delimitar las
relaciones entre ellas. Consiste en estudiar un fenómeno concreto según
condiciones para comprobar cómo influyen las variables. Por ejemplo, en el
análisis del discurso, un investigador puede pedir a varias personas que
expresen oralmente su opinión acerca de una persona que adoran o que odian.
De esa forma, obtendrá grabaciones en formato audio de dos tipos de discurso:
uno caracterizado por sentimientos positivos y el otro por negativos. En este
caso, la variable que el investigador está intentando controlar es la de
‘sentimientos’. Una vez realizadas las grabaciones, las analizará en búsqueda de
las características lingüísticas que diferencian los dos tipos de discurso.

2. La lingüística de corpus

Es básicamente una metodología que consiste en estudiar el lenguaje a través del


análisis de cantidades ingentes de datos organizados. El análisis suele efectuarse
mediante herramientas informáticas que permiten automatizar una parte de los
procesos de análisis.

Los textos están organizados en corpus. Un corpus es, de hecho, ni más ni menos que
un conjunto de textos organizados (es decir, amontonar textos de manera
desorganizada no equivale a construir un corpus). Pueden ser de textos escritos o de
textos orales.

Dentro de la lingüística de corpus, existen dos maneras de relacionarse con los corpus.
Tognini-Bonelli introdujo la distinción entre el estudio del lenguaje basado en corpus y
dirigido por corpus. Los primeros suelen utilizar datos de corpus para explorar una
teoría o hipótesis, con el objetivo de validarla, refutarla o refinarla. La lingüística
impulsada por corpus rechaza la caracterización de la lingüística de corpus como un
método y afirma, en cambio, que el corpus mismo debería ser la única fuente de
nuestras hipótesis sobre el lenguaje. Por ejemplo,

- Si un investigador opta por el enfoque corpus-based y piensa, por ejemplo, que


cuando hablamos y estamos felices, utilizamos un tono de voz más agudo,
construirá un corpus de grabaciones para comprobar si su hipótesis es cierta.
- Si opta por el enfoque corpus-driven primero crea un corpus, luego lo analiza y
describe lo que encuentra.

Si queremos utilizar una imagen informal, el investigador que escoge el corpus-based


es como el que va al súper con la lista de la compra hecha y va directamente a lo que
va. El investigador que prefiere el corpus-driven al súper, mira lo que hay y se queda
con lo útil.
3. Anotación de corpus

Para que un corpus se pueda analizar, tiene que estar organizado y anotado. Anotar un
corpus quiere decir añadir información a cada unidad lingüística. Por ejemplo, si
queremos construir un corpus anotado que permita buscar todas las veces que
aparece el verbo ‘hacer’, tenemos que decirle al motor de búsqueda que nos interesa
no solo la forma ‘hacer’, sino también ‘hago’, ‘hice’, ‘hazlo’, etc. Para conseguirlo,
tenemos que añadir una etiqueta a esas palabras.

Aunque se representa de forma simbólica, en realidad se lleva a cabo con técnicas


bastante complejas de anotación que van más allá de los límites de la asignatura.

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