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WH 40K Ciaphas Cain 09 - El Bien Supremo - Sandy Mitchell (Caractacus Mott)
WH 40K Ciaphas Cain 09 - El Bien Supremo - Sandy Mitchell (Caractacus Mott)
[1] Los tonos de piel de los tau varían tanto con los de los humanos, aunque la
mayoría parecen encuadrarse en una gama que va desde el gris pálido a un azul
cerúleo aún más pálido, todo como resultado del papel que el cobalto parece
desempeñar en su metabolismo. Cualquiera que esté interesado en un estudio
más detallado de su fisiología puedo encontrar todo lo necesario en el innovador
artículos del Magos Gandermak “Algunos hallazgos preliminares sobre la
hematología de los Tau”, Anuario Imperial de Xenobiología, Vol. MMMCCXXIX,
número 8897, pags 346 – 892, “Resultados Provisionales sin evidentes errores
metodológicos de los análisis de la hemoglobina de los Tau”, de Rasmussen, vol.
MMMCCXXIX, número 8899, pags. 473 – 857, y el siglo y medio de
correspondencia cada vez más caustica con el editor.
[5] A pesar del cinismo de Cain, así es como los propios tau denominan a sus
naves de batalla de mayor envergadura, en las que se combina la capacidad de
carga de un transporte imperial de tropas con la potencia de fuego de un
acorazado. Como mínimo, una combinación muy incómoda en los asaltos
planetarios, aunque, como les gusta decir a los miembros de la Armada, al
menos los defensores pueden concentrar su fuego en un menor número de
objetivos.
[6] Fuerzas de Defensa del Sistema.
Por lo general, los planetas con los que los tau lograron
hacerse, bien mediante sus sucias maniobras diplomáticas,
o bien por la fuerza de las armas, siguieron en su poder,
aunque el Imperio les hizo pagar un alto precio por ellos, e
incluso pudieron obtener algunos éxitos notables, como la
recuperación de Gravalax en el 931.
[8] Acertadamente apodado "La muerte del colono", el planeta está tan plagado
de formas de vida tan hostiles que las tribus de orkos salvajes que viven en el
planeta son consideradas como una molestia menor.
-A todas las unidades, retrocedan- ordenó el general
Braddick por el vox, justo a tiempo para detenerlos. -
Defiendan el bunker de mando.
[9] Una opinión compartida por un buen número de historiadores, aunque otros
tantos afirman con igual fervor que, dadas las circunstancias, Braddick tenía
muy pocas opciones: en aquel momento, cualquier intento de contraatacar
podría haber acabado colapsando totalmente la ya debilitada línea defensiva.
-¡Uy!
[10] Aunque era un soldado de la Guardia Imperial y por lo tanto, obligado por
las ordenanzas a seguir las órdenes de un superior, Jurgen estaba totalmente
convencido de que su posición como ayudante personal de un comisario era, de
facto, una adscripción al propio Comisariado, lo que le apartaba por completo de
la cadena de mando, salvo en aquellas ocasiones en las que podía encontrar
alguna ventaja en permanecer dentro de ella. Ni que decir tiene que aquella era
una situación con la que Cain se sentía completamente satisfecho y muy pocos
oficiales de la Guardia se atreverían a discutir el asunto.
[11] Un error muy común entre los ciudadanos imperiales, que generalmente
consideran la relación entre los tau y otras razas incorporadas a su imperio,
tales como los kroot, los demiurg, similar a la de los gretchin con los orkos:
esclavos o simples siervos para hacer el trabajo sucio con el que sus amos no
estaban dispuestos a mancharse las manos. De hecho, tanto los tau como sus
razas vasallas, entre las que no debemos olvidar, se encuentra un número
inquietantemente alto de humanos renegados, parecen considerarse iguales
entre sí, aunque claramente los tau son un poco más iguales que los demás.
[13] Aquí Cain se equivoca del todo, puesto que el piloto va sentado en el
fuertemente blindado torso; aunque no se le puede culpar dado el diseño
antropomórfico de los trajes de batalla Tau, que hacen que resulte muy sencillo
caer en tal error y asumir que se encuentra en la cabeza, a modo de un prínceps
en un Titan en miniatura.
-Aquí, señor.
Mi ayudante rodó por el suelo hasta quedar sentado a una
docena de metros, medio escondido entre las sombras de
una pared. Trató de incorporarse, apretando una mano
contra un costado de su cabeza.
Corrí hacia ella sin pensármelo dos veces, pero antes de que
pudiera acercarme, la chapa ondulada de la puerta se dobló
y rasgó, arrancada por otra de las imponentes máquinas
como si no fuera más que una simple cortina de tela. El
recién llegado también comenzó a avanzar hacia mí
mientras yo retrocedía, disparándole a medida que se
acercaba, pero para lo que conseguí, lo mismo podría haber
estado tirándole puñados de plumas. Después de una
docena de pasos, tropecé con algo blando y casi me caí,
aunque logré apoyarme en un robusto muro de ladrillos que
tenía detrás mientras un olor familiar inundaba mis fosas
nasales.
-¡Donali!
[18] De hecho, hay muy pocos casos, si es que hay alguno, en el que esté
documentada una traición por parte de los tau en sus tratos con otras razas,
aunque, por supuesto, no están por encima de las pequeñas y egoístas
interpretaciones de los términos exactos de cualquier acuerdo al que se haya
llegado con ellos.
[23] Para un relato más completo de este incidente, véase Royz, capítulo 17.
[24] Efectivamente, eran grandes, pero he de apuntar que en esta ocasión Cain
exagera en exceso.
[25] Casi con toda certeza una exageración, aunque es posible, dado sus
anteriores comentarios sobre el tamaño de las lanzaderas que supuestamente lo
usaban, que estuviera calculando erróneamente la escala de lo que le rodeaba.
Un espacio de semejante tamaño difícilmente podría abrirse al vacío y re-
presurizarse con la regularidad que requiere el comercio sin considerables
dificultades.
[27] Probablemente porque los humanos asimilados por los tau suelen
considerar a los imperiales como unos groseros bárbaros y ella seguramente
creyera que todos los guardias imperiales fueran como Jurgen.
[28] Uno de los mundos imperiales cuya anexión por parte de los tau provocó la
Cruzada del Golfo de Damocles; tras un cuarto de milenio, no era de extrañar
que la población hubiera sido completamente aculturizada por los tau.
-Sigue sin sonarme- admití. Mientras hablábamos, nos
habíamos adentrado en el corazón de la estación,
cruzándonos por todas partes junto a la misma mezcla de
sistemas tau e imperiales, algo que supuse también se
aplicaba a Au’lys.
[29] Este es un tema que sigue debatiéndose entre los xenopsicólogos del Ordo
Xenos, algunos de los cuales apoyan la opinión de Cain, mientras que otros
afirman que en las altas esferas de los tau son plenamente conscientes de la
enorme disparidad de las fuerzas de ambas potencias, aunque siguen
convencidos de que finalmente obtendrán la victoria final. No entiendo como
alguien puede ser tan iluso, pero lo cierto es que la mayor parte de los
habitantes de su imperio tiene una fe tan firme en el Bien Supremo como
nosotros la tenemos en Su Divina Majestad.
[30] No es del todo cierto, pero esos enfrentamientos son muy raros y
normalmente se limitan casi exclusivamente a cuando se producen invasiones
imperiales de mundos tau con un gran número de humanos en su población.
Donali asintió.
[32] Una bebida Valhallana por la que Cain había adquirido una particular e
inexplicable afición.
[33] Aunque se me ocurren muchos adjetivos para definir el sabor de la tanna,
“delicado” no es ninguno de ellos. Es como describir a un Baneblade como
“delicado”.
[34] Muy poco probable, la Casta del Agua tiene la costumbre de preparar
detalladas evaluaciones psicológicas de cualquier persona con la que sus
diplomáticos puedan encontrarse. Por otra parte, parecían creer que la
reputación de Cain era totalmente genuina, por lo que es evidente que, en
ocasiones, también ellos podían equivocarse.
[35] Ninguna zona del Golfo de Damocles o sus alrededores tiene esa
designación imperial, por lo que es de suponer que El’hassai estaba dando el
nombre en su equivalente tau. Tampoco queda claro si ese lugar estaría cerca
de la frontera imperial o más hacia el interior del imperio tau, por lo no se puede
determinar su posición exacta. Cain tampoco precisa si el embajador fue
posteriormente, algo más preciso.
Zyvan asintió.
[42] Una exageración, aunque excusable. Pero es cierto que fabrica buena parte
del material usado por las unidades de la Guardia Imperial en el Golfo y sus
alrededores, incluidos los fusiles láser, las células de energía y las variantes más
comunes del Leman Russ.
[43] De hecho, los tau no parecen tener ningún tipo de psíquicos entre ellos,
aunque hay numerosas especulaciones dentro del Ordo Xenos sobre si la
capacidad de la Casta de los Etéreos para inspirar y liderar es un fenómeno
natural, o si la disformidad podría tener algo que ver en ella, aunque de una
forma en la que aún no se han encontrado ni evidencia ni explicación alguna.
También existen dudas similares sobre las otras razas asociadas a los tau,
aunque ahí la cuestión es aún más confusa y seguramente sólo los más
optimistas pueden creer que los humanos del imperio tau están totalmente
libres de la mancha, y a que los contaminados no sean indudablemente
alentado para utilizar sus dudosos talentos en el nombre del Bien Supremo.
“¡BIENVENIDO A FECUNDIA!
Guía de Supervivencia del Trabajador que Contribuye
a los Diezmos”.
También disponible para auditorías y en formatos
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[44] Parece que no distingue entre las fábricas propiamente dichas y los bloques
de habitáculos adyacentes; aunque, para ser justos, estaban tan
entremezclados que era difícil saber dónde comenzaba la línea divisoria entre
unos y otros.
[52] Un gesto muy común en varios mundos de aquel sector, en el que se dobla
el pulgar sobre la palma de la mano para que los dedos formen la estilizada ala
de un Aquila, destinado a invocar la buena suerte o a ahuyentar las desgracias.
-Debe ser por ahí- dijo Jurgen, con un suspiro de alivio que
me hizo disfrutar plenamente de su halitosis e hizo que
lanzara una breve y envidiosa mirada a los cascos
integrales que llevaba la escolta de guerreros de fuego de
El’hassai. Seguí la dirección de la mirada de mi ayudante y
descubrí que estábamos descendiendo hacia una pequeña
plataforma de aterrizaje que sobresalía de la pared vertical
de la Aguja, una las muchas dispersas entre los millones de
salientes.
[53] De lo cual podemos inferir que Caín al menos se había tomado un tiempo
para familiarizarse con los archivos de datos de los miembros más antiguos del
Adeptus Mechanicus en Fecundia.
[57] Tres y un pulgar, para información de los más pedantes de entre mis
lectores.
Tal vez fue que, por una vez, Él me estaba escuchando, o tal
puede que sea cierto aquello de que la fortuna sonríe a los
tontos, pero para cuando el servidor se dio cuenta de yo no
estaba donde creía que iba a estar, él ya había propinado su
golpe sobre el rococemento y yo había rodado por el suelo y
extendido mi mano para tomar el carrete del cable tau.
[62] Como ciertamente debía hacerlo; un enlace molecular hace que ambas
piezas formen parte del mismo objeto.
-Ya estoy con usted, señor- dijo me llegó una voz familiar
mientras me alcanzaba un característico aroma seguido un
instante después por el propio Jurgen. Sin demorarse, mi
ayudante tomó por el otro brazo al tau, lo que aceleró
considerablemente nuestra marcha.
[63] Por lo general, parece que a Cain nunca se le ocurrió siquiera pensar que
Zyvan lo solía escuchar por la amistad que le unía a él y no por la autoridad que
le concedía el Comisariado.
[66] Como todos los mundos forja, Fecundia estaba continuamente rodeada por
todo un enjambre de cargueros que transportaban al planeta alimentos y
materias primas y se llevaban los productos allí fabricados. Es posible que
Zyvan exagerara algo el número de naves civiles presentes, pero no demasiado.
Los registros de envíos de la época muestran un promedio de seiscientas a
ochocientas llegadas y salidas diarias, mientras que otras muchas más
permanecerían en órbita, transfiriendo sus cargas a lanzaderas.
[71] No debería sorprender a nadie que Cain apenas esté familiarizado con los
rangos navales, sus insignias y la cadena de mando de la Armada, ya que pasó
toda su carrera adscrito a la Guardia Imperial.
[72] Eso casi seguro, ya que, cuando los s hablan entre ellos, es muy poco
probable que usen el gótico.
[76] Prácticamente uno de los requisitos para entrar al servicio del Ordo Malleus.
[78] Lo que implica que los patines de aterrizaje ya habían sido montados sobre
ruedas o algún tipo de repulsores gravitatorios, probablemente por alguien fuera
de la línea de visión de Caín.
-Tenemos muchos más- me aseguró Kildhar una vez el
Aquila dejó de moverse y la rampa de desembarco comenzó
a bajar.
La sala que había más allá era tan espartana como yo había
llegado a esperar conociendo el gusto de nuestros
anfitriones y en ella sólo había una serie de atriles de datos,
una mesa de conferencias de acero pulido con iconos
devocionales de partes de máquinas grabados sobre ella en
bronce y una serie de aquellas sillas horriblemente
incómodas. Varias de ellas parecían más grandes y robustas
que las demás y las miré con curiosidad. Además, algunos
de los atriles parecían estar situados a una altura inusual,
hasta el punto que yo no habría podido utilizar los teclados
sin ponerme de puntillas. Aquello me recordó algo, pero,
como siempre ocurre cuando intentas centrar un recuerdo
esquivo, cuanto más lo intentaba, más parecía alejarse de
mi mente.
[83] De lo cual podemos inferir que, al menos a los ojos de Caín, el centurión
parecía desarmado; una impresión que puede no ser del todo precisa, ya que los
skitarii del Mechanicus suelen tener varios sistemas de armas implantadas
diseñadas para mejorar su letalidad en espacios reducidos.
[84] De hecho, Dysen sí lo grabó. Sus registros interno muestran que la acción
tuvo lugar tal y como la describe Cain, aunque con una serie de blasfemias
bastante audibles.
[88] Una suposición más que razonable, ya con que con los skitarii podría
intercambiar datos directamente.
[89] Una sugerencia fantástica, pero todavía hay muchas cosas que no
alcanzamos a entender del todo sobre la naturaleza de la telepatía de la prole
de los genestealers, por lo que quizás no debamos descartar del todo esa idea.
Sin embargo, lo más probable es que la bestia se quedará atrás hasta que los
skitarii fueran expulsados de la rampa de abordaje y que sólo se percatara de la
presencia de Caín y los demás cuando Dysen llamó su atención.
[91] Entonces, o bien Cain se equivocó cuando dijo que el centurión estaba
desarmado, o éste había recogido alguna del suelo durante el combate cuerpo a
cuerpo.
Sholer asintió.
[99] La palabra tau para nombrar a los humanos, una de escasa frases que
aparentemente, Caín aprendió durante sus ocasionales contactos con los
miembros de esa raza que no implicaron violencia física.
Zyvan asintió.
-Mantendremos las baterías de lanzas apuntando
hacia el santuario, al menos por el momento. Ahora
mismo no las necesitamos para nada más, a menos
que aparezca la flota colmena.
[101] ¡Ja!
Madrigel, el astrópata de mayor rango entre el personal de
Zyvan, personificaba la mayoría de todos aquellos rasgos:
demacrado y esquelético, con tan sólo su cabeza y sus
manos emergiendo del sudario de su túnica, merodeaba
dentro de la cámara como uno de los necrófagos de los
túneles que se decía rondaban por los niveles más bajos de
la colmena en la que pasé los primeros años de mi vida
[102].
[103] En realidad, una hermosa suite, aunque, para ser justos con Cain,
probablemente no se percatara de la existencia de las otras habitaciones.
[107] Una designación informal del Adeptus Astartes para referirse a un equipo
de combate de aproximadamente cinco marines espaciales. Una escuadra
táctica completa de diez astartes se dividen en dos equipos de cinco para
brindarse apoyo mutuo. En ninguna parte del relato, Caín nos indica el número
real de Recuperadores que había en Fecundia, si es que llegó a enterarse, pero
dada su familiaridad con la terminología de los marines, es casi seguro el asumir
que serían alrededor de media docena, además de Sholer y los tecnomarines
neófitos a los que hace referencia como de paso.
[108] Sin duda, las cuadrillas de reclutamiento habían tenido que esforzarse
para poder compensar las pérdidas en los combates.
[109] Es la primera vez que Cain menciona el tipo de nave en el que Zyvan
había establecido su puesto de mando. Si está siendo literal, en lugar de usar
“acorazado” como término coloquial para un navío de la Armada Imperial,
probablemente se tratara del Trono Eterno, de la clase Retribución, la única nave
de ese tipo involucrada en la defensa de Fecundia.
[110] Esto, probablemente no sea más que una pequeña autocrítica en clave de
humor, ya que, como he señalado anteriormente, la relación entre los dos era
mucho más cordial de lo que normalmente se suele dar entre un oficial superior
y el miembro del Comisariado adscrito a su mando. Una especial habilidad que
Caín parece haber tenido a lo largo de su carrera (consúltense sus memorias
sobre su servicio con 597º Valhallano).
[112] Lo que implica que la nave, fuese la que fuese, no tenía hangares
preparados para los cazas y que los que Caín había visto dentro de la bahía de
atraque estaba allí solamente para ser aprovisionados para las operaciones en
curso, por lo cual, después de todo, la nave bien podría haber sido el Trono
Eterno. En fin, que me doy por vencida.
-¡Prepárense!
[115] Una extraña elección de armamento para una nave espacial, donde el
retroceso tendría que ser compensado con ráfagas de los propulsores de
maniobra a cada disparo. Es por eso que los cañones láser son las armas más
comunes de las naves de la Armada. Presumiblemente, esta lanzadera en
particular se empleaba comúnmente para viajes desde las naves a la superficie,
lo que hacía que la defensa dentro de la atmósfera fuera una prioridad, o que
fuera enviada por el Adeptus Mechanicus como una muestra de cortesía hacia
Cain.
-Lo mejor sería dejar que se reunieran-, aconsejó
Zyvan, -y luego eliminarlos desde la órbita.
[117] Posiblemente no tanto como Caín parece creer, ya que su percepción del
tiempo seguramente estaba distorsionada por un ambiente desagradable y
claustrofóbico.
[119] Una suposición más que razonable, ya que las tácticas tiránidas suelen
depender de su brutal superioridad numérica. Por lo general, los enjambres de
vanguardia se despliegan en unos pocos lugares, en un intento de establecer
cabezas de playa desde las cuales puedan expandirse en sus depredaciones,
mientras los solitarios organismos exploradores, en su mayoría lictores, se
despliegan a mayor distancia, en busca de potenciales objetivos para la
siguiente oleada.
[121] Probablemente no, ya que, de hecho, los tiránidos que describe Caín
parecían estar actuando por simple instinto animal, sin ningún tipo de guía o
dirección, pero con esas bestias nunca es seguro asumir nada.
[122] Eso, en la medida que ese tipo de bestias sean capaces de pensar por sí
mismas.
Creo que mi iniciativa tuvo un éxito que fue mucho más allá
de mis mejores expectativas. Cuando me acerqué, la
espantosa criatura se estremeció y se echó hacia atrás
cuando la propiné un tajo en su vientre; los flagelos que
rodeaban su boca se agitaron mientras alzaba la cabeza y,
para mi infinito horror, salieron disparados hacía mí. Me
había confiado demasiado, algo por lo que mi antiguo tutor
me había reprendido más de una vez y en ese instante
estaba a punto de sufrir las consecuencias. Si alzaba mi
espada para proteger mi cabeza de los flagelos que
descendían hacia mí, el lictor me destriparía con sus garras.
Si ningún otro lugar a donde ir, me dejé caer al suelo,
esperando ganar algunos segundos más.
[125] O no. La espora micética que envió a la superficie podría haber sido
lanzada desde cualquiera de las naves tiránidas en órbita.
[126] Como suele ocurrir con todos los organismos tiránidos, es casi imposible
llegar a conclusiones generales sobre semejantes asuntos, ya que las
características individuales de una subespecie pueden variar mucho de una
camada a otra. Pero dado que los genestealers son, por lo general,
depredadores, probablemente tenía razón al ser tan cauteloso.
-Tres de fragmentación y dos krak-, contestó Jurgen,
también en voz baja, guardando de nuevo en su macuto las
dos cargas perforantes. No podía decirle nada por llevar las
krak, ya que, a lo largo del tiempo que habíamos servido
juntos, su potencia extra nos había sido muy útil con
bastante frecuencia, pero, no voy a engañarles, habría sido
muy feliz de poder cambiarlas por otras dos antipersonal.
Pero, en fin, también me hubiera gustado que el Aquila
estuviera intacto y que el piloto volviera de entre los
muertos, dispuesto a sacarnos de allí. Pero como nada de
aquello iba a suceder, tendríamos que aprovechar al
máximo las pocas granadas que teníamos.
[127] En las espadas sierra hay tantas variantes como en cualquier otro
dispositivo de uso común en el Imperio: el modelo preferido de Caín era un
diseño militar, construida para ser más resistente que estética y con una célula
de energía que podía ser recargada en el terreno de la misma forma que la
célula de una pistola láser. En caso de emergencia, una célula inutilizada puede
ser reemplazada por otra nueva, pero hacerlo requiere mucho tiempo y el uso
de herramientas especializadas, por lo que, en aquellas circunstancias, hacerlo
no era una opción.
[128] Aquí, a Caín le puede estar fallando la memoria, ya que la mayoría de los
miembros de la caballería de la Guardia Imperial llevan pistolas láser como
armas ligeras, pero, también es muy posible que, dadas la dureza de las
condiciones sobre la superficie de Fecundia y las dificultades que ya he
comentado para el uso de vehículos, ese escuadrón en concreto actuara como
dragones en lugar de cómo caballería y, en consecuencia, estaría equipado
como una unidad de infantería.
[129] Una arma muy común entre las unidades de caballería, por lo que, aunque
es esa ocasión estuvieran actuando como infantería montada, es casi seguro
que esa era su papel habitual.
Finalmente, la victoria era nuestra, los únicos tiránidos a la
vista estaban muertos o moribundos. El sargento al mando
del destacamento espoleó su caballo por la ladera de la
duna hasta situarse junto al accidentado Aquila. Unos ojos
inyectados en sangre me miraron desde debajo de las
lentes redondas de su máscara antigás, un grueso tubo
flexible serpenteaba por encima de su hombro hasta el filtro
que llevaba colgado a su espalda, su cabeza estaba casi al
nivel de la mía, que seguía aun subido sobre el dañado
fuselaje.
[131] Eso es lo más común, por lo tanto, en ese caso en concreto, también se
trata de una razonable suposición, especialmente cuando estábamos hablando
de criaturas tan impredecible como los tiránidos.
[133] Como es costumbre en él, Caín es muy vago dando detalles sobre el
número de soldados que componían la unidad que le había rescatado y cuantos
quedaban con vida. Queda claro que al menos habían tenido una baja antes de
localizarle (el operador de vox mencionado por Tyrie), pero, por lo que parece,
prácticamente estaba al completo, salvo quizás por un par de hombres, como
mucho tres.
[134] No está nada claro si eran Tyrie quien le había informado del resultado de
la batalla o si estaba escribiendo a posteriori.
[136] Algo menos de un día de Fecundia, que dura veintiséis horas estándar.
[138] Jerga de Valhalla, una palabra que define a alguien demasiado ingenuo e
inexperto para evitar congelarse; otra de las muchas expresiones que adquirió
durante su servicio con regimientos de ese planeta.
-Nada-, me contestó.
[141] O Caín estaba mucho más agotado de lo que creía, algo que no sería
sorprendente dadas las circunstancias.
[142] Algo que implica que ninguno de los Death Korps disponía de
comunicadores personales. Aunque su uso está muy extendido, están muy lejos
de estar a disposición de todas las unidades de la Guardia Imperial. El constante
desafío logístico de mantener el flujo de suministros a las múltiples áreas en
conflicto significa, sencillamente, que no hay los suficientes disponibles para
equipar a cada soldado de línea, incluso, en ocasiones, ni siquiera para los
comandantes al mando, mientras que, en otros regimientos, se restringe su uso
y son entregados solamente a sus oficiales, como parte de su doctrina. Sea
como sea, los jinetes tendrían muy baja prioridad a la hora de entregarles dicho
equipamiento, ya que la mayoría de las veces, su función de exploración de
largo alcance los mantendría fuera del alcance del resto de las unidades de su
regimiento.
[148] Procedentes, como los de otros muchos capítulos, de entre los aspirantes
a la iniciación que no lograban superar los rigurosos criterios de selección, pero
que, sin embargo, eran considerados dignos de servir en funciones de apoyo.
[149] Algo habitual, ya que, por lo general, los mantienen en reserva hasta las
últimas etapas de la invasión tiránida, cuando la mente del enjambre ha logrado
identificar las defensas fijas que deben sortearse.
[154] Algo que no es de sorprender, dado las armas que llevaba bien a la vista.
Kildhar nos abandonó en cuanto Jurgen y yo nos sentamos
frente a nuestros platos, sin duda deseosa de volver a
pinchar con un palo a los hormagantes, o lo que fuera que
hiciera con ellos y nos dejó comer tranquilos. No voy a
mentirles diciendo alguno de los dos echara de menos su
compañía, pero, una vez me sentí de nuevo como un ser
humano, activé mi comunicador y le pregunté donde
estaba, en parte porque ya me sentía lo suficientemente
fuerte como para celebrar una sesión informativa y en
parte, porque no me fiaba un pelo de ella y no quería
perderla de vista durante demasiado tiempo.
[156] Literalmente.
[157] No queda del todo claro si, como ya había sucedido anteriormente, Yail
había descartado en aquel momento su servoarmadura de exterminador a favor
de una armadura táctica más ligera, pero parece probable.
-Le recuerdo que hace tan solo unos minutos dijo que
el riesgo era inaceptable- expuse. El apotecario asintió,
mientras meditaba su respuesta.
-Así es- respondió lentamente, -pero, pensándolo bien,
la magos Kildhar sigue presentando unos
argumentos muy convincentes. No cabe la menor
duda de que el tiempo es esencial y nuestro trabajo
sería mucho más rápido y eficaz si tenemos a manos
las instalaciones del analyticum.
[159] Casi seguro que, en buena parte, es una licencia poética por parte de
Caín, ya que una tecno-sacerdote de su veteranía y estatus, tendría algo más de
práctica ocultando sus emociones.
-Algo que sería muy mala idea- les recordé a todos, por
si acaso habían olvidado algo tan básico.
[161] Una teoría que cuenta con muchos seguidores entre el Ordo Xenos,
aunque está lejos de ser universalmente aceptada. Algunos incluso opinan que,
si los tiránidos alguna vez lograran devorar todo rastro de vida en la galaxia, las
flotas colmena se lanzarían unas contra otras con idéntica facilidad, hasta que la
última superviviente hubiera logrado absorber para ella toda la biomasa
disponible.
[162] A día de hoy, sigue sin determinarse exactamente cómo, a pesar de los
múltiples esfuerzos de los cientos de magos biologis que actualmente trabajan
para el Ordo Xenos; pero en aquellos entonces, apenas teníamos una aún más
que rudimentaria comprensión de cómo la mente colmena percibe todo lo que la
rodea.
Sholer asintió.
[164] Excepto, claro está, que estuvieran hablando entre ellos por los
comunicadores internos de sus cascos.
[166] Caín aparece con esa misma arma, o con una muy parecida, en muchos
de los carteles de propaganda que llevan su imagen, aunque, que yo sepa,
nunca llegó a utilizarla en el campo de batalla, ya que prefería la pistola láser a
la que ya estaba acostumbrado. Al final, me la regaló y sigue sirviendo al
Emperador como parte del arsenal del que está a disposición de mi séquito.
[173] Algo muy posible si sus augméticos están alimentados por acumuladores
internos; un arreglo muy común entre los tecno-sacerdotes muy modificados,
especialmente si trabajan en las proximidades de cableados mal aislados.
[174] Bien fuera para su posterior análisis o para contener algún potencial
peligro biológico. Seguramente por ambas razones.
[175] La capacidad de Jurgen para anular los fenómenos psíquicos parecía haber
interrumpido la telepatía de la mente de la prole de los genestealers y la
capacidad de los tiránidos para sentir la conexión con la mente colmena en
varias ocasiones antes de aquel episodio, aunque, por razones más que obvias,
nunca fue posible realizar una verificación científica.
El apotecario asintió.
[176] Así es. Jurgen era uno de mis activos más celosamente guardados, razón
por la cual lo había dejado en la relativa oscuridad de su posición junto a Caín,
para usarlo cuando fuera necesario, en lugar de incluirlo directamente en mi
séquito. Aparte de la inconveniencia de que mi propia psíquica sufriera un
colapso cada vez que Jurgen entrara en la habitación, no tenía el menor deseo
de estar continuamente peleando con los colegas del Ordo Maellus que, sin la
menor duda, pensarían que un paria estaría mejor empleado acompañándolos a
su siguiente expedición a la caza de demonios.
[177] Una referencia a sus orígenes en los barrios bajos de una colmena,
aunque se sigue sin conocer a que planeta pertenecería. Carroñeros es un
término muy común en esas comunidades para los estratos más bajos de la
sociedad, tanto literal como metafóricamente, que subsisten hurgando en las
basuras que caen (o que tiran) desde las zonas altas de la colmena.
[178] A pesar de las horribles heridas que provocan, los escarabajos carnívoros
mueren en cuestión de segundos, por lo que los heridos por ellos suelen
sobrevivir si queda lo suficiente de sus órganos vitales atacados y los tecno-
sacerdotes, en buena parte, ya habrían sustituido la mayor partes de éstos por
augméticos varios.
[183] O puede que no; dadas las circunstancias, lo más fácil era que acertara a
algunas de las bestias.
FIN