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Así como moises

Números 12.
Clave: Números 12: 3

Introducción

La Biblia tiene mucho que decir sobre la obediencia. De hecho, la obediencia es parte
esencial en la fe cristiana. Jesús mismo fue "obediente hasta la muerte, y muerte de cruz"
(Filipenses 2:8). Para los cristianos, el hecho de tomar nuestra cruz y seguir a Cristo (Mateo
16:24) significa obediencia. La Biblia dice que debemos mostrar nuestro amor a Jesús
obedeciéndole en todo: "Si me amáis, guardad mis mandamientos" (Juan 14:15). A un
cristiano que no obedece los mandatos de Cristo podemos preguntarle con toda razón: "¿Por
qué me llamáis, Señor, Señor, y no hacéis lo que yo digo?". (Lucas 6:46).

La obediencia se puede definir como "el cumplimiento obediente o sumiso de los mandatos
de quien tiene autoridad". Con esta definición, observamos los elementos de la obediencia
bíblica. "Obediente" significa que nuestra obligación es obedecer a Dios, así como Jesús
cumplió Su deber con el Padre al morir en la cruz por nuestro pecado. "Sumiso" indica que
cedemos nuestra voluntad a la de Dios. "Mandatos" habla de las Escrituras en las que Dios ha
delineado claramente Sus instrucciones. La "autoridad" es Dios mismo, cuya autoridad es
total a la vez es inequívoca. Para el cristiano, la obediencia significa cumplir con todo lo que
Dios ha ordenado. Es nuestro deber hacerlo.

Habiendo dicho esto, es importante recordar que nuestra obediencia a Dios no es únicamente
un asunto de deber. Le obedecemos porque le amamos (Juan 14:23). También entendemos
que el espíritu de obediencia es tan importante como el acto de obediencia. Servimos al Señor
con humildad, sencillez de corazón y amor, así como moisés lo hizo.

1 Desafío de la autoridad de moisés . Números 12: 1,2

¿Solamente por Moisés ha hablado Jehová?: Esta pregunta tenía la intención de hacer una
crítica demoledora a Moisés, formulada con la suposición de que Moisés era espiritualmente
orgulloso. La idea era que Moisés se presentaba arrogantemente como el único vocero de
Dios a Israel. Aunque se presentó en forma de pregunta, en realidad era un ataque contra la
autoridad de Moisés, y contra el Dios que designó a Moisés.
i. En cierto sentido, la respuesta a su pregunta era no, no solo por Moisés ha hablado
Jehová.

·Dios habló al pueblo a través de Aarón en Éxodo 4:30.

·Dios habló de nuevo a Aarón y a través de él en Éxodo 12:1.

·María pronunció palabras inspiradas por Dios en Éxodo 15:20-21.

·En otra ocasión, de alguna manera, Dios habló a través de los ancianos de Israel en Números
11:24-25.

ii. En otro sentido, la respuesta a su pregunta era sí, Dios había hablado solamente por
Moses. Dios nombró a Moisés como el único líder de Israel, y Dios usa a Moisés como su
portavoz ante Israel.

iii. Aarón y María razonaron así: “Nosotros estamos dotados espiritualmente, y Dios ha
hablado a través de nosotros. Por lo tanto, Moisés debe compartir su posición de autoridad
sobre la congregación de Israel con nosotros”. No entendían que el hecho de ser dotados
espiritualmente o de ser utilizados por Dios en sí mismos no justificaba recibir la
responsabilidad y la autoridad de dirigir al pueblo de Dios.

Preguntas para reflexionar ¿que harías si eres acusado de algo falsamente? ¿Como crees que
sería tu reacción?

2. El humilde corazón de Moisés. Números 12: 3

Y aquel varón Moisés era muy manso: Moisés no tenía ningún problema con el orgullo;
él era muy manso. Todo lo contrario, sus acusadores eran los que tenían un problema de
orgullo.

i. Si el genuinamente humilde Moisés fue acusado de orgullo y de una manera dictatorial,


esto demuestra que las acusaciones de orgullo y de actitud autoritaria a veces son falsas. En
este caso, la acusación era falsa, aunque la hicieran personas cercanas al acusado.

ii. Es importante ver que Moisés no empezó como el hombre más humilde de la tierra. Como
príncipe de Egipto, Moisés creció orgulloso y confiado en sus habilidades. Fue solo el tiempo
–el tiempo del desierto, el tiempo humilde– que lo hizo un hombre humilde, capaz de ser
grandemente usado por Dios.
Aunque Moisés era temeroso y reacio, obedeció a Dios. Se volvió manso ante Aquel que lo
hizo. Creyó lo que Dios dijo, habló lo que Dios le dijo que dijera e hizo lo que Dios le dijo
que hiciera. Eso es lo que significó para Moisés ser manso y funcionar como mediador de
Israel. También es lo que Dios requiere de cada uno de nosotros hoy mientras buscamos
ministrar Su Palabra y Sus caminos a una generación perdida y rebelde.

3. Entonces Moisés clamó a Jehová, diciendo: Te ruego, oh Dios, que la sanes


ahora.

a. Entonces Moisés clamó a Jehová: Esta fue la primera palabra que habló Moisés en este
capítulo. No había hablado todo el tiempo que fue acusado, había dejado que Dios
respondiera a sus críticos.

i. Cuando un líder percibe que las acusaciones son insignificantes, falsas o egoístas, lo
correcto es ignorarlas, dejarlas en manos de Dios y mantenerse ocupado con lo que el Señor
ha llamado al líder a hacer. Jesús hizo esto, como se describe en Isaías 53:7: Angustiado él, y
afligido, no abrió su boca.

b. Te ruego, oh Dios, que la sanes ahora: Cuando Moisés habló, fue en oración por sus
acusadores.

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