Querida hija Antes que nada agradezco la presencia de cada uno
de ustedes los invitados en esta fecha trascendental para la familia que me honro en conducir de la mano con mi querida esposa. Discúlpenme todos los presentes, pero quiero transmitirles mis sentimientos de padre y decirles con franqueza que esta noche me siento feliz y orgulloso de presentarles a mi señorita hija ANGHELINE PADILLA LAMAS en esta su nueva etapa de vida frente a la sociedad. No voy a cansarlos con un recuento familiar porque no es el momento, pero sí decirles que el trato que hemos inculcado en ella se basa en la confianza la sencillez y el esfuerzo por alcanzar sus metas propuestas. La familia quizás por su cercanía sea testigo de lo que estoy diciendo. Por eso quisiera dirigirme en este momento a los amigos porque no lo duden han encontrado en ella a la gran amiga que no los de fraudará. Con lo manifestado tampoco deseo establecer sólo virtudes en una niña que esta noche deja de serlo para convertirse en señorita. No. La juventud es compleja y a nosotros los padres nos toca guiar un poco comprender, pero sobre todo dialogar con nuestros hijos y ser los amigos a quienes ellos puedan acudir sin temor alguno. ¿Acaso nosotros los mayores no recordamos aquellos años de travesura y alegría desbordante? Pero esta noche es de fiesta y no quiero enfriar los ánimos de esta hermosa presencia de amigos y familiares. Gracias a ustedes amigos y respetarle a mi hija. Y Gracias a nuestra familia. Gracias por estar aquí a la familia de mi esposa y a mi familia que ha venido desde lejos, gracias a quienes hoy nos honran dándole la bienvenida a sus quinceaños. Gracias a ti querida hija en nombre de tu señora madre, Gracias por haber llegado a este momento y poder decirte que estamos orgullosos de tu joven trayectoria. Sigue así siempre supérate y recuerda esta noche en el mejor rincón de tu corazón. Gracias a todos. Te amo querida hija angheline.