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Maestría en Economía y Finanzas

Asignatura:
Política Económica y Planificación

Políticas Publicas Económicas Monetarias / Proyecto B

Titular:
Doctor Omar Andrés García Calderón

Integrantes:
Gisel Alejandra Romero Cruz 202302310
Lily Noribeth Carranza Baca 202302618
Dania Dilieth Díaz Lanza 202201511
Marissa Yamileth Ortiz Colindres 202302482

Tegucigalpa MDC, 29 de Octubre de 2023

1
Índice
Introducción…………………………………………….3
Objetivos………………………………………………..4
Marco teórico…………………………………………..5-29
Conclusiones…………………………………………..30
Recomendaciones……………………………………31
Bibliografía…………………………………………….32
Evaluación……………………………………………..33

1
Introducción

Nuestra hipótesis es que los países en desarrollo, aunque siguen políticas similares
a las economías desarrolladas, generan diferentes resultados. Ello se explica, en
parte, por la debilidad estructural del mercado de capital de los países en desarrollo,
con un sector financiero privado pequeño, liderado por bonos públicos, y políticas
económicas destinadas a atraer capital externo. La globalización y la financialización
aunque profundizo el mercado de capitales, sus instituciones han estado lideradas
por capital extranjero, y operó al margen del mercado doméstico.

La reorganización del modelo de producción capitalista a raíz de la globalización, a


fines del siglo XX, profundiza las relaciones financieras complejas del modo de
producción capitalista. Hay consenso que la tasa de interés es una variable
monetaria, determinada por el banco central, y recupera su papel como principal
instrumento de la política monetaria, desplazando las políticas que controlan los
agregados monetarios.

El gran disenso son las variables que deben considerarse en la función de reacción
del banco central para determinar la tasa de interés y el nivel que debe tener. En ese
contexto surgen varias reglas, entre las cuales se encuentran la Regla de Taylor
(perteneciente a la visión ortodoxa), políticas de sintonía fina donde la tasa de
interés tiene como objetivo lograr un crecimiento económico robusto (Moore, 1998);
o, alternativamente “estacionar” la tasa de interés.

1
Objetivos

Objetivo General

Conocer sobre la política publicas económica monetarias de 1990 a 1999 y es su


desarrollo económico de Honduras comparándolo con PIB, PIB Perca pita, PIB real
pobreza, pobreza extrema en Honduras para tener mejor conocimiento de cómo se
desarrolló nuestro país en esos años.

Objetivos Específicos

 Dar conocer cuál fue el desarrollo político monetario en Honduras y cómo


afecta al PIB.
 Estudiar las características de la política pública monetaria sobre el PIB, PIB
per cápita, PIB real pobreza y la pobreza extrema en Honduras.

1
Marco Teórico

Políticas Públicas Económicas Monetarias.

1990-1999 VRS PIB, PiB PERCAPITA Y PIB REAL POBREZA Y POBREZA


EXTREMA DE HONDURAS

¿Qué se entiende por política monetaria?


Cuando hablamos de política monetaria, nos referimos al conjunto de decisiones y
medidas que toma la autoridad monetaria de un país o de una unión monetaria,
como en el caso del área del euro para influir en el coste y la disponibilidad del
dinero en la economía.

La economía de Honduras tiene como base principal la producción


de banana, café y palma africana en la región. Su principal sector económico es el
de agricultura, seguido por la minería y la maquila. La economía hondureña es la
decimoctava economía de Iberoamérica en términos de producto interno bruto (PIB)
nominal, y la decimoctava en cuanto al PIB a precios de paridad de poder
adquisitivo (PPA)

Los datos publicados anualmente por el Fondo Monetario Internacional, muestran


que hasta el año 2022, la economía total de Honduras tuvo un ascenso, llegando a
situarse en los 34 340 millones de dólares (Producto Interno Bruto). En la cuestión
sobre la división de este PIB por la cantidad de habitantes del país, muestran
que Honduras posee una PIB per cápita de 3.289 dólares (en nominal) y un PIB per
cápita de 6.740 dólares (en PPA)

Honduras es uno de los principales productores de banano, café y palma africana en


la región. Su principal sector económico es el de agricultura, seguido por la minería y
la maquila. El desempleo es de 7,4 %, pero el subempleo es de 60 %.

El salario mínimo mensual en Honduras, para 2023, ronda los 8,134 lempiras (329
dólares), hasta los 15,753 lempiras (639 dólares); estos salarios dependen del rubro

1
y de la capacidad de cada rama de la actividad económica, de acuerdo a
la Secretaría de Trabajo y Seguridad Social de Honduras.

En la actualidad Honduras depende mucho de las remesas, tanto que estas


representan alrededor del 25 % del producto interno bruto (PIB) y en los últimos
años se han constituido en uno de los principales sustentos de muchas familias
hondureñas.

Para 2016 y según algunos estudios, Honduras era el país con mayor desigualdad
de América Latina. Este estudio medía el coeficiente GINI26 de los países de la
región, ubicando al mismo en el punto más alto.

En tiempos coloniales, la economía hondureña tenía como su eje la


producción agrícola, ganadera y minera.

Después de que Honduras se independizara de España, en el siglo XIX, su


crecimiento económico estuvo relacionado con su capacidad para desarrollar
productos atractivos para la exportación, su actividad económica se aceleró con la
explotación de los metales preciosos.

En el siglo XX la actividad económica de Honduras a nivel internacional aumentó


considerablemente. Entre 1913 y 1929, sus exportaciones agrícolas aumentaron de
3 millones de dólares (2 millones venta de banano) a 25 millones de dólares (21
millones en venta de banano) hacia Estados Unidos. Este crecimiento en las
exportaciones contó con el respaldo de más de 40 millones de dólares de inversión
en infraestructura para Honduras, por parte de la compañía bananera.

A partir de 1950, el gobierno de Honduras alentó la modernización agrícola y la


diversificación de las exportaciones por el gasto en gran medida de la infraestructura
de transporte y comunicaciones, el crédito agrícola y asistencia técnica. Como
resultado de estas mejoras y los altos precios internacionales de exportación, la
carne, el algodón y el café se convirtieron por primera vez en importantes productos
de exportación. Asimismo, el azúcar, la madera y el tabaco también fueron
exportados.

Durante la década de 1960, el crecimiento industrial fue estimulado por la creación


del Mercado Común Centroamericano (MCCA). Como resultado de la reducción de
las barreras al comercio regional y la construcción de un alto arancel externo común,

1
algunos productos fabricados en Honduras, como jabones, se vendían con éxito en
otros países de América Central.

Honduras entró en la década de 1990, con algunos factores a su favor. Una paz
relativa, y un gobierno civil con menos interferencia militar en la política y la
economía del país.

En la primera década del siglo XXI, Honduras se convirtió en el tercer mayor


exportador de textiles a los Estados Unidos después de China y México. Un gran
porcentaje de las exportaciones hondureñas, son dirigidas a los Estados Unidos, el
cual es su principal socio comercial.

En 2001 fue aprobada la Estrategia para la Reducción de la Pobreza con el objetivo


de reducir la pobreza de un 70 % a un 40 % en forma sostenida hasta completarse
en el año 2015 con una inversión anual de 4400 millones de lempiras anualmente.

En 2005, Honduras firma el Tratado de Libre Comercio entre los Estados Unidos de
América, Centro América y la República Dominicana (CAFTA), y más recientemente
Canadá, se espera mucha más inversión extranjera y mayor crecimiento económico.

Economía hondureña a nivel continental


Según su tamaño, la economía hondureña es la décima séptima economía
de América Latina con un PIB de 25 mil millones de dólares. Si se divide el PIB por
la cantidad de población que tiene Honduras (más de 9 millones de habitantes), el
resultado sale de 2 593 dólares de riqueza promedio por cada hondureño.

PIB 1990 HONDURAS


La década de 1990, vio el resurgimiento del banano debido a su demanda en
Europa. Las pequeñas cooperativas productoras de banano vendieron sus tierras a
las gigantes compañías del banano y las últimas tierras en poder del gobierno se
privatizaron. Como la mayoría de los países Centroamericanos América, Honduras
en esta década comenzó a atraer a los inversionistas extranjeros, especialmente,
empresas de ensamblaje de ropa en su mayoría provenientes de Asia. Asimismo se
mantuvo esperanzas en los ingresos a ser generados por la privatización de las
industrias nacionales.
En 1998 Honduras se vio afectada por la inmensa catástrofe del huracán Mitch, que
a su paso por Honduras arruinó la cosecha del banano, destruyó completamente la

1
tercera parte de las infraestructuras de transporte y comunicaciones, causó daños
graves a otra tercera parte y se cobró, según estimaciones del Gobierno, 6.600
muertos, 8.000 desaparecidos, 12.700 heridos y 1.400.000 damnificados por la
pérdida de sus hogares, esto es, casi la cuarta parte de la población de Honduras. El
presidente Carlos Flores Facussé declaró que el desastre, ocasionó perdida
materiales valorados en unos US $3.800 millones de dólares.3 Sin embargo, la
recuperación económica fue mucho más rápida de lo esperado, gracias a la
asistencia financiera y humanitaria del exterior, que impidió también una escalada de
precios en los productos de primera necesidad. Así, tras el 3% de crecimiento con
que cerró 1998, la contracción en 1999 fue del -1,9%, mientras que en 2000 el PIB
hondureño remontó con fuerza y anotó un 5,7% positivo.
A partir de 1990, el país comenzó un proceso de liberación del comercio exterior y
de desregulación del mercado interno. La reforma del comercio exterior incluyó entre
otras medidas, la reducción gradual de los aranceles a las importaciones,
eliminación de restricciones cuantitativas a las importaciones, simplificación
administrativa y eliminación a los impuestos al comercio exterior.
En la primera década del siglo xxi, Honduras se convirtió en el tercer mayor
exportador de textiles a los Estados Unidos después de China y México. Un gran
porcentaje de las exportaciones hondureñas, son dirigidas a los Estados Unidos, el
cual es su principal socio comercial.
El gobierno lleva a cabo proyectos para promover y expandir el sector industrial,
diversificar la agricultura, mejorar los medios de transporte y desarrollar proyectos
hidroeléctricos.
A pesar de los altos niveles de desempleo e inflación del 5%, en los últimos años la
economía hondureña ha demostrado un crecimiento sostenido anual de un 5%.
Con la firma del Tratado de Libre Comercio entre los Estados Unidos de América,
Centro América y la República Dominicana (CAFTA), y más recientemente Canadá,
se espera mucha más inversión extranjera y mayor crecimiento económico.6
En el período 1990/2003, el valor de las exportaciones registró un crecimiento anual
de 3.3%. Durante este período se observaron dos tendencias:
La primera (período 1990/1998) cuando la economía registró un crecimiento anual
de 8.3%
Y la segunda (periodo 1999/2003) en el cual se registró una caída anual de 1,8%
debido a las secuelas del impacto que dejó el huracán Mitch a su paso

1
por Honduras. Así como la caída de los precios internacionales del café uno de los
soportes de la economía hondureña.
Las importaciones por otro lado, crecieron en 10.1 % durante este periodo,
principalmente por las nuevas políticas de liberación de la economía. Estas políticas
generaron el crecimiento del consumo, asimismo el proceso de inversión.
Desde 2004 hasta el 2007, el PIB real en Honduras creció a más del 6% por año.
Durante el 2006 y 2007 las tasas de crecimiento del PIB fueron más altas de lo que
habían sido durante los cuatro años anteriores, con Honduras a la cabeza de los
países centroamericanos con la excepción de Costa Rica. En el 2008 la expansión
desaceleró, pero aun así creció en 4% en términos reales, la cual fue la tasa más
alta de la región. En la segunda mitad de 2008, la economía mundial entró en su
peor recesión en más de 60 años, lo que repercutió gravemente en la economía
hondureña. La crisis política que terminó en la destitución del presidente, José
Manuel Zelaya Rosales agravó aún más la situación y Honduras experimentó un
decrecimiento en su economía (-2%).
En 2001 fue aprobada la Estrategia para la Reducción de la Pobreza con el objetivo
de reducir la pobreza de un 70 % a un 40 % en forma sostenida hasta completarse
en el año 2015 con una inversión anual de 4,400 millones de lempiras anualmente,
los cuales son distribuidos en aproximadamente 300 millones de lempiras a cada
uno de los 18 departamentos del país para la realización de diferentes proyectos y
mejoras realizadas beneficio de las comunidades y la sociedad en general.
El 55% de la ERP sería dedicado a proyectos de reactivación productiva, el 35%
sería invertido en proyectos sociales: De educación, salud y cultura y un 10 % sería
dedicado a proyectos de desarrollo institucional y gobernabilidad.
Entre 2001 y 2015 se utilizaron 53 mil millones de Lempiras, pero esta inversión no
era fiscalizada por la población, de ahí que la ERP no utilizara y no se invirtiera el
dinero dedicado a ella. En 2009 la pobreza era de 60 % en 2009 y de 65 % en 2012,
por lo que en lugar de disminuir la pobreza comenzó a aumentar.
En las primeras dos décadas de 1900, las nuevas inversiones provenientes del
exterior llegan al sector agro-exportador, básicamente con dos compañías, United
Fruit Company y Standard Fruit Company, que para la década de los 30 habían
diversificado su inversión, incursionando en otros sectores económicos como ser:
comunicaciones, transporte, industria, comercio y banca. Después de 1945 la
contracción de la demanda exterior, originada por los efectos de las guerras

1
mundiales, afectó negativamente los flujos de la IED disminuyéndolos durante los
cincuenta.

1
PIB 1999 HONDURAS

1
Período 1990-1998: reformas estructurales y estabilización
Entorno macroeconómico

A partir de agosto de 1990, se inició un programa de reformas estructurales


(desregulación de mercados y disminución de la actividad estatal) juntamente con un
programa de estabilización sustentado en el equilibrio fiscal y un manejo monetario
dirigido a abatir la inflación. Así, se eliminaron los controles de precios, los subsidios
y el esquema de represión financiera. Se estableció la libre movilidad de capitales, el
tratamiento equitativo a la inversión doméstica y extranjera y la privatización de las
empresas públicas. Se unificaron los tipos de cambio adoptando una flotación
cambiaria con intervención del Banco Central de Reserva. Con estas reformas se
buscó brindar un marco institucional estable, con base en criterios de mercado, para
mejorar la eficiencia y aumentar el ahorro nacional, estableciéndose las condiciones
para un crecimiento sostenido de largo plazo, y no sólo en uno de corto plazo
sustentado en un estímulo artificial de políticas fiscales y monetarias expansivas,
que finalmente tienen que ser abandonadas ante las restricciones de reservas
internacionales y financiamiento externo. Nuevo esquema de política monetaria En
este contexto, el esquema de política monetaria se modifica y se centra en un único
objetivo: alcanzar la estabilidad de precios. Asimismo, a diferencia de períodos
anteriores donde primó el uso de instrumentos directos (elevados encajes, control de
tasas de interés, créditos al gobierno y a la banca de fomento y coeficientes de
cartera de colocaciones de la banca), la política monetaria empezó a basarse en el
uso de instrumentos indirectos (que operan a través del mercado en su conjunto) y
el control de agregados monetarios.

Instrumentos de manejo monetario Hasta 1990, la política monetaria del Banco


Central se basó en el empleo de tasas de encaje elevadas y diferenciadas que
sirvieron para controlar la expansión secundaria de la liquidez a través del sistema
financiero. Con ello, se intentaba atenuar las políticas crediticias expansivas del
Banco Central destinadas a favorecer el financiamiento del sector público y de
determinados sectores considerados prioritarios. El diseño de la política monetaria
en la presente década se ha caracterizado por el desarrollo de instrumentos
monetarios indirectos y el abandono de los instrumentos directos. De esta manera,
la política monetaria se orienta hacia una mayor acción de los mercados. El BCRP

1
busca alcanzar su objetivo único de estabilidad de precios a través de su
intervención como un agente económico más en los mercados de dinero y
cambiario. El Banco Central determina diariamente sus operaciones monetarias con
el fin de regular la disponibilidad de liquidez bancaria de corto plazo, sin que se
defienda banda cambiaria o de tasas de interés. Por ello, se analiza cual será el
saldo de las cuentas corrientes de los bancos en el Banco Central cada día,
comparándolo con el nivel adecuado de las operaciones bancarias.

Medidas De Política Monetaria, Crediticia Y Cambiaria

Las medidas de política monetaria, crediticia y cambiaria adoptadas por la autoridad


monetaria en el transcurso de 1999 se pueden resumir en las siguientes
En el contexto del Programa Monetario aprobado a principios de 1999, se estableció
continuar manteniendo como requerimiento de encaje legal un 12% sobre los
depósitos en moneda nacional de las instituciones del sistema financiero, integrado
por efectivo en caja y depósitos a la vista en el Banco Central de Honduras.
Asimismo, se requirió que las instituciones del sistema financiero mantuvieran
inversiones obligatorias en valores oficiales de la manera siguiente: bancos
comerciales 13%, asociaciones de ahorro y préstamo 5% y sociedades financieras
3%, estas inversiones son remuneradas a la tasa de interés anual promedio de la
captación de los recursos en el sistema.
Sobre los depósitos en moneda extranjera se mantuvo el requerimiento de encaje
legal de 12% de efectivo y depósitos a la vista en el Banco Central de Honduras e
igualmente se mantuvieron inversiones obligatorias de 38% en el exterior en
instituciones financieras de primer orden.
Como instrumento básico para el control de la liquidez la autoridad monetaria decidió
continuar usando las Operaciones de Mercado Abierto (OMA), realizando una
actividad muy dinámica en el transcurso de 1999.

1
Pobreza
En este capítulo se destacarán varias características exhibidas por la pobreza en
América Latina en el curso de los años noventa, tales como su evolución; la
asimetría de los efectos del crecimiento económico sobre ésta en los períodos de
recesión y auge; los factores que más influyeron en su evolución; la vulnerabilidad
que suele acompañarla, y las particularidades de la pobreza rural.

1. Magnitud y perfil de la pobreza


a) Evolución de la pobreza en los años noventa
Los procesos de recesión, auge y estancamiento económicos por los que pasaron
los países de América Latina en los años ochenta y noventa, afectaron
significativamente los niveles de pobreza e indigencia. Si bien, como se verá en la
sección siguiente, el dinamismo económico no es el único factor que influye sobre la
pobreza y la intensidad relativa de sus cambios, hay una clara relación entre la
tendencia económica general y los signos del fenómeno.
En el gráfico I.1 se muestra de qué manera la situación de pobreza varió, durante
los años ochenta y noventa, en consonancia con los cambios experimentados por el
crecimiento económico. En particular, en lo que se refiere a los años noventa, el
crecimiento del período 1990-1997 y la correspondiente reducción de la pobreza
contrastan con lo ocurrido en 34 CEPAL el bienio 1998-1999, lapso en el cual se dio
un virtual estancamiento económico y un leve aumento de la pobreza.

1
La relación entre crecimiento económico y cambios en los porcentajes de pobreza
mostró una clara asimetría en uno y otro decenio: en la década de 1980, el producto
por habitante tuvo una caída promedio levemente inferior al 1% anual, al tiempo que
se incrementaba la pobreza, aumento que no se vio contrarrestado completamente
en los años noventa, pese a que en este período el producto experimentó un
crecimiento cercano a 2%. En efecto, la proporción de población pobre fue de 40,5%
en 1980, de 48,3% en 1990 y de 43,5% en 1997, hasta llegar a 43,8% en 1999. Si
se tiene presente que el producto por habitante, a valores de 1995, pasó de 3.654
dólares en 1980 a 3.342 en 1990 y a 3.807 dólares en 1999, se verifica que lo
perdido en los años ochenta.

Pese a lo sucedido en el bienio 1998-1999, el balance de la década de 1990 fue


positivo, toda vez que la pobreza disminuyó en por lo menos once países, en los
cuales habita la mayoría de la población pobre de la región (véase el cuadro I.2.
Para mayores antecedentes, véanse los cuadros A.1 y A.2 del anexo estadístico).

1
1
b) Distribución espacial de la pobreza
Ha habido un importante cambio en la distribución espacial de la población, lo que
ha hecho que la pobreza sea hoy un fenómeno mayoritariamente urbano. De los 211
millones de pobres que había en 1999, 134 millones vivían en las zonas urbanas y
77 millones en las rurales. No obstante, la incidencia de la pobreza es mucho mayor
en el ámbito rural que en el urbano (64% contra 37%). Además, como se muestra en
el cuadro I.2, la pobreza es más intensa en el campo, pues la mayoría de los pobres
rurales son indigentes (46 millones), mientras que los pobres urbanos son
mayoritariamente no indigentes (91 millones).
Las migraciones del campo a la ciudad redundaron en un aumento de la proporción
representada por los pobres urbanos en el total de los pobres. Como consecuencia
del proceso migratorio, la economía urbana tuvo que enfrentar el desafío de la
mayor proporción de población en edad de trabajar y de la mayor demanda de
servicios sociales, pese a lo cual mostró que podía absorber a los migrantes rurales
en trabajos de mayor productividad que los que tenían en su lugar de origen.

La evolución de la pobreza urbana se ajusta bastante bien a lo descrito con respecto


a la pobreza total. En el gráfico I.2 se muestra que en los años ochenta y noventa, la
pobreza urbana evolucionó, al igual que la pobreza total, en consonancia con los
ciclos de recesión (1980-1989), auge (1990-1997) y estancamiento (1998-1999)
descritos anteriormente. No obstante, los cambios experimentados por la pobreza
urbana, así como por el producto no agrícola, fueron más intensos que los exhibidos
por la pobreza y el producto total. De hecho, el coeficiente de pobreza urbana
aumentó diez puntos en los años ochenta y se redujo en cinco puntos en los años
noventa (véase el cuadro I.1), lo cual indica que los efectos del crecimiento
económico se dejaron sentir en forma más asimétrica en el caso de la pobreza
urbana que en el de la pobreza total.

1
En el medio rural la situación fue diferente a la del medio urbano. El producto
agrícola no siguió el mismo ciclo que el producto total. De hecho, creció en los tres
sus períodos analizados, su incremento que fue especialmente alto en el benio
1998-1999. A su vez, los porcentajes de pobreza rural aumentaron en el período
1980-1990, se redujeron en el de 1990-1997, y volvieron a aumentar en el de 1998-
1999, lo cual indica que la evolución de la pobreza rural estuvo correlacionada en
forma más estrecha con el crecimiento de la economía global que con el del
producto agrícola. Más adelante se analizarán las particularidades de la pobreza
rural y del fenómeno migratorio, el cual ha contribuido a acentuar las diferencias de

productividad entre distintos estratos del medio rural.

2. Factores Relacionados Con La Reducción De La Pobreza

El nivel de pobreza se ve afectado tanto por factores económicos como por factores
demográficos y sociales. Entre los primeros destacan el crecimiento económico, las

1
transferencias públicas y los precios relativos; entre los segundos, el tamaño, la
composición y la ubicación geográfica del hogar, y también el grado de educación de
sus miembros. El mercado laboral relaciona el efecto del crecimiento económico con
las características de los hogares que proveen la fuerza de trabajo.

Conviene adelantar que estos factores influyen de diferente manera en los distintos
países latinoamericanos, lo que pone de manifiesto que existen diferencias
estructurales entre ellos, así como también grados de libertad para llevar a cabo, en
el marco de modalidades similares de desarrollo, las políticas públicas pertinentes.
Además, su influencia en el medio urbano y en el medio rural puede diferir de modo
apreciable. Como ya se dijo, los efectos del crecimiento económico global se dejan
sentir con distinta intensidad sobre la pobreza rural y la urbana. Las migraciones
afectan en forma dispar a ambos medios. Las consideraciones sobre el mercado
laboral de esta sección se referirán, en lo fundamental, al medio urbano, pues las
particularidades del medio rural se tratarán en otra sección. De modo análogo, los
efectos de carácter educacional de la pobreza.
Crecimiento económico

En general, en América Latina se dio un crecimiento moderado, sin recesiones,


hasta 1997, con excepción de Argentina, México y Uruguay, que fueron afectados
por la crisis de 1994-1995. Después de 1997, los 44 CEPAL países sudamericanos
enfrentaron un período de lento crecimiento, con recesión en varios de ellos. Por el
contrario, en México, en los países de Centroamérica y en algunos países del
Caribe, se registró una considerable expansión en el quinquenio 1996-2000. Ello
muestra que la reducción de los niveles de pobreza en los diferentes países no
siguió una pauta similar a lo largo del tiempo, y que, en algunos de ellos, el proceso
de reducción cambió de signo hacia fines de los años noventa, como se puede
observar en el ya mencionado.

Cuando se examina lo sucedido en toda la década de 1990, se advierte con mayor


claridad la fuerte relación existente entre la reducción de la pobreza y el crecimiento.
los mayores aumentos y las mayores reducciones del ingreso por habitante
estuvieron asociados, correlativamente, a reducciones y aumentos de la incidencia
de pobreza. Esto fue particularmente notorio en los casos extremos Chile y

1
Venezuela, pero hubo también desviaciones significativas en torno a una relación
lineal.

1
Tasas similares de crecimiento tuvieron impactos diferentes sobre los niveles de
pobreza. En Chile, por ejemplo, el producto interno bruto (PIB) per cápita
experimentó un incremento de 55% entre 1990 y 2000, hecho que se tradujo en un
descenso de 50% de la pobreza (16 puntos porcentuales). En Uruguay, un
incremento mucho menor del producto per cápita (28%) provocó, en un lapso similar,
una mayor baja relativa de la pobreza (53%), con una disminución de 6 puntos
porcentuales. En Bolivia y Panamá, el producto por habitante tuvo un crecimiento

parecido, alrededor de 16% y 20% acumulado en el período, pero la disminución de


la pobreza urbana fue, en uno y otro caso, muy distinta: 14% y 25%
respectivamente. En cambio, el PIB per cápita aumentó 9% en Brasil, lo cual se
tradujo en una baja de 28% de la incidencia de la pobreza (véanse el cuadro I.4 y el
gráfico I.4). Parte importante de las diferencias en el ritmo de disminución de la

1
pobreza es atribuible al distinto grado en que se beneficiaron los estratos de bajos
ingresos de los diferentes países de los frutos del crecimiento económico, lo cual
depende no sólo de su magnitud, sino también de su calidad, y, asimismo, de las
características particulares de la transformación económica, social y demográfica
acontecida en cada país, las cuales son, a su vez, expresión de los factores que se
reseñan a continuación.

1
Empleo Y Remuneraciones

En los años noventa, el crecimiento económico estuvo acompañado de cambios


significativos en el mercado de trabajo. En general, el mayor ritmo de crecimiento se
logró mediante aumentos dispares de la productividad del trabajo entre sectores,
ramas y empresas de diferente tamaño, y mediante la incorporación de las
empresas, también en distinto grado, a la economía internacional. El aumento de la
productividad, particularmente en el medio urbano, se concentró en aquellos
empleos que exigen mayor calificación y pagan mejores salarios, por lo cual no fue
tan intenso como podía esperarse el efecto que ejerció el crecimiento, por la vía del
empleo, sobre la pobreza. Los países se diferenciaron también por la distinta
capacidad económica de expandir los empleos de baja productividad, así como por
los comportamientos sociales asociados a ese fin. Estos empleos son en su mayoría
informales, lo que lleva a que la tasa de desempleo abierto, siendo importante, no
sirva por sí sola para ilustrar los efectos del mercado de trabajo sobre la pobreza.

Reducción Del Ritmo Inflacionario

También contribuyó a la disminución de la pobreza la desaceleración del ritmo


inflacionario, particularmente en aquellos países en que descendió rápidamente
desde niveles muy elevados, como ocurrió en Argentina, Perú y Brasil y, en menor
medida, en Chile, México y Uruguay. La mayor estabilidad de los precios al
consumidor atenuó o evitó la erosión de los salarios medios reales, especialmente
de los más bajos, cuyo poder adquisitivo se pierde con mayor rapidez en contextos
de alta inflación o hiperinflacionarios. La desaceleración del proceso inflacionario
estuvo acompañada, en muchos casos, de mejoras en el salario mínimo real. La
influencia de la desaceleración del ritmo inflacionario sobre la pobreza se hizo menor
posteriormente, y también cuando se adoptó, como uno de los objetivos de la
política económica, la decisión de mantener la inflación en niveles muy bajos.

Cambios De Los Precios Relativos

La evolución de los precios relativos de los bienes y servicios significó, en la mayoría


de los países, un abaratamiento de la canasta de consumo de los sectores
populares. Por diversos motivos, como los cambios en la estructura productiva y de

1
comercio, los procesos de apertura comercial, las políticas de tipo de cambio, y las
características del sector agropecuario, en algunos países se verificaron diferencias
apreciables entre la variación promedio del precio al por menor de aquellos
productos que se utilizan para estimar la inflación y la de aquellos productos que
integran la canasta de consumo de los grupos pobres. En general, el precio de los
productos de consumo popular, particularmente los alimentos, aumentó a un ritmo
menor que el de los demás bienes y servicios de consumo interno, lo que se tradujo
en una mejora del poder adquisitivo de los estratos de bajos ingresos.3

Aumento De Las Transferencias

Las transferencias públicas y privadas, entre las que predominan las jubilaciones y
pensiones, desempeñaron un papel importante en la reducción de la pobreza
durante la década. Si bien suelen estar mal distribuidas, estas transferencias
constituyen en ocasiones un aporte significativo para los hogares pobres. Su
importancia relativa en el ingreso de los hogares varía considerablemente según el
país de la región que se considere.

También varía su grado de focalización en los hogares pobres. En algunos países,


como Argentina, Costa Rica, Panamá y Uruguay, las transferencias representaron
más de 20% del ingreso total de los hogares urbanos, mientras que, en Brasil, Chile,
Colombia, Ecuador, México y Venezuela, fluctuaron en torno al 10%. Sobresale a
este respecto lo ocurrido en Brasil, donde una política de transferencias masivas
hacia los sectores de bajos ingresos de las áreas urbanas y rurales, particularmente
durante el período 1990-1993, contribuyó de manera importante a reducir la
pobreza.

En Uruguay se lograron nuevas disminuciones de la pobreza, gracias en parte al


mantenimiento de una alta tasa de transferencias y a un fuerte incremento de las
pasividades durante los primeros años de la década. Aunque en menor medida,
también en Chile el aumento de las transferencias estatales, por medio de los
subsidios monetarios pensiones asistenciales y subsidio único familiar (SUF) y no
monetarios entregados a los hogares de menores ingresos, contribuyó a reducir la
pobreza y la indigencia a partir de 1990.

1
Migraciones Los Antecedentes

1
Sobre la evolución de la pobreza rural y urbana presentados anteriormente muestran
la importancia que revisten las migraciones en la distribución de la pobreza en
ambos medios y, por consiguiente, en la pobreza total. Los efectos de la migración
sobre los niveles nacionales de pobreza antes mencionados guardan relación,
también, con la composición etaria y educacional de quienes migran y de quienes se
quedan.

La estructura según sexo y edad de la población urbana y rural se ve afectada


significativamente por la migración. Mientras en las zonas urbanas se presenta una
pirámide engrosada en las edades productivas, en las zonas rurales ocurre lo
contrario. En Brasil, por ejemplo, 67,5% de la población urbana tiene entre 15 y 64
años, mientras que sólo 60,4% de la población rural se encuentra en ese tramo
etario.

Por otra parte, la población rural exhibe una proporción de adultos mayores que es
superior a la que cabría esperar a la luz de sus niveles de fecundidad y mortalidad.
En Bolivia, sólo 3,4% de la población urbana tiene 65 años o más, mientras que este
grupo etario llega a 5,1% en las zonas rurales. Tanto el abultamiento de la pirámide
urbana en las edades centrales como el envejecimiento rural se deben
principalmente a la migración selectiva y a su efecto acumulativo a lo largo del
tiempo de jóvenes que se trasladan del campo a la ciudad.

Características De La Pobreza Rural

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Magnitud De La Pobreza Rural

Y tendencias recientes Si bien la mayoría de los pobres viven en las ciudades, la


incidencia de la pobreza continúa siendo más elevada en las zonas rurales. En
Brasil, Colombia, México y Venezuela, alrededor de la mitad de la población rural es
pobre, mientras que en Honduras lo es el 80%. Por otra parte, en Bolivia, Costa
Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Paraguay y Perú, la pobreza es
aun predominantemente rural, al tiempo que en Colombia, México y República
Dominicana, cerca de 45% de los pobres residen en el medio rural (véase el cuadro
I.8). Asimismo, alrededor de la mitad de los indigentes viven en las zonas rurales.5

Factores Que Inciden En La Pobreza Rural

La persistencia de la pobreza rural se asocia a factores relativamente más rígidos


que aquellos que afectan a la pobreza urbana. Los factores de naturaleza
demográfica y educacional muestran, en el medio rural, características propias de

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etapas ya superadas en el medio urbano, al tiempo que los de carácter geográfico,
como el aislamiento, la falta de acceso a las comunicaciones y la dificultad de
acceso a los servicios básicos, ponen también a las personas de este medio en clara
desventaja frente a aquellas que viven en las áreas urbanas.

La actividad agropecuaria, principal sustento de la mayoría de los ocupados rurales,


exhibe una serie de deficiencias, como rezago tecnológico, alto grado de riesgo y
escaso potencial productivo. Por otra parte, hay también un deterioro ambiental de
los suelos que explotan los pobres, y existen dificultades para acceder al agua, al
crédito y, en particular, a la tierra, lo que es una causa central de la pobreza rural en
muchos países, por su 60 CEPAL impacto en la capacidad de generación de
ingresos y por el efecto que ejerce la estructura de tenencia sobre el potencial
productivo del agro.

En los países en que predomina la pobreza rural, y donde ésta afecta a más de la
mitad de los residentes en esa área, la tasa de crecimiento vegetativo de la
población constituye un problema crucial. Tales países se encuentran en una etapa
de transición demográfica incipiente o moderada, con altas tasas de fecundidad. De
ese modo, hay una suerte de trampa demográfica: la división de la tierra entre
numerosos herederos contribuye al agotamiento del suelo y a la proliferación del
minifundio, lo cual va acompañado del aumento del número de familias pobres sin
tierra y, a la vez, de la necesidad creciente de recurrir a estrategias de supervivencia
basadas en la explotación de la mano de obra familiar. Sin embargo, según
proyecciones de la División de Población de l

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Conclusiones

La Historia Económica de Honduras ha estado marcada por los diferentes cambios


políticos que ha experimentado el país. Para esta década de 1990 Honduras entró
con algunos factores a su favor. Una paz relativa, y un gobierno civil con menos
interferencia militar en la política y la economía del país. Sin embargo, el país
cojeaba debido a su deuda externa.

La política monetaria del Banco Central se basó en el empleo de tasas de encaje


elevadas y diferenciadas que sirvieron para controlar la expansión secundaria de la
liquidez a través del sistema financiero. En esta década el país dependía en sus
disminuidos recursos naturales y un rápido crecimiento y urbanización de su
población. El gobierno entonces, se vio forzado a tratar de crear una base
económica capaz de compensar por la retirada de gran parte de la ayuda
estadounidense depender exclusivamente de las exportaciones agrícolas
tradicionales.

Las principales causas de la pobreza en Honduras es sin duda el limitado


crecimiento económico, debido a que las estructuras políticas y poder económico no
le han dado la importancia debida a factores que inciden en el crecimiento
macroeconómico, como es el hecho de buscar la manera de elevar el Producto
Interno Bruto que incide en el ingreso per cápita; baja productividad de los productos
no sólo de consumo nacional, sino de los productos para la exportación, y que los
mismos no se han diversificado; baja competitividad de los productos nacionales en
el mercado internacional, como consecuencia de una mala educación en los tres
niveles educativos nacionales; carencia de fuentes de trabajo que resulta en una alta
tasa de desempleo y sub empleo.

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Recomendaciones

1.-Es importante priorizar estrategias y acciones complementarias enmarcadas en


una política de crecimiento y desarrollo sostenible, destinadas principalmente a
mejorar el entorno económico y social, a través de la generación de las condiciones
necesarias para la creación de nuevas fuentes de empleo y el mejoramiento de los
ya existentes, así como, continuar con las medidas de compensación social en
beneficio de los sectores más desfavorecidos por la crisis sanitaria.

2.-Se requiere de un programa concreto con objetivos bien definidos, tanto de corto
como de largo plazo, para promover la inversión productiva, el que debe tener como
prioridad la generación de empleo masivo sobre todo en el área rural, orientado a
dar oportunidades de trabajo a los hondureños con un bajo nivel de cualificación,
generando espacios acorde a las necesidades y capacidades de los trabajadores,
haciendo el mejor uso productivo de la tierra, de tal forma que contribuya de manera
sostenida con la seguridad alimentaria de la población.

3.-Diseñar e implementar un programa de incentivos orientados a la innovación


tecnológica y de emprendimiento, para capitalizar las divisas provenientes de las
remesas junto con el talento y capacidad de los receptores, mediante la creación de
pequeñas y medianas empresas encaminadas a procesos industriales destinados
tanto al mercado local como para la exportación, facilitándoles los procesos de su
constitución formal.

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Bibliografía

https://datosmacro.expansion.com/pib/honduras?anio=1999

https://repositorio.cepal.org/server/api/core/bitstreams/44169eda-6624-426e-b38a-
f65e0107c392/content
https://repositorio.cepal.org/server/api/core/bitstreams/70d59909-4b3e-4529-ba45-
96fed3b1856e/content
https://www.bch.hn/estadisticos/GIE/LIBMemoria/Memoria%20Anual%201999.pdf
https://www.bch.hn/estadisticos/GIE/LIBMemoria/Memoria%20Anual%201999.pdf

Una década de desarrollo social en América Latina, 1990-1999 (cepal.org)

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Opinión Grupal

Durante el estudio realizado sobre economía monetaria, como equipo logramos


observar una amplia gama de temas relacionados con el dinero, la política
monetaria, el sistema financiero y las tendencias tecnológicas, movimientos sobre el
PIB , la pobreza de América Latina, y sobre todo de Honduras, desde los años 1900
a la fecha, ,mismas que están relacionada en la economía y vemos un conjunto de
decisiones y medidas que toma la autoridad monetaria de un país o de una
unión monetaria, como en el caso del área del euro para influir en el coste y la
disponibilidad del dinero en la economía.
De la economía de Honduras nos damos cuenta que una sus principales
productores es la agricultura, mineros y las maquilas, y uno de los factores que
también ayudan en fortaleza la economía son las remeses, que logran enviar
nuestros familiares emigrantes. Y así mismo vemos que en la actual en salario
mínimo de un hondureño es de 15,753 lempiras (639 dólares); estos salarios
dependen del rubro y de la capacidad de cada rama de la actividad, sin embargo, en
los videos estudiados durante la clase de política económica, nos hacían referencia
que los salarios debían ser evaluados y pagados según el trabajo y el número de
calorías de cada ser humano, para recibir su salario de pago, pero no se toma
practica ya que está regido por el gobierno y no solo en Honduras si no en todos los
países.
Así mismo observamos que la pobreza en Honduras es un tema complejo y de gran
preocupación que merece una discusión reflexiva y considerada en una
preocupación muy delicada que vivimos muchos hondureños, por eso importante
recordar que la lucha contra la pobreza es un desafío continuo y nos puede ayudar a
generar conciencia y discutir soluciones efectivas para abordar este problema
persistente en Honduras.

Con las temas y videos que estudiamos durante clase de política económica
comprendemos los movientes que existen en la economía, que muchas veces no,
nos damos cuenta donde estamos, pero vemos lo importante que estar informado
como individuos día a día de los que esta pasado a nuestro alrededor, ya que somos
parte importe de la economía.

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