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El análisis del accidente del vuelo 1288 de Delta Airlines que tuvo lugar el 31 de julio de 1996 en el

Aeropuerto Internacional de Pensacola, Florida, sugiere que la falla del ventilador del motor se debió a un
defecto de fabricación que pasó desapercibido durante el proceso de inspección. La falla fue causada por
una fisura en el buje del ventilador que se desprendió del motor durante el despegue, lo que provocó la
pérdida de control de la aeronave y, finalmente, el accidente.
El buje del ventilador es un componente clave del motor y, como tal, debe ser fabricado y ensamblado
de acuerdo con los más altos estándares de calidad. La investigación del accidente descubrió que el buje
del ventilador en cuestión tenía dos marcas de no conformidad registradas en los registros de fabricación.
El primer registro de no conformidad se produjo durante el proceso de perforación, cuando se notaron
marcas de vibración en dos agujeros. El segundo registro se produjo durante la inspección de la superficie
del buje después del proceso de anodizado. La inspección reveló marcas de fabricación en un agujero que
se encontraba a 180 grados de la marca de serie.
La investigación también encontró que las marcas de no conformidad fueron registradas en los registros
de fabricación, pero no fueron lo suficientemente específicas como para ser identificadas por los inspectores
visuales que realizaron la inspección. Además, las marcas no se registraron como una indicación de
anodizado azul, sino como una observación de la condición superficial. La falta de claridad en los registros
de fabricación, combinada con la falta de capacitación y la falta de atención al detalle de los inspectores,
permitió que el buje del ventilador defectuoso pasara desapercibido durante la inspección.
La investigación también reveló que la inspección de los bujes del ventilador en la instalación de
mantenimiento de Delta Air Lines en Atlanta no se realizó adecuadamente. La revisión técnica de la FAA
encontró múltiples problemas en el proceso de inspección, incluida la falta de limpieza adecuada de los
componentes antes de la inspección, la falta de capacitación adecuada para los inspectores y la falta de un
proceso uniforme para la evaluación de componentes en el área de inspección. Además, se encontraron
problemas en la calidad del solvente utilizado para el proceso de FPI, lo que puede haber afectado la calidad
de la inspección.
La falla del buje del ventilador puede haber sido el resultado de una combinación de varios factores. En
primer lugar, las marcas de no conformidad registradas durante el proceso de fabricación deberían haber
sido identificadas y tratadas adecuadamente durante la inspección. En segundo lugar, la falta de
capacitación adecuada de los inspectores y la falta de un proceso uniforme para la evaluación de
componentes en el área de inspección puede haber contribuido a la falta de detección de la fisura. En tercer
lugar, la calidad del solvente utilizado para el proceso de FPI puede haber afectado la calidad de la
inspección y contribuido a la falta de detección de la fisura.
Así pues, es importante destacar que la investigación también identificó una serie de factores
organizativos que pudieron contribuir a la falla. Por ejemplo, el informe de la FAA señala que los técnicos
encargados de limpiar las piezas no recibieron capacitación formal en cuanto a la crítica de las partes del
motor y su propósito final. También se observó que el material recibido para el proceso de inspección por
penetración de líquidos no se había limpiado adecuadamente, lo que puede haber afectado la capacidad de
detectar cualquier defecto.
Además, se encontraron problemas en el proceso de inspección por penetración de líquidos en sí. El
transporte de las piezas a través del proceso de inspección parecía estar contribuyendo a la contaminación
del proceso de inspección, lo que dificultaba la detección de defectos. También se observó que los
transportadores utilizados para sostener las piezas durante el proceso de inspección se contaminaban
fácilmente con material fluorescente, lo que complicaba aún más la detección de defectos.
En conjunto, estos hallazgos sugieren que hubo una serie de problemas organizativos, operativos y
técnicos que contribuyeron a la falla del motor. Aunque no es posible determinar con certeza cuál de estos
factores tuvo el mayor impacto en la falla del motor, está claro que todos ellos contribuyeron de alguna
manera.
Uno de los problemas organizativos que contribuyó a la falla fue la falta de capacitación formal para los
técnicos encargados de limpiar las piezas. Aunque se proporcionó capacitación en el trabajo, no se les
enseñó a los técnicos la importancia crítica de las piezas del motor y su propósito final. Esto puede haber
llevado a que no se limpiaran adecuadamente algunas piezas, lo que podría haber afectado su capacidad
para detectar cualquier defecto. Por lo tanto, se recomienda que las compañías aéreas proporcionen
capacitación formal a sus técnicos, en lugar de depender únicamente de la capacitación en el trabajo.
En cuanto al proceso de inspección por penetración de líquidos, se encontraron varios problemas. El
transporte de las piezas a través del proceso de inspección parecía estar contribuyendo a la contaminación
del proceso de inspección, lo que dificultaba la detección de defectos. Además, los transportadores
utilizados para sostener las piezas durante el proceso de inspección se contaminaban fácilmente con
material fluorescente, lo que complicaba aún más la detección de defectos. Se recomienda que las
compañías aéreas revisen su proceso de inspección por penetración de líquidos para garantizar que se estén
tomando medidas adecuadas para prevenir la contaminación del proceso.
En conclusión, la falla del motor Delta Air Lines Flight 1288 fue causada por una fractura en la araña
del ventilador, que resultó de una acumulación de fatiga. La fatiga puede ser causada por una variedad de
factores, como la tensión cíclica en una pieza, la vibración o la resonancia. En este caso, es probable que la
tensión cíclica y la vibración hayan contribuido a la fatiga de la araña del ventilador.
Por otro lado, se puede observar que la detección de fisuras es fundamental para la seguridad de los
pasajeros y la tripulación, ya que una falla catastrófica puede ser el resultado de una fisura no detectada en
una parte crítica del motor. En este caso, la fisura en el cubo del ventilador fue claramente identificada en
los análisis posteriores a la falla. Sin embargo, el proceso FPI no detectó la fisura durante el mantenimiento
programado.
Los hallazgos de la revisión técnica de la FAA indicaron que hubo varios factores que contribuyeron a
la falta de detección de la fisura durante el proceso FPI. Uno de los factores fue la falta de capacitación
formal para el personal de limpieza y los inspectores. La capacitación formal es importante para garantizar
que el personal entienda la crítica de las piezas del motor y el propósito final para el que se están limpiando
e inspeccionando.
Otro factor que contribuyó a la falla fue la falta de mantenimiento adecuado en el área de inspección. La
presencia de contaminantes, como la fluorescencia, en los procesos de inspección es una preocupación
constante. En este caso, los inspectores encontraron dificultades para inspeccionar la parte debido a la
presencia de contaminantes en los procesos de limpieza e inspección.
Además, la falta de una forma uniforme de manejar y clasificar las piezas durante la inspección puede
haber contribuido a la falta de detección de la fisura. El informe de la FAA sugirió que la falta de un sistema
uniforme de manejo y clasificación de piezas durante la inspección puede haber llevado a errores humanos
y una falta de detección de la fisura.
En general, el informe de la FAA destacó la importancia de la capacitación formal y la adopción de
procesos uniformes y estándares de la industria para garantizar la seguridad de las partes críticas del motor.
Los procedimientos de inspección deben ser rigurosos y mantenerse de manera constante para garantizar la
seguridad de los pasajeros y la tripulación.
En conclusión, la falla en el vuelo 1288 de Delta fue el resultado de una fisura no detectada en el cubo
del ventilador del motor. El proceso FPI no detectó la fisura durante el mantenimiento programado debido
a varios factores, incluida la falta de capacitación formal para el personal de limpieza y los inspectores, la
falta de mantenimiento adecuado en el área de inspección, y la falta de una forma uniforme de manejar y
clasificar las piezas durante la inspección. Para garantizar la seguridad de los pasajeros y la tripulación, es
fundamental que se implementen procesos rigurosos de inspección y se mantengan estándares de la
industria uniformes. Además, es importante que se continúe investigando y mejorando los procesos de
inspección para minimizar la posibilidad de fallas catastróficas en el futuro.

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