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PRINCIPIOS DEL DERECHO CONSTITUCIONAL

La jurisprudencia alemana, norteamericana y de la gran mayoría de países ha incluido


como principios del derecho constitucional (los que, sin embargo, no siempre están
expresamente en la constitución de los países) los siguientes:

● El principio de igualdad, por el que hay que tratar igual a los iguales y desigual a
los desiguales. La exigencia de este trato igual pesa fundamentalmente sobre las
autoridades públicas, aunque la jurisprudencia más reciente está imponiendo
obligaciones parecidas en el sector privado. Tal identificación entre públicos y
privados ha sido cuestionada en la doctrina.1
● El principio de jerarquía, que determina la supremacía o inferioridad de las
normas. Se discute si aparte de las normas, también son jerarquizables los fines,
valores y principios del derecho, así como los derechos de las personas.
Doctrinarios como Alexy son renuentes a tales posturas, mientras para Riofrío todo
es jerarquizable.
● El principio de proporcionalidad en las penas y en los tributos (o "principio de
proporción" según Humberto Ávila, por el que es necesario guardar una proporción
entre la gravedad de los crímenes y las penas, así como entre la riqueza y el
impuesto.
● El principio de proporcionalidad (también llamado “de razonabilidad ”), que
nació como un remedio contra los excesos en los que incurrían las decisiones
tomadas por el poder legislativo y por el poder ejecutivo. El Tribunal Constitucional
alemán descompuso la proporcionalidad en tres subprincipios destinados a
controlar una medida (v. gr. una ley, una decisión general, un acto administrativo
de efectos generales, etc.) emanada de un sujeto con potestad (v. gr. el
representante del Poder Ejecutivo, el Parlamento, alcalde u otra autoridad), en
cuanto esta medida se considera desproporcionada, irrazonable, innecesaria e
inadecuada. Con este triple test se busca controlar que las decisiones de las
autoridades no sean arbitrarias. Alguna jurisprudencia ha aplicado el principio de
proporcionalidad a otras cosas (relaciones privadas, derechos, valores, etc.) de
una forma que no siempre resulta adecuada.
● El Principio de subsidiariedad, por el cual las entidades superiores públicas son
incompetentes para intervenir en aquello que las personas y las sociedades
menores son capaces de realizar de manera adecuada.
PRINCIPIOS DEL DERECHO CONSTITUCIONAL.

INTRODUCCIÓN.

El Derecho en esencia, constituye un sistema o conjunto de normas, entendiendo por éstas, a las
reglas de comportamiento o de conducta. Las personas dentro de la sociedad habitan en un
mundo jurídico-normativo, es decir, no gozamos de un libre albedrío o libertades absolutas,
todo lo contrario, existen multiplicidad de reglas de conducta que limitan el ejercicio de nuestro
actuar cotidiano, podemos citar a manera de ejemplo las reglas que nos imponen nuestros padres
y familiares dentro de los hogares, lo docentes en los planteles educativos, la sociedad a lo
interno de establecimientos de entretenimiento o en los diferentes espacios de interés público,
etc.

Como señala el profesor Norberto Bobbio (1987):

“En relación con el sometimiento permanente a nuevas reglas, justamente se ha dicho que la
vida entera, y no sólo la adolescencia, es un proceso educativo continuo. Podemos comparar
nuestro proceder en la vida con el camino de un peatón en una gran ciudad: aquí la dirección
está prohibida, allí es obligatoria; y aún allá donde es libre, la calle por donde debe seguir está
por lo general rigurosamente marcada. Toda nuestra vida está llena de carteles indicativos,
algunos que ordenan tener cierto comportamiento, otros que lo prohíben” (Pág.133).[1]

El tratadista ecuatoriano, Galo Blacio Aguirre (2016), señala:

“Todo ser humano es titular de derechos. Hoy en día no hay ninguna duda de que la dignidad
del ser humano es el fundamento de los derechos, los derechos están vinculados a la dignidad, a
la libertad y a la igualdad como manifestaciones de ésta dignidad. Ello, supone situar a los
derechos y libertades en una posición central dentro del orden jurídico-político, y,
principalmente, la dignidad de la persona y los derechos inherentes a ella, se convierten en la
piedra angular del orden constitucional democrático”. (Pág. 3) [2]

El presente trabajo investigativo tiene como finalidad aportar al desarrollo y estudio del
Derecho Constitucional, pues, se abordan diferentes problemáticas cotidianas que se presentan
dentro de las sociedades modernas, a manera de ejemplo podemos citar la colisión de derechos
fundamentales; las antinomias constitucionales; y, los conflictos y vicisitudes que afrontan los
operadores de justicia al momento de subsumir los casos concretos dentro del Derecho
Constitucional. Dejamos sentado, que este modesto aporte de ninguna manera pretende agotar el
debate y estudio de la problemática constitucional, todo lo contrario, queremos despertar la
curiosidad e investigación de los estudiosos del Derecho, adicionalmente, procuramos colaborar
en el desarrollo y solución de tales adversidades.

Para la elaboración de este trabajo fue necesario recopilar información a través de la utilización
de diferentes herramientas y métodos científicos como: recopilación de la información,
búsqueda de fuentes bibliográficas, el método histórico que nos permitió contrastar el pasado y
el presente para evidenciar los principales problemas y plantear posibles soluciones, el método
deductivo que nos sirvió para analizar el problema desde la órbita internacional hasta llegar al
ámbito nacional, valiéndonos de los aportes y estudios sobre las diversas teorías realizados por
especialistas en el tema.
Por otra parte, en lo que al Derecho Constitucional atañe, podemos mencionar que desde hace
algunos años atrás su estudio se realiza en forma conjunta con el de las Instituciones Políticas.
La reforma que realizó Francia en el año 1954, respecto de los estudios jurídicos, o más
propiamente, de los estudios del Derecho, comenzaron la tradición de llamar a la disciplina
como Derecho Constitucional e Instituciones Políticas. Al respecto, Jorge Zavala Egas (1999)
sostiene:

“La expresión Derecho Constitucional designa en realidad la disciplina que estudia la


organización general del Estado, su régimen político, su estructura gubernamental. Es, pues,
Derecho que se aplica, también, a las instituciones políticas” (Pág.25).[3]

Finalmente, podemos concluir que el Derecho Constitucional está integrado por normas
jurídicas fundamentales, relacionadas con la organización y ejercicio del poder, así como a los
derechos públicos subjetivos de las personas y grupos sociales, en los que se incluye el estudio
de las instituciones políticas.

DEFINICIÓN DE PRINCIPIOS.

Ahora bien, ya entrando en materia, para entender y comprender el alcance de los principios
universales del Derecho Constitucional, previamente debemos definir el significado del término
“principios”, así tenemos en el Diccionario Ruy Díaz de Ciencias Jurídicas y Sociales (2003) la
siguiente definición de Principios Generales de Derecho:

“Conjunto de principios superiores de justicia y moral, comúnmente abarcados por las


constituciones nacionales y/o provinciales que sirven muchas veces para solucionar conflictos
que se plantean en relación a la oscuridad de las leyes o lagunas legales. Ello no es aplicable al
derecho penal, en el cual no existe pena sino existe una ley previa que la tipifique y delimite”
(Pág.245). [4]

En este sentido, José Alberto Garrone (1987) señala:

“En materia legal, tomamos la tercera, séptima y undécima acepción del diccionario de la Real
Academia Española o sea: a) base, fundamento, origen, razón fundamental sobre la cual se
procede discurriendo en cualquier materia; b) cualquiera de las primeras proposiciones o
verdades por donde se empiezan a estudiar las facultades, y son los rudimentos y como
fundamentos de ellas; c) norma no legal supletoria de ella y constituida por doctrina o aforismos
que gozan de general y constante aceptación de jurisconsultos y tribunales” (Pág.144).[5]

De lo expuesto podemos se colige que los principios son máximas de justicia o normas
superiores, que contienen una fuerte carga de moral y ética, son normas abiertas, es decir, su
entendimiento no depende de otras normas; y, principalmente se encuentran contenidos en las
Constituciones de cada Estado.

En este contexto, Rafael Oyarte Martínez (1999) expone:

“La Constitución es un texto solemne a través de cual: es organizado el poder del Estado por
medio de sus instituciones políticas y se establece un régimen de garantías a los Derechos
Fundamentales” (Pág.75).[6]

Vale la pena recordar que, mayoritariamente las Constituciones Políticas de los Estados, están
compuestas por dos partes: una orgánica referente a la composición del Estado con sus diversos
organismos e instituciones y una parte dogmática relacionada con los principios, garantías y
derechos de los ciudadanos (derechos y garantías fundamentales). Al respecto, Raúl Gustavo
Ferreyra (2001) manifiesta:
“Las garantías constitucionales son los procedimientos institucionalmente previstos por el
propio orden jurídico organizado por la Constitución, para perseguir la instrumentación de su
autodefensa integral” (Pág.126).[7]

Por su parte, Luigi Ferrajoli (2000) agrega:

“En general se hablará de garantismo para señalar los límites y los vínculos impuestos a todos
los poderes (públicos y privados), políticos (o de mayorías) y económicos (o del mercado), en el
ámbito estatal e internacional, para tutelar, persiguiendo el sometimiento a la ley y
específicamente a los derechos fundamentales en ella establecidos, la esfera privada contra los
poderes públicos y la esfera pública contra los poderes privados” (Pág.42).[8]

A nuestro entender, los derechos fundamentales son aquellas potestades o prerrogativas innatas
a cada ser humano y que constituyen verdaderos principios de carácter tanto jurídico como
moral, cuya base fundamental es la dignidad humana. Estas prerrogativas tienen por objeto
favorecer el desarrollo social y holístico de todas las personas, debido a que, por un lado,
mantienen el poder político dentro de ciertos límites y, por otro, obligan a dicho poder a la
realización y consecución de ciertos fines, que tiendan al mejoramiento de la convivencia y al
buen vivir.

Ahora bien, una vez que hemos analizado es forma preliminar y escueta el alcance y contenido
del Derecho Constitucional, seguidamente, examinaremos algunos de los más importantes
principios del Derecho Constitucional que se encuentran recogidos en las Cartas Políticas de
cada Estado.

PRINCIPIO DE SUPREMACÍA.

Según el principio de Supremacía o de la fuerza normativa de la Constitución, los preceptos


constitucionales tienen superioridad respecto de cualquier otra norma jurídica, es decir, se
encuentra en la cúspide del ordenamiento jurídico y determina que aquellas normas opuestas a
la Constitución del Estado son inválidas. Si una ley admite la interpretación, debe escogerse
aquella que sea conforme con la Constitución y/o con los instrumentos internacionales sobre
derechos humanos. Al respecto, Colón Bustamante Fuentes (2011) sostiene:

“La posesión de primacía de la Constitución, como norma fundamental, como principio


orientador del Estado, como garante de los derechos y libertades fundamentales, se traducirá en
la interpretación y aplicación directa e inmediata tanto de los poderes públicos y de los
ciudadanos y ciudadanas que tienen deberes y obligaciones de acuerdo con la Constitución,
aclarando que la supremacía constitucional es una supremacía material: los poderes públicos no
podrán actuar contra los principios, valores y mandatos señalados por la Constitución.
Asimismo, la Constitución es norma habilitadora de las actividades de las instituciones públicas
y contiene límites a sus atribuciones” (Pág.128).[9]

El principio de la fuerza normativa de la Constitución no puede ser eludido en ninguna


circunstancia, debido que sus normas prevalecen sobre el resto del ordenamiento jurídico, tanto
en el ámbito del derecho público como del derecho privado. En la doctrina se considera, que
toda norma de orden jurídico o social diferente a la Constitución Política del Estado, constituye
una ley secundaria.

PRINCIPIO DE UNIDAD.

Según este principio, las disposiciones constitucionales no pueden ser interpretadas en forma
aislada, sino que deben ser consideradas en su conjunto o en forma integral; y, agregaríamos, en
concordancia con los instrumentos internacionales sobre derechos humanos. En este sentido,
Antonio Pérez Luño (1984) acota:

“La unidad constitucional hace referencia a la noción de integralidad del conjunto de normas
constitucionales, por tanto, en cualquier norma constitucional se debe buscar la “unidad del
sistema del que ha surgido” (Pág.121).[10]

PRINCIPIO DE LA EFICACIA INTEGRADORA.

En virtud de este principio, uno de los propósitos fundamentales de la Constitución es lograr la


unidad política de todos los componentes de un Estado, servir de medio para alcanzar la
estabilidad y supervivencia del sistema político, ser la herramienta que permita lograr la paz y
armonía social y servir de base para un desarrollo sostenido, equitativo y dignamente justo
(sumak kawsay), este principio está ligado al principio de referente social.

PRINCIPIO DE REFERENTE SOCIAL.

Este principio implica que el juez constitucional al subsumir el caso concreto a la norma
aplicable, no puede ignorar la realidad política, social y económica, dentro de cuyo contexto
debe dictar su resolución y proyectarla a un futuro cercano, sin crear conflictos mayores.

EL PRINCIPIO DE PERDURABILIDAD.

A través de este principio, los preceptos de la Carta Política de un Estado, a diferencia de las
leyes y normas comunes, tienen una duración o permanencia prolongada en el tiempo,
regulando el desarrollo de la sociedad, por ello no debe ocuparse de temas o aspectos
contingentes o accesorios. En este sentido, Luis Carlos Sáchica (1999) agrega:

“Hay constituciones de fórmulas tan amplias que no requieren casi enmiendas, porque permiten
encontrar solución adecuada a situaciones inéditas. El ejemplo más conocido es el de la
estadounidense que, en más de dos cientos años de vigencia, apenas lleva veintiséis enmiendas,
pues las mutaciones o cambios interpretativos hechos por vía jurisprudencial en la Corte
Suprema la van actualizando” (Pág.28).[11]

EL PRINCIPIO DE FUNCIONALIDAD O EFICACIA.

Este principio exige que la Constitución sea útil. Al respecto, Juan Montaña Pinto (2011)
señala:

“La eficacia o efectividad hace referencia a que la interpretación debe dirigirse hacia las
opciones que den mayor efectividad a la eficacia constitucional sin romper su contenido”
(Pág.163).[12]

Esto significa, que la Constitución debe ser eficiente, debe tener una interpretación práctica a
efecto de que sus preceptos sean cumplidos y no constituyan meras declaraciones.

EL PRINCIPIO IDEOLÓGICO.

Este principio informa que el Derecho Constitucional constituye la rama más politizada del
ordenamiento jurídico, pues, se ocupa de organizar al Estado, por ende, no es ideológicamente
neutro o indiferente, en la actualidad, en lo que respecta a nuestro Estado, los principios de esta
disciplina deben subordinarse a la concepción ideológica del Estado Constitucional de Derecho.
DISCUSIÓN.

Al inicio del presente trabajo se planteó como finalidad exponer algunos de los más importantes
principios del Derecho Constitucional, situación que permitirá comprender de mejor manera el
complejo mundo del Derecho Constitucional, pues, como se ha dicho, su estudio corresponde
tanto a la composición y organización del Estado, como al análisis e interpretación de los
derechos subjetivos de las personas.

La heterogeneidad de la composición de las sociedades actuales, trae consigo, un sinnúmero de


conflictos que no pueden ser resueltos con la sola aplicación de las reglas para la solución de
antinomias jurídicas, en su defecto, demandan de los operadores de justicia vastos
conocimientos, principalmente en la rama del Derecho Constitucional, en su interpretación, pero
sobre todo, en su aplicación al caso concreto. Por lo tanto, se cumplió con los objetivos
planteados, esto es, dar a conocer una aproximación y análisis de los más importantes principios
universales del Derecho Constitucional con el apoyo de estudios de tratadistas y juristas del más
alto nivel académico y científico.

CONCLUSIONES.

El Derecho Constitucional en la actualidad se ha convertido en el eje transversal de todos los


sistemas jurídicos en el mundo, pues, como se ha dicho, su estudio comprende la organización
del Estado y los límites del poder frente a los ciudadanos a través de los derechos fundamentales
que aquellos poseen.

Los principios en su acepción general, constituyen máximas de justicia, normas de carácter


abierto, que posibilitan diferentes aplicaciones a cada caso, de tal suerte que su contenido no se
agota en la subsunción que realiza el juzgador.

Los principios operan como límite del poder constituido, para evitar abusos de parte de las
autoridades (dentro del Derecho Público), y, a la vez, sirven de herramienta o medio para
garantizar y proteger los derechos de los particulares.

Los principios del Derecho Constitucional, deben ser observados por el legislador constituyente
al momento de reformar o enmendar una Carta Política, pues, su inobservancia podría traer
graves consecuencias para el ejercicio de los derechos fundamentales de las personas.

Significado de Principios constitucionales

Qué son Principios constitucionales:


Los principios constitucionales se refieren a los valores éticos, sociales, legales e
ideológicos consagrados en la constitución de una nación, a partir de los cuales se
deriva todo el ordenamiento jurídico. Pueden ser llamados también como principios
fundamentales.

Estos principios funcionan como las directrices esenciales de todo el sistema de orden
sociopolítico de una nación y tienen fuerza vinculante. Por lo tanto, cada una de las
leyes, reglamentos y normas que se redactan en una determinada sociedad, tienen
que contener o respetar estos principios, garantes del pacto social entre los
ciudadanos y el Estado.

Los principios constitucionales inciden en la determinación de las libertades


individuales y colectivas, en el regulamiento de la participación social y en los límites
de actuación de los entes de gobierno.
Además de servir de marco para la redacción de las leyes del Estado, los principios
constitucionales son necesarios para interpretar aquellas áreas en las que existen
ambigüedades o vacíos legales, de manera que se resguarden los derechos
garantizados por la constitución.

Cada país establece sus principios constitucionales de acuerdo al universo de valores


que fundamentan su cultura. Esto quiere decir que pueden existir diferencias visibles al
comparar las diversas constituciones de cada país.

Sin embargo, en los países que se consideran democráticos, existen principios


comunes, lo que permite que estos países se asocien en organizaciones
internacionales que representan tales principios.

De esta manera, los principios constitucionales o fundamentales tendrían que


garantizar los derechos humanos, los derechos fundamentales, los derechos sociales,
económicos y culturales y, finalmente, los derechos colectivos y ambientales.

Ejemplos de principios constitucionales


Entre los más importantes principios constitucionales de un Estado de derecho, se
cuentan los siguientes:

● Sujeción a la ley: es el principio que expresa que el orden social está sometido a las
leyes y no a las personas, independientemente de su autoridad, lo cual implica un
principio de igualdad ciudadana.
● Limitación del poder: es el principio que pone límites al poder del Estado. El Estado
no puede hacer nada que no esté expresamente indicado en la ley. Solo puede actuar
en aquello en que la ley establece facultades para eso. Así, este principio se
complementa con el anterior.
● División de los poderes del Estado: cada constitución, para garantizar el equilibrio y
la justicia social dentro del Estado de derecho, debe definir la separación de los
poderes del Estado. Normalmente, estos se estructura en tres: poder legislativo,
judicial y ejecutivo.
Otros principios constitucionales comunes son los principios de igualdad (implícito en
el principio de sujeción a la ley), responsabilidad, independencia
judicial, motivación (justificación de los actos legales) y seguridad jurídica.

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