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Diario de Gestión Ambiental 323 (2022) 116285

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página de inicio de la revista: www.elsevier.com/locate/jenvman

Emisiones de amoníaco de la agricultura y su contribución a la materia

particulada fina: una revisión de las implicaciones para la salud humana
a,*
, B. Kelleghan
Katie E. Wyer David b
, Victoria Blanes Vidal C, Gunther Schauberger d ,
Thomas P. Curran a
a
Escuela de Ingeniería de Alimentos y Biosistemas de la UCD, University College Dublin, Belfield, Dublin 4, Irlanda
b
Teagasc, Departamento de Medio Ambiente, Suelos y Uso de la Tierra, Johnstown Castle, Co. Wexford, Y35 TC97, Irlanda
C
Inteligencia Artificial Aplicada y Ciencia de Datos (AID), Maersk Instituto Mc­Kinney Moller, Universidad del Sur de Dinamarca, Odense, Dinamarca
d
¨
Departamento de Fisiología y Biofísica, Universidad de Medicina Veterinaria, Viena, A­1210 Wien, Veterinarplatz 1, Austria

INFORMACIÓN DEL ARTÍCULO ABSTRACTO

Palabras El amoníaco atmosférico (NH3) liberado por la agricultura está contribuyendo significativamente a la acidificación y el NH3 atmosférico que
clave: puede tener sobre la salud humana está mucho menos disponible. El impacto directo potencial del NH3 en la salud del público en general está
NH3 PM2.5, material particulado subrepresentado en la literatura científica, aunque ha habido varios estudios que indican que el NH3 tiene un efecto directo en la salud
Asma
respiratoria de quienes manipulan ganado. Estos impactos en la salud pueden incluir una función pulmonar reducida, irritación de la garganta
salud respiratoria
y los ojos, y aumento de la tos y la expulsión de flemas. Estudios más recientes han indicado que el NH3 agrícola puede influir directamente
Producción animal
en la aparición temprana de asma en niños pequeños. Además del potencial impacto directo del amoníaco, también es un contribuyente
sustancial a la fracción de partículas finas (PM2.5) (a saber, EE. UU. y Europa); donde explica la formación del 30% y 50% de todo el PM2.5
respectivamente. PM2.5 tiene la capacidad de penetrar profundamente en los pulmones y causar enfermedades a largo plazo, como la
enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y el cáncer de pulmón. Por lo tanto, PM2.5 causa pérdidas económicas que equivalen a
miles de millones de dólares (EE. UU.) a la economía mundial anualmente. Tanto las muertes prematuras asociadas con los impactos en la
salud de PM2.5 como las pérdidas económicas podrían mitigarse con una reducción de las emisiones de NH3 resultantes de la agricultura.
Como la agricultura contribuye con más del 81% de todas las emisiones globales de NH3, es imperativo que la producción de alimentos no
tenga un costo para la capacidad de respirar del mundo; donde las reducciones en las emisiones de NH3 pueden ser más fáciles de lograr
que otros contaminantes asociados.

Los impactos conocidos que el NH3 puede tener sobre la biodiversidad

1. Introducción (particularmente en hábitats sensibles) son un componente clave en el desarrollo
de varias políticas nacionales y regionales (por ejemplo, EPA, 2021; Luesink y
Michels, 2018; Shropshire Council, 2018) para proteger mejor el medio ambiente
El amoníaco (NH3) es una forma reducida de nitrógeno que se libera a la
de contaminación, y para cumplir con la Directiva de Hábitats (92/43/EEC)
atmósfera (Behera et al., 2013; Doyle et al., 2017; Sutton et al., 2008), y la
(Comité Económico Europeo 1992). En comparación con estos impactos
agricultura contribuye con más del 81 % de sus emisiones globales totales.
ambientales bien documentados y las políticas resultantes creadas a partir de
siones (Van Damme et al., 2021). La Fig. 1 muestra las emisiones de amoníaco
ellos, ha habido relativamente poco trabajo sobre el impacto potencial que el NH3
en todo el mundo de varias fuentes, destacando la alta variación espacial de NH3
agrícola puede tener en la salud humana.
a nivel mundial (EDGAR, 2015). Las áreas que son de color naranja a rojo (como
Un aumento en las operaciones agrícolas intensivas a gran escala, como las
las que se pueden ver en Europa, el este de los Estados Unidos, China e India)
operaciones concentradas de alimentación animal (Schultz et al., 2019), ha
emiten altos niveles de NH3 ( más de 16 toneladas de amoníaco por año por
contribuido a aumentar las emisiones de NH3, y el efecto potencial de este
celda de cuadrícula).
contaminante en la salud humana se ha planteado como una preocupación (Ge
Los impactos ambientales del NH3 atmosférico están bien documentados en
et al. ., 2020; Naseem y King, 2018). Las emisiones de NH3 de la agricultura son
la literatura científica y son el resultado principalmente de la acidificación y la
responsables del 30 % de todas las PM2,5 en los EE. UU. y la cuenca del Ganges
eutrofización de los ecosistemas, lo que suele dar lugar a cambios en la
´ en la India, el 50 % en Europa y entre el 15 y el 23 % en China (Bauer et al., 2016; S. Behera
comunidad de especies (García­Gomez et al., 2014; Sutton et al., 2009). Actualmente, el

* Autor correspondiente.
Dirección de correo electrónico: katie.wyer@ucdconnect.ie (KE Wyer).

https://doi.org/10.1016/j.jenvman.2022.116285 Recibido el 18
de junio de 2021; Recibido en forma revisada el 22 de julio de 2022; Aceptado el 12 de septiembre de 2022 Disponible en
línea el 21 de septiembre de 2022
0301­4797/© 2022 Los autores. Publicado por Elsevier Ltd. Este es un artículo de acceso abierto bajo la licencia CC BY (http://creativecommons.org/licenses/by/4.0/).
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KE Wyer et al. Diario de Gestión Ambiental 323 (2022) 116285

abreviaturas CIPF Prevención y Control Integrado de la Contaminación

artefacto explosivo improvisado Directiva de emisiones industriales
NH3 Amoníaco k Kelvin (Grados)
Partículas finas + Amonio
PM2.5 NH4
EPOC Trastorno pulmonar obstructivo crónico Base de datos de Nitrato de amonio NH4NO3
emisiones EDGAR para la Investigación Atmosférica Global CAA (NH4)2SO4 Sulfato de amonio
Acta para el aire Limpio Cloruro de amonio NH4CL
A NOSOTROS Estados Unidos Comité ejecutivo nacional
Directiva de Techos Nacionales de Emisiones
O2 Oxígeno EPA Agencia de Protección Ambiental
H2O Agua OMS Organización Mundial de la Salud
CO2 Dióxido de carbono ALRI Enfermedad aguda de las vías respiratorias inferiores

N2 Gas nitrógeno CEV Enfermedad cerebrovascular

N2O Dioxido de nitrogeno IHD Enfermedad isquémica del corazón

CERCLA Respuesta Ambiental Integral, Compensación LC Cáncer de pulmón

y Ley de Responsabilidad O3 Ozono
MURCIÉLAGO
Mejores técnicas disponibles

et al., 2010; Erisman y Schaap, 2004; Han et al., 2020). La exposición a PM2.5 puede
causar enfermedades como el trastorno pulmonar obstructivo crónico (EPOC), el cáncer
de pulmón e incluso se ha documentado como uno de los principales factores de riesgo
de mortalidad prematura (Apte et al., 2018; Lelieveld et al., 2015; Yu et al., 2000). Muchos
precursores de PM2.5 están bien regulados, como el óxido de nitrógeno (NOx) y el dióxido
de azufre (SO2), aunque los estudios han demostrado que el NH3 es el precursor que
tiene el mayor impacto en la formación de este contaminante (Brunekreef et al., 2015;
Megaritis et al., 2013; Thakrar et al., 2020). Por lo tanto, es imperativo que se comprenda
cómo se emite a la atmósfera el NH3 agrícola.
Sin comprender el comienzo de la cadena desde las fuentes de NH3 hasta los impactos
en la salud de PM2.5, no se alcanzarán las reducciones óptimas en los impactos en la
salud de este contaminante. Conocer la medida en que la agricultura contribuye tanto a
las emisiones de NH3 como a la generación de PM2.5 puede permitir un examen más
completo de los impactos potenciales en la salud humana que puede causar el NH3
agrícola, y cómo estos impactos en la salud pueden reducirse controlando las emisiones
de la fuente.
Esta revisión tiene como objetivo proporcionar una comprensión tanto de la causa raíz
de las emisiones de NH3 (es decir, la agricultura) y los impactos públicos y socioeconómicos
(es decir, la salud pública) que esto puede tener debido a la formación de PM2.5 . Al
centrarse en estos múltiples eslabones de la cadena “NH3 – PM2.5 – impactos en la
salud”, los lectores pueden comprender mejor el ciclo completo y cómo la reducción de la
fuente de NH3 puede disminuir los impactos en la salud.
2. Metodología
El objetivo de esta revisión sistemática de la literatura es brindarle al lector una
comprensión clara de los procesos involucrados en la liberación de NH3 de la agricultura,
la contribución del NH3 a la formación de PM2.5 y los impactos resultantes en la salud
humana. Para que las fuentes se incluyeran en esta revisión, debían cumplir con ciertos
criterios, tales como:
1. ¿El artículo es revisado por pares o la información proviene de una fuente confiable?
fuente como el gobierno o las organizaciones de salud?
2. ¿El artículo/información se ajusta al propósito de esta re
ver artículo?

Fig. 1. Distribución espacial de las emisiones globales de amoníaco de diversas fuentes (EDGAR, 2015). Las emisiones se representan como toneladas de NH3 emitidas por año (por celda
de cuadrícula). Las áreas con valores de emisión más altos se representan con una coloración de naranja a rojo, por ejemplo, Europa, el este de EE. UU. e India. (Para la interpretación de
las referencias al color en la leyenda de esta figura, se remite al lector a la versión web de este artículo).

2
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KE Wyer et al.
3. ¿Se proporcionan suficientes datos en el análisis cuantitativo para ser
representativa/estadísticamente precisa?
4. ¿La demografía utilizada para el análisis cualitativo es adecuada y representativa?
5. ¿Qué tan actual o actualizada es la fuente? Si la fuente no es actual (es decir,
tiene más de 10 años), ¿es importante para el objetivo de la revisión o proporciona
un concepto fundamental?
La información proporcionada en esta revisión se obtuvo de múltiples bases de
datos. Google Scholar y Science Direct se utilizaron inicialmente para comprender
tanto el alcance como la disponibilidad de los artículos de investigación revisados por
pares relacionados con esta revisión. En varias búsquedas se utilizaron términos de
búsqueda descriptivos como amoníaco, material particulado, PM2.5, impactos en la
salud, salud humana, asma, EPOC, agricultura, amoníaco atmosférico, deposición y
transformación, toxicología, costos socioeconómicos y reducción . Estas palabras
clave se combinaron con los comandos "Y" y "O" según corresponda para buscar una
amplia gama de artículos en los motores de búsqueda mencionados, así como (entre
otros)
PubMed Central (PMC), My Science Work, ORCID y búsquedas en Internet con
Google. Todas las fuentes que se obtuvieron como resultado de una búsqueda en
Internet fueron escritas por profesionales y publicadas en revistas, agencias
gubernamentales u organizaciones de salud. Además de utilizar motores de
búsqueda, también se estudiaron referencias de especial interés en algunos artículos
utilizados en la revisión. A partir de estas búsquedas, se identificaron 596 artículos
que cumplieron con los criterios de búsqueda descritos anteriormente. Para que una
fuente se incluyera en la revisión final, el estudio o la información debían incluir tanto
la agricultura como las emisiones de NH3, las interacciones con PM2.5 y los impactos
posteriores en la salud, y/o los datos correspondientes. Muchos de los estudios que
se seleccionaron no se utilizaron en la revisión, aunque cumplieron con los criterios
de búsqueda iniciales, ya que su investigación principal no brindó claridad sobre el
tema en cuestión (p. ej., documentos que se centraron principalmente en datos de
emisiones de una instalación ganadera en ubicación). En total, 135 de estas fuentes
fueron investigadas y utilizadas para esta revisión.
No se encontraron casos de documentos duplicados durante el proceso de inclusión.
Fig. 2. Fuentes potenciales de NH3 de la agricultura y rutas de transporte [ajuste de 2 columnas].
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3. Fuentes de amoniaco en la agricultura
La agricultura se considera la fuente dominante de amoníaco atmosférico y
contribuye a más del 81 % de las emisiones globales de NH3 (Van Damme et al.,
2021). Las principales fuentes de emisiones de NH3 de la agricultura incluyen la
ganadería y la producción animal, la manipulación y el almacenamiento de estiércol,
el alojamiento del ganado y la aplicación de estiércol/purines y fertilizantes artificiales
a la tierra (Behera et al., 2013; Mikkelsen et al., 2011; Sutton et al., 2013) (fig. 2).
El NH3 está regulado en cierta medida por la legislación de la UE, donde la
Directiva sobre techos nacionales de emisiones (NEC) (2016/2284) ( Unión Europea,
2016) exige la notificación de las emisiones de NH3 y el seguimiento de su
concentración en hábitats sensibles, la Directiva sobre hábitats (92/43 /EEC) (Comité
Económico Europeo y OffCommunities, 1992) que requiere que los proyectos limiten
las contribuciones a hábitats sensibles, y la Directiva de Emisiones Industriales
(2010/75/EU) ( Unión Europea, 2010) que limita las emisiones de ciertas instalaciones.
La contribución de la fuente de cada actividad agrícola varía mucho según las
prácticas agrícolas nacionales, regionales y locales (Balasu bramanian et al., 2020;
Singles et al., 1998). Los factores de emisión se utilizan para estimar la emisión de
contaminantes y los organismos reguladores los utilizan para evaluar las emisiones
de diversas fuentes de contaminación (Faulkner y Shaw, 2008). Los factores de
emisión de NH3, que se utilizan ampliamente para estimar las emisiones de fuentes
agrícolas, no pueden reflejar con precisión las variaciones temporales y espaciales
de las emisiones (Faulkner y Shaw, 2008). Esto no solo se debe a las diferencias en
las prácticas agrícolas, sino también a las variaciones en las condiciones ambientales,
meteorológicas y climáticas (Balasubramanian et al., 2020; Sutton et al., 2013; Zhu
et al., 2015). Von Bobrutzki et al. (2010), Behera et al. (2013) y Sutton et al. (2013)
proporcionan excelentes sinopsis que resaltan las dificultades que se enfrentan con
la medición y el modelado de las emisiones (y concentraciones) de NH3 en relación
con las fuentes agrícolas.
3.1. Ganado
Los excrementos del ganado, incluidos el ácido úrico, la urea y las heces, pueden
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KE Wyer et al.
se descompone o volatiliza para formar NH3 (Behera et al., 2013). Hay varios procesos
microbiológicos involucrados en la degradación de estos compuestos a NH3. El ácido úrico en
presencia de oxígeno (O2) y agua (H2O) se convierte en dióxido de carbono (CO2) y NH3 por la
enzima uricasa (ecuación (1a)). La urea es degradada a CO2 y NH3 por la enzima ureasa, que
es producida por varios microbios a menudo presentes en el estiércol (ecuación (1b)). Las
proteínas no digeridas presentes en el estiércol se convierten en NH3 tanto por las enzimas
uricasa como por la ureasa, así como por la acción del metabolismo bacteriano (ecuación (1c)).
C5H4O3N4 + 1.5O2 + 4H2O → 5CO2 + 4NH3
CO(NH2)2 + H2O → CO2 + 2NH3
proteínas no digeridas →NH3
Ecuación (1). El proceso involucrado en la producción de amoníaco a partir de ácido úrico
(a), urea (b) y proteínas no digeridas (c) (Behera et al., 2013).
La mayor parte de la orina que se excreta en el suelo de los alojamientos de los animales se
mineraliza a amonio (NH4 +) o se transforma en NH3. Sin embargo, esta orina también puede
combinarse con heces en casas de animales como las que tienen
sistemas a base de lamas o de suelo macizo para la producción de purines (Mendes et al., 2017).
El lodo resultante puede liberar emisiones gaseosas por degradación bacteriana y reacciones
enzimáticas, lo que da como resultado la liberación de gas nitrógeno (N2), dióxido de nitrógeno
(N2O) y NH3. Muchos factores diferentes pueden influir en la formación y volatilización del gas
de influencia, lo que a su vez afecta tanto la emisión de NH3 de los alojamientos de los animales
como el entorno resultante en concentraciones atmosféricas de este gas. Estos factores están
relacionados principalmente con los animales (p. ej., genética, dieta, número y peso, actividad
animal y comportamiento), desechos (p. ej., manipulación, tratamiento, pH, temperatura y
superficie), medio ambiente (p. ej., temperatura interior y exterior, el flujo de ventilación y la
velocidad del aire sobre la superficie del estiércol) y otros factores específicos del lugar, como la
presencia y el tipo de material de cama (Blanes­Vidal et al., 2008). El ganado contribuye con
alrededor del 51 % de todas las emisiones de NH3 en Europa y más de la mitad del 80 % total de
las emisiones de NH3 liberadas por la agricultura en los EE. UU. (CLRTAP, 2020; Liu et al.,
2017). En 2014, el ganado contribuyó con aproximadamente el 44 % de la producción total de
nitrógeno en el estiércol a nivel mundial (Zhang et al., 2017). Aproximadamente el 15 % de todas
las emisiones de NH3 del ganado se pueden atribuir a la producción porcina a nivel mundial
(Philippe et al., 2011), mientras que las aves de corral representan alrededor del 13 % de las
emisiones globales de NH3 (Crippa et al., 2016; Jiang et al., 2020) .
Las prácticas de alojamiento para el ganado varían internacionalmente, y las emisiones de
NH3 de las mismas dependen en gran medida de las temperaturas interiores y exteriores, las
tasas de ventilación y la exposición de los excrementos al aire (p.
Blanes­Vidal et al., 2008; Blunden y Westerman, 2008; Granier et al., 1996; Philippe et al., 2011).
Al describir los sistemas de alojamiento en términos generales, los alojamientos para ganado, por
ejemplo, pueden utilizar pisos de listones con recolección de estiércol debajo (p. ej., Europa y
China), pisos sólidos raspados y/o establos amarrados (p. ej., EE. UU.) (Robbins et al., 2019;
Wang et al . ., 2018). El ganado también se puede alojar en edificios con ventilación natural, ya
sea durante todo el año o durante el período de invierno con un período de pastoreo en verano
(McIlroy et al., 2019).
Los alojamientos en la producción porcina suelen utilizar suelos de hormigón y de listones (con
los tanques de almacenamiento de purines asociados debajo). Las unidades de producción
avícola pueden tener varios estilos de alojamiento, incluidos sistemas de gran altura basados en
jaulas con estiércol almacenado debajo de las jaulas, sistemas de cinturón de estiércol, alojamiento
sin jaulas o corrales libres (Naseem y King, 2018) .
Los cambios en el alojamiento, incluidas las tasas de ventilación, las camas, los pisos, la
temperatura y el almacenamiento de estiércol, pueden ayudar a mitigar las emisiones de esta
fuente. Para los edificios de ganado, los sistemas de tratamiento de aire (p. ej., biofiltros,
biodepuradores, filtros de carbón activado) se consideran Mejores Técnicas Disponibles (MTD)
por la UE ( Santonja et al., 2017). La incorporación de depuradores de ácido y filtros
biopercoladores en las viviendas puede ser muy eficaz para eliminar el NH3, con eficiencias que
oscilan entre el 91 % y el 99 % y alrededor del 70 %, respectivamente (Melse y Ogink, 2005).
Sin embargo, debido a razones económicas (altos costos de funcionamiento), medioambientales
(alto consumo de energía, uso de productos químicos, descarga de agua) y técnicas (desempeño
inestable de los biodepuradores), estas técnicas
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solo se consideran adecuados para instalaciones intensivas de ganado porcino y avícola según
la Directiva IPPC (2008/1/EC) (ahora IED (2010/75/EC)) (Unión Europea, 2010; Melse et al.,
2009 ) .
El sistema de slats común basado en purines que se utiliza en muchas instalaciones de
producción de ganado puede beneficiarse de la introducción de lechos de paja, reduciendo las
emisiones de NH3 hasta en un 30 % (Webb et al., 2005). Esto se debe a la absorción de la orina
en el lecho de paja, lo que reduce la interacción del NH3 con el aire circundante. Sin embargo, la
adición de paja puede dificultar la eliminación del lodo. La implementación de técnicas de
reducción, como la disminución de la superficie del estiércol, la introducción de una eliminación
rápida de la orina y la disminución de la velocidad del aire y la temperatura por encima de los
(1a)
pozos de estiércol, podría ayudar a reducir las emisiones de NH3 de los establos (Hellsten, 2017).
(1b)
Reducir el área del piso de rejilla, particularmente en establos porcinos, puede reducir el área en
(1c) la que los animales defecan. En la mayoría de los casos, los cerdos alojados optarán por defecar
en suelos enrejados (áreas más frescas) en lugar de suelos sólidos (áreas más cálidas donde los
cerdos eligen acostarse) ( Aarnink et al., 1997; Ye et al., 2009). Estos estudios encontraron que
la disminución del área del piso enrejado dentro de una nave porcina puede reducir las emisiones
diarias de NH3 en 0,7 g de NH3 por cerdo de engorde. Diseñar casas nuevas (o rediseñar las
antiguas) para que tengan suelos parcialmente enrejados o con camas podría reducir las
emisiones de NH3 hasta en un 20 % por un coste de 0 € ­ 3 € por kilogramo de NH3–N reducido
(Hellsten, 2017).
3.2. Almacenamiento de purines externo
Los desechos animales se pueden almacenar como purines que combinan las fracciones
líquida (orina) y sólida (heces), o se pueden separar en sus componentes líquidos y sólidos
individuales (Grant y Boehm, 2020). Una vez que se retira el estiércol de los establos de los
animales, se puede almacenar de varias maneras, incluidos, por ejemplo, silos (tanques de
hormigón, acero o madera) y lagunas (Webb et al., 2005). La superficie de estas instalaciones de
almacenamiento juega un papel vital en el nivel de NH3 emitido por el estiércol. Las lagunas
tienden a tener una mayor relación superficie/volumen que los silos, lo que implica un mayor
potencial de emisión en comparación con los sistemas de almacenamiento tipo tanque (Webb et
al., 2005). Aunque las lagunas también tienen una mayor tasa de emisión por unidad de área,
donde Kupper et al. (2020) establece que las emisiones de referencia para el almacenamiento de
purines son:
2 1 h− • 2 1 hora−
g m− en lagunas 2 1 0,12 (purín de ganado) y 0,15 g m− (purín de cerdo) almacenado
h− • 0,08 g m− en
tanques 2 1 hora−
(purín de ganado) y 0,24 g m− (purín de cerdo) almacenado
El medio más eficaz para reducir las emisiones de NH3 de las áreas de almacenamiento es
mediante la colocación de cubiertas y marquesinas, que pueden reducir las emisiones hasta en
un 80 % (Webb et al., 2005). Tal estrategia de reducción fue evaluada para China por Xu et al.
(2017), mostrando una capacidad de reducción a nivel nacional entre 19 y 37% en comparación
con los niveles de emisión de “negocios como siempre”. El método de almacenamiento de
estiércol cubierto es más efectivo para tanques circulares que están hechos de un material no
poroso como el acero (Webb et al., 2005). El uso de mecanismos biológicos también puede
ayudar a reducir las emisiones de NH3 al cubrir los lodos. Blanes­Vidal et al. (2009) evaluaron el
uso de paja envejecida para cobertura de purín (que contiene una microbiota más alta que la paja
fresca), demostrando que este método tenía una eficiencia del 99 % en la reducción de las
emisiones de NH3. Esto se compara con una eficiencia de reducción del 47 % utilizando nuevas
cubiertas de pajuelas. Estos autores también afirman que el 50% de esta eficiencia de reducción
corresponde a la cubierta de paja actuando como biofiltro, mientras que el 50% restante está
asociado a efectos físicos y químicos. Hellsten (2017) afirmó que existen medidas mínimas que
se consideran aplicables para reducir las emisiones de NH3 de los sistemas de desechos sólidos
del ganado. Cubrir los desechos sólidos, aplicar algún tipo de cama y mantener los desechos
secos son actualmente las únicas opciones viables para el manejo del estiércol en los desechos
sólidos.
4
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KE Wyer et al.
3.3. aplicación de la tierra
Las emisiones de amoníaco durante y después de la aplicación a la tierra de desechos
animales (como purines líquidos y como estiércol sólido) y fertilizantes nitrogenados
sintéticos contribuyen a una proporción significativa de las emisiones totales de NH3 de la
agricultura (Misselbrook et al., 2005). Una revisión de 324 estudios realizada por Ma et al.
(2021) estimaron que las emisiones de NH3 de la aplicación de estiércol fueron de 3,79 Tg
N/año y de la aplicación de fertilizantes sintéticos de 12,32 Tg N/año. Ma et al. (2021)
también describe que China, India y EE. UU. producen el 60 % de las emisiones totales de
NH3 asociadas con esta aplicación de fertilizantes sintéticos.
Uno de los factores más importantes en las emisiones de NH3 de la aplicación al suelo
es el método de distribución del estiércol en los campos (Bourdin et al., 2014; Edwards,
2020; Hyde et al., 2003). Actualmente, la aplicación de dispersión amplia (p. ej., placa de
salpicadura) es el método más económico de dispersión en tierra, pero se asocia con los
niveles más altos de emisiones de NH3 en comparación con cualquier otro enfoque
(Edwards, 2020). La volatilización de NH3 procedente de la aplicación de fertilizantes
nitrogenados o purines/estiércol también depende en gran medida de parámetros
medioambientales y meteorológicos localizados, como la temperatura máxima y mínima
diaria, la radiación, la precipitación, la humedad relativa y la velocidad del viento a 10 m
de altura, así como el contenido de humedad del suelo. , el contenido de materia seca del
purín/estiércol y el área foliar del cultivo/producto (por ejemplo, Anderson et al., 2003; Bash
et al., 2013; Fu et al., 2015; Hani et al., 2016; Misselbrook et al., 2005).
¨
Mediante la aplicación de técnicas alternativas de esparcimiento de estiércol, como la
inyección superficial, la aplicación en bandas o la incorporación directa, se podría alcanzar
un potencial de reducción de emisiones de aproximadamente el 95 % (Hellsten, 2017).
Para la aplicación de fertilizantes minerales, el cambio de urea a otros tipos de fertilizantes
(como el nitrato amónico cálcico) o el uso de un inhibidor de la ureasa (p. ej., urea
protegida) también podría reducir sustancialmente las emisiones de NH3 (Forrestal et al.,
2016; Lichiheb et al . , 2019).
3.4. Variaciones meteorológicas y estacionales
Además de la temperatura, la humedad y otras condiciones meteorológicas, Jiang et
al. (2020) afirma que la lluvia es una de las principales fuerzas impulsoras cuando se trata
de la aplicación de estiércol o fertilizante a la tierra, y las regiones tropicales semisecas
presentan una tasa de emisión cinco veces mayor que la de los climas más fríos y
húmedos. En estas áreas húmedas o tropicales, la emisión de NH3 de los gallineros
controlados es tres veces mayor que la de los lugares secos y fríos. En muchos países
europeos, la aplicación de estiércol y fertilizantes a la tierra coincide con las estaciones
secas, lo que resulta en mayores emisiones de esta fuente (aplicación a la tierra) durante
los períodos de verano (Backes et al., 2016) . Los patrones estacionales en las variaciones
del NH3 atmosférico fueron observados por Doyle et al. (2017), haciendo referencia a
varios estudios que experimentaron patrones similares dependiendo del tiempo, el clima
y las actividades agrícolas (Tang et al., 2004; Zbieranowski y Aherne, 2012). La temperatura
y el clima también tienen un impacto en la quema de biomasa, que aunque no es la fuente
más importante de NH3 agrícola en el medio ambiente, aún juega un papel importante en
las emisiones (Bray et al., 2021). La quema de biomasa en los EE. UU. representa
aproximadamente el 10 % de las emisiones de NH3 (y la agricultura representa
aproximadamente el 82 % de esto) y generalmente ocurre principalmente en verano y
otoño (Bray et al., 2021). En todo el mundo, existe una gran variabilidad tanto en la
frecuencia como en la intensidad de estos incendios (Oenema et al., 2012).
Se ha demostrado que la volatilización de NH3 después de la aplicación al suelo está
significativamente correlacionada con factores meteorológicos y del suelo, como la
temperatura del aire y del suelo, la humedad, la radiación solar, las precipitaciones y la
velocidad del viento en el momento de la aplicación y después (p. ej., Braschkat et al . ,
1997; G´enermont y Cellier, 1997; Menzi et al., 1998; Misselbrook et al., 2005; Moal et al.,
1995; Søgaard et al., 2002; Sommer y Hutchings, 2001a, b). En Blanes­Vidal et al. (2012)
las concentraciones estacionales de NH3 medidas en cinco localidades rurales durante las
temporadas de primavera y verano fueron 85 ± 25 % y 20 ± 26 % más altas que los
promedios anuales en cada región (media ± desviación estándar), mientras que las
concentraciones de NH3 durante el otoño
5
Diario de Gestión Ambiental 323 (2022) 116285
e invierno fueron inferiores a las medias anuales (−47 ± 2% y −58 ±
10%, respectivamente). Skjøth et al . encontraron patrones similares . (2011) que determinó
el curso anual de las emisiones de NH3 para un sitio en Alemania. Un año de monitoreo
de NH3 realizado en Irlanda identificó una correlación de Pearson de 0,9 con la temperatura
ambiente, con concentraciones máximas observadas en junio, mostrando tendencias que
coinciden con prácticas agrícolas estacionalmente variables (Kelleghan et al., 2021).
Además de la variación estacional, también se producen variaciones diurnas en las
emisiones como resultado de la temperatura interior y la actividad animal en el interior
(Kelleghan et al., 2020; Schauberger et al., 2018; Sun et al., 2008). Dado que esta variación
en las emisiones y concentraciones de NH3 se produce tanto estacional como diurnamente,
destaca la necesidad de un seguimiento intensivo a largo plazo de ambas.
También se ha demostrado que las emisiones de amoníaco están correlacionadas con
cambios en el clima, por ejemplo, aumento de las emisiones globales del 42% para un
calentamiento de 5 ◦C (Sutton et al., 2013). Estas tendencias y proyecciones a largo plazo,
conocidas como señales climáticas, tienen relevancia epidemiológica para la salud humana.
Esto significa que el calentamiento global esperado está contrarrestando los esfuerzos
para reducir las emisiones de NH3. Para la década de 2050, se espera que las emisiones
de NH3 de los edificios de ganado confinado, utilizados principalmente para el engorde de
cerdos y aves de corral, aumenten entre un 15% y un 20% (en relación con 2007) debido
al aumento de la temperatura (Simpson et al., 2014). La sensibilidad al calentamiento
global para las categorías de emisiones agrícolas investigadas fue evaluada por Skjøth y
Geels (2013), mostrando la mayor sensibilidad para las construcciones ganaderas y el
almacenamiento de estiércol, el manejo del estiércol, la aplicación de fertilizantes y el
pastoreo de animales. Skjøth y Geels (2013) esperan un aumento de las emisiones de
hasta un 40% debido a la señal del calentamiento global.
Bajo el supuesto de una tendencia lineal constante de calentamiento antropogénico hasta
2050, las emisiones de NH3 de los edificios para ganado aumentarán alrededor de un 11
% entre 1981 y 2050.
Durante las últimas cuatro décadas, se determinó una tendencia media de un aumento del
1,6 % por década para los edificios de ganado confinado (Schauberger et al., 2018). Para
el almacenamiento de estiércol, Aarnink y Elzing encontraron que un aumento de 1 K (K)
en la temperatura de almacenamiento daría como resultado un aumento del 10 % en la
tasa de emisión de NH3 (Aarnink y Elzing, 1998). Esto enfatiza la necesidad urgente de
reducir las emisiones tanto como sea posible, ya que el aumento de las emisiones en el
futuro debido al cambio climático exacerbará los impactos ambientales y de salud humana
asociados.
4. El destino del amoníaco y las posibles implicaciones para la salud
4.1. La transformación de NH3 a PM2.5
Una vez que el NH3 se libera de las fuentes agrícolas, puede viajar en forma gaseosa
a través de la atmósfera por distancias cortas o largas (Phil ippe et al., 2011). Cuando el
NH3 interactúa con una superficie, se adhiere y se elimina de la atmósfera (es decir,
deposición seca en las superficies de las plantas), o después de la transformación química,
se deposita de forma remota a través de la lluvia (deposición húmeda) (Asman et al.,
1998) . La tasa de deposición seca y húmeda depende de una serie de factores, incluidas
las condiciones meteorológicas, las propiedades físicas y químicas del contaminante y las
condiciones de la superficie circundante, y las concentraciones de otros contaminantes
atmosféricos (Doyle et al., 2017) .
Las reacciones químicas en la atmósfera que involucran NH3 contribuyen
significativamente a la generación de PM2.5 (Giannakis et al., 2019). El NH3 gaseoso
reacciona con aerosoles que contienen ácidos sulfúrico y nítrico para crear partículas como
nitrato de amonio (NH4NO3), sulfato de amonio ((NH4)2SO4) y cloruro de amonio (NH4CL)
(Gong et al., 2013).
Bauer et al. (2016) explica cómo la división de fases entre los aerosoles inorgánicos está
impulsada principalmente por el NH3.
2NH3 + H2SO4 →(NH4)2SO4 (2a)
NH3 + H2SO4 →(NH4)HSO4 (2b)
NH3 + HNO3 ← → (NH4)NO3 (2c)
Ecuación (2). La conversión de NH3 a sulfato de amonio y
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KE Wyer et al. Diario de Gestión Ambiental 323 (2022) 116285

nitrato de amonio (Mensink y Deutsch, 2008).

El NH3 gaseoso es altamente reactivo en la atmósfera y se deposita rápidamente, con
una velocidad de depósito que alcanza los 14 cm/s (Phillips et al., 2004). Las altas
concentraciones de NH3 depositadas localmente pueden tener efectos graves en el follaje
y la vegetación (Doyle et al., 2017; Krupa, 2003). En comparación, el NH4 resultante
+ se deposita a un ritmo mucho más lento, normalmente
por deposición húmeda, a un ritmo de aproximadamente 0,2 cm/s (Asman et al., 1998;
Phillips et al., 2004). Esta transformación del NH3 gaseoso en aerosoles puede permitir
NH4+ que este contaminante se desplace mucho más lejos del
fuente puntual, y depositarse a través de la deposición húmeda (Phillips et al., 2004).

A pesar del papel importante que tiene el NH3 en la formación de PM2.5, ha estado
relativamente rezagado en términos de regulación en comparación con otros precursores
como el SO2 y el NOx (Megaritis et al., 2013). De hecho, el NH3 puede aumentar la
velocidad de las reacciones en la atmósfera tanto de SO2 como de NOx, lo que da como
resultado una concentración aún mayor de partículas (Bru nekreef et al., 2015). En Europa,
por ejemplo, la Directiva NEC requería que en 2020, las emisiones de SO2 y NOx se
redujeran en un 59 % y un 42 % respectivamente, pero las emisiones de NH3 se reducirían
solo en un 6 % en comparación (Brunekreef et al., 2015). ). En EE. UU., mientras que la
Ley de Aire Limpio (CAA) otorga a las autoridades federales el permiso para regular el NH3,
y la Ley Integral de Respuesta, Compensación y Responsabilidad Ambiental (CERCLA)
exige algún informe de este contaminante, no existen regulaciones definitivas en términos
de emisión. umbrales para NH3 (USDAAgricultural Air Quality Task Force, 2014). China,
aunque se considera un punto crítico mundial de amoníaco, no regula el NH3 de ninguna Fig. 3. Los efectos directos del NH3 en el tracto respiratorio, mostrando algunos
manera (Plautz, 2018). de los síntomas más comunes [ajuste de columna única].

y protocolos de seguridad en muchos lugares de trabajo (National Research Council (US)

Kanter et al. (2020) brinda una excelente descripción general sobre cómo los
sumideros ambientales (como el agua y el clima) a menudo se colocan al frente de la toma
de decisiones en términos de políticas relacionadas con las emisiones de nitrógeno. De su
examen de 2726 políticas en 186 países, solo 28 de 1390 políticas centradas en sumideros
abordaron los impactos del nitrógeno en múltiples sumideros. Esto puede tener impactos
involuntarios en otros sectores y provocar que se produzca un intercambio de contaminación.
Por ejemplo, para reducir la escorrentía de nitratos en las vías fluviales, EE. UU. incrementó
el uso de lagunas de estiércol, que son una gran fuente de emisiones de NH3 (Aillery et al.,
2005). Varios estudios han sugerido que una de las formas más eficientes de reducción de
PM2.5 es reducir las emisiones agrícolas de NH3, particularmente en áreas donde la
agricultura es un contribuyente clave a la reducción de la calidad del aire (p. ej., Backes et
al., 2016; Megaritis et al., 2013; Zhang et al., 2020). Al reducir la formación de PM2.5,
también se reducirían los impactos asociados a la salud de este contaminante. Por lo tanto,
un enfoque integrado para regular los precursores de PM2.5, particularmente con un
enfoque en NH3 y la salud, sería muy beneficioso para reducir la creación general de
PM2.5 secundario.
4.2. Cómo impactan el NH3 y el PM2.5 en la salud humana
El NH3 es un irritante que puede tener efectos graves en la salud humana cuando se
produce una sobreexposición (Sundblad et al., 2004). En un entorno agrícola, la exposición
a niveles extremadamente altos de NH3 es poco común, y a menudo ocurre solo durante
accidentes agrícolas (Comité del Consejo Nacional de Investigación (EE. UU.), 2008). Sin
embargo, la exposición a concentraciones más bajas durante períodos más prolongados
aún puede tener un impacto negativo en la salud humana.
Los problemas de salud informados con mayor frecuencia por la exposición al NH3 incluyen
irritación de ojos, nariz y garganta, dolor de cabeza, náuseas, diarrea, ronquera, dolor de
garganta, tos, opresión en el pecho, congestión nasal, palpitaciones, dificultad para
respirar, estrés, somnolencia y alteraciones en el estado de ánimo (Schiffman y Williams,
2005; Wing y Wolf, 2000) (Fig. 3).
La irritación por la exposición al amoníaco puede comenzar a concentraciones tan
bajas como 5 ppm (molestias en los ojos), pero es más notoria a concentraciones de
alrededor de 30 ppm, y la irritación comienza a ocurrir en el tracto respiratorio superior
(National Research Council (US) National Research Council Committee , 2008; Sundblad
et al., 2004). Las exposiciones agudas o accidentales a altas concentraciones (generalmente
por encima de 50 ppm) de gases NH3 pueden provocar quemaduras traqueales y daños
en los tejidos bronquiales, pero exposiciones como estas son bastante raras gracias a los
límites de exposición ocupacional y la salud.
National Research Council Committee, 2008). Si bien la exposición a niveles altos de NH3
es rara, algunas ocupaciones agrícolas (como las viviendas de producción ganadera
intensiva) pueden resultar en tiempos de exposición más prolongados a niveles de NH3
que no ocurrirían en otras ocupaciones (Naseem y King, 2018). Por lo tanto, es importante
garantizar que la exposición dentro de dichas instalaciones (y otras ocupaciones similares)
esté dentro de los límites regulados. El Código de prácticas de 2018 para las regulaciones
de agentes químicos (Autoridad de Salud y Seguridad, 2018) basado en los estándares
europeos establece que el valor límite de exposición ocupacional para NH3 no debe ser
superior a 20 ppm (14 mg/m3 ) durante un intervalo de 8 h y no más de 50 ppm (36 mg/
m3 ) en un intervalo de 15 min, mientras que los límites de exposición de EE. UU. para
NH3 son 25 ppm (18 mg/m3 ) en intervalos de 8 h (CDC, 2019).
Aunque la exposición directa al NH3 agrícola puede ser problemática para la salud
humana, cuando se evalúa como precursor de PM2.5, tiene un impacto potencial mucho
mayor para la salud humana. La Organización Mundial de la Salud (2013) describe las
PM2,5 como partículas lo suficientemente pequeñas como para penetrar en la región
torácica del sistema respiratorio una vez inhaladas.
La exposición prolongada a PM2.5 se considera un mayor riesgo para la salud humana que
la exposición a PM10 (Cohen et al., 2017; Erisman y Schaap, 2004).
Se estima que más del 90 % de las personas de todo el mundo están expuestas a
concentraciones de PM2,5 que superan las directrices de la OMS de 10 μg/m3 (Health
Effects Institute, 2019). La exposición a PM2.5 puede tener efectos adversos en el
desarrollo pulmonar de los niños y puede causar irritación respiratoria en personas con
afecciones preexistentes, como asma y enfermedades cardíacas (Organización Mundial de
la Salud, 2013). En 2015, 2017 y 2019, la exposición a la contaminación por PM2.5 planteó
un riesgo significativo de mortalidad prematura y deterioro de la salud, como se indica en
los estudios correspondientes de Global Burden of Disease (GBD) (Bu et al., 2021;
Collaborators GBD 2019 Risk Factors , 2020; Lelieveld et al., 2015). El estudio GBD de
2017 encontró que la exposición a PM2.5 fue responsable de 4,58 millones de muertes en
todo el mundo (Bu et al., 2021). En 2015, la contaminación exterior por PM2,5 se identificó
como el quinto factor de riesgo más importante para la salud, siendo la exposición
ambiental a PM2,5 responsable de 4,2 millones de muertes en todo el mundo. El aumento
de las concentraciones de PM2.5 puede tener consecuencias graves para la salud humana,
como el empeoramiento de los síntomas del asma (un aumento del 18 % en la incidencia
con un aumento de 10 μg/m3 ) y un mayor riesgo de mortalidad cardiopulmonar (un
aumento del 6 al 13 % por 10 μg/m3 PM2.5 bajo exposición a largo plazo) (Organización
Mundial de la Salud, 2013; Yu et al., 2000). La reducción de la esperanza de vida es

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KE Wyer et al.
también asociado con el aumento de los niveles de PM2.5 , como se destaca en un estudio
realizado por Apte et al. (2018). Estos autores afirman que la probabilidad de muerte por encima
de los 60 años aumenta con la exposición a PM2.5 dependiendo de los factores de riesgo y las
tasas de enfermedad. Por ejemplo, en países de bajos ingresos y alta tasa de mortalidad, como
áreas del sur de Asia, la probabilidad de vivir hasta los 85 años desde los 60 años aumentaría
en un 20 % si se redujera el riesgo de exposición a PM2.5 . En áreas de altos ingresos donde la
exposición a PM2.5 es principalmente baja, la tasa de supervivencia para este rango de edad de
25 años es de aproximadamente 50%. En Europa, se encontró que las concentraciones
modeladas de PM2.5 alcanzan su punto máximo en Europa central con concentraciones medias
anuales que oscilan entre 16 y 18 μg/m3 (Apte et al., 2018). Aunque este rango está por debajo
del límite establecido por las normas europeas de 25 μg/m3 , supera la directriz de la OMS de
10 μg/m3 . Apte et al. (2018) afirmaron que en 2016, el 95 % de la población de todo el mundo
residía en áreas donde las partículas PM2,5 superaban estas directrices de la OMS. En EE.
UU., el promedio nacional informado de concentraciones de PM2,5 en 2019 fue de
aproximadamente 8,5 μg/m3 , que está por debajo del estándar de EE. UU. de 12 μg/m3 para
PM2,5 primario y 15 μg/m3 para PM2,5 secundario (EE. EPA, 2020).
5. PM2.5, agricultura y salud
5.1. Impactos en la salud de PM2.5 como resultado de las emisiones de amoníaco
Actualmente existe una cadena entre las emisiones de NH3, la formación de PM2.5 y los
impactos posteriores que este PM2.5 tiene en la salud humana. Es probable que el aumento de
las emisiones de PM2.5 cause un riesgo elevado de mortalidad prematura, agravamiento de
condiciones preexistentes y una disminución general de la salud entre las poblaciones en riesgo
(p. ej., Lelieveld et al., 2015; Spencer y Van Heyst, 2018; World Organización de la Salud, 2013).
Para romper esta cadena (o al menos para reducir significativamente los impactos asociados),
se ha destacado como enfoque clave la reducción de las emisiones potenciales de NH3
principalmente de la agricultura (Gu et al., 2021). Reducir las emisiones de NH3 de la agricultura
ayudaría a reducir la generación de PM2.5 , lo que conduciría a una mejor calidad del aire y
reduciría los impactos en la salud humana.
Lelieveld et al. (2015) estimaron que en 2010, 3,15 millones de muertes prematuras en
todo el mundo fueron el resultado de la exposición a PM2,5, de las cuales 650 000 se debieron
directamente a las emisiones agrícolas. Los impactos en la salud que se analizaron en este
estudio fueron la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), la enfermedad aguda de las
vías respiratorias inferiores (ALRI), la enfermedad cerebrovascular (CEV), la cardiopatía
isquémica (IHD) y el cáncer de pulmón (LC). El estudio proporcionó información relacionada con
los 15 principales países en 2010 donde la mortalidad prematura está relacionada con la
contaminación del aire exterior, específicamente PM2.5 y ozono (O3). Es importante señalar
que aunque el O3 se incluye en las estadísticas de este estudio, solo 142 000 de las muertes
mencionadas fueron atribuibles a la exposición al O3 y se relacionaron únicamente con la EPOC.
En cinco de estos 15 países, la contaminación del aire resultante de la agricultura fue el principal
contribuyente a las muertes prematuras y la segunda causa principal en varios otros (Lelieveld
et al., 2015). Para las personas que murieron prematuramente como resultado de la exposición
a PM2.5 , el siguiente porcentaje de estas muertes se atribuyó a la contaminación del aire
exterior (exposición a PM2.5 y O3 ) resultante de la agricultura: Ucrania (52 %), Alemania (45
% ), Rusia (43 %), Japón (38 %) y Turquía (29 %) (Fig. 4). La segunda causa principal de
mortalidad prematura relacionada con PM2.5 (y O3) en estos países fue la generación de
energía (Rusia, Turquía y Ucrania), el tráfico terrestre (Alemania) y la industria (Japón).
Un estudio similar realizado por Malley et al. (2021) evaluaron la mortalidad prematura como
resultado de la exposición a PM2.5 atribuible a las emisiones agrícolas utilizando información
del GBD de 2019. Se examinaron adultos mayores de 30 años para detectar EPOC, IHD,
accidente cerebrovascular isquémico (IS), LC y diabetes tipo 2. Los niños menores de 5 años de
edad fueron evaluados por infecciones de las vías respiratorias inferiores. Los autores estiman
que en 2018 se emitieron a nivel mundial 44 millones de toneladas de NH3 , principalmente
debido a la gestión y aplicación del estiércol. Este estudio encontró que la carga de salud (es
decir, muertes prematuras) asociada con PM2.5 como resultado de la agricultura fue de 537 mil
muertes, 18% menos que la de Lelieveld et al. (2015). De estas muertes, 358.000 (9% de todas
las muertes asociadas a PM2.5 ) fueron una consecuencia directa
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Diario de Gestión Ambiental 323 (2022) 116285
Fig. 4. Número de muertes prematuras (edad >5 o < 30) como resultado de la
exposición a PM2.5 y O3 de la agricultura en 2010 (datos obtenidos de Lelieveld et
al., 2015) [ajuste de una sola columna].
resultan de la contribución de las emisiones de NH3 a la formación de PM2.5 . El porcentaje de
muertes prematuras como resultado de la exposición a PM2.5 de las emisiones de NH3 fue
mayor en América del Norte (90 %), Asia oriental y sudoriental (88 %) y Europa occidental (79
%) (Malley et al., 2021). ).
Balasubramanian et al. (2021) evaluaron diversas publicaciones sobre PM2.5 del ciclo
alimentario mundial. Este estudio encontró que los contribuyentes de particular importancia
incluyen la producción ganadera, los cambios en el uso de la tierra, el manejo del estiércol y la
quema de desechos agrícolas. A partir de este análisis, Balasubramanian et al. (2021) estimaron
que 890 000 muertes anuales atribuibles a PM2.5 (un total del 23 % de las muertes resultantes
de la exposición a PM2.5 según el estudio GBD de 2015) son el resultado del sistema alimentario
mundial. Su trabajo destacó que estas muertes podrían ser mayores debido a las emisiones de
NH3 subestimadas y la escasez general de datos de emisiones de todas las etapas del sistema
alimentario mundial. Thakrar et al. (2020) estudiaron las emisiones antropogénicas de PM2.5
primarias y secundarias en los EE. UU. y las actividades y procesos que contribuyen a su
liberación y formación. Los autores utilizaron modelos (utilizados para el mapeo de daños por
contaminación a escala fina) para evaluar las muertes atribuibles a estas actividades y procesos.
Thakrar et al. (2020) vincularon un total de 100 000 (máximo: 107 000, mínimo: 88 000) muertes
atribuibles a precursores primarios de PM2.5 y secundarios de PM2.5 en los EE. UU. (SO2,
NOx y NH3). De los cinco principales sectores asociados con las emisiones, clasificaron a la
agricultura como el tercero con más muertes asociadas (19 000), por encima de las emisiones
residenciales (12 700) y el sector eléctrico (10 200). Este trabajo estimó la ganadería y la
aplicación de fertilizantes como las actividades que más contribuyeron a estas muertes agrícolas
(8400 y 3700 respectivamente). Aproximadamente una quinta parte del total de 100 000 muertes
previstas se asoció directamente con el precursor NH3 (17 400), más alto que el SO2 (10 900) y
solo un poco menos que el NOx (19 100). Como se mencionó anteriormente, el NOx y el SO2
están estrictamente regulados en términos de calidad del aire en muchos países, mientras que
los objetivos para la reducción de NH3 son mucho menores en comparación. Una de las
recomendaciones de Thakrar et al. (2020) es endurecer las regulaciones sobre las emisiones
(particularmente NH3) de la agricultura, lo que se suma a la sugerencia de que la reducción de
las emisiones de NH3 reducirá posteriormente los impactos en la salud de PM2.5. De manera
similar, Balasubramanian et al. (2021) sugieren que las políticas y la legislación sobre
contaminación del aire deberían incluir el NH3 dado lo imperativo que es en la formación de
PM2.5.
Erisman y Schaap (2004) afirman que aproximadamente el 50 % de todas las PM2,5 en
Europa proceden de la producción de aerosoles inorgánicos secundarios a partir de NH3. En
regiones dominadas por la agricultura como Carolina del Norte en los EE. UU., la limitación de
la formación de PM2.5 podría explicarse por la disponibilidad de gas ácido (sulfato y nitrato) en
relación con el NH3 (Walker
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KE Wyer et al.
et al., 2006). Behera et al. (2010) examinaron la formación de PM2.5 a partir de
NH3 en la región de la cuenca del Ganges en la India. Este estudio concluyó que
la mayoría de los componentes químicos de las PM2.5 examinados fueron
(NH4)2SO4, NH4NO3 y NH4Cl. Los autores afirmaron que el 30 % de la masa de
la fracción PM2,5 se atribuyó a la formación secundaria de aerosoles inorgánicos
a partir de reacciones de NH3, con especial énfasis en la contribución que tiene
el NH3 durante los meses de invierno. Del mismo modo, Bauer et al. (2016)
examinaron los aportes que tiene la agricultura en la formación de PM2.5 utilizando
el Modelo E2 del Sistema Terrestre del Instituto Goddard de Estudios Espaciales
de la NASA (Bauer et al., 2016). Los resultados de este examen encontraron que
el amonio y el nitrato fueron los principales contribuyentes a la formación de
PM2.5 a partir de la contaminación agrícola en el este de EE. UU., China y Europa.
Este estudio encontró que en los EE. UU. (particularmente en el este) había una
concentración anual de PM2.5 superior a 14 μg/m3 , siendo la contaminación
agrícola responsable del 30 % de toda la formación de partículas finas. En
contraste, se determinó que las PM2.5 como resultado de la agricultura son
responsables del 55 % de toda la contaminación inducida por la actividad humana
en Europa (Bauer et al., 2016). Pinder y Adams (2007) afirman que en EE. UU.,
la reducción de NH3 en un 23 % (enero) y un 21 % (julio) puede resultar en una
reducción de 2 μg/m3 en PM2.5. Esta reducción en PM2.5 haría que el 70% de
las áreas del este de los EE. UU. que actualmente superan los 15 μg/m3 alcancen promedios
valor.
Las señales climáticas pueden tener relevancia epidemiológica para la salud
humana, como se mencionó anteriormente. En particular, la señal climática para
las emisiones de NH3 fue mostrada por Geels et al. (2015) a través de una
simulación para la década de 2080. Esta simulación encontró que, en regiones
con altas emisiones de NH3 como Alemania, Polonia, Países Bajos y Bélgica, las
concentraciones de PM2.5 se verán afectadas, lo que resultará en un aumento de
la mortalidad crónica en toda Europa en un 4 %. Pozzer et al. (2017) demostraron
que una reducción del 50 % de las emisiones agrícolas podría prevenir la
mortalidad atribuible a la contaminación del aire de unas 250 000 personas por
año en todo el mundo, lo que equivale a reducciones del 30 %, 19 %, 8 % y 3 %
en América del Norte, Europa , Asia oriental y Asia meridional, respectivamente.
Megaritis et al. (2013) utilizaron un modelo de transporte químico (CTM) para
evaluar el potencial de reducción de PM2.5 en respuesta a reducciones del 50 %
en precursores (SO2, NOx y NH3) y cambios de temperatura estacionales
(invierno y verano) en toda Europa. Se encontró que la reducción de las emisiones
de NH3 es el método de control más efectivo para reducir las emisiones de PM2.5
tanto en verano (5.5 % de reducción de PM2.5 ) como en invierno (4 % de
reducción de PM2.5 ). Estas reducciones fueron más altas en Europa occidental
y central, con reducciones de PM2.5 de 2,3 μg/m3 (15 %, período de verano) y
1,5 μg/m3 (10 %, período de invierno), respectivamente. Se descubrió que la
reducción de las emisiones de NH3 reduce en gran medida la formación de nitrato
de amonio y sulfato de amonio, lo que lleva a reducciones potencialmente
sustanciales en el total de PM2.5 (Megaritis et al., 2013) Aunque la reducción de
NOx y SO2 también tuvo un impacto en PM2.5, Megaritis et al. (2013) afirma que
existe una gran variabilidad espacial con las reducciones de NOx y que el SO2
depende de la disponibilidad de NH3. La disponibilidad de NH3 no solo influye en
la generación de sulfato de amonio, sino que también se ha sugerido que la
presencia de nitratos en la fracción PM2.5 es más dañina para la salud que otros
componentes de partículas (como NOx y SO2), ayudando en la necesidad de un
mayor enfoque en la regulación de las emisiones de NH3 como precursor de
PM2.5 (Brunekreef et al., 2015).
Las poblaciones rurales que viven cerca de actividades agrícolas y de
producción animal están expuestas a diferentes factores ambientales, incluida la
exposición al NH3 (Blanes­Vidal1, 2017). Varios autores han demostrado una
mayor incidencia de síntomas y condiciones físicas, como tos, sibilancias, irritación
nasal, dificultad para respirar y asma, entre estas poblaciones (Blanes­Vidal et al.,
2014; Radon et al., 2001; Schinasi et al. al., 2011). Las exposiciones por encima
de los límites de irritación de estos diversos contaminantes (como NH3, H2S, etc.)
pueden causar una serie de síntomas de salud a través de mecanismos fisiológicos
directos. Por lo general, estos síntomas ocurren en el momento de la exposición
y desaparecen después de un breve intervalo (Schiffman et al., 2004). Sin
embargo, para las personas sensibles como los niños, los ancianos y los pacientes
asmáticos, la exposición a esta contaminación del aire puede inducir síntomas de
salud que persisten durante períodos de tiempo más prolongados, así como
Diario de Gestión Ambiental 323 (2022) 116285
agravar las condiciones médicas existentes (Schiffman et al., 2004). Heederik et
al. (2007) afirmó que determinar qué efectos en la salud pueden surgir debido a
una contaminación gaseosa particular (de NH3, H2S o CO2) es controvertido y no
ha sido bien examinado. Otros artículos como
los de Gehring et al. (2010) y Ryan y Holguin (2010) sugieren que la exposición a
NH3 y PM2.5 como resultado de NH3 puede desencadenar reacciones asmáticas
en niños con condiciones asmáticas preexistentes, pero lo que es más importante,
también podría desempeñar un papel en la aparición del asma. en niños muy
pequeños. Estudios más recientes como Pavilonis et al. (2013) y Holst et al.
(2018) tuvo como objetivo evaluar el papel que puede tener la exposición a las
emisiones agrícolas (como NH3 y PM2.5) en la aparición temprana de asma en niños.
Pavilonis et al. (2013) demostraron que los niños que vivían en las inmediaciones
de las instalaciones de producción animal, con una exposición ambiental relativa
mayor a los gases de los desechos animales, tenían una probabilidad
significativamente mayor tanto de asma (OR = 1,51, p = 0,014 asma) como de
medicación para las sibilancias ( OR = 1,38, p = 0,023) (Pavilonis et al., 2013).
Holst et al. (2018) examinaron una población de niños que desarrollaron asma
entre su primer y sexto cumpleaños (n = 335 629) en Dinamarca y se propusieron
determinar si el amoníaco y el amonio desempeñaban algún papel en el desarrollo
de esta afección. Estos autores utilizaron información sobre la concentración
nacional
de contaminantes
anuales por debajo dedel año 2008 para su estudio y encontraron que la
este
concentración media anual era de 1,99 ppb (~1,4 μg/m3 ) para NH3, 1,19 ppb
(~0,8 μg/m3 ) para NH4 + y 7,10 µg/m3 para PM2.5. A partir de su estudio, Holst
et al. (2018) determinaron que existía una clara asociación positiva de exposición­
respuesta entre el NH3 y la aparición temprana de asma. Este estudio encontró
que los niños que estuvieron expuestos a concentraciones más altas de NH3
tenían 1,74 veces más probabilidades de desarrollar asma en comparación con
los niños que estuvieron expuestos al nivel más bajo de NH3. En particular, los
autores de este estudio sugieren que NH4 + contribuye
más a la aparición temprana de asma en los niños de esta región. En comparación,
en este estudio no se encontró que la exposición directa a PM2.5 estuviera
asociada con la aparición de asma en niños pequeños.
Por el contrario, un estudio que se llevó a cabo en la región del Valle de
Yakima en los Estados Unidos evaluó la correlación entre las concentraciones
ambientales de NH3 y los síntomas de asma informados y el uso de medicamentos
(Loftus et al., 2015). Las concentraciones medias de NH3 en los alrededores de
los hogares de los participantes del estudio (51 niños en edad escolar) oscilaron
entre 0,2 y 238 μg/m3 durante los 13 meses del estudio. Los autores determinaron
a partir de este estudio que no había significación estadística entre el aumento de
la exposición al NH3 y el empeoramiento de la salud del asma según lo informado
por estos niños. Sin embargo, el estudio indicó que hubo una asociación entre la
función pulmonar medida y la exposición al NH3 en el hogar del participante. Los
autores de este estudio señalan varias limitaciones potenciales, incluido el sesgo
de los padres, los participantes evitan las áreas al aire libre en los días con alto
contenido de NH3 y el error de medición no diferencial. Es importante tener en
cuenta que estudios como estos son un área de enfoque relativamente nueva, y
aún se necesita un análisis más profundo de todos los factores que contribuyen al
asma como resultado de la exposición a las emisiones agrícolas (incluidos, entre
otros, bioaerosoles, microbiota, olor y síntomas psicológicos). Principalmente, la
reducción de las emisiones de NH3 de la agricultura debe ser el enfoque general
e inevitablemente ayudará a reducir la fracción PM2.5 que se forma como
resultado de estas emisiones, que está bien documentada en términos de
impactos en la salud. Al reducir estas emisiones, se puede mejorar la calidad del
aire, se puede evitar el deterioro de la salud humana, se pueden reducir los costos
de salud de estas enfermedades y se puede lograr una mejor calidad de vida.
5.2. El beneficio económico de reducir NH3 y PM2.5
Las políticas y decisiones a menudo se toman sobre la base de los costos
sociales y los beneficios de la reducción, y esto no es diferente para el NH3 o el
PM2.5 (Brink et al., 2011). En este sentido, los costos sociales se pueden
considerar como cualquier cosa que un individuo o una comunidad deba cambiar
o limitar al modificar sus técnicas de manejo del nitrógeno. La incorporación de
medidas de mitigación de NH3 en la política y la implementación de estas
técnicas en las prácticas agrícolas podría imponer costos potencialmente significativos. Para
8
Machine Translated by Google
KE Wyer et al.
ejemplo, Zhang et al. (2020) afirma que un posible 38­67 % del NH3 procedente de la agricultura
podría mitigarse a un costo de 6­11 000 millones de USD (5 200­9 500 millones de euros) en
China. En comparación, se considera que los beneficios sociales contribuyen positivamente al
bienestar humano y pueden ayudar tanto a proteger la salud humana como a beneficiar a la
economía a lo largo del tiempo. Donde las medidas de mitigación para China superaron los 6
mil millones de dólares estadounidenses, los beneficios sociales generales debido a estas
mitigaciones se estimaron en 18 a 42 mil millones de dólares estadounidenses (~15,8 mil
millones de euros ­ 36,9 mil millones de euros) (Zhang et al., 2020). En la UE, el coste sanitario
medio anual para los Estados miembros oscila entre 2 y 36 euros (~2,50 ­ 41 dólares
estadounidenses) por kg de N para NH3 (Brink et al., 2011). Pinder y Adams (2007) afirman
que en los EE. UU., la reducción de NH3 (particularmente en los períodos de invierno) es
significativamente más rentable para las reducciones de PM2.5 que la reducción de NOx y SO2
en las regiones del este de los EE. UU. Gu et al. (2021) afirma que, en comparación con los
métodos de reducción disponibles para las emisiones de óxido de nitrógeno, la reducción de
amoníaco a nivel global es solo el 10 % del costo asociado con las reducciones de NOx.
La reducción de las emisiones de NH3 puede reducir las concentraciones de PM2.5 y
contribuir a una reducción de la mortalidad prematura a nivel mundial, lo que posteriormente
ayuda a ahorrar costos económicos y de salud. Giannadaki et al. (2018) modelaron que la
reducción de las emisiones agrícolas (particularmente NH3) podría resultar en la prevención de
más de 200,000 muertes por año en 59 países. Estos autores examinaron 59 países y aplicaron
un “valor de la vida estadística” (la disposición a pagar por evitar el riesgo de una muerte
prematura) para monetizar los posibles resultados de salud mediante la reducción de las
emisiones agrícolas. En este estudio también se destacó una estimación de los costos en los
que se incurriría para reducir las emisiones de NH3 a un nivel que cumpla con los compromisos
nacionales de reducción. Giannadaki et al. (2018) afirma que esta reducción costaría un total
de 70 a 89 millones de euros (43 a 2176 euros anuales por explotación en la UE, en función de
las estrategias de reducción implementadas y las emisiones actuales de la explotación). Dentro
de la UE, esta disminución de las emisiones podría suponer una reducción de la tasa de
mortalidad del 18 %, lo que supondría un ahorro anual para la economía de aproximadamente
75 600 millones de euros (~86 000 millones de dólares estadounidenses). Giannakis et al.
(2019) estima que el costo de implementar las cuatro principales estrategias de reducción de
NH3 para disminuir las emisiones (incluida la reducción de la alimentación de nitrógeno, el
almacenamiento de estiércol, las técnicas de aplicación de fertilizantes de bajas emisiones y el
alojamiento de animales) a los niveles requeridos por la UE costaría aproximadamente € 4300
millones ( 5000 millones US$) solo para Europa. Estos autores afirman que la implementación
de estas estrategias de abatimiento tendría el mayor efecto en la reducción de la mortalidad
prematura en Alemania, seguida de Reino Unido e Italia con reducciones de 930, 928 y 448
muertes por año, respectivamente.
En los EE. UU., la agricultura se considera una de las principales causas de daños externos
brutos (pérdidas económicas) debido a la mortalidad prematura, lo que le cuesta a la economía
aproximadamente 230 000 millones de dólares estadounidenses (197 000 millones de euros ).
(Tschofen et al., 2019). Dentro del sector agrícola, la ganadería y la cría de animales son los
principales causantes de los daños externos brutos, y representan aproximadamente el 50 %
de todas las pérdidas económicas por muerte prematura. Un estudio de una instalación porcina
en Carolina del Norte sugirió que las PM2.5 resultantes del NH3 conducen a costos de salud
más altos que cualquier otro contaminante agrícola, lo que le cuesta al sistema de salud de los
EE . ) por kilogramo de NH3 (Stokstad, 2014).
Domingo et al. (2021) afirma que mejorar la eficiencia de la aplicación de NH3 a la tierra (ya
sea por el método de aplicación o el momento del período de aplicación) a un costo de 0,8 a 3,2
US$ por kg/NH3 puede generar un beneficio económico de entre 33,4 y 42,4 US$ por kg/NH3
únicamente por la reducción de la formación de PM2.5 . En China, se estimó que la reducción
de NH3 mencionada anteriormente en un 38­67 % redujo la mortalidad prematura entre 90 000
y 240 000 personas, debido a una reducción en las concentraciones de PM2,5 de
aproximadamente 8­20 % (Zhang et al., 2020). En términos económicos, esto podría ahorrar
entre 10 000 y 26 000 millones de dólares estadounidenses en costos de salud solo en China.
6. Resultados y discusión
La agricultura es el principal contribuyente a las emisiones globales de NH3, desempeñando
un papel importante como precursor del PM2.5 secundario (Brunekreef et al.,
9
Diario de Gestión Ambiental 323 (2022) 116285
2015; Erisman y Schaap, 2004; Thakrar et al., 2020). La producción de ganado, el
almacenamiento del estiércol asociado y su uso como fertilizante orgánico, junto con los
fertilizantes sintéticos, son componentes clave en la emisión de NH3 de la agricultura
(Environmental Protection Agency, 2018; Ma et al., 2021; Zhang et al. , 2017). La emisión de
NH3 de la agricultura varía de una región a otra y depende en gran medida de la fuente de
donde se emite (Balasubramanian et al., 2020; Singles et al., 1998).
Esta alta variabilidad espacial del NH3 junto con sus variaciones estacionales y diurnas (Blanes­
Vidal et al., 2008; Kelleghan et al., 2020) destaca la necesidad de un seguimiento representativo
a largo plazo tanto de las emisiones como de las concentraciones atmosféricas de este
contaminante. La incorporación de enfoques alternativos, como el cambio del uso de placas de
salpicadura a la zapata de arrastre o la inyección para la aplicación en el suelo, o la
implementación de cubiertas para depósitos de estiércol, ofrece formas de reducir las emisiones
de NH3 (p. ej., Hellsten, 2017; Xu et al., 2017 ) .
La reducción de las emisiones de NH3 donde sea posible es imperativa, ya que las
proyecciones actuales sugieren que las emisiones continuarán aumentando con el aumento de
las temperaturas debido a la actual crisis climática (Skjøth y Geels, 2013; Sutton et al., 2013),
junto con la creciente intensificación de agricultura para satisfacer la demanda mundial de
alimentos (Malley et al., 2021). Si no se incorporan técnicas de bajas emisiones para reducir el
NH3, se producirá un aumento de los impactos negativos de este contaminante en todo el
mundo debido a estos aumentos previstos. Está claro que las emisiones de NH3 son
responsables de una gran parte de la fracción PM2.5 de la contaminación del aire (Bauer et al.,
2016; Pinder y Adams, 2007; Thakrar et al., 2020). Aunque los impactos actuales en la salud
del NH3 como contaminante individual son más probables para aquellos que trabajan en fuentes
o cerca de ellas (Naseem y King, 2018), la contribución del NH3 a la formación de partículas
tiene el potencial de afectar la salud humana a nivel de población (p. ej. Giannakis et al., 2019).
Este PM2.5 puede tener efectos negativos en la salud humana, incluido el desarrollo de
problemas de salud crónicos y muerte prematura (p. ej., Lelie veld et al., 2015; Thakrar et al.,
2020). El NH3 contribuye a aproximadamente el 50 % de las PM2,5 en Europa, el 30 % en los
EE. UU. y el 15–23 % de la masa de PM2,5 en la llanura del norte de China (Bauer et al., 2016;
Erisman y Schaap, 2004; Han et al., 2020).
Según varios estudios mencionados anteriormente, se puede considerar que Europa tiene
la mayor contribución de NH3 a la formación de PM2.5 en comparación con otras regiones. La
Tabla 1 proporciona una descripción general de las fuentes de emisión de NH3 en los 28
Estados miembros de la Unión Europea.
El ganado es el mayor contribuyente a las emisiones de NH3 de la agricultura (28 %) y PM2.5
como resultado de ello (14 %) en esta región, seguido por el uso de fertilizantes orgánicos (27
% de emisiones de NH3, 13 % de contribución de PM2.5 ) y el uso de fertilizantes nitrogenados
inorgánicos (17 % de emisiones de NH3, 8 % de contribución de PM2,5 ) (Agencia Europea de
Medio Ambiente, 2021). Esto puede explicar el razonamiento de las regulaciones más estrictas
de la UE en torno a las emisiones de NH3. Sin embargo, aún con las regulaciones vigentes en
Europa en cuanto a las emisiones de NH3 y las concentraciones atmosféricas, todavía existe
un alto porcentaje de contribución a PM2.5, lo que nuevamente pone de manifiesto la necesidad
de implementar regulaciones sobre el NH3 como contaminante precursor.
Sutton et al. (2013) afirma que con un aumento de las temperaturas globales de 5 ◦C, se
prevé un aumento de las emisiones globales de NH3 del 42 %. Utilizando esta estimación de
aumento del 42 %, el aumento potencial de las emisiones de NH3 para estas fuentes en Europa
y la fracción resultante de PM2,5 creada se destaca en la Tabla 1. Los tres mayores emisores
de NH3 en Europa verían un aumento en las emisiones de NH3 de los valores antes
mencionados, al 40%, 38% y 24% para el uso de fertilizantes bovinos, orgánicos e inorgánicos
respectivamente. Esto a su vez daría como resultado un aumento dramático de la fracción de
PM2.5 como resultado de las emisiones de NH3 de estos sectores (20%, 19% y 12%
respectivamente), lo que en última instancia ejercería una mayor presión sobre la salud humana
en estas áreas. Aunque las emisiones de PM2,5 como resultado de NH3 son mayores en
Europa, si las emisiones actuales no se reducen en todo el mundo, existe la posibilidad de que
aumente la fracción de PM2,5 en todo el mundo como resultado de la producción ganadera.
Aumentos como estos tendrán un impacto significativo en la salud humana y los costos
económicos asociados con ellos en todo el mundo. Esto destaca la necesidad de una acción
rápida para reducir las emisiones de NH3 para proteger la salud humana debido a la situación
actual.
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KE Wyer et al.
Tabla 1
Emisiones de NH3 (%) de diversas fuentes y su contribución porcentual a PM2,5 en los 28 Estados miembros de la UE (datos de origen: Agencia Europea de Medio Ambiente, 2021), y
aumentos potenciales de estas emisiones en base a un escenario de calentamiento de 5 ◦C discutido en Sutton et al. (2013).
Fuente Contribución a las Contribución de las emisiones de
emisiones de NH3 (%) NH3 a la fracción PM2,5 (%)
Ganado 28 14
Fertilizante orgánico 27 13
N­fertilizante inorgánico (incluye también 17 8 24
la aplicación de urea)
cerdos 11 5 15
Aves de corral 7 4
no agrícola 7 3
Ovejas, Cabras, Caballos, Mulos, 3 2
Búfalo, Otro
Otros Agrícolas 1 0
crisis climática.
La contribución potencial a la producción de PM2.5 de las emisiones de NH3 del
ganado refleja la necesidad de incorporar el NH3 en las políticas para proteger la salud
humana además del medio ambiente. Por ejemplo, en la UE, la Directiva NEC se enfoca
en informar las emisiones nacionales de NH3 (y los valores de deposición) y establecer
límites de emisión, mientras que ahora también requiere el monitoreo en hábitats sensibles;
donde la Directiva de Hábitats alienta a los Estados miembros a establecer límites de
contribución a los sitios Natura 2000 y la Directiva de Emisiones Industriales establece
límites de emisión para granjas porcinas y avícolas de ciertos tamaños. Estas directivas
suelen estar sujetas a la interpretación de cada Estado miembro y la aplicación varía de un
país a otro. En EE. UU., el NH3 no se considera un contaminante criterio bajo la CAA, lo
que permitiría la regulación de este contaminante, solicitud que fue rechazada por la
USEPA en 2018 (Stowell, 2018).
Reflexionando sobre los datos presentados en la Tabla 1, está claro que las emisiones
de NH3 del ganado juegan un papel vital en la contribución a la fracción PM2.5 ,
particularmente en Europa, y deben incorporarse en cualquier discusión futura sobre la
regulación de las emisiones de NH3. , y el control de PM2.5. En el resto del mundo, la
actualización de las bases de datos de emisiones y el monitoreo de NH3 deben ser una
prioridad para comprender las emisiones y las contribuciones de las fuentes (como las
anteriores) y, a su vez, brindar la capacidad de evaluar la contribución de las fuentes a
PM2.5 creación.
Dado que el NH3 se libera principalmente de la agricultura, debe encontrarse un equilibrio
entre el control de estas emisiones y la capacidad de la industria para seguir satisfaciendo
la demanda mundial de alimentos. Los formuladores de políticas y las partes interesadas
deben comprender completamente el papel que juega el NH3 en términos de su emisión
desde varios sectores agrícolas, sus reacciones y transporte en el medio ambiente,
particularmente su papel en la formación de PM2.5 y el impacto posterior en la salud
humana. El NH3 es un contaminante difícil de medir debido a la variabilidad de las
emisiones y concentraciones en el medio ambiente, por lo que las reglamentaciones deben
comenzar con la implementación de un monitoreo a largo plazo para comprender mejor el
movimiento del NH3 a escala local, regional o nacional. Comprender el comienzo de esta
cadena (es decir, cómo el NH3 ingresa y se mueve por el medio ambiente) permitirá
implementar políticas mejor informadas para proteger la salud humana de la creación de
PM2.5 como resultado de las emisiones agrícolas de NH3. Existe una necesidad inherente
de que las futuras reglamentaciones y políticas relacionadas con el NH3 y el PM2.5 reflejen
tanto la protección del medio ambiente como la mejora de la salud humana, al tiempo que
garantizan que ninguna se vea afectada como resultado de la otra. Al considerar el tema
de la reducción de NH3 desde un enfoque combinado (es decir, evaluando los impactos en
la agricultura, el medio ambiente y la salud pública), se podría lograr un mejor resultado
para todos los sectores y al mismo tiempo reducir los costos socioeconómicos de NH3 y
PM2.5 . A través de la comprensión de las contribuciones del sector fuente de las emisiones
de NH3, se podría centrar la atención en áreas que serían de alto impacto y bajo costo para
implementar medidas de reducción de NH3, reduciendo posteriormente la creación de
PM2.5 a partir de este precursor (como las medidas evaluadas por Buckley et al. al., 2020;
Edwards, 2020; Hellsten, 2017). Esto puede ayudar en los comienzos de la legislación y la
política.
10
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Emisiones potenciales de NH3 (%) (basado en un Contribución potencial de las
aumento de 5* en la temperatura, Sutton et al., 2013) emisiones de NH3 a PM2.5 (%)
40 20
38 19
12
8
10 5
10 5
4 2
1 0
discusiones e incluso la implementación de subvenciones y asistencia gubernamentales
para alcanzar objetivos establecidos (por ejemplo, el esquema LESS en Irlanda (Gobierno
de Irlanda, 2022)), proporcionando a las partes interesadas y a los responsables políticos
una indicación más clara de por dónde empezar.
7. Conclusión
Numerosos estudios indican que una de las formas más eficientes de reducir las PM2.5
es reducir las emisiones globales de NH3 resultantes de la agricultura. Esta reducción de
NH3 posteriormente también puede tener un gran impacto en la reducción de problemas
de salud crónicos, disminuir la mortalidad prematura en todo el mundo y puede reducir las
pérdidas monetarias para las economías nacionales debido a estas muertes prematuras.
Faltan regulaciones que rodeen al NH3 como precursor de la formación de PM2.5 y deben
incorporarse en futuras políticas y regulaciones en todo el mundo para ayudar a mejorar la
salud humana por la exposición a PM2.5 .
Fondos
Esta investigación se llevó a cabo como parte del Proyecto Triple A (Reducción del
amoníaco en la agricultura) (2019R554) financiado por el Departamento de Agricultura,
Alimentación y Marina de Irlanda.
Declaración de competencia de intereses
Los autores declaran que no tienen intereses financieros en competencia ni relaciones
personales conocidas que pudieran haber influido en el trabajo informado en este documento.
Disponibilidad de datos
No se utilizaron datos para la investigación descrita en el artículo.
Expresiones de gratitud
Los autores desean agradecer al Departamento de Agricultura, Alimentación y Marina
y a los investigadores del Proyecto Triple A (Reducción del amoníaco en la agricultura), en
particular al coordinador Dr.
Dominika Krol en Teagasc.
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